Roxanne Rambaldi

1692, Estatuto Internacional del Secreto Mágico, anoto en su libreta con una caligrafía desordenada, lejos de la prolijidad con la que escribía en la tranquilidad de su hogar, o en la oficina, que tras varios años trabajando allí, se había convertido en su segunda casa. Cerró la libreta, para volver a prestar atención. Cissy había complementado las palabras de la Rambaldi, añadiendo fechas, datos curiosos, la razón por la que el decreto se había firmado.

Roxanne no llegaba a imaginar el miedo que el mundo mágico debía haber sufrido durante la caza de brujas, no saber si se iba a volver a casa, o si iban a ver a sus familias otra vez. Entendía entonces porque debían esconderse, lamentablemente, el mundo muggle, por mucho que se vanagloriaran de ser inclusivos, no estaban listos para comprender la magia, ni mucho menos, aceptar que todo una sociedad de magos y brujas vivía frente a sus propios ojos. Si llegaban a enterarse, se encontrarían con una réplica de lo que habían sufrido sus ancestros.

Despertó de sus pensamientos con la felicitación de su profesora, a lo que la italiana respondió con una escueta sonrisa, para seguir escuchando. Le sorprendió darse cuenta que Cye no conocía las normas de transportes, pero estuvo de acuerdo con la Macnair sobre enseñarle. En realidad, todos aprenderían los unos a los otros en aquella clase, todos eran magos experimentados, que de alguna u otra forma poseían conocimientos de leyes.

Nada más la profesora terminara de hablar, un joven al que no había visto con anterioridad, alzó la voz. Lo observó desde las galerías del Alto Tribunal Mágico. Se refirió a las cinco excepciónes de la magia, las Leyes de Gamp. Hacia mucho tiempo que no escuchaba de ellas. Un leve recuerdo vino a su mente, de cuando apenas conocía la magia.

Una vez cuando era aún una niña de cinco años, había tomado la varita de su padre, estaba hambrienta, y en un inútil intento por saciar su apetito, quiso crear una tarta de chocolate con magia. Su nana la había encontrado concentrada, empuñando la varita, y con suavidad, se la había quitado de las manos. Esa había sido la primera vez que escuchara de Gamp, una explicación breve, que bastaba para satisfacer la curiosidad de una pequeña. Sonrió, entonces, más de una década después, le parecía una graciosa anécdota.

Ya una mujer adulta, vio otra vez las Leyes de Gamp. Estaban ya escritas en la pizarra, y a diferencia de su último acercamiento con estas, ahora le parecían obvias. Espero a que el joven terminara de hablar, y respondió a la pregunta de la Macnair.

— Dictan nuestras limitaciones en la magia.—respondió, tras la breve intervención de Alexander.— Tal como la Ley de Gravedad, las Leyes de Gamp no se pueden romper. Por más que se quiera, no podemos recuperar a un ser querido de la muerte, ni crear amor.

Por más que los magos se esforzaran por creer que no estaban sujetos a la primera ley, lo estaban. Si, podían subir a escobas y volar, podían hacer levitar objetos, pero solo porque la magia lo permitía, y por mucho que quisieran, en algún momento bajarían. Espero entonces, a que alguien le contestara, o añadiera algún comentario. Le estaba gustando la clase exactamente la dinámica de la lección, más que una relación en que el profesor era el único con derecho a opinar, en aquella sala todos estaban en la misma altura, y cada uno, podía sentirse libre de hablar.

Sus compañeros no se atrevían a presentarse, aunque algunos, como su abuela, eran respetados magos dentro de la comunidad mágica, y como tales, sabían expresarse mejor que muchos otros. Tanto su profesora, como Sean, estaban sorprendidos, y Roxanne también mostrababa señas de no poder creerlo. Aún así la clase debía continuar, y la Macnair consiguió salir de la incomoda situación y empezar la lección.

Empezó preguntando a sus alumnos sobre las leyes que conocían. Roxanne conocía muchas, algunas de nombre, otras solo su generalidad, y unas pocas, las podía recitar al pie de la letra. Sean fue el primero en hablar, empezando por el Estatuto Internacional del Secreto Mágico, sabía de que trataba, pero aún así no lo explico. A la Rambaldi le pareció extraño, estando en una clase, ¿Por qué no hablar? Pero no opino al respecto, llegaría el turno de la italiana, y entonces podría explicar la ley, al menos lo que recordaba. El joven continuo, esta vez, analizando la existencia de las leyes de convivencia.

Era verdad, ya que salía el tema, la Rambaldi no había escuchado hablar de una constitución que explicara cuales eran las normas para civiles, aquellas que regularan la vestimenta, la adquisición de propiedades, o las sentencias a Azkaban por delitos menores. Era un topico que fácilmente, podría llegar a los altos mandos del Ministerio de Magia.

— Esa es una buena pregunta, Sean, si las normas más básicas no son claras, ¿Se puede confiar en nuestra justicia?—dejo la pregunta en el aire, y continuo para responder la pregunta de la profesora.— En cuanto al Estatuto Internacional del Secreto Mágico, dicta que en primer lugar, un mago no puede realizar magia en frente a un muggle y que cada gobierno deberá hacerse cargo del ocultamiento de todas las bestias, seres y espíritus que existan dentro del territorio. Si llegaran a ser vistas, el gobierno deberá responder ante la Confederación Internacional de Magos.

"Con respecto a los animagos, cada individuo que posea esta habilidad, deberá registrarte en el Ministerio de Magia. En cuanto a otras leyes, creo conocer bastante bien a las que respectan al departamento en que trabajo. Por ejemplo, es obligatorio tener la licencia para aparecer legalmente, y es ilegal aparecer en otro país, pero se pueden usar trasladores, que primero deben ser aprobados por el Departamento de Cooperación Internacional, que servirá como nexo entre los países."

Podría haber continuado, hablar sobre los menores de edad, y desde que edad podían usar magia, pero decidió quedarse en silencio, al menos por unos momentos.

Tener que repetir los cursos la había tomado por sorpresa. Había intentado reclamar, y exigir que se los devolvieran, pero nada le sirvió. Las nuevas reglas eran inamovibles, y por mucho que la Rambaldi se quejara, no le devolverían sus certificados. Por lo que cuando el pergamino que le anunciaba la fecha y hora de su clase, una pequeña sonrisa curvó sus labios rosados, estaba un paso más cerca de volver a recuperar su acreditación en Leyes Mágicas.

Casi no se dio cuenta cuando el día de su clase llegó. No estaba nerviosa, pero tampoco confiada. Con las reformas no sabía hasta que punto podía asegurar su conocimiento, existía la posibilidad que no pasara el curso, y se viera obligada a cursarlo otra vez. Dio mil vueltas mientras pensaba en aquello, en su profesora, y en como debería presentarse en la clase. ¿Informal?¿Le bajarían puntos de su evaluación si no se presentaba con un traje de dos piezas? Se mordió el labio inferior, a la vez que lanzaba de vuelta al armario unos jeans gastados. Tras un rato se puso con un vestido formal, más bien corto, acompañado de un par de tacones, y su bolso donde llevaba un bolígrafo, una libreta y su varita de roble.

Salió así de la Mansión Rambaldi, luciendo un atuendo que antes se había puesto para ir al Ministerio de Magia. Antes no se había sentido insegura, pero cuando apareció en la nueva Universidad, el aura que esta desprendía la hizo sentir pequeña e insignificante. Se demoró más de lo planeado en llegar a su sala, se había perdido más de una vez, y también, la arquitectura y el arte que la rodeaba, la había atrapado.

Pero cuando finalmente llego se sorprendió al ver que el lugar era una réplica del Alto Tribunal Mágico de Londres, sonrió, era un gran esfuerzo el que la profesora había puesto en su clase. Ocupo un asiento en las gradas, y espero a que el resto de sus compañeros llegaran. Al cabo de un rato, todos estaban presentes. Eran cinco, pero solo reconocía un rostro, el de su abuela adoptiva. No pudo presentarse con los demás, pues pronto, la Macnair se encargó de presentarse y pedirle al resto que hiciera lo mismo.

— Buenos días, soy Roxanne Rambaldi, directora del Departamento de Transportes Mágicos.—dijo, sin ahondar en su vida.— Estoy aquí por mi trabajo, si quiero seguir en el cargo, he de conocer las leyes que regulan el mundo mágico.

No tenía más razones. Su único interes radicaba en mantener la dirección del departamento, con lo que había demorado en llegar al puesto, no se rendiría tan fácil, ni dejaría que otro tomara su lugar. Roxanne dio por terminada su presentación, y observo de reojo al resto de los magos y brujas, esperando para escuchar al siguiente en hablar.

Buenas, en primer lugar me lei la discusion sobre el entrar o no en el rol de los examenes. Por mi parte bien que se hagan roles, tramas que pueda llegar a juicio o solo algo divertido. Ahora, eso de la entrada lo considero sugerencia, y tal vez cada usuario que de el examen debera decidir si quiere que se metan al examen oficial o hacen un rol aparte. No se si me di a entender. Segundo y a lo que en verdad venia o.o abro topic para cada examen de vuelo/aparicion o uno general como era antes?

Buenas, lei la respiesta que le diste a Juve pero aun asi sigo con una duda: podremos saber cuantos puntos de experiencia tenemos o eso se ocultara y solo podremos verla reflejada en nuestro rango social y el nivel magico?

Buenas, gracias por la respuesta, estare ansiosa por ver los nuevos banners *-* Pero no solo vengo a agradecer, tambien vengo con una duda. En las oficinas ministeriales de antes, había un topic en el que podíamos pedir ausencias por si estabamos en epoca de examenes, nos ibamos de viaje, etc, y que así el resto de nuestro equipo estuviera al tanto, alguien más se hiciera cargo, o para que nuestros jefes no pensaran que andabamos de vagos nada más. Mi pregunta va a si van a hacer un topic similar, o con la nueva reforma no será necesario?

Edito, recorde otra duda que tenía. No llego a comprender la plantilla xD Cuando den los resultados se vera la lista de empleados y cargos que tendra dicho departamento, pero luego se personalizaran las oficinas y entonces cada quien elige su division, segun lo que entendi. Cuando cada uno haya escogido, se supone que se tendra que postear la personalizacion de la oficina con los empleados de esta o sin ella? Y a eso voy con la plantilla, esta llevara la lista de empleados separada por oficina o en general como una lista de usuario. Otra pregunta más, derivada de la anterior, si fuera separada, entonces cada mes se tendria que informar a que oficina va cada usuario?

Ya, me enrede creo u_ú Si no me di a entender por favor diganme

Buenas, felicidades por la reforma, ahora que he leído y he probado el nuevo sistema de rol en el ministerio, de verdad me esta gustando *o* Ahora, vengo con una duda que más parece sugerencia. Estaba abriendo un topic de rol para el depa de transportes, pero al buscar el banner me di cuenta que ya no tenía el nuevo nombre (obviamente, porque fueron hechos en 2013, antes de la reforma) entonces mi pregunta va a si se van a conservar los banners actuales, cada departamento se encargara de hacer uno, o moderación se encargara de hacer unos nuevos?

Hola, traigo una duda estupida xD Dicen que los galeones otorgaran experiencia, pero al momento de gastarlos esos puntos los mantendré o se eliminaran al haber gastado el dinero?

Y una pequeña duda que me salto despues de la respuesta de Crazy, una trama para postear sería por ejemplo "Organización evento X"? Corrijanme si me equivoco, esto de las tramas me viene dando vueltas en la cabeza desde ayer xD

Hola, traigo una consulta que me ha surgido al empezar a pensar en los topics que se abrirán para hacer los roles en el Ministerio de Magia.

En primer lugar, mi duda va a si se considera un tema real para abrir un topic los exámenes de vuelo y aparición, y si podría mantenerlo abierto hasta que llegue a las 100 paginas, porque en verdad, veo difícil que tantos topics sin llegar a las 10 paginas no vayan a poner lento el foro.

Segundo, si los empleados del departamento llegaran a abrir 3 tramas por su cuenta, no sería difícil hacer el conteo de post a final de mes, eso sin considerar la ventanilla, y los roles en Ottery y el Callejón Diagon que por ejemplo, red flú debe hacer.

Tercera y última pregunta, pero antes que nada, quiero que quede claro que de verdad entiendo el sentido de las reformas, dar más libertad de rol y todo eso, pero ¿se podrá abrir un departamento como el que antes teníamos? Quizá un topic para cada oficina, por dar un ejemplo, para facilitar los pagos de salarios. Tecnicamente sigue siendo solo un tema el que se lleve dentro .-.

Me quiero pegar un tiro u_ú aun no le digo adiós a mis conocimientos, y ya ando igual que Tauro, resignada, pero bueno, ya luego tendre los otros.

Enlace a Ficha: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/96759-ficha-de-roxanne-rambaldi-lockhart/
Conocimientos: Meteorología, Encantamientos, Transformaciones (Adquirido), Primeros Auxilios (Adquirido)

Edito por que acabo de ver que los conocimientos cambiaron, pero me salta una duda. En el departamento de transportes señala que una de las competencias es arreglo de desparticiones, entonces para que quitaron Primeros Auxilios de la lista de conocimientos requeridos? Solo digo u_ú

@@Mia Zoeh @

Coloco el sello solo un par de segundos después de firmar con su nombre, y así, entregó el pergamino a la aprendiz para que lo revisara y de paso supiera la forma en que hacían los registros de licencias. Mientras, la Rambaldi buscaba la carpeta en la que iría el documento, al menos la copia de este. Targaryen, repitió en murmullos, poniéndose de puntillas para alcanzar el dichoso archivador. Finalmente lo obtuvo, aunque vaya que le había sido difícil; lo dejo sobre la mesa, y con su varita copio el pergamino de Mia, el original se lo quedaría ella, pero su gemelo, iría directamente al libro.

—Ese es para ti, un comprobante.—comentó, esbozando una sonrisa.—O un recuerdo, si así te parece. Usa esa forma cuando debas registrar una licencia, solo recuerda cambiar la firma por la tuya.

En la licencia de Mía, Roxanne había puesto su nombre, su puesto, y la oficina a la que pertenecía, pero la aprendiz debía poner sus propios datos. Notaba que la joven empezaba a aburrirse, también la Rambaldi tenía la misma sensación de inutilidad, le hubiera gustado estar ocupada, pero no tenía ningún cliente, y tampoco habría en aquella oficina hasta que los profesores enviaran a los estudiantes cuando dictaran sus clases. Se levantó abruptamente, decidida a hacer algo en lo que restaba de su horario laboral, y de paso llevar a Mia a conocer el resto del equipo.

—Acompáñame, me parece que Gladys no te llevo a conocer el departamento por completo.

Llegó a recepción en el momento que una clienta salía de los ascensores, Gladys no estaba allí, y no sabía donde se había metido. Frunció los labios, y le pidió a Mia que la esperara un momento, tenía que encargarse de aquello, antes que la mujer perdiera interés en los tramites a los que acudía al departamento. Se acercó, y aclaró su voz antes de hablar.

—Buenos días, ¿Puedo ayudarla?

La avalancha en verdad había sido un buen susto, incluso la Rambaldi llegó a impresionarse cuando esta bajo a través de la montaña, arrastrando con ella árboles, rocas, y escombros. El desplazamiento de tierra no detuvo a Mia, pero si que la aterrorizo, como ella bien expresaba, la había paralizado, pero ella logró controlarse y completar su prueba.

Roxanne esbozo una sonrisa, el comentario de la joven le hacia gracia, sabía que ningún escenario que fuera recreado en la Sala Cambiante sería fácil, o tranquilo. El objetivo del examen era poner a prueba las habilidades mágicas del estudiante, no regalarle una licencia, pues aquello igual traería problemas, no quería ni imaginarse lo que ocurriría si algún mago sin experiencia desapareciendo dejando alguna parte de su cuerpo atrás.

—Lo peor ya ha pasado.—comentó riendo, mientras tomaba el bolígrafo dorado que había prestado a Mia.—Permiso, debo escribir algo.

Se trataba de su licencia, Roxanne había pensado en esperar a Dark para hacerlo, pero no tenía todo el día, y además, aún debía ir con Alba y Sophie para saber a que hora se juntarían para salir. Solo restaba el sello del departamento para que estuviera listo, luego el tramite estaría terminado.

La ejecución de Mia en la Sala Cambiante había sido casi perfecta, le había costado tomar la decisión, pero finalmente sus temores fueron olvidados y cuando logró concentrarse apareció en el refugio creado con magia. Solo basto un movimiento de varita de la Rambaldi para que toda la selva desapareciera, y en su lugar quedara un inmenso salón de cemento frío y duro, con el único contraste de dos círculos rojos pintados en el suelo. Salió de la sala al mismo tiempo que Mia, encontrársela en la oficina donde recibían al público.

Para entonces Roxanne ya tenía el formulario firmado y solo restaba hacer el papeleo. De eso se encargaría más tarde, aprovecharía la ocasión para enseñarle también a Dark, y como decían en el mundo muggle, matar dos pájaros de un tiro. Ocupó el lugar en el que antes había estado sentada y solo entonces le dio el resultado de la prueba a la aprendiz.

—Has aprobado, en realidad, lo has hecho muy bien.—admitió, felicitando a la joven.—Ahora que ya sabes de que trata el examen de aparición, tal vez deberías aprenderte los requisitos para presentar el examen, no son muchos, pero es importante tener una bóveda y un representante legal.

Volvió a guardar la llave de emergencia en su lugar, mientras a la vez, buscaba algún pergamino en el que pudiera escribir el certificado de la licencia de aparición, sin aquel documento, la joven podría aparecerse, pero no legalmente.

—¿Te fue difícil superar la prueba?

@@Mia Zoeh

Cogió uno de los libros más antiguos, con el titulo desvanecido por los años y polvo por todas partes. Pero al abrirlo, este revelo su verdadera identidad, una caja que ocultaba la llave. Volvió a poner el libro en su lugar justo cuando la aprendiz respondía a su pregunta, Roxanne sonrió para si, le alegraba tener una nueva integrante en el departamento, pero a la vez no sabía que decirle a la joven. No tendría muchos viajes en su estadía en el Centro Examinador, para eso habría escogido la Dirección de la Red Flú, al menos en aquella oficina podía salir a hacer trabajo de campo.

Pero no quiso desilusionar a la Targaryen, tal vez con el tiempo se enamorara de otro aspecto de su trabajo, así como la Rambaldi había hecho del departamento, después de todo Transportes no era su única opción al momento de postular, y cuando salió electa, apenas sabía a que se enfrentaba. Sonrió a la joven, y la invito a acompañarla a la Sala Cambiante.

—Tal vez pueda gestionar algún viaje al extranjero, alguna capacitación, o algo por el estilo...—comentó, aunque no era algo seguro. Una vez que la puerta estuvo abierta volvió a llamar la atención de Mia.—Espera aquí, preparare el escenario.

La directora no tardó demasiado tiempo en tener la Sala cambiante lista, esta se había transformado en un ambiente sofocante, húmedo, propio de la selva amazónica. La joven disfrutaría del paisaje unos segundos hasta que el estrépito de la montaña desmoronarse la despertaría de su ensueño, no tenía mucho tiempo para moverse, y tampoco tenía donde escapar. La avalancha iba hacia ella, solo le restaba aparecer en el lejano, pero seguro, refugio a unos veinte metros de ella.

Roxanne salió de la sala solo para darle el permiso de dar su examen, la hizo pasar, y la directora entro al salón de observación, allí vería que tal le iba con el examen, y evaluaría cada etapa de la prueba.

@@Mia Zoeh

Una vez que la Hawthrone se hubo ido, Roxanne volvió a su respectiva oficina, para su sorpresa, Gladys había dejado sobre la mesa de roble un montón de licencias de vuelo y aparición que esperaban por ser ordenadas. Frunció los labios, pero finalmente se puso a trabajar, no podía quedarse haciendo nada, aunque le hubiera gustado.

Paso media hora, y para cuando Gladys llegó a avisarle que Mia estaba de vuelta, la italiana ya tenía todos los documentos ordenados en los estantes. Envió a la secretaria a recepción, mientras que la directora se dirigía nuevamente al Centro Examinador de Aparición, por un par de segundos solo el sonido de sus tacones sonó en el departamento, pero en la oficina se encontró con la Targaryen, con su formulario firmado en mano y un rostro que no podía ocultar su nerviosismo. Roxanne cogió el formulario y lo reviso, en el fondo sabía que estaba correcto y que no necesitaba verlo para saber que estaba bien, pero de igual forma lo hizo.

—Tranquila, respira hondo, no es más que un trámite.—aseguro, esbozando una sonrisa.—Pasara tan rápido, que no te darás cuenta cuando tengas tu licencia en mano.

La Rambaldi intento buscar la llave de la Sala Cambiante en sus bolsillos, pero pronto se dio cuenta que la tenia Dark Prince, y su llave... ¿Donde la había puesto? Se dio vuelta para buscar en los cajones, pero allí tampoco estaba. Los ojos verdes de la Rambaldi inspeccionaron cada rincón de la habitación, pero ella siempre perdía todo, y nunca lo encontraba.

—¿Puedo preguntarte que te hizo postular al Departamento de Transportes Mágicos?.—cuestiono, haciendo algo de tiempo mientras buscaba la copia de la llave.—He de decir, que no muchos deciden integrarse a nuestras oficinas.

—Necesitaras un representante legal, puedes ir a buscarlo y pedir su firma.—añadió, dándole permiso para retirarse temporalmente del departamento.—Cuando la tengas, vuelve conmigo y podrás dar tu prueba.

Tan pronto como hubo terminado la explicación, Roxanne miro a la aprendiz, esperando que esta hubiera entendido. Le sonrió, y mientras esperaba una respuesta de Mia, se ocupo de ordenar la carpeta con formularios, la puso en el escritorio contiguo al de Dark Prince, aquel que usaría la joven diariamente en el Centro Examinador de Aparición.

—¿Tienes alguna pregunta sobre el examen, o el trabajo?

@ @

Leya logró completar la prueba al cabo de cinco minutos, entonces la ojiverde se dio cuenta de la diferencia que suponía el tipo de escoba. La Nimbus 2000 llevaba años en el mercado, había salido cuando ella aún no nacía, y seguía siendo una de las mejores escobas. Sonrió a la joven, y señalo con una mano la bodega de escobas, al final del campo de Quidditch.

-Puedes ir por tu escoba, escoge según tus puntos fuertes y no te arriesgues por algo en el que no tengas dominio.-aconsejo, mientras se retiraba a la galería, para tomar notas del entrenamiento de Lunatica.

Se sentó en la banca, cruzando sus piernas mientras esperaba a que la Stark volviera para presentar el examen, por dentro, la Rambaldi rogaba para que esta no eligiera la Flecha Plateada, solo podía pensar en un examen extra, y significaba la participación de la directora en el examen. Roxanne no podría volar en el atuendo que vestía, un ceñido vestido azul marino, por sobre la rodilla, sumado a tacones tan altos que apenas si podía caminar en el césped del estadio sin que estos se enterraran en la tierra. No, no podría subirse siquiera a la escoba, tendría que pensar en algún plan de emergencia.

Pero no tuvo tiempo para aquello, Jess se presentó de improviso, y al darse cuenta que solo debía su examen final, la directora le dio la orden de elegir su escoba. Escogió la Nimbus 2000, y en consecuencia, debió esquivar una bludger. A la italiana le parecía una de las pruebas más complejas, se necesitaba concentración y agilidad, pero más importante mantener la calma, si se perdía podía significar perder el control de la escoba y sucumbir al panico de ser golpeada por la bludger.

Pero Jess logró su cometido, y bajo al suelo victoriosa, con sudor en la frente, pero feliz de completar su examen. Roxanne respondió esbozando una sonrisa a la joven, y asintiendo a su pregunta.

-Eso ha estado bien.-contesto, firmando el formulario de la joven y entregándoselo a continuación.-Deja esto en recepción, te llegara un memo cuando tu licencia haya sido aprobada. Felicidades.

Se llevo una gran sorpresa al darse cuenta que Dark Prince no conocía El Profeta, suponía que el joven o bien no era oriundo de Londres, o llevaba tanto tiempo fuera que había olvidado la ubicación de la imprenta. Temió por tener que buscar otra persona que llevara el mensaje, pero el empleado se mostró dispuesto a ayudarla si la directora le indicaba como llegar. La castaña asintió, buscando un papel en el que pudiera anotar la dirección. Tuvo que tomarse un momento para recordar el número del edificio, pues apenas lo recordaba de vista. Aprovechando el momento, se dirigió a su compañero, para consultar sobre su pasado en la ciudad.

—¿Eres nuevo en Londres?.—preguntó, mientras terminaba de escribir el número de la sede del diario.

Roxanne jamás había entrado al edificio, pero si sabía donde estaba, de seguro Dark Prince lograría dar con él enseguida, una vez que ubicara el banco mágico. Aprovechó de dibujar un pequeño mapa en el que señalaba la posición del diario respecto a la calle, con eso bastaría, y sino, siempre podía preguntar en la calle. Cuando termino de escribir, entregó el papel al joven, de la misma forma que había hecho con el anuncio de vacantes.

—Aquí tienes, esta en el Callejón Diagon, cerca de Gringotts; ayúdate por la enumeración de los locales y cuando vuelvas ve a mi oficina a decirme que te han respondido.

Justo en aquel momento llegaba Gladys acompañada de una joven, a quien presento como la nueva aprendiz del Centro Examinador de Aparición. La Rambaldi se levantó del asiento, estirando el vestido negro ajustado, antes de acercarse a saludar. Mia debía tener la misma edad que la ojiverde cuando esta ingresara al departamento, lucía ansiosa, por lo que supuso producía la incertidumbre de no saber a que tendría que enfrentarse en su nuevo trabajo. Roxanne rompió el silencio con la nueva aprendiz tras despachar a la secretaria de vuelta a recepción.

—Bienvenida, Mia. Soy Roxanne Rambaldi, y directora del departamento—dijo, estrechando la mano de la rubia.—Ya conociste a Gladys, es nuestra secretaria; ahora déjame presentarte con Dark Prince, será tu colega en la oficina.

Aunque el ojigris debía partir a dejar el pergamino, la directora lo detuvo para que conociera a la aprendiz, solo sería un momento, luego podría seguir con sus tareas. Terminadas las presentaciones la guió hacia el escritorio que ocuparía y dejo sobre este una carpeta con los formularios que ocupaba el Centro Examinador de Aparición.

—¿Ya has hecho tu examen de aparición?

Off Vuelo

@@Dark Prince

Devolvió una sonrisa al joven cuando este aprecio el trato dado cuando este llegara al departamento, la Rambaldi hubiera deseado tener la ventaja de alguien en quien confiar, pero cuando esta se había integrado al equipo, no tuvo la confianza con su superior. Cruzó las piernas, y a continuación observó al empleado, no se veía cómodo sin hacer nada, pero tendría que acostumbrarse a aquello, al menos hasta que los alumnos de la Academia de Magia y Hechicería, los mayores clientes del Centro Examinador de Aparición, volvieran de sus vacaciones.

—Verás que pronto tendrás más trabajo del que esperas.—comentó, enrollando el pergamino que tenía en sus manos.—Hay veces que llegaran tres, o cuatro alumnos a la vez, todos requiriendo tu atención.

En esas ocasiones, la Rambaldi parecía un capitán, llamando a todos los alumnos de la sala, ubicandolos en fila, y con ayuda de Gladys, organizandolos para entregar y revisar formularios. En ocasiones se traspapelaban documentos, y era entonces cuando los reclamos llegaban, pero esperaba que con Prince todo aquello se resolviera, estaba casi segura que la llegada del empleado simplificaría el proceso.

El joven pareció darse cuenta del motivo tras el que la directora lo visitaba. No había sabido ocultar su real propósito, dejo escapar una risa ligera, que tras unos segundos quedó grabada en una sonrisa en su rostro. La italiana simplemente respondió entregando el rollo de papel al joven, deslizándolo por sobre el escritorio.

—Es un recado para El Profeta, debe ser publicado de ser posible antes de que se cierren las postulaciones al Ministerio de Magia.—explicó, haciendo una seña al joven que daba a entender que tenía permiso a leer el contenido del pergamino.—Deberás entregarlo al director del diario, sino, al periodista que se encuentre allí; lo importante es que sea publicado. ¿Sabes llegar a las oficinas?

Gladys, recepcionista. @@Mia Zoeh

Poco después de que Roxanne dejara la recepción una de las aprendices llegó a presentarse, su nombre era Mia, y Gladys la recibió mirandola por sobre sus lentes. Evaluó su aspecto, y tras un inquietante par de segundos, le dedicó unas palabras neutras, sin apartar la vista de la agenda. Le indico que la esperara mientras buscaba a la Rambaldi, pero la encontró reunida con el nuevo empleado, por lo que volvió junto con la Targaryen para ayudarla ella misma a ubicarse.

—Te llevare a tu oficina, la directora esta ocupada, pero se mejor que ella como se maneja este departamento.—murmuró, levantando el mentón con orgullo. La joven Rambaldi podía llevar tres años en la sexta planta, pero nadie superaría sus veinte años de servicio-—Por aquí.

@@Dark Prince

Asintió a las palabras de su jefa, y salió de la oficina para volver ala suya propia. Tenía trabajo, recordó de repente, y un aviso que enviar a El Profeta, pero solo llegaría si se apuraba. Optó por visitar primero a Gladys, solo para recibir de ella las buenas nuevas, con enero habían llegado dos nuevos aprendices que se unirían al departamento, aunque por el momento ninguno se había presentado. Aún están a tiempo, le dijo a la secretaria, intentando que esta se relajara, sabía como le molestaba que los empleados no se presentaran a tiempo.

Esbozo una sonrisa apenas notoria mientras avanzaba hacia su oficina, ya en este, se permitió un momento de ocio antes de empezar a redactar el aviso publicitario que El Profeta debía publicar, en el caso que lo aceptara. Se mordió el labio inferior, cuando su mente se bloqueo un segundo, pero pronto pudo terminar de escribir el documento y plasmar sus pensamientos en este. Estampó el sello del departamento, y enrollo el pergamino, aún le restaba ir a dejarlo, aunque no disponía de mucho tiempo.

Obtuvo la solución tras mucho pensar, aunque no estaba segura de que resultara como ella pensaba. Se decidió por volver al Centro Examinador de Aparición a hacer una visita al joven empleado, y pedirle a este el gran favor de llevar el recado a los periodistas. Tocó la puerta antes de entrar, y cuando estuvo dentro pidió permiso para sentarse.

—Dark ¿Te interrumpo?.—pregunto, aunque la respuesta era más que obvia, el empleado no tenía clientes, ni siquiera uno.—¿Estás cómodo con la oficina?

La Rambaldi creía que era prematuro llegar y solo mandarlo a El Profeta, aunque quizá era solo inseguridad por su juventud, después de todo, solo tenía veinte años y aún no creía estar en dirección, menos a cargo de tantos empleados, era para ella un trabajo duro saber como actuar con el resto del equipo, como llamarles la atención o asignarles tareas, sin que sonara como una dictadora, y a la vez hacerse respetar.

La Rambaldi quedó complacida con la respuesta de la Haughton, y de verdad esperaba que cumpliera su promesa, pero nada podía asegurarle que lo hiciera, tampoco podía poner su fe ciega en la jefa, solo los hechos podrían confirmarle las palabras de la joven. Sonrío, asintiendo a su vez mientras ocupaba el asiento para los clientes y dejaba reposar sus manos sobre su vientre. Río cuando la jefa bromeo sobre su estadía en el departamento, la verdad era que para Roxanne, Sophie jamás había sido una carga que tuviera que soportar.

-Por Merlín, Sophie.-exclamó, dejando escapar una carcajada.

Pero la joven ya no bromeaba cuando dejo de reír, se preocupaba del trabajo en las demás oficinas y ofrecía su ayuda para el Consejo Regulador de Escobas y el Centro Examinador de Aparición. Era verdad que dichas divisiones estaban sin personal, y que hasta entonces la directora se había hecho cargo, pero Alba y Sophie estaban desocupadas y un poco de ayuda no le vendría mal. Después de reflexionar un par de segundos, la italiana se levantó de su asiento y dio media vuelta hacia la puerta, no sin antes dirigirse a la jefa de red flú.

-De acuerdo, tienen mi autorización, pero no despreocupen sus labores aquí.-advirtió, girando el pomo de la puerta.- Pueden tomar cualquiera de las dos oficinas, les aconsejo quedarse en recepción, así podrán recibir a cualquier cliente que venga por su licencia, ya sea de aparición o vuelo.