Little G.

Bueno, pensaba molestar a Hugo por msn porque creí que todos los topics de consulta sobre las resoluciones estaban cerrados. Pero creo que aquí puedo postear mi duda xD Así que vengo. Cuando se dieron a conocer los resultados de la segunda prueba se detectó un error de conteo y el equipo dos resultó ganador.

Mi tributo, Zack Black Rowle, pertenece a ese equipo. Mi duda proviene del hecho que en el topic "Consejo de Eliminaciones" su nombre sale incluído en el equipo cuatro, en color blanco. ¿Eso significa que está muerto? No debería estarlo, puesto que tiene, al igual que los demás miembros del equipo dos, inmunidad.

Gracias de antemano a quien pueda respondes. Pido disculpas si la duda no debería realizarse en este topic.

RECEPCIÓN con Kass

A su alrededor todo ocurría demasiado rápido. Recordaba haber despachado a la mayor parte de los invitados que se habían congregado en la pequeña fiesta que había organizado para Kassandra en el Edificio Currington. Después de eso, un fuerte dolor en el vientre le había impedido concentrarse en los demás detalles. Solo había atinado a encorvarse, presa del miedo y la confusión, buscando de alguna forma disminuir las ganas de gritar.

Little distinguió la voz de su ahijada, quien lucía impaciente y agitada y buscaba ayuda por parte de alguno de los sanadores presentes en la recepción. Siendo ella misma parte del personal de hospital sabía que aguardar a ser atendidos en medio del caos de la entrada era inútil. Sintió como el dolor aminoraba, dando paso al alivio. Algo que pronto se esfumaría. En ese instante, alcanzó a detener a uno de los elfos.

-Busca a las sanadoras Bodrik y Jay, tercera planta -. Ordenó antes de sentir un nuevo pinchazo en el vientre. La criatura se removió con urgencia, desapareciéndose en el acto. Había atendido docenas de partos y se había encargado de tratar enfermedades virulentas, pero aquella situación comenzaba a superarla. Desvió sus orbes mieles hacia el rostro de la Weasley, tratando de sonreír -. Lamento mucho arruinar tu fiesta...

Se sentía culpable de que la celebración de la hija de Gitax se viera interrumpida de aquella forma tan inesperada. Aún así, la idea de que pronto tendría a su pequeña hija en brazos compensaba de buena gana los retazos de disgusto que la invadían. De igual manera, la bruja ataviada en un vestido vintage rosa y medias y tazos bajos color negro, debía admitir que se sentía perdida, asustada y terriblemente angustiada. Estaba segura que ningún estudiante de medimagia estaba preparado para afrontar aquel asunto sin sentirse desorientado.

Recordó las visiones que Galedra le había enseñado a buscar en la bola de cristal y las mejillas sonrosadas de la bebé enfundada en atuendos rosas y blancos. Se aferró a la imagen, tratando de respirar con profundidad y serenarse. Deseaba que el parto se desarrollara sin complicaciones, lo más rápido posible. Solo esperaba que las dos sanadoras de maternidad se encontraran libres y dispuestas a atenderla. Entonces captó que Aime, Hilary y Pik no se encontraban presentes.

-Kass, escúchame -. Pidió a la joven castaña aprovechando el intervalo de tiempo entre las contracciones para poder hablar e instarla a caminar hacia los elevadores -. Aime no debe de tardar, quiero... quiero que ustedes dos entren conmigo a la sala -. Estaba segura que la solicitud no la pillaría desprevenida y que aceptaría sin lugar a dudas. Después de todo, a falta del padre de su hija, necesitaba alguien de confianza en quien apoyarse.

Dios, se me había olvidado pasarme por acá D: Creo que ni siquiera sabía que tenía que hacerlo, siempre me pregunté para que servía este tópic xDD Llevo roleando en la Riddle desde hace como una semana sin estar anotada... Marquita, vengo a pedirte que me anotes en la lista de aspirantes *O* Después de todo, hace más o menos tres semanas puedo ver la mini. Esperemos que pronto pueda ver la Marca también. Ya no se me ocurre como rellenar estas líneas .-. Saludos a todos (?)

Los orbes azules de aquel muchacho sin nombre se pasearon con admiración e incredulidad por las piedras que componían la gigantesca estructura de una mansión concurrida y vivaracha. Criados y esclavos se movilizaban sin parar, como si algo importante se estuviera desarrollando en esos instantes. Nadie parecía reparar en su presencia, ni mucho menos la del anciano que refunfuñaba a su lado y buscaba a alguien entre la marea de personas. Chasqueó la lengua con enfado, llamando así, finalmente, la atención del joven.

-Camina, camina -. Ordenó con impaciencia el maestro mientras lo empujaba hacia la entrada. Un par de damas de compañía los observaron con desagrado, pensando en que la suciedad que traían encima destrozaría los pisos recientemente pulidos. Sin embargo, las miradas no desanimaron a Kor, que apresuró el paso.

El muchacho estaba tan maravillado con el resplandeciente hogar, lleno de decorados y cuadros elegantes y finos, que no se percató de la ausencia de Kerberus, quien se había quedado junto al carruaje a la espera de que alguien lo guardara. Pronto se encontraron en una sala coronada por un asiento de ornamentos brillantes, semejante al trono de un Rey. Fue entonces cuando el oji azul se preguntó quién sería el propietario de semejante lugar. La casona estaba alejada del pueblo y la multitud, en la mitad de un campo receptor de la luz del sol.

-Milady -. La reverencia realizada por su nuevo dueño lo desorientó totalmente. Estuvo a punto de preguntar qué sucedía cuando su mirada se topó con una silueta femenina de curvas pronunciadas y facciones perfectas. Instantáneamente se sonrojó, pero no tuvo tiempo de balbucear nada, pues recibió un golpe en la cabeza que lo instó a reverenciarse -. Aquí lo traje.

La mujer se acercó con lentitud. Estaba ataviada en un sinuoso vestido de capas verde esmeralda que hacía resaltar su cabello color ébano y sus ojos grises. Las joyas, autenticas y costosas, enmarcaban su rostro de manera inmaculada. Toda ella era una creación perfecta. El chico sin nombre pudo afirmar, sin temor a equivocarse, que era la criatura más bella sobre la faz de la tierra. ¿Qué hacía un ángel como aquel encerrado en una recóndita mansión? Tentado a admirarla, el joven, que poco a poco se olvidaba de su condición de esclavo, elevó la mirada, topándose con la de ella. Lució sorprendida, pero no se mostró grosera ni brusca. Se acercó y lo cogió del mentón, haciendo que deshiciera la inclinación.

-¿Cuál es su nombre? -. Preguntó con voz delicada. Los sirvientes presentes veía con horror como su señora tocaba las mejillas del recién llegado, como si no le importara contaminarse. El maestro Kor chasqueó repentinamente, ofuscado.

-No tiene -. Afirmó con molestia. La falta de nombre seguía pareciéndole absurdo. La dama sonrió ligeramente, volviendo a fijar su atención en el chico.

-Pues de ahora en adelante lo tendrá -. Alegó al tiempo que se separaba y caminaba hasta el ostentoso asiento. Se dejó caer con suavidad sobre él, dando un aspecto soberano y esplendoroso. -. De ahora en adelante, todos lo conocerán como Helios. -. Estupefacto y sin saber qué decir, simplemente se quedó detallándola, recibiendo otra cálida sonrisa.

El viejo dejó de refunfuñar por lo bajo y observó con curiosidad a la mujer. No comprendía a que veía el interés por un simple esclavo. Cuando la noche anterior Selene, la pelinegra poseedora de la imponente Mansión Tudor, había acudido a sus aposentos para implorarle que visitara el pueblo en busca del joven, había pensado que era un mero capricho. Sin embargo, viendo como sus ojos grises brillaban con emoción, supo que se trataba de algo más profundo.

.

Durante la noche, Selene Tudor se ubicó en la comodidad de su cama. Una vez allí, extrajo debajo de la almohada tres cartas. Paseó los dedos con suavidad, delineando el contorno y detallando las figuras doradas que yacían plasmadas. Recordó el rostro incrédulo, repleto de barro y suciedad de Helios, su nuevo escolta y sonrió. A ciencia cierta conocía el recelo de los demás habitantes de la mansión, así como la del Maestro Kor.

Con el pasar del tiempo, la pequeña heredera se había encargado de ampliar sus poderes adivinatorios, puesto que esta era una capacidad única en su familia de la cual se sentía sumamente orgullosa. Selene, llamada así por la Luna, había tomado la costumbre de confiar en su instinto y guiarse por las artes que su madre le había legado. Para ella, todo tenía un significado oculto. Todo poseía importancia y variaba el destino. Por ello, cuando la figura de aquel decrépito esclavo se apareció meses atrás en sus sueños, supo que debía hacer algo. Había seguido minuciosamente el trayecto recorrido por el joven, proyectando así la lectura que había obtenido de sus cartas.

-L’Hermite invertido, le Pendu derecho… -. Musitó para sí mientras depositaba las dos cartas mencionadas sobre la mesa auxiliar junto a su cama. Seguidamente, fijó sus orbes claros en la tercera, la más importante. Se acomodó en la cama y volvió a sonreír -. Helios… ahora estás en manos de la Justice.

LECTURA REALIZADA

-Ermitaño – Invertido: Significa aislamiento, posibles enfermedades. Necesidad de conocer, aprender, pero incapacidad para hacerlo debido a la falta de concentración. Dispersión. Representa la etapa posterior al relato realizado por Galedra.

-Colgado – Derecho: Carece de libre albedrío. Hay un bloqueo emocionar. Desinterés, desánimo. Posible aparición de personas dispuestas a prestar ayuda. Representa los sucesos del relato de Galedra.

-Justicia - Derecha: Simboliza la obtención. Se rige por la filosofía de “Todo pasará cuando sea el momento”. Estabilidad, resultados rigorosos, superación. Representa el futuro que Selene desea construir para él, es decir, el relato que Little escribió.

Bueno, creo que esa era la última tarea (?) Me alegró mucho ver clases contigo, Galedra. He aprendido bastante, no sabes lo que me gustan las clases de conocimiento. Siempre te enseñan algo, no solo a tu pj. Espero que el rol esté bien, tenía un bloqueo mental al escribirlo, pero me esforcé porque fuera coherente xD Quería entregarla pronto, sé que más tarde no tendré chance. Saluditos, cuídate mucho ^^

La verdad no sé si es acá donde debo postear la duda que tengo y mi internet anda tan lento que no puedo ponerme a buscar el topic de dudas generales (el cual, por raro que suene, no consigo xD). No estoy acá para preguntar sobre los resultados en concreto. Quería saber, en el caso de los mentores que tenemos que comprar y entregarle las pociones curativas a nuestros tributos, ¿Debemos esperar a que se confirme y se certifique la misma? Porque se supone que tenemos un plazo de 24 horas para rolear que se los hacemos llegar y... no sé.

Gracias de antemano para quien responda. Un saludo.

La embarazada se abrió paso entre la multitud con algo de dificultad hacia las máquinas expendedoras. Era increíble el incremento de personas que se había presentado en la zona del Capitolio debido a los Juegos. Ni siquiera las muertes de los tributos parecían aminorar a la multitud, que con cada prueba que pasaba se encontraba más y más eufórica. Pronto se alzaría un nuevo ganador.

A su vez, la mayoría de los magos y brujas perderían una considerable cantidad de galeones mientras otros se llenaban los bolsillos. Era un espectáculo macabro que le revolvía el estómago. Presenciar la crueldad y la falsedad en los rostros de quienes la rodeaban era más de lo que podía soportar. Y aún así, Little se negaba a dejarse vencer. Zack la necesitaba. Y por él, se mantenía seria y esquiva con los demás.

-Merlín, dame fuerzas... -. Musitó la ojimiel al tiempo que se plantaba frente la maquinita. Debía actuar rápidamente. Deslizó las monedas en la ranura respectiva y pulsó con insistencia la pantalla, en busca de los objetos que necesitaba adquirir. Le bastaron tan solo unos minutos. Una vez guardó las cosas en el bolsito de cuentas extensible, la Rowle se mezcló entre la multitud y desapareció.

Nick con Enlace a tu inventario: Little G.

 

Elemento a comprar o vender: Agua

Cantidad: 1

Monedas de Oro totales: 200

 

 

Elemento a comprar o vender: Comida

Cantidad: 1

Monedas de Oro totales: 200

EDITADO:

Debido al error presentado en el conteo del puntaje de la segunda prueba, eliminé uno de los objetos de la lista, puesto que mi tributo está a salvo y no lo necesita.

SEGUNDA PLANTA

Enfermera Ariana

Una vez se encargó de entregar las dos cartas que la sanadora Rowle le había encargado, Ariana se encaminó con paso alegre mientras cantaba una canción hacia la habitación 451. Allí se hallaban los Collins aguardando. Sintió algo de pena por la familia, pues llevaban aproximadamente cuarenta y ocho horas en el hospital debido a las jaquecas del padre, las cuales poco a poco parecían disminuír. Dana se había encargado de realizarle los chequeos anteriores. Ahora era su turno de ayudar.

-¿Qué tal la temperatura, señor? -. Preguntó la muchacha rubia al tiempo que jugueteaba con el historial de hombre, revisando las anotaciones. Diane, la mujer de Jack, le lanzó una seca mirada. Se veía cansada -. ¿Puedo ser honesta con usted? Creo que no tiene nada severo. Quizás sólo sean unos simples dolores de cabeza.

Los cuatro integrantes de la familia suspiraron pesadamente. Desde luego no causaba ninguna gracia que llevaran tanto tiempo en San Mungo por una migraña. Ariana sonrió, ajena al estado depresivo de los demás presentes. Solía ser siempre así. Distraída y animada. Reparó, entonces, en que el Sr. Collins no había respondido su pregunta. Fijó sus orbes chocolates en él a la espera de que entendiera el mensaje.

-Ha aumentado un poco. Y comienzan a regresar las náuseas -. Contestó de mala gana el mago. Su esposa le tomó la mano con cariño.

La muchacha asintió y lo anotó en la historia. Seguidamente, sacó un frasquito con una sustancia color verde pálido. Se la tendió y con un gesto le indicó que se la bebiera. Aquello era una mezcla de esencia de Rue con vitaminas. Si aquello no funcionaba, quería decir que tendrían que buscar nuevos métodos para descubrir si, finalmente, el paciente padecía de algo más grave. A su vez, esperaba que Little regresara pronto para encargarse de todo el procedimiento.

RECIBIDOR – PRIMERA PLANTA – SEGUNDA PLANTA

Enfermera Ariana

Arianna St. Clair se apareció mediante la Red Flu en la recepción del hospital, provocando un estruendo al salir de la chimenea, tropezando con varios de los enfermeros y visitantes que allí se encontraban. Estaba acostumbrada a originar accidentes y desastres. Aún así adoraba su trabajo como residente de la segunda planta y se veía muy dispuesta a continuar con sus labores del día. Estaba bien uniformada, peinada y llevaba dos cartas en la mano derecha.

Camino a los ascensores recibió varios piropos por parte de sus compañeros de trabajo, pero los ignoró con sencillez. Tocó el botón para llamar al armatoste y aguardó pacientemente a que este llegara. Una vez se encontró dentro, apretó el número uno. Tenía una tarea que cumplir antes de reincorporarse a su trabajo. Se adentró a los dominios de la extravagante Sanadora Kathy y se aproximó al recibidor.

-Buenas tardes -. Saludó alegremente, agitando su rubia cabellera. -. ¿Podría entregarle esta carta a la señorita Soamily Evans McGonagall? Es de parte de la sanadora Little G. Rowle -. Solicitó pestañeando un par de veces a la mujer que atendía. Esta asintió, permitiendo que Ariana regresara a los elevadores.

No le tomó demasiado tiempo llegar a la segunda planta. Ahora debía buscar a la sanadora en jefe, Anna Ryddleturn. Aquel mandado que le había encargado su superior, la señorita Little G., era de suma importancia y estaba gustosa de colaborar con la embarazada, quien confiaba totalmente en sus capacidades. Como no sabía si la rubia se encontraba desocupada, se dirigió hasta la oficina. Tocó la puerta y esperó a que le dieran permiso de pasar. Al no recibir respuesta, entró con timidez.

-Dejaré esto aquí -. Musitó para sí misma mientras depositaba la segunda carta sobre el escritorio de Anna. Estaba segura que la encontraría y la leería. Su asignación estaba completa. Solo restaba encargarse del Sr. Collins, uno de los pacientes que ella y Dana se encargaban de revisar cada hora. Salió y cerró la puerta del despacho tras de sí y se marchó silbando hacia la habitación 451.

Acarició la tela de seda roja con bordes dorados con suma delicadeza, como si se tratara de algo sumamente especial importante. De cierta forma, así era. Había sido elaborada con seda tailandesa, una de las sedas más exquisitas del mundo, proveniente de las arañas. Era un material perfecto que además estaba encantado para evitar sufrir daños o rasgaduras. Además, cubría un objeto valioso y magnífico: una bola de cristal.

La Rowle se sentó frente al lago que rodeaba el Castillo Rowle ubicado en Godric’s Hollow. Aquella fuente de agua de corrientes tranquilas había sido testigo del crecimiento de todos los hijos de Bastian y Valkyria, en especial los más pequeños. Allí Little les había enseñado sus primeros hechizos y conjuros. Para ella, representaba el lugar más cálido sobre la faz de la tierra. Por ello, era el sitio perfecto para realizar el “diálogo”.

Aproximó la bola de cristal a su pecho para estrecharlo con fuerza, sintiendo de alguna manera como el instrumento se conectaba con sus propios poderes e instintos. Era como si la esfera sintiera lo mismo que ella, como si supiera todos sus secretos. La joven castaña se sintió ligera y desprovista de preocupaciones. Solo debía concentrarse en lo que deseaba ver, a pesar de que no estaba segura del todo qué era.

Sus pensamientos eran confusos y sabía que eso no la ayudaba para llevar a cabo su tarea. Decidió, entonces, en desviar sus recuerdos y centrarse en sus actuales preocupaciones. Memoró los acontecimientos más recienes. La muerte de Bastian, el eco de su pequeña hija que había recibido de la sanadora hacía semanas, la figura de un hombre moreno que no correspondía sus sentimientos, el crecimiento fugaz de Kelian Rowle, la ausencia de su madre…

Al cabo de un par de minutos, separó el instrumento de su pecho y lo depositó en el verde césped que se hallaba levemente humedecido. Con suavidad, con ademanes femeninos, desnudó a la bola de cristal sin moverla de la superficie. Desde su posición podía ver claramente como el humo se arremolinaba en su interior, delineando siluetas cada vez más nítidez. Emitiendo un leve jadeo observó atentamente.

-Naunet… -. Musitó. A pesar de que no había preguntado nada el humo adoptaba un tono verde esmeralda y le dejaba ver con claridad a una bebé de mejillas sonrosadas, sumamente pequeña. Reposaba tiernamente sobre el mullido colchón de una cuna que reconoció muy bien, pues hacía dos días la había instalado en su propia recámara.

Vio a la niña removiéndose un par de segundos como si buscara alguna posición más cómoda. Jamás se había puesto a pensar en cómo sería la criatura que residía en su interior dentro de su vientre. Inconscientemente acarició el bulto, embobada con la visión que tenía en frente. Sonrió con ligereza, emocionada y algo conmovida. Internamente no comprendía por qué la figura de su futura hija se aparecía e hizo nota mental para preguntarle a Galedra que significaba. Estaba segura que la clase aún no acababa.

Off:

No sé si es estoy lo que querías, pero acá lo traje xD Espero haberlo hecho bien. Lamento el retraso anterior. Saludos.

La sanadora sonrió ante el comentario de Adrian. Le alegraba saber que su propuesta era tomada en cuenta para la real apertura de la academia. Little se removió en el asiento, buscando una posición más cómoda, justo en el instante que el grito del joven hizo eco en las paredes del auditorio. Dejó que la idea fluyera, imaginándose como sería todo. Se preguntó, entonces, como haría para moverse tanto en el estado en el que estaba. Lo más preocupante, ¿Qué podría usar para un evento así?

-¿Sagitas estará de acuerdo? -. Preguntó decidida a seguirle el hilo al dueño del lugar, que no paraba de farfullar sobre una actuación de los elfos. -. Tenemos mucho que preparar, entonces. Creo que lo mejor será hacer un itinerario, armar las presentaciones y cuadrar perfectamente el evento. ¿Crees que deberíamos solicitar ayuda de alguna agencia festiva?

Si bien la embarazada no estaba acostumbrada a organizar celebraciones, estaba dispuesta a colaborar en todo lo necesario. Después de todo, aquel era su nuevo lugar de trabajo. Quizás no pudiera subirse al escenario a bailar, pero podría preparar algo con sus encantadores alumnos (?), así como encargarse de que todo se desarrollara correctamente. La idea de un festín en medio de una noche de espectáculos de luces y sonidos logró emocionarla.

-Los gemelos también podrían participar -. Alegó de pronto la Rowle señalando a Gomita, quien se había sentado en una de las sillas. Había escuchado cuando esta había musitado un par de cosas sobre una guitarra -. Estoy segura que será maravilloso verlos tocar. -. Le guiñó un ojo con picardía a la morena -. Devi no se ha presentado -. añadió esta vez en dirección al soñador muchacho, refiriéndose a la profesora de interpretación.

Dejó que Zack le acariciara la mano mientras analizaba las palabras y los gestos provenientes de él. No pudo evitar arquear una ceja y fruncir los labios, una leve señal de reproche. Aún así, se negó a decirle nada malo puesto que no quería quebrar la confianza y serenidad que mantenía. Se quedó callada unos instantes y decidió hablar una vez el elfo depositó la copa rebosante de sangre frente al vampiro. Little se acomodó el cabello detrás de las orejas.

-No estoy confiada, todo lo contrario -. Comentó al tiempo que cogía la copa de hidromiel y se la llevaba a los labios para darle un ligero sorbo. Hacía mucho que no probaba las bebidas dulces de la taberna y aquello le alegró -. Acabo de venir de la compra y venta… Tienes que verles los rostros a algunos mentores, parecen mercenarios. -. Sonrió divertida, a pesar de que sabía que la comparación no era en lo absoluto chistosa.

Recordó los rostros serios, sombríos y macabros de algunos magos y brujas que se había topado en la calle durante su pequeña diligencia. Londres estaba plagado de ratas disfrazadas y la llegada de los juegos hacía que todas salieran de sus alcantarillas para cazar. En todos los sentidos que se le podían otorgar a la palabra. Las apuestas habían dado inicio, los favoritos serían marcados en el desfile, el evento daría inicio pronto. La embarazada paseó la mirada por el lugar.

-Los tributos no se quedan atrás, por supuesto. En la arena todos dejarán a relucir lo peor de sus personalidades. Son unos monstruos, tanto o más que los del mismo Capitolio -. Dijo esbozando una mueca de desagrado, una que se ocupó de borrar con rapidez. Había aprendido hace mucho que si deseaba expresar malos deseos, lo mejor era que nadie lo notara -. Aún así, Zack, me pregunto si estás preparado para enfrentarte a la gente que conocemos y queremos… -. Añadió dándole otro sorbo a la bebida ámbar.

La Rowle se reprochó mentalmente el descuido que había tenido para con su hermano. La leve sonrisa de ánimo que se había dibujado en sus labios fue en aumento mientras se repetía una y otra vez que debía ser fuerte para que Zack también lo fuera. Debía dejar los dramas de lado, pues él la necesitaba. En medio de su angustia podía cometer un grave error que le costaría la vida y eso jamás podría perdonárselo. Se levantó y asintió a modo de respuesta mientras analizaba los rasgos del vampiro. Aún detrás de toda la malicia y picardía se notaban los nervios y la ansiedad.

-Zack -. Le llamó con suavidad al tiempo que le acariciaba la mejilla y lo obligaba a mirarla fijamente. -. No te concentres en eliminar a cada persona que pase frente a ti, encárgate de sobrevivir a cualquier cosa que esos monstruos del capitolio se ingenien y no dejes que nadie te haga daño. Habrá toda clase de personas allá adentro. -. El tono severo y maternal no dejaba entender si era una orden, una petición o un consejo, pero Little sabía que el moreno le entendía.

Desde ese instante debían tener mucho cuidado y usar las estrategias más astutas y rápidas para que pudiera mantenerse con vida dentro de la Arena. Recordó, entonces, el desfile y el acto de galantería que el Black había presentado. Si bien no había sido de los más elaborados, la embarazada consideraba que no había nadie más elegante y seguro que Zack. El juego y la caza estaban hechos para él. Estaba en su naturaleza. Emitió un suspiro algo cansado, aunque no dejó que sus facciones lo denotaran. Volvió a sonreír.

-No te felicité por tu acto. Estuviste grandioso -. Alegó con tono animoso, lleno de orgullo. Al menos aquello le otorgaría algo de confianza. No quería que el moreno se derrumbara a tan poco tiempo del inicio. Lo miró unos instantes antes de volverlo a abrazar con fuerza y algo de dificultad debido a su estado -. Te cuidaré desde aquí -. Prometió sintiendo un nudo en la garganta. -. No cometas tonterías, ni payasadas. Me encargaré de enviarte todo lo que necesites… -. Se separó con lentitud -. Pase lo que pase… no olvides que te estaremos esperando.

La castaña entendía la importancia que le daba el Rowle a los juegos pues era el único tributo que deseaba alzarse en la gloria y salir adelante. Sin embargo, Little tenía fe en que mientras el deseo de volver a ver a los seres que amaba se mantuviera vivo, él tendría mayores posibilidades se subsistir en la bélica arena. La meta no era ganar monedas de oro, fama ni poder… era tener la certeza que después de toda la pesadilla, podrían descansar nuevamente en casa.

La castaña se maravilló nuevamente ante las palabras de Galedra, perdiéndose en los colores de los objetos que esta había descubierto frente a sus ojos color miel. Analizaba la forma de estos y trataba de recordar si en algún momento de su vida había prestado suficiente atención a lo que la rodeaba y si había logrado cautivarse de tal manera. Quiso extender la mano y tomar alguno, pero no se atrevió a hacerlo por respeto a la mujer que impartía la clase. Aún en sus oídos residían las profundas palabras que la pelirroja le había dirigido tratando de adentrarla a aquel singular mundo de la adivinación.

La atención de la Rowle se desvió al rostro de la profesora con ligera confusión ante la orden que esta le estaba dando. Sin embargo, confiando en los conocimientos de esta y bastante emocionada por la clase, se levantó en silencio y se encaminó hasta la puerta, donde se detuvo unos instantes para repetirse mentalmente los vocablos de la adivina. La miró y asintió con brevedad, antes de perderse en el Jardín Secreto y el camino de piedra que la guiaba hacia otro sitio, totalmente desconocido.

Pronto, se detuvo en seco a tan solo a la mitad del recorrido. Cerró los ojos y dejó que la suave brisa de verano la acariciara, sintiendo la serenidad del lugar. Definitivamente le agradaba la elección de Galedra y le parecía que si había alguien que sabía hablar de las señales y las interpretaciones del medio con tanta devoción y sabiduría era ella. Pensó que le hubiera gustado ser alguien igual: profunda y capaz de conectarse con lo que la rodeaba. Recordó, entonces, los libros que había leído de niña y trató de asociarlos con la tarea que le habían encomendado.

-Intuición… -. Murmuró con suavidad al tiempo que abría los ojos y se centraba en el resto del camino, estudiándolo.

Había buscado información hacía tiempo sobre lo que significaba tener una corazonada o poseer un sexto sentido. Los muggles solían experimentarlas en determinados momentos y les resultaba sumamente útil, aunque ninguno de ellos tenía plena consciencia del poder que ejercía ese presentimiento sobre sus acciones. Volvió a observar el camino, que poco a poc se tornaba desprovisto de piedras y era abandonado por la vegetación. La tierra se volvía más oscura y los árboles se mostraban muertos o caídos.

La joven embarazada frunció levemente el ceño, contrariada. Los árboles abatidos representaban tristeza y problemas. Aquellas eran dos cosas con las que venía familiarizándose en los últimos meses, pero tener una señal que le indicara incordios no le resultaba nada agradable. Emitió un suspiro que, sorpresivamente, fue acompañado por otra ráfaga ligera de viento que la obligó a pararse otra vez.

Atraída por algo invisible, se alejó del camino, aproximándose a una zona donde se apilaban los árboles caídos. No sabía si la mujer se enojaría por su tardanza, pero Little decidió que debía tomarse algo de tiempo para concretar el mandado. Reanimada por el último pensamiento, se situó frente a un montón de troncos que identificó rápidamente. Eran abetos. Abetos caídos, decenas de ellos. No obstante, lo que más llamó la atención de la futura madre fue un pequeño brote cercano.

-Abetos caídos, murmullos del viento, brisa, brotes de abeto -. Anunció a viva voz, aunque sabía que nadie la escuchaba. ¿Qué significa aquello? ¿Eran señales? De haber podido, la ojimiel se hubiera agachado para acariciar las hojitas de la pequeña planta. Se mantuvo de allí, de pie, mirando y pensando un par de instantes.

El aire era señal de vida y vigor, los abetos eran paz con el entorno y el nacimiento de un árbol era augurio de suerte. Sin embargo, no comprendía que significa el hecho de que otra decena de abetos fallecidos rodearan el brote. Arqueando una ceja, llegó a la conclusión de que se trataba de una señal de superación, crecimiento y buenos tiempos teñida de una leve señal de advertencia que la incitaba a no caer como había caído en épocas anteriores. Aquella conclusión pareció satisfacerla, pues esbozó una sonrisa ladina y dio media vuelta para retomar el camino.

No le tomó demasiado tiempo encontrar las ruinas, pero si le costó alejarse de la estructura caída, puesto que su curiosidad no sació al notar que no podía descifrar de qué tipo de construcción se trataba. Lo que si descubrió fue que anteriormente la forma de aquel lugar era circular, semejante a la del Coliseo de Roma. Al centro se topó con una bola de cristal mediana y un manojo de cartas. Supuso que se trataba de los métodos que emplearía para practicar las artes adivinatorias y no se sintió decepcionada. Sacó la varita y les apuntó, obligándolos a levitar detrás de ella, de regreso a la cabaña donde Galedra aguardaba para continuar con la clase.

Off:

Lo lamento, sé que debí postear ayer, como prometí que haría… pero tuve severos líos con el internet. Como ves, me esmeré bastante en el rol para compensar mi falta, la cual espero que no tomes como falta de interés o compromiso xD Nuevamente gracias por darme un día más para entregar. Saludos ^^

Little apresuró el paso camino a la zona donde se ubicaban las habitaciones de los tributos. Iba demasiado tarde y lo sabía. Por ello, aún con su enorme y abultado vientre, corrió entre las personas que se aglomeraban en los pasillos. Se sentía irresponsable y angustiada, como si el tiempo no le fuera a alcanzar. De hecho, probablemente así era. La castaña apuró el paso y finalmente se detuvo frente al cuarto de su hermano, abriendo la puerta de par en par sin siquiera llamar. Apenas se encontró adentro volvió a cerrarla.

-¿Zack? -. Le costó un esfuerzo sobrehumano conseguir aliento para hablar, pero se obligó a avanzar dentro del recinto en busca del moreno. -. Ya estoy acá...

Lo más probable era que el Black se encontrara nervioso y contaban con escasos minutos para realizar todo el proceso. Debían aprovechar el tiempo que tenían para animarlo, calmarlo y entregarle todo lo necesario para que sobreviviera dentro de la Arena Mágica. Su mano izquierda apretó las cuerdas de la mochila que llevaba mientras se aproximaba a la figura del vampiro y lo abrazaba, agitada y preocupada, tratando de infundirle algo de afecto y tranquilidad. Aunque desde el inicio Zack había demostrado tener nervios de acero y ocasionalmente terminaba calmándola.

-Toma esto -. Ordenó una vez se separó de él, entregándole el objeto donde residían algunos materiales indispensables: era una MOCHILA (1) con AGUA (1), COMIDA (1), un SACO DE DORMIR (1) y un CUCHILLO (1).

Se removió nerviosa, sabiendo que nada bueno sacaba de ello. No quería angustiar al mago y si no se componía solo lograría perjudicarse. Suspiró y se sentó en la primera superficie mullida y cómoda que encontró, intentando serenarse. Faltaba muy poco para que ambos hermanos tuvieran que separarse, uno de ellos se encaminaría a un campo repleto de peligros y la otra se quedaría allí buscando las formas de mantenerlo con vida. Clavó sus orbes mieles en el rostro del Rowle y le regaló una sonrisa.

-Es tiempo. -. Alegó con un nudo en el estómago, pero negándose a quebrarse en su totalidad. Ni siquiera se atrevió a memorar el hecho de que John, Pik y Cris participarían. ¿Tendría fuerzas para observar el juego? ¿Podría mantener a Zack con vida?

Off: Debido a que el rol proviene del celular, me disculpo por la falta de color en los objetos entregados a mi tributo.

He de decir que no me esperé ver a Myrtle por acá. Sobretodo haciendo preguntas personales a los tributos-mentores, como si no tuviera otras ocupaciones más importantes (?) De cualquier manera, tampoco sabía que los fantasmas dormían xDD No comprendo con exactitud tu intención con todo esto, lo más seguro es que el Capitolio te instara a jorobarnos un poco, pero... Sin más líneas que rellenar, te dejamos el cuestionario, para darte un gustito.

•Imagen representativa

Zack ~ Little

•Nick Tributo | Nick Mentor

Zack Black Rowle ~ Little G.

•Edad Tributo | Edad Mentor

15 ~ 16

•Lugar de nacimiento de ambos

Venezuela *O*

•Motivo por el que participan

Zack quería ingresar porque conoce y disfruta la temática de los JH. Yo (Little) decidí inscribirme básicamente por lo mismo, aunque debo añadir el hecho de que estoy de vacaciones y necesitaba algo donde volcar mi tiempo. En mi opinión particular, Zack también es medio suicida xD Por eso eligió ser tributo. Mientras que yo opté por ofrecerme como su mentora, pensando que sería más fácil (cofcofilusacofcof).

•Relación entre ambos fuera de LJDH o causa que los llevó a estar relacionados como tributo-mentor

En el foro somos hermanos por parte de los Rowle. A raíz de eso nos tratamos como tales, por lo que nos apoyamos y molestamos a menudo, ya sean en los roles o por msn. La relación como tributo-mentor también proviene de la familiaridad que nos tenemos, no se trata de cualquier persona, lo cual influye positivamente en nuestro desempeño como equipo. Colaboramos el uno con el otro.

•Breve reseña de la temática del grupo de apoyo y motivo de la misma

Temática como tal no hay. Optamos por escoger un nombre ligeramente oscuro y lo tradujimos al francés, porque suena mucho más bonito y elegante. Contrasta, a su vez, con los colores. El color azul representa intuición, sabiduría y tranquilidad. Es una manera de sentirnos en confianza. Así mismo, el dorado del skin simboliza el equilibrio, el poder y la inspiración. Es una combinación perfecta.

•¿Algo que añadir?

Le gustas a Zack (?) Little quiere saber tu edad

Yo le dije al principio a Zack que debíamos ponerle al topic "Rowle & Cía." xD Pero es terco y ambos decidimos que, definitivamente, eso sonaba a nombre de pub. En fin, ando llenando líneas. Callida, eres más que bienvenida *O* Zack y yo estamos contentos. Les aseguro que les retibuiré el gesto en su momento dado. Ya actualicé el primer post, pueden encontrar las firmas y el blinkie *O* Son bellas. Escojan las que más les gusten. Las quiero a ambas, saluditos

EDITO

Anuncio que ahora tenemos unos banners *O*

Reparó en la figura de Zack a penas ingresó al local, aunque este no la notó a ella de buenas a primeras. Verle tan sereno era reconfortante y, a la vez, algo inquietante. Aún no podía hacerse con la idea de que podría perder a su hermano en cualquier instante, sentimiento que se había visto intensificado al enterarse de que John también participaría. Aguardó a que el vampiro se acercara y recibió el afectuoso saludo con una pequeña sonrisa que por breves instantes iluminó su mirada.

-Imaginas bien -. Respondió con simpleza mientras lo veía tomar asiento. Se inclinó hacia delante con un extraño gesto de picardía -. Aunque la verdad, estamos aquí para lucirnos un poco -. Murmuró en modo de broma.

Tuvo que pensar muy bien la respuesta antes de decirla en voz alta. No quería que el Black se preocupara por nada, puesto que, como su mentora, era su deber hacerlo. No tenía problemas con velar por su bienestar y mucho menos pretendía acarrearle dudas con respecto a sus acciones. Embarazada o no, Little se consideraba capaz de hacer cualquier cosa. Quizás necesitara ayuda para movilizarse de vez en cuanto, pero seguía fresca como una rosa. En condición física estaba perfectamente bien.

-Nerviosa -. Finalmente habló, descubriendo que no podría ser deshonesta con el moreno. Logró componer una bonita y convincente sonrisa -. Aunque eso es lo de menos, Zack. ¿Cómo estás tú?

Ciertamente, lo que más le importaba era saber que el Rowle seguía tan confiado e inquebrantable como siempre. Debían apoyarse el uno al otro. La castaña paseó su clara mirada por el rostro de su hermano, buscando algo en particular. El elfo que había llamado hacía unos momentos regresó con la copa de hidromiel, la cual terminó sobre la fina madera pulida, frente a la bruja. Con un gesto le hizo entender a la criatura que esperara el pedido del vampiro antes de volverse a marchar.

-Goshi será la mentora de un tal Aarón. John también participará como tributo -. Informó en un tono confidencial, como si estuviera cotilleando con él. Nadie les prestaría atención -. Muchos de los nuestros se han inscrito -. Añadio al tiempo que arqueaba una de sus cejas de manera pensativa. Lo que decía carecía de relevancia alguna, pero le pareció una buena manera de distraer al oji claro y hacer ver como si estuvieran charlando amenamente-. Lo que quiere decir que ellos también participarán.

La embarazada recorrió el largo trecho que separaba la desconocida taberna de las máquinas de compra y venta con una rapidez poco recomendable para su estado. Una sombrilla negra le seguía, cubriéndola de la fina llovizna que caía sobre la zona del Capitolio. Nadie reparaba en su presencia y ella se esforzaba por hacer lo mismo al tiempo que apretaba el bolsito de cuentas donde tenía las recientes adquisiciones. Al ingresar al establecimiento la sombrilla se cerró y se colgó de su brazo izquierdo mientras que la bruja parpadeaba sorprendida al ver la cantidad de gente.

Little reconoció a más de uno, pero evitó acercarse a nadie en particular. Buscó una pequeña mesa ubicada en la esquina y se sentó, colocando ambas manos sobre la superficie de madera. El bullicio lograba irritarla más que de costumbre, mas su rostro se mantuvo imperturbable. No quería dar malas impresiones a nadie, pero tampoco le gustaba dar la impresión equivocada. Emitió un suspiro y se acarició el rostro, pensativa. Solo quedaba esperar a que Zack apareciera.

Reparó en la presencia de John y le regaló una ligera sonrisa a la distancia. Le hubiera gustado replicar el gesto hacia los demás, puesto que más de uno era amigo suyo, pero no pudo. No se sentía con fuerzas de hacerlo. No comprendía a que se debía el mal humor que la invadía. Al principio había pensado que se debía a las hormonas del embarazo, pero con en el transcurso de la semana notó que había algo más que la incomodaba. Y no sabía que era.

Paseó sus orbes mieles por el lugar, reparando en la presencia de amigos y familiares, sintiéndose terriblemente desamparada ante la perspectiva de perderlos a todos. Había más de cuarenta participantes ese año en los Juegos del Hambre Mágicos y solo uno saldría vivo. No importaba de quien se trataban los demás, su prioridad era Zack. Decidió, entonces, desviar su atención a uno de los elfos que pasaba por allí. Entrelazó sus manos con delicadeza sobre la tela del abrigo crema que llevaba, el cual cubría un bonito vestido verde.

-¿Podrías traerme una copa de hidromiel sin alcohol? -. Pidió con voz suave y neutral. Aunque por dentro tenía una marea de pensamientos y emociones invadiéndola, su rostro se mantuvo sereno, no queriendo demostrar absolutamente nada que no fuera seguridad y confianza en sus acciones. -. Un mentor débil equivale a un tributo débil… -. Añadió para sí misma en un murmullo una vez la criatura se perdió entre las personas.

Mientras se removía con incomodidad en el asiento donde se encontraba, Little no podía dejar de pensar que todo había sido una terrible idea. Podía ver el rostro de Zack, tan pacífico y sereno, desde la lejanía y no comprendía como este era capaz de permanecer tan inalterable. A ella misma le costaba mantener la compostura, aunque se negaba a dejar que el resto de los mentores y tributos lo notaran. Un mentor débil equivalía a un tributo débil. Y eso no era llamativo ni encantador, no conseguía votos ni patrocinadores.

Recordó con cierta alegría que sus palabras de afecto y apoyo había hecho mella en la confianza de su hermano. ¡Cuánto le hubiera gustado caminar a su lado! La embarazada se sintió ofuscada al memorar el momento en el que había acordado con Zack mantenerse entre el público y no subirse a la carroza con él debido a su delicado y avanzado estado. Sentía que no estaba haciendo correctamente su trabajo y verse rodeada de los apostadores y crueles habitantes del Capitolio no lograba disminuirlo.

Paseó con delicadeza sus finas manos enguantadas por la cabeza de su pequeño cachorro de leopardo, Bruce, que dormitaba sobre la cálida tela de su chaqueta rojo escarlata. Parecía relajado aun con el alboroto de la multitud embravecida. Todos estaban extenuantes y aguardaban con entusiasmo el desfile de los tributos. Sabía de buena fuente que más de uno tenía una sorpresa guardada, entre ellos, su propio encargado. Podía afirmar que ambos se habían esmerado en pensar en algo creativo que impresionara a los espectadores.

Con nerviosismo se acomodó la rejilla que le cubría el pálido rostro e iba acompañado de un sombrerito negro con una pluma en la cima. Al menos podía conciliarse con el pensamiento de que el atuendo que llevaba era precioso y la hacía lucir elegante. La música dio inicio y le arrancó un jadeo de preocupación al tiempo que los magos y las brujas que entrarían a la Arena Mágica hacían su entrada. No se le hizo muy difícil encontrar a algunos conocidos y todo pasó tan rápido ante su mirada que apenas y notó la presencia del Black.

El estallido del aro y la aparición del fuego le arrancaron una sonrisa que, aunque tenuemente temblorosa, denotaba orgullo. Tal y como había creído, la levita azul le sentaba de maravilla al moreno, que con gracia saludaba al público emocionado. El porte que poseía era exquisito y lo hacía verse como los mismísimos nobles ingleses se había visto en sus tiempos. Todo había resultado perfecto. Más de una bruja estaría encantada con los guiños y besos de Zack, así como la galantería que derrochaba. Su actuación de príncipe encantador era perfecta y la reverencia sardónica en dirección a los miembros del Capitolio fue el toque magistral.

-Y así comienzan los juegos -. Musitó para sí con cierta burla impregnada en su voz una vez el vampiro se encontró en el círculo de los tributos. Solo hacía falta que el desfile acabara para dar inicio al discurso de los dirigentes de la zona, quienes con sus cruentas palabras se encargarían de recordarles, una vez más, cuál era su verdadero lugar y que era lo que hacían allí exactamente.

Hermanosa, muchísimas gracias por pasarte *O* Zack y yo estamos agradecidos y contentos de verte por aquí. Al menos nuestro grupo de apoyo no está totalmente solo xD Ya mismo te agrego a la lista del equipo. Esperemos que otros se apunten, para así hacerle una súperbarra a Zack. *Agita pompones*

Además, para rellenar líneas con algo productivo, quería informar que tenemos nuestro primer simbolito de lealtad:

http://i.imgur.com/m1Wxb.gif

¿No es lindo?

SEGUNDA PLANTA

Enfermera Dana

Dana salió de sus cavilaciones al escuchar la pregunta de la sanadora. Pensó en que le correspondía a Little dar las explicaciones, pero en su ausencia las encargadas habían sido ella y Ariana. Sabía desde hace mucho que tarde o temprano la embarazada no podría continuar laborando, solo bastaba con verla caminar por los pasillos del hospital. Por ello, la morena no se mostró contrariada ni dudó en responder. Era su trabajo y llevaba demasiado tiempo ejerciéndolo como para comenzar a quejarse.

-El paciente aún no reacciona negativamente a los medicamentos, sanadora Ryddleturn. Sin embargo, tampoco ha pasado tiempo suficiente para que haya alguna reacción concreta. La sanadora Rowle quería dejarlo reposar antes de chequearlo -. Finalmente contestó con simpleza, siendo sumamente especifica. -. Solo tiene jaquecas y nauseas, no creo que sea nada grave -. Agregó para expresar su opinión.

Ahora Tais podría marcharse a realizar las rondas con Anna y esta le enseñaría todo lo que debía saber. Lo más probable es que la aprendiza quisiera trabajar en San Mungo en el futuro y todo lo que experimentara en la segunda planta le serviría. La enfermera introdujo las manos en los bolsillos de su pantalón y aguardó para ver si a alguna de las brujas se les ofrecía otra cosa. De reojo observó a los silenciosos Collins, que parecían dudosos y resignados a quedarse el resto del día en el hospital.

La enfermera sintió algo de pena por los niños, pues quedarse cuidado de un irritado mago de más de cuarenta debía ser frustrante, aún si se trataba de su propio padre. Decidió que hablaría con su compañera, Ariana, para que esta acudiera y los entretuviera un rato. Estaba especializada en los chiquillos, puesto que se comportaba como una. Después de todo, era normal. Era una de las más jóvenes. La voz de la Black llamó su atención y la vaga pregunta la hizo sonreír. Le alegraba ver que alguien mostraba tanta disposición por ayudar.

Little Georgina acarició la gruesa tela de la chaqueta que la cubría. Era de color gris claro, tenía botones negros y servía para ocultar no solo su abultado vientre sino su presencia por la casi deshabitada calle del Capitolio. Una fría y ligera llovizna caía sobre la sobria sombrilla que la cubría y la seguía mágicamente. Su rostro se mantenía sereno mientras su caminar la guiaba hacia las concurridas máquinas. Reconoció un par de rostros, lo cual le arrancó una ligera sonrisa cargada de ironía. ¿Cuántos de aquellos mentores poseían pensamientos honestos y desinteresados?

Para ella la idea de perder a Zack en aquellos violentos juegos le resultaba devastadora. Se sentía insegura e incapaz, pero muy dispuesta a hacer lo que estuviera a su alcance para que su hermano sobreviviera. Por ello se encontraba allí. Observó con sus orbes mieles las figuras encapuchadas que removían las bolsitas de galeones en sus manos. Casi por inercia afianzó el agarre de la suya. En ella llevaba lo justo para adquirir un par de cosas que al Rowle le servirían.

Se acercó a la maquinita, muy parecida a la de un cajero muggle, de esos que hacía mucho no se veían en las calles del antiguo Londres. Sabía qué debía hacer. La castaña tocó la pantalla con sus manos enguantadas, procesando lo que se llevarían al tiempo que depositaba en la correspondiente ranura las monedas de oro. Lentamente adquirió lo necesario y lo guardó en el bolsito de cuentas que cargaba en el brazo izquierdo, el cual poseía un encantamiento extensible.

-Veamos quienes sobreviven -. Comentó, entonces, para sí misma una vez consideró que había finalizado con su cometido. Se atusó nuevamente la chaqueta y se encaminó hacia la taberna, dispuesta a tomarse algo caliente que le levantara el ánimo, con la sombrilla siguiéndola.

Nick con Enlace a tu inventario: Little G.

Elemento a comprar o vender: Mochila

Cantidad: 1

Monedas de Oro totales: 200

 

 

Nick con Enlace a tu inventario: Little G.

Elemento a comprar o vender: Saco de dormir

Cantidad: 1

Monedas de Oro totales: 200

 

 

Nick con Enlace a tu inventario: Little G.

Elemento a comprar o vender: Agua

Cantidad: 1

Monedas de Oro totales: 200

 

 

Nick con Enlace a tu inventario: Little G.

Elemento a comprar o vender: Comida

Cantidad: 1

Monedas de Oro totales: 200

 

 

Nick con Enlace a tu inventario: Little G.

Elemento a comprar o vender: Cuchillo

Cantidad: 1

Monedas de Oro totales: 500

¡Bienvenidos!

Han entrado al topic del grupo de apoyo formado única y exclusivamente para alentar, animar, consolar, respaldar y resguardar a Zack Black Rowle. Mi nombre es Little Georgina Rowle BL y soy su fantabulosa hermana y mentora. ¿Por qué apoyarlo por encima de los demás? Porque es un vampiro sexy, poderoso, inteligente, capaz y competitivo que dará lo mejor de sí para derrotar al resto de los tributos en la Arena de los Juegos del Hambre Mágicos.

Como agrupación/asociación no nos hacemos responsables de lo que pueda suceder antes, durante y después de su inscripción y el desarrollo de la competencia. Tenemos un carácter chévere y agradable, por lo que todos son bien recibidos, no nos reservamos el derecho de admisión, pagamos galeones y otorgaremos la gloria a quienes muestren disposición por apoyar al mejor de los mejores.

Apoyen a Zack y todos ganaremos.

SEGUNDA PLANTA

Enfermera Dana

Si bien a Dana le hubiera gustado continuar con la lección sobre las enfermedades mágicas, se mostró complacida al ver como la jefa de la planta ingresaba a la habitación. Se hizo a un lado y saludó con una cabezada cortés, en señal de respeto. Anna era una figura ejemplar, ídolo de muchos de los residentes y enfermeros que trabajaban allí. Cerró el libro que traía en las manos y se retiró a una esquina a la espera de que ambas brujas hablaran.

No sabía si debía informarle la situación a la Ryddleturn, puesto que esperaba darle el historial actualizado a la encargada de Jack Collins, la sanadora Rowle. La morena observó de reojo a la familia que allí se encontraba. Lucían algo ofuscados. El paciente no daba señales de presentar algún síntoma alterno a las jaquecas y nauseas, por lo que no podía darse un diagnóstico preciso. Desvió sus orbes oscuros a Anna.

-Me alegra verla, sanadora Ryddleturn. Por un momento creí que la pobre muchacha no se encontraría con alguien más experimentado -. Comentó la enfermera, decidiendo que lo mejor sería retirarse. -. ¿Necesita qué me ocupe de algo?

Lo más seguro es que la mujer se haría cargo de Tais, no tenía caso ocupar espacio. A pesar de llevar años en el hospital, debía reconocer que no poseía todos los conocimientos necesarios para impartirle lecciones a alguien más. Además, todavía se consideraba joven e inexperta (?) Al menos esperaba haber sido de ayuda. Se removió en su sitio esperando alguna indicación por parte de la rubia.

SEGUNDA PLANTA

Enfermera Dana, con Tais.

Se mostró complacida al ver que la joven aprendiza era atenta y disciplinada. Le agradaba la gente capaz de seguir órdenes, sobre todo si demostraban interés en hacerlo con eficacia. Se acercó al hombre y le tomó la temperatura sin siquiera pedirle permiso. Seguidamente, le pidió, con un gesto bastante elocuente, a Tais que se situara a su lado. En vista de que las sanadoras no se aparecían, se ocuparía de al menos darle unos cuantos consejos.

-Todo medicamento, poción y método curativo tiene efectos secundarios, pero principalmente todo depende de las cantidades que se suministren -. Explicó la enfermera. Los niños le echaron una ojeada al rostro pálido y sudoroso de su padre, preguntándose si aquellas brujas podrían sanarlo -. La esencia de Rue es una poción muy leve y efectiva, por lo cual no requiere de una dosis mayor a tres gotas. La poción vigorizante, en cambio, puede originar excesiva energía, como la cafeína.

Esperaba que la muchacha pudiera anotarlo todo. Si bien a Dana no le correspondía, cogió el tomo de enfermedades mágicas y comenzó a hojearlo, señalándole algunas cosas a la aprendiza. Aquel ejemplar poseía, por orden alfabético, todas y cada una de las enfermedades mágicas descubiertas desde épocas lejanas. Indicaba síntomas, desarrollo, prevenciones y sanaciones. Era bien sabido que era un volumen completo y Little solía guiarse de él cuando la cabeza no le daba para descubrir que padecían los pacientes.

Pensar en la embarazada le hizo cuestionarse por qué razón tardaría tanto. La ausencia de Anna, Hades y Little G. implicaba que solamente los enfermeros se encontraban en la tranquila planta y que, seguramente, no había nada importante o interesante que hacer. No obstante, la morena tuvo el presentimiento de que sus superiores habían pasado por algo grave, puesto que los tres pasaban cada minuto que podían en San Mungo y no solían perderse.

-¿Sabes algo de enfermedades mágicas? -. Dejó las cavilaciones de lado, concentrándose en el trabajo.