Prueba del Libro del Equilibrio (#5)

[Mael Blackfyre]

El destello de luz blanca nos cegó a todos por un momento. Me rasqué mis ojos para poder acostumbrarme a aquel sitio, que al menos agradecía que fuera con un suelo duro. De hecho pude sentir que era de piedra, por un goteo lejano que se podía oir claramente. Los murmullos empezaron, como las preguntas de los chicos. ¿De verdad tenía que hacer eso? Era como sacarme la máscara de Director para ponerme la del joven duelista, a la que le agradaba demasiado sentir la adrenalina en todo su cuerpo.

 

»Tienen exactamente quince minutos para ésto. El último que sostenga la bandera, es el ganador«

 

¿Qué? ¿No había equipos? De a poco empecé a ver todo. El techo, las paredes y el suelo eran de piedra. Solamente había una enorme lámpara que iluminaba todo con una luz amarillenta. También había antorchas y algunas cosas más que preferí obviar. Saqué mi varita, mientras notaba que estaba acompañado de cinco personas. ¿Y Lisa? Se había tomado en serio aquella ausencia o problema.

 

— ¿Están bien? —les pregunté, porque sabía que todo iba a ser de repente. Carraspeé mi voz y arremangué mi camisa blanca. Mi cabello estaba tan alborotado como mis ansias. Miré el centro de la habitación, de allí colgaba una bandera de dos metros de largo por uno de ancho. Parecía ser mágica, asi que el pensamiento de encantarla, quedaba descartado. Era de un azul intenso, con el emblema de la Universidad. Y debajo tenía el sello Uzza. Miré a ambos lados—. ¿Nadie va a reaccionar?

 

Comenté intentando hacer que alguien hiciera algo. Las pruebas solían ser mucho más señaladas que en éste caso, pero los obtácul0s éramos nosotros mismos. Asi que tendríamos que recurrir a nuestras varitas. Y así fue...

 

Comencé a correr hacia el centro. Tan solo en tres zancadas, me coloqué al lado de la bandera, me aferré a ella y le di un fuerte jalón. Ésta se desprendió y la hice una pelota debajo de mi axila libre. Los apunté a todos con la varita, aún nadie parecía querer reaccionar. Recién ahí me di cuenta que había una puerta en cada punto cardinal. Todas llevaban el número 1 en una hermosa placa dorada. Corrí hacia una de ellas y la empujé con mi pierna. Traspasé el umbral y la cerré con mi espalda.

 

Había entrado a una habitación exactamente igual. Solamente que no estaban los chicos. Las piedras eran iguales, como la enorme lámpara. También las antorchas y los adornos. No había una bandera que colgaba pero si había una diferencia, ahora todas las puertas rezaban el número 2. ¿Serían todas las mismas puertas? ¿Tenía que esperar a los chicos? No sabía, aunque tenía mis dudas. Me alejé unos pasos de aquella entrada que había cerrado y pensé en unas Semillas de Hielo.

 

El rayo salió tan rápido que el golpe que hizo al chocar con la madera, retumbó en todo el cuarto. La madera empezó a congelarse, abarcando el marco y parte de las paredes, techo y suelo. Había formado literalmente una barrera. Eso retrasaría a los chicos unos segundos. Me coloqué en el centro.

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Reglas de la Prueba Final

El ganar o perder en los duelos, no varía el resultado en la prueba. Se considera la participación, saltar los obstáculos y la actividad en ésta.

Los hechizos permitidos son los Hechizos Neutrales, Graduados y los Poderes de los Libros Nivel 1, 5, 7 y 10

No hay equipos.

Las reglas que se usarán son las mismas que rigen los duelos en general, 1 vs 1, o sea, más de cinco lineas, un turno por post, el primero sin ataque, etc...

Habiendo sido tan poco tiempo de clase, vamos a usar ésta prueba como parte de la clase. Asi que no hay obs´tacul0s definidos, sino el tener que pasar a la siguiente habitación y dejar una barrera para el que supuestamente viene detrás.

Para dudas, comentarios o lo que sea, pasaros por Consultas y Sugerencias del Libro del Equilibrio

 

La prueba cierra el día Martes 9 de Agosto.

 

PARTICIPANTES

Shalyit Malfoy Karkarov
Niko Uzumaki
Pik Macnair
Nathan A. Weasley
Mia Black Lestrange

[Niko Uzumaki]

- ¿15 minutos? - Era muy poco tiempo, pero también podría parecer una eternidad y más si se trataba de mantener una bandera. No entendía muy bien cuál era el objetivo de dicha actividad, pero algo tenía claro quería ser el último en tenerla. Era un Warlock demasiado competitivo y lo demostraría en dicha clase, incluso si todo era de piedra y no podía hacer mucho con dichas cosas. Al menos tenía los objetos del libro para poder usarlos, en especial dichos pétalos que tanta intriga le habían causado.

 

- Bien - Respondió el Tonks solo para ser cordial, no tenía muchas ganas de socializar y menos con tantas personas que había. Su llegada a la clase había sido muy poco agradable y no tenía ganas de compartir con ellos - Claro que sí - Fue el primero en responder pero era muy tarde, el Director les había hecho trampa y había corrido antes que ellos para agarrar la bandera. Su siguiente movimiento fue en busca de una puerta que guardaba muchas cosas pero no era fácil determinar su contenido.

 

El Warlock corrió rápidamente pero escuchó un sonido muy fuerte proveniente del cuarto, instintivamente tomó su varita para defenderse en caso de ser necesario. Había leído todos los hechizos del libro y aunque no los había utilizado se sentía totalmente seguro de utilizarlos, solo esperaba que sus efectos fueran los deseados. La puerta comenzó a cambiar y en lugar de verse la madera, comenzó a observarse una leve capa de hielo que quizás sería difícil de atravesar pero tenía una gran estrategia para poder llegar a la siguiente habitación.

 

- Espero que todo salga bien... Flechas de Fuego - Pensó, varios filamentos de fuego salieron de la varita del mago y comenzaron a impactar sobre el hielo, el cambio de temperatura fue tan alto que a su llegada ya se había logrado generar un hueco por el cual pudo entrar - No eres tan rápido - Dijo al observar al Director en el centro del lugar. Solo que tendría que atrapar la bandera de alguna manera para ingresar a la siguiente habitación.

 

- Accio bandera - Su hechizo hizo efecto y la bandera llegó a sus manos en pocos segundos, rápidamente comenzó a correr hacia la segunda puerta e ingresó. Sabía que tenía que esforzarse mucho en la siguiente defensa para no tener muchos problemas y tener el tiempo suficiente - Cinaede - Una capa de gas invisible apareció justo al atravesar la puerta, su nivel era suficientemente alto como para generar un envenenamiento bastante grande.

 

- Lo he logrado - Pensó con satisfacción, tenía la bandera en su poder y quién estuviera detrás quedaría envenenado y sin el poder suficiente para quitarle el pequeño objeto. Las puertas tenían el número 3, al parecer sería una actividad de nunca acabar y esperaba que hubiese suficientes dado que sería algo bastante largo y más con tantos magos presentes.

[Ky.]

Elizabeth Malfoy.

—¡A bailar chicos! —hizo algunos pasos de baile mientras esperaba a que sus compañeros pasaran al otro lado y empezará el juego. Había dado una vuelta de baile en ese momento que no le permitió ver que el Tonks tomaba la delantera, golpeo el suelo con su zapato haciendo un berrinche y corrió tras él.

Sólo tenía 15 minutos para quedarse con la bandera y ser declarada ganadora. Así que como el Warlock no se había preocupado por detenerlos en el primer salón siguió adelante, lo había visto cruzar una segunda puerta, pero ella no era tan generosa con los demás así que apunto a la enorme lámpara y decidió transformarla en un jaguar.

—Morphos… —la lámpara a la cual había apuntado se estaba transformando en un felino con manchas que se había quedado en espera de que cualquiera que viniera atrás de ella tuviera que lidiar un poco con aquel gato, así que siguió su camino hasta la segunda puerta, pero antes de atravesar la puerta pensó Casco Burbuja, una burbuja se formó alrededor de su cabeza la cual le permitía respirar y hablar dentro de aquella. Justo cuando salió al otro lado de la puerta, miro al Tonks con una sonrisa y por primera vez se dirigió a él.

 

—Se buena persona y entrégame la bandera, yo quiero ganar. —estaba segura que el mago por mas palabras bonitas o dulces este no iba a soltar la bandera, así que en un intento por arrebatar la bandera sin magia y quedando tan cerca del mago pensó en que quizás de esa manera podría atacarlo sin que lo esperará.

[Nate Weasley]

Todo pasó demasiado rápido, incluso para él que solía jactarse de tener buenos reflejos y una buena reactividad ante aquel tipo de situaciones. Pero un segundo estaba haciendo preguntas en un salón de clases y luego se encontró a sí mismo en una caverna cúbica, con el Director dándonos instrucciones a todos y sólo quince minutos para demostrar que teníamos la valía necesaria para hacernos con el aprobado y ser certificados por los Guerreros Uzza. Nathan arqueó las cejas y se mordió el labio inferior mientras vio como el Director se arrebató la bandera y se marchó corriendo.

 

Hubiese preferido ser él el primero en reaccionar, pero rápidamente Niko y Elizabeth le ganaron la mano y uno al otro fueron quitándose la bandera. Nathan corrió detrás de Elizabeth con la varita en la mano, decidido a hacerse con la bandera y a dar batalla por la posesión de la misma. En su camino se encontró con unas flechas de fuego impactadas contra la puerta, y llegó a una segunda recámara homóloga a la primera, donde le aguardaba un enorme felino, justo cuando escuchó a Elizabeth pronunciar un encantamiento.

 

Se las vio con el gato, más rápidamente le vino una idea que lo sacaría rápidamente de apuros.

 

Orbis Bestiarum pensó, y notó como un aura dorada envolvía ahora al animal, al cual le ordenó dirigirse hacia Elizabeth para atacarla e impedirle que se hiciese con la bandera.

 

Nathan pudo deducir cual era la razón por la cual Elizabeth se había conjurado un casco burbuja, por lo cual la imitó tras pronunciar un claro - ¡Casco Burbuja! - y tras gozar de la protección de aquella barrera mágica, se adentró en la tercera habitación. Elevó su varita mientras corría y con un simple - ¡Accio Bandera! - notó como la varita se escapaba de las manos de Niko para llegar a las suyas.

 

Siguió corriendo, atravesando la puerta a su derecha y entrando en una habitación donde todas las puertas llevaban el número 4. Se apresuró para voltearse y enfrentar a su oponente, para finalmente y en cuanto este llegó, conjurar:

 

- ¡Flechas de Fuego! - una serie de filamentos en llamas partieron de su varita con una leve vibración, dispuestos a atacar a su oponente. Mientras tanto, asió fuertemente la bandera con la esperanza de que eso impidiese que se la quiten.

[Ky.]

Elizabeth Malfoy

 

Mientras peleaba con Niko por la bandera, pudo ver al jaguar cruzando la capa de gas hecha por el Warlock, de esa misma manera lo vio caer muerto, era demasiado veneno para el pobre felino con manchas así que intuyo que alguien venía detrás de ella así que antes de que apareciera la persona toco la mano del Tonks y de forma clara pronuncio:

 

—Obedire. — de aquella manera (Niko Uzumaki) quedaba a su voluntad por unos instantes y cuando vio cruzar al Weasley sonrió, así que no dudo en mandar a herir de gravedad al que fue su hermano y por el que solo sentía cierto desprecio. —Niko, hiere de gravedad a Nathan. —y en cuanto vio que la bandera volaba a las manos de su hermanito maldijo por lo bajo y corrió tras él.

 

Al llegar a la habitación con puertas que tenían el número cuatro se apresuró a pensar en Arena del hechicero justo antes de que el mago frente a ella invocara las flechas de fuego, por lo que al no tener puntería gracias a los huesos triturados hechos polvo que lo habían cegado permitió a la Malfoy arrebatarle la bandera y correr a la puerta del lado izquierdo.

 

La habitación, como las otras, tenía exactamente lo mismo solo que las puertas tenían dibujadas el número cinco, la Malfoy con la única persona que pensaba quizás compartir su bandera no se veía por ningún lado.

 

—Maldito Mcnair, va a tener que regicnarse. —siseo mientras entraba a otra puerta, y a una más, donde las puertas rezaban el número siete, justo donde dejo la bandera xD amarrada en la lámpara y así como termino de amarrarla regreso a la habitación con las puertas que tenían el número cinco.

[Pik Macnair]

Todo había sido rápido y bastante fácil para mi, como era costumbre. Mis compañeros se atacaban los uno a los otros pasando de habitación en habitación, el hielo y el fuego marcaba su camino y la bandera azul era lo único que les importaba. Ya casi se encontraba en la sexta puerta mientras aun seguía en la primera, escuchando los sonidos de sus hechizos y los murmullos de sus voces.

—¿Nadie se va a meter al gas y ver lo que se siente? Uno debe experimentar el dolor para ver como es. —Podía ser casi eróticas mis palabras si eran empleadas en otra situación, pero meterme directo al Cineade que protegía una de las habitación fue de las peores ideas. Sentí tras un solo respiro como el veneno abrasó mi gargantea y amenazaba con llegar a mis pulmones—. Anapneo.

Dije con un hilo de voz para destapar mi sistema respiratorio. El aire fue como un golpe de vida que me invadió e hizo que cayera en cuenta de todo el tiempo que había desperdiciado. Pensé Episkey en ese momento para curarme de la herida producida por el hechizo y seguí el camino adentrándome a la tercera habitación.

—Incarcerus.

Dije al ver a Nathan, haciendo que un trio de cuerdas atraparan al mago en este. Una de estas cuerdas sujeto sus tobillos y cayó al suelo, justo cuando Niko estaba bajo la voluntad de Elizabeth y ambos danzaban en el suelo a muerte. Crucé la habitación y llegué hasta la quinta, escuchando como me mandaban a regicnarme.

—¡Nunca! —alcé mi arma y apunté al puntito lejano a mi (? a.k.a Elizabet — ¡Cineade! —dije, rodeando a Elizabeth de gas mientras regresaba de la habitación siete hacia la sexta, impidiendo su paso al nido de amor de Niko y Nathan— Regicnate, Malfoy.

[Mael Blackfyre]

Actué como si realmente hubiera estado sorprendido ante la reacción de todos los chicos. Estaba orgulloso de lo que estaba sucediendo alli, porque era un sitio donde las personas podían usar todos los poderes y ver los efectos. Casi sin poder hacer nada, la bandera se me había escapado de los dedos, luego de que lograran derribar mi barrera de hielo. De hecho tuve que perseguirlos, pisándole los talones porque se habían ido de aquella habitación tras un pestañeo.

 

La magia dejaba rastros y aquel era el caso. Había empezado con la puerta bloqueada por mis semillas de hielo, pero tambien había manchas de fuego, rasguños de animales, sogas, y todo tipo de restos. Avanzábamos todos las habitaciones hasta que me encontré con aquella en particular, donde Nathan estaba siendo afectado por un Incárcerus, donde Shalyit estaba siendo atacada por su misma creación. Niko tambien merodeaba por allí y mi objetivo, era el que tenía la bandera, Pik.

 

Levanté mi varita y pensé en un Zancadilla, un encantamiento simple que ni bien logré pensarlo, un lazo mágico se enredó entre sus talones, para juntar sus pies en tan solo un tirón. Aquel empuje causó que Pik cayera de espaldas al suelo, soltando al fin la bandera. Corrí a su lado para aferrarme a aquel pedazo de tela, que por cierto, tenía cierta suciedad y rastros de tironeos. Me alejé un poco, pensando que tal vez lo mejor era hacer lo que habían hecho los chicos, jugar de un lado al otro para que se desorientaran. Por eso que me encaminé hacia la puerta del costado, llegando así a la sala número cinco.

 

— ¡Morphos! —exclamé, apuntando por segunda vez a la puerta. No iba a atacar a los chicos, porque ésa no era mi intención. Sino que la idea se encontraba en convertir ésa hermosa madera de algarrobo, en piel de dragón. Y así fue, se notaba incluso las escamas negras con destellos azuladas, de lo que hubiera sido un hermoso ejemplar de dragon. Respiré hondo. Las semillas de hielo y las flechas de fuego no afectarían facilmente a mi barrera. Tal vez tenían que ver todas las opciones para corroborar que pudieran hacer algo más.

[Niko Uzumaki]

- No lo haré - Fueron las últimas palabras del Tonks antes de perder el control de su propio cuerpo y de paso la bandera. No entendía cómo alguien se había atrevido a embrujar a un Warlock de esa forma pero tendría que hacerse responsable de las consecuencias - Sectusempra - La situación había ocurrido tan rápido que su rayo salió desviado e impactó en contra de una de las puertas, rápidamente sacudió su cabeza para recuperarse.

 

- ¿Qué haces en el piso? Evanesco - No permitiría que lo engañaran de esa forma y estaba seguro de realizar algo aunque todavía no tenía un plan pensado pero esperaba que el Weasley estuviera de su lado para lograr quedarse con la bandera - Y ahora Elvis, mejor espero - Murmuró, sabía que el Director lograría encontrar la bandera como fuera y luego sería su turno de atacarlo como en la primera ocasión o al menos ese era el escenario ideal.

 

- Casco Burbuja - Dijo mientras perseguía al Gryffindor, prefería hacerlo para evitar ser envenenado por sorpresa. En el camino encontró a Elizabeth con la cara verde, al parecer Pik había logrado atacarla con un Cinaede y no estaba muy bien - Maldición - Murmuró mientras observa a Pik en el piso, la estrategia del Gryffindor había sido muy adecuada y había logrado capturar la bandera de nuevo, pero no esperaba los movimientos del Tonks.

 

- No te vas a quedar con ella - Niko era muy rápido y no lo perdió de vista, incluso cuando intentó confundirlo al cambiar de rumbo y entrar por una puerta que los llevaría de nuevo a la habitación cinco - Creo que no ha servido de nada - El Director había intentado realizar una transformación sin éxito, el Tonks simplemente sonrió mientras un nuevo hechizo pasaba por su mente - Arena del hechicero - Luego corrió con mucha fuerza para empujar al Gryffindor y quitarle la bandera, el Director cayó con mucha fuerza al piso y el Tonks siguió corriendo con el pequeño objeto azul.

 

- Flechas de fuego - De nuevo su mente estaba funcionando y varios filamentos de fuego salieron hacia atrás para impactar en sus compañeros - Cinaede - Dijo, una nueva capa de gas lleno de veneno apareció para acabar con los otros asistentes, sin duda la prueba estaba resultando muy interesante pero no esperaba que fuera una prueba física.

[Nate Weasley]

Así como creía haber tomado el control de la situación con suma fluidez, no pasó demasiado tiempo hasta que súbitamente perdió lo poco que había logrado estructurar. La bandera desapareció de sus manos mientras vio como sus filamentos de fuego salían cruel e inútilmente desviados hacia la pared de la habitación, al tiempo que sentía un dolor punzante y casi desgarrador en su muñeca derecha con la cual sostenía su varita.

 

No sabía exactamente qué le había ocurrido, más instintivamente cambió su varita de mano y se apuntó a la herida para conjurar un Episkey que rápidamente aceleró el proceso de regeneración tisular. Cerró los ojos por unos segundos y, tras pensar en otro Episkey se regodeó momentáneamente del placer que le proveía tal alivio. No obstante, su alivio duró poco tras sentir como una cuerda se ataba en sus tobillos, haciendo que perdiese el equilibrio.

 

Otra de las cuerdas se había anudado en torno a su pantorrilla derecha, mientras que la tercera y última apenas le rozó el lado izquierdo de su tronco. Estaba a punto de deshacerse de aquel obstáculo cuando escuchó una voz conjurar un encantamiento y tras alzar la vista, comprobó que había sido Niko quien lo había ayudado. Se puso de pie y notó como su compañero se echaba en la carrera detrás de la bandera, por lo cual se animó a perseguirlo.

 

- ¡Allá vamos! - dijo, y alzó su varita con su mano izquierda, dispuesto a protegerse de ser necesario.

 

La situación llegó de forma improvista cuando la andanada de filamentos de fuego se acercó peligrosamente hasta él, tras lo cual Nathan se valió de una Salvaguarda Mágica para volver su cuerpo etéreo e intangible, de modo que aquellas llamaradas de fuego simplemente atravesaron su cuerpo sin provocarle daño alguno.

 

- ¡Silencius! - dijo, de modo que el segundo hechizo de Niko nunca fue pronunciado y la capa de gas venenoso nunca se formó.

[Ky.]

Elizabeth Malfoy

 

—Estu… —no había podido terminar toda la cantidad de improperios que tenía para el Pony, pero ya se vengaría del Patriarca de los Macnair. Ella se encargaría de que el bonmbonm no saliera vivo de aquel lugar o al menos se encontrara gravemente lesionado.

 

Elizabeth no era atacada por nada, su misma criatura había muerto justo en la transición del segundo al tercer cuarto, así que ella solo estaba sufriendo en la quinta habitación por un ataque sorpresa, pero se encargaría de ello. Además, la bandera nunca había llegado a manos de Pik, así que la Malfoy era la única que sabía dónde era que estaba la bandera que la haría ganadora.

 

El dolor de como su garganta se estaba cerrando por aquel gas era el peor que había sentido en toda su vida, por lo que apunto con su varita a su garganta y apenas con un hilo de voz se alcanzó a escuchar un casi audible:

 

—Anapneo —prácticamente después de aquel efecto su garganta se abrió, ahora era momento de su venganza, pero de repente vio como ya la mayoría se encontraba en el lugar. Así que pensaba desquitar su furia en alguna otra persona, miraba a todas las personas y cada uno de sus movimientos. Al primero en atacar mientras corría a empujar al director de la Academia fue al Tonks, así que antes de que desapareciera siseo:

 

—Daga del Sacrificio —una hermosa daga de plata aparecía en la mano de la morena casi al momento de sentirla la llevo a la boca del estómago y mientras siseaba —Immolo Oppugnare —se iba haciendo un corte en la piel que la estaba haciendo sangrar, al mismo tiempo que (Niko Uzumaki) realizaba Flechas de fuego la herida se le abría en su propio estómago.

 

—Levantate Macnair, acabemos con este juego —siseo mientras le daba una patada a Pik Macnair, pensaba curación apuntando su varita a la boca de su estómago haciendo que la herida sanara. Ni los filamentos de fuego y mucho menos el gas por parte del Warlock le habían hecho algún daño, estaba segura que el gas no había ni siquiera salido así que simplemente siguió su camino a recoger donde era que se encontraba la bandera, para su medio hermano solo tenía una promesa de hacerlo sufrir.

 

—Nos vemos… —pero era obvio que no se iba a quedar con las ganas de hacerle una maldad así que antes de cruzar la puerta pensó Maldición apuntándole con su varita, así que el siguiente hechizo del Weasley le iba a salir mal y tras aquello desapareció tras una puerta en la que buscaría la bandera amarrada en una lámpara, en la habitación donde las puertas rezaban el número siete.