~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Anthony R. Dracony M.]

El ojimiel suspiro......¡que vasto es el saber!! y ahora tenía que buscar el saber, no solo por gusto, también porque era necesario para su trabajo en el Departamento de Misterios...

 

Le sonrió a su amiguito elfo...

 

--La verdad yo tampoco lo sé...--Ryvak recuerda ese tiempo en que estudio runas....allá... con aquellos admirables maestros que les tiene el más sincero cariño por ellos...si.......en ese entonces, durante los exámenes, creía muy completo su conocimiento sobre ellas...y así parecía; sus compañeros de Misterios, así lo mencionaban, pero que lejos estaban de la verdad! Solo es una pequeña parte de lo que a runas se refiere.

 

 

--Tendré que estudiar por mi parte...lo bueno que puede venir aquí y comprar me todos los libros que me interesan! uou! emparedados en forma de lapidas! ¡qué bien! y...¿dedos sangrantes? jajaja ¡si que están fantásticos!-- El peliverde los prueba ambos, aunque espera a que Leto traiga la salsa picante para comer completamente los dedos sangrantes...entonces mira los estantes....si tal vez sería divertido...un hechizo aquí y allá....para convertir a la libreria en un sitio donde los visitantes se lleven un par de sustos....ladea su cabeza y la recarga sobre su hombro izquierdo...mejor hacerlo en el hotel, donde puede pedir a sus amigos y elfos que le ayuden...

 

 

Ahora que lo piensa....no ha comprado libros para Aydin...es verdad que aún no aprende en totalidad el inglés, pero ayudaría mucho si tuviera cosas interesantes que leer...

[Seba Granger]

Salida del banco

El día en el banco había terminado, los pendientes que me había dejado la jefa para este mes ya estaban todos hechos y solo quedaba esperar o hacer la hora para cumplir horario en el banco, a menos que saliera algo a última hora.

Cogí la chaqueta del perchero que estaba en mi oficina, le había dicho a mi novia que debía pasar a otro lado antes de ir a casa así que nos encontrábamos allá ese día, la verdad no me gustaba mucho salir sin ella pero era por una buena causa.

Salí raudo por las puertas del banco luego de la revisión habitual por los guardias, ese era su trabajo y solo velaban por la seguridad aunque a veces se hiciera tedioso todo eso.

Cruce desde el banco hacía el callejón en busca de algún local donde pudiera comprar algo para sorprender a mi prometida, tras ver varías cosas me decidí por lo que llevaría, las flores iban colgando con cuidado en mi mano derecha, seguí el resto del camino hacía el color a paso lento mientras observaba los otros locales.

Llegando a casa...

Empuje la puerta nuestro local en cuanto estuve junto a ella, alzando mi mano para que la campanilla dejara de sonar.

Al cerrar la puerta me parecía oír unas voces que eran conocidas, una era de Leto y la otra de Antoni, me sorprendió un poco pues el muchacho hace mucho que no se pasaba a visitarnos.

Camine hacía donde estaban ellos para saludarlo, -Espero no interrumpir- sonreí un poco, -¿Como estas Antoni? mucho tiempo sin verte- sonreí al elfo de Darla en forma de saludo.

[Anthony R. Dracony M.]

El peliverde tomo otro emparedado de forma de ataúd, pero lo comó mucho más despacio al estar entretenido en hacer una lista mental de los libros que le pediría a Leto. Todos los compraría para el pequeño Aydin y estaba entuciasmado por contagiar al niño del hábito de leer, y que mejor si le lleva hermosos libros con los cuales despertar la curiosidad del niño y hasta podría organizar una visita a la librería, si... sería de lo más divertido si lo trajera a realizar la compra de otros ejemplares al gusto del menor.

 

Estaba por compartir estás ideas con su amigo Leto, cuando llego el dueño de la librería que adora Ryvak, un gran amigo que tiene el aprecio total del ojimiel: Seba. Antoni lo vio llevando unas hermosas flores, y el mago señala que esperaba no interrumpir, como si el chico estuviera compartiendo algún secreto a su amigo elfo. Eso solo hizó sonreír al chico, Seba es muy respetuoso y también da un buen trato a los elfos, mucho tiene que aprender el ojimiel del mago, porque olvida dar ese trato a los elfos de sus locales...

 

--¡hola Seba! muy buen día. Estoy bien, gracias. Solo un poco atareado con mis deberes, tanto de mi estudio mágico como mi empleo en el Ministerio y el ver o atender mis locales, un poco de responsabilidades que me ocupan tiempo, pero me agrada, así que es bastante llevadero el trabajo, gracias, que amable eres Seba, les extrañaba a ambos.

[Seba Granger]

Traspase el ramo de flores que llevaba para Darla de mi mano derecha a la izquierda en un solo movimiento para luego extender la mano a Antoni en señal de saludo, estreche con aprecio la mano de este, -Solo un poco? - sonreí con las palabras del chico, -Mas bien creo que no tienes mucho tiempo para nada, ¿Te queda algo para dormir?- añadí bromeando un poco.

-También se te extrañaba por estos lares, con Darla siempre nos preguntábamos que sería de ti, ¿Como esta tu esposa?- lo mire un instante intentando recordar si para su matrimonio había sido la última vez que lo había visto.

-Espero que Leto te este atendiendo bien, además supongo no te vas a ir hasta que llegue Darla, no me lo perdonaría si te dejáramos ir antes que se saludaran- apuré a decir al joven de cabellos verdes.

-Leto me harías el favor de poner las flores sobre la cama en el lado de Darla, luego puedes regresar con nosotros, así le puedes seguir mostrando todo a Antoni-

Me agradaba volver a ver al mago, aun recordaba aquel día que había llegado de la nada a nuestros local en vísperas de fiestas.

[Darla G Dumbledore]

Leto, elfo de Darla

 

El elfo iba y venía, había traído un pequeño bols de cerámica con salsa picante, más servilletas y otro plato de bocadillos para luego ir en busca de varios libros referidos a runas antiguas y lenguajes perdidos. Estaba yendo y viniendo escuchando a su amigo, y viendo como se interesaba en los libros y probaba los bocadillos que le había llevado, disfrutando de los mismos.

 

Mientras que estaba en eso llegó el Granger y el elfo se inclinó para saludarlo tras recibir una sonrisa de afecto de su parte. Respetuosamente permaneció a un lado hasta que el mago le tendió un ramo de flores y le indico las dejara junto a la cama, del lado de su ama.

 

--Leto va corriendo, Leto las pondrá en un jarroncito con agua --dijo rápido, inclinándose y partiendo hacia el piso superior, donde sus amos tenían su departamento.

 

Darla, saliendo del trabajo...

 

La mañana había sido tranquila, pero ella seguía con dudas, había revisado no una, ni dos, sino tres veces que no se hubiera olvidado de poner ningún dato, no quería que los duendes le tiraran las orejas. Demasiado era ya que se vivieran quejando que el trabajo con magos y brujas era abrumadoramente lento. Claro, como si ellos pudieran ser más rápidos que un vampiro, claro que no quería ni recordar la respuesta quejumbrosa y descalificadora que le habían dado al respecto un día en que lo insinuó.

 

Miró el reloj y tras dejar los papeles, un poco más relajadas en la bandeja que viajaba hacia el área de control, se levantó de su escritorio y fue a enjuagar su rostro antes de tomar su bolso y prepararse para regresar a casa. El otoño había llegado pero los días continuaban teniendo su toque cálido.

 

... llegando a House of Books.

 

Había extrañado a Seba por el camino, sabía que él tenía otro trámite que hacer, por eso había elegido el camino más largo, pasando por varios locales, observando vidrieras nuevas y tomando nota mental de aquellas a las que invitaría a su novio para conocer juntos. Excepto claro las de ropa femenina, no pensaba torturarlo de esa manera.

 

Cuando llegó al local ingresó con la mayor delicadeza posible y atajó la campanilla al vuelo mientras cerraba la puerta. Saludo a Tommy que estaba tras el mostrador de la planta baja y cuando iba a aparecerse directo hacia el departamento del segundo piso sintió las voces. Seba había llegado, y no estaba solo. Se apareció en el primer piso y se encontró con su prometido acompañado de un peliverde al que reconoció al instante.

 

--Antoni, que gusto verte y no en medio del caos ministerial --saludó la pelirroja recordando cómo había tenido que luchar por sacar al mago tras las peligrosas jugadas que ambos habían llevado a cabo para escapar de la Seguridad Mágica.

 

 

[Anthony R. Dracony M.]

El peliverde tardo en reacionar...la aparición repentina le asombro, aunque pensandolo bien, no era tan diferente a su propia propiedad: " El Augurio Itomory´Floy" sitio en que constantemente, Cindy y él desaparecían y aparecían en cada uno de los sitios que necesitaban revisar y cuidar...si ese servicio de antiaparición, es de lo más optimo y seguro.

 

Así que ahora estaba frente a sus dos grandes amigos y no supo si el tiempo había retrocedido o solo era cosa mental...porque les veía y él se sentía como de trece...pero no, el tiempo a pasado y al tener dos ejemplares en ssu mano de versiones infantiles de las criaturas mágicas, recordó estar eligiendo ejemplares para el pequeño Aydin...el castaño que junto con su amada Cindy, adopto para resguardarlo del mundo.

 

Suspiro y sus labios se movieron para formar una sonrisa para @@Darla Potter Black la chica pelirroja mencionaba una de esas aventuras sorprendentes en que se había encontrado de milagro (al menos para él, puesto que su amiga le hizo salir a salvo de aquel gran problema en el ministerio mágico).

 

--¡hooolaaa! Siempre es un gran gusto verlos! Seba! Darla! los he extrañado muchisimo!palabra de dragón dorado jajaja--Su risa demuestra su alegría de verse entre sus amigos.

[Seba Granger]

Un leve sonido de la campanilla de la puerta había alcanzado a sonar, seguro era alguien conocido sino era raro que no hubiera sonado del todo, tal vez era Darla esperaba que no se hubiera molestado por venirme solo a casa, o al menos esa parte ella no la sabía.

 

Los tacos se podían oír al subir por los escalones, sonreí un poco al verla pero luego levante un poco la ceja al ver que solo saludaba a Antoni, sabía que el muchacho era muy apreciado por mi novia y por mi, por todos los que la casa la verdad.

 

Carraspee un poco para hacerme notar, acaso me había vuelto invisible de la nada.

 

Levante mi mano en señal de broma por si aun no acababa de notarme, -Hola amor, ¿como estas?- bromee un poco.

 

-Ya no desaparezcas mas- respondí al brujo a las palabras que el pronunciaba, -Sabes que esta también es tu casa-

 

@ @@Darla Potter Black

[Darla G Dumbledore]

La pelirroja sonrió al escuchar las palabras de ambos magos, Antoni parecía tan feliz como la propia pareja de encontrarse con ellos. Darla giró y se acercó a Seba y tras su reclamo lo abrazó con amor, besando sus labios suavecito, con ternura, viéndolo a los ojos y dejándole para que respondiera a Antoni. Tras lo cual susurró al oído del mago.

 

--Claro que sé que estás aquí, noté ese hermoso trasero apenas subí --bromeó abrazando por la cintura a su novio y girando hacia Antoni, mientras su mano daba una discreta palmada en la mencionada parte de su novio disimulando ante el joven peliverde.

 

--Es verdad Antoni, como dice Seba, siempre serás bienvenido a nuestro hogar, es tu casa también, siempre estaremos para tí, no lo dudes.

 

Los ojos de Darla se posaron sobre los libros infantiles que tenía en sus manos el dragón dorado y sonrió, recordando la vez que los pequeños que venían con Cindy habían disfrutado tanto aquella historia con escenas mágicas. Levantó la vista y preguntó con curiosidad.

 

--¿Sigues haciendo lecturas de cuentos en tu hogar Antoni? --la Potter Black no tenía ni idea que el mago hubiera adoptado.

 

--¿Nos cuentas durante la merienda de once? --se giró hacia su novio y le dio un nuevo beso --¿Te parece si tomamos onces hoy aquí amor? ¿fue todo bien hoy? --agregó acariciando la mejilla de su novio, cualquiera que supiera que trabajaban juntos pensaría que se veían seguido, pero eran pocas las ocasiones en que podían compartir una obligación dentro del banco, generalmente les tocaba en distintas secciones.

[Anthony R. Dracony M.]

Coloque los dos ejemplares infantiles sobre criaturas mágicas sobre la mesa, eran los primeros libros que elegí ya que a Aydin le fascinan las criaturas y le vuelve loco verlas, que debemos cuidarlo al tener varias en nuestras tres propiedades.

 

Me giro a ver si viene el pequeño Leto *Así que no veo lo que hacen Darla y Seba al saludarse Xd* cuando volteo lo que escucho es que Seba me pide que no desaparezca...si que abandone mi afición a leer y comprar libros...levanto la vista al escuchar la otra afirmación del mago castaño...

 

"Sabes que está también es tu casa..." --Sus ojos miel brillan de emoción, de momento se siente como un jilguero...quiere revolotear alrededor...quiere cantar de alegría...inclina su cabeza a su lado izquierdo y sonriente responde con un monosilabo...

 

--Gracias...--Darla también daba su opinión y el chico peliverde tomo de nuevo los libros en su mano derecha...

 

-Es verdad Antoni, como dice Seba, siempre serás bienvenido a nuestro hogar, es tu casa también, siempre estaremos para tí, no lo dudes.

 

hizó una cara boba...se toco la cabeza y la punta de su lengua asomo mientras cerraba sus ojos, al repetir para si, las palabras de su bella amiga pelirroja...

 

Una risa nerviosa le dominó un minuto y luego agradeció a la vampiro.

 

--Muchas gracias...eso me hace muy feliz y también me siento muy bien aquí con ustedes...--Si, sus palabras eran ciertas, sus delgados labios y boca pequeña, formaron una perfecta o al escuchar a Darla...

 

-¿Sigues haciendo lecturas de cuentos en tu hogar Antoni? ¿Nos cuentas durante la merienda de once?

 

--Claro....si, por supuesto--Respondió aunque no entendía bien eso de "merienda de once" ¿qué era la que la pelirroja quería decirle? merienda si sabe que es, pero...........¿de once? dejo los libros de nuevo sobre la mesa y espero a sus amigos le señalaran que debía hacer...

[Seba Granger]

Acepte el abrazo de mi novia, aunque un puchero disimulado le dibuje a ella por haberme ignorado un poco, bese sus labios con suavidad mientras sonreí con lo que me decía y un sonrojo llegaba a mis mejillas con su susurro y palmadita.

-Abusiva- alcance a susurrar antes que ella se empezara a dirigir al muchacho que nos acompañaba.

Al escuchar la pregunta de Darla a Antoni, note de que trataban los libros que el chico cargaba, la verdad antes no me había fijado en eso, nuestro amigo siempre había sido bueno para la lectura así que no era de extrañar que anduviera con tantos en ese momento.

Respondí el beso de mi amada, mientras asentí a sus preguntas de tomar onces en aquel lugar. -Todo bien amor, no te preocupes, quédate con Antoni, yo voy a pedirle a Nana que nos prepare algo y que la traigan para acá-

-Merienda de onces? pues es como el te ingles, es un aperitivo antes de la cena que es en unas horas mas- respondí a Antoni, esperaba me entendiera sino seguro Darla lo podría explicar mejor.

-Leto te encargas por favor de preparar unas mesas aquí para poder comer?- espere que el elfo asintiera.

-Antoni te dejo en buenas manos, yo regreso en unos minutos- bese la mejilla de mi dama. -Ya vuelvo-