~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Darla G Dumbledore]

Leto, elfo de Darla

 

El pequeño había permanecido respetuosamente en silencio junto a sus amos y el joven Antoni y asintió ante las palabras de Seba para que se ocupara de prepararles una mesa para la merienda.

 

--Leto prepara una bonita mesa --respondió el elfo haciendo una profunda inclinación y se encaminó hacia una de las mesas cerca a una de las ventanas que daba al jardín.

 

--Bonito delantal --comentó la pelirroja observando al elfo que había permanecido tan quietito hasta ese momento que por poco se le escapa el detalle ala Potter Black.

 

Los cabellos de ella quedaron pálidos en comparación con el sonrojo del elfo quien refregando sus manitos dijo en voz baja pero con un tono orgulloso.

 

--Es regalo del amo Antoni --y casi corrió a preparar la mesa como le habían indicado.

 

Darla

 

Darla había aguantado la risa ante el reclamo de su novio y había observado las reacciones de Antoni ante sus palabras. A veces se preguntaba si no debería acompañarlo más en su vida diaria, parecía haber crecido tanto, estaba tan serio, recordaba su sonrisa y ahora lo veía como a un hombre responsable. ¿En qué momento había crecido?

 

Seba había indicado ya a Leto que preparase las mesas y se retiró para pedirle la merienda a Nana, no sin antes aclararle a Antoni lo que era onces. La pelirroja hizo un comentario al elfo que se iba a acomodar y luego se acercó al mago, apoyando su mano en el hombro de él,. en un gesto cariñoso, para luego ver los libros.

 

--En realidad con lo de onces hago una mezlca --dijo con un tono confidencial --Seba estuvo en Chile y yo en Argentina, en Chile le llaman tomar onces y en Argentina tomar la merienda y yo a veces mezclo ambas expresiones --dijo con esta vez como una disculpa y leyó el título del libro --si que amas las mascotas --sonrió mostrando el título de los libros --es un regalo por el regreso, ven, parece que Leto ya casi termina de acomodar, sentémonos y cuéntame qué es de tu vida ¿cómo está Cindy?

 

La bruja pasó el brazo cariñosamente por sobre el hombro de Antoni y dejó los libros sobre el mostrador para que Leto luego los envolviera, y robó un bocadillo con forma de araña a la pasada.

 

--Leto se esmeró con los toques de Halloween, me temo que yo le escapo un poco más, sabes que mi especialidad es Navidad --dijo con voz suave --aunque los adornos muggles se han puesto de moda este año.

[Seba Granger]

Miré unos segundos mas a los magos que estaba conmigo hace solo un rato, luego subí por las escaleras hacía el departamento a paso lento quería darle algunos minutos para que conversaran, hacía mucho que no teníamos a Antoni en casa así que seguro tenían mucho que decirse, siempre había pensado que eran mas cómplices ellos solos que con un tercero en escena.

 

Apoye la cabeza en el umbral de la puerta de la cocina, -¿Que preparas?- pregunté a mi elfina, que di un pequeño salto en su lugar.

 

-¿Cuantas veces le ha dicho Nana que no la asuste? ¿El amo quiere matar a Nana?- pregunto la criatura mientras me arrojaba una cereza de la canasta de la fruta.

 

-¿Quieres que te conteste con la verdad?- dije bromeando a la elfina que me había servido durante tantos años.

 

-Sabes que te quiero- añadí al ver su ceño fruncido, -¿Nos puedes preparar algo para la once?, me avisas en cuanto este listo para enviar por ello- termine diciendo luego comí la cereza que me habían arrojado.

 

Dirigí mis pasos hacía el cuarto donde reposaban las flores de Darla en el florero que Leto había buscado, las mire por unos segundos y luego quite mi chaqueta y camisa buscando una polera para estar mas cómodo.

[Anthony R. Dracony M.]

Mi amigo Seba asintió y me pidió me quedara con su adorada Darla (la pelirroja que también quiero muchisimo pero con un cariño diferente al suyo). Lo veo como se retirá ya que le dice a Darla que irá con Nana para solicitar los preparativos para la merienda de onces...seguramente la expresión de mi cara revelaba mi duda sobre el significado de aquella frase, así que Seba me dijo una pequeña explicación que me deja más claro lo que ha mencionada Darla.

 

--Muchas gracias Seba, claro, espero aquí.--Le respondo mientras lo veo ir hacia la escalera.

 

También Seba le pidió a mi amigo Leto, se encargará de preparar las mesas para tomar esa merienda en ese lugar, así que vi como leto si estaba en la habitación pero tan calladito y quieto, que parecía parte de la decoración. Le sonreí, Darla le elogió el delantal que elegí para él y pude ver su rostro otra vez sonrojado que da mucha ternura.

 

 

--Pensé en que le sería útil tener un nuevo delantal e ir intercambiando uno con otro.-- Explique a la pelirroja que también me contó de forma confidencial, sobre la mexcla de expresiones que ella realizó y me enteré también que habían ido a otros países, lo que me entuciasma porque se aprende mucho durante ellos.

 

--Gracias por explicarme...estaba un tanto dudoso sobre lo que mencionabas. Ha de haber sido lindo ver otros lugares, las costumbres, son muy ilustrativos los viajes, creo yo.--Me pasa el brazo por sobre mi hombro y siento calidez en ese gesto amistoso y me sorprende cuando me asegura que los ejemplares de criaturas son gratis por mi regreso.

 

 

--¡Vaya! muchas gracias querida Darla, es un detalle por demás encantador, te lo agradezco mucho.--Mis ojos miel le acarician y dibujo una tierna sonrisa que le regalo a la pelirroja que me invita a tomar asiento y después su pregunta me hace percatarme que ha sido mucho tiempo de la última vez que los vi...

 

--Bueno querida Darla, han pasado muchas cosas, un "mundo" de acontecimientos...problemas en mis locales: un ataque a mi persona, un accidente a los huéspedes que se llevaban en un tour por el Big Ben, afrontar una tormenta en la que unos estudiantes que acampaban en nuestra propiedad, se perdieron y tuvimos que rescatarlos, la llegada de mi padre adoptivo al Hotel por unos días y...ah! si! ...un rescate que hicimos de un pequeño...en todos esos acontecimientos tan delicados y peligrosos, pude contar con la incondicional ayuda de Cindy, sin necesidad de pedirselo, ella estuvo a mi lado, ayudando en todo lo que podía, es como mi talisman de buena suerte...pero gracias a Merlin que también hemos ocupado nuestro tiempo para divertirnos juntos, precisamente entrenamos juntos el quidittsh y usamos seguido la moto voladora o el hipogrifo para dar largos paseos...es como tener una luna de miel prolongada...si sabes lo que te digo¿no?--Sonrió al decir aquello último.

[Darla G Dumbledore]

Mientras esperaban el regreso de Seba que había ido a ver a la elfina de la cocina, Nana, ella y Antoni se pusieron cómodos en los sillones junto a la mesa que Leto preparó con esmero. El elfo les saludó con una inclinación y una tímida sonrisa y tras agradecerle Darla le encargó que envolviera los libros para Antoni y le pusiera un par de esos señaladores con imán que estaban tan de moda.

 

--Muchas gracias por el detalle con Leto --respondió la Potter Black al comentario del peliverde --el de verdad te aprecia muchísimo.

 

La bruja escuchó atenta todas las peripecias que el mago y su esposa habían pasado, desde rescates a visitas, vuelos búsquedas, mantuvo su rostro sin expresión y su mente cerrada cuando el joven mencionó a su padre adoptivo, aunque la curiosidad la movió bastante por dentro. En verdad le preocupaba que nadie quisiera aprovecharse de el joven mago por estar solo en la vida, claro que no lo estaba, él podía contar con ellos y obviamente estaba Cindy. Le preocupó lo de los locales ¿necesitaría ayuda con ellos y no se las habría pedido?

 

--Entiendo, la vida ministerial es difícil, lo he vivido en mis tiempos de inquisidora y auror --comentó con un dejo de tranquilidad por no tener que lidiar con las locuras que ocurrían en el Ministerio por culpa de la ausencia de un verdadero líder --¿necesitas que te den una mano con los locales? ¿qué ocurrió con ellos? Me temo que en el periódico no están publicando mucha información últimamente y los rumores de pasillo uff, los elfos algo cuentan, pero no les he preguntado mucho el último tiempo, quizás deba cambiar mi suscripción al Quisquilloso.

 

Una sonrisa se dibujó en sus labios por el comentario de la eterna luna de miel y la pregunta del mago.

 

--Pues en una buena parte sí pero aún nos falta el detalle de la boda, pronto, muy pronto --susurró Darla, esperando que Seba regresara pronto, pues no habían aún comentado a nadie su decisión.

[Seba Granger]

Nana, elfina

La criatura se había quedado sola en la cocina luego del susto que le había metido su amo Seba, pero luego de eso se había puesto con el pedido, solo unas horas antes había estado horneando unas galletas y pan del que le gustaba al Granger.

Puso todo en unos platos, ademas de tazas y servicios para 3 personas, esto lo acompaño con algunas mermeladas, bandejitas con queso, jamón y trozos de tocino, además les preparo un jugo natural de naranja.

Cuando estaban listas las bandejas llamo al mas pequeño de los elfos que con la orejas un poco bajas acudía a su llamado, esperaba no ser regañado no se había pasado mucho por el departamento aquel día.

-Ya es hora que Dash trabaje, Dash ayudara a Nana a llevar esto donde los amos tomaran su once- dijo esta que esperaba ser seguida por el elfo.

Con la bandeja flotando delante de ella la elfina llego al piso donde estaba la ama Darla y su amigo, -Permiso- dijo la elfina haciendo una reverencia. -Nana espera que todo sea de su agrado- añadió mirando a la ama, sabía muy bien que con ella no podía ponerse huraña como con el amo Seba, el Granger ya le había advertido que jamás podría siquiera faltar el respeto a su amada.

La elfina con unos chasquidos de dedos fue dejando todo en orden en la mesa, luego hizo lo mismo con la bandeja que traía Dash.

-Provecho Ama, provecho señorito Antoni- en ese momento notaba que su amo no estaba. Se retiro enseguida.

Seba, regresando con Darla y Antoni....

Miré la polera sobre la cama, y luego la puerta hacía donde sabía me esperaba mi futura esposa y nuestro amigo Antoni, creo que no se molestarían si me tardaba unos minutos mas, me dirigí al baño quitando todas las ropas que aun llevaba puesta.

Me introduje bajo la ducha y deje correr el agua por mi cuerpo para refrescarme no mas de 5 minutos, necesitaba eso. Tras eso salí envuelto en una toalla y me vestí en nuestro cuarto a medio secar, con el pelo aun chorreando por mi sien y cuello salí hacía donde estaban ese par de amigos.

Al pasar frente a la cocina me fije que Nana no estaba en la cocina, apuré el paso seguro ya había llevado la comida.

A los pocos pasos vi que la elfina regresaba al departamento y solo me hacía una especie de desprecio que me causaba gracia. Baje las escaleras de dos en dos, hasta llegar al piso donde había dejado a los magos.

-Espero no haber tardado, necesitaba refrescarme- sonreí levantando mis hombros.

[Darla G Dumbledore]

Mientras que la Potter Black charlaba con Antoni y antes de que Seba regresara la elfina del Granger había aparecido escoltada por Dash y con un par de bandejas con jugo, galletas, pan casero y otras delicias. Darla asintió ante el pedido de permiso de la elfina y esperó pacientemente que acomodara todo.

 

--Muchas gracias Nana, estoy segura que sí, tienes una excelente mano para la cocina --estaba que aunque intentaba halagar a la elfina, ésta hallaría algún motivo de réplica, pero también estaba consciente de que no le retrucaría nada al respecto.

 

--Gracias Nana, gracias Dash --agregó dedicándole también un guiño al pequeño elfo de su amado.

 

--Espero que te guste Antoni, Nana cocina unos excelentes bocadillos, tanto dulces como salados, a Seba le gusta mucho su pan casero y sus galletas, y sí son ricas --agregó divertida, ella era de las cosas dulces, pero también lo salado le agradaba, a pesar de los años de no ser humana seguía disfrutando de esos pequeños detalles, innecesarios quizás par un vampiro, pero eran pequeños gustos que se daba a pesar de todo.

 

La voz de Seba llegó luego del sonido de sus pasos en la escalera, quizás no audibles para Antoni pero sí par ella, el aroma del perfume de su piel y sus cabellos húmedos la hicieron sonreír, le diría que pena que no la había esperado para tallarle la espalda, pero luego en la noche podrían compartir.

 

--Hola amor, no tanto, recién Nana nos deja la comida --le lanzó un beso a su novio y sonrió --está bien que te refresques, ha sido un día movido en mi área por lo menos --comentó sobre lo movido del banco.

[Seba Granger]

@@Darla Potter Black @ Chicos paso a otro día, pero cuando Antoni se pase de nuevo si quieren seguimos el rol, saludos.

Rumbo a casa...

El clima cada vez estaba empeorando mas, la nieve aun no llegaba pero los fríos ya se habían dejado caer en Londres, en el callejón donde pasaba la mayor parte del día desde el banco a mi hogar y de mi hogar al banco, ya hacía algunos días habíamos pasado unos días paseando con Darla, pero por el trabajo y sus responsabilidades alternas no habíamos podido salir mas.

Además hace algunas semanas habíamos tenido también la visita de nuestro amigo Antoni, esperaba que la próxima visita no tuviera que pasar mucho tiempo mas.

Salí del banco aquella tarde sin saber donde estaba mi novia, la había mirado en su oficina pero ya no estaba, lo mas seguro es que por alguna circunstancia había salido antes.

Como cada día me despedí de los guardias luego de pasar la revisión de todos los días, pase por las puertas del banco hacía el aire frió del callejón, subí la solapa de mi chaqueta para cubrir un poco mi cuello y caminé hacía House of Books.

[Darla G Dumbledore]

saliendo del local de Anne

 

La Potter Black caminaba por el callejón tras salir del local de su madrina, llevaba la capa con la capucha echada sobre su cabellera, bajo ella tenía un abrigado pullover, pantalones de lanilla y unas botas altas. El día había sido movido, se suponía que uno de los duendes auxiliares le avisaría a Seba de su salida anticipada, pero por algún motivo sospechaba que el pequeño no le había dado el recado, ya que no había recibido respuesta alguna.

 

Se detuvo frente a una vidriera de repente, era un local bien adornado, muy tempranamente adornado,claro que se trataba de un local que se dedicaba a eso, a la venta de adornos y decoración. La pelirroja observó con curiosidad la vidriera y pensó que algunos de esos adornos no le vendrían mal a su propio local. Le encantaba decorar House of Books para Navidad, más que para cualquier otra fiesta, quizás San Valentín, pero prefería la Navidad.

 

Buscó en el bolso de piel de moke y verificó que tenía suficientes galeones para darse un pequeño gusto, se fijó en la hora y mordió su labio, no demoraría mucho, a lo sumo un par de minutos y podría llevar un regalo para cada uno de sus elfos, pensó mientras empujaba delicadamente la puerta del local antes de continuar camino a casa.

 

@@Seba Granger @ con gusto continuamos tomando el té de nuevo, o ustedes me hacen compañía mientras decoro el negocio :*

[Seba Granger]

No se por que sentía que el camino hacía House of Book aquel día se había hecho lento o mas bien tedioso, tal vez es que me había acostumbrado hacer ese recorrido a casa junto a Darla, suspiré un poco cuando ya estaba frente a las puertas de nuestro local, empuje la puerta del negocio esta vez dejando que la campanilla sonará.

 

De inmediato Tommy fue el primero que asomo su cabeza por sobre el mostrador, levanté mi mano en señal de saludo y caminé hacía el, -¿Darla esta aquí?- pregunté al elfo de la Potter Black y el me señalo que aun no había llegado.

 

Mordí mi labio un instante luego seguí hacía la parte trasera del local, el olor a comida fresca salía desde la cocina trasera, o mas bien creo que era a dulce, Nana estaba frente a la cocina encendida revolviendo en una gran olla, me asome un poco para ver lo que estaba haciendo, era una mermelada de naranjas.

 

-¿Le falta mucho aun?- pregunte a mi elfina que en esos momentos se veía aun mas alta ya que estaba sobre un taburete.

 

La gruño de Nana me miró de reojo luego volvió a mirar la olla que seguía revolviendo, -Está lista cuando deba estar- dijo en forma burlona.

 

-No abuses de mi humor hoy Nana, que no es el mejor- respondí a la elfina con voz serena pero demostrando autoridad, la elfina bajo la cabeza y solo se callo.

 

Salí hacía el jardín al aire frío de aquella tarde, seguí hacía los establos sin saludar a Eros que estaba entre sus flores o mas bien en su mundo como le solía decir.

[Darla G Dumbledore]

Darla salió del local con seis bonitas bolsas, dos rojas y cuatro verdes, todas adornadas con un moño muy bonito y tarjetas que decían los nombres de cada uno de los elfos de ella y de Seba. Miró su reloj y un insulto escapó de sus labios, ¿cómo se había hecho tan tarde? Con un crack desapareció del medio de la vereda en que se encontraba para aparecerse unos segundos después enfrente de su bonito local. Vaya, había olvidado que ya estaban tan avanzados en Diciembre, Lualú había colgado ya una corona navideña en la puerta de ingreso del local. Darla estaba segura que la estaba esperando para poder adornar todo el resto del local.

 

Cuando empujó la puerta levantó su mano llena de paquetes para detener la campanilla pero no lo suficiéntemente rápido como para que Tommy no asomara por detrás del mostrador.

 

--Ey Tommy, ¿qué tal el día? ¿Seba ya llegó? --el elfo asintió ante la última pregunta aún antes de responder.

 

--Tommy tuvo un día normal, Tommy atendió algunos clientes buscando regalar libros. El amo Seba fue a la cocina.

 

Darla le dedicó una sonrisa a su elfo y se desapareció hacia donde él le había indicado.

 

--Gracias Tommy --no había terminado de decirlo cuando apareció en la puerta de la cocina, el aroma era entre dulce y amargo, lo reconoció al instante, recordando cuando una tía muggle hacía esos dulces, asomo la cabeza con timidez, para descubrir que en la cocina solo estaba Nana.

 

Darla lanzó un bufidito y se fue hacia el dormitorio, donde guardó bajo llave los regalos para los elfos, y se asomó por la ventana, alcanzando justo a ver como Seba llegaba a los establos. Éstos habían tenido que ser una vez más agrandados y la pelirroja daba gracias a los hados de que se hubiera desocupado otro local en la parte trasera del de ellos, pues habían podido adquirirlo y era ahora parte de su nuevo y extendido jardín.

 

La pelirroja arrojó sobre la cama el resto de sus cosas y se desapareció hacia los jardines, saludo a Eros al paso, quien no pareció darse cuenta de ello y aceleró el paso hasta llegar a la puerta de los establos, se apoyó contra ellos y observó a su novio dentro paseando entre los distintos espacios de las mascotas. Disfrutó unos segundos de la magnífica vista trasera de su prometido.

 

--Hola guapo --dijo finalmente mientras avanzaba hasta tras su prometido y le daba una palmada en uno de sus glúteos--¿sabes que te extrañé? --y dejó escapar un ronroneo entre sus labios.