Leyes Mágicas IV

[Cissy Macnair]

http://i.imgur.com/5spmlrx.jpg

Me había llegado una nota urgente a la oficina del Concilio donde decía que estaba retrasada para dar una clase de Conocimiento en la Universidad.

 

-Pero si la última vez que miré, no tenía alumnos- razoné en voz alta, mientras tomaba mi abrigo, lo colocaba sobre el uniforme de la Logia y salía de una voltereta hacia la Universidad.

 

Me aparecí en los jardines del lugar, que brillaban bajo la luz del mediodía y soltaban oleadas de calor aquí y allá cada vez que alguna brizna de viento se levantaba entre los edificios. Allí siempre hacía calor y me di cuenta demasiado tarde, mientras comenzaba a sudar al moverme a paso ligero hacia el aula que Elodia me había designado para dar Leyes Mágicas aquel mes. Llegué casi sin aliento, con el abrigo ahora colgado de un brazo y deseando que allí hiciera el mismo clima que en el resto de Londres.

 

Moví la varita y de improviso el aula cambió y se convirtió en el Alto Tribunal Mágico del Ministerio de Magia. No había tiempo para pedir ir hasta allí y coordinar una visita o llamar a alguno de los representantes del Alto Tribunal para que asistiese a la clase, así que improvisaríamos.

 

Con otro movimiento de mi varita hice que dos pergaminos volaran hasta mi escritorio y comencé a escribir en ellos una nota idéntica, para cada una de mis alumnas.

 

"Lamento la tardanza. La clase de Leyes Mágicas dará inicio de inmediato en el aula N°5 de la Universidad.

Esperando verlas pronto.

Atte. Prof. Macnair"

Me acerqué a la chimenea del aula e introduje los dos trozos en un fuego de color púrpura que ardía allí. Era más rápido que enviarlos por lechuza o memo, así que sólo tendría que esperar a que las chicas llegasen para comenzar la clase.

 

Miré al pizarrón con apremio. No había preparado nada para la clase, así que alcé la varita y garabatee algunas cosas en él:

 

 

Leyes de Transformación Elemental de Gamp

* ​¿Cuáles son las cinco leyes elementales de Gamp?

* Explique por qué estas leyes son llamadas "elementales".

 

Y con eso daríamos comienzo.

 

@@Samantha Sokal @@Mia Black Lestrange

[Mia.]

Era la segunda vez que intentaría cursar esa asignatura, por lo tanto esperaba que en esa ocasión la profesora no los dejará a la deriva y ella, no tuviese que ausentarse prontamente sin la posibilidad de terminar el temario. Sí, sus ambiciones eran grandes, pero nada perdía con poner lo mejor de su empeño para lograrlo, por lo que al instante en que recibió la nota de la profesora, esbozó una media sonrisa y se colocó sobre un sencillo vestido negro una capa de viaje.

Segundos después, dio un medio giro para desaparecer envuelta en una fina capa de humo negro, que la llevo hasta la entrada de los terrenos de la universidad. Caminó con pasos lentos, pero constantes hasta el interior de la edificación, y sin pensarlo se encaminó hasta el aula número 5. Pero su sorpresa fue mayúscula cuando ingresó al lugar y no se topo con la típica aula, sino con el Alto Tribunal Mágico del Ministerio de Magia.

Era un sitio semi oscuro, con solamente un escritorio cercano a una chimenea que supuso que ocupaban para mantenerse calientes y a gusto mientras estaban siendo sentenciados los acusados. Por su parte, había dos sillas de acusados delante del escritorio y en medio de la sala, y detrás de estás sillas, algunas butacas que estaba segura servían para el público que desease escuchar el juicio o para los jueces, si es que eran requeridos.

Salió de sus pensamientos al notar la pregunta de la profesora y al ver que les ponía un par de asignaciones en el pizarron.

—Mia Black Lestrange —soltó antes de responder—, las leyes nos hablan sobre la comida, el amor, la vida, la información y el dinero; cada una nos enumera algunas cosas o situaciones que no pueden ser manipuladas mediante magia. Son elementales porque rigen los aspectos básicos de la vida diaria de todo mago, es decir, no puedes romper una sin sufrir una consecuencia.

Las palabras salieron de sus labios sin siquiera pensarlas, porque era algo que había analizado en clases pasadas, llegando a esa conclusión.

Editado 16 de Octubre del 2015 por Mia Black Lestrange

[Samantha Sokal]

Samantha había esperado retrasarse en la llegada a la clase, pero al final la compra del gato en el Mall se resolvió mas facílmente de lo que ella pensaba. Tomó a la gatita bebé y la metió en su mochila, y se montó en la Harley hasta la inmediaciones del ministerio. Si, pensaba ir a clase con la gata, dejarla en un rincón dentro de su mochila y esperar que no molestara. Si la llevaba a casa no iba a llegar a tiempo a la clase y no le gustaba llegar tarde.

 

Vestida con unos jeans negros, sus botas de cuero y su camiseta de tirantes negra tenía calor. había dejado la chaqueta en casa pero aun así tenía calor. Esperaba que el recinto donde se daba la clase estuviera mas fresco, no solo por ella sino también por Lisbeth, así se llamaría a gatita. Sí, Lisbeth, como Lisbeth Salander, la heroína de las novelas policiales muggles que había leído hacía unos años.

 

Llego rápidamente al aula nº 5, no fue difícil de encontrar, solo que cuando entró no era un aula cualquiera. ¡Por Merlín! ¡Si era una copia del recinto del Alto Tribunal de la magia! Porque debía ser una copia. La sala del Alto tribunal no estaba allí por lo que ella sabía.

 

El lugar estaba en la semipenumbra y sí, era fresco como ella esperaba. En el centro había una mesa y un par de sillas, no sabía si eran para el juez o los acusados, ya que había otro grupito de sillas con sus respectivos escritorios a un lado. Luego, en forma de cemicírculo comenzaba una especie de anfiteatro con sillas en las gradas, Pensó que no era muy diferente a las salas de tribunales muggles, salvo por el hecho de las gradas, lo que hacía que el recinto pareciera mas encerrado y suponía que a los acusados les daba una sensación de intimidación intensa.

 

- Buenas tardes- dijo Samantha al entrar. La profesora ya estaba en la clase y había puesto una pregunta en el pizarrón, su compañera la había respondido, pero creía que le correspondía responderla a ella también. Solo eran dos alumnas. -Ay, pensó Samantha- espero pasar mas desapercibida que en otras clases. Debo recordar no hacer tantas preguntas.- se dijo a si misma pensando en cómo había torturado a los pobres profesores de Duelo.

 

- Las leyes de Gamp- dijo - la ley de Gamp es la ley que rige las transformaciones y lo que llaman "leyes de Gamp" son las cinco excepciones a la ley de transformaciones.

1) La comida no puede ser creada. Puede aumentarse, modificarse, pero no crearse de la nada.

2) El amor no puede crearse donde no existe.

3) No se puede crear vida donde no hay, no se puede revivir a un muerto.

4) El dinero tampoco puede crearse.

5) sabiduría, no puede crearse de la nada sino que es necesaria una fuente de donde sacarla.

Se llaman elementales porque son inmodificables y rigen el dia a dia de todo mago. las cinco cosas a las que atañen estas presentes en la vida de todos.

 

Miró a la profesora esperando su respuesta. Suponía que lo que había dicho estaba bien, pero no por eso se sentía menos insegura, era la primera vez en sus 34 años que estudiaba leyes.

 

 

[Cissy Macnair]

-Bienvenidas a la clase de Leyes Mágicas- saludé a las chicas que acababan de entrar, justo cuando terminaba de maniobrar con la varita para que la pizarra quedara escrita-. Mía, Samantha, soy Cissy Macnair, tomen asiento- le señalé los pupitres que estaban frente a la pizarra, a un lado del tribunal pero que les quitaba la vista del espacio a su alrededor.

 

Mientras caminaba, Mía fue la primera en responder a lo que decía en la pizarra, señalando concisamente de qué se trataban las cinco leyes elementales de las que hablaríamos en la clase. Detrás de ella, Samantha se expandió un poco más, agregando información a lo que antes había dicho Mía. Asentí a las dos con otra sonrisa, esta vez un poco más amplia que la anterior, notando que alguien había hecho algunos deberes antes de llegar a la clase.

 

-Perfecto chicas, las leyes son cinco y las han señalado con precisión. ¿Cuál les parece que sería, de estas cinco leyes elementales, aquella que les gustaría que pudiera funcionar diferente? ¿Les gustaría crear información o saber, poseer dinero sin tener que trabajar o robarlo, amor de quien quisieran, comida infinita que podría acabar con el hambre del mundo o devolverle la vida a un ser amado que haya partido inesperadamente?- la pregunta podría ser conmovedora para algunas personas, sobre todo porque muchos habían perdido a alguien o deseaban que alguien los amara con tanto ahínco como ellos lo hacían, pero era siempre interesante conocer las respuestas de los alumnos.

 

Moví la varita de nuevo y lo que había escrito en la pizarra desapareció, siendo reemplazado por una nueva serie de preguntas:

 

Prudente Limitación de la Magia en Menores de Edad

* ¿En qué año fue escrita?

* El Inciso C de la ley dice que es un crimen para un menor realizar magia en una zona habitada por muggles, frente a un muggle. ¿Existe alguna excepción para esta regla? ¿Cómo se castiga este crimen?

[Samantha Sokal]

Samantha estaba mas tranquila en esa clase, habia dejado a Lisbeth en casa y ya no tenía miedo de que se escape y hubiera que buscarla por toda el aula. Las gradas, por debajo, seguramente eran el laberinto soñado para una gatita de dos meses.

 

Como llegó temprano le dio tiempo para acomodar sus mochila y su campera en un asiento y sentarse tranquilamente en otro, con su pluma y sus hojs de pergamino atadas con un broche a una tablilla.

Escuchó la primera pregunta de su profesora y no dudó su respuesta. ¿Qué ley quería que funcionara diferente? La de la vida. Ella había perdido a todos los seres a los que amaba, estaba practicamente sola en el mundo, pero no era eso lo que mas la impuslsaba a rechazar la muerte. Sino la infinidad de personas, que había visto morir en los quirófanos, la infinidad de parientes y seres queridos que había visto llorar por la muerte de un niño. Sí, es cierto que ellos eran muggles y ella siempre se había negado a usar magia entre muggles, pero seguramente los sanadores de San Mungo se sentían igual que ella cuando perdían a un paciente. No quería la inmortalidad para ella, jamás la había querido, aun cuando la había tenido al alcance de la mano, o mejor dicho de los colmillos de algún amante vampiro. De hecho no quería la inmortalidad para nadie. Siempre había pensado que solo se valora lo que se puede perder, pero... ¡había tantos casos de vidas arrebatadas antes de tiempo! Con que los sanadores de San Mungo pudieran romper la ley se conformaría.

 

-La vida- dijo con un suspiro - quisiera poder devolverle la vida a aquellos que la pierden cuando aun se los necesita. Cuando aun no es tiempo para que mueran-. No dio mas explicaciones, darlas sería remover viejas heridas en donde no quería incursionar.

 

Vio la pregunta escrita en el pizarrón, realmente nunca se había interesado por las leyes mágicas, ni tampoco por las muggles en realidad, pero en los últimos días había estado leyendo un poco del tema por lo que se dispuso a responder el cuestionario de la profesora.

 

 

Prudente Limitación de la Magia en Menores de Edad

* ¿En qué año fue escrita? En 1875

* El Inciso C de la ley dice que es un crimen para un menor realizar magia en una zona habitada por muggles, frente a un muggle. ¿Existe alguna excepción para esta regla? ¿Cómo se castiga este crimen?

Si el menor es alumno de la escuela recibe una advertencia, si reincide puede ser motivo de expulsión y rotura de su varita. Sin embargo la Clausula nº 7 dice que se puede hacer uso de magia en circunstancia excepcionales, por ejemplo cuando hay riesgo de vida. En cuanto a menores que aun no son alumnos de la escuela y que aun no tienen una varita, creo que están exentos de la regla, ya que suelen tener poco o ningún control sobre la magia que realizan.

Esperó a que su compañera respondiera y ver que decía la profesora.

[Mia.]

¿Cuál sería la Ley de Gamp que le gustaría modificar? La respuesta era sencilla; la del saber. Desde siempre había pensado que el conocimiento era parte fundamental de la vida de todo ser humano, podía salvarlo de morir o de cualquier otra situación, por ese motivo, si había algo que cambiar en las leyes, sería esa cuestión. Crear el conocimiento, porque siempre se podía saber más y conocer más de lo que era debidamente necesario.

 

—Quisiera saber más, el conocimiento ilimitado... sería increíble. —respondió con total tranquilidad, mientras sus labios se curvaban en una media sonrisa.

 

Tras escuchar las dos respuestas de las alumnas la Macnair, continuó con la clase y pasó a un segundo tema, una ley que muchas veces había traído problemas a magos en tiempos pasados. ¿Prohibir el uso de la magia? Consideraba que era una medida totalmente fuera de contexto, porque ella estaba orgullosa de ser una bruja y de hecho, sabía que su magia era parte fundamental de su existencia y no se imaginaba vivir un solo día sin ella, por lo que sin poder evitarlo, hizo una mueca de desagrado al escuchar sobre las sanciones.

 

Pero eliminó esas ideas de su mente en cuanto Samantha comenzó a dar la respuesta a la serie de preguntas dadas por la profesora, sin siquiera pensarlo en cuando su compañera termino de responder, tomó la palabra y comenzó a dar una respuesta corta pero concisa.

 

— Fue instaurado en 1875 por el Ministerio de Magia con sede en Londres —el tono de su voz era tranquilo, mientras que sus palabras muy pensadas— y un mago menor de edad, puede realizar magia delante de un muggle si su vida corre peligro o la de otros magos, así como sí una autoridad le autoriza el uso de magia. La sanción aplicada, como lo comentó mi compañera puede ser desde una advertencia oficial enviada desde el Ministerio, expulsión de la escuela o romper su varita mágica.

 

Tras sus palabras, espero con un poco de paciencia a que la clase continuara con su cause.

[Cissy Macnair]

La primera en hablar en esta ocasión fue Samantha. Noté su mirada sobre el pizarrón, la forma en la que recorría las palabras escritas y casi pude percibir cuál iba a ser su respuesta. ¿Quién no querría devolverle la vida a sus seres queridos o a los de alguien a quien se amaba? Yo había perdido a más de la mitad de mi familia en un sólo día y no podía más que pensar en tenerlos a todos de vuelta: mi hijo, mi esposo, mi mejor amiga.. Pero no se podía, sabía que no era algo posible y aún así también sabía que había gente trabajando para poder conocer más ese proceso que era morir.

 

-Muy bien- dije, sin querer hacer un comentario a las palabras de Samantha y volviéndome hacia Mía, a quien el conocimiento infinito le parecía algo que valiera la pena mucho más que otra cosa-. Yo creo que el conocimiento infinito volvería loco a cualquiera- comenté, casi sin pensarlo. Saber todo sobre todo y más, porque siempre se descubrían cosas nuevas, era demasiada información para procesar.

 

Continuamos con la clase. Observé atenta mientras las chicas respondían y asentí en los momentos indicados. Sabían la fecha, sabían de qué se trataba la norma impuesta en aquel año y, además, sabían sus consecuencias.

 

-Pensé que vendrían a aprender pero veo que son brujas que han estado estudiando previamente- comenté con una sonrisa. Siempre era entretenido cuando tus propios alumnos estaban totalmente interesados en la clase y a pesar de que había tenido que armarla con rapidez y los temas eran algunos que ya había dado (a Mía XD), las chicas parecían totalmente concentradas-. Podría darles cátedra todo el día sobre miles de leyes, pero es obvio que las leyes que rigen a nuestra sociedad ya las conocen y eso me parece excelente. Siempre es bueno refrescar alguna memoria- hice una leve pausa antes de continuar-. Aquí donde estamos- proseguí, señalando a nuestro alrededor, el aula que parecía una réplica exacta del Alto Tribunal Mágico- es donde se juzga el uso de las leyes, pero ¿alguna de ustedes sabe quiénes son los que proponen las leyes y quienes son los que las aprueban?- no era una pregunta difícil si alguna vez habían trabajado en el Ministerio de Magia.

 

-Antes, el encargado de sancionar leyes para el mundo mágico era el Consejo de Magos, pero el mismo fue disuelto cuando se creó el actual Ministerio de Magia. El Consejo, un selecto grupo de viejos barrigones y aburridos, tenían todas las decisiones en cuanto a lo que sucediera con la comunidad mágica y la forma de aplicar las leyes. Pero una vez que el Ministerio estuvo en funcionamiento, como ocurre con los gobiernos muggles, los poderes concentrados en el Consejo se dividieron... Así que, ¿quiénes son los encargados de las leyes ahora?- sonreí, divertida, esperando la respuesta de las chicas.

[Samantha Sokal]

Samantha escuchó a la profesora y no podía estar mas de acuerdo con ella. El conocimiento infinito volvería loco a cualquiera. Pero ¿Que tal si uno pudiera dosificar y tener conocimiento de lo que uno quiere solamente? ¿Conocimiento al instante? No, se dijo, se perdería uno la aventura que es estudiar, investigar y aprender, sus años de escuela y universidad habían sido los mejores de su vida, y aun graduada decidía seguir aprendiendo. No cambiaría esta experiencia por nada del mundo.

 

Se concentró en la siguiente pregunta de la profesora.

¿Quien hace las leyes mágicas actualmente?. Suspiro. No estaba segura. sabía que el Ministerio estaba en una especie de Confederación internacional de Magia y que este cuerpo vigilaba a todos los Ministerios del mundo sin embargo no estaba segura si las leyes partían de ahí o cada país tenía sus propias leyes. Suponía que había parte y parte, como en los gobiernos muggles.

 

Bueno- dijo, Supongo que hay leyes internacionales que vienen de la Confederacion Internacional de magos, y otras leyes nacionales. Los miembros del Wizengamot vendrían a ser el poder judicial de la comunidad así que no creo que sean ellos quienes sancionan las leyes, eso sería impropio.- Aunque, vaya, Samantha no tenía idea bien de que era impropio para un mago y que no. Cuando ella era niña no le interesaban estas cosas y de adulta se había interesado apenas por la política, y encima eso lo había hecho en el mundo muggle. - La verdad- reconoció -no lo se, se me ocurre que tal vez cada Departamento proponga leyes y estas sean tratadas por el Ministro , sus asesores y el Wizengamot, aun así habría una superposición de poderes si son el poder ejecutivo y el judicial los encargados de aprobarlas o rechazarlas. Sinceramente profesora-, confesó - ignoro si hay alguna cámara legislativa en la comunidad mágica. Se supone que estoy aquí para aprender.

 

Esperó a ver si su compañera sabía la respuesta. Si no existen tres poderes independientes no pueden estar garantizados los derechos de la comunidad. Esto lo tenía bien claro. Mucho mas en una comunidad tan multicultural como la mágica, con distintas especies, humanos, vampiros, demonios, centauros, duendes. Solo la separación de los tres poderes podía ofrecerles a todos la seguridad necesaria para vivir en un estado de derecho.

@@Mia Black Lestrange @

[Mia.]

¿Perder la razón por tener tanto conocimiento? Eso era algo en lo que no estaba totalmente de acuerdo, pero Cissy era la profesora así que no iba a entrar en debate con ella, ya encontraría otra persona con la cual dialogar sobre esa hipótesis, total en esa clase venían a aprender sobre Leyes Mágicas. Permitió que su atención, se centrará en el cambio de tema, ¿leyes y gobierno actual? eso era algo sobre lo que realmente no tenía del todo conocimiento, pero no le importó demasiado, esperaba que su pasó por algunos departamentos ministeriales le sirviese de algo.

 

En su mente comenzó a aparecer el organigrama del Ministerio de Magia e intentó por todos los medios, que a su mente acudieran los departamentos que tenían relación con la aplicación de la ley, pero solo acudió uno y el caso de los juicios mágicos... por lo que sin siquiera tener claras sus ideas, escuchó como Samantha expresaba sus pensamientos en voz alta, aunque tenía dudas algunas de sus palabras podían ser ciertas, por lo que asintió con un aire pensativo.

 

—Considero que parte de la idea de Samantha es correcta, es decir, que hay leyes internacionales que deben partir de alguna organización mágica internacional como la Confederación Mágica Internacional —había llegado su turno de hablar— sin embargo, en el Ministerio contamos con la presencia de los Warlocks que son parte a mi entender, del gabinete del Ministro y la Viceministra, por lo tanto, serían el poder ejetutivo... planteándolo en términos democráticos y el los encargados de poner orden serían la Oficina del Ministro en cooperación con el Departamento de Seguridad Mágica.

 

Sabía que quizás sus ideas eran poco claras, pero explicaría el porque de ellas, al instante en que el ejemplo del juicio mágico, saliera de sus labios.

 

—Porque por ejemplo, el juicio mágico realizado contra Adryanie Gryffindor, fue posible por la captura que tuvo el cuerpo de seguridad mágica, sin embargo, la logística estuvo a cargo de la Oficina del Ministro, ellos se encargaron de llamar a los jueces y testigos con ayuda del Fiscal Mágico. Con ese ejemplo, creo que quedan más claras mis palabras.

 

Terminó sus ideas, observando a la curiosa Samantha, esperando que ella añadiera algo más, o de lo contrario la profesora Macnair, que estaba segura tenía una idea más clara de la respuesta a la pregunta que les había planteado.

 

@@Samantha Sokal

[Cissy Macnair]

Sonreí. Aquello me divertía. Los debates eran lo mío y había dado en el clavo con algo que las chicas desconocían. Estaba ver no saber, estaba bien desconocer algo que a muchos magos y brujas los llevaba sin cuidado y por fin la clase iba a plantearse como había esperado: que las chicas se intrigaran por algo que desconocían casi completamente. Si bien Samantha había estado cerca a una respuesta, Mía había completado gran parte de ella, pero aún les faltaba saber lo más importante.

 

-La Confederación Internacional de Magos, bien- dije, levantándome de mi asiento para dar unos pasos al centro del Tribunal y mirar a las chicas. No siempre podía estar quieta mientras hablaba y en esta ocasión había interrumpido a Samantha hacia el final de lo que decía, antes de que Mía hablase-. Como dicen, chicas, las leyes internacionales que regulan a los magos viene de esta Confederación. Ahí han dado en el clavo de la cuestión. ¿Pero en cada país?- miré a Mía, que continuaba hablando del juicio contra Adryanie Gryffindor-. Exacto, tenemos entes reguladores de leyes en nuestro país. Vamos por buen camino.

 

Hice una pausa y me giré hacia el pizarrón. Con un movimiento de la varita, la pizarra aumentó su tamaño al doble para que las chicas pudieran ver mejor y, con otro movimiento sutil, aparecieron una serie de nombres conectados por líneas y flechas. El mapa conceptual se refería al actuar interno del Ministerio de Magia, partiendo de la Oficina del Ministro como la cabecera, las flechas iban hasta los distintos departamentos.

 

-Dentro de nuestro país, las leyes son propuestas y reguladas por los diferentes departamentos del Ministerio. Hay leyes que regulan las compras de productos extranjeros, leyes para las criaturas mágicas y seres, leyes para la creación de hechizos y pociones... Bueno, comprenden el concepto. Cuando el Consejo de Magos se dividió y se conformaron los departamentos, concentrar todas las leyes regulatorias en una sola oficina era una locura, así que las dividieron por departamentos- hice una pausa para ver si las chicas me seguían mientras hablaba-. Pero volvemos a lo mismo, ¿quién las sanciona? Bueno, los diferentes funcionarios de los departamentos. En conjunto, sancionan leyes que son llevadas a la Oficina del Ministro, donde los Warlocks las regulan junto al Gabinete del Ministro y luego son aprobadas o no. Tal como dicen, aún hay una concentración de poderes en nuestro gobierno, pero en vistas de que ha funcionado los últimos quinientos años...- me encogí de hombros. Los magos y brujas eran tradicionales, pedirles un cambio en aquel momento no era algo que se pudiera conseguir con facilidad-. De todos modos, actualmente no se sancionan muchas leyes nuevas porque faltan las mentes imaginativas... Así que, les pregunto, ¿qué ley propondrían ustedes y por qué?

 

Miré a las chicas y esperé su respuesta. Esperaba no haberlas mareado mucho con tanta información y esperaba que el mapa conceptual del pizarrón las ayudara.