Requiem (MM B: 107782)

[Alegna Black]

"Datos insignificantes" esas palabras zurcaban su cerebro pero en vez de molestarla le hacian bien, si no recordaba su nombre no recordaria que era su hermana y por lo tanto no la molestaria. Las ultimas palabras que habia profesado su hermano eso si le habian hecho hervir la sangre traidora a la sangre, sangre sucia y muggles eso si no se lo perdonaba ya que ella profesaba beneracion por cualquier clase de libro.

 

-Tal vez, solo tal vez a tu hermana y a tu madre- dijo arremangandose el sweeter dejando ver parte de su tatuaje solo se veia un poco pero alguien con un cuarto de cerebro sabria que era.

 

Vio como se sentaba y le decia algun cumplido que solo de sus labios era un insulto hacia su ser, capaz que Rose sr lo tomaba como un halago pero Alegna era harina de otro costal. Vio como le sacaba el te y las galletas, respiro hondo para no perder los estribos, no tanto por el sino por Ashura no queria que viese a sus hijos pelear al menos en ese momento.

 

-Hay algo que me gusta mas que "disfrutar" libros- hizo enfasis en la anteultima palabra -pero no te lo puedo decir, es algo que solo un grupo selecto disfruta y no te veo con las..... agallas necesarias -sonrio de lado fingiendo ternura y acariciandole la mejilla

 

No podia hablar del bando ni de su trabajo, una era inefable y entre menos gente lo supiese mejor y ser mortifaga le pedia mas discrecion que su trabajo, ademas no sabia de el hasta ese momento, recordo que no habia hecho el encantamiento para ocultar su tatuaje, no pensaba encontrarse con nadie y el frio la obligaba a usar mangas, despues con su madre que tambien estaba en el bando, no se preocupo pero el mocoso la habia hecho subir unos grafos provocandole calor y en un acto inconsiente habia bajado la guardia, discretamente se bajo las mangas.

 

-Haber Dave y tu que haces aparte de encerrarte en una sola version de las cosas?

 

Tomo otra taza y se sirvio te, no le molestaba en lo absoluto tener que repetir la accion.

[David Augustus Lestrange]

Alzó una ceja incrédulo por lo que su hermana acababa de mostrarle. Sabía perfectamente lo qué era y lo que significaba ese tatuaje, no había necesitado más que ver un poco del mismo para darse cuenta rápido de lo que era. Recientemente había entrado como aspirante a esa misma organización para tarde o temprano tener el mismo tatuaje que ella, pero con eso… ¿Qué intentaba demostrarle?

 

—No eres muy lista si vas enseñando eso a diestro y siniestro…

 

Comentó negando levemente con la cabeza. ¿Acaso quería ser fruto del perseguimiento de los aurores y de otras organizaciones con los ideales contrarios? Estaba bien que presumiese, era un tatuaje del que se podía presumir, pero había que saber cuándo y dónde… A pesar de ser hermanos apenas se conocían.

 

—Sin embargo, me alegro de que lo hayas hecho. Espero que sea porque confías en mí y sabes que no divulgaré dicha información.

 

La otra opción es que directamente fuese una inconsciente, pero quería pensar bien de ella por primera vez desde que había llegado al negocio de su madre. Soltó una carcajada ante sus palabras. ¿En serio creía que no tenía agallas? Ya descubriría tarde o temprano de las cosas que era capaz, pero de momento era mejor que se siguiese auto creyendo que era un cobarde. Bien es cierto que como todo el mundo tenía miedo a algo, pero era un hombre valiente.

 

—¡Qué dulce! ¿Sabes? Me daría vergüenza tener eso en mi cuerpo y al mismo tiempo leer libros muggles…

 

Comentó con burla cuando sintió la calidez de su mano en su propio rostro, se lo estaba acariciando. Sujetó la mano de su hermana durante unos segundos para no permitir que la separase de su cara y así poder seguir sintiendo el contacto de su piel. A pesar de todo, y aunque no habían empezado con buen pie, era su hermana y en parte debía quererla.

 

—¿Yo? Pues, por ejemplo, me gusta el quidditch… ¿sabes lo qué es o como te pasa en los libros prefieres los deportes muggles?

 

Preguntó riéndose, con una pregunta que trataba de ser hiriente. Le estaba encantado molestarla, estaba dándose cuenta de que era una mujer que parecía entrar fácilmente al trapo y eso le divertía muchísimo.

 

—¡NO! —exclamó mientras le sacaba la lengua y volvía a quitarle la taza de té, alejándola de ella.

[Alegna Black]

-Solo la muestro ante personas de confianza, no sabía que venias vos- se termino de bajar la manga aunque ya el chico había deducido de que se trataba, se reprimió mentalmente por no poner el encantamiento esa mañana -la confianza se gana hermanito, no se le regala al primer conocido- enfatizo las últimas palabras

 

Si Ashura no intervenía eso se iría por mal camino, la chica ya sentía la varita chisporrotear en el bolsillo de su chaqueta y eso que la tenia atrás de su silla, esa varita era más temperamental que ella. Sintió el tacto de la mano de David contra la suya y no pudo seguir con su cara de indiferencia, abrió mucho los ojos dejando que sus orbes verdes ahora se notaran mas entre sus cabellos violetas, dejo que el chico siguiera con lo que hacía, solo porque no quería parecer mal educada, al fin y al cabo eran ….. Familia por mucho que le costara aceptarlo. Tanto tiempo había pasado sola, sin más que su madre a su lado que hasta a su hermana gemela le costaba tratarla con cariño, solo su madre y sus tíos sabían lo que era Alegna, tan fría por lo exterior aunque de vez en cuando Albus conocia a la Alegna amorosa, él se habia ganado su amistad en el colegio.

 

Si su hermano pensaba eso de los libros muggles y de los que llevaban la marca que pensaría al saber que su hermana era mejor amiga de un fenixiano, sonrió sin quererlo al recordarlo y que tenía que hablar con él antes que nada, tenía que explicarle las causas de su desaparición. Escucho parcialmente lo que ese chico terminaba de decirle negó con la cabeza.

 

-¿Deportes muggles? Ahora solo porque me gusta la literatura muggle ¿me relacionaras con todo lo que a ellos respecta?- negó con la cabeza ya le habían devuelto la mano-No me apasiona el Quidditch, aunque solía ser buena buscadora se encogió de hombros, ya se podía decir que se estaban tratando normal, Ashura había desaparecido hace tiempo por problemas del negocio, así que tenían la mesa para los dos, blanqueo los ojos al ver lo que el chico hacia, robarle de nuevo la taza.

 

-Te encanta no?- sonrió de lado acomodándose un mechón detrás de la oreja mientras que con la otra mano tomaba otra galleta y se la metía entera antes que David decidiera que todo lo que tenia era de su propiedad.

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@@Ashura Lestrange

Editado 23 de Enero del 2018 por Alegna Black

[Eobard Thawne]

Traía la capucha encima para cubrirse de la ligera llovizna que azotaba Diagón aquella noche. Como estaba algo resfriado, necesitaba evitar cualquier detalle que empeorará su situación. Encontró refugio en un peculiar edificio de seis plantas que se erigía a apenas unos pasos suyos. ¿Por qué no?, pensó, encogiendo los hombros. Saldría de su escondrijo apenas disminuyera el aguacero.

 

-Buen día. Espero no incomodar, vengo por un poco de café, quizá unas galletas.

 

Saludó, agitando la mano izquierda, a un grupo de tres que parecían estar inmersos en una plática familiar. Lo dedujó, porque reconoció a su hermana Ashura, además de una joven a quien había avistado en los terrenos de la mansión durante el asunto del Krampus. Al otro joven, no tenía el gusto de conocerlo, pero supuso que sería familiar de la asiática. Ya después se pondría al corriente de sus parientes.

 

Escaló con agilidad cada una de las plantas inferiores, hasta llegar a aquella que le ofrecía un aspecto de cafetería, la quinta planta. Aún estando abarrotada hasta el techo de estanterías, tenía un aspecto bastante peculiar, como si quisiera emularse un híbrido entre los cafés muggles y las librerías mágicas.

 

-Bueno, creo que será un macchiato, y un paquete de galletas de limón. Por favor.

 

Indicó a uno de los empleados, que se había acercado a la mesa cuadrada que había elegido para tomar asiento. Como tomaría un tiempo para recibir su pedido, decidió sacar un pedazo de pergamino. Convenientemente, siempre llevaba consigo, además de una fina pluma de pavorreal. Usando su rápida técnica de escritura, comenzó a redactar un poco.

 

Estimada señorita:

Me permito extenderle una invitación para que acuda al negocio Requiem, localizado en el Callejón Diagón, donde quizá podría disfrutar de una taza de café o la bebida de su preferencia. Si su respuesta es afirmativa, espero su presencia en la quinta planta.

 

Saludos cordiales,

E.A.B.L.

 

No la conocía, al menos no personalmente, por lo que esperaba que la joven acudiera al encuentro. Recostó su espalda sobre el asiento, esperando su pedido o la llegada, lo que sucediera primero.

 

@@Sley

[Sley]

Se encontraba recostada en la casa de sus padres, recostada en la que un día fue su habitación cuando ni siquiera sabia de su naturaleza de bruja. Leía una historia en su viejo celular muggle al cual ya le estaba perdiendo el chiste.

 

―¿De quién será?―se dijo al ver a una lechuza tocar con su pico la ventana, trayendo un pergamino con ella. Dejo su celular y corrió a abrir la ventana. Acarició la cabecita del ave en forma de agradecimiento y deposito dos galeones en su bolsita.

 

En su cara se formo una mueca de confusión. No conocía a la persona que le enviaba la invitación, aunque el emblema si le sonaba, si no no se equivocaba era una de las familias sangre pura. Pero la pregunta era ¿Qué querrían con ella? No había hecho nada malo, ni siquiera conocía a algún integrante de esta.

 

Por otra parte. Hace un tiempo que no se daba un rol (paseo) por el Callejón Diagón...

 

 

 

Sería un honor para mí.

 

Observo dudosa el pergamino antes de darsela a la lechuza quién la miraba atenta.

 

―Cuidado―dijo al ave antes de dejar que se marchará. Una vez sola, se coloco unos jeans negro, polera gris, y sus preciados converse oscuros. Amarro su cabello en dos coletas bajas que pasaban por su cuello, haciendo sus fracciones un poco aniñadas. Tomó una sudadera abierta de color negro, –el color que más predominaba en su guarda ropa– y se la coloco dejandola abierta.

 

Salió de su casa tapada con con un paraguas, sin avisarle a sus padres ya que estos se encontraban en la cafetería. A una distancia prudente, donde nadie pudiera verla, utilizo la aparición para llegar al caldero chorreante, la única forma que ella conocía para llegar al Callejón.

 

―Local Requiem, local Requiem...

 

Canturreaba el nombre para que no se le olvidará.

 

―¡Bingo!―sus ojos brillaron al dar con el establecimiento.

 

Se adentro temerosa y entusiasmada, no sabia con que clase de persona se encontraría, pero siempre esperaba algo loco.

 

Ya en piso pactado, escaneo el lugar, encontrándose con un par de ojos grises que la miraron fijamente. Al instante supo que se trataba de aquel sujeto de aire elegante y arrogante.

 

"Ya estas aquí, aguanta."

 

―Buenas noches―saludo al estar ya cerca―Soy Kära Narey, la persona a la qué le envío la invitación―se presento con la diminuta esperanza a que la lechuza se hubiera equivocado de dirección―¿Puedo?―señalo el asiento vacío.

 

 

@

 

 

 

Off rol:

 

 

¡Disculpa la demora! >_<

 

 

[Eobard Thawne]

Recibió la respuesta a su misiva con tal rapidez, que casi se cae del asiento en cuanto vio al ave atravesar la estancia para entregarle el recado. Se trataba de un texto corto, pero suficiente para que el castaño prolongara su permanencia en el negocio, pues de haber sido rechaza su pequeña invitación, probablemente se habría marchado.

 

-Bien, pequeño, te ganaste un premio.

 

Aguardó con tranquilidad a que le trajeran su bebida y el postre. Una vez depositados en su mesa, abrió el paquete y le extendió una galleta a la lechuza que, sujetándola con el pico, emprendió el vuelo con rumbo desconocido. Al ser de esas lechuzas mensajeras de conveniencia, sólo bastaba con contratarlas.

 

¿Se habrá perdido?

 

Le preocupaba el que quizá no hubiese sido muy claro en cuanto a dar indicaciones del punto de reunión; Diagón era una avenida muy concurrida, por lo que perderse era fácil. Peor se sentiría si la joven terminaba en el callejón Knockturn; no por la oscuridad que encerraba el lugar, sino por el hecho de que quizá lo culparían de haberla metido en ese lío en primer lugar. Sacó su varita de uno de sus bolsillos del pantalón, y la colocó sobre la mesa.

 

-Buenas noches, Kära. Por favor... -con mano izquierda, señaló el asiento vacío frente a él, mientras con la otra se apoyó de su varita para empujarlo y permitir que la joven se sentara con mayor facilidad. -No nos habíamos conocido antes, ¿o sí? Mi nombre es Aldrich Black Lestrange, es un gusto.

 

Dedicó una ligera reverencia con la cabeza a la recién llegada. Memorizó el nombre, pues le era algo más fácil de recordar que una infinidad de rostros. Notó que su vestimenta era un poco más casual de lo que él solía acostumbrar, aunque no pareció molestarle. Y como presentía que su mirada altiva terminaría por incomodar, decidió ladear la cabeza y romper un poco el hielo.

 

-Me tomé la libertad de ordenar algo mientras esperaba, pero también puedes hacerlo si deseas reponer algo de energía. Cuéntame, ¿nueva en Londres?

 

@@Sley

[Rose Black Lestrange]

Una nota se depositaba en sus manos ,pero lo cierto que ya se le hacia costumbre que la citaran así a algún encuentro sea de carácter urgente,amoroso,laboral,etc. Al abrir la nota ,luego de interrumpir su rutina diaria de ejercicio,sus ojos se tornaban brillosos,en ellos se reflejaba la alegría de ver la caligrafía de su madre solicitando su presencia en el café-book.

Requiem era su destino,una palabra en latín que sonaba en su cabeza del por que ,esa elección de su madre la cual no discutiría,cada quien era dueño de sus intenciones y deseos. Pero como simple lógica era mas que obvio que su gemela también seria parte de la reunión familiar ,encuentro que hacia falta hace mucho tiempo entre ambas como pacto de mediación donde su madre debería intervenir en pequeñas cuestiones que pasaban ambas gemelas en la relación que llegaba a calificarse extraña.

Sin mas contratiempos la joven que hacia minutos estaba en pleno entrenamiento ,rompía con el mismo para alistarse y acomodarse en su scotter, marcando luego su rumbo entre la corriente de aire fresco que acariciaba su cabello y sobre la tela de su deportivo rosa.

Requiem

Afuera del local la joven bruja dejaba su motocicleta mágica estacionada. Abriendo sus pasos dentro del local ,sin dudarlo reconocía voces que venían de uno de los pisos superiores entre ellas la dulce caricia que recibía con la vos de madre pero también la alegría que se llenaba en su pecho de escuchar a su hermana en un entretenido debate con un tercero que se hacia familiar ,consiguiendo en ella una sonrisa completa hasta saber que el tercero en cuestión se notaba fastidioso con su hermana, algo que jamas permitiría por que la persona con poder de hacerlo era solo ella y cuando lo deseaba.

Presente en piso correcto y detrás de los presentes la joven no se mide de intervenir como gran entrada -Deportes muggles sin duda lo mejor donde existe mas magia pura con una carga de encantamientos naturales capaces de provocar muchas reacciones con un toque de similitud a los encantamientos , por lo tanto no veo cual sea el pecado si hasta con magia se puede dar aun mas mejoras o no?-con una risa burlona se acerca mas para depositar un beso sobre la cabellera de su hermana y pasar directamente a abrazar a su madre aun sin esperara un gesto de ella pero susurrando a su oído.- Te extrañe mucho Madre-palabras profundas con una carga de emoción totalmente diferente a la joven que entro al principio.

@@Alegna Black @@Ashura Lestrange @

[Alegna Black]

La Voz cantante de una frase la hace mirar a su gemela y en ese momento rogo quedarse ciega, con el frio que hacia Rose se paseaba solo con un conjunto deportivo, a ella mucho no le hubiese molestado si no fuese ROSA. Un color que en opinión de la Black debería estar prohibido, agradece al menos que solo sea un beso el que recibe y ve como su hermanita pasa a saludar a Ashura.

 

-Rose en nombre de Merlín podrías al menos llevar una identificación que diga que no eres yo- ya se había olvidado por completo del pequeño mocoso que estaba a su lado robándole galletas y te- En serio o cámbiate el color de pelo o me lo cambio yo, no soporto verme así de atrevida

 

Parecía una mujer mojigata en algunas cuestiones y el solo hecho de pensar en cambiar su atuendo usual, vaqueros, chaqueta y zapatillas; la horrorizaba. Boqueo dos o tres veces más hasta que se desplomo en la silla vencida ya que ella nunca le haría caso es mas si era posible la fastidiaría enormemente. Tomo algo de té que de milagro David no le robo para calmarse, se sentó mas recta en la silla y el calor ya le ruborizaba las mejillas.

 

-Al menos apareces, no sabes lo que me cuesta llevar el negocio sola ni te has pasado por el castillo que decir de la mansión

 

No quería admitir que la había extrañado ella nunca lo diría, salvo que estuviese demasiado cómoda con los oyentes y conocer a su hermano, no la tenía en lo más mínimo cómoda, agarro su chaqueta y se levanto de la mesa esa tarde ya tenía suficientes sorpresas para ella.

 

-Nos vemos en casa- camino unos pasos saliendo de la cafetería

 

@ @@Rose Black Lestrange @@Ashura Lestrange

[Evedhiel]

El sol había decidido salir aquella mañana, y aunque sus rayos hacían el mejor de sus esfuerzos por calentar los huesos de Evedhiel, el continuo entrar y salir de las tiendas y sus calefacciones había cansado a la bruja.

 

Dirigió una mirada a las 4 bolsas que caragaba sobre sus manos y tendrían que haber sido 2 en su cabeza antes de salir de casa.Los dedos se le habían entumecido y cuando ya casi había decidido que era hora de volver se topo con un edificio que no recordaba haber visto antes. "Requiem"

 

El nombre no fue lo unico que le llamó la atención y pancartas en la puerta anunciando uno de los pintores que exponía aquel mes en el edificio captó su interes. La chica dió un golpe de varita haciendo desaparecer sus bolsas y decidió premiarse con un rato de arte.

 

Asií que dejó la calle a sus espaldas y sus pasos se encaminaron hacia la primera planta. E

 

A la entrada de este, un elfo recogió su abrigo y le tendió un panfleto con información sobre lo que iba a ver: "La ironía de las pesadillas" Leyó en su mente. Bansky, Maya Hayuk, Faith47 & Clare Rojas.

 

Evedhiel se sonrió parecía que aquella exposición la hubiesen preparado para ella.Los botones de su vestido de seda burdeos incluso parecían adaptarse a la tonalidad de la sala.

 

La habitacion había sido organizada de una manera bastante astuta. Grandes murales caían representando fachadas de edificios donde las obras de los artistas estaban expuestas. Al lado de estos enormes paneles, la descripcion detallada de ellas resonaba en tu cabeza si decidias pasar tu varita sobre el stand, a la vez que el nombre de obras relacionadas.

 

"Call an airstrike-B" era la primera a la derecha. La bruja se dirigió hacia ella mientras jugaba con sus cabellos cobrizos, expectante.

 

Que suerte la suya de haber dado con tan gratificante establecimiento.

Editado 4 de Marzo del 2018 por Evedhiel

[David Augustus Lestrange]

Se había ido del negocio instantes después que su hermana. El primer encuentro con la familia había estado bien, interesante, pero tenía cosas importantes que hacer. Era un día completamente diferente, sin embargo su destino volvía a ser el mismo, el negocio de su madre. Iba, además de para saludar si se encontraba allí, para ayudarla a atender el local y demostrar que era un buen hijo, posiblemente el mejor de todos los que tenía. Sólo necesitaba abrir los ojos para darse cuenta de que el joven tenía que ser su preferido.

 

Llegó al lugar ataviado con una sencilla túnica negra. En principio iba para ayudar, para trabajar, para mostrar interés por los negocios de su madre, así que no era necesario que se preparase demasiado. Paseó por la tienda de manera lenta, distraída. Aún recordaba lo que había dicho una de sus hermanas de los libros muggles, qué vergüenza que pudiera opinar cosas así. Negó con la cabeza mientras avanzaba esperando que nadie lo hubiera visto o pensaría que no estaba bien de la cabeza, que estaba como poco loco.

 

Subió a por un café y a por un par de galletas que se comió casi de inmediato. Dos galletas de chocolate que estaban deliciosas. Seguidamente bajó hasta la primera planta con el café en la mano esperando tener cuidado, esa planta estaba dedicada para exposiciones y no quería tropezar y acabar estropeando alguna de ellas porque le haría meterse en problemas. Es cierto que los problemas no le asustaban, de hecho tenía facilidad para buscarlos, estaba acostumbrado a estar en situaciones nada agradables cada dos por tres.

 

Pensó que podría ser una buena oportunidad para apreciar el arte e interesarse más por ese tema sobre el que sinceramente no tenía muchos conocimientos. Avanzó con lentitud pues no tenía prisa, tenía todo el día libre para hacer lo que le diera la gana. Decidió que comenzaría por la exposición que se encontraba a la derecha, cuando se dirigió hasta allá se dio cuenta de que no estaba solo, que había una mujer de cabellos cobrizos. Le gustaba hablar, también le gustaba molestar. No iba a dejar escapar la oportunidad de hacer al menos una de esas dos cosas.

 

—¿Qué? ¿Disfrutando del arte? —preguntó el castaño a un par de metros de distancia esperando que se diera por aludida. —No todo el mundo puede comprenderlo, es difícil para ciertas personas que sólo ven las obras pero no entienden su significado. —comentó como si fuese un experto.

 

 

 

 

@@Evedhiel