Transformaciones IV

[Matt Blackner]

Alcé la vista al cielo desde la ventana de mi habitación en la Potter Black. Era muy temprano, pero apenas había nubes en el cielo, a todas luces aquel día iba ser soleado. Un día de primavera genial, de eso podía estar seguro.

 

Además tenía clase en la academía, y después de la aventura conjunta con mi madre, tener una tranquila clase en solitario podía ser una buena idea. Y tenía pinta de que no tendría una clase demasiado concurrida, lo cual a veces era buena idea para qeu no se saliera todo de madre.

 

Asi que inicié mi rutina habitual, una ducha y a vestirse. Como haría calor, elegí un pantalón de color verde no demasiado grueso y una camisa de color amarillo claro a la que remangué las mangas sobre el codo.

 

Recogí mis cosas en la bolsa bandolera, y tras tomar un café y algo rápido de comer, desaparecí, directo a los terrenos de la academia. Alli el sol brillaba, al igual que había visto en casa. Sonreí satisfecho, mientras avanzaba con las manos en los bolsillos. No tardé en llegar a mi clase, unas gradas en los terrenos del lugar, cerca del lago, donde además, había una mesa para mi. Alli dejé mi bandolera y me senté sobre el tablero de la mesa para esperar a mis alumnos.

[Niko Uzumaki]

- Nuevo mes, nueva clase - Dijo Niko al salir del baño, el mes acababa de empezar y aunque sabía que era el día de las bromas, el inicio de las clases no sería una de dichas bromas. Al salir del baño, tomó su ropa y se cambió rápidamente, una pantalón delgado azul, una camiseta blanca y unos zapatos. Desde el interior de la casa de los Dumbledore se podía observar que haría calor.

 

- Joven Niko, la señorita Sally ya se ha ido - Niko gruñó al escuchar las palabras de su elfo, no podía creer que Sally lo hubiese abandonado aún cuando sabía que su destino era el mismo. Los dos se habían inscrito a la misma clase de conocimientos y esperaba que llegaran al tiempo - Bueno, ahora tengo que demostrarle que puedo llegar antes que ella - Dijo mientras miraba a su amigable elfo, la clase de transformaciones no necesitaba muchos elementos, simplemente guardó algunas de sus pociones en caso de resultar herido y por supuesto, sus amuletos de los libros.

 

- Creo que se me ha quitado el hambre - Agregó mientras bajaba por las escaleras, pero al imaginar la cara que tendría su elfo, decidió tomar una tajada de pan. Unos segundos después desapareció y su siguiente destino sería la Universidad, lugar en el que se desarrollaría su clase. Al menos no le había llegado una lechuza diciendo lo contrario, de hecho no le había llegado un mensaje diciendo que la clase empezaría, pero sabía que ese era el día indicado.

******

- Ahora se supone que debo adivinar en dónde está el profesor - Gruñó nuevamente, no sabía que las clases de Transformaciones ahora tenían un módulo sobre espionaje, sin duda habría sido muy útil una lechuza indicando el punto de encuentro. Solo esperaba ser más rápido que la matriarca de la Dumbledore, tenía que ganarle.

 

- Disculpen... ¿han visto a... al profesor de Transformaciones? - Ni siquiera sabía que el nombre de su profesor, pero esperaba que las elfinas que estaba interrogando tuvieran mucha más información que él - Sí, escuché que iba a estar cerca al lago - Dijo una de ellas, el Tonks sonrió y comenzó a caminar, conocía bastante bien el camino.

 

- He llegado - Pensó luego de caminar unos minutos por todos los terrenos de la Universidad. Podía ver unas gradas pero no lograba encontrar a su profesor, lentamente comenzó a caminar en dicha dirección, a medida que se acercaba comenzó a ver una mesa no muy grande y encima de ella un hombre que no conocía - Ese debe ser el profesor - Su mente siempre iba muy rápido, pero ya estaba acostumbrado.

 

- Buenos días. Mi nombre es Niko y espero estar en el lugar indicado, vengo a tomar la clase de Transformaciones - Su voz era demasiado suave y tranquila, estaba listo para su clase, sin duda era un tema muy interesante y que le ayudaría mucho a entender mejor otras cosas, incluyendo un mejor desarrollo de sus habilidades.

 

- Jum, le he ganado. Punto para Niko - Pensó, el profesor no tenía que saber que había estado compitiendo con su compañera para saber quién llegaría primero, aunque Sally tampoco lo sabía simplemente había salido antes que él.

[Sally Sigel]

Bostezó estirando sus brazos y quitandose así lo que le restaba de sueño. El sol había entrado por su ventana molestandole e interrumpiendo su sueño. Por un momento había pensado en darle la espalda y cobijarse de nuevo entre las sábanas para seguir durmiendo, al igual que su pequeño hijo que dormía placidamente a su lado. Pero entonces había recordado que ese día empezaría su nueva clase de conocimientos en el Ateneo.

 

Ciudando de no despertar a Percy entró al baño para darse una rápida ducha, luego se vistió y se peinó lo más rápido y silenciosamente que pudo y salió de su habitación. Al entrar en la cocina vio que los elfos aún estaban preparando el desayuno y en cuanto la vieron empezaron a acelerar todo para proporcionarle una pequeña porción de todo. Ella simplemente les sonrió y cuando Enriqueta le alcanzó su pastelito y una taza de café caliente la invitó a sentarse a su lado.

 

- Debo ir a una clase, dejé a Percy durmiendo, por favor cuidalo hasta que regrese. No creo tardar demasiado - le dijo tomando un poco de café de su taza. De alguna forma sentía que escapaba de él, pero lo cierto es que por más que lo quisiera no podía dejar de seguir avanzando y preparandose para cualquier infortunio.

 

Ni siquiera se había acordado de que Niko también iría a esa clase, así que poco después se fue. Al llegar a la sección del Ateneo se dio cuenta de que no sabía exactamente dónde se llevaría la clase así que tuvo que preguntar a la gente, algunos profesores e incluso alumnos, afortunadamente preguntando se llega a Roma y ella terminó llegando al lugar donde Matt y Niko ya se encontraban, cerca al lago.

 

- Buenos días - saludó sonriendo ligeramente mientras se acercaba a Niko que tenía una expresión triunfante en el rostro - Esta es la clase de transformaciones, ¿cierto? Soy Sally Anne Dumbledore - se presentó esperando las indicaciones del profesor.

[Matt Blackner]

Me entretuve jugando con una pequeña ficha de póker roja, haciéndola aparecer y desaparecer entre los dedos, pequeños trucos de habilidad mientras mis dos alumnos llegaban.

 

Y el primero en llegar fue el chico. Niko, vestido con camiseta blanca y pantalón azul no tardó demasiado en llegar. Incluso parecía satisfecho pues había sido el primero en llegar....y sospechaba qeu no tenía demasiado qeu ver conmigo.

 

Aunqeu no estuvimos demasiado a solas, puesto qeu una joven se nos acercó, también para tomar la clase. La espera había terminado, asi que me puse de pie, indicándoles las gradas, por si querían sentarse.

- Buenos días chicos, estáis en el lugar correcto. Soy Matt Blackner y vuestro profesor de transformaciones. - comencé.

 

No me gustaba demasiado hablar en público en realidad, y aun me sorprendía como era capaz de llevar las clases adelante...

- Bien, esta asignatura puede parecer muy fácil, pero requiere su práctica, y sobre todo, las ideas claras. Una de las claves de la transformación es tener perfectamente claro qué queremos transformar y su nuevo aspecto, ya qeu de no ser asi, podemos provocar errores. Tal vez un vaso con plumas o un ratón con letras parezca un fallo divertido, pero en otras ocasiones esos fallos pueden ser fatales.

 

Tomé aire para continuar. El siguiente paso, explicar los niveles de transformación.

- En la transformación existen tres niveles dependiendo de su dificultad: el más sencillo, el primero, consiste en transformar un objeto en otro diferente. En el segundo, un objeto inanimado pasa a ser un ser vivo, o al contrario. Y el tercero y más complicado consiste en transformar seres humanos. Esa es la mas complicada de las tres. De ahí tanto cuidado con los animagos, puesto qeu sin la preparación adecuada pueden sufrir daños irreparables. - comenté, recordando la conversación con Thomas, mi alumno del pasado mes.

 

Metí las manos en los bolsillos, mirándolos a los dos:

- Las leyes de Gamp se utilizan para definir los límites de la transformación. Son cinco, pero..podrían decirme alguna de ellas y en que consiste? - pregunté.

[Niko Uzumaki]

- ¿Tres niveles? - Pensó - Esto está muy interesante - El Tonks escuchaba atentamente al profesor mientras pensaba muchas cosas, no quería interrumpirlo con sus comentarios así que prefería mantenerlos en su cabeza, era mucho más adecuada de dicha forma - ¿Animagia? - Sabía que era una habilidad muy complicada pero algo sabía hacer.

 

- Bueno, al menos puedo hacer algo en el tercer nivel pero todavía no he logrado dominar bien dicha habilidad. Tengo que tomar el curso con la Arcana - Dijo en voz alta, estaba muy orgulloso de poder adoptar la forma de un animal pero sin duda sus conocimientos en transformaciones no eran muy amplios - Espero esto me pueda ayudar a controlarla un poco mejor - Agregó, la última vez que la había intentado utilizar no había salido muy bien.

 

El mundo de las transformaciones era muy complicado, el Tonks sabía que era un tema demasiado delicado y que no podía tomarlo con mucha prisa. Tener la mente en blanco y concentrarse en realizar una sola cosa, no era algo fácil para el joven mago pero tendría que esforzarse mucho para no fracasar en la clase.

 

No obstante, había leído muchos libros sobre los temas relacionados con transformaciones. Sabía que el conocimiento teórico le podría ayudar un poco, aunque en la teoría todo era muy fácil, lo complicado era poner los conocimientos en práctica. Su mente seguía divagando y pensando en muchas cosas, algo típico del Knight, pero el profesor hizo una pregunta que lo hizo regresar nuevamente a la clase.

 

- ¿Gamp? - Preguntó - He leído algunas cosas sobre él, en un libro decía que podemos hacer todo lo que queramos con la comida - Se detuvo un instante y siguió hablando - Podemos transformarla, multiplicarla, moverla de lugar, invocarla y todo lo que se nos ocurra. No obstante, hay una cosa que nunca vamos a poder realizar: aparecer comida de la nada. No es posible, o al menos ese ese el recuerdo que tengo - Quizás haber leído muchos libros había sido una gran idea, pero podía llevarlo a confundir los temas, esperaba que esta no fuera la ocasión.

 

 

[Matt Blackner]

Los dos me escuchaban con atención. Niko parecía un poco distraido, como si al tiempo qeu me escuchase estuviera pensando en sus cosas, sacando sus propias conclusiones de lo qeu decía. Aunqeu la animagia parecía llamarle la atención, y según dijo, tenía ciertas habilidades en aquel campo. Ahora yo tenía curiosidad por saber en que animal se tranformaría.

 

- Pues espero qeu esto te sirva, pues la verdad, para mi el tercer nivel es el más importante de dominar...especialmente en los animagos. Imagina que por cosas de la vida te ves en medio de una lucha entre bandos - oh si, bien sabía yo de aquello....y es que recién llegado a Ottery había pertenecido a la Orden. - Y debes salir de ahí para no resultar herido, por lo que utilizas tu habilidad como animago. Aqui, en la academia, es fácil. Estamos solos, tranquilos. Podemos poner la mente en blanco, visualizar y entrarnos en que nos transformaremos. Pero ahí, entre la tensión, tal vez con gritos de hechizos asesinos volando a tu alrededor y vete a saber que más, temiendo qeu uno de esos pueda ir contra ti, debes obtener ese mismo nivel de concentración. Una vez bien dominado puede parecer muy sencillo, pero nunca debemos confiarnos demasiado.

 

Esperaba que la clase estuviera resultando amena. Había hecho una pregunta acerca de las leyes de Gamp. Me había encontrado con gente qeu no tenía ni idea de ellas, y otras veces, con alumnos que casi parecían tenerlas grabadas en la mente.

 

Niko volvía a ser el primero en contestarme, explicando lo que había leido en un libro: la comida podía multiplicarse, convocarse...pero no crearla de la nada. Asentí satisfecho antes de tomar la palabra de nuevo.

- Exacto. La primera de las excepciones de las Leyes de Gamp: la comida. - tomé una piedra del escritorio, qeu había recogido en mi camino hacia las gradas. La mostré a los dos antes de apuntarle con la varita. - Morphos

 

Pasó de ser una simple piedra a una manzana de color rojo, brillante, que casi exigía qeu le diéramos un bocado. Se la tendí a Niko, para que pudiera observarla de cerca, al igual qeu Sally.

- Tiene buena pinta, verdad? tiene el aspecto de una manzana, pero si la mordemos nos encontraremos con....una piedra. Nos dará un corte de digestión, con suerte. Podemos transformar un objeto para que tenga el aspecto de la comida, pero eso jamás hará que sea comida. - dije, remarcando la última parte.

[Niko Uzumaki]

- ¿Lucha entre bandos? - Pensó, sin duda su profesor no era la persona indicada para hablar de esos temas. Y tampoco tenía planes de mostrar su forma animal en una batalla, claramente el Ministerio de Magia tenía un registro de todos los animagos y les quedaría muy fácil identificarlo, así que bajo ninguna circunstancia utilizaría su habilidad en medio de una batalla. En especial, no la animagia, quizás su metamorfomagia sí podría ser útil.

 

Luego, Matt siguió con su explicación de la primera de las excepciones de las Leyes de Gamp, agitó su varita para transformar una piedra en una manzana - Este truco lo he leído en un libro - Niko estaba seguro de lo que pasaría a continuación, rápidamente tomó la manzana que le entregó el profesor y la observó cuidadosamente. Si había entendido bien la excepción, aunque parecía una manzana, su interior seguía siendo el de una piedra.

 

- Entonces he entendido bastante bien - Su compañera de clase parecía no estar conectada con todo lo que estaba explicando el profesor. Aunque eso era bastante normal en ella, pero el Tonks no terminaba de acostumbrarse después de sus clases de los libros y de la del curso de Conocimiento de Maldiciones - Mejor la dejamos nuevamente el piso - Dijo mientras soltaba la manzana, al ser una piedra no habría ningún problema. Solo esperaba que no hubiese estudiantes ingenuos por el lugar, o tendrían una muy mala experiencia.

 

- Bueno, pero creo haber leído que hay más de una excepción. Si no son 4, son 5. Solo que no logro recordarlas todas. ¿Nos las puedes decir? - Niko había olvidado algunos de los textos que había leído en sus libros teóricos, pero seguramente Matt tenía todo mucho más claro y podría recordarle las otras excepciones.

[Sally Sigel]

Finalmente Matt se había presentado como su profesor de transformaciones, siguiendo su consejo tomó asiento en uno de los escalones mientras sacaba una libreta y un lápiz. Las explicaciones sobre los niveles y tipos de transformación empezaron por parte de su profesor y al igual que Niko se sintió bastante identificada respecto a la animagia, aunque ella tenía un poco más de experiencia con ese tipo de transformación sabía que siempre se tenía que tener cuidado al realizarla pues era bastante peligrosa.

 

Cuando el profesor preguntó sobre las leyes de Gamp se quedó pensativa, recordaba vagamente haber leído sobre ello hace bastantes años, la que se le vino a la mente primero fue la excepción respecto a la comida pero Niko se le adelantó. Lo miró discretamente, parecía muy ansioso con la clase y había cometido un error bastante singular, al menos en su percepción, al haberle hecho saber a Matt que practicaba la animagia.

 

Después de que mencionara todo aquello sobre una batalla mágica y el uso de la animagia para salir de aquel tipo de situaciones se alegró de no haberle dicho nada de que ella también era animaga, aunque como bien sabía Niko no era precisamente un secreto pero muy pocas personas le prestaban atención a aquel listado de animagos a menos que realmente les importara.

 

- Hmm... Si no me equivoco - empezó a decir cuando Niko preguntó sobre las otras cuatro leyes de Gamp - también hay excepciones respecto al dinero, el amor, la vida y... - no recordaba la última pero tras pensarlo un par de segundos la respuesta vino a su mente - la información o la sabiduria.

[Matt Blackner]

Niko dijo entender mis explicaciones, lo cual me alegraba, ya que algunas veces había llegado a oir qeu me explicaba tan bien como "un libro cerrado". Vi como dejaba la manzana en el suelo....tenía que acordarme de devolverla a su estado normal antes de marcharme a casa.

 

Sally reaccionó cuando Niko preguntó por el resto de excepciones. Fue enumerándolas: dinero, vida, amor y conocimiento.

- Asi es señorita Dumbledore. Podemos crear dinero, pero este desaparecerá al cabo de unas horas, y nunca tendrá un valor real como sucede con el oro leprechaun. Podemos usar pociones para crear una falsa sensación de amor, pero es eso, una ilusión qeu no sería duradera a menos que aplicáramos de forma regular esos mismos filtros y evitásemos qeu los efectos se disiparan, pero seguiría siendo una falsa ilusión. El conocimiento no puede implantarse, debemos adquirirlo mediante el estudio o las propias vivencias. Y en cuanto a la vida...es mejor dejar a nuestros muertos donde están. Los resultados nunca serían lo qeu esperamos.

 

Una vez acabadas las leyes de Gamp, iba siendo hora de empezar con los distintos hechizos.

- El movimiento de la varita es sencillo, describiendo un círculo en el sentido contrario de las agujas del reloj. Lo importante es eu debemos acompañarlo con la muñeca. - hice una demostración. Tomé de nuevo mi varita, y con un gesto simple, ligero, moví el brazo, un leve desplazamiento hacia la izquierda antes de desplazarme hacia la derecha, de forma ascendente para trazar el círculo

 

- El hechizo básico de la transformación es el Morphos. Seguramente lo habréis utilizado en alguna ocasión. Transforma objetos, ya sea en otros objetos o en animales, asi qeu puede utilizarse en los dos primeros niveles de transformación, pero solo sobre objetos, ya qeu no sirve para transformar animales. Para acabar con el efecto de cualquier hechizo en la transformación basta utilizar el finite

 

Me separé de la mesa, volviéndome hacia el lago antes de continuar.

- Pero hay hechizos concretos. En el primer nivel tenemos el duro que transforma cualquier objeto en piedra, Glisseo para que sean resbaladizos. Incarcifors hace que el objeto se transforme en una jaula, ideal para atrapar animales...o si se tercia...personas. Y con el Scribblifors haremos qeu los objetos se transformen en plumas. Cuanto más grande sea, más plumas obtendréis, es bastante útil si se te cae un piano sobre la cabeza.

 

Donde haríamos las prácticas? pues...

- Vamos a dar una vuelta dije mientras volvía a colgarme la mochila del hombro.

 

Esperaba qeu me siguieran. Caminamos durante un rato, adentrándonos en la academia. Atravesamos los pasillos donde se daban as distintas clases, pero yo buscaba una en concreto.

 

La de estudios muggles. Sabía que mi madre guardaba muchas cosas por alli. Asi qeu cerré la puerta una vez nos metimos dentro.

- Aquí tenéis un montón de objetos muggles. Al menos debéis transformar dos de ellos.

[Sally Sigel]

Escuchó atentamente a Matt mientras iba explicando las demás excepciones que ella había mencionado, asintiendo a cada palabra y recordando también como en muchas ocasiones logró comprobar cada una de aquellas situaciones aunque no todas por experiencia propia. Respecto a crear vida por alguna extraña razón recordó un experimento que había observado hace algunos días y que aún no lograba sacarse de la cabeza.

 

Agradeció enormemente que su profesor no se tomara pausas y se los llevara de allí para empezar a practicar con hechizos. Antes de marcharse, recordando algo que Niko había mencionado se giró hacia atrás y con un ligero movimiento de su varita murmuró Finite Incantatem rumbo a la manzana que volvió a tomar su forma original, el de una piedra.

 

Guardó su libreta, su lápiz y su varita y buscó en su bolsa un pequeño recipiente que contenía un par de manzanas y le ofreció una a Niko sonriendo con malicia - Es de verdad, ¿quieres? - ella se comió la otra mientras observaba a su alrededor, el ateneo era enorme y no creía que algún día terminara de conocerlo en su totalidad por más que se quedara algunos años cursando clases de conocimientos.

 

Matt los llevó a un aula desconocida donde había infinidad de objetos muggles, tras la indicación que les dio pudo entender porqué los había llevado hasta allí. Muchos de aquellos objetos le resultaban familiares y muchos otros bastante extraños. Tendría que transformar dos de ellos aplicando los hechizos que su profesor les había mencionado y aunque el que más usaba era el morphos no podía decidirse cuál de todos aquellos objetos utilizar y en qué convertirlos.

 

- Morphos - susurró realizando un ligero movimiento en el sentido contrario a las agujas del reloj, tal como Matt les había indicado, aunque ella casi lo hacía por costumbre ésta vez le puso atención a su movimiento con la varita. La plancha electrica a la que había apuntado tomó la forma de un pequeño gato negro con los ojos azules.

 

Sonrió al ver la réplica exacta de su gato Hajito que bajó del estante donde estaba cayendo de pie sobre el suelo. Se agachó cuando lo vio acercarse, recibiendolo con suaves caricias y levantandolo con una sola mano para confirmar lo liviano que era. Niko también parecía estar buscando el objeto adecuado y su profesor parecía expectante ante lo que harían.

 

- Mmm... Duro! - exclamó apuntando hacia un celular, al menos eso le pareció aquel aparato, probablemente fuera una calculadora pero en seguida tomó la pulida apariencia de una piedra calisa negra.