๑۩♚۩๑ Mansión Black Lestrange ๑۩♚۩๑ (MM B: 78195)

[Juliette Macnair]

¿Lo había oído bien? ¿Acaso él estaba enterado del dichoso reclutamiento que MACUSA hacía con sus inlsusos, enemigos más buscados? Su corazón dio un brinco esperanzado, con la, aunque pequeña, esperanza de que no estuviese sola en el barco. Sin embargo, en sus facciones, sólo se logró visualizar una pequeña sonrisa que se agrandó en cuanto intercambió esa complicidad que les caracterizaba, en cuanto a trapos sucios del pasado.

 

⸺ ¿Volverías a confiar en ellos? ⸺ murmuró con suavidad mientras agarraba la copa con jugo de arándanos nuevamente entre sus dedos, dirigiendo su verdosa mirada a los grises de su amigo, buscando con cierta desesperación leer su mente aunque aquello le resultase imposible en su estado.⸺ Eras bueno cazando, como todo un halcón... ⸺ animal característico de los Estados Unidos, y además, el pequeño código que entre agentes usaban, había mucho más por supuesto, pero no revelaría nada si el terreno que pisaba no era seguro.⸺ bueno, ya sabes como son ellos, todo es por el bien mayor, aunque nieguen de quien vinieron aquellas palabras.

 

Alzó una de sus cejas sutilmente, casi como si se burlara de lo antes dicho, y es que era así.

 

Cada individuo que trabajaba para el corazón del MACUSA se excusaba con que los tiempos cambiaban constantemente y que eran ellos, los indicados de ordenar todo el caos ocurrido en el mundo. Mismo discurso, diferentes formas de decirlo.

 

Volvió a acercarse a él, sentándose esta vez en un sofá más cercano al mago, bebió un sorbo de su líquido y luego de dejar la copa reposar segura sobre la mesa, acercó sus frías manos a las del hombre para poder tomar las contrarias y presionarlas con cariño. Realmente agradecía sus palabras y la confianza que depositaba en ella, aunque los años hayan hecho de las suyas, ellos seguirían fuertes como en cualquier batalla. Era una de las cosas que le agradaban de él, además de sus extravagantes hechizos en la vestimenta, esa personalidad tan extraña y dispuesta a ayudarla.

 

⸺ Iniciamos ahora... ⸺ murmuró con convicción, deteniendo su mirada en la del mago, mientras deslizaba las yemas de sus dedos a su propia muñeca, para dejar ver una marca característica en el costado de la misma; al igual que la Marca Tenebrosa, esta tenía sus pequeños pero nada modestos trucos, sólo era visible entre miembros electos de la organización.⸺ justo ahora.

 

 

 

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[Alegna Black]

Pocos pasos había avanzado por el vestíbulo del que antes recorría con los ojos cerrados, cuando unas palabras hacia su persona detuvieron su marcha, esa voz hacía tiempo no la escuchaba y hasta no oírla en esa ocasión no se dio cuenta de lo que extraño a la asiática. Giro lentamente para posar sus orbes verdes en los de su madre. La incertidumbre se notaba en su mirar y la peli violeta sonrió ante lo evidente de su afirmación.

 

Aunque cuando se marcho no llevaba un trato cercano hacia ella, los pocos momentos eran un gran regalo de la vida, su madre sabía lo que amaba su cabello largo y verlo tan corto debería desconcertarla demasiado.

 

-Buenas noches Madre, esto solo un percance en Noruega- paso sus dedos por su nuca restándole importancia al cambio drástico de su imagen.

 

-La casa muy movida como de costumbre- pues a lo lejos se escuchaba el murmullo de los habitantes -¿aun hay cabida para una ermitaña y anti-social como yo?

 

Acorto la distancia que las separaba y envolvió a su madre en un abrazo que expresaba todo lo que la extrañaba y quería, Alegna no era demostrativa con palabras aunque sus gestos decían más de los que las palabras podían transmitir.

 

@@Ashura Lestrange @@Rose Black Lestrange

[Dennis Delacour]

Lo que menos había pasado por la mente de la Delacour era volver a pisar los terrenos de la familia Black Lestrange, la última vez que había estado en aquel lugar se debió a asuntos del ministerio cuando trabajaba en la oficina del ministro y saw y junto con su madre y en ese tiempo su directora estaban presentes para atestiguar la unión de uno de los miembros de la familia. Pero el tiempo corre sin darnos cuenta y eso hace que muchas situaciones cambien, ahora su prima era la esposa de un Black Lestrange también y a pesar de lo que la ojiazul pudo pensar en su momento había comenzado a llevarse bien con algunos miembros de aquella familia a pesar que solo se habían cruzado un par de veces en el ateneo de la universidad o en alguno que otro evento. Ahora ella era una invitada por esos motivos a aquella casa familiar, aunque igual tampoco es que pensara abusar de aquella situación y permanecer todos los días en el lugar, pero dado que ese día estaba en los alrededores decidió pasar a saludar.

 

Mientras cruzaba aquella verja negra ubicada sobre pilares de ladrillos no podía evitar admirar el vasto terreno que se alzaba ante sus ojos, una de las ventajas de vivir en aquella zona era la posibilidad de estar rodeados de bosques y una paz que no daba la ciudad, tal vez por eso también amaba su hogar con las infinitas posibilidades que le daban el alejarse del mundo cada vez que quería.

 

Continuó su paso por hasta que a lo lejos diviso la casona que parecía estar custodiada por álamos a su alrededor, una hermosa zona boscosa que se extendía más allá de la misma. Sus pasos curiosos se desviaron del camino hacía la entrada rodeando el lugar, recordaba que el jardín era hermoso aunque no pudieron estar mucho tiempo el día de aquella boda porque debieron atravesar un portal a otro sitio, así que antes de tocar la puerta prefirió dar una vuelta esperando eso no molestara a los dueños de casa.

 

Un sendero de piedras la llevó hasta la orilla de un hermoso lago, definitivamente esa era una vista para apreciar en todo su esplendor, la Delacour siempre había sabido apreciar aquellos paisajes, motivo por el cual siempre se perdía un poco del mundo cuando salia a correr en las mañanas, el tiempo se le pasaba contemplando el horizonte rodeado de colores y vegetación pero eso siempre le ayudaba a relajarse.

 

Se sentó cerca de la orilla tomándose su tiempo, esperaba que tal vez su prima estuviera en casa y tener con quien conversar ya que aunque tenía una relación cordial con los demás aún le costaba un poco tener la confianza suficiente para entablar conversaciones de cualquier tipo, en caso de que no hubiera nadie en la mansión al menos había podido disfrutar de aquella vista así que para nada había sido un día perdido.

[Mia.]

El día por fin estaba llegando a su fin, no sabía cómo era posible que aún se mantuviera en pie. Demasiado desgaste físico y mental, este último producido por todo el cúmulo de emociones que se habían hecho presentes desde la noche anterior en la ceremonia, durante el despertar y posteriormente en el desayuno, eso sin contar la pequeña entrevista que habían sostenido con su hermana, ¿qué locura era todo aquello? No lo sabía, porque parecía una película de locos, pero dentro de poco terminaría, estaba segura.

Así que manteniendo aún unos minutos la conversación con la Macnair, se relajó y permitió comentarle algunos detalles que la tenían preocupada y a la vez, ocupada. Quería de sus servicios para realizar una visita al banco, así que esperaba poder contar con ella y de no ser posible, pues al menos había revelado sus intenciones y permitiendo que cosas más triviales comenzaran a fluir entre sus labios, hasta llegar a un punto totalmente cómodo, en el cual el intercambio de actualización de su vida personal era el punto central y el más importante de ese momento.

Por lo que en cuanto León se unió a ellas, le regaló una sonrisa y continuó hablando hasta que escuchó su pregunta.

—Amber es la hija de Arya, nació hace algunos años… pero la última vez que recuerdo haberla visto era una pequeña niña —respondió con tranquilidad—. Ahora mismo deberá tener unos 18 o 19 años, ¿cómo es que pasa tan rápido el tiempo, no? —completó haciendo referencia a los muchísimos años que él se había ido y que parecían no haber transcurrido.

Tras aquella pequeña charla, su hermana se despidió y abandonó la casona, dejándolos nuevamente solos, así que dedicándole una sonrisa le indicó que era momento de regresar a sus aposentos para descansar o al menos eso era lo que pretendía, porque el cansancio era cada vez más palpable en su rostro, con ojeras y sus ojos verdes perdiendo el brillo que usualmente la caracterizaba.

En cuanto estuvo en su habitación, estuvo tentada a pedir que fuera hasta allí, pero al ver que le habían asignado una al costado de la suya, negó con lentitud y salió de la propia para entrar a la de su novio y allí, se acercó a la cama, para acostarse sobre ella y esperar a que el llegara, quería sentirlo cerca, al menos de momento, porque estaba demasiado cansada y sabía que aún había detalles que tendrían que tatar.

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La noche había transcurrido más rápido de lo que a la Black Lestrange le hubiese gustado. Se sentía cansada a pesar de haber dormido al menos unas 10 horas, su cuerpo físicamente dolía y eso era solamente producto de Rusalka, estaba completamente convencida que haber perdido el control o estado a punto de perderlo no había sido buena idea, pero nada podía hacer, al menos no de momento, así que al hacer un sondeo mental, supo que estaba mucho más tranquila después de todo lo que había ocurrido y eso ayudaría a mantenerse en pie durante el día.

Viendo como León continuaba dormido, no quiso despertarlo así que abandonó la cama y se encaminó hasta su habitación. Una vez allí, fue hasta su ducha y comenzó con su ritual matutino, aquella que solía realizar cada día, logrando que la tensión de su cuerpo comenzará a irse lentamente y eso le permitiera continuar con las actividades que tenía pensadas para aquel día. Tendría que acudir al banco y posteriormente, ir a Hogwarts para terminar de planear la clase con Nathan, compañero con el que estaba segura se embarcaría en alguna expedición.

Así que caminando lentamente por el camino empedrado, se dirigió sin saberlo realmente porque hasta la orilla del lago, en donde vio sentada en una banca a la directora de la oficina del ministro, ¿qué estaría haciendo allí? ¿alguien había solicitado sus servicios para una boda clandestina? ¿o quizás un divorcio? No estaba del todo segura, así que tomando la decisión de acercarse hasta ella, inhaló profundamente y dirigió sus pasos hasta allí.

—Señorita Delacour, bienvenida a la mansión Black Lestrange.—soltó mirándola con una sonrisa en los labios— ¿Qué la trae por aquí? ¿puedo hacer algo por usted? —preguntó intentando parecer tranquila y amable, pero era algo que no solía hacer todo el tiempo, así que obviamente eso se reflejaba en sus movimientos y sus facciones, que parecían un poco duras, aunque no fuera realmente de ese modo.

Esperando una respuesta, olvidó por unos segundos cuáles eran sus planes para el día y se centro en su inesperada visita.

[Dennis Delacour]

Miles de cosas pasaban por la mente de La Delacour en ese instante, aquellos espacios tranquilos siempre le servían para hilar ideas y organizar pensamientos sobre todo cuando su cabeza solía ser un caos ya que manejar a veces tantos aspectos diferentes en su vida era algo complicado. Se había perdido tanto en sus pensamientos que no supo cuánto realmente de tiempo había transcurrido desde su llegada a esa parte de los terrenos de la familia hasta que una voz la sacó de su ensimismamiento y por acto reflejo se puso de pie de inmediato al ver la figura de la matriarca Black Lestrange frente a ella.

 

Si bien era cierto que este era su hogar nunca le había gustado ser tomada por sorpresa, preferís darse cuenta cuando alguien se aproximaba, tal vez era una forma de defensa que había creado desde que habían entrado al bando. Siempre en alerta permanente porque los peligros a veces podían aparecer cuando menos lo esperaba pero como su subconsciente le decía en este caso ella era la que estaba en un terreno que no era el suyo.

 

- Señorita Black Lestrange un gusto volver a verla. Disculpe mi intromisión en sus terrenos, venía simplemente en plan de visita pero creo que me he dejado llevar por el paisaje alrededor y me perdí tanto de rumbo como en tiempo - dijo en un tono amable. Claro era obvio que pensara que el primer motivo de su presencia debía ser a nivel ministerial ya que era donde más se habían cruzado. Tal vez no recordará que era prima de Kaori la esposa de uno de sus familiares así que eso podía explicar la sorpresa.

 

- Lamento si tal vez llegue de forma inoportuna solo que estaba cerca de aquí y pensé en saludar a Kaori o los miembros de la familia presentes - dijo con marcada educación. Ya había estado rondando aquella propiedad como si fuera algo suyo y lo que menos quería era que la familia política de su prima pensara que era alguien que se tomaba atribuciones que no le correspondían, como dar una caminata por la orilla de aquel lago como lo había estado haciendo cuando recién llegó.

 

Esperaba no haber molestado, las expresiones de la Black Lestrange no le permitían leer más allá, se le veía algo seria así que espero por lo que tuviera que decir. Ojalá Kao estuviera cerca por si había hecho enojar a la matriarca de la familia.

[Ashura Lestrange]

En el lago con Mia y Dennis

 

Recargada sobre un árbol a las orillas del lago realizaba su lectura acostumbrada de todas las noches con la única luz que le ofrecía la naturaleza para seguir con su tarea: la de la luna. Sus ojos pasaban de izquierda a derecha presurosos queriendo irremediablemente deborar el libro que yacía en su regazo. Al menos la lectura lograba que sus pensamientos se mantuvieran tranuilos y sin movimientos bruscos y turbios. Había aprovechado las novedades de la reforma para regresar un tiempo a la mansión y descansar un poco y tal vez pasar un tiempo en familia, que por cuestiones laborales no había podido llevarlo a cabo. Terminó una página y sus oídos le permitieron gozar del sonido del roce de sus dedos contra las hojas. Todo aquella noche parecía tranquilo, sin preocupaciones ni molestias hasta que un par de figuras humanas llamaron su atención. Una de ellas era lo bastante familiar para ella como para distinguierla desde las lejanías, pero la otra era desconocida lo que despertó cierta curiosidad en ir a investigar de quien se trataba.

 

Cerró el libro y lo guardó en el bolso que llevaba siempre que salía al lago a despejarse un poco. Se acercó tranquilamente a las dos figuras con suma tranquilidad.

 

—Hola madre— Se acercó a Mia dándole un beso en la mejilla mientras se incorporaba para darle la cara a la invitada de su madre.

 

—¿Nos conocemos? Creo que te h visto en alguna parte— Dijo mientras observaba con detenimiento a Dennis, sin detenerse a pensar si la incomodaba o no.

[Mia.]

Al parecer había conseguido su cometido, porque había sorprendido a la Delacour, quien dejo a la vista que no le gustaba mucho ser encontrada así. Así que sin poder evitarlo, al ser su rostro preocupado soltó una pequeña risotada, ¿era la imagen que tenían todos de ella? ¿Qué siempre se enojaría por cualquier detalle? Era posible, siendo profesora era la que proyectaba y disfrutaba de hacerlo, pero no en esos momentos. Porque, estaba en su casa y no había nada que ocultar, otra pequeña ventaja de no pertenecer más a la marca tenebrosa.

—Puedes llamarme Mia, estamos en una conversación informal. —pidió la Black Lestrange, mientras se dejaba hacer a un costado de la banca— ¿Te gustan los lagos y los bosques? Debo admitir, que estos son mis favoritos y siempre que necesito pensar o relajarme, son mi sitio elegido.

Compartir con la recién llegada algunos de los detalles de sus gustos, le ayudarían a quitar aquella cara de susto que tenía. Por lo que con tranquilidad esperó su respuesta y proceso la información que le estaba otorgando, claro tenía que ser familia de Kaori, no por nada compartían el mismo apellido, tras esa revelación mental que había tenido, asintió y notó la presencia de su hija Ashura, a la cual tenía cierto tiempo sin ver, así que le alegró sobremanera, porque por unos meses pensó que volvería a recluirse en Japón y que demoraría más en volver a Londres.

—Hola cariño, es todo un placer verte por aquí… —saludó con un beso a su hija y un rápido abrazo— ¿Cómo has estado? ¿Te quedarás una temporada? —añadió mirando a su primogénita y esperando obtener alguna respuesta.

Sabía que nunca había sido una madre muy presente en la vida de sus hijos, pero a todos los amaba y quería lo mejor para ellos, quizás lo único que lamentaba era haber sido madre a tan temprana edad, porque eso le impidió demostrárselos más allá de una buena educación y una familia respetada a la cual acudir. Con esos pensamientos, se quedó en silencio, escuchando el intercambio de palabras entre Ashura y Dennis.

[Dennis Delacour]

La ojiazul estaba a la expectativa de lo que pudiera decir la dueña de casa, realmente estaría en su derecho si se enojaba por estar en sus terrenos como si nada así que no podía evitar un poco estar con una expresión de ligera preocupación aunque intentaba disimular bien esa sensación. Pero la verdad es que cuando la Black Lestrange dejó escapar su risa se relajo bastante porque por lo visto no se había molestado.

 

Escuchaba las palabras de la rubia, - entonces puedes llamarme Dennis, así estaremos a la par Mia. - dijo escuchando posteriormente las preguntas de la matriarca mientras se ubicaba a un lado de la banca.

 

- me declaró culpable, creo que por eso perdí la noción del tiempo y olvidé el motivo principal de mi presencia que era el de una visita al hogar y no solo perderme en los paisajes - dijo para luego asentir a lo que significaba ese sitio para la Black Lestrange. La Delacour también encontraba de mucha ayuda a la hora de despejar su mente esa clase de sitios, eran como un escape del mundo y sus presiones.

 

De pronto la conversación se vio interrumpida por la llegada de una joven que resultó ser la hija de Mia, la verdad no sabía que la directora del banco tuviera hijos. Realmente a veces se sorprendía de lo poco que conocía a la gente de la zona con la cual tenía más contacto. Pero eso se debía a su negativa a A investigar sus vidas, prefería cuando las personas por propia decisión le hablaban de su vida de resto consideraba todo como una invasión a su privacidad.

 

Después de aquel saludo la joven le preguntó si se conocían mirándola fijamente. - No creo que he tenido el gusto. Mi nombre es Dennis Delacour Rambaldi - saludo al tiempo que extendía la mano como saludo. Paso de estar perdida admirando el lago a quedar en medio de una visita familiar, tal vez de esa forma pudiera conocer algo sobre la nueva familia de su prima.

[Mia.]

La tensión del cuerpo de Dennis se estaba disipando, ¿eso era algo bueno? Posiblemente, porque a ciencia cierta, la Black Lestrange poco o nada había entendido porque se sentía intimidada, al menos en su presencia. Sabía que tenía cierta fama, pero intentaba siempre mostrarse amable con las personas y más, por su puesto como directora del Banco Mágico de Gringotts, puesto que desempeñaba con dedicación desde hacía algunos años.

 

—Claro Dennis, aunque me podría llegar a costar un poco de trabajo. —admitió sin problemas, algo que en realidad no era tan cierto, pero que quizás justificaría o disminuiría aún más el nerviosismo de la Delacour.— ¿Conoces de cerca los jardines y el bosque de la familia?

 

Sus palabras tenían la intención de continuar conversando con ella, mientras esperaba que su hija le diese alguna respuesta. Puesto que tenía algo importante que contarle y ahora que estaba Dennis en aquel sitio, quizás también podía ayudarla a brindarle información o la información que requería, porque comprometerse no era un paso fácil, así que tampoco lo serían la realización de todos los trámites en el Ministerio de Magia.

 

— ¿Quieren ir a dar un pequeño paseo por el bosque? Están algunas de mis criaturas y seguramente también las de algunos de los miembros de la familia. —confesó.

 

Esperando que así fuese, porque tenía muchísimos meses que no preguntaba y mucho menos sabía siquiera del paradero de sus animales, a los cuales había adquirido en un arranque ambientalista extraño que la poseyó, porque ciertamente no eran criaturas que le agradaran y mucho menos que le despertaran un interés genuino.

[Ashura Lestrange]

—Es un placer conocerte Dennis — Le dedico una delicada reverencia en señal de respeto hacia su persona. Por sus genes, cultura y educación era algo que ya tenía registrado en su sistema. Sus ojos rasgados estudiaban cautelosamente a la joven, esperando no inquietar a la visitante de su madre. Mientras que la propuesta de Mia logró que apartara la mirada de Dennis para ponerle atención en su totalidad.

 

— Me parece una excelente propuesta madre, tengo tiempo que no recorro el bosque de la mansión — Dijo mientras se ajustaba su larga cabellera negra en una coleta. Había regresado hace poco tiempo a la mansión y quería pasar un tiempo con su madre, cosa que no realizaba muy amenudo. Asi que no le incomodaba en absoluto la presencia de Dennis. Igualmente era una oportunidad de conocer a alguna persona en común con su madre fuera de su trabajo y de la familia.

 

— Espero que no sea un atrevimiento de mi parte Dennis pero ¿Laboras dentro del el ministerio? creo que tengo una ligera impresión de tener registro de tu nombre en mi memoria. He pasado por varios departamentos asi que, puede que solo sea una casualidad o confusión mía — Esperó la respuesta de la joven, no sabía porqué pero tenía la clara impresión de haber visto su rostro antes. Pero no recordaba dónde exactamente.