La Desaparición de Lady Camenberg

[Galery Grindelwald Malfoy]

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Puerta B

 

Que ocasión menos oportuna para recordar tan vividamente hechos del pasado, episodios tan tortuosos como aquel cuando duro varias horas con el cuerpo sin vida de su elfo, en esa cueva oscura y fría abrazada únicamente por la oscuridad y el silencio, desprotegida y sin una varita, pues en el ataque de los licanes y el heroico acto de su alfo para salvarla, la varita se había partido en dos, por eso es que la Grindelwald poseía ahora dos varitas; su respiración fue tomando un ritmo mas acompasado y tranquilo, pero a pesar de ello las perlas cristalinas de su frente ya recorrían el largo trecho de su rostro hacia el piso, sudaba copiosamente por la rareza del oxigeno y por el calor que apabullaba y adormecía sus sentidos.

 

Aun con los ojos cerrados podía percibir el intenso brillo azul que despedía su varita, este ejercía un poder tranquilizante en su espíritu, pues pese a estar en una situación muy estresante para ella, la apaciguaba la seguridad de saber que poseía su magia y que estaba a salvo mientras la tuviera en su mano, inconscientemente aferraba con mas fuerza el mango de titanio labrado que tenia su varita como empuñadura, como si esta fuese una mano de un amigo que estaba ahi para guarecerla de cualquier eventualidad.

 

Sin embargo noto que poco a poco la luz de la varita desaparecía - lumus - volvió a susurrar, mas nada paso - lumus!! - dijo en voz alta y firme, pero nada paso - lumus maxima!! - pronuncio con tanta energía que su voz lastimo sus oídos, pero nada pasaba aun, se quedo aturdida por unos momentos, estaba completamente a oscuras en un lugar donde no había regreso y sin el poder de su magia, estaba perdida y sola, pues no escuchaba a los demás; Galery tenia la esperanza de que algún Slytherin hubiera entrado después de los demás, pero seguramente la puerta se cerro con ella sola ahí en ese laberinto sin sentido.

 

Estaba a punto de gritar para pedir auxilio, pero algo dentro de ella la detuvo, porque iba a gritar por ayuda? Cuando había hecho eso? Jamas! Ni aun en las situaciones mas adversas, después de todo de que le había servido ser prácticamente ciega por tantos años? Se pregunto a si misma en medio de aquella desolada oscuridad. Se tranquilizo y recordó todo lo que había aprendido en su niñez, cerro los ojos y empezó a recorrer el camino sosteniendo su varita, empezó a silbar al frente, a la derecha y a la izquierda, el rebote del sonido a sus costados era instantáneo, no así el del frente, por ahí continuo avanzando.

 

Después de varios metros empezó a notar la pureza del oxigeno, sus manos empezaron a palpar la tersura fresca de un piso firme y limpio, y poco a poco pudo notar la luz atraves de sus parpados, extendió sus brazos a los costados y ya no estaba dentro del angosto pasadizo lleno de fango y criaturas viscosas, lentamente el recinto fue cobrando forma, y ella se puso de pie lentamente, aspiro profundamente al mismo tiempo que abría sus ojos, estaba fuera del camino estrecho y dentro de una habitación iluminada, busco infructuosamente el agujero por donde salido, pero no lo encontró, de nuevo se había sellado otra salida.

 

- ¿y ahora? hacia donde? - susurro intrigada mientras sacudía su varita, realizo una simple floritura para hacer flotar unas hojas sobre un viejo escritorio, quería averiguar si su magia había regresado.

 

 

@ @ @ @Alisha @@Aleister Crowley @@Alyssa Black Triviani

[Emipuchucha]

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El pasillo cada vez se tornaba más desagradable, estrecho y húmedo, golpeándome con @@Aleister Crowley y una chica que se sumó al grupo (@Alishya) hasta que una luz nos llegó a nosotros adelante nuestro y seguimos por ahí.

 

Llegamos a una nueva habitación al traspasar la centelleante luz blanca, se prendieron una fila de antorchas revelando el aspecto viejo que contenía: ladrillos de piedra con algunas enredaderas dando la sensación de estar parado en el tiempo, piso con colores de ajedrez y techo bien alto que parecía perderse en el infinito. Toda la habitación tenía una magia muy poderosa que se notaba en el aire, y más que concentrarse en mi grupo de alumnos de la casa Gryffindor y yo, venía del espejo ubicado en el medio de la habitación.

 

El espejo hechizado tenía un marco elegante de bronce con unas runas inscriptas en él, el vidrio del espejo estaba manchado de moho y ninguno de los tres nos reflejábamos en el espejo.

 

- Soy el que tiene las respuestas que no desean conocer, soy la entrada para el camino que quieren recorrer, pero para poder pasar antes los deberé probar… Para poder pasar y encontrar lo que buscan primero deberán poder verse a través de mí, pero atención que yo solo reflejo la más pura de las verdades y nada más. – Ese era el siguiente acertijo recitado por una voz incorpórea que nos rodeó ni bien avanzamos unos pasos hacia el espejo mágico.

 

Escuché la sugerencia de Alishya, la chica de pelo celeste preocupada por resolver el acertijo.

 

- Si este espejo revela la más pura verdad, debe ser algo que ocultamos en lo más profundo de nuestros corazones y almas, algo tan revelador que puede hacernos volar la cabeza. Puede que nos revele lo que realmente somos y que ninguno se le ocurrió que podría ser lo que se reflejaría en el espejo – Miré bien la frase pero no podía descifrar el contenido de la leyenda – El espejo de Osed revela nuestro deseo más profundo pero no puede ser ese espejo que mencioné porque las letras son diferentes y no están en caracteres latinos en este caso. Deseo-Verdad… Secreto revelado… ¿Además cuántos espejos mágicos existen en el mundo? Seguro muchos y cada uno hechizado con una función diferente. Desconozco si dicho hechizo es provocado por el mago creador o por el material del espejo mutándose a un espejo mágico –

 

Suspiré después de haber hablado de a montones.

 

- Si la sinceridad es la respuesta, Alishya, los tres debemos demostrar al espejo que nos muestre lo que nos vaya a mostrar sin miedo y para ello debemos estar sincronizados, sincronizada nuestra sinceridad, si no lo hacemos al mismo tiempo no será efectivo. Si la segunda opción es la verdad, deberíamos pasar uno a uno frente al espejo o buscar otra manera que haga efecto... o los tres al mismo tiempo. Es cuestión de probar. –

 

Miré a mis dos compañeros.

 

- ¿Quien cree que alguno de nosotros tres oculta algo en lo más profundo de su corazón? Algo bien sospechoso, piensen chicos –

 

Me quedé mirándolos esperando alguna respuesta.

 

@@Aleister Crowley @Alishya

Editado 12 de Agosto del 2016 por Emipuchucha

[Anthony R. Dracony M.]

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Seguíamos caminando para que con el movimiento generáramos calor en contra un tanto del frío, pensaba que era extraño pero no imposible, di algunos pasos más lentos pues me venían algunos pensamientos sobre los peligros que había tenido que afrontar y esperaba que aquella experiencia fuese útil, un raro sonido produjo una de las baldosas que pise y varias cosas ocurrieron de pronto, gire a ver a Shena quien grito: ¡Cuidado! y la vi caer, me incline a su lado para enterarme que había ocurrido ella me pedía ayuda la que le brinde y sentí como una parte del camino se movía primero como si se hundiera luego se abría y levantaba como un puente levadizo.

 

Con rapidez alce mi varita y conjure tres cuerdas -- Incarcereus! -- Ate aquellas a la orilla de ese trozo de camino, sostenía a Shena y le pedí -- ¡¡Sujetate fuerte y sube!! ¡Darius vamos arriba antes de que se mueva de nuevo! Yo tome el otro extremo y comencé la subida, el peligro podía se que cayéramos a aquel vacío debajo de nosotros, miraba a Shena recién atendida, la escalada era difícil pero nos empeñamos en ella.

 

Al llegar arriba parecía esta una resbaladilla, ¿porque no? solo que la voz de Darius nos alerto: ¡Miren eso! ¡Es un dragón de hielo!

[Thoth]

-Es un dragón.

 

Su cara se puso más pálida y se cae desmayado, no era por el miedo al dragón, dado que esa creatura le fascinaba, pero antes de caerse el dragón soplo y envolvió al egipcio un fina capa helada, su temperatura bajaba, cada segundo la vida del joven se encontraba en riesgo. La fiera creatura era la que producía la baja temperatura, según los rumores era una extraña especie de dragón, que provenía del mismo lugar que el fénix de hielo, una creatura subastada hace tiempo, al menos eso supo el egipcio, ya que codiciaba a la misma por la rara que era.

 

Al caer la varita del mago, quedaba un hechizo, el mismo fue meditado por el mago, este era extraño, era o fue invocar dos serpientes de fuego de menor tamaño, no era magia tenebrosa, tampoco era común, aquellas serpientes al parecer tenían la orden únicamente de arder y nada más, ante esa onda de calor el drago se comenzó a debilitar, pero aún así puso su mirada ante el inofensivo mago capturado, sería cosa del Tonks y su compañera, sacarle o dejarle morir, sería cuestión de minutos la muerte del mismo, ahora el mago era una carga pesada. Las dos serpientes simplemente evitaban que los dos compañeros del mago sufriera los efectos del mismo, pero no era suficiente calor para eliminar al dragón, pero si al menos controlarlo.

 

¿Pero quién de los dos estudiantes sería capaz? ¿Sería acaso la chica de Ravenclaw? ¿El chico con su experiencia? Pero mientras que lo hacían las serpientes de fuego desaparecen y varita del mago se quiebra, al parecer había abusado de su poder. Por lo que sería más que inútil ese objeto mágico.

 

Off

Dado a la fecha, prefiero hacer esto :´p suerte chicos. @

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Nuestro caminar era pausado, yo tenía menos afectación por lograr expedir llamas que me calentaban, el frío era bastante y una fina capa de hielo se notaba en el piso, las miraba mientras avanzaba cerca de su izquierda del ojimiel, los segundos se deslizaron en cámara lenta para mi persepción: Antoni piso una baldosa y algo como una trampa se acciono y algo vi horrorizada al levantar la vista y me interpuse entre aquellas afiladas astillas de hielo que iban hacia Antoni, estas me atravesaron una pierna y la espalda.

 

--Oh rayos! Antoni ayudame...-- No perdió tiempo, se inclinó junto a mi y lo vi como con un pase de su varita desaparecio aquellas astillas usando un evanesco, luego un par de episkey y estube bien, solo que las cosas cambiaron de repente.

 

Literalmente el camino bajo nuestros pies se desplazo para accender co rapidez Antoni conjuro unas gruesas cuerdas que sujeto del mismo camino y logramos sujetarnos a ellas mientras ese tramo de camino se levantaba como un puente levadizo.

 

Mi curiosidad me hizo mirar hacia abajo mientras Antoni me pedia que me sujetará fuerte y subierá por la cuerda...aquel parecía un vacío infernal, muy oscuro que no se veía fondo, solo faltaba el fuego para ser demencial. Seguí la indicación de Antoni y trepe por la cuerda, ayudandome con los pies cusndo hubo piedra donde hacer palanca y pude subir hasta arriba, afortunamente los tres lo logramos pero el peligro no había pasado.

 

El compañero Darius expresaba alarmado antes de caer al suelo:

 

--Es un dragón.

 

La chica castaña miro al peliverde y luego al pelinegro...que paso? Que le ocurrió a Darius? Vio a las serpientes de fuego y después noto que estas actuaban como un escudo ante aquel extraño y raro dragón...

 

Sonrió al ojimiel y le guiño el ojo antes de decir con una sorisa picara:

 

--Lo hacemos juntos...si?

[Anthony R. Dracony M.]

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-- ¡Wuau!...............-- Expreso muy sorprendido y se quedo viendo aquel Dragón tan especial...-- ¡Hermoso!-- No era extraño que el peliverde se quedara viendo lo extasiado...es su criatura mágica preferida. Volvió a la realidad, Darius cayó al suelo pero le cubría una capa fina de hielo haciendo lo lucir mucho más pálido.

 

El Dragón arrojo entonces una ráfaga de astillas de hielo en contra de ellos pero al impactar sobre las serpientes de fuego, estas se deshicieron en el acto. También soplo pero aquel aire gélido no los afecto de momento por las serpientes conjuradas por Darius.

 

Escuche a Shena pedirme que lo hicieramos juntos y tuve que concederle que era nuestra única salida, pues no tenía el nivel para cojurar un fuego maldito. Suspire profundo y exhale antes de hacer una cabeza de afirmación. Ahora no era el momento de preocuparme de usar magia con solo mis manos, ya varias veces Shena y yo, nos habíamos dedicado a investigar sobre esta habilidad tan rara.

 

Lamentaba tener que usar esto sobre el maravilloso Dragón pero no me quedaba de otra. Guarde a "Cobra" en mi antebrazo e imite los movimientos de Shena...estaba concentrando me, visualizando en mi mente lo que podría ayudarnos...

 

-- Barrera, Shena! lista? ¡Ahora! -- Movimos nuestros brazos y manos de nuestras palmas brotaron llamas que arrojamos una y otra vez para ir formando la barrera, cuando estaba lo bastante cerrada le grite a Shena:

 

-- ¡Auxilia a Darius! yo lo contendré -- El Dragón parecía debilitarse por momentos pero tanto lanzaba astillas de hielo como aire gélido, era un desafío mantener la barrera de fuego, algo muy pasado en mi llegada a Ottery estaba tratando de evocar para recordar el hechizo que mi profesor Cris Granger me enseño...¿cómo era?

 

@ @Darius

[Shena Cindy de Ryvak M.]

El chico ojimiel me siguió observandome fijamente como realizaba los movimientos para manipular el fuego que podíamos extraer por nuestro legado familiar.

 

Yo tengo un mayor dominio, pues en "mi hogar" tengo la ayuda de muchos chicos que son de la raza de sacerdotes y uno de ellos, diestro sacerdote que controla el fuego, fungió como mi maestro y me ayudo a que logrará control de mi poder.

 

El animago Juan Salvador, con base a su experiencia y pruebas, aseguro que yo no soy sacerdotiza pero mi manejo del fuego es un misterio, más oculto por no conocer mis padres sanguíneos como se quisiese.

 

Mostré los movimientos que facilitarían control de las llamas según decidieramos, Antoni determino que fuese una barrera, supuse que eligió tal, porque no deseaba dañar al dragón, hasta en peligro de ser congelados, Antoni respetaba a esas criaturas. Acepte su opción, y alzamos la barrera, las serpientes habían desaparecido al recibir tantas astillas de hielo como ese aire gelido expulsado por aquel raro dragón de hielo.

 

La barrera se alzaba resguardandonos a los tres, Antoni adeguro que contendría al dragón con la barrera y me urgió que atendiera a Darius.

 

El mago pelinegro estaba recostado en el suelo, yo asentí a Antoni y entonces fui al lado de Darius, vi su varita rota y me empece a preocupar.

 

El mago egipcio lucía muy mal, lo cubría una fina capa de hielo, estaba demasiado pálido y sus labios se comenzaban a poner azules.

 

Eso era señal inequívoca de que su estado era crítico, quizás y hasta fuese mortal.

 

Frote mis manos para generar calor, despues manipule sus ropas, alzandole la playera y descubriendole el abdomen. Coloque las palmas de mis manos sobre su abdomen, era necesario que fuese así, de su centro al resto del cuerpo. Era una acción lenta, pero solo de esa forma podía evitar un daño inreparable al pelinegro.

 

Me preocupaba que Antoni se debilitará al sostener la barrera de fuego, mire a Darius, sus labios seguían ligeramente azules y sus párpados seguían cerrados y sus pestañas con escarcha, era desesperante no ver reación en él, ni temblor ni ningún otro signo de que estuviese surtiendo efecto.

 

No podia colocarle fuego directo, pero me vino una locura a la mente...lo mejor era el contacto fisico...y yo podía. Yo podía ser como una manta "electrica" me alce la blusa y mi piel la puse en contacto con la de Darius...emane calor que trasmitia al compañero Darius, solo esperaba que Antoni no pensará cosas inverosibles ante mi acción.

 

Con lentitud si, pero su rostro volvió a su normalidad, no recobró la conciencia pero al menos estaba vivo y por lo menos fuera del peligro de morir congelado.

 

Acomode las ropas de ambos y me gire a ver a Antoni.

 

--Listo Antoni, logré descongelarlo, mmm intentaré reanimarlo...Enervarte!.-El hechizo no surtió efecto y le dije alarmada al ojimiel--!No reacciona! Qué vamos hacer Antoni?--Mire al peliverde...esa mirada miel...algo me decía que estaba por llevar a cabo una locura.

[Anthony R. Dracony M.]

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El peliverde miro con mucho anhelo de controlar al dragón de hielo...era increíble y lo sería también si lo capturara y fuese sobre el lomo del dragón mientras los compañeros lo miraran...esa imagen de él sobre el dragón...sería mucho muy bueno si lo lograba ejecutar...él sobre aquel especial dragón, siendo admirado por los demás...la idea le atrajo...solo debía dejar a Shena, que él estaba a sabiendas de que podría cuidarse y con Darius, no sentía mucho apuro por un sujeto que pensaba en eliminar a sus amigos...froto su anillo de la amistad con las bestias, no iba a ser sencillo, los dragones son valerosos, fieros y de peligro para cualquier mago. Pero estaba aferrado a llevarlo a cabo -- Orbis Bestiarum -- Había pronunciado el hechizo pero tuvo que admitir su fracaso, no bastaba pronunciar el hechizo, hacía falta algo más, algo que no poseía todavía.

 

Era una locura, no podía quedarse ahí, al riesgo frente aquel dragón, Darius sin sentido, solo Shena y él...dejó aquel sueño de vanidad, estaban en peligro y había que salir como fuera de aquella peligrosa trampa. Sin quitar el gran escudo de fuego que conjuro, retrocedió hasta Shena y Darius.

 

--Lo siento...--la miro a sus ojos castaños-- Mueve a Darius, retrocedamos y tomemos el camino a la izquierda yo mantengo el escudo protegiendo nuestra retirada Shena, vamos.

 

Estabamos en dificultades pero el plan estaba resultando y logramos llegar a aquella difurcación y ocupe un hechizo para crear una barricada protectora y luego continuamos buscando la salida del laberinto.

 

@

[Shena Cindy de Ryvak M.]

No tenía ni idea de que quería hacer Antoni con aquel hechizo, pero no vi que algo pasará...Darius no recobraba la conciencia y me vino la locura de quedarme sola con el ojimiel...podían explicar el peligro...entenderían...no? Pero su mismo caracter le gritaba: Vas a admitir que no pudiste hacer nada? Nada? No era una opción...quizas era una loca, pero no incapaz, un recurso bajo su manga...

 

Al menos estaban juntos y se dio prisa al escuchar al peliverde. Alzo la varita:

 

--Movili corpus!--con destreza fue guiando el cuerpo inconciente de Darius y fueron retrocediendo, tomaron la bifurcación de la izquierda, de momento creí que estariamos atrapados si era un callejón y el dragón viniera por nosotros. Estando fuera del alcance de la criatura, mi compañero levanto una barricada y al menos avanzamos sin el peligro del dragón pero pense con aprensión...y ahora que peligro nos acecha en este laberinto?

[Anthony R. Dracony M.]

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Con la barricada evitabamos que el dragón nos atacará, con tristeza me aleje, si hubiese estado solo...quizás no lo lo estaría contando. Miré a la castaña, Cindy conducía el cuerpo de Darius como sugerí, baje la vista, sentía el rostro que me ardía

--Shena...¿lo has notado, cierto? disculpa...estuve a punto de hacer una tontería, la locura se apodero de mi, pensé solo en mi, en cubrirme de un falso logro y victoria personal...lo siento. Pienso que somos muy...egoístas, al menos yo si, como futuros eruditos tenemos justificado orgullo, poseemos conocimientos peculiares pero creo que debemos vencer nuestro individualismo...¿me explico?

Te miro a los ojos con el rubor en mis mejillas, espero tu respuesta, cruzando los dedos para que no me comiences a atacar, pero deseando que después de tu enfado, trabajemos juntos y podamos salir al fin del laberinto.

-- Según lo que mencionaste, debemos ir al centro del laberinto...he pensado que necesitamos una brújula--me quito el reloj de plata y le doy un golpecito con "Cobra" y lo transformo en una--No estamos tan mal, en la siguiente bifurcación vamos a la derecha...¿cómo podremos evitar ser petrificados por el Basilisco? deberíamos pensarlo...¿igual que lo ejecutamos en la reserva mágica? solo espero que nadie no culpe por el destino del Basilisco...y bien, ¿qué opinas?

@