∞ La Mazmorra ∞ (MM B: 99618)

[Mefistofeles Evil]

Amaba la noche, la obscuridad, la vida nocturna era lo mío, por lo que el encontrarme con una vieja amiga aprovechando aquel cielo azabache privado de luna me parecía algo que ponía a mil todos mis sentidos.

El caminar por las calles mágicas del viejo Londres me traían los mejores recuerdos a la mente, tantas almas, tantas vidas que se cruzaron en mi camino, unas dejaron marcas, otras pasaron casi desapercibidas, negocios y placer que siempre me gustaba mezclar aunque los conocedores dicen que eso es incompatible, pero para mi es parte del trabajo, era una de mis múltiples herramientas de trabajo, siete para ser más preciso.

Al ingresar por el callejón antes de entrar al local, pasé por un escaparate de una de las tantas tientas cerradas en el lugar y me vi reflejado en ellos, revisaba casualmente si me encontraba vestido para la ocasión, mi siempre impecable terno negro, camisa del mismo color y mi corbata rojo sangre, acomodé un poco mi cabello y continué mi camino, me gustó lo que vi.

Una vez dentro del local me senté en una de las mesas que se encontraban libres, un poco alejada de la puerta, no quería ver pasar una y otra vez a la gente, pero estaba estratégicamente ubicado como para que el momento en que entre mi invitada pueda saber exactamente donde estoy.

Cruce mis piernas y mi verdes ojos se apoderaron de la puerta, no estaba impaciente, más bien intrigado, había pasado mucha agua bajo el molino del tiempo desde la última vez que nos vimos, he tiendo la sutil forma de desaparecer sin ser echado y de aparecer sin ser llamado, por lo que si sabía es que jamás perdía, siempre de cada aparición y despedida, quedaba algo que hacía que las personas que me conocía, nunca se olviden de mi, para lo bueno y para lo malo.

Por lo pronto me dispuse a esperarla mientras disfrutaba del agradable clima de aquel magnífico lugar...

@ Juv Macnair

[Kahlan Blackthorn]

 La noche era la parte que más le agradaba del día, silenciosa y cargada de aire misterioso. Poco le costó reconocer quien le estaba esperando dentro de ese local, demasiado tiempo pasó antes de que sus caminos volvieran a juntarse.

No le extrañaba tener una conexión con el hombre, no luego de lo que sucediera entre ambos. Copas, fiesta, placer y el final que culminó con un encuentro bastante gratificante para ambos. Resguardando su marmoreo y angelical rostro bajo la capucha de su capa de viaje, dejaba sentir su presencia con el chasquido de sus botas sobre el suelo.

La tela que cubría sus piernas era una fina seda, adhiriendose a sus estilizadas extremidades inferiores con delicadeza, aquel pantalón destacaba su espigada cintura y el corse azul oscuro dejaba poco a la imaginación.

Adentrándose en el local, sabía hacia dónde conducir sus pasos. Estaba sumido en las penumbras, tal y como lo dejó cuando desapareció de su vida, no sin antes dejarle un regalo que hoy en día, no tenía idea de quién era el ser que le dio la vida.

— Ha pasado mucho tiempo, no esperaba volver a verte —sonrió tomando asiento en la silla que quedaba delante de su acompañante — ¿ A que debo el honor de esta invitación? —inquirio clavando sus ojos azules en los verdes de Mefistofeles.

@ Mefistofeles Evil

[Mefistofeles Evil]

El verla llegar trajo gratos recuerdos a mi mente, la verdad es que al marcharme por mis múltiples ocupaciones, ella era una de las almas que más me dolió dejar, la química entre esa bella bruja y yo era fuego con gasolina, una mezcla explosiva para bien y para mal, juntar una persona dominante con una indomable podría parecer una mala idea, pero el excitante juego que juntos creamos era una de las fuerzas destructivas más deliciosas que jamás había experimentado.

-Unos pocos nada más, fue una lástima irme así, sin previo aviso, pero tenía asuntos importantes que atender y la verdad no soy muy bueno con las despedidas, más aún cuando la pasábamos tan bien...-Sonreí sin dejar de ver ese perfecto azul de sus ojos...-La verdad quería ser un caballero y disculparme, algo que muy pocas veces hago con nadie, la verdad es que debí haberte dicho algo antes de marcharme, pero temía que si lo hacía lo mas probable era que me hubiese quedado...-

Sinceridad, algo raro en mí, pero necesario en ese momento, habían pocas personas que realmente me conocían, pero en poco tiempo aquella bruja había sacado partes mías que daba por sepultadas, la verdad es que no se que hubiera pasado con nosotros de haberme quedado más tiempo, tal vez esa es una de las dudas más grandes que rondaban mi cabeza y la verdad odiaba quedarme con la intriga sobre cualquier tema.

-¿Qué deseas tomar?-…le pregunté tratando de romper un poco la tensión de ese momento, podías cortar el aire tranquilamente con un cuchillo...-pide lo que quieras, hay que brindar...-

@ Juv Macnair

[Kahlan Blackthorn]

Cada una de sus palabras estaba plagada de aparente sinceridad, poco o nada creía de lo que salía de los labios del hombre que le miraba fijamente. Era sencillo escapar del barco cuando el mismo se esta hundiendo, aquella acción suele ser realizada por las ratas para liberarse de morir ahogadas de forma irremediable. Si que la habían pasado bien en otros tiempos, pero ya no eran los mismos y eso era evidente en sus rostros. Tomando asiento delante de el, no le perdería de vista.

— ¿Para que volviste?—la pregunta brotó de sus labios como lo hace el botón de una rosa  , al germinar la semilla que contiene tal belleza en su interior diminuto— No me extraña que no seas bueno con las despedidas, ya experimente ese lado tuyo. No sabes el inmenso odio que creció en mi, no solo por saber que estabas más lejos que nunca. Sino por lo que dejaste detrás y no querrás saber que consecuencias acarreó todo eso, perderte los mejores años. Aquellos que no volverán y se han quedado en el pasado, porque eso somos actualmente un pasado que parece negarse a morir—chasqueó los dedos apareciendo una copa que contenía bourbon.

— Suelo tomar lo que traigo de casa, no es que desconfié de ti o algo similar. Pero es como dicen, vale más viejo por conocido que nuevo por conocer—sonrió dándole un largo trago a su bebida— Si la pasamos mejor que bien, creo que ambos desenterramos cosas que creíamos sepultadas o perdidas en algún fragmento de nuestra existencia—la mirada inquisitiva de la Nigromante se mantuvo fija en los ojos de su interlocutor— Una nota, no hubiera estado mal, ¿no lo crees?—deslizando su pierna izquierda sobre la derecha la cruza con elegancia. Todo lo que pudieron haber vivido se quedó levitando en un tiempo y espacio, perdido en la nada. Recuperar lo que nunca se cimento del todo, sonaba a locura y eso eran ellos.

Polos opuestos que se atraían de forma irremediable, cable a tierra el uno del otro, la llama que necesita de la leña para encenderse o del combustible que la haga arder de forma incesante por el resto de la eternidad. Esperaba una explicación coherente, pero eso era demasiado pedirle a un hombre como Mefistófeles.

@ Mefistofeles Evil

[Mefistofeles Evil]

Había una mezcla increíble de sentimientos en cada una de sus palabras, cargadas de odio y cariño al mismo tiempo, sentía que quería arrancarme el corazón con una cuchara pero a ratos sentía que añoraba un abrazo mío, era una amalgama de fuego y hielo, una bipolaridad  de sentimientos se transparentaban a través de sus ojos y la verdad era un ejemplo perfecto de nuestra relación.

-Sigues igual de hermosa-...le dije mientras mis manos dudaban si se acercaban y rozaban un poco una de las suyas...-Lo siento en verdad, desde el principio sabías lo complicada que es mi vida, el echar raíces es algo que no puede haber en mi vida, a veces esa forma de irme, de desaparecer sin dejar señales de vida, pero esta última vez que lo hice, cuando me alejé de ti, créeme que no fue para nada bueno, es por eso que regreso nuevamente acá, a buscarte una vez más...-

Sabía que el tiempo era el peor enemigo de los amantes, que el agua pasada nunca mueve molino, pero más allá de todo, sentía en el fondo de mi negro corazón de que no fue la mejor manera de alejarme, tal vez una disculpa no fuera suficiente, pero algo debía intentar.

Levanté mi mano y apareció un wiski seco en un elegante vaso de cristal sobre la mesa, no pude evitar sonreír, de todos los mundos el mágico era el que más me gustaba.

-Quiero hacer un brindis...-tome el vaso en mis manos balanceando aquel liquido ámbar pintando las paredes de cristal...-Quiero brindar por ti, por volverte a encontrar, por tenerte aquí, porque a pesar de que el tiempo ha pasado, ahora al verte siento que simplemente lo dejamos pausado, quiero ver que pasa ahora que lo reiniciemos, salud...-  

@ Juv Macnair

 

[Kahlan Blackthorn]

¿Reiniciar que?

Aquella duda se estrello de lleno en su cabeza contra una dura muralla, pretendía que todo se retomará desde el punto muerto donde quedo. Era prácticamente imposible, darle borrón y cuenta nueva a lo que para ella, no tuvo pies y cabeza tras su inminente partida. Las consecuencias de los actos del demonio eran palpables para la Nigromante, aquella mirada gélida en sus ojos se hizo más intensa y desinteresada ante el tema que estaba tratando. Le pedía que intentaran de nueva cuenta sacar a flote el barco que se hundió de forma irremediable, ella le veía como un acontecimiento grato en su vida, pero no más que eso.

— Claro brindemos, porque hay motivos para ello. Justo hoy es un día especial para mi, pero no tiene nada que ver con verte de nuevo—sentenció bebiendo un poco más de bourbon— Tenemos algo en común más que una simple noche de placer, porque me dejaste algo muy preciado y al mismo tiempo doloroso—esbozando una sonrisa cargada de suficiencia en sus labios, lanzaba la bomba sin miramiento alguno—Tu y yo, tenemos un hijo y no se parece en nada a ti—resolvió notando un dejo de asombro en el rostro de su interlocutor.

— Tuvimos algo mágico o si quieres llamarlo de otro modo, yo lo denominaría como excelso y difícil de superar—desviaba su vista hacia la copa que reposaba en su mano— ¿Retomar que?, ¿Para qué?.  No me apetece verte partir de nuevo, porque no soy la misma que conociste. Ahora soy más letal y desalmada que antes, no reconocerás a la mujer que tuviste, ni aunque te pongas a repasar con detalle cada uno de mis rasgos físicos o psicológicos—le advertía mirándolo con recelo— Esperabas que me lanzará a tus brazos o ¿no?. El recibirte con una gran fiesta o en el mejor de los casos, esperarte en casa con la cena preparada y una velada con un final cargado de placer, deseo o posiblemente amor—finalizó quebrando la copa en su mano. 
 

@ Mefistofeles Evil

[Mefistofeles Evil]

Todas sus palabras caían como piezas de dominó una tras de otra, cada una más que merecida, la verdad no podía esperar menos, sabía había la había lastimado con mi partida, pero de seguro no sabía lo terrible que fue el separarme de ella para mi y luego de escucharla me di cuenta por que.

Su noticia me cayó como una cubetada de agua helada que me bañó de pies a cabeza, los vínculos de sangre para mi eran sagrados y el saber que tenía un hijo con ella fue el golpe de gracia que me derrumbó y me hiso ver que el hecho de pensar que las cosas empezarían desde el punto en que la dejamos era prácticamente imposible, el daño, si de alguna manera podíamos decirlo de esa manera porque la verdad la noticia para mi era la mejor, estaba hecho, las reglas cambiaron y simplemente Juv se merecía más de una disculpa.

-No se que decirte...-estaba prácticamente sin palabras...-esto no me lo esperaba...-me tomé de golpe el contenido de mi vaso y mis verdes ojos se posaron en los suyos, respiré profundo y sonreí...-la noticia de mi hijo es maravillosa, parte de mi inmortalidad es esa, perpetuar mi existencia-.

Rápidamente tomé control de mi mismo, la verdad era pocas las cosas que me sacaban de mi balance, esta noticia fue una de ellas, pero no podía siquiera pensar en derrumbarme o culparme por algo que no podía evitar, el irme aquella vez era indispensable para mis "negocios",  miré como nuevamente se llenaba mi vaso con licor, le di otro pequeño sorbo y sonreí.

- Jamás esperé que tu me recibieras de buena manera, es más, me parece demasiado civilizado de tu parte y más después de lo que me cuentas que no me hayas recibido a punta de maldiciones...-levanté mis cejas al imaginar esa escena...-el que hayas dicho que eres mas desalmada es algo me atrae aún más, puedes decirme lo que quieras, que tarde o temprano volveremos a esa pausa que dejamos, no se si ahora, no se si luego, pero es algo que está decretado, y si yo lo quiero, aunque lo dudes, así será y se hará...-

Aquello fue una sentencia, no sé de que forma tomaría lo dicho pero yo conocía todos los caminos que se pueden recorrer y siempre terminaban en donde yo quería.

-Y bueno, cuéntame de mi hijo, háblame de él...-

@ Juv Macnair

[Kahlan Blackthorn]

Esa forma tan desenfadada de referirse a que las cosas se harían como el lo deseaba, distaba mucho de ser una realidad palpable. Recorría con las yemas de los dedos el borde de la copa, escapando del cristal un chirrido que haría respingar a un muggle común y corriente. Pero no a ella, ya que estaba en la posición que el destino y las malas decisiones del demonio le impusieron muy a su pesar. Le asesinaba con la mirada, tentada a lanzarle la peor de las maldiciones y tumbarle de forma definitiva sobre el suelo interte.

— Mi hijo, porque es solo mío. Tu cooperaste para que este entre nosotros, pero no le diste nada más que una fría soledad. Esperaba por ti cada cumpleaños, pero no apareciste y ahora vienes como un pavorreal, luciéndote como solías hacerlo ante mi—arremetía contra el— Nada de lo que decidas me afecta, ya no tienes esa influencia en mi. Fuimos lo que fuimos, pero no volveremos a serlo jamás—se levantó de la silla caminando hacia donde estaba el demonio. Tomando la silla por el respaldo, inclinaba esta un poco hacia atrás— Entiende una cosa, ahora la que mueve las piezas del ajedrez soy yo, la que dice su sube o baja el agua dentro de un pozo, soy yo—acortaba la distancia que los separaba.

— Sabe que tiene un padre, pero no tu nombre. No te mereces ese honor, no hay cabida en su existencia para ti, tal y como lo predije la vez que estuve contigo. Una mera noche de placer y no más, agradece que te anexe a mi lista y tu me anexaste ala tuya, ya estamos en paz—sujetándole por el cuello se tomaba el atrevimiento de amenazarlo— Tiene mis ojos, mi carácter y mi porte. ¿Qué puede tener de ti?, quizás solo el ADN—sentía una profunda ira de verlo tan quitado de la pena— Respóndeme solo una cosa, ¿Qué sientes aún por mi?—no era que le interesará ahondar en el pasado. Solamente buscaba saciar su curiosidad, aquel comezón que no dejaba de escocer su delicada piel.

— No volverás a tenerme jamás, porque una mujer como yo. No tropieza dos veces con la misma piedra—alargó la mano para tomar la copa del demonio, bebiéndose un trago largo con parsimonia relamía lo que había quedado con sensualidad. Sabía como despertar las pasiones de un hombre y el que estaba ahí a pocos metros de ella, no era de palo.

@ Mefistofeles Evil

[Mefistofeles Evil]

Escuchaba atentamente cada una de las palabras que la bella bruja, cargadas muchas de ellas de odio, debería estar algo receloso, incluso amenazado, pero era el efecto contrario, me excitaba cada una de sus acciones, de sus movimientos, destilaba sensualidad en su enojo, todo aquello hacia que recuerde más la razón por la cual estuve con ella, por la cual me enredé entre sus sábanas.

-Lamento no haber estado cuando me necesitaba, pero tu sabias perfectamente que clase de ser era yo, sabías perfectamente a que te metías, con quien andabas...-le solté a forma de reclamo...-y ahora que jugaste al papá y a la mamá con el diablo, ¿vienes a reclamarme presencia, permanencia?-

La diplomática conversación empezaba a tener ribetes bélicos, empezamos a alzar un poco la voz, al punto de que de las otras mesas intentaron regresar a ver lo que acontecía pero fueron fulminados con mi mirada que los obligó a volver a sus asuntos. 

-Si es mi hijo de seguro tiene mucho de mi, princesa, por más que quieras tratar de no verlo y si no tarde o temprano brotará, la obscuridad siempre busca la forma de aflorar, así que solo espera y verás que debe tener mucho más de mí de lo que piensas...-la sangre de cualquier demonio era fácil de ignorar, pero la mía no era cualquiera, sangre real obscura corría por las venas de mi hijo.

Me hizo después una pregunta delicada, una pregunta difícil de contestar, mis sentimientos era algo que sabía ocultar más que bien, era parte de mi naturaleza, pero ella tenía la habilidad de incomodarme, eso la convertía en un ser especial para mi.

Me levante de mi silla viendo como bebía de mi copa y la llevé de golpe contra la pared, el vaso se estrelló contra el piso derramando el poco contenido que en él quedaba, sostenía sus manos y me apegué tanto a su rostro que sentía su respiración, su aliento se mezclaba con el mío y la miré fijamente a los ojos.

-¿Qué saco diciéndote lo que siento?,  me acabas de decir que nunca te volveré a tener, dime ¿Qué ganamos al decirte que es lo mucho que siento el haberme ido, el haberte dejado a pesar que sentí que tragaba acido mientras me alejaba?, dime ¿Hay alguna diferencia si te lo digo?-...

 

@ Juv Macnair

[Kahlan Blackthorn]

— Claro que existe diferencia, porque tragar ácido será el menor de los pesares que tengas que purgar en mis manos—le miraba retadoramente— Responde la maldita pegunta, acaso te incomoda admitir que fui la única que supo como escarbar en lo más profundo de tu alma oscura y demoniaca—sentía el poder que afianzaba con firmeza cada una de sus palabras— Es mío solamente mío, tuviste a la madre. Pero jamás tendrás al hijo, porque me encargué de hacer que te odie tanto o mas de lo que lo hago yo—susurraba cerca de sus labios sin rozarlos. Se había pedido entre las sabanas de seda de la vampiro, pero eso no le daba potestad para permanecer callado y ocultar lo que ella sabia de antemano.

— Te fuiste, porque es más importante el poder que los hijos o la familia que muy a tu pesar. Quizás te recuerden entre sombras, yo ya no recordaba nada de ti, ni siquiera el último beso que me diste o la caricia furtiva que se escapó en medio de la noche que marcó tu inminente partida—sonrió relamiendo sus labios con suficiencia. Era una mujer mucho más vengativa y destructiva, no quedaba ni la menor huella de la Juv que le profesará algún sentimiento cálido o afable al demonio— Y dime, ¿Quién será tu próxima victima?—inquirió buscando incomodar un poco más al caballero.

— Atrévete a decir su nombre delante de mi y la mataré, juro por la vida de mi hijo que te enviaré lo que quede de ella. Se me antoja reducirla a una masa sanguinolenta o quizás un puñado de huesos reducidos a cenizas—soltando una carcajada se vio tentada a romperle la cara de una bofetada— ¿Me echaste de menos?. Tu lecho se mantuvo frío tras tenerme lejos de ti o buscaste alguna tipa de mala pinta, para sacarte las ganas que te deje tan caladas—el sarcasmo estaba impreso en esas venenosas palabras. Elevando su mano quedo a pocos metros de pegarle en el rostro, pero prefería dejarse ese mal trago para más adelante.

— Te reto porque puedo y vuelvo a lo dicho, no tendrás nada de mi y menos de tu hijo—se regodeaba en su triunfo por un breve instante. Le miraba con recelo, pero algo en él hacia que la Nigromante se remontará al pasado, aquel pasado que les cobijo con sueños cargados de anhelo y placer. Empero existía algo más profundo, pero no daba del todo con que era a ciencia cierta, ya lo descubriría de un momento a otro.

@ Mefistofeles Evil