∞ La Mazmorra ∞ (MM B: 99618)

[Mery Gaunt Karkarov]

Allí estaba el descerebrado, el loco, el esquizofrénico. Los ojos de la Gaunt ardían, notaba ya como tenía ganas de matar a aquel joven sin dejarle el más mínimo momento de explicación.

 

Por aquel entonces ya había tirado la mitad de la barra y casi la otra mitad también, no entendía como alguien podía ponerse a jugar a transformar cosas en un recinto público y cerrado, ni que decir de que podría haber hecho una mariposa, no una maldita serpiente que seguramente mordía.

 

- Señorita Gaunt -gruño mientras entrecerraba los ojos para clavarlos en el castaño-. Te voy a acompañar yo misma a San Mungo a que te encierren, si es que no te acompaño a tu propia tumba -su voz eran tan grave que hasta a ella misma le extrañaba, llevaba sin sentir aquella sensación demasiado tiempo, y la verdad es que era hasta agradable.

 

La serpiente salto hasta enroscarse en el brazo de su ahora acompañante, por un momento se relajó al saber que la situación estaba controlada, pero cuando los dientes de aquel bicho se clavaron en él, la pelirrosa quiso matarlo y reírse a la vez. Su mente, que no era la más cuerda del lugar, hizo que esta saltara y se colocara de pie, enfrente del muchacho.

 

Para su suerte la serpiente volvió a ser una ignorante servilleta dejada caer en el suelo con descuido. Suspiró mientras torcía una sonrisa.

 

- Te vas a arrepentir de haber nacido -susurró para después agarrar el cuello de éste y empujarlo con la suficiente fuerza para no matarlo pero si hacerle las típicas cosquillas que dejaban marcas. Algunas de las ventajas de que con sus pequeños e inocente 17 años le hubieran mordido un vampiro es que ahora reconocía la buena sangre humana y tenía una velocidad y fuerza que poca gente normal podía tener-. No se como te llamas, no se quien eres, no se ni siquiera si tienes familia, pero aquí y ahora te vas a disculpar como jamás lo has hecho, me vas a invitar a media bodega de este antro y con suerte no hago que te desangres ni te quedes sin aire -aquellas dulces palabras las había dicho casi en un susurro pegadas a la oreja del humano.

 

Se relamió los labios y comenzó a caminar hasta una mesa lo suficiente alejada para que nadie la viera y mucho menos la reconociera, suficiente escena acababa de montar como para que alguien dijera "oh, Mery, cuanto tiempo, ¿cómo te ha dio?".

 

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[Oniria]

Sísifo:

 

 

 

Escuché atentamente su historia. Muchos de los habitantes de Ottery cargábamos sobre nuestros hombros con un pasado de terrible soledad. Habíamos experimentado en nuestras propias carnes el abandono, el desamparo, la añoranza, la ausencia de lazos familiares. Quizá ese era el motivo de que muchos acabásemos consagrados a las artes oscuras.

 

––Crecí en un orfanato... Y Evedhiel venía a hacer los chequeos médicos. Conectamos enseguida. Por primera vez me sentí querido por alguien, arropado ––expliqué sonriendo, volviendo a aquellos tiempos, instalado en una sensación de cariño–– cuando desapareció... volví a sentirme vacío. Alguien me adoptó anónimamente, así que puede abandonar aquel tugurio. Al cabo de los años descubrí que fue Evedhiel, aunque siempre tuve la sospecha.

 

Su cabello negro contrastaba con la palidez de su piel, que tenía la textura de un pétalo. Debía ser extremadamente suave. Ambos nos sosteníamos la mirada como si se fuese a terminar el mundo. Alcé la mano casi sin percatarme, y llevé un dedo a su mejilla, justo donde ella se había rascado minutos antes.

 

––Lo siento ––me apresuré a añadir, retirando la caricia––, no me he dado ni cuenta. Es que pareces tan... seda.

 

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[Zoella Triviani]

Cada palabra que él decía iba con tanto cariño hacia la pelirroja. El amor que sus ojos mostraban mientras hablaba de ella me hacia sonreír de la manera más genuina y me daba algo de añoranza por querer tener aquel amor. Si, es no quitaba que adorara a mis familiares, pero algo en la manera en la que él hablaba me daba ganas de tener algo parecido.

 

No quería despegar la mirada de sus ojos, tan grises como la brillante luna que salía cada noche. Sus orbes adornadas por unas largas y blancas pestañas junto a un armonioso rostro que irradiaba belleza. Sintiendo la pequeña caricia en mi mejilla cierro mis ojos, sintiendo el delicado tacto que sus dedos me daban. Abriendo los ojos al ya no sentir la suave caricia, que me recordaba al viento que soplaba en las noches, una sonrisa cerrada apareció en mis labios - No hay problema, me ha gustado - susurré mientras posaba mi mano sobre la suya y le daba un ligero apretón.

 

La pureza de sus palabras me dejaba encantada, sin embargo la rudeza de su hablar me daba cierta emoción por seguir conociéndole. En mi mente miles de otras preguntas amenazaban con salir disparadas por mis labios, llenándolo de interrogantes y uno que otro pensamiento peligroso que pudiera soltar - Entonces Sisi..¿Puedo decirte así? - Pregunté - ¿Que esperas de nosotros? Tu nueva familia -

 

#TeamCaldero

[Oniria]

Sísifo:

 

 

 

Apretó mi mano y sonrió. Suspiré aliviado. Al menos aquel gesto imprudente no tendría malas consecuencias. Existía una bonita química entre los dos, eso era innegable, pero no sabía hasta qué punto podía llegar considerando que éramos familia.

 

––Sí, puedes llamarme así ––respondí entre risas––, y a decir verdad, no lo sé. Sólo ser libre como predicáis, pasar tiempo con Evedhiel, conoceros más profundamente, ganarme un hueco en vuestras vidas...

 

Realmente tenía grandes expectativas respecto a la familia Yaxley. Su lema se había ganado mi corazón, y sus integrantes, aunque apenas los conocía, me llamaban poderosamente la atención. Era una sensación nueva para mí, la de pertenencia, habitar un hogar, ser parte de algo. Toda mi vida había estado solo, como una bacteria unicelular aislada en un medio extremo que sólo se relaciona consigo misma. Ahora era una fracción de un organismo.

 

––Es raro para mí, tener un apellido, familiares... ––musité–– me da miedo, pero me siento afortunado.

 

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Editado 20 de Agosto del 2018 por Oniria

[Zoella Triviani]

Con una mano llame al cantinero mientras lo escuchaba hablar - No se tu, pero se me antojaron unos shots - Mencioné una vez terminó de hablar - Los ideales de la familia son "Noble y salvaje libertas" como ya sabrás - Continué mientras esperaba que el hombre tras la barra viniera - Sin embargo, si perteneces a alguna otra familia eso puede cambiar un poco la cosa - Le lancé un pequeño guiño para pedirle al barman un par de shots de lo más fuerte que tuviera.

 

- Como todo, cada uno tiene su idea sobre ese ideal - empecé después de que el hombre se retirara a buscar nuestras bebidas - En mi caso, no es más que hacer y deshacer sin dar explicación alguna. Pero de seguro para ti eso tendrá algún otro significado - finalicé dando un pequeño movimiento con la mano.

 

Teniendo una pequeña idea en mente acerque mi rostro lo más que pude al suyo, rozando nuestras narices - Lo que significa, que podría hacer cualquier cosa sin tener que pedir permiso o disculparme con el otro - susurre viéndole a través de sus pestañas y alejándome de a poco. Y tomando ambos shots posicionando uno justo a lado de su mano.

 

#TeamCaldero

@@Oniria

[Oniria]

Sísifo:

 

 

 

Escuché su explicación sobre el lema de la Yaxley, mientras la joven pedía unos shots. A este paso, íbamos a acabar emborrachándonos. Eso implicaba más impulsividad todavía, pero llegados a ese punto, tampoco me importaba tanto, y Zoe parecía encantada con la situación.

 

El tabernero llegó con nuestros chupitos. Anhelaba aquel ardor en mi garganta. De repente, Zoe se acercó peligrosamente a mí rostro, hasta rozar mi nariz. Contemplé sus ojos a centímetros de los míos, sus pestañas. No había aliento ni respiración, tampoco el calor de algo vivo, pero su frialdad era agradable. Entrecerré los ojos, esperando que me besara. Y se apartó. Me sentí realmente est****o, pero sonreí ampliamente.

 

––Ya entiendo a qué te refieres. ––Susurré, recogiendo el vaso que me ofrecía y bebiéndomelo de un trago sin apartar la mirada de ella.

 

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[Zoella Triviani]

Tomando del pequeño baso a la par del Yaxley, sentí el conocido sabor del fuerte licor pasar por mi garganta. Su voz grave hacia que me dieran ganas de seguir escuchándole, sin importar lo que dijera. El tono bajo que uso para susurrar sus ultimas palabras vibraban en mi interior y me incitaban a ir por más. El aroma de su colonia quedando grabado en mi mente.

 

Mis intenciones al acercarme eran otras, pero antes quería provocarlo un poco. Su reacción me robo una amplia sonrisa, que intente ocultar. Con otra señal le indique al cantinero que dejara la botella con nosotros, unos cuantos de estos nos embriagaría ademas de hacernos mas libres y salvajes. Vertiendo del transparentoso licor en su pequeño vasito me mordí el labio pensando en algún otro movimiento.

 

No me era costumbre ligar o al menos intentarlo con mis familiares, aunque mi actitud sea algo coqueta nunca iba más allá de solo bromear. Terminando de servir ambos tragos tomo el mio en mano y lo levanto - Por tu llegada - Brindo para tomar el contenido del mismo - Sabes, me alegra que hayas venido - Confesé tomando nuevamente la botella y volteando a verle. Era extraño lo cómoda que me sentía a su lado, y lo tanto que su mirada me tranquilizaba.

 

#TeamCaldero

@@Oniria

[Radamantys]

Y ahí estaba una vez mas, Radamantys había vuelto a aparecer por el Callejón Diagon, a veces se preguntaba como es que se perdía de nuevo y tenia lagunas mentales enormes de como desaparecía de aquellos lugares y lo peor de todo como es que volvía a aparecer, sin previo aviso, sin fechas, sin horarios ni nada que fuera habitual.

 

Una suave sonrisa se dibujo en los labios del mago mientras empezaba a avanzar, sus ojos negros recorrían cada rincón del Callejón, no tenia un rumbo fijo, simplemente avanzaba, ya llegaría a algún lugar que captara su atención, aquel día vestía de manera sencilla , unos pantalones negros, unas botas y una camiseta que dejaba al descubierto sus tatuados brazos.

 

Tras aproximadamente diez minutos de deambular por el lugar el Slytherin bostezo aburrido, aquello parecía una perdida de tiempo , pues nada captaba su atención, tal vez era mejor irse de aquel lugar, pues el bullicio empezaba a molestarle, desvió la mirada a su derecha y entonces un lugar por fin capto su interés.

 

"La Mazmorra" leyó el mago mientras, avanzaba con calma, delante de el avanzaba una mujer que se dirigió al interior del local, Radamantys hizo lo propio y entro detrás de ella, sus ojos notaron aquel verde resplandor, sin duda hacia alusión a la sala común de Slytherin, aquello sin duda era agradable , pues el mismo era descendiente de Slytherin.

 

Mientras decidía si sentarse o no , volvió a localizar a aquella bruja,que ya se había sentado y ordenaba a un mesero, con pinta de poca cosa, entonces Slytherin pensó que alguien que estuviera ahí, debía tener un gusto por aquel tipo de ambientes, así que avanzo hasta donde la bruja estaba en el momento que el mesero se marchaba.

 

-Supongo que debió ser de Slythyerin en sus tiempos de colegio?- cuestiono el mago mientras dejaba que sus ojos negros vagaran por el lugar al tiempo que regresaban hasta la joven, -Que mala educación la mía- se disculpo el demonio, -Mi nombre es Radamantys Slytherin- anuncio extendiendo una mano a la bruja.

 

No sabia como reaccionaria ella y si lo pensaba bien, el era un completo desconocido , sin duda parecería que intentaba coquetear con ella, cosa que de alguna manera no estaba del todo equivocada, pues el mago sentía debilidad hacia las mujeres hermosas y no había duda que delante de estaba una de la mas hermosas que había visto.

[Sol Lestrange Black]

Escuché una voz a mis espaldas, cuestionándome sobre mi estadía en Slytherin, no pude evitar sonreír, giré la cabeza encontrándome con un apuesto mago. Lo analice unos segundos antes de responder, a su presentación.

 

Tomé su mano extendida devolviendole la sonrisa- Un placer señor Slytherin, mi nombre es Sol Lestrange- me presente formalmente- Y si, su percepción es correcta, pase 7 años de mi vida en la Casa de Slytherin...- admití con algo de melancolía recordando aquellas épocas.

 

La música comenzó a sonar, una suave melodía inundaba el lugar, con tenues notas de piano, tamborilee los dedos sobre la mesa siguiendo el ritmo, bajo la mesa mis pies hacían lo mismo.

 

Me encogí de hombros mientras acomodaba uno de mis rizos tras la oreja con algo de coquetería, disfrutando de la forma en que el mago me observaba- ¿Gusta sentarse?- pregunté señalando la silla a mi izquierda, mientras el mesero llegaba con mi pedido, el cual puso sobre la mesa mientras el joven mago ocupaba su sitio sin cuestionarselo, siempre era mejor tener una grata compañía, aunque no le conocía, el simple hecho de escuchar su apellido detonaba que era un mago de buena familia- Gracias- dije al mesero, me lleve la copa a los labios y di un pequeño sorbo a mi bebida, la deguste disfrutandola, esperando que aquel hombre volviera a tomar la palabra.

 

@Radamantys

Editado 21 de Agosto del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Oniria]

Sísifo:

 

 

 

Reí. La botella se quedaba con nosotros. Eso significaba, indudablemente, más gestos como aquellos. Zoe sabía cómo jugar.

 

––Me parece algo bueno por lo que brindar... ––confesé, chocando el vaso contra el suyo para llevármelo a los labios–– yo también me alegro de haber venido. Ya no me voy a sentir tan solo en la Manor.

 

La contemplé con atención. O cada vez me parecía más atractiva, o cada vez estaba más borracho, o cada vez era más obvio que estábamos ligando y la posibilidad me parecía sugerente. Sacudí la cabeza para apartar aquella idea de mi cabeza. Era mi prima. ¿Primastra? Prima al fin y al cabo. ¿Podrían echarme de la Yaxley por aquello? No sabía cuán amplio era su concepto de libertad. Cogí la botella para ahogar mis pensamientos y serví uno para cada uno. Estaba nervioso.

 

––A ver cómo termina esto... ––murmuré, pensando en voz alta.

 

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