Runas Antiguas y Pociones

[Zoella Triviani]

La bruja esperaba sentada dentro del laboratorio subterráneo del C.R.A.A, ya conocía a sus tres alumnos y se había permitido pedir un permiso para dar las clases fuera de Castelobruxo, les envió una nota a sus alumnos donde indicaba los materiales que usarían ese dia, para cada clase, y adjuntó una pluma a cada nota. Avisando que esta serviría de traslador para cuando se acercara la hora.

 

Las Runas era algo que siempre usaba, desde la lectura de antiguas escrituras hasta para percibir profecías, mezclandolas con el conocimiento de Adivinación.

 

Por otro lado, las pociones eran algo de la cotidianidad, donde frente a ciertas ocasiones, se hacía valer por sus pociones y elixir creados a partir de ciertos ingredientes.

 

El día de hoy había pedido a sus alumnos de Runas que trajeran sus piezas runicas, envueltas en una manta del color de su preferencia, en cambio, con su alumno de pociones, ordenó que trajera cuatro ingredientes conocidos a su ojo, de ahí partiría con las clases.

 

Observó las tres mesas de madera blanca, una que estaba repleta de diferentes ingredientes y poseía a un costado un caldero, el otro par solo guardaban una pluma y pergaminos, por si sus alumnos deseaban apuntar cualquier cosa que adivinaran con las runas.

 

Observó el pizarrón improvisado, donde con tiza blanca estaba escrito los conocimientos que hoy impartirá, cuando escuchó tres chasquidos a su espalda, sus alumnos habían llegado y la emoción de que los tres fueran compañeros de bando se reflejó en el rostro de la calva.

 

- Bienvenidos, compañeros - empezó a hablar, girándose en la silla que estaba - Nos encontramos a las afueras de Ottery, en el centro de rehabilitación anónimo, del que soy dueña. En este laboratorio nos hacemos de las medicinas para nuestros pacientes, y hoy lo tomé para tener mayor privacidad en nuestros aprendizaje - agregó, acercándose a sus alumnos - Estas dos mesas con pergaminos son para las runas, y el caldero obviamente para pociones - explicó, señalando cada lugar.

 

- Antes de empezar cualquier práctica, quisiera me comentaran lo que conocen del conocimiento que cursarán y las dudas que tengan respecto a ello - empezó, esperando que como ella, los mortifagos siempre leyeran de los conocimientos antes de aventurarse a las clases.

 

ALUMNOS:

@@Arya Macnair

@

@@Keaton Ravenclaw

Editado 1 de Junio del 2020 por Zoella Triviani

[Keaton Ravenclaw]

¿Hacía cuanto que el ojiverde no cursaba un conocimiento como Merlín mandaba? La verdad es que su última clase había sido en la Universidad Mágica, desconocía por completo cómo era Castelobruxo, o tal vez no y se le olvidara, pero aquello era algo de lo más normal en él. Aquella mañana había recibido la misiva de que tomaría clases con Zoella, lo cual le encantó, le caía de perlas aquella bruja y que ésta fuera su profesora, le agradaba aún más. Se puso a buscar como loco las runas, porque no tenía ni la más peregrina idea de dónde la había dejado... y de pronto reaccionó, ¡NO TENÍA RUNAS!

 

―¿Cómo es que puedo ser tan bruto a veces? De verdad no logro entenderlo ―Dijo al aire dándose un golpe en la frente ―¡Lancy! ―Llamó a su criado, el cual apareció al instante a su siniestra ―Te me vas ya mismo al Callejón DIagon a comprarme un juego de runas, ¡PERO YA! ―Ordenó justo cuando la pluma que había llegado junto con la nota de la Triviani empezaba a despedir una luz azulada ―Y me las llevas a donde sea que este traslador me lleve envueltas en un pañito azul ―Añadió tomando la pluma entre sus manos a la vez que sentía aquel jalón del ombligo hacia la nada.

 

¿Cómo es que se había inscrito a una clase sin tener siquiera lo elemental? De verdad que se sorprendía de sí mismo. Pero cuando el traslador lo depositó en aquel centro de rehabilitación, no pudo evitar sacar una carcajada, porque vaya, era cómico, solo a él le pasaban esas cosas, o tal vez no, pero le gusta pensar que era así para sentirse diferente. Miró a la profesora y volteó a todos lados, parecía ser el primero.

 

―Pues verás, Zoella querida, la verdad no tengo idea de Runas, sé Adivinación, eso sí, en algún momento dicté clase de ese conocimiento, pero de Runas, que es algo que va junto con pegado, la verdad no sé nada nadita nada ―Dijo negando con la cabeza y haciendo un movimiento de manos como si espantara algo ―Así que vengo a que me ilustres, oh, sabia Triviani ―Añadió haciendo una reverencia muy exagerada en pos de la mujer.

 

Así era Keaton, socarrón, burlón, en su otra vida debió de ser comediante, ¿cómo de que no?

[Cissy Macnair]

Rohana Macnair

 

 

-No, Lizzie, suelta- susurró Hana con tono apremiante, mientras tironeaba una hoja de pergamino de las manitos de su hermanastra de un año-. Reny, no-no-dame- se quejó de forma entrecortada, mientras sacaba de las boca de su otro hermanastro, el gemelo de Elysia, la pluma con la que había estado haciendo la tarea de verano. Los niños rieron y luego sollozaron cuando ella les quitó las cosas, pero ninguno soltó una lágrima cuando volvió a poner las cosas en su lugar, tomó a cada hermano de una manita y los sacó de su habitación caminando lentamente-. ¿Ámbar? ¿Kal?- llamó a sus primos, mientras giraba por un corredor de piedra del castillo del Norte, evitando que Elysia y Taren se soltaran y salieran gateando en Merlín sabía qué direcciones.

 

Los gemelos iban a cumplir un año el 9 de junio, así que Rohana se había ido a pasar las vacaciones de verano con su madre adoptiva, Castalia y había arrastrado con ella a sus primos Kalevi y Ámbar, hijos de Juliette y Arya respectivamente. Siendo la mayor, Rohana se la pasaba entreteniendo a los cuatro menores y aunque los gemelos le demandaban tiempo, ella estaba encantada de poder pasarlo con sus hermanitos. Sus primos, en cambio, habían encontrado diversión en bañarse en el estanque que estaba cerca del castillo, en un claro del bosque, o disparar con arco y flecha mientras su padre Sebástian los supervisaba. Cuando Castalia decía que ya era hora de bañarse y comer, se llevaba a los gemelos y entonces Hana se ponía a leer los incontables libros de la biblioteca o hurgar entre las pertenencias de su madre. Fue así como había encontrado una faltriquera de una hermosa y suave tela color azul violáceo, como la noche. Dentro había dibujos desconocidos para ella y un juego de runas hecho aparentemente de obsidiana. Hana conocía las runas porque había escogido la clase en el tercer año que había concluído, pero allí había algunas que no había estudiado aún.

 

***

-¿Qué tienes ahí?- la voz de Ámbar le llegó la clara aunque era un susurro.

 

Hana se había estado escondiendo durante la última hora para poder estudiar mejor la faltriquera y las runas, robando algunos tomos de la biblioteca Stark. Casi siempre le dejaban hurgar entre los libros, pero Castalia se había empezado a dar cuenta de que Hana parecía demasiado interesada en algunos en particular, así que los había encantado para que su hija adolescente no pudiera hacerse daño de forma estú.pida. Pero ni el amor de una madre protectora podía salvarla de su propia curiosidad.

 

-Son runas- respondió Rohana, juntándolas para meterlas dentro del bolsito antes de que alguna se le perdiera.

 

-Se las has robado a tía Castalia- fue una afirmación por parte de Kalevi, no una pregunta y la mirada culpable que Hana no pudo esconder dijo todo-. ¿Qué hacen?- quiso saber.

 

Hana se encogió de hombros.

 

-No lo sé muy bien. Se supone que es un método de adivinación, pero su estudio es tan minucioso que es una asignatura aparte- se giró para ver a sus primos, que habían estado observando por encima de su hombro-. Cuando lleguen a tercero podrán apuntarse en Hogwarts- agregó.

 

-¿Por qué esperar hasta tercero?- preguntó Ámbar, sacando un pergamino de un bolsillo de su jean roto.

 

La carta tenía el sello de la Universidad y estaba dirigido a Arya.

 

-¿De dónde sacaste eso? Eso es correspondencia de tu madre, va a asesinarte si se entera- susurró un poco conmocionada Hana, intentando quitarle el papel de las manos a su prima.

 

-Es una misiva para notificarle a mamá de su clase de Pociones Avanzadas... Y Runas- la sonrisa de suficiencia heló la sangre de Rohana. Oh, ella conocía esa mirada en su prima y sabía que se avecinaban problemas. Para lo pequeña que era, en edad, era realmente un torbellino. ¿Qué sería de Arya cuando su hija llegara a la adolescencia? Hana ni siquiera quería pensarlo-. Parece que tía Cissy y mamá se inscribieron en la Universidad y deberían tomar clases... pero he interceptado su correspondencia- continuó la pelirroja y cada palabra hacía que Hana pensara en el horrible castigo-. Pero mamá no va a tomar Pociones...- sacó un frasco del mismo bolsillo del que había sacado la carta.

 

Kalevi contuvo el aliento, Hana dijo una maldición en voz baja y Ámbar rió por lo bajo. ¡Poción multijugos! Rohana creía que era mejor no saber de dónde la había sacado, pero ya se lo imaginaba. Cissy tenía un laboratorio debajo de la mansión por el que se accedía desde la biblioteca. Normalmente acceder era difícil porque requería no sólo tocar el libro correcto, sino decir alguna palabra que iba cambiando semana a semana. Hana se había escabullido alguna que otra vez y había hurtado ingredientes para pociones, pero no se atrevía a ser demasiado obvia porque sino Cissy la asesinaría. ¿Pero robarse una poción? Eso seguro que sí se iba a notar... Iban a estar en tantos problemas.

 

-No seas gallina, Hana... Vamos a divertirnos- la voz de Ámbar, un susurro siniestro y cargado de peligrosidad hizo que los bellos de los brazos de Hana se erizaran, pero el bolsito que sostenía tenía demasiados secretos y misterios como para dejarlo pasar.

 

-Uhm.. yo no iré... mi padrino me invitó hoy a pasar el día en la mansión Black... - Kalevi miró a sus primas-. Normalmente está algo ausente por todos los problemas en el Ministerio, así que quiero aprovechar. Estaré de vuelta mañana- agregó y luego hizo un movimiento con la mano mientras comenzaba a marcharse de la habitación-. Si las matan, iré a sus funerales vestido de amarillo y cantaré "I did it my way"- su voz fue perdiéndose en el corredor pero hizo reír a Rohana y Ámbar.

 

***

Dos horas más tarde, Ámbar y Rohana lucían completamente diferentes. La primera ahora era alta, tenía los ojos verde esmeralda en vez de los azules profundo y su cabello estaba platinado hasta casi las puntas, donde un tono rojizo zanahoria brillaba con la luz que entraba por las ventanas. Hana, sin embargo, tenía unos cuantos centímetros más, caderas más anchas y el cabello más largo. Su rostro apenas había sufrido un cambio, ya que ella, de por sí, era la doble de Cissy. Conseguir los cabellos había sido tarea difícil pero no imposible y, al final, ya estaban listas para partir. Esperaba que los señuelos que habían dejado para Castalia y Sebástian no se descubrieran antes de que terminasen su travesura.

 

-¿Lista?- preguntó Hana a Ámbar, quien asintió y juntas tocaron la pluma-traslador que iba adjunta a la nota de la tutora Triviani, ahora su profesora de Pociones y Runas.

 

El tirón en el ombligo fue inmediato y aterrizaron en un lugar que no se parecía para nada a un colegio, pero no dejaron que el miedo y la expectación se trasluciera. Había otra persona además de la tutora en el "aula", a quién ninguna de las dos conocía.

 

-Buenos días tut... profesora Triviani- dijo Hana con el aspecto de Cissy, tan rígida que pensó que si alguien la golpeaba iba a quebrarse-. Bueno, la verdad que yo tomé clases de Runas en Hogwarts, pero no avanzadas. Y sé que es un método de adivinación, no mucho más- expresó la bruja, mientras intentaba acomodarse en uno de los pupitres blancos.

 

@@Arya Macnair

[Arya Macnair]

Ámbar Delacour

 

―¿Lista?

La voz de Hana me arrancó violentamente de mis cavilaciones. La miré, entonces, pensando en el maravilloso fin de semana que pasamos, un verano inolvidable para mí corta vida, y asentí. Mi prima se notaba ciertamente nerviosa ¿Pero yo? sonreía abiertamente como respuesta silenciosa, haberle robado a tía Cissy los ingredientes para la poción y el libro para seguir las instrucciones había sido muy emocionante, el corazón todavía me latía a mil por hora.

Bebí de un sorbo el asqueroso brebaje, hice arcadas como nunca en mis siete años y volteé desesperadamente hacia Kalev, lo abracé con una fuerza violenta, sabía que él se removería entre mis brazos, molesto por haberlo tomado desprevenido para luego ceder. Lo besé varias veces mientras creía que Rohana pasaba por su propio proceso de "aceptación" a la poción y le amenacé entre dientes.

―Si me delatas, le diré a Arya que incendiaste la paloma del monje mudo y no por accidente

Mi primo se puso rígido, supo que no bromeaba, y le lanzó un puñetazo cariñoso. Nos amabamos, pero mientras nos diera la fuerza juvenil, nos caeríamos a golpes eternamente. Kalevi era mi hermano, siempre lo sería, así como su madre y mi madre lo eran; para las buenas a medias y en las malas como la uña y la carne. Antes de irse lo ví llevarse las manos a los ojos con desespero ¿Pero qué le pasa? Pensé, luego miré a Hana y por instinto a mi misma ¡Estaba casi desnuda!

Habíamos estado jugando en el estanque, todos corriendo en traje de baño, el traje de baño que usaría una niña de 7 años y una de 13, no dos mujeres maduras en la flor de la edad. Tomé mi varita rápidamente y conjuré un atuendo como el que posiblemente mi madre usaría, oscuro, sobrio, carente de emociones. Sybilla era más elegante, recatada, envidiaba a Rohana por encarnar a tan admirable mujer; y no es que no admirase a mi propia madre, solo que Arya tenía una forma rara de ser, no mala, solo rara. La última vez que la ví reír, por ejemplo, no es más que un vago recuerdo, quizás yo era un bebé, o tal vez lo soñé, lo cierto era que siempre que la observaba, la notaba triste.

Lo siguiente que recuerdo es haber tomado la pluma que venía dentro de la carta dirigida a las Matriarcas y desaparecer. Era la primera vez que lo había mediante traslador. Me aferré a esa pluma como si fuese un ancla al mundo terrenal mientras todo a mi alrededor daba vueltas y vuelvas, las arcadas volvieron a mi garganta, la bilis me quemaba ¡Solo tienes siete años en qué pensabas! Me dije, pero ya era demasiado tarde para retractarse y realmente quería aprender sobre pociones, anhelaba seguir los pasos de mi madre pero por sobre todas las cosas, mi mayor deseo era el de ver ese brillo particular en los ojos de Rohana tras enfrentarse a algo que quería, una nueva beta de aprendizaje.

Nadie lo sabía pero solía espiarla por la mirilla de la puerta cuando se encerraba en la biblioteca. La oía recitar libros en voz alta, tocar piano. La veía emocionada con novelas, tomos sobre magia antigua y actualmente con esas pequeñas piedras preciosas que llevaban grabados desconocidos para mí. Y cuando era espectadora de todo aquello, me sentía plena, algo en mi elevaba la temperatura corporal, me hacía sentir en casa.

―Es allí, Roh… Cissy, esa puerta.

Mascullé cuando dos uniformados pasaron junto a nosotras por los pasillos antes de ingresar al cuarto donde el traslador nos escupió. En el interior se encontraban muchas caras conocidas para las mujeres, más no para las niñas. Aunque conocía a Zoella por la visita a la feria donde montó la rueda de la fortuna con Arya, dudaba que ella se acordara de mi, la hija de -entonces- su Alto Rango. Y el muchacho, no podía dejar de verle, pero definitivamente no me acordaba de él. Mi madre se había tomado la molestia de mantenerme apartada de todo lo referente a La Marca Tenebrosa desde el día en que nací; me preguntaba cuándo sería mi hora.

Hana saludó cordialmente a su profesora, pero le tembló la voz, quizás Triviani no lo notó pero yo sí y no tuve más remedio que pellizcar su codo antes de tomar asiento. Nos habían separado por unos cuantos metros, eran diferentes asignaturas y herramientas, por lo que tendría que confiar en que no metería la pata. Ya podía oía la voz de Arya escaleras abajo, a tía Cissy diciéndole que se calme, que ella hablaría con nosotras para luego subir y soltarnos la misma cantaleta pero con un toque más de moral. Apoyé el pequeño morral que había colgado de mi hombro todo este tiempo en el pupitre haciendo un poco de ruido y clavé los ojos dentro del caldero, su oscuridad casi me come.

Extraje unos cuantos frascos, pequeños, y los coloqué a un lado del caldero. Frascos que obviamente le robé a mi madre pero que jamás admitiría. Estos contenían algunos ingredientes sencillos para crear las más comunes de las pociones, solo necesitaba el conocimiento y la práctica, dos de las cosas que Zoella me daría en ésta clase.

―Buenos días― comenté, usando un tono recatado de voz, lento y sabio, como había oído a Arya emplear ante una situación similar ―En mi caso, creo saber un poco más de lo básico acerca de las pociones más me gustaría perfeccionar la técnica por el mismo motivo que ha dicho anteriormente, muchas veces son empleadas para sanar personas y no podemos estar desactualizados ante el avance de la ciencia mágica.

Guardé silencio y tomé asiento, por un momento creí que me perdería detrás del caldero pero enseguida recordé que tenía casi 30 años y media más de un metro diez. Me giré un momento, miré a Hana y le guiñé un ojo con disimulo antes de poner atención a lo que la profesora diría.

[Zoella Triviani]

Sonrió con suavidad, observando aquella reverencia de su cuñado. Relamió sus labios y reparó en el otro par de brujas, extrañada por el trato que ambas habían tenido hacía ella en cuanto hicieron uso de los trasladores, pero Zoella prefirió hacerse la vista gorda con las palabras tan respetuosas que dieron a ella.

- Arya, suelta la pluma. Pareciera que va a hacerse parte de tu mano - bromeó con suavidad, mientras se acercaba nuevamente al pizarrón. Movió su varita lentamente, borrando las palabras trazadas en tiza y comenzó, a escribir con su propio puño las letras que comprendía en abecedario rúnico. Y más abajo, colocó los nombres de un par de ingredientes, de los que la pelirroja podría elegir en su mesa de trabajo.

- Las Runas son un tipo de lenguaje escandinavo, que pertenecían a las tribus germánicas - comenzó a recitar, sacándose su bolsillo una funda de un pulcro color blanco, tan blanco que parecía una bola de nieve - Pero, también son utilizadas para predecir cosas, claramente, todo depende de su habilidad como practicantes de ésta mítica magia. Como es bien sabido, las lecturas son de forma individual, esto debido a que cada persona posee una perspectiva diferente ante las cosas, como lo es la leída de las cartas - finalizó, quitando la cinta de raso que mantenía las cuatro puntas de la tela cerrada.

- Las pociones, son mezclas mágicas que se preparan comúnmente en un caldero y son usadas para crear diversos efectos en el bebedor. Las pociones pueden tener usos medicinales, puede ser una poción letal, o simplemente puede dar a la persona que bebe cualidades diferentes como por ejemplo la multijugos que combinado con un cabello de alguien en cuestión, puede otorgarte su aspecto por un tiempo determinado - señaló, hacía donde la Macnair estaba sentada.

Un pequeño elfo, apareció en el laboratorio, elfo del cual Zoella no lograba reconocer hasta que este se acercó al Ravenclaw y le tendió una funda de color azul, sus runas, y segundos después desapareció.

- Las runas del alfabeto de Futharkson, el más usado hasta ahora, posee 24 símbolos. Para empezar, quiten la cinta que rodea su funda y dejen la tela sobre la mesa, sin una sola arruga sobre ella. Para leer las runas existen diversas formas, las más comunes son las tiradas de 1, 3, 5 o 9 runas. Empezaremos, tomando una piedra. Cerrarán sus ojos y harán una pregunta para recibir una respuesta objetiva - Se acercó a la mesa de ambos, y colocó su funda en la orilla de la mesa de Cissy - Arya, con una floritura enciende el caldero y toma aquel tobo de agua a tu costado para llenarla - indicó, alisando la tela blanca, dejando a la vista unas piedras que parecían estar mal cortadas, de color rubí y letras doradas.

- ¿Debo seguir con los medicamentos de experimentación? - interrogó, pasando sus dedos por sobre las piedras - Realizada la pregunta, las piedras empezarán a emanar el aura de la respuesta. Ante sus dedos, será una sensación de calor que las otras no les confiere - explicó, tomando entre sus manos la runa que despedía el calor, mostrándola a sus alumnos - Esta es Jera, simboliza la cosecha, fase fértil, un año. Conocida como la runa de buen éxito, se refiere a cualquier actividad o esfuerzo que dediques. Ver esta runa es un estímulo para permanecer de buen humor. Hagan la pregunta, tomen una y muéstrenla - Pidió, para alejarse a donde Arya se encontraba.

- Las pociones se preparan con diferentes ingredientes con propiedades mágicas, como cuernos de criaturas mágicas u hojas de plantas mágicas. No todas las pociones necesitan ser ingeridas para actuar, algunas producen efectos al contacto físico o al ser creadas simplemente, como la poción de regeneración - expresó, extendiendo la mano por sobre el agua que despedía un poco de humo, indicando que estaba tomando temperatura - Las pociones tienen una clara ventaja sobre los hechizos. Los muggles pueden utilizar las pociones, a diferencia de los hechizos, mientras tengan la poción realizada a su disposición, ya que no necesitan magia para que actúen - Explicó.

- Determinados efectos sólo pueden crearse a partir de las pociones. Algunas de éstas aumentan los efectos de los hechizos, pero otras; como Felix Felicis, tienen efectos imposibles de lograr de otra manera. Hablando en términos generales, los magos y brujas utilizan el método más sencillo o más satisfactorio para lograr el fin querido. ¿Conoces algunos de estos ingredientes que están en la mesa? No los que trajiste, los que ya estaban - indagó, esperando el accionar de sus alumnos.

 

@@Arya Macnair @ @@Keaton Ravenclaw

[Keaton Ravenclaw]

Keaton no lograba recordar muy bien como era que le gustaba la Adivinación, comenzaba a pensar que era algo que no le ayudaría en nada, pero bueno, ahora ya estaba en el aula con la calva y debía poner empeño, había gastado ya mil galeones y no podía darse el lujo de perder el poco dinero que estaba percibiendo. Escuchaba atento las palabras de la Triviani justo cuando Lancy apareció a su diestra y le entregó la runas en aquel pañito azul. Lo miró con ojos de reprobación por haber llegado tan tarde, lo cual el elfo entendió encogiéndose como resignado a la paliza que iba a recibir después, con lo cual, desapareció tras un suave sonido de estampida.

 

Entonces, el Ravenclaw extendió el pañito aquel alisándolo con cuidado, quitó el cintito y extendió las veinticuatro piezas sobre el pañito. Sus formas eran muy extrañas, y se percató que de aquellas figuras tenía dos es unos amuletos que había comprado hacía siglos en los mercados públicos organizados por el Concilio de Mercaderes de aquella época, los cuales tenían a Algiz y a Dagaz, que, según recordaba, uno de ellos daba protección.

 

―Mas te vale, Zoe, que nos empieces a explicar el significado de cada una, porque sé nada de esto ―Comentó el Mago Oscuro cuando terminó de escuchar las indicaciones.

 

¿Qué quería saber? ¿Qué pregunta le debía hacer? ¿A quién le estaba preguntando todo aquello? A nadie, a la nada, porque solo lo estaba pensando en su cabeza, pero bueno, se concentró, porque debía de hacer una buena pregunta, no solo algo para salir del paso, ya que si estaba por aprender, tendría que aprender bien y que le sirviera. Suspiró. se puso a pensar y dio con la pregunta.

 

―¿Debo volver al Concilio de Mercaderes? ―Aquello era algo que le estaba retumbando en la cabeza desde hacía unos días. Amaba aquella institución, pero se había enterado de algunas cosas que la verdad le daban miedo de volver. Además, de que claro, las personas que estaban a cargo tampoco estaban poniendo de su parte en devolverle su antiguo puesto...

 

Pasó la mano por encima de las piedritas aquellas y una se sintió más calientita que las demás. Era el dibujo de una flechita para arriba, sacó su diccionario y dio con su nombre. Tiewas.

 

―¿Ti... tiewas? ¿Y esto que c*** significa? ―Dijo en voz alta tomando la runa entre sus dedos de la diestra analizándola ―Señorita profesora, explíqueme ―Añadió en pos de la Triviani.

[Arya Macnair]

Ámbar Delacour

En un principio creí que nos había descubierto. En algunas reuniones Macnair oía hablar a las Matriarcas sobre sus compañeros e incluso sobre el enemigo, mi madre nunca paraba de mencionar lo sorprendida que Zoella Triviani la tenía, lo orgullosa que se sentía al verla llegar tan lejos, quién fuese aquella bruja. Palabras que ciertamente nunca la oí expresar hacia mi persona o sobre mi, no aún; no estaba celosa de Zoella, ni mucho menos, más ahora comprendía las palabras de Arya. Solté la pluma, con una risita nerviosa, lo más rápido que pude, la impresión de haber utilizado un traslador por primera vez me hizo quedar como tonta.

―¿C-cuál… ese de allá?

Tartamudeé. El siguiente comentario sobre la poción multijugos me tomó por sorpresa, sentí que los músculos se me congelaban al tiempo que con el índice señalaba el objeto obvio, el tobo de agua. Noté la mirada perpleja de Triviani, como si me fuera a preguntar si estaba bien o si había consumido mandrágora por error. Mis ojos verdes ―o más bien los de Arya, porque los míos originalmente eran caramelo― volaron hacía Rohana, si la bruja en cuestión comenzaba a sospechar segundos transcurrida la clase, estábamos en serios problemas.

Más intenté seguir con el papel de Mago Oscuro, mi madre era una persona respetable. Además, quién nos metió en el lío era yo, nuevamente ya no podía echarme atrás. Bordeé el pupitre con cuidado de no tirar el pesado caldero y fui en busca del agua para calentar. Incendio, musité al estar de regreso. La punta de mi varita chispeó, tuve que repetir el hechizo ¡Vamos que estoy en primer año de Hogwarts! ¿Qué esperaban? La descendencia de Pik tenía una línea en común, el gusto por la transformación, no por muchos otros hechizos.

Cuando el fuego acarició la zona cóncava del caldero el agua no tardó en hervir. Fue cuando la Profesora Triviani volvió a acercarse a mi regalandome unas cuantas palabras acerca de las pociones. Comenzaba a emocionarme, realmente quería aprender sobre el tema aunque debía mostrarme algo ¿Aburrida? Pues mi progenitora era Cirujano Mágico. Aún así, mala mía, no lo pude evitar.

―¿Va a enseñarme cómo crear Veritaserum?

Me brillaron los ojos, detrás de la voz de mujer se escondía la emoción de una niña. Pero rápidamente y antes de que me conteste, volví a concentrarme y fui señalando los ingredientes que había en la mesa, no los que yo traje, sino los entregados por la calva. Dejaba caer mis párpados entre ingrediente e ingrediente para apreciar aromas, colores y formas, eso activaba mi memoria, me había criado rodeada de todo aquello.

―¿Esencia de Doxy?

Señalé un frasquito rosado.

―¿Dictamo? No estoy segura de éste

Me rasqué la barbilla

―Y creo que éste son cáscaras molidas de huevo de Ashwinder, muchos dicen que sirve para crear pociones de amor

Alcé mis cejas dos o tres veces haciendo énfasis burlista en las últimas palabras.

[Cissy Macnair]

Rohana Macnair

 

 

Hana miraba de reojo a Ámbar mientras Zoella hablaba y cada palabra que la profesora decía, hacía que internamente la bruja adolescente diera un respingo. Tenía miedo de que su disfraz se descubriera y meterse en terribles problemas con su madre adoptiva, sin contar que Castalia -quien para ella era su madre de verdad- probablemente también la castigaría por el resto del verano. ¿Por qué había aceptado hacer eso con Ámbar? Siempre dejaba que su primita la llevara por el mal camino. Muchas veces, sus amigos de Hogwarts le decían que su prima la manejaba como quería, a pesar de que era menor que ella.

 

Pasó su atención a la profesora Triviani cuando ésta comenzó a explicar las Runas, que observó con expectación mientras sacaba las preciadas piedras oscuras de la faltriquera y las colocaba sobre el paño que había dentro del bolsito, encima de la mesa, tal como Zoella les había indicado.

 

-Aura... preguntar... sentir el aura- murmuró para sí misma, mientras se fijaba con suma atención en los movimientos que hacía la calva y, luego, en los que había hecho su compañero de cursada. No sabía su nombre, pero estaba casi segura de que había sido compañero de Cissy en el Concilio y que ella lo había visto alguna vez en sus paseos por el Mall. Pero no recordaba su nombre ni tampoco si había sido cercano a Cissy, así que se mantuvo concentrada, evitando mirarlo demasiado como para que se diera cuenta de la pregunta en su rostro-. Bien... veamos-.

 

Con manos temblorosas, extendió las piedras de forma tal que no estuvieran acomodadas de ningún modo en particular, y extendió una mano nívea que comenzó a pasar por encima de ellas.

 

-¿Debo seguir buscando?- preguntó en voz tan baja que dudaba que estuviera respirando.

 

No había especificado qué estaba buscando, pero suponía que la magia funcionaría de todos modos. Desde hacía varios meses, Hana se había dado cuenta que el vínculo que habían utilizado para unir el alma de Cissy al cuerpo de arcilla, hueso y sangre, poseía una conexión más fuerte de la que había esperado. Aunque ella no se lo había dicho a nadie, había podido sentir el momento en que Cissy quedó embarazada o cuando su habilidad de Animagia se disparó, haciendo que ella misma tomara forma de hurón, aunque había estado sola al momento de que eso ocurriera, por lo que nadie sabía sobre esto. También se había dado cuenta que podía escuchar los pensamientos de las personas, aunque intentaba con todas sus fuerzas no hacerlo. Y lo que había estado buscando, casi de forma desesperada, era cómo romper ese vínculo sin matar a su madre.

 

-Perthro- Hana miró de reojo a Ámbar, que ahora se encontraba nombrando algunas pociones e ingredientes, mientras su caldero hervía. La runa que le había tocado, según el libro que tenía a su lado, abierto donde Zoella les había indicado, significaba "incertidumbre" o "destino". ¿Cómo debía interpretar eso?-. ¿Profesora?- llamó-. ¿Puede ayudarme?- no estaba enterada del trato que había entre Zoella y Cissy, pero contaba con que la matriarca de los Macnair era una persona sumamente respetuosa con todo el mundo.

[Zoella Triviani]

La calva giró la vista a Cissy y Keaton, observando como comenzaban con la ruta de adivinanza que las runas podían otorgar. Las profecías o quizás visiones que daban las runas era un estudio amplio del que Zoella encontraba fascinante. Las respuestas que estas le daban a muchas de la pregunta que Zoella se hacía día a día, lograban calmar la ansiedad y mortificación que se alojaba en su pecho, carcomiendo su control -poco ha de decirse- sobre su mente.

 

La suave voz de la pelirroja llegó a ella, quien la hizo regresar al lugar donde estaba, la clase. Una sonrisa brilló en su rostro, sonrisa cargada de complicidad con la Macnair, sus ojos crisparon de maldad y la emoción por la materia creció en su pecho - ​¿Veritaserum? Claro, Podemos empezar con esa. Aunque es de dificultad máxima, disponemos de los ingredientes aquí en la mesa - confesó, acariciando con suavidad la tapa de uno de los frascos. Tomó su varita y apagó el fuego, metió la punta del dedo percibiendo la temperatura, que en efecto, seguía perfecta para la poción.

 

Escuchó los ingredientes que uno a uno iba diciendo, tomó el segundo frasco que pronunció y lo abrió. Olió con suavidad la esencia que desprendía - Sí, esa es esencia de Doxy. Esta es esencia de díctamo, pero no de cualquier díctamo. Es díctamo de Creta, es nativa de la isla griega Creta, esta allá simboliza nacimiento y amor - cerró el recipiente y lo colocó en la mesa - En los trabajos de Aristóteles, era considerada una planta medicinal famosa, fue utilizada en la medicina tradicional para curar heridas, tratar dolores estomacales, así como también en la adivinación en magia y hechicería. Es bastante rara y difícil de conseguir - agregó.

 

- Las cáscaras de Ashwinder no solo se usan en pociones de amor, también pueden tragarse por completo una vez que han sido congelados para ser usados como una cura de la fiebre. Estos huevos son un componente esencial en la creación del Felix Felicis - agregó, comenzando a tomar frascos de la mesa - Para el Veritaserum vamos a necesitar un pelo de cola de Unicornio adulto macho, una pluma de Fénix, medio litro de agua del Río Nilo, un trozo de dedo de un Grindylow, corazón de dragón, acónito y jarabe de eléboro - colocó cada ingrediente frente a la bruja, uno a uno conforme los iba pronunciando así la mujer se iba familiarizando.

 

Escuchó el llamado de sus otros alumnos y con ello giró la vista - Voy - tomó un viejo cuaderno donde ella llevaba las anotaciones de las pócimas que había aprendido a crear hasta ahora - Te recomiendo que leas todo antes de empezar la preparación - agregó para alejarse a donde los otros estaban.

 

"Preparación del Veritaserum

Buscamos nuestro caldero y le agregamos agua fría sin encender el fuego todavía.

Con el caldero ya con agua, le echamos la pluma de Fénix y la revolvemos rápido hasta que el agua se torne de un color naranjo brillante.

Ahora cortamos el trozo de dedo de Grindylow en pedazos aún más pequeños y los echamos al caldero.

Luego le colocamos el pelo de la cola del Unicornio y esperamos cinco minutos.

Pasado el tiempo le agregamos el agua del Río Nilo.

Tomamos el acónito y lo machacamos con un mortero, en seguida lo metemos al caldero también.

Ahora arrojamos el jarabe de Eléboro al caldero y prendemos el fuego.

Revolvemos lentamente y esperamos que el agua adquiera un color azul claro.

Características de la poción lista: Una vez terminada, se puede ver que es igual al agua, ya que este líquido es incoloro e inodoro.

Ingredientes: un pelo de cola de Unicornio adulto macho, una pluma de Fénix, medio litro de agua del Río Nilo, un trozo de dedo de un Grindylow, corazón de dragón, acónito y jarabe de eléboro

Excepciones de su uso: El Veritaserum no es 100% eficaz,

ya que existen algunas formas para evitar sus efectos

como por ejemplo tomar su antídoto o resistirse mediante la Oclumancia,

por esta razón no suele utilizarse en juicios como determinante de la inocencia o culpabilidad de un mago o bruja.

Además la persona bajo los efectos de esta poción solo dice lo que "cree" que es verdad,

así que tampoco se podría saber con certeza algún hecho preguntado."

 

 

 

 

Escuchó el nombre de la piedra que vibró de energía ante la mano del Ravenclaw y sonrió al observar la flecha señalando al cielo - Tyr o Teiwaz. Simboliza la energía de guerrero, el dios Tiu. Esta es la runa del guerrero espiritual. Su lucha es siempre el ego limitante. El acto fortalece su voluntad - explicó a ambos - Según tu pregunta, sobre volver al concilio, mi perspectiva es que sigas tu voluntad, más preciso el acto que va a fortalecerte el espíritu. Seguir con tu objetivo que es volver al concilio, luchar contra tu ego limitante, que son todos tus miedos y barreras impuestos por tus inseguridades que te impiden lograr eso que quieres - finalizó, girando a ver la piedra que sostenía la Nigromante.

 

- ¿Profesora? Me recuerdas a Rohana cuando me llama tutora en los pasillos - comentó con risa para proseguir - Perthro, simboliza iniciación, algo oculto, una cosa secreta. Esta piedra que los poderes transformadores internos están interactuando, pero lo que vas a obtener de ellos no es fácil de reconocer - arrugó el ceño un poco, intentando reconocer lo que la respuesta quería decir.

 

- ¿Seguir buscando? - volvió a interrogar para estar segura, recibiendo un asentimiento de la bruja - La piedra te dice que debes buscar con cuidado, hay algo oculto que no vas a ver con facilidad, tus poderes internos de transformación están trabajando para ayudarte en ello, pero lo que vas a encontrar, luego de observar con gran minuciosidad, será el inicio de algo nuevo - agregó para acercarse a sus piedras.

 

- Probemos algo nuevo - agregó, pensando un poco lo que iba a preguntar. Sabía que todos en la sala eran mortifagos, por lo que prosiguió con lo que en su mente brillaba - ¿Serán las próximas elecciones mortifagas como todos esperamos? - su fecha dentro del alto mando estaba culminando, su puesto de Lugarteniente estaba por dejarlo para las nuevas cabecillas que llegaban. La Triviani temía por su bando, sabía que su trabajo no había sido el mejor de todos pero le había puesto gran empeño a ello.

 

Pasó sus dedos por cada piedra, tomó tres de ellas y las giró. Dejándolas en la parte superior de la blanca tela. Observó lentamente las tres piedras que surgieron ante ella y prosiguió a explicar - Elegir 3 y se busca una apreciación más amplia y profunda; las runas se leen de derecha a izquierda y la casilla 1 corresponde al pasado, la 2 al presente y la 3 al futuro. Aunque de igual forma su interpretación no requiere únicamente esos tres aspectos - Comenzó a señalar la primera piedra de la derecha - Raidho, simboliza la comunicación, acuerdo, reconciliación. Esta runa trata sobre la comunicación, el estado de ánimo de algo que tiene dos lados, dos elementos y una reunión diferente.

 

» Thurisaz, La ubicación de no hacer. Con el símbolo de la puerta de enlace, la runa muestra que hay trabajo para ti, tanto dentro como fuera de ti. Y por último tenemos a Eihwaz, simboliza la defensa, fuerzas defensivas. La indica que paciencia es el consejo. Sin molestias, sin acción para un resultado deseado es necesario. Se requiere perseverancia y precaución.

 

Suspiró con suavidad, y siguió hablando - En respuesta, podríamos decir que las elecciones deben esperar con paciencia, en el pasado la marca tuvo mala comunicación y poco a poco ha ido mejorando. Puedo decir incluso que trajo reconciliación entre sus miembros. Aunque todos tenemos diferentes pensamientos, en reunión hemos logrado lo que hasta ahora es, con sus altos y bajos. Me dice, a su vez, que aún me queda trabajo por hacer en mi puesto, tanto como Lugarteniente como una mortifaga más - acotó. Observó la última pieza y decidió culminar - Pero, debo terminar de actuar con precaución, seguir perseverante y quizás al no tener molestia alguna el resultado será el deseado - finalizó de decir, recogiendo sus runas.

 

- Ahora ustedes. Veamos que les indican las runas - giró su vista a la Mago Oscuro quien poco a poco iba armando la poción. Esperaba que la dificultad que la misma tenía no sobrepasara a la bruja, quien se movía torpemente.

 

 

 

@ @@Arya Macnair @@Keaton Ravenclaw

[Cissy Macnair]

Rohana Macnair

 

 

La bruja se quedó mirando cómo Zoella se acercaba a Ámbar/Arya y comenzaba a dejarle instrucciones para que fabricara Veritaserum. ¿Para qué quería su prima un frasco con dicha poción? Hana no lo sabía en absoluto y dudaba de querer preguntar. Aunque Cissy le impidiera entrar a su laboratorio secreto -que no era tan secreto-, Hana siempre se las había ingeniado para espiarla a hurtadillas y, creía, que Cissy sabía de ello. La había visto permanecer horas en aquel lugar, mezclando ingredientes y preparando burbujeantes elíxires que ella desconocía por completo. También, cuando era más pequeña y había ido con Castalia a la Botica, había observado a su madre hacer lo mismo que la otra Macnair, como si fueran gemelas... incluso sus movimientos y gestos eran parecidos.

 

Así se quedó abstraída, con la runa en la mano, hasta que Zoella se acercó a ella y le sonrió, diciéndole que le hacía acordar a ella misma, en realidad. Se tensó un poco en su lugar pero no fue notorio para nadie.

 

-De tal palo...- musitó la bruja-. Hana es mi hija adoptiva. Sus padres fallecieron cuando tenía un año. Y hace dos años, mi sobrina Castalia la adoptó legalmente como hija suya. Pero le tengo un inmenso cariño y creo que se le han pegado algunos gestos míos- en realidad, aunque Hana/Cissy no pudiera decirlo, ella era la doppelganger de Sybilla, así que tenía lógica que tuvieran el mismo tono de voz, la misma cadencia, los mismos movimientos. En sí, era como si fueran clones. ¿Acaso no eran realmente eso? Negó. Tenía que dejar de divagar o se iba a perder la explicación de las runas-. ¿Entonces debo seguir buscando... pero voy a encontrar algo nuevo?- ¿eso quería decir que iba a convertirse en algo que la ayudaría en su búsqueda o...? Ya se había hecho líos.

 

Prestó atención a lo que Zoella hacía ahora, empezar con una nueva pregunta pero esta vez pasar su mano y elegir tres piedras en vez de una, cada una representando las tres etapas temporales: pasado, presente y futuro. Eso era muy interesante, sobre todo porque Hana tenía algunos tiempos mezclados desde que Arya había hecho el pacto con Artemius. Se quedó escuchando a su tutora de Hogwarts como embobada, esperando a su turno, porque no quería hacer las cosas mientras la bruja hablaba ya que le interesaba mucho aprender todo lo que pudiera. Luego, cuando llegó su turno y el del otro mago, Hana recogió las runas, las dejó caer sobre el paño e hizo la pregunta.

 

-¿Qué sucederá con los bebés que han secuestrado?- ella, tal como Cissy, se preocupaba por los pequeños que habían desaparecido en manos del Inquisidor y quería ayudar a recuperarlos. Era claro que no la habían dejado participar de nada de eso, sobre todo luego de que la enviaran a ella y a sus primos al Norte, lejos de todo el drama bélico.

 

Pasó sus manos sobre las runas y sintió tres que emanaban energía diferente, más cálidas.

 

-Isa... pasado. Laguz... presente. Wunjo... futuro- las fue colocando tal como Zoella había explicado y ahora le tocaba interpretarlas-. Isa representa el pasado y signfiica inacción, parálisis o estar tranquilo y creo que se refiere a nuestra propia capacidad como sociedad de darnos cuenta lo que sucedía o de intervenir en ello. El Inquisidor atacó y nosotros no pudimos más que quedarnos a mirar- había tensión en su voz, un poco de rencor también-. Laguz es el presente y significa el hogar, la fertilidad y la vida doméstica. Creo que esto es lo que está sucediendo justamente ahora, donde buscamos cobijo en la familia y una forma de regresar a ello y de recuperar las vidas que se nos han arrebatado- hablando figurativamente de los bebés, pensó-. Y el futuro es Wunjo, que significa... alegría- si al principio se había sentido algo escéptica, ya no lo estaba. ¿Eso quería decir que recuperarían la alegría? Los niños eran alegría...