El Secreto de los Centauros

[Goderic Slithering]

Para ser honestos, se estaba cansando de esta misión tan agotadora. No obstante, su curiosidad era bastante potente por lo que sabe que no se rendirá hasta poder saciarla ¿qué fatídico evento los centauros habían detectado en el flujo del tiempo futuro? ¿Habría alguna pista dentro de la videncia sobre cómo derrotar o frenar tal catástrofe? No lo sabe, es más, sino hubiera sabido de antemano que el objetivo final de la aventura sería obtener pistas vagas de mano de los centauros, seguramente no hubiera participado. Él, más que nadie, sabe que el tiempo era algo bastante particular. Ni el pasado ni el futuro eran cosas fácilmente manipulables y solo terminaría volviendo loco a quien quisiera jugar con él.

Sin embargo, a mitad de camino ¿por qué le tendría miedo a un par de defensas u obstáculos? Las tentaculas ya estaban controladas y la aparición de la mantícora solo le añade un nivel de dificultad mayor, pero tampoco mortal. Todos eran magos poderosos que podrían frenar tales ataques. Se pregunta porqué Berenci ha colocado tantas trabas para conocerlo ¿tendría enemigos dentro de la misma manada de centauros? ¿para proteger que la profecía caiga en manos incorrectas? o quizás, solo quería probar la fortaleza de los magos, para asegurarse que solo los magos más fuertes podrían obtener tal conocimiento. Lo último, le hacía sentido ¿de qué servía que alguien débil obtuviera información sobre el fin del mundo? ¿podría hacer algo? ¿Alguien le creería? La respuesta era clara: no. Solo la fuerza tiene voz.

 Sumándose a su compañera, Emily, el mago invoca un corpus patronus para mayor control de la criatura mágica. Había decidido que los hilos plateados formaran un gran elefante, lo suficientemente grande como para proteger durante bastante tiempo el avance del grupo. Podría haber invocado una criatura mágica o más poderosa, pero en tales circunstancias lo más óptimo parecía ser generar una pared viva de gran tamaño. Supone que la criatura tendría un terreno que cuidar, siempre que salieran del territorio establecido estarían seguros. No tenían ni que matarla ni nada, solo correr. No era su estilo pero tampoco quería enojar a Berenci por matarle su mascota.

[Valky]

 

Era una suerte que sus amigos fuera magos y brujas lo suficientemente poderosos como para lidiar con una manticora, criaturas de muy mal carácter lo que las volvía peligrosas y aterradoras. Si bien matarla sería complicado no sería del todo imposible, pero, ¿Por qué matar a semejante ejemplar si bien podrían distraerla el suficiente tiempo como para que ellos pudieran escapar? Al parecer no era la única que lo estaba pensando, pues de inmediato varias defensas fueron colocadas, un pantano para frenar el avance denla criatura, dos corpus patronus y varias criaturas de sombras también aparecieron, todo mientras ella se ponía en pie y recuperaba su varita. 

—Si... creo que no tengo nada roto— le respondió a Emily cuando esta le preguntó como se encontraba.

Aquello no era del todo cierto pues sentía un dolor punzante en el costado derecho, quizá alguna costilla fisurada, en todo caso nada grave. <<Curación>> pensó haciendo uso del amuleto que hace mucho tiempo atrás había conseguido en una clase con uno de los guerreros Uzza, el dolor producto del golpe que había recibido poco a poco fue aminorando hasta que casi ya solo podía sentir una pequeña molestia. 

El elefante y el hipogrifo, junto a las criaturas de sombras estaban haciendo un excelente trabajo distrayendo a la manticora, por no mencionar que el Kiorke la mantenía a raya, creando una oportunidad única para que ellos pudieran escapar hacia donde suponían estaba el longevo centauro.

Tan solo para asegurarse de que la criatura no los siguiera la pelinegra, haciendo uso del ilusionismo, uno de los poderes de la Orden Oscura, manipulo la mente de la criatura por tan solo el tiempo suficiente para que esta creyera verlos escapar por la dirección contraria a la que en realidad habían tomado. 

—Menos mal solo era una...la hubiéramos tenido muy difícil si eran más.—Comentó con la voz entre jadeos de cansancio, pues había corrido un buen tramo —¿Alguien trajo agua?—Pregunto —La mía se quedó en la car... —no siguió hablando pues su mirada se poso en un centauro que los observaba en la entrada de una cueva— Creo que lo hemos encontrado... pero no luce muy contento —Añadió.

[Juliens]

  

Benjamin no es la persona más valiente del mundo, lo sabe y jamás intentando pasar por valiente. Sin embargo hay algo que aún le pesa. Hace mucho tiempo superó la muerte de su padre, hace mucho tiempo hizo lo suficiente para que Will la supere. Sin embargo, aún hay algunas heridas que debe curar. No es nada que le impida vivir una vida normal, pero si es algo que en ocasiones como las que se están enfrentando causan que tenga que actuar en contra de sus instintos. Huir le cuesta. Porque, aunque no había nada por hacer, los gemelos huyeron cuando su padre murió. Huyeron durante mucho tiempo y no le gusta huir.

Pero tiene que hacerlo, claramente no tiene otra alternativa. Aún sin romper el kiorke y con el pantano tirando de la criatura cada que esta intenta huir, invoca nuevamente en poder de las tormentas. A pocos metros de dónde está de pie se materializa su Ansuz. La apariencia que suele tomar es idéntica a la de su patronus, un tigre de bengala que irradia la energía de los dioses. No está lo suficientemente unido a ninguno de sus compañeros de aventura, por lo que es imposible que este se haga visible para ellos, o que sean capaz de montarlo. Sin embargo sabrán que está ahí, pues su energía es poderosa y perturba la atmósfera, el ambiente que los rodea.

Sin importar la forma adoptada por Anzus, este es capaz de surcar los cielos, de correr en tierra y de nadar sobre las aguas del mar. Benjamin salta y se sienta sobre el lomo de su criatura, justo un segundo después de que todos hayan recorrido cierta distancia. El kiorke desaparece en ese momento, pero ya todos están a una distancia segura, todos están a salvo.

Su anfitrión, si es que se le puede llamar anfitrión, no parece estar contento. Nota el ataque solamente porque su Ansuz lo hace. Logra defenderse a tiempo invocando al campo de batalla un Aqueora. Al haber sido el primer ataque una llamarada, Ben decide que es mejor estar prevenido, por lo que invoca el poder de los guerreros uzza, el hechizo Ignea Máxima invoca el polen de los lirios de fuego sobre si mismo. Acto seguido, un nuevo ataque. Hace uso de su Anzus y de sus saberes relacionados a las Artes Oscuras para defender al grupo.

Por último, sin entender del todo como funciona, invoca el poder de las estrellas. 10 estrellas responden a su llamado, es un paso hacia adelante, un paso más cerca de vencer a Berenci. Siente el poder de las estrellas, siente su magia primiginea inundando el campo de batalla. Están más cerca gracias a Sirio, Canopus, Alfa Centauri A, Procyon, Achernar, Betelgeuse, Hadar, Capella, Aldebarán, Spica

[Valky]

Si, definitivamente aquel centauro era Berenci y no estaba de buen humor, seguramente debido a que no se esperaba que el grupo llegará hasta su cueva con vida, las defensas que había puesto eran buenas y lo suficientemente fuertes, pero aunque les habían dado problema al final los dos magos y las dos brujas había logrado superarlas.

—Pagaran el haber lastimado a mi mascota… si desean la segunda parte de la profecía, deberán derrotarme primero—Dijo justo antes de lanzar el primer ataque, una llamarada que Ben hábilmente detuvo usando aqueora y un ignea máxima. 

Sin embargó aquel embate tan solo había sido una distracción y valiéndose de las malas artes que poseía envió una poderosa maldición a Emily, una que ni siquiera el detritus que tenía puesto logró contener. El escudo gaseoso que la rodeaba, que se suponía la protegería dejo de existir y aquella magia antigua, poderosa y muy oscura entró en el cuerpo de la bruja. La pelinegra, que era la más cercana corrió hacia ella en el preciso momento en que la Karkarov se llevaba la mano al abdomen y empezaba a retorcerse de dolor.

—mier**… maldición… —murmuró al ver como el rostro de la bruja empezaba a ponerse pálido. 

Con su varita empezó a hacer varias fortuitas en el aire y varias esferas flotaron ante ella, eran los signos vitales de la Karkarov y por los colores rojos y anaranjados que tenían, la maldición que había recibido era fuerte. Haciendo uso del conocimiento de maldiciones, Kaori empezó a mover la varita y recitar un hechizo que esperaba pudiera contener con éxito la maldición, un hechizo que invocaba el poder de las estrellas. 

Del abdomen de la bruja salió un vaho negruzco que se arremolinaba como si tuviera vida propia, más poco a poco, conforme la bruja hablaba, este parecía estabilizarse, parecía hacerse más débil, hasta que la magia de la pelinegra logró contenerlo. Las esferas con los signos vitales poco a poco se iban estabilizando. Suspiró aliviada, pues aunque no podía eliminar del todo la maldición, Emily seguiría viva.

Tenía la frente perlada de sudor y sus manos temblaban un poco, pero no podía darse el lujo de descansar, de quebrarse, de bajar la guardia y aunque era una suerte que tanto Goderic como Ben, fueran magos lo suficientemente fuertes como para lidiar con el centauro mientras ella se ocupaba de ayudar a Emily, la bruja levantó su varita en dirección a Berenci.

—Sectusempra— dijo enviándole aquel mortífero rayo que podía causar graves heridas sangrantes <<Flechas de fuego>> pensó enseguida y una andanada de filamentos de fuego salieron despedidos de su varita. Sin embargo, rayo y filamentos chocaron en un potente escudo que protegía al centauro, si lo querían vencer tenían que destruir aquel escudo.  

Estrellas invocadas para contener la maldición en Emily: Sirrah , Hamal , Altarf , Rigel Kentaurus, Zubeneschamali, Alpha Pyxidis, Alpha Scuti, Atria , Rigel , Gamma2 Normae

[Emily Karkarov]

Voy a morir en una misión de la que no recuerdo cuál era su finalidad, genial, Emily

El intenso dolor comienza en su abdomen, extendiéndose hacia sus extremidades inferiores. Realmente no quiere hacerlo porque piensa que muestra debilidad, pero siente en sus ojos las lágrimas formándose de forma involuntaria y la energía poco a poco dejando su cuerpo. Le gustaría tomar su varita mágica e intentar hacer algo para protegerse, pero no tiene la fuerza suficiente y es en ese momento en que piensa que para cuando el resto se de cuenta de lo que le sucede ya sería muy tarde.

En retrospectiva no sabe si es era su propio pesimismo -y que literalmente sentía que la vida se iba de su cuerpo- o si la maldición no solo había causado dolor físico, sino también mental. Afortunadamente, Kaori había notado que el primer ataque de Berenci había sido solo una distracción y había llegado hasta ella para auxiliarla. Hubiera querido agradecerle en ese momento, pero solo puede cerrar los ojos y esperar que lo que fuera que estuviera invocando funcionara.

Poco a poco la respiración de Emily comienza a regularizarse y tiene la fuerza suficiente para incorporarse. Curación piensa, por si tiene algún efecto positivo en ella. Si bien no hace nada sobre la maldición o sus secuelas,, que todavía desconoce, sí siente un poco más de energía, que combinada con el enojo propio de haber sido la víctima más reciente de Berenci, aumentaban su voluntad de seguir con la misión.

—Gracias Kao, te debo la vida, literalmente

Dice Emily, aun moviéndose lentamente, aunque con más color en las mejillas y los labios. Sabe que deben reagruparse y atacar o dividirse y atacar. No encontraba más soluciones. Piensa en un confundus intentando desorientar a Berenci y lanza al aire en su dirección arena de hechicero pensando que de esa forma lograría obtener al menos un poco de tiempo para que pudieran armar una estrategia o recargar energías y seguir atacando.

Si estaba en lo correcto, invocar el poder de las estrellas podría ayudarlos. Estrellas de la constelación de escorpión como Antares, Acrab, Dschubba, Sargas, Shaula, Girtab, Jabbah, Al Niyat, Wei y Lesath.

[Goderic Slithering]

De un momento a otro, todo es confusión. No puede evitar fruncir el ceño al ver que Benjamin se cubre con un aqueora cuando un detritus proporcionaba la misma capacidad defensiva pero tenía la ventaja de proteger a algún compañero ¿acaso esperaba que cada quién se salve a sí mismo? No puede evitar generar una insatisfacción y un deseo de gritarle sobre el trabajo en equipo, pero se mantiene en silencio entendiendo que no era el mejor momento para ello, ya que no podía bajarle la moral al grupo.

A pesar de tener conocimientos en maldiciones, sabe que no es prudente apoyar a Kaori con el tratamiento de Emily. La circunstancia, aparentaba, estar bajo control y no era un buen plan desconcentrarse del ataque de Berenci considerando, además, que Benjamin aparentaba estar netamente en una defensiva propia. Simplemente debía seguir atacando para disminuir la presión sobre las brujas, para que se recuperaran tranquilamente, incluso si eso significaba que él mismo se convirtiera en el principal objetivo de los ataques del centauro.

Cinaede murmura, para que un gas incoloro atacase las vías respiratorias del centauro, no sólo provocando un sangrado excesivo sino poniendo en riesgo su respiración normal debido a la obstrucción de sus vías respiratorias con la misma sangre y, además, por el daño a su sistema nervioso que el mismo veneno provocaba. Siguiendo con su ronda de ataque, Invoca su Vara de Cristal y, rápidamente, vierte su magia y poder para convertir su mutis en un hechizo tan rápido que Berenci no pudiera protegerse. Tal hechizo no le causaría gran daño, pero restringiría sus movimientos fácilmente al no poder usar magia verbal lo que, sin duda, limitaría sus opciones de ataque y el uso de conjuros o maldiciones.

Las estrellas brillaban en lo alto del cielo. Siguiendo sus conocimientos de astronomía, trata de generar resonancia con la constelación de Geminis e invocar el poder de las estrellas, puede sentir la fuerza de: Cástor, Pólux, Alhena, Wasat, Mebsuta, Mekbuda, Tejat Prior, Alzir, Tejat Posterior y BQ Geminorum.

[Valky]

Miró de reojo a Emily, parecía estar mejor pero si lo que había visto en los signos vitales e interpretado bien las señales, para eliminar por completo la maldición debía acudir a un sacerdote o sacerdotisa, caso contrario el tener un hijo, aunque no sabía si aquello estaba dentro de los planes de la bruja, sería imposible. Pero esa información se la diría luego, cuando finalmente lograran conseguir la segunda parte de la profecía y salido de ese bosque.

 —Hubieras hecho lo mismo por mí —le respondió a Emily cuando le dio las gracias y se unía al grupo para atacar a Berenci.

 Los hechizos que estaban enviando empezaban a debilitar a la criatura que había pasado de atacarlos a defenderse y curarse como podía de los hechizos que le enviaban.

 —Strellatus— dijo para que el flash de luz mágica que salió de su varita dejara con ardor y visión borrosa al centauro.

—Corpus Patronus— añadió, de la varita de la bruja salieron filamentos plateados que se fueron entrelazando hasta dar forma a un yeti cuya orden era intentar inmovilizar al centauro con aquellas enormes manos.

 Su mirada y concentración estaban puestas en el centauro que casi no se da cuenta de que la tierra bajo sus pies había empezado a moverse, como si algo quisiera escapar de ella ¿Algún otro truco del centauro? ¿Cómo es que había llegado a ser tan poderoso? ¿Cuántos años tenía? Eran muchas de las dudas que en ese momento le llegaron a la mente y probablemente no obtendría respuesta alguna.

 —Si lo matamos no nos podrá decir la otra parte de la profecía… — dice justo en el momento en el que una mano huesuda la sujeta por el tobillo.

 El miedo la paraliza por un instante tan solo de pensar en aquellas criaturas y lo que podían llegar a hacerles si eran muchos, baja la mirada y mueve su pie con fuerza para zafarse del agarre ¿Eran inferís? ¿Tendría el centauro aun fuerzas para controlarlos? ¿Cuentos había? Quizá solo era uno y ella había tenido la mala fortuna de pararse justo debajo de él.

 —Cuidado con donde pisan…—dice alejándose de inmediato, buscando refugio cerca de donde estaba Goderic y mientras lo hacía en su mente empezó a invocar una vez más el poder de las estrellas. Menkent, Agena, Muhlifain, Epsilon, Eta, Zeta, Delta, Acrux, Sheratan, Mesarthim

[Juliens]

No tiene dudas, debe dejar de salir en misiones con el grupo de personas que lo rodean. Todas sus "aventuras" tienen algún acontecimiento que los hace ver de cerca a la muerte. Aunque, siendo justos, son acontecimientos en su vida que aún no están escritos. Él no sabe, aún, todo lo que sucederá en ¿parís? o lo mal que la pasará cuando toque unos monolitos extraños. Y aún así, con todo lo místico que sucede, hay algo parecido a un presentimiento que le pide que se aleje de ese grupo. Benjamin no hará caso, por su puesto.

Todo se vuelve el caos, todos intentando protegerse y ayudar a los magos y brujas presentes. Quién se lleva la peor parte de los ataques es la bruja Karkarov. No es capaz de reaccionar a tiempo, no logra esquivar la maldición enviada por el maldito centuro. Luego de la ronda de ataques la intención del centauro le parece bastante clara, intenta huir en el momento exacto en que se da cuenta de que no tiene forma de ganar. Los ataques y defensas combinadas utilizadas por los 4 magos son lo suficientemente fuertes.

-No vas a ir a ninguna parte. Cyclone Maximus.

Un ciclón se materializa en el campo de batalla, justo en el sitio en que se encuentra el centauro. Lo eleva por los aires, lo golpea aún más, le causa heridas adicionales e incluso logra desorientar bastante. Con su hechizo anterior aún activo, Benjamin agita la varita mágica dibujando una floritura en el aire. Acompaña el movimiento con las palabras adecuadas para invocar un hechizo: Fuego Púrpura.

La llamarada aparece y se mueve hasta el ciclón, que no la apaga. Al contrario, incluso parece que le brinda fortaleza. En esa situación la llamarada llega a golpear al centauro provocando que este pierda el conocimiento. En ese momento el ciclón desaparece y el centauro golpea el suelo. No está muerto, lo sabe. Sin embargo que eso suceda es muy probable, por lo que adicionalmente utiliza el hechizo Episky para sanar un poco las heridas del centauro. El hechizo no le devuelve el conocimiento, sin embargo evitará que este muera.

Acto seguido las estrellas vuelven a hablar. Son las estrellas las que permitirán que el centauro no escape en el momento en que despierte. Así, convoca el poder de 10 estrellas. En el suelo, alrededor de la criatura, se dibujan 10 símbolos que son iluminados por rayos de luz que provienen del mismísimo firmamento que crean una espcie de jaula para el centauro. Son la magia y la luz de: Hydra, Leo, Linx, Lupus, Lyra, Phoenix, Vela, Virgo, Volans, Vulpecula

[Emily Karkarov]

La luz que emite la jaula que aparece de los diez símbolos se amplifica al punto que los obliga a cerrar los ojos. Cuando Emily puede volver a abrirlos se cerciora que el centauro está dentro de su prisión sin forma de escapar. Aun así Berenci trata de que en su rostro no se refleje emoción alguna, ni decepción por no haber podido vencer a los magos. Parece más bien pensativo, posando sus ojos durante unos segundos sobre cada uno de los presentes.

Cuando los ojos del centauro miran a Emily, ella cree que puede ver una ligera muestra de satisfacción, quizás porque es Karkarov quien ha quedado “marcada” con la maldición, aunque no en la gravedad que Berenci hubiera querido.  Hay unos minutos de silencio, que comienzan a tornarse incómodos. Cuando piensa en amenazarlo para que dijese algo el centauro se le adelanta.

«Cuando la que deseaba el exterminio caiga,

su semilla del conocimiento será plantada,

cuando el árbol del conocimiento florezca

el orden y el caos volverán a luchar

no habrá morada que se mantenga en paz

ni ningún ser que no se vea envuelto en la batalla»

Berenci sonríe de medio lado, no porque se ve obligado a revelarles la segunda parte de la profecía, sino porque lo que plantea en la primera parte de la visión es un panorama desalentador. Para todos es claro que habla de una batalla, que los días de relativa paz que estaban viviendo llegarían a su fin. 

«Resurgirá el vampiro mercader

Ni el bien ni el mal se mantendrá en el poder

Desde tierras lejanas se encontrará ayuda inesperada

Cuando los elementos se manifiesten

Y la voz del pasado les advierten

Busquen a la persona destinada

Centauros y sus aliados deben resguardarse

Y de sus rencores deben olvidarse

Confíen en las estrellas

y no caigan en decadencia»

-Qué emocionante – comenta con ironía la bruja -. ¿Qué hacemos ahora? ¿regresamos por el mismo camino para encontrar la manada de centauros?

No menciona qué van a hacer con Berenci, siendo una opción liberarlo en caso de que alguno de ellos supiera como abrir la improvisada pero efectiva prisión en la que estaba. El centauro tampoco parece protestar por su situación. Emily asume que él sabe como liberarse, mas aceptaba la desventaja en la que se encontraba.

[Goderic Slithering]

La victoria contra el centauro no le sorprende, no solo por la superioridad numérica sino porque confiaba en la experiencia en combate de casi todo el grupo. Sin embargo, lo que sí llama su atención es la sorpresiva facilidad y amabilidad con la que Berenci les entrega la segunda parte de la profecía. Teniendo la posibilidad de escucharla desde el principio, Goderic trata de darle un sentido a la primera parte -que ya había escuchado- pero no es capaz de hacerlo.

¿Árbol del conocimiento? El mago teoriza que podría tratarse del árbol de fuego que pertenecía a los Guerreros Uzza, ¿no era un grupo particularmente atraído y relacionado con el conocimiento mágico? aunque no cree que su florecimiento cause estragos, así que probablemente haga relación a un mes del año. Necesitaba a alguien del pueblo Uzza o con conocimientos de herbología como para saber dicho acontecimiento.

Sin embargo, con el pasar de las frases sabe que la nueva parte se acerca y la primera rompe de inmediato su estado de divagación ¿vampiro mercader? Sin lugar a dudas supone que hace referencia al Concilio de mercaderes ¿no se suponía que el Concilio estaba manejado por un grupo de potentados vampiros? También piensa un poco en Marco Livua -sobretodo por el tono apocalíptico de la profecía- pero por lo que él sabía, el mago aunque era un vampiro, no era un mercader.

No le sorprende que el final de la profecía hiciera referencia a los propios centauros, pues le parecía poco natural que recibieran una advertencia cósmica de una futura crisis sin darle algún detalle específico para su raza.

— Sí, regresemos. — responde a Emily algo cortante debido a la distracción de seguir pensando en la profecía.

No le pone mucha atención a lo que le pasaría a Berenci, aunque dudaba que volviera a ser agresivo contra el grupo. De hecho, el camino de regreso a la manada de los centauros parecía estar despejado y sin contratiempos como los obstáculos que inicialmente se habían encontrado.