Estudios Muggles

[Matt Blackner]

Salí de la ducha muy animado aquella mañana...Aunqeu bueno, técnicamente aun no había amanecido. Fenrir estaba fuera, dando vueltas por la habitación, buscando una de mis botas. Las había escondido el día anterior, y cuando lo descubrí, le obligué a buscarlos.

 

Para cuando salí, el lobo había dejado los dos pares llenos de babas frente a la puerta. Lo miré, soltando un suspiro antes de agitar la varita sobre ellas, quedando limpias al instante. Me calcé, tomando mi bandolera y bajando a la cocina. Harpo siempre se despertaba cuando notaba movimiento de alguno de los miembros de la familia, pero yo pensaba desayunar fuera.

 

Mis alumnos deberían haber recibido mi carta un par de días antes. En ella, les prevenía de las normas que deberían cumplir en mi clase:

 

Os espero a todos en el Waterloo City Farm, a las afueras de Londres. Es bastante sencillo llegar.

 

- Debéis llegar al lugar utilizando un método de transporte muggle.

 

- Tendréis que utilizar ropa muggle (o lo más parecida posible. Nada de túnicas o capas por favor.) Os recomiendo ropa de trabajo. Nos vamos a ensuciar.

 

- Terminantemente prohibido el uso de magia. Si veo una varita o tratáis de utilizar la magia, quedaréis automáticamente expulsados y suspensos.

 

- Desayunaremos antes de comenzar la clase. Nos vemos a las 7:00 en la entrada. No os retraséis.

 

Salí de la Potter Black. A pesar de vestir vaqueros y una sudadera de color gris, la brisa temprana me resultó agradable. Respiré hondo y monté sobre mi moto voladora, una triumph bonneville de color negro. Eché un último vistazo a la mansión, antes de ponerme el casco negro y arrancar la moto, que comenzó a ronronear al instante. Disfrutaría del viaje, y para cuando mis alumnos llegaran, yo los estaría esperando en la puerta de entrada.

 

@ @@Ellie Moody @

Editado 31 de Enero del 2021 por Nate Weasley

[Ellie Moody]

Maevë Sayre

 

Es un acontecimiento muy, muy inusual que Maevë se despierte temprano. Normalmente, abre los ojos alrededor de las nueve de la mañana y tontea hasta que se hacen las diez. Sin embargo, ese día estaba vistiéndose y cepillándose cuando el sol apenas terminaba terminaba de salir e iluminar el pequeño poblado de Luss. Melrose, Richard y su tía Ellie todavía estaban durmiendo cuando ella tomaba el desayuno y realizaba los últimos preparativos para dirigirse al curso de Estudios Muggles.

 

—Muy bien, ya está todo listo —susurra, mientras termina de alistar sus pertenencias en una mochila. El profesor dijo que "no quería ver varitas mágicas", pero no tenía pensado usarla... de no ser necesario. La verdad es que la idea de despegarse de su varita le parece una completa locura; está segura de que su tía tendría algo que decir al respecto, pero no le comentó que se había anotado en aquella clase. No está segura de por qué lo ocultó, si no se trata de nada malo. ¿Quizás porque sería más divertido mostrarle su certificado, una vez le llegue por correspondencia?

 

Mientras divaga dentro de su cabeza, todavía saboreando el huevo escocés del desayuno, Wyatt se desliza entre sus cómics, su botella de agua y el estuche de su varita mágica —que se trata de una cartuchera negra, con pegatinas de estrellitas que compró en una librería muggle—. Eve suelta una risa al darse cuenta, pero sacude la cabeza.

 

—Lo siento, Wyatt, pero hoy debes quedarte —dice con firmeza—. Voy a tomar un autobús y podrías perderte en Londres... ¡ni hablar!

 

Luego de dejar al jarvey en su habitación, sale corriendo al exterior de la casa para aparecerse en Londres. Gracias a la tecnología muggle, que no era totalmente ajena a ella, compró un boleto de autobús que la llevaría a una estación cercana a la Waterloo City Farm. El dinero salió de la cuenta bancaria muggle de Ellie, que la familia Moody solía raspar para hacer pedidos de pizza. Le dio el equivalente en galeones, por supuesto; los dejó en su mesa de noche.

 

Eve se aparece en una calle vacía, cercana a la estación de autobuses. Allí, saca el teléfono inteligente —sí, hay muchos magos y brujas con vida en las redes sociales— y advierte que ya casi es la hora de que salga el autobús, así que sale corriendo para alcanzarlo. Por fortuna, llega justo a tiempo. No debe debería tardar mucho en llegar a la granja y reunirse con la clase.

 

Algo se agita en su mochila, pero no se da cuenta, pues aprovecha de tomar una siesta rápida hasta llegar a su destino.

Editado 2 de Febrero del 2021 por Ellie Moody

[Leslie Ashryver PB]

Leslie de horrorizo al leer su carta para Estudios Muggles, ¿acaso su profesor había enloquecido? Pensó, seguramente, era su tío después de todo y no es que fueran muy normales en su familia. La niña miró a su elfina que la miraba curiosa por la nota que tenía en sus dedos.

 

-No quiero tomar el transporte público- se quejó.

 

Su vida había estado rodeada de magia, y no tenía ni idea como tomar el transporte, peor aún no sabía dónde quedaba aquel lugar. Chinchuda como estaba se tiró a la cama nuevamente pero las sacudidas de su elfina Mar para levantarse era muy insistente que no tuvo otra opción que ponerse de pie.

 

-Ama debe ir a clases- le recordó la criatura dándole unos pantalones de algodón liviano color marrón y una camisa beige que le quedaba suelta junto a unas botas altas marrones.

 

-Pero no se tomar el transporte público...además SOY UNA NIÑA DE DIEZ AÑOS no puedo estar en la calle como si fuera una adulta y si me secuestran? le dijo a Mar.

 

-En ese caso la acompañare- le dijo Mar cosa que hizo sonreír a Linmer -Pero de lejos- con eso la borró.

 

Malhumorada desayuno unas tostadas con leche, después de forcejear con la elfina para sacarle la varita y otros objetos mágicos como los anillos y amuletos, Mar hizo aparecer a la peli negra en la parada de autobus donde esperó. La elfina antes de que se fuera le había escrito unas indicaciones como que autobús tomar, apenas vio el número se paró de su asiento y se subió.

 

-Disculpe, cuánto está para ir a Waterloo City Farm?- le preguntó al chofer.

 

Unas risas llamaron la atención de Leslie que se ruborizo al ver que eran unos niños con uniformes de alguna escuela muggle, no paraban de señalarla y reírse, cosa que enojaba a la Potter Blue que se preguntaba que tenía de extraño estar vestida así.

 

-£5.90 muchacha- le respondió de forma no muy amable.

 

Leslie pagó y comenzó a ir para atrás, lejos de aquéllos niños y del conductor, mientras iba caminando sin agarrarse de nada el transporte comenzó andar haciendo que se callera al suelo y cuando se levantó un giro brusco hizo que callera en la falda de un hombre calvo, con una chaqueta de cuero que la empujó hasta que calló nuevamente al suelo, todos comenzaron a reírse, sin mitarles Leslie tomó asiento en el último banco sin llorar, una a uno fue bajando las personas hasta que quedó ella sola y el hombre que conducía le gritó que ya habían llegado que lo demás era a pie.

 

Leslie al bajarse sale corriendo al ver a Mar escondida en unos árboles a la entrada de lo que parecía una granja.

 

-Quiero irme a casa- lloró a la elfina.

 

-No puede ama, su hermana Alessa le pago todos sus estudios- le explicó limpiando las lágrimas de la niña.

 

-Si me maltratan otra vez no iré a clases- le dijo a Mar después de pensarlo.

 

Caminando con la elfina sin que nadie las vea llegaron a la entrada de la granja donde esperaron a su profesor.

[Valky]

 

Odiaba profundamente el tener que tomar esa clase, pero dadas sus circunstancias actuales, era la mejor forma de adaptarse a su nueva realidad, una realidad en donde la Magia había desaparecido. Dio un suspiro mientras guardaba en un bolso café pequeño un teléfono que Kaori le había regalado hace un par de días, cuando la había convencido de inscribirse a la clase. Guardó también un monedero con dinero muggle que espera fuera suficiente para esa pequeña excursión.

En primera instancia había considerado ir desde Castle Combe al lugar designado, pero era un viaje demasiado largo y agotador que no merecía la pena. Doblo el pergamino con las instrucciones y si celular tenía la razón, llegaría a tiempo para la clase. Tal y como había solicitado el profesor, iba vestida como cualquier muggle, un pantalón de mezclilla, unos zapatos deportivos blancos y una blusa con botones en el frente, le quedaba algo holgada, era de rayas blancas y azules. Se miró en el espejo y se sintió un poco extraña pues siempre iba vestida muy formal.

¿A qué se refería el profesor con que se ensuciarían? Murmuró para sí misma recordando esa parte de las indicaciones. Esperaba que no fuera nada muy complicado de hacer. Al poco tiempo un pequeño elfo apareció en la habitación, la noche anterior le había pedido que la acerque hasta el Diagón.

— Creo que tengo todo, vamos Handigal—A partir del callejón creía poder llegar por su propia cuenta hasta el lugar designado, tan solo tenía que caminar un poco hasta llegar a la parada del autobús, tomarlo y caminar un poco más hasta llegar a Waterloo City Farm.

Pan comido pensó la bruja que no pudo evitar sorprenderse por las pocas personas que habían esperado el autobús. De hecho, solo puede ver a una pareja de ancianos, una mujer que aprovechaba el tiempo para maquillarse y a una jovencita dormitando con una mochila en brazos. Por alguna razón le resultó familiar y tras hacer memoria llegó a la conclusión de que no la conocía.

Se sentó varios puestos delante de la joven, sería un viaje cortó según las indicaciones que el teléfono le había dado, así que no le quedaba más que disfrutar el viaje y esperar a que la voz femenina del autobús le indicara que ha llegado a su destino.

[Ellie Moody]

Maevë Sayre

 

El grito del conductor hace que se sobresalte. Cuando se asoma por la ventana, observa que la ciudad ha desaparecido y están en una zona más rural. Todas las personas recogen sus pertenencias y se levantan de los asientos, ante la mirada inquisitiva del conductor. Eve, todavía somnolienta y ligeramente desorientada, coge su mochila y sale del autobús. Algunos muggles la miran con extrañeza, pero no le prestan demasiada atención. Ella no es precisamente la mejor vistiéndose como una muggle normal, aunque quizás puede pasar por ser una "joven alternativa". Si bien su padre es un squib, su familia estaba bien integrada en la comunidad mágica. «Por lo menos hasta que...». Frunce el ceño, pero no quiere pensar en nada malo. Su madre le escribió, diciéndole que todo estaría bien y que no tendrían problemas; después de todo, su familia está asentada en Irlanda del Norte. Pero... ¿que pasaría si la plaga de Inglaterra se propaga?

 

Hunde las manos en los bolsillos de los pantalones del overol amarillo de gabardina. La descripción de los requerimientos le había parecido muy genérica, así que tuvo que recurrir a sus conocimientos de cultura muggle —obtenidos gracias a películas y series de televisión—. Recuerda que un episodio de una serie, el villano asesinaba a un hombre usando un traje así, para no ensuciarse. El fundamento debía funcionar para aquella ocasión, ya que según el profesor, se iban a ensuciar bastante. Aunque quizás tuvo que haber visto alguna serie de una granja... quizás la serie del sujeto alienígena que es criado por granjeros...

 

—Cabeza hueca.

 

Eve se sobresalta, y vuelve el rostro. Entonces, Wyatt se trepa sobre un hombro.

 

—Canalla.

 

—Wyatt... —Eve reprime la sonrisa y frunce el ceño— Sólo... sólo escóndete, ¿okey?

 

Se echa a andar por el camino y, cuando el jarvey se acomoda en el interior de su mochila, se permite esbozar una sonrisa ligera. No puede negar que hay algo divertido en salirse con la suya, en burlar las reglas. No es que ella sea una criminal o una rebelde sin causa, pero... esas pequeñas cosas, hacen que la vida sea algo interesante. Sin darse cuenta, comienza a caminar más rápido.

 

Al final del camino, en la entrada de la granja parecen haber un par de personas esperando. ¿Estaría allí el profesor? Eve se ve tentada a trotar, pero es mejor no agitar a Wyatt, así que simplemente apura el paso.

[Matt Blackner]

Me encontraba apoyado contra un muro, junto a las taquillas de entrada. Mi moto descansaría a salvo en la zona del parking reservada a empleados y voluntarios. Siempre trataba de ser puntual, y en esta ocasión no iba a ser menos.

 

Di un sorbo a la taza de cartón llena de café humeante. Era el segundo de la mañana pero ni mucho menos sería el último. Alcé la mirada al cielo, pensativo. El clima era ligeramente húmedo, pero aun asi no olía a lluvia. Parecía que tendríamos un día más o menos agradable, lo cual probablemente me iba a facilitar la clase.

 

Los primeros empleados y voluntarios ya habían pasado al interior. La granja escuela siempre ofrecía para todos un pequeño desayuno antes de que diera comienzo la jornada, asi qeu esperaba qeu mis alumnos fueran puntuales para que todos pudiéramos disfrutar de ella. Para eso....y porque los últimos no podrían elegir qeu tareas realizar.

 

Bajé la mirada justo para notar qeu al otro lado, entre los arbustos, una niña permanecía junto a una elfina. La sentí asustada y dolida, triste. No parecía ser la mejor mañana de la chica, pero si estaba allí estaba seguro de que era una de mis alumnas. Miré de reojo a mi alrededor, notando qeu nadie andaba cerca, antes de comenzar a caminar hacia los arbustos donde la joven @ esperaba. Percibí un ligero olor a sangre....tras observarla, no em fue complicado notar qeu parecía haberse caido, probablemente de camino a la clase.

 

- hola, soy Matt. - me presenté, arrodillándome con una sonrisa amable. - Sabes? Los muggles no son malos, ya verás...va a ser muy divertido - mientras le hablaba, tomé sus manos, observándolas. Como no parecía tener nada roto, sino simplemente alguna rozadura y un susto, deslicé con cuidado mi mano, desapareciendo de ella cualquier rastro de herida.

Afirmé ligeramente con la cabeza, animando al elfo a qeu se marchara para dejar a la jovencita alli. MIentras regresábamos, caminando juntos, noté qeu @@Ellie Moody también estaba alli.

`- Hola. Soy Matt. Esperaremos un momento a qeu llegue el último alumno, o si no pasarmos al interior. - comenté. -decidme...que esperáis de la clase de hoy? - pregunté

Editado 4 de Febrero del 2021 por Matt Blackner

[Valky]

 

La mirada de Vakyria estaba puesta en la ventana, ya que iba a perder mucho tiempo viajando en un autobús muggle, al menos se distraería viendo el paisaje, pero pronto se aburrió. ¿Como era posible que los no mágicos soportaran todos los días ese martirio para dirigirse a algún lugar? Quizá porque no eran conscientes de que había formas de viajar más rápidas. A ella le estaba resultando una tortura, si bien ahora no podía desaparecerse libremente, alguno de sus elfos la podía ayudar.

Al darse cuenta de que estaba a punto de caer nuevamente en ese tipo de pensamientos que en lugar a ayudarla a aceptar su nueva realidad lo único que hacían era deprimirla, se movió de forma incomoda en el asiento y apenas en ese momento reparó en que el autobús estaba casi vació. Miro hacia atrás e incluso la joven cuyos rasgos le habían parecido familiares ya se había bajado.

—Disculpe ¿Aun no llegamos a la parada que queda cerca del Waterloo City Farm? —Preguntó acercándose al chofer, quien sin mirarla respondió.

—Esa parada fue la anterior. Siéntese y espere la siguiente —La castaña lo fulmino con la mirada.

Por la actitud del muggle sabía que no podría lograr que parara el autobús sin armar algún escandalo que llamara demasiado la atención de los demás muggles. Suspiró y volvió a tomar asiento, aprovechando el tiempo para revisar cuan lejos había terminado por un descuido. Cuando al fin pudo bajar del autobús, había memorizado la ruta que debía seguir, esta vez prefirió ir caminando.

En el camino compro unos pastelillos en una cafetería en donde se detuvo, no solo por el agradable aroma que salía de ella, sino para pedir indicaciones y cerciorarse de que estaba dirigiéndose al lugar correcto. No se sorprendió al darse cuenta de que era la ultima en llegar, pero estaba comprobado que los autobuses y ella no se llevaban bien y jamás, aunque fuera una squib el resto de su vida, se convertirían en su medio de transporte.

—Siento la demora, me baje del autobús donde no era—dijo la castaña llegando hacia el profesor, una niña que lucía algo asustada y la joven que había visto en el mismo autobús que ella había estado. —Soy Valkyria, mucho gusto. —Se presentó y luego abriendo una bolsa de papel añadió —¿Panecillos? Están muy ricos —Ella mismo había comido tres antes de llegar, era una lastima que si ahora le preguntaran donde los había comprado, no sabría darles con exactitud la dirección.

[Ellie Moody]

Maevë Sayre

 

Se las arregla para sonreír con naturalidad cuando se encuentra con la clase. Se había imaginado todo un grupo de magos y brujas, así que no puede evitar decepcionarse un poco cuando descubre que "la clase" consiste únicamente de un mago, una brujita que todavía debería estar en Hogwarts y un elfo doméstico. Es un grupo más "diverso" de lo normal, supone, pero no le parece que hayan muchas posibilidades de diversión... Bien, quizás eso sea lo mejor.

 

—Soy Maeve Sayre, pero todos me dicen Eve —se presenta con tono confiado y jovial, aunque la verdad es que ella es la única que se refiere a sí misma como Eve, en su discurso interno—. Sólo espero que no nos vayamos a ensuciar demasiado, porque me lavé el cabello esta mañana —responde, mientras observa alrededor en busca de algo interesante. Ya llegó y de momento no ocurre nada, así que se siente aburrida, lo cual es muy fácil para ella—. También me gustaría ver dos o tres vacas y, si hay tiempo, montar a caballo. Gracias por preguntar.

 

Ahora que lo piensa, nunca ha ido a un lugar donde hayan tantos animales no mágicos juntos. Se pregunta qué conocimientos mágicos podrían aplicarse en la agricultura muggle para hacerlo todo mejor, tanto para las personas como para el medio ambiente, pero no sabe si ese comentario respondería la pregunta directa del profesor.

 

En ese momento aparece otra bruja, con una bolsa llena de panecillos.

 

—Ay... no sabía que había que traer algo para compartir... —se lamenta Eve, aunque lo cierto es que tiene una merienda en su bolso, pero no es para compartir. De todas formas, acepta el ofrecimiento de Valkyria y toma dos panecillos glaseados— Gracias, yo soy Eve.

[Matt Blackner]

Alcé la cabeza al percibir un aroma que era familiar...panecillos!! sonreí a @@Valkyria Karkarov para restar importancia al hecho de que llegara un poco tarde. Debía ser comprensivo con ellos, más aun si era su primera vez con el transporte muggle y no estaban acostumbrados a moverse entre ellos. Podía ser de lo más abrumador para un mago.

 

- No, tranquila señorita Sayre (@@Ellie Moody) no era necesario traer nada para compartir....aunque la señorita Valkyria acaba de ganarse un punto por esto - bromeé.

 

La elfina debía marcharse si no lo había hecho ya. Entendía que quisiera acompañar a la jovencita @, pero no era conveniente que permaneciera más tiempo alli. Hice un gesto a las chicas, abriéndo la puerta de entrada para que pudieran pasar.

- Vamos a la cafetería. Allí podremos tomar café, o leche, o te....o bueno, lo que os guste tomar por la mañana, y probar uno de los panecillos que amablemente ha traido vuestra compañera.

 

Caminamos juntos por el camino de tierra, de color amarillo muy claro, casi como un polvo fino qeu acabaría por pegarse a su calzado al final del día. Algunas personas iban y venían, con chalecos de diferente color. Verdes para las personas qeu se encargaban de la "zona baby" aquella donde podían observarse los cachorritos y crías de los animales qeu allí habitaban, azul para el área de caballos, ponys y burros, amarillo para la zona de aves: gallinas, pavos, gansos y patos y blanco para la zona de ovejas, vacas y cerdos.

 

Dejamos atrás un granero, varios corrales y un gran establo antes de llegar a la cafetería, un edificio con paredes acristaladas, con una temperatura muy agradable en el interior, donde todas podrían servirse una taza de lo que quisieran gratis. Por mi parte, me puse una gran taza de café humeante, antes de tomar asiento en una mesa junto a una de las cristaleras.

 

- Bien...Soy Matt, vuestro profesor. Espero que os gusten los animales, porque...bueno, hoy vais a estar muy cerca de ellos. Me alegro de qeu tengas ganas de ver vacas Eve... - tras rebuscar en mi mochila, tendí a la joven uno de aquellos chalecos de color blanco - POrque usted colaborará en el área blanca. - las miré, guardando silencio mientras bebía un poco de café. - Olvidé mencionarlo en mi nota? Hoy todos seremos colaboradores en esta granja escuela. Esa será vuestra clase. Tendréis que trabajar en lo que os pidan, tratar codo a codo con los muggles y pasar todo un día sin magia

[Ellie Moody]

Maevë Sayre

 

Lo cierto es que nunca había visitado una granja, pero aquello no le preocupaba. Estaba familiarizada con la canción del viejo McDonald, Harvest Moon y Stardew Valley. Está confiada acerca de sus "nociones básicas" de lo que se hace en un granja... Y la verdad es que no cree que pasar un día sin usar magia sea el fin del mundo. La población muggle es una mayoría en el mundo, por no mencionar que incluso dentro de la comunidad mágica hay personas que no pueden hacer magia. Si su padre es un squib y está perfectamente bien, ¿cómo no podría ella estar un día sin usar la varita? Aunque, por supuesto, es cierto que ella fue criada justamente para no depender de la magia para todo y para que su identidad vaya más allá de ser una bruja.

 

Sin embargo, quizás habría sido bueno mencionarlo. Ahora que lo piensa, quizás un outfit más adecuado habría sido un overol de mezclilla con una franela y botas, en lugar del traje impermeable con el que acabó asistiendo a la casa. Aunque con un toque de la varita... «¡Rayos! Sin magia».

 

—Será divertido —suelta Eve, luego de acabarse de golpe su taza de café con leche. Luego de un par de panecillos más, siente sus energías repotenciadas, aunque difícilmente hayan pasado unas dos horas desde que desayunó en casa—. A veces siento que es tonto que nuestras comunidades estén segregadas. Creo que si uniéramos fuerzas, podríamos lograr muchas cosas en el mundo —comenta, con la mirada perdida en aquel futuro utópico que le ha implantado su tía Ellie—. Pero, claro, obviamente no usaré magia el día de hoy —se apresura a aclarar.

 

»Aunque me pregunto, ¿las personas en la granja saben que somos magos? ¿O solo pensarán que somos un poco tontos? —susurra, entrecerrando los ojos.

 

En ese momento, observa por encima del hombro del profesor que se acerca una mujer con su respectivo uniforme de granjera. ¿Quizás sea ella la encargada de llevarlos por la granja?

Editado 13 de Febrero del 2021 por Ellie Moody