Libro de la Fortaleza - Septiembre 2021

[Lord Cubias]

El sigilo era la regla del momento, desde su aterrizaje en el lugar cada paso dado se había planificado de manera minuciosa, era toda una contradicción al pasado cuando la regla era llegar, atacar y destruir. Pero en este caso, hacer eso no era lo más inteligente para dos hechiceros, que pese a su pericia en combate no eran los mismos de antes. De hecho, esa era la principal razón por la que Cubías había accedido a someterse a cualquier situación: necesitaba recuperar el poder que un día tuvo, pues tras ser uno de los más temidos y poderosos en duelo, ahora debía mantener un perfil bajo porque el mundo había cambiado y con él también su poder combativo.

Por suerte los anillos les estaban ofreciendo a los hermanos la posibilidad de sentirse heroicos nuevamente, eran una maravilla de artefactos, pues no solo habían podido ingresar a la fortaleza, además les había permitido escuchar una conversación clave y con ella seguir la pista tras el objetivo de la misión.

Ambos Malfoy avanzaron con paso sigiloso en dirección al sótano, era la única pista que tenían, y por muy sospechosa que fuera sabían que de alguna manera debían exponerse al peligro y afrontar las consecuencias, mismas que no se hicieron esperar demasiado pues en tanto ingresaron a la planta baja uno de los anillos vibró con intensidad, eso fue lo único que permitió que pudieran esquivar la trampa de flechas.

Cubías alcanzó a escuchar el sonido de rompimiento de aire de varias flechas que pasaron a centímetros de su cuerpo, tuvo reacción suficiente como para permitirse dar un pequeño giro al costado, pero tras la breve subida de adrenalina notó que su hombro izquierdo sangraba, una de las flechas lo había rozado, no era nada grave, pero la intensidad del ardor parecía subir con cada segundo que pasaba.

-Malditos- susurró el ojinegro, su queja no tenía un destinario claro, pues aún no sabían a qué se estaban enfrentando.

-A estas alturas ya saben que estamos aquí- agregó Cubías digiriendo sus palabras a Ludwig. -Varita en alto Ludwig- le indicó, sabía que era una sugerencia innecesaria pues el rubio no necesitaba que nadie le diera clases de defensa, pero fue más una indicación afectuosa de parte de Cubías, era su forma de decirle que no quería verlo herido.

Ambos aceleraron el paso, y siguieron bajando hasta que se toparon ante un camino dividido. -¿Sugerencias?- preguntó el ojinegro esperando que su hermano tomara la decisión, era muy probable que ambos caminos representaran peligro, era cuestión de elegir lo menos malo.

 

@ Ludwig Malfoy

Editado 14 de Septiembre del 2021 por Lord Cubias

[Ludwig Malfoy]

Se habían salvado por muy poco, aquel anillo detector de enemigos hizo su trabajo a la perfección evitando la trágica muerte de los exmortífagos. No obstante una de las flechas logró herir al ojinegro causando que comenzara a quejarse por la herida. Aparentemente no era nada delicado pero su pudo causar que el Malfoy se preocupara un poco, esperaba que no fuera grave y al ver que no había abundante sangre supuso que se trataba de una herida superficial. Le obsequió un pañuelo para que cubriera sus heridas y continuaron su camino.

El Malfoy asintió con la mirada ante la indicación de su hermano, ya estaba listo ante cualquier eventualidad pero el anillo se mostraba silente, pareciera que aquellos ninjas se mantenían sigilosos y listos para atacar en cualquier momento, esperaba no ser guiado a un callejón sin salida pero parecía que si querían tener aquel objeto mágico, deberían arriesgarse y enfrentar a los guardias. Se aventuraron a entrar por el sótano y descubrieron una bifurcación en dos caminos idénticos, no había ningún señalamiento, parecía que debían tomar una difícil decisión.

-Ellos esperan que nos separemos pero podemos volver a utilizar el anillo escucha, ver si podemos escuchar sus conversaciones, incluso los planes que tengan, probemos -  levantó la mano usando aquel anillo y apuntó hacia el camino de la derecha, permanecieron callados y pudo escuchar respiraciones, movimientos, susurros pero nada importante, el rubio estuvo confundido. Posteriormente apuntó al lado izquierdo y pudo escuchar una pequeña conversación entre aquellos ninjas:

“Uno de esos ladrones vendrá por acá, será la oportunidad de atacarlo, todos preparados, no pueden saber que el objeto se encuentra con nosotros”.

Ambos hermanos se miraron, lo tenían el objeto estaba en aquel lugar lleno de ninjas, en el camino de la izquierda, pero ¿Cómo vencerlos a todos y robarse el objeto? Estaban en una encrucijada y el tiempo corría, ahora quedaba menos de media hora. Fue así como sugirió arriesgarlo todo de una buena vez, no había otra salida y su hermano también lo sabía:

-De acuerdo, creo que solo tenemos una opción y esa es ir por el camino de la izquierda juntos con la salvaguardia mágica todo el tiempo, ellos no podrán herirnos, lanzaremos hechizos a los guardias de enfrente, tomamos el objeto y nos regresamos corriendo. Sus ataques no nos dañarán, si tenemos suerte - esperó la respuesta de su hermano, en caso de que alguno de ellos saliera herido todavía tenían el amuleto de curación como última salida, tenía confianza en que ganarían pero no podían bajar la guardia.

 

@ Lord Cubias

[Lord Cubias]

-Que la Trifuerza nos acompañe-

Cubías exclamó aquellas palabras casi como si se tratasen de una solemne plegaría, en seguida ambos avanzaron con paso rápido hacia el camino izquierdo. El ojinegro llevaba la varita en posición de guardia, estaba seguro de que necesitaría estar atento en todo momento para no sufrir ningún percance, a cada paso el camino parecía hacerse más angosto era como si el lugar estuviera hechizado, pues en efecto las paredes empezaron a contraerse hacia dentro como si se tratase de una trituradora humana.

-Vamos!- gritó Cubías que de inmediato cambió su marcha de un paso de trote a una carrera de velocidad -confringo- exclamó apuntando hacia el muro que tenía en frente, los ladrillos explotaron dejando un enorme hueco que daba al interior de una mazmorra. Ese camino había sido una trampa, no había salida alguna, el plan justamente era aplastarlos, pero ambos hermanos lograron saltar por el hueco creado y caer en el otro lado.

-Salvaguarda mágica-  Las palabras sonaron al unísono y justo a tiempo, puesto que una ráfaga de rayos color escarlata los atravesaron justo a la altura del pecho, aquellos ataques fueron conjurado por tres figuras encapuchadas al estilo oriental que formaban una especie de triángulo frente a los dos Malfoy - Sectusempra- gritó Cubías de forma inmediata, el rayo que salió de su varita viajó a gran velocidad hasta impactar en el pecho de una de las figuras, esta se retorció de inmediato cayendo de golpe al piso con heridas hemorrágicas. Otro de los sujetos también cayó de golpe producto de un ataque de su hermano, ambos sonrieron y apuntaron al mismo tiempo al tercer encapuchado -Desmaius- 

Aquello fue un intercambio de rayos que se produjo en cuestión de segundos, desde su irrupción a la sala hasta el contraataque fue un ritmo de vértigo, los guardianes del objeto no tuvieron tiempo de reacción, pues no esperaban que sus ataques iniciales traspasaran los cuerpos, eso los dejó estupefactos y con la guardia baja, de manera que Ludwig y Cubías pudieron contraatacar y dejar inmovilizados a los tres en cuestión de un parpadeo. 

Sin perder tiempo, Cubías registró a uno de los cuerpos logrando sacar un extraño cofre entre sus pertenencias, era un artefacto muy pequeño pero pasadísimo, sin duda en su interior estaba el objeto que los habían mandado a buscar. 

-Misión cumplida- exclamó el Malfoy, y pronto ambos hermanos abandonaron la fortaleza para ir de nuevo en busca de Runihura a presentarle el resultado de su travesía.