Leyes Mágicas & Artes Oscuras - Octubre 2021

[Mica Gryffindor]

Su profesor confirmó aquellas definiciones que la Gryffindor había dado. Sabía del tema, tanto por haber sido Auror como por tantos años como miembro de la Orden del Fénix. Un buen mago o bruja debía conocer el modo en que empleaba su magia, si no quería caer en el dominio de su propio poder. Entornó los ojos mirando a Ludwig cuando éste hizo alusión a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, como único sitio para aprender los contra hechizos. 

-Disculpe, profesor… creo que es una parte importante de todo lo que podemos aprender saber sus pros y contras así como sus limitaciones, como es el caso de las Artes Oscuras y sus respectivas defensas -temió que aquel comentario le valiera la aprobación de la clase, pero confiaba en que el Malfoy no tuviese inconvenientes frente a su pequeña crítica. 
  
El siguiente tema de la clase eran objetos mágicos. Ludwig había abierto también la caja que se encontraba frente a la Gryffindor y había revelado su contenido. Junto con ello, empezó a hablar respecto a pociones, centrándose particularmente en aquella utilizada para revivir a Voldemort y preguntándoles los ingredientes. 

Mica sintió que su estómago se revolvía en ese momento, era desagradable incluso recordar los relatos respecto a aquel suceso. Frunciendo los labios, intentó responder con la mayor seguridad que le fue posible – Huesos de su padre, sangre de Harry Potter, su enemigo y un tributo de su sirviente más fiel… ¿era así? lo que la hace “oscura” es su propio fin. -Sintió un escalofrío que le recorría el cuerpo.

La siguiente instrucción no fue mucho mejor. Tras borrar aquel dibujo realizado por Illidan, les indicó que debían beber el contenido de uno de los frascos que contenían sus cofres y describir sus efectos. Sabía que la poción de desesperación podía tener diferentes efectos dependiendo de quién la consumiese, no quería hacerlo pero habiendo llegado hasta ese punto ¿iba a rendirse? Destapó el frasco y lo bebió decidida, sabiendo que si lo hacía en forma pausada podía arrepentirse. 

Enseguida, sintió como todo lo que hasta entonces la hacía feliz empezaba a ser dudoso. Las miradas de los demás se tornaron acusadoras y sus gestos molestos para la castaña. Se irguió en el asiento, intentando centrarse y no prestarles atención, pero aún sin mirar a sus compañeros y profesor podía notar su mirada. ¿Acaso tenían una trampa entre manos? ¿Qué iban a hacerle?

-Me quiero ir de aquí, no sé por qué he venido…- se puso de pie torpemente, cerrando la caja frente a ella y tratando de salir del lugar, empezando a temer que todos desenvainaran su varita y la apuntaran. Así que también lo hizo, alzó la varita apuntando a todos en forma alterna mientras iba hacia la puerta caminando de espaldas, no podía perderlos de vista…