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Libro de la Sangre - Noviembre de 2021


Darla G Dumbledore
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Tenía la sensación de que no hacía ni un día que había finalizado la clase anterior cuando ya tenía una nueva en puertas. La rubia observó con su profunda mirada azul el pergamino que le habían hecho llegar de la universidad. El nombre que figuraba en el pergamino le resultaba totalmente desconocido, pero eso no implicaba que la bruja no fuera a darle a su alumne una oportunidad de demostrar que sí era alguien en el mundo mágico.

Se puso de pie y con un movimiento de su varita cambio sus ropas, pantalón cargo de un verde claro, una camisa blanca desabrochada sobre una musculosa verde musgo y unas botas cortas negras, a un lado, colgando del cinturón una bolsa de piel de moke en la que llevaba algunos elementos mágicos. Envolvió  una moneda de un knut en un pequeño pergamino que decía el nombre de quien iba a cursar y le indicaba un lugar en el que se encontrarían.

—Portos —había pronunciado momentos antes apuntando a la moneda y luego había hecho un movimiento rápido enrollando el pergamino cuidadosamente y enviándolo con una lechuza a su destinatario.

Luego de ello se desapareció de su hogar con un crack para aparecerse en el lugar en el que pensaba dar la clase. Esta vez no pensaba salir de la universidad, en medio de aquella edificación en la roca, esperando que la niebla no la hiciera desaparecer a los ojos de su alumna, Kimberly había elegido una locación tranquila a los pies de la famosa torre de astronomía de la universidad.

A la sombra de la torre tallada en la roca, podía apreciarse un amplio espacio verde circular, rodeado de bancas de piedra todo a su alrededor, cada dos metros aproximadamente, conformando el límite de una pasarela de columnas de piedras que conformaban a su alrededor una pérgola circular llena de plantas verdes y floridas. En el centro de ese amplio espacio de veinte metros de diámetro solían juntarse en las noches los estudiantes de astronomía ya que no solo tenían los telescopios en la torre sino que a los pies de la misma practicaban con los pequeños telescopios personales.

Pero no era eso lo que esperaba enseñar la Black, cuando su alumna por fin apareció a unos metros de ella la saludó con una inclinación de cabeza.

—Bienvenida, mi nombre es Kimberly Black y seré tu profesora del libro de la sangre ¿has podido leer algo sobre él? ¿Algún detalle que te llame la atención? —Kim hizo un movimiento con la varita y su copia del libro de la sangre apareció flotando junto a ella, las páginas giraron delicadamente hasta quedar en la que detallaba “el costo” de dicho libro—como verás la mayoría de los poderes del libro requieren un derramamiento de sangre a cambio del uso de los mismos, a excepción del único encantamiento no verbal y la propia invocación de la daga de sacrificio que también es no verbal y la invocación no consume acción durante un duelo o redada —la rubia pensó en ese momento en la daga del sacrificio e invocó el arma en su mano izquierda, mostrándosela a la estudiante, tenía una forma particular para cada —solo con pensar en su nombre la puedes invocar, muéstrame cómo lo haces —invitó la bruja a su alumna.

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@ Scavenger Weatherwax

Editado por Mica Gryffindor
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Agnes Lynn

Un golpeteo en la ventana la saca de sus pensamientos, con cuidado de no desarmarlo, pone el artefacto que tiene en las manos en la mesa. Todavía no sabe qué será el objeto que está creando, pero incluye una cantidad específica de cristales que deben manejarse con cuidado.

El pergamino que carga la lechuza la termina de sacar de su ensimismamiento, justo la noche anterior se la había pasado leyendo el libro de sangre en preparación para su clase. Aunque aún tiene dudas acerca del mismo, la idea de poner en práctica los conceptos del libro le llena el estómago de emoción.

Elige un vestuario simple, unos jeans holgados y unas botas negras de cuero, con una camiseta blanca de manga corta; para esta clase, ignora el pesado abrigo que carga a todos lados, dejando sus brazos pálidos y delgados sentir el aire frío. A su lado derecho, a la altura de la cadera, cuelga un bolso de piel color arena que contiene el libro de la sangre.

Para su buena suerte, la prueba se llevará a cabo en la universidad, así que no tiene problema localizando el lugar. Pierde un par de segundos admirando la torre de Astronomía, y hace una nota mental para no olvidar que debe refrescar sus conocimientos acerca de los astros mismos. En el claro que está a lado de la torre la espera una mujer de cabello rubio vestida con un pantalón de cargo. Agnes asiente como un gesto de saludo y antes de que pueda decir algo, la mujer se presenta.

Su profesora es directa y concisa, su tono firme -aunque no agresivo ni frío- inmediatamente le recuerda que está ahí para aprender una habilidad mágica importante, una que mal empleada podría costarle más que sólo sangre.

— Mi nombre es Agnes. Agnes Lynn. — Empieza después de unos segundos. — He estado leyendo el libro estos últimos días. Entiendo que está centrado en el sacrificio, cada acción que se toma con la daga es un intercambio equivalente de energías, ya sea para dañar o proteger, el costo es nuestra propia sangre.

 » En teoría, creo que tengo los conceptos claros. Entiendo que el conjurar la daga no se toma como una acción al momento de un duelo, sólo el usarla. Veo que al menos el uso de la marca de sangre requiere de contacto físico, y que debemos pronunciar “Obedire”, sobre esa misma acción se da la instrucción que la persona debe realizar, ¿correcto? O tenemos que esperar una acción en lo que la marca toma efecto.

 Tiene bastante que Agnes no está presente en algún combate, y con los cambios en la sociedad mágica las nuevas reglas aún le resultan un poco abrumadoras. Espera que su profesora no confunda su inseguridad con cobardía, ya que es lo último que desea transmitir. Antes de que la Black pueda responder, Agnes extiende la mano y se concentra en las instrucciones de libro.

 Encima de su palma extendida se materializa una daga, el diseño es simple con un mango negro, un par de runas grabadas en la hoja son el único detalle en el arma. Al igual que su profesora, procede a mostrar su daga para que se inspeccione.

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La rubia respondió al gesto de saludo de la joven Agnes y la escuchó con atención mientras su mirada la estudiaba por unos breves segundos. Podía sentir el palpitar del corazón de la joven, un tanto más alta que ella por unos centímetros, lucía decidida y eso le agradó, la escuchó con atención asintiendo con satisfacción a sus palabras.

Efectivamente, aunque este hechizo de la Marca de Sangre requiere varita,  se debe tocar a la persona o a algún objeto que porte la persona, por ejemplo, si dejaras tu bolso en una de las bancas y yo le hiciera accio, ya podría hacerte la marca de sangre —señaló la rubia con voz tranquila apuntando al costado derecho de la joven —en un duelo uno a uno, hay que utilizar más la astucia para obtener ese toque necesario o esperar que tu rival esté incapacitado, desmayado o petrificado por ejemplo —explicó con delicadeza, —en una redada o asalto, quizás en la confusión tocar a alguien podría funcionar. Cuando te viene una criatura sobre ti podrías, de haber tocado a su invocador o de tocar a la propia criatura, hacer que esa criatura te obedeciera durante una acción —pensó brevemente antes de agregar —No debes esperar para dar la orden, apenas digas el obedire tras él irá lo que la persona o criatura debe hacer pero no puedes ordenar que alguien se cause una herida que requiera episkeys ni tendrá efecto sobre criaturas ofuscables como el occamy salvo que seas un alto nivel [45].

Luego de aquello la rubia vampiresa observó con atención como la bruja intentaba invocar la daga del sacrificio.

No olvides Agnes que debes “pensar” en la “daga del sacrificio” para que ésta sea perfecta y esté a tu disposición por tres turnos, podía pasar que si no piensas correctamente el nombre la daga no sea invocada —recordó en ese momento lo primero que la bruja había dicho y agregó al respecto —como tú has dicho, una vez que invocas la daga durante tres turnos de un duelo estará a tu disposición para atacar o para defender a alguien, en un duelo uno a uno, sería extraño defiendas a alguien, pero en una redada o en una situación personal [rol] quizás decidas recibir el daño en lugar de alguien más —Kim extendió la daga del sacrificio enseñándosela a la muchacha.

—Para dañar, deberás cortarte o clavar la daga en donde quieres herir a tu rival, pero tú recibirás el mismo daño, no puedes atacar órganos vitales, nadie quiere matarse a sí mismo por matar a un rival o quedar ciego si te arrancas un ojo por hacer semejante daño, ¿no te parece? —y tras una breve pausa clavó su clara mirada en los ojos castaños ojos de la joven —para dañar debes pronunciar “Immolo oppugnaremientras lo hacía la rubia se hizo un corte superficial en el brazo derecho, provocando que  una herida similar comenzara a sangrar en el brazo de Agnes mientras ella pensaba un curación para sanar su herida —como ves se trata de una herida grave que requiere de solo un episkey o un curación, así que, por favor, cúrate, invoca correctamente la daga y atácame —si había sido salvaje con los tres hermanos estaba siendo un poco más delicada con Agnes, no sabía bien por qué.

—Recuerda que si alguien te silencia, tendrás el corte pero el rival a atacar no, si alguien te hace un confundus, ni tú ni tu rival tendrán la herida, nadie podrá hacerle accio o morphos a tu daga del sacrificio, y si tuviéramos aquí a alguien a quien quisiéramos defender no sería un corte el que debiéramos hacernos, sino que daga en mano, deberíamos pronunciar “Immolo ad protegendum” y el nombre de la persona a defender, esa persona recibirá el daño pero no las consecuencias, las que se trasladarán a nuestro cuerpo, por ejemplo se verán los cortes de un sectusempra en su piel como una cicatriz pero no sangrarán y sanarán en su cuerpo mientras que en el nuestro aparecerán dichos daños sangrando y deberemos curarnos, pero el daño será siempre en función del del hechizo que hemos decidido recibir en lugar de nuestro defendido y necesitaremos tanta sanación como si nos hubieran atacado con dicho hechizo a nosotros directamente.

Se detuvo, había hablado muy de corrido, y observó a la joven a la cual le había encomendado invocar correctamente la daga y atacarle, era raro sonreírle a quien te va a hacer daño y más luego de habérselo hecho tú misma, pero Kim era amiga de las prácticas más que de las enseñanzas teóricas.

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off: @ Scavenger Weatherwax  te pido mil disculpas por la demora. 

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Agnes Lynn

Escucha con atención a Kim, reprimiéndose mentalmente por su error. Su profesora le explica claramente que antes de conjurar la daga debe pensar en ella. Recuerda que lo más importante cuando se trata de magia es la intención, y que justo esa es la importancia de los hechizos. No puede darse el lujo de olvidar algo tan importante, menos durante una batalla, donde errores como este son de vida o muerte.

— Entiendo, — comenta después de que la Black termina de explicar las situaciones en que sería útil utilizar la daga para dañar a alguien más o para defender a alguien. — Si la daga está disponible para nosotros por tres turnos, hay que evaluar cuándo usarla. Comprendo que pensar en el nombre de la daga es necesario para poder conjurarla.

Kimberly continúa, y le explica que cualquier daño que se quiera hacer al enemigo se tiene que hacer a uno mismo, por lo que el daño a los órganos vitales está restringido. Ella asiente y está a punto de preguntar algo cuando su profesora, cuya daga ha estado presente desde el inicio de la clase, hace un movimiento con la muñeca y se hace un corte en el brazo. Agnes ha sufrido cortadas antes, es familiar con el agudo dolor de una navaja, pero eso no evita que suelte un suspiro al sentir el corte en su propio brazo derecho.

No trae puesto su abrigo, así que puede ver claramente la sangre manchando su playera blanca. Sorprendida, regresa la mirada hacia su profesora justo a tiempo de ver cómo la herida que carga en el brazo se cierra.

En cierto modo, lo entiende, sabe que un enfoque práctico es mucho más didáctico que uno teórico, al menos cuando se trata de hechizos y batallas. Hay muchas cosas que los libros no pueden enseñarte, y el cómo actuar en cuanto la adrenalina empieza a correr por tu cuerpo es una de ellas. Kimberly por su lado, sigue explicándole detalles del uso de daga, especialmente el cómo interactúa con otros hechizos en un duelo. Todo esto mientras la herida en su propio brazo continúa curándose. Con una sonrisa, le da sus siguientes instrucciones.

Agnes parpadea un par de veces, la sangre aún fluyendo de su brazo, antes de levantar la mano izquierda y pensar en un episkey. En un momento, el dolor punzante que había empezado a recorrerle el lado derecho desaparece. Sin perder un momento, piensa y visualiza de nuevo la daga de sacrificio, y esta vez la daga aparece en su palma derecha con una fisicalidad que antes no había demostrado. Incluso el peso del artefacto diferente en su mano.

Su profesora le ha pedido que la ataque, y es claramente capaz de lidiar con un corte, así que no se siente culpable cuando, apenas al sentir el peso de la daga en la mano, enuncia en voz alta, —Immolo oppugnare. — e inmediatamente después pasa la daga por su muslo, provocándose un corte que espera ver reflejado en la pierna derecha de su profesora. Sus jeans y camiseta estaban arruinados con manchas de sangre, mientras espera a ver la reacción de la bruja frente a ella, hace una nota mental para reemplazarlos en cuanto tenga oportunidad.

@ Darla Potter Black

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No es el masoquismo lo que la hace sonreír al sentir el ardor en su pierna, ha sido su alumna que ha tomado sus consejos y demuestra con creces que ha invocado una daga más que perfecta, puede notar el temple de la misma y el filo, sobre todo en su muslo derecho. Lanza un suave bufido, el aroma de la sangre llenó sus fosas nasales y por un momento la vampiresa entre cerró sus ojos, con un suave destello en ellos.

—Bien, perfecto, veamos… episkey —dijo mientras se curaba la herida en su muslo, —no te olvides de sanarte en tiempo y forma con un episkey o un curación ni te olvides que, ahora que nos hemos cortado, podemos tomarnos como objetivos de un Juramento de Sangre, durante tres turnos en un asalto o redada y un turno en un duelo uno a uno ambas quedaríamos atadas a obedecer el juramento —hizo una pausa antes de volver a recalcar —sí, ambas, se debe decir “Yo juro”, por ejemplo Yo Juro no lanzar hechizos verbales —las varitas de ambas tuvieron una suave vibración —como te corté antes con la daga, puedo hacer que me obedezcas en el juramento peeero, yo también debo obedecerlo, cualquiera de las dos que lo desobedezca la daga proyectará un corte en la que rompa el juramento causándole una herida grave que requeriría un episkey o un curación si aún se tiene disponible.

—No lo olvides, para el Juramento de Sangre habrás tenido que cortar a la persona antes con la daga, y como ves sirve el corte con el immolo oppugnare, para hacer el juramento se dice “Yo juro”, lo cual nos ata a ambas a la promesa y puede ser prohibición de atacar, de defender, de desaparecer, de lanzar rayos, de lanzar invocaciones, de lanzar efectos, de lanzar hechizos verbales o no verbales, pero no se puede prohibir sanar… cosa que tú debías hacer por tu immolo, no podría haberlo impedido pero si te prohibiera lanzar efectos pues, ahí sí pasaría que al utilizar el hechizo de sanación, al ser efecto, te curas el muslo, pero la daga te proyecta un corte de herida grave y si te curas, pasaría de nuevo lo mismo, y ya tendrías dos heridas graves que curar… un hermoso bucle.

La verdad es que las personas podrían optar por desobedecer la orden, pero al costo de la sangre, y en el caso de tener que sanarse y haber recibido el juramento de sangre de no utilizar efectos, ahí pues era complicado.

En éstos casos te quedaría poder utilizar en forma intercalada un efecto no verbal que es Maldición, el siguiente hechizo ya sea verbal o no verbal sería mal pronunciado y si lograría que evitases el juramento de sangre porque si lo intercalas sería mal pronunciado, igualmente, sirve contra todo hechizo rayo, invocación o efecto, verbal o no verbal —miró a la muchacha con un gesto de disculpas en su expresión —creo que te he lanzado no solo hechizos de golpe sino mucha información, ¿quieres que te aclare algo en particular de lo que he dicho hasta ahora? —era extraño que actuara así, no había sido tan condescendiente con los hermanos del mes anterior, pero Agnes le causaba un efecto calmante y no quería ser injusta con la bruja, le debía un guardarropas.

@ Scavenger Weatherwax

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Agnes Lynn

Mientras escucha a su profesora hablar, el corte en su muslo empieza a pulsar. Mordiéndose el labio inferior, lo ignora hasta que Kimberly ha terminado. No se pierde del modo en que su varita vibra cuando el juramento de sangre para no usar hechizos no verbales surte efecto.

Soltando un suspiro, apunta la varita hacia su muslo y murmura un episkey para cerrar la herida, relajándose un poco cuando siente el ardor disminuir.

Repasa la información que Kimberly le ha proporcionado, detectando su error al no curarse inmediatamente después de usar la daga del sacrificio. Entiende que si Kim en realidad quisiera lastimarla habría usado el juramento de sangre para bloquear sus efectos, dejándola en desventaja durante un duelo, o batalla.  

— No es tanto la información, — menciona después de unos segundos. — Leí el libro, entiendo la teoría, creo. Lo que claramente necesito mejorar es la práctica. — Esto último lo menciona señalando las manchas de sangre en su ropa.

— Entiendo lo de las intercalaciones, sí. Aunque en este caso, si estuviéramos peleando, la que llevaría las intercalaciones serías tú, ¿correcto? También, mencionas que podemos usar la maldición intercalada para detener el juramento. Al ser el juramento un hechizo verbal, ¿también se podría usar un hechizo que restrinja el uso de estos, como el langlock, silencius, babosas, etc.?

Mira a su profesora, vestida para un duelo, y claramente con mucha experiencia. Agnes no sabía que esperar al llegar a la clase, pero la actitud de Kimberly la ha sorprendido. Ha escuchado muchas cosas acerca de aquellos que conocen los libros lo suficientemente bien para enseñarlos, en su gran mayoría, acerca de lo rudos y despiadados que pueden llegar a ser. Es por esto que la Black ha resultado ser un poco diferente a lo que se imaginaba, aunque no duda por un segundo que la bruja puede llegar a ser despiada, si la situación llama por ello. No puede evitar pensar si algo en ella, a lo mejor su clara inexperiencia, ha contribuido a que Kimberly sea tan amable en su tacto.

 Con un suspiro, Agnes se promete a sí misma que hará todo en su poder para no decepcionar a su profesora.

@ Darla Potter Black

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Los ojos de Kimberly se abrieron con sorpresa mientras el aroma de la sangre seguía llenando su olfato. Se concentró plenamente en cerrar su mente y no dejar que aquel aroma llegara hasta su esencia. Pero su sorpresa no era por el aroma metálico de la sangre de Agnes, sino por lo que ella había hecho a continuación de que la Black lanzara el juramento de sangre. El susurro del episkey llegó a sus oídos y sintió en el aire la vibración de la magia que producía la daga del sacrificio ante el “incumplimiento” del juramento de no lanzar hechizos verbales por parte de la Lynn.

—Por las barbas de Merlín mujer, se supone que la loca de los ejercicios prácticos soy yo no tú —gruñó viendo como toda la ropa de la bruja se llenaba de sangre en el lugar en que el corte de la daga del sacrificio se había proyectado ante el incumplimiento de no lanzar hechizos verbales. Episkey, pensó curando a Agnes de sus heridas antes de que la bruja terminara o desangrada o ella tuviera un acceso de vampirismo incontrolable con tanta sangre corriendo en el lugar.

—Sí, debes mejorar la práctica, yo debo estar más atenta y ser más rápida con estos detalles, pero también debes prestar un poco más de atención —suspiró, porque estaba segura que la bruja había entendido al revés lo que ella había dicho —juré que no lanzaríamos hechizos verbales, debiste pensar el episkey, no susurrarlo para evitar que la daga te hiciera un daño que necesitara un nuevo episkey —Kim sacudió la cabeza y sonrió con gesto tranquilizador —aunque para práctica no estuvo nada mal.

Como poder podrías intercalar con esos hechizos, pero recuerda que aquellos que son rayos, si los intercalas a un rayo o invocación, ambos impactarían, primero tendrías el daño tú y luego yo y sería inútil como tu defensa, si lo intercalas a un efecto, el rayo no sería definible y yo podría defenderme aún incluso luego de haber utilizado un efecto sobre ti, obviamente debería ser un protego, detritus, aqueora, ya no da tiempo a suficiente para evitar la realización del rayo. Un silencius sí sería efectivo por ser efecto.

—Respecto a si tengo yo o no las intercalaciones, eso se ve mejor en un duelo uno a uno, que te propongo tengamos, ya que ahora solo te estoy enseñando y no llevando adelante una batalla contigo —la rubia se mantuvo unos segundos en silencio y luego extendió la mano a la joven aprendiz —¿qué dices? Estás preparada para que pasemos a una práctica más intensiva de un duelo?

 

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@ Scavenger Weatherwax

Editado por Darla Potter Black
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Agnes Lynn

La reacción de su profesora es opuesta a la que espera. Y con toda razón, le ha explicado las reglas a la perfección y ella sigue confundiéndolas.

Sacudiendo la cabeza, respira para calmar tanto la vergüenza como el ardor del corte que el juramento de sangre le ha causado. Antes de tener que aplicar otro episkey, Kimberly lanza un hechizo sanador por ella. No ha perdido de vista la reacción que la Black ha tenido ante tanta sangre, pero decide no darle mucha importancia, es obvio que no tiene problema controlando sus instintos.

A la explicación de las intercalaciones, Agnes recordó sus viejos días en la academia. Han pasado muchos años desde que las reglas del duelo le fueron explicadas y su memoria claramente necesita refrescarse, internamente agradece su profesora por el recordatorio.

Las siguientes palabras de Kimberly terminan de sacarla de su ensimismamiento. Entiende el significado de las palabras “una práctica más intensiva”, Agnes sabe que cuando se trata de los libros es necesario demostrar un entendimiento teórico y práctico, así que los duelos son esperados. Sabe también que su profesora ha sido amable hasta ahora con ella, pero una vez que el duelo empiece se espera algo mucho más agresivo por su parte. Parpadea un par de veces.

Creo que tengo la teoría, ahora sí. Prometo poner atención a los detalles más pequeños, y seguir las reglas del juramento y el libro en sí.

Todavía con la daga en la mano, hace un movimiento con la cabeza, una pequeña inclinación que espera indique respeto y aceptación al mismo tiempo. — Estoy lista para la acción.

Dirige una última mirada a su profesora, no sabe si estarán enfrentándose en ese mismo lugar o si se transportarán a otro lado, pero no planea tomar ninguna decisión apresurada. Si ha de salir del duelo con el conocimiento correcto es necesario que olvide la pena y se enfoque en lo que ya sabe –lo que estudió con atención en días previos. Espera que en esta prueba su memoria y atención no le fallen.

@ Darla Potter Black

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