Libro de Merlín - Noviembre

[Asenath]

El libro de Merlín no estaba hecho para cualquier mago, sino solo para aquellos que de verdad lo merecieran. Asenath resguardaba celosamente los poderes que él otorgaba y, para que decidiera finalmente otorgarlos, debía ver en sus pupilos que realmente sean merecedores de poseerlo.

Llevaba un par de clases sorprendiéndose por los magos que llegaban frente a ella, la mayoría de los cuales había logrado ser merecedor del Libro que llevaba su nombre por aquel ancestral tratado.

Esta vez, aguardaba a su discípulo en un sendero lejano, donde había despedido recientemente a otro muchacho. La fogata encendida frente a ella danzaba, consumiendo poco a poco los restos de madera. Se incorporó a buscar más, pues la noche sería algo fría.

Una vez alimentado el fuego, se tendió en el suelo, contemplando el nocturno firmamento. Podía distinguir cientos de constelaciones, incluso algunos planetas cercanos estaban visibles e iluminaban la joven noche.

-Bienvenido...- susurró al escuchar llegar a su alumno, sin levantarse. 

@ Mael Blackfyre

[Mael Blackfyre]

El sendero se extendía a lo largo por muchos metros, se perdía demasiado atrás. La noche era la protagonista en aquel momento y me había aparecido unos metros antes de la indicación porque necesitaba pensar. Había llegado a encarar aquel libro tan codiciado por muchos y tan vinculado a pocos. No era fácil y lo único que se me pasaba por la cabeza era que lo quería conseguir, que lo necesitaba y que tenía que ser mío a toda costa. Obtenerlo significaba volverme más poderoso, más  que otros magos y brujas a los que podría doblegar, si así lo quería.

Caminé lentamente mirando hacia adelante. A unos cuántos metros, había un punto brillando, titilando, indicándome que hacia allí tenía que dirigirme. Tuve que acercarme unos cuántos metros más para distinguir que se trataba de una fogata y que quien estaba tendido en el suelo a la dulce espera, era el Uzza a cargo del libro de Merlín, Asenath. Respondí su saludo.

— Gracias, maestro —no tenía demasiado para diferir. Tampoco quería demostrarle que era una persona muy emocional porque aquello era mentira. Lo que si había aprendido desde mi llegada a ésa comunidad en específico, era que los modales debían estar siempre, no podía responderle como tal vez hubiera respondido a cualquiera—. ¿Qué ocurre son dos personas deciden Vincularse con el poder del libro de Merlín, maestro Asenath?

Me crucé de brazos y me quedé parado, esperando que se decidiera en comenzar al clase. Noté que alrededor la noche estaba más oscura. Miré hacia atrás y no había visto nada tampoco. Pero sentía como si alguien nos estuviera observando desde afuera.

@ Asenath

[Asenath]

Escuchó llegar a su pupilo y llamó la atención la particularidad en sus saludo. "¿Maestro?" pensó que había escuchado mal, aunque no pudo evitar sentir cierta molestia al respecto. Se incorporó en su sitio y se sentó, cruzando las piernas de cara a la hoguera que había entre ambos. Su duda resaltó nuevamente aquella palabra "Maestro", definitivamente estaba confundido. 

Asenath no dio importancia. En su pueblo no había desigualdad entre hombres y mujeres, pero comprendía que la civilización de aquellos magos era diferente. Pretendían que la fuerza y el hecho de ser "guerrero" se atribuía solo a los hombres. 

-Siéntate- dijo fríamente -Sea uno, dos o miles, solo pueden hacerse con los conocimientos que da este libro aquellos que lo merezcan- agregó en un tono uniforme, con la mirada en el fuego. -¿Qué te hace pensar que tú eres merecedor?- solo entonces alzó la mirada, para observar al ojinegro. 

Retiró entonces de su armadura aquel amuleto que su aprendiz debía de haber adquirido con el libro y lo mostró al muchacho. 

-Amuleto Caudex, tiene la capacidad de quitar la magia temporalmente, dependiendo de la capacidad que tenga el mago. Para activar su poder, debes pasarlo dos veces por encima del corazón de su víctima... o sobre el tuyo al inicio de un enfrentamiento.- fue breve, ya respondería dudas si éstas surgían. 

[Mael Blackfyre]

Miré fijamente a Asenath. Portaba una postura super dictadora. Y claramente que por alguna razón algo la había molestado, aunque no me interesaba ni por un segundo. Lo que les ocurriera a las personas respecto a sus sentimientos y emociones eran de su problema. Aunque de algo estaba seguro, y era que respetaría a la Uzza, porque portaba uno de los libros más poderosos en cuanto al nivel. Necesitaba quitarme todas las dudas posibles. Y demostrarle quién era. Como había hecho con cada uno de los anteriores.

— ¿Por qué? Porque soy uno de los mejores magos de ésta comunidad. Porque con él, aumentaré mi poder y seré aún mejor y más fuerte. Y porque todo lo que quiero, lo consigo. Puedo exprimir éste libro, puedo hacer cosas que muchas personas no se animan a hacer —miré desafiante a Asenath mientras me sentaba y entrecruzaba mis piernas. Me apoyé sobre mis manos, recostando mi espalda hacia atrás—. ¿Un Expavescerent contrarresta un Expavescerent?

Por el momento era la única duda que tenía. Era una cuestión de probar pero hasta el momento no había podido utilizarlos. Tal vez era parecido al Fuego Compacto, que de alguna manera contrarrestaba la acción reciente. Y en éste caso, es el efecto. Y seguramente que ambos se contrarrestaban entre si. Miré a Asenath esperando que enseñara todo lo que pudiera. Quería poder terminar todo eso en cuanto antes.

@ Asenath

[Asenath]

Al joven no pareció importarle su forma de responder. Eso demostraba bastante poca empatía. Sus palabras, sin embargo, le sonaron mucho más honestas que lo que solía escuchar en esa clase. No era, realmente, la actitud que esperaba en un pupilo… pero bien sabía que muchos de los que habían pasado por su clase tenían esos mismos objetivos sin decirlo en voz alta. Al menos éste no intentaba esconderse tras apariencias.

 -Expavescerent… quien te haya contado su funcionamiento, no te ha dado la información completa. Sirve para anular la acción previa al hechizo, pero solo puede utilizarse una vez por batalla. Si un mago lo utiliza, nadie más podrá hacerlo en esa contienda- aclaró, si bien no le agradaba que llegasen especulando saberlo todo, era bueno no tener que explicar todo desde cero aquella vez.

-Vulnera Sanentum, lo habrás escuchado nombrar, sirve para curar los efectos del sectusempra por completo. No necesitas más que concentrarte y sucederá– explicó, solo quedaba un hechizo más, aquel por el cual había casi perdido la razón, el que había perfeccionado más que cualquiera en su pueblo. – Por último ¿qué sabes del “Vínculo”? -indagó.

@ Mael Blackfyre

[Mael Blackfyre]

Por un segundo miré fijamente a Asenath al ver que la Uzza sabía y conocía muy bien su propio libro. Era uno de los libros más fuertes que tenían aquel pueblo del otro continente. Pero tal vez podíamos decir que eran uno de los más profundos, ya que utilizaban muchas conexiones y manejaban el entorno y principalmente, afectaban a rasgos superiores a nuestros rivales. No era un daño físico como una daga, sino incluso a la magia misma. Era una magia superior, hasta el momento no la había conocido como tal. Cuando Asenath me aclaró mi error sobre el Expavescerent, pude terminar de entender lo que me había quedado en el aire.

En algún enfrentamiento. ¿Quién sería el primero en lanzarlo y bajo cuáles circunstancias? Tenía que ser un momento donde fuera un manotazo de ahogado, donde un golpe certero se esfumara como el viento y tuvieras que dar un retoque. ¿Había manera de evitarlo? Estaba seguro que si y esperaba poder resolverlo en aquel momento. Miré a la nada misma repitiendo lentamente lo que Asenath me preguntaba:

— Vinculo —como si no conociera lo que eso significaba. Lo había leido. Y solo parecía como si se tratara de un cuento para niños—. Leí sobre él. Y se entendía claramente para que servía, Uzza Asenath —la miré formulando la pregunta en la cabeza de antemano—. ¿Que ventaja tiene vincularse a una persona? ¿Y a qué se refiere con un protector? Hay algunas cosas que tal vez ahora no las veo muy factibles —tenía que admitir que no era algo malo, sino que no permitiría que nadie se vinculara a mi. Mi cabeza estaba protegida por mucha magia, tenía muchos cuartos secretos—. ¿Hay alguna manera de protegerse al Vinculo? Tal vez desarmando a la persona que quiere vincularse a ti, antes que lo logre —pensé en voz alta, mirando a Asenath.