† Mansion Ragnaventus † (MM B: 88988)

[Maria.Remin]

Mientras estaba charlando distraidamente con Hades escuché apsos ¿metálicos? en el pasillo. Dirigí mi orbes verdes hacia la puerta esperando ver pasar tal vez una armadura pero me extrañaba pues en todo lo que había recorrido de la mansión no había divisado ninguna armadura vigilante. supuse que sería algún familiar de la casa que vestía de forma extravagante.

 

En esto un rayo se dirigió hacía Hades el cual hábilmente lo paró con un protego y atrajo hacia sí a la persna que vestía la armadura. Era una joven y me la presento:

 

 

-Marie, ella es Ludmyla, una de tus primas, ludmy ella es marie -nos presentó- como vez ludmy intenta escapar de lo inevitable, solo que no conto que con la armadura se podia mover mucho mas lento y a sido... atrapada y ahora sera torturada

 

Reí ante lo que dijo de ser torturada y como la torturaba haciéndole cosquillas en los pies:

 

-Un placer Ludmy pero...-dí un salto y llegué hasta uno de sus pies donde me puse a hacerle cosquillas-Coimo presentación te torturaré un poquito-reí haciendole cosquillas.

[Ludmyla Black Lestrange Triviani]

Para sorpresa mía, mi plan no había funcionado. Era increible que mi primo fuera tan astuto y ahora me encontraba completamente indefesa ante dos magos con los dedos preparados para atacarme. ¿Podría tolerar que me torturen hasta el llanto? Nesecitaba ayuda urgente ¿Pero quién?

 

-Un placer MAria- dije mientras trataba de liberarme de aquella armadura. Tenía un plan, ya sabía que hacer- Hades, primo espera, no respiro, no respiro- dije como si me estuviera asfixiando- No puedo respirar ¡Por favor, quitame esto!

 

Comencé a sacudirme desesperadamente intentando quitarme la armadura de encima mio.

 

-Maria, te lo ruego, tecien nos conocemos pero quitame esto...

[Hades Ragnarok]

Seguia con las cosquillas al pie de ludmy cuando la escuche reir y suplicar porque no podia respirar. Pense un poco mientras seguia haciendole cosquillas en el pie. Quizas era cierto, quizas era trampa, era bien sabido que Ludmy era la primosa tramposa. pare un segundo y pense mientras marie seguia haciendole cosquillas.

 

-Bueno, Marie siguele haciendo cosquillas en el pie mientras yo la ayudo con la parte de arriba -dije divertido- asi podra respirar

 

Me movi rapidamente y poco a poco fui quitandole los btrazos metalicos y la pechera. ahora mi primosa estaba casi libre, solo la mantenia sujeta las piernas metalicas, pero esas se las dejaria un poco mas, debia ganar la mayor cantidad de ventaja posible.

[Ludmyla Black Lestrange Triviani]

Observé como mi primo caia en la trampa, y era de esperar ya que estaba muy bien diseñada, aquello nunca fallaba, aprovecharía sus debilidades al máximo. Sentí como MAría continuaba haciendo cosquillas en mis pies y cuando Hades se hacercó a ayudarme lo agarré del cuello tirándolo al suelo. Aproveché la fuerza de su caida para cambiar de posición y soltar mis pies de la otra bruja.

 

-Piensate dos veces antes de caer en mis trampas...

 

No tardé en levantarme y apuntar a ambos con mi varita, ahora ya los tenía a ambos...

 

-¡Rictusempra!- pronuncié nuevamente pero esta vez apuntando a MAría. Luego de esto me quité la armadura de las piernas quedando normalmente. Salté hacia Hades y comencé a mover mios dedos por sus costillas.

[Hades Ragnarok]

Lo que sucedio despues no me lo veia venir aunque siendo un ragnaventus no sabia porque me habia extrañado ,mas aun algo me decia que aquello era una trampa y siempre caia ante las de ludmy y Helen. Observe sin poder evitarlo como ludmy le lanzaba un rictusempra a Marie y como gracias a un gran movimiento logro atraparme para hacerme cosquillas. No poidia hacer nada mas que defemderme, ludmy llevaba las de perder ya que yo conocia sus puntos debiles.

 

COmence a reir ante los dedos juguetones de mi primita pero no lo iba a dejar asi, simplemenmte comence a atacar sus costillas tambien.

[Ludmyla Black Lestrange Triviani]

Mi táctica había sido muy buena, y Hades había caido en ella de una manera muy graciosa. Pronto comenzó a reir y yo también lo hice al oirlo, aunque sus dedos comenzaron a moverse sobre mis cosquillas y comencé a sacudirme desesperadamente. Odiaba estar en desventaja por lo uqe bajé mis codos y atrapé sus manos, con mis rodillas atrapé su cuerpo para qeu no pudiera moverse y continué con las cosquillas.

 

-Hades va a perder- canturré con una carcajada,

[Hades Ragnarok]

Estaba comenzando a ganar aquella guerra que me habia puesto con Ludmy, pero mi primita era muy lista, quien sabe cuanto tiempo habia estado practicando para este momento. mke tenia a su merced, habioa logrado atraparme con sus piernas y tomaba mis manos con una de sus m,anos, pero si habia algto cierto es que yo era mucho mas fuerte. Rei por las cosquillas que me hacia para luego tomar sus manos. ahora ella seria quien estaria en problemas.

 

-Buena jugada primita -dije sonriendo mientras respiraba- pero aun te falta mucho -rei mientras levantaba un poco sus brazos.

 

Sin dejarla reaccionar volvi a atacar sus costillas con mis dedos mientras con mi otra mano mantenia sus manos atrapadas. Sabia que marie podria necesitar ayuda pero si me descuidaba con ludmy seria mi perdicion. ademas la ojiverde solo necesitaba un finite para terminar con aquello.

[Ludmyla Black Lestrange Triviani]

Continué riendo carcajadas por las cosquillas de mi primo, era muy malvado cuando se lo proponía y ahora mismo lo estaba logrando. Me vengaría, de una forma u otra. Tenía entendido qeu el castillo tenía una sala especial para aquella clase de batallas así que solté a mi primo y corrí rápidamente hacia aquella fantástica sala de batallas.

 

-¡Síganme los malos!- explamé antes de abandonar la sala.

 

Corrí a velocidad vampiro por varios de los pasillos hasta qeu llegué al lugar "Primo, te la has jugado con esto" pensé al ver tan espectacular luagr lleno de los elementos necesarios para torturar...

[Hades Ragnarok]

Observe reir sin parar a mi primosa Ludmy, la tenia a mi merced y podia ver como ella intentaba escapar, un minuto despues al fin lo habia logrado y sin darme tiempo a reaccionar comenzo a correr por la mansion. Sonrei, la atraparia pero antes debia hacer algo. Movi mi varita apuntando a Marie.

 

-¡Finite Incantatem! -dije apuntando a la Remin. Inmediatamente el efecto del encanmtamiento se hizo sentir. Mariue habia dejado de reir a causa de esas cosquillas que le habia provocado el rictusempra.

 

-Si quieres descansar esta bien primita, si quieres vengarte sigueme -dije sonriendo- hay que darle caceria a esa niña traviesa.

 

Sin mas comence a caminar de manera tranquila siguiendo el aroma de mi primita, entrecerre los ojos al ver a donde conducia aquello. a esa sala especial que solo conociamos los miembros de la familia. Tenia que tener cuidado cualquier cosaa podia pasar con ludmy. pero esta vez no iba a dejar que se saliera con la suya. sin mas desapareci alli en la puerta y con un sonoro ¡Crac! apareci tars de ella y la atrape. no kle di tiempo a reaccionar, comence a mover mis dedos en sus costillas, nuevamente lufmy estaba a merced de las cosquillas.

[Ludmyla Black Lestrange Triviani]

Me escondí rápidamente para que Hades no pudiera encontrarme a primera vista. Mi plan tan solo dependpia de una cosa al azar, no sabía si el castillo tenía protección anti-aparición, por lo que si esta no estaba activada Hades podría aparecer dentro de la sala... Pronto pude comprovar que aquella conjetura era cierta. Mi primo me agarró por la espalda y comenzó a hacerme cosquillas en las costillas, no pude evitar comenzar a reir a carcajadas.

 

-Primoso maloso, eres un tramposo, debería darte un abrazo de oso, pero no lo hare porque eres perezoso...- le dije continuando con mis risas. Realmente cada vez decía cosas menos coherentes.

 

Reuní todas mis fuerzas y logré soltarme, pronto trepé por una de las paredes hasta llegar al techo. Lo que más adoraba de ser vampiro era aquello, trepar.

 

-¡Por el poder de los Ragnaventus!- dije y salté hacia donde estaba mi primo derribándolo contra el suelo. El estruendo que hice al caer fue tremendo y seguramente alertaría a los vecinos, pero no nos habíamos hecho daño. Pronto comencé a mover mis deditos sobre su cuello y mi primo comenzó a reir.