The Arabic Place (MM B: 94021)

[Bodrik]

Ver a su abuena en esa situación era bastante inesperado y Bodrik se sentía bastante feliz de encontrarla en su propio local, como si el tiempo se hubiera detenido en la época cuando todo era más simple, cuando la pelinegra recién abrió el negocio en compañía de su mejor amigo Gitax y el recién inaugurado negocio estuviera en plena inauguración. Recorrieron muchas veces los negocios juntas y también lo hicieron como el trio de los tres mosqueteros, pero aquel tiempo se había ido y como directora de la afamada institución médica, la pelinegra poco tenía tiempo para compartir en compañía de su amada familia.

 

-Tengo en la lista algunos postres nuevos que implemente en navidad, te van a encantar y además tienen chocolate y helado o un postre de frutos secos y un pastel de Yogurt. - respondió emocionada pues seguramente ella seria de las primeras personas en probar las recetas de dulces. – y para beber podría ser el "jellab" que también tiene dulce – la pelinegra estaba muy feliz de poder atender a su dulce abuela además con esto probaría las nuevas recetas y nadie mejor que ella.

 

-Sí, ya sé que paso mucho tiempo en San Mungo, pero no es mi intención mudarme allí, eso de lo dejo a Luz del Carmen pues yo siempre deseo regresar a casa con ustedes – al final hizo un puchero. Lo que menos deseaba era estar alejada de ellos pues en el castillo Lockhart se sentía ella misma pudiendo ser una adolescente normal y no una bruja importante y criticada por ser la directora más joven de esa institución mágica. -No creas es muy duro. –

 

- El negocio está bien. Trato de llevarlo yo sola, pero a veces me veo colgada con tanta competencia y tan poco tiempo libre. – explicó con una sonrisa- tengo planeado realizar un viaje. – continuo- necesito vacaciones-

 

Entonces uno de los elfos del negocio paso por el lado de ellas con la intención de atender a un cliente que al parecer acaba de llegar, pero que Bodrik no había notado antes debido a la distracción con su abuela – Vaya llego alguien – comentó.

 

-No le veo muy bien – respondió. Entonces su abuela le sugirió atender personalmente al nuevo cliente pues muchas veces era mejor hacer lo propio, pero antes de que pudiera hacer algo más el hombre se acercó hacia la barra con intención de saludarlas.

 

Si bien al principio no le reconocía una vez le tuvo más cerca de inmediato supo de quien se trataba – ¿Garry eres tú? Es un milagro verte en Oterry. Hace mucho no sabía anda de ti- ella le conocía bastante bien de los tiempos en que fue jefe de los centauros y de los tiempos en los que era una simple sanadora de san Mungo.

 

@,,@

[Hessenordwood Crouch]

―Solo me tomé un “tiempo fuera”, Bodrik- comentó mientras se acercaba un poco más a las mujeres, sin duda no tuvo problema para reconocer a quien un día fue su ex profesora en la academia de magia y hechicería, pero sobre la mujer que la acompañaba, la verdad es que se aventuró a suponer que, por el modo en el que charlaban tan vivamente, era alguien cercano a la Lockhart ―¿Le importa si tomo un lugar junto a usted, mi señora?- hizo una venia cortés a la mujer.

 

La verdad es que no fue la primera intención del mago interrumpir la conversación entre las mujeres, pero siendo un local como tal, él bien puede hacerse el desentendido si es necesario y solo consumir alguna bebida que le dé tiempo suficiente de agendarse en otra ocasión con su amiga. Aunque de igual manera ya estando ahí, el mago espera que su presencia no sea completamente tomada como imprudente o entrometida.

 

―No ha pasado tanto tiempo realmente ¿o sí?- el supone que a lo mucho debió haber sido año y medio quizá dos, sin embargo, el mago ha sentido que muchos lazos formados en Ottery, que algún tiempo llegaron a ser estrechos, ahora son apenas perceptibles ―Me costó un tiempo reubicarme cuando volví al Ottery- explicó ―Al parecer no han cambiado mucho las cosas por aquí y yo nada mas no termino de adaptarme nuca a este estilo de vida- sonríe torpemente, la vida citadina, aunque le resulte interesante parece romper con la naturaleza propia del licántropo.

 

Se siente un poco extraño en situaciones como estas, a pesar de lo mucho que cree que ha cambiado, el mago aún conserva hábitos bastante asociales de su tiempo en aislamiento. Sin embargo, desde sus primeros días lejos de aquella vida, Bodrik había sido para él una guía que salvaba sus días durante las clases en la academia y todavía más aún ella le había ofrecido su amistad sin dudar nunca del mago. La sanadora era para Garry una persona importante, tanto como lo eran las desaparecidas Sunnar y Mittzy.

 

―En fin, lamento no haber escrito antes- continuó platicando ―Me hubiera gustado hacerlo desde que volví, pero la verdad es que quise hacer un asentamiento seguro antes de prometer cualquier cosa- después de todos los reclamos que Evans le ha hecho por sus idas y vueltas y de casi obligarlo aprometer con sangre que detendría ya esa extraña vida que Garry se había hecho, no le quedan más ganas a Ollivander de hacer más juramentos en esta vida ―Sin embargo, veo que a usted el tiempo le ha favorecido, este lugar se ve tan sano como el primer día que lo vi.

[Ela Karoline]

La mención de un menú nuevo con platos que la Lockhart no conocía la entusiasmo muchísimo, sobre todo porque su nieta @@Bodrik sabia como tentarla, había dicho que tenían helado y chocolate, frutos secos y también tenía un pastel de yogurt, sonaba demasiado bueno y se le antojaba pedir todos, todos, todos, y probarlos, total tenía tiempo que no se daba esos atracones de dulces.

 

--¡Lo quiero todo, voy a probarlo todo! así que dile a tus elfos que lo preparen-- exclamo entusiasmada, cual Harry con el carrito de los dulces en aquel primer viaje en el Expreso de Howard, pero antes de que pudieran ir en dirección a las exquisiteces la pelinegra le soltó una bomba, eso del viaje lo era, ¿A dónde pensaba irse la pequeña? Y no le estaba pidiendo permiso, por el tono simple y sereno que utilizo era una decisión tomada, lista para ejecutar.

 

--Espera, espera, es un viaje de trabajo, o es un viaje como los que hacia tu padre, de esos que…-- iba a decir de esos de los que no regreso, pero se mordió el labio inferior con tanta fuerza que la sangre se agolpo bajo la capa de piel. Pero la conversación fue truncada por la sugerencia que la misma Cye había hecho antes de que atendiera aquel cliente que el elfo parecía no poder satisfacer.

 

Por u momento se perdió de la plática pues su memoria evocaba aquella última vez que finn se había despedido, y no es que estuviera muerto, lo sabía vivo, pero ausente, apartado y desaparecido como si no quisiera ser encontrado, como el nómada que había resultado ser. Las orbes celestes brillaron con intensidad a causa de las lagrimas contenidas, no perdería ahora a Bodrik, ¡Claro que no lo haría!

 

El cliente ( @ ) parecía tener una relación menos casual con Bodrik, así que la atención de la rubia se centro en el licántropo, ella lo había visto antes, estaba segurísima de eso, pero quizás había pasado mucho tiempo desde entonces, y según lo que escuchaba él había estado ausente de Londres. Ya que estaban los tres, Cye estiro la mano con su habitual naturalidad y se presento.

 

--Hola, Cye Lockhart, debo decir ¿Bienvenido a Londres nuevamente?-- le sonrió de forma sincera y agrego --Soy la abuela de esta jovencita y sus amigos son mis amigos-- la plática que parecían deberse podía ser muy larga y mentiría si dijera que no tenia curiosidad, pero todo entre platillos y bebidas fluía mejor, eso lo tenía más que comprobado.

 

--Os propongo que tomemos una mesa, así podemos conversar mejor, y de paso probamos las maravillas que Bo tiene en el nuevo menú-- se froto las manos y se mordió el labio inferior con ansias, esperando que su propuesta fuera aceptada. --A menos, claro, que quieran platicar a solas, en cuyo caso me iré a un Rincón solita-- eso era manipulación y lo sabía, pues había hecho un puchero que revelaba los hoyuelos en sus mejillas, además de abanicar dramáticamente las pestañas.

[heberth portillo]

El día estaba bastante fresco, no hacia demasiado frio por eso tenía ropa informal, solo eran unos jeans, camisa blanca y una chaqueta negra de cuero, por si el clima cambiaba repentinamente, como casi siempre lo hace. Me estaba preparando para ir a almorzar con mi tia Dennis que me había prometido ir a comer, solo tenía que escoger el lugar donde fuéramos a comer.

 

En el callejón Diagon, había escuchado de un restaurante al estilo árabe, que su comida era muy buena y que la atención era igual de buena; por eso había decidido decirle a mi tía que fuéramos a conocer este restaurante, total nunca había probado la comida Árabe y tenía curiosidad de probar ese tipo de comida.

 

Me termine de alistar y baje de mi habitación en la mansión a buscar a mi tia para ir. Ella aun se esta arreglando el pelo y echando su loción. la esperaba en la entrada de la casa para salir rumbo a The Arabic Place. Cuando por fin bajo me pregunto a donde iríamos y solo le dije

 

- Vamos en el camino te darás cuenta - mientras saliamos de la mansion rumbo al callejón.

 

Al llegar a la entrada del lugar mire a mi tia.

 

- Hoy almorzamos comida árabe - le sonrei mientras le señalaba el lugar.

 

Ingresamos y nos sentamos en una de las mesas laterales, esperando ser atendidos; el lugar era realmente llamativo, sus colores, los cojines..todo daba la impresion de que enserio estubieramos en cualquier ciudad arabe. El mesero se acerco a darnos la carta y espere que mi tia pidiera algo.

 

( @ )

[Dennis Delacour]

Había quedado con mi sobrino de ir a almorzar, ya llevaba días que le había prometido que saldríamos a algún lugar y por diversas razones no había podido cumplirle, y eso no podía ser así porque una Delacour siempre cumple lo que promete, entonces me encontraba preparándome para salir, me vestí muy casual, unos jeans gris oscuro, unos tenis negros y un buzo azul claro, me deje el cabello suelto y en ondas, me aplique mi perfume favorito y estuve lista para el almuerzo.

 

Lo encontré en la entrada de la mansión y le pregunte a donde iríamos a almorzar a lo que simplemente respondió que me daría cuenta durante el trayecto, bueno supongo que quería sorprenderme con la elección.

 

Al llegar al callejón Diagon nos detuvimos frente a un local que portaba un colorido letrero - The Arabic Place - fue entonces cuando mi sobrino me dijo que el menú para hoy seria comida árabe, no tenia ningún problema con eso ya que me gusta probar cosas nuevas.

 

Al cruzar la puerta te sentías fascinada con la decoración, realmente era como transportarse al medio oriente, era muy hermoso, nos ubicamos a un costado, me quede observando todo alrededor, definitivamente un lindo lugar, esperaba que la comida fuese igual.

 

- Una excelente elección hasta el momento Heberth, si la comida sabe como luce este lugar creo que disfrutaremos mucho nuestro almuerzo - le dije sonriendo a mi sobrino mientras esperábamos a que nos atendieran.

 

@@heberth portillo

[heberth portillo]

El dia de la invitación de mi tia a almorzar había llegado, me dejó escoger el lugar donde almorzar y había escuchado sobre el restaurante árabe al cual ya habiamos llegado y estábamos a la espera de que nos atendieran.

 

- Tía tú sabes algo de comida árabe? - le pregunté mientras miraba el lugar.

 

- La verdad yo voy a escoger lo que me recomiende la mesera, para no pedir algo que no me guste- le dije mientras hacía caras graciosas.

 

Realmente estaba ansioso por tomar y comer este tipo de comida, nunca antes lo había hecho y era hora de probar nuevas cosas, además la comida árabe debe ser buena porque si no este lugar estaba vacío, pero hay gente y eso dice muchas cosas buenas sobre el lugar.

[Dennis Delacour]

Estaba disfrutando la salida con el loco de mi sobrino, eramos muy parecidos en nuestra forma de ser por eso disfrutábamos de la compañía del otro, era algo divertido que siendo su tía fuéramos casi de la misma edad y que fuésemos a ver clases juntos, creo que íbamos a hacer estragos en el colegio según como fueran dándose las cosas. El sitio estaba hermosamente decorado, la música te transportaba a otro mundo, era muy alegre y cómodo.

 

- Realmente no conozco mucho de comida árabe, solo comí una vez y pidieron por mi así que no recuerdo ni siquiera como se llamaba lo que probé, lo siento Heb, pero supongo que podemos pedir un par de cosas y probarlas a ver que tal - le dije mientras mirábamos la carta del lugar, había muchas opciones la verdad no sabia que pedir.

 

- Creo que podría probar la ensalada Fattoush, y un te helado de frutos rojos, dependiendo de como me vaya con eso pedimos algo mas, ademas vi que manejan lo de los Narguiles, los he visto antes pero no se mucho sobre como funcionan - le decía a mi sobrino, mientras lo veía pensativo, de pronto pensando en que ordenar.

 

- Oye de pronto tenemos suerte y vemos algún espectáculo de danza árabe, seria bastante divertido, podría ser una chica linda que podrías conquistar.- le sonreí a lo que el devolvió la sonrisa, ojala este almuerzo trajera algo de diversión, la necesitábamos.

 

@@heberth portillo

[heberth portillo]

Mi tia ya había pensado en pedir una ensalada y un helado para mi, pero realmente quería algo de sal y no de dulce así que cuando llegó la mesera, le pedí que me recomendaran algo de sal que no fuera hacer algo extravagantes ni mucho menos que tuviera algo extraño, quería probar la comida, pero no quería terminar comiendo algo que no supiera que era y que tal vez me caeria mal. La mesera me había recomendado los tacos que cualquiera de ellos estaría delicioso y no tienen nada extraño ni mucho menos.

 

- Bueno por favor a mi me regala una Taco Árabe Falafel - le dije mirando a mi tia. después de que ella ordenó, la mesera se retiró a hacer el pedido en las cocinas.

 

Mi tia me comenta que tal vez podamos ver un baile de esos árabes, algo que realmente me gustaría mucho ver, la vestimentas de las mujeres que hacían tan sexual y artistico baile les quedaba espectacular y por si no fuera de más la mirada que siempre se les veía a estas mujeres era una mirada de sensualidad y respecto que de una forma inmediata lo hacen que uno se cautive con ellas, y no pueda dejar de mirarlas. Esperábamos que la orden que habíamos pedido saliera y mientras conversábamos con mi tía sobre que ya casi iban a iniciar las clases.

 

De un momento a otro sono una musica bastante diferente a la que normalmente escucho y de un rincón del lugar salió una hermosas mujer árabe con sus vestidos y comenzaron a bailar de una manera extraordinaria, que tanto a mi como a mi tía nos cautivo con su bailes, todas las personas que habían en el lugar comenzaron a aplaudirle mientras baila de esta manera. Miramos todo el bailes mientras aplaudimos la orden llegó pero seguimos viendo el baile que nos tiene cautivados.

 

( @ )

[Melrose Moody]

Mel era una persona que se dejaba llevar fácilmente por la curiosidad.

 

Todavía no estaba del todo adaptada. Empezaba sí, a entender mucho más cómo funcionaban los ingleses, su formalidad, sus hábitos, su manera de expresarse y cómo a veces solían decir cosas cuando en realidad hacían referencia a otras. En su trabajo ministerial había tenido la suerte de encontrarse con personas más bien directas y enfocadas en sus actividades, era una de las ventajas de ser una inefable. Sin embargo, también había visto cosas que nunca se hubiera imaginado en el pasado. A pesar de todo, acudir a Londres había sido una buena decisión.

 

La bestia en su interior también se había contentado con ciertas cosas de la ciudad. El Edén, ese espacio de seguridad al que acudía durante cada luna llena, era también un lugar donde conseguía mantenerla a raya, donde podía asegurarse de que la bestia la dejara en paz por otros treinta días, que no perdería el control o se llenaría de rabia. Ser licántropo, aceptarlo e intentar existir en base a ello no era fácil pero Mel se negaba a consumir las pociones desarrolladas para suprimirlo o mantenerlo bajo un "control" que consistía en negar la existencia del problema: volverse un lobo pequeño e indefenso. No sabía cómo funcionaba en otros casos pero el consumir dichas pociones a ella a la larga le arruinaba el temperamento: era mejor dejarlo salir y sufrir una noche, a tener que cargar con ello todo el tiempo.

 

Ya lo había asumido. Habían sido ya tres años desde que la mordieran y tres meses desde su llegada a Londres. Los Moody también habían sido muy amables con ella. Además, había encontrado que la ciudad tenía otras muchas ventajas; entre ellas, una de las más resaltantes eran las compras y la comida.

 

Quizá porque nunca antes había tenido un trabajo estable que le permitiese gastar a sus anchas, ni tampoco un hogar donde la aceptaran, con amplios espacios y sin peligro de ser echada, Mel disfrutaba ahora de una vida acomodada con la que jamás habría podido soñar en el pasado; eso, la había conducido a desear nuevas experiencias y entre ellas, el probar nuevos sabores estaba en lo más alto de la lista. Por eso, cuando entró a ese local, que nunca había visitado antes, pidió enseguida unas papas libanesas y una ensalada tabouli. La decoración era enteramente roja, pero no dañaba su vista y pidió también un poco de agua para pasar el rato.

 

Conocía tan pocas personas en Londres todavía, que dudaba que alguien llegase a descubrir su afición secreta por probar cosas en todas partes, afición que se llevaba buena parte de su sueldo, a pesar de que no era poco. La bestia en su interior también se complacía con tales visitas y de seguro en no mucho rato, empezaría a exigirle cordero.

 

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Editado 14 de Marzo del 2018 por Melrose Moody

[Dennis Delacour]

Habíamos ordenado lo que nos pareció lo mas delicioso para probar, aunque no tuviésemos mucha idea acerca de este tipo de comida, ademas cual seria el lió, si no nos gustaba simplemente pediríamos algo mas y superado el tema, era un almuerzo de relax así que no había que complicarse ni siquiera por la comida. Después de que la mesera dejo nuestra mesa, nos dedicamos a hablar de todo un poco, era muy fácil encontrar temas de conversación entre nosotros porque teníamos gustos y aficiones muy similares, aunque a pesar de que eramos familia solo llevábamos un tiempo de estar compartiendo en la mansión de la familia.

 

Mientras aguardábamos por el pedido, empezó a sonar música típica de medio oriente y apareció una bailarina dispuesta con sus traje de danza tradicional y comenzó a realizar movimientos suaves y bastante complicados, en pocas palabras estábamos observando arte. Creo que estábamos disfrutando mucho del espectáculo puesto que casi ni nos damos cuenta cuando la comida llego a la mesa, agradeciendo a la chica que nos atendió, continuamos viendo la danza.

 

Cuando el baile termino, dedicamos nuestra atención a la comida - Bueno hemos tenido un gran show, es hora de probar que tal es la comida de este lugar, y si sabe rico debo decir que fue la mejor elección para este almuerzo - le dije a Heberth mientras empezaba a probar mi ensalada, y efectivamente cada bocado dejaba sentir una explosión de sabores en mi boca, realmente estaba pasándola genial.

 

@@heberth portillo