Kiosko: Una mordida rapidita (MM B: 95066)

[Akiza Ravenclaw H.]

"Que aburrido esto...me da ganas de torturar a un elfo" pensé histérica, ya que hace mucho que llevaba mucho esperando algo interesante. Miré a mi alrededor buscando a un elfo para continuar mi plan malévolo, hasta que un hombre me llamó la atención. Por algún motivo se le hizo conocido, como si en algún tiempo lejano lo habia visto...en otra plataforma.

 

Arreglé para atrás mi cabello que en esos momentos flotaban cerca de mi cara, "porque me hace tan familiar" pensé mientras veía cómo lentamente iba a la barra principal. Sabía que en pocos momentos le iban a atender...y si no lo hacían ya sabía cual era el castigo. Suspiré lentamente, no estaba segura si ir o no...sentía una extraña sensación.

 

Christine elfina de Akiza

 

Se encontraba lavando algunos trastes que dejaron hace mucho tiempo, al sentir la presencia de su ama, se apresuró a limpiar el lugar, ella sabía cómo se ponía si no estaba cómo a ella le gustaba. Paso un tiempo y sintió la presencia de otra persona, que se acercaba a la parte principal. "Clientes" pensó, se apresuró a arreglarse un poco para estar presentable.

 

Salió y vio al hombre en la barra esperando contestación, -Buenas tardes, caballero, bienvenido al "Kiosko, una mordidita rápida", que desea ordenar...tenemos todo tipo de comida rápida que desee...¿Puedo tomar su orden?.- dijo alegremente la elfina, esperando la contestación de la persona desconocida.

[Seba Granger]

Por lo que podía notar al llegar al lugar estaba un poco vacío tal vez sería por las épocas en las que estábamos, por suerte no había tenido que esperar mucho para que alguien acudiera a mi llamado, una elfina aparecía tras el mostrador.

-Buenas tardes, me gustaría por ahora una soda a temperatura ambiente por favor- señale a la elfina, primero quería tantear el ambiente, no sabia si Akiza era aun dueña del local, además así mucho que no la veía ni siquiera sabía si estaba en el país, por lo que lograba recordar cuando trabajaba para mi, siempre salía de viaje cada cierto tiempo.

Tras hacerle el pedido a quien me atendía le señale que ocuparía una de las mesas, me encamine hacía la mas cercana de la barra y me acomodé para esperar mi bebida, mientras pensaba que mas pedir, además como preguntar por mi hermana.

[Akiza Ravenclaw H.]

Observé al hombre que estaba hablando con mi elfina doméstica a lo lejos todavía. Sentía que tenía que hablar con aquella persona, sin embargo tenía un miedo irracional, que procedía dentro de mi. Respiré algunas veces, ya que mi cuerpo estaba traicionando con temblores innecesarios. "Contrólate Akiza...antes no trabajabas para el mal" pensé, con lo cual salió una sonrisa, realmente extrañaba esos tiempos... sin embargo me acordé levemente que estaba también en otro lado la cuestión era en cual.

 

Para tranquilizarme mejor, cogí un chunchi para sujetar mi cabello en una cola de caballo. "Ok Akiza, vas a ir a hablar con aquel sujeto...sólo es un cliente más...no tiene nada que ver con nada de algo que se inventó tu cabeza..." me dije a mi misma, sin embargo estaba un poco nerviosa. Me paré de mi sitio y me dirigí lentamente hacia esa persona, que en esos momentos estaba sentado en una mesa cerca del mostrador principal. Di un leve suspiró y me comporté como una de las dueñas del local.

 

-Buenas tardes, espero que se sienta cómodo en este sitio, espero que le atienda bien los elfos...o...o me informa.- dije de una manera tranquila, menos al final que sentí que mi lengua se trabó justo al final. Esperé y me dije "no se parece a..." me pregunté a mi misma.

[Seba Granger]

Vi como se perdí la elfina una vez mas tras el mostrador del negocio, mientras mis dedos tamborilear sobre la superficie de la mesa donde esperaba mi pedido, la situación me parecía un poco extraña llegar al lugar donde trabaja y era dueña mi hermana y no saber a ciencia cierta si ella estaba o no.

La verdad era hace bastante tiempo que no la veía, desde que ella había dejado de trabajar para mi, luego con los cambios del ministerio lo mas seguro que la hubiera espantado para regresar a las oficinas.

Una voz conocida me hacía salir de mis pensamientos, observe a la chica con detenimiento al escuchar la manera tan formal con la que se dirigía a mi, -Buenas tardes, la verdad que su negocio es muy acogedor, y solo el servicio creo que esta bien para mi- no sabía que estaba pasando aquí, pero debía averiguarlo.

-¿No nos hemos visto en alguna parte?- pregunté para tentar el camino por donde podía ir, ¿Como podía ser que no me recordaba?, tallé mi barbilla por unos segundos.

[Akiza Ravenclaw H.]

Escuché los comentarios del comensal que estaba en el restaurante, hasta que me hizo la pregunta más rara de mi vida, con lo cual mi corazón dio un salto. "¿Le conozco? me pregunté a mi misma, di un largo suspiro y negué algunas veces muy frenéticamente, que parecía loca. -No...nos conocemos señor.- dije un poco nerviosa, sentí que se puso un poco extraño el ambiente no sabía el porque.

 

Al menos paró un poco la tensión que sentía en mi, porque llegó mi elfina con la soda que tengo entendido pidió él. Miré de reojo al hombre, pero su mente estaba en una lucha interna de "recordar algo" pero ella en si no sabía que era. -Bueno, me alegro que le parezca muy bien el servicio, no creo que me necesitas para nada mas...- dije otra vez nerviosa "Ash...no me entiendo porque estoy tan nerviosa con él...me hace familiar pero no daré el gusto de estar así..así que cálmate" me repetí en mi cabeza para calmarme.

 

-Christine, arregla esas mesas de allá están horribles...ya sabes que te va a pasar si no lo haces inmediatamente.- le ordené...no sabía cómo el hombre trata a los elfos domésticos pero en si es mi forma de tratarlos. Mi elfina con una rápida reverencia, se fue inmediatamente a las mesas a limpiar.- Al menos obedecen rápido estos elfos.- dije a modo de comentario para mi.

[Seba Granger]

Algo estaba pasando aquí que no entendía del todo, como podía ser que no me recordara para nada, al menos podría recordar nuestro tiempo trabajando juntos, ¿Que le había sucedido que actuaba así?, ¿La habrían dañado en esos viajes que decía que hacía?, talle mi barbilla por un instante sin saber como seguir y no perturbarla mas.

-Muchas gracias- dije a la elfina mientras me entregaba la soda, la puse entre mis manos sin levantar la bebida de la mesa, mientras escuchaba las siguientes palabras de Akiza.

-Disculpe que insista, ¿Acaso usted no trabajo en el ministerio de magia?- quería intentar el camino que tal vez nos habíamos topado ahí, de alguna forma necesitaba hacerla recordar al menos un poco, esa situación era un poco ridícula que no reconociera a su propio hermano.

Suspiré un poco al oír como trataba a la criatura que trabajaba para ella, sabia que muchos dueños eran distintos, pero a ella no la recordaba tan dura como estaba actuando ahora.

[Lillian Potter Evans]

Hacía muchísimo tiempo que no pisaba ese lugar. Recordaba vagamente la emoción que había embargado a Only al anunciarle el proyecto que tanto tiempo había estado ocultando por el simple placer de darle una sorpresa inigualable pero ahora todo aquello se había vuelto un dolor insoportable, sobre todo después de su partida.

 

Las puertas se abrieron solas para darle paso a un lugar casi vacío, aunque el murmullo de voces se dejaba sentir en el ambiente. Con parsimonia, dirigió su andar a una mesa sencilla, sentadose y observando a su alrededor.

 

- Cuánto te echo de menos - susurró a la nada, entornando sus orbes zafiros hacia el fondo del local, como si con ese simple gesto pudiese evocar a la persona anhelada, cosa que sabía que no sucedería. Un suspiro escapó de sus labios mientras sus níveas manos recorrían la madera de la mesa, para después tamborilear sobre la superficie en espera de su elfina, quién por fín llevaría a su pequeño hijo a casa.

 

Ni siquiera podría decir cuando había dejado de respirar, al ver justo en la acera de frente la figura de Pallas junto a la de un apuesto varón que sonriendo llevaba un algodón de azúcar más grande que su cabeza castaña...

[Akiza Ravenclaw H.]

-Disculpe que insista, ¿Acaso usted no trabajo en el ministerio de magia?-

 

 

Esa preguntá me perturbó un poco, ¿Acaso trabajé en el Ministerio de Magia? pensé un poco confundida. Lo miré un poco perdida en mis pensamientos, me pasé la mano por mis cabellos pelirojos tratando de recordar en que momento de mi vida trabajé en ese lugar. Ahora no tenía trabajo más porque no lo he buscado, pero sin embargo, tenía un vació en mi cabeza. Ese evento estaba borrada de su memoria ¿Porqué?

 

 

-¿En el Ministerio de Magia? -le pregunté a él...¿Y si sabía algo de mi? pensé en mi cabeza, así que me senté sin pedir permiso al cliente que estaba ahí.- ¿Usted me conoce? ¿Sabes quien soy yo?.- le volví hacer unas preguntas que se que para aquella persona iba a ser muy raras ya que me imaginé que se va a preguntar el que le pasa a esta chica...en fin tenía que encontrar respuestas...aunque sean muy raras para los demás. "Y no volver a ese lugar"

[Seba Granger]

Observé a mi hermana de nuevo, aun no lograba entender que tan malo podría haber sucedido para que de la noche a la mañana esta me olvidará, o mas bien olvidara todo lo pasado. Cogí la copa entre las manos para tomar un poco de la bebida helada que la elfina me había traído, mientras esperaba la respuesta de Akiza.

Luego de unos minutos al menos eso habían parecido, las preguntas salían de los labios de la bruja, amagué a levantarme cuando esta se sentaba pero no termine el gesto, talle mi barbilla por unos segundos pensando bien que decir, no sabía que tan mal estaba ella, que tanto podía haber olvidado, la verdad no sabía como podía reaccionar la gente cuando estaba así.

-Si te conozco, para ser realistas, hace bastante que nos conocemos. Hasta hemos trabajado juntos por un tiempo en el ministerio- respiré profundo para continuar, -¿De verdad no recuerdas nada de mi?- ¿como le decía que eramos hermanos de la manera mas suave?, ¿Y que pasaba si no conocía ni a nuestra madre?

-¿Que te ha pasado?- pregunté para tratar de atar los cabos sueltos.

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

-Si te conozco, para ser realistas, hace bastante que nos conocemos. Hasta hemos trabajado juntos por un tiempo en el ministerio...¿De verdad no recuerdas nada de mi?-

 

No entendía nada, mi cabeza daba muchos giros. Posé mi cabeza en una de mis manos para calmar ese zumbido que apareció dentro mi. ¿Porque simplemente no lo recordaba?. Cerré un momento los ojos para calmarme un poco, ya que mi corazón comenzó a acelerarse para dar paso a una taquicardia. Respiré profundamente unas 5 veces para calmar hasta mi cuerpo físico. Luego alcé la mirada para que termine de preguntar...

 

-¿Que te ha pasado?-

 

No sabía que contestar, porque ni yo sabía que pasaba en mi. Sólo sabía una cosa, que si no recuperaba alguna parte de mi pasado, simplemente estaba en peligro de muerte. -Yo...yo no sé que contestar...no recuerdo nada...nada de mi pasado...¿Hace...hace cuánto trabajé en el Ministerio?- pregunté ya fuera de control, tenía que haberme acordado de algo así, pero me equivoqué.

 

-Christine.- grité...la elfina apareció inmediatamente.- Tráeme...un té por favor.- le pedí con nerviosismo, me di cuenta que mi cuerpo estaba comenzando a temblar, "Contrólate Akiza" pensé "No puedes perder más el control de esa manera". Miré al hombre que estaba al frente mio...no sabía si contarle. -¿Somos amigos verdad?- pregunté ya que otra sorpresa no me alegraría mucho.