Addison Evanik Haughton

El shock la invadió un poco, ¿dónde había quedado su pequeña sobrina? A pesar de que @@Bodrik seguía conservando la misma apariencia, había crecido no solo personalmente, si no laboralmente, ahora estaba frente a la directora de San Mungo.- ¡Júralo! -exclamó sorprendida- es increíble, no puedo creer que mi pequeña sobrina sea directora de San Mungo, tienes que contármelo todo. -Comentó emocionada.- ¿Qué una tía ya no puede desear ver a su sobrina preferida? -le guiñó un ojo y centró su atención en su padre, sin dejar de lado a la Lockhart.

Una sonrisa más amplia que la que había aparecido en su rostro cuando vio a @@Bodrik se dibujó en su rostro al escuchar la respuesta de su padre. Entre más lo veía, más recuerdos venían a su cabeza. Aquel hombre, a pesar de que siempre iba y venía, el que siempre viajaba como un alma libre, siempre había sido un buen padre, presente en todo momento.

Dejó que @@Dagonet tomara sus manos, las del hombre se sentían algo ásperas contra las propias, producto, probablemente, de todos los viajes y todas las aventuras y problemas en los que probablemente luego se metía su padre. Podía sentir el corazón de su padre, latiendo rítmicamente, eso bastó para que la tranquilidad la invadiera.- Estas bien… -dijo en apenas un hilo de voz- estas bien y estas aquí… -murmuró.

Hasta ese momento no había sido consciente de ese peso que cargaba sobre sí, una constante preocupación por saber cómo estaba cada uno de los miembros de su familia, y ahora se atenuaba, papá estaba bien, estaba vivo, quizás algo herido, pero bien.

La ojigris abrazó a su progenitor con fuerza, y escondió su rostro en su hombro como cuando era niña y la cargaba, un simple acto reflejo que le duro un par de segundos antes de separarse un poco para ver mejor el rostro de su progenitor.- ¿Cómo has estado? ¿Dónde has estado? -preguntó y miró hacia @@Bodrik - resulta difícil creer que me encontraría con ambos el día de hoy en el mismo lugar…

La respuesta a su pregunta no había llegado, pero la razón que la había llevado a entrar a aquella botica había aparecido frente a la castaña. Su sobrina, @@Bodrik, se había aparecido detrás del mostrador y ahora se encontraba frente a ella, abrazándola.

Aquello tomó por sorpresa a la Evanik. Le tomó un par de segundos responder el abrazo, era como si llevara una eternidad sin abrazar de aquel modo a alguien, demostrando verdadero afecto y no simples besos en la mejilla y saludos de mano realizados por mera convención social. Abrazó a su la Lockhart, con cariño, como hacia mucho tiempo que no hacia.

-¡Boo! -exclamó. Se podía ver como una sonrisa se dibujaba en el rostro de la castaña- ¿cómo has estado? Eres la persona que ansiaba ver -tomó las manos de su sobrina y se alejó un poco para verla mejor.- Parece que ha pasado una eternidad desde la última vez que te vi -exclamó. El tiempo no había pasado sobre la Lockhart, no había cambiado en nada, seguía conservando el mismo aspecto pero de algún modo, tenia un aire de madurez que no recordaba en @@Bodrik , parecía que había crecido demasiado.

-¿Papá? ¿Tu abuelo está aquí? -preguntó sorprendida la ojigris tras escuchar las palabras de Bodrik. Instantáneamente sus ojos comenzaron a buscar entre los presentes, viajaron de rostro en rostro hasta que finalmente dieron con su objetivo.

De algún modo su cerebro no lograba creer que el hombre que estaba ahí fuera su padre, definitivamente había pasado una eternidad desde que todos se encontraran juntos en la mansión. En realidad no lograba recordar cuando había sido la última vez que había visto a cada miembro de su familia, parecía ser que había una tendencia familiar a desaparecer de la faz de la tierra y luego aparecer como si nada.

Se mordió el labio, no estaba esperando ver a su padre aquel día, emocionalmente estaba impactada, pero la alegría comenzaba a invadir su interior, ahora que lo tenía tan cerca notaba cuanto había añorado a aquel hombre. Se acercó hasta él, parecía algo… ¿afligido? ¿Adolorido? No estaba muy segura de qué era lo que le ocurría, solo podía ver la mitad de su rostro el cual parecía indescifrable.

-¿Papá? ¿Estás bien? -preguntó colocando su pálida mano con suavidad sobre el brazo de @Dagonet

Una vez más se hallaba en el Callejón Diagon ¿cuánto tiempo había pasado desde la última vez? Parecían años, aunque probablemente no había pasado tanto tiempo, la novedad que la rodeaba hacia que todo se le antojara demasiado lejano, de algún modo la hacía sentirse como una foránea de nuevo.

Soltó un poco de aire por la boca y agradeció el clima otoñal de Londres antes de comenzar a caminar por las que ahora desconocidas calles. Sus ojos grises viajaban de un lado a otro en busca de un local que pudiera satisfacer cualquiera de sus actuales necesidades, por un lado mataba por algo de comida y por otro, también asesinaría por reabastecerse de ingredientes para pociones.

Pasó un par de minutos cuando sus ojos captaron un escaparate bastante llamativo para su gusto, pero al menos cumplía su función, definitivamente atraía la atención de cualquiera. “Botica Lockhart”, el apellido le trajo recuerdos al instante de su sobrina, no podía negar que le extrañaba y que aunque tenían contacto ocasionalmente, no era lo mismo. Se encogió de hombros y se decidió por entrar, probablemente no la encontraría ahí, pero al menos quizás ahí encontraría lo que necesitaba, no perdía nada.

Empujó la puerta y le dio un rápido vistazo al lugar antes de dirigirse al mostrador, aquel lugar estaba bastante más lleno de lo que esperaba. – Buenas tardes… ¿venderán ingredientes para pociones? – preguntó llamando la atención de un elfo que por ahí pasaba.

Cosas que definitivamente nunca esperé hacer: migrar a la Black Lestrange xD Vengo a pedir asilo, porque alguien ( @) me convenció de volver al foro, y ahora estoy aquí... así que espero me acepten, prometo ser buena y postear de vez en cuando y todo eso y que probablemente no cumpliré

Mentira, si cumpliré según pueda Mi ficha:

Nombre del personaje: Addison Evanik Haughton
Link a la ficha de personaje: http://www.harrylatino.org/topic/85336-ficha-de-addison-evanik-haughton/
Link a la bóveda en Gringotts: http://www.harrylatino.org/topic/86162-boveda-de-addison-evanik-haughton/
Elfos registrados: Ellie y Kermit (no tengo que poner el registro, ¿o sí? T-T)

Posible padre/madre: Hermana gemela de @

Nombre Real: Carmen
Fecha de cumpleaños: 7 de Julio
País: México

Redes Sociales: dejaré el Twitter solamente @nyms_view

Bueno, espero me den asilo u.u ¡Saludos!

Se encontraba recostada sobre el diván que se encontraba en su habitación, sus ojos grises miraban el techo distraídamente, mientras que una de sus manos jugueteaba con su cabello. Llevaba así un rato, pues tenía demasiadas cosas en mente como para lograr procesar una sola letra del libro que descansaba sobre su regazo.

Hubiera seguido en esa misma posición, de no ser porque su lechuza había entrado por la ventana que había dejado abierta y se había posado sobre la mesita que tenía a su lado. La castaña en lugar de pararse estiró la mano y desprendió la nota de la pata del animal, el cual enseguida salió volando.

Leyó la nota y se quedó recostada por unos minutos más, la razón por la que había enviado la nota a su sobrina era porque no se sentía lo suficientemente preparada como para ver a cualquier otro ser humano, y luego ella le enviaba una respuesta invitándola al castillo Lockhart.

Se tomó varios minutos en los cuales continuó mirando el techo para meditar sobre su siguiente movimiento, hasta que finalmente soltó un poco de aire y se levantó, quizás se sintiera cansada tanto física como emocionalmente, pero si había una persona a la que no le podía negar las cosas era a Bodrik.

Le tomó menos de lo esperado arreglarse y antes de salir se vio en el espejo. Como siempre, había escogido un vestido negro que llegaba unos centímetros por arriba de sus tobillos, acompañado de sus clásicos zapatos de tacón y unos cuantos accesorios que nunca iban mal. Tras asegurarse de que no se veía como el completo desastre que era, desapareció.

Se apareció en los límites del castillo Lockhart, las puertas se encontraban abiertas, como si le estuvieran dando la bienvenida, y aunque por un momento se mostró recelosa a entrar, la Evanik, finalmente atravesó la verja de entrada. Recorrió el camino que la llevó hasta la puerta principal y ya frente a ella no estuvo muy segura de que debía de hacer ¿tocar? ¿Irrumpir simplemente? No, no tenía la más mínima idea.

Arqueó sus cejas y se quedó pensativa por un par de segundos, la Malfoy no le había respondido su pregunta pero necesitaba un traje de baño, por lo tanto tenía dos opciones, hacer un truque de ropa por información, o esperar a que su amiga estuviera lo suficientemente ebria como para obtener lo que quería.

-¿De verdad? –Preguntó y negó con la cabeza- ven –comentó invitándola a pasar a su habitación mientras se dirigía a su nada pequeño armario.

Abrió las puertas del armario y dejó dos cajones abiertos, estos estaban repletos de trajes de baño, probablemente incluso habría alguno nuevo, pues no recordaba haber comprado tal cantidad de ropa.

-Sírvete pero… –dijo- antes responde mi pregunta – se había decidido por la primera opción, pues probablemente para cuando la Malfoy estuviera ebria ella también lo estaría, y le daba curiosidad saber por qué la morena no había respondido su pregunta del todo.Arqueó sus cejas y se quedó pensativa por un par de segundos, la Malfoy no le había respondido su pregunta pero necesitaba un traje de baño, por lo tanto tenía dos opciones, hacer un truque de ropa por información, o esperar a que su amiga estuviera lo suficientemente ebria como para obtener lo que quería.

-¿De verdad? –Preguntó y negó con la cabeza- ven –comentó invitándola a pasar a su habitación mientras se dirigía a su nada pequeño armario.

Abrió las puertas del armario y dejó dos cajones abiertos, estos estaban repletos de trajes de baño, probablemente incluso habría alguno nuevo, pues no recordaba haber comprado tal cantidad de ropa.

-Sírvete pero… –dijo- antes responde mi pregunta – se había decidido por la primera opción, pues probablemente para cuando la Malfoy estuviera ebria ella también lo estaría, y le daba curiosidad saber por qué la morena no había respondido su pregunta del todo.

@

La Navidad, era una época que con el paso de los años se había vuelto indiferente en la vida de la Evanik, pero sabía bien que para su sobrina se trataba de una fecha importante, ella verdaderamente celebraba la Navidad.

¿Cuándo había sido la última vez que le había escrito o se había comunicado con ella? No tenía la más mínima idea, pues tras haber decidido irse a vivir a Francia lentamente había ido perdiendo el contacto con toda la gente que alguna vez la había rodeado. Ahora, había regresado a Londres, no estaba muy segura si para quedarse o era una aparición temporal, pero había regresado en esas fechas y deseaba hacerle saber a Bodrik que aunque desapareciera no la olvidaba.

No se atrevería a aparecerse en el castillo Lockhart para ver a su sobrina, o al menos aún no estaba preparada mentalmente para eso, había tenido suficientes emociones en aquel par de días como para acumular un poco más, de modo que le enviaría una nota.

De su equipaje sacó el regalo que previamente había comprado, se trataba de un una esfera de nieve de cristal, dentro de ella, en vez de encontrarse una típica casa o algún edificio cualquiera, había una réplica exacta de la Mansión Felagund-Evanik, quizás esta en la vida real había quedado en el olvido, pero esperaba que la Lockhart, al verla, la recordara.

Junto a esta escribió una nota, bastante breve, pero en la que, en pocas líneas, le explicaba que sabía que en ese tiempo había sido, probablemente, la peor tía en la tierra, pero que nunca la olvidaba, y que esperaba le gustara su regalo.

Hecha la nota, se acercó a Galileo, su lechuza, amarró en su pata la nota y dejó que tomara el paquete con el pico.- Más te vale que encuentres a Bodrik y se lo entregues solo a ella –dijo para enseguida observar como este salía por la ventana y se perdía en el cielo nocturno en dirección al castillo Lockhart.

Holi

Creo que ha pasado muuuucho tiempo desde la última vez que me pasé por este tópic, de hecho ha pasado mucho tiempo desde que me pasé por el foro xD pero ese no es el punto, la cosa es que vine a pedir asilo de nuevo(?) Si me aceptan, claro *-*

Dejo la fichita:

Formulario de Registro:

Nombre Real (muggle): Carmen (.-.)
Edad (muggle): 20
País (muggle): México <3
Link a la ficha de personaje: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/85336-ficha-de-addison-evanik-haughton/
Link a negocio: --
Preferencias de ser adoptado por: Ariadna Macnair Gryffindor

Juramento de fidelidad a la familia: Yo juro solemnemente que le seré fiel a la familia y que rolearé tanto como los muggles me lo permitan (?)
Mascotas, elfos, aves mensajeras aprobadas por el MM:

-1 Lechuza (Galileo)

-1 Micropuff

-1 pulpo (Monopolio)

-2 caballos

-2 elfos domésticos (Ellie y Kermit)

Si perteneces a otras familias aclararlo aquí: A la familia Haughton (no le hagan caso a mi ficha, mi familia sanguínea desapareció u.u)
Características especiales (algo que debamos tomar en cuenta en el rol): No estoy segura de que comentar pero supongo que es importante que ahora es demonio(?)


Twitter: @nyms_view
Skype: No lo uso ya xD
Facebook: Ese ya no lo comparto(?)

 

Espero me acepten de nuevo y así

Saludos!!

No pudo evitar reír ante el comentario de @ y negó con la cabeza. No estaba segura de que era de la vida de la Black Lestrange, pero por el momento se olvidaría un poco de ella y se preocuparía por la fiesta que estaba preparando la Malfoy.

-Por Merlín, creo que soy la peor tía de la historia –comentó en voz alta antes de que su amiga desapareciera por las escaleras.

Se dirigió hasta donde estaba guardado todo el alcohol en ese castillo y comenzó a recolectar lo que llevaría escaleras arriba, quizás era demasiado, pero más le valía prevenir. Tras unos minutos en los que se dio cuenta de que no podría subir todo eso ella sola, llamó a su elfina doméstica, ella ya sabía que tenía que hacer.

Comenzó a subir las escaleras con una botella de whisky en la mano y un tentempié en la otra, pues antes había pasado a la cocina. Cuando llegó al segundo piso se encontró con demasiadas albercas de agua, y una lona que le decía que en ese momento le sobraba algo de ropa.

-Vaya… tú no sabes perder el tiempo –comentó mientras colocaba la botella que traía en la mano sobre una mesa cercana.- Y no me ofendas por favor –comentó en tono fingido- si hay algo que me sobra es ropa, y entre ello trajes de baño –sonrió un poco.

-Por cierto ¿de dónde sacaste la idea de todo esto? –preguntó señalando todo lo que la rodeaba al tiempo que abría la puerta de su habitación, después de todo, parecía que se tenía que cambiar.

-Solo digo que bajo advertencia no hay engaño –respondió mostrando una impecable sonrisa.

Llevaba conociendo a @ el suficiente tiempo como para saber que bebía tanto como ella misma, y solo había otra persona que podía seguir el ritmo de las dos mujeres, pero resultaba decepcionante que la Black Lestrange no se hubiera mostrado hasta ese momento.

-Dudo mucho que encontremos a alguien en el castillo –comentó mientras ponía los ojos en blanco.

Observó como Elizabeth escribía la nota dirigida hacia la Black Lestrange y simplemente vio como desaparecía. Soltó un poco de aire y por un momento su semblante cambió.

-¿De verdad quieres ir al Caldero? –Preguntó- ¿Crees que ella llegue siquiera? ¿Me harás salir de aquí? –Preguntó de nuevo, dejando un tinte de dramatismo fingido en su voz.- ¿Sabes? Mi llegada a la puerta fue un esfuerzo enorme y en este castillo creo que lo que sobra es alcohol, no es una mala idea quedarnos –propuso.

Sí, sentía un especial cariño por la Black Lestrange, pero ir a rondar el Caldero Chorreante no era algo que realmente le apeteciera hacer en ese momento, aunque realmente no estaba segura de que era lo que le apetecía hacer en ese momento.

Soltó una risita al ver la reacción de Sam, y la abrazó con fuerza. Si, ella también estaba emocionada de verla, y si antes había estado enfadada, en ese momento se le había olvidado, solo faltaba Mía y el cuadro estaba completo. Se quitó de la puerta para dejar que Sam pasara, eso sin dejar de reír, pues los grititos de la Malfoy le causaban gracia.

Fue en ese pequeño lapso de tiempo en el que Sam terminaba de entrar y en el que ella cerraba la puerta en el que se reveló el plan de la Malfoy. A la castaña le tomó un par de segundos más procesar lo que había escuchado, pero finalmente mostró una sonrisa.

-Oh, pero claro que no me molesta. Viviremos juntas, dormiremos juntas, nos mantendremos a expensas de la fortuna familiar, haremos fiestas diariamente y beberemos hasta morir o hasta lograr el coma etílico –comentó.- Ahora dicho esto –la castaña se colocó frente a la ojimiel y colocó sus manos sobre los hombros de Sam y la observó directamente a los ojos- ¿Estás segura de que asumirás todos los riesgos que conlleva vivir conmigo? ¿Estás dispuesta a asumir las consecuencias? –preguntó con voz aparentemente seria.

-Agg ¿¡qué acaso nadie puede atender!? –exclamó la castaña molesta.

Había llegado aproximadamente una hora atrás al castillo, estaba cansada después de un largo viaje y molesta pues básicamente moría de hambre. Tras instalarse en su habitación pretendía bajar a la cocina, y hubiera llegado hasta ese sitio, de no ser porque ya cuando se encontraba en el corredor escuchó una melodía conocida.

El sonido parecía provenir de la puerta, y con mucho pesar tuvo que dar media vuelta y alejarse de su destino para ir a atender, ya que nadie, ni siquiera los elfos, parecía que se dignarían a aparecer.

-Malditos elfos… -murmuró antes de abrir la puerta y encontrarse con una cara ya bastante conocida.- ¡Wow! –exclamó mirando a Sam, ¿cuánto tiempo llevaba sin verla?- Aquí no es mesón, ¿sigan adelante? –cantó en respuesta a la letanía de la Malfoy.- No te mentiré, apenas si recuerdo como va –comentó con una sonrisa.

Holi *-* Yo no estoy en el MP porque me odia, por siempre, pasan años y simplemente no me ama(?) Pero pues aprovechando que ando en el intento de volver me paso por el censo e intentaré rolear más seguido, aunque no conozca a casi nadie ya xD

Nombre del personaje: Addison Evanik Haughton
Link a una imagen del personaje: http://i.imgur.com/AXuv9od.png
Lazo familiar: Hija de Mónica *-*
Sanguíneo o Adoptivo: Adoptiva
Bando de apoyo o preferencia: Marca Tenebrosa

Descripción breve de la habitación: (Esta opción es voluntaria. Sin imágenes)
Piso en el que se encuentra: Segundo piso

Saludos!!

Es triste tener que deshacerse de conocimientos u.u pero pues ya que andamos en esto de la actualización paso a dejar los conocimientos que me quedo y los que se van:

Enlace de ficha: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/85336-ficha-de-addison-evanik-haughton/

Conocimientos que me quedo: Pociones (Conocimiento Adquirido), Encantamientos (Conocimiento Adquirido), Transformaciones y Conocimiento de Maldiciones

Hola!! Vengo a pedir la actualización de mi ficha con las cosas que le faltan para la nueva reforma, espero citar todo bien, porque ando medio confundida con la actualización y todo eso. Lo pondré solo por campos para que sea más fácil, espero...

Dice así:

 

Poderes Mágicos:

Rango Social: Unicornios de Plata.

Bando: Neutral

Rango dentro del Bando: --

Nivel de Poder Mágico: 3

Puntos de poder en objetos: 100

Hechizos adicionales:

Puntos de poder en criaturas: 50

Criaturas controlables en asaltos y duelos:

Habilidades Mágicas: --

Conocimientos Especiales:
- Artes Oscuras
- Transformaciones
- Conocimiento de Maldiciones.
- Primeros Auxilios.
- Pociones (Conocimiento Adquirido)
- Encantamientos (Conocimiento Adquirido)

 

Debe ser:

 

Poderes Mágicos:

Rango Social: Unicornios de Oro.

Bando: Neutral

Rango dentro del Bando:--

Puntos de poder en objetos: 100


Hechizos adicionales:


Puntos de poder en criaturas: 50


Criaturas controlables en asaltos y duelos:


Habilidades Mágicas:--


Conocimientos Especiales:
- Artes Oscuras
- Transformaciones
- Conocimiento de Maldiciones.
- Primeros Auxilios.
- Pociones (Conocimiento Adquirido)
- Encantamientos (Conocimiento Adquirido)

Medallas:
*
*
*

 

Dice así:

 

Pertenencias:

Objeto Magico Legendario:

Objetos Magicos:

Objeto 1: Varita de Nogal, nervio de dragón, rígida, 32'4 centímetros
Clasificación: AA
Puntos de poder: 20

Objeto 2: El Libro del Acertijo
Clasificación: AAAA
Puntos de poder: 80

Mascotas y Criaturas:
Criatura 1: Lechuza
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Criatura 2: Micropuff
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Criatura 3: Pulpo
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Criatura 4: Caballo
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Criatura 5: Caballo
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Total de puntos de poder en criaturas: 50

Criaturas en la Reserva:

Elfos:
* Ellie. Ha servido desde pequeña a Addison y ha sido su primera y única dueña
* Kermit

 

Debería ser:

 

Pertenencias:

Objeto Magico Legendario:

Objetos Magicos:

Objeto 1: Varita de Nogal, nervio de dragón, rígida, 32'4 centímetros
Clasificación: AA
Puntos de poder: 20

Objeto 2: El Libro del Acertijo
Clasificación: AAAA
Puntos de poder: 80

Mascotas y Criaturas:
Criatura 1: Lechuza
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Criatura 2: Micropuff
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Criatura 3: Pulpo
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Criatura 4: Caballo
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Criatura 5: Caballo
Clasificación: X y no mágica.
Puntos de poder: 10

Total de puntos de poder en criaturas: 50

Libros de Hechizos:

Libro:
Nivel:

Poderes de Criaturas:

Tipo de Poder:

Consumibles en Batallas:

Nombre:
Descripción:
Categoría:

Criaturas en la Reserva:

Elfos:
* Ellie. Ha servido desde pequeña a Addison y ha sido su primera y única dueña
* Kermit

 

Dice así:

 

Licencias, Tasas, Registros:

Licencia de Aparición: Si

Licencia de Vuelo de Escoba: Si

Registro de Inmigrante: Registrado en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional

Registro de Elfos Domésticos: Registro de Kermit

Registro de Demonio: Link

Registro de Elfos Domésticos: Ellie

 

Debería ser:

 

Licencias, Tasas, Registros:

Licencia de Aparición: Si

Licencia de Vuelo de Escoba: Si

Registro de Inmigrante: Registrado en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional

Registro de Elfos Domésticos: Registro de Kermit

Registro de Demonio: Link

Registro de Elfos Domésticos: Ellie

Personajes Secundarios: --

Muchas gracias y perdonen las molestias!!

Hola vengo aquí algo perdida y no estoy muy segura de si este es el lugar indicado para pedir ayuda, pero tomando en cuenta que llevo siglos sin conectarme y que cuando uno decide volver, se da cuenta de que todo ha cambiado creo que merezco su perdón si me he equivocado de topic xD

El asunto es este, según vi en las reformas lo de los conocimientos se ha modificado, yo tengo seis conocimientos, 2 de ellos los he adquirido. Según entiendo, tengo que volver a cursar dos conocimientos para poder conservar los 6 de nuevo, ¿me equivoco? Si no me equivoco, la duda es, tengo que hacer mi inscripción en el topic de conocimientos sin hacer más, o tengo que hacer algún cambio en mi ficha o así antes de inscribirme? D:

Ya se mi pregunta suena algo tonta, pero estoy tan perdida como la primera vez que llegué aquí

Gracias por la ayuda!!

Apenas unas doce horas habían pasado desde que había regresado a Londres, y todo parecía demasiado… extraño, y aunque tenía un particular interés en ver todos los lugares que solía frecuentar, no lo haría. A decir verdad aquella era una mera visita fugaz, y ya que se encontraba ahí aprovecharía para hacer una visita quizás un tanto, improductiva, pero que debía de hacer por mero compromiso.

Recordaba en algún momento de su estancia en Londres haber visitado en alguna ocasión el Castillo Triviani, pero eran recuerdos demasiado vagos, aunque suponía que debía de ser como todos los castillos, grandes jardines, entradas imponentes y demás. En otra ocasión se hubiera quedado admirando la infraestructura, pero su situación actual no se lo permitía y no era como que le interesara demasiado.

El clima era simplemente perfecto, de modo que decidió atravesar los terrenos con tranquilidad, sin admirar nada, y simplemente disfrutando de la sensación del viento tocando su cara y despeinando su cabello castaño, que caía como una cortina sobre sus hombros. No tardó más que unos minutos en llegar a la puerta principal, la cual simplemente tocó.

Se había preparado mentalmente para esperar unos cuantos minutos en los cuales una de aquellas criaturas se dignara a abrir la puerta, por lo que fue toda una sorpresa cuando la puerta se abrió rápidamente. La castaña dirigió su mirada hacia abajo para encontrarse con una pequeña criatura la cual la miraba.

-Busco a Etoile, de parte de Addison –dijo con acento francés mientras empujaba a la criatura para poder entrar al hall principal.

Addison Evanik Haughton

La castaña salió de ahí caminando, pero tan pronto como se alejó del par de hombres comenzó a correr por los pasillos. Se encontró con alguno que otro rebelde perdido que había tomado aquel camino para llegar a quien-sabe-donde, los primeros que había encontrado los había derribado y apuñalado sin pensarlo.

A partir de encontrarse a aquellos se anduvo con cuidado, antes de tomar otro pasillo se aseguraba de que no hubiera una amenaza realmente cerca, en esos momentos prefería mantener una distancia prudente para poder defenderse. Fue hasta que llegó a una intersección cuando se encontró con un intruso que parecía no haberse perdido. Se movía por los pasillos con naturalidad, como si no se encontrara en medio de un laberinto.

Lo siguió por unos minutos, intentando averiguar a dónde se dirigía, pero tras recorrer dos pasillos se harto y simplemente le gritó para que se girara, odiaba atacar por la espalda. El hombre al girarse la observó, era obvio que la castaña trabajaba en el Departamento de Misterios, bastaba con ver su vestimenta para notarlo.

El hombre levantó la varita, pero la castaña ya había lanzado un hechizo y el hombre se defendió, pasaron un tiempo así, hasta que finalmente la castaña, tras varias heridas logró derribarlo. Su instinto le decía que debía matarlo, pero su cerebro actuó más rápido, aquel hombre sabía a dónde se dirigían todos, el podía tener la respuesta a alguna de sus preguntas.

Lo ató de manos, pies y rodillas. Estaba en el suelo tirado en posición fetal debido a las ataduras. La castaña se acercó a él y sacó la daga de plata que siempre la había acompañado. Sonrió con malicia y se agachó acercándose a la cara del hombre.

-Bien, ahora me vas a decir a dónde te dirigías y que es lo que buscas –dijo tranquilamente.- Si no lo haces veremos como te soltamos la lengua ¿entendido? –sonrió y observó al hombre.

Los ojos de la castaña tenían un brillo especial, estaba disfrutando aquello, por primera vez en muchos meses sentía que la sangre corría de nuevo por sus venas. El hombre la observó desafiante y simplemente se echó a reír, en respuesta a ello la Evanik enarcó una ceja y dejó que su mano se estrellara con fuerza contra la mejilla del hombre, dejando en su piel la marca de su mano.

-No te conviene reírte de mí, así que habla de una vez –murmuró.

-No –dijo el hombre después de haber desdibujado la sonrisa de su rostro.- Intenta lo que quieras, pero no lograrás que te diga algo.

- Parece que estás bastante seguro de que no dirás nada, pero veamos si sigues siendo tan valiente… –le susurró al oído la castaña.

Tomó la daga, y sin detenerse a meditarlo, tomó las manos del hombre se encontraban atadas por delante de él. Con su daga cortó uno de sus dedos, limpiamente y sin remordimiento, el hombre había gritado y la observaba, como si se hubiera vuelto loca. Observó la sangre correr y enseguida acercó su dedo índice y tocó la herida, dejando que la sangre coloreara la punta de su pálido dedo.

-Interesante… ¿no? -comentó observando la punta de su dedo- puedes hablar o podemos seguir haciendo esto, tengo todo el tiempo del mundo.

El hombre le sostuvo la mirada y no dio una respuesta por escasos segundos, pero no le dio tiempo de responder, la castaña aun a pesar de actuar con tranquilidad tenía prisa. Cortó el siguiente dedo, dejando que el miembro recién cortado cayera con un golpe seco al suelo. Sonrió con satisfacción y escuchó los sollozos del hombre, no dejó que descansara y por mera diversión cortó el siguiente dedo.

-Ahora, ¿quedó claro quién manda? –el hombre de nuevo no respondió. Miraba sus manos, a una de ellas ya le faltaban tres dedos y aunque no estaba en estado de shock, parecía no comprender aquello. Ante su silencio la castaña cortó otro dedo- ¿quedó claro?

El hombre la miró con una mezcla de enojo a lo que la castaña solo comentó: -puedo estar haciendo esto todo el día, de todos modos tu destino es el mismo –dijo y colocó la daga en el sitio donde se encontraba su corazón.

El hombre pareció sopesarlo, las opciones no eran muchas, la castaña lo tenía acorralado, además lo había desarmado, y ella tenía una varita y una daga en su poder, de modo que no había muchas alternativas.

El hombre murmuró algo que la castaña apenas entendió, pero lo poco que había comprendido le había bastado para saber dónde estaría todo el alboroto. No se molestó más en el hombre, simplemente lo apuñaló y se alejó corriendo de ahí, no tenía tiempo que perder.

Addison Evanik Haughton

En algún lugar(?)

Miró hacia ambos lados y giró ligeramente su cuerpo para echar un vistazo hacia atrás, no había nadie. El pasillo estaba despejado y se encontraba sola en él, minutos atrás había perdido a Kritzai, Jessi y a Kutsy, aunque no le preocupaba andar sola por ahí, le preocupaba que no sabía exactamente que era lo que debía defender. Hasta ese momento su conocimiento respecto a los atacantes era que estaban ahí como resultado de una “situación hostil”.

Aquello no le resultaba un problema, pero había miles de causas por las que podían estar ahí, robar algo era lo primero que se le pasaba por la mente, y a juzgar por la insistencia en traspasar todas las barreras, de verdad querían llevarse algo, el qué, era lo que más le preocupaba a la Evanik.

Sabía de sobra que en el Departamento de Misterios había una gran cantidad de objetos y conocimiento que cualquiera que tuviera un poco de cerebro y ambición desearía. Pero también era cierto que lo que sucedía ahí era un secreto a voces, los rumores de lo que hacían los inefables eran solo eso, rumores, nadie estaba completamente seguro de que encontrarían tras las puertas del Hall Circular.

La Evanik continuó caminando por el pasillo, doblo hacia la izquierda y de nuevo se encontró con el estruendo. No le sorprendió mucho ver a un par de invasores los cuales ya le apuntaban con la varita dispuestos a atacarla y probablemente a matarla, parecía que Addison había interrumpido una posible huída.

-Perdonen caballeros, ¿se les ha perdido algo? –dijo mostrando una sonrisa maliciosa.

No les dio tiempo de responder, y antes de que alguno de ellos respondiera comenzó a atacar con el fin de ganar tiempo, la superaban en número y si no pensaba rápido acabaría tirada en el suelo. Con un movimiento de varita transformó a uno de ellos y al otro alcanzó a herirlo, mientras que los otros dos la comenzaban a atacar. Los rayos salían de las varitas, y aunque la Evanik de cuando en cuando atacaba, el mayor trabajo residía en defenderse.

No fue hasta que sintió un corte en el brazo cuando sintió la adrenalina correr, se sentía como en el instituto, y tan solo eso hizo que se desatara todo. Movía la varita con rapidez, y al cabo de varios movimientos había derribado a los otros dos atacantes. Estaban vivos aún, se había asegurado de solo derribarlos para asegurarles una muerte lenta.

-Nadie, absolutamente nadie me toca sin recibir las consecuencias- dijo al tiempo que sacaba una daga de su túnica y finalmente le cortó de un tajo el cuello.

Hizo lo mismo con los otros que estaban en el suelo y finalmente se alejó, intentando buscar una respuesta a al menos una de las tantas preguntas que tenía.

Addison Evanik Haughton

Fuera de la sala de reuniones

No pudo evitar poner los ojos en blanco al escuchar la respuesta de Kritzai, le quedaba claro que aquello era una situación hostil, pero no tuvo tiempo de preguntar más pues el jefe de la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones presentó a la chica que había entrado a la sala al final. La Evanik superada por sus modales le dirigió una sonrisa seca a la chica y una ligera inclinación de cabeza a modo de saludo al tiempo que la pared se resquebrajaba.

No tuvo que escuchar más, su varita se encontraba en ristre apuntando hacia el estruendo. Sentía la adrenalina correr por sus venas, por primera vez en meses se sentía bien consigo misma, olvidando todo lo sucedido e incluso todo lo que le sucedía a su cabeza.

-¿Cuál es su objetivo? –cuestionó la castaña al escuchar las palabras del Haughton.

Estaba claro que el Departamento de Misterios era un bullicio de tesoros para todo aquel ambicioso que deseara algo más que “conocimiento”. La información siempre había sido peligrosa, y en manos equivocadas podía causar estragos, y tratándose del Departamento de Misterios no solo se trataba de estragos, podía ser destrucción total.

Siguió a Kritzai, llevaba la varita en alto y echó un rápido vistazo a lo que le rodeaba, pero no le dio tiempo de identificar más que una serie de estantes antes de que otra puerta volara. Kutsy enseguida atacó y Kritzai la imitó para finalmente dejar a los invasores en manos de la castaña. La Evanik sonrió para sus adentros y se mantuvo firme en su lugar, podía observar como un par de lobos se acercaban a ellos con la finalidad de atacarlos, su objetivo no eran ellos, eran el par de hombres que atacaban.

-Es obvio como saldremos de esta ¿no? –respondió la castaña a la pregunta de Kutsy mientras esbozaba una sonrisa maliciosa.

Bastaron un par de florituras para hacer desaparecer al par de lobos negros que intentaban atacarlos, esos no le interesaban, su objetivo eran aquel par de hombres, que al parecer tenían el mismo objetivo que la Evanik. Antes de que ellos pudieran siquiera levantar de nuevo la varita, la castaña los aturdió y con simplemente murmurar el par de hechizos que anteriormente había recitado Kritzai los dejó morir desangrados ahí. No habían presentado gran resistencia.

Hubiera preferido realizar algo más, tortura era la palabra que cruzaba por su mente, pero no había tiempo, de modo que se giró y siguió a su jefe al tiempo que sentía como el aire mismo se congelaba.

No esperó lo que se encontraría a continuación, una clase de dragón, o quizás alguna especie de dragón que no conocía se alzaba ante ellos y comenzaba su persecución. <<Maldición>> pensó, intentaba recordar todo lo que había aprendido acerca de los dragones. Siempre había deseado un dragón y su padre prudentemente se lo había negado, pero al menos le había enseñado un par de cosas que quizás le podrían ser funcionales.

No podía atacar al dragón directamente, su piel era demasiado resistente, solo debían encontrar el punto débil de aquella criatura.

-Kritzai, ¿qué es lo que buscan?- se atrevió a preguntar. Era claro que se refería a los invasores, no estaban ahí solo para destruir, tenían que buscar algo.

Addison Evanik Haughton

Sala de reuniones

Escuchó enseguida la voz de Kritzai, invitándola a pasar y sus palabras amables. La Evanik simplemente le dirigió una sonrisa seca. Escuchó enseguida lo que le había sucedido ¿un demonio la había poseído? Vaya, eso no se lo habían dicho en San Mungo, o si lo habían mencionado no lo recordaba. Ahora que lo mencionaba Kritzai, no recordaba mucho de lo que había sucedido después de San Mungo, recordaba su hogar pero ni siquiera recordaba como había llegado a él.

Muchas cosas aún eran un misterio para la Evanik, pero al menos eso bastaba para explicar porque no recordaba gran cosa.

-Claro, me encuentro a la perfección, muchas gracias. –Respondió mostrando una sonrisa, aquella que convencería a cualquiera, aunque de verdad no se sentía “bien”.

Asintió al escuchar las palabras de Kritzai, no esperaba menos, necesitaba trabajar, aunque no estaba tan segura de que fuera capaz de hacerlo, pero de todos modos lo intentaría. Que hubiera bajas en el personal no le sorprendía tanto, al fin y al cabo el Departamento de Misterios no se caracterizaba por un abundante personal, al contrario, eran pocos los que se atrevían a pedir aquel trabajo.

-¿El agente fue capturado ahí? ¿A qué nos referimos exactamente con “asuntos hostiles”? –preguntó rápidamente al tiempo que enarcaba una ceja y tomaba los papeles.

Aquellas fueron sus primeras preguntas de una larga lista, aunque eso no era lo que más le había extrañado. Pero tuvo que guardarse sus palabras pues su voz fue acallada por el ruido que provenía del exterior de la sala.

La Evanik se encogió de hombros en respuesta a la pregunta del jefe de oficina, de verdad no tenía la más mínima idea de lo que sucedía. Poco a poco el ruido se fue haciendo mayor, y todo se volvió más rápido, las voces venían del exterior y solo alcanzó a observar como Kritzai introducía en la sala a una chica que no conocía y cerraba la puerta para enseguida escuchar un estruendo.

Las voces del exterior se hacían más claras y era obvio que era un ataque, el sonido tan conocido de la batalla era algo que no podía olvidar la Evanik. La varita de nogal ya había aparecido en la mano de la castaña, un gesto inconsciente pero que aún conservaba de aquel tiempo en el que batirse en duelo le resultaba de lo más divertido.

Siguió a Kritzai hacia donde le indicaba, una puerta alterna que tenía la sala de reuniones, y salió al tiempo que observaba como entraba un grupo de rebeldes. Respiró hondo y observó el pasillo, estaba despejado, pero eso no le importaba, en ese momento necesitaba una explicación antes de lanzarse a cometer una locura.

-Kritzai, ¿qué es lo que está pasando? –dijo.

Addison Evanik Haughton

Sala de reuniones(?)

La castaña observo fijamente a su alrededor, se encontraba en el Ministerio de Magia, aunque no recordaba bien como había llegado hasta ahí. Últimamente la mitad de lo que hacía era lo que recordaba. Miró un poco aturdida a su alrededor, pero bastaron unos segundos para que su semblante se recompusiera y volviera a plantar aquella mirada fría y vacía en su rostro. Se mostraba imperturbable, tal y como siempre lo había hecho, pero internamente estaba hecha un desastre.

Camino por el atrio hasta los elevadores, lo único bueno de hacer esas acciones, es que las realizaba de manera automática, no tenía que pensar demasiado lo que tenía que hacer para llegar hasta su oficina. Observó como la gente bajaba en cada piso y poco a poco el elevador se fue quedando vacío hasta solo quedar ella.

No hizo falta que aquella voz femenina anunciara que habían llegado al noveno piso, pues antes de que las puertas se abrieran ella ya había dado un paso adelante para salir de ahí. Se encontró con los conocidos pasillos y enseguida se dirigió al Hall Circular, ni siquiera pensó en su oficina cuando las puertas ya se encontraban girando a su alrededor hasta quedar estáticas de nuevo dejando una única puerta frente a ella, aquella que debería de abrir.

Abrió la puerta y enseguida la cerró tras de sí, caminó por el pasillo dejando que sus pies la guiaran hasta su destino. No iría a la oficina de la directora ni al despacho del jefe de su oficina, iría a su escritorio tranquilamente. No había recibido noticia alguna desde que había realizado la última investigación, de hecho, no recordaba mucho de la última investigación.

Sabía que le habían dado de alta, pero no estaba segura que había sucedido realmente con ella, su cuerpo había despertado adolorido, sin ninguna marca superficial o daño alguno, pero sentía que alguien la hubiera molido por dentro, nunca se había sentido tan consciente de la existencia de sus propios órganos, nunca había imaginado que cada uno le pudiera llegar a producir tanto dolor.

Pero no había dicho nada, había silenciado su dolor cuando le habían hecho la simple pregunta de cómo se sentía y la inspeccionaban. Después de aquello todo se volvió más confuso. Sus meses anteriores a la investigación no habían sido los mejores, pero al menos sabía que era lo que sucedía en cada momento de su vida, pero después de esa investigación no estaba muy segura de muchas cosas que pasaban en su vida diaria.

Lo último que recordaba a la perfección era encontrarse en aquella cafetería realizando el trabajo de campo, después de aquello venía blanco y enseguida todo era un remolino. A veces se encontraba en un sitio al que no recordaba como había llegado, o de un momento a otro no sabía que había estado haciendo minutos antes.

Podía haber pedido ayuda, pero las única persona en la que confiaba no estaba, ni siquiera podía recurrir a su madre adoptiva, ella se encontraba fuera del país, lo suficientemente lejos para que no pudiera ayudarle demasiado, de modo que omitía contarle algo en alguna de sus cartas.

Había llegado hasta su escritorio, se sentó en el y observo los papeles sobre este, comenzó a ordenarlos para trabajar sobre estos, sabía que no le llevaría más de media hora ordenarlos, responderlos y colocarlos en sus respectivas carpetas o sobres para que fueran correctamente archivados, lo sabía, pero al menos podría ocupar su mente en algo más productivo que en intentar descifrar lo que le sucedía a su mente.

Había pasado poco más de media hora y ya había terminado, pero aún así coloco un pergamino delante de ella y tenía la pluma en mano, pero la mente en blanco. Su mirada estaba ida, en otro sitio muy lejos de ahí. No fue hasta que un memorándum se posó delicadamente delante de ella, haciendo que saliera de su ensimismamiento.

Sacudió un poco la cabeza y enseguida lo tomó y abrió, no pudo evitar enarcar una ceja y enseguida tomó su capa para dirigirse a la sala de reuniones. No tardo en llegar, toco la puerta de la misma y abrió un poco, lo suficiente para dejar ver su rostro, no había demasiada gente al interior, solo alcanzó a divisar a Kritzai y a Jesse, pero no sabía si había alguien más, mas dada la escasa presencia consideró pertinente esperar a que le dieran una indicación para pasar.

Abrahel- Demonio

Vajilla Embrujada-Investigación general

Estuvo a punto de echarse a reír al sentir como el chico hacía un hechizo al cuerpo de la Evanik, no pensaba que fueran tan ingenuos, después de todo se suponía que se encontraba en uno de los departamentos en los que hacían un trabajo de mayor complejidad, pero al parecer se equivocaba. En ese momento comenzaba a tener en un mejor concepto a la Evanik, al menos no habitaba en el cuerpo de una pobre inocente, eso lo tenía claro, la chica podía llegar a comportarse como una demonio sin necesidad de que ella poseyera su mente o cuerpo.

Justo el otro chico hablaba también, pero el era de cierto modo diferente, aunque no podía asegurar nada, parecía saber más de lo necesario, para la suerte de la demonio el inefable se retiró, dejando prácticamente a solas a ella y a Kritzai. Estaba esperando el momento indicado, pero ya se había hartado, no había movimiento, emoción o algo que pareciera llenar su satisfacción, y estar en el aparentemente cuerpo inerte de Addison comenzaba a ser exasperante.

Enseguida un simple movimiento, la retirada de Kritzai y la entrada de un inefable confuso hizo que Abrahel se decidiera por fin a salir de ahí. El inefable apenas si le prestaba atención, de momento parecía ser que no había gran cosa por hacerle a la Evanik más que esperar, de modo que sin muchos esfuerzos la demonio se paró, y al fin su verdadero yo salió a la luz.

Por su naturaleza era hermosa, pero además de eso, era un don natural, era una de aquellas armas que había utilizado desde tiempos ancestrales para atraer a sus carnadas. Bajó de la plataforma metálica y el inefable enseguida volteó, le dirigió una simple sonrisa maliciosa y fue tan solo con un simple movimiento con el que aquel individuo cayó ante sus pies. Siguió su camino sin mirar atrás, el cuerpo de aquel inocente quedó tirado en el suelo, sin vida, pero a ella no le importaba, iba en busca de algo más.

Sorpresa sería la que se llevaría el jefe de la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones al notar que su aparente semi-muerta había desaparecido, y hubiera deseado ver como se las arreglaba para explicarle eso a alguien más, pero se había propuesto algo. En aquel departamento estaba aquel demonio que buscaba, el cual había osado a dañar algo que era suyo, que le pertenecía y que le había costado trabajo obtener, la Evanik no había sido una presa tan fácil como ella había esperado.

Era esa razón por la que no le importaban las consecuencias de aquel encuentro, sabía de lo que era capaz, el daño que podía provocar un demonio con un simple pensamiento resultaba simplemente increíble, pero no por ello podía subestimar a aquel otro ser. Se deslizó por los pasillos sin un aparente rumbo fijo, hasta encontrarse con el hall circular, no tuvo que pensarlo, pues no lo necesitaba, sus instintos estaban a flor de piel y era lo único que necesitaba para saber a donde se tenía que dirigir.

Las puertas dejaron de girar y se deslizó en una de ellas, llegó al final del pasillo y fue cuando una sonrisa maliciosa invadió su rostro, había encontrado lo que buscaba.

Addison Evanik Haughton

Oficina Creadora de Hechizos y Pociones

Vajilla embrujada-Investigación general

Una parte de su mente se quería aferrar a la conciencia, no deseaba alejarse de aquello llamado vida, aún tenía razones para seguir ahí, pero debía de irse, tenía que irse y eso lo sabía ella.

A simple vista su cuerpo no mostraba ningún cambio, pero en su interior se estaba llevando a cabo una revolución total. Deseaba salir, estaba sedienta de sangre y lo que más anhelaba era acabar con todo lo que tuviera a su paso, pero esa sed de sangre no la hacía menos inteligente. Sus sentidos se comenzaban a agudizar tanto como su condición le permitía y no tardó mucho en comprender la situación en la que ahora se encontraba.

Tenía que actuar lo más normal posible, sabía que las heridas producidas en aquel cuerpo mortal podían haber matado a la Evanik, pero ya había demostrado más de una vez que no era tan ingenua, y por primera vez se aprovechó de su condición, solo sobreviviría dejando libre a Abrahel y ahora que la demonio ancestral estaba libre, podía hacer lo que se le antojara.En ese momento podía haber matado al chico que cargaba aquel cuerpo en el que vivía, saciar su sed sin más, pero siempre le había gustado jugar con la comida y aquella vez no sería la excepción.

Sintió como su ahora cuerpo era depositado sobre una superficie aparentemente metálica y enseguida los sonidos le indicaron que era lo que sucedía. Un simple estudio que debía de revelar algo, pero no lo haría, ella no quería revelar nada. Lo único que encontrarían sería la remanencia de las heridas producidas por aquel demonio en el abdomen de la chica. Pero ya habían sanado, no había más pérdida de sangre ni mucho menos.

A simple vista y cualquiera que se acercara a la Evanik diría que estaba a punto de morir, quizás debían de estar llamando a su familia, a su hija quizás, también a su madre y a su abuela en su defecto, pero no moría, aún a pesar de que su piel se encontraba tan blanca como el papel, que sus músculos ya ni siquiera mostraban alguna resistencia, ya ni siquiera se podía notar su respiración y su piel se sentía como un témpano de hielo, se encontraba más viva que nunca.

Escasas personas conocían la condición de la Evanik, y todavía el grupo se reducía más si se trataba de identificar aquello. Aquello hacía que las posibilidades de Abrahel de hacer lo que se le placiera aumentaran, pero de momento esperaría… solo esperaría.

Addison Evanik Haughton

Oficina Creadora de Hechizos y Pociones

Vajilla Embrujada

La castaña le sonrió a Otto, mientras caminaban hacia el laboratorio el chico había comenzado a entablar una conversación. A la castaña siempre le había agradado aquel joven, habían llevado una amistad por un largo tiempo y se conocían bien, de modo que no le costó mucho trabajo responderle.

-Estoy... mejor de lo que he estado en semanas -respondió con sinceridad. A decir verdad estaba mejorando demasiado, ya no tenía tantos "problemas" como antes.- ¿Tú cómo estás Otto?

No alcanzó a escuchar o saber la respuesta del chico pues Kritzai les había indicado a aquel pequeño grupo que continuaran al laboratorio. La castaña dejó que sus pies recorrieran el conocido camino. Los laboratorios eran uno de sus lugares favoritos, ahí era donde ocurría la magia de aquel departamento. Pronto Kritzai se les unió de nuevo, justo ante las puertas del laboratorio para finalmente encabezar el recorrido.

Ingresaron a los laboratorios y la castaña apenas escuchó la orden y se comenzó a mover. Se movió por el ya conocido lugar y en escasos minutos ya tenía todo lo que necesitaba, el equipo no era demasiado pero era lo necesario y un poco más incluso. Todo lo metió en un pequeño bolso negro que colgó sobre su hombro.

Enseguida esperó a los demás y salió de ahí, era hora de comenzar con el trabajo sucio.