Addison Evanik Haughton

Había dibujado una sonrisa en su rostro tras exponer las palabras que sabía que habían despertado un enojo en su abuela, escuchó sus palabras con atención sin borrar la sonrisa de su rostro. Aún a pesar de lo que le dijera no se arrepentía de lo que había dicho, y mucho menos creía que su comportamiento hubiera sido poco decoroso, lo que había mencionado no eran más que hechos que nadie se había atrevido a decir.

No borró la sonrisa de su rostro ni siquiera cuando la Black se dirigió a Jessie, no flaqueo respecto a sus ideas e iban a seguir siendo las mismas, aún aunque su abuela discrepara en ello, confiaba en sus empleados y era consciente de lo que eran capaces de hacer y no hacer. Se mantuvo en silencio sin decir nada, después de todo su gesto y su silencio le debían de decir ya demasiado a su abuela.

—Claro... no tengas dudas que tendrás resultados en menos que eso —comentó con suficiencia— y no hay que preocuparse por la pérdida de tiempo, después de todo eso es más pérdida de tiempo. Y como parece que esto ya concluyó, yo me retiro a trabajar, con permiso —dijo.

Sin más le dirigió una cabeceada a modo de despedida a la directora y a Jessi, que se había mantenido en silencio durante todo ese rato. No sabía ni tenía idea de qué era lo que pasaba por la mente de la jefa de la Oficina de Investigaciones Alternas, y en ese momento era lo que menos le preocupaba, lo que le interesaba era encontrar a Kath.

Al salir de la oficina encontró a la secretaria personal de la Black y se acercó a ella, le dirigió una sonrisa diferente a la que había portado en el despacho segundos antes y colocó la carpeta sobre bajo su brazo mientras soltaba un suspiro. Talló un poco sus sienes y enseguida comenzó a solicitarle de la manera más amable posible lo que deseaba.

—Kath, necesito que busques el inventario de al menos dos meses antes de que yo tomara el puesto de jefa, como mínimo de esos dos meses, si hay de cinco meses antes será mejor, te agradecería que lo enviaras a mi oficina en cuanto tengas tiempo. —La secretaria anotó lo que le solicitaba— muchas gracias Kath, nos vemos pronto —se despidió.

Tan sólo dicho eso se alejó por el pasillo y tomó un atajo hacia su despacho, estando ahí observó el desastre que inundaba su escritorio. Cerró la puerta tras de sí y con un movimiento de varita ordenó todo, mientras tanto se acercó hasta un librero en el que había un par de cajones, todos cerrados bajo llave. Se agachó para alcanzar el más cercano al piso y lo abrió con una llave, pero aquello no bastaba, tuvo que susurrar una serie de conjuros para poder abrir el cajón, cuando lo hubo hecho, un par de carpetas rotuladas aparecieron.

—Hora de comenzar —murmuró.

Había colocado sus manos sobre el escritorio y entrelazado los finos dedos de modo que parecía prestarles la mayor atención a los recién llegados. Le interesaba saber que opinaban al respecto, e intentaba descifrar qué era lo que pasaba por su mente, y algo que descubrió fue que no esperaban hacer un juramento. Era lógico, en realidad nadie lo esperaba, pero en el primer instante se tenía que revelar información, y esa información únicamente podría ser revelada bajo una previa autorización.

—Tienes razón Vane, este departamento en gran parte se dedica a manejar ciertos secretos de la magia, pero no es sólo eso, los inefables que laboramos aquí, creamos magia —comenzó— antes de continuar con el juramento, ya que están dispuestos, les explicaré brevemente lo que hacemos aquí.

Antes de retomar la palabra se removió un poco en su silla y movió su mano derecha hasta uno de los cajones que había en su escritorio de caoba. El cajón se encontraba cerrado bajo llave, pero tras murmurar unas palabras ininteligibles la cerradura cedió y el cajón se abrió. De ahí extrajo una caja de terciopelo negro, no era muy grande pero tampoco era demasiado pequeña, enseguida la colocó en medio del escritorio y comenzó a hablar.

—La Oficina Creadora de Hechizos y Pociones se dedica a eso, a crear hechizos y pociones, pero todo tiene un fin, no sólo se hace porque si, tiene una previa investigación, el estudio es minucioso y tiene que haber pruebas de que todo funcione antes de poder aceptar el producto final —hizo una pausa y continuó.— Además de que, todo lo que se crea, debe tener un uso en específico, nos tiene que beneficiar a nosotros como comunidad mágica, pues no tiene sentido alguno crear sin que vaya a haber alguna utilidad —finalizó.

Tras ese breve relato abrió la caja de terciopelo y tomó una reluciente daga de plata, la misma que había utilizado ella cuando había realizado su juramento. Un calor familiar invadió su mano en cuanto el metal tocó su fina piel, sintió el filo de la hoja, en cualquier momento podía cortar su piel, peor no lo haría, únicamente pasaría aquello si traicionaba al departamento.

Se paró y le indicó a los chicos que hicieran lo mismo, rodeo el escritorio y quedó frente a ellos, se dirigió primero a Vane.

—Extiende tu mano —cuando lo hubo hecho, en la palma de su mano colocó una daga e hizo que la llevara a su pecho, justo donde se encontraba su corazón.— Repite después de mí —le indicó con calma— "yo Vane Black Sullivan juro por mi vida rendirle fidelidad al Departamento de Misterios —comenzó a decir esperando que la bruja repitiera— juro por la sangre que corre por mis venas guardar los secretos y la información que me sea revelada —calló de nuevo y retomó la palabra— juro por mi alma y por mi honor velar por la información y los misterios que envuelven el Departamento de Misterios. Juro fidelidad y compromiso por el departamento y en caso de no cumplirlo pagaré con mi vida para enmendar mis errores —terminó de recitar y observó a la Black mientras este terminaba de hablar.

Cuando lo hubo hecho estiró la mano para que la joven colocara la daga, cuando lo hubo hecho se dirigió a Arthur y con una seña le pidió que extendiera su mano. Del mismo modo que había hecho con Vane, colocó la daga en la palma de su mano e hizo que llevará la misma hasta su pecho.

— Repite después de mí —le indicó con calma— "yo A. Karkarov T. Ryddleturn juro por mi vida rendirle fidelidad al Departamento de Misterios —comenzó a decir. Hizo una pausa para dejar que el joven repitiera— juro por la sangre que corre por mis venas guardar los secretos y la información que me sea revelada —calló de nuevo y tras escuchar a Arthur repetir retomó la palabra— juro por mi alma y por mi honor velar por la información y los misterios que envuelven el Departamento de Misterios. Juro fidelidad y compromiso por el departamento y en caso de no cumplirlo pagaré con mi vida para enmendar mis errores —terminó.

Esperó a que Arthur dejara de hablar y cuando lo hizo la daga volvió a su poder, volvió a su lugar detrás del escritorio y devolvió la daga a su lugar. Cerró la caja de terciopelo y la colocó de nuevo en el cajón de su escritorio, el cual volvió a quedar cerrado bajo llave. Entre los chicos y el departamento ya se había formado un lazo de sangre, si ellos osaban a romper el juramento la misma daga que habían tomado minutos atrás los mataría.

—Dicho eso, les doy la bienvenida a la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones —les mostró una sonrisa— pronto conocerán a los demás inefables junto a los que laborarán además de que se les asignará una tarea, pero antes de eso ¿hay algo que quieran saber? Es tiempo de externar todas las dudas que tengan —murmuró.

Tan solo alejarse de la Westrong sintió como la tensión se alejaba, y su mente y su cuerpo comenzaban a tomar la situación por las riendas. Discrepaban totalmente en sus ideas de cómo enfrentar a los demonios, y a la Evanik le iba a ser imposible soportarla. No entendía como era que la idea de un sacrificio le parecía viable, además de que le parecía una idea simplemente absurda no era algo que un demonio aceptara tan fácilmente, los demonios se regían bajo otras normas, normas que no eran aceptadas por casi nadie.

Había comenzado a caminar en sentido contrario de la Westrong, a su lado había un sólo niño que se había aventurado a seguirla, aquello le bastaba. Sentía la necesidad de cuidar al infante, quizás se tratara por el recuerdo de su pequeña que había dejado tiempo atrás, pero fuera como fuese la situación, el niño había sido lo suficientemente inteligente como para seguirla. Aunque quizás después de todo no lo considerara una buena idea, la castaña era de aquellas que le gustaba aventurarse, su temperamento podía llegar a considerarse suicida, pero no lo era en realidad, simplemente tomaba el camino en que hubiera menos pérdidas y más ganancias para el final de la partida.

Antes de seguir su camino junto con Cornelius lo observó, parecía que iba a morir de frío de modo que sacó la varita y con una elegante y corta floritura hizo aparecer sobre él una capa de invierno, unos guantes y una bufanda. Le hizo una seña indicando lo que parecía ser un pasillo estrecho, en el cual a duras penas podían entrar tres personas.

—Recomiendo que saques tu varita, hay muchas sorpresas que podemos encontrar —murmuró antes de internarse en el lugar. Llevaba su varita en ristre y sus ojos grises viajaban de un lado a otro.— Mereces una explicación de lo que ha estado pasando aquí. Hace algunos años un par de brujos edificaron este lugar, colocaron protecciones para evitar que los desconocidos se acercaran, entre esas protecciones al parecer se encontraban un par de demonios.—Hizo una pausa en la que llegaron a una intersección, había tres pasillos frente a ellos, la castaña observó los tres en silencio y finalmente dejó que el Haughton decidiera por uno— se creía que todas esas protecciones habían quedado en el olvido tras la muerte de los magos, pero al parecer eso no es así, pues los demonios aún habitan este lugar y no están muy contentos con nuestra visita.

Mientras terminaba de hablar habían terminado de recorrer el pasillo que Cornelius había elegido, este los había llevado hasta una especie de hall circular. El hall tenía cerca de cinco salidas distintas, cada una estaba custodiada a cada lado por una escultura con forma de esfinge, y finalmente, en el centro del hall, se encontraba la enorme escultura de lo que parecía ser un caballero medieval.

—Por cierto, cualquier cosa que escuches, no la creas, los demonios te hacen ver, escuchar, y sentir cosas para atraerte hacia ellos —le advirtió. Dentro de su mente comenzaba a escuchar el mismo sonido que de su boca había salido años atrás, ese sonido que denotaba el dolor que sentía y que aún parecían sonar como un eco cada que observaba las cicatrices aparentemente invisibles en sus brazos.

Se acercó hasta el centro del hall y observó a su alrededor, enseguida sus ojos se fijaron en el techo, se trataba de una enorme cúpula que parecía a punto de romperse, se encontraba grabada con algunas figuras de criaturas o humanos y runas. Observó con atención las runas y enseguida bajó la mirada pensativa.

— ¿Qué dices? ¿Qué camino crees que debemos de seguir? —le preguntó a Cornelius.

Quería dejar llevar a los instintos del chico, finalmente aún a pesar de la situación debía de enseñarle algo, estaba ahí para transmitir el conocimiento que había albergado en su mente con el paso del tiempo, claro, aunque a esa tarea se había aunado el hecho de proteger su vida. La castaña se acercó a las esfinges dándole tiempo al Haughton para meditar su respuesta.

—Hay algo que debes de saber de mí antes de continuar, soy una demonio por linaje, toda mi familia materna es demonio y por consiguiente heredé tal linaje. —Hizo una pausa— el demonio que habita en mi interior es ancestral, y por esa razón "siento" algunas cosas —dijo.— ¿Hay algo más que desees saber de tu profesora o algo que me quieras decir acerca de ti? —le preguntó dibujando una sonrisa irónica en su rostro.

Aquello no era algo que solía contar, difícilmente era algo que la gente quisiera saber respecto a un recién conocido, no era lo más indicado para nadie y mucho menos para un infante.

Mientras observaba las aparentemente inofensivas esculturas escuchó de nuevo ese peculiar sonido en su mente, aquel que había escuchado antes de que las puertas se cerraran por completo. <<Maldición>>, pensó, aquello no era nada bueno, al parecer ese era el sonido que indicaba que algo malo se venía, al menos le daba unos minutos para prevenir a Cornelius. Se acercó al chico y colocó su varita en ristre, en posición de ataque mientras observaba alrededor.

Pasaron cerca de dos minutos antes de que comenzara a sonar el crujir de las paredes, la Evanik elevó la mirada hasta el techo y lo observó fijamente. Parecía estar a punto de resquebrajarse y caerse sobre ellos, pero lo que más le preocupó fue la escultura que se encontraba en el centro, si no salían de ahí rápido acabarían muertos debajo del hielo.

— ¡Corre! —gritó.

La Evanik hizo algo que nunca había hecho por nadie, o al menos por ninguno de sus alumnos, lo tomó por el brazo con firmeza y lo impulsó para que corriera por delante de ella. Los trozos de hielo comenzaban a caer de todas partes, se debía de cubrir la cabeza pero más importante era mantener a salvo al infante, de modo que al encontrarse cerca de una de las entradas a los túneles que había en el hall, lo empujó para que quedara cubierto, mientras que ella apenas alcanzaba a llegar.

Bastó esa fracción de segundo en la que ella entraba detrás de Cornelius para que un trozo de hielo rozara su esbelto cuerpo, causándole heridas superficiales en todo su torso, pero una herida sangrante en la cabeza. El hielo ya tapaba la entrada para cuando la castaña palpó la herida y observó la sangre en su mano, pero el pasaje en el que se encontraban apenas se encontraba iluminado. <<Lumos>>, dijo en apenas un susurro y observó a Cornelius, se comenzaba a sentir mareada y sus piernas comenzaban a fallar, sabía lo que se avecinaba.

—Sal de aquí, busca a Aimé de ser necesario, corre y evita todo lugar que parezca llamativo y lo suficientemente cerrado —le indicó antes de caer en la inconsciencia.

Al parecer los demonios habían logrado uno de sus objetivos, separar a la castaña de aquel joven para finalmente obtenerlos a ambos como recompensa, por separado no representaban una gran amenaza, o al menos eso era lo que creían.

Off: ¡Hola chicos! ¿Cómo andan? Bueno, pues aquí andamos de regreso para dejarles un poco de tarea(?) nah xD somos pocos, pero podemos hacer mucho aunque seamos pocos. Me alegra mucho tenerlos aquí y bueno, me toca dejar correcciones, pero antes de pasar a las correcciones que me corresponde, dejo su tarea, en esta ocasión tienen hasta el día 21 de Mayo para poder dejar su rol y sus tareas, no lo olviden(?)

Ahora la tarea en esta ocasión consiste en dos cosas, primero que nada en seguir la trama que se está manejando, en el caso de las chicas respecto al rol de Aimé, en el caso de Cornelius respecto a mi rol. Agreguen todo lo que crean que es necesario, no teman a extenderse, tengan en cuenta las correcciones que se han hecho al rol y bueno, extiendanse todo lo que quieran, si quieren ser detallistas seanlo, de hecho, esto nos da a nosotras muchas herramientas para que puedan mejorar su rol.

Su segunda tarea, que es en off rol, deben de traer sus fichas de personaje, vamos a comenzar a trabajar en ellas para poder mejorarlas y tengan una linda ficha para cuando termine la clase. Para esta debemos de tener en cuenta los consejos que se les dan en las correcciones y bueno esencialmente es traigan su ficha. Les dejo el link a la mía, tiene muchos errores porque llevo un tiempo sin actualizarla, pero es para que se den una idea de que clase de producto final pueden tener: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=85336

Y ahora, las correcciones:

Bueno chicos, eso ha sido todo de mi parte, no olviden la fecha límite de entrega y nos estamos leyendo, cualquier duda o cosa que necesiten ya saben donde me pueden encontrar.

¡Saludos!

Oficina Creadora de Hechizos y Pociones.

Rol con Vane y Arthur

Se encontraba en su oficina revisando los respectivos reportes que tenía en sus manos, estaba absorta en la lectura cuando recordó que había un montón de misivas que aún no había leído. Abrió la que se encontraba al principio del montón, tenía el sello ministerial y había sido enviada el día anterior, sabía lo que contenía y tras leer un par de líneas y unos cuantos nombres observó el reloj.

A esas alturas ya debía de haber aparecido alguno de los nuevos empleados de la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones, pero no era así. En su rostro inexpresivo apareció un gesto que reflejó su consternación, aquello era una anomalía, en los últimos meses los chicos habían llegado de algún modo a su oficina, pero en esa ocasión no había sido así. Mordió ligeramente su labio inferior y finalmente abandonó su silla y su oficina. Sólo había un lugar donde podrían estar sus nuevos empleados.

Caminó por los ya conocidos pasillos, reinaba el habitual silencio y lo único que rompía aquella calma era el sonido de sus zapatos altos contra el piso. Rápidamente y en cuestión de minutos llegó al Hall Circular y justo en el centro de este se encontraban parados dos chicos con cara de haberse extraviado. La castaña quería echarse a reír, le habían recordado a ella misma cuando recorría por primera vez esos pasillos, pero no lo hizo, mantuvo un rostro carente de emociones y se acercó hasta ellos.

—¿Arthur? ¿Vane? —preguntó, aunque no era necesario, sabía que eran ellos.— Hagan el favor de seguirme hasta mi oficina, hablaremos ahí —dijo.

Espero a que los chicos reaccionaran y enseguida en su mente se formó la palabra "Oficina Creadora de Hechizos y Pociones". Tras haberse internado al centro del hall, la puerta por la que había salido se había cerrado y volvían a su posición original, pero cuando ese pensamiento cruzo su intricada mente las puertas comenzaron a girar hasta detenerse. La castaña hizo una seña indicándole a los recién llegados que le siguieran hacia una puerta en concreta la cual abrió.

Dejó que pasaran y enseguida comenzó el habitual recorrido hasta su oficina, recorrieron los pasillos hasta que se encontraron frente a la puerta de la oficina de la Evanik, misma que abrió. Se internó en su oficina y les indicó a los chicos que entrara, ya dentro de esta, la castaña se dirigió a la silla que se encontraba detrás del escritorio de caoba y les indicó que se sentaran.

—Bienvenidos al Departamento de Misterios, como podrán ver este sitio es algo diferente a los otros departamentos —comenzó —mi nombre es Addison Evanik y soy la jefa de la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones, antes de que comiencen a laborar dentro de esta oficina, debo decirles que deben de realizar un juramento con el Departamento. Como dije, este departamento no es como ningún otro y por lo tanto, la información que se maneja aquí es única y es secreta, de modo que se tienen que tomar ciertas medidas de seguridad —hizo una pausa y enseguida continuó.— Sabiendo esto, ¿están dispuestos a trabajar aquí?

Tras esa breve introducción la Evanik guardó silencio, dejó que meditaran lo que les acababa de decir, aquello aunque pareciera lo contrario, era una decisión difícil, debían de jurar con su vida guardar todos los secretos del departamento hasta la muerte, se trataba de algo sumamente delicado.

Había escuchado la propuesta de Leah y de Derek con atención, no despegó ni un momento la mirada de aquella especie de morgue improvisada. Sus proposiciones habían sido más por seguridad de su propia oficina, que por no querer utilizar muggles. Esa sala estaba habitada por tres mortífagos, bastaba saberlo para entender que no les importaba mucho utilizar de conejillo de indias a un muggle, pero le preocupaba saber si la directora del departamento autorizaba aquello.

Si bien la directora se trataba de su abuela y de una de las mejores mortífagas que había conocido, el trabajo era una cosa aparte. Dudaba mucho que aquello fuera algo que autorizara, no porque no fuera una buena idea, si no porque aquel era un departamento serio y ellos debían de aparentar. Aún aunque fueran el departamento del que menos se filtrara información al exterior, ellos debían de continuar aparentando las cosas.

La simple idea le resultaba tentadora, como había dicho Leah, podían atar algunos cabos sueltos que habían quedado al aire. Mordió su labio ligeramente, aquellos dos chicos la estaban convenciendo, le habían dado las razones suficientes como para que aceptara al instante. Finalmente soltó un suspiro y se giró para encarar a los mortífagos.

—No es una mala idea, pero creo que es algo que se debe quedar únicamente entre nosotros —comentó— Derek, si tu te puedes hacer cargo de esto, adelante, se lo más discreto posible, sólo nosotros podemos saberlo ¿de acuerdo? —murmuró. Observó al Haughton y a la Ravenclaw fijamente y finalmente dijo.— Absolutamente nadie debe de enterarse de esto ¿entendido?

Se había resignado, al fin y al cabo ellos tenían razón, no era lo mismo utilizar un cerebro que estaba en un estado vivo de los que utilizaban en otra de las dependencias del departamento.

—Bueno, supongo que manos a la obra —comentó de un suspiro.

Las palabras de la Black llegaban a la Evanik y comprendía a la perfección lo que quería decir, en realidad su idea no era dejar aquello en manos de sus inefables, no quería desviarlos de la reciente investigación que tenían en sus manos, quería que finalmente la dieran por terminado. Además, no quería que nadie más supiera acerca de aquel tema tan delicado, no era exactamente una gran noticia que dar.

—Era la responsabilidad de todos —dijo con dureza— si alguien robó algo, tenía que conocer a la perfección el departamento, sólo alguien que conoce este sitio es capaz de pasar de una oficina a otra sin hacer ni un sólo ruido o causar sospecha —comentó con tranquilidad.— Y no creo que cualquiera pudiera molestarse en revelar nuestros secretos, todos hemos hecho un juramento, o al menos todos mis empleados, y en caso de revelar algún secreto estarían muertos... —dijo en un murmullo.

Enarcó un poco la ceja y sonrió con satisfacción, sabía bien que todos su anteriores jefes y ella misma, había hecho que todos los empleados de la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones realizaran un encantamiento inquebrantable. Asintió ante las palabras de la Black y no comentó nada mientras continuaba.

—Claro, no dudes en que todo este a la perfección —respondió con satisfacción.

Sabía a la perfección lo que tenía que hacer, incluso ya sabía lo que le pediría a Kath, ya todo había sido planeado en su mente y no podía encontrar ninguna falla, más sabía que lo encontraría no sería nada bueno. Alguna relación debía de haber entre las pociones, los archivos y el cerebro que había sido robado.

Off: Arthur, lamento no responderte ahorita, pero si no ya sería mucho, espero que alguien me haga un puente para poder responderte /o/

El sonido de los pasos se detuvo, la joven mujer se había detenido frente a la puerta de madera y la había abierto de un sólo empujón. Se encontraba en la Academia de nuevo, después de varias semanas sin poner un sólo pie en el edificio volvía a sus labores como parte del profesorado, y aquello significaba que tenía una nueva clase en sus manos, la cual debía de organizar a lado de una compañera la cual aún le parecía desconocida. Sí, habían tenido breves charlas para realizar la planificación, pero apenas habían intercambiado las palabras suficientes, no se conocían en absoluto.

Esa era la principal razón por la que la castaña había salido de casa mucho antes que lo habitual, en el pasado había convivido con otra profesora con la cual había entablado una estrecha amistad, se habían acostumbrado la una a la otra, pero al no conocer a Aimé en realidad prefirió adelantarse a para preparar todo con antelación, antes de preocuparse por la falta de tiempo.

Antes de cruzar el umbral colocó la lista de alumnos inscritos en la clase de Rol Básico, después de eso se internó en el aula y cerró la puerta tras de sí. La habitación era común y corriente, filas de sillas y mesas ordenadas una junto a la otra y al fondo se encontraba un simple escritorio de madera y una pizarra. Por las ventanas apenas comenzaba a entrar la luz del sol, se había precipitado demasiado y por ello, ahora se encontraba rodeada de aquel silencio que tanto anhelaba.

La Evanik observó a su alrededor mientras caminaba entre las filas en dirección al escritorio, sus ojos grises se movían de un lado a otro observando todo con indiferencia, y su rostro se mantenía inexpresivo, sin reflejar ningún sentimiento de satisfacción o alegría por estar ahí. Cuando llegó hasta el escritorio se recargó en este, manteniendo un gesto arrogante y con un simple movimiento, hizo aparecer la varita de nogal en su fina y pálida mano.

Realizó una floritura y en cada una de las mesas apareció un cubo de hielo, tenía el aspecto de uno común y corriente, más al tacto era completamente seco y no se derretía, simplemente transmitía frío al portador. Estos cubos de hielo actuaban como trasladores y aunque era magnífica el aula, la idea de ambas profesoras era llevar a aquel grupo a un templo antiguo ubicado en la Antártida, provisto de magia para poder desarrollar sus habilidades.

Tras ver hecho su trabajo en los pupitres giró levemente su rostro para observar la pizarra, con otra elegante floritura hizo aparecer en ella un juego de palabras: <<Un simple toque bastará>>, y con ello su trabajo ahí estuvo terminado.

Se acercó hasta una ventana, el sol ya iluminaba por completo el aula y aquello le indicaba a la Evanik que pronto llegaría su compañera. Observó su propio reflejo en el cristal y lo utilizó como espejo para arreglar un poco su atuendo, llevaba una capa de viaje de color azul marino para mantenerse abrigada y debajo de esta llevaba unos pantalones de color negro y una blusa de turquesa con algunos detalles. Y como siempre, unos zapatos de tacón que hacían juego con su atuendo. Sabía bien que aquello probablemente no resultara de lo más cómodo para algunos, pero cuando se trataba de su vestimenta, la Evanik era bastante recelosa.

Hizo desaparecer las arrugas invisibles de la capa y arregló su cabello castaño de modo que las ondas cayeran como cascada sobre sus hombros. Tras verse satisfecha en su muy improvisado espejo se giró y volvió al escritorio en el cual se sentó para esperar a su compañera.

No tuvo que esperar demasiado, pues la Westrong pronto apareció por la puerta, la castaña le dirigió una sonrisa por educación, y le saludó con las palabras y ademanes habituales, algo que hacía más por etiqueta que por querer hacerlo. Había aprendido a esconder y mostrar las respectivas normas de etiqueta sin que nadie lograra notar su desagrado al hacerlo.

—Pronto llegarán los chicos, debemos irnos —comentó después de varios minutos en los cuales consultó su reloj.

Le tendió a Aimé uno de los trasladores y enseguida ambas desaparecieron.

Había un templo ubicado en una zona remota de la Antártida, había sido erigido por jóvenes magos que habían llegado a la región para después irse. Cada año volvían a aquel templo, el cual se había vuelto su hogar en aquel sitio, lo habían provisto de barreras y protecciones mágicas para todo aquel desconocido que osara a acercarse y lo habían logrado, ni siquiera los animales eran capaces de acercarse.

Tras la muerte de aquellos brujos el lugar había quedado prácticamente en el olvido, más por casualidades del destino, ambas profesoras se habían enterado de aquel sitio. Parecía perfecto para poder desarrollar una clase, nadie los interrumpiría y podían realizar sus actividades con calma.

Las mujeres aparecieron dentro del templo, justo frente a lo que parecía ser la puerta principal, la Evanik observó el sitio maravillada, todo estaba hecho de hielo, sus ojos captaban los detalles que había en los techos y en las columnas, le recordaba a los relatos que le habían contado de los templos de los de su raza.

No tuvo tiempo de continuar deleitando sus ojos, pues tras un rápido vistazo al reloj le anunció a su compañera que debían de comenzar a llegar ya los chicos, y tal como dijo esto comenzaron a aparecer los jóvenes frente a ella.

Guardó silencio mientras se formaba el grupo, sus ojos grises viajaban de un rostro a otro, los observaba con arrogancia intentando descifrar sus mentes, queriendo conocer hasta el último de sus secretos para saber sus verdaderas intenciones. Cuando la mayor parte del grupo se hubo reunido la castaña llamó la atención de todos y comenzó a hablar.

—Bienvenidos sean a la clase de Rol Básico 46, —comenzó a hablar con indiferencia— mi nombre es Addison Evanik y junto con la profesora Westrong, —hizo un ademán— seré su profesora durante esta clase. Además de ser su profesora, soy jefa de la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones y pertenezco a la familia Evanik y Haughton —conforme las palabras iban saliendo de su boca, sus ojos se detenían en cada uno de los rostros frente a ella.— Espero que todos muestren el empeño necesario para esta clase, no soy de las que admito tonterías o juegos dentro de la clase, de modo que ustedes decidirán que clase de trato recibirán —concluyó. Una sonrisa maliciosa apareció en sus labios cuando pronuncio aquella última frase, la cual enseguida desapareció.

Guardó silencio y escuchó como Aimé se presentaba, al ella concluir, cada uno de los chicos se fue presentando uno a uno. Cuando el último hubo terminado de hablar la castaña dio un paso al frente para comenzar a dar la indicación de lo que harían en aquella ocasión, pero un sonido peculiar hizo que guardara silencio.

Aquel sonido lo conocía, pero ella no lo había notado, había sido Abrahel y parecía tratarse de silbido, pero no lo era, aquello ni siquiera lo podía captar un oído humano. La Evanik le dirigió una mirada a la Westrong esperando ver si ella tenía alguna reacción, y al parecer ella también lo había notado. Acortó la distancia que había entre ella y su compañera, al parecer no había sido la mejor idea llevar a los chicos hasta ahí, los demonios no eran amigables y dudaba que estos tuvieran alguna consideración.

—Debemos salir de aquí —dijo en un susurro que únicamente alcanzaría a escuchar a Aimé.

Con discreción hizo aparecer la varita en su mano y la ocultó debajo de la capa, se mostraba completamente tranquila, aún a pesar de saber lo que probablemente se avecinaba. Dichas esas palabras el caos comenzó a reinar en el templo, al parecer la magia no había desaparecido en su totalidad al haber muerto los fundadores y con ello se encontraban atrapados ahí.

La puerta que se encontraba cerca de ellos se había sellado, no había modo de abrirla, de modo que al igual que nada podía entrar, nada podía salir. Un calor conocido comenzó a invadir el cuerpo de la Evanik, se trataba de Abrahel que deseaba reunirse con sus iguales, pero reprimió la sensación con facilidad, no podía mostrarse débil en ese momento, se debía de encargar de sacar a los chicos de ahí junto con Aimé.

Observó a la Westrong y comenzó a intercambiar algunas palabras con ella, hubo un momento en el que se internaron en una acalorada discusión. Sus personalidades eran completamente distintas y las habían llevado a separarse por completo al punto en el que la Evanik decidió alejarse de su compañera y simplemente le espetó.

—Puedes hacer lo que quieras, no pretendo pasar ni un minuto más contigo —no había elevado la voz, aún continuaba hablando en susurros, pero cada palabra la había impregnado de de arrogancia y había comenzado a ver a la chica con superioridad, como si se tratara de nada más que basura.

Se giró hacia el grupo de chicos y sin preocuparse por lo que pudiera decirle su compañera comenzó a decirles.

—Su profesora y yo hemos decidido que nos vamos a dividir, no podemos permanecer juntas de modo que, los que decidan venir conmigo, hagan el favor de moverse en este mismo instante

¡Hola chicos! Bienvenidos a la clase de Rol Básico 46 /o/ me da mucho gusto tenerlos en la clase y espero la disfruten tanto como yo lo estoy haciendo +.+

Ahora a lo que nos atañe, les dejo la lista de los que están inscritos en la clase:

Rol Básico 46

 

Lex Malfoy

Hani_Price

KyttaBlackPerduts

Jeanne

Caroline Ryddleturn

valledeluna

Helen Reyes

Adolph Eisenheim

Leo Rosier

BeAlice Potter

sonnyka_weasley

Yubeisy Malfoy

Bruno Dawson

Belveth

Isabella Rexdemort Xtrong

Ale08^^!

Huntress

Luna Malfoy Haughton

Agatone Lestrange

Alejandría Honecker.

alicia_granger

Antonella Ryddle

Ariadne

Bruno Lupin

Carlie M. Johnsson

Clara 7

Dark Ghost Gryffindor

Dilan Romanov

Ellesméra

Elmara

Ethan Loren

hermione!!!

Jerwel

Joe Black

Karla Black

Lily Kolkrabe Nympehtamine

Lolo Tonks

Lunamalfoy

Mahia Black

Merjlock Peverell

Raptorassin

Reviguelle

Rosie Weasley

Thanatos L. Lestrange

xNannow

Maia Black Evans

Cornelius Wind Haugthon

Hecho esto, si alguno falta haga el favor de mandarnos MP a Aimé o a mí para poder agregarlo y que no haya ningún problema /o/

Ahora continuemos con las formalidades (parecen no tener fin e.e). Aquí les dejo los criterios de evaluación que serán utilizados para calificar a lo largo de la clase:

Por semana:

0: No apto / No presentado.

0-5: No apto.

10: Aceptable

15: Supera las Expectativas.

20: Extraordinario.

Finales:

0: No apto / No presentado.

20: No Apto / No supera la clase

40: Apto / Pasa al siguiente nivel con Aceptable.

60: Apto / Pasa al siguiente nivel con Supera las Expectativas.

80: Apto / Pasa al siguiente nivel con Extraordinario.

Y dicho esto, fuera formalidades (?)

Ahora bueno me presento ante ustedes de un modo off rol, me llamo Carmen tengo 17 años y vivo en México, no tengo muchos parecidos con Addi, así que no soy tan fría como ella ._. Yo ahora bueno, acabo de terminar mi bachillerato :hero: y espero pronto entrar a la universidad a estudiar Medicina *-* ¿Qué más les digo sobre mí? Pues me encanta leer, escuchar música (amo a Madonna y Coldplay), me gusta ir al cine, salir con amigos, andar vagando en este mundo cibernético entre otras cosas.

Les dejo mi yahoo y mi skype por cualquier duda que tengan y si no me encuentran ahí, siempre tendrán mi lechucería a su disposición: addi_ehc@yahoo.com, dehecamaar@hotmail.com

Y bueno chicos, espero verlos pronto roleando por aquí, no duden en cualquier duda preguntar o buscarnos, o siempre si quieren socializar también(?) xD

Saludos

Oficina Privada de la Directora con Juve y Jessi

Hubo un punto en el que se recargó contra una de las paredes y cerró los ojos, escuchó como otros pasos llegaban hasta aquella sala, pero no abrió los ojos, sabía que si lo hacía perdería la poca calma que había ganado. Con los ojos cerrados e intentando no pensar en la misiva que aún llevaba arrugada en su mano escuchó como Kath regresaba, alcanzaba a diferencias a la perfección sus pasos con los de otros desconocidos.

Al abrir de nuevo sus ojos observó que ahí se encontraba Jessi, la jefa de la Oficina de Investigación Secreta, la cual parecía igual de alterada que la Evanik. La secretaria personal de la Black les indicó que podía pasar, por su tono de voz y por la mirada que le lanzó a la castaña supo que la directora no se encontraba más feliz que las jefas de oficina.

Sin esperar un minuto más y con suma determinación se adelantó a Jessi y se internó en la ya conocida oficina de su abuela. La castaña apenas si escuchó las primeras palabras que le dedicaba la Black, no le importaba el trato, ella quería que fuera directamente al grano, le importaban poco las formalidades en ese momento, simplemente quería que le informara cómo rayos habían robado algo de su oficina y ella apenas se venía enterando.

—Tengo exactamente la misma pregunta —respondió con tranquilidad a la respuesta de la Black— primero que nada, no logro comprender como alguien logró burlar la seguridad principal del hall circular sin que nadie se diera cuenta —respondió.

Aquello era cierto, no lo alcanzaba a comprender, ir de oficina en oficina era demasiado y para alguien completamente ajeno al Departamento de Misterios era completamente imposible hacerlo sin causar algún estrago. Alguien dentro de ese Departamento o que lo conociera demasiado bien era el culpable de aquello, y la castaña iba a buscar la respuesta o si no su propia cabeza rodaría.

Tomó una de las carpetas que había dejado su abuela sobre el escritorio y la abrió enseguida, la información era realmente escasa, incluso la investigación que estaba llevando a cabo con su equipo de inefables. Por las palabras de la directora, algo le decía que sabía un poco más de lo que venía escrito en las carpetas, pero no quiso comentar al respecto, incluso ese comentario lo ignoró tan pronto como apareció en su mente.

—De acuerdo, nosotros comenzaremos la investigación cuanto antes, pronto traeremos una respuesta respecto a los objetos robados y esperamos, que a los culpables —dijo con suficiencia.

No se sentía tan segura como su tono de voz había reflejado, pero estaba completamente segura de que pronto encontraría las pociones robadas. La castaña había resultado ser demasiado minuciosa y tenía un inventario acerca de lo que había y faltaba en su oficina, de modo que pronto tendrían un resultado respecto a eso, pero también era consciente de que lo que fuera que hubiese sido robado, podía ser una bomba letal en combinación con lo robado en las otras oficinas.

—¿Me puedo retirar o necesitan más de mí? —le cuestionó a la Black.

Despacho de Neos

Con Juve y Neos

Hizo una mueca demostrando el disgusto que sentía por no tener a la bruja en sus manos, de haberse encontrado presa lo más seguro es que estuviera sufriendo lo suficiente como para sacar una confesión de su boca. Concordaba con las palabras del Marshbone, para el grupo de mortífagos era la excusa perfecta, parecía que la chica había actuado a beneficio de su grupo en vez de por el suyo propio, al parecer le había salido el tiro por la culata.

Levantó un poco las cejas al escuchar la propuesta de Neos, era bastante ambiciosa por supuesto, pero la idea no dejaba de ser buena. Por supuesto si se realizaba dicha reunión se tenía que realizar en secreto y obviamente fuera de un horario de trabajo, iba a hacer imposible realizar aquella junta en horas de trabajo, levantaría demasiadas sospechas. Por suerte el grupo mortífago contaba con los medios de comunicación y el lugar perfecto para poder llevar a cabo todo.

—Los espías siempre han existido y dudo que los podamos evitar, entre nosotros sería prácticamente imposible de esconder una reunión así, nos tendremos que arriesgar si queremos obtener resultados rápidos —comentó pensativa. Sabía que clase de riesgo corrían pero no podían contra ello.

Neos había salido y mientras la Black hablaba la Evanik aún se continuaba haciendo una pregunta ¿cómo evitar a los espías? No creía que hubiera algún modo, pero era cierto que aún mantenían un monopolio dentro del Ministerio de Magia y aquello era algo que no se evitaría. Por esa misma razón comprendía el por que esa reunión únicamente se debía de hacer con directores y jefes de oficina, los empleados no podían inmiscuirse, ya incluir a los jefes de oficina era arriesgado en sí.

—Los más capacitados ya están dentro —respondió a su abuela con una sonrisa. Sus mejores empleados ya estaban al tanto del asunto y participaban en él— no te tienes que preocupar por mi oficina, más no creo que sea bueno poner al tanto a todos, ya es demasiado el riesgo que se corre —murmuró.

Tenía un extraño presentimiento en su interior, el cual le decía que esa información se tenía que quedar entre ellos, no se podía expandir más allá o acabaría siendo un estrago, incluso sería mejor si la Evanik misma no supiera nada, pero ya lo sabía, ahora sólo le tocaba callar y actuar.

Asintió como respuesta a la pregunta que acababa de plantear Derek, algo le decía que aún a pesar de todas las teorías que habían sacado entre ella y Leah volverían a aquel sitio, era algo que parecía ser inevitable. La idea no le desagradaba del todo, lo que le desagradaba eran los trajes que tenían que llevar, eso era la única parte mala de todo aquel embrollo, de no ser por eso, se sentiría a gusto.

Antes de salir de aquel lado del laboratorio devolvió el rostro de la niña a la normalidad, poniendo el trozo de cráneo que había extraído y colocando la piel de nuevo. No era algo común en ella ese tipo de actitud, pero tenía compasión por la pequeña y era lo único que podía hacer, además de buscar una cura para el mutágeno que había consumido su vida con rapidez.

Finalmente salió y dejó que aquella especie de líquido/vapor que salió al atravesar la primera puerta desinfectara el traje y su varita, cuando hubo terminado y salido por la otra puerta se deshizo del casco que tanto le incomodaba y lo arrojó sobre una bolsa en la cual podían colocar aquellos artefactos. Se quitó el traje y los guantes que cubrían sus manos y los arrojó en el mismo lugar, la idea inicial era juntar los trajes y deshacerse de ellos, pero al saber el medio de contagio ordenaría que fueran destruidos, no iban a traer nada bueno.

Cuando se hubo deshecho de el traje se volvió a reunir con Leah y pronto se les unía Derek, había aparecido una pizarra y en ella se encontraban anotadas todas y cada una de sus hipótesis, que no eran más que eso, hipótesis que podían derrumbar en cualquier momento. Y eso fue lo que hizo la pregunta de Leah, derrumbar todas sus ideas.

Mordió su labio inferior y se giró para observar a través del cristal a los cadáveres.

—Bueno se me ocurren algunas cosas, la sangre que sacamos de los cadáveres podemos utilizarla, aunque no estoy realmente segura de que funcione ya que ataca el sistema nervioso, lo que me lleva a la segunda opción —mordió ligeramente su labio inferior y retomó el hilo de sus palabras.— Lo segundo son los cerebros, se tienen que tratar para conservarse lógicamente, tratarlo tal y como si se encontrara con vida y administrar la poción o —hizo otra pausa, aquella idea le causaba cierto asco y fascinación a la vez— contagiar otro cerebro y dejar que el mutágeno se desarrolle hasta alcanzar el mismo aspecto que el de los cadáveres y administrar la poción —finalizó.

Aquello le parecía bastante factible, era el mejor modo de comprobar su factible y además de saber que haría el mutágeno si llegaba directamente al cerebro en lugar de tener que pasar toda la travesía de pasar a través de la columna para llevar finalmente a la central nerviosa más grande.

Oficina Privada de la Directora

Últimamente el trabajo en su escritorio era mucho más notorio, tenía algunas carpetas acumuladas frente a ella, un montón lo suficientemente alto como para exasperar a cualquiera, pero ese no era el caso de la Evanik, al contrario, se mostraba completamente tranquila. Su trabajo debía de ser rápido, para volver a ver un vacío sobre su escritorio, pero aún a pesar de eso se tomaba el tiempo y la calma suficiente para que todo saliera a la perfección, no le gustaban los errores.

Cerraba una carpeta y la colocaba a un lado para tomar otra cuando una memorándum se posó sobre la pieza de madera con delicadeza, la miró con tranquilidad, esperando que fuera una misiva para dirigirse a una reunión que quizás podía evitar, pero tan sólo comenzar a leer las palabras su rostro se vio transformado. Paso de mostrar a una frialdad y tranquilidad inusual a la incredulidad, porque más que sorpresa era imposible creer las palabras que iban plasmadas en el pergamino.

—Esto tiene que ser una broma, una broma muy pesada —murmuró molesta. No acomodó ni arregló absolutamente nada, simplemente salió hecha una furia hacia el despacho de su abuela.

No se encontró a nadie en el camino, y si lo había hecho aquellas personas se habían quitado de su camino porque al parecer en ese momento no había nadie que la lograra detener, quería saber absolutamente todo, no podía creer que hubiera algún robo en su oficina, bajo su cargo, era algo simplemente inaceptable. Sí no encontraba al culpable simplemente renunciaría a su trabajo, aquello la hacía sentir como una total inútil, era algo que mostraba una flaqueza, una debilidad.

—Kath, busco a la directora ¿está en su despacho? —intentó preguntar con voz calmada a la secretaria personal de la Black, pero no pudo evitar que las palabras sonaran cargadas de odio, como si aquello fuera culpa de la mujer.Tomó aire para calmarse, debía de hacerlo, no podía mostrarse así aun si saber absolutamente nada del caso.— Lo lamento Kath, pero esto parece ser una broma de muy mal gusto —murmuró.

Esperó parada a que la mujer anunciara su llegada a su abuela, mientras tanto comenzó a dar vueltas por el lugar, intentando olvidar todo lo sucedido.

Se aseguró de que Cat saliera por la puerta, no quería que le ocurriera absolutamente nada a esa chica, después de todo, aún a pesar de sus múltiples teorías, estas continuaban siendo sólo teorías, podían haber fallas y aún había cosas que no le quedaban del todo claro a la Evanik, pero sería mejor volver.

Al volver a la habitación, de nuevo con el traje puesto, sintió esa incomodidad que había olvidado mientras se encontraba trabajando, y una sensación de claustrofobia la invadió. Se sintió atrapada por unos segundos hasta que tomó una bocanada de aire y se calmó, solo eran simples sensaciones, sabía perfectamente que nada le podría ocurrir dentro de ese traje, o al menos nada de lo que podía llegar a imaginar su mente.

Cuando atravesó la segunda puerta alcanzó a escuchar como Leah y Derek intercambiaban palabras, por lo poco que sus oídos lograron captar, hablaban acerca de el medio de contagio. Enarcó un poco la ceja intentando relacionar la respuesta de Leah respecto al tema, ella misma se había hecho la misma pregunta que probablemente Derek había planteado, pero desechó la teoría, después de todo, no había modo alguno de comprobarlo en su totalidad, ni la teoría de la Evanik ni de la Ravenclaw.

—Podemos comenzar en este momento, si ya no hay dudas o cuestiones que resolver hasta el momento —dijo en respuesta a la pregunta de Leah.

Sospechaba que ella más que el Haughton o la Evanik misma era la más deseosa de salir de ese sitio, Addison se había sorprendido a sí misma soportando y descubriendo una extraña fascinación acerca del trabajo que estaba realizando. Llevar a cabo esa autopsia para llegar hasta el fondo de eso había llenado parte de su curiosidad, aunque aún había otro espacio que llenar.

Sin hacer ningún otro gesto más que un movimiento de su mano, los invitó a salir de aquella especie de morgue. Ella observó los cadáveres, sobre todo el de la niña, si de alguien podía lamentar la muerte era de aquella pequeña, de cierto modo le recordaba a su hija, a la cual le tenía un amor incondicional, pero ella se encontraba lejos, probablemente en el mismo país del que venía la niña.

<<Magic Mall>>, llevaba varias semanas planeando su visita a la tienda, pero por alguna razón u otra no había logrado concretar su visita de modo que sin más demora, en cuanto tuvo un rato libre, se dirigió al Callejón Diagon y se acercó hasta la tienda. Ya la conocía, la había visitado en repetidas ocasiones en el pasado, y siempre por la misma razón: iba a comprar criaturas.

Esa vez no sería la excepción, sus nuevas adquisiciones eran bastante parecidas, una se trataba de un caballo y la otra de un Aethonan, ambas criaturas le causaban cierta fascinación, aunque la primera llegaba a ser su predilecta. Ya con anterioridad había comprado un caballo y este se encontraba en excelentes condiciones, lo montaba casi a diario, por más cansancio que la castaña llegara a sentir, aquel animal se había vuelto su única compañía.

Atravesó la tienda en dirección a la trastienda y dedicó unos segundos para apreciar el ambiente natural que se cernía sobre ella. Lo primero que sus ojos observaron fue el área en la que se encontraban las criaturas muggles, en algún punto, observó un caballo de color negro, era perfecto, simplemente no había visto nada más hermoso. Estuvo a punto de caminar hasta el sitio, era una imprudencia pero no podía evitarlo.

De no ser por los guardias que la detuvieron para tomar sus datos no se hubiera parado, sacudió un poco la cabeza y se dirigió a las cajas, en las mismas tomó los formularios necesarios y los llenó con rapidez, para enseguida entregárselo a la persona que se encontraba al otro lado.

-Espero todo se encuentre en orden -comentó al entregar dos formularios.

ID: 109114

Nick: Addison Evanik Haughton

Bóveda: n° 86162

Fecha: 25/04/2013

 

Nombre del producto: Caballo

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10 p

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 200 G

 

Precio total: 200 G

Total de Puntos: 10 p

 

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Plata

ID: 109114

Nick: Addison Evanik Haughton

Bóveda: n° 86162

Fecha: 25/04/2013

 

Nombre del producto: Aethonan

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: XX

Puntos por unidad: 20 p

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 910 G

 

Precio total: 910 G

Total de Puntos: 20 p

 

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Plata

Sala de Reuniones

La castaña simplemente se mantuvo en silencio al escuchar los comentarios de ambos jefes acerca de las inefables que aún no se retiraban, aunque concordaba con su abuela, parecía ser que Jessie y Gaby esperaban a las dos empleadas

del Escuadrón para la aplicación de la Ley Mágica, después de todo ellas estaban ahí sólo para auxiliar. Sintió la mirada de la Black sobre ella, pero hizo caso omiso, sabía que había una razón detrás de ese gesto furtivo pero prefería mantenerse al margen del mismo.

Simplemente hizo un gesto afirmativo y abandonó la sala de juntas junto con ambos directores hasta el despacho, el tema delicado que quería tratar Neos con ambas mortífagas debía de ser algo crucial respecto al caso, de otro modo, lo hubiera expuesto frente a todos los presentes sin ninguna complicación.

Caminó por los pasillos de aquella planta, los miraba con cierto interés, y aunque parecía un laberinto, sentía la añoranza del Departamento de Misterios, en aquel lugar no había el silencio, la paz y la quietud que reinaban en la dependencia en la que laboraba. Finalmente, después de recorrer otros pasillos más, llegaron al despacho de Neos, pasó por el umbral y se dejó caer en una de las sillas con elegancia para escuchar las noticias que les tenía Neos.

Escuchó con suma atención y una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro al escuchar tanto las palabras del Marshbone como las de la Black, muchos pensamientos y recuerdos habían acudido a su mente en aquel momento.

—Es bastante interesante... lo lamento por Mey —comentó después de unos segundos— me parece que el método no es el problema, hay suficientes peligros en la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones como para aterrar a la chica y hacer que suelte la lengua, la pregunta más bien sería, ¿qué clase de métodos nos autorizarían a utilizar? —dijo en voz alta— más debido a su situación, creo que a nadie le importaría que saliera un poco dañada o incluso que se perdiera por ahí... —finalizó.

La muerte de la chica era una buena opción, sobre todo si el sufrimiento venía como predecesor, quizás podían usarla como conejillo de indias, pero sabía que aquello no podría suceder. Se tendría que atener a utilizar algunos métodos de los más comunes y corrientes para aquella chica a la que le hacia falta asentar cabeza.

Off: lamento mucho toda la tardanza, pero ya ven, la vida muggle /:

Sala de reuniones

Asintió ante la afirmación de la Black sobre el placer que tenían de conocerse, en realidad probablemente la conocía desde mucho antes de que siquiera entrara a trabajar a aquella dependencia. Se trataba de nada más y nada menos que de su abuela, alguien que con el paso del tiempo se había vuelto su mentora y por lo tanto, no podía olvidar su nombre fácilmente, al contrario, casi lo sabía de memoria al derecho y al revés.

Tomó asiento en una de las sillas de piel que había frente al escritorio y cruzó la pierna, colocó sus brazos con un gesto despreocupado sobre el reposabrazos del mueble y esperó a que la reunión diera comienzo formalmente. Escuchó con atención y de cuando en cuando removía su mano o hacía algún gesto con sus ojos, sobre todo al escuchar a la mencionada “Orden del Fénix”. Al escuchar la mención de tal grupo no pudo evitar poner los ojos en blanco, pero por suerte, la única persona que podría observar aquel gesto era la directora del Departamento de Misterios.

De nuevo hizo un gesto afirmativo con la cabeza para confirmar que estaba enterada del asunto y de sus actividades. Dejó que Ethiane hablara y se excusara por su presencia nula en aquella investigación. A la joven Evanik en realidad no le había causado un interés especial aquella mujer, había preferido centrarse en sus labores para con el Ministro de Magia, después de todo, no todos los días se veía el ataque a la figura más representativa de la comunidad mágica inglesa.

—En este caso, únicamente una de mis inefables esta enterada, la misma me ha enviado informes constantemente acerca de su actividad y los resultados que ha obtenido, de modo que espero pronto poder entregar un informe con su actividad, agregando la propia —hizo una pausa y enseguida continuó. —A su vez, creo que eres consciente de que he intentado estar lo más alerta posible respecto al caso y por sobre todo cuales son los servicios que mi oficina esta prestando —comentó con un dejo de satisfacción en la voz.

Tanto Leah como ella habían estado trabajando por separado, la Ravenclaw había enviado constantes informes sobre su actividad dentro del cuartel auror, mientras que la castaña se había dirigido al Eescuadrón de Aplicación de la Ley Mágica para prestarle sus servicios al director de dicha dependencia, aunque más que sus servicios, había puesto a su disposición los conocimientos que la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones había ido recolectando a lo largo del tiempo.

La castaña se sintió agradecida al ver que Leah permanecía ahí, no sólo para darle el crédito del trabajo que ella también había realizado, sino porque en esa explicación algunos detalles vitales se le podían haber escapado, de modo tal que la Ravenclaw los explicaba a la perfección.

Ambas mortífagas observaron al Haughton, parecía que las dos esperaban que captara la parte esencial del asunto, aquel peligro inminente de que el mutágeno no actuara como debía en el cuerpo de aquellos muggles. Pero esa no era la única preocupación de la Evanik, algo que Leah había expresado en voz alta como un hecho, pero que ella lo reflejaba en su mente como una pregunta.

El cómo eliminar el mutágeno era algo muy simple y a la vez problemático, pero por alguna extraña razón a su mente llegaba la imagen de un filtro de muertos en vida, pero dedicado especialmente para aquel invasor. Al final, por más ideas que aparecían en su mente, acababa en la misma pregunta, después de todo, el desarrollo y los problemas surgirían en la marcha.

Hubiera continuado con aquellos pensamientos rondando su cabeza, pero una figura al otro lado del vidrio hizo que se sorprendiera, probablemente se tratara de Cat, la nueva aprendiz, más no debía de estar ahí. Soltó un suspiro en el que expulsó toda la molestia que había surgido en su interior, de no haberse encontrado ese vidrio, la chica probablemente sería la siguiente en la lista de personas fallecidas debido al mutágeno.

—Si me permiten... —les indicó a Derek y a Leah para que continuaran, mientras ella se dirigía hacia la puerta. Abrió la misma y la cerró tras de sí, quedando encerrada en aquel espacio.

Finalmente una densa nube la cubrió, parecida tal y como aquella que utilizaban los muggles para desinfectarse en casos en los que había epidemias y debían de protegerse, pero en este caso, no era nada más y nada menos que magia. Cuando hubo desaparecido esa denssa niebla, la castaña se quitó los gruesos guantes y abrió la otra puerta para encontrarse con Cat. La observó de arriba a abajo desde detrás de su máscara, la cual enseguida se quitó, tenía esa sensación de gritarle, pero no lo hizo, era una aprendiz y no conocía el departamento, era completamente normal que se diera esa situación.

—Buenas tardes Cat, no te lamentes por la tardanza, finalmente has llegado —comenzó— lamento informarte que no puedes estar aquí por el momento, antes debemos realizar unos trámites en mi oficina, de modo que has el favor de dirigirte a mi despacho en este instante y yo te encontraré ahí en unos segundos —le indicó.

No dijo más, había sido lo suficientemente clara como para que la White comprendiera a la perfección, le indicó con un ademán la puerta y ella enseguida se colocó la máscara y tomó unos guantes nuevos, dejando los otros en un contenedor. Esperó a que la chica se hubiera retirado y enseguida se unió de nuevo a los otros dos inefables.

Hola *O*

*Entro con la esperanza de que Mía no me mate* Vengo a visitar a mi linda tutora(?) xD Ok no! Bueno Mía sabes que leí tus correcciones, sabes que les hice caso, y sabes escribo solo sin acento, pero mi Word lo escribe con acento porque el muy maldito quiere *o* y había notado los errores, pero bueno, tu ya sabes, no es necesario que te explique, dejo roles, espero que ya no haya tanta redundancia y así, las comas aún me fallan al igual que los conectores, pero estoy en otro mundo :hero:

Ficha:

Tutora: Mía Black Lestrange

Nick: Addison Evanik Haughton

Forma en la que participas: Roles independientes

Rol para correcciones:

Dejo dos, son de la tutoría de perfil, las fechas están un poco alejadas una de otra, pero ya ves xD

 

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=100309&view=findpost&p=4488685

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=100309&view=findpost&p=4490631

Bueno eso sería

Saludos

Hola vengo a dejar mi tarea, un poco tarde porque he andado con la escuela y es todo muy triste u.u pero ya he terminado mi primera tarea y la dejo toda completa /o/

Tutor: Juve Aiiden Aiel Malfoy

Tarea nº: 1

Link(s):

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=100309&view=findpost&p=4488685

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=100309&view=findpost&p=4490631

Tarea en OFF:

- ¿Qué perfil tiene ahora su personaje? ¿Qué tipo de perfil le gustaría alcanzar con esta tutoria?

Pues ya no estoy muy segura de qué clase de perfil tiene mi personaje, pero de algo estoy segura, sigue siendo una persona que aparenta ser fría y lo demuestra, más no lo es, tiene sentimientos guardados y evita mostrarlos a toda costa. Piensa en sus compañeros de bando al parecer o.ó y es fidelidad o muerte a la marca tenebrosa /0/ No es una persona que demuestra arrogancia todo el tiempo, se comporta de ese modo cuando la situación lo amerita.

El tipo de perfil que me gustaría alcanzar no lo tengo bien definido aún, pero me gustaría conservar esas cosas que creo que definen a Addison, pero sin llegar a perder esa esencia mortífaga ¿me explico? Espero que sí, porque hasta yo dudo entenderme xD

- Características psicológicas y físicas del personaje como aparecen en su Ficha de Personaje.

Características psicológicas

Características físicas

Bueno, creo que sería todo, espero mi corrección y a la vez poder pasar a la siguiente consigna

¡Saludos!

Despacho de la Directora. Rol con Juve

Ni siquiera tuvo el placer de poder sentir que esperaba alguna respuesta del otro lado, por el contrario, justo en el momento en el que había dejado caer su mano la puerta de madera se había abierto de par en par. Desde la entrada observó rápidamente el conocido despacho, lo único que estaba fuera de lugar era la capa de viaje que yacía sobre la alfombra negra.

—¿De verdad lo pensaste? —le cuestionó a la mortífaga mientras una sonrisa divertida aparecía en su rostro— ¿acaso he fallado tanto? —comentó en tono sarcástico— creo que no conozco la palabra miedo, es una de esas que falta agregar en mi escaso vocabulario —murmuró finalmente al escuchar la puerta cerrarse tras de sí.

Se acercó hasta la silla de piel que había frente al escritorio y se acomodó en ella al tiempo en que su abuela hacía lo mismo del otro lado. Cruzó la pierna con delicadeza y finalmente soltó un suspiro, las noticias que llevaba no eran buenas, pero tampoco eran malas, simplemente eran el resultado de esos pequeños puntos blancos que aparecían en un panorama oscuro.

—En realidad, es bastante que decir —comentó con cierto dejo de molestia en la voz— hace algunos días me ha llegado un informe directo de Francia, al parecer ha surgido un “mago”, si es que se le puede llamar así, que quiere ser el único en su clase y ha estado acabando con algunos de nuestros aliados —comenzó.— este hombre no sigue estrategia alguna, simplemente ha surgido de la nada y es completamente impredecible —se detuvo un segundo y continuó— tan impredecible que ha acabado con los mejores en ese país y es hora de ponerle fin, ha sucedido lo que nunca antes, han pedido ayuda —finalizó.

El tono de su voz se había transformado, reflejaba seriedad y una sed de sangre que ya muchas veces antes había sentido. El hecho de que aquel informe llegara a sus manos con una llamada de auxilio había sido de lo más alarmante, la situación se tenía que haber salido de control, de otro modo, nunca habría sabido absolutamente nada.

—Aquí están los detalles de todo lo acontecido, pero en resumen es eso que te acabo de exponer —murmuró mientras le entregaba una carpeta negra.

En el interior de la misma se encontraban un par de pergaminos, ninguno tenía firma alguna y cuando habían llegado a manos de la Evanik estaban bajo un hechizo de ilusión, para despistar a cualquier curioso. El par de pergaminos se veían maltratados debido al largo viaje y relataban en lengua francesa la situación que acontecía en el país, pero por sobre todo, se podía notar la indignación y el enojo por parte de aquel supuesto anónimo.

La idea de entre ellos tener que crear algo para salvar a un montón de muggles, sólo para poder salvarse a ellos mismos de una muerte segura, era algo que simplemente le desagradaba. Era un modo de sentirse dependiente de aquellos seres sin magia y a la vez vulnerable, como si de la nada comenzaran a exponerla o enviarla a un mundo paralelo al que vivía, en el que se volvería una persona simplemente débil.

Asintió enérgicamente ante la conclusión que le había dado la Ravenclaw, ella no lo habría logrado exponer de un mejor modo. Tenía sentido ponerse a analizar el resto de los cadáveres que estaban a su disposición, más al parecer aquello sería una pérdida de tiempo y por como todo pintaba, aquello comenzaba a ser una carrera contra el tiempo para evitar que la comunidad mágica resultara afectada. A esas alturas existía la misma probabilidad de que el mutágeno siguiera atacando muggles a que comenzara a atacar magos.

No había despegado su mirada gris de la cavidad craneal de la niña hasta que escuchó la segunda puerta abrirse, levantó la mirada y observó a Derek detrás de la máscara que cubría su rostro. Colocó las manos a ambos lados de la cabeza de la niña y sonrió con satisfacción, el equipo volvía a estar completo de nuevo.

—Me alegra que te hayas unido nuevamente Derek, como podrás ver hemos hecho muchos avances respecto a el mutágeno, en realidad casi hemos concluido, estamos prácticamente en la recta final y en la parte más divertida de todo esto —le comentó— pero antes de salir quisiera darte un resumen — se giró hacia Leah y le comentó —si gustas, puedes ir saliendo o ayudarme a explicarle a Derek, pero comprendo si quieres salir .

Comprendía los deseos de la Ravenclaw de salir, ella también estaba deseosa de hacerlo, aunque prefería que se quedara, después de todo sin el trabajo de ambas nunca hubieran llegado a aquellas conclusiones. Se giró hacia Derek de nuevo y con un movimiento de su zurda le indicó que se acercara hasta el cadáver del hombre, era mejor comenzar a explicar desde su primer hallazgo.

—Hemos descubierto el medio de contagio y de qué modo actúa sobre el organismo el mutágeno así como que es lo que pretende hacer .— Señaló el pie del hombre— como ves, parece que el mutágeno se había estado comiendo la piel del hombre, pero si analizas todo más de cerca y ves esto —acercó el recipiente en el que se encontraba el cerebro violáceo y viscoso del japonés— en base a esto y al cadáver de la niña hemos logrado concluir que lo que en realidad busca el mutágeno es transformar el cuerpo, pero como es obvio, este no es lo suficientemente fuerte para resistirlo —murmuró.— El medio de contagio es algo bastante obvio, a decir verdad, se contagia por medio de la piel, y a partir de ella puede llegar a cualquier lado —finalizó.

En resumen era aquello, sabía que no le estaba dando todos los detalles acerca de lo que le había pasado a aquel hombre, y esa era la razón por la cual aún no se había desplazado hasta el cuerpo de la irlandesa, que yacía con la cavidad craneal abierta.

Despacho de la Directora. Rol con Juve

<<Tik, tok, tik, tok>>, el sonido del reloj resonaba en su mente una y otra vez, el tiempo parecía irse de sus manos y con ello un minuto más de vida que perdía. La vida era fugaz, en un abrir y cerrar de ojos podía yacer en el suelo muriendo o igual podría continuar en la misma posición que en ese momento. Había aprendido a apreciar y hacer algo productivo con su tiempo, aunque quizás el método que había elegido no era el más ortodoxo.

La Marca Tenebrosa, más que un pasatiempo o un modo de aprovechar las horas se había vuelto una familia para la castaña, no sólo por el hecho de que la mayor parte de su familia formara parte de la misma, sino porque los mismos habían cumplido tal función. Sus ideales la habían llevado a formar parte de aquel grupo de magos, pero el sentirse parte de ese grupo no sólo había reafirmado sus creencias, había provocado que en ella surgiera un sentimiento de fidelidad, incluso hasta la muerte, para con aquellos magos.

En aquellos últimos días se había alejado un poco más de lo que a ella le gustaba de tal grupo, pero su fidelidad seguía intacta, el tatuaje que había sido grabado con lenguas de fuego en la parte de su abdomen bajo derecho era un permanente recordatorio de que ella pertenecía a aquel lugar, y además, de que les debía mucho más de lo que ella les podría devolver en algún momento.

Soltó un suspiro, el sonido del reloj había dejado de resonar en su mente y eso sólo significaba una cosa, era hora de ponerse en marcha. Se levantó del diván con agilidad y enseguida se quedó estática, observó a su alrededor con sumo detenimiento, todo estaba en perfecto orden pero una extraña sensación la invadía, como si algo fuera a salir verdaderamente mal.

Una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro de porcelana, aquella sensación le producía un extraño placer y hacía que su adrenalina saliera disparada, le provocaba una sensación de poder que no era capaz de controlar. Trató de ignorar aquel sentimiento y se dedicó por un minuto a acomodar su cabellera castaña que caía con suavidad sobre sus hombros, los cuales mostraban la tranquilidad que le había causado su reciente experiencia.

Salió de su oficina y salió a los ya conocidos pasillos, aquellos que había recorrido más de una vez en tan poco tiempo y que parecían contarle una historia. Podía ver en ellos su llegada a aquel departamento, como parecía ser una chica mucho más frágil e indefensa, y ahora le mostraban a una Addison más fuerte, aunque aún tenía debilidades, pero las había aprendido a manejar de a poco.

Ese era su objetivo, aprender a controlar sus debilidades y conocía perfectamente bien quien sería una de esas personas que la ayudaría, le había auxiliado durante mucho tiempo, de un modo directo e indirecto, y aún a pesar de que quizás no fuera su intención, siempre aprendía algo nuevo de su abuela. Casualmente se dirigía a la oficina personal de la misma, el tiempo que era necesario había pasado y ya era momento de que ambas mortífagas se reunieran.

Sus pasos eran acompasados y se movía con elegancia, hasta que su velocidad fue disminuyendo y se hubo encontrado frente a su objetivo. La sala estaba completamente vacía, ni siquiera la secretaria personal de la Black ocupaba su lugar, aquello solo significaba que llegaba a tiempo o eso prefería creer la joven Evanik, nada estaba confirmado en ese momento, ni siquiera su propio destino.

Levantó su pálida mano y formó un puño con ella, para enseguida tocar la puerta suavemente, dejando que aquel sonido hiciera un eco tal que inundara la habitación y fuera imposible ignorarle. Tan solo dejó caer su mano al costado y la relajó, esperando una respuesta de aquella persona que debía de ver.

Sala de Reuniones

El Departamento de Misterios resultaba ser el sitio perfecto para interrogar sospechosos, era un laberinto en el que solamente los empleados de aquella dependencia parecían poder moverse. La castaña llevaba trabajando ahí el tiempo suficiente para no perderse, pero incluso en algunas ocasiones, era normal encontrar sitios que parecían no haber visto nunca antes, el Departamento de Misterios era eso mismo, un misterio para todo aquel que se adentrara ahí.

Hizo una mueca al escuchar que no podían utilizar métodos demasiado violentos con los detenidos, nada le hubiera gustado más que usarlos para un buen fin, o al menos eso aparentaba ser, pues aquello tenía detrás una satisfacción persona. Pero por desgracia debía de acatarse a las reglas, después de todo, siempre podrían utilizar algún otro método alterno no tan drástico.

Dejó que su abuela comenzara a hablar y enseguida observó como Jessie se unía a la reunión, le dirigió un simple asentimiento de cabeza a la jefa de la Oficina de Investigación Secreta y volvió a prestar atención a las palabras que la Black le estaba dedicando al Marshbone. La explicación sobre las instalaciones era bastante sencilla y explícita, resumía la complejidad del Departamento de Misterios.

Asintió ante la afirmación de su abuela de que podía ir a cualquier lado, estaba dispuesto a hacerlo todo con tal de atrapar a la joven que había osado a realizar todos los actos de que se le acusaba. De preferencia ella recomendaba la tortura y la muerte, pero dudaba mucho que el estado de excepción permitiera o pretendiera eso, de modo que se conformaría con darle caza y evitar que escapara.

—Claro que sí, de eso no tengas dudas —murmuró y una sonrisa de satisfacción apareció en sus labios.— estoy dispuesta a ayudar en lo que sea necesario y respecto a los métodos que se pueden utilizar no tengas dudas de que mis empleados y yo sabremos que podemos hacer— concluyó.

Mil métodos se le venían a la mente con tan sólo pensarlo, desde simples y sencillos hechizos hasta pociones que podían resultar de los más complejas, aunque no dudaba que un poco de veritaserum y persuasión resolvieran las cosas, sobre todo de persuasión, nada que dañara demasiado a los detenidos.

Levantó un poco las cejas al escuchar aquella frase sin concluir por parte de la Ravenclaw, aún a pesar de lo que no le había dicho nada más, aquel simple juego de palabras había puesto su imaginación a volar. Las posibilidades de todo lo que podría implicar eran infinitas, pero a la vez estaban reduciendo notablemente las incógnitas respecto a la acción del mutágeno.

Observó lo que hacía Leah con el cuerpo del hombre volteándolo ligeramente para poder descubrir lo que parecían ser hematomas, pero la ubicación en ese momento era bastante reveladora, esas manchas se distribuían sobre la columna. Por una escasa fracción de segundo colocó su mano enguantada sobre una de aquellas heridas, la superficie era blanda, algo bastante extraño.

Enseguida dejó que la mortífaga dejara de nuevo en su posición al hombre y observó las piernas de la niña, la forma en las que estas se encontraban era bastante incómoda y parecía imposible que alguien lograra caminar con ellas.

Tras notar aquellos aparentemente insignificantes detalles, la castaña comenzó a seguir el hilo de las ideas de Leah, la cual ya comenzaba a expresar lo que tenía en mente mientras tocaba el cerebro del hombre. Lo que decía tenía coherencia y concordaba con lo que mostraban morfológicamente la infante y el hombre.

—En ese caso... —comenzó a decir. Se quedó pensativa por unos escasos segundos y enseguida retomó el hilo de sus palabras.— Eso sólo quiere decir una cosa, cuando el mutágeno note que estos cuerpos no son lo suficientemente fuertes para sobrevivir a una transformación, buscará a uno más fuerte y los que sigamos podemos ser nosotros… —murmuró finalmente.

Sabía que a la mortífaga no se le haría para nada extraño que para la castaña los magos fueran no sólo seres más complejos por las habilidades que poseían, si no también los consideraba más fuertes y hábiles en muchas más áreas, lo cual le hacía pensar que por lo tanto, sus cuerpos serían mucho más resistentes.

—Sí, podríamos utilizar como base esas pociones, incluso podemos ocupar como principio los encantamientos para realizar transformaciones humanas, sólo que en un sentido inverso —comentó esperando darse a entender.— Sólo que antes de poder comenzar con esto, tenemos que comprobar que de verdad están en la misma condición —musitó mientras se acercaba hasta la cabeza de la niña.

Una sonrisa había aparecido en su rostro mientras sacaba su varita mágica, con un movimiento de la misma despejó la zona del cráneo de la irlandesa y enseguida tomar un bisturí y cortar la piel de esa zona. Observó a Leah y enseguida tapó la cara de la infante, comprendió que probablemente a la Ravenclaw no le causaría la misma fascinación como en todo lo demás, de modo que era mejor evitarle un momento desagradable.

Enseguida levantó la piel de la niña y dejó al descubierto el hueso del cráneo, volvió a tomar su varita y con simples y elegantes movimientos cortó el hueso. Lo que se encontró enseguida era lo que esperaba, la materia gris se encontraba en el mismo estado que la del hombre, pero con la diferencia de que esta parecía más afectada.

—Creo que la teoría ha sido más que comprobada —dijo soltando un suspiro y haciéndose a un lado para que la mortífaga observara.

PD. Derek muchas gracias!! *-*

Su oficina personal había sido no sólo su lugar de trabajo, si no que se había transformado en su refugio, un lugar en el que podía meditar sobre el camino que estaba siguiendo. En ese momento se encontraba con un libro entre las manos y recargada en el diván que había en una de las paredes laterales, analizaba la lectura con detenimiento y de cuando en cuando desviaba la mirada para retener mejor la información.

Ya llevaba un largo rato de ese modo, ni siquiera notaba cuanto tiempo había pasado, pero cuando se escuchó como tocaban la puerta olvidó su lectura y susurró un "adelante". Al ver de quien se trataba, inevitablemente levantó sus cejas, era Kath, la secretaria personal de la directora del Departamento de Misterios y le comenzaba a informar que la misma solicitaba una junta urgente con ella y con la Jefa de la Oficina de Investigación Secreta.

Cerró el libro de golpe y se levantó enseguida, dejó el ejemplar sobre el diván y acomodó sus ropas para enseguida encaminarse junto con Kath hacia la oficina de su abuela.

—Gracias por el aviso Kath, ¿sabes de qué trata? —le preguntó a la castaña cuando ya se encontraban a un lado de la puerta. Sabía que la secretaria probablemente no lo sabría, pero lo había dicho sólo por no mantener aquel silencio— gracias Kath, nos vemos pronto —se despidió.

La puerta de la oficina de su abuela se encontraba entreabierta, de modo que simplemente tocó anunciándose para enseguida abrir.

—Lamento la demora, espero no haber llegado tarde —saludó a las presentes y enseguida cerró la puerta tras de sí.

Asintió con lentitud ante las palabras del Haughton, había sido un gesto que aparentaba ser forzado, como si lo hubiera meditado incluso antes de hacerlo, pero en realidad confiaba en Derek. Parecía ser que el chico tenía buenas intenciones para con la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones y hasta ese momento no había visto más que dedicación, a excepción por ese tropiezo, pero prefería demostrarles una aparente desconfianza, más como un mecanismo de defensa y orgullo propio que por una buena razón.

—Eso espero Derek —murmuró finalmente.

Colocó una de sus manos sobre la madera de su escritorio y tamborileó los dedos inconscientemente, mientras que su otra mano la llevaba hacia su barbilla, en un gesto pensativo, la pregunta que le había planteado Derek era bastante simple, pero meditaba su debía de adelantar y darle algo de información o debía de esperar a que se encontrara directamente con los cadáveres a su disposición.

Finalmente se decidió por esa última opción, sabía bien que no era lo mismo comprender las conclusiones a las que habían llegado sin ver antes las pruebas en las que se habían basados, era algo fácil de comprender pero más difícil de procesar.

—Sí, por desgracia seguimos usando esos trajes, por muy incómodos que sean han resultado ser bastante efectivos, así que los continuaremos usando de momento —comentó.— Y bueno sería todo por el momento, ve a ordenar tu escritorio y te encontraremos en el laboratorio más tarde —le indicó.

Cuando hubo terminado de hablar ella misma se había levantado, antes de volver al laboratorio tenía que terminar de llenar algunos informes, no sólo para llevar al margen la investigación que en ese momento realizaban, si no para llevar una organización de todo lo que estaban realizando hasta el momento y no cometer errores.

Off: Leah te respondo en el siguiente rol D:

Hola Guapos!! (?)

Ok no, vengo a dejar la fichita para confirmar que sigo viva, aunque a medias pero prometo pronto volver a rolear, lo antes posible

Nick: Addison Evanik Haughton

Ficha: Addison Evanik Haughton

Bóveda: Bóveda nº 86162

Parentesco: Hija de Mónica Malfoy Haughton

 

¿Nos llevas en la ficha? Si [x] No [ ]

*En caso de que sea NO: ¿Piensas ponernos como familia en tu ficha?

Aspiraciones o bando de pertenencia: Mortífago /o/

Bueno supongo que es todo pronto me paso a rolear y espero tener la oportunidad de rolear pronto en la familia u.u

Saludos!

Sala de Reuniones

Se mordió el labio inferior y enseguida enarcó una ceja, en realidad si que le había faltado salir de su oficina y el laboratorio, y aunque le causaba placer estar en ese sitio añoraba salir a realizar las investigaciones, a hacer el trabajo sucio. Asintió ante las palabras de la Black, tenía muy en claro que no debía de revelar sus intenciones y aquello era algo que sabía cumplir a la perfección, los errores no se los permitía ni siquiera a ella misma.

—De acuerdo, no hay problema por ello... —murmuró en respuesta a las indicaciones de su abuela.

Ya se encontraban a pocos metros de la puerta y su acompañante ya había llamado, pero aún a pesar de que aquella pieza de madera debía de aislar los sonidos del interior, la castaña alcanzaba a escuchar la discusión que tenía lugar. Chasqueó la lengua y enseguida recompuso su semblante mostrándose de nuevo frío y distante.

La puerta no tardó en abrirse y de ella salieron algunas personas, no le llamó la atención el rostro de nadie de la habitación, pues la expresión de sorpresa que se había dibujado en el rostro del director de aquel departamento había sido lo suficientemente notoria para lograr captar su atención. Su mirada iba directamente hacia su abuela y aunque intentara disimular aquel gesto era imposible ya hacerlo.

—Buenas Neos —saludó al Marshbone. No dijo más y enseguida entró a la oficina tras la Black, situándose a su lado.

Se sentó en una de las sillas y cruzó su pierna, escuchaba abstraída las palabras que le dedicaba la mortífaga al director, estaba ahí para apoyar y aunque su departamento podía no parecer tan útil en ese momento, pero creía que en conjunto con sus empleados eran capaces de cooperar mucho más de lo esperado.

—Así es Neos, como ha dicho Juve, cuentas con el apoyo la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones en caso de que te sea necesario, mis empleados y yo estamos dispuestos a todo para desenmascarar a la culpable —agregó a las palabras de la Ángel Caído. La misma ya había dicho todo lo que había pasado por su mente— así que dinos, en qué te podemos ayudar —dijo en tono neutro.

—Quieres decir, ¿qué el mutágeno tiene un tiempo de vida? El tiempo de vida suficiente para matar a un hombre adulto... —comentó en respuesta a la reciente afirmación de la Ravenclaw.

Nunca se había puesto a plantear ese pequeño asunto del tiempo, el tiempo en sí era algo bastante complejo, pero si los dos habían muerto en un lapso de tiempo similar el camino que podían seguir era uno más seguro. Cada uno de ellos era distinto del otro, por lo que era de esperarse que cada uno reaccionara de modos diferentes y por lo tanto, que el tiempo transcurrido desde la expresión del mutágeno hasta la muerte de los mismos variara de uno a otro, pero si no era así el mutágeno se volvía una especie de máquina capaz de controlar incluso el sistema inmune.

Asintió con ánimos ante el reciente descubrimiento de Leah, eso mismo había pensado, esa misma línea tenía que seguir el mutágeno para que el orden de los síntomas fuera el correcto. Sí aquello era un gran avance, pero se presentaba otro problema ante ellas, si se transmitía por contacto la gente que había rodeado a los enfermos debían de encontrarse ya enfermas o incluso muertas. Aunque aún había una minúscula posibilidad de que el mutágeno se expresara solo bajo ciertas condiciones, pero aquello sólo les complicaría más las cosas.

—Claro, tienes toda la razón, aunque me parece que sus objetivos directos son el cerebro y el sistema inmune— comentó.— Sí el tiempo en que mueren ambos es el mismo o similar, el sistema inmune es de los primeros que se ve afectado, y sólo tiene dos vías, se mezcla en el cuerpo para hacer creer al mismo que es algo "normal" o lo afecta por completo —continuó— ¿no te parece?

Observó a la Ravenclaw en espera de alguna respuesta, en ese momento le parecía necesario compartir sus ideas con ella, sentía que si no lo decía en voz alta no lograrían avanzar y hasta ese momento sus avances eran bastante visibles. Con tan sólo haber analizados dos cadáveres ya habían encontrado el medio de contagio, que zonas afectaba y probablemente como actuaba dentro del cuerpo aquel mutágeno.

El Haughton había entrado y se mostraba firme, no había desviado la mirada ni siquiera por un momento y alcanzaba a suponer que el chico estaba ahí para reanudar sus labores dentro de la Oficina tras su ausencia. No le había molestado su ausencia, en absoluto, pero hubiera preferido tener un aviso fugaz acerca de la ausencia del chico.

Esperó a que tomara asiento y mientras lo hacía se cruzó de brazos, su mirada era gélida y su rostro no mostraba emoción alguna, en ese momento sabía que sólo se dedicaría a escuchar a Derek y así fue. Sin ella pedir alguna explicación el chico le comenzó a hablar de las razones por las cuales se había ausentado, tan sólo tuvo que escuchar las últimas palabras para comprender del todo la situación del mortífago, ella misma tenía esos inconvenientes y entendía lo difícil que podía llegar a ser una situación de ese modo.

Se mantuvo en silencio por unos segundos, segundos en los cuales reorganizó sus ideas intentando olvidar su condición para al fin poder poner los pies en la tierra de nuevo.

—Comprendo a la perfección Derek, mucho más de lo que crees —murmuró— ahora con respecto a lo que ha sucedido en tu ausencia, no hay ninguna consecuencia que tengas que pagar por tu ausencia, pero espero que si tienes la oportunidad, la próxima vez que te ausentes me lo hagas saber —comentó dejando notar en su voz un dejo de dureza.— Sobre la investigación por suerte ha dado muchos frutos y no ha habido ningún retraso, por lo que te volverás a unir a ella, de momento todo se está manejando en el laboratorio —concluyó.

La Evanik no deseaba saber ningún detalle acerca del viaje del Haughton, le había bastado con que le diera una explicación razonable sobre su ausencia y no tenía intenciones de hacerlo pagar, el mortífago en ese periodo de tiempo había demostrado tener todo lo que necesita un inefable de modo que por ello le había solicitado que se uniera de inmediato a la investigación para no perder más tiempo con la misma.

La castaña había salido junto con su abuela del Departamento de Misterios, habían salido del abarrotado Ministerio de Magia con un aparente destino hacia Ottery, pero habían dado vueltas por un momento más para despistar que para dirigirse a ese lugar. En realidad se dirigían hacia el Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica y justo en ese momento ya se encontraban en él, había salido del elevador y en ese momento se encontraba en el pasillo esperando a que su abuela se uniera hasta ella.

<<Estamos a punto de meternos el la boca de un lobo>>, pensó. Alcanzaba a escuchar algunas voces que llegaban al final del pasillo, de por si que bien sabía de antemano que el asunto era un tanto escabroso como para ir a meterse a ese sitio. Al menos la experiencia era algo que tenían de sobra, aunque aquello iba a ser algo bastante nuevo.

Jugó con sus dedos y cuando la Malfoy se le hubo unido en el pasillo se detuvo un momento y esbozo una sonrisa que simplemente mostraba satisfacción, aquello iba a ser bastante divertido.

—Es hora de ir a divertirnos un poco—murmuró en voz alta.

Se encontraba de espaldas hacia la puerta de caoba de su despacho, observaba con atención el librero que se encontraba tras de ella. El mueble se encontraba atiborrado de frascos y libros, y en algún lugar se podía observar un cofre de madera, la castaña sabía exactamente que tenía ahí, cómo habían llegado tales objetos hasta ahí y cuándo habían llegado. Era aquello que se le podía llamar como parte de su "colección personal", pues lo que de verdad cuidaba se encontraba en algún otro lugar.

Justo en ese momento tenía una carpeta negra entre las manos, y debido a la información que contenían los papeles dentro de esta se encontraba buscando uno de sus libros favoritos. Lo buscaba con la mirada, sus ojos se movían de un lado a otro y cuando por fin se topó con el escuchó el eco de alguien que tocaba la puerta. Cerró la carpeta de golpe y soltó un bufido, pero enseguida contestó.

— Adelante —dijo en voz lo suficientemente alta para que quien se encontrara detrás de la puerta escuchara.

Hizo que la silla girara sobre sí misma para observar al visitante, colocó la carpeta con suavidad sobre el escritorio y se cruzó de brazos al ver la puerta abrirse. Se trataba de Derek, en realidad le sorprendía verlo ahí, de modo que inevitablemente arqueo ambas cejas y lo invitó a pasar con un gesto de su mano.

—Derek... es una sorpresa verte de nuevo—comentó en tono afable—toma asiento por favor—le indicó.

Aún a pesar del tono de su voz de su rostro se borró aquella expresión de sorpresa y en ese momento se mostraba indiferente pero en sus ojos se podía observar frialdad. El chico había desaparecido de la faz de la tierra en ese momento, no había dejado nota, indicaciones o algo que le diera un indicio de su paradero, dejando así una investigación importante a un lado, pero aún así consideraba darle una oportunidad al Haughton, debía de tener sus razones.

*Me asomo*

Bueno yo como buena pupila y como estaba esperando mucho las tutorías vengo a dejar mi primer reporte u lo que sea que sea para que mi tutora lo revise, hice caso a lo que me dijo, si algo está mal la culpa la tiene ella u_ú (?)

Tutora: Mía Black Lestrange

Nick: Addison Evanik Haughton

Forma en la que participas: Roles independientes

Rol para correcciones:

Dejo dos links:

- http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=99801&view=findpost&p=4478754

- http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=100903&view=findpost&p=4479340

Y supongo que es todo ._. Espero haber llenado líneas y espero la corrección o.ó(?)

Saludos