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Addison Evanik Haughton

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Mensajes publicados por Addison Evanik Haughton

  1. Holis(?) :unsure:

     

    Bueno, vi que hicieron censo, pero no pude pasarme y bueno, ya no aparezco en el árbol y como ando intentando volver de a poco, pues quiero volver a formar parte de la familia si me dejan... :unsure:

     

    Dejaré mi fichita (?)

    Ficha para la inscripción:
    - Nick: Addison Evanik Haughton
    - Fecha de Nacimiento: 7 de Julio
    - Bando de preferencia: Mortífago (~*-*)~
    - Lugar en la familia. (Por quien se desea ser adoptado si se tiene preferencia): Bueno, yo era hija de Moni, si me acepta de nuevo me gustaría ocupar ese lugar :ohoh:
    - Mascotas y/o elfos: Tengo 1 lechuza, 1 micropuff, 1 pulpo y 2 caballos(?) y además a dos elfos: Ellie y Kermit

    - ¿Esta será tu familia sanguinea o adoptiva? Adoptiva
    - Link a la ficha de personaje (Si se tiene):
    http://www.harrylatino.org/index.php/topic/85336-ficha-de-addison-evanik-haughton/

    - Link a la bóveda personal (si se tiene) http://www.harrylatino.org/index.php/topic/86162-boveda-de-addison-evanik-haughton/

    - Link a la imagen de tu habitación si se desea. http://www.mueblesvalencia.es/729-925-thickbox/dormitorios-rusticos-picassent.jpg
    - Piso/lugar en el que se quiere la habitación. Ahm segundo piso (?) o.ó

     

    Oh bueno, espero me acepten de nuevo +.+

     

    Saludos :ninja:

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  2. Addison Evanik Haughton

    Oficina Creadora de Hechizos y Pociones- Despacho de Kritzai

    Asintió ante la afirmación de Kritzai y observó las carpetas frente a ellas, seguramente contenían la información de la investigación, pero en ese momento tenía otras preocupaciones, pues le había bastado con la información que les había entregado su abuela hasta ese momento, pero a llegaría el momento indicado.

     

    Observó con atención a Kritzai, había mencionado un “método” aunque más que un “método” a ella se lo habían presentado como un juramento inquebrantable. Fidelidad absoluta al departamento o morir… Al pensar en aquellas palabras una sonrisa maliciosa apareció en su rostro.

     

    Desvió el hilo de sus pensamientos y se enfocó en Millie, la cual se encontraba frente a Kritzai el cual le indicaba lo que debía de hacer. Había tomado su antebrazo y había pronunciado un simple juramento que debía mantener por el resto de su vida, era eso o morir fatalmente. Aún recordaba como ella había hecho su juramento años atrás, las sensaciones estaban más que a flor de piel, y en retrospectiva, esos sentimientos ahora parecían ser bastante infantiles.

     

    Escuchó como tocaban a la puerta y enseguida apareció Otto, conocía al chico de tiempo atrás y lo consideraba un buen conocido. Le dirigió una sonrisa y realizó un gesto con la mano, más tarde tendrían tiempo de intercambiar unas cuantas palabras.

     

    Volvió su mirada hacia Kritzai el cual comenzaba a hablar acerca del papel especial que estarían utilizando, mientras hacía una demostración de las cualidades del mismo. Tomó una carpeta después de Millie mientras escuchaba acerca de ir a los laboratorios y a recoger distintas cosas. La castaña sonrió para sí, la última vez que había salido a campo la experiencia había sido… peculiar.

     

    Se levantó de su silla y tras soltar un suspiro salió de la habitación, alcanzó a escuchar como el Haughton intercambiaba unas palabras con un chico a las afueras de la oficina. Al parecer el también participaría en la investigación, para el gusto de la castaña parecían un grupo demasiado numeroso, pero habría que ver que tan grande resultaría esa investigación.

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  3. Addison Evanik Haughton

    Oficina Creadora de Hechizos y Pociones- Despacho de Kritzai

    Investigación General

     

    Su abuela, como era de esperarse, respondió cada una del las preguntas, la Evanik la escuchó atentamente, sin perderse de una sola palabra que salía de la boca de la rubia. No pudo evitar sorprenderse al escuchar al final del discurso quienes eran los implicados, había visto a Anne en alguna ocasión, pero a Derek le conocía bien, había trabajado con él y en su momento había sido su compañero de bando.

     

    No dijo nada al respecto, el único gesto que reflejó la sorpresa que sentía era que sus cejas se habían elevado ligeramente. Su mente ya había comenzado a formular más preguntas, pero ya se le habían asignado nuevas tareas y con ello, venía la nueva responsabilidad de su nuevo jefe.

     

    Observó de reojo a Kritzai y cuando se le indicó salió de la habitación, no sin antes dirigirles a los aún presentes en la oficina de la directora, una ligera inclinación de cabeza a modo de despedida.

     

    Caminó por el pasillo ya bastante conocido al despacho del director de la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones, conocía el camino también que apenas notó cuando se encontraba frente a la puerta del despacho.

     

    Kritzai las hizo pasar tanto a Millie como a ella y la castaña no esperó, se introdujo en el despacho y lo observó, la decoración era bastante elegante, aunque por supuesto, era completamente diferente a la que ella había elegido para aquella oficina cuando la había ocupado, estaba bastante cambiada, e incluso los objetos que se veían en las estanterías diferían.

     

    Observó todo con sumo detalle en unos pocos segundos, hasta que reparó en las fotografías de las paredes, habían sido los jefes de aquella oficina, conocía muchos de los rostros que ahí figuraban, pero se sorprendió más ver su rostro en uno de los retratos. Esa vista le perturbó un poco y enseguida desvió la mirada gris.

     

    Se sentó en una de las sillas frente al escritorio del Haughton y continuó analizando tod con la mirada hasta que el mortífago comenzó a hablar. Posó su mirada sobre él y lo escuchó con atención, y enseguida desvió la vista hacia Millie, la cual hacia una introducción rápida sobre sí misma y la situación que les atañía en ese momento.

     

    - Bueno Kritzai, tu lo has dicho, nos conocemos de hace algún tiempo atrás- dijo y esbozó una sonrisa de suficiencia y enseguida le dirigió una mirada fugaz a Millie –de todos modos, es mejor empezar de cero. Soy Addison Evanik Haughton, y tal como ha hecho ya referencia Kritzai, he laborado aquí desde hace un par de años- hizo una breve pausa- y bueno, no se si haya alguna información adicional que quieran saber –dijo haciendo un ademán con su mano.

     

    Esta vez hizo una pausa más larga, la investigación que tenían en sus manos, había tomado ya una carpeta con la información de la vajilla, había muchas cosas al aire, pero todo debía de comenzar por el principio.

     

    -Respecto a la investigación… creo que hay demasiados espacios en blanco, pero debido a la escasa información y al daño que al parecer produce, una de las cosas más importantes en las que nos deberíamos enfocar sería en qué es lo que exactamente esa vajilla y cómo es que llegó hasta el negocio. – dijo.

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  4. Addison Evanik Haughton

    Vajilla Embrujada-Investigación general (Oficina Creadora de Hechizos y Pociones, Oficina de Investigación Secreta e Investigación Coordinadora de Investigaciones Alternas)

     

    -¡Oh! ¡Maldición!- dijo en un murmullo mientras observaba lo que yacía a sus pies.

     

    La oficina creadora de hechizos y pociones era inmensa, y en ese momento se encontraba en uno de los pequeños laboratorios anexos a la misma. Se encontraba sola en la habitación, y su única compañía era el caldero burbujeante frente a ella.

     

    Llevaba algunos días sin salir de ahí más que para ir a casa, asearse y dormir un poco. Pequeñas marcas moradas bajos sus ojos indicaban el hecho de que sus horas de sueño se habían visto reducidas, y es que tenía demasiadas cosas por hacer y muy poco tiempo.

     

    Aún a pesar de estar allí encerrada, se sentía más cómoda que nunca, aquel era uno de sus lugares favoritos, lo que podía hacer ahí era algo que le seguía maravillando, pero en ese preciso momento, no estaba prestando la suficiente atención. Minutos atrás había recibido una carta, venía de Francia y la reconoció tan solo notar la caligrafía y por supuesto, el idioma.

     

    La había estado esperando, pero el contenido de la misiva la había distraído lo suficiente como para que olvidara observar el reloj de arena. Tan solo bastó un minuto para que el contenido del caldero comenzara a burbujear escandalosamente provocando que se desbordara. El contenido, al entrar en contacto con la mesa, se regaba y adquiría una consistencia gelatinosa, formando pequeñas lagunas con contenido hirviendo.

     

    Aquello se estaba convirtiendo en un desastre, iba a tomar su varita cuando la puerta del laboratorio se abrió. Se trataba de Kath, la asistente de la directora, en ese momento la castaña la fulminó con la mirada, no era precisamente su momento.

     

    Tomó su varita y con un movimiento de la misma apagó el caldero, tratando de evitar que aquel desastre tuviera consecuencias peores. Después de todo, el líquido comenzaba a oxidar el metal sobre el que había caído, era una poción bastante corrosiva y la Evanik no estaba muy segura de que consecuencias podría tener.

     

    Se giró hacia la asistente y la observó con cierto enojo y exasperación. Esperaba que tuviera algo no tan importante por decirle, aún tenía todo un desastre por delante, y no sólo ahí, también al otro lado del país. Al ver su expresión, la asistente no dudo en informarle la reunión a la que había sido convocada. Asintió y simplemente dijo:

     

    -Enseguida voy- murmuró mientras veía desaparecer a la asistente.

     

    No le quedaba más que hacer un simple hechizo para limpiar todo, pero no estaba segura de que eso arreglara todo. Se limitó a hacerlo y a salir corriendo, sabía que ya iba tarde y no dudaba que la reunión ya hubiera dado comienzo, pues al llegar a la oficina de su abuela, no había nadie fuera de la misma.

     

    Se acercó hasta la puerta y tocó tres veces antes de abrir discretamente, asomó la cabeza y enseguida se internó en la ya conocida oficina. Se quedó atrás, en la penumbra mientras alcanzaba a escuchar la mayor parte de la conversación.

     

    ¿Un objeto maldito, en el Callejón Diagon? De momento no le era preocupante, así de simple como había expresado la Malfoy, parecía sonar como un objeto inofensivo, pero todos los miembros de las demás oficinas estaban ahí también, de modo que no se trataba de un simple objeto.

     

    Enseguida vinieron los anuncios acerca de los miembros de seguridad, ya los había visto, y comprendía la razón por la cual la Malfoy los quería ahí, pero le causaban desconfianza, en general, cualquiera que desconociera le causaba cierta desconfianza.

     

    -¿Bajo qué condiciones fue hallado? ¿Cómo fue que notaron que el objeto estaba maldito?- cuestionó haciendo notar su llegada por primera vez.

     

    Se encontraba cruzada de brazos, en el fondo de la habitación y recargada ligeramente contra la pared. Le preocupaba saber cómo era que aquel objeto había sido encontrado, en una situación normal un mago promedio lo habría hecho porque había sufrido de los efectos del mismo, pero quizás aquel caso se había dado diferente, fuese como fuese, ambos casos les daban una pista acerca de lo que se encontraba frente a ellos.

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  5. Despacho de la directora

    Rol con Juve, Millie y Kritzai

    Sus ojos grises viajaron hasta la urna de cristal que se encontraba sobre el escritorio de la directora. Observó los órganos con interés, cada uno mostraba cierto estado de descomposición, quien los había guardado no había tenido la particular pertinencia de hacer el trabajo bien, para tratar de evitar en la medida de lo posible que avanzara de un modo tan rápido la putrefacción, pero aún así, se podía obtener bastante información de ellos.

     

    El análisis de aquellos podía llevar demasiado tiempo, realizar una disección de las venas que parecían ser las que más contrastaban a simple vista podía ser algo laborioso, aunque no imposible. Aquellos órganos parecían tener mucho que decir.

     

    Asintió ante las palabras de su abuela, el científico les había dado material de sobra e incluso tenían una muestra de una herida que le habían realizado a la Malfoy. Su mente ya había comenzado a trabajar rápidamente, las preguntas surgían por todos lados y comenzaba a formar una idea de a qué iba todo aquello.

     

    Su trabajo ya había sido delegado, se encontraría a cargo del análisis de las sustancias junto con Millie, sonrió para sí y antes de volver a abrir la boca, dejó que Millie hablara. La chica comenzó a exponer algunas de las preguntas que ella misma se había formulado y otras que no le interesaba mucho saber su respuesta, pero si algo quería saber realmente era por qué esos inferis tenían la capacidad de pensar y actuar por sí mismos ¿qué era lo que se había modificado para que ellos fueran capaces de volver a ser entes pensantes?

     

    -¿Ha habido más heridos? Sí es así, ¿cuáles son los efectos que ha tenido en cada uno de ellos? ¿Ha habido alguna variación entre uno y otro?- preguntó.

     

    La mayoría de las veces los efectos variaban de un simple ser humano a otro, si eso era normal, los efectos variaban aún más entre las razas, haciendo esa variabilidad más latente. Pero si aquella variabilidad no existía en esa sustancia se estaba enfrentando a una sustancia por demás sorprendente, era por ello que le interesaba saber si alguno de ellos había sufrido de algún síntoma en especial, para al menos comenzar a tener una idea de qué buscar.

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  6. Despacho de la directora

    Rol con Millie, Juve y Kritzai

    No le sorprendió que su abuela enseguida le entregara aquel “pequeño” resumen que Kritzai había exigido, aunque aquello más que un resumen era entregar una noticia, una noticia no del todo agradable, pero aquello ya había pasado. Había dejado a Giovanna en una hoja aparte y en ese momento lo único que le interesaba era trabajar.

     

    Su abuela ya había hecho mención de los cambios, respondiendo su única duda hasta el momento y no dudaba de que estuviera en lo cierto, y aunque en los últimos meses por su propio biense había habituado a una vida rutinaria, en ese momento no le venía nada mal un cambio.

     

    Asintió ante la información de Chernobyl, a su llegada había obtenido apenas un poco un poco de información, más ¿realmente sabía algo? En definitiva no. Tomó la carpeta que le ofrecía la rubia y la abrió enseguida, sus ojos viajaron por el informe que tenía delante de ella, aún le parecía que ese tema tenía algo muy extraño, pero prefería callar en ese mismo instante.

     

    Notó como Kritzai analizaba a Millie, y a su vez a ella misma, en apenas un gesto sutil que rara vez se notaría. A la Evanik en algún otro momento no le hubiera molestado, pero había algo en la mirada del chico que le decía que buscaba algo más, y la castaña conocía a la perfección que era ese algo más, y sin duda alguna le molestó. Se irguió en su asiento y cruzó la pierna, colocando su diestra sobre su rodilla.

     

    Para su suerte su abuela, antes de que la Evanik pudiera llegar a actuar irracionalmente, la presentó poniendo un especial énfasis en su linaje. Esbozó una sonrisa de suficiencia y observó a Kritzai, ella era la nieta de la jefa del Departamento de Misterios, y la simple idea de poner en tela de duda su linaje, era algo simplemente escandaloso. Dirigió su mirada gris hacia Kritzai esperando alguna reacción por su parte y esta no se hizo esperar, parecía ser que tenía un asunto que aclarar con el chico.

     

    Mordió su labio inferior y miró hacia el frente mientras esbozaba una sonrisita de suficiencia al tiempo que escuchaba las palabras de Kritzai. Sus palabras ocultaban un sentimiento mucho más profundo, más arraigado, pero no le interesaba en ese momento.

     

    Engocó la mirada de nuevo en su carpeta mientras mordía su labio inferior, el asunto de Chernobyl era mucho más grave de lo que parecía, tan grave como para mantener a todo el Departamento de Misterios ocupado en él.

     

    Asintió sin pensarlo ningún momento al escuchar la propuesta respecto a Millie, ya había hecho aquello antes, ayudar a conocer aquel departamento y a manejarse dentro de él era algo que sabía cómo hacer. Además, le parecía una actividad sumamente interesante, cada persona era diferente, con nuevas visiones, métodos y sobre todo, expectativas, y aquello era lo que hacía que las cosas se tornaran más interesantes.

     

    De nuevo, se centró en la investigación ¿un científico que no sabía lo que hacía? Aquello podía ser tan probable como que el hombre estuviera ocultando sus verdaderas intenciones ¿por qué al observar la magnitud de su daño no había parado? ¿Por qué continuar si sabía que la solución estaba tan alejada de él como su cordura misma? Miles de preguntas de esa índole llegaban a la mente de la castaña y ninguna tenía respuesta.

     

    Enseguida su abuela preguntó acerca de las dudas que tenían, y vaya que en ese momento las tenía, de modo que no dudó en plantear sus preguntas, pero antes de hacerlo, observó a Kritzai decir algunas palabras y enseguida salir.

     

    -Sí, tengo algunas dudas. El trabajo al que nos dedicaremos básicamente será el análisis de las sustancias ¿cierto?, además del interrogatorio de los capturados –tenía dudas de en donde comenzaba su trabajo en aquello, de modo que prefirió irse a la parte en la que mejor se manejaba- si es así, me gustaría tener un panorama un poco más amplio respecto a las sustancias, en qué condiciones fueron halladas y sobre todo, si se sabe cuál es su función exacta, sus pro y contras.

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  7. Despacho de la Directora.

     

    Rol con Millie y Juve.

     

    Habían pasado escasos cinco minutos cuando una chica se acercó por el pasillo hasta llegar al escritorio de Kath, probablemente buscaba a alguien o se había perdido, en ese momento no le interesaba demasiado, simplemente se limitó a dejar que el murmullo de las Boves femeninas se quedaran como un molesto sonido de fondo.

     

    No fue hasta que la recién llegada se acercó al área en la que la castaña se encontraba que levantó la mirada. La observó rápidamente, era una chica de complexión mediana con cabello castaño, parecía nerviosa y aquello solo la hacía intuir una única cosa: la chica estaba en su primer día de trabajo en el Departamento de Misterios.

     

    No la culpaba, decidir laborar en una oficina que nadie sabía que se hacía realmente era algo diferente, comparado con los demás empleos en los que al menos puedes ingresar teniendo una idea de lo que se realiza en ese departamento, pero en Departamento de Misterios era una cosa totalmente diferente. Lo único que se sabía de él eran rumores y no era hasta que uno estaba dentro que se conocía el verdadero trabajo de un inefable.

     

    La chica se sentó frente a ella, jugueteaba con su cabello y para la sorpresa de la Evanik la saludó.

     

    -Hola, así es, estoy esperando a la directora. -Hizo una pausa y le dirigió una sonrisa seca- mi nombre es Addison. Espero que la pregunta no te ofenda, pero ¿eres nueva por aquí?

     

    La Evanik no solía realizar aquel tipo de preguntas, pero algo en el nerviosismo de la chica y en como jugueteaba con sus rizos la hacía dirigir su pensamiento a que no estaba acostumbrada a estar en aquel Departamento, además de que comenzaban a desesperarla, aunque no lo reflejaba, su semblante se mantenía carente de emoción como siempre.

     

    Antes de que la recién llegada pudiera contestar Kath se acercó hasta donde se encontraban las jóvenes y les informó que la directora las estaba esperando. La asistente personal de la directora les dirigió una cálida sonrisa, y las acompañó a la puerta del despacho. En situaciones normales la castaña se dirigía sola hasta el despacho, pero en aquella ocasión Millie también venía, lo que le confirmaba el hecho de que la chica trabajaba ahí también y le daba un dato más, laboraba en la misma oficina que ella.

     

    La voz de la Malfoy atravesó la puerta la cual se abrió de par en par, dejando a la vista el ya conocido despacho. Addison caminó al interior del mismo no sin antes dirigirle a Kath un gesto de agradecimiento. La directora les dirigió una sonrisa y sin más preámbulos se presentó a la chica, de la cual al fin conoció su nombre, Millie, pero no fue eso lo que más le llamó la atención, fue el siguiente juego de palabras que la Malfoy dijo lo que la hizo dirigir su mirada gris hacia ella.

     

    ¿Nuevo jefe de oficina? ¿Qué había pasado con Giovanna? En ese momento miles de preguntas aturdían su mente, pero no estaba en la posición de plantear todos y cada uno de sus cuestionamientos, de modo que le tocaría esperar. Se sentó en una de las cómodas sillas que se encontraban frente al escritorio de la rubia y esperó a que la noticia saliera de la boca de la mujer frente a ella.

     

    Su gesto se mantuvo neutro en un principio, aunque no pudo evitar enarcar una ceja, se “debía de prescindir de los servicios de Giovanna”, ¿qué habría pasado? La castaña misma había sido jefa de aquel departamento, pero múltiples causas la habían hecho abandonar su puesto, y es que ella prefería abandonar un cargo, antes de abandonar la oficina en la que había laborado durante algunos años. Cuando había solicitado su puesto Giovanna misma se había postulado, pero por múltiples causas le habían otorgado el puesto a la castaña y tras la Evanik abandonar su puesto Giovanna al fin obtuvo el puesto que anhelaba.

     

    Esa era la principal razón por la que la castaña se sorprendía que Giovanna ya no estuviera ahí, no entendía como era que habiendo postulado en varias ocasiones para el puesto, cuando lo tuvo al fin, había sido tan fácil prescindir de sus servicios. Pero aquello no era de su incumbencia, aquello era mera curiosidad pasajera, algo en que entretenerse por unos minutos. El asunto que más le debía preocupar era la llegada de un nuevo jefe de oficina, pero desde que laboraba en aquel sitio había visto a diversas personas ocupar ese puesto, y al menos en ese momento no se preocupaba realmente por quién ocuparía ese cargo.

     

    Cuando la Malfoy preguntó acerca de dudas e inquietudes la mente de la Evanik se quedó en blanco, sólo se le ocurrían dos preguntas y cada una tan diferente que solo decidió plantear una.

     

    -¿Todo se vendrá manejando cómo se ha hecho durante este tiempo o se implementarán algunos cambios? –cuestionó.

     

    Si nada había sido modificado, no le costaría en absoluto acostumbrarse a la dinámica en la que le entregaba cuentas a la Malfoy, al contrario, se sentiría más cómoda con ello, era de las pocas personas a las que le tenía la confianza suficiente para entregarle un informe sin siquiera pensarlo, además, era la directora.

     

    Segundos después de que formulara su pregunta la puerta se abrió y apareció Kritzai, el chico pidió disculpas y pidió un resumen de la reunión. La Evanik le dirigió una sonrisa y una inclinación de cabeza a modo de saludo pero no dijo nada, ella no era la persona apropiada para dar la noticia de que Giovanna ya no laboraba más en el Departamento de Misterios.

     

    Off: Kritzai te respondo mañana que ando en exámenes xD.

     

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  8. Departamento de Misterios

    Oficina Creadora de Hechizos y Pociones

     

    Enarcó discretamente una ceja al ver la sonrisa de satisfacción que se dibujaba en el rostro del chico, pero sus instintos le decían que no le sería grato saberlo y acabaría con un mal sabor de boca, de modo que trató de olvidarlo. Tomó las copias del reporte y los expedientes, sus ojos grises buscaron primero los expedientes, necesitaba leer el concentrado de lo sucedido para seguir el hilo de las cosas.

     

    Tenía la vista clavada en los pergaminos cuando el chico mencionó que tres mortífagos habían sido capturados. Aquello no le resultaba extraño, pero estaba siendo observada, de modo que levantó las cejas en señal de sorpresa sin despegar la vista de los papeles. Era algo completamente común, algo que podía pasar cualquier día, ella lo sabía de primera mano, su familia era mortífaga, ella había sido mortífaga y sus recuerdos al respecto estaban frescos como un lienzo recién pintado, lo que no entendía era por qué aquello resultaba tan importante, aunque claro, no lo expresó ni se inmutó por ello, aquello se lo guardaría para ella misma.

     

    Leyó el reporte de aquellos mortífagos, no era nada de demasiada importancia, el hecho de no estar vinculados con el Ministerio de Magia no decía demasiado, aunque el de un mortífago le llamó la atención ¿encerrado en Azkaban? Aquello tenía algo extraño.

     

    ¾¿Por qué fue encerrado este mortífago? ¾Consultó el nombre y agregó¾ Dionis… ¿de qué se le acusaba? ¾Cuestionó.

     

    Enseguida escuchó la palabra “inferís”, “ejército” y “Chernobyl”. Se detuvo por un momento y miró pensativa al más allá y enseguida siguió a Andralor. Ahí había algo que no cuadraba del todo, pero antes de poder decir algo en voz alta, tenía que saber más. Siguió caminando y para cuando lo notó el inefable ya no se encontraba a su lado, pero segundos después llegó corriendo.

     

    ¾De acuerdo, vamos allá¾dijo la Evanik en un murmullo mientras seguía al chico.

     

    Llegaron a la sala de interrogatorios, la conocía, vio a los dos guardias y simplemente inclinó ligeramente la cabeza y caminó con su habitual soltura y elegancia hacia ellos. Estos apenas la miraron, aunque Andralor se encargó de decirles que ella también era inefable. No pudo evitar poner los ojos en blanco pero enseguida continuó caminando.

     

    Llegaron a la sala donde se encontraba uno de los mortífagos ¿sería Dionis? No lo sabía, pero se dedicó a escuchar lo que Andralor le decía y sin poder evitarlo dibujó una sonrisa de satisfacción en su rostro. En el pasado ya había roto demasiadas reglas para obtener información, y aquella vez no sería la excepción. Sabía las posibles consecuencias que sus actos podían tener, pero había aprendido a actuar, a controlarse a sí misma.

     

    ¾No te preocupes por ello Andralor, toda información es valiosa, y por el tiempo creo que no hay preocupación. ¾Hizo una pausa y agregó.¾ Además hay otros modos de obtener información, el veritaserum no es solo una de ellas ¿cierto? ¾esbozó una sonrisa maliciosa y enseguida le guiñó el ojo al inefable.

     

    Sí, había descubierto mil y un formas de obtener información, cada una de ellas era legal e ilegal, su arsenal estaba lleno de esa clase de cosas. Se había preparado toda su vida para aquello, le gustaba manipular, y en ese momento estaba en su elemento.

     

    ¾¿Quién es él? ¾preguntó antes de indicarle con un gesto de su mano al inefable que fuera el primero en pasar.

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  9. Departamento de Misterios

    Oficina de la directora(?)

     

    Pasaron los quince minutos y nada… en definitiva parecía que no aparecería Giovanna, o quizás sí, pero en ese momento la castaña ya había puesto suficientemente a prueba su paciencia. Necesitaba ponerse a trabajar en ese mismo instante, o quizás no, sólo necesitaba sentirse útil, no le importaba tener que recibir un regaño por haberse ausentado de tal modo, con tal de que le dieran algo que hacer, ella estaba conforme.

     

    Se levantó de su asiento y se miró a sí misma, llevaba una capa de color negro que cubría casi por completo su cuerpo, que iba envuelto en un vestido del mismo color que la capa que se ceñía a su delgado cuerpo. Estaba impecable, pero aún así se pasó la mano por la capa desapareciendo las arrugas que no existían. Se acomodó el cabello detrás de la oreja y tras soltar un suspiro se encaminó hacia el despacho de la directora.

     

    Recorrió los conocidos pasillos hasta encontrarse con aquel que ya conocía demasiado bien, caminó hasta el final del mismo y se encontró con el escritorio en el que se encontraba la asistente personal de la Malfoy. Kath ya reconocía a la Evanik, y la Evanik la reconocía al instante, llevaban bastante tiempo encontrándose como para no conocerse la una a la otra.

     

    La castaña se acercó hasta ella y le dirigió una sonrisa a modo de saludo inicial mientras acortaba la distancia que había entre ella y el escritorio.

     

    ¾Buenas tardes Kath ¿qué tal? ¾dijo en un tono de voz distante¾ ¿se encuentra la directora? Y en caso de que se encuentre, puedes hacer favor de informarle que deseo verla en cuánto este disponible.

     

    La mujer asintió y con un gestó le indicó a la Evanik las sillas que había ahí, la ojigris le dirigió una sonrisa que no alcanzó sus ojos y enseguida se sentó a esperar de nuevo. Cruzó la pierna y colocó la carpeta que aún llevaba con ella sobre las mismas y comenzó a juguetear con ella.

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  10. Oficina Creadora de Hechizos y Pociones

     

    Un poco de movimiento proveniente del pasillo la hizo alertarse, pero no levantó la vista, continuó con los ojos clavados en el pergamino. Aunque antes de que la figura ingresara a aquel espacio levantó un poco la carpeta para ocultar de los ojos ajenos su escrito. Claro, ya tenía el hechizo el pergamino, pero de todos modos prefería mantener las distancias.

     

    Esperó a que el chico se fuera, era normal ignorarse unos a otros, pasar de largo cada quien metido en sus propias investigaciones y en sus propios mundos si no tenían palabras que intercambiar, y en ese momento ella no tenía alguna palabra para intercambiar, había desaparecido algunas semanas atrás y no sabía nada de lo ocurría ahí.

     

    Fue una sorpresa escuchar el sonido sordo de unos nudillos tocando la puerta. Levantó la mirada y dirigió los ojos grises al chico, la miraba a ella, en vez de al despacho. ¿Por qué la miraba? No tardó mucho en descubrirlo, pues comenzó a hablar, creía reconocerlo, o bueno, vagamente lo hacía, no podía confirmarlo pues su memoria fallaba de vez en cuando, pero cuando escuchó sus palabras no pudo evitar entrecerrar un poco los ojos.

     

    -Un gusto, soy Addison -murmuró confirmando que no conocía al chico.- ¿Chernobyl? -levantó ligeramente las cejas al tiempo que se levantaba y cerraba la carpeta. Clavó los ojos grises en el joven y asintió ligeramente. ¿Interrogatorios? ¿Chernobyl? ¿Qué rayos había pasado? -Claro, estoy ansiosa por comenzar a hacer algo- murmuró.

     

    Siguió al chico al cuarto de interrogatorios, mientras lo hacía con un movimiento de su varita desapareció la carpeta que tenía en sus manos. No entendía que había sucedido en Chernobyl, pero aquello no le olía del todo bien, había hecho distintas investigaciones, y solo las más importantes habían hecho que todos los inefables se pusieran a investigar, de modo que aquello debía de ser grave.

     

    -¿Qué fue lo que sucedió en Chernobyl? Suena como que ha sucedido algo bastante... importante - dijo después de un rato.

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  11. Oficina Creadora de Hechizos y Pociones

    Oficina de Giovanna

     

    De nuevo deslizó la mano sobre el pergamino, esta vez no se detuvo ni una sola vez, se encontraba concentrada y miraba fijamente su mano al tiempo que escribía. Pensaba las palabras antes de escribirlas, pero esta vez no dejó que sus lagunas mentales la detuvieran, no paró más que para cambiar la hoja, no se debía de detener.

     

    Había encontrado el modo de llenar las lagunas mentales en su redacción de modo que todo se leyera completamente “normal” aunque claro, aquello no era completamente posible, algunos párrafos a pesar de ser entendibles, se leían bastante rebuscados, era obvio que le faltaban las palabras, pero ¿qué podía hacer si ni siquiera era consciente de lo que había pasado en ese momento?

     

    No podía rellenar aquellos espacios con sucesos que no estaba segura de que hubieran pasado, prefería mil veces recibir un reclamo por un mal informe, antes de entregar un informe con datos falsos. No podía con el peso de aquello en su consciencia, después de todo, en su trabajo siempre había sido completamente honesta, y sabía que un simple detalle podía significar demasiado en una investigación.

     

    Paso más de un cuarto de hora antes de que la castaña al fin se detuviera. Satisfecha dejó la pluma a un lado del tintero y observó satisfecha su trabajo, eran dos hojas de pergamino, redactaban los puntos clave y demás sucesos que le habían parecido importantes, aunque algunos sucesos faltaban, en general parecía haber escrito todo.

     

    Desapareció la pluma y el tintero con un movimiento de su varita y apuntó con ella al pergamino para enseguida murmuran una serie de palabras, ya le era una vieja costumbre hacer un encantamiento para que solo el destinatario de aquel informe pudiera leerlo, de ese modo se aseguraba de que el documento no fuera a parar en manos de alguien que no deseaba.

     

    Colocó el pergamino dentro de la carpeta sobre la que se había estado recargando y enseguida la cerró y guardó su varita, dirigió la mirada gris hacia su reloj y observó a su alrededor, ya había pasado poco más de media hora y aún no ni rastro alguno de Giovanna. Quizás se tardaría en llegar, pero al paso que iba aquello, lo mejor que podía hacer era presentarse en la oficina de la directora del Departamento de Misterios.

     

    Soltó un suspiro, esperaría quince minutos más, y si en ese tiempo no había señal alguna de su jefa, desaparecería en dirección a la oficina de la directora.

  12. Oficina Creadora de Hechizos y Pociones

    Oficina de Giovanna

     

    Hizo aparecer un trozo de pergamino, tinta y pluma y enseguida se dispuso a comenzar a redactar. Se apoyaba sobre una carpeta de color negro que había hecho aparecer mientras escribía con facilidad las primeras palabras, casi ni las pensó, podía hacer aquello incluso dormida, no necesitaba pensar demasiado para iniciarlo, pero lo que venía era lo más complicado.

     

    En un principio su mano se deslizaba con suavidad por el pergamino, dejando a la vista una caligrafía, que aunque no era perfecta, era entendible. Pero conforme avanzaba le comenzaba resultar más difícil expresarse como era debido, de momentos hacía pausas para meditar un poco las palabras.

     

    Hubo un momento en el que se paró completo, parecía paralizada, tenía la mano suspendida y miraba el pergamino con el ceño fruncido. Tenía algunas lagunas mentales, otros recuerdos parecían estar grabados con fuego en su mente y hacían que se le contrajera el rostro en un gesto de dolor. Aunque Rusia había sido una experiencia interesante, las cosas ahí no habían marchado bien para ella, además de que ni siquiera tenía la satisfacción personal de haber terminado su trabajo en aquel lugar.

     

    Pasaron varios minutos en aquella posición cuando al fin sacudió un poco la cabeza intentando alejar aquellos pensamientos y centrándose en el pergamino de nuevo. No fue tan fácil centrarse de nuevo en el trozo de papel que tenía ante sí, antes tuvo que dejar la pluma a un lado y esconder su rostro entre sus manos. Inspiró profundamente y dejó escapar el aire atrapado en sus pulmones con cierta dificultad, y tras repetir varias veces aquella acción se calmó un poco.

     

    Su ritmo cardiaco volvió a la normalidad al igual que su respiración. Tomó la pluma de nuevo y se pasó la mano por el cabello castaño, el contacto con el mismo le causaba cierta tranquilidad. Jugueteó con un mechón entre sus dedos al tiempo en que sus labios se volvían una fina línea, y tras el paso de unos escasos segundos dejó soltar su cabello y su rostro se relajó, volviendo a la normalidad en su totalidad. No había rastro alguno de lo sucedido segundos antes.

     

    Antes de volver a apoyar la mano sobre el pergamino miró a su alrededor, sabía que nadie la había visto, pero aún así se mostraba recelosa de sus sentidos en ese momento, pero finalmente y tras comprobarlo varias veces, nadie se había acercado, parecía ser que las paredes de aquel departamento seguirían guardando sus secretos.

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  13. Aún meditaba cuanto iba a gastar en aquel libro cuando otra voz femenina apareció para aumentar el precio. Los labios de la castaña se convirtieron en una fina línea, su curiosidad por aquel libro y a dónde la podían llevar eran lo que más le cautivaba, eso era en definitiva ¿pero cuánto valía la curiosidad?

     

    La voz de Gyvraine se abrió paso de nuevo para ofrecer un poco más, esta vez la castaña se quedó un poco más pensativa. Ya antes había pagado demasiado caro por su curiosidad, pero debido a ella se había vuelto demasiado impulsiva en ese aspecto, y justo en ese momento esa impulsividad apareció y antes de pensarlo si quiera su boca se abrió de nuevo

     

    -Ofrezco 20500 galeones- dijo.

     

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  14. Sonrió para sí al escuchar una voz bastante conocida, sus ojos grises viajaron por entre la multitud en busca de Gyvraine, conocía demasiado bien su voz como para confundirla con cualquier otra. Para cuando la encontró le dirigió una sonrisa y enseguida levantó su copa, sabía de sobra que la Malfoy no se daría por vencida tan fácilmente.

     

    ¿Cuánto tiempo llevaba sin ver a aquella mujer? No tenía ni idea, pero en ese momento su mente debía de estar en la subasta.

     

    -Ofrezco 17000 galeones por el libro –dijo volviendo al vista hacia el frente al tiempo que levantaba la paleta.

     

     

    En ese momento se puso a pensar, debía de tener un límite propio, no podía gastar demasiado en aquel libro ¿o sí?

     

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  15. Se mordió el labio, vaya, un chico había aumentado un poco más el precio del libro, pero no era nada de que preocuparse, aún le quedaban bastantes galeones a la castaña para gastar y no escatimaría gastos en aquello. Ya había dejado pasar la poción, sólo quedaba seguir aumentando el precio.

     

    Sonrió para sí cuando escuchó la cantidad que ofrecían algunos, aún no aumentaba demasiado la suma, pero estaba por verse quien obtenía el libro.

     

    -Ofrezco 11.000 galeones –murmuró a la par que esbozaba una sonrisa de satisfacción y levantaba su paleta.

     

    Sus galeones llevaban demasiado tiempo guardados, y ya era hora de gastarlos. Espero tranquilamente a que las voces siguieran invadiendo la sala mientras bebía de su copa, quería esperar un poco más.

     

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  16. Bajó su paleta incluso antes de lo que esperaba, el precio subía excesivamente, y aunque deseaba aquella poción, sabía que realmente no valía la pena gastar sus galeones en algo como aquello. Si de algo conocía era de pociones, no por nada eran su pasión, y por esa misma razón no continuó pujando, quizás en alguna otra ocasión la podría conseguir.

     

    Como sea, de todos modos quedaban algunos productos del interés de la castaña, y en ese momento lo único que le quedaba era esperar. Al cabo de un rato ya tenía una copa de vino en la mano y bebía de ella tranquilamente, parecía que la puja por la poción iba para largo, y para ser sinceros ya había sido demasiado.

     

    Ya iba por su segunda copa cuando al fin cesó la puja por la poción, cuando escuchó el precio la castaña no pudo evitar levantar las cejas en señal de sorpresa. Vaya… era demasiado dinero. Dibujó una sonrisa en el rostro, aquella sería una noche divertida.

     

    Iba a ponerse más cómoda cuando apareció de nuevo el artículo que le interesaba, vaya, en este no dudaría mucho. Sin pensarlo demasiado levantó la paleta y dijo en voz lo suficientemente alta:

     

    -Ofrezco 4.500 galeones

     

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  17. Bufó un poco al escuchar las demás pujas, bueno, no le quedaba más que seguir ofreciendo los galeones que tenía. Se quedó meditando un poco mientras los demás seguían pujando, vaya, al parecer aquello estaría reñido, pero la diversión comenzaba y eso era lo que le importaba a la Evanik.

     

    Siempre le había parecido divertido ver el deseo de obtener algún objeto o criatura, era interesante lo mucho que una persona podía gastar por un simple objeto. Sí, aún recordaba una subasta en la que por mera diversión había contribuido a elevar el precio de un objeto sin que ella lo quisiera realmente.

     

    -Ofrezco 26.000 galeones- murmuró levantando la paleta.

     

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  18. Vaya… escuchaba las voces por aquí y por allá de aquellos que deseaban comprar aquella poción, si, ella también la deseaba y en realidad no le importaba gastar todo con tal de conseguirla, después de todo ¿en qué otra cosa podría gastar su dinero? Tenía todas las criaturas que deseaba, y sobre todo, los caballos que tanto adoraba. Tenía los suficientes como para que no deseara tener ni uno más.

     

    Dejó que siguiera la puja, escuchó algunas voces conocidas y después de un rato se decidió a hablar por fin.

     

    -Ofrezco 17.000 galeones – dijo en voz lo suficientemente alta mientras levantaba la paleta.

     

    Off: Bóveda

  19. -Por Merlín, hace tanto que no aparecía por aquí- murmuró la castaña tan solo entrar en el lugar.

     

    Llevaba semanas sin pisar Londres y mucho menos sin asistir a una subasta, pero no tenía nada que perder con estar ahí, quería despilfarrar un poco los galeones que había ido obteniendo con el tiempo, aunque no estaba realmente segura de cuanto dinero poseía a esas alturas.

     

    Se encogió de hombros y se situó alejada del resto de los asistentes, en definitiva y por los artículos que había logrado ver, esa subasta parecía prometedora. Dejó que pasaran algunos objetos, había llegado tarde, eso era un hecho y se había perdido de algunas criaturas que podían captar su atención, pero lo más interesante aún no llegaba, solo le quedaba esperar.

     

    No tardó en aparecer un objeto que le interesaba, la gente comenzaba a pujar por el mismo, pero la Evanik prefería esperar, quería tentar un poco más el terreno y ver qué era lo que podía hacer al respecto.

  20. Oficina Creadora de Hechizos y Pociones

    Oficina de Giovanna

    Esperar... si algo había aprendido en esos últimos días era a ser mucho más paciente, sin duda alguna esos esfuerzos habían dado frutos ya que habían pasado algunos minutos y era el momento en el que aún no recibía respuesta alguna por parte de Giovanna. En otro momento lo más probable es que ya se hubiera retirado en busca de hacer algo más.

    La Evanik observó a su alrededor en busca de alguien, pero nada, se encogió de hombros en un gesto inconsciente. Todo estaba sumido en aquel silencio habitual, y al parecer no cambiaría, no se escuchaban pasos acercándose, ni una sola voz.

     

    Aunque le gustaba el silencio y la soledad del departamento, en ese momento disfrutarlo no resultaba de lo más conveniente, ya que de verdad debía de charlar con alguna de sus superiores. Tenía dos opciones, esperar ahí a que Giovanna apareciera o dejar una nota e ir a su escritorio a realizar un informe que al parecer debía.

     

    Meditó las dos opciones, ambas opciones sonaban tentadoras, pero dada su situación lo mejor era esperar. Quizá incluso ahí mismo podría comenzar a redactar el informe, después de todo estaba completamente sola y no había nadie que la observara.

     

    Sin siquiera pensarlo se dirigió a la improvisada sala de espera que había ahí, y antes de aparecer pergamino, pluma y tinta se quedó meditando. Observó un poco hacia el pasado, en cómo había comenzado su travesía en aquel departamento y sin poder evitarlo en su rostro apareció una sonrisa de satisfacción.

     

    Había pasado varios años trabajando en aquel departamento, en realidad, incluso antes de salir de la Academia había llenado todo el papeleo necesario para laborar como aprendiz, de verdad deseaba estar ahí, parecía ser que ese sería su lugar. Esperaba ser aceptada como aprendiz pero por una feliz coincidencia al tiempo en que salían los resultados, se había graduado en la Academia, y con ello entro directamente como empleada.

     

    Aún recordaba esa discreta emoción que había surgido en su interior al enterarse, si, desde aquel momento aquel departamento había pasado a formar parte fundamental de su vida, y aunque no sabía cómo, haría que continuara siendo de aquel modo.

     

    Enarcó una ceja, en retrospectiva aunque parecía que se encontraba en el mismo sitio donde había empezado en el departamento, las cosas eran totalmente distintas. Hace un gesto negativo con la cabeza, en realidad había recorrido ya un largo trecho y estaba bien donde se encontraba, no podía ambicionar más.

     

    Tras un suspiro vuelve a dibujar una máscara de frialdad en su rostro, es hora de volver a trabajar.

     

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  21. Oficina Creadora de Hechizos y Pociones

    Oficina de Giovanna(?)

    Desde su llegada a Londres, la única otra cosa en la que había pensado además de en su hogar, había sido en el Departamento de Misterios. Había abandonado todo así sin más, lo había necesitado, pero eso no justificaba su comportamiento, simplemente había dejado todo botado sin más.

     

    Aún recordaba la última misión, había emprendido su camino a Rusia como le habían ordenado, pero no había logrado concluir el trabajo, la había dejado en lo que se podría decir, un término medio. No había enviado noticias, pero lo poco que había realizado se había hecho bien, solo faltaban hacer saldar una cuenta y el trabajo en aquel país estaba por concluido.

     

    En aquel país tras varios sucesos le bastó hacer una pausa para quebrarse, de un modo literal, su condición de demonio y su estado de ánimo no habían sido una buena combinación y había huido de si misma,, se había recluido para intentar volver. Para cuando fue recuperando el control de sí misma cayó en la cuenta de lo que había hecho, y desde ese momento había estado pensando en cómo aparecer.

     

    En ese momento se encontraba en el elevador, sabía que al piso al que se dirigía era el único al que poca gente llegaba, y para ser exactos, generalmente bajaba sola. Para ese momento, seguía sin saber como explicar su situación, de lo único de lo que estaba segura era de a quién le daría una explicación más a detalle. Leah era su nueva jefa, y aunque sabía que tenía el cargo bien merecido y la chica tenía todo su respeto, su abuela era a la persona a la que le debía la mayor explicación.

     

    Bajó del ascensor hacia el centro del ya conocido Hall Circular, normalmente no le era necesario pensar demasiado a donde ir, pero en ese preciso instante se encontraba en un dilema. La oficina de la directora o la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones? Tomó una decisión con rapidez, o más bien, su mente lo hizo. Iría primero con la persona con la que tenía la esperanza de tardar una menor cantidad de tiempo.

     

    Las puertas comenzaron a girar en torno a sí hasta detenerse, la castaña caminó con seguridad hasta ella y se encontró con el ya conocido pasillo. Caminó sin ver a su alrededor hasta la oficina de la Jefa de la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones, se paró en el momento justo y se quedó mirando la puerta de madera fijamente. Pasó a penas un minuto cuando levantó su pálida mano y tocó tres veces, enseguida la bajó y la misma quedó escondida entre la tela de la capa. Sólo le quedaba esperar la respuesta de Leah.

  22. Addison Evanik Haughton

    Oficina Privada de la Directora- Rol con Juve

    Kit y Henry se unieron enseguida a la castaña, ellos dos serías sus ojos y sus oídos, debía de confiar en ellos por completo, pero más debía confiar en Walker, el cuidaría sus espaldas en todo momento mientras estuvieran en Rusia, prácticamente le estaba confiando su vida. Y estaba claro que su abuela le tenía confianza total al hombre, y aquello le infundía un poco más de confianza, pero aún así, se sentía un tanto recelosa respecto a aquello.

     

    Tenía que olvidarse de aquello si pretendía terminar con aquello, la Black lo había dicho perfectamente, aquel tema ya había dado mucho de que hablar como para dejar que un error tan simple arruinara todo. Salió de la oficina de la Black con la firme idea de realizar un trabajo impecable, como siempre lo habían realizado, ya había trazado un plan en su mente y tenía ya las órdenes necesarias.

     

    -Walker, contacta a Hackett, quiero toda la información posible -espetó al chico cuando salieron de nuevo- Henry, Kit, necesito que no se aseguren que no haya ningún problema con nuestra llegada a Rusia, no quiero problemas con el Ministerio de Magia, esto queda en sus manos ¿entendido? -dijo con rudeza.- Nos veremos aquí mismo en unos momentos, les daré tiempo para que preparen todo- murmuró mientras se alejaba.

     

    Los tres chicos acataron las órdenes y cada uno se alejó para realizar sus respectivas actividades. Desde el punto de vista de la castaña Walker tenía el trabajo más difícil, pues por lo que había dicho la directora, su visita ya se había planteado con antelación y el Ministerio de Magia Ruso ya estaba informado de su llegada, lo único que debían de hacer Henry y Kit era mandar el correspondiente papeleo para que ninguno tuviera problema.

     

    El verdadero trabajo de ellos sería llegando a Rusia, su primer trabajo al llegar ahí sería obtener toda la información posible sobre el caso, si es que alguien más le había dado seguimiento, cómo había sido, cuándo había sido y si ellos de verdad podrían trabajar solos para terminar la tarea, o habría algún compañero en el campo que trabajaría a su lado.

     

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  23. Addison Evanik Haughton

    Despacho de la Directora- Rol con Juve


    Asintió ante las palabras de su abuela, aunque esperaba que las cosas no se complicaran realmente, observó de reojo al Walker y asintió, parecía ser que ellos dos se llevarían bastante bien. Tenía la cara de ser la clase de chico que no se andaba por las ramas, que iba directo a hacer su trabajo y eso le sentaba como anillo al dedo, no le gustaba perder su tiempo en nimiedades, prefería hacer todo rápido y efectivo, aunque muchas veces eso le costara un poco.


    -Claro, creo que el tiempo es lo de menos, me causa una mayor preocupación saber que clase de complicaciones nos podremos encontrar, que otra cosa -hizo una pausa- aunque con la ayuda de Hayleen, creo que todo esta bajo control -dijo segura de sí misma.


    Hizo un gesto afirmativo para dar a entender a la Black que comprendía la función de Henry y Kit, los dos funcionarios del cuerpo de seguridad del departamento, al tiempo que grababa sus nombres en su mente. Aquello tenía la apariencia de ser fácil: terminar lo que ya habían empezado. Pero por esa misma razón, la Evanik se encontraba poco más preocupada, siempre el final resultaba ser un poco más complicado que comenzar, pero a la vez resultaba ser más divertido, ¿y quién era ella para negarse a tal oferta? No era algo que se ofreciera todos los días.


    La misión, finalmente, era trabajar con el ministerio Ruso para poder darle fin a los canallas que habían osado a engañar a una de las dependencias ministeriales más importantes, esa era una parte, ella tenía una razón mucho más persona. Habían herido su orgullo propio al hurtar objetos de la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones, y por ello, se había realizado la promesa de no descansar hasta hacer pagar a los culpables.


    -Muchas gracias... -murmuró- nos veremos pronto -dibujó una sonrisa de satisfacción en su rostro y estrechó la mano de su abuela, antes de cruzar con ella la mirada por última vez.


    El viaje a Rusia la volvía a poner dentro del juego, se sentía como si hubieran pasado años desde la última vez que había realizado un trabajo como aquel, y había pasado tan poco tiempo que le impresionaba ese sentir. Se levantó y se dirigió a la puerta con paso decidido, sabía que el Walker pronto se encontraría con ella.


    -Te veo en cinco minutos en el atrio, no quiero tener retrasos -fue lo único que le dijo al Walker fuera de la oficina, necesitaban partir ya, y no había gran cosa que preparar.

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  24. Addison Evanik Haughton

    Despacho de la Directora- Rol con Juve

    -Claro, espero que todo se encuentre en perfecto orden -comentó al tiempo que asentía.

     

    Las palabras que había dicho la Black respecto al tema de su antiguo puesto no eran más que verdad, los años de trabajo juntas las habían llevado a entender los pensamientos de la otra, a comprender la minuciosidad del trabajo y que no todo era tan fácil como parecía, mucho menos para alguien con un cargo de tal importancia en el Departamento de Misterios.

     

    -Yo tampoco imagino a alguien completamente capaz de ocupar ese puesto, no es nada fácil, aunque debo de admitir que le envidiaría bastante -respondió en un murmullo.

     

    No lo podía negar, aunque no lo llegara a decir en voz alta, sentía una pasión por ese sitio que nadie se la quitaría, y esa era la razón principal por la que no había abandonado el departamento, porque si lo hacía hubiera sido como quitar una parte esencial de la vida de la castaña, ya había sido despojada de algo vital, y aquello era lo único que le quedaba.

     

    Escuchó con atención su nueva misión, y sin poder evitarlo sonrió para sus adentros, asentía de cuando en cuando para dar muestra de que no se había perdido en la conversación. Estaba informada del tema, aunque no de groso modo, si sabía de lo que estaba hablando la rubia, había participado en tal investigación y había logrado conocer cuáles artículos habían sido los robados dentro de su oficina.

     

    Aún recordaba el sentimiento de furia e incredulidad al saber que habían osado a robar en el Departamento de Misterios, era un sentimiento que afloraba al tocar aquel tema, y no dudaba en buscar venganza contra aquellos que se habían atrevido a hurtar lo que resguardaban las paredes que la rodeaban.

     

    Grabó en su mente el nombre del contacto del Departamento de Misterios Ruso y enseguida levantó la mirada para observar al joven de cabellos cobrizos. Al parecer el sería su compañero, mano a mano y en el cual probablemente depositaría su confianza y su vida. Lo observó bien, de arriba a abajo grabando cada detalle de él en su mente e intentando descifrar que había detrás de aquella máscara que mostraba.

     

    -De acuerdo -dijo y volvió la mirada hacia su abuela- por el momento no hay dudas, conozco el caso y con lo que tengo aquí será más que suficiente para dar fin a aquellos que se atrevieron a entrar aquí -comentó señalando la carpeta que le había sido entregada.- Claro, no me preocuparé por el momento, y por supuesto que continuaré aquí, no sería capaz de trabajar en otro lugar que no fuera este -esbozó una sonrisita de suficiencia y enseguida preguntó- ¿hay alguna otra cosa que deba de saber o Walker y yo nos podemos poner manos a la obra?

  25. Addison Evanik Haughton

    Despacho de la Directora- Rol Juve

    Debía de ser honesta consigo misma y al fin aceptar que aquel informe estaba impecable, no había algo que pudiera cambiar de él, más a falta de algo mejor que hacer, estaba empeñada en encontrar un error, por minúsculo que fuera, ella deseaba encontrarlo. Pasaba las hojas páginas y no encontraba nada, y al parecer no lograría encontrar más, pues en ese momento Kath se acercaba a la Evanik y le indicaba que podía pasar.

     

    Apenas tuvo tiempo de notar la voz de la asistente, pero aquello era cosa suya, en realidad sus intereses estaban puestos en la puerta de caoba que se encontraba entreabierta para darle la bienvenida.

     

    -Gracias Kath -respondió la castaña y enseguida se paró. Atravesó la estancia con la habitual elegancia y soltura con lo que lo hacía y finalmente se adentró en el despacho de su abuela.

     

    Enseguida visualizó todo a su alrededor, le dio un rápido vistazo a la estancia antes de centrar sus ojos grises en la mujer que se había acercado a su encuentro. Le dirigió una sonrisa a la rubia y al igual que ella lo hizo, le estrechó la mano con familiaridad, enseguida escuchó las palabras que su abuela le tenía que decir y no pudo evitar soltar un siseo al escuchar la mención de su antiguo puesto, aunque lo había decidido ella misma, sentía una pesadez interna.

     

    -No me importa esperar, finalmente creo que tenía que venir a este encuentro ¿no? -dijo y esbozó una sonrisita de suficiencia.- Ah, mi antiguo puesto, si ha sido toda una pena, no me hubiera gustado entregarlo, sinceramente ¿quién sabe en qué manos quedará? Es algo que me causa cierto... pesar, pero prefiero al menos continuar aquí como empleada a despedirme de este lugar, eso sería algo complicado, además lo que hemos logrado aquí, no lo abandonaría tan fácilmente.

     

    Tomó asiento al tiempo que la Black lo hacía y asintió ante la interrogante de la rubia.

     

    -Claro, creo que me hace falta un whisky de fuego... -comentó. Por un momento recordó lo sucedido meses atrás, pero enseguida desechó el recuerdo, ese no era el momento para pensar en promesas.- Precisamente he venido a entregar esto -dijo mientras le tendía la carpeta a la directora- es el informe de la última investigación que se llevó a mi cargo, los resultados obtenidos fueron exitosos y todo ya está perfectamente registrado -murmuró.- Y claro, además de eso, debido a que la antigua jefa de oficina ha dimitido de su puesto, quisiera saber cuáles serán mis actividades en este momento, ya que al parecer me encuentro sola..-finalizó.

     

    Su último comentario había resultado un tanto sarcástico para sí misma, las razones que la habían llevado a dimitir de su puesto no eran las que más le agradaban y esa era la razón principal por la cual, aún a pesar de hablar del tema con total libertad, le resultara un tanto desagradable.

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