Medite sus palabras un momento, una madre daba todo por sus hijos y yo ya lo había hecho antes...el sacrifico por mi único hijo en mi primer vida fue lo que me dio una segunda oportunidad en esta segunda, cuando supe que estaba embarazada nuevamente y que este sería tan distinto al primero me puso feliz, se que no todas las madres tienen ese instinto de amor por su descendencia, pero eso sucede más con las humanas que con las de la naturaleza, yo estaba dispuesta a ser mejor no solo por mi si no por mi familia.
Me había perdido un poco en mi mente cuando volví a prestar atención a lo que ella continuó diciendo, podría haber riesgo al trasformarme para mi bebé, a mi parecer no habría tal cosa debido a las protecciones que tenía sobre él...pero la magia es caprichosa y podría reaccionar de distintas formas, confiaba en mis conocimientos como nosferatu, había aprendido mucha magia en latín muy antiguo sobretodo muy prohibida u olvidada en la actualidad, aún así si esto lo ponía en riesgo lo dejaría.
La sabia dama continuó instruyendome sobre como realizar la transformación y que sea con cuidado, entiendo perfectamente que ella no desea que le pase nada a mi retoño, ese sentido ambas estamos en la misma sintonía. Relaje mi cuerpo al punto que podía sentirme liviana, con los ojos cerrados respiré profundamente un par de veces centrando mi mente en la imagen de una serpiente "Yarara" en sus colores, su largo, la forma de su cuerpo y en lo venenosa que es, su comportamiento según la zona donde se encuentra...todo aquello sin prisas pues en el detalle esta la esencia de todo.
La había visto cambiar a un ave majestuosa en un momento, demostrando lo tan practicado y asumido tenía tal acción, su cuerpo era una plastilina que podía manejar con tanta maniobrabilidad que seguro venía de la mano con sus años de experiencia.
Cuando me pidió que lo intentara fue cuando puse mayor esfuerzo al asunto y me concentré en mi misma, mi cuerpo empezó a fluir lentamente como siguiendo la orden de cambiar, aquello no era fácil pero tenía un poco de experiencia en metamorfomagia esto no se comparaba del todo, ya que una te permite modificar parcialmente el cuerpo, no se logra al 100% ciertamente y en cambio esta habilidad te hace cambiar a un animal en específico completamente.
La sangre fluía velozmente en mis venas preparando tanto la mente como el físico, finalmente el cambio se fue realizando, ya no tenía brazos lo que era sumamente extraño y por un momento pareció que me iba dar un ataque de ansiedad pero debía ser más fuerte que eso así que logré mantener la relajación, logrando acostarme en el suelo antes de realizar todo el cambio y así evitar golpearme si me encontraba de pie, mis piernas dejaron de ser dos para transformarse en un ser único, aquello se sentía extraño, ni visión había cambiado, la lengua bífida era el órgano que contenía el gusto y el olfato, tenía alguna que otra habilidad.
Tenía que acostumbrarme a este cuerpo con sus recursos y limitaciones, por supuesto sabía por qué había elegido semejante animal y no uno como un León, la única desventaja que le encontraba era que no podía volar, pero sabía bien que nadaba y que incluso podía trepar, que contaba con una agilidad considerable, que debido a su tamaño podría meterse en espacios pequeños y que también era una venenosa bastante letal...me agradaba ser una "Yarara".
Me quedé expectante a la arcana me dijera algo más mientras me seguía acomodando en mi misma, también pensaba en mi bebé, debía esperar.
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