Ashley Atkins
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-¡41.500!
Alzó la voz la rubia del fondo. Sabía que probablemente quedara tan pobre que no lo soportaría por mucho tiempo, pero su avaricia era más grande de lo que ella podía creer y su competencia más aún. Lo quería, debía tenerlo y seguiría luchando si de eso se trataba. En algún momento alguno se cansarían y el premio sería suyo o por lo menos eso quería creer, estaba convencida. Necesitaba seguir adelante con la puja para poder obtenerlo si realmente lo quería y salir con la victoria, después de todo. Si debía avadear a todos para poder obtenerlo, también lo haría. Sea lo que fuera por ganar.
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Eso era, prácticamente, la guerra. 25 mil galeones había sido la última oferta más alta que había escuchado para aquel producto y estaba, un tanto dudosa, dispuesta a seguir aumentando el precio con tal de poder conseguir algo de éxito en la subasta. No lo había logrado en la primera, pero esperaba que ésta fuera mejor que la anterior y pudiera superarse y al resto por igual. Necesitaba, por lo menos, irse con el sabor a victoria que había perdido la noche anterior.
-30.200 galeones, he dicho.
Sentenció luego de escuchar la voz de su hermana Leah decir la cifra más alta de la subasta hasta el momento. No se llevaría la victoria tan fácil... debía seguir luchando para conseguir aunque sea lo más mínimo.
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¿Experiencia?
Con escuchar aquella palabra casi se muere de la envidia. ¿Tendría la oportunidad de poder participar en aquella subasta? Se mordió el labio inferior mostrando apenas la punta de uno de sus pulcros colmillos y levantó la mano al escuchar la última oferta para llamar la atención de los empleados del Concilio y así poder gritar y hacerse escuchar con su nueva oferta.
-17.100 galeones
Esperaba tener la oportunidad esa vez de poder llevarse algo para ella y no como la noche anterior que con poca suerte se llevó la misma cantidad de dinero de vuelta a su hogar y con una vena saliente de su frente.
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La noche anterior no había tenido la oportunidad de ganar ninguna de las cosas que se habían subastado, pero llegaba un nuevo día con nuevas subastas y si bien había llegado tarde esperaba llegar a tiempo para lo que realmente quería. Escuchó la última oferta al producto del último fantasma que se subastaría y se acomodó, nuevamente, en uno de los últimos asientos que habían en la carpa del Concilio. No le interesaba mucho lo que se subastaba al llegar, por lo tanto pensaba dejar pasar aquella oferta, por más tentadora que pudiese parecer...
Esperaría a la otra.
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-Págalo... Ahora sí que me retiro.
Sentenció. Era una lástima. Tuvo la mínima esperanza de poderse llevar al Barón, pero no podía seguir ofertando a menos que no quisiera quedarse en banca rota. No era un buen momento de su vida para apostar tanta plata a un solo objeto que quizás padecería por mucho tiempo. Miró a Pik y, sin hacer ninguna mueca de molestia, hizo una pequeña reverencia con la cabeza y dejó se llevara por fin su valioso producto.
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-27 mil galeones por el Barón
Sorprendió de repente la Atkins. Quizás era una estrategia, quizás no, quizá solo era el desquite de su ira. Lo que importaba es que volvía al juego y pelea por el Barón Sanguinario. Fue bastante inesperado el grito luego de haber dicho que abandonaba la puja, pero en una de esas tenía la oportunidad. Miró a sus oponentes con frivolidad y esperó que quedaran callados para poder tener al producto e irse satisfecha con su nueva compra.
Nunca había asistido a una subasta, pero la verdad que le parecía bastante entretenida a pesar de todo.
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-*****... hasta aquí llegué.
Estaba bastante molesta. No creía que un fantasma valiera tanto dinero, así que simplemente se apartó de la puja entre ambos personajes y esperó otra subasta más. Estaba comenzando a enfurecer con el hecho de que hasta el momento no había tenido la oportunidad de obtener absolutamente ninguna de las cosas que habían ofrecido. Pero, sin embargo, no bajaba los brazos por luchar por alguna otra cosa que pudiera y quisiera realmente obtener.
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Las tres voces habían cantado al mismo tiempo el mismo precio por el Barón Sanguinario. La sorpresa se la llevó Ashley y esperó a escuchar una nueva oferta para poder pujar un poco más y quizás, así, quedarse con la victoria y el producto subastado. Sabía que no sería nada fácil. Se notaba que sus oponentes serían muy constantes con sus ofertas, o por lo menos eso daban a parecer. Estaba impaciente, inquieta, acomodándose contínuamente en su lugar.
-10.500 galeones por el Barón.
Se alzó la voz de la rubia esperando ser la última oferta y quien se llevaría a la copia del fantasma de Slytherin.
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El Barón Sanguinario. La copia del fantasma de la casa de Slytherin se hacía presente para ser el próximo producto subastado. Jank lo anunciaba un poco perezoso, pero aun así era un producto que se le hacía interesante tener a la Atkins. Miró nuevamente su reloj de bolsillo y se dio cuenta que el tiempo había volado prácticamente en el tiempo que había estado allí al igual que todos los que la rodeaban.
-10.000 galeones -pujó Ashley
Esperaba que fuera lo suficiente como para que algunos callaran y tuviera la victoria con un poco más de dinero, quizás. Pero sabía que los demás ofertantes no se cansarían rápido, o eso daba la impresión.
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50.000 galeones. Hasta ahí había llegado la Atkins. Era demasiado para ella. Era un poco triste el hecho que se tuviera que retirar. Realmente anhelaba esas criaturas, pero no podía seguir pujando si es que quería seguir teniendo algo de dinero en su bóveda. Se negó con la cabeza admitiendo la derrota y siguió a la espera de una nueva oferta o producto. A pesar de todo, quería seguir siendo participe y así, por lo menos, poner un poco de diversión a su vida solitaria.
-Sigo escuchando.
Cansada de estar parada, se sentó en una de las sillas del fondo esperando por más.
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Ante sus ojos aparecieron las criaturas más maravillosas que había visto alguna vez. Se abrieron de par en par y sabía... sabía que debía pujar por ellas. Eran dos, eran hermosas y estaba dispuesta a dar el suficiente dinero para poder obtenerlas. Escuchó la primer oferta hecha por Mia; 10.000 galeones. Era un precio alto, pero que estaba dispuesta a alzar.
-20.100 galeones -se impuso la voz cortante de la Atkins luego de escuchar la última oferta hecha por Pik
Miraba únicamente a esas bellezas, así como también a Zack. No iba a llegar mucho más lejos, pero esperaba que fuera lo suficientemente honesta con ella misma y con la cantidad de galeones que podía llegar a gastar. Era muy preciado su oro, así como lo que estaba ofertando y debía, no solo quería, tener.
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Ashley se pasó la noche escuchando las ofertas de todos los que estaban allí, pero hasta el momento ninguno de los productos le parecía atractivo. Estaba esperando el momento perfecto para ofertar, estaba esperando el momento perfecto en que el producto que más le llamara la atención apareciera frente sus ojos color esmeralda y aclamara su nombre para pujar por éste. Mientras tanto disfruto del espectáculo de puja y pelea entre varios de los integrantes interesados en lo subastado.
-Por ella no daría nada... -dijo para sí misma con voz despectiva ante la copia de la Dama Gris.
Siguió expectante a que otro producto llegara y fuese mucho mejor de lo que habían presentado hasta el momento.
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La nieve cubría con una fina capa absolutamente todo lo que rodeara a la Atkins. El suelo estaba repleto de las marcas de las huellas de los magos y brujas que habían pasado por allí en todas direcciones. Más adelante podía divisar las carpas instaladas en Central Park que habían puesto los del Concilio de Mercaderes quienes estarían realizando una subasta. Luego de haber escuchado los productos subastados, la vampiro no pudo dejar de lado el interés que sintió por poder participar de un evento así y, si tenía suerte, llevarse algo consigo.
La capa negra que cubría el cuerpo de la mujer llegaba hasta el suelo, arrantrándose por la nieve y borrando su rastro tras ella. Algunos rostros conocidos se encontraban allí, aunque decidió hacer caso omiso y seguir con su objetivo. Observó a los empleados del Concilio y destelló una maliciosa, pero cómplice, sonrisa de soslayo. Sabía exactamente quiénes eran cada uno de ellos y dónde pertenecían.
Manteniendo el silencio y expectante a que el evento comenzara, se quedó firme en su lugar y con la esperanza de poder llevarse algo de recompensa a su hogar. La competitividad no era lo suyo, pero habían productos lo suficientemente interesantes como para que la Atkins hiciera, por lo menos, un intento por ganar. Tomó su reloj de bolsillo para verificar la hora y todo indicaba que había llegado justo a tiempo para no perderse de la oportunidad.
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Buenas! Ayer me olvidé de pasar por acá para avisar que había publicado la ficha de personaje secundario. Ya hice la actualización a mi ficha de personaje principal para que quedara acorde al secundario. Espero que pueda ser aprobada. Si bien le faltan algunos retoques, es algo en lo que ando trabajando y espero pronto poder completar, pero creo que mientras tanto esta ok así. Espero que esté todo bien
Saludos!
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http://i.imgur.com/o4uyCN8.jpg
Nombre: Perséfone Zwaan
Edad: 26 años
Nacionalidad o procedencia: Holandesa
Raza: Humana
Personaje principal al que está asociado: Ashley Atkins
Relación con el personaje principal: Familiar lejano
Aspecto Físico:
Cabello lacio, castaño y largo hasta debajo de la cintura. Sus rasgos son marcados y perfectos, completamente simétricos a su rostro ovalado. Nariz pequeña, sus cejas finas enmarcan sus ojos, de un gris azulado, dándole una mirada profunda y sensual. Sus pómulos son marcados y sus labios, de un rojo natural, son ambos gruesos. Su figura es, al igual que todo su apariencia, perfecta. Es delgada y todas sus curvas están en el lugar correcto; su altura es promedio, no es ni muy alta ni muy baja, pero sus piernas son largas y esbeltas, haciendo que tenga un cuerpo que cualquier modelo envidiaría. Es caucásica, de un suave tono perlado y normalmente mantiene un pequeño rubor.
Cualidades Psicológicas:
Tiene un carácter muy sensible, siempre actúa con alegría y amabilidad con todos. Su mirada refleja su típico humor sano. Constantemente se esfuerza por caer bien a todo el mundo con su simpatía y buen ánimo, aunque si esto no le resulta se entristece. Es muy extrovertida e hiperactiva, le encanta estar en constante contacto con las personas. Cuando comete errores puede pasar toda su vida pidiendo perdón.
Es confiada, pero no tonta, a pesar de su simpatía hacia todos siempre trata de no caer en malas manos. Es sincera, pero siempre se refiere a las personas con un tono suave de voz y con mucha ternura tratando de causar el mejor efecto en la persona. Es como tocar seda.Sin embargo, posee otro lado un poco más perverso que se lo reserva para tener contacto e intimidad con cualquiera a quien a ella le atraiga. Muchas veces consiguió lo que quería por el simple hecho de hechizar a la persona con su increíble poder de seducción.
Historia:
Perséfone viene de una familia holandesa de mucho poder y prestigio. Familia mágica y antigua con grandes referentes políticos en su historial, hasta el propio padre de la joven. Y justamente por cuestiones puramente políticas, la familia Zwaan emprende su viaje hacia la ciudad de Londres. Como hija de, siempre consiguió todo lo que quiso. Nunca necesitó esforzarse en nada, simplemente en sus estudios como cualquier adolescente promedio de su clase. Gracias a los beneficios obtenidos tuvo la oportunidad de viajar por varios lugares del mundo a temprana edad. Se nutrió siempre de los conocimientos que esos viajes le aportaban, a pesar de ser una rebelde destacada. Como era muy común en ella, no hacía caso a las demandas de sus padres y en sus constantes pedidos de no seguir metiéndose en líos.La historia familiar es casi desconocida para ellos debido al largo historial que comenzaba al rededor del 1300 o antes. El padre de Perséfone, Camiel Zwaan, apenas reconocía la historia a partir del 1800 en adelante, porque era los únicos registros que habían quedado. Sin embargo, por algún motivo que desconoce, necesitó la ayuda de su hija para investigar a Ashley Atkins quien aparecía en uno de los antiguos escritos de sus antecesores. ¿Acaso tenía algo que ver con la familia? Para su lástima el escrito que poseía no decía demasiado de la rubia, solo lo suficiente para entender que se encontraban en el mismo país.
Con las habilidades de la morena, se acercó lo suficiente a la matriarca Atkins interceptándola en las calles del Callejón Diagon, insistiendo en mantenerse cerca de ella por más que a la rubia le pesara y lo logró. Obtuvo su lugar en el castillo Atkins y desde entonces no ha dejado de observar a la vampiro y pasando informes mensuales a su padre de lo que podía o no llegar a ser.
Otros datos:
- Micropuff – Regalo cortesía de Ashley.
Condiciones de utilización: Única persona que puede utilizarla.
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Buenas tardes.
Vengo a pedir unos ligeros cambios en la historia de Ashley, debido a que quiero hacer la ficha de personaje secundario que me quedó colgada hace tiempo y como en la historia no la nombro para nada, me gustaría integrarla para poder crearla correctamente.
Paso a dejarles:
El 25 de enero de 1802 una mujer daba a luz a una bella bebé. Era un día de invierno, frío y con un fuerte torrencial de lluvia, el cielo negro haciendo parecer que era de noche y los rayos que caían sobre la ciudad de Londres, la iluminaban esporádicamente. Los ojos de la bebé eran de un color indefinido, sus pequeñas manos llamaban al abrazo con su madre y sus piernas pataleaban acompañadas de un quejido surgiendo de su pequeña tráquea. A pesar del clima oscuro, el rostro de quien llamaron Ashley estaba iluminado.
25 de enero de 1811
Querido diario,
¡Qué emoción! Por fin tengo dónde escribir mis días. He pedido esto durante varios meses y hoy, por fin, me lo han regalado. Es mi décimo cumpleaños y no hay mejor regalo que éste. Sé que aquí podré contar tantas cosas, ¡y ya tengo tantas para contar! Que no sé por dónde comenzar.
Quizás pueda contar lo extraña que me siento alrededor de mis hermanas, que en realidad sos mis amigas, pero las trato como si fueran de la familia al igual que su madre. Son seis en total y un varón, siempre juego con todos en el jardín hasta en los días de lluvia, pero dos de mis hermanas ya están por casarse. Lo que me preocupa es que no sea por amor, sino por arreglo e interés. No quisiera terminar así y lo peor es que sé que pronto buscarán a alguien para mí.
Por ahora no me preocuparé más sobre el asunto, creo que no es momento. Mientras tanto seguiré jugando con mis hermanos. El día que me quieran imponer algo, huiré.
27 de enero de 1811
Querido diario,
¿Acaso es que he visto el futuro? Hoy por la mañana vino un muchacho muy apuesto y codiciado en la ciudad, no llamó mi atención a decir verdad, pero si quien lo acompañaba. Un hombre callado y esbelto, bastante sumiso. Al mantenerse al margen de la situación, el que más llamaba la atención era su amigo. ¿Qué hacían allí? Pedirle la mano a mi hermana mayor. Con toda su emoción contestó afirmativamente.
Quizás esté frustrada o decepcionada. Sé que no lo ama o por lo menos eso demuestra, pero con tal de tener dinero y poder pasarnos a nosotros ella se regala. Qué manía
3 de febrero de 1811
Querido diario,
Perdona que te haya abandonado por tantos días, pero es que nos habíamos ido de viaje y por accidente te dejé sobre mi cama. Te preguntarás a dónde hemos ido, pues ya pasaré a contarte. Fue un excelente viaje.
Nuestro destino fue Gibraltar, aunque fue algo conflictivo dado a la gran mayoría de españoles habitando allí, lo pasamos muy bien. El motivo del viaje no lo sé, la verdad es que mi padre iba y venía, pero jamás nos dijo nada o por lo menos que nosotros hayamos escuchado. Apenas se acercaba a la mesa para desayunar, almorzar, tomar el té y cenar en familia, el resto del tiempo casi no lo veíamos.*hojas arrancadas*
5 de noviembre de 1812
Querido diario,
He conocido a aquel hombre callado y sumiso que algún día describí.
30 de noviembre de 1812
Querido diario,
Mi madre, o mejor dicho la madre de mis amigas, y mi padre se están comportando de manera extraña conmigo, realmente no estoy muy segura de lo que esté pasando.*hojas arrancadas*
Para finales del año 1812, a la edad de los 10 años, Ashley dejó de escribir en su diario porque, ciertamente, lo había olvidado todo. Días antes de que esto sucediera, la gran amiga de la familia y madre de las 6 niñas mordió a la Atkins absorbiendo casi toda su sangre, dejándola debilitada, indefensa e inconsciente en un lapso de desesperación por sangre humana. Al darse cuenta de lo que había hecho con su propia ahijada, la revivió con la consecuencia de transformarse en vampiro. Por la culpa que ésta sentía le realizó encantamientos para el olvido haciendo que la niña se olvidara hasta de su propio nombre.
Aunque ese final no hubiese estado en sus planes, tuvo que finalizar lo que había comenzado. Entre su desesperación y su culpa, la mujer se limitó a darle información a la pequeña Atkins.
—Tu nombre es Ashley Atkins, estabas por llamar a la puerta pero te desmayaste, por lo que vine a ver si estabas bien y vemos que si, si necesitas algo para beber o lo que sea, me dices —eso fue lo único que Ashley pudo saber sobre sí misma.
No tenía un hogar, no sabía su edad, no convivía con sus padres, ni hermanas. La soledad rodeaba su completo entorno social. Su sensación era agria y confusa, lo que fue aumentando al pasar de los años. Mientras trataba de encontrar respuestas a sus miles de preguntas, su mejor asilo fue el bosque. Su vida a partir de allí fue simplemente para descubrirse a sí misma, entender su desesperación por la sangre y adaptarse a su nueva vida. En los momentos que se acercaba a la civilización para conseguir pistas que la guiaran a su anterior vida, muchos la veían de mala manera y la rechazaban.
Mientras más investigaba, más se consumía; cuando encontraba algo que le servía, se le escapaba de las manos. Y mientras más pasaban los años, sus instintos de vampiro comenzaron a fluir y estar a flor de piel. El bosque era el lugar perfecto para aprender a cazar, antes de descubrir que su debilidad era cuando alcanzaba a oler sangre humana. No pasó mucho tiempo para que comenzara a asesinar a sangre fría para saciar su sed.
Habían pasado cuatro años luego de su pérdida de memoria. Teniendo quince años de edad ya se las podía arreglar sola en su mundo lleno de criaturas extrañas y personas desagradables, así como asuntos con la ley mágica. Por la noche se solía acostar en el húmedo suelo de tierra, mirando al cielo y escuchando a las lechuzas ir y venir con sus paquetes o sobres, así como disfrutando todos los sonidos que le regalaba la naturaleza y sus características vampíricas. Hasta que una noche se llevó una sorpresa. La noche de su cumpleaños -aunque ella no supiera que lo era- recibió un sobre y una varita.Ashley, esta hecha a tu medida. Su nombre es Fortia, espero que aprendas a usarla con rapidez.
Saludos.No decía nombre ni nada que pudiese llegar a identificar, pero aquella varita se unió a ella como si fuera una extensión más de su cuerpo. Aquel regalo le despertó miles de dudas, preguntas sin respuesta que harían hacerla querer seguir investigando costara lo que costara. Tardó tiempo en comprender por qué se la enviaban, cómo era que sabían de su existencia. Su temor por utilizarla era inmensa, pero poco a poco fue cediendo y aprendió el arte de la magia.
Cada vez que podía viajar, lo hacía pero con el fin de poder encontrar cosas de su pasado o saber quién era esa persona que se había acordado de ella. En cada viaje, travesía, odisea, su carácter se marcaba más. Su madurez había sido temprana a pesar de muchas veces haber encontrado problemas. Habían pasado varios años cuando conoció a sus amigos, con los que levantaron la mansión Rambaldi. Varios viajes a Italia, como también a muchas partes de Europa. Lo que Ashley no sabía es que toda su familia se concentraba en Gran Bretaña y muy pocos en Sudamérica durante las guerras muchos de los Atkins emigraron hacia Argentina, pero cuando cesaron solo muy pocos quedaron allí, volviendo la gran mayoría-.
Ashley siempre se caracterizaba como una persona constante y fue gracias a eso que siempre consiguió lo que quería. A la mayoría de edad pudo realizar la Academia y mantener un trabajo dentro del Ministerio de la Magia.
La familia Rambaldi no solo fue gran parte de la vida de la vampireza, sino que alguien más lo fue. Hugo Haughton, que fue uno de los fundadores de la familia y compañero de oficina en donde trabajaban ambos Oficina del Ministro-, le propuso matrimonio. Si bien hicieron la boda y actualmente siguen casados, para la historia de éste amor no tiene frutos que se vean a la luz. El tiempo que llevan de casados jamás lo supieron aprovechar.
En aquella familia adoptó a muchos hijos. Se cree que siempre lo hizo para llenar ese vacío dentro suyo, el vacío que su propia familia le había generado. La falta de familia, de cariño materno y paterno, esas cosas que para ella jamás había tenido y que pretendía dar por no tolerar que una persona dejara de tenerlo. Ese sabor amargo jamás lo pudo olvidar y tampoco lo hará. Muchos la terminaron abandonando, pero el sentimiento amargo ya lo conocía y no le sorprendía.
Parte de su vida la pasó defendiendo lo que, para ella, era lo bueno. La Orden del Fenix le había brindado tantas cosas maravillosas que se sentía en una familia allí dentro, conviviendo con todos sus compañeros. Le dejaron formar parte de la Academia, como profesora de Generales, donde allí conoció a alguien verdaderamente importante para ella. Leah Black. Al principio no fueron muy unidas, pero jamás la olvidó.
Lamentablemente, Ashley, luego de un año de portar la bandera fenixiana se dio cuenta que todo lo que ella pensaba que era bueno, en realidad no era más que una careta. La Orden del Fenix pasó a ser su enemigo, su visión volvió a ser la que era cuando asesinaba a sangre fría y fue en ese momento cuando conoció La Marca Tenebrosa. Aunque lo que vino luego no se lo esperó.
El día que la rubia le comentó a Leah Black lo que quería hacer con su apellido, fue cuando toda la historia tomó un camino sin retorno. Derek Lúcien apareció como padre sanguíneo, avergonzado por lo que había hecho no solo a Ashley sino también a Leah, resultando ser hermana sanguínea de la vampiro. La familia Atkins comenzaba a surgir de la nada, haciendo de su búsqueda un cero a la izquierda y dándose cuenta de que el bando que había elegido era el correcto, no solo por ideales, sino también por familia.
Junto con su hermana compartieron muchas cosas en su ingreso a la Marca. Entre tantas cosas, los negocios, entre ellos el familiar. Las ansias de Ashley por saber sobre su pasado y su familia se fortalecían cada vez más y tuvo la fortuna de haber encontrado a la Black para ayudarla a continuar con la búsqueda.
Solo había una pieza en el tablero y era su prima, Charlie Atkins** quien había develado varias cosas en un acontecimiento en la mansión Rambaldi. Se abrió paso a crear el castillo Atkins y esperaba que aquella vieja familiar apareciera frente a sus ojos para dar más explicaciones y dar una vuelta de tuerca más a la historia.
Ashley pasó por muchas familias, como también fue adoptada por muchas mujeres como su madre, pero a la única persona que siempre le sorprendió, era a Derek Lucién, que la adoptó en la familia Malfoy y luego se unió junto con Leah Black para levantar el castillo Atkins y formar la familia que la vampiro siempre quiso. Aunque, dado al carácter de ésta, nunca se lo demostró a su padre. Pero había algo mucho más grueso tras la relación alejada de ambos. Derek era su verdadero padre y por un tiempo ella no lo supo.En la larga vida de la Atkins muchas cosas estaban inconclusas, eran extrañas, inexplicables. Pero, sin embargo, seguía su camino, luchando por descubrir a cada paso que diera su verdadera historia familiar; es por ellos que dejaba entrar en su vida a nuevas personas, pero nunca dándoles su confianza, sino como un método de investigación de lo que esas personas pudieran darle a su vida. Allí es donde entró el papel de Perséfone Zwaan. Una mujer vividora, hermosa, divertida, alegre y siempre aprovechando su belleza para fines egoístas. Había algo en ella que Ashley nunca había podido considerar, se aprovechaba a cada instante de cualquier cosa que pudiera, pero no podía entenderla. Entró en su vida de una manera sospechosa y seguía intentando entender por qué insistía en quedarse junto a la rubia, a pesar del maltrato que ella le otorgaba. Había algo más allí, pero ¿qué era?
** Personaje inventado, pero con el que he roleado.
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Consumibles en Batallas
Nombre:
Link a la certificación: enlace
Nota: No se permiten más de 5 consumibles en inventario.
Consumibles especiales:
Nombre: Llave de Gryffindor
Link a la certificación: enlaceNombre: Llave de Ravenclaw
Link a la certificación: enlaceNombre: Llave de Slytherin
Link a la certificación: enlace -
Poderes de Criaturas
Tipo de Poder:
Licencia de uso: -
-
Criaturas Mágicas
Clasificación X:
Nombre producto: Gato
Puntos obtenidos: 10
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Nombre producto: Micropuff
Puntos obtenidos: 10
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Clasificación XX:
Nombre producto: Jobberknoll
Puntos obtenidos: 20
Link a la certificación: enlace
Nombre producto: Grindylow
Puntos obtenidos: 20
Link a la certificación: enlace
Nombre producto: Augurey
Puntos obtenidos: 20
Link a la certificación: enlace
Clasificación XXX:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Clasificación XXXX:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Clasificación XXXXX:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Criaturas en la Reserva:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Total de puntos en criaturas: 80 -
Pociones Mágicas
Clasificación A:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Clasificación AA:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Clasificación AAA:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Clasificación AAAA:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Clasificación AAAAA:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Total de puntos en pociones: -
Objetos Mágicos
Clasificación A:
Nombre producto:
Puntos obtenidos:
Link a la certificación: enlace
Clasificación AA:
Nombre producto: Varita Mágica
Puntos obtenidos: 20
Link a la certificación: enlace
Clasificación AAA:
Nombre producto: Pensadero
Puntos obtenidos: 40
Link a la certificación: enlace
Nombre producto: Espejos Comunicadores
Puntos obtenidos: 40
Link a la certificación: enlace
Clasificación AAAA:
Nombre producto: Moto Voladora
Puntos obtenidos: 80
Link a la certificación: enlace
Clasificación AAAAA:
Nombre producto: Huevo de Ridgeback Noruego
Puntos obtenidos: 160
Link a la certificación: enlace
Total de puntos en objetos: 340 -
Indice de Bienes
Objetos Mágicos:
Clasificación A:
Clasificación AA:
Varita Mágica
Clasificación AAA:
Pensadero
Espejos comunicadores
Clasificación AAAA:
Moto Voladora
Clasificación AAAAA:
Huevo de Ridgeback Noruego
Pociones Mágicas:
Clasificación A:
Clasificación AA:
Clasificación AAA:
Clasificación AAAA:
Clasificación AAAAA:
Criaturas Mágicas:
Clasificación X:
Gato
Micropuff
Clasificación XX:
Jobberknoll
Grindylow
Augurey
Clasificación XXX:
Clasificación XXXX:
Clasificación XXXXX:
Criaturas en la Reserva:Libros de Hechizos:
Libro del Aprendiz de Brujo
En situación transitoria y sin poder hacer uso del libro:
Libro de la FortalezaPoderes de Criaturas:
Consumibles en Batallas:
Consumibles Especiales:
- Llave de Gryffindor
- Llave de Ravenclaw
- Llave de Slytherin
-
Yo creo que ya hasta deben haberse olvidado de mi(?) la única emocionada fue Aiola T_T maldetos. Acky ni siquiera me vio o_o
En fin, pasando de largo de las quejas y dramatismos paso a dejar mi formulario. Como ya tengo las dos familias, debería quedarme en amigos, pero se sabe del lazo familiar que hay con Leah... a menos que haya cambiado todo y ni enterada. En ese caso... bueno, qué se le va a hacer.
Nick: Ashley Atkins
Ficha Personal: A.A.
Bóveda Personal: B:89689
Elfos o mascotas: Gato que no recuerdo el nombre y Sunny
Negocios (sólo si los tiene): Ya los tienen
Indicar de quién quieres ser familiar: De todos
Parentesco sanguíneo o adoptivo: -
Mencionar en qué otra familia estás: Atkins y Rambaldi
Skype: Lo tienen.Los adoro a pesar de todo u_______u
-
2
-
Subasta de Navidad
en Villa del Cascanueces
Publicado
-Zack, quedate con la seguridad que luego de esto te mataré -dijo con total seriedad y frivolidad la Atkins luego de escuchar su oferta -¡42.300!
No lo permitiría. Sabía que su bóveda quedaría completamente vacía luego de la subasta, pero de verdad quería ese producto y como ya se sabía seguiría luchando por él hasta que no le quedara mucho más por ofertar. Necesitaba que se rindieran, que pararan ya, porque seguiría igual y entendía que luego de eso debería romperse el alma para conseguir más galeones sea de sus locales o de conseguir urgentemente un nuevo empleo y ponerle tanto empeño como fuera necesario para que el sueldo le fuera suficiente para apañar la cantidad de galeones que perdería. Sufría por dentro, pero por fuera demostraba ser una ofertante nata.
-¿¡55?!
Casi se infarta. Decidió terminar de pujar.