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Caroline Ryddleturn

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Todo lo publicado por Caroline Ryddleturn

  1. Elaena Ivashkov Por varios minutos Elaena se quedó en silencio, viendo como su compañera atendía a los clientes que iban llegando. Wanda revisaba los formularios rápidamente y ella se dedicaba a observar para ir aprendiendo mejor. Sabía que allí no podía cometer errores y tampoco era algo que le gustaba mucho. De pronto salió de su ensimismamiento, cuando la otra bruja le habló acerca de lo difícil que era su apellido. —Sí, puedes decirme así. Mis amigos generalmente me dicen Ela —comentó, mientras distraídamente veía uno de los catálogos que estaba sobre el mesón—. Mi apellido es rumano y muy viejo. Yo tengo cuatrocientos noventa años, así que imagínate. —Rió brevemente y fijó su vista en una clienta que había ingresado. Elaena consideró que Wanda ya había atendido a muchas personas y que ella no podía estar para ahí sin hace nada. Se adelantó a su compañera y recibió el pergamino que la mujer le extendía. Comenzó a leerlo rápidamente, mientras escuchaba a la bruja comentar acerca de no estar segura si les quedaban Puertas Mágicas y Nimbus 3000. Para corroborarlo, Ivashkov examinó el catálogo. —Está de suerte, señorita Stark —dijo y alzó la vista hacia ella—; queda un par de Puertas Mágicas. Por lo demás, su formulario está correctamente. Puso el sello sobre el papel y lo dejó encima de todos los que tenían compras aprobadas. Luego se dirigió hacia Wanda, quien acababa de hablarle sobre la cantidad de trabajo que había allí. —Me imagino que debió ser un caos. Esto lleno de personas esperando para comprar y tú junto a los demás empleados atendiendo sin parar. —Jugueteó con un pluma—. Empecé hace dos semanas más o menos, igual que mi doble, Caroline. ~*~ Compra aprobada de Madeleine Stark. ¡Saludos!
  2. ¿Acaso era broma la pregunta que Spectum les hizo? ¿Cómo era posible que un profesor que estuvo en la Academia no supiera que allí enseñaban a conjurar el hechizo Patronus? Caroline rodó los ojos y prefirió quedarse callada, escuchando simplemente la respuesta que su compañera daba. De haber hablado, ella habría dicho lo mismo, por lo que consideró que no había necesidad de seguir redundando en lo mismo. «Si me hubieran avisado que esto iba a ser tan aburrido, habría tomado Estudios muggles, donde estoy casi segura me hubiera divertido más.» Ryddleturn sonrió sutilmente, ante lo que acababa de pensar, casi como una broma interna. Luego de que Ariadna terminara de dar todas sus explicaciones, el profesor repitió que ella acababa de decir: que se las debía ingeniar mejor. Caroline esperaba que así fuera. Por su parte se imaginaba que él conjurara alguna criatura tan oscura que le helara hasta los huesos o un hechizo que su sola pronunciación causara miedo, pero hasta el momento no había nada de eso. Lo único oscuro ahí era el salón, debido a que las velas continuaban apagadas. Y en medio de la oscuridad, unas diminutas estelas comenzaron a aparecer. —Creo que tendremos fuegos artificiales —susurró la vampiresa, mientras mantenía sujeta su varita a la espera de lo que ocurriera. La luz fue cada vez más potente, encandilando ojos de Caroline. Con el antebrazo se tapó la vista, hasta que todo volvió a la normalidad. Sus pupilas verdosas se abrieron completamente, recogiendo los pequeños destellos de luz que habrían sido invisibles para un humano y así poder ver lo que se acababa de formar. Era una criatura que jamás había visto, que tenía aparentemente la anatomía de un hombre y que parecía estar formado de una viscosidad negra. Ella se le quedó observando fascinada, con el interés de saber lo que hacía. —Hasta que te esforzaste, Crouchs —murmuró—. Ya iba a ir a pedir que me devolvieran mi dinero —añadió, en un tono que dejaba en evidencia algo de broma y verdad. A continuación, el docente se dirigió hacia Ariadna y usó el hechizo Imperius para tomarla bajo su poder. La primera orden que le dio fue que debía matar a Caroline y ella sabía muy bien que lo decía en serio. Para los Mortífagos matar no era ninguna novedad y lo había aprendido durante el tiempo que estuvo allí. En ese momento estaba del otro lado, de los que debían defenderse y la clase lo decía literalmente; debía hacerle frente a las Artes Oscuras. Con su vara en lo alto, escuchó el nombre de la muerte salir de los labios de su compañera. —¡Protego! —soltó sin chistar y un escudo transparente surgió de su arma mágica, absorbiendo el rayo esmeralda que ella tantas veces había usado—. Si me quieres muerta, vas a tener que esforzarte más. Y ese hechizo también lo aprendí en la Academia. Aunque me intriga más el de mi compañera... —Sonrió y se encogió de hombros—. Sigo acá por si acaso —dijo con voz cantarina.
  3. —Muy bien, Lyra ¿y tú? —respondió, con una sonrisa en el rostro—. Es lindo volver a trabajar acá, aunque cuando estuve el año pasado, no teníamos tanta concurrencia. De momento no tengo preguntas, he visto que todo sigue como antes. La charla fue interrumpida por los clientes que entraban a comprar. Lyra se encargó de atender al primero, mientras que Caroline tomaría las compras de los demás. El primero fue un hombre que alcanzó uno de los formularios y comenzó a completarlo. Luego lo entregó y ella lo recibió para revisarlo. Con una pluma fue marcando los puntos que estaban correctos hasta que llegó al final. —Todo en orden, señor Weasley. —Caroline introdujo las pociones en una bolsa de papel y se las entregó. Después se volvió hasta Sally, a quien le había vendido un par de brebajes minutos atrás. Tomó su formulario y al terminar de leerlo le puso el timbre para aprobar la compra. —Aquí tiene, señorita Sally —señaló la vampiresa y le hizo entrega de su compra. La última a la que atendió fue a Amya, quien pidió que le enviaran los artículos hasta su casa. Caroline asintió y revisó el pergamino de compra. Le puso el timbre y lo dejó junto a los demás. —Muy bien señorita Amya. A la brevedad recibirá las pociones en su hogar —señaló Ryddleturn. ~*~ Compras aprobadas de Nathan, Sally y Amya. ¡Saludos!
  4. Elaena Ivashkov «¿Trabajar? ¿Yo? ¡Debe ser una broma!», fue lo que Elaena le dijo a Caroline cuando le pidió que la ayudara en el Magic Mall. En sus 490 años no había tenido nada parecido a un trabajo y aún así se las había arreglado muy bien. Por eso le pareció extraño que su Doppelgänger le pidiera semejante favor y que además creyera que ella iba a acceder. ¿Es que estaba mal de la cabeza? Sin embargo, al final aceptó. No era una tarea muy complicada, sólo atender en una de las plantas del centro comercial de Londres. La había enviado a la de Objetos Mágicos, donde no había nada difícil de llevar. Era la primer planta y fue fácil acceder. En el interior del local no habían muchas personas. Estaban dos mujeres y la encargada de atenderlas, que sería su compañera. Elaena avanzó hasta detrás del mostrador y se puso al lado de ella. —Buenos días —saludó y estiró una mano—. Mi nombre es Elaena Ivashkov y estaré trabajando contigo. En ese instante, una mujer llegó entusiasmada a tomar uno de los formularios. Lo llenó rápidamente y con la misma energía lo entregó a las vendedoras. Ivashkov se adelantó y lo tomó. Lo leyó de arriba a abajo, teniendo en cuenta todo lo que le había explicado su doble. Al terminar buscó sobre el mesón el timbre de aprobado y lo plasmó sobre el pergamino, para luego dejarlo junto a los demás. —Todo está bien, señorita Amya. Espero disfrute de sus juegos. Después de ella se acercó otra muchacha y también le entregó el formato. Repitió la misma mecánica anterior de revisión y una vez que acabó puso el sello para aprobar la compra. —Señorita Croft, está todo en orden. Puede llevar los productos. —Elaena sonrió y luego se volvió hacia Wanda—. ¿Todos los días vienen muchos clientes? De momento su trabajo no le desagradaba. ~*~ Compras aprobadas de Amya y Mary. ¡Un saludo!
  5. Primer día de trabajo, una de las cosas que Caroline podía agregar a la lista de cosas que odiaba. Por otro lado, no todo era tan malo, porque había regresado al que fue su antiguo empleo. Ya no era la jefa del Magic Mall, sino una empleada, pero tampoco le desagradaba del todo porque podía estar más cerca de sus amigos y había disfrutado del tiempo que trabajó en el edificio comercial. Ese día había decidido visitar la segunda planta, donde se vendían pociones, luego de haber tenido una reunión con su jefa Lyra. Como ella le había explicado podía atender lo que deseara. Ya había ingresado al local, donde había un par de brujas y magos comprando. Avanzó lentamente, haciendo resonar sus tacones sobre el suelo. Llegó hasta el mesón y pasó por un costado para quedar detrás de él y comenzar a atender. Ese día había recogido sus bucles en un moño alto y algunos se habían escapado alrededor de su cara, dándole un aspecto juvenil. Sus labios estaban pintados de rosa pálido. —Hola, soy Caroline —señaló para saludar a su compañero de trabajo—. Vengo a echarte una mano. En ese instante, una mujer se acercó para entregar uno de los formularios de compra. Ryddleturn lo recibió y leyó los datos. Comprobó que todo estuviera bien. Y efectivamente así era. Tomó uno de los sellos que había y timbró el pergamino para confirmar la compra. —Está todo bien, señorita Sally. Espero disfrute de su compra. —Le entregó ambas pociones dentro de una bolsa de papel y dejó el formulario junto a los demás. Inmediatamente se aproximó Juve, una ex-compañera de bando que rellenó un formulario, mientras acariciaba su crecida panza de embarazo. Caroline se sorprendió y extendió una mano para tomar el papel cuando ella se lo entregó. —Buenas tardes, Juve —saludó y añadió—: Se te ve muy bien. Por otra parte, puedes hacer tu compra, no hay ningún error. ~*~ Compras aprobadas de Sally y Juve. ¡Saludos!
  6. Por lo visto, sólo dos iban a tomar la clase, luego de que León se retirara a otro salón con su pupilo. Spectum prosiguió con las explicaciones, deteniéndose en las respuestas que había dado Ariadna. Primero habló sobre el Boggart y la manera en la que ataca. Después se refirió acerca del Dementor. Puntualmente nombró el hechizo que lo neutralizaba —Expecto Patronum—, y lo pronunció erróneamente. Caroline enarcó una ceja y prefirió no decir nada, porque iba a ser muy feo que una alumna corrigiera al que era el profesor. Sin embargo, Spectum se paró frente a ella y repitió lo que la mujer acababa de decir, como si no la hubiera escuchado e intentó dejarla mal. —¿Es que acaso tu ego te dejó sordo, Crouchs? —soltó sin poder contenerse, llena de enfado—. Acabo de decir, muy claramente, que la mirada del basilisco mata al instante —agregó Caroline y se cruzó de brazos—. Si no sabes español, no es culpa mía. —Y con eso Ryddleturn guardó silencio. Cuando ella creyó que él iba a refutar lo que le había dicho, la puerta se abrió de un sopetón y una oscura voluta ingresó al aula. La temperatura descendió y todo atisbo de luminosidad desapareció. Instintivamente, Caroline sacó su varita de la liga en la que acostumbraba a llevarla y pronunció: «Lumus». Una potente luz surgió y alumbró un corto trecho, justo para que alcanza a ver lo que había ingresado. Al asombro de ver al Dementor, la voz del docente se escuchó —sólo su voz porque había desaparecido—, para indicarles lo que tenían que hacer. —Nosotras podemos encargarnos; no necesitamos su ayuda —susurró, ante el comentario de su compañera—. Un recuerdo feliz. No es la gran cosa… ¿Ella tenía uno? Rápidamente comenzó a pensar en todo lo que había vivido durante los treinta y nueve años de su vida, muy bien escondidos en su apariencia de veinte. Escogió cuando realizó su primer robo en París y la satisfacción que le había provocado engañar a aquel mago, pero lo desechó en el acto. Luego recordó el último cumpleaños que vivió en el Castillo Ryddleturn, antes de abandonar su hogar. «Tampoco es suficiente», se dijo, al momento que alzaba su varita para realizar el conjuro. Hasta que una pequeña imagen vino hasta ella, la que siempre había usado para realizar el encantamiento. —¡Expecto Patronum! —vociferó, apuntando con su vara al Dementor. Caroline esperaba que su colibrí tomara su forma corpórea, pero no fue así. Apenas salieron unos débiles hilos plateados que se esfumaron en medio de la oscuridad. La criatura aprovechó para aproximarse más a ella, ante el terror de haber fallado en el hechizo. Sintió como el frío recorría cada partícula de su cuerpo, a pesar de ser un vampiro, y una horrible sensación la apoderó. Cayó de rodillas al suelo, mientras era consumida por el Dementor que se alimentaba de su miseria. Ariadna por otro lado se había escondido detrás de un espejo. ¿Así era como iba a terminar todo? No era la primera vez que se enfrentaba a una situación como esa; lo había hecho en la Academia y en varios de sus viajes. Pero, ¿por qué había fallado su recuerdo? Era cuando volvió a su hogar y su madre la recibió con los brazos abiertos, sin reprocharle lo que había hecho. Eso ya no servía. Quizá era porque Caroline no era la misma persona de hacía tres años atrás, ni tampoco del año pasado. Sus vivencias la habían cambiado y esas nuevas vivencias la hacían feliz. —¡Lo tengo! —Con mayor seguridad que antes blandió su varita y murmuró—: ¡Expecto Patronum! —profirió, casi al unísono con su compañera que había decido salir a atacar. Sutiles filigranas fueron apareciendo de la varita de palisandro, hasta ir componiendo la forma de un colibrí. El Patronum, junto al tigre de Ariadna, arremetió hacia el Dementor que retrocedió víctima del hechizo. Caroline estaba feliz por lo logrado, pero también por el recuerdo que había invadido su mente y que permitió el conjuro. Se trataba de una de las tantas veces que se había reunido con sus amigos: Leah, Derek y Zack. Fue antes del largo viaje que hizo y en el que confirmó que la amistad que tenían era para siempre.
  7. Hola @@Nats Rambaldi Crowley ¡Bienvenida a nuestra besha y sensual familia! *O* ya te agrego al árbol para que seas parte oficial eso me recuerda que tengo que pedir actualización de la bóveda u_u xD. Puedes pasarte a rolear cuando quieras /o/ Ahora tenemos un alto drama xD. Todavía no tengo los blinkies u_u es culpa de los muggles (?) Nos leemos!
  8. Caroline ni siquiera podía recordar cuándo había sido la última vez que asistió una clase. ¿Tres años quizá? Podía ser, porque esa era la fecha en la que se había graduado, aunque después había ido a una de conocimientos. Ese día tenía que ir a la de Defensa Contra las Artes Oscuras, algo bastante irónico para alguien que se había dedicado a la magia oscura y que le continuaba atrayendo. Pero si se quiere saber manejar bien algo, también se debe conocer sus debilidades; ese era el motivo de tomar el curso. Ya había llegado a la Universidad, algo puntual para ella. Caminaba sin prisa por el campus, envuelta en una capa azul marino y con el rostro oculto por la capucha. Odiaba el invierno a pesar de que por su condición de vampiro el frío no la afectaba, al igual que el calor, pero de todas maneras no podía ir con vestido si la temperatura no superaba los 10 grados. Por el césped había una delgada capa de nieve, la que con cada pisada se iba pegando a las altas bucaneras que usaba la bruja; con ellas disimulaba su baja estatura. —Creo que esta es el aula —murmuró Caroline y se quitó la capucha. La puerta aún estaba cerrada y no se veía a nadie a quién preguntarle si ahí se daba el conocimiento. Bien, tendría que esperar, otra de las cosas que odiaba. Sin embargo, antes de decidir si buscaba a alguien que la orientara, una mujer apareció y la saludó. Por sus palabras daba a entender que era una estudiante igual que ella. ¿Y qué pasaba con el profesor? Ryddleturn no estaba muy segura quién sería, porque cuando se había inscrito todavía no estaban designados y por lo visto tendrían que esperarlo. —Eso parece —señaló e inmediatamente agregó—: Me llamo Caroline y creo que te había visto antes… —Sus ojos verdes recorrieron a la muchacha, con la seguridad de que había estado con ella en la Mini Marca años atrás—. Ah, ahí está. Spectum Crouchs abrió la puerta de la sala y les indicó que entraran. Ella lo conocía de cuando había estado en la Marca Tenebrosa, aunque nunca tuvieron una relación muy cercana o de amistad. «Esto está lleno de Mortífagos», se dijo Caroline, mientras ingresaba y se desabrochaba la capa. Después la hizo desaparecer con su varita y quedó con un suéter de hilo blanco y sus jeans negros. El interior de la habitación estaba algo oscura y decorado con cuadros que mostraban diferentes tipos de torturas. —Qué decoración tan adorable —soltó, con cierto sarcasmo. En ese instante, irrumpió en el aula un joven que buscaba a otro profesor y otra clase. Seguidamente entró León, a quien buscaba, y comprendió que hubo un error con la asignación del salón. Emitió un comentario y le sonrió a Caroline y su compañera. Ella le respondió de la misma manera, ya que lo conocía de la vieja Academia y también de cuando estuvo en la Marca Tenebrosa. Rápidamente el docente y su estudiante se retiraron, para que ellos pudieran continuar con su clase. Spectum tomó la palabra nuevamente y explicó diferentes hechizos y seres oscuros. Justo cuando mostraba el cuadro de una víctima de Cruciatus, clavó su vista en Caroline y esbozó una sonrisa. A pesar de que ella no podía leerle los pensamientos, comprendió lo que cruzaba por su cabeza. «Vamos, hazlo —pensó y enarcó una ceja, manteniendo una mirada desafiante—. Veamos si es que acaso puedes». Le guiñó un ojo al Mortífago y sonrió con burla, mientras él les daba su primer tarea. Ariadna se adelantó a responder. —La Acromántula, a diferencia de un dementor que deja sin alma, puede comer de un bocado —comentó la vampiresa—. Existe un hechizo, llamado Arania Exumai que la aturde. Ahora para matarla, no estoy muy segura que se pueda. —Caroline se cruzó de brazos. »La otra criatura que escogí es el Basilisco. Puede alcanzar más de quince metros de largo, tiene colmillos venenosos, su mirada mata al instante y el reflejo de sus ojos petrifica. Lindo, ¿no? Se cree que el canto del gallo es letal para él. También puede ser combatido por otro tipo de armas mágicas, como una espada por ejemplo.
  9. —Gracias por el recordatorio, señorita Broohilda —comentó Caroline—. Creo que ya tengo los puntos necesarios para el segundo libro. La vampiresa guardó el libro comprado dentro de su bolso y rebuscó entre sus cosas la vuelapluma. Al encontrala sacó uno de los formularios del mesón y comenzó a rellenarlo como lo había hecho anteriormente. Su primera compra no era de tanta urgencia como esa, ya que quería tomar la clase que darían para aprender los hechizos y casi ya no quedaban días por el inicio. Y no era la única en la misma situación: casi todo Ottery había corrido al Magic Mall para conseguir los tan preciados libros. Caroline completó las últimas líneas que le quedaban y le entregó el formulario a la vendedora que tan amablemente la había atendido. —Espero que el stock del libro de la Fortaleza no sea limitado —señaló, mientras esperaba—. Nunca había visto tanto revuelo por un producto. ID: 112915 Nick: Caroline Ryddleturn Nivel Mágico: IX Link a la Bóveda Trastero: B:107239 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: B:94592 Fecha: 2015-12-30 Nombre del producto: Libro de la Fortaleza. Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo. Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: -- Precio: 5000 G Precio total: 5000 G Total de Puntos: --
  10. Elaena Ivashkov —Parece que al único que le agradó verme es a Derek —señaló Elaena, mientras se ponía de píe y al escuchar el comentario de Leah dijo—: ¿Cómo sabes que fue hace un año? Parece que estuviste hurgando en mi ropa, querida prima. Ivashkov tenía casi quinientos años y estaba comportándose como una niña, pero era algo que solía hacer cuando estaba en presencia de Leah. Las demás personas casi no le importaban y por lo mismo no se inhibía a la hora de hacer una broma. Y aparentemente el resto tampoco sentía ningún tipo de vergüenza. Derek y su rubia hija comenzaron a sacar sus temas privados a colación, mientras que los aurores aún no se decidían a comenzar con la revisón. ¿Es que acaso necesitaban una tarjeta de invitación? Leah fue la primera en decirles que iniciaran, así el resto se podía quedar discutiendo en paz. Elvis realizó un par de hechizos con su varita y fue seguido por su compañera Ley. Por lo visto no era necesario que se movieran, porque los encantamientos se encargaban de recorrer el edificio. En ese instante, alguien llamó en la entrada del Castillo y Zack le abrió las puertas con un conjuro. Aparentemente la idea de que todo el Departamento de Aurores estaba ahí no era tan equívoca. —Milou —llamó Elaena a su elfo y este apareció inmediatamente—. Trae a la chica que acaba de llegar. La criatura se encaminó hasta la entrada, donde estaba Kirara. Por otro lado, Zack le comentaba a Elvis sobre los objetos tenebrosos, luego de que él insinuara que allí podrían haber algunos. La vampiresa se encontraba en calma, porque ella no tenía nada que la inculpara. Los objetos tenebrosos que tuvo ya no existían, luego de que se quemaran en el incendio de su viejo hogar en Bulgaria y las últimas cosas que había adquirido estaban en su bóveda. El único problema eran las pertenencias de André, Nadeshka y Alexei. —Si me permiten, este Castillo tiene cientos de años y hay habitaciones que ni siquiera nosotros conocemos. Nuestros padres fueron los antiguos propietarios y no sabemos dónde están, ni mucho menos las cosas que pueden haber escondido acá. —Elaena se puso al lado de Zack—. No pueden culparnos por cosas que no nos pertenecen y como acaba de decir mi primo, nuestros objetos son aprobados por el Ministerio y certificados por el Concilio.
  11. Aprovechando que ya estaba en el Magic Mall y que no volvería dentro de mucho, Caroline decidió ir a comprar los demás objetos que tenía en mente. En esa fría tarde de diciembre no tenía más cosas que hacer, a excepción de la noche en la que tenía que quedarse a cargo del club nocturno que había abierto hacía un par de días atrás. Por otro lado, necesitaba de manera urgente un par de espejos comunicadores; las lechuzas tardaban mucho cuando necesitaba hablar con su molesta doppelgänger. Al ingresar al local, Caroline se quitó la capucha negra que venía cubierta con pequeños copos de nieve. Se abrió paso entre los clientes, hasta que llegó al mesón donde dejaban los formularios. Tomó uno y comenzó a rellenarlo rápidamente. Había hecho ese trámite tantas veces que ya lo conocía, además de que por varios meses trabajó en el Magic Mall en diversos cargos. Luego de terminar se cercioró de que no hubiera ningún error y le entregó el pergamino a la vendedora. —Buenas tardes —saludó—. Parece que las compras navideñas se extendieron —comentó, mientras veía la cantidad de personas que había a su alrededor. ID: 112915 Nick: Caroline Ryddleturn Nivel Mágico: IX Link a la Bóveda Trastero: B:107239 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: B:94592 Fecha: 2015-12-27 Nombre del producto: Espejos Comunicadores. Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto. Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 G Precio total: 2000 G Total de Puntos: 40 En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Dragones de bronce.
  12. Moia Awwww, estoy feliz de que te nos unas! Eres más que bienvenida, mi Morita del mal *-* vas a quedar en el árbol como hija de Derek y hermana de Leah. Ahora no te puedo agregar porque no ando en casa y estoy desde el cel xD. Más tardecito actualizo. En estos días traeré blinkies *-* Nos leemos!
  13. «Odio salir de compras —se dijo Caroline en cuanto ingresó al local de la tercer planta—. A menos que sea ropa». Todo lo que tuviera que ver con largos trámites y espera le desagradaba, sin embargo, como había hablado días atrás con Leah en la tienda de objetos, necesitaba un libro de hechizo. De antemano ya tenía una idea de los que quería, por lo que apenas se fijó en lo que había en la tienda y se dirigió directamente al mesón donde estaban los formularios. Sus largas bucaneras de tacón sonaron sobre la madera a medida que se acercaba. —Buenas tardes —saludó, mientras sacaba las manos de su cálida capa escarlata y tomaba un pergamino. Ryddleturn rebuscó la vuelapluma que siempre llevaba en su cartera y comenzó a llenar los campos solicitados. Al cabo de unos minutos estuvo completo, con una prolija y perfecta caligrafía. Tantos años de escritura en sus diarios y, la estricta educación de su madre, le habían conferido una letra envidiable. Revisó por último que no hubiera ningún error, ya que sabía que le rechazarían la compra si se equivocaba y no tenía más ganas de seguir esperando. Una vez segura le entregó el formato a la vendedora. —Me dice si hay algún problema. ID: 112915 Nick: Caroline Ryddleturn Nivel Mágico: IX Link a la Bóveda Trastero: B:107239 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: B:94592 Fecha: 2015-12-24 Nombre del producto: Libro del Aprendiz de Brujo. Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo. Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: Precio: 1000 G Precio total: 1000 G Total de Puntos: --
  14. Jelous por acá *o* *OOOOOOOOOOOOOOOO* *le cae encima a Cissy* yo sabía que tarde o temprano ibas a venir así que nada, estoy muy feliz de que te nos unas, aunque sea con tu pj secundario. Ahí te buscaré un lugar en el árbol (?) xD. Pasa a rolear cuando quieras *-* ahora nos invaden los del departamento de aurores xDD. Aviso que también agregué los datos de Mía. Árbol actualizado hasta la fecha Fuime (:
  15. Elaena Ivashkov —Es muy perceptiva, señorita Ley —respondió Elaena y bebió un sorbo de su whisky sin apartar su vista de ella—. Tengo algo así como una especie de hermana gemela, Caroline, y ella estuvo en el Concilio junto a Jank. Así que ya sabe, se quejaba constantemente porque su compañero faltaba. «Y también se quejaba de tener que trabajar con un odefo», se dijo Ivashkov y se volteó cuando escuchó que alguien llamaba en la entrada. Aparentemente las visitas iban a seguir llegando, visitas para nada agradables. Ella ni siquiera se molestó en ir a abrir, porque para eso estaban los elfos y tampoco mandaría al suyo ya que le había ordenado que se fuera a pasear por el bosque. Además, Derek había decido aparecer y como estaba acostumbrado se puso a hacer un drama digno de Broadway que no se perdería por nada. —El placer es mío, Derek —murmuró—. ¿O debería decir, tío? —bromeó, intentando quitarle importancia al alboroto que estaban armando los aurores. Luego se quedó en silencio, cuando Lucien señaló lo obvio y que ellos anteriormente habían dicho: que debían preocuparse más por quien había mandado la carta para inculparlos. Pero ya no tenía caso refutarlo, sobre todo porque el motivo principal por el que estaban ahí debían ser las sospechas de que Leah y Zack eran Mortífagos. Para Elaena era un caso cerrado y lo mejor era que los aurores revisaran, no encontraran nada y se marcharan, así ellos podrían continuar con su eterna pelea. Cuando ella creía que ya estaba todo acordado, otra bruja más apareció y no tardó en llamar la atención de los presentes. Las alarmas del Castillo se encendieron y Elaena lo sintió en cada parte de su ser. Se quedó quieta, lista para atacar, pero vio que se trataba de otra empleada del Departamento de aurores. Le dedicó una mirada de odio, por no haber tenido la ocurrencia de llamar, aunque por otro lado, podrían haberla matado y haber tenido una excusa que los respaldara. —¿En tu casa no te enseñaron a tocar? —soltó la vampiresa—. Agradece que no te cayó encima uno de los hechizos de protección. Volvió a cruzarse de piernas y se fijó nuevamente en Lunita, justo cuando esta comenzaba a hablar en medio de todo el ruido que seguían haciendo las alarmas. En menos de un minuto dijo una cantidad de palabras que quizá una persona normal no habría podido soltar. Elaena se le quedó mirando estupefacta, recibiendo todo el flujo de información que la muchacha les entregaba. Cuando parecía que al fin se detendría, continuó con su perorata hasta que, quizá por falta de aire o porque no le quedaba nada más para decir, se calló. —Mi prima tiene toda la razón. Nosotros nunca nos negamos a la revisión y en todo momento estuvimos dispuestos a colaborar —señaló Ela con tanto enfado como Leah—. Nos vuelven a pasar a llevar así y tendremos que avisar de esta situación al Ministerio de Magia. «O regalarles un par de maldiciones», pensó en medio de una fugaz sonrisa. La castaña dejó su vaso vacío sobre la mesita de centro y recibió el vaso lleno de whisky que extrañamente su prima le dio. Bebió casi la mitad, como si eso de alguna manera la tranquilizara y se fijó en Zack que luego de unos minutos decidió hablar. También estaba de acuerdo con el cateo y envió a su pantera a que acompañara a los aurores. Por otro lado, la otra joven que había llegado ingresaba en compañía del elfo de Leah y se sumaba a sus compañeros. —¿Están seguros de que no les falta nadie más? Tengo la impresión de que no vino la secretaria del Departamento de Aurores —espetó con cierta ironía—. Por cierto, tengan cuidado con mi ropa interior, la traje de París.
  16. Hola *o* Soy una despistada maaal. Olvidé venir a avisar que abrí la bóveda de mi negocio "Veste Dorée" u_u eso que fui duende acreditada xDDD. En fin, son cosas que generalmente me pasan a mí (?). Dejo la fichita con todos los datos ^^ Nombre del Negocio: Veste Dorée. Link a la Bóveda del Negocio: B:107259 Trámite a Realizar: Registro y Aprobación. Desde ya muchas gracias (: ¡Un saludo!
  17. Elaena Ivashkov No se necesitaban palabras para que Elaena comprendiera que no era bienvenida. A Zack no le había agradado su presencia y se notaba en sus gestos, aunque a ella tampoco le simpatizaba. Podría haberse largado a su cuarto a beber, pero quería saber qué era lo que estaba ocurriendo y porque había un par de aurores allí. Seguramente tenía que ver con que sus primos fueran Mortífagos, cosa que ella fue meses atrás, y estaban siendo perseguidos por la desaparición de un Fenixiano. —Seguramente Jank se está tomando unas vacaciones en alguna playa paradisiaca —murmuró Elaena, restándole importancia al asunto—. Cómo si fuera la primera vez que desaparece —agregó en un susurro, mientras se dirigían a la sala de estar. Al darse cuenta de sus palabras intentó arreglarlo—: Cuando Caroline trabajaba con ustedes me contaba que siempre faltaba al trabajo. Ivashkov se encogió de hombros para quitarle importancia y que nadie le preguntara porqué sabía tanto. No le apetecía tener que explicarles que cuando su doppelgänger no podía ir a trabajar, ella la reemplazaba. Además, si hubiera estado Leah podría haberlo dicho, porque hubiera sido lo mejor de la vida decirle que la había engañado en su cara no una vez, sino en reiteradas oportunidades. Pero como no estaba… Tomó asiento en un sillón de dos cuerpos y alcanzó una copa de whisky. Se cruzó de piernas y bebió un sorbo. Toda la conversación le parecía tan absurda y aburrida, además de que tenían pocas pruebas para acusarlos. ¿Una carta en rumano? Elaena sabía que sus primos no eran unos genios, pero tampoco serían tan est****os de ponerse en evidencia de esa manera. Y no era la única que lo creía, justo en ese instante apareció Leah y dijo precisamente lo mismo que acababa de pensar. En ningún mundo posible le daría la razón, ni siquiera para defenderlos y decidió quedarse en silencio, hasta que hubo algo que le hizo gracia. —¿Dices por la “reina de Rumania”? —soltó la vampiresa y se echó a reír—. A nuestros padres les habría agradado ver eso. —Volvió a beber y clavó sus verdosos ojos en los de su prima cuando le dedicó todo su odio—. Oh, lamento tanto haber roto tus esperanzas, créeme —ironizó y fingió un puchero—. Caroline te manda saludos y dice que está disponible para que puedan darse un revolcón. —Le guiñó un ojo y sonrió burlona. Por otro lado, Zack se encargó de hacer las preguntas y de ir aclarando la situación. Se podía notar la hostilidad por parte de todos y no era para menos, si Elaena estaba casi segura que había algo más detrás de todo eso y tenía que ver con los bandos. Era más que conocido que los Gryffindor eran Fenixianos y que sus primos se dedicaban a la magia oscura. Ella misma había estado en las filas Mortífagas, junto a su doble. por varios años y había sido atacada en su hogar innumerables veces. —Sé que soy la que menos aporta, porque estuve meses en Bulgaria y no estoy en el Concilio, pero siento que nos están tendiendo una trampa, por algo pusieron nuestro apellido. —Tragó una bocanada de aire y agregó—: al menos a mí no me molesta que revisen el Castiilo; no tenemos nada que esconder. ¿Ustedes qué dicen? Elaena contaba con que sus primos fueran cuidadosos con los objetos tenebrosos y al menos ella lo era.
  18. Consumibles en Batallas Nombre: Link a la certificación: enlace Nota: No se permiten más de 5 consumibles en inventario. Consumibles especiales: Nombre: Link a la certificación: enlace
  19. Libros de Hechizos Nombre: Libro del Aprendiz de Brujo Nivel: 1 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí En situación transitoria y sin poder hacer uso del libro: Nombre: Libro de la Fortaleza Nivel: 5 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: No
  20. Criaturas Mágicas Clasificación X: Nombre producto: Lechuza Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Gato Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Elefante Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Pantera Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Clasificación XX: Nombre producto: Aethonan Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Bowtruckle Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Hada Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Clasificación XXX: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación XXXX: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación XXXXX: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Criaturas en la Reserva: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Total de puntos en criaturas: 100
  21. Pociones Mágicas Clasificación A: Nombre producto: Embellecedora Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Alisadora Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Clasificación AA: Nombre producto: Seducción Eterna Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Clasificación AAA: Nombre producto: Sueño Angelical de Amor Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Clasificación AAAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAAAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Total de puntos en pociones: 80
  22. Objetos Mágicos Clasificación A: Nombre producto: Vuelapluma Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Anillo Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Bola de Cristal Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Pulsera Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Dije con cadena incluida Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Caldero Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Clasificación AA: Nombre producto: Varita Mágica Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Nimbus 3000 Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Cámara de Fotos Mágica Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Clasificación AAA: Nombre producto: Espejos Comunicadores Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Clasificación AAAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAAAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Total de puntos en objetos: 160
  23. Indice de Bienes Objetos Mágicos: Clasificación A: Vuelapluma Anillo Bola de Cristal Pulsera Dije con cadena incluida Caldero Clasificación AA: Varita Mágica Nimbus 3000 Cámara de Fotos Mágicas Clasificación AAA: Espejos Comunicadores Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Pociones Mágicas: Clasificación A: Embellecedora Alisadora Clasificación AA: Seducción Eterna Clasificación AAA: Sueño angelical de amor Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Criaturas Mágicas: Clasificación X: Lechuza Gato Elefante Pantera Clasificación XX: Aethonan Bowtruckle Hada Clasificación XXX: Clasificación XXXX: Clasificación XXXXX: Criaturas en la Reserva: Libros de Hechizos: Libro del Aprendiz de Brujo En situación transitoria y sin poder hacer uso del libro: Libro de la Fortaleza Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre:
  24. Hola *-* @@Ethan Lenteric ¡Bienvenido a la familia! Mi nombre es Carol y mi pj Elaena será tu tía maltratadora (?) ella es mala y odia a Leah u_u xDDDD. Ya estás agregado al árbol, así que formalmente eres partícipe de la familia. Pásate a rolear por el Castillo cuando quieras ^^ Aproveché de actualizar los nicks del árbol maldetos los odio por llevar el apellido y yo no xD y agregué el banner que me faltaba. Hasta aquí está todo al día. ¡Nos leemos!

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