Thomas E. Gryffindor

Mientras el Ryddleturn esperaba algo impaciente de que alguien del departamento les dijese algo al respecto del registro que venía a realizar junto a su hermana Anna, logró divisar que una mujer se acercaba con pesadez al mismo tiempo que intentaba limarse las uñas, hecho que descolocó completamente al demonio, ya que no imaginaba que un funcionario del Ministerio de Magia pudiese perder el tiempo de esa forma con una actividad de belleza que debería realizar con toda tranquilidad en su morada. - ¡No se preocupe jovencita! Con mi trilliza sabemos muy bien rellenar una ficha de éstas. Puede seguir con su tratamiento de manos por mientras completamos cada punto que se solicita expresamente en este documento de legalización de razas - comentó el sevillano al mismo tiempo que tomaba del brazo a su hermana para conducirla a un mesón en donde acabarían con el trámite.

- Estos trabajadores de hoy en día. Sólo vienen a perder su tiempo al Ministerio - expresó con recelo en dirección a Anna al mismo tiempo que empuñaba la pluma para untarla en el tintero y comenzar a escribir pulcramente sin que nada ni nadie le interrumpiese. Una vez terminado el rellenado del pergamino, Enrick se acercó lentamente al escritorio de atención al público mágico para entregar su formulario. - Espero que esté todo en orden - musitó ya más tranquilo mientras depositaba el manuscrito en las manos de la recepcionista sin despegar un ojo de los orbes de la muchacha que parecía estar un tanto intimidada con su presencia en ese lugar.

Ficha para el registro de Demonios

 

• Link a la Ficha Personal: Ficha

 

• Nombre del registrado: Enrick W. Ryddleturn

• Tipo de espíritu: Demonio Íncubo

• Residencia: Castillo Ryddleturn

 

• Características físicas:

Caracteriza en él su piel blanquecina como la leche, bastante lampiño y de suavidad incomparable. Musculatura simétrica, bien trabajada y tonificada. Segmentos corporales bien alineados y rangos articulares amplios, lo que le otorga cierta capacidad de elongación muy envidiada por sus hermanos desde que eran pequeños. Manos pulcras con finos dedos de pianista, nariz respingada y labios delgados bien delineados y rubiáceos. Tonalidad de ojos miel-verdosa (en un origen), cabellos sedosos rubios no muy lisos y rasgos faciales de herencia europea bien acentuados.

 

• ¿Puedes cambiar tu físico de alguna forma?:

Cuando sale a flote su poder demoníaco, cambian sus ojos de tonalidad, volviéndose mucho más opacos de lo habitual y asemejando un color más bien azabache sin distinguir la pupila del iris. Además su musculatura se hipertrofia notoriamente dándole un aspecto bastante temible ante el resto de los mortales comunes y corrientes.

 

• Características peligrosas:

- Un descontrol de sus habilidades por un segundo puede costarle la vida a alguien cercano.

- Estar en contacto con un medio acuático que resalte su poder innato, propagando electricidad en varias direcciones, sin medir la magnitud del problema que pudiese estar ocasionando a su alrededor a personas inocentes.

- Que llegue a tal punto el depósito de energía electromagnética, que se genere una sobrecarga del sistema, logrando ocasionarle un shock hipovolémico que desencadenaría en una enorme explosión que destruiría todo a diez kilómetros a la redonda.

 

• Poderes o dones:

- El más importante de todos es el manejo de la electricidad a su manera, ganándose el apodo “Príncipe del Relámpago” entre sus pares Ryddleturn. Puede generar grandes tormentas eléctricas en el cielo, lanzar descargas de corriente a través de bolas de energía luminosa que pueden matar a quien se cruce en su camino, conformar un puente iónico de electrocañón con ambas manos y atacar con rayos o truenos de potencia inimaginable.

- Poder de curación y regeneración tisular para ayudar a los demás, en conjunto con la habilidad de autosanación que lo puede sacar de más de un lío en alguna batalla.

- Puede elaborar un portal de teletransportación en los lugares donde la magia no sirve, siempre y cuando cuente con una gran reserva de energía, ya que es un poder muy complejo que puede agotar sus fuerzas de inmediato.

 

• Causas que te pueden descontrolar:

Principalmente que uno de sus seres queridos esté en peligro vital y que la magia no pueda satisfacer todas las necesidades que se puedan requerir en ese momento. Enrick siempre va a evitar usar sus dones demoníacos, por tener recelo de su condición congénita, pero en casos extremos no dudará en recurrir a ellos para socorrer a quienes ama.

OFF: ¡Hola chicos! Dejo a través de este modo mi consulta que realicé hace días y parece que nadie ha sabido cómo responderme. El tema es que yo ya estoy registrado como vampiro en el Ministerio, pero resulta que por condición innata soy un demonio al ser hijo de la Minina, por lo que pasaría a tener una raza híbrida muy extraña. No sé si pueda tener doble raza en el foro, pero si esto no puede ser posible desearía que me entregaran un “certificado” que quedase en mi Ficha de Personaje que avalara de alguna forma que tengo poderes demoníacos al igual que mi madre y mis hermanos. Les ruego que puedan ayudarme de alguna manera para poder desarrollar la personalidad de Enrick.

De cierta forma a Enrick le gustaba un tanto sentir la soledad y poder meditar en estos momentos sobre todas las cosas que quería y necesitaba cambiar en su vida ahora que ya no era un simple mortal y cómo adaptaría sus nuevas carencias sentimentales para que ninguno de sus seres queridos notase que la frialdad lo dominaba por completo al no evidenciarse latido alguno de su corazón, el cual parecía haberse fibrosado al cambiar las propiedades histológicas de su cuerpo con la transformación. Adoraba poder mantener sus ojos cerrados y deleitarse con el aroma a césped húmedo, pero dicho momento de gozo fue interrumpido por las palabras de un sujeto a quien reconocería a decenas de kilómetros a la redonda, puesto a que se trataba del vampiro que lo había iniciado sin su consentimiento.

- ¿Coincidencia? Yo diría mala suerte - regañó con ironía al mismo tiempo que recobraba la compostura y se ponía inmediatamente de pie para quedar mirando fijamente con sus orbes carmesí destellantes al recién llegado, en señal de no estar muy contento con la visita en pleno territorio de la fortaleza oscura. Mientras lo analizaba con la mirada inquisidora que le caracterizaba desde muy niño, el Ryddleturn encaminó sus pasos lentamente hacia atrás para mantener una distancia moderada con Zack y así evitar cualquier arrebato de parte suya contra el vampiro experimentado. - ¿Qué haces aquí? Me imagino que eres parte de los mortífagos, aunque no es difícil deducirlo después de lo que me hiciste con tal crueldad sin mirar que yo podría haber ocasionado las muertes de todos mis seres queridos que se encontraban allí ese día. Pero hay algo que siempre he tenido curiosidad... ¿Por qué yo? ¿Por qué me escogiste a mí dentro de todo el mundo? - preguntó con insensibilidad haciendo hincapié en lo inédito de la situación y lo curioso que era, puesto a que antes no conocía a tal inmortal ni siquiera un cruce mínimo de palabras antes del fatal momento.

El menor de los trillizos Ryddleturn esperaba ansioso que su dragón plateado de esencia vaporosa retornara al anillo que yacía en su dedo índice derecho, con ganas que emprendiera el vuelo de regreso en compañía de alguno de sus seres más queridos que se pudiese encontrar allí y que respondiera al llamado sin temor de que se tratase de alguna trampa o redada de los miembros de la Orden del Fénix que hubiesen logrado infiltrarse en la enorme base mortífaga de tonalidades opacas azabaches para atacarlos. Un poco impaciente y luego de caminar sin rumbo por el patio central, en un ir y venir, decidió tomar asiento en la superficie verdosa del césped para poder calmar un tanto los nervios que sentía en su primera vez en aquel lugar algo intimidante y solitario a la vez.

- Quizás no acuda nadie - se decía con tristeza al mismo tiempo que se tumbaba en el pasto, boca arriba y con las manos apoyadas en la nuca como respaldo, para contemplar la belleza de las estrellas que iluminaban el firmamento azabache esa noche llena de ilusiones y expectativas. Deseaba que prontamente alguien le recibiera con alegría mediante un fuerte abrazo lleno de vitalidad y ánimo, una muestra de cariño que le llenase el espíritu de fe y optimismo señalándole de que podría ser un buen mortífago y llevar a cabo de manera perfecta cada una de las misiones que la Triada le encomendase. Aún quedaban muchas horas para que el sol borrara todo vestigio de las penumbras, aunque no tenía muy en claro si aquel sitio estaba adaptado a la oscuridad durante el transcurso de todo el tiempo, por lo que cerró sus hermosos ojos carmesí y respiró profundamente, no para saciar necesidades de mecánica ventilatoria que no precisaba, sino más bien para apreciar el aroma a césped mojado y recién cortado que le agradaba tanto al igual que el chocolate cuando era un humano en su totalidad, especialmente cuando gozaba de su infancia privilegiada.

¡Hola a todos! Muchas gracias por la bienvenida a esta división prestigiosa. GoshI yo también trabajo en el Cuartel General de Aurors junto con Laura, por eso creo que no hay nadie mejor que acompañe al "Angelito Oscuro" que su propio marido. Sería un paseo de labores administrativas y de convivencia marital mortia; así mi amor me enseña algunos "tips" que tengo que ir adquiriendo a la hora de rolear con mi personaje de manera más tenebrosa y no tan "posha" como estaba acostumbrado, pero lo bueno es que ya tengo la experiencia de manejar personajes temibles (lo hice en Rol Avanzado). Les envío saludos a todos y prontamente traeremos el rol de Gringotts con la señora Ryddleturn

El oscuro manto nocturno cubría el firmamento en su magnificencia a esas horas del día, iluminado tenuemente por la luna y las estrellas que le hacían compañía con cierto recelo. Ya era muy tarde para salir de los territorios del castillo familiar en el "Bosque de Sherwood" y encaminarse rumbo a un lugar que desconocía por completo, pero que le llamaba mucho la curiosidad desde que había ingresado a las filas del bando seguidor del Señor Tenebroso. No sabía cómo iban a reaccionar los demás miembros al notar su arribo, detalle no muy menor que le tenía los nervios de punta, pese a su condición de vampiro que le hacía parecer frío y calculador frente a las incomodidades de la vida común y corriente. Fue así que a través de una voluta espesa de humo negro apareció en medio de una enorme explanada rodeada de colosos árboles y plantas de diversas especies y colores.

Lucía un atuendo bastante elegante y sobrio a la vez: un pantalón de tela delgada y cómoda matiz negro; una camisa de iguales tonalidades desabrochada en sus dos botones superiores, dejando entrever los pectorales trabajados del mago; un cinturón de cuero de bisonte opaco que abrazaba su cintura y que llevaba adosado al costado izquierdo un estuche del mismo material que contenía la varita de madera milenaria del joven inmortal, un reloj de pulsera de oro blanco muy costoso obtenido en Londres y zapatos de piel de cocodrilo africano de color azabache. Sobre todo su vestuario, adquirido en una tienda muggle junto a su madre Lyra un día de verano, llevaba puesta una capa de viaje con capucha que se mimetizaba perfectamente con las penumbras; haciendo que con sus movimientos perfectos y veloces, pasase desapercibido entre las sombras de los macizos troncos y criaturas que moraban el “Bosque de los Necrófagos”.

- Si mi brújula personal no me falla, debo estar cerca de mi destino - se dijo para si mismo mientras desviaba su mirada en todas direcciones, tratando de buscar algún camino que le indicase la forma más segura de llegar a la fortificación mortífaga. Paso a paso, el Ryddleturn continuó la travesía, hasta llegar al final del frondoso bosque y donde se podía divisar la enorme construcción arquitectónica negra que sobresalía del verde habitual que le estaba mareando un poco en su recorrido. Tras cruzar el umbral, observó maravillado el enorme patio que estaba en su interior. Aquel lugar parecía ser sacado de películas, ya que poseía privilegiadas dimensiones que conmovían al individuo más gélido del planeta; un verdadero sitio de entrenamiento de duelos y además de esparcimiento junto a sus colegas de labores; un grato espacio de planificación de asaltos y de programación de las torturas más temibles a aquellos que se las merecían por no hacerse respetar como magos de sangre limpia ante la sociedad mágica que hoy en día estaban vivenciando mundialmente.

- Espero que esto funcione y que no me traiga problemas una vez más - expresó con vergüenza el sevillano, al mismo tiempo que acariciaba el anillo familiar que había encontrado en la “Isla Atlántida” y que le servía como guía a la hora de encontrar a alguno de los miembros de su linaje que estuviese cercano a su posición geográfica. Fue así que apuntó con seguridad y directamente al frente de su existencia, con su mano diestra empuñada, provocando que un pequeño dragón plateado con una esmeralda sobre su cráneo emergiera de la joya posada en su dedo medio, el cual salió despedido entre los terrenos dominados por la Marca Tenebrosa, en búsqueda de quizás más de una sorpresa que se llevaría esa noche tan especial y misteriosa a la vez.

¡Hola chicos! Creo que este es el lugar indicado para mí, ya que lo que más me gusta del foro es el rol. Soy un tipo muy compulsivo a la hora de escribir y suelo inspirarme demasiado a la hora de sentarme junto a mi computador y elaborar una historia de calidad que por sobre todo me guste mucho y encuentre que a los demás le parecerá increíble. A lo mejor algunos de ustedes han tenido la posibilidad de leer algunos de mis relatos y espero que les gusten las herramientas narrativas que utilizo en tercera persona a la hora de entrar en acción. Espero que no exista inconveniente en que me una a sus filas y poder serviles de ayuda en lo que puedan necesitar y esté a la alcance de mis manos muggles y mágicas. ¡Saludines!

Nick: Enrick W. Ryddleturn

Nombre en la Fortaleza: Aún no tengo

Seudónimo: Siegfried de Dubhe Alfa

Codes del Blinkie: Que sea un color dorado preferentemente y me gustó este modelo

- No creo que nos tardemos demasiado en hacer los trámites. Por lo menos los tuyos son más fáciles que los míos, ya que en mi nueva condición como vampiro y demonio a la vez no tengo idea si me van a aprobar una raza híbrida o quizás me dejarán como vampiro para fines legales - expresó el menor de los trillizos en dirección a su hermana Anna, la cual parecía seguir dominada por un nerviosismo que él conocía muy bien desde que eran pequeños y cometían barbaridades a espaldas de su madre Katara. Mientras le dedicaba una sonrisa en señal de que se mantuviese tranquila, un joven de nombre León se les acercó con fines de proporcionarles alguna ayuda mientras los atendían, con mucha amabilidad y cortesía.

- Muy buen día joven Corvinus Crowley. Estamos buscando a alguien de la oficina que esté a cargo del registro de razas aquí en la cuarta planta. Con mi hermana hemos venido a efectuar un trámite de legitimación de nuestra condición ante la comunidad mágica para que no existan problemas o inconvenientes - explicó el joven inmortal de los cabellos rubios, esperando que los pudiesen atender a la brevedad posible para volver a las inmediaciones del castillo familiar del "Bosque de Sherwood" junto a los demás.

Todo había transcurrido de la mejor manera posible a favor de la familia Ryddleturn, ya que luego de las peripecias que pasaron parte importante de sus miembros en el Castillo de Bran ubicado en Rumania, ya todo comenzaba a retomar el curso de la normalidad correspondiente. En este día tan especial, Enrick se encontraba de la mano de su hermana Anna rumbo a la cuarta planta del Ministerio de Magia; lugar que el neófito había visitado antes de aventurarse en Transilvania para hacer el registro de su condición vampírica forzada por un sujeto que apenas había cruzado miradas en su matrimonio, pero que desde hace un tiempo atrás había notado que lo estaba siguiendo en varios de los lugares que el sevillano solía concurrir en sus ratos laborales o libres en familia.

- ¿Lista Anna? - preguntó con seguridad tras bajar del ascensor mágico en el Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas. Fue así que los hermanos encaminaron sus pasos hacia la derecha en búsqueda de la oficina correspondiente para hacer el registro de legalización de su condición hereditaria, mientras desviaban su mirada en todas direcciones tratando de ubicarse bien sin perderse.

- Muy buen día. Mi nombre es Enrick Ryddleturn y vengo junto a mi hermana para registrarnos como demonios. Desde pequeños ambos sabíamos de nuestra condición innata, pero no habíamos querido asumir mucho este tema... hasta ahora - expresó el pelirrubio con una sonrisa dibujada en su rostro jovial y blanquecino, al mismo tiempo que desviaba su mirada en dirección a su trilliza que parecía estar un tanto nerviosa con la situación que estaban vivenciando. - Bueno... tengo una pregunta importante que hacer. Lo que pasa es que nosotros siempre hemos sido demonios, pero en mi caso en particular... hace un tiempo atrás un vampiro me mordió a la fuerza e inyectó una dosis de ponzoña en mi cuerpo, transformándome en uno de ellos. ¿Acaso ahora soy un híbrido? - preguntó el español algo exaltado y con un tono que reflejaba el nivel de curiosidad del joven inmortal, el cual no tenía bien claro la situación de su raza ahora que parecía ser una mezcla de ambas.

La señorita que estaba tras el mostrador de la oficina en donde el Ryddleturn debía entregar su identidad registrada pareció verse intimidada por la mirada del vampiro, el cual la observaba con sed de quizás poder beber un poco de su preciado líquido vital sin la necesidad de matarla ni menos transformarla en uno de ellos. - Me parece correcto señorita Petterson. Muchas gracias por vuestra amabilidad - exclamó el joven inmortal de la mirada dorada, esbozando una radiante sonrisa dibujada en su pulcro rostro de mármol. Pero justo en el momento en que se disponía a dar la media vuelta con su documento aprobado y legalizado, el pelirrubio escuchó su nombre en alguna parte de la planta, lo que provocó que sus nervios afloraran en su piel, ya que nadie que lo conociera debiese verlo en esas condiciones aún, mucho antes de entablar el viaje a Rumania en compañía de la soledad.

- Me tengo que ir pronto de aquí, antes que cometa una locura - se dijo para sí, mientras con su mano diestra cubría sus fosas nasales para que no ingresara el exquisito perfume de la sangre caliente humana que lograba percibir por todas partes y en cada rincón de ese lugar. Debía apresurarse para comenzar el viaje con los papeles reglamentarios si la policía internacional lo detenía por algún motivo en una de sus paradas a visitar, por lo que se adelantó hasta el elevador mágico sin abordarlo antes de desviar su mirada hacia un asiento en donde reposaba el cuerpo de su madre algo desmayada probablemente por la impresión que le generó verlo. - Lyra... Adiós - susurró el sevillano esperando que su progenitora lograse percibir su presencia, pero que una vez que recobrara totalmente el conocimiento quedase convencida que tan vez de trataba de un sueño o espejismo.

OFF: ¡Hola chicos del departamento! Junto con saludarlos cariñosamente les escribo con motivo de realizarles una petición y consulta. Resulta que necesito que esta ficha de registro de vampiro la añadan a mi Ficha de Personaje para poder hacer una edición lo antes posible de ésta, complementando varios datos que he recopilado estos meses para la vida de Enrick. También les quería preguntar si eran ustedes los que daban aviso a Moderación para que cambiasen mi “raza” en el perfil, debido a que en mi ficha de personaje ya sale que soy vampiro, no así en el perfil que dice que soy humano. Espero que me puedan ayudar por favor. Agradezco vuestra amabilidad y cordialidad

El manto oscuro de la noche estaba a punto de caer en las dependencias del Ministerio de Magia cuando una voluta de humo negro apareció en medio de la pileta central de los jardines enlozados, tras ésta emergió la figura de un musculoso mago que lucía un traje completamente azabache desde el pantalón de tela hasta la camisa medio abotonada que dejaba entrever los pectorales blanquecinos y bien trabajados del vampiro neófito. Su cintura estaba abrazada por un cinturón de cuero negro que llevaba adosado un estuche del mismo material al costado izquierdo, lugar en donde el ojicarmesí guardaba su preciada varita de nieve milenaria. Sus pies estaban cubiertos por un par de zapatos de cuero de cocodrilo africano color negro, los cuales brillaban con un mínimo rayo de luz, denotando el buen lustrado que el auror había realizado antes de acudir a realizar trámites personales.

Tras bajar del ascensor en la cuarta planta, Enrick encaminó sus pasos hacia la derecha en búsqueda de la oficina correspondiente a la “División de Seres, Duendes y Espíritus”, con el fin de llevar a cabo un registro obligatorio de su nueva vida como espectro nocturno. Debía legalizar su situación para seguir trabajando con normalidad, además de tener al día todos sus papeles a la hora que los necesitara para alguna emergencia. Fue así que cogió uno de los formularios que hacía alusión a su nueva raza, tomó con su diestra una pluma junto con el respectivo tintero y se dispuso a rellenar los datos que allí le solicitaban.

Ficha para el Registro de Vampiros

 

• Link a la Ficha Personal: FICHA

 

• Nombre Completo: Enrick W. Ryddleturn

• Residencia: Castillo Ryddleturn

• Vampiro desde: Febrero 2012

• Mordido por: Zack Black Rowle

• Dieta: Humanos muggles y animales de sangre caliente

• Cualidades Especiales: Posee una fuerza descomunal, velocidad prodigiosa que le permite avanzar grandes tramos en corto tiempo o simplemente pasar desapercibido con un movimiento simple en su propio entorno más cercano, propiedades autocurativas y de regeneración de tejidos, sentidos bien desarrollados (especialmente: olfato, audición y vista), se mueve a través de grandes ráfagas de aire a la hora de dar gigantescos saltos sin recibir daño alguno en caída libre y su aliento puede adormecer con facilidad a sus víctimas. Su poder de seducción y sus cualidades corporales son el señuelo para que se le acerquen sin poder evitarlo, dejando un margen amplio de tiempo para atacar sin piedad. No le afectan los cambios climáticos, debido a que cuando fue mordido, su cuerpo adoptó una recombinación genética que le favoreció a la hora de transitar de día por las calles sin necesidad de que el sol le afectase de alguna manera en su fornido y escultural cuerpo.

• Situación que causa el enojo/descontrol: No haber ingerido sangre humana en un largo período de tiempo, debido a que se debilita con una dieta basada exclusivamente en animales. También cuando uno de sus seres queridos está en peligro, Enrick cae en una especie de trans que provoca que se convierta en una monstruosa criatura alada.

• Aspecto Físico Caracterizador: Su piel es pálida como el mármol y tan fría como el hielo. Sus ojos, hipnóticos e irresistibles, toman color de acuerdo con la fuerza de su sed, adquiriendo un color oscuro como el ónice (carmesíes) cuando está sediento, o un color tan claro y brillante como el topacio (dorados) cuando no tiene sed o ha ingerido líquido vital proveniente de un animal. Igualmente, cuando su sed se acentúa aparecen oscuras ojeras debajo de sus ojos, su musculatura está fuertemente marcada y tonificada. Su dentadura tiene la propiedad de modificarse, haciendo crecer los colmillos justo en el momento en que se dispone a atacar a sus víctimas o rivales en un combate cuerpo a cuerpo.

- ¡Muy buenas tardes! Vengo con intenciones de inscribirme en el registro de vampiros del Ministerio de Magia. He rellenado la ficha de identificación sin problemas. Espero que no exista algún inconveniente en el trámite - exclamó el Ryddleturn esbozando una amplia sonrisa radiante en su rostro blanquecino, mientras miraba fijamente a los ojos a la persona que le estaba atendiendo tan amablemente, con el fin de tal vez hechizarla con la ojeada y seducirla con facilidad para comprobar su poder.

- Yo igual te amo mi vida - respondió el Ryddleturn a las palabras de su amada mientras se ponía de pie para quedar a la misma altura de ésta y volver a fundirse en un cálido abrazo que demostró todo lo que sentía por ella y que crecía cada día más. Al rato, Enrick se dirigió a su escritorio con el fin de encontrar una serie de papeles que debía presentar en otro departamento ministerial a la brevedad junto con una lista de materiales de construcción que debía adquirir en una tienda muggle para terminar algunos detalles de pintura en la casa que estaba enaltando en medio del Bosque de Sherwood para su familia.

- Laura... ahora tengo que salir a hacer unos trámites en otras plantas y luego iré al castillo de mamá para supervisar una obra que estoy preparando en la cocina. En este tiempo que vas a estar aquí, puedes ir con Seba a conversar de tu situación personal en relación al atentado o también acercarte a Agatha que es nuestra jefa - comentó el ojimiel mientras encuadernaba todos los papeles que necesitaría en una carpeta de color verde claro. Fue así que el sevillano encaminó sus pasos hacia la puerta de su despacho junto con su señora, para después entregarle un cálido beso de despedida en los labios algo melancólico, ya que el chico sentía una fuerte presión en el pecho que le daba un mal presentimiento sobre una situación inesperada que quizás estaba por arribar a su vida. - Cuídate mucho corazón y ten presente que siempre te amaré... pase lo que pase - exclamó a lo lejos antes de subirse al elevador mágico que le llevaría a su lugar de destino.

Tras besar a su amada, la mano diestra del joven Ryddleturn fue dirigida hacia el vientre de Laura con el fin de que éste lograra apreciar con su tacto la magnificencia del movimiento fetal que la nueva criatura estaba realizando con impaciencia y ganas de salir pronto al mundo terrenal para gozar del amor de sus padres. - Es... exquisito amor - expresó Enrick junto a una radiante sonrisa a flor de labios producto de la emoción que le embriagaba en esos momentos de gozo pleno. - Estoy seguro que será un varoncito... tan guapo y fuerte como su padre. ¿Acaso no ves de la forma que me ha pateado la mano? - añadió con un brillo sin igual en sus ojos miel, pretendiendo que el heredero de su sangre fuese hombre y acompañase a su hermano Percy en la protección diaria hacia Rosalie el día en que ellos marcharan para siempre de esa tierra en búsqueda del descanso eterno.

- Oh... ¿crees que será una niñita? - cuestionó el pelirrubio hacia su esposa, esperando que ésta le diese una respuesta atingente a través del sexto sentido que poseían las madres a la hora de adivinar exitosamente el sexo de su bebé, además que Laura ya tenía experiencia en embarazos, debido a que éste era el tercero que debía afrontar, pese a que en los dos anteriores era apenas una adolescente. Muy divertido y desplegando amor por todos los rincones de la oficina del Cuartel General de Aurors, el futuro mortífago se inclinó con el fin de quedar a la altura del vientre de su esposa. - ¡Hola amor mío! Te habla tu papá... Sabes, con la mamá estamos ansiosos de que llegues a este mundo para poder entregarte todo el amor que tenemos guardado en una cajita muy... pero muy grande. Yo sé que me puedes escuchar, así que ten paciencia corazón... ya llegará el día - susurró el dichoso padre con júbilo, al mismo tiempo que acariciaba la zona con ambas manos .

Enrick escuchó con suma atención las palabras que afloraban desde los labios de fresa de su esposa, logrando comprender varios puntos que no tenía muy en claro y que en alguna ocasión pudieron haberle causado serios inconvenientes por su falta de coraje al no querer enfrentar a la mujer que más amaba en la tierra en relación a sus aspiraciones y compromisos con el bando seguidor del Señor Tenebroso. Notaba el tono de desesperanza en la voz algo entrecortada de Laura, hecho que le entristeció en parte al no poder sacar las emociones típicas del embarazo y que se acrecentaban con un mínimo encuentro del par de enamorados, es por eso que el Ryddleturn prefería ocultar los problemas y entregarle amor, paz y los cuidados pertinentes a su señora para que todo marchase de la mejor manera durante los meses que restaban para que su bebé naciera tan fuerte como sus padres.

- ¡No te vayas amor! - alcanzó a decir mientras se levantaba de su asiento predilecto hacia la figura de su mujer, al mismo tiempo que la tomaba del brazo derecho y le daba la media vuelta para quedar frente a frente. Sin mayores preámbulos, el ojimiel la acercó hasta su torso para cobijarla entre sus pectorales cálidos y permitirle que se desahogara a través de un par de lágrimas rebeldes que emergieron desde sus ojos celestinos. Lo que él deseaba era que su amada sintiese la confianza para contarle todo lo que le podía asfixiar de cierto modo y que expresara a flor de piel todos los sentimientos que podía tener atrapados en su corazón y que no eran buenos para su desarrollo espiritual. - Tienes que ser fuerte Laura. Tú sabes que siempre vas a contar con mi apoyo y que te protegeré de todo aquel que ose en ponerte una mano encima... sea quien sea amor mío. Pero tienes que ser lo suficientemente valiente para contarme todo lo que te aqueja día a día, para así buscar una solución juntos como marido y mujer. Aunque sean problemáticas de bando, puesto que yo veré que puedo hacer para buscar una vía correcta de tramitación sin que los líderes de la triada se molesten contigo o puedan abalanzarse contra mí - añadió el sevillano mientras acariciaba el cabello de Laura con ternura.

- Aunque mi corazón deje de latir... aunque mi respirar ya no exista, yo siempre... siempre voy a estar a tu lado para acompañarme hasta el final de mis días - expresó finalmente el fornido auror mirando fijamente a los orbes de la chica. Fue así que Enrick comenzó a acercar su rostro al de su mujer con cariño al mismo tiempo que acomodaba los mechones de su cabello castaño oscuro que lucían rebeldes por delante de su rostro, para cerrar aquel momento a través de un magnífico beso que no paró por varios minutos y que unió a aquel matrimonio en la pasión de un día de emociones encontradas.

- Tenía el presentimiento que algo así podía haber sucedido - expresó el Ryddleturn con seguridad, al mismo tiempo que tomaba asiento en su sillón preferido y bebía un sorbo del café que se había servido hace minutos atrás. No quería regañar a su esposa, pero había ciertos puntos que debía dejarle en claro en cuanto a su seguridad se referían y también al cuidado que debía tener ahora que estaba esperando un bebé. - Amor... no quiero que te tomes a mal lo que tengo que decirte, pero es mi responsabilidad advertirte de los peligros que te has expuesto. Tengo entendido que en tu bando... mejor dicho en el lugar al que perteneces te dan pruebas y misiones importantes para ir ascendiendo, pero debes tener en cuenta de que siempre... siempre hay límites para todo. Por Merlín Laura... estás embarazada mujer, no puedes ponerte así en peligro y dañar vuestra integridad y la del futuro miembro de nuestra familia. Debías habérmelo dicho antes para asegurarme de que todo saliese perfecto y que nuestros amigos que trabajan aquí, como Elvis, no salieran dañados ni muertos - añadió Enrick sin parar, para luego inhalar suficiente cantidad de aire para continuar con el discurso que le estaba propinando a su distinguida esposa.

- Ahora bien... ¿qué piensas hacer después de todo lo que ocurrió? Sabes muy bien que nunca te delataría, pero es mi obligación como auror encontrar las causas de tal accidente y desatar todos los nudos inconclusos que dan márgenes suficientes para que el resto de los empleados supongan cosas o hechos en donde tú puedes verte implicada por tu eventual desaparición y arribo como si nada hubiese ocurrido en estos días - comentaba el ojimiel algo nervioso mientras meditaba profundamente en la manera de que Laura no saliese perjudicada con todo esto y que pudiese protegerla de toda blasfemia que algún mago o bruja realizara contra ella para incriminarla en los hechos. - ¿Alguien más sabe dentro del departamento que tú estabas... coludida con los mortífagos? ¿Alguna persona te vio antes de tomar la poción multijugos en actitudes sospechosas? - cuestionó inmediatamente el sevillano, para después dar espacio al diálogo de su señora mientras se llevaba una galleta de chocolate a la boca para mantenerse callado y no interrumpir lo que Laura diría a continuación tras tomar asiento del otro lado del escritorio en actitud algo cabizbaja.

Mientras pensaba en una buena manera de sobrellevar la rabia que le había ocasionado la partida inesperada de uno de sus mejores amigos, Enrick aprovechaba de tomar una ligera taza llena de un exquisito café colombiano junto a unas galletas bañadas en chocolate que tanto le gustaba degustar a la hora de meditar asuntos algo engorrosos y difusos. No tenía muy en claro las razones del por qué tan rápida desaparición y más aún de los motivos que se expresaban en la carta que Sophie poseía, indicando que Emma era la razón de búsqueda que Elvis necesitaba para alejarse definitivamente de su anterior puesto de trabajo. Pensaba que su amigo no era capaz de haberse enamorado de la secretaria, por lo que esa teoría la desechó por completo antes que una nueva idea cruzara su inteligente cerebro con ansias de investigar cada uno de los hitos que enmarcaron el atentado al cuartel más famoso del Ministerio de Magia. - Quizás Emma tenga guardado algún secreto importante - se dijo para sí mismo mientras esbozaba una sonrisa pícara y a su vez escuchaba tras su oficina una serie de palabras que hacían alusión a una movilización por parte de los empleados.

Fue así que decidió pararse de su cómodo sillón personal para acudir a la reunión que todos estaban llevando, pero unas dulces palabras iluminaron su rostro tras aquel umbral y provocaron en él que todas las preocupaciones que tanto le afligían se esfumaran por completo. Sin emitir palabra alguna, el Ryddleturn corrió a abrir la puerta para posteriormente rodear con sus fornidos brazos a su mujer y expresarle a través de un cálido abrazo, un beso dulce y apasionado lo tanto que la extrañaba y lo tanto que le tenía preocupado su prolongada ausencia. - Por Merlín Laura... ¿Dónde te habías metido? Te busqué en el castillo tras enterarme del atentado al departamento y nadie sabía nada de vuestra persona - expresó el ojimiel tan pronto como se separó de la unión y desplegaba una mirada seria y fría para denotar el enojo sin dejar entrever su sensibilidad.

El Ryddleturn comprendió inmediatamente las palabras que Sophie acababa de decir a todos los allí presentes, lo que profundamente le tocó el corazón al enterarse de que su gran amigo y colega de labores, Elvis Gryffindor, dejaba el puesto de director del departamento con motivos que aún no razonaba por completo y parecía no entender demasiado. Se limitó a escuchar cada una de las palabras que la nueva en el mando momentáneo indicaba para organizar bien las tareas que todos debían realizar, mientras con su zurda borraba las marcas dejadas por un par de lágrimas rebeldes que afloraron de sus orbes miel y discurrieron por sus cálidas y blanquecinas mejillas al saber que su padrino de bodas se había marchado para quizás no volver jamás. Cuando Enrick estaba listo para hablar fue interrumpido por la llegada de la esposa de Seba, la cual muy atenta y cordial preguntó por la salud integral de todos sin excluir a ninguno. - Adelante Sophie, te estaré esperando en mi escritorio para cuando decidas acudir a las calles de Ottery cuestionando a los posibles testigos de dicha explosión que me nombras - expresó el pelirrubio, mientras encaminaba sus pasos hacia su lugar de trabajo y tomaba asiento en el confortable sillón personal de cuero negro.

- ¿Cuándo podremos estar tranquilos y arreglar todo como era antes? - se preguntaba el joven auror, meditando profundamente mirando al cielo y bebiendo un café capuchino a sorbos para amenizar de alguna manera el momento que estaba pasando. Enrick esperaba confiado en que su esposa Laura acudiera lo antes posible al cuartel para que le hiciera compañía y que no fuese necesario ir a buscarla o entablar una denuncia por presunta desgracia si quizás ella misma estaba en conocimiento de todo lo que había sucedido en el Ministerio en su condición de mortífaga que sólo su marido conocía a cabalidad. No pensaba en denunciarla, al contrario, la protegería siempre con su vida, pese a que ésta estuviese equivocada y no tuviese la razón, la amaba con todo su corazón y eso bastaba para poner en riesgo hasta su propia vida. - Espero que Sophie no tarde tanto para ir con ella a buscar respuestas del atentado - se dijo finalmente, al mismo tiempo que cogía con su diestra la fotografía de su amada que estaba sobre su escritorio en compañía de sus dos hijos, Rosalie y Percy, para acomodarla en su pecho hacia el lado del corazón.

Enrick observaba con atención las palabras que su colega Sophie escribía en el pizarrón que había dispuesto a la mirada de todos los allí presentes para ordenar un poco las ideas y comenzar a trabajar en base a éstas a la brevedad posible para así retomar las labores del departamento con normalidad y poder empezar a atender público una vez que arribasen a las dependencias aurors con algún caso que necesitara de supervisión. - Por mi parte no tengo nada más que decir Sophie. Ya he comentado frente a todos ustedes de lo que he visto y tengo plena conciencia sin tomar en cuenta los chismes de pasillos - respondió Enrick con seriedad, esperando que el resto de sus compañeros alzaran la voz para pronunciarse con respecto a alguna situación que hayan vivenciado.

- Lamentablemente amigo mío no puedo encargarme de la misión de buscar a mi propia esposa, ya que creo que caería en la subjetividad a la hora de evaluar con detalle el por qué de su ausencia en la oficina. Es por eso que creo pertinente que alguien ajeno a la relación pueda hacer las pericias correspondientes con los datos que puedo entregarle yo como marido y colega de Laura Haughton - respondió el Ryddleturn a la brevedad, esperando que sus camaradas lo comprendieran y que pudiesen ayudarlo con la búsqueda de la mujer que le robó el corazón hace tiempo atrás. - Si quieres... yo les ayudo a encontrar a Emma - susurró en dirección a Elvis con una sonrisa malévola al escuchar que éste se pronunciaba sobre la desaparición de la desdichada secretaria.

Uno de sus mejores amigos y director del departamento alzó la voz inmediatamente para realizar la interrogante a todos los allí presentes en relación a la presencia de Laura en las inmediaciones del Ministerio de Magia a la hora del atentado al cuartel, pero al parecer ninguno sabía mucho sobre el paradero de la señora Ryddleturn, hecho que lo deprimió un poco y a la vez preocupó demasiado en el fondo de su corazón, debido a que un mal presentimiento sobre un hecho fortuito desafortunado rondaba su mente en un ir y venir constante que lo perturbaba en medio del sitio auror. - No está en la casa Elvis, me di el trabajo de comunicarme con mi madre pero no la han visto en días por el castillo - respondió Enrick tratando de alzar los ánimos y concentrarse en el trabajo.

- A Emma no la he visto. Cuando yo llegué al departamento no estaba en la recepción y tampoco se encontró rastro alguno de su humanidad mientras realizamos las reparaciones pertinentes en compañía de varios de los chicos. Al parecer esta mujer desapareció por completo de la faz de la Tierra sin que nadie se diese cuenta - expresó el mago para luego beber de la refrescante agua que le había servido Seba, esperando las respuestas de sus demás camaradas de labores ministeriales.

Por fin el departamento comenzaba a llenarse de magos y brujas conocidos, en especial por la llegada del director, el cual parecía estar aún consternado con todo lo que había sucedido horas antes en dicho lugar. Por su parte el joven Ryddleturn se dedicó a escuchar con atención cada una de las palabras que emitían sus compañeros de labores para poder entrelazar los aspectos más importantes que anuden la situación engorrosa que había sido provocada por un grupo de malhechores infiltrados con poción multijugos. Con gusto aceptó un vaso de agua bien helada que Seba le tendía con amabilidad, respondiéndole con un gesto de gratitud a través de un guiño simpático con su ojo izquierdo. El fornido mago sonrió al escuchar las palabras de Elvis en relación a que no existía secreto alguno en los que allí estaban presentes, por lo que debían hablar con confianza y sin vacilar para poder almacenar la mayor cantidad de información posible.

- Por mi parte Elvis, yo llegué un poco tarde a la hora del atentado, debido a que estaba con algunos problemas familiares en Ottery lo que me dejó imposibilitado de poder prestar la ayuda necesaria a la hora del combate cuerpo a cuerpo. De verdad lo siento mucho, pero esa información no la tengo y tampoco quiero mentirte ni darte rumores de pasillos de gente chismosa alrededor del Ministerio - explicó Enrick con la mirada cabizbaja, pero estando atento a los comentarios de Sophie en relación al personal de la oficina que pudiese estar infiltrado y ayudando a los mortífagos a conseguir lo que ellos deseaban allí. - Lo que no me queda muy en claro es saber si mi esposa estaba aquí al momento de la batalla, ya que se me ha hecho imposible comunicarme con ella y estoy algo… más bien muy preocupado por su estado de salud, ya que está embarazada de tres meses, el período más crítico a sufrir un aborto no deseado - añadió a continuación el apuesto mago esperando que alguno de los presentes tuviese información del paradero de Laura.

Mientras su madrina tomaba asiento en un lugar cercano para descansar y tranquilizarse tras escuchar la noticia del ataque a uno de los departamentos más seguros del Ministerio de Magia, Enrick encaminó sus pasos hacia el baño del lugar para hacer sus necesidades que le incomodaban cada cierto tramo con retorcijones de estómago. - No debí haber comido pastel de choclo tan temprano - gruñía el Ryddleturn con recelo y algo adolorido mientras se dirigía al tocador con suma urgencia. Tras terminar su misión fisiológica, el auror retomó su esencia hacia una pequeña reunión que se había formado en torno de Seba Granger, uno de los jefes del departamento.

- Hola a todos chicos. Espero que estén más tranquilos con el tema del ataque de los malhechores que se infiltraron en nuestro trabajo. Tenemos que esperar a que Elvis y los demás regresen a sus labores luego de la persecución que se estaba llevando a cabo en Misterios - expresó el fornido mago al mismo tiempo que se sobaba su abdomen con delicadeza tras el malestar que le aquejaba y contemplaba a la distancia a un pequeño elfo que daba vueltas y vueltas por el pasillo central. - Como pueden ver ya está todo en orden en relación al inmobiliario y las reparaciones pertinentes que se debían realizar a tiempo. Ahora bien jefe... ¿cuáles son sus indicaciones? - preguntó al Granger con el sentido de responsabilidad tan alto como siempre, mientras que su mirada recorría la figura de su amiga Selene, la cual parecía estar más recompuesta luego de las curaciones que le había realizado con esmero y afecto.

Las palabras que Kevin estaba enunciando con respecto a corroborar que las reparaciones efectuadas por los miembros de cuartel estaban bien hechas dejó al Ryddleturn un tanto asombrado, ya que no imaginaba cómo podía llegar a errar con magia tan básica como esa, pero el chico Hadintong tenía toda la razón, debido a que él era el más experto en certificar ese tipo de cosas. - ¡Descuida chico! Si quieres revisar una vez más, yo no tengo inconveniente con que lo hagas - dijo el auror segundos antes de volver a estornudar producto del polvo que allí se encontraba. Fue en ese preciso momento en que el empleado del Departamento de Accidentes comenzó a erradicar la extensa nube de polvo que contaminaba el ambiente y tanto averiaba la ventilación pulmonar del español, por lo que el fornido ojimiel decidió entregarle una sonrisa en señal de agradecimiento.

Mientras Kevin se internaba en las oficinas de los empleados, despachos de los jefes y director; Enrick se quedó pensando por varios minutos (al ver que su madrina aún no decía nada) en su amada esposa. - Quizás Lau se encontraba aquí al momento de la batalla con los intrusos o tal vez tenía control en San Mungo de los tres meses de embarazo o posiblemente ella podía estar detrás de... - se interrumpió a si mismo en seco, ya que no se podía imaginar que su señora pusiese en peligro la vida de su bebé con misiones que el bando del Señor Tenebroso le podía encomendar. - Realmente no creo que sea tan irresponsable - se calmó a continuación antes de volver a alzar la voz hacia el joven Hadintong, el cual volvía de sus labores. - ¡Muchísimas gracias por tu ayuda! Sé que cumples con tu trabajo, pero de todas maneras eres muy amable. No sé si te encomendaron alguna otra cosa en el departamento. Si no fuese así, estaríamos listos con los arreglos para comenzar a trabajar lo antes posible y esperar las buenas nuevas de la gente que salió en persecución de los malhechores - comentó el pelirrubio hacia el mago de ojos marrones chocolates.

El Ryddleturn sonrío al comentario que el recién llegado había realizado con muy buen sentido del humor, ya que si éste hubiese llegado unos minutos antes quizás le habría apuntado directamente con su varita blanquecina de madera milenaria sin vacilar ni escuchar explicación alguna previa a algún hechizo que hubiese salido de ella directamente hacia su persona con frialdad. - Reitero que el placer es mío Kevin, es un gusto conocer gente amable y educada cada día - expresó el auror mientras le estrechaba la diestra con algo de fuerza, tal cual como solía hacerlo con sus amigos de confianza.

- Bueno, ya hemos reparado gran parte del inmobiliario con dos de mis camaradas que se encuentran ordenando en las oficinas del departamento, pero como pueden ver, aún abunda el polvo en el espacio... es bastante molesto para decir verdad - comentó Enrick antes de hacer el ademán de cubrirse la nariz, gesto que fue inútil ya que igualmente estornudó de la manera más educada que pudo. - ¡Perdón! Soy un tanto alérgico al polvo. Así que sería excelente que nos ayudaras a sacarlo todo de este sitio, fundamentalmente en las oficinas internas en donde están mis compañeros - añadió algo sonrojado, esperando que el joven Hadintong tomara la iniciativa de encaminar sus pasos hacia los confines del departamento.

- Muy bien Athena, pero no perdemos nada con echar un vistazo y corroborar que todo lo demás esté en orden. Así aprovechamos de colocar los papeles en sus respectivas carpetas y dejar todo limpio para cuando el director regrese a su puesto de trabajo - enunció el joven mago mientras cruzaba el umbral del despacho y comenzaba a ordenar los pergaminos con sumo cuidado utilizando su varita como fuente de dirección. Pero estaba en eso junto a sus dos colegas cuando escuchó una voz peculiar bastante conocida para sus oídos, proveniente desde el vestíbulo del departamento. - Chicos vuelvo enseguida. Si quieren pueden adelantar algo en la oficina de Sophie para hacer más expedito todo - dijo el Ryddleturn hacia la Ravenclaw y el Grabyus antes de marcharse del despacho del director Elvis Gryffindor.

Caminó lo más rápido que pudo, ya que si era real lo que sus sentidos percibían, se trataba de una persona a quien quería mucho y que hace tiempo no veía cruzar ante su humana existencia. - Parece que no has cambiado mucho, querida madrina - fue lo único que atinó a decir Enrick antes de abalanzarse a los brazos de la Granger para abrazarla con mucho cariño, demostrándole lo mucho que la apreciaba y extrañaba a la vez. - ¿Cómo has estado? Te noto algo alterada. Si es por tus primos, ambos se encuentran en labores del departamento, hace poco sufrimos una infiltración por parte de... unos malhechores - añadió el joven auror de los ojos miel sin querer indagar sobre el bando de los no invitados.

- No tiene porque gritar señor Hadintong. Mi nombre es Enrick Ryddleturn, auror, es un placer conocerlo - saludó muy amable y cordial, como era de costumbre, al recién llegado del Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. - Señor... ella es mi madrina Valeskya Granger, una bruja excepcional - continuó para presentarle formalmente a la chica de cabellos azabaches que estaba junto a él. - Como puede ver fuimos atacados por algunas personas indeseadas, pero en estos momentos estamos comenzando con las reparaciones para volver a la normalidad lo antes posible y poder así continuar con nuestras labores ministeriales. Si gusta nos puede ayudar con lo que desee, usted es más experto para este tipo de cosas, además toda ayuda es bien recibida - comentó el fornido mago de los cabellos castaños rubios hacia Kevin y desviando también su mirada hacia Valeskya, para que ambos recién arribados tomaran la iniciativa de cooperar en los arreglos.

Mientras Enrick acompañado por el nuevo aprendiz comenzaban a reparar las cosas del departamento, una voz proveniente desde las oficinas de los empleados los interrumpió a secas en medio de las labores cooperativas. Rápidamente y de manera ágil como le caracterizaba, el pelirrubio deslizó su varita hasta su mano diestra quedando ésta muy bien sujetada y apuntando directamente al cuerpo de la recién llegada, pero tras un fugaz análisis de identificación algo dificultoso debido al polvo que cubría parte de su presencia femenina, el Ryddleturn logró asemejar a la bruja de cabellos rubios con una de sus colegas de trabajo en la delegación. - Si no me equivoco y recuerdo bien las fotografías de los novatos en la Oficina para las Relaciones Ministeriales, tú debes ser Athena Ravenclaw. Mi nombre es Enrick Ryddleturn, auror, trabajo donde mismo lo haces tú. Llegué hace poco a las dependencias debido a que me encontraba fuera por motivos personales - respondió el joven mago algo curioso, acto seguido guardó su varita nuevamente en el estuche de cuero.

- Si eres tan amable, me gustaría que utilizaras esa varita para ayudar a reparar los daños del departamento por favor. Nos falta revisar las oficinas, en especial la de nuestro director, el cual aún no ha llegado desde el Departamento de Misterios - expresó Enrick para luego encaminar sus pasos hacia el lugar que había nombrado, haciéndoles un ademán a ambos magos que le acompañaban en el vestíbulo para que le escoltasen. - ¡Lumos! - murmuró en medio del pasillo iluminando el camino para no tropezar en la trayectoria. - Esta es la puerta de acceso principal al despacho de Elvis - musitó a continuación con cuidado antes de cruzar el umbral. - Quiero que ambos estén atentos por si alguien llega a atacarnos sin motivo alguno. En este departamento nos regimos por el lema: “Todos para uno y uno para todos” - añadió finalmente el español en dirección a Merlín y Athena, los cuales permanecían algo callados tras sus espaldas con sus armas de duelo bien firmes.

Al parecer los hechizos sanadores que el Ryddleturn había realizado en su amiga Selene le habían recompuesto en una parte importante, ya que la joven rápidamente se puso de pie por sus propios medios y le dedicó una sonrisa de agradecimiento. - Te entiendo querida. Si tú quieres ir allá para buscar las respuestas y asegurarte que los chicos estén vivos, es una opción valiente y noble por lo demás. Pero en esta oportunidad no puedo acompañarte, no puedo poner en riesgo la seguridad de un aprendiz solitario en el departamento y bueno... prefiero quedarme aquí por cualquier eventualidad que suceda de sorpresa - comentó Enrick con la mirada agacha y algo cabizbajo, ya que en su calidad de aspirante mortífago en secreto no podía hacer más contra los infiltrados si estos fuesen seguidores del Señor Tenebroso y no malhechores cualquiera que buscan galeones para subsistir en Ottery.

- ¡Cuídate mucho amiga! ¡Usa bien tu varita! - vociferó el auror fortachón al mismo tiempo que la Dumbledore corría hacia el ascensor mágico, con la esperanza de que todo el lío en el Ministerio de Magia se solucionara lo antes posible para retomar sus obligaciones laborales como de costumbre. - Merlín, si gustas puedes ayudarme a ordenar el desastre que hay en el departamento por mientras esperamos las buenas nuevas - expresó el español esbozando una sonrisa llena de ánimo y optimismo. - ¡Reparo! - murmuró el joven mago, apuntando con su varita blanquecina de madera chilena a los diferentes muebles y adornos que yacían rotos en el piso del departamento, los cuales comenzaron a emitir ondas de vibración para luego retomar la posición inicial de siempre con su configuración intacta sin ningún rasguño ni daño permanente que indicara que habían sido quebrantados.