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Héctor Weasley D.

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Mensajes publicados por Héctor Weasley D.

  1. Hola buenas! Me gustaría realizar esta compra, por favor. De antemano, muchas gracias! :)

     

     

     

    ID: 113321
    Link a la Bóveda Trastero:
    Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda 93619
    Nivel Mágico: IV
    Fecha: 2018-12-13
    Nombre del producto: Libro del aprendiz de brujo
    Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo
    Nivel (del libro): I
    Precio: 1000 G
    Precio total: 1000 G

     

  2. Mientras estaba sumido en sus pensamientos ante el extraño acontecimiento que había tenido lugar en su interior y exterior, Koseh reenfocó su visión en la chica que tenía a su lado. Se había presentado como Mei Delacour, y parecía una joven amable en su actuar; su risa nerviosa había hecho que parte del nerviosismo inicial del joven se esfumase tal y como había llegado a él.


    "Mei Delacour", repitió rápidamente en su mente el chico, y una nueva memoria surgió con velocidad en su cerebro. Días atrás, el mismo tipo misterioso y encapuchado con quien se había encontrado en una taberna y quien le había advertido de ciertas personas había incluido el nombre de Mei entre ellas. Pero en esta ocasión y recordando la actitud de la chica, Koseh desestimó el consejo de aquél sujeto misterioso. La chica de cabellos castaños no parecía en absoluto ser alguien molesta ni peligrosa, sino todo lo contrario. Su amabilidad le llamaba bastante la atención, sobre todo considerando que apenas se habían conocido hace unos minutos.


    Una sonrisa tenue apareció en el rostro del mago mientras trataba de poner sus pensamientos en orden.


    - Eh, sí, estoy... - comenzó, pero no pudo continuar la frase. Mei había tocado su hombro con suavidad; fue como si una corriente eléctrica remeciera el interior del cuerpo del joven. Un destello breve en sus ojos les había hecho cambiar de color a un negro azabache oscuro, casi imperceptivo en duración. La varita que sostenía aún en su mano diestra brilló profusamente por un segundo antes de volver a su estado natural.


    - ...bien - murmuró finalmente, medio desorientado. La voz de Koseh se había vuelto más profunda, como si mostrara seguridad absoluta en sus acciones. Esta vez, el mago sí se había dado cuenta del cambio.


    No obstante, no podía preocupar más a quien le había prestado ayuda desinteresada y además continuaba preocupándose de su bienestar a pesar de los problemas que había causado -aunque Mei había dicho que no era un inconveniente que fuera incapaz de manejar. Cerrando los ojos con solemnidad y sonriendo suavemente en señal de agradecimiento, Koseh tocó con sutileza con sus dedos sobre la mano de la joven, buscando darle a entender que todo estaba bien.


    Pero entonces un ruido similar a un sollozo se dejó escuchar de uno de los pasillos, curiosamente de donde habían llegado la mayor cantidad de libros que el mago había atraído con el encantamiento convocador. Mirando también hacia la dirección del sonido pudo notar que la primera chica en ayudarle y que parecía haberse ido del lugar en realidad se había alejado de donde estaban. Sus acciones cambiantes habían desconcertado previamente a Koseh, pero no podía reprocharle nada después de experimentar en sí mismo emociones que no parecían ser de él.


    Entonces cayó en la cuenta que aún mantenía el contacto físico sobre la mano de Mei, y rápidamente retiro sus dedos del lugar, entre avergonzado y asustado. Se había sonrojado levemente por lo que consideraba una osadía de su parte, y no quería que el asunto se malinterpretara más allá o se saliera nuevamente de control. Curiosamente, le pareció que su varita blanca había actuado nuevamente por sí misma cuando sintió el contacto de la chica. Estaba seguro que algo se había desplazado hacia Mei en ese instante, pero su inexperiencia y desconocimiento del tema le hizo dudar de la sensación, incluso como si no hubiera sucedido realmente.


    Mei le había dirigido nuevamente la palabra, señalando lo que ocurría en el pasillo contiguo con la otra joven.


    - Tienes razón, deberíamos ver qué le sucede - repitió con más seguridad ante su pregunta. - Aunque no es mi amiga... - murmuró para sí.


    No sabía si debía responder inmediatamente a su propia intriga interna, pero sabía que quizás no se daría una nueva oportunidad de resolver las incógnitas de su propio pasado.


    - A decir verdad... no estoy del todo bien. Mei, si no es mucha molestia, me gustaría hablar contigo luego - señaló con cortesía. Se sentía en confianza de tratarla de tú ante el trato recibido. - Hay algo muy importante para mí que necesito resolver, y creo que eres la indicada para ayudarme con eso...-


    Mirando en dirección de donde provenía el sollozo, Koseh encaminó sus pasos hacia la joven que estaba de espaldas a ellos. En ese momento se recargaba sobre el estante cercano, y parecía componer una sonrisa para tranquilizarse.


    - Disculpa... - comenzó el joven; no recordaba si le había dicho su nombre anteriormente. - ¿Te encuentras bien? ¿Podemos ayudarte en algo? -

  3. Parecía no tener respuesta pronta de sus acompañantes, y para ese entonces comenzaba a observar por el rabillo del ojo que podrían aparecer nuevos problemas si continuaban llamando la atención notoriamente. La mujer que había iniciado el escándalo en respuesta al intento de magia de Koseh estaba siendo retirada de la escena finalmente por los hombres de seguridad, y era notorio en su rostro que no estaban nada contentos con lo que había sucedido.


    El joven mago tragó saliva repentinamente al notar esto. Su brazo en el que sujetaba su varita se aflojó repentinamente, como casi dando un paso hacia atrás ante la reacción. No quería causar mayores problemas, y mucho menos a quienes amablemente se prestaron para poder ayudarle a pesar de ser el causante de todo.


    Su mirada se volvió algo triste mientras se dirigía fija hacia el piso, pensando profundamente en sus acciones. No había escuchado claramente lo que se estaba aconteciendo, pero la chica que se había quedado a su lado le dirigió la palabra, sobresaltándolo levemente.


    - Eh, ¡es cierto! Así lo haré... - expresó en respuesta, con cierta sorpresa en su tono de voz. Parecía que Koseh no había procesado la idea tan rápidamente - Koseh... Soy Koseh Oybagash. Lamento de verdad los problemas causados - añadió, con más decisión. Había caído en la cuenta que todavía no se había presentado a sí mismo.


    Parpadeando un par de veces, el chico notó que la joven -que había parecido descolocarse en un inicio- había sacado su varita y la comenzaba a usar para ordenar los libros que el encantamiento convocador había desatado. De pronto, la mano en la cual sujetaba su propia varita se estaba moviendo rápidamente sin que pudiese controlarla. Era como si la propia varita blanca dirigiese sus movimientos y usara al mago como una herramienta, imitando el mismo encantamiento que Mei había realizado con la suya.


    Por otro lado, el semblante de Koseh había cambiado repentinamente: de un joven algo inseguro y tímido había pasado a tener una mirada firme, decidida y profunda. Sus ojos brillaban con un negro azabache tan oscuro como la noche sin luna, y había acompañado los movimientos de su varita con su propia aparente voluntad.


    El resto de los pesados tomos se elevaron repentinamente, y con un vaivén de la varita se desplazaron inmediatamente y a gran velocidad directo hacia los lugares de donde habían salido; cada libro por una trayectoria diferente, evitando encontrarse con los obstáculos en su camino, hasta detenerse y depositarse con suavidad en sus lugares correspondientes de la Biblioteca.


    Después de terminar su muestra de magia, Koseh bajó su varita con suavidad. Lentamente y parpadeando con suavidad parecía volver a su semblante habitual; su mirada había cambiado a curiosidad y extrañeza. Parecía levemente confundido, como sin saber qué había sucedido a su alrededor por un instante. Lo que más le extrañaba era la sensación en la mano donde portaba su varita, la cual se sentía curiosamente cálida al tacto.


    "¿Qué? ¿Qué fue... lo que sucedió?", pensó para sí mismo. "No recuerdo haberle indicado a mi varita que hiciera algo en particular, ni tampoco pensado... ¿Habrá sido parte de mi poder que no recuerdo?".

  4. La extraña chica que le había ayudado primero había contestado a los dos presentes de manera atropellada. Parecía más nerviosa que el propio Koseh por la situación acontecida, y para el joven mago costaba de seguir su intrincada y curiosa expresión. Sólo observar su rostro se podía decir que la chica cambiaba de aires cada cierto tiempo: alegre, risueña, y ahora nerviosa e inquieta. El joven no podía quitar su vista, con una mirada que expresaba claramente lo que muchos podían pensar: la chica -llamada Viana- era toda una adolescente, y algo alocada.


    - Pues, gracias, - contestó - y no; no estoy lastimado. Esos ejemplares me dieron un buen susto... -


    No sabía si responder ante el resto de la frase de la joven, ya que de verdad parecía estar hablando con ambos presentes a la vez. E, inesperadamente, Viana pronuncia un nombre curioso que le llamó la atención.


    - ¿Jessie? Ese nombre me suena de algo... - murmuró, más para sí mismo que para sus acompañantes.


    "Espera... Jessie. ¿Podría ser la misma Jessie de la cual aquél sujeto me advirtió?", pensó Koseh rápidamente, haciendo énfasis en un recuerdo reciente del encuentro que había tenido con el mago misterioso hace unos días. Además de haberle otorgado un nuevo nombre y un propósito en la vida, le había hablado brevemente sobre algunas personas que podrían hacerle preguntas incómodas si se las encontraba. Una de ellas -por lo que podía recordar- era una chica que respondía al nombre de Jessie. Pero antes de que pudiese preguntar más por esa nueva mina de información, el joven se dio vuelta ante el discurso de otra chica, la cual parecía observarles desde lejos. Su apariencia era muy atractiva, y por lejos parecía ser una de las mujeres más altas que había visto en su vida. No parecía ser humana como tal, aunque la actitud externa que mostraba inspiraba precaución.


    Luego de escuchar lo que Lexy tenía que decir, Koseh sólo parpadeó rápidamente. Sabía que habían armado un buen alboroto, especialmente él por el accidente que había provocado debido a no pensar adecuadamente lo que ocurriría al usar un encantamiento convocador sin mayores especificaciones en una biblioteca tan grande como en la que estaban. Pero de eso a una señora loca, y de ahí a ser arrestados o castigados gravemente, era algo que dudaba profundamente. Mas, la primera chica que le había ayudado, Viana, había cambiado nuevamente su actitud a una asustadiza. El cambio de gestos había pillado al mago por sorpresa nuevamente, ya que en esta ocasión parecía sumamente afectada ante la presencia y las frases de la joven que había llegado ante ellos.


    Antes que Koseh pudiese preguntarle cómo estaba o qué le pasaba, Viana había salido huyendo a toda velocidad, directo a la entrada de la biblioteca.


    - ¡¡Oye, espera!! ¿¿A dónde vas?? - reaccionó el chico, estirando una mano en su dirección mientras observaba su huida. No sabía si había logrado que Viana le escuchara, pero huir sólo por unas bromas dichas por alguien desconocido era algo que descolocaría a cualquiera... a menos, claro, que de antemano...


    - Disculpa la pregunta, pero... ¿quién eres tú? - dijo Koseh con cautela, esta vez dirigiéndose a la recién llegada Lexy. Era todo a lo que atinaba decir después de ver la escena que la alocada chica había hecho ante las palabras de la bella joven.


    - Todo esto está sucediendo demasiado rápido para poder entenderlo bien - se lamentó para sí mismo. Hacía sólo unos días que había llegado al poblado, y ya estaba involucrado en un problema de grandes proporciones. Lo que el joven desconocía era de cuánta magnitud realmente el mismo era.

  5. Dentro de las historias que se cuentan de la leyenda del joven mago Weasley, se dice que en una de las rumoreadas ocasiones en que le reconocieron durante su desaparición, se había aparecido ante funcionarios del banco Gringotts con una nueva apariencia que distaba bastante de cómo se le recordaba. Un elfo doméstico de finos ropajes le acompañaba durante aquella travesía, y se cuenta que en esa visita hubo alguno que otro hechizo usado para evitar que el mago fuese rápidamente reconocido por los trabajadores presentes en el lugar con quienes trató.
    Tiempo había pasado desde aquello, pero había sido estipulado desde aquél entonces -tanto por escrito como por contrato mágico- que todo el uso de la bóveda personal de Heko y su contenido era libre de acceso y movimiento para cualquier ser mágico que pudiese reclamar con el aditamento adecuado: una llave dorada fabricada a mano por duendes y encantada para que sólo pudiese responder ante sus legítimos dueños, a quienes el propio Heko había autorizado personalmente a poder usarla. La misma llave haría que el uso de la bóveda fuese permitido para quien la portase, y el personal de Gringotts la reconocería en el acto.
    No obstante, en muchos años nadie había ido a reclamar el contenido de la cámara. El personal del banco no se había molestado en comprobar grandes cambios debido a la inactividad, y la bóveda del Weasley comenzó a caer profundamente en el olvido, en favor de nuevos usuarios más activos del lugar. Por lo mismo, sólo pocos pudieron saber a ciencia cierta que, en un pasadizo oculto al interior de la misma bóveda, se encontraba un acceso secreto a una cámara ubicada en la profundidad y en lo profundo de la tierra, de un tamaño por mucho mayor a la primera bóveda.
    La bóveda trastero -cubierta por una puerta corrediza de piedra que se activaba únicamente ante el contacto con la "varita de nieve" del chico perruno- yacía allí quizás desde mucho antes de que se pusiera en uso como tal. Además, sólo los empleados autorizados de Gringotts podían acceder a la cámara secreta, únicamente para realizar movimientos legales relacionados con los trámites bancarios. La bóveda estaba encantada para reconocer a cada ser que entrara a su interior y reaccionar en consecuencia, incluso a defenderse si eso era requerido ante posibles ladrones que superaran sus defensas.
    Una cámara de un tamaño tan grande como tres manzanas de cuadra al interior, seguramente debido a algún hechizo de extensión, mostraba en su parte interior luminarias esparcidas por el techo y paredes, mantenidas por medio de algún encantamiento de gran durabilidad. Las paredes y techo de piedra maciza y oscura parecían mantenerse pulidas a la perfección, por lo que denotaban y reflejaban el contenido que se ubicaba al centro de la sala. Con solo entrar a la cámara se podía apreciar al menos diez filas de largos y elevados estantes, definiendo grandes pasillos ante los cuales se podía recorrer para llegar a lo que se necesitaba visitar u obtener. Cinco mesas de madera enormes, con sillas que aparecían mágicamente según las personas que entraban, se esparcían cerca del comienzo de los pasillos; era un detalle curioso debido a la limitada cantidad de seres que podían acceder al interior de la bóveda.
    Debido a su complejo tamaño, pequeñas plataformas que podían llevar y soportar a dos humanos adultos de pie se elevaban y desplazaban a gran velocidad hasta la zona en donde se quería detener a recoger algo que hubiese. Las estanterías recorrían al menos una manzana y media, dispuestas a llenarse de cada objeto mágico que pudiese obtenerse, o incluso libros que fuesen necesario colocar.
    El final de los cinco anchos pasillos derivaba en una estancia que asemejaba varios ambientes naturales en su interior, seguramente para mantener criaturas mágicas que pudieran guardarse en alguna ocasión. Se podían imaginar el ambiente que fuese necesario, ya que la bóveda generaba un pequeño hábitah para la criatura que entrara a ocupar su lugar correspondiente mientras se mantuviese a resguardo.
    A destacar era el área que destacaba al final de la zona de los hábitahs, con una tarima lo suficientemente amplia para recorrerla por encima con una función seguramente destinada a los duelos, reflejo de los gustos del dueño de la bóveda. En las paredes de esa zona se podían apreciar grandes esquemas en movimiento constante de figuras y líneas que simulaban combates, realización de hechizos y efectos de los mismos. Todo observado por un retrato de enormes dimensiones de Heko, el cual había sido pintado mágicamente a mano por un artista que buscaba recordar las facciones y comportamientos del chico perruno justo antes de su desaparición. Por lo tal, no era el mejor referente para pedir consejos o saber del paradero de lo que representaba realmente; además, el lienzo acostumbraba observarse en blanco.
    Si alguna vez la bóveda trastera se usaría nuevamente... si alguna vez su dueño vendría y reclamaría el contenido de su interior, o aumentaría el mismo por diversas formas... si alguna vez una persona vendría a reclamar lo que por derecho le pertenece con la llave encantada y la "varita de nieve", eso... sólo el tiempo lo diría.
  6. Contando el tiempo que restaba desde que se había dedicado a sentarse en un rincón alejado de las personas, sobre el césped que abarcaba una zona de los terrenos de la Universidad, el joven pensaba seriamente qué debería hacer para poder continuar con su cometido y poder recordar más acerca de sí mismo o de otras personas que decían conocerle.


    Koseh había sacado su varita mágica -una peculiar varita blanca como la nieve con muescas a su alrededor como si de un rayo se tratase- inconscientemente desde el bolsillo de su túnica oscura, golpeándose con la punta de ella suavemente en su barbilla, mientras buscaba darle sentido a todos sus arremolinados pensamientos al interior de su mente. No estaba al tanto de gran información sobre aquél lugar; a decir verdad, era contado con los dedos de su mano las ocasiones que había visitado aquellas dependencias, pero en este día al mago le apetecía descansar de su habitual paseo por el pueblo mágico que buscaba reconocer.


    Mirando hacia el claro cielo de verano, con un sol reluciente que encandilaba a la vista de observarlo directamente, el chico se percató de un objeto en forma de pájaro que pasaba agitando sus alas por sobre su cabeza. Repentinamente, y parpadeando varias veces, Koseh reconoció lo que podría ser. Agitando su varita, buscó que el mensaje se acercara hacia él, para luego desenvolverlo mágicamente y leer su contenido.


    Una sonrisa suave cruzó por su rostro al notar de quién era la oferta amistosa de desafío. Siguiéndolo con sutileza, el mensaje en forma de pájaro había regresado volando alrededor de su dueña describiendo círculos amplios por el cielo, revelando su posición al mago: estaba mucho más cerca de lo que creía. Hacía un tiempo que no tenía un duelo por diversión. "Me pregunto qué nivel tendré en estos momentos...", pensó para sí.


    El papel con el mensaje había regresado a la mano de Koseh, indicándole a Mei que aceptaba su reto con gusto. La sonrisa que a su rostro acompañaba lo decía todo.


    - ¿Estás preparada? - preguntó a Mei con voz simpática a modo de saludo.


    Las zapatillas suaves y de tela ligera hicieron una leve presión en la tierra donde se había puesto de pie. La túnica del joven se recogió suavemente a medida que realizaba una reverencia en respuesta a la de su oponente -revelando sutilmente unos jeans azules delgados- para luego apuntar con su varita blanca en postura de combate.


    Había sido en el momento preciso: Mei había enviado una maldición Sectumsempra directamente a su posición. Abriendo sus ojos por la sorpresa, Koseh procuró pensar rápido y sentir después. Enarboló el único hechizo que se le vino a la cabeza en ese preciso momento:


    - ¡Protego! - susurró, generando un escudo mágico delante de él al agitar su varita. El hechizo Sectumsempra de Mei había golpeado contra el encantamiento escudo de Koseh, rebotando levemente y golpeando el suelo cercano, donde se desvaneció.


    Sabía por algún motivo que estaba frente a una oponente contra la cual el mínimo error o exceso de confianza le jugaría muy en contra, poniéndole contra las cuerdas con facilidad. También podía notar la gran diferencia de poderes que existía entre ambos; aunque eso le hacía poner los vellos de su cuerpo erizados, también le hacía brotar una emoción que no conocía. ¿Estaría tal vez en sus genes? De forma casi involuntaria, Koseh ya había recorrido en rededor unos cinco metros, formando un semicírculo lejos de la roca donde Mei se había sentado, y teniendo a la chica siempre en frente de su vista.


    Sabía el riesgo que su siguiente movimiento tenía; igualmente, quería morder el anzuelo por diversión. Koseh se concentró en uno de los zapatos de tacón de Mei. Quería transformarlo en una criatura que le pudiese ayudar, la que fuese que le pudiera otorgar la masa de ese zapato. En su vista periférica pudo captar (además de flores, ramas y piedras pequeñas) un curioso y común gnomo de jardín que asomaba su cara de entre su madriguera, a cubierto sutilmente por el pasto en el paisaje que se extendía a su alrededor. Posiblemente fuese atraído ante los ruidos generados por ambos seres mágicos.


    - Morphos - murmuró con firmeza el joven. De salir bien, el zapato de tacón se transformaría en una pequeña Loxosceles Laeta, nombre científico muggle de la peligrosa araña del rincón. Al volverse en una araña joven y pequeña - no mayor a 0,8 cm de diámetro contando sus patas - justo por sobre el dorso de la piel del pulgar, la criatura mordería en el acto con sus quelíceros el dedo donde habría quedado, inyectando su veneno letal en el acto.


    La decisión de intentar transformar algo en una araña del rincón sorprendía sobremanera al mago. No sabía en absoluto del por qué de su decisión, así como tampoco de por qué esa transformación podría ocurrir de esa manera. No había notado que había continuado caminando en rededor de Mei, llegando ahora cinco metros más y quedando en el lado contrario a la posición inicial donde había iniciado el duelo. La roca seguía más cerca de la chica que del mago.

  7. Dentro de todo, parecía que la primera chica que había intentado ayudarlo disfrutaba en parte con la situación en que se encontraba. O quizás no tanto... era difícil determinarlo. Koseh estaba preocupado en ese momento de que las cosas no se saliesen más de control. La mujer que les había enfrentado no se había detenido del todo ante la presencia de la chica de cabello castaño que los escudaba con su cuerpo.


    Al notar que estaban amenazando a otras personas por su causa, el joven se puso algo más serio que de costumbre. No estaba en su forma de ser dejar pasar esas situaciones sin hacer nada al respecto. Quizás era algo tímido y sumiso, y podía dejar que lo pasaran a llevar en ocasiones, pero sabía cuándo debía reaccionar si la situación se salía de control por su causa. En ello notó que la joven energética le había preguntado algo.


    - ¿Eh? No, nada... - contestó Koseh, algo confundido ante la pregunta de Viana. No sabía bien a qué se refería; ¿acaso había hablado en voz alta?


    En ello había reparado que la mujer le continuaba prestando ayuda. Aunque ya se había levantado del todo, el mago buscó salir de entre el pequeño cerro de libros y caminar al lado de la joven.


    - Eh, ¿realmente crees que habría que correr? - le susurró en respuesta, mientras veía cómo enfrentaba también a la mujer que seguía regañándoles. Pero lo que vino después no se lo había esperado.


    Abriendo los ojos en sorpresa ante las palabras que había lanzado, Koseh supo inmediatamente que la jovencita sólo había contribuido a añadir más madera al fuego. Con una ceja levantada de un lado, y el párpado inferior de su otro ojo temblándole suavemente, el chico había quedado estupefacto por la respuesta.


    A pesar de todo, al ver que la mujer apuntaba a quien le había provocado, instintivamente y casi sin notarlo se había llevado la mano a su varita blanca guardada en el interior de su túnica bajo la capa, apuntando hacia la mujer que les enfrentaba. Mas, no fue necesario que pronunciara hechizo alguno. Antes de poder reaccionar o defenderse, la joven que tenía delante de ellos había invocado algo que parecía magia sin varita.


    Koseh sólo pudo exclamar "¡Wow!" al ver cómo la tierra aparecía de la nada delante de la mujer alterada y bloqueaba eficientemente su ataque, para luego sepultarla y dejarla inmóvil como si fuese un ataúd. Estaba impresionado por tal despliegue de poder mágico, que seguramente se debía al potencial que podía sentir desprendiéndose del cuerpo de la chica.


    "Definitivamente está acostumbrada a lidiar con este tipo de situaciones", pensó el chico para sí mismo. "Me pregunto quién será. Alguien con semejante habilidad no debe pasar desapercibida tan fácilmente."


    Viendo que los guardias de seguridad se hacían cargo de la situación, ya controlada, la chica de cabellos castaños se dirigió hacia su posición. Koseh aún mantenía su varita blanca con un rasgo de relámpago a su alrededor sujeta en su mano, aunque ahora apuntaba hacia el suelo con más tranquilidad.


    - Sí, eso parece - contestó el mago, todavía sorprendido de lo que había presenciado. - Lamento mucho todo lo que sucedió. Espero no haberle causado molestias -, añadió con amabilidad, dando una reverencia a la chica en frente suyo. Su tono de voz suave y profundo demostraba la sinceridad de sus palabras.


    - Y también se lo agradezco, señorita - dijo posteriormente, mirando a la primera chica que le ayudó y otorgándole una suave reverencia. No sabía cómo ambas iban a reaccionar a sus palabras, pero algo le decía que esto era recién el comienzo de algo mayor, y cierta curiosidad le causaba a Koseh.

  8. Mirando fijamente hacia los libros que se avecinaban hacia su cuerpo y sin poder recordar el contrahechizo correcto a tiempo, Koseh sólo atinó a extender sus brazos alrededor de su cabeza y cerrar sus ojos para cubrirse del impacto. Al segundo siguiente, seis tomos gruesos de "La Historia de la Magia Moderna en Inglaterra" habían golpeado en sus antebrazos, su pecho y sus muslos, haciéndolo retroceder un par de pasos. El resto de los libros volaban directo en su dirección, pero... de pronto, cayeron al piso antes de golpearle del todo.


    Aunque había quedado parcialmente sepultado entre el mar de ejemplares que lo rodeaban, y algo falto de aire por unos instantes por unos tomos que habían golpeado en la boca de su estómago, el joven respiró profundamente un par de veces. Con el movimiento de los golpes se le había caído parte de la capucha, revelando sus mejillas enrojecidas por la vergüenza de lo sucedido. Para colmo de males, había llamado la atención irremediablemente.


    Una mujer había llegado a toda velocidad junto a él, pero no parecía ser una chica cualquiera. Su curiosa apariencia y sus rasgos físicos perturbaron por un momento al mago; los rollos de pergaminos y las plumas que le acompañaban le daban un aire levemente intelectual, aunque la energía que desprendía en su expresión facial hizo que el joven retirara la vista hacia un costado, abochornado por lo ocurrido.


    - N-no... Creo que estoy bien... - murmuró Koseh con suavidad. - ¿Tú fuiste...? -


    Antes que terminase de plantear su pregunta, el joven dio un respingo ante un fuerte grito de reclamo por parte de una mujer que tenía toda la apariencia de causar problemas. Justamente el tipo de situaciones que el principal afectado odiaba tener que enfrentar. También se había percatado de reojo que otra chica se iba acercando hasta donde estaban ellos. ¿Le iría a reñir también por lo ocurrido? El solo hecho de pensarlo le hizo tragar saliva disimuladamente.


    Claro que la riña de la primera mujer se había impuesto en la sala, llamando la atención de la gente a su alrededor, que ya dirigía las miradas a la situación acontecida.


    - ¿Qué? No, señora, está en un error: yo sólo... - contestó Koseh, alarmado ante lo que le solicitaban de forma muy agresiva. Su mirada se había vuelto del rostro de la mujer a su varita, que le apuntaba tanto al chico como a la otra joven que le había ayudado.


    En ese momento, una figura de cabello largo se interpuso en su visual. Era la chica que había caminado hacia ellos, ahora de espaldas a él en una postura que denotaba un enorme potencial mágico. Su sola presencia era decisiva e imponente, y las palabras que le había dirigido a la mujer denotaba que tenía experiencia manejando situaciones límite como esa; lo contrario que al chico le ocurría.


    Las palabras que le había dirigido a la mujer le hicieron reaccionar. Podía ocurrir un problema mayor, ya que la señora no parecía querer ceder inmediatamente, aunque las palabras de Mei le habían pillado de sorpresa. Levantándose con cuidado de entre los libros, Koseh miró con cuidado a la extraña chica que le había ayudado, y luego de vuelta a la joven de cabellos castaños.


    - ¿Quién es ella? - atinó solamente a murmurar, más para sí mismo que para el resto. Por algún extraño motivo, le parecía que esa chica le era conocida de algo, pero no podía determinar el qué.


  9. Caminando por el exterior de este nuevo mundo que visitaba a paso lento y con cierto recelo, Koseh se encontró súbitamente frente a un edificio del cual no conocía nada. No era difícil para el mago determinar que la Biblioteca de Alejandría que se alzaba frente a él era seguramente parte de los recuerdos que le habían sido arrebatados temporalmente por aquel dichoso combate mágico en el cual se había visto involucrado. No había nada que hacer ante ello por el momento, salvo buscar más información.


    Koseh no estaba seguro de si debía entrar o no a investigar. Siendo nuevo en el país y desconociendo todas las posibilidades que podrían surgir a raíz de su amnesia mágica, temía en el fondo encontrarse con personas que lo conocieran y que pudieran malinterpretarse algunas cosas -situaciones que evitaba a toda costa debido a su forma de ser. Estaba seguro que si buscaba información o alguna pista sobre su origen, podría determinar enlaces que le llevarían a descubrir esos datos que le habían sido negados. O al menos eso le había dicho aquél mago misterioso que había conocido hace unos días.


    Vestido con una capa oscura por sobre su cuerpo que cubría su cabeza a modo de capucha, el joven buscaba pasar desapercibido lo más posible a su alrededor. De hecho, el entrar a un recinto público como ese le generaba cierta inseguridad. No obstante, su curiosidad era mayor, y la necesidad de saber más cosas le llamaba fuertemente la atención.


    - ¿Podría ser posible que aquí haya algo de información de lo que busco? - se preguntó a sí mismo, mientras miraba el lema que rezaba el cartel al interior de la biblioteca. - Este lugar parece bastante grande... Me pregunto si podré recorrerlo en menos de un día -, se cuestionó.


    Con solo mirar a su alrededor, pudo reconocer a varios magos y brujas que rondaban ávidos de conocimiento, aunque lo suficientemente alejados para reparar en el muchacho que había entrado a buscar información como cualquier otro. Determinando a dónde debería dirigirse, Koseh caminó lentamente por el primer piso, comenzando a recorrer las primeras estanterías en la búsqueda de algún libro que llamase su atención. Pronto se daría cuenta de que dicha tarea podría volverse titánica en unos minutos.


    - Rayos, así no estoy avanzando nada - murmuró para sí. - Y si... -


    Antes que pudieran decirle algo, Koseh sacó disimuladamente su varita -un objeto color blanquecino similar a la nieve, con unas curiosas muescas en forma de relámpago a su alrededor - para agitarla por lo bajo con rapidez, diciendo el conjuro: - Accio libro de historia de la magia moderna en Inglaterra -


    Por un momento, el mago pensó que su hechizo no daría resultado puesto lo específico de su petición. Segundos después, pudo darse cuenta de que había cometido un leve error: el encantamiento convocador había funcionado para atraer no solo uno, sino al menos una decena de gruesos tomos de cierta estantería de la biblioteca, los cuales se dirigían rápidamente hacia su dirección.


    Koseh sólo pudo atinar a mostrar una cara de sorpresa mayúscula. No buscaba llamar la atención y ya había hecho un pequeño escándalo público. Para colmo de males, la situación de tensión le hizo olvidar el hechizo necesario para poder evitar el impacto de los gruesos tomos que llegarían a golpear su cabeza si no hacía algo por remediarlo.

  10. Hola, muy buenas. Quisiera solicitar la apertura de una ficha para un personaje secundario, por favor :) Voy enviando los datos según formato:

     

     

     

    Nombre: Heko Alejandro Akira Briceño

    Edad: 29

    Nacionalidad o procedencia: Chilena

    Raza: Humano

    Personaje principal al que está asociado: Koseh Oybagash

    Relación con el personaje principal: Conocidos - Koseh lo conoce por el nombre de "Baruffio"

     

    Aspecto Físico: Heko es un chico de apariencia adulta juvenil, robusto, de anchos hombros. Da una primera impresión de ser una persona seria y a veces algo intimidante. Mide 1.70 m y pesa 70 kg. Su piel es de color trigueña y levemente pálida. Su cabello es negro azabache, adoptando un peinado corto con el cabello hacia atrás. Sus cejas son gruesas y del mismo color de su cabello. Sus ojos, originalmente cafés oscuros, ahora son completamente negros, con matices de un brillo carmesí ante la luz, y pareciera que los tuviese semiabiertos, especialmente cuando sonríe. Tiene labios carnosos, con las comisuras de la boca hacia arriba como si sonriese.


    Heko actualmente viste con un traje que combina la usanza muggle con la mágica, usando túnicas oscuras y ceñidas al cuerpo, las cuales caen a la altura de sus tobillos. En ocasiones añade una capa que cae por su espalda hasta su cintura, igualmente azabache. Bajo estas ropas viste poleras de tonalidades oscuras, jeans, zapatillas, y si se da la ocasión varía su túnica y capa con chalecos o chaquetas ante el frío. En ocasiones más formales viste con trajes acorde al contexto, como túnicas y capas de gala, por lo normal muy oscuras. Usualmente utiliza en su mano izquierda un reloj digital de muñeca color negro y resistente al agua. No tiene tatuajes, aros o similares.
    Aparenta ser débil, pero en realidad posee una velocidad, resistencia y fuerza que son tal o levemente superiores a las de un deportista olímpico muggle gracias a sus constantes entrenamientos en artes marciales desde que era niño. Así mismo, sus reflejos le permiten responder con gran celeridad ante situaciones inesperadas.

    Cualidades Psicológicas: Tras el tiempo de su desaparición, su forma de ser ha cambiado drásticamente de manera inexplicable: se ha vuelto frío, calculador y con rasgos de manipulador, aunque puede presentar características de su antigua personalidad bondadosa y gentil si requiere conseguir algo que le sea beneficioso a su causa. No obstante, le gusta conseguir lo que añora y necesita por sus propios medios, así que preguntar o pedir indicaciones a los demás son de las últimas opciones a las que recurrirá, si es que realmente lo encuentra necesario. A diferencia de antaño, no dudará en acudir a medios más drásticos o a veces sádicos si lo cree necesario.


    Normalmente, Heko es serio y disciplinado, manteniendo su comportamiento adecuado según el contexto del lugar. Tras el alejamiento que tuvo, se ha vuelto sumamente receloso y callado, aprendiendo a guardar profundamente sus sentimientos, por lo que se ha vuelto más esquivo a forjar relaciones de cualquier ámbito. Limita la demostración pública de emociones, ya que ahora cree que es un lazo que puede llevar a debilidad; en situaciones sociales será amable y caballeroso sólo si cree que eso le servirá para conseguir sus propósitos, especialmente con gente que no conoce. Ya no se siente en confianza con otras personas, mostrando más su mente fría y calculadora, como si un gran vacío llenara su ser. A causa de ello, los consejos que solía dar a quienes considere sus aliados seguramente tendrán un atisbo de ironía en ellos.
    Aparentemente, su comportamiento responde a una pantalla exterior que suele negar, ya que inconscientemente su sentido de defender a quienes considera sus seres queridos o aliados -aunque ponga su vida en riesgo- sigue en pie. Por otro lado, su basta experiencia ha cultivado en mayor medida su cualidad de mantener la calma y pensar antes de actuar, especialmente en situaciones de alta tensión o de peligro. Gracias a ello, Heko puede planear una estrategia ante la marcha de los acontecimientos, siempre que éstos le permitan estar concentrado. El entrenamiento físico que sigue constantemente le es muy útil para ello.

    Historia: Héctor "Heko" Briceño nació cerca de la navidad de 1988 en Chile. Hijo único de Héctor y Serena, ambos padres muggles; se desconoce la procedencia exacta de su magia. Durante sus primeros años vivió completamente en el mundo no-mágico, y desde pequeño, siempre fue un chico tranquilo y algo solitario, viviendo una difícil infancia en la cual destacó la pérdida de sus padres y su abuelita a manos de un mortífago de identidad desconocida durante un atentado en Sevilla, España. Tras dicho incidente, Heko perdió la memoria a manos de magos del Ministerio, aunque parte de los recuerdos del incidente fueron apareciendo con el transcurso de los años gracias a su propio poder mágico.

     

    Luego de trasladarse a Inglaterra y estudiar en Hogwarts y en el mundo muggle para obtener una carrera profesional, Heko continuó con la búsqueda de su familia desaparecida, sin éxito. Ávido de nuevo conocimiento, descubrió la existencia de una Academia de Magia y Hechicería en la cual se inscribió; desde el primer día, vivió muchas aventuras junto a sus compañeros y profesores: combatió con dragones y otras criaturas mágicas, aprendió a controlar sus propios poderes ocultos, perfeccionó sus técnicas de duelo, recordó momentos importantes de su vida y conoció a personas maravillosas.

     

    Viviendo en diferentes lugares y fortaleciendo los vínculos con varios de sus amigos y su novia Mei, Heko vivió uno de los más grandes años de su vida. Además, participó en la sociedad mágica trabajando en el Hospital San Mungo, teniendo su propio negocio con Enrick y Marcus, e incluso jugando en un equipo profesional de Quidditch como eran los "Falmouth Falcons". No obstante, después de casarse con Mei y enterarse de que ambos serían padres, y producto de diversos eventos que involucraban duelos que lo dejaban al borde de la muerte, el joven mago entendió que había algo peligroso apropiándose lentamente de su propio ser. Aunque la paz que le generaba su nueva vida le mantenía tranquilo y en calma, un fuerte sentimiento de desesperación y angustia se estaba apoderando de él con el paso de los meses.

     

    Se desconoce cuál fue el motivo de su actuar, pero Heko desapareció misteriosamente -junto a su elfo doméstico Inugetsu- de la vida de todos sus seres queridos justo antes del nacimiento de sus hijos. Años han pasado y no se sabe con certeza ni su paradero ni su destino, ni mucho menos qué le motivó a actuar de esa forma. Cualquiera sea la verdad de algunos rumores que lo declaraban muerto o capturado, el hecho era que no se le volvió a ver nuevamente como se le conocía. ¿Habría adoptado otra identidad? Sólo el tiempo lo diría.


    Otros datos:

    - Casi todos le conocen mejor por "Heko".
    - Suele enojarse un poco si se ensañan en molestarlo.
    - Algún día planea tener su propio dragón y fénix.
    - Tiene fobia a las heridas y cortes sangrantes, pero ha aprendido a comportarse con calma ante esto gracias a su trabajo.
    - Aunque desconoce la ascendencia exacta, sabe que Juve Aideen es su hermana por lazos sanguíneos. Además, es descendiente del Consejero del Rey Siegfried de Icengard. Casualmente, aquél rey es antepasado de Enrick, uno de sus viejos y mejores amigos.
    - Conoce y domina, entre muchos otros, el difícil encantamiento Patronus. Su guardián tiene la forma de un perro pastor alemán, dado que tiene una gran afinidad y similitud con los perros. Por otra parte, Heko posee unos sentidos tan agudizados como los de un cánido, tanto que también le conocen como "joven perruno" y "chico perruno" (o "perro pulgoso", según Enrick)
    - Aparentemente está poseído por una curiosa entidad oscura con intenciones de cuidado, y que suele manifestarse cuando Heko recibe daños mortales, queda en riesgo vital o si se encuentra en un estado profundo de depresión. Todavía no sabe si es una personalidad oculta en su interior u otro ser diferente a él. Dicha existencia responde al nombre de Mastema, y puede tener que ver con el cambio de personalidad que Heko muestra actualmente.

     

    Condiciones de utilización: Sólo Héctor Weasley D. puede manejarlo.

     

     

    Eso por ahora; espero que todo esté correctamente. Saludos!

  11. Hola, buenas noches. Después de tantísimo tiempo me gustaría realizar cambios en la ficha de mi personaje.

     

    En el campo Datos personales dice así:

     

     

    Nombre del Personaje: Héctor Alejandro Akira Briceño



    Sexo: Masculino



    Edad: Joven, 24 años. Nacido el 11 de diciembre de 1988.



    Nacionalidad: Chileno



    Familia(s):



    * Familia 1: Gryffindor



    Padre(s) Sanguíneo:

    Padre: **Héctor Briceño / Madre: **Serena Shirayama (Ambos desaparecidos)



    Padre(s) Adoptivos:

    Padre Adoptivo: Elvis Gryffindor

    Madre Adoptiva: Fiamma Phoenix

     

     

    Debe ser:

     

     

    Nombre del Personaje: Koseh Oybagash

    Sexo: Masculino

    Edad: Joven, 30 años. Nacido el 10 de febrero de 1987.

    Nacionalidad: Chilena

    Familia(s): ---

    Padre(s) Sanguíneo: ---

    Padre(s) Adoptivos: ---

     

     

     

    En el campo Perfil del personaje dice así:

     

     

    Raza: Humano

    Aspecto Físico:

    Heko es un chico de apariencia joven, robusto, de anchos hombros. Da una primera impresión de ser una persona seria y a veces algo intimidante. Mide 1.70 m y pesa 66 kg. Su piel es de color trigueña. Su cabello es negro azabache, y lo suele llevar con un peinado corto y con leve chasquilla al frente. Sus cejas son gruesas y del mismo color de su cabello. Tiene ojos cafés oscuros, que parecen negros en lugares de poca luz y pareciera que los tuviese semiabiertos, especialmente cuando sonríe. Tiene labios carnosos, con las comisuras de la boca hacia arriba como si sonriese.

    Heko suele vestir de forma juvenil a la usanza muggle, con poleras de variados colores, jeans, zapatillas y chaleco o chaqueta si hace frío. En ocasiones más formales viste con trajes acorde al contexto, como túnicas y capas de gala, por lo normal muy oscuras. Además, en ocasiones porta un reloj digital de muñeca color negro y resistente al agua. No tiene tatuajes, aros o similares. Aparenta ser débil, pero en realidad posee una velocidad, resistencia y fuerza que están a la par e incluso algo superior a las de un deportista olímpico muggle gracias a sus constantes entrenamientos en artes marciales como Karate y Taekwondo desde que era niño. Así mismo, sus reflejos le permiten responder con gran celeridad ante situaciones inesperadas.

    Cualidades Psicológicas:

    Su personalidad es tranquila, agradable, cordial y servicial, muy especialmente con sus seres queridos. Le gusta conseguir lo que añora y necesita por sus propios medios, así que preguntar o pedir indicaciones a los demás son de las últimas opciones a las que recurrirá, si es que realmente lo encuentra necesario.

    Normalmente, Heko es serio y amable, y suele comportarse disciplinadamente según el contexto del lugar. No le gusta mostrar mucho sus sentimientos en público, así que también puede parecer algo tímido en situaciones sociales, especialmente con gente que no conoce. Por el contrario, si está en confianza, el chico se mostrará más divertido, simpático, e incluso algo bromista, travieso y muy cariñoso. Aquellos que le conocen suelen sorprenderse por la gran sabiduría y consejos que da ante los distintos temas que se conversan. Entre sus defectos, es un poco orgulloso: picará el anzuelo con facilidad si lo molestan sus más cercanos. Ama la ironía en sus bromas, y puede parecer algo inmaduro por ello. Además, tiene una entrega absoluta por los que ama: no dudará en defenderlos aunque ponga su vida en riesgo.

    Heko disfruta estar con sus amigos y seres queridos, y contemplar la naturaleza; gusta de investigar de todo lo que le llame la atención, ver series de televisión y dibujos animados, comer sus platillos favoritos, leer sobre temas de astronomía, magia y biología, y jugar videojuegos muggles. Además, ama a los animales, especialmente a los perros y gatos. Practicar conjuros mágicos y hacer duelos amistosos son sus pasiones. Por otra parte, no le gustan las personas que se valen de su poder o cargo para aprovecharse de los demás, y tampoco la injusticia.

    Ante una situación de alta tensión o de peligro, tiene la cualidad de mantener la calma y pensar antes de actuar. Gracias a ello, Heko puede planear una estrategia ante la marcha de los acontecimientos, siempre que éstos le permitan estar concentrado. El entrenamiento físico que ha seguido constantemente le es muy útil para ello.

    Historia:

    Héctor "Heko" Briceño nació cerca de la navidad de 1988 en Valparaíso, Chile. Hijo único de Héctor y Serena, ambos padres muggles; se desconoce la procedencia exacta de su magia. Durante sus primeros años vivió completamente en el mundo no-mágico. Desde pequeño, siempre fue un chico tranquilo y algo solitario, mostrando ya muchos de sus gustos actuales. Algunos de sus compañeros se ensañaban con él, intentando hacerle la vida imposible en sus tiempos de colegio muggle, pero así y todo era muy feliz gracias al cariño de sus padres, de su abuelita y de Terry, un perro pastor alemán que se crió con el pequeño desde el nacimiento de ambos.

    Durante estos años, Heko demostró signos de un inexplicable poder que se presentaba cada vez que se lesionaba por accidentes: sus heridas cicatrizaban y se curaban con asombrosa rapidez, incluso en menos de un día. Ese poder comenzó a decaer a medida que el chico crecía, siendo casi imperceptible en su adolescencia y pubertad. Pese a lo anterior, se comportaba como un muggle más. Gracias a ello no tuvo problemas y nadie sospechaba que había algo fuera de lo común en él.

    Hubo un año en particular que marcó bastante al chico, un año lleno de agradables recuerdos que poco a poco han salido a la luz. Durante el verano de 1998, Héctor había bajado a la playa para pasear y divertirse entre las olas y la arena como solía hacerlo todos los años. Allí conoció a una pequeña niña que estaba de visita en ese lugar. A la chica le gustaba coleccionar caracoles de diversas formas, algo que al niño le llamó la atención.

    Fue poco el tiempo que estuvieron juntos, pero en esos días rápidamente se hicieron amigos; sin embargo, ella tuvo que irse porque sus padres sólo estaban de paso en el lugar. Heko se puso muy triste al saberlo, ya que a pesar del corto tiempo, le había tomado muchísimo cariño y no sabía si alguna vez podría volver a verla. Además, todos sus amigos en ese tiempo solían durar poco a su lado porque o tenían que mudarse a otras partes o se cambiaban de escuela. Pero esa niña era especial: había comenzado a quererla. Esa tierna niña fue con quien había tenido su primer beso, y su nombre era Mei.

    Durante las últimas semanas de Julio de 1998, un hecho durante un viaje turístico a España cambiaría la vida del chico para siempre. En Sevilla, un mortífago de identidad desconocida hizo explotar un autobús lleno de turistas en el cual también viajaba el pelinegro junto a su familia. Como resultado, murieron varios muggles, los padres de Heko salieron gravemente heridos, y la abuelita del pequeño desapareció misteriosamente. Héctor sobrevivió al atentado gracias a la intervención de un misterioso niño ojimiel, Enrick, que le rescató de entre las llamas y le dio palabras de consuelo, desapareciendo tan pronto como hubo llegado.

    Los magos especialistas del Ministerio de Magia llegaron a solucionar el incidente, borrando las memorias de los sobrevivientes; sin embargo, el embrujo no parecía hacer el efecto deseado en el pequeño pelinegro. En ese momento se descubrieron los poderes mágicos de Héctor, y dado que sus padres debían recuperarse de sus heridas por un largo tiempo y para evitar un trauma en el niño y que creciera pensando en la venganza, se lo llevaron consigo contándole parte de la verdad, aquella que no pudo ser alterada por el encantamiento desmemorizador.

    Aun así, Heko quedó con varios recuerdos perdidos desde su niñez hasta lo sucedido con la pérdida de sus padres. Cada una de esas memorias aún perdura en el subconsciente del joven, y poco a poco se han revelado bajo diversos acontecimientos significativos. Pero hay algo que el pelinegro sospecha que sucedió inmediatamente después del atentado a su familia: algo relacionado con los magos del ministerio y que oculta un oscuro secreto, el cual todavía no se puede explicar.

    Después de todo eso, Heko aceptó su lugar en la comunidad mágica. Quedó en custodia de la comunidad de Gran Bretaña, aunque vivía solo la mayor parte del tiempo en lugares mágicos como El Caldero Chorreante con la ayuda monetaria de los magos del ministerio. Poco a poco, el chico comenzó a crecer y culturizarse con este nuevo mundo. Aprendía de libros de texto relacionados con hechizos, criaturas mágicas, pociones, entre otras artes, y gustaba de practicar su magia cada vez que podía.

    Habiendo llegado los informes de que Heko es un mago, su tierra natal no tardó en enterarse del agradable suceso. En Chile existen varias personas con dotes mágicos, pero muy pocos tienen la oportunidad de desarrollarlos como sucede en otras partes del mundo; además, una gran parte de la población mágica chilena es extranjera, y varios de los magos locales han preferido emigrar a otras tierras para especializarse y aprender a dominar su poder con más exactitud. Es por ello que uno de los fabricantes más famosos de varitas de aquél país le envió a Heko de regalo una varita muy especial, ideal a su personalidad, en cuanto el chico cumplió los 11 años.

    Asemejando a un palillo de tambor, visiblemente más blanca que la misma nieve y de cierta finura al agitarse, además de un acabado que la rodea en forma de rayo, la varita del chico no pasaba desapercibida para quien la viese, lo que el joven pensaba era una seria desventaja en los duelos. Por ese mismo motivo, no le gustaba su color: intentó pintarla para hacerla menos llamativa, pero la madera de la varita rechazó cualquier intento por cambiar de color.

    Sin rendirse, Heko probo con desgastar la madera hasta encontrar el color original, pero por más que lo hiciese, la varita seguía mostrando un vivo color blanquecino; las curiosas muescas que forman un surco alrededor de la varita como si fuera un relámpago cual guirnalda a un árbol navideño son producto de ese desgaste. Además, el chico aprendió que la madera de su varita es bastante resistente a los impactos físicos y a daños por consecuencia de hechizos. Resignado, terminó por tomar mucho cariño a su "varita de nieve".

    Unos meses después, Heko recibió su carta de Hogwarts, donde ingresó con gusto. Durante la Selección de las Casas, el Sombrero Seleccionador estuvo por 5 minutos decidiendo si el chico debía ir a Griffyndor o a Ravenclaw, siendo la segunda opción la casa en que quedó, y casi convirtiéndose en un "hatstall". Los siguientes siete años aprendió con rapidez y se desenvolvió bastante bien en todas las materias, especialmente Astronomía, DCAO, Encantamientos y Transformaciones. Obtuvo una gran cantidad de Extraordinarios en sus TIMOs y EXTASIS, aunque rechazó la opción de ser Prefecto de su casa.

    Al terminar el séptimo curso y después de su graduación, Heko se prometió ir a la búsqueda de sus padres y abuelita. Así fue como viajó a España, concretamente al mismo lugar en donde había ocurrido el accidente. Buscó información en varias partes, incluyendo las bibliotecas de la zona, pero no logró encontrar nada. Con cierta decepción, prefirió no perder el viaje y continuar sus estudios en una universidad muggle, Allí estuvo por cuatro largos años, donde logró aprender las virtudes del movimiento del cuerpo humano, y que los muggles no sólo se basan de cortar a la gente en pedacitos para curar sus enfermedades.

    Al quinto año, regresó a Inglaterra para continuar sus estudios por intercambio. A mitad de año, Heko se enteró que existía una Academia de Magia y Hechicería, a la cual ingresó para seguir sus estudios mágicos. Desde el primer día, vivió muchas aventuras junto a sus compañeros y profesores: combatió con dragones y otras criaturas mágicas, aprendió a controlar sus propios poderes ocultos, perfeccionó sus técnicas de duelo, recordó momentos importantes de su vida y conoció a personas maravillosas.

    De hecho, en la fiesta posterior, se enteró gracias a los misterios del Laberinto de Apokolip de que tenía un vínculo sanguíneo similar al de los hermanos con Juve Aideen, quien fuera su profesora de Generales. La chica salvó su vida al final de su primera aventura, enseñándole preciados consejos que Heko ha tomado al pie de la letra. Aunque la relación parece haberse enfriado tras las continuas oportunidades en que Juve intenta matarle, ambos sospechan que además hay algo que les une de hace tiempo a nivel espiritual y tiene relación con sus poderes, pero es algo que aún no está del todo claro.

    Unos días después, Heko conoció a Fiamma Phoenix. La joven había visto al chico vagando solo por la vida, y le ofreció adoptarle para ser parte de la en ese entonces familia Lovegood, siendo el primer hombre de la misma; Heko aceptó con gusto. Al fin tendría un lugar al que llamar hogar después de tanto tiempo. Así fue como el joven fue un Lovegood más, viviendo las peripecias del Caserío durante una temporada.

    Meses más tarde, fue nombrado prefecto de los Aethonans de Salem, casa a la que pertenecía durante sus estudios. Descubriría en Bando y Perfil detalles sobre el accidente de su infancia que le harían sospechar sobre los motivos del mortífago para ir tras su familia y que ayudaron a decidir el futuro camino del joven. Por otra parte, la Academia fue también donde Heko conoció realmente el significado de la amistad y el amor. Ha forjado diversas amistades allí y en su trabajo en el Hospital San Mungo, cada una importante y especial. Su mejor amigo, Enrick, conforma con el pelinegro una pareja explosiva: cada vez que se juntan, la diversión resalta en el lugar. A pesar del calibre de las bromas entre ambos, Heko le tiene un cariño y confianza ejemplar.

    Gratamente sorprendido debido a se había prometido no estar interesado en tener una relación, Heko terminó cambiando de opinión al conocer a la chica que es su mejor amiga y su novia, Mei Black Delacour. Lo que comenzó como el cariño de una simpática amistad fue aumentando cada vez más, hasta que casi sin darse cuenta el pelinegro se enamoró de su bella pelicastaña, hasta que en los Jardines Sumaes se declararon mutuamente su amor. Desde allí, se han vuelto una pareja inseparable: Héctor ama a Mei como ella a él, tanto así que está dispuesto a defenderla y ayudarla hasta las últimas instancias aunque ponga en peligro su existencia, algo que a su chica no le hace mucha gracia.

    El tiempo de la Graduación llegó, y después de una nostálgica despedida a los Aethonans junto a Enrick y Kary, Heko en conjunto a sus amigos y su novia terminaron sus estudios en la Academia. Algunos rumores dicen que se ha visto a una parte de ese grupo en compañía de varios magos de los cuales se sospecha su relación con la Orden del Fénix, aunque estos rumores están aún sin confirmar. Un mes después, el joven fue aceptado oficialmente como Sanador en la Quinta Planta del Hospital San Mungo, cargo en el cual se desempeña actualmente.

    Durante ese tiempo, conoció a un curioso elfo doméstico maltratado llamado Inugetsu, con el cual hizo muy buena amistad y ahora le "sirve", algo que Heko no aprueba en absoluto, ya que considera al elfo como su amigo y no su sirviente. Además, por razones inesperadas, el chico tuvo que dejar el Caserón Lovegood junto a sus familiares y por un tiempo quedó sin lugar donde vivir, hasta que fue acogido tanto en la Familia Weasley como en la Familia Diggory, donde mantiene en la primera sus relaciones familiares anteriores junto a su padre sanguíneo legal, Goderic Slithering, el cual en contadas ocasiones ha tenido oportunidad de tratar.

    En conjunto con sus socios Enrick y Marcus, abrieron una agencia de detectives en el callejón Diagon llamada "Wright & Wrong", lugar donde el trío de magos resolvieron casos extraños por un buen período de tiempo. Es curioso cómo Heko distribuía su día para trabajar tanto en el hospital como de noche en la agencia y aun así tener tiempo para otras actividades, ya que también juega Quidditch en el puesto de Guardián del equipo "Falmouth Falcons", de donde es el Subcapitán y a cuyos integrantes ha tomado mucho cariño.

    Durante el mes de Febrero de 2012, Héctor viajó junto con sus amigos y su prometida a la isla Saipán, un lugar paradisíaco en donde el pelinegro obtuvo uno de sus más preciados recuerdos junto a su pelicastaña. Después de todas las aventuras que vivieron en ese lugar, sucedió el evento más importante de sus vidas: Héctor y Mei se unieron en matrimonio bajo la luz de la luna llena. La boda estuvo cargada de sentimientos y felicidad, junto a la algarabía de los amigos y familiares de la pareja, e incluso de conocidos y rivales que asistieron al lugar. Así fue como, tras unas hermosas palabras que les unieron oficialmente ante el mundo mágico, Heko pasó a ser el patriarca de la familia Delacour. Finalmente había formado su propia familia, y lo mejor, junto al ser al que más amaba.

    Desde Marzo de 2012 hasta Marzo de 2013, Héctor se vio obligado a viajar constantemente todas las semanas al mundo muggle para terminar la parte práctica de la carrera que estudiaba en la universidad, una actividad que le quitaba una considerable cantidad de tiempo y durante la cual el chico sufrió por no poder disfrutar con sus seres queridos, en especial con su esposa. De todos modos, de una u otra manera ambos jóvenes pudieron estar juntos a pesar de la distancia, así como el chico perruno ha podido aparecer en las diversas actividades que sus amigos realizan.

    Durante este intervalo de tiempo sucedieron varios eventos de los cuales no se tienen constancia ni claridad a la luz pública, pero de los mismos sí se puede notar que Heko recibió el premio a la Pareja Más Fiel junto a Mei en la Gala de San Valentín de ese año. Por otra parte, sus conocimientos le valieron el reconocimiento de dominar las artes oscuras y las diversas maldiciones existentes, las cuales podría usar a su antojo, pero que no ha declinado por esta opción en momento alguno.

    En Noviembre de 2012, el chico se enteró de una noticia que lo volvió inmensamente feliz: Mei estaba embarazada de él, y ambos jóvenes estaban esperando gemelos mellizos, los cuales nacerán prontamente. Además de ello, Laimi, la hija adoptiva de la pareja decidió definitivamente quedarse con ellos en la mansión, lo cual a Heko le encanta porque realmente quiere a su hija como si fuese de su sangre.

    Terminado ese período de tiempo oscuro en la vida de Heko, debido a que fue un verdadero intervalo en su vida tanto laboral como personal, logró sacar la carrera muggle que estuvo estudiando, teniendo una profesión tanto en el mundo muggle como el mágico, ambos referidos al área de la salud. Descuidando por largo tiempo su entrenamiento, el chico regresó inmediatamente a las actividades para retomar el tiempo perdido, además de retornar definitivamente a su hogar y pasar tiempo con sus seres queridos, en especial con Mei y la hija de ambos, Laimi.

    Además, ha retornado al trabajo en San Mungo además de los entrenamientos de Quidditch con su equipo, y está a la espera de nuevas decisiones, entre las cuales son un nuevo trabajo que comenzaría a desarrollar después de Abril de 2013, regresando a la Academia de Magia y Hechicería como profesor de Duelo Básico. De todos modos, una extraña presencia que se ha manifestado en ocasiones tiene inquieto a Heko, debido a que su energía es de carácter maligna, muy similar a la que desprenden los demonios, y proviene de su interior. Es poco lo que conoce el chico sobre esto, pero se ha percatado de su existencia, ante lo cual intenta investigar más sobre lo sucedido, y que seguramente tenga que ver con los períodos de memoria que ha perdido después del accidente de su infancia.

    Varios meses después, Heko salió de su casa y desapareció por completo sin poder nadie saber su rastro ni haber informado a nadie de nada. Extraños rumores afirman que se le vio por última vez en el extranjero a un chico con su descripción física preguntando por su familia sanguínea real. Otros rumores indicaban que dieron con su cuerpo inerte en las montañas del norte de Europa, despojado de su fiel varita de nieve. Cualquiera sea la verdad de estos rumores, el hecho era que no se le volvió a ver jamás ni con otra identidad ni como se le conocía.

     

     

     

    Debe ser:

     

     

    Raza: Licántropo

     

    Aspecto Físico:

    Clara apariencia humilde en su postura, a pesar de su estatura cercana a los 1,75 metros, que para algunos solo es otra inspiración de su calidez. Cabello liso negro oscuro y largo que cae hacia los lados hasta la altura de sus hombros, bien cuidado y brillante; su rostro de bien parecido inspira confianza y cariño. Ojos negros oscuros como el azabache, que reflejan el brillo de las estrellas del cielo nocturno. De piel morena clara y musculatura equilibrada que destaca un cuerpo en forma y curtido por alguien que ha viajado por senderos naturales con frecuencia.
    Sus ropas son muy sencillas, vistiendo normalmente de túnicas negras remendadas con sutil cuidado por su propio dueño, que le dan una apariencia usada y llamativa a la vez. Suele llevar una capa de viaje oscura como sus ojos cuando camina grandes distancias.

     

    Cualidades Psicológicas:

    Comportamiento tímido, extremadamente servicial y gentil. Es fácil apiadarse de él por su personalidad sumisa, que en más de una ocasión lo han llevado a meterse en problemas con aquellos que buscan aprovecharse de su buen corazón. No obstante, suele dar retazos de conocimiento que en ocasiones deja en sus charlas con otras personas al entregar consejos, algo que posiblemente lo lleve en su sangre.

     

    Historia:

    Desconociendo su propio origen, fuera de lo que pueda sospechar, sólo sabe que hace poco se vio involucrado en un duelo en el cual fue víctima de un poderoso encantamiento desmemorizante. El mismo le hizo perder la noción de su propio origen, así como otros datos sobre su nombre real o sus relaciones personales.
    Mientras caminaba sin rumbo en una taberna, un mago de nombre Baruffio se apiadó de él y le invitó a tomar un refrigerio al verlo solo y con aspecto débil. Intercambiando conversaciones, Baruffio se enteró que el joven le encantaba ver el cielo y contemplar los astros y sus movimientos. Recordando una vieja historia sobre un mago legendario oriental que invocaba su magia con ayuda del movimiento de los astros, bautizó al joven como Koseh Oybagash.
    Con un nombre acorde a sus gustos y un nuevo objetivo, Koseh se encaminó fuera de la taberna para buscar recordar sus orígenes y encontrar el rumbo en la nueva vida que llevaría en Inglaterra.

     

     

     

    En el campo Otros datos dice así:

     

     

    - Casi todos le conocen mejor por "Heko"
    - Suele enojarse un poco si le ensañan en molestarlo
    - Algún día planea tener su propio dragón y fénix
    - Tiene fobia a las heridas y cortes sangrantes, pero ha aprendido a comportarse con calma ante esto gracias a su trabajo.
    - Aunque desconoce la ascendencia exacta, sabe que Juve Aideen es su hermana por lazos sanguíneos. Además, es descendiente del Consejero del Rey Siegfried de Icengard. Casualmente, aquél rey es antepasado de Enrick.

    - Conoce y domina, entre muchos otros, el difícil encantamiento Patronus. Su guardián tiene la forma de un perro pastor alemán, dado que tiene una gran afinidad y similitud con los perros. Por otra parte, Heko posee unos sentidos tan agudizados como los de un cánido, tanto que también le conocen como "joven perruno" y "chico perruno" (o "perro pulgoso", según Enrick)

    - Es bastante hábil para aprender y ejecutar las técnicas que ha conocido o experimentado en poco tiempo, y adaptarlas a su arsenal de combate. De hecho, sus actividades matutinas contemplan un hábito de ejercicios y prácticas de artes marciales y de conjuros mágicos y desarrollo de nuevos hechizos, algunos muy exitosos. Últimamente, ha retomado su entrenamiento al máximo para defender a los que quiere de cualquiera que intente hacerles daño en estos tiempos difíciles.

    - Entre las rarezas detectadas, una curiosa entidad oscura con intenciones de cuidado suele manifestarse y tomar el control en Heko cuando éste recibe daños mortales o queda en riesgo vital, y también si se encuentra en un estado profundo de depresión. A pesar de que Heko se ha vuelto consciente de su existencia, todavía no logra entender si es una personalidad oculta en su interior u otro ser diferente a él, pero sí ha comenzado a preocuparle. Sólo se sabe que dicha existencia al manifestarse responde al nombre de Mastema, y suele tener una personalidad completamente opuesta a la que Heko posee normalmente.


    Cronología de cargos:

    - Aprendiz de Sanador en Hospital San Mungo (Quinta Planta) [Julio 2011 - Septiembre 2011]
    - Prefecto de los Aethonans de Salem - Generación 28
    - Guardián de los Falmouth Falcons [2011 - Actualidad]
    - Sanador en Hospital San Mungo (Quinta Planta) [septiembre 2011 - Actualidad]
    - Subcapitán de los Falmouth Falcons [2012]
    - Profesor de Duelo Básico [Abril 2013]

    Premios y reconocimientos:

    - Graduación de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería - Generación 2008*
    - Beca de Rol Avanzado (500 galeones) como estudiante de la Academia de Magia
    - Premio Fénix 2011 a Promesa OdF
    - Premio Fénix 2011 a La Mejor Pareja OdF, junto a Mei Black Delacour
    - Premio Gala San Valentín 2012 a la Pareja Más Fiel, junto a Mei Black Delacour
    - Premio Gala San Valentín 2013 a la Pareja Más Fiel, junto a Mei Black Delacour
    - Premio Gala San Valentín 2013 a la Pareja Eterna, junto a Mei Black Delacour

     

     

     

    Debe ser:

     

     

    Se irán desbloqueando sobre la marcha.

    Cronología de cargos: ---

     

    Premios y reconocimientos: ---

     

     

     

     

    Eso por ahora. Les agradezco de antemano los cambios solicitados. Un saludo!

  12. Limitándose a observar la situación con tranquilidad, el joven esperó que su maldición Sectumsempra continuara su viaje hacia su objetivo. La chica comenzó a decir palabras que Heko no se molestó en escuchar del todo, ya que además un potente retumbar a la distancia se había dejado oír. El tigre moribundo en los roqueríos había regresado a su forma original, y la muralla de piedra, en parte agrietada por los daños iniciales y sin una base firme que la soportarse, cedió por su propio peso y se desplomó a un lado, cayendo sobre las rocas.


    Había sonado con tal estruendo que era imposible que los muggles no se hubiesen percatado que algo raro estaba sucediendo cerca de la costa. Con sus nuevos artilugios tecnológicos y sin usar hechizos mágicos para bloquearlos, el hecho de pasar inadvertido para Heko estaba a sólo minutos de terminar en el tacho de la basura. Definitivamente tendría que acabar con esto.


    Entonces el joven sintió los efectos del hechizo silenciador de Jessie, quien lo había ejecutado con total tranquilidad. Inmediatamente después, la maldición Sectumsempra le impactó en su pecho, frenando su andar, aunque no parecía haberse dado por aludida. El instinto de duelista del chico y su vasta experiencia le había indicado que no quedaba nada más por realizar.


    Cruzándose de brazos, impertérrito, Heko observó el devenir de los acontecimientos, sin hacer nueva participación en ellos. Jessie había cometido un error fatal al pensar, seguramente, que podía ser más rápida que él en actuar antes que lanzara su maldición; pero eso no era posible, ya que apenas se había terminado de curar del ataque del tigre cuando el hechizo ya iba en camino. No era tan veloz para hacer dos movimientos seguidos sin que el joven actuara antes. Su exceso de confianza y pérdida de atención en los detalles le había pasado factura nuevamente.


    Silenciado, el joven no podía emitir palabra alguna, ni tampoco parecía molestarse por ese motivo. Sólo observaba cómo la bruja quedaba en bikini mientras transformaba su short en una piedra bezoar para anular el efecto del veneno de araña que circulaba en su cuerpo. La escena era una curiosa mezcla de arte y sadismo: la anatomía trabajada de la Stabolito cubierta del líquido vital carmesí, que mostraba profundos y lineales cortes en su torso y abdomen, los cuales vaciaban la fuente de energía de la bruja a gran velocidad. Unas gotas de sangre completaban el cuadro, cayendo y manchando el muro de contención donde estaban ambos magos.


    Unos recuerdos vagos surgieron en la mente del otrora chico perruno, relacionados con la joven que estaba en frente, caminando un par de pasos hacia él, sonriendo con diversión ignorante del destino que le deparaba. Heko se mostraba imperturbable, esperando que la energía de la chica se agotara por completo. No tuvo que esperar mucho para eso.


    Estaba de frente a ella, ambos mirándose fijamente, el joven con una mirada que recordaba al vacío abisal. Y entonces, Jessie perdió el enfoque de su vista junto con su equilibrio, derrumbándose al piso por la pérdida de sangre que había sufrido. Al ignorar las graves heridas que tenía encima, había eliminado toda posibilidad de continuar el combate en curso. Jessie había perdido el duelo.


    Espontáneamente, la muralla de piedra se esfumó junto con la pequeña araña aplastada en las rocas, dejando sólo la túnica del chico desparramada en sus bordes. Las olas volvieron a rugir, pareciendo más altas que antes, aumentando la marea nocturna.


    Sabiendo que Jessie había quedado completamente inconsciente e incapaz de reaccionar, el chico se arrodilló en una pierna para observarla mejor. Había caído hacia un costado y quedado su cuerpo de lado, perdiendo lentamente su coloración habitual y sangrando sin control. El rostro del joven se suavizó, y apuntando su varita a quien fuera su amiga y hermana, comenzó a curar sus heridas más graves. El hechizo silenciador hacía mucho que había perdido su efecto en él.


    - Te dije que no deberías haber venido - sentenció en un susurro - Esto que ves es lo que soy, pero no espero que lo entiendas ahora. Algún día lo sabrás...-


    Poniéndose de pie, Heko se encaminó a los roqueríos, alejándose de Jessie quien continuaba sin consciencia, pero recuperando su color natural. Tomando su túnica de entre las rocas, el chico se detuvo un momento, mientras contemplaba el horizonte nocturno.


    - Te equivocas... sigues siendo la misma chiquilla de antes. Y es por eso que es demasiado pronto para dejar que me veas ahora -


    Las olas rompían en las rocas más alejadas del muro de contención, mismo lugar hacia donde el chico continuaba su camino. Girando su cabeza a último momento para contemplar a Jessie, dijo con abatimiento: - Vuélvete más fuerte. Lo necesitarás. Cuídate... -


    - Y cuídenlos, por favor - añadió, con pesar, en un débil susurro.


    Cerrando sus ojos, y sin preámbulos, Heko se lanzó de un salto a la enorme masa de agua que tenía frente a él. Un oleaje enorme le engulló al mismo tiempo que se sumergía en lo desconocido, y el sonido del romper de las olas opacó el bramido de succión de su Desaparición.

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  13. De buena cuenta, el chico sabía que su contrincante no se dejaría vencer con tamaña facilidad, y por una parte eso le gustaba. La pasión por un buen duelo comenzaba lentamente a fluir como sentimiento en el joven, algo que hacía tiempo no atesoraba a ese nivel. A pesar de no querer sentirlo, la alegría por batirse en duelo estaba surgiendo una vez más, llenando todos sus sentidos. Sus ojos desprendieron un brillo tenue, que nada tenía que ver con el vacío de hace unos momentos.


    De pronto, un ligero espasmo en las facciones de Heko se presentó. Cerrando un ojo y manteniendo una mueca en su boca mientras buscaba contener el dolor de la rigidez, de alguna manera sabía que ya no se lo podría permitir de nuevo. Ya nunca más. Sólo lo usaría para avanzar y ganar en esta batalla que en un inicio buscaba terminar lo más pronto posible; no se podía dejar emocionar por esa banalidad.


    No era el momento de mostrarse débil frente al enemigo.


    Levantando la vista delante, Heko notó que la joven había contestado el ataque de su tigre con una maldición Sectumsempra, la cual inutilizó e hirió de gravedad el cuerpo del felino, haciéndole caer sobre las rocas con un fuerte retumbar que pareció vibrar a su alrededor. Algunas rocas más pequeñas amenazaron con moverse un poco de su posición, pero el rugir de las olas retomaron el dominio del sonido. Parecía además que la araña había quedado aplastada bajo el peso del felino, aunque la forma dispareja de los roqueríos evitaba que todo el peso cayera sobre el arácnido, de dimensiones muchísimo menores al otro animal. De todos modos, estaba inhabilitada de poder moverse por ahora.


    Jessie continuaba sangrando profusamente de su herida, y el chico sabía que buscaba tranquilizarse para seguir en el duelo. Ya que quedarse quieto no estaba en su estilo, el joven saltó hacia atrás a la pequeña muralla de contención hecha de cemento que limitaba los roqueríos de la vereda, y quedó viendo de frente a la chica, a siete metros y fuera de la trayectoria donde se ubicaba el tigre moribundo. Mantenía su varita apuntada al pecho de la Stabolito, que se volvía más carmesí a medida que más se teñía su blusa.


    - Digas lo que digas, no lo entenderías... - susurró el mago con amargura. - ¡Tú no...! -


    Iba a expresar algo más, pero un rápido parpadeo anuló el brillo de pasión que se había presentado en sus ojos. Sólo agitó una vez más su varita oscura como la noche, para susurrar: - Morphos -


    Jessie se había puesto derecha, completamente erguida a pesar del dolor interno que debía estar sufriendo a causa de su herida. La blusa de la joven cambió de forma al instante, retrocediendo y concentrándose en su espalda baja, mientras tomaba la forma de una Loxosceles Laeta, el nombre científico muggle de la araña del rincón. En particular, este arácnido tenía un tamaño de un centímetro de ancho y largo, y había quedado justo sobre la piel de Jessie. Su primera orden estaba clara: atacar a la chica, y así sucedió.


    Aprovechando un nuevo descuido, y la concentración que estaba mostrando por curar la herida sangrante de su torso, la Stabolito no pudo evitar la inyección de veneno proveniente de los quelíceros del pequeño arácnido. A continuación, el mismo atendería a la siguiente orden de su invocador, saltando del cuerpo de su enemiga a un lado sobre la roca en que estaba de pie. En cuanto tocara suelo, continuaría correteando con su característica velocidad para ocultarse en los costados más inaccesibles de las rocas cercanas, esperando nuevas instrucciones. No había pie que pudiera aplastarla en ese momento, ya que debido al muy limitado lugar donde había quedado Jessie debido al ataque del tigre y a no moverse cuando podía, un paso en falso que diera y resbalaría por el roquerío hasta caer al mar.


    Heko no estuvo esperando que su araña cumpliera su cometido; continuó apuntando a Jessie mientras veía su desplazamient. Al darse media vuelta para alejarse de las rocas, y buscando acercarse al joven, Jessie terminó por dar un pequeño rodeo, quedando a tres metros del chico pero sobre el muro de contención. El mismo muro no superaba el metro de altura desde la vereda y las rocas, y sólo llegaba al metro de grosor.


    - Parece que no - sentenció Heko, saltando hacia la vereda, sin dejar de apuntar de frente a su oponente. - Sectumsempra - añadió con monotonía.


    Acompañando el conjuro con un movimiento de su varita, un rápido y potente chorro de chispas salió despedido directo al pecho de Jessie. De llegar a impactarle, le generaría las mismas brutales heridas que había recibido con el zarpazo del tigre, pero esta vez serían profundas y de consideración por ser originadas con magia oscura.


    Internamente, el joven consideraba todas las posibilidades para poder alejarse lo más pronto posible de allí. Sabía que, de permanecer demasiado tiempo en ese lugar, podría atraer la atención de más visitantes no deseados. Eso sería un grave problema para sus intenciones actuales.

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  14. Apenas se había fijado mejor en su aspecto, y el chico se había percatado que Jessie estaba diferente a cómo recordaba en su imagen del pasado. Era de esperarse viniendo del paso de los años, aunque el sentimiento que se describía cerca de la joven era algo más siniestro que lo habitual de su esencia. Había notado al girarse, que una lágrima todavía brillaba a la luz de la luna llena en el rostro de Jessie, quien le había gritado en respuesta a su comentario. Pero el joven no se dio por aludido.


    Quedaba claro que Heko parecía haber olvidado hacía mucho tiempo qué era sentir como los seres humanos. Menos ahora que se enfrentaba en combate contra quien era una de las personas que, sabiendo desconocer su paradero, no podía arriesgarse a encontrar.


    De manera impecable, y junto al ruido de las olas cercanas, una maciza muralla de piedra surgió desde el suelo justo después de que el joven hubiese lanzado su hechizo de modificación de memoria. El rayo del conjuro impactó en la muralla, retumbando levemente; era una muralla que se extendía cerca de ocho metros a lo largo, medio metro de grosor y cercano a los cuatro metros de alto. Con estas dimensiones, el campo visual del chico quedaba reducido en gran medida contra quien le enfrentaba; mas, hacía mucho que dichas situaciones no le causaban incomodidad.


    Por una parte, Heko escuchaba las palabras que Jessie mencionaba; por otra parte, analizaba la situación rápidamente. Notaba el cambio oscuro que se había ejercido en la Stabolito, y deduciendo de los recuerdos que mantenía dormidos de antaño, el hechizo desarrollado no era otro que del grupo de magos con los cuales luchó hace bastante tiempo atrás. Enarbolando su varita, y con sus brazos separados de su cuerpo, el joven mago apuntó a la pared que tenía enfrente, y aprovechando el despiste de la chica, susurró: - Morphos -


    Quizás hubiese pasado un largo tiempo, pero quien estaba enfrentando a Jessie recordaba bien cómo hacer frente a esas invocaciones. Ante el conjuro de transformación, la muralla de piedra cambió rápidamente de forma. Se fue encogiendo hasta tomar la forma y el aspecto de un tigre adulto, de casi 2 metros de largo y cercano a los 150 kilogramos. La orden de su invocador había sido clara; en menos de un segundo, el animal trotó un metro y se lanzó de un salto para abalanzarse sobre Jessie, con las garras de sus patas extendidas y listas a lanzar un potente desgarro en su cuerpo. La distancia de cuatro metros que les separaba no era un impedimento para un felino que podía saltar hasta cerca de diez metros de largo de una vez.


    Como sabría que sucedería, la bruja cayó en la trampa. Aunque parecía atenta al combate, había optado en ese instante por atacar en lugar de defenderse. Una vez que Jessie terminó de decir su propio conjuro de transformación, el tigre le golpeó con las garras de su pata delantera. El desgarrón que le ocasionó al arañarla dejó un sendero de heridas profundas como líneas que sangraban profusamente, marcándose desde su hombro izquierdo hasta el costado de su cintura, llegando a despedazar parte de su blusa ahora teñida parcialmente con la sangre de su propia dueña. La inercia del salto y golpe del felino hizo trastabillar a la chica varios pasos hacia atrás, dejándola a sólo centímetros de caer por el borde de la roca a las olas furiosas del mar que cercaba la costa.


    En el mismo momento que ocurría el ataque del tigre de Heko, éste notaba en su cuerpo un movimiento inusual. Deduciendo el efecto del hechizo de transformación de la chica, sonrió con sorna al ver y sentir que su túnica disminuía rápidamente su tamaño y tomaba la forma de algo peludo, con ocho patas, que se conformaba al nivel debajo de su rodilla izquierda. La araña, de tres centímetros de ancho y largo con las patas extendidas, comenzó a corretear por sobre el jeans del chico, subiendo para buscar internarse en sus ropas y cumplir con el cometido de su invocadora.


    - Oppugno - murmuró Heko, luego de llevar su varita a apuntar al arácnido ser, e instantes previo a que se metiera debajo de su polera. Casi imperceptible por su pequeño tamaño, los ocho ojos cambiaron su brillo. Un círculo rojizo como la sangre se formó alrededor de sus pupilas oscuras de por sí, y la araña abandonó la orden y lealtad de su invocadora original antes de poder cumplirla, cortesía de la nueva orden de su controlador.


    El arácnido había saltado con rapidez del cuerpo del joven otrora chico perruno, cayendo a medio metro delante de él, e inmediatamente empezó a correr en dirección a Jessie. Buscaba bordear el inicio de los roqueríos con un desplazamiento en zigzag para terminar de recorrer los cinco metros que le separaban de su objetivo. Cuando eso sucediera, subiría por la parte del cuerpo más cercana de la joven hasta tocar su piel, e inyectar sus venenosos quelíceros en ella para envenenarla en repetidas ocasiones sin parar.


    El tigre, que había aterrizado a menos de medio metro de Jessie, y que tenía orden de continuar atacando sin parar, rugió con fiereza y lanzó un nuevo salto, descargando un zarpazo encima de la chica para buscarle generar una nueva herida, la cual se sumaría a la que ya tenía y continuaba emanando sangre.


    - Sucedió lo que más temías... - se limitó a contestar Heko, cerrando los ojos con una sonrisa de aparente amabilidad que estaba muy lejos de la realidad. Sus ojos sin brillo ocultaban rasgos que nunca antes había presentado. Era posible que ya ni siquiera fuera quien pudiera Jessie elucubrar.

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  15. Aparición... un tipo de magia que había aprendido en un lugar muy lejano, el cual ya parecía olvidar la cantidad de tiempo que había acontecido desde esa ocasión. No era momento para recordar, ni tampoco se sentiría cómodo con hacerlo. Habían situaciones que resolver lo más pronto posible, y a pesar de todo ese tiempo fuera, todavía no hallaba respuesta a las más necesarias.


    El chico era muy diferente a cómo antaño se había hecho conocer en la sociedad mágica inglesa. Sublimes detalles variaban completamente tanto de su personalidad como de su vestimenta, haciéndole inubicable hasta para sus seres más cercanos, gracias a la magia natural que en él residía. Por algún extraño motivo se puso a recordar lo acontecido hace unos años atrás. Había sido un enorme cambio... ¿Se arrepentía de lo que había sucedido? No era algo a lo que buscaba respuesta ahora. No sabía siquiera si podía darle una respuesta ahora.


    Desplazando suavemente la arena cercana a las rocas de una de las playas de Valparaíso, en su país natal, el joven alguna vez conocido como perruno se materializó de la nada. De noche, y en medio de la oscuridad, cercano a la madrugada, únicamente la luz de la luna llena iluminaba el paisaje que allí se daba. Era verano, por lo que debería haber vestido con ropas de la ocasión; sin embargo, su usanza muggle se mezclaba con sus trajes mágicos, dejando a la vista una túnica oscura y delgada que le cubría del cuello a los tobillos, junto a una capa igualmente negra que caía por su espalda hasta la cintura. Debajo, pero no a la vista, traía una polera delgada oscura de mangas cortas, al igual que el jeans de material delgado. Sus zapatos negros y oscuros, livianos y delgados, eran útiles para desplazarse en largas distancias. Bajo ellos se cubría con medias cómodas sus pies.


    Pero en sí, lo que le llamó la atención a Heko era una presencia que hacía mucho no había visto. Estaba de espaldas a él y a la ciudad, contemplando el horizonte nocturno, cuando se volteó a verlo. En vez de haber estado sentada en los macizos bancos que reposaban por la vereda cerca del paseo costero, al amparo de la escultura que asemejaba un reloj de sol gigante hecho de cemento unos cuantos metros más allá, se hallaba sentada en los innumerables roqueríos costeros, oscuros como la noche actual. Ahora, de pie, podía ver en su rostro la desesperación mezclada con la rabia. Mas, Jessie no sabía que esto no retumbaba dentro del vacío que el chico despedía ahora, muy lejos de la calidez habitual que había tenido tanto tiempo atrás.


    - Jessie Stabolito... ¿¡qué haces aquí?! - susurró fríamente, algo más fuerte que el romper de las olas en las rocas cercanas. - No deberías haber venido... -


    Sin inmutarse ante el grito de la chica, ni tampoco el verse apuntado por su varita mágica, Heko se dio media vuelta, caminando lentamente hasta alejarse a cinco metros de Jessie, en dirección a la avenida costera que recorría el sector. No tuvo reparos ni remordimiento en siquiera contestar a la exigencia de su amiga. Había sucedido tanto que la chica seguramente no lo entendería a la primera.


    Sorpresivamente, el joven se volteó tan veloz como un relámpago, esgrimiendo su varita en plena noche, apuntando al pecho de Jessie, diciendo las palabras mágicas frente al romper del oleaje en las rocas:


    - ¡Obliviate! -


    Un chorro potente de chispas salió despedido de la punta de la varita mágica, que ya no era la usual blanquecina compañera del otrora chico perruno. Parecía otra, negra, de idénticas características a la varita de nieve que tanto lo caracterizaba. Si la chica se dejaba impactar por el hechizo que viajaba hacia ella a toda velocidad, recortando los cinco metros de distancia que los separaban, perdería el recuerdo más reciente que tendría, el encuentro que no debía suceder. Además, quedaría inmóvil, aturdida en su confusión temporal en su acción.

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  16. El Weasley apareció en las cercanías del Magic Mall con la idea de ir por la tienda a mirar lo nuevo que había llegado a la población británica. Estaba vestido para nada formal y quería caminar con libertad por cada uno de los pisos que la tienda tenía, en especial por la planta de las pociones por si había algo que le llamara la atención para estudiar, pues no tenía galeones que gastar. Estaba curioseando por la tienda cuando se topó con mucha gente, tanto así que quedó anonadado y perplejo. -¿Por qué tanto alboroto?- cuchicheó con intriga.

     

    -Buenas noches, vengo a preguntar si hay alguna poción que sirva para tranquilizar y calmar el strés?- preguntó Heko, alzando la mano entre toda la gente.

     

    -Lo digo porque estoy necesitando algo así para calmar mis nervios- soltó con seguridad

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  17. El chico de cabellos azabaches se encontraba en medio de la tienda Magic Mall a la espera de poder adquirir algún producto que le sirviese para su uso personal. Tenía bastante tiempo que no se pasaba por esos lados, y quería saber si realmente existían algunos objetos que habían estado anunciando los comerciantes por todo el callejón Diagón. Heko solamente deseaba poder hacerse más sabio y adquirir cosas útiles que le sirviesen para adiestrarse aún más en el arte mágico, por lo que se mezcló entre los compradores y avanzó hasta la planta de objetos mágicos. -Con permiso señores, necesito preguntar algo acerca de las cosas que tienen a la venta acá- decía el chileno mientras se abría paso, hasta que finalmente llegó al mostrador de aquella planta que más le interesaba visitar aquel día.

     

    -Buenas noches, vengo con una consulta. Supe que aumentaron el stock de pensaderos y espejos comunicadores. ¿Aún les quedan? Me interesaría comprar-preguntó, observando que muy cerca había un mago comprando a quien le parecía conocer en alguna parte o haber visto en alguno que otro lugar cercano de Londres.

  18. ¡Hola, Buenas tardes modes!

    Vengo con motivo de hacerme parte de la reforma y hacer el cambio en base a los conocimientos.

    Luego de pensarlo bien, sobretodo para mi personaje... llegué a una conclusión xD

    Habrá que recuperarlos en alguna oportunidad... ¡vamos por esas medallas! Saludos

     

    Enlace a Ficha: Ficha de Heko #93617
    Conocimientos: Conocimiento de Maldiciones y Artes Oscuras

  19. @ ¡Hola! Ahora sí que va la Ficha, se me fue eso del nuevo modelo xD

    - Registro Gryffindor: 93427 / Bóveda Gryffindor: 104490 / Petición de adopción: Acá

     

    Datos Personales:


    Nombre del Personaje: Héctor Alejandro Akira Briceño

    Sexo: Masculino

    Edad: Joven, 24 años. Nacido el 11 de diciembre de 1988.

    Nacionalidad: Chilena

    Familia(s):
    * Familia 1: Gryffindor
    * Familia 2

    Padre(s) Sanguíneo:
    Padre: **Héctor Briceño / Madre: **Serena Shirayama (Ambos desaparecidos)

    Padre(s) Adoptivos:
    Padre Adoptivo: Elvis Gryffindor
    Madre Adoptiva: Fiamma Phoenix*

    Trabajo: --

    Poderes Mágicos:

    Rango Social: Unicornios de Plata

    Bando: Neutral
    Rango dentro del Bando: --

    Puntos de poder en objetos: 70

     

    Hechizos adicionales: --

    Puntos de poder en criaturas: 20

     


     

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --


    Habilidades Mágicas:--

    Conocimientos Especiales:
    • Primeros Auxilios
    • Defensa Contra las Artes Oscuras
    • Conocimiento de Maldiciones
    • Artes Oscuras

    Medallas: --

     

     

    Perfil del Personaje:

     

    Raza: Humano

    Aspecto Físico:
    Heko es un chico de apariencia joven, robusto, de anchos hombros. Da una primera impresión de ser una persona seria y a veces algo intimidante. Mide 1.70 m y pesa 66 kg. Su piel es de color trigueña. Su cabello es negro azabache, y lo suele llevar con un peinado corto y con leve chasquilla al frente. Sus cejas son gruesas y del mismo color de su cabello. Tiene ojos cafés oscuros, que parecen negros en lugares de poca luz y pareciera que los tuviese semiabiertos, especialmente cuando sonríe. Tiene labios carnosos, con las comisuras de la boca hacia arriba como si sonriese.

    Heko suele vestir de forma juvenil a la usanza muggle, con poleras de variados colores, jeans, zapatillas y chaleco o chaqueta si hace frío. En ocasiones más formales viste con trajes acorde al contexto, como túnicas y capas de gala, por lo normal muy oscuras. Además, en ocasiones porta un reloj digital de muñeca color negro y resistente al agua. No tiene tatuajes, aros o similares. Aparenta ser débil, pero en realidad posee una velocidad, resistencia y fuerza que están a la par e incluso algo superior a las de un deportista olímpico muggle gracias a sus constantes entrenamientos en artes marciales como Karate y Taekwondo desde que era niño. Así mismo, sus reflejos le permiten responder con gran celeridad ante situaciones inesperadas.

    Cualidades Psicológicas:
    Su personalidad es tranquila, agradable, cordial y servicial, muy especialmente con sus seres queridos. Le gusta conseguir lo que añora y necesita por sus propios medios, así que preguntar o pedir indicaciones a los demás son de las últimas opciones a las que recurrirá, si es que realmente lo encuentra necesario.

    Normalmente, Heko es serio y amable, y suele comportarse disciplinadamente según el contexto del lugar. No le gusta mostrar mucho sus sentimientos en público, así que también puede parecer algo tímido en situaciones sociales, especialmente con gente que no conoce. Por el contrario, si está en confianza, el chico se mostrará más divertido, simpático, e incluso algo bromista, travieso y muy cariñoso. Aquellos que le conocen suelen sorprenderse por la gran sabiduría y consejos que da ante los distintos temas que se conversan. Entre sus defectos, es un poco orgulloso: picará el anzuelo con facilidad si lo molestan sus más cercanos. Ama la ironía en sus bromas, y puede parecer algo inmaduro por ello. Además, tiene una entrega absoluta por los que ama: no dudará en defenderlos aunque ponga su vida en riesgo.

    Heko disfruta estar con sus amigos y seres queridos, y contemplar la naturaleza; gusta de investigar de todo lo que le llame la atención, ver series de televisión y dibujos animados, comer sus platillos favoritos, leer sobre temas de astronomía, magia y biología, y jugar videojuegos muggles. Además, ama a los animales, especialmente a los perros y gatos. Practicar conjuros mágicos y hacer duelos amistosos son sus pasiones. Por otra parte, no le gustan las personas que se valen de su poder o cargo para aprovecharse de los demás, y tampoco la injusticia.

    Ante una situación de alta tensión o de peligro, tiene la cualidad de mantener la calma y pensar antes de actuar. Gracias a ello, Heko puede planear una estrategia ante la marcha de los acontecimientos, siempre que éstos le permitan estar concentrado. El entrenamiento físico que ha seguido constantemente le es muy útil para ello.


    Historia:

    Héctor "Heko" Briceño nació cerca de la navidad de 1988 en Valparaíso, Chile. Hijo único de Héctor y Serena, ambos padres muggles; se desconoce la procedencia exacta de su magia. Durante sus primeros años vivió completamente en el mundo no-mágico. Desde pequeño, siempre fue un chico tranquilo y algo solitario, mostrando ya muchos de sus gustos actuales. Algunos de sus compañeros se ensañaban con él, intentando hacerle la vida imposible en sus tiempos de colegio muggle, pero así y todo era muy feliz gracias al cariño de sus padres, de su abuelita y de Terry, un perro pastor alemán que se crió con el pequeño desde el nacimiento de ambos.

    Durante estos años, Heko demostró signos de un inexplicable poder que se presentaba cada vez que se lesionaba por accidentes: sus heridas cicatrizaban y se curaban con asombrosa rapidez, incluso en menos de un día. Ese poder comenzó a decaer a medida que el chico crecía, siendo casi imperceptible en su adolescencia y pubertad. Pese a lo anterior, se comportaba como un muggle más. Gracias a ello no tuvo problemas y nadie sospechaba que había algo fuera de lo común en él.

    Hubo un año en particular que marcó bastante al chico, un año lleno de agradables recuerdos que poco a poco han salido a la luz. Durante el verano de 1998, Héctor había bajado a la playa para pasear y divertirse entre las olas y la arena como solía hacerlo todos los años. Allí conoció a una pequeña niña que estaba de visita en ese lugar. A la chica le gustaba coleccionar caracoles de diversas formas, algo que al niño le llamó la atención.

    Fue poco el tiempo que estuvieron juntos, pero en esos días rápidamente se hicieron amigos; sin embargo, ella tuvo que irse porque sus padres sólo estaban de paso en el lugar. Heko se puso muy triste al saberlo, ya que a pesar del corto tiempo, le había tomado muchísimo cariño y no sabía si alguna vez podría volver a verla. Además, todos sus amigos en ese tiempo solían durar poco a su lado porque o tenían que mudarse a otras partes o se cambiaban de escuela. Pero esa niña era especial: había comenzado a quererla. Esa tierna niña fue con quien había tenido su primer beso, y su nombre era Mei.

    Durante las últimas semanas de Julio de 1998, un hecho durante un viaje turístico a España cambiaría la vida del chico para siempre. En Sevilla, un mortífago de identidad desconocida hizo explotar un autobús lleno de turistas en el cual también viajaba el pelinegro junto a su familia. Como resultado, murieron varios muggles, los padres de Heko salieron gravemente heridos, y la abuelita del pequeño desapareció misteriosamente. Héctor sobrevivió al atentado gracias a la intervención de un misterioso niño ojimiel, Enrick, que le rescató de entre las llamas y le dio palabras de consuelo, desapareciendo tan pronto como hubo llegado.

    Los magos especialistas del Ministerio de Magia llegaron a solucionar el incidente, borrando las memorias de los sobrevivientes; sin embargo, el embrujo no parecía hacer el efecto deseado en el pequeño pelinegro. En ese momento se descubrieron los poderes mágicos de Héctor, y dado que sus padres debían recuperarse de sus heridas por un largo tiempo y para evitar un trauma en el niño y que creciera pensando en la venganza, se lo llevaron consigo contándole parte de la verdad, aquella que no pudo ser alterada por el encantamiento desmemorizador.

    Aun así, Heko quedó con varios recuerdos perdidos desde su niñez hasta lo sucedido con la pérdida de sus padres. Cada una de esas memorias aún perdura en el subconsciente del joven, y poco a poco se han revelado bajo diversos acontecimientos significativos. Pero hay algo que el pelinegro sospecha que sucedió inmediatamente después del atentado a su familia: algo relacionado con los magos del ministerio y que oculta un oscuro secreto, el cual todavía no se puede explicar.

    Después de todo eso, Heko aceptó su lugar en la comunidad mágica. Quedó en custodia de la comunidad de Gran Bretaña, aunque vivía solo la mayor parte del tiempo en lugares mágicos como El Caldero Chorreante con la ayuda monetaria de los magos del ministerio. Poco a poco, el chico comenzó a crecer y culturizarse con este nuevo mundo. Aprendía de libros de texto relacionados con hechizos, criaturas mágicas, pociones, entre otras artes, y gustaba de practicar su magia cada vez que podía.

    Habiendo llegado los informes de que Heko es un mago, su tierra natal no tardó en enterarse del agradable suceso. En Chile existen varias personas con dotes mágicos, pero muy pocos tienen la oportunidad de desarrollarlos como sucede en otras partes del mundo; además, una gran parte de la población mágica chilena es extranjera, y varios de los magos locales han preferido emigrar a otras tierras para especializarse y aprender a dominar su poder con más exactitud. Es por ello que uno de los fabricantes más famosos de varitas de aquél país le envió a Heko de regalo una varita muy especial, ideal a su personalidad, en cuanto el chico cumplió los 11 años.

    Asemejando a un palillo de tambor, visiblemente más blanca que la misma nieve y de cierta finura al agitarse, además de un acabado que la rodea en forma de rayo, la varita del chico no pasaba desapercibida para quien la viese, lo que el joven pensaba era una seria desventaja en los duelos. Por ese mismo motivo, no le gustaba su color: intentó pintarla para hacerla menos llamativa, pero la madera de la varita rechazó cualquier intento por cambiar de color.

    Sin rendirse, Heko probo con desgastar la madera hasta encontrar el color original, pero por más que lo hiciese, la varita seguía mostrando un vivo color blanquecino; las curiosas muescas que forman un surco alrededor de la varita como si fuera un relámpago cual guirnalda a un árbol navideño son producto de ese desgaste. Además, el chico aprendió que la madera de su varita es bastante resistente a los impactos físicos y a daños por consecuencia de hechizos. Resignado, terminó por tomar mucho cariño a su "varita de nieve".

    Unos meses después, Heko recibió su carta de Hogwarts, donde ingresó con gusto. Durante la Selección de las Casas, el Sombrero Seleccionador estuvo por 5 minutos decidiendo si el chico debía ir a Griffyndor o a Ravenclaw, siendo la segunda opción la casa en que quedó, y casi convirtiéndose en un "hatstall". Los siguientes siete años aprendió con rapidez y se desenvolvió bastante bien en todas las materias, especialmente Astronomía, DCAO, Encantamientos y Transformaciones. Obtuvo una gran cantidad de Extraordinarios en sus TIMOs y EXTASIS, aunque rechazó la opción de ser Prefecto de su casa.

    Al terminar el séptimo curso y después de su graduación, Heko se prometió ir a la búsqueda de sus padres y abuelita. Así fue como viajó a España, concretamente al mismo lugar en donde había ocurrido el accidente. Buscó información en varias partes, incluyendo las bibliotecas de la zona, pero no logró encontrar nada. Con cierta decepción, prefirió no perder el viaje y continuar sus estudios en una universidad muggle, Allí estuvo por cuatro largos años, donde logró aprender las virtudes del movimiento del cuerpo humano, y que los muggles no sólo se basan de cortar a la gente en pedacitos para curar sus enfermedades.

    Al quinto año, regresó a Inglaterra para continuar sus estudios por intercambio. A mitad de año, Heko se enteró que existía una Academia de Magia y Hechicería, a la cual ingresó para seguir sus estudios mágicos. Desde el primer día, vivió muchas aventuras junto a sus compañeros y profesores: combatió con dragones y otras criaturas mágicas, aprendió a controlar sus propios poderes ocultos, perfeccionó sus técnicas de duelo, recordó momentos importantes de su vida y conoció a personas maravillosas.

    De hecho, en la fiesta posterior, se enteró gracias a los misterios del Laberinto de Apokolip de que tenía un vínculo sanguíneo similar al de los hermanos con Juve Aideen, quien fuera su profesora de Generales. La chica salvó su vida al final de su primera aventura, enseñándole preciados consejos que Heko ha tomado al pie de la letra. Aunque la relación parece haberse enfriado tras las continuas oportunidades en que Juve intenta matarle, ambos sospechan que además hay algo que les une de hace tiempo a nivel espiritual y tiene relación con sus poderes, pero es algo que aún no está del todo claro.

    Unos días después, Heko conoció a Fiamma Phoenix. La joven había visto al chico vagando solo por la vida, y le ofreció adoptarle para ser parte de la en ese entonces familia Lovegood, siendo el primer hombre de la misma; Heko aceptó con gusto. Al fin tendría un lugar al que llamar hogar después de tanto tiempo. Así fue como el joven fue un Lovegood más, viviendo las peripecias del Caserío durante una temporada.

    Meses más tarde, fue nombrado prefecto de los Aethonans de Salem, casa a la que pertenecía durante sus estudios. Descubriría en Bando y Perfil detalles sobre el accidente de su infancia que le harían sospechar sobre los motivos del mortífago para ir tras su familia y que ayudaron a decidir el futuro camino del joven. Por otra parte, la Academia fue también donde Heko conoció realmente el significado de la amistad y el amor. Ha forjado diversas amistades allí y en su trabajo en el Hospital San Mungo, cada una importante y especial. Su mejor amigo, Enrick, conforma con el pelinegro una pareja explosiva: cada vez que se juntan, la diversión resalta en el lugar. A pesar del calibre de las bromas entre ambos, Heko le tiene un cariño y confianza ejemplar.

    Gratamente sorprendido debido a se había prometido no estar interesado en tener una relación, Heko terminó cambiando de opinión al conocer a la chica que es su mejor amiga y su novia, Mei Black Delacour. Lo que comenzó como el cariño de una simpática amistad fue aumentando cada vez más, hasta que casi sin darse cuenta el pelinegro se enamoró de su bella pelicastaña, hasta que en los Jardines Sumaes se declararon mutuamente su amor. Desde allí, se han vuelto una pareja inseparable: Héctor ama a Mei como ella a él, tanto así que está dispuesto a defenderla y ayudarla hasta las últimas instancias aunque ponga en peligro su existencia, algo que a su chica no le hace mucha gracia.

    El tiempo de la Graduación llegó, y después de una nostálgica despedida a los Aethonans junto a Enrick y Kary, Heko en conjunto a sus amigos y su novia terminaron sus estudios en la Academia. Algunos rumores dicen que se ha visto a una parte de ese grupo en compañía de varios magos de los cuales se sospecha su relación con la Orden del Fénix, aunque estos rumores están aún sin confirmar. Un mes después, el joven fue aceptado oficialmente como Sanador en la Quinta Planta del Hospital San Mungo, cargo en el cual se desempeña actualmente.

    Durante ese tiempo, conoció a un curioso elfo doméstico maltratado llamado Inugetsu, con el cual hizo muy buena amistad y ahora le "sirve", algo que Heko no aprueba en absoluto, ya que considera al elfo como su amigo y no su sirviente. Además, por razones inesperadas, el chico tuvo que dejar el Caserón Lovegood junto a sus familiares y por un tiempo quedó sin lugar donde vivir, hasta que fue acogido tanto en la Familia Weasley como en la Familia Diggory, donde mantiene en la primera sus relaciones familiares anteriores junto a su padre sanguíneo legal, Goderic Slithering, el cual en contadas ocasiones ha tenido oportunidad de tratar.

    En conjunto con sus socios Enrick y Marcus, abrieron una agencia de detectives en el callejón Diagon llamada "Wright & Wrong", lugar donde el trío de magos resolvieron casos extraños por un buen período de tiempo. Es curioso cómo Heko distribuía su día para trabajar tanto en el hospital como de noche en la agencia y aun así tener tiempo para otras actividades, ya que también juega Quidditch en el puesto de Guardián del equipo "Falmouth Falcons", de donde es el Subcapitán y a cuyos integrantes ha tomado mucho cariño.

    Durante el mes de Febrero de 2012, Héctor viajó junto con sus amigos y su prometida a la isla Saipán, un lugar paradisíaco en donde el pelinegro obtuvo uno de sus más preciados recuerdos junto a su pelicastaña. Después de todas las aventuras que vivieron en ese lugar, sucedió el evento más importante de sus vidas: Héctor y Mei se unieron en matrimonio bajo la luz de la luna llena. La boda estuvo cargada de sentimientos y felicidad, junto a la algarabía de los amigos y familiares de la pareja, e incluso de conocidos y rivales que asistieron al lugar. Así fue como, tras unas hermosas palabras que les unieron oficialmente ante el mundo mágico, Heko pasó a ser el patriarca de la familia Delacour. Finalmente había formado su propia familia, y lo mejor, junto al ser al que más amaba.

    Desde Marzo de 2012 hasta Marzo de 2013, Héctor se vio obligado a viajar constantemente todas las semanas al mundo muggle para terminar la parte práctica de la carrera que estudiaba en la universidad, una actividad que le quitaba una considerable cantidad de tiempo y durante la cual el chico sufrió por no poder disfrutar con sus seres queridos, en especial con su esposa. De todos modos, de una u otra manera ambos jóvenes pudieron estar juntos a pesar de la distancia, así como el chico perruno ha podido aparecer en las diversas actividades que sus amigos realizan.

    Durante este intervalo de tiempo sucedieron varios eventos de los cuales no se tienen constancia ni claridad a la luz pública, pero de los mismos sí se puede notar que Heko recibió el premio a la Pareja Más Fiel junto a Mei en la Gala de San Valentín de ese año. Por otra parte, sus conocimientos le valieron el reconocimiento de dominar las artes oscuras y las diversas maldiciones existentes, las cuales podría usar a su antojo, pero que no ha declinado por esta opción en momento alguno.

    En Noviembre de 2012, el chico se enteró de una noticia que lo volvió inmensamente feliz: Mei estaba embarazada de él, y ambos jóvenes estaban esperando gemelos mellizos, los cuales nacerán prontamente. Además de ello, Laimi, la hija adoptiva de la pareja decidió definitivamente quedarse con ellos en la mansión, lo cual a Heko le encanta porque realmente quiere a su hija como si fuese de su sangre.

    Terminado ese período de tiempo oscuro en la vida de Heko, debido a que fue un verdadero intervalo en su vida tanto laboral como personal, logró sacar la carrera muggle que estuvo estudiando, teniendo una profesión tanto en el mundo muggle como el mágico, ambos referidos al área de la salud. Descuidando por largo tiempo su entrenamiento, el chico regresó inmediatamente a las actividades para retomar el tiempo perdido, además de retornar definitivamente a su hogar y pasar tiempo con sus seres queridos, en especial con Mei y la hija de ambos, Laimi.

    Además, ha retornado al trabajo en San Mungo además de los entrenamientos de Quidditch con su equipo, y está a la espera de nuevas decisiones, entre las cuales son un nuevo trabajo que comenzaría a desarrollar después de Abril de 2013, regresando a la Academia de Magia y Hechicería como profesor de Duelo Básico. De todos modos, una extraña presencia que se ha manifestado en ocasiones tiene inquieto a Heko, debido a que su energía es de carácter maligna, muy similar a la que desprenden los demonios, y proviene de su interior. Es poco lo que conoce el chico sobre esto, pero se ha percatado de su existencia, ante lo cual intenta investigar más sobre lo sucedido, y que seguramente tenga que ver con los períodos de memoria que ha perdido después del accidente de su infancia.

    Varios meses después, Heko salió de su casa y desapareció por completo sin poder nadie saber su rastro ni haber informado a nadie de nada. Extraños rumores afirman que se le vio por última vez en el extranjero a un chico con su descripción física preguntando por su familia sanguínea real. Otros rumores indicaban que dieron con su cuerpo inerte en las montañas del norte de Europa, despojado de su fiel varita de nieve. Cualquiera sea la verdad de estos rumores, el hecho era que no se le volvió a ver jamás ni con otra identidad ni como se le conocía.

    Pertenencias:

     

    Objeto Mágico Legendario: --

    Objetos Mágicos:

     

     

    Objeto: Varita Mágica
    Clasificación: AA
    Puntos de Poder: 20

     

    Objeto: Monedero de Piel de Moke

    Clasificación: A

    Puntos de Poder: 10

     

    Objeto: Medallón para avisar el peligro

    Clasificación: A

    Puntos de Poder: 10

     

    Objeto: Vuelapluma

    Clasificación: A

    Puntos de Poder: 10

     

    Objeto: Guantes de piel de dragón

    Clasificación: A

    Puntos de Poder: 10

     

    Objeto: Anillo

    Clasificación: A

    Puntos de Poder: 10

     

    Pociones Mágicas: --

     

     

    Criaturas Mágicas:

     

    Criatura: Búho
    Categoría: X
    Puntos de Poder: 10

    Criatura: Perro

    Categoría: X

    Puntos de Poder: 10

     

    Criaturas en la Reserva: --

    Libros de Hechizos: --

    Poderes de Criaturas: --


    Tipo de Poder: --

     

    Consumibles en Batallas: --

     

    Elfos:
    * Elfo 1:

    Inugetsu

    Inugetsu es un curioso elfo doméstico muy servicial, respetuoso y de buenas intenciones que Heko conoció un día en las calles de Ottery St. Catchpole, siendo cruelmente atacado por un mortífago. El pelinegro aturdió al individuo y rescató a Inugetsu de la tortura, ofreciéndole estar a su lado. Desde ese entonces, el elfo y el mago son excelentes amigos, aunque Heko se enfada cada vez que Inugetsu le trata de "amo", ya que le considera como su amigo y no su sirviente.

    Es de los pocos elfos domésticos que viste como un mago elegante y no con harapos. Rinde servicio a todos los integrantes de la mansión Delacour y la mansión Weasley, pero su irrevocable lealtad está siempre con Heko y Mei. Mide 72 cm, pesa 17 kg y tiene 19 años.

    Licencias, Tasas y Registros:

    Licencia de Aparición: Aprobada

    Licencia de Vuelo de Escoba: No obtenida

    Registro de XXX: --

    Personajes Secundarios: --

    Otros Datos:

     

    Otros datos:
    - Casi todos le conocen mejor por "Heko"
    - Suele enojarse un poco si le ensañan en molestarlo
    - Algún día planea tener su propio dragón y fénix
    - Tiene fobia a las heridas y cortes sangrantes, pero ha aprendido a comportarse con calma ante esto gracias a su trabajo.
    - Aunque desconoce la ascendencia exacta, sabe que Juve Aideen es su hermana por lazos sanguíneos. Además, es descendiente del Consejero del Rey Siegfried de Icengard. Casualmente, aquél rey es antepasado de Enrick.

    - Conoce y domina, entre muchos otros, el difícil encantamiento Patronus. Su guardián tiene la forma de un perro pastor alemán, dado que tiene una gran afinidad y similitud con los perros. Por otra parte, Heko posee unos sentidos tan agudizados como los de un cánido, tanto que también le conocen como "joven perruno" y "chico perruno" (o "perro pulgoso", según Enrick)

    - Es bastante hábil para aprender y ejecutar las técnicas que ha conocido o experimentado en poco tiempo, y adaptarlas a su arsenal de combate. De hecho, sus actividades matutinas contemplan un hábito de ejercicios y prácticas de artes marciales y de conjuros mágicos y desarrollo de nuevos hechizos, algunos muy exitosos. Últimamente, ha retomado su entrenamiento al máximo para defender a los que quiere de cualquiera que intente hacerles daño en estos tiempos difíciles.

    - Entre las rarezas detectadas, una curiosa entidad oscura con intenciones de cuidado suele manifestarse y tomar el control en Heko cuando éste recibe daños mortales o queda en riesgo vital, y también si se encuentra en un estado profundo de depresión. A pesar de que Heko se ha vuelto consciente de su existencia, todavía no logra entender si es una personalidad oculta en su interior u otro ser diferente a él, pero sí ha comenzado a preocuparle. Sólo se sabe que dicha existencia al manifestarse responde al nombre de Mastema, y suele tener una personalidad completamente opuesta a la que Heko posee normalmente.

    Cronología de cargos:
    - Aprendiz de Sanador en Hospital San Mungo (Quinta Planta) [Julio 2011 - Septiembre 2011]
    - Prefecto de los Aethonans de Salem - Generación 28
    - Guardián de los Falmouth Falcons [2011 - Actualidad]
    - Sanador en Hospital San Mungo (Quinta Planta) [septiembre 2011 - Actualidad]
    - Subcapitán de los Falmouth Falcons [2012]
    - Profesor de Duelo Básico [Abril 2013]

    Premios y reconocimientos:
    - Graduación de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería - Generación 2008*
    - Beca de Rol Avanzado (500 galeones) como estudiante de la Academia de Magia
    - Premio Fénix 2011 a Promesa OdF
    - Premio Fénix 2011 a La Mejor Pareja OdF, junto a Mei Black Delacour
    - Premio Gala San Valentín 2012 a la Pareja Más Fiel, junto a Mei Black Delacour
    - Premio Gala San Valentín 2013 a la Pareja Más Fiel, junto a Mei Black Delacour
    - Premio Gala San Valentín 2013 a la Pareja Eterna, junto a Mei Black Delacour

    Links de Interés Referentes al Personaje:

    Link al Perfil de Comprador MM: 65
    Link a Bóveda Personal: Bóveda 93619
    Link a Bóveda Trastera:
    Link a Bóveda de Negocio: Bóveda de Wright & Wrong (negocio cerrado. Deja de ser propietario)
    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Gryffindor 104490
    Link a Bóveda Familiar 2: --

  20. Buenas tardes modes, vengo a hacer una actualización a mi ficha de personaje. Dejo a continuación los detalles que necesito modificar de ésta para que lo puedan hacer con mayor facilidad. Saludos

     

    1) Quitar a las familias Delacour y Weasley de los datos personales e incorporar a la Gryffindor

    2) Sacar a Goderic Slithering como padre adoptivo y colocar a Elvis Gryffindor

    3) En Links de interés referentes al personaje: sacar ambas bóvedas familiares e incorporar la Bóveda de Gryffindor N°104490

  21. @ Hola, cómo están Gryffindor. Tanto tiempo sin leer cosas por este foro mágico. Bueno, vengo a pedir adopción por parte de la familia. Estuve su tiempo fuera y hoy me percaté que estoy sin hogar :( Ya no estoy en la Delacour ni en la Weasley. Me gustaría ser hijo adoptivo de Elvis, así que espero tener buena recepción de parte de todos. Apenas me ingresen en el árbol, voy a pedir el cambio en mi Ficha, incluyendo a la Gryffindor como mi familia número 1. Y bueno, los cambios en las bóvedas también *patea a Enrick xD* Estaré atento.

     

    F I C H A P A R A R E L L E N A R
    * Nick: Héctor Weasley D.
    * Ficha Personal: Aquí
    * Bóveda Personal: Aquí
    * Parentesco: Hijo adoptivo de Elvis

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  22. Buenas a todos!

     

    Les quería pedir el último favor por estos lares; me gustaría si podrían cerrar esta ficha de personaje y eliminar el mismo del foro, por favor. He decidido dejar el foro y el juego de rol en sí. Sé lo que esto conlleva para los que conocí por este medio, pero hay otras cosas que me hacen imposible seguir jugando. Gracias por todo el tiempo de diversión y otros ratos en general. El final más digno para Heko sería: "varios meses después, Heko salió de su casa y desapareció por completo sin poder nadie saber su rastro ni haber informado a nadie de nada. Extraños rumores afirman que se le vio por última vez en el extranjero a un chico con su descripción física preguntando por su familia sanguínea real. Otros rumores indicaban que dieron con su cuerpo inerte en las montañas del norte de Europa, despojado de su fiel varita de nieve. Cualquiera sea la verdad de estos rumores, el hecho era que no se le volvió a ver jamás ni con otra identidad ni como se le conocía."

     

    Hasta siempre!

  23. Buenas buenas!

     

    Sorry por saltarme el punto de lo que esperan de la tutoría, eso me pasó por seguir como mono lo que puso mi amore, mi error xD Ya edité esa parte, entiendo que les debe servir bastante. Ahora sin más preámbulos, les dejo los usos de hechizos que se me ocurrieron (no me responsabilizo si se cansan leyendo :ninja: xD)

     

     

     

    Kiorke:
    - Estando dentro de la distancia que abarca el largo del Kiorke, agitar el látigo para amarrarlo alrededor de la muñeca de un oponente que esté cerca, y jalarlo para interponerlo en la trayectoria de un hechizo o ataque en nuestra contra o de un aliado razonablemente cercano.
    - Agitar el látigo para golpear al oponente por detrás de sus rodillas y botarlo al piso como si fuera una zancadilla, especialmente antes de que intentara lanzar un hechizo que requiera puntería. Lo mismo si se le puede atar en el tobillo para lanzarlo al suelo de un jalón.
    - Amarrar el látigo en la muñeca de un aliado cercano y jalarlo para quitarlo de la trayectoria de un hechizo o ataque en su contra.
    - Amarrar fuertemente el látigo alrededor de la muñeca o tobillo del oponente y tirar con fuerza para romper sus articulaciones e inutilizarlas hasta que las cure.
    - La forma clásica: atrapar a un animal en nuestra contra o de un aliado cercano y lanzarlo por el aire lejos (según su tamaño y peso), o azotarlo contra el suelo o algún objeto contundente para matarlo, herirlo severamente o aturdirlo.
    - Atrapar un Vitae por alguna extremidad o alrededor de su cuerpo (si no es muy grande) y arrojarlo lejos, o azotarlo contra algo contundente para destruirlo (según el material del que está hecho) o dejarlo inutilizado.
    - Estando a suficiente distancia, atar el látigo a la varita del oponente y quitársela de un jalón. Desconozco si fuera válido realizarlo, pero por lógica suena posible si se hace de forma intercalada, a la suficiente distancia y si el oponente no rolea que tiene su varita fuertemente sujeta en su mano.
    - A lo mismo, imagino que si se da un latigazo a la mano que sostiene la varita por el dorso de la mano, el efecto reflejo haría que el oponente soltara la varita o cualquier objeto que sostuviera (es un efecto reflejo que cualquier golpe rápido y con la suficiente fuerza en el dorso de la mano actúa sobre los tendones y estira los dedos, por muy empuñados que estén)
    - Otra forma clásica: atar el látigo a un objeto que permita ser atado por el largo del látigo, la forma y peso del objeto, y usarlo para lanzarlo contra el oponente y causarle daño o impedimento, o para bloquear algún hechizo o ataque hacia uno o a un aliado cercano.
    Terreus:
    - Una forma clásica de defensa: controlar una masa de tierra de metro cúbico en forma de pared y elevarla desde el suelo delante, detrás o a los lados de uno para bloquear un hechizo.
    - Levantar desde el suelo un pilar delgado de tierra bajo los pies del oponente que le eleve rápidamente de manera intercalada para desviar la trayectoria de un hechizo que lance a uno mismo o a un aliado.
    - El mismo uso anterior con un muro grueso de tierra o un pilar más grueso para elevar un metro a uno mismo o a un aliado y salir de la trayectoria de un hechizo. Sería recomendable saltar del pilar o muro rápidamente para evitar que fuese usado en nuestra contra por el oponente.
    - Agacharse y rodearse por completo de un escudo de tierra en forma de cúpula que abarque un metro cúbico, lo que permitiría bloquear casi cualquier hechizo o combinaciones de hechizos enemigos o ataque animal sin salir heridos. ¿Podría servir como defensa contra un Cyclone Maximus de rango Templario o Knight? Contra el de DH no sé qué tan efectivo sería xD
    - Levantar desde el suelo un pilar delgado de tierra bajo los pies del oponente para elevarlo, y luego desmoronar la tierra para hacerlo caer de bruces al suelo. A los suficientes metros y bajo un suelo duro (como el cemento) o con elementos cortopunzantes y la suficiente estrategia podría generar una herida leve que curar.
    - Levantar la tierra alrededor del oponente y apresarlo hasta la altura del pecho para impedir los movimientos de sus extremidades y el uso de hechizos de invocación y de puntería desde su varita.
    - En combinación con Zancadilla, levantar la tierra, rodearlo por completo para aprisionarlo y dejarlo enterrado vivo en el suelo sin poder moverse. Estando en el suelo la tierra debería poder aprisionarle de pies a cabeza con un metro cúbico, aunque dependería del tipo de tierra si pudiera moverse o no.
    - Teniendo al oponente cerca de una pared, levantar un muro de metro cúbico y desplazarlo en contacto con el suelo para dejar aplastado y aprisionado al oponente contra ambas paredes. El oponente debería estar muy cerca o casi tocando la pared para que resultase, ya que el muro de tierra al no moverse con soltura, no podría moverse lo suficientemente rápido para no ser evitado con cambiar de posición.
    - En un combate bajo tierra, controlar la tierra para desmoronar el techo sobre el área del rival y derrumbarlo sobre éste. Dependiendo de los materiales del techo y el peso de tierra podría generarle heridas leves o hasta dejarlo gravemente herido.
    - En un escenario de naturaleza, y estando el oponente delante de una pared o elevación de tierra natural, controlar dicha tierra para formar una columna o un puño que golpee al oponente y lo derribe. Desconozco la velocidad que puede lograr si se hace surgir de forma horizontal, pero si se puede usar con velocidad, podría golpearse al oponente tras las piernas para derribarlo, o en la cabeza para aturdirlo por una acción, o ambas cosas.
    - Abrir un boquete bajo los pies del oponente en toda la área del metro cúbico para hacerlo caer en él; de manera intercalada desviaría su hechizo. Si el suelo bajo el rival es inestable o de poca profundidad y es un combate en un escenario de gran altura, la caída podría ser letal. También puede servir de forma defensiva en uno mismo o un aliado para esquivar un hechizo de puntería, o para frenar el ataque de una invocación en movimiento y que se desplace por la tierra.
    - Levantar la tierra alrededor de los pies del oponente, darle forma de grilletes gruesos y anclar sus pies al piso, impidiéndole moverse. Al ser un grillete para cada pie, no podría desaparecer o transformar ambos a la vez. Sería útil para evitar el escape de un oponente o su movimiento (siempre que la zona tenga hechizos antiaparición). Si queda bien compacto y la tierra es de un material moldeable y que no se desmorone, la forma de grillete permanecería después de perder el control del Terreus.
    - Si el oponente pierde la varita y ésta cae al suelo, hundir la tierra bajo la varita para dejarla enterrada e impedir que el oponente la pueda recuperar en una acción. Si la tierra queda bien compacta alrededor de la varita, ¿impediría que ésta fuera convocada por Accio también? Eso serviría para que un oponente no pueda convocarla para su aliado, o que capturen la varita de uno perdida si no se puede recuperar inmediatamente.
    - Si pudiera salir la tierra con cierta velocidad, generar una estalagmita de fina punta para enterrarla en los pies de un oponente descalzo y generarle una herida que debiera curar para no morir desangrado.
    Titempos:
    - Uso clásico: detener el tiempo por una acción para salir de la trayectoria de uno o más hechizos en nuestra contra y esquivarlos.
    - Lanzarlo alrededor del oponente mientras hace uso de un hechizo de puntería, salir de la trayectoria del hechizo y lanzar un nuevo hechizo sobreintercalando al oponente. El tiempo volvería a la normalidad, el hechizo del oponente fallaría y a la vez tendría que defenderse ahora del nuestro. También funcionaría para defender a un aliado, y para paralizar criaturas u objetos dentro del rango de los 5 metros. También paralizaría el Vitae, el Expectro Protego (aunque sea inmune a efectos de hechizos por ser sombras, las sombras no son inmunes al tiempo (?) ) y las Necrohands. Con el Fuego Negro nivel 3 sólo serviría para ganar tiempo antes de que te lo impacten xD
    - Podría servir para frenar el tiempo alrededor de un Cyclone Maximus y salir de su trayectoria; aunque no estoy seguro si daría tiempo para esquivar un ciclón de Knight o de DH considerando su potencial.
    - Lanzarlo arriba de uno para evitar un derrumbe o una caída de objetos sobre nuestra posición y cambiar de lugar a tiempo.
    - Evitaría que uno o más oponentes huyeran o desaparecieran del combate en un rango de cinco metros a la redonda del punto donde se lance.
    Reparo:
    - Permitiría restaurar al instante algún objeto que fuese destruido por el impacto de hechizos de rayo o hechizos como el Fuego Maldito (siempre que no haya sido carbonizado, sólo destruido en pedazos), y poder usarlo como barrera contra nuevos hechizos o como material de transformación.
    - Uso defensivo para restaurar algún objeto grande como un mueble y usarlo para bloquear hechizos que vengan en nuestra contra.
    - Restaurar una armadura destruida para combinar su uso con Piertotum Locomotor.
    - Como no se indica una distancia a la que se debe estar del objeto para ser reparado, puede usarse también para reparar un objeto y que sirva de escudo o como material de transformación para un aliado.
    - Restaurar un objeto destruido por Confringo o Reducto con el fin de transformarlo, usarlo como defensa o volver a hacerlo estallar si está en una posición estratégica.
    - Reparar los daños que un objeto sufre por el impacto de hechizos de rayo antes que sea destruido y dejarlo como nuevo.
    Cyclone Maximus:
    - Lanzarlo contra un oponente para dejarlo mareado y afectar su puntería con hechizos. De manera intercalada desviaría sus hechizos de puntería.
    - Lanzarlo en una trayectoria donde haya más de un oponente, afectando a todos los que no hagan algo por evitar el hechizo; y afectándolos innegablemente si se lanza de manera intercalada.
    - Lanzar el ciclón por una trayectoria donde levante trozos de objetos contundentes y especialmente filosos, para dejar heridas cortantes y hasta que requieran curación para no desangrarse si el ciclón está lleno de objetos que puedan cortar profundamente.
    - Lanzar el ciclón contra un Fuego Maldito de manera defensiva para volverlo una tromba de fuego. El Fuego Maldito quedaría inutilizable y el oponente se vería envuelto en un ciclón que además le causaría quemaduras.
    - Lanzar el ciclón contra un oponente y enviar a todas sus invocaciones (incluyendo las creaciones de sombras mientras estén en fase sólida) a volar lejos, mientras el Cyclone Maximus sea de rango Knight o DH. Aunque en el caso de las creaciones de sombras, el ciclón de Templario bastaría porque las sombras no tienen masa (?)
    - Elevar al oponente a gran altura con el ciclón y hacer que la caída provoque una herida que requiera curación, y especialmente en rango DH en que el ciclón lo arrojaría con fuerza y podría generarle heridas letales.
    - Usar el ciclón en una habitación pequeña para hacerla pedazos y arrojar a todos los enemigos reunidos a la vez. Habría que tener muchísimo cuidado en su uso para no afectar a los aliados.
    Aresto Momentum:
    - Uso clásico: ralentizar la velocidad de una caída para hacerla más suave y evitar daños, como al caer de gran altura por un Cyclone Maximus, por unas Necrohands u otra invocación que te elevan o casos similares.
    - El uso anterior en un aliado que no pueda defenderse de una caída de gran impacto por los motivos antes mencionados.
    - Ralentizar la velocidad de caída de varios objetos pequeños sobre uno que de otro modo, sería causal de heridas que requieran curación; o también de objetos grandes, lo que permitiría cambiar de posición para no ser aplastados por éstos. Mismo caso si nos lanzan seres vivos encima con fuerza.

    Y eso, traté de colocar todos los usos que me vinieron a la mente y que recordaba, seguro hay más pero mis neuronas amenazaron con echar humo asíiii que... (?) xD Saludos!
  24. Hola, hola, caracola! Bueno, a mí también ya me conocen, así que supongo que saltaremos esa parte de las presentaciones y otras cosas por ahí (?) xD Más que la de más arriba ya ni siquiera confía en mí como su acompañante ¬¬ (nótese que fui degradado de novio a simple acompañante (?) :ninja) Pero dejemos los dramas de lado, vamos a lo bueno:


    Nick: Héctor Weasley D.

    ID: 113321

    Links de sus últimos tres duelos:





    Y no, el duelo de examen de Ishaya no cuenta (?) xD


    Link a sus últimas dos redadas:




    Link a un cateo:

    Hace tiempo que no participo de un cateo con puro rol, necesito tiempo para buscarlo hacia atrás; en la noche completo esto D=. Al final demoré más tiempo de lo pensado, sorry xD El punto es que no encontré un cateo reciente que no sea mayor a un año aproximadamente D=


    Explicar que se espera de esta tutoría:

    Sorry, se me pasó por alto de pavo, nunca más xD De esta tutoría me gustaría afinar mis conocimientos de duelo y además mejorar mis habilidades prácticas respecto a los combates de duelos 1vs1 y también en combates de redadas/asaltos y rescates, aprendiendo y confirmando más usos de los hechizos que no son tan conocidos (en especial los más avanzados), conocer los límites establecidos de cada hechizo e ir afinando las estrategias con ellos sin verme en problemas, especialmente en situaciones usando tres acciones en un turno o contra los mortífagos como tal.

  25. Hola hola chicos!

     

    Primero que todo, les agradecemos a ambos el tiempo empleado para participar del examen final, y en especial de la tutoría en sí. Fue una difícil aventura por intentar practicar una programación novedosa y algo diferente a las anteriormente usadas, pero es bueno saber que decidieron participar hasta el final, y eso es algo que se toma en cuenta. Para esta ocasión les daremos las correcciones de sus últimas actividades que estaban pendientes, incluyendo la del examen final, y más adelante Mei se encargará de dejarles los resultados y las conclusiones de esta tutoría.

     

    Veamos las correcciones de las actividades pendientes:

     

    a) Ejemplos de aprovechar un hueco de rol

     

    Jessie: El primer ejemplo está correcto. El segundo ejemplo es algo abusivo; no puedes hacer aparecer una estatua de la nada que justo cumpla las funciones que deseas. Para usar una estatua así deberías haberla roleado en tu primer posteo, o que tu rival lo hubiera hecho, o que apareciera en el primer posteo de la mansión donde da a lugar el combate.

     

    Ishaya: El primer ejemplo está correcto. El segundo ejemplo es más ambiguo, pero se capta la idea, aunque faltaría añadir de un inicio el objeto que pensarías mover con la Proyección Mágica y lo que podrías lograr con ella.

     

    B) Buscar huecos de roles en el texto.

     

     

    Jessie

    Ni siquiera fue presentada, y tuviste tiempo para editar tu posteo. Te recordamos que ya no aceptamos descuidos por no leer correctamente las indicaciones.

     

    Ishaya

    Primero que nada, una disculpa porque recién ahora nos dimos cuenta de que la consigna no está del todo bien. La idea era que mencionaran únicamente los huecos de rol existentes en los textos, como así también, que marcaran de alguna forma (en negrita, copy&past, etc.) las partes donde existía abuso de rol.

    Si bien lo que marcaste está bien, la idea era que marcaras eso como un abuso de rol y no como un hueco, pero está bien xD

     

     

    c) Defensa con roles

     

    Jessie:

     

    1) El anaquel sólo retrasará a la pantera una acción más, pero no impedirá que te ataque finalmente y te haga daño. Podrías haber jugado con el tamaño del armario o la edad de la pantera para evitar un daño que requiriera Episkey, por ejemplo.

     

    2) Correcta defensa, salvo un detalle: es abusivo rolear una masa de mesas que aparecen de la nada para tu conveniencia.

     

    3) Si vas a la Lista de Hechizos Mortífagos, notarás que el Anular no puede ser usado con hechizos de mayor rango. El Ardius es de rango Knight, un rango inmediatamente superior al de Mago Oscuro; por ende, el Anular no es correctamente usado y es inválido.

     

    4) Es discutible, y a mí parecer válido; de todos modos, es algo que sería llevado seguramente a negociación. Había una opción mucho más sencilla: el Fuego Negro no puede ser hecho pensando.

     

    5) Peaks nunca colocó el objetivo de su ataque.

     

     

    Ishaya:

     

    1) Perfecto.

     

    2) Bien, aunque tendrías que asegurar la existencia de la repisa en el primer posteo, o que tu oponente lo haya roleado antes.

     

    3) Correcto.

     

    4) Excelente.

     

    5) Muy bien. Encontraste correctamente los pequeños detalles de los últimos tres casos.

     

     

     

    Respecto al examen final, estos son sus resultados de cada uno:

     

    Jessie:

     

     

    El primer examen lo reprobaste por un error garrafal de nivel básico que podrías haber superado releyendo tu combate, llevando una tabla de tiempos y que no esperamos tengas que mostrar en una tutoría de duelo intermedia pasando a avanzado. Es por eso que la exigencia y corrección del segundo duelo será mayor, y por ello veremos cada punto. La calidad del rol es sí es baja, limitándote a rolear los efectos de los hechizos más que llevar un rol ameno durante el combate como si se desarrollara una historia, que en sí es lo que es un duelo y no sólo un intercambio de hechizos. Y en sí, hay ciertos detalles que son importantes señalar y no descuidar. Expelliarmus no defines a cuántos metros perdería Mei la varita, ni hacia donde caería ésta. Es cierto que un escenario simple como en el que combaten no tiene muchos aspectos que cuidar, pero sí se debe estar preparado para otros tipos de escenarios.

     

    Fue un buen movimiento aprovechar el Aqueora antes de que fuera anulado, pero realmente era mejor impedir que fuera eliminado de tu arsenal y luego aplicar el efecto curativo del Aqueora para sanar las heridas causadas por el hipogrifo al permitir su ataque. Por otra parte, usar Limitate mientras estabas bajo Aqueora no era muy útil, siendo que la masa de agua ya te protegía de los hechizos de invocaciones y rayos que tu oponente lanzaría por dos turnos completos. Y la orden de tu Corpus Patronus de atacar a Mei sería inútil mientras combatiese con su Expectro Protego; a lo más duraría un turno en combate antes de desaparecer y no podría derrotar al Expectro Protego, sólo mantenerlo ocupado. Por otra parte, extrañé que el Sectumsempra no definiera el lugar de impacto ni los efectos que haría de impactar en Mei; además que el movimiento sería inútil teniendo aún al Expectro Protego defendiendo a tu oponente. Y realmente el punto final nos sorprendió de forma extraña: por el rol, entendimos que querías hacer que el Confundus impactara al mismo tiempo que el Sectusempra llegara a impactar a Mei, ¿es eso correcto? Porque si no lo es, tendrás que expresar de mejor manera tus intenciones con los hechizos en el rol. Ante lo anterior, esa interpretación podemos tomar como intencionalidad.

     

    Vamos con la tabla de tiempos:

     

    J: Expelliarmus (1ª acción, 1º turno)

     

    M: Expectro Protego (1ª acción, 2º turno) Hipogrifo, bloquea Expelliarmus. Orden de atacar a Jessie por espalda.

    J: Ardius Aqueora (1ª acción, 3º turno) Bloquea a hipogrifo de Mei.

    M: Anular Aqueora (2ª acción, 2º turno) Impacta

    J: Limitate (2ª acción, 3º turno) Falla por Necromantia Lingua

     

    M: Celerus Necromantia Lingua (1ª acción, 4º turno) Impide Limitate.

    J: Corpus Patronus (3ª acción, 3º turno) Hipogrifo. Orden de atacar a Expectro Protego. Orden de atacar a Mei.

    M: Confundus (2ª acción, 4º turno) Impacta. Orden a Expectro Protego de bloquear hipogrifo de Jessie.

     

    J: Confundida (1ª acción, 5º turno)

    M: Fuego Negro (3ª acción, 4º turno)

    J: Sectumsempra (2ª acción, 5º turno)

     

    J: Confundus (3ª acción, 5º turno)

     

    En general, fue un mejor desempeño que el duelo de la ocasión anterior, pero no vi un uso inteligente de los hechizos de Knight y denotamos cierta inseguridad en el combate. Puede deberse a los nervios, o a un apuro en el rol, no lo sabemos con certeza. Sin embargo, no podemos evaluar esos aspectos subjetivos en un examen, y lo que vemos es lo señalado más arriba. Dado esos detalles pequeños y la mayor exigencia para el repechaje, es el resultado final del mismo.

     

    Examen: Reprobado.

    Examen de repechaje: Reprobado.

     

     

    Ishaya:

     

     

    Simplemente puedo destacar algo: un excelente combate mostrado desde el primer momento! La calidad de este combate y la habilidad que demostraste supera por mucho lo demostrado anteriormente de tu duelo con Jessie, lo que me da a entender que usando los hechizos de Knight no es algo que se te haya olvidado, o que simplemente la rivalidad contra otro duelista y el hecho de demostrar que sigues siendo la vieja leyenda de antaño no se te ha dormido del todo xD El nivel de combate comenzó alto y no decayó durante todo el combate, con un manejo excelente de los hechizos demostrados y los tiempos, y una estrategia que fue completamente avasalladora hasta el final. De hecho, la adaptación durante el duelo fue notable, especialmente al notar que comenzaba a aplicar más detalles de rol; eso sí, aunque esté lleno de datos no útiles para el combate, la comprensión de lectura es importante y sirve para entrenar el ojo en lectura rápida (sí, leí sus comentarios en la multi de la Orden, por esta vez los dejaré pasar (?) ). Aunque el duelo no terminó gráficamente, el resultado estaba claro y no hubiese tenido alternativa: una acción perdida por Confundus; una acción perdida para quitarme el Floreus y luego el Morphos para invocar el bezoar. Restaba que al siguiente turno intercalaras un Silencius a ese Morphos y moría por envenenamiento.

     

    Vamos a la tabla de tiempos:

     

    I- Ardius Gladius (1º Acción, 1º Turno). Clavada, afecta última acción de 4º Turno de Héctor.

    H- Ardius Gladius (1º Acción, 2º Turno) Clavada, afecta primera acción de 5º Turno de Ishaya.

    I- Levicorpus (2º Acción, 1º Turno) Impacta

     

    H- Serpensortia (2º Acción, 2º Turno) Invoca serpiente arbórea africana adulta 1.5 m largo. Orden de morder a Ishaya.

    I- Oppugno (1º Acción, 3º Turno) Controla serpiente. Orden de morder brazo de Héctor en que lleva la varita.

    H- Liberacorpus (3º Acción, 2º Turno) Finaliza Levicorpus. Mordido por serpiente.

    I- Confundus (2º Acción, 3º Turno) Impacta

     

    H- Confundido (1º Acción, 4º Turno)

    I- Strellatus (3º Acción, 3º Turno) Impacta

    H- Aqueora (2º Acción, 4º Turno) Cura Strellatus.

    I- Acción perdida (1º Acción, 5º Turno) Efecto de Gladius

    H- Acción perdida (3º Acción, 4º Turno) Efecto de Gladius.

    I- Confundus (2º Acción, 5º Turno) Impacta

     

    I- Floreus (3º Acción, 5º Turno) Impacta

     

    No hay mucho más que decir. ¡Felicidades!

     

    Examen: Aprobado con honores máximos.

     

     

    Bien chicos, hasta aquí llegan mis correcciones. Desde ya, les agradezco por el tiempo empleado nuevamente y esperamos que las correcciones, sugerencias y actividades les hayan servido para desarrollar, recordar y practicar pequeñas estrategias durante los combates y a estar más atentos a detalles que suelen pasarse en el tiempo. Mi bella amore :love: les dejará en su siguiente posteo los resultados finales de la tutoría intermedia, indicando los aprobados y reprobados de la misma. Los dejo con ella =3

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