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Andy Greyback

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Mensajes publicados por Andy Greyback

  1. - Expectro protego - expulsó de sus labios con fuerza, haciendo que se materializara un ave fenix creado de oscuridad pura, este se encargaría de defender al Ojinegro y a su compañero, ahora se debía concentrar nuevamente en acabar pronto con Evarela, sino tendría serios problemas mas adelante, sin pensarlo volvió a apuntar a la Black, no esperaba dar tregua, lo mejor era atacar cuanto antes sobretodo al ver como se recuperaba, cuanto antes debía atacar. Sin embargo vio como su compañero se encargaba de limitarla un poco mas, mientras tanto una llamarada se dirigía al Greyback, el fenix rápidamente se posó frente a él y detuvo el ataque, quedando ileso.

     

    -Detritus - dijo con claridad para hacer aparecer una fina capa gaseosa que lo cubrirían a él y a Liam de los posibles ataques de sus compañeras de bando. Era momento de atacar, ya se había defendido lo suficiente.

     

    - Fuego Negro - agregó con rapidez para hacer aparecer una bola de fuego negro varios metros sobre el, notó que sus contrincantes comenzaban a atacar y quizás era momento de hacerlo también. Las cosas marchaban, solo era cuestión de mantener la calma para no perder el control que hasta el momento llevaba o al menos así lo pensaba.

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  2. Sin esperar mucho, preparó el primer ataque, o quizás era mejor hacer defensas? No lo pensó, al menos no de forma que ocupara mucho tiempo en su mente, debía decidir, era cuestíón de segundos en lo que todo ocurría, rápidamente entrecerró sus ojos para evadir toda molestia que las gotas de agua pudiesen generar - Celerus kaidán - dijo fijando sus ojos a los de evarela, los orbes del mortifago cambiaron a un tono verde, que induciría al terror descontrolado a su compañera de bando, el efecto sería inmediato y ayudaría al Mortifago a controlar un poco la situación, sin embargo no era lo unico que tenía pensado hacer.

     

    En esos momentos se dedicó a concentrar sus pensamientos en la misma rival que había atacado. Confundus pensó, haciendo caer a Evarela en un estado de desorientación que le quitaría un poco de tiempo antes de recuperarse y volver a la batalla, ahora era momento de crear algo que pudiese ayudarlo, al menos en un futuro con esa bola de fuego negro flotando.

     

    - Anular Séneca - dijo apuntando a Ashley, imposibilitandole el uso de aquel molesto hechizo, eso les daría una pequeña oportunidad de alargar la situación, quizás podría analizar una estrategia, o solo se dejaría llevar. Por lo pronto observó como su compañero creaba una defensa que podría ser muy útil de manera pronta.

  3. La espera se hacía cada vez mas corta, los intervalos te tiempo variaban pero la sensación era la misma cada vez. La mano del mortifago empuñaba con firmeza su varita mientras llevaba la practica de sus hechizos, trataba de mantenerse en forma lo mayormente posible, por eso había planificado llevar a cabo un entrenamiento junto a otros compañeros mortifagos, solo debía reunirse en el lugar que habían destinado desde un principio, el Tánatos, un cementerio tomado por la marca para el entrenamiento de sus filas, esta vez debía cumplir una misión quizás mas complicada, pero nada que no pudiese controlar. Sus rivales eran dos compañeras bastante habilidosas, esperaba tener un entrenamiento bastante movido y entretenido.

     

    - Buenas noches Eva - dijo reconociendo a su compañera, acompañando el saludo con un ademán elegante. Lo siguiente que hizo fue posicionarse a 15 metros de todo objeto que pudiese ser usado en su contra, de ser necesario se movería para mantener dicha distancia. Se preparó mientras sonreía al sentir el frió en sus pies a causa de su falta del calzado, había tomado aquella costumbre desde el torneo de la fortaleza - empecemos - agregó por ultimo mientras ponía la varita en su marca, con la finalidad de hacer el llamado para su compañero de batalla.

     

     

    Sin esperar mas preparó su cuerpo y mente para lo que venía, estaba listo para dar una batalla lo suficientemente buena para entretenerse. La lluvia se encargaba de helar todo lo que tocaba, por fortuna el Tempestad contaba con la ventaja de su temperatura interna que siempre permanece elevada. Sin esperar mas se preparó para comenzar a entrenar.

  4. Esperó lo suficente para concentrarse y pensar en las posibles acciones que usar, sabía que sus compañeros de entrenamiento no serían nada fácil de vencer, sin embargo el no sería un hueso fácil de roer, por lo que rápidamente apuntó hacia Ashley y con una sonrisa perversa procedió a atacarle o al menos darle una pequeña molestia que ayudaría al grupo en general.

     

    - Anular séneca - dijo con claridad mientras veía el hechizo surtir efecto sobre su compañera de bando para evitar ese molesto hechizo, sin embargo no sería el único que pudiese usar para fastidiar. acto seguido apuntó a la gran serpiente de piedra que servía de guardían para aquella boveda familiar y sin pensarlo procedió a controlarla con rapidez

     

    - Vitae - su voz se apoderó del cementerio al tiempo que la serpiente tomaba vida propia, los pedazos de la bóveda que se quedaron pegados a la piel de la serpiente se convirtieron en un par de pinchos dispuesto a dañar a cualquiera, pero en este momento era mejor defenderse, o al menos que la criatura se encargara de salvarlo de posibles futuros ataques.

  5. Su puño golpeaba con fuerza la corteza de aquel viejo árbol, hacía ya un tiempo que había notado la resistencia de este nuevo compañero de entrenamientos que llevaba mas años de vida que el mismo mortifago. Ya había logrado aplanar una parte de la corteza aunque solo unos milimetros y mientras golpeaba el sudor corría por su piel descubierta, pues solo llevaba puesta una sudadera que frecuentaba al momento de entrenar. Había pactado antes un encuentro para entrenar con la varita junto a un grupo de compañeros, por lo cual procuraba mantenerse en buen estado físico desde que había vuelto a la marca.

     

    El inclemente sol brillaba con majestuosidad para el infortunio del ojinegro quien siempre había sido seguidor fiel del astro lunar, aunque lo que le agradaba del clima actual era la brisa que por momentos refrescaba el sudor que corría por cada centímetro de su piel. Pronto debería ir al encuentro con sus compañeros así que partió al castillo para al menos darse una ducha antes de empezar con su entrenamiento, sin embargo al encontrarse en la entrada de su habitación sintió la marca arder, sabía que no tendría tiempo de vestirse siquiera, por lo que partió al lugar únicamente vistiendo su sudadera negra.

     

    Al llegar al punto de encuentro notó que era el Tánatos, un cementerio bastante degradado, podían verse las lapidas rotas a lo largo de la descuidada tierra en la que se veían partes con un pasto amarillento, falto de vida por completo, por otro lado habían algunas bóvedas familiares, una con una gran serpiente de piedra, podría medir aproximadamente un metro de largo por setenta centímetros de ancho, sería un arma perfecta para los hechizos del ojinegro, pero rápidamente se posicionó junto a Darla, sabía que era un entrenamiento, pero lo que mas apasionaba al mortifago eran los duelo, no se tomaría las cosas del todo relajadas.

     

    - Adelante - dijo el Greyback posicionándose a 15 metros de todo y todos, si alguien acortaba dicha distancia, él se encargaría de volverla a poner, sería una forma de al menos mantenerse un poco seguro, aunque su modo de duelo no era para nada defensivo.

  6. Un error, del que nunca se sentiría extrañado, su cuerpo no lograba asimilar por completo el poder que se le había sido entregado en aquel torneo, sin embargo de lo único que se sentía seguro, era de que el momento de usarlo llegaría, ya se había encontrado en aprietos en duelos pasados, sin embargo esta era la final y los errores podían costar la vida. Para desgracia del mortifago le costó su voz y la posibilidad de tomar el control del duelo ya que había perdido la concentración al estar frente a Mónica.

     

    Le habría gustado responder a las palabras de su contrincante, sin embargo la expresión de su rostro se mantuvo hasta ver como la mirada de la pelirroja se tornaba en un verde tan terrorifico que logró desviar la mirada del ojinegro por unos segundos cuando el escalofrío recorrió cada parte de su cuerpo. Sabía bajo el efecto que se encontraba, anteriormente lo había sentido. No pasó mucho antes de tener una regresión dolorosa, esta vez era su muñeca derecha la que se quebraba como una pequeña rama, débil ante el poder de la Ángel Caido.

     

    Por un segundo pensó que el dolor le haría perder el conocimiento luego de sentir como su mente se hallaba tan débil en aquel instante que debió tomarse el tiempo suficiente para recobrarse del efecto del confundus que Mónica había usado. Las cosas iban en serio, sabía que si no se curaba pronto tendría grabes problemas, pero como siempre debía haber un az bajo la manga del licantropo, tomó entonces de sus pantalones la pocion curativa que se encargaría de brindarle el soporte necesario por un tiempo, la bebió con rapidez y mientras los labios del ojinegro se dibujaba una sonrisa diferente a la habitual.

     

    " bien, juguemos" pensó el Greyback mientras estiraba su brazo derecho hasta llegar donde se ubicaba su katana, la que pronto esperaba reclamar como propia. La desenvainó con rapidez para proyectar con feracidad un corte directo en el pecho de la pelirroja, combinando el color de su melena con el de la sange en su pálida piel. Acto seguido el base dio un paso atrás apenas lo suficente para acomodar su cuerpo. Siempre supo que en momentos de problemas, siempre hallaría un apoyo en sus raíces. Fue entonces cuando volvió a concentrar su mente lo suficiente para hacer aparecer un par de manos que nacerían de la tierra y se moverían a la potestad del Greyback , las cuales tenían la fuerza suficiente para defenderlo de lo que fuese necesario.

     

    Fue en ese momento en que observó como corría la sangre de la vampiro, sintió como una gran cantidad de saliva corría lentamente por su cuello al darse cuenta de que había dañado a la Malfoy, pero sabía que era la única forma de tener una oportunidad para contraatacar o al menos no morir. Luego de aquel duelo tendría el tiempo para disculparse o quizás no.

  7. Había olvidado la ultima vez que se encontraba a tan pocos metros de Mónica, algo irónico pues ella acortó la distancia a diez metros, no se molestó en distanciarse como si le agradara tenerla cerca, aunque en esta ocasión se habían reunido con una misión diferente. Era cierto que el licantropo ansiaba ganar, era la forma perfecta de demostrarse a si mismo lo que era capaz de hacer, estando en la final del torneo y habiendo derrotado a oponentes muy fuertes, sin embargo esta ultima batalla llevaba mas consigo.

     

    - No creo que sea yo quien no pierde el tiempo - dijo el base mientras sonreía. Admiró como muchas otras veces su desnudes, su pálida piel, su cabello rojizo cubriendo apenas una parte de su cuerpo mientras la otra quedaba a simple vista para Andrés. - ¿No tienes frío? - dijo mientras ella preguntaba si tenía intenciones de asesinarla. Era curioso, no tenía la respuesta en ese momento, aunque de seguro uno de los dos acabaría muerto o quizás muy herido.

     

    - Nicromantia Lingua - dijo con claridad apuntando a Mónica mientras sentía como sus ojos se ofuscaban, su hechizo fue efectivo de inmediato, negando la intención de la bruja de atacarlo con aquel hechizo que generaba tanta molestia para el Greyback, sin embargo sabía lo que significaba el estado de sus ojos, pronto a los de su rival pasarían por lo mismo, así que decidió quitarse un pequeño peso de encima.

     

    - Anular Séneca - agregó nuevamente para despojar a la ángel caído de aquella posible ventaja, debía tomar el sarten por el mango aun mas fuerte, pero debía tener cuidado de no dañarla, definitivamente estaba en una encrucijada. - Bien sabes que tenemos unos asuntos pendientes Mónica - dijo con un tono tranquilo mientras la observaba con cierto estado hipnótico del cual debió despertar para atacar una vez mas.

     

    - Fuego negro - Rápidamente, unos metros mas arriba de la ubicación del base se hizo espacio una bola de fuego negro, letal cuanto menos, pero no era el momento de usarla, debía ser paciente y aprender de sus errores, de ese modo podría ganar el torneo y a la vez, no dañar a Mónica. - Debo admitir que es agradable luchar contigo y tu vestimenta - agregó en un tono sincero pero lleno de un poco de humor característico del ojinegro.

     

    - Sin embargo, no dejaré que eso te de alguna ventaja - dijo al final mientras sentía como sus ojos volvían a la normalidad.

  8. La respiración del Greyback seguía agitada, a la vez que las palpitaciones de su corazón se escuchaban, como un martillo que golpea madera. Ante sus ojos, aparecieron los organizadores y junto a él, Mónica. Hacía ya un tiempo no se encontraba con la pelirroja que ahora se presentaba como contrincante en la final del torneo de la fortaleza, ¿Era acaso una broma del destino? La respuesta seguiría siendo una incógnita, pues solo la obtendría al final del día. Sus ojos y oídos volvieron al centrarse en la voz de los organizadores, quienes brindaban información adicional con respecto al duelo y por ultimo, una caja envuelta en terciopelo negro logró dibujar en el ojinegro una sonrisa que no tenía precedentes.

     

    Siguiendo las indicaciones tomó uno de los objetos que ayudarían a lo largo del duelo, guardó entonces el mismo en su pantalón al tiempo que se despojaba de sus zapatos y camisa, no tenía intenciones de formarse un lío por llevar ropa demás, era lo último que podía permitirse. Pronto acomodó la katana en su espalda con un ademán elegante a la vez que se encaminaba al traslador que los llevaría al lugar donde solo uno de los dos se proclamaría como ganador.

     

    Isla Tortuga

     

    Los ojos del licantropo centraron su atención inmediata al astro que cada noche lo llenaba de tranquilidad y no había una mejor noche que la de luna llena, que se encargaba de bañar aquella playa que no era mas que una replica de lo que sus ojos alguna vez vieron en el Tayrona, unas antorchas dejaban al descubierto unas rocas de aproximadamente dos metros de largo y ancho, lo bastante grandes para ser de utilidad. Las estrellas se reflejaban a la perfección en el cristalino y pasivo mar.

     

    Centró su atención a su rival, quien se encontraba a 15 metros de él, mientras el mortifago se hallaba a 15 metros de cualquier estructura que pudiese ser usada en su contra, dio un respiro profundo mientras apuntaba con su varita empuñada en su mano derecha. Debía tomar el control cuanto antes o al menos intentar soportar lo suficiente mientras su cuerpo se acostumbraba a su nuevo poder.

     

    - Celerus Kaidan - dijo el con sus ojos fijos en Mónica, los mismos de los que denotó un brillo verdoso que generaría un temor incontrolable a cualquiera que se enfrentara al Mortifago, sabía que el efecto del hechizo sería pronto y le sería beneficioso. Había comenzado a atacar sin siquiera tomarse un momento para saludar, pero era evidente que si se dejaba llevar por la conexión que había con su rival, las cosas no resultarían fáciles para él.

     

    Pronto era momento de volver a atacar, pues no había tiempo que perder y estaba seguro de que Mónica tampoco tendría piedad, esta batalla tenía un transfondo que muy pocas personas conocerían o entenderían. Tornó por un momento su mente de tranquilidad para concentrarse lo suficiente y pensó claramente confundus para hacer caer a su contrincante en un estado de confusión y desorientación que le robaría una acción para recuperarse un tiempo que el Greyback procuraría usar a su favor.

     

    - Tenemos un asunto que resolver - dijo con claridad, sabiendo que ella entendería.

  9. Las cosas tomaban su rumbo, el Greyback se sentía cada vez mejor, sin embargo sería una sensación que desaparecería tan pronto que nunca solo lo notaría cuando su mente saliera de aquel estado de confusión en el que Agatha le había hecho entrar, sus ojos volvieron a orbitarse para ver el gran fuego negro de su contrincante impactar de lleno sobre el.

     

    - Maldición - dijo en un momento, notando de esta forma que su voz había regresado, algo bueno para él, estaba dispuesto a retomar la situación, al menos hasta donde su voluntad lo llevara como hasta ahora. Debía curarse y debía hacerlo pronto, por lo que sacó el libro que se les había entregado en un principio, le alcanzó a dar unas hojeadas y sabía que lo podía sacar de ese aprieto, buscó pronto y sonrió "curación" pensó el ojinegro para cubrir la curación de emergencia que requería el impacto del Fuego negro.

     

    - Bien, sigamos - dijo intentando mostrarle a su rival que estaba listo para continuar aquella batalla que significaba mucho mas de lo que pensaba.

  10. Las cosas comenzaban a tomar un rumbo diferente, a medida que el licantropo se tomaba el tiempo de descubrir la mejor forma de usar el poder que se les había otorgado para aquel duelo, aprendía a usarlo mejor hasta el punto de intentar retomar el control, fue solo hasta cuando vio el fuego purpura de su compañera de bando impactar en ambas necrohands hasta que supo que debía concentrarse y focalizar sus hechizos lo suficientemente bien para intentar sacar el duelo adelante.

     

    Confudus fue lo primero que pensó, pues dicho hechizo llevaría a Agatha a un estado de confusión y desorientación temporal que le harían perder una de sus acciones, sin embargo debía cuidarse del Fuego Negro que se encontraba sobre la mortifaga. Debía elegir el siguiente hechizo, algo lo suficientemente bueno para evitar perder el control del duelo nuevamente.

     

    Babosas pensó para ver el rayo partir hacia Agatha sin ningún tipo de interrupción, pues su necrohands se habían encargado de mover de en medio las de Agatha y mantenerlas ocupadas mientras el Greyback se dedicaba a atacar, de impactar, tendría problemas intestinales que le impedirían hablar y de esta forma mantendría un poco calmadas las cosas.

  11. Hola, tenía una duda tan grande que no sabía como hacerla entrar aquí, así que decidí pensar mas profundamente las cosas, espero no estar tarde para responder el duelo, por eso me reporto por acá y espero alcanzar a responder lo mas pronto posible, no tardo mucho, lo juro!

     

    Saludos!

  12. Poco a poco pretendía tomar el ritmo de la batalla, tenía claro que no sería tarea fácil, Agatha no le permitiría tomar el control, sin embargo estaba seguro que debía luchar el lugar en la final, por lo que sin pensarlo dos veces decidió defenderse para llegar en lo posible a conseguir un modo de mejorar las cosas, pronto los efectos desaparecerían, sin embargo sabía muy bien que el Fuego Negro de Agatha sería un problema a futuro por lo que simplemente se concentró y vio como dos manos salieron de la tierra y bloquearon exitosamente las medias lunas que había lanzado su contrincante.

     

    No era suficiente, algo mas debía hacer para protegerse un poco mas, aunque no había nada mejor que tener las riendas, también sabía hacer lo suyo para soportar hasta el momento justo para contraatacar y quizás este lo era, concentró sus pensamientos lo mas que pudo y volvió a pensar un confundus que hizo que su rival cayese en un estado de confusión y desorientación que le harían perder una acción, algo que agradecía de una forma clara.

     

    No quedaba mucho mas, debía planear su siguiente jugada, pero aun peor, debía planificar la siguiente jugada de su compañera de bando.

  13. Lo sabía, el duelo no sería fácil, si había luchado para lograr llegar donde estaba, esta sería una de las pruebas mas dificiles, su contrincante era muy buena y había ganado el ultimo torneo de duelos en el que había estado, esta vez se encontraron en las semifinales, la mente del mortifago se encontraba en un estado desagradable para el Greyback, sin embargo debía tomar una decisión pronta que solucionara o al menos lo pusiese en una mejor posición.

     

    - Seneca- dijo con claridad mientras apuntaba a Agatha con firmeza, el hechizo surtiría un efecto inmediato resecando la garganta de su contrincante hasta enmudecerla, solo necesitaba tiempo, una manera de controlar un poco mejor la situación y tomarle el ritmo a la bruja. Cerró sus ojos y solo pensó un Confundus que abrumaría la mente de la mortifaga poniendola en un estado de confusión y desorientación temporal.

     

    "Es momento de despertar" pensaba mientras sentía su garganta deshidratarse, mientras sus ganas de continuar y salir victorioso del duelo crecían, pronto sería el momento de contraatacar y si todo salía bien, podría ganar.

  14. Hola soy gokú!(?

     

    Bueno, vengo por aquí para decirles que he tenido un pequeño problema para responder el duelo peeeero, responderé el día de hoy, para quienes me entiendan hablando de un día normal para mi, en cuanto pueda, disculpen la tardanza pero lo recompensaré muy bien :perv: (? :c ya en serio dejen de exigir las dos lineas, me estan matando t_t

     

    Saludos!

  15. Los oscuros orbes del Greback se hallaban interrumpidos por la niebla que lo rodeaba en aquel oscuro lugar, la luz de la luna le daba a la noche un toque tenebroso a la vez de hermoso, una amalgama que despertaba en el mortifago aquel deseo por usar su varita contra un adversario digno como los anteriores que había enfrentado en el torneo de la marca tenebrosa. Una leve pausa fue necesaria por las festividades de la epoca, sin embargo tenía el presentimiento de que pronto se llevaría a cabo la cuarta etapa, la semifinal del torneo. Sintió la marca quemar de manera placentera su antebrazo mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa de satisfacción; un leve "crack" fue lo ultimo que se escuchó antes de que el cuerpo del moreno desapareciera del lugar.

     

    Frente a él, los tres encargados del torneo daban las ultimas instrucciones de la penúltima etapa, escuchaba con atención cada una de las palabras de su compañero de bando mientras leía detenidamente aquel libro que le habían otorgado. Nuevamente se hallaba frente a un plus que no manejaba por completo bien y debía encontrar el momento exacto para usar aquel libro que guardó en su pantalón, arregló la camisa con mangas cortas que llevaba y por ultimo se deshizo de sus zapatos para estar mas cómodo.

     

    Se aproximó con prontitud a la varita que lo llevaría al lugar donde se llevaría a cabo su siguiente duelo y en el fondo de su memoria se mantenía la imagen del bosque donde se encontraba. Tomó la varita y de inmediato su cuerpo se trasladó a su destino, el penúltimo duelo del torneo.

     

    - Vaya vaya - dijo mientras observaba que se encontraba en el bosque del cual acababa de desaparecer. Las copas de los arboles formaban irónicamente un circulo perfecto de treinta metros que hacía de limite para la luz de la luna que se encargaba de guiar la vista de los duelistas, los gruesos troncos de roble llegaban a medir quince metros de alto y su grueso era mayor que el cuerpo del licantropo, algunas antorchas aparecieron en los troncos de los arboles para brindar una iluminación que no dejaba de ser natural. Al encontrarse en un bosque, las rocas que ahí se encontraban eran no mayores a un metro de alto y largo, pero sabía que podrían ser usadas en el momento necesario.

     

    - Bienvenida - dijo al reconocer a su contrincante, la había conocido mucho antes de desaparecer, sabía lo buena que era en los duelos, así que debía comportarse a su nivel, dar una batalla que diera gusto de presenciar y lo llenara de orgullo. No había tiempo que perder y el primer hechizo no tardó en hacerse sentir.

     

    - Celerus anular celerus - dijo en tono firme apuntando a su contrincante. El efecto sería inmediato y dejaría a su rival sin la oportunidad de usar aquel hechizo que brindaba una ventaja notable al momento de luchar. La mirada del licantropo brillaba, se notaba como disfrutaba de aquel poder recorrer sus venas y llegar directo a su varita, sin embargo aún había mas por hacer, era momento de volver a atacar, por lo que hizo una fortuita.

     

    - Detritus - una fina capa gaseosa de magia cubrió por completo el cuerpo del Greyback protegiendo al mortifago de una cantidad alta de hechizos, lo mantendría un poco a salvo, pero sabía que pronto debía proceder a atacar, era un duelo en extremo importante y no tendría tiempo de titubear. Por ultimo dio un respiro profundo a la vez que clavaba su mirada fija en la bruja.

  16. El encuentro avanzaba con rapidez, el ambiente cambiaría y el lo sabía, su instinto le guiaba, pues sabía que en la antigüedad, a los gladiadores les ponían algunas trampas para que lucharan con el doble de fuerza y pasión para sobrevivir. Empuñó entonces aquel objeto que había conseguido por parte de los organizadores del torneo, tomó el collar maldito de ópalo y lo lanzó hacía darla justo después de notar que su fuego maldito no aparecería en escena pero el collar si cumpliría su objetivo, durante 3 turnos. Durante los dos primeros turnos le impediría hablar y, al inicio del tercer turno se desvanece, dejando tras de sí una maldición que le provocará la muerte si no realiza un finite incantatem en ese turno

     

    - Imperio - lanzó con delicadeza, era uno de las maldiciones imperdonables del ojinegro, sus orbes lo reflejaban al observar a Darla y dar la orden al Leon - Desgarrala - el felino sin titubear se abalanzó sobre su contrincante en busca de acabar con su vida, sin embargo no era suficiente aun, debía atacar con rapidez así que preparó su varita para completar el hechizo que esperaba hace mucho tiempo.

     

    - Fuego Maldito - dijo con un tono agresivo para ver nacer de las llamas del fuego maldito un lobo, dispuesto a destruir la piel de la Potter - termina de una vez con esto - dijo observando las llamas que de inmediato partieron hacia ella, sin siquiera tener contacto directo con el Leon que había sido controlado por el mortifago momentos antes.

     

    - Tenemos algo pendiente, tu muerte - lanzó una sonrisa llena de tranquilidad, sabía que la chica daría lo necesario, de no ser así, las cosas terminarían mas pronto de lo esperado.

  17. La decepción invadió por un segundo al mortifago que, vio el destello verde salir con un objetivo que no logró cumplir. Aquel sentimiento, aquel sinsabor que dejaba en él haber lanzado la maldición asesina y no lograr impactarla generaban en el el deseo de cumplir su objetivo, sabía que su contrincante era una compañera de bando, sin embargo, su deseo por culminar lo que empezó, se apoderó de el al grado de no poder despegar los ojos del cuerpo de la bruja. Se mantuvieron en cada momento al volver de los duelos mientras guardaba su varita sin poner demasiada atención a lo que los organizadores decían.

     

     

    Por desgracia al regresar al presente, solo pudo notar como sus compañeros organizadores desaparecían, dejando tras de si una piedra que llevaría el torneo a su siguiente fase. Esta vez, los poderes aumentarían, dandole al Greyback una variedad de Hechizos que había querido usar en batalla y sabía con quien iba a hacerlo exactamente. Fijó su vista en Leah, a quien había conocido hace mucho tiempo atrás y en un abrir de ojos notó como Darla tomaba la piedra que la Atkins había dejado tras de si.

     

    - Eso me parece interesante.. - Duelear frente a Leah y terminar los asuntos pendientes con Darla, era un plan perfecto, solo debía tomar la decisión rápido. cambió su camisa por una camisilla que mostraba sus brazos y su pantalón lo cambió por una sudadera, llevaba aquella vestimenta que usaba para ejercitarse, sabía que no sería una batalla fácil, pero estaba listo para acabar con lo inciado. Tomó el collar maldito de Opalo y lo aseguró en un lugar inperceptible.

     

    - Adelante - dijo mientras partía al tomar en su mano derecha la roca que lo llevaría a su victoria o su posible derrota.

     

    Al aparecer, la majestuosidad de aquel coliseo romano. Era increible, la vida muggle que había vivido por un tiempo, le había generado un agrado especial por esta epoca de la historia y ser un gladiador en aquella arena le llenaba el pecho de orgullo, una razón mayor para ganar el duelo sin titubear, debía continuar lo que dejó pendiente con Darla. Los detalles de la antiguedad del lugar eran muy notables y a la distancia veía a Leah quien supervisaría su encuentro.

     

    - Anular Seneca - dijo con fuerza apuntando a su contrincante. Una sonrisa apareció antes de saludar, sabiendo que su contrincante sufriría grave desidratación que le impediría usar hechizos verbales durante un largo tiempo. Debía continuar, pero debía ser inteligente, era momento de atacar nuevamente, la piedad no era algo que había aprendido alguna vez, así que no daría tiempo a nada mas que sus ataques.

     

    - Fuego maldito - un gran lobo apareció a su lado formado por completo de fuego maldito, pronto se encargaría de destruir a su contrincante. Una sonrisa macabra se creó en sus labios y dio entonces la orden - ataca - la llamarada partió con rapidez para llegar donde se hallaba Darla y cumplir con asesinarla pronto.

  18. Una gran muralla de diamante se hizo presente con la única intención de proteger a Darla de la bestia que ahora tenía una nueva misión, rodear aquel muro y llegar a destruirla. Era evidente que cumpliría y no tardó mas de lo necesario para continuar el ataque.

     

    - Vitae - dijo nuevamente apuntando a la gran muralla frente a su contrincante. Los ojos del licantropo se llenaban de un toque oscuro mientras veía el gran muro compactarse cada vez mas, haciendo que del mismo salieran un par de patas que le ayudarían a seguir a Darla y unos picos hechos del mismo material (diamante) con la intención de penetrar la piel de la mortifaga unos ojos para verle y oídos para recibir las ordenes del Greyback y acabar con su vida cuanto antes. Segundos después de ver la bestia creada, los huesos de su mano se quebraron, creando un fuerte dolor, pero bastante soportable.

     

    - Buen truco - agregó sonriente mientras cambiaba su varita de mano, era algo que había aprendido hace mucho tiempo y ahora era tiempo de acabar con ella. Tronó entonces los huesos de su cuello y dio la orden a la criatura de que rondase a Darla, dandole visión de ataque al Greyback y a la criatura creada de la banca, la cual desgarró sin reparo el pecho de la mortifaga. - Una lastima que no lo suficientemente bueno.- Las necrohands seguían manteniendo a la Potter inmóvil para afectar su puntería y movimiento, por lo que era una presa disponible para el hechizo asesino.

     

     

    - Avada Kedavra - sentenció con fuerza, viendo el verde rayo viajar en dirección limpia a Darla, ya que la bestia de diamante había dejado el espacio para que el rayo impactara al igual que la banca, que no interrumpía de ninguna forma la trayectoria del avada a su vez que había ya dañado a su contrincante. - Pronto será momento de descansar Darla - agregó viéndola sangrar. No se sentía victorioso aun, no hasta que el Avada impactase con total perfección y acabase con su vida.

  19. Era una buena situación sin duda, cada que el Greyback quería algo, lo conseguía. En el anterior duelo obligó a su contrincante a usar la poción al mismo tiempo que él, es decir que podría usar ese mismo método con Darla, fue justo cuando vio como usaba el libro y sonrió sabía que lo que seguía a continuación sería muy bueno. Su cuerpo se sintió un poco mas liviano al terminar el efecto del libro en sus hechizos y escuchó con claridad cuando Darla vociferó con fuerza un anular necrohands que lamentablemente ya no tendría el mismo efecto, los labios del licantropo se hacían con una expresión llena de ansiedad y deseo de sangre.

     

    - Silencius - dijo justo después de el hechizo de su contrincante y pudo ver a la misma vocalizar lo que parecía un hechizo bastante fuerte, sin embargo ya no era mas que un deseo al cumplir con éxito el efecto del silencius. Ahora era el momento de atacar, sin piedad y acabar de una vez y por todas el encuentro como victorioso. Observó todo a su alrededor, debía elegir muy bien que hacer, por lo que no titubeo al momento de elegir su siguiente hechizo.

     

    - Vitae - dijo con lentitud y ahinco, se sentía que sus palabras llevaban la fina intención de destruir cuanto antes a su contrincante. Solo bastó unos segundos para ver como una de las bancas tomaba una forma animalizada, con garras al final de cada una de las cuatro patas y una boca de metal que podría rasgar con facilidad la piel de Darla quien se encontraba a quince metros de la bestia, una distancia bastante corta, pronto tendría un gran problema del que encargarse.

     

    - Destruyela - dio la orden a la criatura que era fiel a cualquier orden que el mortifago ordenase - disculpa la prisa, tengo un asunto en el castillo - lanzó con un tono arrogante, no podía confiarse, pero sabía que era el momento perfecto para acabar pronto con el duelo y subir un escalafón mas.

  20. Buenas vengo con una duda importante(? xD

     

    Su diestra se cerró sobre Edelweiss , consciente de que ahora su voz y su figura serían para el mago distinta de lo que había sido hasta ahora, de hecho, cuando volvió a hablar no solo su estampa era capaz de imponer temor sino que su voz era embelesadora y de gran carisma, por lo cual estaba segura que sus hechizos surtirían efecto sobre Andy a pesar de la niebla defensiva que notaba ahora rodeaba su cuerpo. Tras unos breves segundos en que pensó cuál sería el hechizo más peligroso ronroneó casi.
    --Anular necrohand --la vibración de la magia en el aire al afectar el efecto a su contrincante hizo estremecer a la pelirroja quien clavando la mirada en el mago frente a ella hizo una rápida floritura y susurró con un cierto placer maligno.
    --Séneca --su mirada siguió clavada en el rostro del mago, a sabiendas que por un rato no podría afectarlo con hechizos rayos pero los efectos no le serían indiferentes y ya no estaba en sus manos realizar muchos hechizos verbales, claro que siempre había admirado la calidad de los hechizos no verbales de su bando.
    Dejo la parte del duelo donde tengo las siguientes dudas.
    1. No veo ningún tipo de rol de intercalación en la primera acción, por lo que debo suponer, mi necrohands si funciona ya que sale antes..
    Estoy en lo correcto?
    2. en su rol del hechizo, no me ha quedado completamente claro que tipo de efecto tiene el hechizo, puesto que el rol no me parece tan claro con lo anterior..
    No siendo mas el motivo de mi molestia, me alejo lentamente
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  21. Era evidente, su primer encuentro había culminado con el Greyback como victorioso. Sus compañeros de bando se hallaban ahora junto a él nuevamente aunque esta vez el grupo era reducido a comparación del primero. Sus ojos detallaban serenidad, sabía que a medida que avanzaren sus contrincantes serían mas fuertes así que debía mantenerse concentrado y con los pies sobre el suelo, esto apenas era la segunda fase pero podía sentir como la tensión se apoderaba de todos y cada uno de los presentes. Pronto atendió y asimiló las instrucciones de los organizadores y se dispuso a tomar aquel libro.

     

    Su nueva contrincante se encargaría de decidir el lugar al igual que la anterior, pero esto no era preocupante, solo necesitaba una nueva estrategia, ya que esta vez no eran pociones, sino un pequeño libro que les daría una especie de habilidad extra. Todos estos cambios eran distractores en la mente del mortifago, lo único que necesitaba era aprender a usarlo a su favor, tal como la ultima vez. Se adentró en aquella imponente puerta y siguió el camino hasta donde su contrincante se hallaría.

     

    - Lindo lugar - dijo mientras caminaba hasta quedar a veinte metros de distancia de todo objeto que pudiera ser usado en su contra. Habían unas rocas bastante grandes en espacios entre los arboles mientras aquellas bancas median poco mas de dos metros y eran lo suficiente fuertes para usarlas en una próxima ocasión, se le daban bien ese tipo de cosas en el duelo, si todo salía como esperaba, lograría otra victoria.

     

    Tal y como la ultima vez que luchó, decidió usar la pequeña ventaja con prontitud así que el libro que reposaba en su pantalón sería usado inmediatamente. - Espejo de niebla - susurró con una sonrisa llena de perversión, a la vez que sentía como en su cuerpo y su varita se sentía el cambio, el poder aumentaba mas y mas hasta sentir que había adquirido las capacidades de un mago oscuro, dispuesto a usar el mismo poder y acabar pronto con aquel encuentro.

     

    - Detritus - vocalizó con determinación viendo como una capa fina de gas de un color vino tinto se encargaba de cubrirlo de cualquier ataque que viniera de su contrincante, pero no era suficiente, ahora era momento de atacar, o al menos evitar que se le diera fácil atacar. En ese momento un par de manos se crearon a partir de su varita y se movieron con rapidez hacia Darla, ambas sujetaron las muñecas de la joven impidiedole apuntar con firmeza hacia el Greyback. Debía estar alerta, aunque al menos el detritus podía sentirse seguro al menos por un tiempo.

  22. El furor de la batalla se hacía mas fuerte mientras que el Greyback centraba todo en trabajar armoniosamente con su arma mágica, estaba listo, era el momento de sacar todo ese deseo de duelear que ardía en su mano, donde su varita vibraba con tanta rapidez, que casi se oía zumbar. Su contrincante aparentemente había cedido a su plan, era evidente que la ultima vez que había dueleado aquellas pociones no eran usadas, una ventaja que el aun no sabría usar, era mejor que su contrincante también agotara aquel recurso, la igualdad seria su oportunidad.

     

    - Vitae - dijo apuntando a la gran mesa que se encontraba en la habitación. Tomó una forma animalizada con una gran boca y garras, que se interpuso inmediatamente en la dirección del rayo de la demonio. La misma bestia emprendió viaje directo que no se interpondría entre otros ataques contra Aysha, quien se hallaba a escasos 10 metros de la bestia, lo que le daría la ventaja a la criatura de darle un rasguño en el pecho, que requería de una cura inmediata.

     

    - Sectusempra - lanzó nuevamente aquel mortífero rayo que se dirigía directo al pecho de Aysha, de impactar con éxito, ocasionaría heridas que requerirían de una cura inmediata y una siguiente, de lo contrario, resultaría en su muerte. Todo apuntaba ir bien, no daría tregua, debía ganar este duelo y haría lo posible por ganar el torneo, estaba listo para mostrar que sus habilidades no se habían perdido con el tiempo, sería despiadado.

  23. Era su segunda vez en un torneo de duelos de la marca, hacía mucho tiempo había perdido en la primer ronda, algo que llenaba al licantropo de ganas para lograr superar su limite, aquella vez su mente le jugó una mala pasada, pero esta vez su arma y su cabeza estaban conectados a tal punto que su seguridad era mayor. Observaba con detenimiento cada movimiento de sus compañeros de bando que a partir de ese momento se convertían en rivales de duelo, todos y cada uno. Pronto se dieron los emparejamientos y los trasladores estaban listos para llevarlos a sus destinos, donde por fin las ganas de duelear se apoderaban de cada fibra muscular del moreno. Dejó en su espalda un gran charco al deshacerse de su capa y dejarla en la masión Riddle.

     

    - No le demos mas espera - dijo en un susurro lleno de tranquilidad mientras se acercaba al traslador que lo llevaría a su destino, no sin antes tomar aquella Pocion que Leah les había otorgado como implemento al momento de duelear, era nuevo para el uso de pociones en medio de la batalla, sin embargo la mantuvo en su muñeca izquierda, contraria a donde llevaba su arma magica, dispuesta a hacer sangrar a su contrario.

     

    Al aparecer, no reconoció para nada el lugar, simplemente siguió un estrecho callejón por el cual su cuerpo apenas podía moverse gracias al estorboso espejo que colgaba en una de las paredes. Al entrar, pudo notar un gran mesón en el lugar y la presencia de su rival en el extremo contrario al suyo. Hizo un ademán leve al escucharle hablar y simplemente sonrió bajo su plateada mascara, la curvatura llevaba un especial toque de maldad, estaba ansioso por empezar a darle a la chica una lección o aprender de ella.

     

    - Bien - susurró justo antes de observar nuevamente la pocion, le parecía extraño, pero volvió la mirada a su oponente, para sentir como su muñeca derecha se quebraba estrepitosamente. - Grr - un pequeño gruñido se apoderó de los labios del Greyback y negó. - A la final, no te necesito - susurró justo antes de beber el liquido que inmediatamente curó su mano derecha, que había sido quebrada por el hechizo de la mortifaga, lanzó la botella cerca de su rival, viéndo el cristal despedazarse al contacto inmediato con el suelo.

     

    - Sectusempra - Gritó con fuerza apuntando directamente a su contrincante, la que se encontraba a una distancia perfecta, 20 metros del mesón, en caso de necesitar reaccionar ante el uso de la bruja del mismo y otros 20 metros de su contrincante. Si el rayo impactaba con exactitud en el pecho de la demonio, sufriría heridas sangrantes que de no ser tratadas a tiempo, la llevarían a la muerte.

     

    - Morphos - dijo el Mortifago apuntando a la blusa de su contrincante, la que se convirtió en una viuda negra, una araña tan peligrosa como la muerte misma, la que sin dudar picó directo en la nuca de la bruja para luego bajar por su espalda, resguardándose bajo la capa de la chica con la finalidad de sobrevivir el mayor tiempo posible. No quería ser descortés, pero no tenía ánimos de entablar una conversación, lo que quería era terminar pronto con aquel duelo.

  24. La noche avanzaba indetenible, la situación empeoraba, el Greyback se debilitaba con cada segundo ante ver a Mónica como pocas veces pudo verla, pero también mantenía la postura de que indirectamente, ella era culpable de lo que le había ocurrido, por traer al Selim a su vida. Sentía su mente en otro tiempo, otro espacio; procuró entonces disponerse a escuchar, era momento de que la vampira agumentara todo aquello que el licantropo lanzaba sin medidas, sin importar si podía herirla o no, tal vez estaba pagando el dolor con la persona menos indicada, pero en aquel momento, no lo había notado por completo.

     

    - No fue fácil, ni lo será - susurro dejando ver como aun se sentía inseguro, no quería ser mas la victima, por eso había tomado la decisión de detener aquella situación, sin embargo como siempre, el estar con la Mortifaga lograba que Andrés cambiara de manera drástica, ella lo conocía muy bien al igual que él a ella, pero no estaban concordando aquella noche, quizás eso significaba algo, algo que seguro al final de la noche lograrían concluir entre los dos. Sentía ganas de pedir ayuda, mantenerse en la decisión no era sencillo, sería mas fácil quedarse en cama, pero no era eso lo que lo llevaría a su finalidad.

     

    - ¿En serio crees que estoy bien? - Las palabras del Crowley salieron disparadas como hechizos hirientes, su molestia se hizo notar con rapidez y no midió ni un poco lo que seguiría diciendo. - ¿ Es acaso este el Andrés del que te enamoraste? - La observaba con fuego en los ojos mientras ella enseñaba su rostro lleno de lagrimas, pero fue entonces cuando un cambio en su espacio y distancia fue creado por la actitud de la vampiro, su mano ahora se posaba sobre el pecho del Greyback, haciendo que el corazón del mismo palpitara a velocidades que incluso él había olvidado.

     

    - Es mejor - susurró justo antes de sentir aquellos gélidos labios tener contacto con los suyos, los mismos que hacía mucho tiempo no sentía. El tiempo se detuvo, incluso sintió que las ráfagas de viento se habían apartado de su lugar para no interrumpir el momento. Era el momento en que el Greyback ya no sabía si en realidad quería que Mónica se alejase, no tuvo elección ella volvió a tomar la distancia pertinente, pero esto no impidió que Andrés tomase su mano de manera instintiva.

     

    - creo que.. - Había quedado en blanco, sin palabras, la petición de Mónica de asesinar a Selim le agradaba de sobre manera, pero había pasado a un segundo plano. Los orbes oscuros del moreno se clavaron con ahínco en los de la pálida mujer. Las palabras no fluían de su boca, sin embargo su brazo se contraía de manera automatica, volviendo a acercar su acompañante.

     

    - Creo que lo mejor es que lo enfrentemos los dos - terminó su frase en un susurro corto, ya que ahora estaban tan cerca que su respiración expresaba nervios, ansiedad, odio, estaban como hacía mucho tiempo no. - Disculpa - dijo mientras soltaba su mano, había recaído en los pensamientos de Selim, por lo que volteó la mirada a la luna, sin soltar la mano que hacía unos minutos había tomado.

     

    - ¿ Que debemos hacer ? - susurró mirando la luna para voltear a verle. - ¿ Alejarnos, ayudarnos? - El dilema se había creado, ahora no estaba seguro de que era lo mejor para ambos, nisiquiera sabía que era lo mejor para él.

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