Andy Greyback

Las fuertes rafagas de viento eran insesantes, pero se vieron opacadas ante tanta sobervia y arroancia por parte Zack. Al parecer tenía tanta confianza en sí mismo que podría llegar a subestimar a su contricante. Sentirse de aquella forma no era agradable, mas porque sentía que menospreciaba la calidad de duelo que el ojinegro podría brindarle, no pasó mucho para que el chico hiciera que su bestia de piedra se hiciera tres veces mas pequeña que el tamaño que él Greyback le había otorgado. rápidamente apuntó a su chaqueta y pronunció.

- Morphos - la prenda pasó a convertirse en una araña, mas específicamente una viuda negra, la cual inyectó su letal veneno en el cuello del mortifago para luego meterse dentro de su camisa, en un punto de su espalda donde Zack no alcanzaría. Luego de esto pudo sentir el dolor en su muñeca, pues su contrincante había usado un absorvere contra él. Cambio de mano su varita, portandola ahora sobre la izquierda y pasandola sobre su muñeca rota pensó <<Episkey>>. El hueso se repuso rápidamente, dejando al patriarca Crowley en optimas condiciones.

- Espero que esa haya sido una bienvenida de tu agrado Zack - dijo el pelinegro, observando directamente a Zack. - No hay prisa, solo disfrutemos del duelo - agregó dando un chasquido a su lengua.

Fecha: 15/10/12

Lugar: Wright & Wrong

Permiso del Alto(s) Rango(s) que acompañó On y Off Rol: Near

Atacantes: Near, Andy Greyback

Defensores: Héctor Weasley D.

Link del inicio: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=95008&st=230 #239

Link del final: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=95008&st=240 #246

 

Comentarios(capturados,muertos) : El Fenixiano huyó como era de esperarse.

Sentado con la mirada perdida en lo lejano que era el final de aquel acantilado se encontraba el Greyback. Su largo pelo era azotado por las ráfagas de aire que atacaban el punto mas alto del lugar. Vestía una camisa de mangas largas negra y pantalón del mismo color acompañado de zapatos elegantes, parecía que vestía para alguna reunión elegante, sin embargo solo estaba analizando el lugar donde llevaría acabo un duelo con uno de sus compañeros de bando. Se puso en píe y paseó la vista por el lugar que solo estaba rodeado de rocas y algunos arboles en la lejanía, ubicados a mas o menos unos 30 metros de la ubicación del ojinegro.

Las rocas llevaban un tamaño bastante exagerado, como si hubiesen crecido con el tiempo en aquel lugar. La intensidad de las ráfagas e hacía mas notoria y el ojinegro solo se dedicaba a disfrutar del aquel clima que muy poco presenciaba. Sacó un cigarrillo de su bolsillo junto a un encendedor el cual cumplió su función muy rápidamente. El humo no tenía un espacio muy activo en el entorno, pues la brisa se encargada de esparcirlo por el lugar tan rápido como salía de los labios del mortifago.

Caminaba, alejándose del borde del acantilado, pues quien cayese de aquel, tendría una muerte dolorosa y cruel. Al final habían un grupo de rocas en forma de punta, que atravesarían el cuerpo de cualquier persona o animal que a aquella altura cometiera el error de resbalar. Esperaba paciente a su compañero mientras su cigarrillo cada vez se consumía mas rápido. Pronto sintió como Zack aparecía en el lugar y prosiguió a prepararse.

- Hola, bienvenido Zack - dijo en tono cortes y tranquilo, subió las mangas de su camisa hasta los codos, dejando ver su marca en el brazo izquierdo luciendola con orgullo mientras giraba su varita en su mano derecha. Tronó su cuello y cerró los ojos un momento, acto inmediato se distanció del mago a unos 7 metros y de cualquier objeto distinto a unos 10 metros.

- Es hora de empezar - dijo mientras apuntaba a una roca de 2 metros que se encontraba a escasos 4 metros de Zack - Vitae - esta rápidamente comenzó a comprimirse dándole forma de un lobo adulto de un tamaño aproximado de 1 metro, se crearon las facciones de un rostro del mismo animal, dejando sus oídos en la parte mas alta de su cabeza. Sonrió y se dirigió a la bestia de piedra - termina de darle la bienvenida a nuestro invitado, acabalo - terminó la orden a la criatura y se centró en esperar el ataque del mago, sabía que no sería un duelo fácil, pero tampoco quería que las cosas fuesen de aquel modo.

Off:

Ambos vamos con rango tempestad. Permiso concedido por la triada.

el Greyback se hacía presente en Oklahoma, su razón era simple, rescatar a algunas compañeras de bando que habían sido capturados por los asquerosos fenixianos. Se acercó a la espada mientras su mascara plateada desviaba la luz que se reflejaba en ella. La oscura túnica se hacía arrastrar por los suelos y la mirada del licantropo estaba sumida en su objetivo.

Tomó el traslador que lo llevó inmediatamente a Abbadon, el lugar donde tenían encerrados a los mortifagos que capturaban. Bandeó su varita en su mano y se posó firme junto a sus compañeros de bando.

- Esperemos que no suceda lo mismo del otro día - dijo déspota y se preparó para defender a sus compañeros de lo que sea que planearen los seres de la luz.

Nuevamente los fenixianos había hecho perder el tiempo a los mortifagos, no tendía idea de que se traían entre manos, pero eso sería un asunto que se resolvería luego, por lo pronto el licantropo observó a sus compañeros de bando para luego pasear su vista por el lugar, tratando de hallar a alguno de auquellos asquerosos seres de la luz.

- Bueh, un fiasco mas - el desprecio de su voz era evidente y de manera inmediata giró en sus tobillos para desaparecer de aquel lugar.

Se ubicó junto a Aleera, su compañera de bando, permitiendo que el expectro creado por la misma lo cubría de cualquier ataque. Luego apuntó a una roca de un aproximado tamaño de 70 cm, lo suficientemente grande para lo que el ojinegro la necesitaba.

- Morphos - musitó serio, mientras aquella roca se convertía en una araña, mas específicamente una viuda negra La cual se encargaría de picar una fenixiana que estaba cerca (gomita) Nuevamente bandeó su varita - Morphos - esta vez iría a otra roca la cual al igual que la anterioe se convirtió en una viuda negra, esta ubicada cerca a otra fenixiana (Madeleine) a la cual inmediatamente inyectó su veneno.

Una oscura presencia se haría paso en la prisión mortifaga. La silueta del Greyback, la cual emanaba una especia de nube de humo negra se hacía presente, parecía que los fenixianos tenían intención de llevarse a los prisioneros y era un lujo que los mortifagos no podrían darse. Su mascara plateada brillaba ante la poca luz que las antorchas que iluminaban el lugar brindaba.

Debían mantener a los fenixianos fuera del lugar, así que rápidamente salió mientras miraba detenidamente a los seres de la luz que esa noche tendrían como fin la muerte.

- Vaya vaya,¿A quien tenemos aquí? - El tono irónico se hacía evidente al hablar, mientras su varita se presentaba firme ante sus contrincantes, los cuales se encontraban a unos 10 metros de la ubicación del pelinegro.

Las ordenes sobre dirigirse al lugar donde su examen se llevaría a cabo estaban dadas, dedicó una leve sonrisa a Martín para luego girar sobre sus tobillos y caminar lentamente hacía donde el mago le había indicado, en el camino repasaba mentalmente sobre las 3d's. Sentía ansiedad ante el presentar su examen, era totalmente necesario adquirir la licencia, por ende daría lo mejor de si para cumplir con las expectativas y aprobar la licencia. Justo cuando estaba frente a la puerta que lo llevaría al lugar de su prueba cerró los ojos para luego abrirla y adentrase.

Sus agudos sentidos se alertaron ante el cambio brusco sonoro y aromático. Abrió entonces los ojos, viéndose sobre una roca que apenas si cubría el espacio necesario para que su cuerpo se mantuviese en ella, su cuerpo se tensó al ver las agresivas aguas del río correr junto aquella pequeña estructura que lo mantenía aparentemente a salvo, supo que era aparente justo después de ver el grupo de árboles que se iban desmoronando frente a él. Otro altar de roca se hallaba frente a su ubicación aunque en una distancia bastante prudente, tanto que los árboles pronto se encargaron de obstruir la vista de aquel lugar.

- Bien Andrés, llegó el momento... - Susurró y cerró los ojos mientras pensaba en la primera "D" - destino - siseó - la roca - entonces el trozo sobresaliente de piedra se dibujó lentamente en su mente, el espacio era pequeño, sin embargo la precisión sería completamente necesaria por ende la imagen mental era completamente necesaria y debía ser lo mas exacta posible. Tenía claro cual sería su destino, así que pasó a la siguiente "D".

- Determinación - dijo ahora en un tono de voz mayor. Los oscuros ojos del licantropo se abrieron instantáneamente fijando su vista enfrente, buscando ahora un vistazo exacto de su objetivo. - Ya estás aquí y sabes que lo lograrás - susurraba para sí mismo mientras la fuerza que ejercía el río sobre la roca se hacía aun mas notable y la caída de los árboles se hacía mas frecuente y agresiva. La segunda "D" estaba cumplida, la confianza y determinación del Greyback estaban fijas en terminar aquel examen de manera satisfactoria, solo faltaba la ultima "D".

<<Deliberación>> Pensó el pelinegro mientras nuevamente cerraba los ojos. Su concentración se hacía mas intensa, la imagen de la roca estaba perfectamente grabada en su mente y sabía que lo lograría, la seguridad se apoderó por completo del mortifago, quien sonrió con los ojos cerrados y puso si pie derecho en punta, se impulsó en el mismo para dar un giro, el mismo que le ayudaría a desaparecer. Una sensación de vuelco se adueñó de su cuerpo hasta el momento en que se sintió nuevamente en tierra firme.

Abrió los ojos y vio como los árboles terminaban de caer completamente sobre la roca donde antes se encontraba, lo había logrado así que una sonrisa de confianza se creó en sus labios mientras el agua del río se movía salvaje bajo la roca que esta vez era mas segura que la anterior. La habitación cambió lentamente y se vio rodeado por el mismo circulo rojo, aunque ahora ya no sobre la roca.

- Lo logré - dijo confiado, esperaba que así fuera sentía que había hecho las cosas bien, así que solo esperaría un veredicto por parte de los examinadores, al menos había perdido de una vez la ansiedad que le invadía por completo.

Un error no era de dudarse, no manejaba muy bien los formularios aunque le pareció tonto luego de darse cuenta donde radicaba el error que a decir verdad era minúsculo. Aun no le quedaba claro el recado que la bruja trataba de informarle, pues hablaba de un bosque del cual el ojinegro no tenía idea de su ubicación, esperaba poder aclarar aquella duda antes de presentar el examen- Un rostro conocido apareció, Martín, una cara conocida al fin para el patriarca Crowley.

- Vaya Martín, no esperaba verte por aquí - dijo sonriente mientras recibía las mismas instrucciones de correción por parte del mago, rápidamente corrigió el minúsculo error. - Espero que esta vez esté bien - dijo para luego entregarle el formulario completamente corregido e inmediatamente preguntó para salir de la duda - disculpa, ¿A que se refería la otra mujer con algo referente a un bosque? - Esperaba pronto poder hacer el examen y acabar con ese requisito personal pronto.

Formulario del examen de Aparición:

 

 

Ficha de Identificación Personal:

 

~ Nombre del examinado: Andy Greyback

~ Enlace a su ficha personal:Ficha

~ Persona a la que se avisará en caso de terminar en el Hospital San Mungo: León Corvinus Crowley

 

Consentimiento informado:

 

La aparición/desaparición es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.

 

Como todo hechizo realizado por un mago novato tiene su riesgo, puesto que si el mago no se concentra bien en las 3 D's podrían ocurrirle terribles consecuencias que lo mandaría directo a San Mungo. Por este motivo el Departamento de Transportes Mágicos no se responsabiliza por las posibles lesiones con las que pueda quedar su hijo, ya que sólo depende de los examinados el dominio y la correcta realización del conjuro.

 

Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.

 

Yo, León Corvinus Crowley, hermano del examinado, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi hermano corre al realizar el examen de aparición y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

 

Nombre del responsable:León Corvinus Crowley

Firma del responsable: León Corvinus Crowley

Yo, Andy Greyback, autorizo al Centro Examinador de Aparición tramite el descuento de 100 Galeones de mi Bóveda personal por concepto del examen de aparición. Estoy consiente que el descuento de los Galeones no significa la aprobación de dicho examen.

Exponerse a la luz solar, uno de las tantas situaciones que no hacían parte de la rutina del ojinegro. Andrés yacía en aquel lugar donde una cita respecto a la marca tenebrosa se llevaría a cabo. El alto porte del licantropo dejaba ver la elegancia del mismo, una camisa negra, acompañada de una chaqueta del mismo color, formaban la parte superior de su vestimenta que hacía un juego perfecto con un pantalón y zapatos del mismo color. Unos lentes oscuros le daban el toque perfecto para ocultar su mirada y ese aire de misterio que últimamente había caracterizado tanto al pelinegro.

Observaba detenidamente el prado que rodeaba la cabaña donde se llevaría a cabo el encuentro. Si bien le gustaba la naturaleza, no era su favorita la época en que las flores invadían por completo los arboles y plantas, prefería el frío invierno que obligaba a la mayoría a resguardarse en sus hogares y dejar el la naturaleza solo a quienes les pertenecía de manera única como lo eran los animales y aunque Andrés no lo era, si era un licantropo por ende disfrutaba de los bosques como un hogar mas.

Pronto estuvo en la entrada de la cabaña, por lo que se dedicó a ingresar rápidamente. Observó con detenimiento el lugar, precisando cada centímetro del recinto sin dejar rastro alguno sin revisar. Era acogedor, sin embargo no era el estilo que normalmente frecuentaba el patriarca Crowley. Comenzó a caminar lentamente hacía donde se llevaba a cabo la reunión, observando cada rincón del lugar aunque no se notaría por lo oscuro de sus lentes. Pronto estuvo en el lugar exacto del encuentro y se halló junto a tres brujas, una vez mas llegando tarde.

Las observó con detenimiento, reparando su vestimenta, su actitud y sobre todo su reacción ante la tardanza de uno mas de los pupilos de la clase. Retiró sus lentes lentamente y pasó su mano sobre su cabello para retirar los mechones que invadían su rostro; una cálida pero leve sonrisa se formó en sus labios y tomó luego la palabra.

- Hola, soy Andrés Greyback Crowley - la sonrisa seguía en el mismo punto - patriarca de la familia Crowley y asumo el rango de base en la marca tenebrosa - terminó su presentación y se quedó de pie, esperando la intervención de alguien mas o de la maestra si fuese necesario. En su cabeza rodeaba la duda sobre aquella ubicación, pero luego se enteraría porque la reunión fue ahí. Puso sus lentes en el bolsillo de su chaqueta y ubicó sus ojos sobre la maestra.

En su mente yacían los vagos e intermitentes recuerdos de la primera vez que había ido al ministerio y de lo desastroso que fue al no hallar rápidamente el departamento de transportes. Una sonrisa poco visible se creó en los labios del licantropo, quien tenía la vista perdida por lo sumergido que se encontraba en sus pensamientos. Para su agrado pronto fue atendido, así que con la misma rapidez prosiguió a llenar el formulario.

Formulario del examen de Aparición:

 

 

Ficha de Identificación Personal:

 

~ Nombre del examinado: Andy Greyback

~ Enlace a su ficha personal:Ficha

~ Persona a la que se avisará en caso de terminar en el Hospital San Mungo: León Corvinus Crowley

 

Consentimiento informado:

 

La aparición/desaparición es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.

 

Como todo hechizo realizado por un mago novato tiene su riesgo, puesto que si el mago no se concentra bien en las 3 D's podrían ocurrirle terribles consecuencias que lo mandaría directo a San Mungo. Por este motivo el Departamento de Transportes Mágicos no se responsabiliza por las posibles lesiones con las que pueda quedar su hijo, ya que sólo depende de los examinados el dominio y la correcta realización del conjuro.

 

Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.

 

Yo, León Corvinus Crowley, hermano del examinado, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi parentesco con el examinada corre al realizar el examen de aparición y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

 

Nombre del responsable:León Corvinus Crowley

Firma del responsable: León Corvinus Crowley

Yo, Andy Greyback, autorizo al Centro Examinador de Aparición tramite el descuento de 100 Galeones de mi Bóveda personal por concepto del examen de aparición. Estoy consiente que el descuento de los Galeones no significa la aprobación de dicho examen.

Al terminar aun no se encontraba seguro de que así era como lo debía llenar, no manejaba muy bien los trámites con el ministerio, por eso había dejado aquel trabajo de hace tiempo. Pronto pasó a la ventanilla nuevamente con el formulario lleno. Los oscuros ojos del Greyback se pasearon por toda la oficina, no tenía nada mejor que hacer que eso. Pronto volvió a tomar asiento, esperando que el formulario estuviese correcto.

Una retumbante caída pudo sentirse, el Greyback había aparecido en la cárcel mortifaga, tenía ganas de revisar algunos presos y torturarlos. El deseo corría por sus venas y terminaba en su varita que portaba en la mano derecha, su vestimenta era oscura como ya llevaba por costumbre, su mascara plateada ocultaba su identidad a la perfección. No le agradaba la idea de esconderse tras una mascara, pero era mejor mantener discreción por el momento, no quería ser relevante y poner en peligro el bando.

El paso era lento, observando una a una las celdas que se situaban a lado y lado de sí. El olor a sangre, mezclado con sudor se hacía intenso a medida que se adentraba en el lugar, las marcas de sangre en las paredes e incluso marcas de números romanos eran las cosas que mas relevancia llevaban en la mirada del ojinegro. Al parecer no era un día para torturar pues no estaba seguro de que algún compañero quisiera compartir el gusto de torturar a un odefo.

Siendo paciente se apoyó de espaldas a una de las rejas de una celda, observando fijamente la pared. Se sumía en los pensamientos que arribaban su mente, el placer de torturar a un fenixiano era lo único que su varita pedía y él lo podía sentir. Se cruzó de brazos un poco impaciente, esperaba pronto poder satisfacer su necesidad, o tendría que partir a las calles de Ottery para suplirla.

La imponente figura del Greyback hizo presencia en las instalaciones del Ministerio de Magia. Vestido de manera muy elegante el ojinegro se dispuso a buscar el lugar donde se encargaría de pedir el permiso para su licencia de aparición. Ya había venido antes con el mismo propósito, sin embargo en la anterior ocasión había pasado por alto el hacerlo, pero ahora era estrictamente necesario poseer aquella licencia, tenía asuntos que era mejor resolverlos apareciendo rápidamente en el lugar.

A medida que se adentraba en el recinto observaba detenidamente los memos que volaban por el lugar; aquellos molestos aviones de papel nunca le habían causado una completa seguridad en sus mensajes, prefería hablar las cosas de frente, aunque eso significase sacar un tiempo que necesitase para descansar. Aunque ahora no trabajaba en el ministerio, así que no tenía mucho de que preocuparse a menos de que uno de esos llevara la respuesta de su examen.

Pronto estuvo en el elevador que lo llevaría a la sexta planta, donde se encargaban de todos los medios de transportes mas comunes usados por los magos de la época. No le agradaba mucho la idea de socializar con desconocidos, mas si estos no llevaban su ideología de bando, si bien había creado un desprecio casi incontrolable por los que estuviesen en contra del bando tenebroso y haría cualquier cosa a su alcance para hacerles cambiar de parecer, aunque esto implicase torturarlos.

- "Departamento de transportes mágicos" - la voz que indicaría la llegada a su destino se había hecho presente y el pelinegro rápidamente salió del elevador para dirigirse a las oficinas. Rápidamente se ubicó frente a la ventanilla y tomó la palabra. - Un formulario para licencia de aparición, por favor - la siniestra y grave voz del licantropo hizo su espacio, esperaba ser atendido pronto ya que la idea de esperar no era de sus favoritas.

Sumido en la oscuridad y rodeado de piedra se hallaba el cuerpo del trigueño que minutos antes se encontraba tranquilamente en su habitación. Pronto un grupo de antorchas se encendieron creando un camino que estaba anteriormente fijado en los pasillos que la misma roca formaba. La razón de su presencia en el lugar, era desconocida aún para él, pero no sería una duda que no resolvería pronto. Tomó su varita en la mano derecha mientras se acercaba a una de las antorchas para tomarla e iluminar el camino.

Para su sorpresa no podría sacarla de su base, estaban ahí y ahí se quedarían. La luz que brindaban no era de gran ayuda aunque no era realmente necesario para el licantropo una gran cantidad de luz. Sus oscuros ojos se tornaron aun mas negros, quedando de aquel color por completo, la vista del ojinegro ahora era mucho mas aguda e incluso distinguía mas lo oscuro de lo que la luz de aquellas llamas le brindaban. Usando su olfato se guío para pronto hallar una salida de aquel lugar.

A medida que se acercaba mas a la salida podía sentir la cantidad de luz que comenzaba a aumentar, aunque no tenía la intención de cambiar su vista pues estaba atento al suelo, no quería pisar alguna trampa que hubiese en el suelo, no sería nada grato ser tomado en un espacio tan corto, tendría una desventaja si no sabía a que se enfrentaba. Pronto la vestimenta del Crowley fue plenamente vista gracias a la luz, su camisa negra y pantalón del mismo color le daban aquel toque de elegancia que siempre llevaba consigo, aunque le faltaban los zapatos, ya que no los usaba para acostarse.

Al llegar al final de pasillo se vio cegado por la luz intensa del sol, pronto sus ojos volvieron a la normalidad y este observó como frente a él se encontraba un bosque de una pequeña dimensión. Varios árboles a los lados daban la idea de un sendero que aun no terminaba. Intercalado con los grandes árboles se hallaban un grupo de piedras de tamaños que variaban de los 50 cm hasta los 2 metros de dimensión. Confundido el mortifago mantuvo firme su varita con la mirada fija al frente, esperando no ser sorprendido del todo.

Una voz se hizo presente en el aire, no tenía idea de que juegos se trataban y eso lo llenaba de ansiedad. No sabía a quien se enfrentaba pero no perdería, estaba totalmente seguro que el perder significaba la muerte. La euforia se sentía en el aire en los abucheos creados por seres que los ojos del mortifago no llegaban a divisar. Seguro se encargaría de ser un método de entretenimiento para aquellos personajes que no veía, pero de verlos, les daría un toque de lo que para él era diversión.

Una curva se creó en sus labios dando la idea de una sonrisa y tronó su cuello de manera muy audible. - Si quieren divertirse, les daré diversión - susurró mientras entrecerraba los ojos buscando entre los árboles a su posible contrincante. Agudizó su olfato y oído, estaba preparado para usar sus sentidos al igual que su varita para ganar y matar a quien sea que necesitase matar.

Off:

Hola

Bueno, les dejo la primera tarea.

Reglas de duelos.

El primero en llegar tiene el privilegio de crear el entorno, algo que bajo mi criterio es una ventaja. El segundo sin embargo deberá acoplarse al que sea haya sido el rol de su contrincante. No se permite el uso de hechizos de bando en personas neutrales o intercambio de hechizos entre contrincantes de bando. Está prohibido el uso de movimientos físicos para "esquivar" un rayo. Los hechizos deben ser resaltados con negritas y ponerse en cursivas de lo contrario podría invalidarse.

Intercalaciones:

Rayo - Rayo

Intercambio de daños

Efecto - Efecto / Efecto - Rayo

Si el efecto puede interrumpir la realización del rayo o efecto, éste es interrumpido, por ende no sale.

Rayo - Efecto

El rayo es indefinible, lo que quiere decir que el contrincante puede defenderse de este.

Asaltos Y Redadas:

1.- Los hechizos tanto verbales como no-verbales deberán destacarse del resto del rol poniéndose en negritas/cursiva. En caso de que sea un no-verbal y quieras rolear la acción en lugar de mencionar el hechizo en cuestión, esta acción que realices deberá ser la que está en negrita.

2.- Todo mortífago al momento de un asalto debe poseer una máscara que cubra su rostro. Esta máscara será parte del mortífago, de manera que no podrá ser hechizada y sólo podría ser quitada por él mismo.

3.- El grupo de la Orden del Fénix podrá cubrir su rostro a efectos de proteger su identidad con una especie de luz que lo hará difuso y no supondrá impedimento alguno para el personaje. Solo podrá ser removido por el personaje en cuestión y no se verá afectada por ningún hechizo.

4.- Un asalto/redada solo podrá ser iniciado por los siguientes rangos: 1 líder / 1 Angel Caído o Demon Hunter / 2 Nigromantes o Knights

Cárceles:

El personaje encarcelado debe cumplir con un numero de 3 posteos mínimos para poder ser rescatado. Luego de esto existe un pago para los rescates de acuerdo al rango dentro del bando, y para que el grupo propietario de la cárcel pueda defenderla alguno debe dar aviso del ataque. Los prisioneros pueden escaparse si pasan 24 horas sin que los carceleros posteen.

Creo que es todo

Buenas Vengo a pasarme por acá tambien, hay cosas que quiero perfeccionar y es bien sabido que solo se logra con la practica.

Acá dejo la ficha.

Nick: Andy Greyback

Rango: Base

Tutoría a tomar: Duelo y perfil.

Link de referencia:

Rol: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=99055

Espero que todo esté en orden y gracias por atender.

NOX

Buenas

Pasaba por acá porque me gustaria hacer parte del Ejercito :B quiero aprovechar al máximo el ingreso a la marca. Ahora tengo solo un pequeño problema y es el de llegar a las dos lineas, solo quiero decir que seré lo mas activo posible demás solo saludes, y gracias por la atención de ante mano

Saludos, chau.

El paso rápido se hacía sentir en los pasillos de la academia de magia y hechicería. La sombra de aquel cuerpo que se movía entre los pasillos era lo único que se lograba divisar luego de escuchar las suelas de sus zapatos retumbar contra el piso. Una linea de humo seguía impaciente al Greyback pues su punto de origen era un cigarrillo que portaba en sus labios. Una camisa de mangas largas de color negro, acompañado de un pantalón del mismo color y zapatos que brillaban ante la luz que brindaba el sol que podía pasar entre las columnas.

Pronto se halló frente a la puerta que debía pasar para empezar su nueva clase, artes oscuras. La razón por la cual el trigueño tenía planeado estudiar esto era mas que obvia para él y las personas mas allegadas a su persona; sin embargo no significaba que podía hacerlo publico por lo que no pensaba responder con sinceridad las razones por las cuales estudiar esta asignatura, a menos de que reconociera al profesor que la impartía de la fortaleza de la marca. Sin dar mas espera empujó la puerta y se adentró.

Inmediatamente fue recibido por su maestro, según podía divisar en una pizarra, era el único integrante de aquella clase, algo que lo llenaba de tranquilidad, no le gustaba mucho eso de ser sociable en la academia, en especial luego de terminarla. A pesar de que su maestro pretendía dar un aire de maldad a la habitación solo le hacía las cosas divertidas al licantropo. Le encantaba estar bajo la poca luz brindada por las velas. Pronto el maestro terminó su presentación de una manera que nunca se le había presentado, sin embargo Andrés siempre había aplicado la frase "trata como te traten" así que procedió a presentarse.

- Mi nombre es Andrés Greyback Crowley - dijo de manera seria pero tranquila - aunque usted, profesor Rambaldi, bien puede decirme señor Crowley - agregó dejando que en sus labios se formase una sonrisa leve. Sus orbes negros se fijaron en la vestimenta del maestro; sus muy pobladas cejas mostraban una seriedad fija, dándole a su sonrisa un poco de sin sentido, aunque todo estaba fijamente planeado. Un comentario mas se hizo aparecer del Rambaldi, por lo que pronto el Greyback respondió.

- Si bien cada que frecuento la academia es a aprender, no a hacer vida social - Encogió sus hombros mirando al maestro - claro que no sé si usted acostumbre a hacerlo - agregó mientras observaba nuevamente la pizarra. A pesar de que su maestro era alto, no era una desventaja para el pelinegro que igual lo era; aunque a diferencia del pálido el Crowley era trigueño y fornido. Aquella pregunta que sabía que se presentaría no tardó en aparecer, aunque ahora sería mucho más fácil responderla.

- ¿Mis razones? - Preguntó haciendo un gesto para hacerle creer que no estaba seguro de porque estaba ahí - siempre he creído que es bueno saber un poco de muchas cosas - respondió a su pregunta - no tengo una razón única, solo quiero aprender de muchas cosas, quizá eso pueda servirme en un futuro - agregó mientras tomaba un trozo de pergamino para pronto responder a la primera tarea que el hombre le dejaba. Pronto fue obteniendo las respuestas a sus preguntas y habiendo terminado nuevamente tomó la palabra.

- Bellatrix Lestrange - dijo como introducción a la primera bruja oscura que nombraría. - Bruja de pura sangre, de la familia de los Black, hermana de Narcisa Malfoy y prima de Sirius Black. Es defensora de los prejuicio de la sangre pura, en contra de sus primos Andrómeda y Sirius - agregó y tomó una leve pausa - Bellatrix lucha en la Batalla del Departamento de Misterios. Amenaza con torturar a Ginny Weasley, pero el E.D. lo impide; tiene mas suerte cuando aplica la maldición Cruciatus con Neville Longbottom, pero es salvado. Se bate en un duelo a muerte contra Sirius Black y le mata, es la única de los mortífagos que escapa del Ministerio de Magia, gracias a Voldemort - nuevamente tomó aire para dar la frase final - Bellatrix también participó en la Batalla de Hogwarts, en la que falleció a manos de Molly Weasley. Antes había matado a Tonks - Finalizó con la bruja mantuvo la mirada fija en su maestro.

- Fenrir Greyback - sonrió con orgullo al ver su apellido en la historia de los magos tenebrosos - Licántropo. Líder entre la sociedad de hombres lobo, al servicio de Lord Voldemort como Mortífago. Fenrir muerde principalmente a niños , hijos de magos y brujas que no se han unido a Voldemort; él mordió a Lupin cuando era pequeño. Es amigo de los Malfoy. - tomó un respiro nuevamente - En la batalla de Hogwarts, Greyback, encontrándose en estado humano, atacó a Bill Weasley. Las secuelas de la mordedura de un licántropo en estado humano no se conocen, pero afectan a la personalidad - terminó sonriendo de orgullo, si bien ambos eran licantropos y llevaban el mismo ideal.

- Antonin Dolohov - era el ultimo personaje de la tarea, pronto habría acabado - Uno de los cinco mortífagos que asesinaron a Gideon y Fabian Prewett, es también torturador de muggles y oponentes de Voldemort durante la primera guerra. Dolohov fue enviado a Azkaban, pero escapó junto a otros mortífagos en enero de 1996. Luchó en la batalla del Departamento de Misterios, en la cuál hirió considerablemente a Hermione, pero no consiguió matarla al quedarse sin habla - respiró nuevamente y suspiró, la tarea comenzaba a ser un poco tediosa para Andrés. - Luchó en la Batalla de Hogwarts y mató a Remus Lupin - finalizó con aquel personaje, pero aun faltaba una parte de la tarea.

Debía pensar en una critica acerca de las acciones de aquellos magos, ¿Pero como podría si eran ídolos para él? Tenía el dilema de no cometer un error al opinar sobre aquellos personajes, así que aplicó una simple frase que siempre había sabido usar. - Si luchas por tus ideales, estas bien aunque los demás piensen que no - dijo mirando el pergamino con los datos de los magos - esa es lo único que podría opinar sobre este grupo de magos que siguieron sus ideales aunque muchos pensaban que no eran los correctos - luego de finalizar el habla esperó atento a una nueva intervención del Rambaldi.

Off:

Bueno, cabe aclarar que mi personaje solo reacciona a la actitud de su maestro. Traté de ser lo menos agresivo posible, sin embargo no sé si todos lo vean igual. Aclaro solo por evitar malos entendidos, nada mas.

5ta Planta con Aleera y Mónica.

El detestable aroma del hospital seguía penetrando en el agudo olfato del licantropo. Aún se sentía un poco alerta e incluso agresivo a causa de la discusión horas antes en el castillo Haughton. Era una pena ver como su ropa que antes le había ayudado a lucir tan galante, ahora solo lo hacía parecer un vagabundo; sin embargo esto no era lo que realmente le importaba al Crowley en ese preciso momento, la salud de la pelirroja era mucho mas importante, no tenía idea de como reaccionaría, pero pronto pudo saberlo al notar su intento por ocultarle su estado físico.

- Créeme, yo tampoco esperaba tener que venir a buscarte aquí - dijo encogiéndose de hombros mientras miraba a la que se encargaba de curar a Mónica, era muy notable su fijación por la destruida vestimenta del ojinegro así que este solo sonrió y se acercó - ¿Se pondrá mejor no? - Preguntó ansioso mientras extendía su mano - por cierto, Andrés Greyback Crowley - la presentación estaba demás, en especial con aquellas fachas que presentaba.

Pronto le entregaron un papel, el cual debía presentar antes de salir del hospital. Al parecer las cosas estaban bien y ya podrían partir a casa. - Está bien, me encargaré de que esta vez no le hagan daño - soltó sonriendole a la sanadora mientras tomaba el papel y se acercaba a Mónica para ayudarle a levantarse, estaba casi seguro de que ella no aceptaría la ayuda, pero tampoco esperaba aceptar el rechazo de la misma.

Luego de ayudar a Mónica salió de la habitación tomándole del brazo con suavidad para darle mas apoyo al caminar, era obvio que no estaba bien y por mas que intentase ocultarlo Andrés sabría bien que pasaba - disculpa por no ayudarte, belsebú me avisó cuando ya no servía para nada - el tono de su voz se llenaba de ira al pronunciar cada palabra. Debía llevarla al castillo Haughton, pero no volvería con su ropa rota. - ¿Te importaría si vamos a mi castillo primero, para cambiar mi ropa? - Preguntó mirando sus esmeraldas ojos, casi hipnotizado.

Flash Back

Sentado y con la ropa rasgada, ¿Podría estar peor el Greyback? Había dejado a Selim en la habitación de Mónica, sabía que aquel golpe no había hecho mucho, pero si lo suficiente para que el ojinegro se diera espacio para salir de la habitación antes de que uno de los dos acabase gravemente herido o aun peor, muerto. La brisa penetraba con mas fijeza el fornido cuerpo del mago que seguía esperando a Mónica en la entrada del castillo, cuando repentinamente One, el elfo que lo había guiado hacía unos minutos a la habitación de Mónica, estaba frente a Andrés nuevamente.

- "Me informaron que la ama Mónica está en San Mungo, no salió ilesa del ataque" - Las palabras del elfo causaron más enojo aun en el ojinegro, quien se puso en pie inmediatamente y miró a One. - Entonces iré a San Mungo, si ella llega al castillo sin mí, avísale que estaré allá - dijo con voz severa, no estaba con el mejor humor, en especial porque no tenía mas cigarrillos. Dejando de lado eso partió inmediatamente al hospital.

Fin del Flash Back

Planta 5 - Buscando a Mónica ññ (? xD

No le agradaba del todo visitar aquel lugar tan complicado para la movilización, esperaba encontrar pronto a Mónica así que sin dudarlo comenzó a olfatear el aire de hospital, buscando el aroma de la vampiro. Fue difícil, habían demasiados aromas en el lugar y unos no eran del todo agradables al olfato de Andrés, pero después de un momento se vio en la planta numero 5.

Su nariz lo guiaba directo a donde se encontraba Mónica una puerta lo separaba de estar frente a la bruja, así que sin esperar el patriarca Crowley se adentró en esta y ahí estaba la pelirroja acompañada de la que al parecer era su sanadora. No sabía que hacer, prefería no decir nada, estaba apenado pues no sabía que la bruja estaría acompañada de alguien mas. Vio las heridas de Mònica y asintió.

- Disculpen la interrupción, solo estoy aquí para saber si Mónica se encuentra bien. - Habiendo hablado cerró la puerta y se quedó observando lo que hacían con la bruja que no parecía estar del todo bien aun.

Castillo Crowley

Ahí yacía el joven licantropo junto a una de sus sobrinas Valentine; era poco el tiempo que ellos compartían, pero debido al interés de Andrés por ingresar a la marca tenebrosa, debía comenzar a juntarse mas con aquellas personas que ya pertenecían al bando. No era un secreto para él quienes hacían parte de dicho bando pues el era un aspirante del mismo.

De repente pudo notar la mueca de queja en el rostro de la niña así que sin que ella lo notase, sacó de su bolsillo una poción. Luego de especializar sus estudios en aquel conocimiento de la alquimia, tenía siempre cerca un tipo de poción guardado ya fuese en su ropa o en algún lugar del castillo. Al beberla cambió lentamente el color de su cabello, volviéndose rojizo, su tez ahora blanca y ojos verdes.

Su sobrina había partido rumbo a sus habitación y este la siguió sigilosamente, al ver como tomaba a su elfo de la mano sabía que la marca requería de ayuda así que sin dudarlo tomó la mano de la criatura y se fue con ella. Llegamos a un lugar donde encontramos una espada, dos mortifagos mas se encargarían de activarla para que fuese el traslador que nos llevaría al lugar donde los prisioneros esperaban ser rescatados.

Los fuerte rayos del sol penetraban a fondo cada rincón de las calles de Ottery. Era muy extraño ver al pelinegro andar bajo la luz del día, casi siempre salía de noche, pero este día era diferente. En la mente del licantropo se encontraban varios dilemas sobre lo que estaba aconteciendo; el no pertenecer aun a la marca tenebrosa lo llenaba de ira a y a su vez de decepción, pues si aun no había ingresado, quizá se debía a que no lo merecía. Quería despejar su mente de aquel tema, al igual que el de los constantes ataques a familiares y amigos en los terrenos de su castillo.

Si bien hubiese podido tomarse aquel tiempo en el bar de su humilde morada y no tener que preocuparse por si llegase a embriagarse sin tener control, pero quería cambiar el ambiente en ese momento. Una camisa negra, unos jeans y unos zapatos, todos del mismo color, conformaban la vestimenta del licantropo, agregandole como un accesorio necesario unos elegantes lentes de sol de contextura pequeña. Aun no tenía planeado donde pasar el rato, pues no conocía Ottery en sus mañanas o tardes, solo de noche.

Entonces paseó la vista y logró ver una pequeña caseta de madera, bastante sencilla. Causó curiosidad en él aquel lugar, pues nunca lo había visto antes, así que sacó un cigarrillo y luego de encenderlo, emprendió el camino hacía aquel establecimiento. Sus manos en los bolsillos y la mirada siempre fija en el frente dándole una visión periférica del lugar por el que pasaba, siempre alerta ante cualquier movimiento que representase una alerta para él.

Al llegar al lugar, su cigarrillo estaba a punto de terminarse, por lo que dio una ultima calada larga para luego dejar caer la colilla de este y pisarla al adentrarse al lugar. Sintió como su cuerpo daba vueltas y en un momento estuvo en un lugar mucho mas acogedor y elegante, aunque no era exactamente lo que quería, esperaba poder encontrar un lugar dentro de aquel, que le brindara la humildad que su fachada principal otorgaba a la vista. Esperaba ser atendido pronto, por lo que se acercó a uno de los muebles para observar detenidamente el cambio de lugar.

El egocentrismo de Leah y el de Andrés siempre había creado una interesante discución entre ambos, en especial en el momento de hacer ver quien era mas interesante. Por el momento, la chica llevaba la ventaja, si bien el Greyback no había hecho mucho mas que adquirir mas y mas conocimientos de la academia, aunque quizá eso le daría ventaja en algún momento sobre la Ravenclaw.

- Claro, no es necesario que confirmes mis afirmaciones, sabes bien que no lanzo palabras sin razón - sonrió satisfecho, no sería extraño que otra pequeña contienda se diera entre ellos por el liderazgo del interés del uno por el otro y el licantropo estaba totalmente preparado para esto. Por un momento el Patriarca se había desconcertado tanto ante la precencia de Leah, que había hecho dos tonterías; una, dejar caer su cigarrillo y dos, pasar por alto la pregunta de la mujer.

Era obvio que ella no dejaría pasar la oportunidad de burlarse de él, sin embargo no pretendía dejar que lo hiciera tan fácilmente - Debo decir que estás un poco mas pálida, sin embargo no considero tu presencia fantasmagórica - lanzó una suave carcajada mientras se inclinaba para recoger el cigarrillo que antes había dejado caer.

¿Que había hecho? Vaya, no le preguntaban eso hacía mucho, suponía que era porque las personas con quienes hablaba estaban demasiado integradas en sus actividades, por lo que no era necesario que le preguntaran. Debía dar una respuesta y como era de esperarse, sería algo que hiciera que Leah se alterara.

- Bueno, yo no soy tanto como tu, me he dedicado mas a disfrutar mi estadía en la academia, mientras adquiero mas conocimientos - sonrió con picardía - Y claro, ya sabes que nunca está demás salir con amigas de vez en cuando por las calles de Ottery - agregó mientras llevaba el cigarrillo a sus labios. No sabía si su segundo comentario la molestaría, pero era sincero en cuanto a lo que hacía.

- Niña, ¿Te tomarías unos tragos conmigo? - Preguntaba luego de encender el cigarrillo y dar una larga calada. Sabía que a Leah no le gustaba el cigarrillo, pero simplemente no podía evitar fumar. Bebió un ultimo trago de vodka y movió su cuello, haciendo que este tronase de forma bastante audible - creo que necesito relajarme un poco mas - susurró sonriendo mientras estiraba sus brazos.

Tercera planta con Aime

Esperando ser atendidos.

El tono y el ánimo de su novia no era el mas alegre, puesto que su trabajo se encargada de darle el agote físico que ahora presentaba. Sin embargo no estaría mal, luego de terminar con la consulta ir por un helado o algo de comer, hacía mucho que no salía con la Westrong y compartir un poco con ella para saber sobre su constante trabajo, haría la tarde aún mas unida para ambos.

Recibía cada uno de los besos de la mujer con una sonrisa casi imborrable de sus labios - me alegra que estés bien, espero que cuando terminemos aquí, podamos ir a comer un helado o algo - dijo sonriendo, esperaba que aceptara la invitación, aunque de ser negativa, se debía a su trabajo quizá. Acariciaba el rostro de la pelirroja que ahora descansaba en su hombro.

- Yo estoy bien, ya sabes que no tengo mucho que hacer, mas que clases extras - sonrió. No se había aun postulado a ningún empleo en el ministerio, sin embargo seguía con estudios especiales que cuidadosamente había elegido para poderlos usar mas tarde como lo había ya planeado.

Entonces apareció una enfermera dirigiéndose a Aime. ¿Una cita? Bueno, Andrés no sabía mucho del tema, por lo que prefirió seguir acariciando a su novia y dejar que ella se encargase de lo que tenía que ver con la atención de la enfermera.

Comenzaba a aburrirse, no había nadie conocido en el lugar y tampoco le parecían interesante los presentes para conocerlos. Con un trago mas largo esta vez, se dispuso a sacar otro cigarrillo de la caja, cuando el chirrido de las portillas dieron lugar a una persona mas en el bar. A la espectativa el Greyback pasó la vista inmediatamente para enterarse de quien se trataba.

Una bella mujer había entrado y algo se le hacía conocido en ella aunque no sabía que era exactamente, su aroma no era reconocido por su nariz así que seguro solo la habría visto en algún lugar. Para su sorpresa, la mujer si lo conocía, o al menos la procedencia de su familia. Que raro se tornaba todo, no sabía que decir; solo fue hasta cuando un apodo, aclaró y nubló todo en cuestión de segundos.

- ¿Leah? - Preguntó dejando caer el cigarrillo al suelo. Era increíble como había cambiado físicamente, parecía otra persona y no solo parecía, era otra pues su aroma ya no era el mismo de la ultima vez que hablaron; aunque de eso había pasado al menos un año, desde que ella se graduó antes que Andrés, se separaron de una manera descomunal, quizá eso afectaba a que no pudiese reconocerla del todo.

- Vaya, que estas muy cambiada - dijo sonriendo de forma relajada - sin embargo sigues siendo igual en tu actitud - agregó mirándole. Si bien seguía tratando de esconder sus emociones de los demás, por fortuna el patriarca Crowley sabía muy lo que sentía cada uno de los presentes ahí, su aroma era extrasensorial, una ventaja absoluta para los momentos que se requiriesen.

- ¿Ahora haces magia para fiestas de niños muggles? - preguntó riendo al ver como desaparecía la capa, hacía mucho no molestaba a alguien, ya le hacía falta hacerlo así que Leah podría ser su próxima victima - Pero dime que has hecho en todo este tiempo y deja de odiar al cantinero, solo cumple con su trabajo - rió luego de decir eso, si bien Leah podría tomar su fastidio con el cantinero contra él, pero era un riesgo que estaba dispuesto a correr.

El aura de humo rodeaba la silueta que la presencia del licantropo ocasionaba. Un cigarrillo fijo en sus labios, encargado de cumplir con la rutina del vicio que Andrés tenía por la nicotina. Hacía ya un buen tiempo que no pasaba por las cercanías de la academia de magia y hechicería, en especial a aquella taberna que varías veces había visitado.

La capa negra que cubría el cuerpo del patriarca ocultaba todo de si, incluso los brazos, puesto que ya no usaba las manos al momento de fumar; debajo, llevaba un pantalón negro, camisa y zapatos del mismo color, si bien ese color siempre había gustado al ojinegro, le brindaba elegancia y presencia ademas había decidido agregar a su vestimenta, unos guantes negros.

No esperó mas y justo cuando la colilla del cigarrillo estuvo cerca de sus labios la dejó caer para luego pisarla. Estaba justo enfrente de las portillas que custodiaban la entrada a la taberna, la cuales no había cambiado mucho desde la ultima vez que había estado ahí. Dejando de lado los recuerdos que el lugar le proporcionaba se adentró de forma lenta, abriéndose paso con sus brazos aun bajo su túnica.

Dio un vistazo a las personas que ahora posaban sus miradas en la persona que recién entraba, notándose a causa del chirrido que las portillas llevaban al moverse. Sin importarle nada mas que buscar individuos conocidos pasó a la barra. Abrió sus brazos velozmente, haciendo que la túnica se abriese, dejando ver el resto de la vestimenta del licantropo.

Se sentó en uno de los banquillos de la barra - Uno de vodka en las rocas - dijo imponente, esperando ser atendido rápidamente. No tenía la firme intención de encontrarse con alguien, pero si bien habían muchas casualidades, siempre daba a encontrarse con personas inesperadas en los lugares menos esperados. Pronto la bebida estuvo frente a las manos del pelinegro, quien la tomó de inmediato y bebió un trago excaso, tratando de hacerla durar un poco mas de lo que normalmente lo hacía. Posó su cuerpo mirando fijamente la entrada, si alguien interesante entrase, deseaba ser el primero en enterarse.