Andy Greyback

Sus orbes se mantenían fijos en el astro que cada noche se encargaba de iluminar los prados que rodeaban los terrenos del castillo Crowley. El cristal de la ventana de su habitación hacía las veces de intermediario con la brisa que normalmente debería azotar su cabellera, sin embargo no pasó mucho para que el vidrio interrumpiera aquel acto. Una brisa inmediata se encargó de hacer entrecerrar sus ojos debido a la fuerza de la misma.

En su mente vagaba una idea que no le agradaba nada y era que hubiesen compañeros de bando encerrados en la prisión de los fenixianos. Como una punzada llegó a su mente el ir a rescatarlos, así que sin dudarlo por lo que envió una lechuza a su compañera de bando para que se encontraran en la ubicación que antes habían frecuentado para rescatar algunos de sus compañeros.

-Hora de irse - susurró para si mismo para luego desaparecer de su habitación. La misma brisa que antes había atacado su cuerpo lo volvía a hacer, esta vez con frialdad, aunque era obvio, estaban en las motañas de Alaska. Se acercó a su compañerta y al estar frente a ella puso la varita sobre su marca para hacerla aparecer en el cielo del lugar y así llamar al resto de sus compañeros mortifagos.

Los orbes oscuros del Greyback se saciaban al ver a su bestia de piedra ir directo a su oponente, todo estaba marchando a la perfección, si hubiese sabido que las cosas eran tan fáciles no se habría puesto tan alerta desde el momento del primer rayo. Observaba con atención el lugar intentando encontrar algún objeto que pudiese usar en el resto del encuentro, así quizá tendría mas ventaja de la que ahora tenía.

Una leve brisa se hizo sentir en la espalda del licantropo a la vez que sentía que algo en él cambiaba y que ahora podía emplear hechizos de mayor rango. No dudaría en usarlos, sin embargo luego de un parpadeo pudo ver lo cerca que su lobo de roca se encontraba de él. ¿Matar o morir? ¿Un duelo contra él mismo? Lo que sea que pasase ahí, sería un verdadero reto ahora que sabía que su rival era nada mas y nada menos que su ego.

- Confringo - dijo sin esperar mas, pues sabía que la explosión sería bastante fuerte. El rayo impactó de lleno sobre el insaciable animal de roca, quien inmediatamente pasó a ser simplemente escombro en la linea invisible que llevaba a dar con si mismo. ¿Como sabía si debía atacarse con fuerza? ¿Y si el otro él, era él y no este que recién comenzaba a atacar? Una pequeña confusión hizo que el Greyback dudase por unos segundos, sin embargo no dejaría que la incertidumbre lo dejase morir, aseguraría una victoria inmediata.

- Detritus - susurró. Una fina capa gaseosa se comenzó a formar al rededor de su cuerpo, esta le defendería de rayos o invocaciones, así que estaría a salvo por el momento. No sentía temor, sin embargo la incertidumbre le hacía crear tantas ideas que su mente se perturbaba al pensar que debía enfrentarse a si mismo. Se mantenía firme, no pensaba ceder un solo centímetro ante su reto.

Off:

Mica me odia T_T

bueno, cabe aclarar que lo de los 15 me confundí con lo de cambio de objetivo, lo siento :c.

Pasando a la primera parte de la tarea que son los hechizos mortios..

Fuego negro: ¿Como lo usaría? Bien, si es de nivel uno, normalmente lo usaría acompañado de un celerus, para así evitar inmediatamente la primera acción de mi oponente. De nivel dos, pues ahí ya iría mas elaborado, así que lo usaría en un momento mas exacto, como para evitar hechizos mas fuertes o que ayudasen mas a los fenixianos, dependiendo de la situación. Y uno de nivel tres, pues sería ideal para mezclarlo con un par de Confundus y un Avada, eso me dejaría asegurar al muerte de mi contrincante, ya que enviar el FN no me consume ninguna acción.

Desventajas de este hechizo. Que pasa lograr un combo perfecto como el ultimo, necesito hacer tres veces la invocación del mismo y es quizá mucho tiempo.

Kaidán: Es un hechizo mas que todo defensivo, pues se encarga de detener las intercalaciones por parte del contrincante, o al menos las intercalaciones que son realmente dañinas, pues solo permite las defensivas comunes. La ventaja es que al ser efecto, no sería detenido por algún arqueroa o algo parecido. No veo alguna desventaja en este por ser inmediato y ayuda mucho con eso de evitar intercalaciones indeseadas de hechizos importantes.

Moriseo Ánima: Este hechizo no es muy claro en su descripción, pues no habla de si los cráneos son sólidos todo el tiempo, pues al ser almas solo serían ectoplasma. En caso de ser sólidos, pueden servir para defenderse de la misma manera que atacar, y en caso de que puedan atacar a diferentes enemigos (pues tampoco habla de un numero determinado de cráneos o algo) Sería genial para atacar a diferentes objetivos por su efecto mortal en cualquier criatura.

Hechizos poshunos:

Cyclone Maximus: Es un ciclón que no es muy agraciado(? Se encarga principalmente de proteger al mago de cualquier ataque físico que esté recibiendo en el momento y como fin, desorientar o quizá lanzar a su contrincante, pero eso depende del rango. Lo que no me gusta del todo es que pierde el control del mismo luego de haberle dado la dirección inicial del ataque.

Electroshock: Esta esfera de energía se encarga de dar una descarga electrica a su contrincante, evita tener contacto con cualquier objeto que interrumpa su trayectoria y su fin que es el de aturdir a objetivo.

Incencia Din: La cárcel de fuego (si, así decidí llamarle xD) Aunque su modo de creación no es muy difícil, requiere de un pequeño "ritual" que consiste en poner la varita contra el suelo para que esta cree las llamas que salen de abajo y encierran al mortifago en la cárcel de fuego. Si él mortifago se saca por medio de algún hechizo, solo se requerirá de un epsikey para sanarle, pero si el mortifago lo hace por si solo, podría morir si no aplica un episkey inmediato y uno antes de tres turnos.

PD: creo que hice la tarea al revés, espero que eso no me traiga problemas Saludos.

Poco a poco los fenixianos aparecían com cucarachas, cada vez eran mas así que el ataque debí ser pronto y el Greyback estaba inpaciante por comenzar a atacar.

- Expelliarmus - dijo apuntando a uno de los fenixianos Héctor. El rayo escarlata viajó rapidamente hacía su pecho, de impactar su suerte se vería afectada, pues perdería su varita y se distanciaría a minimo 5 metros de distancia de su posición.

- Silencius - reiteró apuntando al mismo fenixiano, el efecto fue inmediato, dejando sin habla al Weasley. La acción comenzaba a notarse y Andrés quería ser fiel a un pronto asesinato para los fenixianos.

Todo estaba en orden, ahora era cuestión de comenzar a atacar y el Greyback no dejaría de hacerlo por lo que giró su varita pero de repente sintió como una luz lo cegaba, por lo que rápidamente pasó su vairta sobre su rostro y pensó <<Epsikey>>. Pudo sentir la mejora, sin embargo no era suficiente por lo que nuevamente pensó <<Episkey>>, luego de esto recuperó la vista y se sacudió con molestia.

- Estupido hechizo - pensó el ojinegro mientras posaba su mirada sobre todos, listo para crear pronto un ataque o defensa, todo dependía de sus contrincantes.

Las llamas consumían con lentitud la madera que cumplía la función de motor en la chimenea de la sala de estar. El cigarrillo en los labios del Crowley era consumido de manera lenta al dar suaves caladas. Su mirada se paseaba por toda la habitación mientras conversaba con su sobrina.

- Me alegra que hayas elegido el mejor camino Anne. - Su tono era apacible, como disfrutando de aquella noche de luna llena. No conocía del todo a la hija de su hermano León, pero al parecer el emotivo encuentro no tendría el final que normalmente se hubiese esperado, pues una picazón muy conocida se hizo presente en el antebrazo del licantropo.

Sabía de las aspiraciones de bando de su sobrina, pero lo ultimo que hubiese esperado era que esta le pidiera ir a la misión que estaba a punto de llevar a cabo para la marca tenebrosa. Sin titubear el ojinegro asintió y le dio una poción multijugos que llevaba en su túnica. Luego de ver que cumplía su efecto, decidió partir.

- Es hora de irse - agregó mientras pasaba su varita sobre su rostro para materializar una mascara de color negro con detalles verdes que cubrían su identidad. Caminó hasta las afueras del castillo y al estar listos los dos, desaparecieron de ahí sin dejar rastro alguno de su paradero.

Lo siguiente que se sintió fue la ráfaga de viento frío que el lugar regalaba. Se encontraban en las montañas de Alaska, donde llevarían a cabo el rescate a sus compañeros de bando presos en Abbadon. Siguieron paso a paso a los encargados de romper las defensas hasta el lugar donde un par de ciclones defendían, ahí la Líder dio ordenes de esperalas, cosa que todos los mortifagos hicieron hasta que pudiesen pasar. Ahora solo era cuestión de tiempo para lograr disfrutar de asesinar algunos fenixianos.

Hola soy Andrés y tiendo a morder a las mujeres :E xD

Bueno, ahora que me paso mas seguido por acá porque dueleo, e decidido que haré preguntas para aprender y luego ya no tener que preguntar mas :B y si, por si les quedan dudas solo quiero llenar las dos lineas xD La razón de mi presencia acá(? es para que por favor revisen mi duelo, pues según el ultimo post de mi contrincante acepta el sectu pero no se cura, por ende está morida :B incluso intenta intercalarme en su segundo hechizo..

Nada mas, saludos

acá está el duelo: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=99477

Además de esto tambien quiero que me ilustren porque al parecer mi contrincante intenta intercalarme con su segundo hechizo, siendo que yo llevo las intercalaciones y que según las reglas de intercalación, no se puede intercalar en el segundo hechizo.

Dejo el duelo por acá: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=99712&pid=4403338&st=0entry4403338

Los agudos sentidos del licantropo estaban muy alertas, sabía que pronto tendría que enfrentar a alguien aunque no sabía quien o que sería. Una leve brisa ondeaba los cabellos que comenzaban a caer sobre el rostro del ojinegro, mientras este observaba atento cada rincón de aquel lugar. Solo fue cuestión de tiempo para ver un tipo de espectro ubicarse en el lugar y acto seguido ver un rayo dirigirse a su cuerpo.

- Fortificum - susurró e inmediatamente una muralla de piedra con medidas de 4 metros de alto por 10 de largo se hizo presente frente a él, recibiendo el impacto del hechizo que no cumpliría su fin. Sin esperar nada apuntó a la misma muralla y reiteró su acción.

- Vitae - esta vez su tono de voz fue notable, pero se llevó la atención la muralla que comenzaba a compactarse hasta volverse un tipo de lobo, aunque este medía un aproximado de 2 metros de alto, con 2 de ancho. Se creó rápidamente, dejando ver en sus patas unas garras bastante grandes y en su rostro un grupo de colmillos que desgarrarían cualquier objetivo que sus oídos y ojos percibieran.

No pasó mucho para ver como un rayo impactaba de lleno sobre la bestia, aunque no fue mucho lo que hizo así que sonriendo el Greyback dio ordenes al lobo, quien estaba a la expectativa de acabar con la vida de aquel que había osado a causarle daño.

- Mátalo - su sombría voz dio la orden y sin esperar el canino salió en embestida dispuesto a asesinar a quien el mortifago le había ordenado.

Off:

Bueno o.o Hola

con respecto a la primera tarea..

La respuesta a lo de los hechizos entre personas de bandos, fue error de tipeo, disculpne :s.

En los asaltos pues.. En la poca experiencia que tengo.. Se habla de un tiempo de 3 minutos entre posteos de entrada y defensa y 15 si se llegasen a tratar de cambio de objetivo. También se tienen 15 minutos para responder el ataque, de lo contrario se contará como impactado todo ataque.

Siempre se debe ir acompañado de un AR para que el asalto sea válido. Y pues no sé, no creo tener nada mas que agregar con mis explicaciones, creo que se aprende mas con la practica que con la lectura xDDDD

En cuanto a las cárceles, hay un grupo de acertijos y obstáculos que cada bando deberá resolver y pasar para poder llegar a las cárceles en caso de tratarse de un rescate. Lo demás si ha quedado bastante claro (creo) En cuanto a lo de los posteos mínimos y las 24 horas para entregar a un prisionero.

Con respecto a las dudas de hechizos.. No tengo ninguna hasta el momento, por mas que leo los hechizos no se me crea algo que no entienda del todo. Lo siento si no cumplo con esa tarea :s

Saludos.

Con toda la distorción que había creado en Andrés la presencia de Mónica, había olvidado que su relación aun no era comunicada al par de brujas que los acompañaban y lo recordó luego de ver como la Malfoy luego de explicarle lo que había sucedido se separaba un poco para posar la mirada sobre sus hijas. Un poco incomodo observó a ambas, pero por fortuna la impertinencia de Erath lo salvaba de seguir con aquella situación.

- Si, creo que es mejor terminar de celebrar en el castillo Crowley - de manera instintiva había decidido postular su castillo para así integrar mas a Sakura a su nuevo hogar, pues ella ya conocía muy bien el hogar de las Haughton. Esperaba que su comentario no crease distorción, así que nuevamente tomó la palabra.

- ¿O tienes algún inconveniente Erath? - Era claro que la relación entre el licantropo y la vampira no era nada tranquila, incluso podía sentir el desprecio que la pelirroja destilaba hacía él, luego de ver como besaba a su madre adoptiva. No podía evitar notar un parecido entre la joven y la matriarca Haughton, muy en el fondo había algo que se conectaba entre ellas y que seguía la linea hacia Sakura, pero no era el momento de pensar aquello.

Luego de despertar de sus pensamientos, sacudió la cabeza y tomó la mano de su pareja.

- Es hora de irnos - Comenzó a encaminarse a la salida mientras se cercioraba de que la recién graduaba y la no muy agraciada siguieran sus pasos, no tenían idea de la ubicación del castillo por lo que él debía llevar a su hija y la pelirroja a la suya, así podrían aparecer rápido y sin ningún contratiempo por pequeñeces de Erath.

Los oscuros ojos del licantropo se saciaban al observar las celdas de la prisión tenebrosa llena de aquellos despreciales seres traidores de la sangre que se hacían llamar La orden del fenix. A paso lento la capa del trigueño se ondeaba con cada uno de los pasos que este daba mientras se adentraba al lugar. Su mirada husmeaba minuciosamente las celdas, buscando algún prisionero que pudiese torturar, pero luego recordó que tenía una cita con una odefa que él mismo había encarcelado.

Se encaminó entonces a la celda donde se mantenía encerrada Sunar, antes de los multiples y muy seguidos intentos de rescate por parte de la orden, había quedado encarcelada en una de las celdas mas estrechas, así sería mucho mas factible para Andrés la tortura. Al llegar encontró el cuerpo de la bruja en el suelo, había perdido las ataduras y no tenía idea de porque, pero era algo que sería fácil de solucionar.

- Incarcerus - susurró mientras apuntaba a la bruja escabullendo su varita entre los barrotes que al privaban de su libertad y que continuaban selladas con magia. Pronto las gruesas cuerdas impidieron el movimiento de la chica, quien pronto comenzaría a sufrir el severo castigo que el licantropo tenía planeado para ella.

- Enervate - siseó claramente para reanimar el cuerpo de la fenixiana, ahora solo era cuestión de tiempo para comenzar a hacerla sufrir, con solo un fin: satisfacer el deseo del mortifago de ver en los ojos de una victima y escuchar de su boca suplicar piedad. Se dedicó a esperar que Sunar reaccionaba, mientras tocaba la punta de su varita con su dedo indice, estaba ansioso por empezar con aquel acto que se convertía en uno de los favoritos del base.

Seguía atento a Sakura, por un momento había tenido el tiempo suficiente para compartir con una de su poco y selecto grupo de hijos adoptivos. Si bien el Greyback no lo había practicado antes, ahora comenzaba a presentar en si la idea de que era un príncipe y que al seguir con el legado e ideales de su padre lo hacía convertirse en rey. Claro que esto muy pocos lo sabían, no significaba otra cosa que el orgullo del licantropo comenzaban a resurgir de sus genes, algo que no esperaba, pero que tampoco planeaba terminar.

Entendía muy bien la respuesta negativa ante extrañar la academia, incluso el mismo Andrés nunca sintió extrañar la misma, puesto que nunca se preocupó por caerle bien a los maestros o ser el mejor de la clase, solo deseaba terminar con aquel conducto que debía seguir para seguir los ideales tenebrosos que llevaba resguardando desde el encuentro del diario de su padre.

- Te entiendo - respondió posando sus oscuros orbes sobre los azulados de la chica - yo no la extraño en lo mas mínimo - agregó esta vez con una sonrisa semi-burlona que denotó que el licantropo volvía a tomar las riendas de sus acciones y que la alteración antes presentada ante los comentarios lanzados por Erath, ahora quedaban a un lado. La respuesta a su segunda pregunta fue un poco diferente a lo que esperaba, pues esperaba algo tan simple como un si u no, sin embargo planteó otra pregunta que se vio interrumpida por una voz femenina muy bien conocida por Andrés.

Ahí estaba Mónica, vistiendo de manera elegante como se dedicaba a hacerlo en este tipo de eventos. La mirada del ojinegro se quedó hipnotizada, incluso su expresión facial pasó a ser idi***, aunque intentó ocultarlo rápidamente mientras nuevamente inclinaba la botella de vodka directamente sobre sus labios para ingerir el liquido de manera inmeditaba. Desde su ingreso a la marca había cambiado el semblante en algunas cosas, pero lo que siempre se convertía en su debilidad era solo un aroma, el de la matriarca Haughton.

Decidió no intervenir, pues al parecer tenían un pequeño momento entre las brujas Haughton. Solo se dedicaba a apreciar la belleza de la luna mientras ingería el licor de manera un poco mas rápida cada vez, como intentando embriagarse para no poder pelear, sabía que Erath volvería y que su encuentro no sería nada agradable para ninguno de los presentes.

Tal y como lo esperaba la pelirroja se hizo notar con un comentario lleno de sarcasmo, era como si tuviese mucho que reprocharle a su madre adoptiva y aunque no era su asunto, tenía la leve intención de intervenir pero desistió de la misma, pues conocía un poco bien a la Malfoy y sabía que ella controlaría la situación en un santiamén. Dudoso se acercó a Mónica luego de evitar el revoloteo que Erath había ocasionado y plasmó un suave beso en sus labios.

- No esperaba verte por aquí - susurró mirando los orbes esmeralda que hacían que el licantropo se tranquilizara, o al menos eso sentía. A pesar de que era agradable para él que la mortifaga estuviese ahí, era una sorpresa para Andrés, pues esperaba que al menos le avisare para pasar por ella a su castillo. Sin embargo prefirió no tocar el tema para nuevamente no arruinar la noche a su hija.

Se dedicaba a observar la mayoría del tiempo, así aprendía de sus compañeros, maestros e incluso de sus familiares. La personalidad del pelinegro era bastante reservada en algunas ocasiones como en esta, aunque habían otras donde su lengua no pararía de moverse, si era que lo merecía porque no le gustaba hablar sin motivos; para él era solo una perdida de tiempo.

La actitud de la Slytherin lo contrariaba, en un momento se hizo ver tierna al desear cargar la mascota que portaba la maestra, sin embargo así podría ver sus diferentes personalidades -cosa que Andrés no poseía- él era uno solo con todos, solo moldeaba su actitud por dos factores influyentes: La persona con quien hablaba y el lugar donde se encontraba, odiaba crear un escándalo en lugares públicos, pues odiaba hacerse notar con personas que no le importaban en lo mas mínimo.

No tenía intenciones de intervenir, solo esperó a que su maestra explicase claramente lo que deseaba llevar a cabo en el lugar. Pronto pudo ver como la mortifaga se encargaba de aparecer un pensadero. Era obvio lo que esto significaba, aunque para evitar confusiones decidió poner primero su recuerdo.

No quería menospreciar las razones de Aland para ingresar al bando, pero parecían basadas en una simpleza al principio, en especial porque solo eran muggles, est****os e intransigentes como los recordaba de hecho había tenido varios problemas con algunos antes de enterarse de que era un mago, pues habían algunas actitudes que no toleraba en algunos hombres del lugar donde vivía.

Era obvio que no todos tendrían recuerdos ni motivos parecidos, pero el Greyback llevaba tan claras su razones que poseía aquel recuerdo que podía sentir que solo con pensar en el, revivía incluso las sensaciones que creó en él aquel día en que se enteró de muchas cosas, en especial que era un poderoso mago e hijo de un par de reyes licantropos. Algo que había creado mucha confusión en él sin poderlo creer al principio.

*****

Castillo Greyback (Actualmente en ruinas)

Ahí estaba el Greyback, el día de sus 25 años de edad supo toda la verdad acerca de quien era. Hijo del rey Ryuk Greyback y Volieta Greyback, asesinados cuando Andrés era solo un bebé. Al llegar al castillo por medio de la daga que en ese entonces era un traslador, no lograba divisar muchas cosas pues todo estaba muy oscuro, solo hasta después de unos pocos segundos, vio la una imagen en un cuadro "sobrenatural" para el en ese momento.

- ¿Madre? - Preguntó el Greyback al retrato que notaba que se movía y esperaba que pudiese contestarle. La mujer asintió y lo guió hasta donde se encontraba su destino, pero entonces el Greyback halló algo mas, algo que nunca contó a nadie, aquello fue el diario de su padre. En el interior de este, se encontraban todos los secretos de aquel rey licantropo. Habían muchas expresiones que no entendía en ese momento, aun el no conocía la academia de magia y hechicería.

- ¿Mortifagos? ¿Fenixianos? ¿Ministerio de Magia? Pero, ¿Que es todo esto? - Se preguntaba el Greyback a medida que iba leyendo lentamente, con ayuda de la leve iluminación que le otorgaba una vela que había encontrado. Poco después de ingresar a la academia, tuvo contactos con mortifagos, fue ahí cuando comenzó a entenderlos todo y fue en busca del diario que guardaba aun en su libreta.

- Eso es.. - susurró para que nadie escuchara. - Mi padre era mortifago, por eso lo mataron, quienes estaban a cargo de que lo asesinaran supuestamente los muggles, fueron los líderes de dicho bando.- Empuñó su mano lleno de rencor y odio, pero entonces encontró un último detalle. El rey, era alquimista, por eso había logrado la poción que en un principio tendría como fin convertir al chico en humano y obligarlo a dejar de ser licantropo. Pues bien, trabajaba en una pócima que permitiera al señor tenebroso entrar a las mentes de cada persona a cargo del ministerio, que en ese entonces era la máxima expresión de poderío.

- El asesinato de mi padre, fue planeado por el ministerio en compañía de los fenixianos. - El Greyback empuñó su mano y luego sonrió para hablar mientras cerraba el diario.

- Bien papá, no me lo has pedido, pero sé que desearías que alguien continúe con tu legado, y yo estoy dispuesto a seguirlo. - Dijo con un rostro lleno de seriedad y serenidad.

*****

Ahí estaba su recuerdo, el mismo que había sembrado en él el deseo por aprender a controlar su magia y poder, para luego unirse a las filas tenebrosas para seguir a plenitud el legado que el rey Greyback le había regalado con el linaje de su sangre pura. Este recuerdo era muy frecuente en él, pues el diario aún estaba entre sus posesiones. De hecho, era una de las mas importantes del castillo de la familia Crowley.

Off:

Holi +.+ XD Solo quería aclarar que este recuerdo lo usé antes en la clase de Bando y Perfil. No la he agregado a mi ficha por vaguez, sin embargo es algo que marqué para mi pj, pues es la realidad que le creé(? Si hay algún inconveniente por favor avísenme(? No es mas, chau!

Se encontraba un poco alterado, era evidente que ese tipo de vampiros lograban sacarle de sus cabales, aunque no había nada que un buen trago de Vodka no curara. Suspiraba, pues sabía que no sería el primer encuentro verbal que habría entre ambos y debía mantener la calma si no quería formar un espectáculo en aquel lugar. Solo entonces el silencio fue interrumpido por Sakura, quien se encargaba de disculparse por el pequeño encuentro verbal con su hermana.

- No te preocupes, no es la primera de su tipo con la que tengo el gusto de tropezarme - respondió mientras intentaba sonreír de manera calmada aunque no era del todo fácil por aquella pequeña secuela que el encuentro con Selim le había dejado. Tenía un pequeño descontrol de temperamento y tendía a perder la paciencia de manera muy rápida, cosa que antes no se presentaba así que debía volver a controlarse como lo hacía en un principio, o quizá debía modificar un poco la poción de su padre, aumentando un poco la dosis de control.

Todas esas ideas cruzaban la mente del licantropo, haciendo olvidar por un momento la presencia de su hija adoptiva. Avergonzado se dirigió a ella nuevamente. La reacción que tenía al ver a la chica era inexplicable, pues era un sentimiento parecido al que solo una bruja le había hecho sentir y aunque no era común, el ojinegro era capaz de defender la vida de la pequeña con la suya.

- Bueno, ¿Que te pareció la academia, la extrañarás? - Preguntó intrigado, si bien no sabía mucho de ella, sin embargo si deseaba conocerla si ella lo permitía. Tenía muchas dudas, sobretodo porque era tan calmada en cuanto al tema de la condición de licantropo de Andrés. Quizá era tan o quizá mas pacifica que el mismo Crowley, eso sería algo que debía averiguar, así que pronto partió a tomar la palabra nuevamente.

- ¿A ti no te incomoda que sea licantropo? - Aunque sonara un poco tonto, era algo que debía saber con sinceridad por parte de la chica, pues ahora tendría una habitación mas en su castillo y tenía que estar claro con todos los que ahí habitaban. Los oscuros orbes del licantropo se dejaron tentar por la plateada y tenue luz que la luna brindaba aquella noche, era increíble como en lugar de alterarlo, la luna podía tranquilizarlo de manera rápida.

La noche era imparable, solo quería pasar un rato agradable mientras conocía a fondo a su nueva hija y aunque sus planes no involucraban a Erath, era una forma de aprender a controlarse un poco mas o al menos así quería verlo.

La tranquilidad de Ottery acompañaba la sombra del licantropo, quien disfrutaba de un momento a solas para observar nuevos lugares para visitar junto con un grupo de mortifagos que quisiera asesinar a unos cuantos indeseables, ya habían unos cuantos en la lista, agregar mas solo le daría diversión a sus días. La picazón se hizo presente y el deber ahora llamaba, por lo que rápidamente desapareció del lugar.

La presencia del Greyback se hacía notar nuevamente en la carcel tenebrosa. Parecía que los fenixianos seguían con aquel impulso suicida de volver a Nurmengard

a morir. El ojinegro nuevamente se encargó de cubrir su identidad bajo su mascara negra con detalles verdes. Los oscuros ojos del licantropo se posaron en el lugar, analizando todos y cada uno de los objetos que en un futuro podría utilizar.

- bueno, es hora de darle un poco de acción a la varita - susurró mientras posaba la misma frente a este, en modo de defensa, no había mucho que hacer, pero estaba dispuesto a ayudar a no dejar salir a ningún fenixiano con vida, primero daría la suya antes de permitir aquello.

- Parece que no quieres morir - siseó déspota el Greyback, quien se dirigía a Leandro empuñando con fuerza su varita. - Pues me temo que tu momento llegó - sonrió bajo su mascara mientras de manera firme se dedicó a atacar.

- Avada Kedavra - dijo en tono tranquilo mientras veía como el rayo verde se dirigía plenamente a él, pues el gorila que había morpheado minutos atrás, se dedicada a luchar contra un vitae creado por su compañera de bando Lisa

- Avada Kedavra - esta vez levantó el tono de su voz notablemente, elevándolo tanto que retumbó en los rincones de la cárcel. El rayo iba nuevamente dirigido al mismo fenixiano, quería asegurarse de que el chico muriese, solo así estaría por completo seguro.

<<zancadilla>> pensó el pelinegro mientras veía a la fenixiana levantarse (Pau) No la dejaría escapar, así que nuevamente estaba en el suelo, por lo que rápidamente le apuntó con fijeza.

- Silencius - el efecto nuevamente tomaría lugar para dejar a la bruja sin habla, así los mortifagos e encargarían de arrancarle la vida. Algunos parecían querer escapar, no serían capaz de darles batallas a los magos tenebrosos, cosa que le causaba mucha vergüenza al licantropo, quien tenía sed de muerte.

Al parecer se le había pasado un prisionero, pero no sería mucho problema, así que apuntó a este (Radamantys) y rápidamente se decidió a atacar.

- Silencius - susurró, el efecto fue inmediato dejando sin habla al neutral, así que no esperó mucho a que se pudiera defender y mantuvo su varita firme sobre y mago y volió a atacar.

- Sectusempra - el rayo plateado fue directo al este (Radamantys), con el fin de causarle graves heridas, que de no ser curadas inmediatamente sería un grave problema que lo llevaría a la muerte. La adrenalina comenzaba a surgir inmediatamente, la emoción se encargaría de darle el momento para asesinar si todo salía de manera perfecta.

Antes de comenzar a atacar a los que venían en busca de los prisioneros, debía asegurarse que estos no pudiesen escapar con facilidad, por lo que se acercó a las celdas y colando su varita por entre los barrotes apuntó a una de las prisioneras (Pau) y sonrió.

- Incarcerus - las tres cuerdas ataron el cuerpo de la bruja con fácilidad, la primera en su boca, la segunda en cintura, pegando a la misma sus muñecas para impedirle el movimientos de sus brazos y la ultima en sus piernas, imposibilitando así su movimiento por completo. Tenía seguridad de que eestaba bien atada, así que partió a otra celda y repitiendo el acto apuntó a un mago (kris).

- Incarcerus - nuevamente las tres gruesas cuerdas ataron el cuerpo del hombre, instalandose al igual que en la anterior, en su boca, cintura y piernas. Ambos estaban bien atados, ahora solo era cuestión de esperar a los que ingresaban y acabar con ellos. Las pulsaciones de Andrés se agudizaron, estaba listo para comenzar a asesinar fenixianos.

Una sonrisa leve se dibujaba en los labios del Greyback mientras este sentía la picazón que frecuentemente se presentaba en su ante-brazo izquierdo. Su paso era lento por los alrededores de los terrenos del castillo de su familia. No era muy normal que después de su ingreso a la marca el patriarca tuviese mucho tiempo para relajarse, por lo que se relajaba ahora asesinando fenixianos y a decir verdad, era mucho mejor que tomar y fumar como tenía habituado antes.

Su mirada se perdió en la inmesidad del bosque que rodea los terrenos de la estructura barroca de su castillo, debía pronto dirigirse a donde le estaban llamando así que lentamente pasó su varita sobre su rostro materializando una mascara negra, con detalles en verde. Había decidido desistir de portar la mascara plateada, puesto que así reconocerían rápidamente su presencia por portar un color distinto al de los demás. Luego de ocultar su identidad partió en un giro para desaparecer del lugar.

- Listo - susurró justo después de aparecer en la prisión mortifaga, al parecer los fenixianos tenían una nueva necesidad de caer en el suicidio por intentar rescatar a sus compañeros que tenían una estancia bastante agradable en la cárcel. No Había mas que hacer, solo defender y asesinar a todo fenixiano que osare llevarse a los prisioneros.

El cuerpo del Greyback cargaba un peso extra esta vez que se presentaba en la cárcel. Un par de fenixianas habían sido asesinadas y capturadas. Una sonrisa permanente se dibujaba en los labios del mortifago, aunque esta no podía percibirse por la mascara que recubría su rostro e identidad. Llegó a un segmento donde habían dos celdas vacías, lanzó a la Jessie dentro de la primera, haciendo que su cuerpo hiciera un fuerte estruendo al golpear con el suelo y sacó su varita para sellar la puerta con magia.

Luego de esto lanzó a Sunar de la misma manera en una celda distinta, situada justo enfrente a la de Jessie. El cuerpo de esta hizo un estruendo muy parecido al de la bruja anterior, pues el licantropo no era para nada delicado con los cuerpos. De igual forma, ya estaban muertas.

- Bueno, creo que eso es todo por ahora - se acercó y le dio a beber una pócima a Jessie, esta le haría recobrar la vida, así que salió de la celda y al igual que antes, la selló con un movimiento lento de su varita, la cual ejercía el hechizo a la perfección.

Pronto comenzaría la tortura, esta era la parte favorita de Andrés.

Había sorpresa en las palabras de Sakura y eso le alegraba a Andrés, pues eso le daba a entender que a la chica le agradaba su sorpresa aunque aun no tuviese idea de que se trataba, pronto pasó a responder y asintió.

-Si es lo menos que mereces por graduarte tan pronto - dijo mientras le miraba a los ojos. Había notado que no era del todo cariñosa y aunque entendía por una parte, otra le hacía pensar que algo pasaba con ella. Pero de eso ya tendría tiempo para hablar, esa noche solo era para celebrar y dar regalos. La luna continuaba iluminando las afueras del castillo. El ojinegro se dedicó a sonreír a la pequeña que se recién graduaba la cual al parecer, tenía una media hermana que al igual que ella terminaba el ciclo de la academia. No la conocía, sin embargo extendió su mano y se presentó de manera cordial.

- Andrés Greyback Crowley - sonrió mirando a la chica. Otra presencia se hizo sentir, esta vez era una mujer pelirroja a la que se le sentía el desprecio por la raza del pelinegro. No había tenido que encarar a muchas personas de este tipo, sin embargo siempre tenía una forma de tratar a todos y cada uno de ellos. Tomó la mano de la chica e hizo un ademán con su cabeza.

- Andrés Greyback Crowley - su tono era leve y tranquilo, en especial porque no quería arruinar la noche a su hija. - Vaya, no sabía que me notara tanto.. Hasta ahora me entero de que tengo un club de fans - finalizó mientras buscaba con su mirada la mesa donde brindaban el licor; necesitaba un trago de vodka urgente para relajarse un poco mas, pues días antes había tenido un enfrentamiento que no pensaba repetir, menos si se llevaría a cabo en la academia. Al dar con el paradero de las bebidas se acercó y bebió directo de la botella. Seguro las personas presentes lo verían mal, pero a él poco le importaba.

Se pudo ver al Black en una situación de apuro por conseguir un antídoto para el veneno de la letal araña, algo que satisfacía la mirada del licantropo, quien no dejaría que su oponente lanzare otro hechizo, así que rápidamente apuntó a Zack y dijo.

- Silencius - el efecto fue inmediato, viendo como su contrincante movía los labios intentando lanzar un hechizo que lamentablemente para el, no tendría excito.

- shh shh.. Tranquilo chico, tomate esto con calma - una sonrisa tenue se dibujó en los labios del patriarca Crowley mientras paseaba la vista por el lugar en busca de usar algo que lo ayudase a divertirse un poco mas con el duelo, ya que no halló nada realmente relevante posó su varita firme reiterando con voz firme.

- Sectusempra - el rayo salió disparado de manera veloz hacía su contrincante, de impactar y no ser curado inmediatamente, se daría por terminado aquel encuentro de hechizos entre ambos magos, aunque Andrés estaba seguro de que no sería así.

- Vamos Zack, cuéntame de ti, podría decirse que no se nada - se encogió de hombros en un modo "amigable" siempre había un modo de acabar con el enemigo y era ganándose su confianza, y aunque fuesen del mismo bando en aquel momento su vida estaba en juego lo que le daba aquel titulo al joven Black.

En pasos que se ponían unos sobre los otros situados en el mismo lugar el Greyback daba vueltas pensando en que regalarle a su hija Sakura. Era increíble el aprecio y cariño que se había sembrado para con la chica desde que se había convertido en su hija adoptiva. Pronto una idea cruzó su mente de manera inmediata, sin pensarlo mas se metió al baño para deshacerse del calor de su cuerpo por unos segundos. Luego de una ducha fría y preparar su vestimenta por fin salió de los terrenos del castillo Crowley.

En un santiamén estuvo en la academia de magia y hechicería. Hacía mucho no visitaba aquel lugar, de hecho había perdido la cuenta de su ultima visita aunque si su memoria no lo traicionaba, la ultima vez fue su graduación. El elegante traje negro del licantropo iba cubierto por una túnica del mismo color que se arrastraba un poco y tropezaba con sus tobillos. La mirada al frente y su barbilla levemente levantada, le daba un toque de arrogancia, esa misma que manejaba después de algunas situaciones pasadas.

Las antorchas que brindaban la luz hacían que la sombra del ojinegro bailase conforme las llamas se movían con el viento. Al llegar a la puerta del gran salón hizo una pausa para reparar los rostro que se encontraban en la pequeña celebración. Rostros conocidos y otros no tanto, luego de esto dio un respiro largo para aspirar ahora los aromas de los individuos y manejar con cautela cada uno de los movimientos de aquellos. Se dio cuenta que comenzaban a entregar los diplomas así que se ubicó junto a un pilar y se recargó sobre su hombro derecho.

Sonrió al notar como aquel prendedor hacía que un tono esmeralda se abriera paso en los oscuros orbes del patriarca Crowley, cada vez podía sentir mas orgullo por la chica quien no paraba de sorprenderle con sus excelentes notas y apreciaciones por parte de sus maestros - cosa que Andrés nunca tuvo - se acercó lentamente y pudo ver que Kya se encontraba felicitando a Sakura.

- Vaya, las personas que termina uno encontrándose donde menos lo espera - el comentario salió solo, como otros tantos que se encargaban de hacer fastidiar a la bruja. Sin darle mas vueltas dio un suave abrazo a la nueva integrante de la familia Crowley y depositó un beso en su frente.

- Felicitaciones, te lo tienes bien merecido - luego de felicitarla tan cariñosamente pasó la mirada nuevamente por el salón, quizá alguna cara conocida podía aparecer aunque a decir verdad no lo esperaba - Te tengo un regalo, pero tendrás que esperar a llegar al castillo - agregó el pelinegro mientras revolvía los oscuros cabellos de la Haughton.

El estar encerrado en aquella habitación se hacía mas tedioso a cada segundo, en especial porque no habían planteado nada hasta el momento. Si bien la impaciencia comenzaba apoderarse de Andrés, se mantenía firme ante la idea de lo necesario que sería el estar ahí forjando cada vez mas su perfil como mortifago. Si bien la maestra no parecía ser lo mas cuerdo del planeta - podía sentirlo y verlo -, su teoría se complementó con una nueva actitud de su parte.

Sintió la manga de su camisa levantarse y dejar al descubierto la marca que llevaba en su ante-brazo izquierdo. Con orgullo la portaba, sin embargo le desconcertaba el que la maestra cometiera aquella acción, era poco aceptable el pensar que había un espía en la habitación solo le hacía interpretar que el individuo era un suicida, pues era obvio que no saldría vivo del lugar.

Escuchaba atento las palabras de la bruja quien tenía problemas para abrir una caja muggle. De haber sido él, habría bastado con un golpe al candado y su interior sería revelado sin causar daño a lo que sea que contuviese. ¿Un conejo rosa? <<Por favor>> pensó el Greyback sin llegar a lanzar alguna expresión de sus labios, pero mostrándolo de manera explicita en su rostro, el cual lanzaba una mueca de negación. Aquella criatura solo despertaba el hambre insaciable del licantropo, quien de ser otra la ocasión lo devoraría sin pena.

Una pregunta muy esperada fue lanzada por la maestra. La respuesta del Greyback sería una de las mas sencillas, pues su razón de ser mortifago venía en sus venas, para el pertenecer al bando tenebroso era algo deseado desde el descubrimiento del legado Greyback. No hubo que pensar mucho la pregunta, estaba seguro de lo que debía decir, así que tomó la palabra rápidamente luego de dar un leve tosido para captar la atención de sus compañeros.

- Ser mortifago - hablaba de manera pausada, como si aun pensara cada una de las palabras que diría a continuación. - Bajo mi experiencia de vida se basa en seguir un legado, seguir los ideales que se nos han inculcado desde un pasado y que se portan con orgullo - miraba su marca con devoción mientras hablaba, entregando en aquella intervención mucho de lo que pocos sabían. Recordar su motivo de ser mortifago lo llevaba de una mezcla de emociones que solo creaban crispación y mayor odio hacia el bando fenixiano.

- Y es un honor que no todos merecen - terminó su intervención mirando a la maestra con fijeza, intentando mostrarle con su mirada lo importante y valioso que era para el pertenecer al bando. En especial porque todas y cada una de las palabras que el patriarca Crowley lanzó al hablar, iban llenas de su convicción e ideales.

Off: Edité xq olvidé esta parte xD

Si me preguntan a mi, a Andrés como usuario.. Digamos que sembré en mi pj lo que manejo en mi vida cotidiana.

Para mi no es realmente importante mostrarme como los demás son, no me interesa ser parte de un estereotipo. Quizá por eso pienso que como tu, para ser mortifago no hay que rolear que se es soez con los demás, simplemente es mantener un aire de grandeza bajo el conocimiento de que todos somos uno, que la marca consta de todos y que si uno falla no será el fin, pero si habrá desequilibrio.

No sé si me hice entender del todo, sin embargo de manera mas resumida. Ser mortifago es mostrar respeto hacia quienes te guían en este camino, sin importar su rango dentro del bando, solo respetando el hecho de la antigüedad e incluso del conocimiento previo de esa persona. Y partiendo de ese respeto crear una sociedad unida y sólida, capaz de acabar con lo que sea, siguiendo todos el mismo ideal.

Hola, soy Andrés y tengo problemas con el control de mi comida(?okno xD

Bueno, vengo con una duda casi afrimación(? La cuestión es esta, mi duelo : duelito.com

Mi duda es, mi contrincante en el turno anterior, no crea ningún tipo de intercalación. entonces aparentemente me deja un hueco, en el cual yo, luego de ver que el hace el engorgio, morpheo el rinoceronte, por ende, luego de mi rino, viene su locomotor, a lo que singifica que como mi silencius va luego, no podría efectuar el opugno e.e dejo acá las partes puntuales, así ustedes deciden quien tiene la razón.

Mi contrincante se defendio con un oso de mi aterior rayo y este al impactar se volvio a convertir en una roca, la roca era muy grande al poder aver sido convertida en un oso asi que se me ocurrio una idea. Le apunte a esa enorme roca y grite:

 

—¡Engorgio!— y la roca se engrandecio a tres veces su tamaño, de por si era grande ya hora era enorme, tanto que tapaba toda la cueva (dejando ciertos espacios para no atascarse pero no lo suficiente como para rodearla) sirviendo como un gran obstaculo en medio de los dos. Luego le apunte a esa roca y grite:

 

—¡Locomotor roca!— y un rayo salio de mi varita y este al impactarle a la roca esta se moveria rodando hasta el fondo teniendo que arroyar a Andy para llegar a su destino, lo mejor de todo era que no podria detener este rayo ya que la enorme piedra que estaba en medio de nosotros no se la permitiria.

Acá es donde vemos crecer la piedra, como es obvio en el rol de mi contrincante, no existe ningún tipo de intercalación.

El duelo apenas había comenzado, prefería dejar de hacer tonterías y comenzar a atacar al chico enserio ya que él no quería jugar precisamente, incluso su charla había parado, por lo que el Greyback sacudió su cabeza mientras veía como la piedra crecía de manera inmediata, lo que antes había medido 2 metros ahora abarcaba gran parte de la cueva al crecer el triple, cubriendo 6 metros. Sonrió y justo despues apuntó a la roca.

 

- Morphos - esta pasó a ser un rinoceronte. - Matalo - la voz del Greyback retumbaba en la cueva pero pronto se vio opacado por el ruido que causaba el animal al caminar. Luego pudo escucharse su contrincante enviar un hechizo que no podría efectuar, ya que la roca que había hecho crecer pertenecía al licantropo y seguiría siendo así. Rápidamente apuntó al chico y dijo - silencius - el efecto sería inmediato, no podría hablar y tenía un rinoceronte corriendo hacia el, dispuesto a clavar su cuerno en su cuerpo.

Y acá mi rol, de intercalación ante la falta de mi contrincante, pongo mi rol en negritas, por si no es sencillo de ver a la primera :B

Saludos y gracias por la ayuda.

A paso lento y con la mano izquierda entre el bolsillo de su gabán, el mortífago conocido como Andrés Greyback ingresaba en la prisión mortífaga con la misión de revisar que todos los fenixianos que antes habían sido capturados en batalla hayan sido traídos para ser torturados. La luz cetrina y danzante de las antorchas sujetas a la pared hacían bailar su sombra a medida que avanzaba a las celdas.

Justo al llegar a una de estas celdas, paseaba sus orbes oscuros con la finalidad de dar con todos y cada uno de los cadaveres. Había sido una masacre lo que había pasado con ellos. El manifiesto mortifago tomaba cada vez mas poder y eso estaba mas que demostrado en las calles de Ottery, el callejón diagón y sus alrededores.

No había mucho que hacer, solo vigilar por costumbre las victimas de tortura de sus compañeros de bando, de igual forma podría agregarse a la diversión de ser posible, unas cuantas torturas no le caerían mal a la varita de Andrés, la cual yacía ansiosa de muerte en la parte interna de su gabán.