Aziid Black T.

Aquélla noche el joven Tonks estaba decidido a asistir a uno de esos lugares en donde la gente va a tomar unos cuantos tragos y bailar, donde hay buena música y buen ambiente de fiesta para cualquiera que desee pasar un buen rato ya sea con compañía o si no ya ahí conocerían a más gente. Le habían contado de un buen lugar llamado "Spy Bar" y decidió ir a ver qué tal estaba dicho establecimiento mágico.

El de los orbes esmeralda llevaba puestos unos jeans entubados acompañados de unos tennis de tela color blanco y una camiseta de cuello V, como siempre su cabello iba un poco desarreglado y largo casi hasta los hombros, pero eso no le importaba y mucha gente le había dicho que así era mucho mejor. Él sólo iba en busca de diversión, pero no sabía con lo que se encontraría esa noche en aquél famoso Bar.

Al entrar, Aziid se dirigió a la barra y ordenó un trago, de inmediato el bar tender puso hielos en un pequeño vaso de cristal y virtió Whisky Escocés dentro de él. El vampiro dio un sorbo y sintió aquella sensación extraña recorrer todo su cuerpo y sus brazos, bebió de un solo golpe todo el líquido y se comenzó a sentir... raro, algo mareado, pero todo estaba bien por ahora.

*0* Estuve tanto tiempo esperando ésto... no puedo creer que ya sea hora. xDDD (Sí, estoy emocionado)

Aquí está mi ficha:

Patronus: Ballena Azul. Son animales tranquilos y amigables, muy inteligentes y curiosos, no nadan muy rápido y parece que siempre están calmados, ahí nadando y disfrutando de su momento. Es éste animal porque se parece a Aziid en que es tranquilo y relajado en la mayoría de las situaciones.

 

Varita: Núcleo de fibra de corazón de dragón, hecha con madera de Ébano, es completamente negra tallada a mano con varios adornos, 30 centímetros, en la parte de abajo tiene una empuñadura de plata y tiene pequeños safiros, lo que hace contraste con su color negro. Se llama Fulgur, que significa relámpago en latín.

Creo que eso sería todo. C:

Por fin el Tonks tendría la oportunidad de realizar su examen de vuelo en escoba ya que no lo había realizado cuando cursó la clase de RB. Estaba algo emocionado, pues aunque nunca antes había volado en escoba, tenía un presentimiento de que no sería tan difícil, había visto en su vida muchos partidos de Quidditch y no parecía tan difícil el volar en aquéllos instrumentos mágicos, sólo era de concentrarse bien y no tener miedo.

Aziid se dirigió al Ministerio de Magia, pues le había llegado ya una carta diciendo que ya podía pasar a realizar su examen al Consejo Regulador de Escobas. El joven ya estaba ahí y apenas se abrió la puerta vio que no había muchas personas aquél día, según tenía entendido tomaría el examen junto a su hijo, Vrael, y un compañero de los Tritones, Eliot.

– Buenos días. – saludó al recepcionista y le entregó la carta que le habían mandado, de inmediato el encargado le indicó que tenía que dirigirse a una de las puertas y que ahí ya le darían instrucciones.

Así fue al Consejo Regulador de Escobas y después a la Sala de examen de vuelo, ahí le dijeron que ya se encontraría la profesora para darle una introducción a vuelo y posteriormente presentaría su examen para ver si le daban la licencia o no.

El joven caminó por la puerta y del otro lado se encontró con una sala bastante grande, el techo estaba encantado para que pareciera que estaban al aire libre, el césped estaba perfectamente podado y lo más seguro era que aquélla sala contaba con alguna clase de hechizo expansor. Ahí se encontraba una mujer dándoles instrucciones y reglas y nociones básicas de vuelo. El de los orbes esmeralda pasó su mirada por la mujer y por unos momentos creyó que era un simple holograma o algo así, pues según tenía entendido por la plantilla Ministerial, no había Jefe de aquél departamento encargado de las escobas.

– ¡Arriba! – musitó el joven siguiendo las instrucciones de la encargada, de inmediato la escoba que tenía a un lado de él se alzó con gracia hasta llegar a su palma y el vampiro cerró su puño sosteniendo con fuerza aquél medio de transporte mágico.

Seguido de esto, el Tonks subió a la escoba como dijo la maestra y la mantuvo firme por unos momentos mientras la tomaba con ambas manos, después dio una patada al suelo como se lo indicaron y se alzó por los aires un poco más de los dos metros que le habían indicado. Así permaneció un momento y después siguió nuevamente las instrucciones e inclinó hacia adelante su escoba para descender. Todo le estaba resultando fácil, tal vez sería un don que tenía el volar escobas, o simplemente tenía agilidad para hacerlo.

Brandon bajó de su escoba y rápidamente se dirigió hacia donde estaban las escobas que se utilizarían para la prueba, no sabía qué tendría que hacer, pero seguramente se enteraría dentro de poco. Al llegar al escobero vio dos escobas que le llamaron la atención, no sabía si elegir una Saeta de fuego o una Nimbus 2000. Pero al final se decidió y tomó la Nimbus 2000, ahora estaba listo para su examen, sólo faltaba que llegaran los demás o que alguien le diera alguna instrucción para comenzar.

El joven vampiro se había sonrojado un poco por las palabras de su abuelo, si bien había sido su idea, todo eso no hubiera ocurrido de no ser por los demás Jefes de Casa que habían aprobado la idea y decidieron llevarla a cabo para las cuatro casas en vez de cada una por separado.

-Vamos, abuelo,- contestó el Tonks -no hubiera sido nada sin ustedes.-

Después escuchó las palabras que le dijo la Rambaldi y rió por lo bajo, sorprendiéndose de que la chica ya hubiera agarrado tal confianza con el hijo de la noche. Éste simplemente dio un sorbo a su bebida y le contestó:

-No lo sé,- miró su vestido de arriba a abajo y sonrió -creo que bien. ¿Y tú... pequeñita?- contestó haciendo referencia a su vestido que le hacía parecer mucho más tierna, como si de una pequeña niña se tratase.

El vampiro dio otro sorbo a su bebida y ésta vez se dirigió a Alia, su comáñera.

-¿A ti cómo te fue, Alia?- preguntó Aziid mientras seguía bebiendo de su copa y en cuanto se dio cuenta, ya no quedaba nada -Escuché por ahí que ganaste algo con éste viejo...- comentó y al finalizar le dio una palmada en la espalda a Ishaya, su abuelo y Jefe de Casa que había asistido al baile con la D'Aubigne.

Todo estaba tranquilo y hasta ahora casi ningún alumno había llegado, sólo había Tritones, pero Brandon esperaba que pudieran animarse a llegar más estudiantes de las tres casas restantes de la Academia.

El vampiro escuchó las palabras de su ex-compañero de la Academia, pues tenía entendido que ya había terminado y sólo estaba esperando su graduación, y recordó que él nunca asistió realmente a dicha clase. Sólo había ido unas dos o tres veces pero aún así logró aprobarla, después desapareció por un tiempo en su largo viaje y cuando volvió fue a la Academia y se dio cuenta de que lo habían pasado.

-Sí... bueno, yo no recuerdo mucho acerca de ésa clase, no sé ni cómo la pasé- dijo el Tonks mientras el Myrddin le entregaba la solicitud que debería llenar -. Gracias.-

Brandon observó por un par de minutos aquél formulario y pensó que ya que su hijo estaba ahí, podría hacer que él firmara la carta y así no tener que volver a casa e ir después o al día siguiente simplemente a entregar la solicitud. Así que se lo pidió a su hijo y se lo entregó. El chico de los cabellos azules simplemente sonrió y asintió, el vampiro sólo esperaba que no escribiera alguna palabra mal como con su dicha "Madrugada" en vez de la Madriguera.

El hijo del Tonks no tardó mucho en llenar el formulario y se lo entregó a su padre con una sonrisa en su rostro, Aziid simplemente le agradeció y le sonrió para después voltearse nuevamente con Dylan y entregarle la solicitud.

-Bueno, aquí está... de una vez- comentó Aziid cuando le dio el formulario ya lleno al encargado del lugar.

Formulario del examen de vuelo:

 

 

 

Ficha de Identificación Personal:

 

~ Nombre del examinado: Brandon "Aziid" Tonks Delacour

~ Enlace a su ficha personal: Aquí

~ Persona a la que se avisará en caso de terminar en el Hospital San Mungo: Vrael Stark Tonks

 

Consentimiento informado:

 

La escoba es el único objeto legal como medio de transporte que no necesita ser registrado. Es una de las formas de transporte mágico más utilizada y aceptada en Gran Bretaña, aunque es algo cultural. En el pasado, los magos eligieron la escoba como medio para volar por ser discreta, barata y fácil de llevar.

 

Los alumnos de RB de la Academia de Magia y Hechicería que hayan sido mandados al Departamento, deberán recurrir al Consejo Regulador de Escobas para realizar el examen. Con esto se sabrá si el mago o bruja está capacitado para manejar el medio de Transportes.

 

Yo, Vrael Stark Tonks, hijo de Brandon Tonks Delacour, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi padre corre al realizar el examen de vuelo y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

 

Firma del responsable

Vrael Stark Tonks

La chica rubia ahora se veía más astuta y preparada para éste tipo de cosas, pero aún así el vampiro estaba seguro de sí mismo y no dejaría que aquél par de mujeres le ganaran la pequeña prueba, o en caso de que lo hicieran... el joven les daría batalla hasta que ya no pudiera más, y eso no estaba ni siquiera cerca de suceder.

-Fortificum- espetó el vampiro apuntando con la zurda al suelo enfrente de él a unos dos metros de distancia, rápidamente de la calle se alzó una muralla hecha de hierro sólido de tres (3) metros de altura por seis (6) de ancho, justamente el ancho de aquélla calle en donde se llevaba a cabo la prueba, y dos (2) de espesor. Eso serviría como gran protección para el joven durante un buen rato, mientras que la Rambaldi se cubría detrás de una simple anuncio.

El mago escuchó todo lo que pasó gracias a sus agudizados sentidos por su condición. La hiena había mordido a la chica, clavando su fuerte quijada en su cuello... no había logrado romper nada, pero aún así una herida de ése tipo en el cuello no era algo de lo que no debería preocuparse. El cuello conectaba el cerebro con todo el cuerpo y por ahí pasaban varias venas y arterias muy importantes, así que si la chica no hacía nada pronto de seguro terminaría desangrándose. Y aún así, ¿cómo se atrevía a poner a la invocación del mago en su contra? Pero bueno, eso no era algo de qué preocuparse, pues la hiena se encontraría con el grueso y basto muro que dividía la calle en dos secciones y no podría concluir con su tarea, claro que no se daría por vencida y trataría nulamente de derribar el muro sin siquiera hacerle daño y dado el tiempo que llevaba ya la invocación, lo más seguro era que para cuando el mago finalizara su próximo hechizo, el animal ya habría desaparecido y volvería a ser un simple objeto muggle, como lo era antes.

Sintiendo algo de alivio, el joven apuntó con su varita a su muñeca dañada y pensó en un Episkey. De inmediato sintió cómo los rotos huesos de su muñeca volvían a su lugar, devolviendole la movilidad y aliviándolo del dolor. Ahora sí, podría seguir el duelo con ambas manos, sin tener que preocuparse si estaba dañado o no, estaba como nuevo y con una gran barrera que lo protegería a él y al resto de su equipo... sin tan sólo decidieran aparecerse por ahí.

Aquél día el joven vampiro había decidido que iría al Ministerio de Magia y pediría si tenía derecho a hacer el examen para poder usar libremente su escoba, le molestaba tener que depender siempre de otras personas o elfos para poder aparecer en ciertos lugares, y los Trasladores y el Red Flú no era algo que le agradara mucho a decir verdad. Por lo pronto debía esperar hasta graduarse para poder hacer el examen de aparición, así que sólo le quedaba la opción de las escobas mágicas.

Aquél día fue al Ministerio y se dirigió a la sexta planta, donde se llevaba a cabo todo lo que tenía que ver con cualquier tipo de transporte mágico, cuando se abrió el elevador vio frente a él una recepción y se percató de que había más personas ahí, una de ellas era su ahora hijo, Vrael. Lo que le sorprendió, pero después recordó que le había hecho firmar la carta de consentimiento y que era por una de sus clases de la Academia. El de los orbes esmeralda no iba por ninguna clase, sino por decisión propia, y esperaba que pudieran tomarlo en cuenta y así poder pasar rápido y ver si le cedían el permiso.

-Buenos días, hijo.- saludó el mago mientras se acercaba a su hijo y le daba una palmada en la espalda mientras que estaba hablando con el recepcionista, al cual Aziid reconocía por los juegos de las Jornadas de Primavera.

-¿Qué tal?- pronunció el Tonks, ahora dirigiéndose al recepcionista -A mi también me gustaría si me puedes brindar uno de esos formularios. Vengo para hacer mi examen de vuelo de escoba. Soy Aziid Tonks Delacour... Dylan, ¿cierto?- el de los largos cabellos le tendió la mano a su compañero de la Academia y esperó que pudiera otorgarle uno de los formularios para poder hacer que alguien de su familia lo llenara y pudiera presentar su examen de vuelo lo antes posible.

*Se aparece una ballena en forma de espíritu con humo azul y el sonido del mar de fondo*

Yo soy Bashenaziid y vengo en representación de Aziid para darte la bienvenida. Él se encuentra muy contento de que hayas decidido unirte a éste lugar de locos honorables personas. Él estaría encantado de tener una hermanosa, siempre y cuando uses shampoo y te gusten las ballenas como yo, si no no... (?) xDDD

Ya sólo falta que Niko se pase por acá a ver qué te dice, pero lo más seguro es que te acepte en la familia. Brandon dice: "¡Wuuwuwuw! Estoy agrandando la familia. (?)" y les manda saludos a todos.

Ballena fuera.

*El humo desaparece y hace como si nunca hubiera existido*. (?)

El chico se encontraba aún tirado a la orilla del lago mientras que dentro de su mente se llevaba a cabo un largo debate acerca de lo que está bien y mal, si había hecho lo correcto o no, si en verdad salvar a aquél ser valía el haberse quedado sin posibilidad de caminar nuevamente. Había aún una pequeña parte que le decía que había sido un est****o en hacerlo, pero era muy pequeña, la mayor parte de su ser interior le decía que había hecho lo correcto y que si podría sacrificar ésa parte de él por salvar aunque fuera la vida de un ser querido para él, cada segundo valía la pena.

¿Cuántas personas nacen sin la posibilidad de caminar? O tal vez por culpa de algún accidente, lo que fuera. El vampiro se puso a pensar en todas aquéllas personas que vivían éste tipo de lucha a diario y que nunca en sus vidas habían sabido lo que era poder caminar y lo más seguro es que morirían sin saberlo, él ya había usado sus piernas por más de ochenta años y no dejaría que algo así le impidiera poder disfrutar de todo el tiempo que le quedaba en éste mundo; pensó en todas esas personas y que no era el fin del mundo, y aún sabiendo eso, él estaba feliz consigo mismo, sabía que había actuado correctamente y un sentimiento gratificante nacía desde su interior liberando endorfinas por todo su cuerpo, causando un completo cambio de humor en el hijo de la noche.

Para sorpresa de Aziid, todo el paisaje fue cambiando y se volvió completamente oscuro para después dar lugar a una sala con un poco de luz. Parecía antigua y oscura, había algo que no hacía sentir bien al estar ahí postrado en el suelo, por suerte no había sido el primero, ahí estaba en extraño chico que aún le resultaba algo... directo, por así decirlo. Brandon vio a la profesora a su lado mirándolo, él le devolvió una mirada sin sentimiento alguno, no sentía odio ni afecto hacia aquélla maestra, ella le había demostrado también cosas buenas de los Mortífagos, cosas que él ya no creía... le hizo recordar que seguían siendo humanos con sentimientos como todos los demás; sin embargo, aún no le agradaba, así que la miró por unos segundos a los ojos sólo con... curiosidad.

La bruja hizo un movimiento de su varita pero el vampiro no logró saber de qué había funcionado, con sus codos se impulsó para quedar sentado en el piso, esperando que alguno de sus compañeros pudiera ayudarlo o tan siquiera acercarle una silla para poder sentarse ahí. ¿Así sería la vida de ahora en adelante? Tener que estar dependiendo de los demás para hacer cosas tan simples como sentarse en una silla, la idea simplemente no le agradaba al Ryddleturn, pero debería acostumbrarse a ello sí o sí. Aún así, el sentimiento de bienestar y satisfacción por no haber dejado ahí a su fiel compañero morir era mucho más grande que el diminuto grano de arrepentimiento que sentía.

-¡Vamos! ¿Nadie va a...- comenzó a decir el de los orbes esmeralda, pero dejó su frase en el aire pues se dio cuenta de algo que había hecho la profesora. Al comenzar sus palabras, hizo un ademán indicando con las manos sus piernas que eran inútiles hasta entonces, y al hacer eso, tal vez por reacción involuntaria, se movieron sus rodillas y poco a poco fue recobrando la fuerza en sus extremidades inferiores.

Ahora estaba agradecido con aquélla mujer que tenía a su gato en manos, el aprendiz simplemente volvió a posar su mirada sobra la de ella y asintió con la cabeza en gesto de gratitud, no quería hablar entonces... le parecía algo un poco inapropiado para la situación y aunque por dentro estaba lleno de felicidad, actuó con tranquilidad, aunque se podía ver su alegría en la sonrisa que llevaba ahora pintada en su rostro. Brandon tomó nuevamente a su compañero felino y lo acarició mientras se acercaba al Líder Fenixiano sin decir alguna palabra a esperar la llegada de los demás compañeros. Había algo en aquél hombre que el vampiro encontraba muy interesante y aún no sabía qué era, pero tal vez ya después podría saberlo.

Por lo pronto permaneció por donde él estaba sentado y observó a todos los demás alumnos que iban llegando, tuvo suerte de ser de los primeros y que nadie lo viera en el estado en el que se encontraba. Realmente no le importaba lo que pensaran, pero no le gustaba andar causando lástimas a los demás y por eso agradecía los gestos indiferentes que le había brindado la Nigromante.

El de los largos cabellos oscuros escuchó las palabras que tenía para decir su profesora y a la contestación de su profesor. Cada vez le sorprendía más la forma de hablar de aquél hombre y la forma en la que veía y razonaba todo lo que le rodeaba, las miradas del hombre y del vampiro se cruzaron por unos momentos y el vampiro no tuvo nada que hacer ni decir, simplemente asentir levemente con su cabeza, en señal de que estaba de acuerdo con él y que realmente compartía su manera de ver las cosas a su alrededor.

Éste sería el momento de hacer preguntas y que los profesores contestaran. No cabía duda de que algunos alumnos comenzarían a hacer preguntas sin sentido para tratar de hacer ver mal a los profesores o para ellos creerse muy inteligentes con las preguntas que formularían, pero al vampiro no le importaba nada de eso, él sólo consultaría las dudas que se le vinieran a la cabeza en ese momento.

-¿Cuál es la diferencia entre aquí y la Mansión Riddle?- preguntó Aziid para dar inicio a la sesión -Ambos lugares son centros de reunión, ¿no?-

El joven tenía una última intriga en su mente, sólo una que tal vez para muchos sería insignificante, pero para él sería importante y quería ver el punto de vista de la maestra y cómo actuaría ante tal situación.

-Profesora, tengo otra duda- musitó el joven con tono serio -. Bueno, más que una duda, ahora le pondré una situación y quiero ver lo que usted o algún miembro de la Marca Tenebrosa haría. Usted tiene una hija... supongamos que ella crece y se da cuenta de que no comparte los mismos ideales que su madre y prefiere ir a las filas de la Orden, aún siendo sangre limpia, ella prefiere, como usted dice... "traicionar a su sangre y ser defensora de los seres que son una amenaza para el mundo mágico". ¿Qué haría?- cuestionó el joven mientras acariciaba a su amigo felino.

No tenía más que decir, y así fue como esperó la respuesta de la maestra y al mismo tiempo las preguntas de los demás presentes. Por lo pronto él había terminado y se decidió a simplemente esperar mientras pasaba su mirada seria y profunda por todos los presentes.

Todo estaba ya yendo de algo divertido a algo confuso y difícil para el vampiro que a éstas alturas ya se encontraba por su propia cuenta, pues su otro compañero ya se había resignado a continuar y como un completo cobarde se retiró de la prueba para su clase. La rubia ahora quedó libre de las sogas que la ataban pero eso no significaba que estaría a salvo, usó un encantamiento para curarse del Sectusempra completamente y enseguida la hiena ya estaba a punto de embestirla.

-¡Expelliarmus!- musitó el Tonks justo antes de que la chia (Liza) lanzara su ataque, de su varita salió nuevamente aquél rayo rojizo que se dirigía hacia la Rambaldi, así que ambos impactarían en sus blancos. La chica perdería su varita, ya que el instrumento mágico saldría volando cinco metros hacia atrás de ella, dejándola sin la posibilidad de usar magia.

El rostro de la hiena se desfiguró un poco y le provocaba dolor, lo que simplemente la hacía enfurecer aún más. Para su fortuna, aquéllos animales no se fiaban mucho de la vista, sino del olfato y el oído, ya había captado el olor de su blanco, así que no sería difícil continuar su tarea aunque tuviera visión borrosa. Olfateó por unos segundos el suelo y quedó algo desconcertada, pero soltó un grito desagradable que parecía una risa y corrió a la rubia con las mismas intenciones de embestirla y comenzar a morder su fresca carne.

-Petrificus Totalus.- pronunció enseguida el de los orbes esmeralda, apuntando con la zurda a la chica que había asistido con él al baile y que ya se encontraría en problemas con la feroz y enfurecida hiena. Un rayo salió de la varita del muchacho y viajó hacia el cuerpo de la Myrddin, haciendo que la chica quedara completamente petrificada y sin poder hacer movimiento alguno.

El látigo mágico que había sido invocado por el vampiro había acertado en su blanco y surtió efecto, pues aunque el mago tuviera la muñeca rota, no la ocupara para controlar el látigo azul que salía de su varita y se movía a voluntad de la mente del Tonks.

El jalón del látigo fue fuerte y logró que la muñeca de la mujer (Maia) se dislocara y que al lanzar su siguiente hechizo saliera un poco desviado, pero al ser un efecto, éste sí impactó... sólo que no en el muchacho. Ésta vez estaba delante de él su patronus corpóreo con forma de bisonte americano, la invocación recibió el hechizo de golpe y soltó un gruñido que se ahogaba por la resequedad en su garganta, pero el chico seguía ileso.

-Floreus- murmuró tranquilamente Aziid, adelantándose a la siguiente acción de la morena, nuevamente vería flores salir de su varita en vez del siguiente hechizo. Manejar la varita con la zurda aún era algo... no complicado, pero diferente y eso no le quitaba habilidad, pues la puntería y agilidad eran casi las mismas después de tantos años vividos de joven.

-Toma las flores como un regalo en agradecimiento.- le dijo el Tonks a su contrincante haciendo referencia a su muñeca rota mientras le brindaba una sonrisa a la mujer.

-Expelliarmus- soltó Brandon mientras apuntaba directo a la Black Evans, un rayo color rojizo salió de su varita e iría directamente hacia su contrincante, haciendo que cuando impactara, la varita de la mujer saliera volando unos cuatro o cinco metros hacia atrás y que ella tuviera que ir a recogerla. Pero ya ella sabría qué hacer, pues al parecer planeaba ayudar a su compañera que se encontraba en una difícil situación.

He llegado con una nueva duda. xD Bueno, la situación es esta:

En la redada, el personaje de Maia usa un Absorvere que impacta a mi personaje, haciendo que se rompan los huesos de su muñeca derecha (donde llevaba la varita), y en eso mi personaje usa un Kiorke y un Babosas. Entiendo que por tener la muñeca rota, el Babosas no salga correctamente y esté bien eso que hizo mi compañera de decir que se fue desviado, pero ella también dijo que el Kiorke salió desviado, lo que no creo posible, pues si bien puede salir desviado al principio, es una invocación y es controlada por la mente que quien invoca, así que yo supongo que sí logra impactar.

-Kiorke (invocación): Hace que de la varita surja un látigo color azul neón, que es controlado a voluntad de los pensamientos del mago, especialmente efectivo ante criaturas (este hechizo permite hacer un ataque con el látigo en ese mismo turno que no cuenta como una acción más del turno, creación del látigo con kiorke y ataque serian una misma acción) Duración: hasta que el mago haga otro hechizo. La longitud del látigo es de ocho (8) metros.

Mi compañera dijo que el hechizo impactaba 3 metros a un lado. Pero yo digo que sí impacta ya que ella no se defendió y ahí bien dice que el látigo que crea "es controlado a voluntad de los pensamientos del mago". Espero que sí quede bien claro a lo que me refiero. xDD

Gracias de antemano y saludos.

Al parecer los demás alumnos estaban demorando, ya estaban ahí presentes la mayoría de los Jefes de Casa y Liza junto con Alia, sus compañeras de casa. La D'Aubigne se acercó a Aziid abrazándola y el vampiro le devolvió el abrazo mientras ella le agradecía, pero no había mucho de qué agradecer, si habían ganado, había sido por el esfuerzo de todos juntos y no solo de una persona.

-No me tienes que agradecer,- comenzó el Tonks dirigiéndose a Alia -si ganamos, lo logramos gracias a todos.- finalizó el chico de los orbes esmeralda a la par que llegaba la que había sido su pareja y abrazaba a su abuelo, había algo muy diferente en ella, el chico ya ni siquiera sabía cómo era en verdad.

Brandon se disculpó por un momento y se dirigió a una de las mesas para tomar varias copas para todos los invitados, al parecer su Jefa de Casa, Etoile ya lo había hecho por sí misma, pero sería un buen gesto llevarle a los demás. Tomó siete (7) copas de cristal que se encontraban en aquélla mesa en la que se encontraba y sirvió un poco de vino sobre cada una de ellas, seguido de ésto sacó su varita y pronunció un "Wingardium Leviosa" y las copas con el líquido en ellas se alzaron, mientras que él tomaba una de ellas con la zurda. El mago apuntó a donde se encontraban todos los presentes e hizo que cada copa se posara frente a ellos hasta que cada uno la tomara con la mano.

Luego el de los largos cabellos se acercó nuevamente y se puso alado de su abuelo y se acercó a Liza para saludarla y tal vez podrían conversar un poco, pues no la veía desde el Baile al que habían asistido juntos y por lo que había escuchado ella estaría pasando tiempo en la Hacienda de los Tonks, pues era la ahijada de su abuelo.

Mala suerte para el vampiro, se había confiado y cayó en cuenta de que había invocado un Bisonte, cuando no había sido así. ¿Cómo demonios se le pudo olvidar eso? Sintió una fuerte punzada en su mano derecha, donde tenía la varita, pero eso no impidió que lanzara ambos hechizos, pues el Kiorke no tuvo que mover mucho la muñeca, era controlado con la mente el látigo mágico y con su segundo hechizo muy apenas pudo lograrlo con gran dolor en la diestra.

Todo sucedía muy rápido, la rubia ya se había logrado defender del primer hechizo del joven y quedó amarrada, pero de pie. Aún así se sentiría débil y si quería recuperarse completamente del Sectusempra, debería utilizar un hechizo más. Por lo pronto Aziid cambió su varita a la zurda y trataría de no mover mucho la derecha que tenía lastimada. Aún era algo torpe con la mano izquierda, pero no sería nada que le impidiera poder hacer hechizos correctamente.

Ahora le preocupaba que debía tener algún tipo de defensa y poder atacar a la rubia así que pensó en sus movimientos y se le vino a la mente la idea que estaba buscando y que ya se le había ocurrido pero por despistado había pensado que ya tenía.

-Corpus Patronus- dijo nuevamente con la varita en alto, de la punta de ésta comenzó a salir el mismo haz de luz azulada característico de los Patronus formando la figura de un Bisonte Americano con la misión de defender al de los cabellos alborotados, ésta vez sí estaba seguro de que lo había invocado y podría protegerlo ahora sí de cualquier hechizo que fuera lanzado en su contra.

-Morphos- exclamó enseguida el joven por tercera vez en aquél duelo ahora apuntando con la zurda hacia una vieja camioneta que se encontraba estacionada afuera de la cantina, ¿qué pensarían las personas que estaban ahí dentro presenciando el duelo entre magos que se estaba llevando a cabo en la calle? La camioneta cambió de forma a una hiena adulta que tendría la tarea de ir con la chica amarrada (Liza) y tumbarla para después morder su cuello con sus fuertes mandíbulas con afilados colmillos. Si no se hacía nada aquél feroz animal podría comer completamente a la chica y dejarla sin vida en menos de un par de minutos.

Así que tendrían que encargarse de eso mientras que Brandon tendría que lidiar con su muñeca derecha, esperando recibir apoyo del vampiro albino que estaba en su grupo.

El joven había sido silenciado por la Black Evans y por ende, su hechizo no pudo salir y las cosas no funcionaron como él lo planeaba, debía admitir que era una fuerte rival y que no se había dejado vencer y había sabido cómo reaccionar a los hechizos que mandaba el joven hacia ella. En desfortuna para la morena, cuando ella lanzó su hechizo el Bisonte Americano que había invocado Aziid se interpuso frente a él, haciendo que el hechizo impactara en su cuerpo y que le quebrara apenas un hueso de las costillas, lo que por su tamaño no sería problema alguno para poder seguir con su misión de defensa.

Enseguida el joven pensó en qué hechizo debería usar ésta vez para atacar al otro equipo, los profesores le daban oportunidad de usar hechizos que eran más avanzados y ellos solos no podrían usar sin ser acusados de ciertas cosas, así que el Tonks debería saber cómo aprovechar ésta ventaja que les brindaban los maestros de la clase. El vampiro caminó hacia la mujer que lo atacaba hasta estar a exactamente seis (6) metros de ella, el pesado animal que lo defendía caminó siempre delante de él siguiendo su tarea con un poco de molestia por sus dañados huesos.

-¡Kiorke!- anunció el mago apuntando su varita hacia Maia y de la punta de su instrumento mágico de madera, salió un peculiar látigo mágico de color azul neon que el mago podría controlar a su voluntad con la mente. El látigo tenía una longitud de ocho (8) metros, así que sería perfecto para poder atacar a la mujer. Enseguida, el mago ya controlaba el látigo mágico bien y apuntando hacia la mujer, el látigo se dirigiría a ella, para ser más específicos, a su muñeca con la que sostenía la varita, con la intención de enredarse en ella y luego tirar fuertemente haciendo que tan siquiera se dislocara y la pelinegra quedara sin posibilidades de usar o mover ésa mano sin sentir un intenso y agudo dolor recorrer por todo su brazo. Todo esto pasaría en tan sólo un par de segundos, así que la mujer tendría que saber cómo reaccionar correctamente.

Sin esperar más el mago se dispuso a continuar, el látigo desapareció y estaba por actuar con otro encantamiento. No dejaría que pasara mucho tiempo y dejar que la bruja pudiera hacer lo que quisiera con él, así que continuó enseguida alzando su varita nuevamente y haciendo una floritura con ella que haría que del instrumento mágico saliera un rayo verdoso que impactaría en el rostro de la Black Evans, causándole un serio problema estomacal con babosas, causando que cada vez que la mujer quisiera hablar uno de estos moluscos saliera desde su estómago, así dejándola silenciada por un buen rato.

Brandon sabía lo disgustante que era tener que lidiar con ése encantamiento, pero tendría que hacerlo, era lo que más le convenía en aquéllos momentos. Sin dudas no se dejaría vencer, sólo esperaba que su compañero saliera de la cantina y pudiera comenzar el duelo que se estaba llevando a cabo afuera de ésta.

Dado el tiempo que había ya transcurrido y que la rubia (Liza) no se había defendido del hechizo que le lanzó el vampiro, el Sectusempra le impactó en el pecho, causando que le salieran graves heridas por todo el alrededor de la zona y si quería salvarse debería usar algún Episkey de emergencia, pero no lo dejaría así. No se la pondría fácil a su oponente nunca.

-Desmaius- exclamó el de los verdes ojos apuntando a Liza, quien ya se encontraba sangrando por el maleficio que había lanzado el chico anteriormente. De inmediato salió un brilloso rayo color blanco azulado que al impactar en la joven haría que ésta cayera inconsciente por un rato, lo que le impediría curarse y sin dudas sería sin duda alguna problemas, y si ella no hacía nada, sería alguno de sus compañeros tendría que ayudarla.

El oso que el chico tenía como protección ya había desaparecido hace rato y necesitaba algo que lo protegiera de nuevo, por lo pronto quedó delante de él la furgoneta que hacía pocos minutos tenía la forma de un feroz oso.

-Incárcerus- musitó el Tonks apuntando nuevamente a la chica que se encontraba frente a él y que había asistido junto a él al Baile. De la varita del chico salieron tres gruesas cuerdas que amarrarían a la mujer una por los pies, la segunda por los brazos, imposibilitándole cualquier movimiento con sus extremidades superiores, y la última en su boca, impidiéndole emitir sonido alguno que no pareciera un simple gruñido.

Eso le recordaba al anterior duelo que habían tenido ellos dos, y al parecer acabaría igual que al anterior. Ahora tenía un equipo y debía confiar en que ellos lo ayudarían y serían sabios al momento de elegir sus movimientos.

Bueno, yo vengo acá para aceptar a mi nuevo hijo. *0* Niko, ya eres abuelo... Y Adrián... ya eres más anciano. (?) xDD Con gusto Ishaya pasará luego para agregarte al Árbol de la familia y ya puedas rolear tranquilamente en la Hacienda y todo eso. xD Luego nos darán un tour de bienvenida porque yo tampoco la conozco. (?) xDDD

Pero bueh, ¡Bienvenido a la familia! C:

¡Saludos a todos!

El Patronus corpóreo que había invocado el joven fue directo hacia la morena, pero sin ser eficaz, pues la bruja rápidamente lo atacó y causó que la invocación del vampiro cayera inconsciente con graves heridas y en vez de morir, simplemente desapareció, dejando solo un pequeño rastro de luz azulada.

Aziid sabía que debía actuar de inmediato, no podía esperar a que alguien más decidiera atacarlo y así quedar completamente indefenso, por lo pronto aún tenía a su oso como defensor, pero sabía que ya no le quedaba mucho tiempo y se convertiría de nuevo en la negra furgoneta que era al principio.

-¡Floreus!- pronunció con fuerza el mago al momento que alzaba su varita apuntando a la morena (Maia) justo antes de que ella dijera su hechizo, lo que causó que al decirlo, en vez de salir un conjuro de la varita de su contrincante simplemente salió un ramo de flores de diferentes tonos cálidos, lo que al vampiro le causó algo de gracia.

Esperaba ver la reacción de la Evans al ver que en vez de que el oso lo atacara, de su varita salieran unas cuantas flores.

-Morphos- dijo nuevamente el joven de los orbes esmeralda, ahora apuntando hacia la Evans. Al decir ésto, de su varita saldría el conjuro que cambiaría de forma la bota derecha de la mujer, ésta se transformaría en apenas un segundo en una araña "Viuda negra", una de las más peligrosas del mundo. Apenas al transformarse, la araña clavaría automáticamente sus colmillos en la planta del pie de la mujer, todo ocurriría rápidamente y por cuestión de la gravedad, lo más probable es que la mujer terminaría por pisar al peculiar arácnido, causando que muriera y volviera a su forma original: su bota. Pero aún así el veneno ya estaría dentro del cuerpo de Maia y debería actuar rápidamente si quería salvarse.

La chica era lista y se había defendido del ataque del vampiro efectivamente con un hechizo simple, pero que era demasiado útil para cualquier mago y bruja. Enseguida la rubia no tardó en querer atacar nuevamente y en pocos segundos de su varita salió un resplandeciente rayo que iba directo al joven ojiverde, pero había algo que lo iba a detener. Al parecer Liza no había pensado en lo que podría hacer el chico con el animal al que había invocado.

El oso recibió el rayo en su rostro, siguiendo las ordenes que le había dado su amo de protegerlo contra cualquier hechizo, de inmediato el rostro del feroz animal comenzó a perder la forma y al parecer le picaba y sentía un poco de dolor, ya que comenzó a emitir fuertes rugidos y se paró de dos patas mientras le lanzaba una mirada desafiante a la Rambaldi. Aún así, el mamífero no se movió de donde estaba, siguiendo las instrucciones que se le daban hasta que no pudiera más.

-¡Corpus Patronus!- exclamó el Tonks al hacer una floritura con su instrumento mágico. De la varita de Sicomoro salió un leve haz de luz de un tono azulado que fue formando frente a él -a un lado del oso- una figura de un lobo gris de aproximadamente un metro de altura con un peso de 70 kg, un animal feroz y violento con colmillos tan filosos capaces de arrancar grandes pedazos de piel y devorarlos fácilmente.

El canino tenía la misión de ir a atacar a alguien del equipo contrario, para ser más específicos, tenía la orden de ir a atacar a la morena (Maia). El patronus corpóreo comenzaría a correr rápidamente hacia su objetivo y antes de llegar con la mujer daría un salto para llevarla al suelo y morder la parte lateral de su cuello, sus colmillos se enterrarían en su piel y arrancarían el pedazo de carne viva, y si eso pasaba, la Black Evans tendría muchos problemas.

A la par de que ésto sucedía, Aziid ya estaría preparado para hacer otro hechizo, rápidamente apuntó nuevamente a la Rambaldi (Liza). Alzó su varita y sin pensarlo dos veces pronunció:

-Sectusempra- de la varita salió un rayo plateado que viajó por encima del mamífero e impactaría directo en el pecho de la rubia. De inmediato comenzarían a abrirse varias heridas profundas por todo su cuerpo y si quería salvarse, necesitaría aplicar un Episkey de emergencia.

Todo iba marchando bien. El hijo de la noche sólo esperaba que su par de compañeros comenzaran a ayudarlo, así seguramente podrían ganar el enfrentamiento y pasar a la siguiente prueba de la clase.

Al prefecto de la casa de los Tritones ya se le había hecho un poco tarde aquél día para la actividad que estaría llevándose a cabo en el Lago con sus Jefes y demás alumnos, a los que realmente veía como sus hermanos y con el título que portaba entonces, de alguna manera sentía que tenía que ayudarlos y protegerlos en caso de que lo necesitaran. Ya hasta el otro vampiro albino le agradaba, aunque al llegar tuvieron un pequeño desacuerdo.

El mago se apareció en el Lago con sus pijamas después de salir de la Sala de los Tritones, a él no le importaba cómo lo vieran por andar así o que pensaran que estaba loco... en fin, ahora era un Tonks. Al llegar al lago vio que todos los demás ya estaban casi listos, ¿qué clase de ejemplo les estaba dando? De inmediato se acercó y saludó a Etoile, quien le indicó lo que tendría que hacer y ayudar a algunos alumnos con el encantamiento Casco-Burbuja. Aziid se dispuso a hacerlo y una vez terminó se acercó con Ishaya y donde estaban todos los demás y los saludó.

En eso, el de los orbes esmeralda decidió que sería mejor ir con su Jefa de Casa, Etoile, pues no sería buena idea que cualquiera fuera sólo y se adentrara en las aguas del lago, pues los Grindylows tienen buena fama de atacar a cualquiera que se meta en sus territorios, y aunque sean criaturas fáciles de detener, si los superaban mucho en número eran un terrible dolor de cabeza.

Brandon hizo una floritura con su varita pasando por su cuerpo y haciendo que sus pijamas cambiaran y terminara vestido con un traje de baño completo, como de surfista. Ahora sí estaría listo para adentrarse al lago junto con su Jefa de Casa y sus compañeros Tritones. Personalmente, el vampiro prefería el efecto que tenían las branquialgas, así que se había encargado de pedirle unas cuantas a otro alumno de la Academia que era aficionado a la botánica, para eso llevaba una pequeña bolsa de plástico con unas cuantas plantas de apariencia viscosa y disgustante: las barnquialgas.

El de los cabellos largos las tomó y se las llevó a la boca y las tragó sin pensarlo ni fijarse en el mar sabor de boca que dejaban, rápidamente tomó su varita y corrió al lago para sumergirse y que la transformación se pudiera llevar a cabo. Una vez debajo de las oscuras aguas el hijo de la noche comenzó a retorcerse un poco mientras en su cuello se formaban unas pequeñas aperturas que lo dejarían respirar bajo el agua por un buen rato, sus pies y manos se alargaron y se formó una fina capa de cartílago entre sus dedos, lo que le facilitaría nadar más rápidamente, pero sin impedirle el poder usar su varita en cualquier momento.

Era curioso que aún ningún animal marino fuera a intentar atacarlo ni se acercara, tal vez estaban distraídos con... Un fuerte ruido llamó la atención de Brandon y al voltear a su punto de origen vio cómo la Malfoy era arrastrada hacia el fondo del lago por las horrendas criaturas. El chico comenzó a nadar rápidamente hacia ella para acercarse un poco y al apuntar con su varita hizo una floritura que crearía nuevamente una burbuja de aire sobre la cabeza de la Jefa rápidamente para que pudiera respirar.

El prefecto seguía a la mujer hacia abajo y sin pensarlo dos veces apuntó con su varita a donde se encontraban las criaturas y pronunció: Incárcerus. De su instrumento mágico salieron tres gruesas cuerdas, cada una dirigida a una criatura, las cuerdas rápidamente amarraron al trío de Grindylows, imposibilitándoles hacer cualquier movimiento con sus brazos, así que prefirieron irse por un tiempo mientras lograban desatarse, pero seguramente volverían.

-¿Estás bien?- preguntó el de los cabellos negros a Etoile. Al parecer, lo que sonaba como una bonita experiencia de simplemente ir a nadar no resultaría así, los estudiantes deberían tener cuidado con las criaturas que se mostraban feroces... y esos no eran nada comparados con las sirenas.

El vampiro ya sabía todo eso muy bien. Recordó la vez en su clase que estaban bajo el mar y fueron capturados por sirenas que después los llevaron prisioneros a él y a su profesora con el Rey Tritón. ¿Quién diría que después de eso el chico fuera puesto en la casa simbólica de aquél poderoso ser que casi hace que lo maten?

Poco a poco los demás fueron llegando y Aziid sabía que el pequeño simulacro de redada que debían hacer ya podría iniciar con tres integrantes al inicio en cada equipo. Sería interesante, pues para todos los estudiantes ésto era algo completamente nuevo que seguramente ninguno de ellos había vivido, incluyendo al vampiro de los cabellos oscuros. Tal vez el otro equipo tendría una ventaja con el profesor de su lado, sin dudas el más experimentado de todos, pero aún así el Tonks no se rendiría ni tendría miedo de actuar como la situación lo necesitara.

-¿Siempre tienes que ir vestida así a ésta clase de cosas?- preguntó Brandon en un tono burlón al ver que su compañera (Liza-Angel.Of.Ice) llegaba a la clase vestida de manera peculiar para alguien que sabía nuevamente que estaría a punto de enfrentarse en un duelo.

El mago posó sus orbes esmeralda sobre la rubia que llegó al último y decidió que sería momento de dar comienzo a la prueba de la clase avanzada en cuanto a duelos:

-Desmaius- musitó el aprendiz apuntando hacia Liza con la varita de sicomoro en su diestra. Del instrumento mágico salió un brillante rayo que casi no se veía por los efectos de la luz del Sol que radiaba por todo el lugar y hasta era molesta a la vista.

El de los orbes esmeralda no perdería más tiempo, sabía que había tres personas que estarían dispuestas a atacar enseguida y quizás contra él o alguno de sus dos compañeros (Stnazi y Lia). Así que nuevamente alzó su varita, ésta vez apuntando hacia una vieja furgoneta que estaba estacionada sobre la banqueta, cerca de donde se encontraba parado el hijo de la noche.

-Morphos- pronunció ahora el de los largos cabellos y la furgoneta a la que apuntaba en un instante cambió de forma, ahora era un oso negro adulto de casi 2 metros si se ponía de pie, con la única orden de defender al mago de cualquier hechizo que fuera empleado en su contra.

El feroz animal rápidamente dio un par de grandes zancadas y ya se encontraba frente a Aziid, mirando a sus enemigos para defender a su amo de cualquier cosa que estuvieran dispuestos a hacerle... Así era como la mini redada comenzaría para aquélla clase, era prometedora y el Tritón esperaba poder divertirse y que de todo ésto saliera algo interesante.

Hola a todos nuevamente. Bueno, me surgieron un par de dudas acerca del Asalto/Redada.

La primera es: ¿Sólo se pueden hacer dos acciones por turno? Así como en los duelos y eso (Sé que lo más seguro es que sí, pero quería confirmarlo).

Y, la segunda: ¿Qué pasa si dos del equipo contrario me atacan a mí nada más? Obviamente no podré con 2 hechizos defenderme de los tal vez 4 que me lancen... ¿En esos casos debo esperar a que algún compañero me ayude defendiéndome?

Eso es todo por ahora.

¡Saludos!

EDITO: Para agregar ésta pregunta: Ya llagó una alumna del equipo contrario al que yo estoy, ¿debo esperar a que lleguen las demás o ya podemos dar inicio?

El Tonks ya había quedado con su abuelo y su otra Jefa de Casa para ver si podían organizar algún evento para concluir las Jornadas de Primavera que se habían estado llevando a cabo en la Academia durante la semana pasada, había sido una buena experiencia para el vampiro y la primer competencia de éste tipo en la que participaba. Al parecer todos lo habían disfrutado y los ganadores serían bastantes y con muy buenos premios que ofrecía la Academia de Magia y Hechicería.

El vampiro llegó al Gran Salón, donde se llevaría a cabo la celebración, antes que cualquier otro estudiante, había quedado de verse ahí con Ishaya y al parecer su abuelo ya se había encargado de todas las decoraciones y preparaciones para la fiesta. Todo era muy parecido a lo que se vio en el baile, pero tenía un toque diferente, pero a pesar de estar dentro de un edificio se podía sentir la naturaleza salir de cada uno de los rincones del salón.

El de los orbes esmeralda iba vestido de forma medio formal, combinado con un toque casual. Como siempre, con vestimentas muggles. Llevaba unos jeans entubados de mezclilla oscura, acompañados con zapatos de tela color negro, una camiseta de vuello "V" color azul mar -en representación a los colores de su Casa- y un saco negro. Esperaba que todo saliera bien y aunque pareciera calmado, por dentro su ser estaba corriendo de la emoción.

Al entrar al salón, el chico simplemente sonrió y con sus orbes esmeralda inspeccionó cada detalle, cada adorno, cada rincón del lugar, asombrándose por el trabajo de decoración que habían hecho. Enseguida fue con su abuelo que estaba no muy lejos de él.

-Parece que todo saldrá bien- comentó Aziid al ponerse a un lado de Ishaya, el vampiro aún seguía admirando todo su alrededor -. Espero que todos puedan disfrutar de ésto.- añadió el de los largos cabellos mientras se llevaba ambas manos dentro de sus bolsillos para esperar a que todos los demás fueran llegando poco a poco.

Con Ishaya (¡Abuelo! *0*), Liza y Alia...

Aunque ya era un poco tarde, el día apenas comenzaba para los ojos del vampiro de los peculiares orbes esmeralda. Había estado cansado por todo el asunto de las Jornadas de primavera y ahora que habían terminado decidió tomarse un descanso de varios días, en fin, era vampiro y no había problema si decidía irse a dormir por más de veinticuatro horas. Pero ya era tiempo de despertar, pues había algunos asuntos pendientes que debía hacer y tenía algo planeado que le comentaría a sus Jefes de Casa, y esperaba que lo que tramaba fuera llevado a cabo.

Aziid salió de su habitación aún con su copa de dormir: unos pants que los muggles llamaban de "estilo hip hop" entubados color gris, acompañados con una camisa de tirantes color azul cielo. Los cabellos del Tonks estaban más que alborotados, pues acababa de levantarse de un largo, largo sueño. De inmediato se dirigió a la Sala Común, donde seguro que habría alguien y aunque estuviera en pijamas todavía, no le importaba salir así, no le importaba lo que dijeran de él.

Al llegar a la Sala Común vio que se encontraban ahí su abuelo y Jefe de casa, Ishaya, junto con Liza y Alia, otras dos compañeras de Casa del ojiverde. Cuando entró al lugar esperó llamar la atención de los presentes y cuando voltearan a verlo haría una mueca extraña combinada con una risa. Ésas personas le agradaban y ya se habían ganado su confianza, así que dejaría salir su ser interior extravagante y loco.

-¿Qué tal... anciano?- comentó al pasar detrás de su abuelo, él sabría que lo decía en tono de juego, pues le gustaba llevarse así con él. Brandon se dirigió a un sofá que estaba ahí cerca y simplemente se dejó caer como si de un saco de harina se tratara.

-Chicas,- saludó a la par de que con su mano derecha hacía un movimiento como de saludo militar -¿Cómo va todo?-

Al terminar sus palabras el de los alborotados cabellos sacudió su cabeza con la intención de que su melena se acomodara un poco, y así fue. Después de eso estiró los brazos y piernas para esperar qué le decían los demás ahí presentes.

Los demás alumnos siguieron presentando sus recuerdos y experiencias frente a los demás, aunque para Aziid algunos eran absurdos, otros eran buenos y reflejaban mucho acerca de la persona que lo mostraba. El vampiro simplemente miraba silenciosamente a sus compañeros que seguían con seriedad y sin exaltarse ni sorprenderse. A lo largo de toda su vida todo siempre era lo mismo, la chica que se creía muy ruda, la que era muy noble, algún chico por ahí misterioso, entre otros. El de los largos cabellos estaba confundido aún, pero ya todo iba llegando con claridad hasta los más remoto de su mente.

Llegaron nuevamente palabras de parte de ambos profesores, primero las del hombre y ya después seguirían las de la dama. Aquél líder parecía muy comprensivo y tranquilo, no se llega a ese puesto de un día para otro y la experiencia que tenía salía a flote con cada frase que decía Boss. El Ryddleturn se dio cuenta de que compartía muchas ideas y pensamientos con aquél hombre, sentía que toda su vida había estado cegado por algo y que ése hombre fue el que por fin le ayudó a darse cuenta de cómo son en realidad las cosas.

Por otra parte, ahora las palabras que decía la mujer no tenían sentido para él, respetaba que esa fuera su opinión, pero el chico ya no la compartía, ya no más. "Critican a Voldemort, sin embargo siguen sus ideales y ven como si fuera alguna clase de Dios..." se limitó a pensar el vampiro. Se limitó a simplemente asentir con la cabeza cuando la mujer le hablaba para no ser descortés, pues de esa manera se le había educado aunque le pareciera absurdo. Sus pensamientos eran muchos, pero debía callar y no hacer más problema, el ambiente ya se encontraba lo suficientemente tenso como para que cuando él hablara se creara una discusión.

Pero había algo que el chico sí compartía con la mujer, eran verdaderas sus palabras acerca de la venganza. Aquél sentimiento que solo te destruye mientras sientes que debes hacer algo por ti o alguien más, que sólo te llena la cabeza de ideas est****as y no te deja pensar ni razonar bien las cosas, sólo te vuelve loco y sea cual sea la situación... nunca es la mejor opción.

Las siguientes palabras de la profesora impactaron en Brandon, le habían arrebatado algún objeto importante para él... pero, el vampiro no llevaba ningún objeto que fuera así de importante, al menos no se le podía ocurrir en ese momento, no sabía lo que le había sido quitado hasta que... "vuestro querido y hermoso gato". Aquéllas palabras resonaron dentro de la mente del mago y se dio cuenta de que éso era lo que le habían arrebatado y tendría que recuperar fuese cual fuese la situación... no dejaría sólo a Angus.

El vampiro no perdió tiempo y salió corriendo hacia la pared que emitía una brillante luz justo después de que su compañero fuera. Al momento de cruzar aquélla extraña barrera mágica se encontró con un escenario meramente particular, ¿qué se suponía que debía hacer en aquél lugar? Seguro pronto se daría cuenta de aquéllo.

Por lo que le decía su experiencia tras tantos años de vivir y viajar por aquél mundo, se encontraba en una ciudad muy conocida hasta para el mundo mágico: Nueva York. Se encontraba en un callejón bastante oscuro donde la única fuente de luz era una lámpara que se encontraba pegada a la pared a la mitad de la angosta calle donde estaba parado ahora. Ya era de noche pero aún se escuchaba el murmullo de la gente a lo lejos que iba caminando, el ruido de los motores de los carros que circulaban por el tráfico y el sonido de los anuncios y diferentes propagandas de los lugares en aquella enorme ciudad. Pero la realidad del vampiro no era eso que todos se imaginaban, él estaba en un callejón en uno de los barrios a las afueras de la ciudad, esos lugares en donde a los turistas siempre les decían que no fueran y que debían evitar a toda costa. ¿Por qué lo habrían puesto ahí? ¿No se suponía que debía rescatar algo?

Justo en ese instante salió una mujer corriendo de uno de los extremos del callejón, del lado opuesto al que se encontraba Aziid. Conforme la mujer se fue acercando mientras pedía ayuda el vampiro supo reconocer quién era: se trataba de su madre, Ethiane. ¿Por qué estaría ahí? De seguro todo era simplemente una ilusión... Su madre no lo vio ahí, pues estaba detrás de un contenedor de basura grande y no había luz casi. Detrás de ella venían siguiéndola dos hombres que se veían mal intencionados, su madre al parecer no llevaba su varita y no podría hacer nada contra ellos. El vampiro debía actuar rápidamente, pues aunque fuese visión o no, le aterraba la idea y no dejaría que nada le pasara a su madre.

Rápidamente el Ryddleturn salió de donde estaba hacia su madre y se puso delante de ella a la par de que sacaba su varita para apuntar a los hombres que perseguían a la Slytherin.

-¿Qué demonios haces aquí a esta hora?- preguntó el mago con tono serio mientras su madre se encontraba detrás de él, pero no hubo respuesta de su parte.

Cuando los bandidos se fueron acercando se dio cuenta por su olor que eran vampiros y seguramente estaban persiguiendo a Ethiane por ser licántropo. De inmediato reconoció el olor y el rostro de uno de los vampiros, era justamente él el que había convertido a Brandon en uno de ellos. Ambos estaban armados con uno de esos artefactos muggles con los que matan y asesinan a otros muggles, esas pistolas que eran la causa de muerte de muchos inocentes y culpables a la vez.

-¡Váyanse de aquí!- exclamó el de los ojos esmeralda -¡No le harán nada a mi madre!- continuó Aziid mientras seguía apuntando justo en medio de ambos seres.

El callejón era algo angosto así que los vampiros tenían que estar uno ligeramente atrás del otro, pues no daba para que dos personas se pararan una a lado de otra por las paredes tan juntas. Ambos vampiros se burlaron del que protegía a la mujer mitad lobo y lo insultaban mientras sacaban sus armas. En un instante ambos jalaron del gatillo y las balas ya se encontraban en dirección al de los cabellos largos, éste tendría que actuar rápido para impedir que las balas que venían casi completamente juntas no les hicieran daño alguno.

-¡Evanesco!- soltó justo cuando ambos proyectiles se encontraban frente a su varita, afortunadamente su hechizo sirvió e hizo que las balas desaparecieran justo antes de llegar a su objetivo: él.

-Pero si miren nada más lo que tenemos aquí,- comentó el vampiro que era causante de que el mago también lo fuera -un vampiro defendiendo a un hombre lobo... bueno, mujer. Veo que tú también me recuerdas aún.-

-¿Cómo no recordarte?- dijo Brandon en tono burlón -Te quiero agradecer... me has hecho inmortal y soy joven y bello... lástima que ustedes sólo quedaron jóvenes...-

-Desmaius- pronunció el mago justo al terminar sus palabras. De su varita salió un rayo que iluminó el callejón por pocos segundos e impactó de inmediato en el primer vampiro e hizo que éste cayera al piso inconsciente, mientras que el otro simplemente miraba asombrado lo que le había pasado a su compañero.

-Obliviate- dijo ahora apuntando al otro delincuente haciendo que el callejón nuevamente se iluminara por el rayo que salió de la varita del Ryddleturn Slytherin. En menos de un par de segundos el rayo impactó en el blanco, causando que el otro vampiro olvidara por completo lo que estaba pasando e esos momentos. Al ver que llevaba un arma y que se encontraba en un oscuro callejón, aquél ser salió corriendo asustado mientras que el otro seguía ahí inconsciente, pero sin daño alguno.

Aziid se acercó a él y tomó la pistola de su mano y la arrojó a uno de los contenedores de basura que estaban detrás de él, en eso decidió voltearse para ver a su madre y asegurarse de que todo estuviera bien, pero ella ya no estaba ahí... ahora el callejón estaba sólo y todo iba perdiendo forma lentamente, dando lugar a un escenario completamente diferente.

Ahora el de los orbes esmeralda se encontraba en un lugar muy parecido al panteón donde se estaba llevando a cabo la clase. Frente a él había un enorme y bello lago con aguas tan oscuras en donde se reflejaba el sol del ocaso. Justo cuando llegó, en el aire comenzaron a formarse unas letras, de seguro por alguna clase de hechizo. El mensaje decía que un ser muy preciado para él estaba en el fondo del lago y que tendría que rescatarlo en menos de una hora o lo perdería para siempre. Algo fácil, pensó el joven. Pero en eso comenzaron a formarse unas últimas palabras, decían que el agua estaba contaminada y que si se sumergía en ellas perdería la capacidad para mover sus piernas.

Sin duda era una situación difícil la que le ponían, pero estaba completamente seguro de qué era lo que tenían en el fondo del lago: su gato, Angus. Y el Ryddleturn no dejaría que simplemente se lo arrebataran y se quedara por siempre en aquél lago cuya hermosura daba miedo, debía salvar a su fiel acompañante sin importar lo que le sucediera a él.

Con una floritura de su varita apuntándose él mismo en su rostro se fue creando una especie de burbuja que le daría la ventaja de poder respirar aún bajo el agua por el tiempo suficiente como para ir, salvar a Angus, y regresar a salvo. Rápidamente el hijo de la noche se adentró a las oscuras y misteriosas aguas de aquélla formación de agua, tendría que actuar rápido, pues todos los segundos contaban para su pequeño amigo felino.

Pasó alrededor de media hora y el mago por fin logró ver algo que parecía un contenedor, tenía forma esférica y era medio transparente, dentro de él sólo se veía una borrosa mancha color blanco con negro... era Angus. En ese instante el vampiro lo tomó, sabiendo que la maldición que tenía el lago podría hacerle efecto en cualquier instante, no tardó mucho en llegar a la superficie y en eso se puso a nadar hacia la orilla para poder liberar a su amigo de aquélla pequeña prisión en donde se encontraba.

Brandon llegó a la orilla y puso la esfera sobre la tierra, ésta inmediatamente se abrió y de adentro salió el pequeño gato de ojos verdes igual que su dueño. Mientras tanto Aziid dejaba de sentir sus extremidades inferiores poco a poco, pero eso no importaba, sabía a lo que se estaba enfrentando y que ésto no era nada a comparación de lo que tendría que hacer al luchar por los ideales que tenía.

Boca arriba, el vampiro se fue arrastrando con sus codos y manos por la orilla del lago, sabiendo que era inútil tratar de usar sus piernas. Logró arrastrarse unos cuantos metros hasta quedar en un lugar completamente seco mirando hacia el cielo. Era curioso, todo esto, cómo un minuto piensas algo y al siguiente todo puede cambiar. Así el joven se quedó mirando el ocaso, viendo cómo todo cambiaría pronto para convertirse en la noche, cómo todo eso era inesperado y no te dabas cuenta de en qué exacto momento era el cambio... Todo eso era un proceso, así que el cambio no puede ser repentino, desde hacía ya tiempo el vampiro empezó a dudar de sus familias y los lineamientos que éstas le habían inculcado.

Pero ahora no había tiempo para esas cosas, sólo quedaba esperar un poco más. Angus estaba a su derecha y el joven acariciaba su suave y largo pelaje mientras el gato ronroneaba de felicidad al poder ver a su amo nuevamente. En la cabeza del vampiro no había preocupaciones, estaba consciente de lo que había hecho y de las consecuencias que iba a traer el haberlo hecho, pero había muchas opciones y no se daría por vencido, sólo estaba feliz de poder saber por fin quién era... Tal vez en un rato más algún profesor o estudiante lo encontraría ahí tirado en el suelo y lo ayudaría a volver a la clase, pero por ahora no había de qué preocuparse mientras él sintiera que todo estaba bien, y así lo sentía en ese momento...

OFF:

Quiero dejar claro algo para que no se lo tomen a mal. Existe una diferencia entre personaje y persona. Que yo rolee eso que siente mi personaje no significa que yo lo de verdad piense eso. Así que lo que pasa dentro del rol no los debe afectar a ustedes. A mi personaje no le agrada Mónica, está bien. xD Pero eso no significa que a mi no me agrade, a mi me cae muy bien la verdad aunque no la conozca mucho y me gusta cómo rolea. c:

Sólo era para dejar claro eso y que no llegue a haber problemas.

¡Un saludo a todos!