Aziid Black T.

-Demonios...- pronunció Aziid sin expresión alguna al ver que su hechizo había impactado en una de las aves invocadas por su profesor. Era de esperarse que el Knight no se dejaría vencer con sólo hechizos lanzados sin parar, el Ryddleturn tendría que pensar bien sus acciones y encontrar alguna forma de poder atacarlo efectivamente, no podía darse cuenta, tendría que hacerlo rápido y silenciosamente. Entonces el vampiro logró ver con claridad a su oponente que se acercaba hacia él, listo para contraatacar en cualquier momento, por lo que Brandon tendría que actuar rápido.

-¡Silencius!- chilló justo antes de que Heko lanzara su hechizo que, al no ser pronunciado, no se pudo ejecutar, el Odefo simplemente movió su varita, pero nada salió de ella.

-Yo tampoco voy a ser tan fácil...- comentó el de los orbes esmeralda mientras su mirada penetraba en la de su oponente.

En ese instante decidió llevar a cabo su siguiente acción, sería algo confusa para el profesor, pero eso era lo que esperaba. Aunque no era nada seguro, tal vez el hombre de cabellos negros ya había estado en esa situación, tal vez lo que se encontraba a punto de hacer el Ryddleturn Slytherin ya lo había visto cientos, tal vez miles de veces el perteneciente a la Orden. El joven llevó su mano que sostenía la varita a su espalda, con la varita apuntando hacia el suelo, pero sin dejar de ver ni un segundo a su oponente, estando listo por si se le ocurría hacer algo más.

-Serpensortia.- murmuró muy despacio el hijo de la noche, tan bajo que apenas él pudo escucharse decirlo. En el momento en el que dijo el hechizo, de la punta de la varita salió lentamente una serpiente color verde esmeralda de apenas un metro y sesenta centímetros desde la cabeza hasta la cola. La misión de la mamba verde era atacar a su contrincante, de ser posible en la mano con la que sostenía su varita mágica. Pero no actuaría así nada más, la serpiente se deslizaría por la pierna de su amo y después por la nieve, dejando un rastro con curvas en la fina capa que cubría el puente, por la neblina sería difícil saber donde se encontraba el reptil en algún momento, pues son animales sumamente rápidos y sigilosos. La serpiente esperaría el momento adecuado y entonces lanzaría su venenosa mordida hacia la mano de Heko, dejándolo incapaz de lanzar hechizo alguno y no solo eso, sino que el veneno o si era lo suficientemente fuerte podría continuar, pero no por mucho tiempo más.

Apenas salió completamente la serpiente de la varita, Aziid volvió a alzarla frente a él, esperando que su ataque diera buenos resultados, brindándole cierta ventaja sobre su profesor. Así simplemente esperó muy atento a ver que sucedía a continuación, tal vez si el profesor era lo suficientemente bueno observando y sintiendo a su alrededor podría evitar la mordida venenosa del reptil.

-¡Protego!- resonó por el lugar, al momento que el vampiro ojiverde hacía un movimiento con su varita para cubrirse del hechizo que lanzó la profesora hacia él. El escudo mágico absorbió el hechizo en un instante y desapareció por completo, dándole la oportunidad a Aziid para atacar.

Ya estaba cansado, solo esperaba que la clase pudiera acabar por fin, pues era demasiado aburrida. Sin dudas, si hubiera tenido más compañeros hubiera sido mucho más amena y fácil de llevar a cabo, pero al parecer todos perdieron el interés, o simplemente no quisieron pasarse por ahí. Pero lo importante era que él, a final de cuentas, sí iba a poder aprobar y estaría ya a un paso menos de graduarse y cumplir su sueño de unirse a las filas de los Magos Tenebrosos.

El joven aprovechó para acercarse rápidamente un poco a la maestra -a unos tres metros de distancia- para poder lanzarle al parecer el último hechizo, pues la clase estaba a punto de terminar, y el Ryddleturn no creía que el duelo siguiera sólo con él. Y la otra chica casi no participaba, todo se hacía cada vez más aburrido, ya no había esa intensidad con la que se llevaban a cabo las clases en la Academia de Magia y Hechizería, y no sólo en la clase de Duelo Básico, también en todas las demás en las que estaba inscrito el joven de los cabellos alborotados.

-Incendio- comentó el joven con voz cansada al hacer un elegante movimiento con su varita mágica. De la punta de la varita salió una pequeña y fugaz llamarada, no era para hacerle daño a la profesora, simplemente para darle un poco de diversión a la clase. Si lograba impactar con ella, al menos sus vestimentas comenzarían a incendiarse, pero ella era muy astuta y sin dudas no dejaría que una acción así de simple la dejara en ridículo frente a esas personas.

Era una fría mañana en la ciudad de Londres, la ciudad de la niebla. Un fuerte y gélido viento corría por la ciudad de lado a lado, invadiendo todas las calles, todas las esquinas, todos los lugares; no había ningún lugar que pudiera salvarse. Estaba a punto de terminar el otoño y los árboles ya estaban secos casi por completo, la ciudad se encontraba cubierta por una muy fina capa de nieve, había nevado el día anterior y por la temperatura el hielo seguía ahí; la mayoría de las chimeneas estaba humeando, mientras las familias se encontraban dentro de sus casas, resguardándose del frío.

Mientras todos los demás estaban en el calor de su hogar, con su familia, disfrutando de una taza de café o chocolate caliente, Aziid caminaba por las frías calles. El vampiro llevaba puesto un abrigo estilo militar color gris que le llegaba a unos pocos centímetros arriba de las rodillas acompañado por una bufanda negra para cubrir su cuello y su pecho de la nieve; llevaba también unos pantalones de mezclilla oscuros entubados con unas botas grises de piel. Cada paso que daba dejaba una huella de las suelas de sus botas en la nieve. Iba caminando a paso rápido por la calle en dirección hacia el Big Ben, el más grande símbolo de Londres, para los muggles, claro.

Cuando llegó al emblemático reloj miró hacia su derecha por el puente que cruzaba el río, comenzó a ahora en esa dirección, no había ningún carro ni personas por toda la ciudad; parecía que sólo era habitada por fantasmas. Al caminar era difícil ver más allá de cinco metros frente a ti por la espesa niebla de la ciudad, no había lugar para el Sol aquél día. El Ryddleturn Slytherin tomó su varita del bolsillo y la alzó al momento de ver a su oponente a unos siete metros de él, o al menos su silueta, pero no había duda de que era él.... Todas las familias estaban dentro de sus casas y en la calle solo había lugar para los dos magos que lucharían .

-Con que ya estás aquí, ¿eh?- exclamó el joven de los largos cabellos oscuros hacia su oponente, estaba ansioso por comenzar. Fue justo entonces cuando el reloj apuntó las 12:00 p.m., y el joven decidió que no perdería más tiempo, ojalá y su oponente estuviera listo, o si no lo tomaría por sorpresa.

-¡Petrificus totalus!- exclamó el hijo de la noche al hacer un elegante movimiento con su varita de sicomoro. De la punta de ésta salió un rayo de una especie de azul claro muy brilloso que viajaría hasta su oponente e impactaría en su pecho dejándolo completamente inmóvil por un tiempo, tiempo que Brandon aprovecharía para hacer algúna otra cosa y acabar con él más rápido.

A causa de la neblina y el resplandor de los hechizos, sería difícil para ambos defenderse con precisión por el efecto que causa la luz al viajar por la niebla, hace que se disperse y no se logre distinguir bien la ubicación exacta del hechizo, por lo que el vampiro y el Odefo tendrían que tener sumo cuidado con los ataques que se usarían en su contra y saber defenderse a tiempo.

Cerca... tan cerca... el vampiro estuvo tan cerca de alcanzar su varita, pero su incrementada velocidad no impidió que le impactara el ataque de su contrincante. El mago recibió el golpe del rayo e inmediatamente cayó dormido, su mano quedó justamente sobre su varita, aplastándola contra el verde césped que crecía en ese lugar. Todo fue oscuro por unos segundos, tal vez minutos, horas, quién sabe... pero la verdad no pasó tanto tiempo. En lo que Aziid volvía a ser consciente Mía se dirigía por su varita de nuevo, lo que le dio tiempo al Ryddleturn para despertarse, muy apenas pudo lograrlo y escuchó muy distante una palabra que fue pronunciada por la profesora... Sectu...

-¡Protego!- gritó el vampiro con desesperación al hacer un brusco movimiento ahora con su varita en mano.

De la punta de su varita de sicomoro salió una especie de escudo casi transparente pero que si te tomabas la molestia de mirar y analizarlo, se lograba ver un poco por una especie de movimiento ondular que provocaba. No pasó ni siquiera un segundo y el rayo que lanzó la maestra impactó sobre el escudo formado por el Slytherin, éste absorbió el hechizo y se desvaneció una vez su propósito había sido completado.

Después de esto el joven se levantó con unos pequeños raspones en el rostro por la caída en seco contra el suelo. Miró fijamente a su profesora con la varita alzada por si se atrevía a atacar nuevamente, al parecer nadie más estaba haciendo nada, solo estaba él y la mujer que alguna vez fue su madre en una pequeña demostración de un duelo.

Había sido un largo día para el vampiro de ojos verdes, tareas en conjunto con tener que soportar a ciertos maestros, clases aburridas, etc. En fin, un día normal de un estudiante que está a poco tiempo de graduarse. Aziid no quería ir al castillo Slytherin, pues de verdad le daba pereza tener que viajar para aya e ir a su cuarto de siempre, comer como siempre, bañarse como siempre, y finalmente ir a dormir como siempre a la cama de siempre en la habitación de siempre. ¡Siempre, siempre siempre! Todo era lo mismo siempre; y como no sabía que ocurría con el castillo Ryddleturn desde el "ataque" de los Odefos, lo mejor sería no ir tan pronto.

Entonces el joven de los largos cabellos oscuros decidió dirigirse a su antigua y actual casa de la Academia, aquella famosa casa que está justo debajo del lago que todos conocen, la casa de las criaturas de mar: Los Tritones de Río Wye. Hacía ya bastante tiempo que no se daba la vuelta por ahí, sería bueno llegar a su habitación y relajarse, tal vez platicar con alguien un rato y mirar el relajante fondo del lago a través del techo de la sala común para después ir a su habitación y dormir tranquilamente después de un agotador día de trabajo.

Llegó a la entrada en cuestión de minutos y se encontró nuevamente frente a la imponente estatua del Rey Tritón, el que una vez estuvo a punto de quitarle la vida al vampiro, el que lo amenazó que si se atrevía a abrir los ojos y verlo iba a matarlo, tal vez así se veía de verdad; la voz era igual de poderosa.

-Demonios... olvidé la frase.- gruñó el Ryddleturn Slytherin al escuchar la orden de la estatua, ésta rápidamente alzó su tridente apuntando hacia el mago, lo que hizo que Brandon diera un pequeño paso hacia atrás.

-Sin contraseña no hay acceso.- contestó la estatua con una voz firme y segura que retumbó por todo el lugar.

-Ehmm... era algo así como polvo... no, no, no. ¡Agua! No, ¿verdad? Tal vez tritones... no, demasiado obvio.-

Así se la pasó el joven por al menos cinco minutos, tratando de adivinar cuáles eran las palabras secretas que le permitirían el acceso a su casa de la Academia. Por unos momentos pensó que sería mejor idea ir al castillo Slytherin y volver al día siguiente con ayuda de su elfo, Gask. Pero siguió intentando hasta que dijo una palabra que hizo que la estatua se calmara un poco y entonces recordó la contraseña.

-¡Estrellas! ¡Eso era! Estrellas del río...- comentó Aziid con cierto tono de cansancio y al mismo tiempo una pizca de triunfo.

La estatua abrió paso para que el joven pudiera entrar a la sala común de la casa bajo el lago. Una vez adentro, los orbes esmeralda del mago inmediatamente se posaron sobre uno de los grandes sofás que se encontraban justo debajo de donde se podía ver el fondo del lago a través del techo. Rápidamente fue a tomar asiento ahí y se quedó mirando hacia arriba, la tranquilidad del agua y los peces era increíble, lo que causó que rápidamente el hijo de la luna se quedara dormido, pero no faltaría el típico alumno que entrara haciendo ruido y lo despertara.

Poniéndose de pie, el Ryddleturn Slytherin escuchó atentamente y con entusiasmo las palabras de sus profesores. Todo lo que había estado esperando el vampiro estaría a punto de suceder, justo ahí él se enfrentaría contra uno de los maestros, y algo le decía que iba a ser contra la Black Lestrange. El joven sacó su varita y esperó a todas las indicaciones de las autoridades en la clase, una vez terminadas vio que, en efecto, tendría que "luchar" contra la mujer que alguna vez cumplió el rol de su madre. Aziid bajó su varita e hizo una reverencia; preparándose para comenzar alzó su varita en espera de cualquier hechizo que la mortífaga le lanzara.

Anticipar y poder reaccionar a tiempo a cualquier hechizo era fácil para Brandon, ya que al ser vampiro sus sentidos se agudizaban al igual que sus reflejos, el más mínimo movimiento en su entorno podía captarlo y analizarlo rápidamente. Para su sorpresa él no fue al que atacaron primero, Mía se encargó antes de la otra chica que quedaba, pero sabía que una vez terminara con ella lo atacaría sin piedad a él.

Una vez hecha la reverencia de la maestra el joven la hizo nuevamente y se preparó, sabía que ella atacaría primero. Al escuchar las palabras que salieron de la boca de la Black Lestrange supo que debía hacer, más no estaba muy seguro. Si se protegía podía lanzar otro hechizo y él tendría que protegerse nuevamente, pero si lanzaba el mismo hechizo que ella... sí, tal vez eso funcionaría mejor, así ambos impactarían y ella no tendría oportunidad de lanzar uno nuevo.

-¡Expelliarmus!- repitió el de los orbes esmeralda poco más de un segundo después de que lo hiciera la profesora. Si el hechizo impactaba sacaría volando la varita de la bruja al menos a dos metros de distancia de ella, el problema era que el mismo hechizo venía contra él y justo antes de que se lo imaginara, su varita salió volando por los aires no muy lejos de él.

El vampiro corrió hacia su varita usando su incrementada velocidad por su condición. Una vez con varita en mano se preparó nuevamente para cualquier ataque que le lanzara nuevamente la profesora, el duelo se estaba poniendo interesante y por fin le empezaba a gustar su experiencia en la clase, aunque le hubiese gustado que toda la clase fuese así... ya se encontraría con Duelo Avanzado.

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Tal vez no lo apliqué bien, pero según yo funciona así:

Mía lanza su Expelliarmus y justo en eso yo lanzo uno también. Así que los dos impactarían casi al mismo tiempo, lo que impide que salga el Desmaius de la profesora porque tiene que ir a recoger su varita al igual que mi personaje.

El vampiro de ojos verdes había cambiado de estado de ánimo, dejó atrás su enojo y se calmó, tal vez si se había pasado con la otra chica, pero no le hubiese hecho daño alguno, sólo el último hechizo le hubiera dejado irritación e hinchazón, pero no era para tanto. El Ryddleturn ahora se encontraba rondando por donde estaban los demás alumnos -los cuales no eran muchos- y observando cómo se la pasaban escribiendo todo como locos, ¿de qué les serviría escribir todo? Si el truco no es memorizarlo, sino aprenderlo y saber aplicarlo.

Cuando Aziid escuchó hablar a su profesor se detuvo y sonrió un poco, no cabía duda de que se refería al chico extraño y a él, lo que le causó un poco de gracia. Al parecer ellos dos eran los únicos estudiantes que sobresalían del grupo, a ellos no les importaba la clase, sin embargo parecían los más aptos para aprobarla, algo extraño, pero muy probablemente cierto. Recordó nuevamente la expresión de su compañera cuando comenzó a lanzarle hechizos y soltó una leve carcajada, pero después dirigió nuevamente su atención al maestro.

- Bien, esto ya se pondrá interesante... O al menos eso espero. - anunció el de los largos cabellos en tono divertido.

Rápidamente Brandon corrió a una de las dos rocas que se encontraban cerca de donde se llevaría a cabo el duelo, gracias a su incrementada velocidad por ser un hijo de la noche fue el primero en llegar, así que tenía el mejor asiento para presenciar el mini-duelo entre el mago y la bruja. Sólo esperaba que esto si fuera de verdad y no salieran con cosas como el perro lamiendo a la bruja.

- Por favor, no más caninos. - dijo Aziid en tono burlón y se acomodó para presenciar el duelo entre sus maestros.

Todo pasó muy rápido, lo que fue algo decepcionante para el joven Slytherin, pero algo era algo. Ya estaba satisfecho, pues por fin presenció un "duelo" en su clase de "duelo". Al terminar escuchó a su profesor decir algo de una tarea, a lo que contestó con una simple risa en tono burlón alejándose nuevamente de todos sus compañeros. ¿Entregar tarea? ¡Ja! Él no tenía que hacer eso para aprender.

¿Enserio?, ¿Nadie va a postear en el Bosque Prohibido?, ¡¿Sólo yo!? La verdad no me importa, bien puedo hacer mis seis posteos yo solo con las maestras, no son realmente necesarios para poder. Pero, ¡vamos!, por algo se inscribieron. Y no digan que no tienen tiempo, porque los he visto en el chat ya varias veces conectados. Que pena que me haya tocado una clase así, las maestras no tienen la culpa ni la clase, sé que las clases de rol son divertias -al menos para mí-, y si no van a estar dispuestos a continuar tan siquiera tengan la decencia de avisarnos a los demás. Toda una semana estuvo el tema sin que le hicieran caso, yo estuve ocupado y aún así contesté en un rato libre que tuve, así que no vengan con excusas y si no van a seguir, díganlo de una vez.

Ya hablé con las maestras y, como había dicho, no son realmente necesarios para esto, tal vez sea un poco más tedioso para mí y más aburrido, pero bien puedo ser el único estudiante y pasar la clase. Así que ustedes deciden.

Aziid notó que todos lo miraban algo extraño, ¿qué estaba haciendo mal? El vampiro no había entendido y por accidente comprendió que los estudiantes debían hacer una demostración como la de los profesores, cosa que no era así. Pero no había pasado nada, aparte el vampiro ya le había avisado a la chica y nadie correría peligro. De todas formas el vampiro se retiró con disgusto de la escena y regresó a donde todos estaban.

-Deben estar bromeando si a esto le llaman clase de duelo... ¿Cómo quieren que aprendamos si lo único que hacemos es escribir sus est****as notas?- murmuraba Brandon al alejarse, el Ryddleturn estaba molesto por lo que había pasado, notó a un alumno algo extraño que hacía un movimiento con su varita y de ésta salía una luz no muy brillante. El joven posó sus verdes orbes sobre el extraño alumno y se le acercó pero no se detuvo en ningún momento.

-Cuidado con eso, o te van a quitar tu varita por hacer cualquier hechizo...- le comentó en tono burlón y se alejó lo más que pudiera del resto de la clase, no le importaba si pasaba o no, él creía que ya sabía lo suficiente de duelos y todas esas cosas de teoría que a nadie le interesan en lo absoluto, tal vez bastaría con su presencia para aprobar la clase, pues a decir verdad, no se veía que hicieran mucho los alumnos de ahí. El joven se sentó en una pieza de mármol dañada en forma de... en forma de piedra; ahí espero hasta que los profesores volvieran a decir algo interesante, sacó su varita y comenzó a tararear en voz baja mientras movía su instrumento mágico al ritmo de la canción.

El vampiro no prestó mucha atención a las presentaciones de sus compañeros, pues a decir verdad, no le importaban mucho las personas ahí presentas y prefería mirar el lento paso de las nubes en el cielo, cómo iban perdiendo o adquiriendo nuevas formas, dependiendo del punto de vista de cada quién. Fue hasta que sus maestros comenzaron a hablar nuevamente cuando el joven de los orbes esmeralda puso de regreso su atención en la clase. Se dio cuenta de que estaban haciendo un duelo demostrativo, algo aburrido, pero con cierta gracia. Se notaba tanta diferencia entre el estilo de duelo de la bruja y el mago, él era más alegre y... se podría decir que bueno; ella era más seca y se notaba en su expresión de disgusto cuando el canino comenzó a lamerla.

Los ojos de Aziid brillaron al saber que tendrían que hacer ahora ellos una presentación de duelo. El Ryddleturn Slytherin tomó su varita de su bolsillo, su más reciente adquisición. En seguida se puso a buscar algún lugar plano, pero no lo encontró, había escombros y grandes piedras por todos lados, así tendría que ser el duelo.

Rápidamente Brandon se puso frente a su contrincante, la chica de los orbes color miel, hizo la reverencia que siempre se debe hacer antes de un duelo y se dispuso a comenzar, no le haría daño a la chica, claro, ella también tendría que saber defenderse bien de lo que haría, lo cual no era nada grave.

-Avis- dijo tranquilamente el mago antes de que su contrincante pudiera hacer algo, de la punta de su varita salieron doce pequeños pajaritos color verde esmeralda, de la misma tonalidad que los ojos del vampiro. Las aves comenzaron a volar elegantemente rodeando a Brandon, su misión era proteger al mago de cualquier tipo de hechizo que fuera contra él.

Una vez todos los pájaros estuvieran listos el joven de los largos cabellos negros alzó nuevamente su varita, -¡Engorgio!- exclamó, de su varita salió un brillante rayo que al impactar contra uno de las aves hizo que ésta creciera descontroladamente hasta quedar casi tres veces tu tamaño original. -Genial, ahora sí verá...- se dijo a sí mismo antes de lanzar otro encantamiento.

-Y ahora... Oppugno.- musitó alegremente Aziid mientras hacía un rápido movimiento con su varita, entonces las once aves y el ave agrandada se fueron directo contra Hani, pero justo antes de impactar directamente en su pecho, todas las aves giraron rápidamente y volaron verticalmente hacia arriba, justo en el lugar donde se encontraba la bruja. Nunca se esperaría lo que el mago tenía planeado, así que sería difícil esquivar o defenderse de su próximo ataque.

Sin esperar un segundo más el ojiverde susurró, -Descendo- en ese momento la docena de pájaros descendió rápidamente pero no impactarían con Hani, tan sólo era para darle un susto, todas las aves pasaron a pocos centímetros de ella y al impactar en el suelo desaparecían mágicamente, dejando tan solo unas cuantas plumas como rastro de que alguna vez existieron.

Por último el joven hizo un elegante movimiento con su varita sin abrir la boca ni emitir sonido alguno. De su varita salió un rayo blanco que impactaría directamente contra el rostro de su contrincante, era un Embrujo Punzante, si impactaba, la cara de la chica no tardaría en hincharse y darle picazón, era solo para divertirse y hacer que los efectos parecidos a una alergia golpearan a la de los ojos miel. Después de todo, la clase no estaba siendo tan aburrida como había esperado que fuera.

---OFF---

Sé que es algo tedioso leer y tratar de comprender el rol con tantas acciones... Ahora veo por qué se permiten solo dos por turno...

Hola a todos, aquí está la ficha del personaje que estaré usando para esta clase.

Bien, es un poco extrema la historia, pero me agradó y fue lo que se me ocurrió. Ahora hablemos de mí.

Me llamo Brandon y tengo 16 años, estoy por terminar mi segundo semestre en preparatoria y me encanta la literatura, la fotografía y la música. Soy amigable y muy ocurrente, me gusta ayudar a las personas en todo lo que pueda-una de las razones por las que quiero estudiar medicina- y salir con mis amigos. En verdad no me importa lo que la gente diga de mí y me he vuelto algo "apartado" de la sociedad porque me aburre que todas las personas solo juzguen a los demás por razones demasiado tontas. No sé que más escribir sobre mi, si quieren hablar conmigo pueden encontrarme en el chat por las noches y un rato en la mañana, espero poder llevarme bien con todos y si en el rol mi personaje los ataca y los quiere matar de la nada, no se enojen con él... porfavor. C:

Daba inicio un nuevo día, el sol iluminaba los jardines del castillo Slytherin, en donde se encontraba Aziid aún disfrutando de su sueño. Su elfina -Quinn- se había encargado de abrir todas las cortinas de la habitación del vampiro para que éste se despertara a tiempo para poder llegar a su clase en la Academia de Magia y Hechicería. El pálido rostro del Ryddleturn Slytherin era iluminado por los rayos del sol que entraban por la puerta de cristal de su balcón; el sol le ardía en la cara después de darle directo por tanto tiempo, lo que causó que el mago se levantara con un humor algo pesado, pero eso se iría con un baño de agua caliente.

El vampiro cerró las cortinas al levantarse de su cama y mientras se tallaba los ojos se dirigió al baño en su habitación, abrió la llave y la bañera de mármol comenzó a llenarse de agua rápidamente. Aziid se desvistió y entró a la bañera lentamente; el baño rápidamente quedó completamente lleno de vapor ya que no había ninguna ventana abierta ni lugar por el que pudiera escapar el vapor de agua, eso relajaba mucho al vampiro, limpiaba sus poros y hacía que se pusiera de buen humor.

Al salir del baño parecía un hombre completamente nuevo, su oscuro cabello brillaba como si fuese la misma noche iluminada por los rayos de la luna y las estrellas, su piel se veía mucho más suave y limpia; llevaba puestos unos pantalones de mezclilla deslavados muy entubados, pero aún así le daban una increíble movilidad, zapatillas de tela color verdes con las cintas bien abrochadas, una camiseta azul con un escote de tamaño medio que mostraba parte de su pecho y sobre él llevaba una ligera chaqueta color gris, sólo para cubrirse del viento un poco.

El joven de los cabellos largos se dirigió a la cocina del castillo, donde lo esperaba su elfina con su desayuno y una pequeña bolsa con un líquido espeso color carmesí en ella, las pupilas del vampiro se dilataron al ver el preciado líquido rojo que en pocos momentos disfrutaría. Rápidamente se sentó en la mesa y devoró casi sin masticar todo su desayuno y al final con cuidado clavó sus afilados caninos en la bolsa, en la cual se hicieron un par de hoyos por los cuales comenzó a escurrir la sangre que era cuidadosamente escogida de los animales, sin duda alguna el Ryddleturn siempre bebía sangre de pura calidad. Una vez hubo terminado su desayuno le llamó a Quinn, la pequeña criatura rápidamente apareció a un lado de la silla de Brandon y extendió su mano, él la tomo y entonces ambos desaparecieron del Castillo.

Ahora se encontraba justo en las afueras de la Academia, la recordaba con tanta... ¿Alegría? No...No sabía bien cuál era el sentimiento, simplemente se sentía bien, pero a la vez le aburría tener que volver a tomar nuevamente la clase que dejó a medias al irse repentinamente a su "viaje". La elfina desapareció rápidamente, algo le pasaba, pero el joven la ignoró y emprendió su camino por el jardín de la Academia, a lo lejos divisó el lago, tal vez una vez terminada la clase podría pasar a su casa de la academia, Los Tritones, y saludar a sus antiguos compañeros y todo eso que suelen hacer las personas después de mucho tiempo de no ver a alguien.

Los orbes esmeraldas del vampiro inspeccionaban detenidamente cada una de las puertas en un pasillo de la Academia por el cual se encontraba vagando. "Generales", "Bando y Perfil", "R. Avanzado", "R. Básico", "D. Avanzado" y al final estaba a donde él se dirigía... "Duelo Básico XLVI".

-Hola, ¿qué tal soy...- al entrar, el vampiro vio que el salón estaba vacío, pero observó que cada pupitre tenía una pequeña rama de olivo en él, sin duda eran trasladores. Brandon no perdió el tiempo y rápidamente se dirigió al primer traslador que vio y todo comenzó a moverse a su alrededor, se encontraba en el centro de un remolino de colores y figuras trastornadas; lo bueno era que ahora el de los verdes orbes estaba acostumbrado a este tipo de viajes, por lo que ya no se le revolvía el estómago y al aparecer en su destino parecía que iba planeando hasta tocar suavemente el piso.

Al llegar, el joven supo en seguida dónde se encontraba... Grecia. Había estado una o dos ocasiones en el país de los Helenos, un hermoso lugar sin duda alguna, y con una asombrosa historia llena de personajes mitológicos que la mayoría de los muggles decía que no existían, pero se equivocaban. A lo lejos logró ver a una dama sentada en los escalones de la Acrópolis. Lentamente el vampiro se acercó a ella con las manos en sus bolsillos, sus cabellos se movían con el viento y le estorbaban en la cara, al parecer era el primero de los alumnos en llegar, lo que era bueno ya que daba una buena impresión a sus profesores.

Aziid de inmediato reconoció a la mujer, era Mía. La que alguna vez fue parte de los Ryddleturn y por una u otra razón ya no lo era, la mujer que alguna vez había sido como su madre. Era extraño verla después de tanto tiempo sin ser sobre la Black Lestrange, pero el joven venía por su clase, no para un reencuentro familiar, así que se limitó a saludar a la bruja y el mago y esperar a que los otros alumnos llegaran.

Una vez todos llegaron y los profesores hablaron, el vampiro decidió que él sería el primero en hablar, de una vez por todas terminaría con el silencio entre el grupo de estudiantes. Sin moverse de donde estaba y con las manos aún en sus bolsillos aclaró su garganta para llamar la atención de todos los demás. - Soy Brandon Ryddleturn Slytherin, pero todos me llaman Aziid, no pregunten por qué.- comenzó a decir mientras sus orbes esmeralda pasaban por todos los presentes, examinándolos cuidadosamente, ningún rostro le era conocido. -Solo espero poder aprobar esta clase y que mis profesores no sean como los de la vez pasada... Sé que no lo serán. Y en cuanto a los duelos... bueno, a diferencia de muchos, yo no pienso que los duelos sean simplemente pelear contra tu oponente hasta dejarlo sin varita o matarlo, piensen como las personas civilizadas que se supone son. Esto es todo un arte, desde la postura que se debe tener, seguir las reglas para un buen enfrentamiento, los movimientos que hace el mago o la bruja con su varita y la forma correcta de pronunciar un hechizo... es como la literatura, la pintura, etc. Se debe practicar para lograr ser mejor y yo pienso que debería entrar en la clasificación de arte, pues tiene todos los puntos necesarios para ser considerado uno.- al terminar no se molestó en mirar a los demás, escuchó a algunas personas que murmuraban y algunos que hasta se burlaban de él, pero no le importó, si nunca antes le había importado, ¿por qué empezar ahora? Así el joven simplemente se quedó callado cediendo la palabra a alguno de los otros estudiantes ahí presentes.

-----OFF-----

Edito el mensaje porque olvidé poner mi presentación Off-Rol, lo siento. Jejeje.

Bueno, me llamo Brandon, al igual que mi personaje. Aziid es algo extraño, depende de con quién esté se comporta seco o es muy extrovertido, se trata de ganarse su confianza y demostrárle que vale la pena hablar o compartir cosas con otra persona.

Ahora hablemos de mí. Tengo 16 años y soy de México, curso preparatoria, siempre se me ocurren cosas raras y me gusta hacer reír a las demás personas. Disfruto mucho la literatura, me gustan cualquier tipo de libros, desde Borges, Cortázar, Lope de Vega y Calderón de la Barca, hasta J.K. Rowling, Stephen King, John Green, Cassandra Clare, etc. También me gusta escribir, por eso estoy en el foro; otra de mis pasiones es la fotografía, pero es solo como un hobbie. Ya no sé que más decir de mí, soy amigable, no tengan miedo a hablarme, jajaja.

Se cayó el link de la foto que puse al principio de la ficha. No sé si será mucha molestia solo agregarlo al inicio.

http://i43.tinypic.com/5xifth.png

Espero y no haya problema, si lo hay, háganmelo saber. Un saludo.

http://img12.imageshack.us/img12/6271/aziidryddleturns.png

 

 

Datos Personales:

 

Nombre del Personaje: Brandon "Aziid" Ryddleturn Slytherin.

 

Sexo: Masculino.

 

Edad: Viejo (alrededor de 80), pero aparenta 24 años.

 

Nacionalidad: Irlandesa.

 

Familia(s):

* Ryddleturn

* Slytherin

 

Padre(s) Sanguíneo:

*Ethiane Slytherin B.L.

*Lyra Katara Ryddleturn.

 

Padre(s) Adoptivos:

 

Trabajo:

--

 

Poderes Mágicos:

 

Rango Social: Aprendiz.

 

Bando: Neutral.

 

Rango dentro del Bando: --

 

Nivel de Poder Mágico:

 

Puntos de poder en objetos: Los asignarán los moderadores

Hechizos adicionales: Los pondrán los moderadores

 

Puntos de poder en criaturas: 10

Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores

(caso de que sí especificar cuáles)

 

Habilidades Mágicas:

* Habilidad 1 --

* Habilidad 2 --

* Habilidad 3 --

 

 

Conocimientos Especiales:

* Conocimiento 1 --

* Conocimiento 2 --

* Conocimiento 3 --

 

 

 

Perfil del Personaje:

 

Raza: Vampiro.

 

Aspecto Físico:

Aziid es un joven alto y delgado, con poca musculatura, mide unos 1.85 metros, y pesa alrededor de 65 kg. Su cabello es negro brilloso y ondulado, lo lleva largo, hasta los hombros. Sus ojos son de una tonalidad verde clara, dependiendo del color de ropa que lleve y la luz se puede llegar a confundir con un color verde azulado. Con piel blanca y suave y poco bello en el cuerpo.

 

La mayor parte del tiempo viste pantalones o shorts de mezclilla bastante pegados a sus largas y delgadas piernas junto con zapatillas casi siempre de tela, bastante cómodas. Acompañando esto con camisas de cuadros, de tirantes, so simplemente camisetas (por lo general de cuello "V"). Es muy friolento, por lo que casi siempre usa chaquetas o sudaderas y gorro, éste ultimo también para esconder su desacomodado cabello algunas veces.

 

Cualidades Psicológicas:

Siempre fue un niño hiperactivo y extrovertido. Tiene cierto desprecio hacia la sociedad, y no le importa lo que las personas digan o piensen de él. Tiene una mentalidad muy abierta y algo alocada. Siempre fue un estudiante de notas altas en la escuela, sus padres adoptivos le inculcaron muchos valores y el hábito del estudio. Le gusta leer mucho, desde muy pequeño comenzó a hacerlo y tiene una muy buena memoria. Por lo general es bastante noble con sus amigos. Tiene mucha facilidad para conocer gente, pues no es penoso y es muy espontáneo. Casi siempre se le ve con una sonrisa en su rostro.

 

En verdad es muy calmado, aunque dependiendo de la situación puede llegar a ser muy agresivo a pesar de su apariencia. No le importa mucho su apariencia, pues casi siempre está despeinado o con la camisa con los botones abiertos, etc. Y come demasiado a pesar de ser tan delgado.

 

Historia:

Aziid vivió con una familia muggle hasta sus 10 años de vida, en Irlanda en 1930 mas o menos. Nunca fue un niño que tuviera muchos amigos, o más bien ninguno pero siempre fue alegre y extrovertido y sacaba buenas notas en su escuela muggle. Sus padres eran unos doctores muy adinerados, por lo que el niño desde pequeño estaba a costumbrado a tenerlo todo, aún así nunca fue creído o arrogante.

 

Un día llegó una carta a la familia, una carta de una tal escuela llamada Hogwarts. ¿Magia y Hechicería? No era posible, pero sus padres no parecían tan sorprendidos. Le contaron que en realidad no eran sus padres, que nadie nunca supo que pasó con los verdaderos pero que ambos eran magos. Ellos lo habían adoptado para cuidarlo hasta que llegara este momento en el que tendría que asistir a la mejor escuela de Magia que existía en el mundo: Hogwatrs. Así que después de eso el pequeño hizo sus maletas y preparó todo para ir a Hogwarts, un sujeto fue a ayudarle con todo y darle indicaciones y acompañarlo a comprar lo que necesitaría.

 

Al llegar a Hogwatrs Brandon quedó completamente sorprendido, todo este mundo lleno de magia no era nada común para él, pero estaba listo para lo que fuera, pero no se esperaba lo que iba a pasar. Inmediatamente fue seleccionado en la casa de Slytherin, a la que siempre fue y será fiel. Durante los años que estuvo en el colegio pudo conocer a Tom Marvolo Riddle, pero era menor que él. El joven que pronto se convertiría en vampiro siempre fue un excelente alumno en Hogwarts, hasta que salió graduado con honores de la magnífica casa de Slytherin.

 

Dos años después de salir del instituto fue mordido por un Vampiro, pero no murió. Se transformó. Desde ese día el joven ha tenido la misma apariencia, por lo que parece que tiene 19 años pero en realidad tiene alrededor de 80. Estuvo muchos años sin quehacer, demasiados. Simplemente vagando y viajando por el mundo conociendo muchos países y visitando lugares.

 

En todo ese tiempo todos sus familiares muggles habían muerto y nunca había tenido muchos amigos, y los que hizo en Hogwatrs ya eran viejos o estaban muertos también. Encontró un día a Mía Black Lestrange, que lo adoptó como su hijo en una de las mejores familias: Los Ryddleturn. El joven vampiro juró que siempre sería fiel a esa majestuosa familia que le había dado una oportunidad, cosa que nadie había hecho antes. Conoció a Eliah Ryddleturn, hermana de Mía. Era como su tía favorita y se dio cuenta de que él también era un Slytherin. Ambas magníficas familias a las que Aziid siempre sería fiel.

 

Al joven siempre le habían interesado las artes oscuras y el asunto de los Mortífagos y seguidores de Lord Voldemort. Y aunque éste ya estaba muerta el joven quería pertenecer a el temido grupo de hombres y mujeres que una vez habían aterrorizado a todo el mundo mágico. Y con tantos Mortífagos en ambas familias a las que pertenecía su objetivo estaba cada vez más cerca de poder lograrse.

 

Pertenencias:

 

Objeto Mágico Legendario:

Válido sólo para Orden de Merlín.

 

Objetos Mágicos:

 

Objeto 1: Varita Mágica. 30 cm hecha de Madera de Sicomoro con centro de Fibra de Corazón de Dragón.

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

 

Mascotas y Criaturas:

Criatura 1: Gato - Angus

Clasificación: X -no mágicas-

Puntos de poder: 10

 

Criaturas en la Reserva:

Criatura 1: Descripción

Clasificación: Categoría que le corresponde

Puntos de poder: Puntos que le corresponden

 

En este apartado se especificarán las criaturas propiedad del personaje que no sean controlables por el mismo, por no tener el rango social correspondiente.

Inicialmente, no puedes tener criaturas en este apartado. Todas las criaturas se adquieren en la tienda.

 

Elfos:

* Elfo 1: Gask

* Elfo 2: Quinn

 

 

Licencias, Tasas, Registros:

 

Licencia de Aparición: Se obtiene haciendo el examen en el Ministerio

 

Licencia de Vuelo de Escoba: Se obtiene haciendo el examen en el Ministerio

 

Registro de Raza: Vampiro

Registro de Elfos: Gask y Quinn

Registro de XXX:

 

 

Otros Datos:

 

Otros datos:

-Le gusta mucho la música.

-Tiene el brazo izquierdo tatuado.

-Tiene un tatuaje en el pecho que dice "Before you, I serve nothing"

-Visitó y estuvo un tiempo en Durmstrang, ahí comenzó su interés por las artes oscuras.

 

 

Cronología de cargos:

Caso de que quieran detallarse cargos rolísticos del personaje.

 

Premios y reconocimientos:

Caso de que quieran detallarse premios y reconocimientos al personaje.

 

Links de Interés Referentes al Personaje:

 

Link al Perfil de Comprador MM: --

Link a Bóveda Personal: Bóveda 98861

Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX

Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX

Link a Bóveda Familiar 1: Fam. Slytherin No.95441

Link a Bóveda Familiar 2: Fam. Ryddleturn No. 85639

Bueno, quisiera que así quedara mi ficha. Modifiqué algo de las familias con respecto a mi nueva madre y cambié la imagen, al igual que agregué una imagen de mi gato. Y eso fue todo.

Gracias de antemano

El tiempo transcurría conforme pasaba nuevos estudiantes iban llegando al salón, Aziid vio unos cuantos rostros conocidos pero no los saludó, ya habría tiempo para eso más tarde. Mientras tanto el joven simplemente se quedó en su lugar jugando con su varita entre los dedos y escuchando no muy atentamente a sus profesoras. El vampiro deseaba que ésta vez no tuviera que usar los famosos trasladores para llegar al lugar donde se llevaría a cabo la clase, no le resultaba una buena experiencia viajar por medio de esos objetos. El Ryddleturn Slytherin tenía una sola pregunta que daba vueltas por su cabeza: ¿A dónde los llevarían? Había infinidad de opciones, pero ninguna estaba siquiera cerca de a donde irían ese día.

El de los ojos verdes se levantó de su asiento y se dirigió a la fila que le correspondía con la profesora Crouchs y siguiendo las indicaciones, tomó de la mano al compañero que se encontraba a su lado, un joven de cabellos azules al igual que la profesora, Aureas Orfeo Rider. Fue entonces cuando comenzó a suceder, un extraño portal se abrió frente a todos justo ahí, de la nada. El mago ni siquiera sabía que se podía viajar de esa manera, pero le gustaba lo nuevo y sería bueno probarlo. Apenas la maestra comenzó a caminar el joven la siguió tirando del brazo del joven de cabellos azules. Con cada paso que daba se le revolvía el estómago, dándole ganas de vomitar justo en ese instante, pero se aguantó y las ganas desaparecieron.

Al final del túnel se encontraba un mundo completamente diferente, ¿Sería posible? ¿Habían viajado al pasado? Las profesoras rápidamente contestaron la pregunta del joven sin que éste tuviera que decirla en voz alta. El Ryddleturn observó todo el paisaje, los árboles, arbustos y animales que se encontraban en el lugar. Si todo eso era cierto, el castillo que se encontraba justo frente a sus ojos era el castillo del mismísimo Rey Arturo. Y si estaba ahí el Rey Arturo... también estaba uno de los más grandes magos de la historia: Merlín. Sería fantástico y un enorme honor poder conocer al mencionado mago.

Después de observar el paisaje, el muchacho pudo ver a sus demás compañeros y a sus profesoras, casi todos irreconocibles. Sus vestimentas, peinados, todo era diferente; entonces se miró a sí mismo y notó lo que llevaba puesto. El vampiro se quedó asombrado unos momentos por la belleza de su vestimenta, no se había dado cuenta de que había cambiado mientras caminaba por el vórtice que los había llevado hasta ese momento en la historia.

El ojiverde ya no llevaba puesta su ropa común, ahora vestía un hermoso y colorido traje de arlequín . Todo el disfraz iba a rayas verticales de color azul rey y verde esmeralda con detalles color oro. En la parte de abajo llevaba unas finas botas de cuero café hasta las rodillas y pantalones que iban pegados hasta la mitad de su muslo y después se inflaban como una especie de short. Mientras tanto, en la parte superior vestía una especie de chaleco y debajo una camiseta con cuello largo color negro y mangas de los mismos colores y el mismo patrón a rayas que el resto del disfraz, acompañadas por guantes de cuero iguales que las botas. En la cintura llevaba un bello cinturón de cuero con varias bolsas y compartimientos donde guardaba dos cuchillas y varias bombas de humo junto con su varita.

Pero lo que más llamaba la atención era su cabeza. El rostro del joven estaba cubierto por una bella y fina máscara color plateado con unos detalles en color azul del mismo tono que el traje. Una expresión burlona pero algo maliciosa había sido plasmada en la máscara, lo que le daba un toque de terror al disfraz. Finalmente llevaba un gorro de los mismos colores que el disfraz que terminaba en dos picos hacia los lados. Era simplemente perfecto. Iba completamente de acuerdo con el mago y éste estaría feliz de ser el bufón del Rey y crear risas en los rostros de los invitados, aunque... tal vez no provocaría solamente risas.

Momentos después Aziid escuchó la pregunta de la Crouchs... "¿Qué tal sus vestimentas?" << ¡Geniales! ¡Es-pec-ta-cu-la-res! >> pensó el ojiverde en ese momento, pero no debía mostrar tanta emoción, debía actuar como era debido con su personaje en esa situación. Entonces soltó una desquiciada carcajada que sin dudas llamaría la atención de todos.

-Bueno señores, señoras, todos. Supongo que debo dar un espectáculo, pueden alcanzarme en el castillo.- el joven iba brincando alrededor de todos sus compañeros mientras reía feliz y desesperadamente, al concluir con sus palabras hizo una reverencia ante la clase y soltó una de las bombas de humo que llevaba en su bolsillo. Cuando el humo desapareciera, el joven ya no estaría ahí. En ese momento ya se estaba dirigiendo hacia el castillo para poder acercarse al Rey, aun no sabía por qué, pero sentía que debía hacerlo.

En no más de un par de minutos llegó y el guardia ni siquiera le negó la entrada, ya sabía que había varios bufones para la celebración. Pero, ¿Qué se celebraba? en verdad no le importaba, solo quería la diversión. Así que comenzó a dar saltos entre la gente haciendo trucos con fuego o con sus cuchillas, todos los presentes estaban completamente fascinados con el joven que de vez en cuando usaba su magia para algunos trucos. Nadie (ni siquiera él) sabía lo que pasaría ese día, pero sería bastante... interesante sin dudas.

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Off:

Tauro me dio permiso de hacer eso ^^ Esto resultará... interesante.

En cuanto a lo de mi ficha, bueno está ahí en el símbolo del MM debajo del avatar y todo eso^^ Espero todo esté bien.

Un saludo a todos

El joven Ryddleturn ignoraba todo lo que sucedía a su alrededor, se mostraba ahora bastante serio y aburrido mientras veía el duelo entre ambos maestros. Escuchó que una chica lo llamó pidiéndole algún favor que él ni siquiera escuchó, ni siquiera volteó a mirarla ni nada, simplemente la ignoró mientras seguía atento al duelo. Tomó un pergamino para anotar su "tarea" y la contestó rápidamente para entregársela a la maestra. Minutos después vio que lo había hecho mal, pero a decir verdad no le importó así que simplemente la arrugó y la puso en su bolsillo.

Seguido de esto el vampiro escuchó atentamente las palabras de la mujer, ahora tendrían que defenderse. ¡Por fin! Éste era su fuerte, el ojiverde odiaba la parte teórica de... de prácticamente todo. Pensaba que era algo bastante inútil si podían ponerlo en práctica y aprenderlo más facil. Brandon se alegró un poco, pero aun estaba bastante serio así que simplemente sacó su varita, sabía lo que pasaría enseguida.

-Protego.- murmuró el joven justo antes de que el hechizo de Mei impactara en su cuerpo, el hechizo fue absorbido por el escudo mágico creado por Aziid, el cual seguía muy serio mirando a su profesora. No esperaría para hacer su próximo hechizo, adelantándose al de la Black Delacour.

-Avis.- pronunció Brandon justo antes de que Mei dijera su próximo hechizo, de la varita del mago salieron doce aves color verde brillante que comenzaban a girar en círculos sobre el Ryddleturn Slytherin. Una de las aves se interpuso entre el vampiro y el hechizo de la mujer, en ese instante todas las aves desaparecieron y el joven bajó su varita tranquilamente.

Había estado... bien. Solo eso. A decir verdad todo el asunto de protegerse y lanzar hechizos se le facilitaba mucho al de los ojos verdes. Tal vez con eso lograría levantar su calificación en la clase, aunque ahora ya no le importaba mucho si salía con "Excelente", se conformaba con aprobar la clase para poder salir de ahí cuanto antes posible y olvidarse completamente de La Academia, había estado mucho mejor la clase con su tío.

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Off:

La luna iluminaba los patios de la Academia de Magia y Hechicería aquélla noche, la noche en la que un grupo de magos tendría una experiencia que nunca olvidaría. Caminando a paso lento sobre el pasto se lograba ver una figura de un hombre delgado y alto, vestía todo de negro y el viento acariciaba y movía sus largos cabellos oscuros, el hombre era Brandon Ryddleturn Slytherin, y se dirigía hacia donde habían quedado de reunirse para ir a la fiesta en... en... en algún lugar que el joven había olvidado.

No tardó mucho en encontrar a un grupo de magos y a su tía, Bel junto con otra bruja que los llevarían a la inolvidable aventura. El vampiro se acercó al grupo en silencio y se quedó asta atrás sin que Bel lo viera aun. -Y, ¿Por qué no lo olvidaremos, Bel? - preguntó el Ryddleturn brindándole una sonrisa a su tía para después coger el traslador que yacía frente a él.

<<No de nuevo, por favor no. >> se dijo a sí mismo al momento de tomar el traslador con una mano, todo comenzó a girar y de pronto ya no se encontraba en la Academia. Para sorpresa del mago, esta vez no había caído al suelo golpeándose, ésta vez logró llegar de pie suavemente a su destino, lo que le alegraba bastante. Ya podía tener la seguridad de poder usar un traslador sin golpearse o hacerse moretones en el cuerpo.

El joven alzó su mirada y sus verdes orbes contemplaron la grandeza de la mansión que se encontraba frente a él. Todo era tan tétrico, la mansión que parecía abandonada, el largo pasto alrededor de ella, los árboles sin vida que se encontraban ahí, como dándole la bienvenida al que fuera. Seguramente había sido un hermoso hogar en sus buenos tiempos, pero ahora no era mas que un edificio antiguo sin mantenimiento. En eso un relámpago iluminó el rostro del vampiro, y éste notó una extraña figura una de las ventanas rotas de la mansión, pero se quedó callado y siguió al grupo.

Adentro había muy poca iluminación, por lo que el joven sacó su varita y recitó -Lumos- ahora ya podía ver más a su alrededor, paredes con el tapiz rasgado y deteriorado, el suelo rechinaba un poco a cada paso que daba y los muebles estaban algunos rotos, otros hechos pedazos por las termitas que los habían comido, espejos y cuadros en el piso. Algo pasaba en esa casa, pero... si no había nadie habitándola, ¿Qué era?.

El de los largos cabellos se separó un poco del grupo para ver la casa con la ayuda de su varita, vio un tazón con muchos dulces cubiertos por una capa de polvo y telarañas, pero metió su mano y sacó unos cuantos para mostrárselos a los demás. Todos estaban tan serios, hacía falta algo de buen humor en la mansión.

-Miren lo que encontré. ¡Son dulces! ¿Alguien quiere?- dijo a los demás mientras desenvolvía uno y antes de poder verlo una gruesa capa de niebla negra lo cubrió por completo, no sabía lo que estaba pasando, pero al cabo de pocos segundos volvió a ver a los demás. -No sé que pasó, pero estos dulces parecen más bien petróleo duro.- comentó arrojando las golosinas al suelo. No se había dado cuenta de lo que había pasado hasta que su mirada se posó sobre un enorme pedazo de vidrio roto que se encontraba a un lado de él.

- ¡Soy un enano! Bel, si esto lo planeaste tu, créeme que no me divierte para nada.- exclamó el joven pensando que todo era una broma que su tía había hecho. Pero para él, no tendría nada de divertido una fiesta estando del tamaño de una muñeca en una mansión enorme. -¡Engorgio!- musitó apuntando con su varita hacia una de las personas que estaban ahí, pero no dio resultados. ¿Qué estaba pasando? De seguro todo eso era parte de la "fiesta" que ya le empezaba a hartar Brandon.

El Ryddleturn Slytherin había llegado temprano a La Academia, demasiado temprano, por lo que se había quedado dormido en el césped frente al lago, había escuchado que debajo de él se encontraba la sala común de una de las casas de la Academia. El joven dormía muy tranquilamente ignorando el ruido que hacían todos los otros que iban llegando aquélla calurosa mañana, tenía un brazo sobre sus ojos para cubrirse del sol y el otro a un lado.

El sueño del vampiro fue interrumpido por una chica que lo había despertado para avisarle que casi era hora de entrar. Por una parte estaba de mal humor, pues lo habían despertado de su bello sueño, pero por otra parte estaba feliz de que la mujer le hubiera avisado, no quería llegar tarde en su primera clase de Duelo Básico. Así que el ojiverde se levantó rápidamente sacudiendo sus pantalones de mezclilla que estaban algo deslavados y la camiseta negra que llevaba puesta y se encaminó hacia adentro para buscar el aula que le correspondía.

Una vez adentro no tardó mucho en divisar el letrero que indicaba el aula de Duelo Básico 40, rápidamente se dirigió hacia allí y abrió la puerta de golpe, pues pensó que ya iba lo suficientemente tarde. Una vez se encontró dentro del salón se dio cuenta de que no era precisamente el último, pero ya había muchas personas ahí presentes antes que él, tranquilamente tomó asiento en el primer lugar que vio vacío. El salón no tenía nada de especial, era común y corriente, por lo que el vampiro se preguntaba cómo demonios iban a duelear en ese lugar. Pero pronto su pregunta sería respondida.

Brandon escuchó con atención lo que tenían que decir sus profesores de duelo, llegó justo a tiempo antes de que se presentaran y explicaran de qué consistiría la clase. Los verdes orbes del mago se movían cuidadosamente analizando todo a su alrededor, en especial a las personas que serían sus compañeros durante esa clase. El joven de los largos cabellos se alegró al saber que irían a otro lugar para tomar su clase, pero pronto esa felicidad desaparecería.

<< ¿Trasladores? ¿De nuevo?>> la verdad era que a Aziid no le gustaban para nada, aun no sabía como manejar bien la llegada y siempre que los usaba terminaba impactando contra el suelo, llevándose un buen golpe en la cara o en cualquier parte del cuerpo con que cayera. Pero lo que más le preocupaba... Una isla, de nuevo. Acababa de salir de su... peculiar clase de Generales y no había salido nada bien, también había comenzado en una isla y no quería que pasara algo así otra vez. Pero luego razonó y se dio cuenta de que era clase de duelo, no tendrían por qué sumergirse en las aguas de océano para nada, o al menos eso esperaba.

-No otra vez, por favor...- pronunció el ahora aspirante a La Marca cuando varios objetos comenzaron a emitir una brillante luz al mismo tiempo que temblaban, era hora de marcharse. El mago tomó el suyo con fuerza y todo comenzó a dar vueltas alrededor de él y la imagen del salón de clases se fue transformando en una de una bella isla paradisiaca. Como de costumbre, el delgado cuerpo de Aziid impactó directo con el suelo fuertemente, pero el joven se levantó sin quejarse mucho.

La isla era enorme y poseía una muy diversa vegetación, a todo al rededor se veían árboles, plantas, césped y piedras, sería el lugar perfecto para un Duelo. El vampiro vio cómo algunos jóvenes pasaban a presentarse y después de una de las chicas decidió que sería su turno, así que dio un par de pasos hacia adelante y se acomodó de modo que no le diera la espalda a ninguno de sus compañeros ni a sus profesores, se aclaró la garganta y una sonrisa apareció en su rostro.

-Bueno señores... y señoras, y chicas... y también chicos. Lo que sea que sea cada quién, mi nombre es Brandon Ryddleturn Slytherin, pero llámenme Aziid. No pregunten por qué Aziid, ni siquiera yo lo sé, simplemente me dicen así. Espero no causar problemas y que no salga nadie lastimado, o muerto...- comentó el joven mientras caminaba frente a todos los demás, al pronunciar sus últimas palabras el rostro del joven se había tornado serio y de algún modo sádico. -Nah, es broma, por mi no se preocupen.- sonrió para finalizar y se fue nuevamente hacia donde estaba, alado de un joven que cuya actitud no lo ayudaría en nada.

Y entonces el vampiro esperó a que todos los demás pasaran y fingir que le interesaba todo lo que contaban, en realidad solo quería una cosa, comenzar su clase y poder duelear contra alguien ése día.

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Hola a todos ^^ Me llamo Brandon, soy de México y tengo 15 años, voy en primer semestre de preparatoria y pues me gusta mucho rolear, leer y salir con amigos a fiestas o cosas asi. En cuanto a mi personaje, es un vampiro pero no se preocupen, no toma sangre humana c: es bastante extrovertido y no le da pena nada, no le importa lo que digan de él y casi siempre bromea con las personas, aunque a veces puede llegar a ser muy directo u ofenderlas, pero no se preocupen, casi siempre es amigable, a menos de que alguien no le caiga bien... xD Y bueno eso es tod, espero poder llevarme bien con ustedes y aprovar

Un nuevo día comenzaba y con ello, una nueva clase. La mañana era fría, ventosa y comenzaba a caer algo de lluvia, en otras palabras... perfecta. Al Ryddleturn le encantaba ese clima aunque fuera muy friolento, le gustaba ponerse abrigos, chaquetas, sudaderas, lo que fuese para resguardar el frío y mantenerse cálido. Aziid había logrado dormir muy bien aquélla noche, no era normal del mago que se pusiera nervioso ni nada por el estilo, y mucho menos por cosas simples como una nueva clase en la Academia. El vampiro acababa de salir de su clase de Generales con éxito después de su inolvidable aventura bajo el mar, y estaba dispuesto a seguir con sus cursos hasta graduarse.

El ojiverde se despertó gracias a una corriente de aire que había entrado en su habitación, había olvidado cerrar las cortinas la noche anterior y el lugar estaba helado. Brandon se levantó de la cama lentamente observando sus cortinas verdes moverse con el viento que soplaba fuertemente aquélla mañana, seguido de esto se dirigió hacia ellas y las cerró de golpe y se fue al baño a tomar su ducha matutina.

Después de una corta ducha se vistió, se pondría unos skinnies de mezclilla color claro, zapatos Toms y una playera verde acompañada de un abrigo negro que le daba a las rodillas. El joven mago se encontraba bastante cómodo con esa ropa y lo hacía sentirse seguro de sí mismo. Se miró al espejo y se acomodó el desastre que traía en la cabeza por las mañanas... su cabello. Ya estaba casi listo para marcharse, pero no sin antes haber ingerido algún alimento, no le gustaba quedarse sin desayunar, pues se sentía con mucha hambre durante el día y le comenzaban a dar dolores de cabeza.

El ahora aspirante a la Marca Tenebrosa bajó las escaleras del castillo Slytherin sin darse cuenta de lo tarde que era y fue a la cocina, donde lo esperaba un delicioso plato con waffles y chocolate, el joven terminó con la comida en cuestión de minutos y se levantó llamando a Quinn, su elfo doméstico. La pequeña criatura apareció enseguida a las órdenes de su amo, pues para eso estaba, para servirle, pero además se llevaba bien con el mago.

-Bien Quinn, ya sabes, a La Academia.- aun no tenía su licencia de aparición, pero esperaba poder conseguirla pronto, pues eso de viajar siempre con el elfo se estaba haciendo algo aburrido y le quitaba tiempo a la criatura, pero por ahora era la única manera en la que podía trasladarse, pues no le gustaban los polvos flú.

-¡Oh, amo! Ya verá, su día estará fabuloso, Quinn está seguro.- comentó el elfo alegremente, Brandon simplemente le brindó una sonrisa y lo tomó de la mano. Entonces ambos desaparecieron del lugar y aparecieron en uno de los pasillos de la Academia de Magia y Hechizería, justo frente a una puerta donde se leía perfectamente "Duelo Básico 40", ésa era su clase.

El ojiverde le dijo a Quinn que se marchara y se quedó observando la puerta del aula, la miró por un par de segundos y se decidió a empujarla y entrar al salón de clases. Una vez adentro lo miró todo por pocos segundos, aun no había llegado nadie, solamente las dos profesoras. Se dio cuenta de que el salón no tenía nada de especial, era un aula común y corriente, bien iluminada y con varias ventanas de gran tamaño las cuales daban al patio y varios libreros, nada emocionante o que la distinguiera del resto.

Afuera ya estaba lloviendo con más fuerza y el cielo estaba completamente nublado, mala suerte para los alumnos que fueran a pie o que hubieran estado afuera de la Academia y apenas iban a entrar, no le sorprendería ver uno que otro chico o chica que llegara empapado. Aziid se dirigió hacia el frente con largas zancadas y sus verdes orbes se posaron sobre sus profesoras, observándolas detenidamente. La mujer de los cabellos azules se le hacía bastante conocida, creía que ya la había visto antes, mientras que la otra chica para nada, nunca en su vida la había visto ni tenía idea de quién era.

-Bueno, me llamo Brandon... Ryddleturn... Slytherin,- comentó el de los largos cabellos pausadamente, sin quitarles la mirada a las mujeres, estaba actuando algo extraño pero lo estaba haciendo a propósito. Él en realidad no era así. -Me caen bien, estoy emocionado y bla bla bla... supongo que tomaré asiento ya que ninguno de los demás ha llegado.- hubo un completo y repentino cambio de voz en el chico, ahora se notaba como en verdad era, alegre y espontáneo. El joven mago les brindó una sonrisa a ambas y se dirigió a un asiento al final del salón para esperar a que llegaran sus otros compañeros. <<No tardarán mucho.>> pensó el joven, pues se comenzaban a escuchar voces en el pasillo y las pisadas de algunos de ellos.

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Off:

Hola a todos^^ Soy Brandon, tengo 15 años y soy de México, voy en primer semestre de la prepa y pues, no sé que mas decir. Me gusta mucho la música y toco guitarra, también me gusta mucho salir e ir a fiestas con mis amigos, etc. Disfruto mucho leer, aunque no he leído los libros de Harry Potter (D: lo sé asdfghjkl), pero quiero comprarlos y leerlos todos, soy fan de las películas desde que salió la primera. Me gustan mucho las novelas especialmente en inglés (Hunger Games, The Mortal Instruments, etc.) Espero poder conocerlos a todos y llevarme bien con ustedes, siempre se me ha hecho facil conocer gente nueva ya que soy muy platicador, y ya que agarro confianza... uff!

Bueno mi personaje se llama, al igual que yo, Brandon, pero le dicen Aziid. Es un vampiro pero no chupa sangre humana, no hay problema xD Es bastante extrovertido y alegre, no le importa lo que piensen de él y casi siempre hace comentarios bastante extraños. Es muy seguro de si mismo y si hay algo que quiera hacer no duda en hacerlo, por lo general es bastante amigable así que si le hablan lo más seguro es que les responda bien o les haga alguna broma.

Sludos a todos ^^

*Llega encapuchado con una túnica negra, comienza a salir humo detrás de él y se quita la capa(?)*

Buenos días, tardes, noches, mañanas, madrugadas(?) lo que sea en su zona horaria... Vengo aquí a registrarme para ser parte de La MiniMarca, me contactó León Cornivius y me dijo que posteara aquí para registrarme y poder comenzar mi nuevo camino por el foro. Espero todo esté bien y sea aceptado en el honorable grupo. Dejándome de formalidades....

Saludos a todos

Aquí está donde aprovaron el Registro de mi persoaje (Vampiro) y para dos elfos domésticos. No sé si yo debía postearlo aquí o alguien más era el encargado de ponerlo solo, en fin, ahí está^^ Si algo está mal avísenme y con gusto lo cambiaré.

Saludos

El ojiverde pensó que ya todo había terminado, que todos podrían regresar sanos y a salvo a casa y que todo esto ya sería cosa del pasado, irían de vuelta a la academia y saldrían de la clase de "Generales 77"... pero no fue así. Unas sirenas habían tomado como rehén al Ryddleturn Slytherin junto con Aime. Ambos estaban siendo llevados hacia otro lugar, una sirena sujetaba las manos del joven por su espalda y otras dos iban a sus costados apuntándole con un par de tridentes en el cuello, no le quedaba más remedio que seguirlas y quedarse callado.

El mago voleó a ver a una de las sirenas y después dirigió su mirada hacia Aime, que se encontraba a pocos metros de él. Logró escuchar lo que la mujer le dijo y simplemente asintió con la cabeza levemente para que las criaturas no creyeran que planeaban algo entre los dos. Conforme iban avanzando el paisaje cambiaba, cada vez se veía más opaco, ya no estaban los peces de diferentes colores y los coloridos corales del arrecife. Todo tenía una tonalidad grisácea y varias sirenas comenzaban a asomarse para ver a los dos visitantes, el joven sentía las miradas sobre él, y veía como algunas de ellas les lanzaban gritos y miradas amenazadoras.

<<¿Qué será del resto de la clase en este momento?>> se preguntaba el joven, haciendo unas cuantas muecas mientras hablaba consigo mismo en su interior. A pesar de todo lo que estaba pasando, ya no se sentía asustado por las criaturas. Era bastante extraño, pues debía estarlo, cualquier movimiento o cosa que dijera mal y podía ser el final de su vida.

Aziid vio cómo pusieron una venda sobe los ojos de la peliroja y para cuando volteó a ver a las sirenas que lo llevaban a él su vista se vió bloqueada por una gruesa tela negra. Lo habían vendado también a él, ¿Qué no querían que viera? Debía ser algo importante, o algo secreto para que tuvieran la precaución de cubrirles los ojos a ambos. Las sirenas siguieron empujando al joven de los largos cabellos y éste siguió nadando lentamente teniendo cuidado, pues ahora no podía usar su vista para ver lo que estaba enfrente.

Pocos metros adelante, el joven sintió cómo fue empujado hacia una especie de pared rasposa, se hizo unos pequeños raspones en la espalda pero no se quejó, simplemente contuvo el ardor que causaba y se quedó cayado, cuando escuchó una voz. No era una normal ni la de una sirena, se escuchaba poderosa, prepotente y segura. La voz retumbaba en cada hueco de donde se encontraban, el vampiro prestó atención y dedujo que era el rey, monarca, o lo que fuera de las sirenas. Debía tener cuidado con lo que hacía, y tenía que convencerlo de que no tenían malas intenciones.

Escuchó las palabras que tenía para decir la Westrong, lo decía todo de una manera tan tranquila y formal, el joven tendría que terminarlo poniendo un poco de ambiente en su pequeño discurso para el Rey Tritón. Una vez Aime terminó de hablar el joven tosió un poco y decidió hablar.

-Mire su majestad Rey Tritón de las Sirenas, mi nombre es Brandon, Brandon Ryddleturn Slytherin. Nuestra intención nunca fue hacerles daño a usted ni a su bello... imperio, ni a ninguno de sus habitantes.- el muchacho comenzó a nadar hacia adelante, pero unas criaturas lo tomaron de los brazos empujándolo hacia la pared de nuevo. -Lo siento,- se disculpó. -Alteza, nosotros solo veníamos para hacer un recorrido y observar las maravillas que alberga el fondo marino, no teníamos idea de que aquí se encontraba su majestuoso imperio submarino, y debo decir... tiene unas bellas mujeres aquí, eh. Y usted, estoy seguro que es el mejor Rey de todo el mundo. Lamentamos haber irrumpido en sus aguas, le prometo, de parte de todos los nuestros que no volverá a pasar, sólo tiene que dejarnos ir y nunca más volveremos a éstas aguas. Entendemos su reacción ante nuestra visita, yo igual me hubiera sentido amenazado si un grupo de personas desconocidas llegara así a mi Castillo, pero fue todo un inconveniente. comentó el joven con una voz como las que hacen en los comerciales, tratando de persuadir al público de que compre un producto.

-En lo personal, yo admiro mucho a su especie. No creo que sean bestias, son criaturas muy inteligentes... y es una lástima que sean tratadas así por el resto del mundo mágico, yo pienso que son grandiosas y bueno, si usted me cree... creo que nos dejaría ir, su majestad. No tengo por qué mentirle, así que no veo una razón por la cual no me crea. el joven finalizó con esa frase, esperando que todo estuviera bien. El silencio se apoderó del lugar unos minutos, al parecer el Rey estaba pensando en lo que el ojiverde le había dicho. Brandon solo esperaba poder salir de ahí rápido, y los efectos de las branquialgas comenzaban a desaparecer.

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Off:

Aime, no supe si seguir yo y controlar al rey o dejártelo a ti, pero decidí en dejarlo así y ya tu roleas lo que pasa después ^^

Un saludo a todos.

El joven Ryddleturn cruzaba rápidamente los pasillos para llegar al Magic Mall, se dirigía a la trastienda para ver algunas criaturas y comprar una para que fuera su mascota, a veces en el castillo se encontraba solo y quería alguna especie de compañía para esos momentos a solas y qué mejor que un animal. El ojiverde caminó hasta llegar a la trastienda, que más bien parecía un zoloogico, el mago se quedó atónito al ver la grandeza del establecimiento, seguramente había sido un dolor de cabeza instalarlo todo y hacer los hechizos correspondientes para la seguridad de los que visitaban y de los animales.

El joven de los largos cabellos caminó lentamente mientras observaba todo a su alrededor, pequeños niños jugando con Micropuffs y pequeños cachorros caninos. Gente simplemente observando y algunas comprando, había todo tipo de animales en ese lugar. El vampiro decidió comenzar viendo los animales no mágicos, pues no tenía mucho dinero la verdad, lo único que llevaba para gastar eran 100 galeones. Se dirigió a la sección de criaturas no mágicas y observó varios jaguares, cachorros y pequeños mininos, pero nada le llamaba la atención en verdad.

Entonces vio un pequeño Gato Sagrado de Birmania, pequeño con pelaje blanco en casi todo el cuerpo a exepción de las orejas y la cola que eran negras, en el lomo tenía un tono entre blanco y café al igual que en el rostro, lo que resaltaba sus hermosos orbes azul cielo. Era perfecto, bonito, se veía amigable y pequeño. En el instante que lo vio quiso llevárselo, pero debía llenar el formulario primero, así que rápidamente se dirigió hacia la caja a tomar uno y llenarlo.

-Quisiera llevarme un gato que vi por ahí. comentó Brandon señalando la jaula del minino, puso la ficha sobre el mostrador y esperó a que el encargado le dijera que hacer, si estaba bien o qué debía hacer ahora. -No sé si deba hacer algo más o...- el Ryddleturn Slytherin no terminó su oración y simplemente se quedó mirando al encargado esperando su respuesta.

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Ficha:

ID: Aziid

Nick: Brandon Ryddleturn Slytherin.

Bóveda: N° 98861

Fecha: 2012-10-06

 

 

Nombre del producto: Gato (Sagrado de Birmania)

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10p

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 100 G

 

Precio total: 100 G

Total de Puntos: 10p

 

Rango Social del comprador: Aprendiz

Cada vez la situación se ponía mas tensa, el joven Ryddleturn Slytherin ya no sabía que hacer y el fío cada vez era más intenso, haciendo que los músculos de Brandon se contrajeran, impidiéndole moverse con facilidad. El mago escuchó a una joven decirle que fuera con ellas, así que decidió hacerlo, pero justo antes de llegar se quedó paralizado unos segundos. El agua había pasado de congelada a caliente en cuestión de segundos lo que causó algo raro en el vampiro, pero en un par de segundos más se acostumbró y de cierta manera se alegró de que ahora estuviera caliente. Pero aún seguía sin moverse, algo le decía que no fuera con la chica, que se diera la vuelta.

La voz del profesor Slytherin hizo que Aziid reaccionara, el joven mago volteó a ver al profesor y al resto de la clase, cuando vio que unas criaturas comenzaban a acercarse a ellos. ¿Qué se suponía que debería hacer? ¿Enfrentarlas? No tenía posibilidades contra tantas de esas mujeres del mar. Así que pensó que sería mejor esperar a las instrucciones de ambos profesores.

Una extraña sensación recorrió la espalda del Ryddleturn y este sin pensarlo comenzó a nadar, alejándose del grupo. No sabía por qué... simplemente comenzó a hacerlo hasta que se golpeo. Si, se golpeo. Pero, ¿Con qué? Había una especie de muro ahí que los tenía atrapados, el joven con su varita alzó la mano y comenzó a dar unos pequeños golpes en el muro invisible que los separaba de todo lo demás. Efectivamente había algo, y bastante duro que no se rompería fácilmente. Brandon comenzaba a preocuparse, y esto se notaba en sus ojos de desesperación. Escuchaba gracias al casco burbuja lo que decían los otros del grupo, pero no le prestó atención a ninguno.

Fue entonces cuando algo se puso repentinamente detrás del muro invisible, una mujer de piel grisácea que lo miraba fijamente con una expresión de enojo en su rostro. Sus cabellos eran gruesos y amarillentos, al igual que sus ojos saltones y sus grandes y afilados dientes, llevaba con ella un tridente y su cola casi ni se movía. Ahí se encontraba Aziid, frente a una sirena con un muro entre los dos, sin nada que hacer más que quedársele mirando a la extraña y feroz criatura.

¿Por qué estaban haciendo todo esto? El ojiverde no encontraba alguna explicación lógica más que... tal vez ellas habían pensado que habían ido a atacarlas. Tenía mucho sentido y el joven entonces comprendió todo, deberían dejarles claro que no tenían malas intenciones contra ellas ni nada por el estilo. El Ryddleturn guardó su varita en su bolsillo y le mostró ambas manos a la sirena en representación de que iba en paz. Al ver esto, la criatura bajo su tridente y su expresión facial cambió por completo, ahora se veía mucho más calmada, observando al joven.

<<No queremos hacerles nada malo>> pensó el Ryddleturn, pero lo más seguro es que la sirena ni siquiera le entendería. Aun así el joven tenía esperanzas, y se le quedó viendo a la sirena con un rostro humilde esperando su comprensión. Para la sorpresa del mago, la sirena asintió y miró a sus demás compañeras, pero fue en ese instante que Mathias había hecho que la cosa que los tenía atrapados se destruyera. La expresión de enojo volvió al rostro de la sirena que se encontraba frente a Aziid y ésta rápidamente alzó su tridente, creando una cortada poco profunda en la pierna del joven y luego puso su arma en el cuello del mago.

El ojiverde simplemente se quedó observando a la sirena, ignorando todo lo que estaba pasando con el resto de su grupo. -Por favor... No queremos... - La sirena cada vez apretaba más el tridente contra su garganta, pero no lo cortó. Repentinamente la sirena bajó el tridente y se quedó mirando al joven que nuevamente le mostraba las manos vacías, tal vez la criatura comprendió que él no quería hacerla daño alguno. -Ninguno de nosotros quiere hacerles daño...- susurró el joven, pero la sirena no le entendió, pues no estaba hablando en su dialecto. Pero pareció que había comprendido de alguna manera el mensaje, entonces tomó al chico y se fue nadando rápidamente con las demás que se estaban llevando a Aime.

Antes de llegar a ellas, la criatura soltó al joven y se puso enfrente de todas las demás, comenzó a hacer unos extraños ruidos que el Ryddleturn no comprendió. Pero cuando terminó todas las sirenas dirigieron sus miradas hacia el joven mago que se encontraba ahí flotando como si nada, con su pierna sangrando. Ocurrió un cambio en la expresión de la sirenas repentinamente, éstas dejaron a Aime y se dirigieron calmada y tranquilamente hacia donde estaba todo el grupo junto con Mathias. Las sirenas comenzaron a observarlos a todos con curiosidad, quien sabe que habría estado pasando por la mente de las misteriosas criaturas. Pero Brandon esperaba que nadie hiciera una estupidez y que se quedaran todos calmados para no provocarlas.

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Off:

Nuevamente, espero que lo que haya hecho no esté mal. Es todo lo que tengo que decir... xD

Seth, enserio espero que tu abuelo se mejore pronto (:

El Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, sin duda alguna uno de los departamentos más visitados por la comunidad mágica, debido a su gran importancia. Era muy temprano, casi acababan de abrir, por lo que no había mucha gente. Llegó un joven de cabello largo negro y ondulado, portando un pantalón negro, zapatos tipo Toms azules y un saco que le daba hasta la rodilla. Era Brandon Ryddleturn Slytherin, el vampiro caminó lentamente por el departamento hasta detenerse frente a la oficina correspondiente a la División de Seres, Duendes y Espíritus. El mago se aceró con una sonrisa en su rostro mostrando sus grandes colmillos.

-Buenos días,- saludó el ojiverde amablemente al encargado y sacó unos papeles de su bolsillo para entregárselos. -Vengo a entregar estos papeles, me dijeron que era necesario. comentó el Ryddleturn y se quedó mirando al encargado, los tres formularios ya estaban llenados debidamente, por lo que esperaba que todo el proceso fuera rápido. Eran el registro de Vampiros y dos para sus Elfos.

Ficha de Registro de Vampiros

• Link a la Ficha Personal: Aziid Ryddleturn Slytherin

 

• Nombre Completo: Brandon "Aziid" Ryddleturn Slytherin

• Residencia: Castillo Ryddleturn / Castillo Slytherin

• Vampiro desde: Desde finales de los años 30's casi 40's.

• Mordido por: No lo conocía.

• Dieta: Normal, solo de vez en cuando bebe sangre de animal, nunca humana.

• Cualidades Especiales:

*No le afecta el Sol como a los otros vampiros.

*Es bastante rápido.

*Puede controlar increíblemente su sed de sangre, llegando a beberla solo una vez por semana.

*A veces tiene visiones o sueños, algunas pueden ser del futuro, pero aún no sabe controlarlo.

• Situación que causa el enojo/descontrol: Ninguna.

• Aspecto Físico Caracterizador: Sus ojos de color verde azulado y grandes colmillos.

Ficha de Registro de Elfos

• Nombre del elfo: Gask

Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio: Mago.

 

• En caso de servir a un mago/bruja

Nombre del mago/bruja: Brandon Ryddleturn Slytherin.

Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: Menos de un mes.

Nombre de quien lo registra: Brandon Ryddleturn Slytherin.

 

• Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia para la que sirve el elfo: Brandon "Aziid" Ryddleturn Slytherin.

Ficha de Registro de Elfos

• Nombre del elfo: Quinn

Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio: Mago.

 

• En caso de servir a un mago/bruja

Nombre del mago/bruja: Brandon Ryddleturn Slytherin.

Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: Menos de un mes.

Nombre de quien lo registra: Brandon Ryddleturn Slytherin.

 

• Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia para la que sirve el elfo: Brandon "Aziid" Ryddleturn Slytherin.

Tras entregarlos el joven de largos cabellos esperó la respuesta del encargado, lo que esperaba era su aprobación para poder salir ya del lugar y regresar a dormir, pues era bastante temprano para él.