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Fengari M.

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Mensajes publicados por Fengari M.

  1. Era inevitable no pensar en dar una vuelta por el callejón Diagon. La mañana perfecta; el sol radiante, la brisa fresca, el perfume dulce de los pastelillos en las panaderías, y por supuesto, el encanto de las callejuelas adoquinadas que serpenteaban entre los pintorescos alrededores. Así que, después de debatirme a dónde ir, tomé el abrigo y caminé calle abajo hacia el lado mas calmado.

     

    Observando las vitrinas y los pecualiares letreros, me acerqué hacia uno en especial, sus amplios escaparates exhibían los adornos mas increíbles que haya visto antes, entre ellos, había una lámpara preciosa y otros objetos de valor artístico. Con su ingreso enmarcado por puertas labradas y el inequívoco olor a madera antigua y tinta, me asomé al portal.

     

    -¿hola? -pregunté avanzando al interii, sintiendo el agudo sonido de la campanilla anunciarme- ¿hay alguien?

  2. Era un nuevo día en el callejón Diagón. El sol apenas había tardado unos minutos en dar señales de luz, entre los grises nubarrones que amenazaban con desatar una llovizna tremenda. Aun así, me negaba a desperdiciar otro día mas en cama, por lo que me había obligado a organizar toda una visita por mis locales, los locales de negocios de mis amigos, y por el Magic Mall, del que había descubierto mi obsesión por las compras. Claro, las compras… por ahora no eran problema, pero seguramente ya empezaría a estresarme cuando el dinero escasee «¡aleja los malos pensamientos Feng!» me dije dirigiéndome a la primera planta.

     

    —Buenos días —saludé mientras rellenaba con atención el formulario para la compra. Al concluir, se lo entregué a quien atendía.

     

     

     

     

    ID: 117776
    Nick: Fengari Naberrie Black
    Nivel Mágico: 3
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    Fecha: 29 abril 2016

    Nombre del producto: Caldero
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G

    Nombre del producto: Balanza
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G


    Precio total: 1000 galeones
    Total de Puntos: 20 puntos

    En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Unicornios de Plata

  3. Observé atenta como la señorita revisaba mi pedido, ¿había estado ahí por cuánto tiempo? «Una hora, quizás dos» me respondí, absorta en la magnificencia de aquellos animales en casa… «¿en casa?» reflexioné, recordando que había sido muy maleducada —y probablemente rara— al no haberle respondido a la bruja. Poniendo una de esas sonrisas que vienen delante de una excusa, me aclaré la garganta y le entregué otro formulario que terminaba de llenar, girando los ojos hacia un lado avergonzada. Esperaba no ser la única bruja compulsiva en el lugar.

     

    —No se olvide éste formulario —añadí sonriendo penosamente— y si, disculpe, aquellos lévelos al castillo Evans McGonagall, ahí hay más espacio. —reflexioné— ¿puedo llevarme dos ejemplares de la misma especie?

     

     

     

    ID: 117776
    Nick: Fengari Naberrie Black
    Nivel Mágico: 3
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    Fecha: 29 abril 2016

    Nombre del producto: pinguino
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura
    Catalogación: X
    Puntos por unidad: 10 puntos
    Precio: 500 galeones

    Nombre del producto: delfín
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura
    Catalogación: X
    Puntos por unidad: 10 puntos
    Precio: 500 galeones


    Precio total: 1000 galeones
    Total de Puntos: 20 puntos

    En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Unicornios de Plata

  4. Hola!

     

    Aprovechando que estoy en fase de adaptación en el foro u.u (y que por cierto me está costando leerme todo el manual que seguramente acabaré el proximo año t.t porque es un montón de cosas! todas tienen felizmente su explicación pero es bastante) por eso quiero ordenar algunos porcentajes de las bóvedas de mis negocios, así 1ue espero que todo esté bien y ya... aqui les dejo los links:

     

    Nombre del Negocio: Sapientia

    Link a la Bóveda del Negocio: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/91111-boveda-negocio-sapientia-tenebris-clam/

    Trámite a Realizar: Aclarar porcentajes de ganancias: Fengari: 80% & Zeth: 20%

     

     

    Nombre del Negocio: La Tía Veneno

    Link a la Bóveda del Negocio: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/96495-boveda-negocio-la-tia-veneno/

    Trámite a Realizar: Aclarar porcentajes de ganancias: Fengari: 80% & Zeth: 20%

     

     

    Nombre del Negocio: Cinescape

    Link a la Bóveda del Negocio: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/100502-boveda-negocio-cinescape/

    Trámite a Realizar: Aclarar porcentajes de ganancias: Fengari: 80% , Zeth: 10% & Valent:10%

     

     

     

    Muchas gracias! saludos ^_^

  5. @

     

     

    Entre la misteriosa especialidad de la casa que llegaría en forma de una enorme rebanada, y la ansiosas expectación que todo eso causaba en mi estomago, no dejaba de pensar en la mención que la hechicera había hecho antes, ¿era posible? ¿Es así de fácil encontrar a alguien conocido a quien se olvidó y no recordar su nombre? Yo sabía que definitivamente no podía confiar en mi memoria, la cual era terrible, pero podía confiar en mis instintos, y ellos me decían que la conocía de algún lugar, de algún lado, de algún momento.

     

    Sin razón, una ligera ansiedad empezó a manifestarse haciendo estragos mi pecho «¿Qué es ésta sensación?» empecé a golpear la punta de mis dedos en el borde de la mesa, analizando a la bruja y lo que escribía en su cuaderno. A penas habían pasado unos días desde que había vuelto a Ottery, no había visitado a ninguna de mis familias, y me mostraba dubitativa sobre ello… sobre muchas cosas. Pero el hambre no me había quitado la intriga que había suscitado la mención de la familiaridad.

     

    «¡Qué cosas!» pensé ansiosa, sin saber si el motivo era el hambre y la cantidad escandalosa de azúcar que ingeriría, o la sensación que me producía todo ese momento— Claro —respondí rápidamente estrechándole la mano— espera… ¿qué? ¿Dijiste Black Lestrange?

     

    Pestañee varias veces y me mordí los labios para quitarme la cara de incredulidad «¡por supuesto! Debe ser hija de alguna tía o prima» me convencí— ¡que coincidencia! Yo también soy una Black Lestrange, mi nombre es Fengari.

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  6. Escuché con atención a la bruja cayendo en cuenta de la razón que tenia, era bien sabido que no eran animales de insignificante tamaño, pero eran adorables. Y yo los amaba. Asentí nerviosamente mientras le indicaba que deseaba que lo enviaran a mi actual casa, porque el espacio ahí era idóneo, aunque quizás se sentiría algo solitario… «¿Debería llevar algo más?» me pregunté reflexionando sobre el asunto «donde entra uno, pueden entrar dos» rápidamente cogí otro formulario y empecé a rellenarlo mientras atendían a otro muchacho.

     

    —también éstos por favor.

     

     

     

    ID: 117776
    Nick: Fengari Naberrie Black
    Nivel Mágico: 3
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    Fecha: 25 abril 2016

    Nombre del producto: tigre de bengala
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura
    Catalogación: X
    Puntos por unidad: 10 puntos
    Precio: 500 galeones

    Nombre del producto: lobo blanco
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura
    Catalogación: X
    Puntos por unidad: 10 puntos
    Precio: 500 galeones


    Precio total: 1000 galeones
    Total de Puntos: 20 puntos

    En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Unicornios de Plata

     

  7. Y fue así que volví pronto. Horas después de hacer las primeras compras de pociones, me reconocí como una adicta que necesitaba mas y mas para la humilde colección que estaba esperanzada en realizar. Aunque también necesitaba nuevos calderos. Satisfecha porque mi bóveda aun resistiera las primeras compras que realicé, volví al Magic Mall impaciente por hacerme con nuevos artículos. Rápidamente llené el formulario para acelerar el trabajo de la encargada, y esperé con una sonrisa mi turno para que revisara mi compra.

     

    —Buenos días —saludé ampliamente.

     

     

     

     

    ID: 117776
    Nick: Fengari Naberrie Black
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    Fecha: 25 abril 2016

    Nombre del producto: Solución para Encoger
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G

    Nombre del producto: Pimentónica
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G


    Precio total: 1000 galeones
    Total de Puntos: 20 puntos

    En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Unicornios de Plata

  8. —Muchas gracias —respondí complacida observando las cosas que había comprado. No estaba segura de usarlos a totalidad, puesto que me había acostumbrado a guiarme por el instinto… además, en la mansión no era raro coger las cosas de los demás, claro, con su previo permiso. —entonces… —estaba a punto de despedirme, cuando los vi «polvos flu». Rápidamente cogí un nuevo formulario y lo llené inmediatamente.

     

    Con el formulario rellenado, lo alcancé a la encargada.

     

     

     

    ID: 117776
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    Fecha: 22 abril 2016

    Nombre del producto: Polvos Flú
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G

    Nombre del producto: Falsoscopio
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G


    Precio total: 1000 galeones
    Total de Puntos: 20 puntos

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  9. @

     

     

     

     

    Hola. Buenos días —saludé rápidamente batiendo las pestañas mientras decidía mentalmente, entre todo lo que tenia antojado, qué pedir— ahmm… yo creo que mejor me trae la especialidad de hoy. Y leche chocolatada ¡ah y una taza de café también, con crema de chantillí! —sonreí complacida, segura de mi pedido.

     

    Ya casi estaba saboreando el sabor de la leche y el chocolate en lengua, podía oler la canela y descifrar la perfecta cantidad de azúcar. Y el café ¡el café! Seria idóneo para quitarme todo el sueño que siempre, y más acentuadamente en las mañanas, tenía. Sin embargo, conforme imaginaba los bocadillos, recordé que éstos aun no llegaban, que ni siquiera fueron pedidos en la estación de cocina. Es más, la joven que atendía aun seguía ahí, y si mi distracción no fuera completa, recordaba que había mencionado algo, una pregunta, una pregunta sobre mí.

     

    —¡oh disculpa! —Me excusé rápido avergonzándome por soñar despierta— dijiste… ¿vernos antes? —cuestioné recapitulando las preguntasalgo así como si nos conociéramos de algún lado? —terminé de formular intrigándome también con las palabras.

     

    Aquello era extraño, pues solo hasta ese segundo, no había reparado en la familiar del rostro de la chica, ni en sus gestos, ni donde había salido, ¿sería la dueña? ¿Estudiaríamos juntas en la Academia de Magia? «Tal vez en el trabajo, cuando eras jefa en el Ministerio de Magia» quizá. Mojé mis labios y miré a mí alrededor, como si en el salón encontrara algún indicio de respuestas, y al no encontrar nada ni el lugar ni en mi memoria, respondí con honestidad;

     

    —Yo no estoy segura de eso —cedí delicadamente— pero, eso no es imposible, porque suelo olvidar rostros con facilidad… así que es probable que ya nos conociéramos de otro lugar —concluí sonriendo tímidamente.

  10. Asentí a la mujer que atendía, que se veía tan apesadumbrada, que me sentí incomoda por estar ahí. Al desviar la vista, observé más ejemplares interesantes que podría llevarme a casa, después de todo, el espacio no era un problema… analicé con atención cuales serian mis próximas compras y me mordí los labios para no saltar desquiciadamente como una niña posesa en una dulcería, aun el dinero no había sido un límite, lo poco que tenia, era mucho para mí. Aunque algunos cuestionaran ese factor…

     

     

    Disculpe… —volví a decir con delicadeza, no quería alzar la voz más de lo debido. Le extendí el siguiente formulario y me aparté unos pasitos. Quizás la encargada me golpearía por no facilitarle su descanso.

     

     

    ID: 117776
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    Nivel Mágico: 3
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    Fecha: 23 abril 2016

    Nombre del producto: caballo
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura
    Catalogación: X
    Puntos por unidad: 10 puntos
    Precio: 500 galeones

    Nombre del producto: elefante
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura
    Catalogación: X
    Puntos por unidad: 10 puntos
    Precio: 500 galeones


    Precio total: 1000 galeones
    Total de Puntos: 20 puntos

    En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Unicornios de Plata

  11. @

     

     

    Fue el aroma del pastel lo que me llevo hasta el lugar.

     

     

    Aquella mañana desperté más adormilada de lo normal. Con los ojos aun cerrados logré gatear hasta el baño para tomar una ducha y aun con el cabello plateado enmarañado, me vestí apenas viendo entre las pestañas lo que cogía. Salí de la mansión lo más pronto posible, recordando las mil y un reclamos del elfo principal por mi última huida del pueblo. Así que atándome las zapatillas mágicamente, moviendo los dedos en el aire mientras tambaleaba mi cabeza adormilada, me acerqué a la ventana y saltando a la primera rama, baje hacia los jardines delanteros de la gran casona y me marche.

     

     

    Muy en el fondo, temía que la abuela hubiera encantado la ventana para evitar más huidas.

     

     

    Y así fue como en el camino terminé de abrochar los botones de mi vestido, y atar el cinturón de la Parka. Ni siquiera el tímido sol de primavera podía espantar por completo el frio de la mañana. Se me antojaba chocolate caliente, pan recién horneado, glaseado y crema de canela… y fue así que llegué al local del callejón Diagón. Refregué mis ojos peinando mi rebelde cabello cenizo con los dedos, y me acomodé frescamente sobre uno de los sillones a esperar que me atendieran.

     

    —¿disculpe? —pregunté intentando llamar la atención de algún camarero o elfo.

  12. El sol empezaba a tornarse de colores anaranjados, decorando el cielo con hermosos anaranjados que entintaban todo y provocaban derretirse ahí mismo ante el romance de los astros. El mirador era perfecto para quedarse una velada ahí, con una mantita o una chompa gruesa, de esas que te rellenan dulcemente como un osito. Suspiré una vez más, encantada con la vista, alejándome lentamente del lugar mientras me obligaba a continuar con los escalones cuesta arriba. En la segunda planta, me detuve ante la sección de pociones, y maravillada con el surtido de brebajes, tomé un formulario y me acerqué al encargado.

     

    disculpe, me gustaría comprar estas pociones —dije entregándole la hoja debidamente llenada sonriendo ampliamente— ¿está todo bien?— pregunté nerviosa, me negaba a llevar solo dos pociones, quería, necesitaba más.

     

     

    ID: 117776
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    Nivel Mágico: 3
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    Fecha: 22 abril 2016

    Nombre del producto: Doxycida
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G

    Nombre del producto: Desinfladora
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G


    Precio total: 1000 galeones
    Total de Puntos: 20 puntos

    En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Unicornios de Plata

  13. Después de pasar por los diferentes niveles del Magic Mall, avancé despacio por los escalones de la escalera, apreciando las vistas que generaban el mirador cuyos arcos se alzaban poderosos enmarcando el paisaje. Era inevitable no distraerse. Sacudí la cabeza y continué ascendiendo hasta llegar a la planta donde se encargaban de vender los objetos mágicos. Avancé rápidamente al reconocer el lugar descrito por mis familiares, y me acerqué hasta una mujer que parecía ser la encargada de la sección de ventas.

     

    —Buenas tardes deseo hacer las siguientes compras —dije maravillada alcanzándole un formulario que había llenado previamente, mientras observaba los artículos que habían en los estantes.

     

     

     

     

    ID: 117776
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    Nivel Mágico: 3
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    Fecha: 22 abril 2016

    Nombre del producto: Recordadora
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G

    Nombre del producto: Medallón/colgante para avisar peligro
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto
    Catalogación: A
    Puntos por unidad: 10 P
    Precio: 500 G


    Precio total: 1000 galeones
    Total de Puntos: 20 puntos

    En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Unicornios de Plata

  14. No me tomó mayor tiempo en encontrar el salón correcto como creí. Una puerta de bronce, altos ventanales de estilo gótico, y la extraña sensación a antigüedad —en el buen sentido, claro— que envolvía toda la atmosfera del lugar me decía que estaba en el lugar correcto. Sonreía de forma rara y nerviosa a todo lo que me devolvía la vista, eso incluía desconocidos y criaturas de dudosa pero irrefutable procedencia. Busqué con atención algún espacio vacío para acercarme al mostrador. Sintiendo el sonido acallado de mis pasos sobre la purpura alfombra, rebusqué con la mirada algún vendedor libre que pudiera atenderme mientras llenaba un formulario vacío.

     

    — ¡disculpe! —llamé tratando de no ser tan ruidosa, estaba embriagada de emoción por hacer mi primera compra. —Buen día —saludé al vendedor entregándole inmediatamente el formulario— ¿es todo correcto? —pregunté con la esperanza de poder hacer mas compras.

     

     

     

     

     

    ID: 117776
    Nick: Fengari Naberrie Black
    Nivel Mágico: 3
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    Fecha: 22 abril 2016

    Nombre del producto: Micropuff
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura
    Catalogación: X
    Puntos por unidad: 10 puntos
    Precio: 500 galeones

    Nombre del producto: puma
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura
    Catalogación: X
    Puntos por unidad: 10 puntos
    Precio: 500 galeones


    Precio total: 1000 galeones
    Total de Puntos: 20 puntos

    En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Unicornios de Plata

  15. http://i.imgur.com/gpzV4ro.png?1?7192

     

     

    El elevador anunciaba la quinta planta, y con la misma agilidad que había demostrado para hacerme espacio dentro del peculiar cubículo, esquivé a los magos para lograr salir intacta del ascensor. Rápidamente, quité la mano de la rejilla, poca antes de que la puerta se cerrara quedándose con las ganas de rebanar mis dedos y preparar sushi de Feng. «¡Eso estuvo demasiado cerca!» exclamé imaginando el regadero de sangre que hubiera caído en los pisos del departamento, y en el tonto argumento que tendría que haberle dicho al sanador… ¡qué desastre!

     

    Inhalé profundamente y acomodé algunos de los cabellos que eclipsaban mi campo visual, con cuidado, señalé a una pila de pergaminos que levitaban a unos centímetros delante mío, advirtiéndoles de seguir el cartel que anunciaba el corredor que llevaba al Departamento de Cooperación Mágica Internacional. Al final de éste, pude rápidamente hallar a una hechicera archivando un par de pergaminos en su escritorio, de rostro amable y aparente cordura. Tras anunciarme y consultarle sobre la dirección, ésta me derivó hacia el final de pasillo –yo consideraba que ya me hallaba en el mismo, pero sorpresivamente había aun mas oficinas– sonriendo, agradecí la información y proseguí.

     

    Caminé hacia la secretaria personal de la directora, absorta en la duda de si hallaría a mi hermana en su oficina, cuando un golpe seco en el estomago me distrajo —¡pero ve por dónde vas! —solté haciendo un sobreesfuerzo para tener el aire suficiente como para decirlo, aunque en realidad al final de la exclamación me haya escuchado como un globo desinflándose. Estaba tan concentrada en unicornios rosas, que mis pasos habían cobrado más rapidez, por lo que sin notarlo, logré tropezarme con los folletos «Al menos, no te caíste, eso hubiera sido digno de ver».

     

    Reponiéndome de la falta de aire, me acerqué a la secretaria para anunciarme —Buenos días, deseo hablar con la directora, soy Fengari Naberrie Bla… —estaba a punto de recitar todas las líneas cuando me rectifiqué— solo dígale que es Fengari.

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  16. http://i.imgur.com/gpzV4ro.png?1?7192

     

     

     

    Traspasé la puerta de roble color caoba y caminé por cuidado por los pasillos de lustrosas baldosas del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica. En muchas ocasiones había escuchado la gloria que guardaban los muros de aquel departamento, cuya historia mágica del mismo Ministerio, también se alzaba sobre la base de este escuadrón. «¡Hubiera traído la cámara!» deseé suspirando por el olvido. Pero ese día no venía a pasear por sus pasillos, husmeando los antiquísimos muebles y los artículos que enmarcaban sus hazañas u hostigando a los retratos, nop, no hoy, hoy estaba ahí para conversar con el mago que estaba al frente de la jurisdicción, y que antiguamente había sido mi jefe, Enrick Ryddleturn.

     

    Después de pasar el vestíbulo, me dirigí hacia la recepción, donde un muchacho parecía estar ensimismado entre los quehaceres estresantes típicos de quién se encargaba de la secretaria, «¡qué pálido!» pensé al notar su piel contrastando con su alborotado cabello marrón, se veía muy joven, demasiado... Con sutileza me acerqué y tanteé armoniosamente la punta de mis dedos sobre la mesa, para llamar su atención, sin poder ignorar el gran ventanal que se alzaba a sus espaldas, cuyas magnificas visuales pintaban los paisajes de una concurrida masa de magos y brujas yendo en todas direcciones «¡Céntrate!».

     

    —Hola, me llamo Fengari Naberrie Black Lestrange Evans, jefa de la Oficina para las Relaciones Ministeriales del Cuartel General de Aurores, y deseo entrevistarme con el director —me anuncié sintiendo nuevamente el esporádico nudo formarse en mi garganta.

     

    Esa sensación asfixiante que ya había notado en otra ocasión, el día que la directora del cuartel me anuncio que el mago no estaba feliz con mi audacia de aparecer con dementores en el Atrio, tras el incidente… «Estas frita Fengari». A pesar de ello, tenía ganas de conversar con él y pedir su consejo. Había dejado pasar muchos días, bueno, semanas, para recién tomar el valor de visitar al Ryddleturn, y asentir al llamado de atención, por si el caso, ya tenía lista la mirada de corderito triste, y si me fallaba, empezaría con la adulación, aunque era malísima para eso «¡qué la fuerza me acompañe!».

  17. Estaba jugando con el pasador mágico de los Black Lestrange, obsequiado por mi querida y extrañada abuela –a quien debía visitar pronto en la mansión– cuando una extraña sensación empezó a ponerme inquieta, últimamente estaba más receptiva de lo que quisiera. El escalofrió reptó desde la punta de mis dedos, viajando como un sutil cosquilleo hasta ubicarse bajo la nuca, «¿qué es esta emoción tan diferente?» me debatí dejando quieto el broche, aguzando mis sentidos y aspirando un aroma casi imperceptible…

     

    Aun estaba de pie junto a mi jefa, en silencio, meditando sobre las teorías conspirativas de un extraño clan de muggles que había encontrado en lo que ellos llamaban blog, en la internet, cuando tuve que dejar atrás la muerte del señor Kennedy para entrecerrar los ojos ante una imagen poco usual en el cuartel, un mago había atravesado el piso con la ropa hecha jirones. De hecho, no debía haberme alarmado, aunque no lo mostrara físicamente, mi antiguo jefe, cuando yo era apenas una aprendiz de auror, disfrutaba de los residuos de las “batallas” en honor a acabar con el uso de magia oscura. No obstante, a pesar de que era común ver a compañeros heridos en batalla, la imagen del auror me pareció perturbadora, de una forma ajena.

     

    Y de pronto, lo recordé. «No… ay no… ¡ay si!» me mojé los labios y rebusqué en la memoria algún pendiente no efectuado, y efectivamente ahí estaba. Mentalmente busqué en mis memorias, y lo hallé, sobre la superficie de mi escritorio, aun entreabierta, un pergamino en forma de memo cuyo interior relucía de una caligrafía desconocida, de un compañero que poseía la iniciativa que yo tendría que haber realizado, claro, si fuera menos vaga, «y olvidadiza Fengari». Llevé mis manos a mi frente, haciendo un gracioso gesto de perturbación, conforme ordenaba mis palabras y me debatía si el auror había notado mi falta de compromiso con su afiche.

     

    —la consciencia… —susurré, ya empezaba a dolerme la cabeza, y girándome a revisar si las hechiceras estaban listas, me escabullí ágilmente hasta llegar a unos pasos del mago, él estaba en la puerta de otra oficina.

     

    —Disculpa —lo llamé, más que apenada, y crucé los dedos por que únicamente llamara su atención, siempre fui cauta con mis dilemas, mas aun con mis casi olvidadas tareas— Hola, tu eres @ ¿cierto? Yo soy Fengari —señalé la puerta de la oficina a un extremo— hace unos días me llegó una misiva con tu folleto, y me preguntaba… si, ¿habías empezado a repartirlos? —agregué bajando el tono de voz, si estaba tratando de ignorar el cartel luminoso que me apuntaba como irresponsable, ya era muy tarde, la vergüenza me catalogaba ahora.

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  18. http://i.imgur.com/gpzV4ro.png?1?7192

     

     

     

    Aquella mañana había despertado del mejor humor posible. Muy temprano logré encender el reproductor de música y la canción de Hakuna Matata se oía mas alto que en otras ocasiones –aunque las únicas ocasiones que la había escuchado empezaban con la ocasión que ameritaba mi examen de vuelo, la graduación y un par de infortunios que no valían la pena agregarse–, empalándome con su peculiar letra e incentivándome a implorar mentalmente, que mi paseo por el lugar marcado no atrajera inconvenientes… «Ni huelgas, ni ruedas de prensa ilegales, ni batallas apocalípticas, ni una horda de zombies, ni el discurso del nuevo presidente de ********» recé mientras me transportaba al Atrio.

     

    Rápidamente bajé de la chimenea, llevándome un poco de ese fulgor verde esmeralda que nos envolvía siempre al llegar. Observé en todas direcciones asegurándome de no parecer una loca perdida, y divisé en un extremo el punto exacto al que me dirigía en aquella ocasión. Caminé hacia el centro de la pequeña avenida que conectaba todo el primer piso del Ministerio de Magia, esforzándome por evitar cualquier objeto que pudiera dejarme algún moretón en el brazo o aturdir mi calor corporal. No, no era agorafobia. Y no, no lo admitirá jamás.

     

    «Ahí estas» pensé sonriendo complacida al acercarme a la Fuente de la comunidad Mágica «¡qué nombre!» recordé con entusiasmo, en alguna ocasión recordaba haber participado de una colecta para su reparación. Las monedas doradas brillaban en su interior y el reflejo de una joven de cabellos casi blancos anudados fuertemente en una coleta de caballo, aparecía lentamente mientras el agua se tensaba, el brillo de mi placa de auror se hacía más fulminante y me echaba en cara cual era el propósito de mi visita. Subí al murillo de la fuente, equilibrándome para no caer, y saqué un catalejo de esos que alguna vez había incautado en un algún momento poco definido.

     

    Rebuscando entre el mar de personas, esperaba que pronto apareciera la otra auror que me acompañaría en esa misión, @@Arabella Gryffindor.

  19. «La bendita copia del anuncio» seguía recitando mentalmente, preguntándome que tanta importancia tendría aquel infortunado mensaje, que ya estaba colocado en lo más alto del Ministerio de Magia, a vista y paciencia de todos los seres mágicos que concurrieran a las instalaciones de la institución más poderosa del mundo mágico… «¿Qué tanta importancia?» medité abrochando el único botón de plata que remataba el cuello en forma de pico de mi abrigo ceñido. La blusa de seda y gasa rosa pálido, quedaba contrastada con el gris de la gabardina, como una metáfora, disfrazando mi perfil romántico, delicado y casi débil, con la imagen que yo quería transmitir dentro de mí, inaccesible, seria y, tan dura y aburrida como una piedra gris.

     

    Moje mis labios y tanteé mi cadera, asegurándome de llevar mi varita sujeta a un delgado cinturón bajo los ropajes; del otro lado, llevaba una pequeña bolsita con polvo peruano de oscuridad instantánea de contrabando, quizás de esos que se podían conseguir en el mercado negro de algún conocido pero ignorado callejón, quizás de esos que no debería llevar. Pero era Fengari, y siempre cargaba conmigo alguna planta venenosa con la que hacer alguna toxica poción, así que no era muy descabellado imaginar que llevaba también uno que otro artilugio poco… amigable.

     

    «Céntrate Fengari, Céntrate» me dije cerrando los ojos y abriéndolos inmediatamente, sintiendo las pestañas rozar mis parpados y la luz del piso revelarme cual primera vez, la sala donde se encontraban casi todos los Aurores. Registré con la mirada todo mí alrededor, etiquetando nuevamente los rostros nuevos, pero sobretodo, concentrándome únicamente en una sola puerta, la de aquella oficina que me inspiraba algo malo. No algo malo como tenebroso, algo malo como… peligroso tal vez, aunque no exacto, más bien, me producía una mala espina, siempre que me encontraba con esa puerta, todos mis sentidos se sentían en alerta «curioso curioso».

     

    Torcí los labios y me relajé, girándome hacia la directora, a la espera de sus órdenes. No sabía si sería tomada en cuenta mi sugerencia, o si coincidía conmigo, pero lo cierto era, que si no hubiera arrasado con todo el contenido de la tetera, y no tuviera litros de jugo de valeriana recorriendo mi sistema, estaría más que enfurecida, ya estaría en la oficina del encargado del Profeta escupiendo injurias a diestra y siniestra. :o

  20. @

     

     

    Asentí ala invitación e inmediatamente tomé asiento. la urgencia del llamado solo podía significar una cosa, y aquella teoría que se tejía en mi mente lejos de los paradigmas sobre dioses, alienígenas o híbridos, empezaba a materializarse en la forma de un inocente periódico llamado el profeta «¡oh oh! Problemas…» pensé observando el numero arrugado sobre el escritorio de la directora. Elevé las pestañas como si nada y conservando una sonrisa moderada, esperé a que vomitara las palabras que seguramente se quedarían cortas a comparación de las injurias que articulaba en su cabeza.

     

    Yo estaría furiosa, lo estaba, solo que había tomado esa mañana demasiado té de valeriana.

     

    Con cuidado, miré de reojo al pergamino, por curiosidad, por si había alguna maldición escrita sobre el editor del periódico, sin embargo, toda mi atención fue eclipsada por una mención que Desireé hizo sobre el anuncio que hacia horas había publicado. Rápidamente separé los labios para explicarle que aun no había publicado la nota en el periódico mágico, cuando recordé que sería más sano no interrumpir y esperar mi turno, y algo de suerte para argumentar el por qué no lo había hecho.

     

    —estoy totalmente de acuerdo contigo. Pero creo que lo más conveniente es saber de primera fuente qué sucedió realmente, para así modificarlo a nuestra conveniencia, si es un malentendido o una exageración. Hay que ir preparadas para la guerra —sugerí cruzando los dedos por que todo haya sido exageración del muchacho, y si era de esa forma, idear la manera para lavarnos las manos de forma elegante.

     

    —hay una cosa mas que quiero mencionar —dije bajando los decibeles de mi voz— es un hecho que los juicios están a la vuelta de la esquina, y que pronto iniciaran las sentencias, pero… después del “exabrupto” del atrio, he escuchado rumores en el piso que, algunos de nosotros serán acusados —planteé empalagándome de las vueltas al asunto— actualmente no existe denuncia formal acusándome. Siento mucha tensión entre Seba y yo, asi que dado el momento quiero saber si… —Al oir el golpe en la puerta guardé silencio. Al observar a Arabella, presioné los labios y asentí en conformidad por su presencia, volviendo rápidamente al tema principal.

     

    —Acerca del anuncio —comenté ya de pié siguiendo a la hechicera— aun no lo he publicado en El Profeta. Iba a dirigirme ahí después de dejar mis cosas en la oficina, y como todos, me he encontrado sorprendida con tal número, es por ello que creo más conveniente publicar una nota de prensa de parte de la directora del cuartel hacia la población mágica, marcándola como unua mensión principal, subjetiva y cargada de ese mensaje de paz y tranquilidad que la gente siempre recibe —expliqué moviendo las manos— y secundariamente, la copia del Anuncio.

  21. @

     

     

    Antes de la inoportuna intervención de la violeta recepcionista, estaba jugando a la decoradora, moviendo cajas, desapareciendo muebles de relevante significado histórico y deshaciéndome de un par de pergaminos que parecían clasificar alguna vez, importantes casos allegados al departamento, exclusivamente a la dependencia de la que ahora me hacía cargo. Y aun así, solo la presencia de la extraña mujer parecía desentonada, aun con todas las cajas a medio camino y los tubos de papiros regados por el piso.

     

    «¿Pero que hace aquí? ¿Habrá venido por una dosis de veneno? ¡Quizá ahora si podamos jugar!» pensé desviando los ojos hacia un baúl donde guardaba cicuta, una hierba con la que se podía elaborar tóxicos brebajes. Ya me imaginaba sobándome las manos como la graciosa villana de un cuento para niños, quizás Aaron sospecharía de la broma «siempre acaba sospechando», pero había nuevos empleados, nuevos aurores que no tenían idea de mi hobby como coleccionadora de venenos.

     

    Casi estaba poniéndome de pie cuando escuché a la chica escupir rápidamente el llamado de la directora, «¿de qué está hablando? ¡ay! Seguro es por el panfleto que me envió el tal Elvis, grrrr! Debe haber asumido que demoraría sin su intervención» imaginé maldiciendo por lo bajo a los empleados responsables. Yo me creía responsable… a mi tiempo (? En fin, sacudí la cabeza aturdida, sintiendo el sabor de los caramelos fundiéndose en mi paladar.

     

    —¿quaé discssses? ¿Un passsseo? —repetí en un idioma poco conocido, bueno si conocido, de ese que te da cuando tienes algo en la boca. Se podría llamar, la lengua de la “ese”. Rápidamente me puse en pie y cogí un largo saco que se ajustaba a mi figura. Y Salí hacia la sala de los empleados.

     

    Mientras caminaba llamé a Arabella sin detenerme a dar explicaciones— ¡al despacho de la directora! —Exclamé ya a unos pasos de la oficina— ¿dijiste que estaba aquí esperándome cierto? —Pregunté en tono confidencial— bueno, ya lo descubriremos.

     

    Llamé a la puerta tres veces y entré. —Soy Fengari, ¿me llamabas?

  22. Señalé un vuela-pluma e inmediatamente empecé a redactar un documento, el aroma de la tinta azulina en el pergamino, inspiraba aun más mi labor. «Bueno, esperemos que no me meta en más problemas por este comunicado» pensaba mientras graficaba una a una las frases que venían a mi mente conforme avanzaba el escrito. La nota, era un borrador que presentaría al ministerio para colocarlo en el área donde bueno, todo ser mágico que vivía en el ministerio podría observarlo, en la claqueta de Avisos de los Departamentos ministeriales.

     

    Al terminar la nota, llamé a mi elfo personal para que se encargara de hacer que suceda mi pensamiento. Y con un par de dulces en la boca, terminé la primera parte de mi trabajo.

     

    Saboreé el sabor de la frambuesa y el limón y empecé a susurrar rezos confusos, entre tanto, movía la muñeca para hacer varias florituras hacia las cajas embaladas, la remodelación de mi oficina tenía que finalizar hoy, aunque mi vida dependiera de ello. Varios muebles empezaron a desaparecer, mientras otros ocupaban su lugar, de color marfil y hueso, con un acento parisino y terminaciones en plata. Detrás de mi escritorio, una gran pintura en tonos grises, mostraban un paisaje de épocas romanas, con columnas talladas y un apasionado sentimiento de guerra.

     

    Las cortinas de un delicado material, eran colgadas en su lugar con sumo cuidado, mezclándose con el paisaje externo y contrastando con las paredes blancas, aquel tono arenoso combinaba perfecto con el purpura de los ribetes de las telas. Pero poco antes de deleitarme con las demás pinturas, otro tono de purpura, casi violeta, se atravesó en mi campo visual notoriamente apresurada. Su presencia causó que de un respingo me ubicara decentemente en mi sillón, tratando de presionar los labios para que los caramelos no se salieran de mi boca. Sonreí.

  23. Señalé un vuela-pluma e inmediatamente empecé a redactar un documento, el aroma de la tinta azulina en el pergamino, inspiraba aun más mi labor. «Bueno, esperemos que no me meta en más problemas por este comunicado» pensaba mientras graficaba una a una las frases que venían a mi mente conforme avanzaba el escrito. La nota, era un borrador que presentaría al ministerio para colocarlo en el área donde bueno, todo ser mágico que vivía en el ministerio podría observarlo, en la claqueta de Avisos de los Departamentos ministeriales.

     

    Al terminar la nota, llamé a mi elfo personal para que se encargara de hacer que suceda mi pensamiento. Y con un par de dulces en la boca, terminé la primera parte de mi trabajo.

     

    Saboreé el sabor de la frambuesa y el limón y empecé a susurrar rezos confusos, entre tanto, movía la muñeca para hacer varias florituras hacia las cajas embaladas, la remodelación de mi oficina tenía que finalizar hoy, aunque mi vida dependiera de ello. Varios muebles empezaron a desaparecer, mientras otros ocupaban su lugar, de color marfil y hueso, con un acento parisino y terminaciones en plata. Detrás de mi escritorio, una gran pintura en tonos grises, mostraban un paisaje de épocas romanas, con columnas talladas y un apasionado sentimiento de guerra.

     

    Las cortinas de un delicado material, eran colgadas en su lugar con sumo cuidado, mezclándose con el paisaje externo y contrastando con las paredes blancas, aquel tono arenoso combinaba perfecto con el purpura de los ribetes de las telas. Pero poco antes de deleitarme con las demás pinturas, otro tono de purpura, casi violeta, se atravesó en mi campo visual notoriamente apresurada. Su presencia causó que de un respingo me ubicara decentemente en mi sillón, tratando de presionar los labios para que los caramelos no se salieran de mi boca. Sonreí.


  24. Comunicado del Departamento Organizativo del Cuartel General de Aurores

     

     

     

     

    http://i.imgur.com/opK94.png

     

     

     

     

    A toda la comunidad mágica.

     

    Ante los últimos lamentables acontecimientos, se informa a la población, que el Cuartel General de Aurores, se encuentra laborando exhaustivamente para acabar con la inseguridad ciudadana. El personal administrativo y efectivo, se halla aunando fuerzas con otras dependencias del Ministerio de Magia y Miembros del Wizengamot, con el afán de devolverle la paz y tranquilidad al poblado mágico. Deber que nos tomamos con la responsabilidad y sobriedad que concierne nuestro objetivo primordial, vuestro bienestar.

     

    El cuartel General de Aurores se pronuncia tajantemente sobre los actos delictivos de dos conocidos grupos vandálicos, La Orden del Fénix y La Marca Tenebrosa, dejando en claro que, a nombre de la comunidad del Ministerio de Magia e impulsados por el Departamento del Cuartel General Aurores, repudia todo acto vandálico que atente contra la seguridad de la población, además, a los integrantes e impulsores de estos grupos terroristas, se les advierte que la justicia no dudará en castigar con todo el peso que dictaminen las Leyes Mágicas que rigen nuestro amado ministerio.

     

    Una vez más, se llama a la población a mantener la calma, se están tomando medidas necesarias para cumplir con nuestro compromiso, el salvaguardar la integridad física y moral de todo mago y bruja, y aseveramos que pronto se dará con los responsables de tan atroces acciones. Es por ello que, anuncia que a partir del presente día, se iniciarán con los primeros cateos de la temporada en todos los inmuebles mágicos denunciados, como inicio a una futura rigurosa requisa ministerial. Por consiguiente se sugiere a la población a no vitorear a ninguno de estos terribles bandos.

     

    Finalmente, el Cuartel General de Aurores, ante los constantes ataques a mansiones, locales y pobladores, incita a todos los magos y brujas que hayan sido víctimas o testigos de cualquier acto de índole delictiva por parte de estos grupos, a presentar sus denuncias en el Departamento Organizativo del Cuartel General de Aurores. Y si usted tiene sospechas sobre algún mago o bruja que sugiera pertenecer a alguno de estos conjuntos vandálicos, el Cuartel de Aurores los alienta a presentar su denuncia para proceder con las respectivas Órdenes de Cateos.

     

    su colaboración es de gran importancia, y con su ayuda, podremos devolverle la paz a nuestra emblemática comunidad.

     

     

    Atte.
    Fengari Naberrie Black Lestrange Evans
    Jefa de la Oficina para las Relaciones Ministeriales
    Departamento Organizativo del Cuartel General de Aurores

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