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Arya Macnair

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Mensajes publicados por Arya Macnair

  1. Sexta planta - Con Athena Ravenclaw

     

    Luego del cariñoso abrazo de su madre Arya se sintió algo más tranquila - ¿Debo llevar el pelo reco**do? - preguntó mirando a su alrededor, aun se sentía incomoda.

    Caminó junto a su madre hasta el armario de batas, las manos le sudaban, pero intentaba ocultarlo en los bolsillos de su vaquero, - ¿Cómo sabre que Hechizo utilizar? - era lo que más le preocupaba, temía cometer algún error y enviar a casa a un Mago con tres ojos, el solo hecho de pensar en eso le crispaba los nervios.

  2. Conteniendo la respiración la Lockhart empalidecía a cada segundo, mientras la rajadura en el hielo seguía creciendo, a sus espaldas oyó a Emmet pero estaba demasiado asustada como para contestar, no quería moverse, intentó aguantar la respiración, los enormes ojos azules comenzaron a lagrimear mientras pasaban de los ojos de su profesora a los de su compañero.

     

    Tembló de pies a cabeza cuando sus pies dejaron de tocar el suelo gélido, vio como la nieve se desprendía de sus zapatillas y caía, mientras ella ascendía, se volteó bruscamente, cayendo en cuenta de que Emmet estaba llevándola hacia si -Rápido- gritó, pero aun estaba demasiado lejos como para que el muchacho la escuchara, tranquilizo respiración, su corazón dejo doliendole el pecho. El cabello le impedía ver donde estaba, pero un golpe suave y seco, contra la fría nieve le hizo caer en cuenta de que estaba a salvo.

     

    Aun temblando, y con la cara desencajada miro a su compañero y haciendo muchas señas con las manos grito - Emmet, el hielo esta cediendo - el tono de su voz era muy alarmante, por lo que su compañero debió entenderlo, tomó a sombra y apunto a su compañero - Levicorpus - dijo, mientras tragaba saliva y el pulso le temblaba. Le costo traerlo hacia si, pero estaba lograndolo, - Vamos, la profesora - le gritó a su compañero mientras el otro muchacho caía junto ella.

     

    Se dejo caer en la nieve fría y seca, su varita yacía a su derecha, intentaba recuperar el aliento, el aire gélido le invadía los pulmones, de sus manos manaban pequeños hilitos de sangre, la nieve cortaba y quemaba, estaba algo aturdida, lo único que podía hacer en ese momento, era observar como Emmet salvaba a la profesora antes de que esta cayera al vacío.

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  3. Sexta Planta - Con Paula & Athena

     

     

    Arya comenzaba a dudar seriamente sobre si ese sería el lugar al que la había asignado, metió la mano dentro de la túnica y saco la nota que Phebs, su lechuza, le había entregado días atrás. - Efectivamente, es aquí - dijo tras un suspiro, en ese instante unas figuras femeninas se acercaban a ella, reconoció a Athena y sonrió mientras se erguía en su lugar - !Madre! - espetó, al tiempo que era interrumpida por la otra mujer.

     

    ​Empalideció cuando Paula explicó ser su jefa, se irguió aun más, como mostrando respeto, y alisó nerviosamente sus ropas. Asintió aliviada cuando comprendió que quien la ayudaría por el momento sería su madre - Esta bien, me parece bien - dijo demostrando aun más nerviosismo, - Buscaré tu oficina más tarde - continuó, pero la mujer ya se había marchado.

     

    Quiso abrazar a su madre, pero comprendió que ese era su puesto de trabajo, por lo que se conformó con dirigirle una simpática sonrisa y comenzar la marcha - ¿Por dónde comenzamos? - preguntó algo ansiosa.

  4. La reacción del joven fue súbita, la pelirroja quedó perpleja, ¿Sería ella la que realizara el hechizo?, las manos le sudaban, por lo que tuvo que aferrarse con mas fuerza a sombra. Secó su mano izquierda con la capa de piel, tragó saliva y lo miro dubitativa por un instante, en donde vio toda la preocupación de su compañero.

     

    -Espero que confies en mi- se dijo para si, temía decirlo en voz alta, no pretendía asustar a Emmet, y menos siendo el quien más tarde debía ayudarlos a ellos. Buscó en la mirada de su profesora alguna mueca de aliento y irguió su brazo derecho dejando expuesta la blancura de su piel y la perfección de su varita. Respiró profundo, y pronunció claramente -! Levicorpus !-, acto seguido vio como el muchacho se elevaba ante sus orbes azules y con un delicado movimiento de muñeca, este atravezaba el claro congelado y aterrizaba bruscamente sobre un montíc**lo de nieve, como había pedido.

     

    Una risa nerviosa le surgió desde las entrañas, risa que Arya no pudo contener, se llevo la mano izquierda a la boca y gritó - Lo siento Emmet ¿ Estas bien?- esperaba que así fuera, no lograba verlo muy bien desde su posición. El repentino ataque de nerviosismo hizo que la Lockhart diera un paso en falso, fue solo uno, pero basto para que una gran parte del claro se rajara dejando a su paso una endidura en el hielo y provocando un sonido molesto.

     

    Su cara empalideció aun más, el sudor se torno frío y seco, se aferró a su varita y dirigió una mirada suplicante a su compañero, de este debía sacarlos a los tres de allí con vida, mientras el hielo se rajaba por completo casi arrinconandolos en el centro del claro.

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  5. Hasta ese instante no había notado la presencia de nadie más junto a ella, la observó detenidamente, su belleza era cegadora, -Sassy Goddess- pensó que nombre tan extraño. Pero más le extraño no recordar el suyo, además del como había llegado hasta allí.

    Pensó hasta que la cabeza le dolió, cortó una pequeña flor azul y se la llevo cerca de la naríz - No lo recuerdo -, la respuesta le arrancó una carcajada simpática, se levantó de donde estaba y se acercó a la joven - ¿Quien eres tu?- parecía tan tranquila y serena, tan radiante de paz que generaba lo mismo en ella, así que solo se dedicó a sonreir.

  6. Arya Lockhart.

     

    Sopeso un instante, alejandose unos pasos de sus compañeros, observó a su profesora Mia, y luego a cada uno de sus compañeros, como si los estudiara. Bajo sus pies, el hielo crujía como huesos rotos, una fina capa de escarcha se había acumulado sobre sus zapatillas y su capa - Execelente- espetó, como su hubiese escupido el comentario, un suelo de hielo los separaba de la peor de las caídas, y eso no la dejaba en lo absoluto tranquila.

     

    Tragó saliva, y asintió sin explicar el porque, se situó junto a Emmet y su compañero, miró friamente a su profesora a los ojos, para que esta no denotara el temor que le corría por los huesos. El sudor le perlaba la frente repleta de pecas marrones, en un instante su mano derecha desapareció dentro de su abrigada capa y volvió con Sombra fuertemente aferrada entre sus dedos, como su la varita de Nogal fuera una extensión mas de su cuerpo.

     

    miró sin mirar a su retaguardia, y observó detenidamente la firme tierra por donde había llegado, irguió su varita y mucitó - ¿Quien va primero?-, no se ofrecería ella, por supuesto que no, en ese momento los cuatro corrían el riesgo de caer si el hielo cedía, y no queria ser ella quien viera desaparecer en ese gélido claro a sus compañeros.

     

    La voz le temblo, pero carraspeó unos instantes y se dirigió hacia el muchacho de su izquierda - Emmet, fue tu idea, quizas debas ir tu primero- conocía perfectamente sus pensamientos, y si se equivocaba pronto estaría acertada, había visto al muchacho junto a una joven a la que había llamado "Hermana" y le había pedido que se quedara junto a él, pero ella no estaba allí y seguramente la preocupación invadiría su semblante en poco tiempo.

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  7. Planta 6 - Heridos y Resurreciones de Aurores. - Arya Lockhart, perdida dentro del recinto -

     

    Claramente, luego de haber esperado casi una hora en la entrada, tragó saliva y se dirigió hacia la planta 6, donde se suponía debía presentarse. Había gente corriendo por todos lados, con la cara congestionada por la carrera, ataviados con batas blancas y el cabello recog**do, observó el suyo, algo avergonzada por llevarlo suelto.

     

    Miraba constantemente a su alrededor, no veía ninguna cara conocida, y eso la preocupaba, se sentía demasiado nueva, creyó por momentos oír la voz de su madre Athena, ver correr a Jessie y a su prima, pero todo era muy confuso, algo enfadada frenó su recorrido en seco y extendiendo bruscamente sus manos a los costados dijo con voz tenue mente alta - ¿Hola? - alguien debía de estar esperándola, no creía que fueran a entregarle un bisturí o una geringilla sin supervisión alguna, ¿O si?.

     

    La idea le causo mucha gracia, y esbozó una sonrisa burlona seguida de una carcajada sonora; Sintió millones de ojos observándola y tapo su boca con ambas manos avergonzada nuevamente. Nuevamente se vio apoyada contra una pared, esperando que alguien la reconociera.

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  8. ​Hola Bellos !, aquí reportandome. Dejo los datos correspondientes, y espero no causarles ningún tipo de inconveniente, suelo ser algo rebuscada al momento de elegir lo que me gusta.

     

    Imagen

     

    Texto Firma: Arya & Bodrik Lockhart - Ya de por si tiene un texto que me gustaría conservar -
    Texto Avatar (si se requiere): --
    Medidas: 500 x 250 Como lo piden.
    Colores: --

    Otras especificaciones: Happy Halloween

     

  9. Patronus:

     

    Lobo Huargo Albino, Ese es el Patronus de Arya Lockhart. "Fantasma", con su blanco pelaje deslumbrante al igual que la piel de su invocadora, unos enormes ojos rojo fuego, y enormes colmillos. El Huargo expresa determinación, coraje, fuerza. Además de la enorme atracción que siente hacia la especie, Arya tiene una Loba Huargo color gris. Comparte su carácter, mala. pero a la vez esta tranquila y sigilosa.

     

    Varita:

    Sombra, es su varita mágica. Entregada por el mismo Ollivander´s. Mide unos 35 Cm. aproximadamente. Fue fabricada con madera de Nogal negro, por lo que es dura. Tiene un color oscuro, y esta finamente tallada con espirales azules. Su núcleo es de fibra de corazón de Dragón. Su nombre se debe a que sus oponentes nunca saben de donde la saca, siempre esta escondida, en las penumbras de la túnica de la Lockhart.

     

  10. Arya Lockhart.

     

    Parecía un sueño, la muchacha se frotó varias veces los azules ojos hasta el escozor, pero seguía allí, imponente ante ella. Un bello jardín, tan femenino hasta en el último de los detalles, suspiro enmelezada por los aromas florales y frutales, y se recostó en la verde y suave hierba mirando a su alrededor.

     

    -Hola, una aspirante al habla-

  11. Arya trató de recuperar el aliento luego de que el profesor devolviera a las bestias a su forma original -Estatuas- se dijo, riendo entre dientes, observó al resto de sus compañeros, le extraño no haber visto a Sara, se sentía algo perdida.

    A sus pies, el segundo profesor Jank, acercó un trozo de corteza de árbol, al igual que a los pies del resto del grupo, no lo pensó dos veces, el pequeño exceso de adrenalina momentánea había dejado su magullado cuerpo exhausto - Genial- musitó al tiempo que se dejaba caer, frente a ellos, una fogata calentaba sus heladas y blancas manos, quizás la parte teórica comenzaría ya.

     

    Sus ojos se abrieron de par en par dejando ver todo su color azul, mientras, frente al grupo los profesores se batían a duelo, - La clase práctica- dijo para sus adentros, y dejo escapar el poco aire que había en sus pulmones en forma de suspiro. Los profesores utilizaron hechizos que ni ella conocía, teniendo en cuenta su inexperiencia, estaba algo fascinada a decir verdad, pero algo le extrañaba -¿No van a matarse verdad?- preguntó a Keira, la joven que tenía mas a su alcance, mientras en su mente repasaba las imágenes de la última clase.

     

    Poco duro el enfrentamiento, y para cuando ceso, sus profesores estaban en perfecto estado, para su tranquilidad; Jank se acercó al grupo para explicarles la siguiente tarea, era algo difícil,pero la pelirroja no se daría por perdida tan fácilmente Tomó el pergamino que se le entregaba, escudriño dentro de su túnica buscando una pluma, acomodó su cuerpo en la incomoda corteza y se dio a la tarea de escribir.

     

    En su rostro se dibujo una especie de sonrisa de satisfacción al enrollar el pergamino entre sus manos, rápidamente esta se desdibujo, se erguió, estiró todos sus músculos de una sola vez, y quitando el polvo de sus vaqueros se acercó al profesor - Aquí tiene- expresó extendiendo su mano con el pergamino hacia el, - Espero este todo correcto- continuó alejándose y volviendo a su corteza.

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  12. Arya Lockhart.

     

     

    Evidentemente no había sido su intención provocar la ira de las profesoras, así que se trago todas sus palabras baratas al igual que sus compañeros. Comenzaron a seguirlas luego de la reprimenda, aquel lugar le causaba escalofríos, bajo sus pies el piso eral lodoso y resbaladizo, aunque algunas hojas secas permitían el paso sin dejar que ninguno cayera; Sentía que el frío le calaba los huesos, y un millón de ojos brillantes observándola agazapados, escondidos, esperando el momento oportuno para atacar.

     

    Armonizó su respiración, a lo lejos un Licántropo le aullaba a la luna poniente, el vello de los brazos se erizo bajo su túnica, apretó su varita junto a su cintura sin permitir que nadie notara que no estaba en lo absoluto segura de donde se encontraba. El corazón comenzó a latirle con fuerza, una fuerza irracional, el sonido retumbaba por todo su alrededor, amenazante, casi con violencia haciendo que los arboles temblaran, que sus hojas cayeran sobre ellos, y levantando una polvareda cegadora, logro escuchar a Emmet gritar algo y comprendió que no era su corazón el que causa semejante estrép*to.

     

    Cerró los ojos instintivamente al ver al primer minotauro, pegó su cuerpo contra un árbol, y logro ver como una de las profesoras, la señorita Mia corría hacia la misma dirección, se incorporó y se dio a la carrera; Cerro los ojos en el último tramo, y al abrirlos se encontraba lejos del peligro, pero luchando por mantenerse en pie en una zona algo resbaladiza.

     

    Jadeante se acercó a la profesora y casi en un susurro pronunció -¿Qué puede haber provocado la estampida?- su cara cambiaba de color a medida que recuperaba el oxígeno, observó a Emmet junto a una joven, pero aun estaba muy aturdida como para colaborar -¿Tu crees que funcionara?- preguntó mirando a su alrededor, el pánico volvía a invadir su cuerpo, - Quizás si corremos hacía la tierra firme el suelo no se desmorone- miro bajo sus pies, poco convencida de su propio comentario.

     

     

    OFF ROL

     

    Datos Personales:



    Nombre del Personaje: Piper Halliwel

    Sexo: Femenino

    Edad: 21 años

    Nacionalidad: Sovietica (al igual que su padre)

    Familia 1: Familia Lockhart

    Padre(s) Sanguíneo: Vladimir Lockhart Myrddin
    Madre(s) Sanguíneo: Mery Anne Haughton

    Familia 2: Familia Stark (http://www.harrylati...showtopic=98531)
    Madre Adoptiva: Athena Ravenclaw R. (http://www.harrylati...showtopic=94011)

    Trabajo: --

    Poderes Mágicos:


    Rango Social: Aprendiz

    Bando: Neutral.

    Rango dentro del Bando: --

    Nivel de Poder Mágico:

    Puntos de poder en objetos: 20

    Quote

    Hechizos adicionales:--


    Puntos de poder en criaturas: 10

    Quote

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --


    Habilidades Mágicas: --

    Conocimientos Especiales: --

    Perfil del Personaje:



    Raza: Sacerdotiza.

    Aspecto Físico:

    Piper es una joven de 1,65 aproximadamente de altura, pesa unos 60 kg y es algo rolliza. Tiene unos enormes ojos azules como el cielo, unas largas y marcadas pestañas negras, su piel es blanca como la nieve, y cuando le da el Sol parece brillar, su cara y gran parte de su cuerpo se encuentra cubierto por unas motas marrones y tiene una espesa cabellera rojiza que le llega a la cintura, normalmente lo lleva atado, ya que es molesto para ella, pero no es una opción cortárselo. Los rasgos de su cara son pequeños y delicados, tiene unos finos labios color cereza y una simpática sonrisa.
    Normalmente acostumbra a vestir cómodos vaqueros de color bordo, mostaza o verde oscuro, con cómodas botas cortas y camisas largas y a medio abotonar, siempre tan provocativa. Aunque no tenga un cuerpo muy atractivo se las arregla bastante bien para aparentarlo.

    Cualidades Psicológicas:
    Al haber nacido bajo el signo de Geminis, Piper tiene un marcada doble personalidad; De vez en cuando, es una tranquila joven, que ama los libros, callada, con un bajo perfil y sin muchos amigos, ya que no es muy buena sociabilizando con las personas,es una persona muy temperamental, se enoja con gran facilidad y guarda muchos rencores.
    Pero a su vez es una joven alegre y activa, que tiene un gran sentido del humor, y se codea con los amigos de los demás, es muy provocativa la mayor parte del tiempo, aunque solo quiere encontrar alguien con quien pasar el resto de su vida.

    Historia:
    Era una tranquila tarde de verano, y Piper caminaba lentamente recorriendo el jardín del castillo Lockhart que se conocía de memoria, desde pequeña siempre le había gustado jugar al aire libre, y sus padres nunca se lo negaron; Pero esa tarde era distinta a las demás, ese mismo día pero horas anteriores a su caminata, sus padres Vladimir Lockhart y Mery Anne Haughton la llamaron pasada la hora del desayuno, cosa que jamas hacían, y le comentaron que debían hablar con ella.

    La joven con sus apenas 21 años, se había desenvuelto en el mundo mágico con gran facilidad, aunque no le importaba en gran medida, siempre escuchaba a su familia discutir sobre La orden y La marca, aunque no le prestaba demasiada atención, ya que hacia unos años había conocido a una hermosa sacerdotisa de la cual se había hecho muy amiga, Kikyo; Esta sacerdotisa se había comprometido a iniciar a Piper en el asunto, ella estaba muy entusiasmada, de cualquier forma era magia, pero al contarse a sus padres, a estos mucho no les gusto, ya que esperaban que su hija portara con honor los apellidos en la Academia, se graduada con honores y fuera una persona muy poderosa, al igual que todos los miembros de la familia.

    Por ello, esa mañana fue distinta a las demás, sus padres le explicaron que la petición a la Academia había sido aceptada y que pronto seria una nueva estudiante, que debía preparar sus cosas ya que pasaría un año entero allí, y solo volvería para navidad y las vacaciones de verano e invierno, lo primero que la joven pensó fue en su amiga Sacerdotisa y en sus enormes deseos por convertirse en una de ellas, no quería ser Hechicera, aunque lo llevaba en la sangre porque su padre Vladimir era Mago mestizo, y ni hablar de su madre que era una Vampiresa respetable, sabia que si la petición había sido aceptada no había marcha atrás, así que preparo sus maletas, son odio en sus ojos, no comprendia porque su apellido pesaba tanto en ella, desde que era un bebe, Elfos la cuidaban, jugo con criaturas magicas, y al tener edad suficiente se le intento enseñar varios trucos básicos, pero Piper no mostraba interés, y no lo haria ahora. Meditando en los jardines del castillo, pensaba que podria decirle, como podría despedirse de su querida amiga Kikyo, lagrimas le corrian por las mejillas cuando se dirigio al claro del bosque donde la sacerdotisa solía meditar y practicar sus conjuros, y allí esta, como siempre, fiel, pero noto algo extraño en su amiga, y luego de que esta le explicara lo sucedido con sus padres y la Academia, se despidieron tristemente, pero Piper le prometió que vendría a verla siempre que pudiera para seguir practicando, su amiga le dijo antes de marchar que debía convertirse en una gran hechicera, si era lo que sus padres querían, ya que ellos eran lo mas importante en este momento.
    Contra su voluntad Piper accedió ante sus padres a ir a la Academia, aunque seguía sin estar del todo convencida, pero recordando lo que su amiga le había dicho supo que era una promesa, algo que debía hacer por sus padres y por ella, se convenció casi por completo de que era su destino, después de todo estaba en su sangre. La noche antes de marchar oyó a su madre llorar tras la puerta de la cocina, había echado furiosamente a todos los elfos que estaban limpiando los trastos y había arremetido contra todo lo que allí había, Piper se levanto silenciosamente de la cama y bajo las escaleras para acercarse a la cocina, justo cuando Vladimir corría en la misma dirección, debió esconderse tras una de las largas cortinas de la casa para que no le vieran, y una vez a salvo se acerco a escuchar,
    -Dime porque estas tan alterada- susurraba Vladimir, con tomo preocupado
    -Estos idi***s no hacen nada, pero nada bien- Exclamo Mery Anne intentando bajar la voz, pero su enojo se lo impedía
    Su esposo la miro extrañado -¿De que hablas?- Piper acerco el oido a la puerta para poder escuchar mejor, se notaba que su madre estaba muy triste, y no era usual verla así
    - La Marca envió a un grupo de carroñeros a terminar con un grupo se sangre impura que se había escondido en el bosque,y para sorpresa de ellos, estaban bajo la protección de una sacerdotisa- Mery Anne trago saliva, pareciera que le costara hablar
    -!No te entiendo mujer, se mas claro!- Espeto Vladimir ya nervioso por no comprender, pero su hija Piper que estaba escuchando tras la puerta comenzaba a comprender el pesar de su madre, al mismo ritmo en que su corazón se aceleraba hasta casi delatarla
    -¿Es que tu nunca entiendes nada, o si?, !esos seres inútiles eliminaron a la sacerdotisa!, la amiga de tu hija Vladimir, y si ella se llega a enterar se le rompería el corazón- La voz de la mujer se quebró, pero ni una lagrima caía por sus mejillas, en cambio por las de la joven que estaba escuchando tras la puerta si, su alma se le deshizo en lagrimas aquella noche, y volviendo sigilosamente a su habitación, se metió en la cama y se tapo con las colchas como si nunca mas quisiera ser descubierta; Esa noche, en la oscuridad de su habitación Piper se juro, sin rencor a su madre, entrar en la Academia y convertirse en la Hechicera mas poderosa que haya existido bajo su apellido formar parte de la Orden, al igual que su padre, y vengar el nombre de su cálida amiga.

    Pertenencias:



    Objeto Magico Legendario: --

    Objetos Magicos:--

    Objeto 1: Varita Magica
    Clasificación: AA
    Puntos de poder: 20

    Objeto 2:--
    Clasificación:--
    Puntos de poder:--


    Mascotas y Criaturas:
    Criatura 1: Lechuza
    Clasificación: X y no mágicas
    Puntos de poder: 10


    Criaturas en la Reserva: --

    Elfos: --

    Licencias, Tasas, Registros:



    Licencia de Aparición: --

    Licencia de Vuelo de Escoba: --

    Registro de XXX: --

    Otros Datos:



    Otros Datos: --

    Cronología de cargos:--

    Premios y reconocimientos: --

    Links de Interés Referentes al Personaje:

    Link al Perfil de Comprador MM: 211
    Link a Bóveda Personal: http://www.harrylati...howtopic=102193
    Link a Bóveda Trastera: --
    Link a Bóveda de Negocio: --
    Link a Bóveda Familiar 1: Boveda Familia Lockhart
    Link a Bóveda Familiar 2: Boveda Familia Stark

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  13. Arya Lockhart S.

     

    Dificultosamente la joven Lockhart estaba recuperando sus fuerzas luego de su última clase de "Generales 99", se encontraba dentro del castillo de la familia tomando una humeante taza de café, respiraba profundamente entre cada sorbo, hasta que un estrepitoso sonido proveniente de fuera hizo que una gotas de la infusión mancharan su blanca camisa.

     

    -Phebs..- Maldijo entre dientes dejando la taza sobre su mesa de noche y acercándose a la ventana para abrirla de par en par y descubrir a una desplumada lechuza blanca moteada desparramada en el alfeizar - ¿Es que nunca te detendrás ante la ventana?- suspiró; El animal acarreaba una nota de la Academia donde le asignaban su nueva clase de Duelo -¿Tan pronto?- se planteó, pero que mas daba eran el deber de toda bruja.

     

    Antes de partir paso por su armario y cambio la manchada camisa blanca por una azul eléctrico, llevaba junto unas zapatillas de tela azules y unos vaqueros de jean claros y ajustados a sus curvas, después de todo, no planeaba salir.

    El viaje a la Academia ya lo conocía de memoria así que esta vez no le pareció tan largo, el autobús la dejo justo a la entrada, se aliso las ropas, acomodó su larga cabellera rojiza detrás de su espalda e ingreso al lugar.

     

    Nada tardo en encontrar el aula asignada, el problema es que nadie había acudido allí salvo ella, o eso era lo que aparentaba, hasta que al acercarse a la mesa del profesor que impartiría la clase noto algo sobre ella -¿Es una broma verdad?- dijo en voz alta, y esta resonó por todos los rincones sin devolverle respuesta alguna -Esta vez moriré- exclamo, recordando su clase anterior y tocando el translador para segundos después aparecer en algún extraño lugar.

     

    Nunca había sido buena en las materias Muggles, y una que odiaba con su alma entera era la Geografía, pero reconocía perfectamente el lugar -México- pronunció al instante en que se posaba junto a Emmet para escuchar el discurso alentador de su siniestro profesor. Dio un pequeño pellizco a la mano de su compañero en forma de saludo y le dirigió una sonrisa, era al único que conocía hasta el momento, - Hola- susurró mientras observaba el entorno.

     

    Poco duro su encanto con el exotismo del lugar, Radamantys, el profesor a cargo irguió su varita y los atacó sin previo aviso. Todos sus músculos se tensaron mientras sus compañeros actuaban, pensó en correr, pero sería muy cobarde siendo su primera clase, fue entonces cuando la sangre le enervo y tomando a su amiga de su cintura exclamo -!Incárcerus!- rápidamente tres gruesas cuerdas salieron del extremo opuesto de esta para dar con el cuerpo de uno de los bellos tigres de bengala y dejarlo retorciéndose frente a ella intentando liberarse. Respiró profundo e intento que su corazón se tranquilizara.

     

    OFF ROL:

     

    Buenas tardes, noches, o buen día. Mi nombre Muggle es Macarena Mariel, por eso mi Nick. Soy de Argentina, vivo en la ciudad de Mar del Plata. Tengo 19 años, y por el momento no estudio, pues deje la universidad un mes atrás, solo trabajo. Pretendo estudiar Medicina Veterinaria, es mi sueño. Amo a los animales, a absolutamente todos, bueno .. Salvo los murciélagos, cuando veo uno lloro así de repente. Mi gran amor son los libros, todos ellos, cualquiera sea la trama los devoro con gusto, muchos dicen que soy un Ratón de Biblioteca, mi pasión es escribir, novelas especialmente, tengo tres, pero pase por un feo momento hace un año y no logro terminarlas. Soy muy simpática si uno se propone conocerme, al igual que mi personaje, soy algo antipática a la vista, me cuesta hacer amistades, porque paso mas tiempo estudiando o leyendo que al aire libre. No salgo mucho de noche, — soy como una anciana de 19 años jajaja —. Amo a la gente que me rodea, y a veces suelo ser muy ingenua por lo que me lastiman con facilidad. Soy físicamente similar a Arya, tengo el pelo rubia ceniza por lo que se asemeja al colorado, ayer lo teñí así que ahora nos parecemos mas, aunque hace un año lo corte y ahora me llega a los hombros, mis ojos son azules claros y la cara llena de pecas. Tengo la piel muy blanca — Demasiado para mi gusto — hablo mucho si entro en confianza, pero por lo general soy muy tranquila.

    Les dejo mis cariños.

  14. Arya Lockhart S.

     

    Observó detenidamente a Sunar mientras esta le devolvía el saludo, acto seguido sus movimientos la extrañaron, presentía que algo estaba sucediendo, pero no confiarían exactamente en los alumnos si era algo sumamente importante. Tragó saliva y se acercó a ella posando su mano derecha bajo su blusa del lado izquierdo de su cadera con algo de dificultad - ¿Hacia donde nos dirigimos?- musitó mientras extraía a su fiel compañera de centro de Dragón con su fino cuerpo de roble tallado.

  15. Arya Lockhart Stark

     

    La Lockhart había tardado semanas en recuperarse de las heridas de su anterior curso, a pesar de que había sido emocionante, le había dejado el cuerpo completamente magullado. Su blanca piel tenía ahora pequeñas manchas moradas, que estaban cubiertas por su túnica gris oscura con su capucha forrada en piel, como toda una Stark, la madrugada era prometedora, y ya pronto amanecería por lo que debía apurarse o llegaría tarde a su primer día en su segunda clase.

     

    Sus azules ojos daban pequeños destellos al mirar hacia la luna, había decidido nuevamente llevar una vestimenta informal, por experiencia recientemente adquirida, y porque era lo que acostumbraba a vestir; Unos vaqueros azul oscuro con pequeñas rajaduras deshilachadas, una sudadera un talle mas al que le correspondía para darle movilidad color blanca, y unas zapatillas blancas deportivas. Su larga cabellera rojiza esta vez iba suelta, meneándose tras su espalda, rozando su cintura al son de la suave brisa.

     

    Observó de reojo su reloj de pulsera, con maya de cuero verde oscuro y con un pequeño ave fénix en el centro de las agujas, su delicado rostro se transformo al comprobar que llegando a las afuera de la Academia ya iba tarde, tenía una nariz respingada y unos pómulos bien marcados, su cara estaba por completo cubierta de motas marrones, sus labios eran finos y pequeños con un claro tono cereza, pocas veces regalaban sonrisas, por eso sus allegados sabían apreciar las muy pocas que dejaba entre ver. Por la caminata sus mejillas se habían enrojecido, respiraba entre cortado decidiendo correr para poder dar con el punto de encuentro.

     

    —El bosque Prohibido— pensó mientras sus pulmones ardían por la cantidad exagerada de oxígeno que estaban recibiendo, y su cuerpo, no gustoso por la carrera se quejaba silenciosamente. Arya tenía piernas largas y estilizadas, al igual que sus brazos, con músculos poco marcados, tenía un buen porte, heredado de sangre, aunque no gozaba de grandes curvaturas en su cuerpo, salvo por sus caderas, aunque sabía manejarse con lo que le habían dado.

     

    No tardo demasiado, pero tampoco fue un tramo corto, llegó jadeante y completamente llena de tierra, se había topado desafortunadamente con algunas gruesas raíces, pero nada grabe, fijo su vista en las nuevas profesoras, las observó detenidamente para guardar su imagen en su memoria, era mujeres serias, y parecían algo molesta por la tardanza del resto de la clase, — Lo siento, es un tramo dificultoso — musito acercándose a sus profesoras y mezclándose entre la clase.

     

    — Mi nombre es Arya Lockhart, mi padre es Vladimir Alexae y mi madre es Athena Ravenclaw R. — hizo una pausa y se aclaró la garganta — Por lo que soy una Stark también.. — sonrió aduladora mente, y luego borro rastro alguno de eso — Mi abuela es Cye Lockhart. Vengo de una familia de fenixianos, y de perseverantes, por lo que mi carácter es lo suficientemente justiciera, valiente y sobremanera testarudo por derecho de sangre — Esta vez si sonrió gustosa, pues así era, normalmente, cuando su personalidad mal arriada y gruñona afloraba tras alguna migraña, pero opto por no contar eso.

     

     

     

    OFF ROL:

     

    Buenas tardes, noches, o buen día. Mi nombre Muggle es Macarena Mariel, por eso mi Nick. Soy de Argentina, vivo en la ciudad de Mar del Plata. Tengo 19 años, y por el momento no estudio, pues deje la universidad un mes atrás, solo trabajo. Pretendo estudiar Medicina Veterinaria, es mi sueño. Amo a los animales, a absolutamente todos, bueno .. Salvo los murciélagos, cuando veo uno lloro así de repente. Mi gran amor son los libros, todos ellos, cualquiera sea la trama los devoro con gusto, muchos dicen que soy un Ratón de Biblioteca, mi pasión es escribir, novelas especialmente, tengo tres, pero pase por un feo momento hace un año y no logro terminarlas. Soy muy simpática si uno se propone conocerme, al igual que mi personaje, soy algo antipática a la vista, me cuesta hacer amistades, porque paso mas tiempo estudiando o leyendo que al aire libre. No salgo mucho de noche, — soy como una anciana de 19 años jajaja —. Amo a la gente que me rodea, y a veces suelo ser muy ingenua por lo que me lastiman con facilidad. Soy físicamente similar a Arya, tengo el pelo rubia ceniza por lo que se asemeja al colorado, ayer lo teñí así que ahora nos parecemos mas, aunque hace un año lo corte y ahora me llega a los hombros, mis ojos son azules claros y la cara llena de pecas. Tengo la piel muy blanca — Demasiado para mi gusto — hablo mucho si entro en confianza, pero por lo general soy muy tranquila.

     

    Les dejo mis cariños.

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  16. Buenas tardes, vengo a solicitar algunas modificaciones, cualquier inconveniente no dicen en reprenderme ^^ *Hago una reverencia*

    Datos Personales:

    Nombre del Personaje: Arya Lockhart Stark


    Familia(s):
    * Familia 1 : Familia Lockhart
    * Familia 2 : Familia Stark

    Padre(s) Sanguíneo: Vladimir Alexae
    Padre(s) Adoptivos: Athena Ravenclaw R.


    Trabajo:

    Hospital San Mungo - Planta 6 ( Heridos & Resurrección de Aurores) - Puesto : Aprendiz

     

    Perfil del Personaje:

    Raza: Sacerdotisa

    Personalidad Psicologica:

    Al haber nacido bajo el signo de Géminis, Arya tiene una doble personalidad bastante marcada. De momentos, puede ser una joven muy comprensiva y cariñosa, tiene un corazón muy bondadoso y es una persona simpática, hay quienes dicen que dentro de sus dones de Sacerdotisa, heredó una fuerte capacidad para comprender a los seres vivos,sobre todo animales, sufre empatía, por lo que siente casi en su ser lo que sienten los demás, característica que odia porque en muchas oportunidades la enferma, sus ojos azules reflejan bondad tranquilidad y paz. Pero sufre de momentos, transgresiones en las que su personalidad se torna completamente diferente, sus ojos se tiñen de un color violáceo, y es su propia antítesis, prefiere estar sola, la atormentan las migrañas, duerme en el día y se escapa del castillo por las noches cuando sus sentidos se sienten mas agudizados.

    ​Pero prevalezca la personalidad que prevalezca, hay solo un motivo por el que la Lockhart se sale de sus cabales y ni sus padres pueden detenerla, y es cuando hacen daño, físico o verbal, a algún miembro de su familia.
    Historia:
    Hace muchos años atrás, siglos se podría decir, existió una gran sacerdotisa que vivía en el Sur de Europa, donde los pájaros cantaban, el sol iluminaba las mañanas y las tardes hasta darle paso a la plateada luz de luna, la brisa siempre era cálida y acariciaba las mejillas de todos los habitantes del Sur.

    Esta joven de tan solo 16 años había recibido sus dones de los dioses, y los utilizaba para el bien, ayudaba a los enfermos, atendía a las parturientas y cuidaba de los niños huérfanos; Nadie cuestionaba a la joven *Kykio*, sus deseos eran siempre cumplidos, todos sabían muy bien que sus poderes podían ser dañinos si esta se enfadaba.

    Una tarde, la joven fue avisada de la presencia oscura de un caminante que descansaba a orillas del río en el bosque verde, al ser su deber decidió encaminarse hacia el lugar y dar fin a los miedos de los aldeanos. *Kykio*, la sacerdotisa, caminaba con paso seguro, era una joven muy confiada y segura de si misma, tenía un carácter fuerte pero bondadoso a la vez, sus tez era blanca como la leche fresca y sus ojos eran oscuros como la misteriosa noche, al igual que su largo pelo, el cual siempre llevaba suelto y sedoso; Tenía una contextura física promedio, era alta para su edad, y sus facciones faciales eran finas y alargadas.

    Al llegar a la orilla del río, pudo ver la figura de un joven descansando mientras los rayos de sol calentaban sus rozadas mejillas, no tuvo que acercarse demasiado para que el Demoníaco olor le llegara como una bofetada a la nariz, se aclaró la garganta y con un antiguo pergamino en su mano derecha gritó - Enviado del mal te exijo que te alejes de este sagrado lugar- el sol le daba de frente y no lograba ver con exactitud, así que decidió acercarse mas, - Demonio, estoy dirigiéndome hacia ti- espetó al tiempo que levantaba el pergamino y comenzaba a rezar, en ese instante fue cuando el joven demonio se incorporó y fijo sus ojos en ella.

     

    Hay quienes dicen que en el aire se sintió un quiebre, que los pájaros dejaron de cantar, las aguas de los ríos se congelaron por una fracción de segundo y el resplandor del sol solamente iluminaba sus miradas. Hay quienes dicen que los dioses lloraron la perdida, y otros dicen que estaba escrito en el destino del Sur el perder el alma del bosque. En fin, *Kykio* sucumbió ante el calor de su corazón, sus caminos no se habían cruzado, desde un principio se habían forjado juntos, los aldeanos no soportaban semejante traición, y su rabia llego al punto máximo cuando se supo que la sacerdotisa y el Demonio habían consumado y sellado su amor, decidieron acabar ellos mismos con sus jóvenes vidas antes de que una maldición cayera sobre el Sur.

    Dentro de una pequeña casa de madera, la pareja se juro amor eterno, mas allá de toda adversidad, el calor del fuego hacía que sus cuerpos transpiraran, la sacerdotisa lloro, temía morir, pero su joven amado la abrazó tan fuerte, que ambos perecieron antes de que el fuego consumiera sus cuerpos unidos. Su amor, se dice, era demasiado fuerte, y sobrevivió.

    Una noche de luna llena, Vladimir sostuvo en sus brazos a la pequeña criatura, su tez era suave y blanca como la leche, su cabello, apenas visible, cual pelusa rojiza invadía su pequeña cabeza, mientras sus pequeños e infantiles ojos observaban al Demonio, de un color azulado que de momentos cambiaba a violáceo y volvía a sus orígenes. Abrazaba la vida, y lloraba como una recién nacida saludable, su llanto tenía la intensidad de un rugido, y a pesar de su tamaño tenía cierta fuerza - Arya- dijo mirándola con ternura -Mi pequeña guerrera- la envolvió en su manta gris y la arrullo hasta que la pequeña cerró los ojos sumiéndose en un profundo sueño.

    Hay quienes dicen, que siglos después, el amor de la Sacerdotisa y el Demonio resucitaría en forma humana, con la fuerza de mil lobos, con el cabello como fuego, apaciguado por la blancura de la leche fresca, y determinante tanto en pensamiento como en acción, con una mirada desafiante azul como el cielo, y violácea como el mismo Baltazar. >.

     

    Años después la joven Lockhart, criada entre magos y brujas, logró encontrar su alma gemela e el mundo, una pequeña lobezno de pelaje albino que su padre le regalo en uno de sus interminables viajes - Nymeria- La llamaron, y fue la sombra de la joven hasta que logro entrar en la Academia para enorgullecer a su padre y poder convertirse en un miembro honorario de la Orden del Fenix.



    Links de Interés Referentes al Personaje:

    Link al Perfil de Comprador MM: --
    Link a Bóveda Personal: Bóveda nº XXXXX
    Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX
    Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX
    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Lockhart.
    Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia Stark

  17. La aparición de la elfina había activado sus sentidos, y había provocado una aceleración demasiado repentina en su corazón, observó como una joven se dejaba caer en el sofá detrás suyo, para luego abalanzarse a su lado y tomar los dulces que se había esparcido por doquier. La miró atónita cuando intentó negociar por el único caramelo que Piper había tomado entre sus dedos, -¿Manzana?!Ni en sueños te lo daré!- Espeto mirándola a los ojos, -Es mi sabor favorito- y acto seguido saco su lengua en forma de burla.

     

    Sherlyn apareció de repente, estaba muy contenta de ver una cara conocida, y que esta la reconociera a ella igual, -!Sherlyn, por aquí!- gritó, pero no demasiado fuerte, temía que Sunar la reprendieran, podía notar que la mujer estaba algo tensa y es que, por lo que había podido escuchar, Maddie no aparecía. En ese momento de debilidad, La joven negociante le quito su preciado caramelo y se lo cambio por uno de limón - No es justo- Inquirió la Lockhart al tiempo en que se levantaba del suelo para saludar a su amiga.

     

    Luego, se acercó a Sunar algo preocupada por la expresión en su rostro - Disculpa...- la voz le fallo, carraspeó y continuó -Sunar¿Sucede algo malo?- observo a la mujer con expresión seria mientras limpiaba el sudor de la palma de sus manos en su túnica.

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  18. Hospital San Mungo- Entrada.

     

    Las manos le sudaban, y su cuerpo se veía invadido por una especie de nerviosismo, nada raro en ella, tomo su varita y la colocó en un bolsillo interno de su gris túnica con bordes oscuros, los colores de los Stark. Llevaba un atuendo abrigado, pues ese día no parecía muy prometedor y el viento amenazaba con romper alguna ventana, recog** su pelirrojo cabello en una trenza ajustada, lo habitual, y se despidió de su familia.

     

    Tenía entendido que debía llegar hasta la zona muggle de Lóndres para poder dar con el lugar, o eso le habían explicado. El viaje en bus duró lo suficiente para que su animo se esfumara al igual que su entusiasmo, estaba fatigada, pero al parecer el vehíc*** la había depositado justo delante de la estructura que buscaba.

    Estaba algo deteriorada, lo sabía, pero era el camuflaje perfecto, los Muggles carecían de valentía por lo que no se acercaban ni en sueños a aquellos lugares. Esperó a que la calle no estuviera muy congestionada y se dio a la tarea de ingresar, ¿Qué era lo que debía buscar?, no creía que fuera un ladrillo encantado en los muros, y allí fue cuando diviso al maniquí.

     

    En un instante, se encontraba detrás de las puertas de entrada del Hospital San Mungo, y los nervios volvían a invadir su cuerpo, no sabía exactamente que hacer, así que se apoyo sobre una de las paredes cerca del recibidor esperando que alguien notara su presencia.

  19. El dolor corría por su cuerpo, pero la satisfacción era mayor, los cuatro salvarían a las mágicas, si con eso no se graduaban antes de comenzar a estudiar, cuestionaría la racionalidad de las profesoras.

     

    Camino junto a Centauro, apoyándose levemente en Ash para no caer, la frente volvía a sudarle, al igual que las manos, y con una mueca de dolor en la cara murmuro - !Allí están!- señaló hacia los cuerpos inertes de las dos mujeres, -Anda Centauro, Sara corran- les dio un ligero empujón, -Ash y yo cuidaremos la retaguardia- aunque dudaba que el monstruo se presentara. Aun había que derrotarlo, pero era cantado que cuatro aprendices solo podrían burlarlo, necesitaban de Bradolla y Cye para el acto final.

     

    Se adelantó con todas sus fuerzas hasta donde se alzaba el sabio árbol y le dijo - Querido espíritu del bosque, nos has guiado para bien, devuélvenos a nuestras Mágicas para así poder curarlas, y cumplir nuestra promesa para con vos-

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  20. Estremecida por la apariencia de la caverna Piper se quedó mucho mas atrás de Sara, el frío húmedo que se colaba por las rocas le erizaba el vello de los brazos, era un lugar en el que jamás iría por voluntad propia. Cuando logro salir de su ensimismamiento, se vio sola en medio de la oscuridad, ya que solo seguía la luz de la varita de su compañera, - Lumos- Pronunció tranquilamente con su varita firmemente frente a su cara, pero lo que vio no fue precisamente a Sara, sino al Zombie Mutante.

     

    Quízo gritar para advertirle a su compañera, que probablemente había tomado el camino izquierdo pues de allí provenía una tenue luz blanca, como la que segundos antes brillaba en la punta de su varita. La putrefacta bestia la tomo por el cuello con la fuerza de mil hombres y la arrojo contra una de las paredes, y se dio a la fuga, - !Sara cuidado!- Logro articular, la voz le temblaba y el cuerpo le dolía, por el golpe probablemente tenía su hombro derecho, el cual había recibido todo el impacto, dislocado o roto.

     

    El Zombie se dirigió, para su sorpresa, hacía la derecha, y allí fue cuando su corazón dio un vuelco, sabía que Centauro estaba solo puesto que se había chocado con Ash antes de entrar a la caverna persiguiendo a la rápida Sara, -Diablos- dijo en voz alta golpeando su puño contra la pared y estremeciéndose por el dolor, la caverna le devolvió el eco. Rápidamente se incorporó, se sentía mareada, y tocándose la frente comprendió que su cabeza habría sufrido algún daño, tomo el camino derecho, esperando encontrar a su compañero con vida -!Lumos!- Espeto con furia, su mano estaba muy tensa alrededor del mango de su delicada varita.

     

    Al parecer había llegado tarde a la batalla, el azul grisáceo y putrefacto sujeto, que antes la había atacado, yacía desmayado en el suelo con un enorme tronco junto, la desesperación la invadió al no encontrar a sus compañeros, las lagrimas le brotaron fugazmente y quemaban como fuego sus azules ojos, emitió un pequeño grito de agonía, pero consciente de que podía despertar a la bestia tapo rápidamente su boca con ambas manos, que para su sorpresa temblaban cual hojas de papel.

     

    -Sara..- Su voz se quebraba, temía encontrarlos y que fuera demasiado tarde - ¿Centauro?- respiraba entrecortado, minutos antes había dado con una salida que había sido obstruida por un derrumbe rocoso, -¿Es que no hay salida de esta maldito lugar?- pensó, la cara le ardía de rabia, e intentaba no recordar el dolor que sentía su brazo, que ya estaba tomando un color violáceo. Se dejó caer rendida en el suelo lodoso, estaba agotada y no encontraba la salida, -¿Te darás por vencida Lockhart?- una voz resonó en su cabeza, pero esta vez estaba consciente y comprendía que esa voz no era ni parecida a la de Cye, pero era exactamente la misma que le había incitado a despertar horas antes.

     

    Sintió de momento una energía renovada en su cuerpo, sonrió levemente y sus ojos se tornaron de un color extrañamente violeta, para rápidamente volver a su azul habitual. Corrió hasta que los pulmones le ardieron por la cantidad de oxígeno que recibían hasta dar con la salida, una enorme abertura, como por donde había entrado al principio, de ella se desprendía una luz enceguesedora , entorno sus ojos y se llevo una mano a la frente para darles algo de sombra, y allí estaban, paraditos ahi sin mas.

     

    -!Sara, Centauro!- Gritó rozando el máximo de su garganta, corrió a su encuentro, no había notado lo sola que se había sentido en esa caverna, dentro la habían invadido unos extraños sentimientos, y el contacto humano se los quito de un solo saque. No logro frenar por lo que cayo sobre sus compañeros feliz de que el sol le entibiara su blanca piel, -¿Porque diablos no me esperaron?- Preguntó de repente, intentando parecer seria, incorporándose, y cayendo nuevamente por el dolor -Mi brazo- espetó dejándose caer en la húmeda hierba verde.

  21. Encaminados, no lograron hacer ni dos metros, Sara los detuvo, no era una idea descabellada la que proponía, ¿Qué sucedería si Centauro y ella elegían el camino equivocado y llegaban, solos, a la guarida del Zombie Mutante?.

     

    -Tiene razón- expuso ante su compañero, -Podríamos dividirnos, así haríamos mas rápido-, dudo un instante, pero se volvió hacia Sara y la observó detenidamente, a simple vista parecía una joven fuerte y decidida, esperaba que lo fuera también por dentro, con una fuerte convicción y valentía. Aclaró su garganta para hablar mejor, dirigió una mirada hacia Ash, pero le hablo a su compañera mas cercana -¿Que te parece si tu y yo vamos juntas?- acomodó su varita dentro de su vaquero -Quizás...- La sola idea la preocupo, pero no dejo que ese sentimiento aflorara a su cara, -Quizás podamos buscar la guarida del Zombie mutante y darles tiempo a Ash y Centauro-.

     

    Muy dentro suyo llegó a pensar que Sara y ella tenían una fuerza interna, un poder, y una convicción que el resto de sus compañeros no reflejaba, aunque fueran muy valientes. Sonrió a su compañera, algo en ella le generaba tranquilidad, quizás allí podría entablar una amistad, que las circunstancias dejaría marcada a fuego.

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  22. Observó todo a su alrededor mientras se tiraba bruscamente de su trenza pelirroja, su respiración se aceleró, no temía por su vida, claro que no, era una Lockhart, temía por la vida de las mágicas.

    La reacción repentina de Centauro genero un estrép**o repentino en Piper, la adrenalina corría por sus venas, apretó fuertemente el mango de su varita y dirigiendo una mirada a sus compañeras se adelanto unos centímetros,

     

    -Yo te acompañare- su voz sonó decidida, aunque el pulso le temblaba y su frente transpiraba, el cuerpo le dolía aunque estuviera consciente. Respiró profundo y mirando a sus compañeras inquirió - No bajen la guardia, haremos todo lo posible por no demorar-, se acercó a Centauro, le dio unas palmaditas en el hombro al mismo tiempo en que emprendía viaje.

     

    Volteó solo una última vez para observar como las mágicas eran ocultadas por el gran árbol, tragó saliva, estaba preocupada, pero no lo demostraba.

    Mientras caminaba junto a su compañero le dijo -¿Quieres que lleve yo la rama?- extendiendo su brazo, para evitar que luego no pudiera reco**r las gotas de agua.

  23. Sonrió al ver que al igual que ella todos estaban sanos y predispuestos a luchar, el dolor de cabeza ya era cosa del pasado, en cambio ahora lucía un gran chichón por golpearse contra Ash, su compañera.

     

    -¿El Árbol habla?- Preguntó asombrada, aunque no se a que se debía su asombro puesto que todo allí era prácticamente magia pura, en ese momento una horrible voz se oyó dentro de la caverna . Comprendía todo poco a poco, mientras escuchaba hablar a sus compañeros,

    -Creo que dormí demasiado- Bromeó para aliviar la tensión, tanteó a su alrededor buscando a su fiel compañera, y allí estaba, junto a ella.

     

    Armada y preparada miró a sus compañeros y dijo - ¿Cómo haremos para llevar al espíritu del árbol con nosotros?-, giró levemente la cabeza para verle y volvió a sus compañeros - Esa horrenda criatura no sabe con quien esta jugando- río casi en un susurro y respiró aliviada al ver como Ashmina ponía en resguardo a las profesoras.

     

    Intentó ponerse en marcha, pero al hacer unos cuantos pasos cayó en cuenta de que no sabía a donde ir, a menos ella, así que sin mirarlos esta vez, y guardando su varita en la cintura donde estaba desde un principio dijo - ¿Hacia dónde nos dirigimos?-

  24. Me asusté cuando Bodrik me saludó, fue algo que no esperaba, pero sonreí igual al verla,

    -Prima!- respondí el abrazo, sin poder dejar de reír por su comentario.

     

    -Sabes que tu tío es muy tacaño- hice un gesto con el bolsillo de mis vaqueros y me uní a su risa,- Debía esperar unas semanas, pero soy impaciente-

    Agregue moviendo nerviosamente mi pie.

    Recordando el papel que minutos antes me había golpeado la cara, empalidecí un poco y se lo mostré a mi prima, percatándome de que ya tenía uno,

     

    -Tengo la extraña sensación de que conozco a esta chica- dije señalándola con mis delgados dedos -Pero tu sabes lo despistada que soy- suspiré mirándola, ella era mucho mas responsable que yo, y mas despierta al momento de conocer gente y recordarla más tarde.

     

    Extrañándome ante su comentario hacia los jóvenes le reproche -¿Son los niños de Galedra?-

  25. ¿Dónde estaba?, ¿Por qué hacia tanto frío allí?, ¿Se habría quedado dormida y perdido su primera clase en la Academia?

     

    De pronto, todo su mundo comenzó a aclararse, aquella oscuridad se disipaba y el frío desaparecía por el calor humano – Abuela- Susurro a medias, aun sin controlar sus cuerdas vocales.

     

    Algo asqueroso al tacto con el paladar hizo que su traquea se retrajera amenazando con vaciar nuevamente su estomago, de un salto se incorporó chocando su cabeza con la de alguien mas.

    -Auch, eso dolió- Inquirió con total control de su voz, al igual que de sus extremidades, al menos sus brazos y manos con las que se tomaba la cabeza para que esta no estallara en mil pedazos. Miro a la joven a los ojos, impactante mente azules y le dijo

     

    -¿Quién eres?- mientras que con su mano derecha inspeccionaba todas sus heridas sanadas.

     

    Intentó pararse con dificultad, todo allí le daba vueltas, entonces comenzó a hablar y a llorar convulsiva mente

     

    -Yo solo toque la maldita manzana- haciendo ademanes explicativos y lanzando injurias al cielo, - Solo la toque, y esa podrida me trajo aquí!- su cara empalideció ,

     

    - Y Cye .. Ella estaba ..- Señalo la caverna temblando, y en un instante su cara se transformo, ya no parecía una joven aterrada y llorona, su ceño se frunció y sus gestos parecían fríos

     

    - ¿Alguien pueda explicarme que pasa aquí?- Miro a los tres jóvenes a su alrededor,

    -Díganme que esta no es la clase- Volvió a tomarse la cabeza con ambas manos.

     

    Piper miro nuevamente a sus compañeros, y los contó mentalmente y luego en vos alta,

    - Uno .. Dos .. Tres- Mientras los señalaba y los escrutaba con la mirada. Todos aparentemente habían sufrido la misma desgracia que ella, pues sus ropas lo indicaban, eso significaba que faltaba alguien

     

    - Díganme, ¿Hay alguien mas dentro de la caverna, además de las mágicas?- Pronuncio pausadamente mientras volvía a sentarse en el suelo, pues se reincorporaba lentamente.

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