Jump to content

Arya Macnair

Moderadores
  • Mensajes

    4.999
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    83

Mensajes publicados por Arya Macnair

  1. Buenas noches ^^ Como les va?, Bueno, he venido a molestarlos, porqué se que se deberán de estar aburriendo.. En realidad, vine por dos cosas, la primera y más importante, he cambiado el Nick, y me gustaría, si es posible, cambiarte el nombre al Topic, pues se me es difícil de encontrar por el nuevo .. Y la segunda cosilla, es una modificación estética a la ficha, que me venía en falta, para poder agregar y corregir unas cuantas cositas. Si algo anda mal, no duden en hacérmelo notar, muchas gracias por el tiempo :love:

    Datos Personales:

    Nombre del Personaje: Arya Lockhart Stark

    Sexo: Femenino

    Edad: 21 años

    Nacionalidad: Británica.

    Familias:

    * Familia 1 : Familia Lockhart


    * Familia 2 : Familia Stark

    * Padre(s) Sanguíneo: Vladimir Alexae


    * Madre(s) Sanguíneo: Athena Ravenclaw R.


    Trabajo: San Mungo. Planta 6 (Heridos y Resurrecciones de Aurores). *Aprendiz.

    Poderes Mágicos:

     

    Rango Social: Aprendiz

    Bando: Neutral.

    Rango dentro del Bando: --

    Nivel de Poder Mágico:


    Puntos de poder en objetos: 20

    Quote

    Hechizos adicionales:--

    Puntos de poder en criaturas: 10

    Quote

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

    Habilidades Mágicas: --

    Conocimientos Especiales: --

    http://4.bp.blogspot.com/-IHdqA5n55JI/TezyLoqJclI/AAAAAAAABfk/8cnXBVqhymA/s1600/guarda+de+flores.gif

    Perfil del Personaje: http://i757.photobucket.com/albums/xx218/Macarena_Macedonio/fotografia_zpsdd4bbf1a.jpg

    Raza: Sacerdotisa.

    Aspecto Físico:

    Arya es una joven de 1,65 aproximadamente de altura, pesa unos 60 kg. Tiene unos enormes ojos azules como el cielo, unas largas y marcadas pestañas negras, su piel es blanca como la nieve, y cuando le da el Sol parece brillar, su cara y gran parte de su cuerpo se encuentra cubierto por pecas y tiene una espesa cabellera rojiza que le llega a la cintura, normalmente lo lleva atado, ya que es molesto para ella, pero no es una opción cortárselo. Los rasgos de su cara son pequeños y delicados, tiene unos finos labios color cereza y una simpática sonrisa.
    Normalmente acostumbra a vestir cómodos vaqueros de color bordo, mostaza o verde oscuro, con cómodas botas cortas y camisas largas y a medio abotonar, siempre muy provocativa.

    Cualidades Psicológicas:

    Al haber nacido bajo el signo de Géminis, Arya tiene una doble personalidad bastante marcada. De momentos, puede ser una joven muy comprensiva y cariñosa, tiene un corazón muy bondadoso y es una persona simpática, hay quienes dicen que dentro de sus dones de Sacerdotisa, heredó una fuerte capacidad para comprender a los seres vivos,sobre todo animales, sufre empatía, por lo que siente casi en su ser lo que sienten los demás, característica que odia porque en muchas oportunidades la enferma, sus ojos azules reflejan bondad tranquilidad y paz. Por momentos sufre transgresiones en las que su personalidad se torna completamente diferente, es su propia antítesis, prefiere estar sola, la atormentan las migrañas, duerme en el día y se escapa del castillo por las noches cuando sus sentidos se sienten mas agudizados.

    ​Pero prevalezca la personalidad que prevalezca, hay solo un motivo por el que la Lockhart se sale de sus cabales y ni sus padres pueden detenerla, y es cuando hacen daño, físico o verbal, a algún miembro de su familia.

    Ante las adversidades su mente suele jugarle malas pasadas, las situaciones que la superan desbordan su sistema nervioso, tiene la lágrima fácil, al ser una persona sensible, por lo que muchas veces prefiere no relacionarse con los demás, más allá de no cumplir con esa expectativa; pero de esa misma debilidad es de donde surge la valentía para afrontar las diferentes situaciones que le plantea la vida, de la manera más descabellada posible.

    Historia:

    Hace muchos años atrás, siglos se podría decir, existió una gran sacerdotisa que vivía en el Sur de Europa, donde los pájaros cantaban, el sol iluminaba las mañanas y las tardes hasta darle paso a la plateada luz de luna, la brisa siempre era cálida y acariciaba las mejillas de todos los habitantes del Sur.

    Esta joven de tan solo 16 años había recibido sus dones de los dioses, y los utilizaba para el bien, ayudaba a los enfermos, atendía a las parturientas y cuidaba de los niños huérfanos; Nadie cuestionaba a la joven *Kykio, sus deseos eran siempre cumplidos, todos sabían muy bien que sus poderes podían ser dañinos si esta se enfadaba.

    Una tarde, la joven fue avisada de la presencia oscura de un caminante que descansaba a orillas del río en el bosque verde, al ser su deber decidió encaminarse hacia el lugar y dar fin a los miedos de los aldeanos. *Kykio, la sacerdotisa, caminaba con paso seguro, era una joven muy confiada y segura de si misma, tenía un carácter fuerte pero bondadoso a la vez, sus tez era blanca como la leche fresca y sus ojos eran oscuros como la misteriosa noche, al igual que su largo pelo, el cual siempre llevaba suelto y sedoso; Tenía una contextura física promedio, era alta para su edad, y sus facciones faciales eran finas y alargadas.

    Al llegar a la orilla del río, pudo ver la figura de un joven descansando mientras los rayos de sol calentaban sus rozadas mejillas, no tuvo que acercarse demasiado para que el Demoníaco olor le llegara como una bofetada a la nariz, se aclaró la garganta y con un antiguo pergamino en su mano derecha gritó - Enviado del mal te exijo que te alejes de este sagrado lugar- el sol le daba de frente y no lograba ver con exactitud, así que decidió acercarse mas, - Demonio, estoy dirigiéndome hacia ti- espetó al tiempo que levantaba el pergamino y comenzaba a rezar, en ese instante fue cuando el joven demonio se incorporó y fijo sus ojos en ella.

    Hay quienes dicen que en el aire se sintió un quiebre, que los pájaros dejaron de cantar, las aguas de los ríos se congelaron por una fracción de segundo y el resplandor del sol solamente iluminaba sus miradas. Hay quienes dicen que los dioses lloraron la perdida, y otros dicen que estaba escrito en el destino del Sur el perder el alma del bosque. En fin, *Kykio sucumbió ante el calor de su corazón, sus caminos no se habían cruzado, desde un principio se habían forjado juntos, los aldeanos no soportaban semejante traición, y su rabia llego al punto máximo cuando se supo que la sacerdotisa y el Demonio habían consumado y sellado su amor, decidieron acabar ellos mismos con sus jóvenes vidas antes de que una maldición cayera sobre el Sur.

    Dentro de una pequeña casa de madera, la pareja se juro amor eterno, mas allá de toda adversidad, el calor del fuego hacía que sus cuerpos transpiraran, la sacerdotisa lloro, temía morir, pero su joven amado la abrazó tan fuerte, que ambos perecieron antes de que el fuego consumiera sus cuerpos unidos. Su amor, se dice, era demasiado fuerte, y sobrevivió.

    Una noche de luna llena, Vladimir sostuvo en sus brazos a la pequeña criatura, su tez era suave y blanca como la leche, su cabello, apenas visible, cual pelusa rojiza invadía su pequeña cabeza, mientras sus pequeños e infantiles ojos observaban al Demonio, de un color azulado que de momentos cambiaba a violáceo y volvía a sus orígenes. Abrazaba la vida, y lloraba como una recién nacida saludable, su llanto tenía la intensidad de un rugido, y a pesar de su tamaño tenía cierta fuerza - Arya- dijo mirándola con ternura -Mi pequeña guerrera- la envolvió en su manta gris y la arrullo hasta que la pequeña cerró los ojos sumiéndose en un profundo sueño.

    Hay quienes dicen, que siglos después, el amor de la Sacerdotisa y el Demonio resucitaría en forma humana, con la fuerza de mil lobos, con el cabello como fuego, apaciguado por la blancura de la leche fresca, y determinante tanto en pensamiento como en acción, con una mirada desafiante azul como el cielo, y violácea como el mismo Baltazar. >.

    Años después la joven Lockhart, criada entre magos y brujas, ingreso a la academia para poder ser lo que siempre soñó, una gran Bruja, en aquel lugar encontró grandes amigos, quien lo dice, el amor. Con sus 21 años sigue siendo una niña muy mimada, pero con un carácter terriblemente fuerte para el gusto ajeno.

    Pertenencias:

     

    Objeto Mágico Legendario: --

    Objetos Mágicos:

    Objeto 1: Varita Mágica
    Clasificación: AA
    Puntos de poder: 20

    Objeto 2:--
    Clasificación:--

    Puntos de poder:-
    -


    Mascotas y Criaturas:

    Criatura 1: Lechuza
    Clasificación: X y no mágicas
    Puntos de poder: 10


    Criaturas en la Reserva: --

    Elfos: Tholav

    Licencias, Tasas, Registros:

    Licencia de Aparición: --

    Licencia de Vuelo de Escoba: Obtenida

    Registro de Elfos: Tholav

    Otros Datos:

    Otros Datos: { En proceso ...}

    Cronología de cargos:

    Premios y reconocimientos:


    Links de Interés Referentes al Personaje:

    Link al Perfil de Comprador MM: 211
    Link a Bóveda Personal: Bóveda de Arya Lockhart
    Link a Bóveda Trastera: --
    Link a Bóveda de Negocio: --

    Link a Bóveda Familiar 1: Boveda Familia Lockhart
    Link a Bóveda Familiar 2: Boveda Familia Stark

  2. Había estado tan dolida por haber tenido que matar al lobo que un sentimiento de odio salía de sus ojos y se dirigía justo donde se encontraba Irina, aquella joven parecía haberla estudiado, sabía cual era su punto débil, y lo estaba usando en su contra, sacudió su cabeza antes de que las lágrimas afloraran, tenía un víncul* especial con aquellos animales, todos lo sabían, - Lo siento - murmuró al tiempo que una punzada atravesaba su pecho.

     

     

    Llevo su mano derecha, en donde reposaba su varita hacia el dolor, e instintivamente se volteo a ver a sus compañeros, debía comprobar que se encontraban bien, pero no era tan así, Keira luchaba contra Shirley y ahora se veía victima de una quebradura, pero parecía tenerlo bajo control, volteó asustada hacia donde estaba Emmett y allí lo vio alcanzado por un fuego maldito que nuevamente Irina usaba en su contra. Corrió hacia el, varita en mano, echando maldiciones al viento, pero esperaba que este se las hiciera llegar a la joven que se encontraba no muy lejos de allí, la llovizna le impedía ver con mucha claridad, pero eso no hizo falta, el joven Haughton yacía quemado en el suelo, sabía lo que debía hacer, así que apuntando con su varita al cuerpo de Emmett conjuro - !Episkey! - y las quemaduras comenzaban a irse, pero al ser tan graves, se vio obligada a repetir su encantamiento, - Episkey - inquirió con más afán, mientras observaba como el mago quedaba curado.

     

    Tendió una mano hacia el vampiro para ayudarlo a incorporarse, a su derecha Keira arremetía contra Shirley, Groter había sido alcanzado por un hechizo de la misma compañera suya, Keira, por lo que estaba algo fuera de combate, Irina se veía atrapada por dos fantasmagóricas manos que provenían del suelo, pero aun así la Lockhart estaba preparada para contra arrestar, un deseo de lucha le corría por la venas, de destrucción, pero ella no debía ser así, a pesar de todo, era una buena joven.

  3. Estaba Junto a Emmett y lo único que quería en aquel momento era volver a esconder su rostro entre los brazos del joven vampiro, el siempre se preocupaba por como se encontraba, Arya se sentía una pobre niña tonta e indefensa, pero no le preocupaba, así la había conocido y de esa misma forma se habían hecho grandes amigos. Levantó un poco la vista cegada por los escasos rayos de sol que se colaban por entre las nubes de ceniza que se creaban sobre ellos, para escuchar lo que Keira decía, abría enormes sus orbes azules, ¿Aquella joven estaba cuestionando al Ministerio?, la Lockhart no se imaginaba un mundo donde la magia se diera a conocer, puesto que sabía que había mucha gente codiciosa.

     

    La voz de la profesora Mónica la saco de su asombro, la escuchaba atentamente mientras se sentaba junto a Emmett y apoyaba su cabeza en el hombro del muchacho, estaba agotada sentimentalmente por tanta devastación, cuando la mujer hablo de la sensibilidad de una persona, y de lo feroz que esta podía ser al intentar defender a su familia no pudo evitar posar una de sus frías manos sobre las del joven Gaunt.

     

    Su entorno comenzó a cambiar lentamente, era como si lo vivido tiempo atrás cobrara vida nuevamente, tuvo que levantarse de donde estaba ya que los escombros comenzaban a arder, - Cuidado Emmett - inquirió al tiempo que lo tomaba por el brazo y le daba un fuerte tirón, el fuerte aroma a muerte le provocaba nauseas, se sentía mareada, por lo que clavó su mirada en el suelo para dar con una espesa niebla que comenzaba a subir por sus piernas, rápidamente miro a todos sus compañeros, Keira estaba junto a ella, a unos cuantos metros, se movió unos cuantos pasos hacia ella, -¿Keira dónde estás?- , pero la perdió de vista, se volteó hacia Groter y Shirley, - ¿Chicos? - pero la niebla no le permitía ver más allá de donde estaba, entonces realmente asustada tomo la mano de Emmett, - Esto no me gusta nada - dijo al tiempo que la niebla terminaba por cubrirlo todo.

     

    Así como llegó, la niebla comenzó a esfumarse rápidamente, la Lockhart abrió los ojos sin recordar en que momento los había cerrado, sintió su mano vacía y al mirar, el Haughton ya no se encontraba junto a ella, lo que provocó que su corazón se parara por un instante, tampoco sus compañeros lo estaban, se encontraba sola, y las últimas palabras de los profesores resonaban en su mente, - Quién soy realmente - murmuraba por lo bajo estudiando minuciosamente el lugar. Su cuerpo temblaba por las explosiones lejanas que oía, temía que algo fuera a explotar cerca de ella, tenía su varita aferrada a su mano, que casi le dolía por la fuerza que estaba ejerciendo para sostenerla, los ojos le ardían por el hedor y el humo, siempre había sido sensible al olfato, y una violenta brisa despeinaba su larga cabellera rojiza que ahora llevaba suelta.

     

    Caminaba lentamente, esperando ver una cara familiar y correr hasta ella, pero no, nada había en muchos kilómetros cercanos a donde se encontraba, en aquel instante, un grito le erizo la piel, y provocó un enorme nudo en su garganta, la misma se había secado, por el clima del lugar, abrió grandes sus azules ojos y miro su entorno preparada para lo que fuera que se presentara, instintivamente camino con paso firme pero algo contrariado hacia el lugar de donde provenía aquel sonido, y lo que vio no fue nada grato.

     

    Apuro el paso mientras los murmullos se convertía en gritos, eran súplicas, alguien necesitaba ayuda, había risas y blasfemias, ¿Qué estaba sucediendo?, se paro en un pequeño montícul* de hierba y tierra para ver mejor, sin comprender que se estaba dejando al descubierto. Frente a sus ojos una joven de su misma edad se encontraba contra una pared, descalza y a medio vestir, cubierta de sangre y suciedad, con el rostro anegado en lágrimas y una expresión de terror que le heló el alma, unos hombres, exactamente tres, estaban molestando a la muchacha, aunque a ciencia cierta Arya no sabía si buscaban algo más.

     

    Clavó sus ojos en los negros ojos de la joven que la miraba suplicante y no notó que aquellos tres maleantes también estaban mirando hacia donde se encontraba, el pánico ahora se dibujaba en su rostro, y el sudor le perlaba la frente, alzó su varita sin pensar demasiado hacia donde había un enorme trozo de pared, lo suficientemente grande para noquear a una persona corpulenta, pero no para matarla, y gritó - !Expulso! - rápidamente su varita vibro enviando el enorme concreto hacia donde se encontraban los hombres, golpeó a dos de ellos que se quejaban en el suelo, pero un tercero corría hacia donde estaba, - Desmaius - dijo asustada haciendo una floritura en el aire, y el hombre salió despedido frente a sus ojos, se volvió para donde la joven y esta se encontraba en estado de shock.

     

    Se acercó con cautela pero apresurada, no los había matado, podían levantarse en cualquier momento e ir tras ellas, vio como la muchacha pegaba su cuerpo a la pared de un destruido edificio y volteando su rostro cerraba los ojos, estaba llorando y temblaba cual hoja de papel, - Este no es momentos para debilidades Arya - se dijo mientras con su túnica limpiaba el rostro de la joven - No te preocupes, yo no voy a hacerte daño - notó como abría sus ojos y sin decir nada los posaba en su varita, la pelirroja se sintió algo incómoda y la guardo en su cintura, se quitó la túnica y se la dio para que se abrigara, - Toma, y ahora sígueme, debemos irnos cuanto antes - le ordenó, no sabía quien era, pero no podía dejarla sola, menos con aquellos hombres; dicho esto se pusieron en marcha.

     

    La Lockhart no podía dejar de pensar en lo que acababa de pasar, si ella se viera en una situación así, realmente no sabría que hacer, pero una vocesita en su mente canturreaba, - Sabes que el saltara desde la nada con garras y colmillos - se sonrojó al pensarlo, y sacudió su cabeza para pensar en lo importante, salir de allí, encontrar a los profesores, a sus compañeros, o a lo sumo el tren de donde habían llegado, quizás ahí estaría a salvo. La muchacha caminaba junto a ella, seguía descalza, sus pies estaban muy lastimados y sucios, Arya notaba que le causaba dolor el caminar, pero aun no podía permitirse parar, al menos estaba abrigada, y ya no se encontraba desnuda, notaba que estaba algo más tranquila, pues había dejado de llorar.

    • Me gusta 2
  4. Sexta Planta ~ Con Athena & Madeleine

     

    Los gritos invadían por completo la recepción de la Sexta planta, Athena y Maddie peleaban fervientemente como dos niñas pequeñas, mientras Elodía y Zarco observaban, más ella que el, puesto que el hombre era a quien se debía curar. Arya no pudo más que suspirar, si su madre era así, sabía perfectamente de donde lo había heredado, muchas veces pensaba que por sus venas corría más su sangre que la de Vladimir, en fin, clavó sus azules ojos en su progenitora al tiempo que esta se alejaba, y luego miro a Maddie - No te aflijas, solo esta tratando de alterarte - le dije, conociendo su relación, no comprendía porque reaccionaba así.

     

    Acto seguido, los movimientos de la joven la desconcertaron, debían preocuparse por la esposa del paciente y su cara de terror, no por sus propios nervios y problemas personales, sabía de ante mano, que estaba sufriendo un problema de desorden por la falta de mando, pero creía que pronto se solucionaría. Se acercó a Elodía intentando transmitirle un poco de paz, solo bastaría tocarla, era su don, aunque aun no sabía controlarlo, - Ven, siéntate un momento - inquirió mientras se volvía hacia donde Madeleine, sonriendo por el comentario, - ¿Y si mejor os traigo un balde? - bromeó, con la intención de cortar el tenso ambiente.

  5. Arya observaba todo su rango visual esperando ver algún indicio del grupo contrincante, en medio de Keira y Emmet se sentía segura y protegida, y si algo tenía muy en claro, era que no dudaría ni un instante en poner su cuerpo por ellos. A lo lejos divisó el rostro de Groter detrás de unos muros algo corroídos, a su derecha Keira daba el primer paso, y pensó que lo mejor sería dar el segundo paso; extendió su varita por sobre su cuerpo en dirección al muchacho, pero Irina se adelantó.

     

    — !Protego! — gritó a toda voz con una sonrisa en el rostro, en aquel momento se sentía extrañamente tranquila, al tiempo que un translúcido escudo se materializaba frente a su cuerpo y absorbía el ataque de Irina. Sus ojos se clavaron en el Lobo albino que su atacante había creado, su instinto se rehusaba a atacar al animal, pero no veía remedio; cambio de posición su varita, apuntó al animal y canturreó entre dientes — Incárcerus — rápidamente tres gruesas cuerdas blanquecinas se dirigieron al animal.

     

    Esta vez, a diferencia de todas las oportunidades en que Arya utilizaba este hechizo, las gruesas cuerdas se dirigieron todas al mismo sitio, el cuello del Lobo y se retorcieron con mucho ímpetu, al rededor del mismo, asfixian dolo rápidamente. La anteior sonrisa se desdibujó de sus rosados labios y su semblante se ensombreció, le dirigió una cómplice mirada a Emmett, y se afianzó al suelo con sus zapatos, sin decirle una palabra sabía que el joven vampiro le había comprendido.

    • Me gusta 3
  6. Sexta Planta ~ Con Madeleine & Athena.

     

     

    Los familiares gritos le llegaron rápidamente a los oídos, se sonrojó al comprender que provenían de la boca de su madre, - ¿Cómo puede gritar en un Hospital? - pregunto a Maddie que hacia minutos se había posicionado junto a ella y los recién llegados, pero sonrió de todas formas, pues ella había heredado las mismas cualidades. Su rostro tomo una expresión seria al tiempo que decía a ambas Sanadoras - Acaban de llegar, y no sabía donde estaban ..- observó el temor en el rostro de Elodía, - Creo que esta conmocionada - sacaba aquella conclusión de la poca reacción de la mujer, pero si aquel era su esposo, ¿Quién en su lugar no lo estaría?.

     

    Su madre hacía extrañas caras, y Arya notaba como estas irritaban sobremanera a Madeleine, - ¿Puedo ayudar en algo? - preguntó para romper el hielo, la sexta planta aquel día estaba muy tranquila, a pesar de estar feliz porque aquello significaba que nadie estaba herido ni luchando, comenzaba a aburrirse, pero debía comportarse, a partir de aquel día, ese era su trabajo, su obligación.

    • Me gusta 1
  7. Comprobó como a su manera todos sus compañeros sufrían aquella devastación, por primera vez no se sentía sola, tenía pares que la acompañaban en el sentimiento, y seguramente la comprendían, ya no tenía porqué sentirse débil ante los demás ¿Qué más daba llorar?, si aquello podía partir el alma a cualquier ser humano por más duro que fuera. Respiro profundo al tiempo que veía a Emmett alejarse del lugar, ¿La estaría evitando?, podía ponerse molesta cuando quería, pero luego vio, desde su posición, como el joven vampiro ya no podía con las lágrimas.

     

    Apuro el paso, con sus enormes ojos azules llenos de fuerza clavados en su objetivo, al llegar, se arrodillo entre los escombros, y eso provocó que las rodillas le ardieran por la caída anterior, probablemente, ahora estaba repletas de raspones. Levanto dulcemente la cabeza del Haughton y la mantuvo entre sus frías y pálidas manos, - Todos estamos aquí contigo, no tienes porque ocultarlas - susurró, si el no quería, no gritaría a los cuatro vientos que el muchacho tenía sentimientos.

     

    Sintió deseos de abrazarlo y por ella el mundo se podría venir abajo en aquel preciso instante, pero estaba en medio de una clase, y debía contenerse, además, no tenía intenciones de dejar ver sus sentimientos, no por el momento. Se paró junto a el y comenzó a hablar, en voz baja, pero era audible, - Ahora lo comprendo, esto es lo que sucede cuando la magia queda al descubierto - pateaba los pequeños escombros de su alrededor, - Pero aun queda gente buena en el mundo, gente cuerda, decidida a evitar que algo como esto vuelva a suceder - al menos ella soñaba con ser una persona así, - Somos poderosos, ¿Porqué no cuidar de los más débiles? - pensó aquel último comentario, y creyó que debía callarlo, no muchos Magos y Brujas compartían el agrado por los Muggles.

     

    Paso sus inquietos ojos por todo el grupo, al igual que ella, comenzaban a acostumbrar su cuerpo a lo que los rodeaba, quizás así era el ser humano, mágico o no, se rehusaba en un principio a lo que perturba su mente, para luego darse por vencido, se deja acostumbrar, atrapar por el mal, sin pensar que puede haber una solución mejor.

    • Me gusta 1
  8. El grupo determinado por los profesores, conformado por Keira, Arya y Emmet había tocado la botella al unísono y se vieron envueltos en un remolino de luces aromas y cosas desvaneciéndose, la joven Lockhart se vio obligada a aferrarse al suelo al llegar al sitio indicado para no caer como de costumbre, estaba comenzando a acostumbrarse a utilizar trasladores. Todo a su alrededor era desolador, el aroma a putrefacción le llego como una bofetada al rostro, se vio obligada a llevarse el dorso de su Roja capa a la nariz para no vomitar, y daba pequeños pasos observando todo.

     

    Aquel lugar sería donde se daría lo que ella creía sería un duelo de grupo, caminaba con su traje negro al cuerpo, que le daba mayor movilidad, y unos cómodos zapatos de tacón, era extraño, pero los prefería al momento del duelo, pero no para las clases, era una joven extraña, y lo sabía. Pateaba extremidades que se encontraban esparcidas en la calle, con cara de asco, cuando sus ojos se cruzaron con dos Lobos albinos, devorando un cuerpo sin vida, al parecer, por el tamaño eran líderes de la manada, pero ella no les temía, por sus venas corría sangre Stark, y los animales parecían saberlo.

     

    Se posicionó junto a Keira, que ya estaba preparada para lo que llegara detrás de la niebla, que no permitía ver a menos de nueve metros de distancia, por lo que si, el otro grupo atacaba desde allí, sería difícil defenderse, ambos lobos caminaron tras ella, y dando leves gruñidos se quedaron expectantes, cerca de la Lobuna joven. Arya tenía afinidad con aquellos animales, de hecho, eran su patronus, y era su morphos más habitual, sobre todo con los albinos, se sentía identificada con ellos, los paría de la manada, solo por su blancura; ella no podía controlarlos, pero los animales sabían a quien respondían, la joven jamás les haría daño ..

     

    Su capa ondeaba por el violento viento que traía consigo el vaho de la radiactividad, las enormes ratas se paseaban cerca de sus piernas, y eso le producía escalofríos, sombra se encontraba reposando en su mano derecha, su varita siempre estaba preparada para la acción, pero no tanto su cuerpo que debía ponerse firme para no resbalar, ya que la calle se hallaba mojada, por alguna razón que Arya desconocía, ¿Sería sangre?, no iba a detenerse para averiguarlo, y fue entonces cuando una leve llovizna comenzó a mojar su lacio cabello que descansaba suelto sobre su espalda; la hora se avecinaba.

    • Me gusta 3
  9. La noche era ventosa, y seguramente aquellos relámpagos que se veían a los lejos, avistaban una fuerte tormenta, pero el clima no fue impedimento para que Phebs, una lechuza mediana, de plumaje blanco como la nieve que caería en Navidad, y manchas diminutas color negras pudiera realizar lo que su ama le había indicado. Aquel animal de ojos color oro fundido y pico peligrosamente agresivo estaba encargado de entregar ciertas invitaciones, a los distintos negocios del Callejón Diagon, y eso haría.



    Entro volando por la puerta principal y una ráfaga de viento entro con ella, volando muchos papeles de dentro, se poso en el mostrador y soltó las invitaciones que llevaba aferradas a su garra izquierda, esperó a que alguien le diera unas cuantas semillas de Lino y se fue por donde vino.


    http://i.imgur.com/V2yD5bi.png


  10. Las palabras de Emmet seguían flotando en su mente cuando lo siguió con la mirada hasta donde Groter, Arya se encontraba con Shirley, pero no veía a Keira, las buscaba con sus ojos anegados en lágrimas, sentimientos que no podía ocultar, quería ser fuerte, no quería demostrar su debilidad, no era por ser mujer, situaciones como aquella le destrozaban el alma, era una joven muy empatica, pero de esas mismas era de donde había comenzado a formar su carácter.

     

    Intentaba pensar en otra cosa, que su mente viajara hasta su hogar, en el castillo Lockhart, o en el Stark con su madre Athena, pero intentar aquello fue mucho peor, se imagino una situación como la que veía, dentro de su cabeza, pero con la gente que quería. Era una tarde tranquila, en algún lugar parecido a aquel, pero la diferencia era el aroma a flores, el viento cálido rozando los rostros como caricias, se imagino a sus abuelos disfrutando la dulce espera, a su padre con su novia, a su madre sonriendo de lejos, con ese amor tan característico de ella, aquel que le alegraba el corazón, podía ver a Groter coquetear con Shirley al rayo del dorado sol, y a Emmet junto a ella, tomando su mano como siempre lo hacia en momentos difíciles, mientras su corazón latía con fuerza ..

     

    Sus ojos se abrieron enormemente cuando aquel recuerdo creado por su imaginación, que jamás había existido, cambio por completo, el cielo se volvió negro, y relámpagos de colores surcaban el cielo, no era una tormenta, era magia, podía sentirlo, y de repente, todas estructuras caían a su alrededor, había fuego, gritos ahogados y súplicas, cerró sus ojos, mientras las lágrimas le quemaban las mejillas, y se escondía entre los brazos de Emmet, pero al abrirlos, este estaba muerto, calcinado, y sin expresión, al igual que todos a su alrededor , - Noo..- su grito fue ahogado, y al abrir los ojos se encontraba de rodillas en el suelo, sus rodillas sangraban, era por los escombros, y en aquel momento Elvis comenzó a hablar.

     

    Era evidente que aquello había sido la causa de una guerra de magia, aun había resquicios en el aire, - ¿Nadie pudo impedirlo? - preguntó al profesor esperando respuesta, es decir, aquello había sido una catástrofe, y nadie había hecho nada. Sus ojos comenzaban a acostumbrarse a lo que veían, ya no le producían malestar en el estomago, aunque el olor aun era penetrante, aquel recuerdo imaginado en su mente la había perturbado, y sabía lo que su corazón necesitaba, - Siempre - se dijo al tiempo que caminaba junto a Emmet, pero su corazón ya se había adelantado y estaba junto a el, tanto horror lo había dejado exhausto.

    • Me gusta 1
  11. Estaba tan ensimismada observando el enorme vientre de Ángel que no notó su reacción cuando un joven apareció tras la puerta del negocio con aire desdeñado y buscando a una persona en particular, ella; Arya lo escrutó con la mirada, creía conocerlo de algún sitio, hasta que recordó que había asistido a una cena en el castillo, - Hola Kritzai - pero al parecer este venía con un objetivo en mente y no le dio importancia a su saludo.

     

    Con sus cuatro trozos de pizza en la mano, y dando pequeños mordiscos vio como la pareja se alejaba frenéticamente hacia un lugar aislado, no podía oír nada de lo que hablaban, pero notaba que la joven estaba muy nerviosa, podía sentir el dolor y el rencor en el ambiente, su sexto sentido, aquel que estaba desarrollando como Sacerdotisa se lo facilitaba, aquella niña inquieta en el vientre de Ángel, era hija de Kritzai, quien lo diría ..

     

    Al terminar el tercer trozo, aun seguían discutiendo, el pastel de la muchacha se derretía en el mostrador, un enorme desperdicio ante los azules ojos de una glotona como la Lockhart, así que apoyando su brazo vagamente en el mostrador, y poniendo su mejor cara de pocos amigos miro al joven muchacho y se dirigió con palabras claras a la parturienta - ¿Todo va bien ? - había sido una grata conversación la que habían tenido, y quería seguir con ella, quería saber lo que se sentía ser madre, y por nada en el mundo quería seguir sintiendo en su cuerpo los sentimientos de los demás.

    • Me gusta 1
  12. Sus azules ojos se cruzaron con los de una joven que había compartido sus clases en la academia casi desde un principio, pero nunca había encontrado el momento de entablar conversación alguna, solo sabía su nombre, Shirley, había oído sus reiteradas presentaciones, al igual que seguro ella había oído las de la joven pelirroja, quizás, en aquel momento se daría la oportunidad, y quien sabe, podrían ser grandes amigas.

     

    Arya se alejo precipitadamente de Emmet, aun con las mejillas ruborizadas y unas cuantas lagrimas creando surcos en ellas, sus ojos enrojecidos se clavaron en la Black mientras sus lentos pasos acortaban la distancia que las separaba, y al llegar a su lado susurró - Esto es realmente horrible - nunca habían hablado, y no sabía como comenzar, nunca había sido buena en eso, - ¿Qué crees que quieran que hagamos? - aun estaba nerviosa por el entorno, pero una parte de si, aquella que siempre intentaba ocultar, estaba aflorando y dando fuerzas a sus propias fuerzas.

     

    Observó a Groter que estaba muy junto a Shirley, así los recordaba en grandes oportunidades, quizás eran grandes amigos, como ella y el vampiro que había dejado a unos cuantos pasos atrás, le desesperaba el silencio de los profesores, sinceramente no se le ocurría que podrían pedirles.

    • Me gusta 1
  13. *Muero de la emoción* Gracias Mami Bonis *.* esta muy bella, además la que yo tengo es aaaalguito deprimente u-u, y también el Banner quedo muy bien :love: no te preocupes, pude pasar con la improvisada firma de Halloween, y esta lo compensa con creces!, les dejo mis saludos, y nuevamente gracias por los trabajos.

    • Me gusta 1
  14. Arya escuchó atentamente las palabras de su compañero, su corazón latía fuertemente, casi podría decir que deseaba salir de su pecho y huir de aquel sitio, la voz de Emmet le daba seguridad, se habían unido casi como hermanos en el transcurso de las clases, y habían pasado muchas cosas juntos, al igual que con el resto del grupo, pero aquel vampiro era particular, se sonrojó al pensarlo, y se vio obligada a alejarse unos cuantos pasos del joven con el rostro ruborizado al momento en que la llamo -Preciosa-, con miedo de que este fuera capaz de intuir lo que pensaba.

     

    Paso su vista, algo enrojecida por todos sus compañeros, como había esperado, todos reaccionaron de distintas formas, quizás ella había sido la más sensible, pero realmente, quien estaba preparado para ver semejante atrocidad, - ¿ Qué estamos haciendo aquí?- preguntó con firmeza hacia sus profesores, mientras su mirada viajaba de Monica hacia Elvis.

     

    Aun le chocaban las imágenes, los olores y los sentimientos nefastos y desoladores que había en derredor, pero la frase - Tu eres fuerte - resonaba en su cabeza, no podía ser una débil mujer, ella se había valido por si misma prácticamente toda su vida, y aquella, era una prueba más a su coraza, de todas maneras, para tranquilizar sus sentimientos, busco la cercanía de Emmet - Por favor no te alejes demasiado- dijo , sin querer, extrañamente, acercarse demasiado, quizás, en otro momento, seguiría abrazada a el, pero ahora su cara ardía y no le encontraba sentido, y para no pensar, perdió su vista en el cielo, esperando respuesta.

    • Me gusta 1
  15. Cuando la estructura comenzó a temblar Arya aferró sus manos a uno de los asientos del Tren, no estaba acostumbrada a ese tipo de movilidad Muggle, pero aun así creía conocerlo, pero eso no basto para que su corazón no se parara por un instante en el momento en que todo quedo en penumbras hasta que las luces de emergencia se hubieran prendido. Tuvo que sentarse para no perder la compostura, solía asustarse con facilidad, aunque se recomponía rápidamente, pocos minutos después, las puertas del Tren se abrieron provocando un insoportable chirrido que la obligo a llevarse las manos a los oídos.

     

    Observo como sus profesores bajaban del vagón lentamente y con precaución, ¿Qué les aguardaba allí afuera?, nadie lo sabía, o al menos no ella, siguiendo a sus compañeros tuvo que entrecerrar los ojos para que estos se acostumbraran a la luz del sol, que no era nada comparada con la artificial, menos para sus claros ojos; del Vagón al suelo había unos cuantos centímetros, creyendo que el suelo era estable, Arya dejo caer su pie, que se encontró con una pila de escombros en equilibrio, y basto su peso corporal para derribarla, cosa que provocó que tropezada, por suerte Emmet estaba delante de ella y pudo sostenerse de su túnica, - Lo siento Emmet - susurró, pues era tal el silencio que invadía el aire, que sintió vergüenza.

     

    Levantó la vista y lo que llegó a sus ojos provocó en pocos segundos una oleada de sentimientos, aquella joven era muy empática, y eso causaba estragos en sus movimientos y pensamientos; en un principio se vio obligada a abrir aun más sus ojos para abarcar semejante imagen, un escalofrío recorrió su cuerpo trayendo con el unas cuantas lágrimas de tristeza y desazón, todo su entorno estaba destrozado, debía mirar bien para no caer, y no eran solo escombros los que debía pasar por arriba, había cuerpo, aunque no se distinguían sus facciones, eran carbón, de distintos tamaños.

     

    Recordaba haber leído algo sobre todo lo que ahora estaba viendo, en un diario Muggle muy antiguo, - ¿Estamos en Hiroshima? - preguntó algo contrariada, quizás estuviera equivocada, pero casi nunca lo estaba, y si era así jamás lo admitiría. Recorrió la cara de todos sus compañeros, todos reaccionarían de distintas formas, era obvio, y particularmente, la pelirroja deseaba salir de allí cuanto antes, tenía el corazón hecho un nudo, y el hedor a muerte mezclado con humo y cenizas, hacia arder sus pulmones.

     

    No podía soportarlo, y respiraba lentamente para no devolver su desayuno allí mismo, buscaba una mirada segura y fría, alguien que le transmitiera tranquilidad, - Esto no puede ser real - se decía a si misma - Por merlín, esto no puede estar pasando - se repetía - ¿Cómo es posible?- clavo sus azules ojos cristalinos por las lágrimas en su Tío Takeshi, peo este estaba en su propio mundo, extendía sus manos y no comprendía como ella estaba entera, viendo tantas personas fallecidas.

     

    Tuvo que sentarse por un momento, cuando comenzó a calmarse, su cuerpo temblaba levemente, pero lo atribuía al frío que sentía, encontró a dos pasos del grupo, una enorme pared derrumbada y descanso por un instante, miraba todo mucho más tranquila, pero sus ojos estaban clavados en el cielo, claro y limpio, no quería ver nada más, las lágrimas rodaban por sus mejillas y se perdían en su cuello, pero no emitió sonido, salvo cuando, al bajar su mirada, notó que bajo los escombros donde ella estaba sentada había una persona, pero esta no estaba calcinada, y su expresión de terror, debía de ser la que puso cuando la pared se volvió contra el.

     

    De un salto había abandonado la pared caída, con el corazón en la mano, tapo su nariz por el hedor tan penetrante, aquella persona estaba en pleno proceso de descomposición, el sudor le perlo la frente y el labio superior, y la respiración se le entre corto, retrocedió asustada, o algo conmocionada y su cuerpo golpeó de lleno contra alguien, solo era una bruja, pero conocía muy bien a aquella persona, volteo con los brazos extendidos y se escondió entre los brazos de Emmet - ¿Cómo es posible? - le reprocho, - Ya no quiero ver esto - sabía que cerca de su amigo del alma, podría afrontarlo mejor, pero en ese instante, estaba algo traumatizada.

    • Me gusta 1
  16. Te agradezco Mey te hayas tomado la molestia, me sirvió de mucho tu post, y creo que me lo voy a guardar, para futuras tareas, creo ir entendiendo. Lamento ser así de dura, es que a veces me cuesta un poco. Así que nuevamente, gracias por detenerte a quitarme mis dudas, estoy muy a gusto con la clase, a pesar de que me este yendo pésimo jaja.

  17. Examen de Vuelo ~ 2º Post

     

    Camino decidida hacia el escobero, junto con el resto de sus compañeros, y esperó hasta que todos hubieran escog*do sus escobas para tener lugar y poder apreciar la suya, tomo la Saeta de Fuego, firmemente, no quería que por accidente se le fuera al suelo, o en su defecto que esta salieran huyendo de entre sus manos; la contemplo por un instante, era perfecta, perfecta para ella, luego camino nuevamente hacia donde en un principio estaba y comprobó quien era su instructora, al parecer, necesitaría anteojos.

     

    Se acercó a Irina con una sonrisa en el rostro, no podría abrazarla, le quitaría seriedad a la joven, así que solo se limitó a saludar - Hola Irina¿ Cómo has estado? - contestó, al tiempo que se acomodaba en su grupo correspondiente y se encaminaba hacia su examen. Uno a uno fueron desapareciendo los grupos en sus respectivos sectores del campo, hasta llegar su turno, contemplo el imponente campo de Quidditch y contuvo la respiración al creer saber, cual era su examen, - Una Snitch - susurró al tiempo que Irina explicaba lo que debían hacer, atrapar esa bendita pelota, controlando su escoba, al parecer había escog*do el examen más difícil.

     

    ​Respiró profundo y apretando fuertemente la escoba al tiempo que pasaba una de sus largas piernas por sobre ella, enderezando su postura y aferrándose a la parte delantera dijo - Arriba - con cierta firmeza y dando unos golpes en el césped con sus pies, a lo que la Saeta contestó de manera inmediata elevándose unos cuantos metros, esto puso nerviosa a la joven, realmente no sabía si podría controlarla. Vio como la Snitch era puesta en libertad, una pequeña y perfecta pelota dorada, a la cual en un abrir y cerrar de ojos le salieron pequeñas alas que se agitaban con tanta velocidad que eran casi imposibles de ver, trago grueso y comenzó la carrera.

     

    El viento arremetía contra su cuerpo por la velocidad que Arya había adquirido en el cielo, las manos le sudaban y eso hacia que resbalada de vez en cuando, temía caer, y por su terrible temor a las alturas se decía a si misma que no mirara hacia abajo, simplemente clavó sus azules ojos en la Snitch y la persiguió por todo el estadio; la vista se le nublaba, pues el frío aire la hacia lagrimear, pero no se arriesgaría a secarse la cara y caer de la escoba, menos a la altura en la que se encontraba, pero debía intentarlo o perdería su objetivo.

     

    Seco sus ojos con el dorso de su túnica, aferrada como un gato a la Saeta de Fuego, suspiró aliviada al tener total visión de donde estaba, pero a correr el brazo, lo que vio no fue la Snitch, sino uno de los aros de anotación, y no estaba por pasar en medio; hizo un brusco movimiento con la parte delantera de la escoba para esquivar el obstac*lo, esta giro con Arya aferrada y pálida, para luego estabilizarse, - Eso estuvo demasiado cerca - sentenció la Lockhart al tiempo que observaba como la brillante pelota flotaba frente a ella.

     

    Parecía como si aquel objeto estuviera jugando con su paciencia, allí flotando frente a sus ojos sin problemas, estaban a tan solo unos cuantos centímetros, y creyó que extendiendo la mano podría alcanzarla, pero no fue así, la Snitch comenzó a volar rápidamente, y Arya no se quedó atrás, se inclinó hacia delante y cuando quiso darse cuenta, estaba cayendo en picada hacia un verde césped tras la bendita pelota, aquella que le daría el visto bueno en su examen, o no. - Vamos Arya concéntrate - se repetía en voz alta, su frente estaba perlada por el sudor, y su cabello tras su espalda, hondeaba al viento violentamente, estaba a unos cuantos centímetros del piso, mientras inclinaba más su cuerpo hacia adelante, casi podía sentir el olor a madera barnizada de su escoba, cuando la Snitch frenó en seco rozando la hierba y ella al fin pudo capturarla entre sus pálidas garras.

     

    Al tocar tierra estaba dichosa, con su objetivo batiendo sus finas alas entre sus dedos, en su mano derecha, aquella que siempre portaba su varita, la buena; sosteniendo la Saeta de Fuego en su mano izquierda, camino hasta el grupo de jóvenes que se iba formando a medida que estos finalizaban sus exámenes, y sonriente aunque sudorosa de dirigió a Irina - ¿ Usted que cree? - dijo con respeto - ¿Lo he hecho bien? - .

  18. Por primera vez, Arya asistiría a una ceremonia de Graduación, no comprendía porque se solicitaba su presencia, pero aquel mismo día se daría a conocer la casa ganadora, y como nuevo miembro de Los Dragones de Lancashire asistiría de igual forma. Ingreso al enorme salón con un traje enterizo negro, ajustado al cuerpo, brillaba cuando la luz del lugar lo iluminaba, pero en esa ocasión se encontraba escondido bajo una larga capa roja, que le llegaba hasta las rodillas, con un enorme capucha reposando tras su cabeza, y largas y sueltas mangas; los bordes estaban adornados con hilos de oro, y en la espalda se podía ver perfectamente la silueta de un dragón.

     

    Llegó donde se encontraba la gran mayoría de la gente, a pesar de que no llenaban el lugar, escucho la fuerte vos de la Directora anunciando a los nuevos graduados, Arya aplaudió fervientemente con una sonrisa en el rostro, y se emocionaba simplemente de pensar, que poco faltaba para que ella tuviera que estar en el lugar de Santos y Misha. Aguardo mientras los jóvenes subían por sus diplomas, acariciaba su inquieto dragón en su muñeca, mientras su cabello rojizo yacía inerte sobre su espalda; lo único que hacía era aplaudir, vio muchas caras conocidas rodear la, y con una mirada simpática los saludo.

     

    Su cara se transformó por completo al escuchar su nombre seguido por la palabra "Prefecto", aquella había sido la razón por la que había insistido en que asistiese, realmente no se lo esperaba, estaba algo confundida, y llevo una de sus manos para ocultar la gran O que estaban formando sus labios en aquel momento, volteó en busco de apoyo, mientras aplaudía y felicitaba con la cabeza a el resto de los nuevos Prefectos, su tío Takeshi, su gran amigo del alma Emmet, y la niña Jazmín que tanto adoraba.

     

    Una rubia figura se cruzo ante sus enormes y extasiados ojos azules, corrió hacia ella, con su capa hondeando, aquel movimiento le daba vida al dragón que descansaba en su espalda, y rodeando a la mujer con sus brazos dijo feliz - Hola Abuela - al tiempo que todo el salón se teñía del color de la casa ganadora, los Aethonans.

    • Me gusta 1
  19. bueno, se que soy siempre la que tiene más dudas, y al fin y al cabo termino haciendo las cosas mal. Expuse mis inquietudes ante la profesora, y me recomento expresarlas por aquí, desde un principio no quize, porque odio equivocarme, me da verguenza de mi misma, pero soy buena aprendiendo de mis errores.

    Por favor, no me den el sermón de equivocarse es bueno y cosas así. Realmente, caigo en cuenta de que no termino de comprender lo de "intercalar".

    Es decir, yo puedo intercalar un primer hechizo con el segundo del contrincante?, o sigo sin comprender?.

    Lamento molestar siempre con lo mismo

  20. Respiró gustosa, pues había repelido el ataque de su compañero y ahora lo veía caer lentamente, pero no podía perderlo de vista, este, fue un poco más rápido esta vez, y arremetió con su túnica color perla, casi translúcida, esta desapareció al instante y se transformó en un insecto asqueroso, tuvo que contener el aire para no vomitar, y peor aun para no morir, no conocía lo que se paseaba por su abdomen desnudo, pero poco a poco iba perdiendo las fuerzas

     

    Sabía perfectamente que aquel insecto, al contacto con su blanca piel, la envenenaría, así que no perdió el tiempo y apuntando con el extremo de su varita a su abdomen grito asqueada, - Oppugno - ,sintió un leve calor en la zona donde había dirigido el ataque, pero para su tranquilidad, la oruga, ahora estaba bajo la ropa Groter, haciendo lo que sabía mejor, envenenar. Observó, extasiada el enorme hoyo que había en su translúcido vestido, pero agradecía habérselo puesto bajo la túnica, sino, habría sido muy vergonzoso, pero de todas maneras, aquella vestimenta, no era la apropiada, ya que la brisa comenzaba a arremeter con fuerza contra sus cuerpos, y ondeaba violentamente la fina tela.

     

    Arya siempre había sido una joven muy lista, pero lo que tenía de lista, lo tenía de temperamental, y ahora estaba muy enfadada, - Otra prenda arruinada - pensó mientras tocaba su suave piel, pero su contrincante se preparaba para atacar nuevamente, la pelirroja estaba furiosa por lo del desagradable insecto, así que en un hilo de voz maliciosa inquirió - !Silencius! - a sus oídos solo llegó la corta palabra - Sectus..- miro al muchacho a los ojos y soltó con toda su rabia, pero con sarcasmo, - Groter, Groter, Groter, así no se trata a las mujeres, podemos ser muy vengativas - y se lo demostraría a continuación, sería una muy buena contrincante, y finalizado el duelo, le cobraría el vestido.

  21. Sexta planta, Recibiendo a Elodia Riddle. Primer Sanación ~

     

    Aquella mañana había llegado a San Mungo antes de la hora acordada con su jefa, sabía de ante mano que debían cumplir turnos allí, pero la emoción la embargaba, al llegar, descubrió que Athena no se encontraba por ningún lado, y se preocupó bastante, como aun le sobraba una hora para marcar tarjeta dio unas cuantas vueltas por el lugar.

     

    Llegada la hora, su desesperación creció un poco, marcó tarjeta, y se dirigió a la entrada de la Sexta Planta, no conocía a nadie allí, pero podía ver que aquel día, estaban todos demasiado ocupados; claramente lo comprobó al ver ingresar tras las puertas a una mujer empujando una camilla con un hombre desfallecido, realmente no sabía que hacer, pero su instinto fue más fuerte, con su bata blanca donde rezaba su nombre con un delicado bordado Arya Lockhart, hondeaba ante sus rápidas zancadas.

     

    Al llegar ante la mujer, metió sus manos en los enormes bolsillos de la bata, comprobando que allí había un estetoscopio, una linternilla y unos cuantos palitos para la lengua, suspiro algo nerviosa y se presentó - Buenas tardes señorita, mi nombre es Arya Lockhart, me puede informar que ha sucedido- portaba una planilla donde debía apuntar todo lo referente al paciente, que si no se equivocaba, era el hombre de la camilla, así podría ayudarle.

  22. Las cuerdas antes sus azules ojos desaparecieron, ¿ Groter resultaría una amenaza ?, sonrío pensando lo contrario y suspiró, sabía que cuando se lo proponía podía ser muy mala, observó su muñeca derecha, la que sostenía en alto su preciada varita, aquella blanca piel que jamás sería profanada por un tatuaje tan atroz.

     

    Con un ligero golpe hacia delante dijo con voz firme — Protego — Un pequeño escudo azulino casi transparente se materializó frente a ella, repeliendo el contra ataque de su compañero, la cálida brisa mecía su cabello tras su espalda, este le propinaba una leve caricia, era algo reconfortante, mientras la arena bajo sus pies aun estaba tibia, sabía que si la noche los alcanzaba, la temperatura bajaría sobremanera.

     

    No pensaría mucho sus movimientos, solo debía pulir su practica en duelos, fijó sus enormes ojos delineados en su figura masculina y dejó ver la mitad de su dentadura — Zancadilla — pronunció, aun no perdía la fuerza en su voz, hizo un leve movimiento con Sombra, mientras observaba como Groter caía de bruces al suelo, por un lazo mágico que ataba sus tobillos, desde allí quizás sería más fácil desarmarlo.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.