Arya Macnair

Me sorprendí ―quizás más de la cuenta― cuando Anthony demostró una exquisita habilidad a la hora de defenderse sin desequilibrar la balanza. Me fue imposible el no sonreír, sentía casi como si estuviera creando un monstruo y mis ojos refulgían ante la posibilidad de que él me matase. Estiré los brazos con un latigazo y aprecié no solo como el mutis lo pasaba de largo sino como el fuego de las flechas besaba su piel sin hacerle tan siquiera una diminuta ampolla hasta que el pólem mágico consumió la magia de mi ataque ¡Majestuoso! pensé, y me relamí. Deseaba tanto en ese momento llevar la máscara puesta y que Ryvak diera todo de sí para enorgullecerse, yo lo hacía, se había convertido en un gran mago, demostró su potencial y sobresalía. Un perfecto oponente para el momento. ―Cinaede. Musité El peliverde viviría el terror de primera instancia, mientras la vara de cristal se estiraba magnánima en su mano de batalla un aro gaseoso y potencialmente venenoso rodearía su garganta y bloquearía sus vías respiratorias superiores e inferiores provocando una asfixia que de no resolver inmediatamente lo marearía primero, luego le nublaría la visión para, posteriormente, desmayarlo. Podría morir, por supuesto que sí, pero estaba deseosa de que fuese yo quien cayera de rodillas aquella tarde en tan frío sitio, con la vista fija en la danza de dragones, con la piel perlada en sudor y una desquiciada expresión en el rostro. ―Anular sectusempre. Mis labios se rozaron. Su vara de cristal, antiguamente varita, sufrirían una ligera vibración que sonsacaría su intención de utilizar aquel hechizo mortal, limitando de esta manera su espectro de ataque y su estrategia de victoria. @ Anthony Ryvak Dracony

El amuleto que colgaba de mi cuello era la conexión entre el dragón que montaba y yo. Estaba contenta de haber decidido ponérmelo y que este adoptase una forma más pequeña y elegante que cualquier otro amuleto de Uzza. Por consiguiente sobrevolar el terreno de batalla donde debería enfrentarme a Anthony no fue tarea difícil aunque pode navegar entre los "pensamientos" de aquel escamado solo confirmaba mis sospechas, las criaturas vivían de mal humor ¿Sería yo un dragón a final de cuentas? reí ligeramente mientras me aferraba a su dura piel como podía ya que noté un abrupto descenso hacia la explanada de tonalidades azuladas y negras. Parecía hielo y lava, una verdadera belleza mortal. Caí al suelo hincando una rodilla, algo quemó mi piel y tuve que ponerme de pie rápidamente al tiempo que el dragón se unía al que llevaba Anthony segundos atrás en una danza circular sobre nuestras cabezas. Con un mismo movimiento ya tenía la varita en mano, y debido al sofocante calor, tuve que dejar caer la túnica que me protegía los hombros y patearla a un lado del escenario. ―Kansho. Pensé Mi rival no había emitido sonido pero hasta ocho metros de distancia podía apreciar el brillo que cualquier atacante tendría en sus ojos al momento de ejecutar una acción con determinación. En la mano contraria apareció una daga con mango de plata y hoja de cristal que absorbió el rayo que Ryvak en un santiamén no solo protegiendo mi voz, sino también sirviendo de espejo, pues el mutis se regresó automáticamente hacia su invocador. Hice girar la daga sobre su eje y la guardé en el cinturón de cuero que sujetaba mis pantalones, era el lugar perfecto para volver a utilizarla antes de que desapareciese, pero no creía que fuese necesario. Había estudiado de pies a cabeza el libro de Hermes Trimegisto y por mucho que el guerrero Uzza se molestase conmigo por haber empleado un hechizo antes de que lo explicase, pues, consideraba con mi ―modestia aparte― basta experiencia en duelos y batallas que su poder era, aunque fuerte, meramente defensivo. Atacar a mi compañero para dejarlo fuera de juego era lo que debía hacer. ―¡Flechas de fuego! Musité, quería que él se luciera. Una docena de filamentos con punta, flameando, salieron despedidos de la punta de mi varita, el arma dominante en ese instante. Podría haber vuelto a invocar el fuego compacto ¿Pero qué aprenderíamos ambos si asesinaba a mi rival en los primeros 15 minutos de enfrentamiento? la estrategia era lo más lógico que un alumno podía entregar a su tutor para que este viese qué había entendido de todo lo explicado. Las flechas claramente no lo matarían, pero de no estar preparado para el impacto además de causar dolorosas heridas quemarían su ropa y su piel, así como el calor insoportable de la magma quemaba mis mejillas y ojos, sutilmente. @ Anthony Ryvak Dracony

Un segundo bombardeo de información me dejó sin palabras, no es que quisiera jugar la carta de la desconocida misteriosa que poco o nada revelaba sobre su identidad, solo que con aquel trío parecía no quedarme de otra. Vacié el fondo de la botella de champagne cayendo en cuenta de que los demás tomaban cerveza y era la única que consumió burbujas en la mesa, me llevé una mano a la cabeza, sentía verguenza más no mareo. Le sonreí al mesero cuando desplazó los platos en la mesa, y el sobre salto de Thanatos para abrazar al futuro novio casi lo hace tirar la bandeja con los cubiertos, pasé la mano de la frente a la boca y ahogué una risa que no sé de dónde salió ¿Cuándo fue la última vez que había reído? posiblemente con algún nuevo descubrimiento de los gemelos, pero no por mucho más, era una persona gris la mayor parte del día. ―No tengo el honor de conocer a ningún miembro de la familia Snape, así que un placer compartir esta mesa con ustedes hoy. Negué ante la oferta del metre sobre una segunda botella de alcohol y desvié la pregunta que uno de los hermanos hacía hacia el otro con una bala perdida directo a mi, o al menos eso fue lo que sentí, podría estarme equivocando. No podía creer que los minutos corrieran y Mica aun siguiese sin decirme una sola palabra, y como si fuera poco se casaría. Bah, quién era yo para juzgar. Hipócrita me dije, y automáticamente mi cerebro se aferró a un comentario que Snape hizo antes del alboroto, nuevamente refiriéndose a Pik, desgraciado, hasta haciendo amigos me perseguía su fantasma, debí haberlo matado cuando tuve la oportunidad. ―¿Sabes? es sorprendente conocer a alguien que tenga buenos recuerdos con Pik... Siendo que su hija no tiene uno solo― Reí con ironía ―Se marchó a Italia hace más de 4 años, con su esposa Alyssa Triviani y desde entonces nadie ha sabido de él No quería ahondar demasiado en aquella laguna que de pronto evidenció el mago, la omití totalmente y el calor me subió por el cuello, asfixiándome. Fue casi como si aquel vahído despertase recuerdos dormidos en mi mente, recuerdos lo suficientemente reprimidos como para no adoptar la misma cara de incomodidad que mi interlocutor puso al no saber de qué eran compañeros ¿Qué más podía ser? mis ojos volvieron a brillar con violencia, quería adentrarme en su cabeza y vislumbrar hasta el último de los momentos que aun estaban ahí pero que reflejaban confusión. Desgraciados, pensé. Sin pedir permiso llené mi vaso con lo que bebía, no tenía idea de qué era ni tampoco se veía saludable pero si nada me había matado hasta el momento, un brebaje ingerido por Licántropos no lo haría. Me puse de pie y propuse un brindis por la feliz pareja, "... Por la unión de Illidan y la hermana de mi padre, Elvis". No, no fui capaz, mala era únicamente en campo de batalla, Mica no se acordaba de mi o no quería hacerlo, no estaba en mi decidir o actuar por ella, así que me limité a solo por la primera opción. ―Si me permiten la apreciación, no creo que un padrino soltero esté mal visto... más preocupante sería que no supiese bailar. Copié la malicia en el rostro de Illidan prestándome a su juego, me caían mal, no haría daño a nadie que dejase las obligaciones por una noche. La conferencia había acabado ya, podía guardar en el cajón el título de "Doctora" y ser una persona más allí cenando con nuevos amigos. @ Illidan Black Lestrange @ Mica Gryffindor @ Thanatos L. Lestrange ❤️

@ Darla Potter Black ¡Todo listo! en un periquete y por la propia Líder (? que luego no digan que tengo preferencias u_ú Mentira, Darla, bienvenida de regreso ❤️ todo actualizado, ya tienes tu marquita en el perfil!

Ficha y perfil actualizados por entrada al bando Mortífago. ¡Bienvenida! Arya Macnair Moderadora global de HarryLatino.org

Luego de revisar se procede a la aprobación del Laboratorio de Fabricación a nombre de Cissy Macnair. El Laboratorio contiene la lista de ingredientes y reliquias en poder del usuario, así como el índice de sets realizados. Se recuerda al usuario que está terminantemente prohibido la edición del laboratorio. Únicamente los moderadores pueden editar los primeros posts del laboratorio. El costo del Laboratorio ha sido descontado de la bóveda del personaje. Atentamente, Arya Macnair Moderadora Global de HarryLatino.org

Descuento en bóveda Raelyn

Saldo anterior: 289657 G Descuento por apertura de Laboratorio: - 10000 Total en bóveda: 279657

FORMULARIO COBROS LABORATORIOS: Nick: Raelyn Link a Bóveda: N°85617 Link al Laboratorio: LINK Cantidad: 10000 G

—Demonios. Pensé Era de público conocimiento que los guerreros Uzza y los Arcanos resultaban sensibles a las intromisiones, interrupciones y demoras ¿Pero atacar de una buena vez a mi compañero? desde el momento en que lo vi allí parado cerca del sujeto en cuestión me repetí que no intercedería como Líder o protectora, más la mirada de Gahíji desafió mi lado dominante. Saqué la varita tan pronto como lo vi mover sus labios, primero creyendo que me atacaría directamente a mi por ser la mayor o por haber llegado de último pero jugó sucio. —Fuego compacto. Musité. La cantidad de energía que debía canalizar para aquel hechizo me dejaría exhausta, más siendo la primera vez que lo empleaba para detener un ataque, aunque no fuese para mi. Usualmente leía los libros de pies a cabeza y como amante de las batallas los ponía a prueba incendiando o destruyendo instalaciones familiares; los hechizos cuanto más antiguo el libro, más pedían de uno. El sonido sagaz del haz de fuego cortó el aire en dos y llegando al rayo lo desintegró como si nunca hubiese existido, luego oí un pitido y el silencio se apoderó de mis oídos confundiéndome, pues el propio encantamiento anulaba su mera existencia ¿Estaba mareada? Agarré mi cabeza, quizás Anthony no sabía que ya podía hablar. El dragón abrió sus fauces, todo sucedía tan rápido. Cerré los ojos. —Ignea Máxima. Grité. Sobre la cabeza del peliverde llovió escarcha. Un fino polen de lirios que le confería protección contra el fuego que ahora acariciaba su piel sin causarle el menor de los daños. Sonreí abriendo los ojos, aun sabiendo que si el Uzza re dirigía su ataque casi no me quedaban fuerzas para defenderme ¿Estaba tratando de impresionarlo, alardeaba, o quería superarme a mi misma? cuando portaba la varita mi sentido común se nublaba y casi mis ojos se volvían animal.

Sets Fabricados Nombre Set Objeto Fabricado 1 Objeto Fabricado 2

Ingredientes y Reliquias Disponibles Ingredientes Normales: Nombre: Ajenjo Cantidad: 24 Nombre: Antimonio Cantidad: 24 Nombre: Azufre Cantidad: 24 Nombre: Escamas de basilisco Cantidad: 36 Nombre: Escamas de dragón Cantidad: 36 Nombre: Espinas de rosa Cantidad: 3 Nombre: Hierba de plata Cantidad: 3 Nombre: Hoja de peonia Cantidad: 24 Nombre: Ojo de tritón Cantidad: 3 Nombre: Pelo de gato Cantidad: 3 Nombre: Verruga de sapo Cantidad: 3 Ingredientes de rareza media: Nombre: Cantidad: Ingredientes raros: Nombre: Cantidad: Reliquias: Nombre: Flor Lunar de Nueva Zelanda Cantidad: 1 Nombre: Hilo de Luna Cantidad: 12 Nombre: Huevo de Ashwinder ciega Cantidad: 1 Nombre: Plata Maldita Cantidad: 12

En las instalaciones de la reconocida escuela de magia Americana, Ilvermony, fue donde se me permitió instalar el laboratorio que, tras el cierre de San Mungo, perdí años atrás. Un modesto sitio al que cualquiera puede entrar más no sin antes reparar en que la puerta no posee picaporte, allí dentro todo es magia y solo así se abrirá ¿Pocas defensas? para nada, los Macnair poseemos control sobre la magia de sangre, protección que recae sobre las personas, la mansión, las trasteros y ahora el laboratorio; los hechizos contra personas indeseables se activarán en efecto dominó de ser necesario, pues solo una gota de mi sangre logrará abrir la puerta sin problemas. La oscuridad te recibe, a lo lejos una ventana que vislumbra una vela negra con fuego turquesa y runas en todo su cuerpo de cera. Fuego eterno que nunca se apaga sino que se expande y permite que el cuarto cobre vida. Las paredes de piedra totalmente revestidas por estanterías y vitrinas, albergan libros de pociones, ingredientes, criaturas y magia tanto blanca como oscura. Diplomas y permisos dentro de cuadros de bronce y de la flama de la vela se desprende un lema, o más bien una advertencia: "Entra, más no toques nada. No mires atrás pues ya no hay escapatoria, y sobre todas las cosas, no respires" Todo allí es mortalmente peligroso para quien no tenga los conocimientos. Aunque por precaución los ingredientes más costosos y los brebajes más mortíferos se encuentran en un armario encantado dentro de las paredes que únicamente se abre al contacto con mi varita. Pergaminos perfectamente ordenados, tubos de ensayo, instrumentos, morteros de distintos materiales y artilugios de mi propia inventiva flotando por toda la habitación. Allí dentro huele a menta, pero no te dejes engañar, no es tan agradable como parece. Índice de Sets Fabricados

No me molestaba que la mente me llevase a sitios lejanos cuando estaba durmiendo, sabía que nada malo podía pasarme más que caerme de la cama y despertar súbitamente. Pero cuando me encontraba en plena faena era insoportable. Por suerte ―o tal vez no― esa madrugada me había quedado dormida sobre el escritorio en la habitación más alta de La Torre Negra, los niños estaban de visita en el Norte y el bando requería de mi completa atención ahora que habíamos perdido el Ministerio de Magia ¡Y a manos de un muggle! se que mi mano arrugó un papel, aun en estado de reposo, al recordar aquello. Los batientes de la ventana azotadas por el viento me despertaron, gruesas gotas de lluvia chocaban contra el vidrio, los sonidos eran lejanos, como amortiguados por un casco burbuja. Me puse de pie, alguien pasó corriendo a mi lado golpeando mi hombro, tuve que aferrarme al marco de la puerta para no caer ¿Pero qué hacía allí si solo Mael y Ericen tenían autorización para subir tan alto? ¡Hey! le grité, logré detenerlo casi llegando a la escalera caracol. Cuando volteó a verme la sangre se me heló en las venas ¿Qué hacía aquel hombre allí? con Aaron habíamos dado por sentado que ambos hermanos de El Santo estaban muertos, tanto el squib como el empleado del Wizengamot . Me estremecí, parecía querer hacerme frente pero yo no le tenía miedo. Busqué mi varita pero no la tenía en la cintura, estaba totalmente desarmada ante un psicópata o un fantasma. De pronto y tras un parpadeo estaba enmascarado ¡Era El Santo! comencé a gritar hasta que la garganta me ardió llamando a los Mortífagos pero nadie acudió. ―¡No tienes idea dónde te has metido!. Exclamé. El sonrió ¿Cómo lo sabía si no podía verle el rostro? ―d...rr...b... ¿Qué? No podía oír lo que decía aun notando que movía los labios. Al instante su risa resonó dentro de mi cabeza. Caí de rodillas tapándome los oídos pero aquello no trajo alivio alguno ¡Derrumbe! gritaba ¡Mortífagos! gritaba ¡Ruinas! y ante mis ojos ardía en llamas su cuerpo. - ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― - Empapada de pies a cabeza abrí la puerta de la cabaña sin necesidad de tocarla. Lucan, que se encontraba bebiendo absorto frente a una cálida chimenea volteó exaltado aunque su semblante confesó que me esperaba. Puso una toalla sobre mis hombros, el cabello me chorreaba, tenía los labios morados, casi no podía hablar, mi mente aun se encontraba en aquel sitio donde la videncia me arrastró y no conseguía despertar, no del todo. ―Llama a los demás― Le dije, los dientes me castañeaban ―Lo he visto, he visto la caída de La Marca, es él de nuevo, estuvo aquí... Nada de lo que él me dijera me haría entrar en razón, yo estaba segura de que las palabras que oí decir a El Santo apuntaban directamente al bando y a mi, a nada más. Instantes después, Cassian consiguió calmarme con una poción que calentó mi sangre. Estuve a punto de quedarme dormida otra vez, cuando Asra llegó tan desorbitada como yo, por la hora y el clima, el puerto debía de ser una locura con aquella tormenta destrozando barcos y ahogando marineros. Debía poner en orden toda la información que una sola visión depositó en mi mente sin previo aviso para saber a qué nos estábamos enfrentando. Lucan había dedicado parte de sus días a forjar mi oxidado carácter pero el temor apresaba mis pensamientos, sentía como si en cualquier momento el suelo bajo mis pies fuese a desvanecerse y dejarme caer al vacío... el suelo... caer... La Marca, derrumbe... ―¡La torre negra!― Grité, no quería más hipnosis o pociones para relajar los nervios, la respuesta estaba frente a nuestras narices, qué tonta había sido ¿Pero quién tendría suficiente conocimiento sobre los pasadizos y arquitectura de la Fortaleza? mis ojos iban de aquí para allá como dos pelotas de pingpong hasta que el nombre sonó cual campana en el almuerzo, Malfoy. ―¿Estás loca, estás viendo la hora que es y las condiciones climáticas?. Cassian detuvo mi mano justo antes de que la varita rozase la marca tenebrosa. Lo miré con violencia, casi asesina. ―Es la única persona tan antigua en el bando, necesitamos saber qué sabe, así se lo tenga que sacar a la fuerza. Mentía, cuando le explicase al mortífago mis intenciones estaría más que dispuesto a colaborar. No teníamos demasiado tiempo, era hora de saber qué se escondía en el corazón de La Fortaleza Oscura. - - - - - - - - - REGLAS: Topic referente a conocimientos de bando Clanes de bando Para aprobar se necesitan como mínimo hacer 5 roles que estén relacionados a la trama y aporten a ella. Si en la totalidad de la clase sus roles son en una situación totalmente ajena a La Aventura, no se tomarán en cuenta aunque haya cumplido con lo pedido. Se aceptan usuarios que roleen como oyentes, es decir, que no hayan pasado por inscripción y lo hagan para enriquecer a su personaje o colaborar con la trama. Pero a tener en cuenta que aunque se rolee 1 sola vez ya se considerará oyente y no lo podrá hacer al mes siguiente. Es decir, solo se permite entrar a una clase de conocimiento de bando sin estar apuntado a ésta mes por medio. El máster de este mes será: Sagitas Ericen Potter Blue *Aclaración: el máster únicamente se involucrará en la trama si ésta pierde su rumbo, aunque siempre preferimos dar rienda suelta a la creatividad e imaginación de los cursantes. Colaborará con quienes se traben en sus roles, quienes hayan quedado plantados o no sepan qué hacer. En ningún momento condicionará el rol de terceros ya que eso sería considerado abuso pero tampoco se puede ignorar lo que el máster rolee. LISTA DE ALUMNOS Discípulos de Nosferatu Raelyn (3) Ada Camille Dumbledore (1) Malum Luxure (1) Kamra Ashryver D. (2) Leslie Ashryver PB (1) Jeremy Triviani (1) Hessenordwood Crouch (1) Caballero de Walpurgis Arya Macnair (4) Crazy Malfoy (4) Senescales de Caronte Xell Vladimir Potter Black (3)

Miré en el reflejo como se veía aquel amuleto sobre mi pecho. Me resultaba exagerado que fuese de oro puro pero al parecer se amoldaba a su portador por lo que las terminaciones del dragón que protegía un pequeño zafiro entre sus patas, garras y cola, eran delgadas y delicadas. Luego de ello desaparecí enfundada en una túnica negra que me confundía con las sombras hasta llegar cerca del punto de encuentro; cuando más avanzaba en mi aprendizaje sobre la comunidad y los poderes Uzza más notaba lo ermitaños y bohemios que podían ser estos personajes guerreros. La llamarada en la lejanía me marcó hasta dónde debía llegar y apuré el paso antes de que se negaran a enseñarme pues además de todo lo anterior, algunos eran demasiado susceptibles. —Caballeros. Saludé con respeto, el Uzza tenía pésimo rostro y el dragón a su espalda parecía querer comernos, más me sentí feliz de notar a mi derecha con quién cursaría. Un amante de aquellas criaturas peligrosas de grandes fauces, tanto como yo quizás más podría decir. Sonreí a Anthony arrugando ligeramente la nariz, algo que hacía sin darme cuenta pero que algunos decían me hacía ver adorable e infantil. Allí no era su Líder, era una compañera más, aferrada a un pequeño bolso encantado con lo que pudiese pedirnos. @ Anthony Ryvak Dracony

Mucho antes de la visita de Mica —¿Rada...mantys? Mis ojos se abrieron tanto que por un instante fui capaz de ver más allá de Arcanus y el desastre que estaba dejando en mi casa. Un escalofríos me recorrió la espalda sintiendo el roce de su hombro, el Mortífago llevaba años perdidos y las malas lenguas incluso decían que —detrás de una bruja— había decidido seguir un camino muy diferente al de sus demás compañeros ¡Pero no! yo jamás les creí y luego de tanto tiempo aquí lo teníamos de regreso. Mucho habíamos cambiado, más tendríamos la oportunidad de conversar pronto, delante de nuestras narices se presentaba el problema urgente, uno que decidía con descaro ¿servirme una copa de mi propio licor y sentarse en mi sala? era evidente que aquel mago buscaba cualquier motivo para emitir un interrogatorio o un arresto. —¿Métodos? ¿De qué está hablando? ¡Acaba de volar la puerta de entrada! ni en un millón de años el Ministerio se presentaría de esa manera, mucho menos ante una familia tan importante como esta. Sabía que mentía, los aurores eran así, pero no TAN así. El atrevimiento con que Arcanus brindaba a mi salud me provocó arcadas. Alcé una ceja e indiqué a mis elfos —que estuvieron a punto de atenderlo— que se dedicaran a arreglar el destrozo que había en la entrada. Habría ahorcado al primero que le rellenase la copa. Igual, me sorprendí a mi misma vaciando una de las copas por el estrés del momento y estrellando el cristal contra una pared trasera, los pobres domésticos ya no sabían qué limpiar primero pues me veían iracunda. Pensé, por un momento, quemar la tarjeta que me cedía, pero una vez en mi interior me obligó a guardarla y mantener la calma. —Caballeros, los invito a tener su conversación de reencuentro fuera de los terrenos familiares ya que el caballero aquí presente— señalé a Arcanus —No es bienvenido aquí. Pero mis ojos le suplicaron al Mortífago que no volviese a desaparecer @ Radamantys @ Arcanus

—Que sean tres, sí, por favor... Me dejé caer en el sofá más cercano que encontré y una nube de polvo se concentró en mi nariz haciéndome estornudar. Busqué a Cissy con la mirada y le rogué que llamase a los elfos de la Macnair, no importaba la hora, aquella mansión estaba demasiado sucia para mi gusto @ Raelyn . Ericen y Mael seguían a mi lado, con el mismo cansancio reflejado en el rostro, estaba claro que habíamos planificado el ascenso de la estructura más nunca creí que fuese tan agotador, poco más y me sangraba la nariz. Pero quizás lo que me tenía más agotada no era sino sino la cantidad de personas que poco a poco se fueron sumando al llamado. Allí había Mortífagos que llevaba más de un año sin ver, me sentía orgullosa de quién era y dónde estaba sin la necesidad de ciertos respaldos. Antaño, algunos magos fueron quienes me prepararon para el sitio que ocupaba, no debía angustiarme su ausencia ahora mismo si en mis propias palabras podría encontrarlos. Me enfrentaba a una nueva era, una que llevaba mi nombre y apellido en letras grandes. —Debemos hacer que esto vuelva a parecer una morada antes del amanecer, necesitamos de todas las manos y conocimientos posibles, estoy sentada sobre cuatro años de polvo @ Ericen @ Mael Blackfyre Tosí. Alguien, no vi quién o qué, nos acercó la bebida que pedimos a gritos. Brindé con mis Lugartenientes y me disculpé un momento para caminar hacia mi hermana. Algunos personajes se dirigían murmurando con simpatía hacia los jardines, creían que con su conocimiento de herbología podían arreglar el desastre que los techos de la Mansión causaron al salir. Además, sabía que Sybilla tenía su vista fija en mi, hacía que tenía dos opciones, actuar con diplomacia y ser yo. —¿Quién eres? @ Juliette Macnair . Le pregunté, nadie más que ella sabría el por qué.

Mansión Riddle Me detuve en el momento exacto en que @ Kamra Ashryver D. se atrevió a responderme, siquiera a ¿amenazarme, advertirme? fue como si de pronto la sangre me hubiese hervido y los gritos de Mael a mis espaldas me hubiesen quebrado los nervios cual rama seca de árbol en pleno otoño. Volteé. Mis ojos entre la luz artificial y las sombras de la propia mansión de un tono azul casi negro daban al resto de mis facciones una apariencia asquerosa, mortífera, casi de otro mundo ¿demoníaca? me daba gracia referirme a mi misma de ese modo, como si mi raza fuese un insulto. Miré a la bruja, apreté la varita tan fuerte contra mi muslo que casi la hago llegar al hueso y sonreí de manera enfermiza haciendo un rápido movimiento que colocó el arma contra su yugular. —Tu fidelidad es para con este bando ¿Y tú quién te crees que soy yo? ¡La puñetera Marca Tenebrosa! tu mente, tus recuerdos, tus pensamientos están a mi disposición. Un simple zancadillas la obligó, contra su voluntad, a hincar una rodilla ante mi. Yo no era Aaron, jamás sería tan benevolente como Anne Gaunt, y aunque no estaba lo suficientemente loca como para matarlos a todos por traidores, tenía un límite de paciencia y tanto ella como Mael, Malum y Azrael lo habían cruzado en una sola noche. Guardé mi varita, la arranqué de su cuello casi llevándome una parte de piel y suspiré, a mi alrededor solo había niños jugando a ser adultos, diciéndose espías, traidores, magos supremos, emperatrices del averno y vaya Merlín a saber qué más, llevé una mano a mi cabeza dándole a tiempo a la bruja a que se pusiera de pie luego de semejante escándalo. —Si no están aquí para servir a la causa, entonces... ya saben dónde está la puerta. Alcé la voz para que todos pudieran oírme. No tenía la habilidad necesaria para hurgar en la mente de Kamra pero eso ella no lo sabía y yo tampoco se lo diría. Estaba acorralada, en una habitación, por personas que no confiaban en mi, que cuestionaban mis métodos o que incluso se atrevían a decirlo en voz alta; la estigma de Pik, Tauro y Beltis me quemaba la garganta, más no me dejaría avasallar. Abrí un portal que me llevaría a unas tres cuadras del castillo Triviani, aun con la máscara puesta y antes de perderme en el fulgora hablé a la chica por sobre mi hombro. —Tú decides qué hacer, la lealtad no se impone ... se profesa Y me perdí de vista. @ Mael Blackfyre

Luego de revisar se procede a la aprobación del Laboratorio de Fabricación a nombre de Jeremy Triviani. El Laboratorio contiene la lista de ingredientes y reliquias en poder del usuario, así como el índice de sets realizados. Se recuerda al usuario que está terminantemente prohibido la edición del laboratorio. Únicamente los moderadores pueden editar los primeros posts del laboratorio. El costo del Laboratorio ha sido descontado de la bóveda del personaje. Atentamente, Arya Macnair Moderadora Global de HarryLatino.org

FORMULARIO COBROS LABORATORIOS: Nick: Jeremy Triviani Link a Bóveda: LINK Link al Laboratorio: LINK Cantidad: 10000 G

Saldo anterior: 33446 Descuento por apertura de Laboratorio: -10.000 G Total en bóveda: 23446

Estuve a punto de responder a Mica sobre quién era y quien fui, quizás con un ligero tono de molestia, pero una pregunta como flecha se me atoró en la garganta. Me aferré, por debajo de la mesa, a la servilleta de tela que segundos antes colocaba en mi regazo ―cosa de etiqueta― sospechando un complot ¿Quiénes eran estas personas, por qué coincidimos en el mismo hotel, por qué estábamos cenando juntos? con disimulo mire hacia los lados, había demasiada gente como para escapar. Más el desespero que duró una fracción de segundo no fue detectado ¿Lo habrían sido los latidos de mi corazón? ―En efecto, soy su primogénita. Arya Macnair. Omití no saber cuántos hijos más tenía aquel mago, además de Juliette, Kyle y Massimo, el más pequeño de los Macnair, fruto de su matrimonio con Alyssa Triviani. Además de que en teoría él como tal no era mi progenitor, sino más bien el demonio que albergaba en su interior y que llevaba algunos años dormido. El esmeralda de mis ojos deslumbró cuando una nube decidió deslizarse a un lado permitiendo que la luz de luna bañase la mesa por un instante, débil pero precioso. Y aunque les dije lo que los tres quería escuchar, aquel joven no apartaba la vista ¿Qué intentaba leer? al final hice lo que cualquiera en mi situación haría, sonreí de lado y me acomodé el cabello detrás de las orejas como si estuvieran analizando mis imperfecciones. Sonrojada. Eso, tal vez, fue lo que me molestó, sentía que estaba grande ya para no controlar mis emociones. E igual, mis mejillas seguían como tomates incluso después de ordenar, pasta como de costumbre, y alzando una ceja al comentario de mi interlocutor. ―Vaya comentario elitista...― doblé en dos la servilleta blanca y la devolví a la mesa mientras destapaban el champagne ―No lo sé, a mi me parece algo romántico que aun alberguen ciertas costumbres y no empleen la magia para todo, pero si viene al caso... Chasqueé los dedos y sobre la mesa apareció un cenicero de vidrio. ―¿Estimo entonces que ambos son Lestrange? Agregué sacando un mechero de los pliegues de mi túnica y tendiéndoselo a Thanatos. Cinco minutos después la comida llegó a la mesa y la botella de burbujas felices se encontraba por la mitad. Quizás con el estómago lleno la conversación se fuese tornando más amena. @ Thanatos L. Lestrange @ Mica Gryffindor @ Illidan Black Lestrange ¡perdón chicos! t.t

ID: 117971 Libro de Hechizos: Libro de Hermes Trimegisto Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): LINK Link a la Bóveda: N 102193 Link a la Ficha: N 102170