Morrighan McKenna

- Eso es una excelente noticia, felicitaciones. - se sentía muy contenta de la noticia que le daba su tía. Sabía a la perfección que ser jefa de casa era todo un honor y ella se lo tenía más que merecido. - No me he instalado, llegué hace un rato y apenas tuve tiempo de intercambiar dos o tres palabras con León antes de que llegaras.

 

Su tía siempre lograba hacerla sentir cómoda y como si fuera más pequeña. Los últimos años había tenido que comportarse como una adulta y hacer lo necesario para sobrevivir por su cuenta pero con ella se sentía protegida, no necesitaba estar todo el tiempo alerta al peligro. Claro que en ese lugar se suponía que los estudiantes estaban protegidos, pero tenerla cerca siempre era un punto extra. Conociéndola a la perfección, a pesar de haber pasado poco tiempo desde la primera vez que hablaron, Memi le hizo la propuesta acertada, como solía hacerlo.

 

- Sí, claro, eso suena muy bien. Sabés que no puedo negarme si se trata de comida - dijo riendo y luego se despidió de León - Muchas gracias por la bienvenida. Supongo que nos veremos pronto. - le dedicó una sonrisa y se dio la vuelta, dispuesta a salir del lugar. No sabía por qué, pero muchas veces tendía a encariñarse de alguna manera con la primer persona que conocía dentro de un ambiente nuevo.

 

- Hola - dijo tímidamente ante la mujer que había llegado a la habitación. Era extraño como desde que había llegado a Ottery cada vez que se disponía a hacer algo alguien aparecía y cambiaba los planes. Esperaba que la mujer siguiera su camino o se les uniera ya que perderse la comida sería un pecado.

¡Hola, hola! ¿Cómo andan? :3 Bueno, estoy contenta, como dijeron todos, de estar ya en el último paso de la Academia y seguro que nos la vamos a pasar súper :3 Mi Skype es Morrighan.McKenna así que si quieren charlar o lo que sea agréguenme que soy buena onda (?) Okno xD Decidí usar a la hermana de Morrighan (que ahora está muerta) para el rol, a ver qué onda :3 Tengo una pequeña duda ¿Acá sólo tenemos que dejar la ficha y luego nos pasarán un link para el Bosque? Nos vemos en el rol :3

 

Ficha de personaje

Nombre: Muirín McKenna

Edad que aparenta: 10

Ángel/demonio: Ángel.

Aspecto Físico: Niña de baja estatura y flaquita incluso para su edad. Tiene el cabello rubio, tan claro que con luz casi parece blanco, a la altura de los hombros, ondeado y casi siempre despeinado. Sus ojos son celeste claro y en su rostro siempre está dibujada una sonrisa. En su muñeca derecha tiene una colita para atarse el pelo grisácea por tanto uso y en su cuello níveo reluce una cadenita dorada con un trisquel celta, que le regaló su hermana Morrighan.

Cualidades Psicológicas: Muirín es una niña dulce muy conectada con la naturaleza y con los animales que cree que todas las personas son buenas aunque a veces cometan errores. Lo que más le gusta es pasar tiempo con sus amigos, cualquiera sea la especie, y hacer reír a todos. Su lema de vida es "la luz siempre vence a la oscuridad" y ella se considera una mensajera de la luz, por eso siempre tratar de sacar lo positivo de todo. Es muy confiada, inocente y en todos ve a un amigo.

Breve Historia: Nacida en Rumania, tiene una hermana mayor llamada Morrighan y viven con sus padres Eveleen y Dragomir a las afueras de un pueblo muggle. Su madre les enseña todo lo que deben saber sobre magia, aunque deban ocultarlo frente a todos. La mayor parte del día se la pasa jugando en un bosque cercano con su hermana y estudiando con su madre. Debido a su corta vida, no ha habido acontecimientos dignos de mención. La única que sabe sobre su naturaleza y su poder sobre el agua es su hermana Morrighan.

Poder/Arma: Manipulación de agua.

 

Era un día soleado y sin viento en el desierto de Arizona, Estados Unidos. El paisaje era todo de anaranjado y rojizo bajo un cielo celeste claro. No se escuchaba ni un sonido, eso sólo podía significar que no había ni animales ni plantas. Ni siquiera unas pequeñas hojas que se mecieran con el viento de la tarde o alguna piedrita suelta que bailara indecisa sobre el piso, nada. El lugar estaba completamente limpio, sólo se encontraban Morrighan, su contrincante y una capa de fino polvo que cubría todo.

 

Como ya era habitual en ella, su vestimenta casi invariable la acompañaba: una musculosa negra, un jean azul y sus clásicas zapatillas. Para toda ocasión vestía igual pero la monotonía de su apariencia no era algo que realmente la preocupara. A pesar de la confianza que se tenía no podía evitar sentir una pequeña presión en el pecho fruto de los nervios. Su duelo anterior había sido una victoria, pero eso no significaba que la batalla ya estuviera ganada. Era otra contrincante y otra clase, la avanzada, a quienes tenía como desafío hoy, y no iba a dar el brazo a torcer tan facilmente.

 

- Sectusempra - exclamó apuntando con la varita al pecho de Isabella. En general su estilo no era agresivo, pero quería acción, y la quería cuanto antes. El rayo salió disparado, surcando el aire que las separaba y a la hora de impactar generaría cortes profundos en su compañera, que de no ser curados, la llevarían rápidamente a la muerte.

¡Hola! Bueno, pasaba obviamente para poder inscribirme como aspirante :3 Espero estar haciéndolo en el lugar correcto y bueno, nos leemos por ahí :3

- ¿Eres miembro o aspirante? Aspirante
- Nick: Morrighan McKenna
- Nombre Muggle: Fernanda
- Edad: 19
- País: Argentina
- Fecha de Cumpleaños: 21 de Noviembre

 

Desde que había bajado a la Planta Baja todo había sido un desastre tras otro. Su primera visión fue la de una jarra que se movía sola, pero sabía que ahí estaban sus dos primos traveseando como siempre y eso era lo que buscaba. Antes de que pudiera darse cuenta o decir una palabra ellos se habían encargado de que todo fuera un caos: pintura verde, objetos rotos, ella en el suelo, los gritos de su madrina, golpes y pura locura. Se incorporó un poco confundida y frotándose la cabeza en el lugar donde se había golpeado cuando Cirse gritó que todos fuéramos para arriba. Generalmente era puro amor pero cuando se enojaba realmente echaba chispas y lo mejor era no desobedecerla o las cosas podrían ponerse feas. James y Sirius lograban sacar de quicio a cualquiera.

 

Antes de subir, hizo un movimiento de la varita para ordenar el desastre que los gemelos habían armado ahí abajo. No le gustaban las cosas desarregladas y aunque sabía que no iban a poder zafarse de un reto por sus travesuras, al menos eliminando las pruebas tendrían menos motivos para retarlos. Comprobó que cada uno de los objetos estuviera en su lugar antes de subir de nuevo al primer piso. Emilia se encontraba de nuevo en su forma habitual y la cara de entre desconcierto y horror que tenían las recién llegadas le hicieron recordar que ella todavía no había hecho el cambio de forma y debía verse espantosamente. Se habría quedado así si no fuera porque no conocía a sus invitadas y las primeras impresiones eran importantes.

 

- Soy fea como troll y apesto como orco. - dijo apuntando con su varita a su cara. Cualquier persona con sentido común habría dicho Finite Incantatem pero ella como dueña del negocio de bromas sabía que los hechizos serios sólo empeoraban los efectos de cualquier producto de la tienda. Inmediatamente sintió cómo su cara se transformaba volviendo a la normalidad. - Ahora sí. ¿Qué tal? Soy Morrighan y creo que llegué algo tarde para las presentaciones ¿Alguien sería tan amable de hacerme un resumen? - Por supuesto que conocía a varios de los que se encontraban ahí, pero algunos todavía le eran un misterio.

Morrighan en la Oficina de Alessandra con Cirse y Kutsy

 

 

El tiempo que tuvo que esperar para obtener la respuesta que esperaba había sido muy poco, ya que su tía salió a recibirlas de inmediato. Evidentemente la chica que estaba parada en la puerta comenzando a responderle se había encargado de llamar a la puerta antes de que ella llegara, ahorrándole las molestias. Esperaba que Cirse estuviera adentro o al menos supieran de su paradero ya que había estado esperándola largo rato y no deseaba que esperara ni un minuto más. El saludo con su tía fue tan cariñoso como era habitualmente y la otra bruja recibió un abrazo también, lo cual le hizo a Morrighan preguntarse quién sería. Una vez adentro sonrió al ver que sus sospechas eran ciertas: Cirse se encontraba ahí. Alessandra cerró la puerta mientras ella iba hacia su madrina y se sentaba al lado luego de saludarla.

 

- Perdón por la tardanza, sé que llegué súper tarde. - se excusó algo apenada, aunque Cirse no parecía mostrar demasiado interés en sus excusas. Se la notaba nerviosa, parecía que Morrighan después de todo no había llegado lo suficientemente tarde como para perderse la explicación del por qué de su reunión.

 

- Encantada, mi nombre es Morrighan McKenna, sobrina de Memi y ahijada de Cirse. - sabía que no era necesario explicarle sus lazos familiares, pero quizás eso haría que Kutsy hiciera lo mismo. Su apellido, Myrddin, le indicaba que era familiar directo de Alessandra, así que lo que era seguro era que se encontraban en familia.

 

Las palabras de su madrina le preocuparon. Entendía que quisiera tomar precauciones antes de comenzar un tema privado con una desconocida, pero igual la expresión en su rostro no le gustaba para nada. No tardó en entender que estaban reunidas por un tema muy serio y miró a Kutsy como evaluando su confiabilidad. Siempre observaba muy detenidamente a la gente la primera vez que los conocía, si algo le olía mal mantenía distancia, en cambio si la evaluación era positiva quizás llegarían a llevarse bien. Se encargó de que su recién conocida no tomara esto como un ataque; aunque quizás se diera cuenta que estaba a prueba en un ambiente nuevo, la idea no era que se sintiera incómoda. Debía hacerlo siempre si quería estar tranquila de que esa persona no atentaría contra sus seres queridos, no era nada personal.

¡Hola, hola! Bueno, estoy muy contenta yo también de haber llegado a la clase de la etapa avanzada (suena re importante ), siento como si ya estuviera dejando los pañales *O* xDD Pronto en el foro ya seré como una niña grande (?) También soy muy mala presentándome y supongo que Morrighan aprendió eso de mi, ya que nunca sabemos bien qué decir xD

 

Comenzaré presentándola a ella: Morrighan es una jóven humana que ama a los animales y a los niños. En general no demuestra demasiado interés por andar conociendo gente ni haciendo nuevos amigos, pero la gente simplemente aparece y hay algunos que se hacen querer aunque cueste (?) Ha pasado por cosas que la dejaron bastante marcada y por eso puede parecer medio fría al principio pero cuando la conocen se nota que tiene mucho amor para dar (?) a menos que le caigas mal o te metas con los suyos, en ese caso mejor alejarse xD Hasta hace unos días era neutral, pero me parece que en los próximos días nos verán pasando por la madriguera :3 Y en cuanto al trabajo todavía no lo sé, todos me gustan xD Así que cuando pueda decidirme por uno, ahí me verán xD Todavía está medio en formación el personaje, ya que algunas características van mutando un poco a medida que transito el rol, así que no diré más

 

Bueno, ahora pasamos al titiritero (?) Mi nombre es Fernanda, soy de Argentina y tengo 19 años. Como verán, me gusta mucho bromear para hacer reír a la gente pero puedo ponerme seria si me lo propongo. Lo juro. En cuanto a la carrera tampoco he podido decidirme xDDDD (Ok, ahora ya saben que me cuesta tomar decisiones xD) hay muchas que me gustan, pero tengo dos en mente para el año que viene: Canto y biología. Las demás deberán esperar (?) Como Marce, soy nerd. Pero lo mío termina ahí, soy nerd con todo, pero no tan fea como los nerds que se ven en las películas... creo (?) Es la primera vez que hago rol, y entré hace aproximadamente dos meses, así que todavía estoy conociendo un poco cómo es el funcionamiento de todo, por favor ténganme paciencia :'( xD

 

Ok, ya voy a cortarla porque podría hablar horas y decir un montón de cosas sólo porque no sé qué decir. Lo sé, es raro, pero así funciono. Ya los agregué a todos al Skype para hablar cuando quieran, me gusta conocer gente nueva :3 Les dejo mi súper original usuario (Morrighan.McKenna) y nos vemos en el campo de batalla (?) :3

Morrighan en la oficina de Alessandra, con Cirse y Kutsy

 

La carta que le había llegado de Cirse decía que se encontrarían en la cafetería de San Mungo, pero al llegar ahí su amiga ya no estaba. "Bien, Morrighan, otra vez tarde". No podía ser que se hubiera ido así sin más, por las dudas se acercó a un jóven que atendía a preguntarle si la había visto. Para su suerte, la respuesta fue afirmativa, dijo que había venido Alessandra y luego se habían ido juntas. Le agradeció y aunque él no lo supiera, ya le había dado la ubicación exacta de las dos brujas: No podían estar en otro lado que no fuera la oficina de su tía. Luego de salir de la cafetería tuvo que pedir indicaciones a algunos magos para poder orientarse pero al final lo logró.

 

Era la primera vez en varios años que entraba a un hospital y eso no la hacía nada feliz. Sabía que los sanadores de San Mungo no eran los mismos que habían tratado a su hermana con negligencia, dejándola morir, pero no podía evitar mirarlos y desconfiar de todos. Si tan sólo ella hubiera sido sanadora en ese tiempo su hermanita todavía seguiría con vida. Trató de disipar todas las sensaciones desagradables que tenía pero cada paso que daba le recordaba las largas horas que había pasado buscando una respuesta en infinidad de pasillos hospitalarios, sin obtener ni una que ayudara. Sumergida en recuerdos el camino se le hizo más corto de lo que era. Al llegar, se encontró con una muchacha en la puerta.

 

- Hola, perdón, ¿sabés si esta es la oficina de Alessandra? Estoy buscándola.

De un brinco se levantó del sillón en el que segundos antes se había sentado para correr a los brazos de su tía. La veía más o menos seguido, pero igual cada vez que se encontraban corría hacia ella como si hicieran siglos desde la última vez que se habían visto. De todos los lugares donde podría haberse encontrado a Memi, ese era el último que se habría imaginado. Sabía que ya no era una estudiante, así que sólo había dos posibles razones por las que se encontrara ahí: O era prefecta o era jefa de casa. El pensamiento la emocionó, ahora podrían compartir otro espacio.

 

- ¡Memi! ¡Hola! No me digas que también pertenecés a los Dragones ¿cómo no me habías dicho nada? Qué emoción. - siempre que se sentía así comenzaba con la verborragia. Debería darle un segundo a su tía para respirar y poder responderle, pero las palabras simplemente seguían saliendo de su boca - Yo llegué hace un rato no más y León vino a darme la bienvenida, recién comenzábamos a hablar.

 

Estaba ansiosa por ver qué tenía para ofrecerle la gran casa que le había sido sorteada por la Academia y se preguntaba si algún otro conocido sería su compañero. En realidad, tenía muchas dudas dándole vueltas en la cabeza, pero estaba segura que alguno de los dos estaría bien dispuesto a darle una buena explicación y le presentaría el lugar y a sus compañeros. Sólo tenía que ser paciente y dejar que las cosas fluyeran a su ritmo, Memi seguro se encargaría de que Morrighan tuviera una buena experiencia.

 

@ @León Crowley

Las palabras todavía resonaban en su cabeza "Juntos hasta el final" mientras veía cómo el rayo recorría su trayectoria hacia el objetivo. En cuestión de segundos esas mismas palabras que habían significado el mundo para ella, tras borrarse el efecto de la poción, se habían vuelto simplemente est****as. ¿Juntos hasta el final? ¿Qué babosadas eran esas? Inmediatamente soltó la mano de Antoni, al mismo tiempo que lo hacía él y sin siquiera dirigirse una mirada. Probablemente ambos se sintieran demasiado incómodos con la situación, su relación ya no podría volver a ser la misma que era antes de esa clase. Un pensamiento bastante recurrente apareció: impresionante cómo un gran amor puede derrumbarse en cuestión de minutos, cosa extraña la gente.

 

Su Desmaius impactó en el dragón, pero antes de que pudiera verificar si había tenido algún efecto o no, una sonora carcajada pareció resquebrajar la ilusión que habían creado colectivamente. Todo lo que estaba viendo, salvo sus compañeros, era una gran mentira. Morrighan podía ver cómo su visión cambiaba por completo: ya no había destrucción, fuego, un esposo celoso y sobre todo, no había un dragón. No estaba ahora y lo más frustrante es que nunca había estado. Todo el esfuerzo que habían hecho había sido en vano ya que el peligro nunca existió. Ni el peligro, ni su gran amor. Lo único que le quedaba era un fuerte dolor de cabeza.

 

Miró a Ley y recordó la mirada fatal que le había echado cuando ésta se disculpó por su actitud, eso no había estado bien, todos se habían portado como tontos bajo los efectos de las pociones. En el momento era lógico que no sintiera ninguna simpatía por alguien que, aunque fuera su hermana adoptiva, estaba tratando de robarse a su novio, pero ahora volvía a sentir esa ternura que la bruja siempre le había provocado. Se acercó a ella y le dijo:

 

- Ey. Lamento todo lo ocurrido, sé que no eras vos sino la poción hablando a través tuyo, también te debo una disculpa.

 

Los profesores empezaron a concluir la clase, esperando que expresemos nuestros pensamientos. Estaban contentos y abrazados y habían vuelto a aparecer una mesa con bebidas y bocadillos en celebración de que habíamos terminado la clase. Estos sí que estaban locos, de ninguna manera volvería a tomar ni comer nada que ellos le dieran. Escuchó a sus compañeros reflexionar y habló última, todavía fastidiada por la aparente inutilidad de la clase.

 

- Nunca confíes en los profesores de la Academia. - Ese había sido su mejor aprendizaje. ¿Trabajar en grupo para vencer? Les habría sido más fácil huir desde un principio, enfrentar a un dragón seguía pareciéndole la peor opción.

 

 

OFF:

¡Holaaaa! :3 Bueno, parece que llegamos al final de la clase Les pido disculpas por la mala onda de Morri, está fastidiada (?) Pero la clase estuvo genial :3 Y bueno, lamento haber tardado tanto, es que anduve con muchas cosas y no tenía ideas xDD Les dejo nuevamente todos los posts para el examen de vuelo, aunque creo que aún falta al menos uno para aprobar :3 En cuanto a la ficha, bueno, todavía no sé bien cómo la voy a hacer :S Les dejo un primer intento. No le modifiqué la parte estética porque estoy esperando a que me hagan unos banners y le agregaré fotos y eso :3

Entrada // Entrega de formulario // Salida // Primer parte del examen

 

Ficha:

FICHA DE PERSONAJE   Datos Personales: Nombre del Personaje: Morrighan McKenna Sexo: Femenino Edad: 20 Nacionalidad: Rumana Familia(s):   Familia Gryffindor. Familia Targaryen. Padre(s) Sanguíneo: Eveleen y Dragomir McKenna* Padre(s) Adoptivos: Elvis F. Gryffindor y Annick Poulain Trabajo:-- Poderes Mágicos: Rango Social: Aprendiz Bando: Neutral Rango dentro del Bando: -- Nivel de Poder Mágico: 0 Puntos de poder en objetos: 20 Cita Hechizos adicionales: Los pondrán los moderadores   Puntos de poder en criaturas: Los asignarán los moderadores Cita Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores   Habilidades Mágicas: -- Conocimientos Especiales: -- Perfil del Personaje: Raza: Humana Aspecto Físico: Jóven de pelo largo, ondulado y negro. Ojos grandes de color celeste. Es de tez blanca y rasgos algo infantiles. Más bien menuda, mide aproximadamente 1,60. Lleva un tatuaje en la parte posterior de su cuello en forma de “V”, marca distintiva de Angra Mainyu*, siempre oculto por su pelo. Suele vestirse de manera informal: un vestido negro con bolsillos donde guarda la varita o una remera negra y un short, siempre acompañado de zapatillas, son su elección más habitual. Cualidades Psicológicas: Intenta mantenerse alejada de los problemas, aunque eso implique muchas veces ignorar los pedidos de ayuda. Hacer amigos no es algo que le interese pero a palabras amables responderá con amabilidad y eso muchas veces la lleva a desarrollar cierto afecto por las personas que frecuenta. Puede describirse como una persona reservada pero tranquila, aunque en situaciones puede volverse feroz y despiadada. Esta amante de la naturaleza podría matar y morir por las personas que ama. Historia: Eveleen* y Dragomir McKenna* vivían en un pueblito cerca de Cluj-Napoca, Transilvania. Eran una familia convencional, nunca hacían nada inesperado o fuera de lugar. Nadie habría sospechado que en realidad eran magos. Hacía muchos años que vivían allí cuando nació la pequeña Morrighan, su primera hija. Cuatro años más tarde nació su hermana, Muirín, quien se volvió su persona favorita desde el primer minuto. Con ella Morrighan aprendió todo lo que los libros que sus padres les hacían estudiar no enseñaban. Ellos eran magos muy reconocidos, siempre preocupados por su imagen y por lograr la excelencia en todos los aspectos. Morrighan había heredado mucho de esos valores, a diferencia de su hermana, quien poco a poco fue contagiándola.   La conexión de Muirín con la naturaleza era innata. Desde muy chica había comprendido sus misterios y tenía gran facilidad para hacer amigos de cualquier especie. Ella fue la encargada de transmitirle todo su conocimiento a su hermana mayor. Juntas pasaban la mayor parte del día jugando en el bosque: trepando, nadando o explorando nuevos lugares, desconocidos o inalcanzables para otros humanos. Todo esto cuando no estaban con sus padres aprendiendo todo lo necesario para ser un mago destacado, claro. Morrighan, a medida que pasaban los años lograba conectar todo lo que le enseñaban sus padres con lo que aprendía de su hermanita con mayor rapidez, logrando resultados cada vez más asombrosos.   Años de tranquilidad pasaron cuando, luego de su décimo cumpleaños, Muirín fue llevada de emergencia a un hospital. Allí le diagnosticaron una enfermedad que no tenía cura. Ese fue el día en que su familia empezó a desmoronarse. Desesperados sus padres fueron de hospital en hospital tratando de encontrar algún modo de curarla, y pasaban cada vez menos tiempo en la casa. La distancia tanto entre ellos como con la hija mayor, cada día crecía más. Luego de dos años, de los cuales Muirín había pasado buena parte en cama, tuvo una grave caída para luego mostrar una milagrosa recuperación.   La felicidad de la familia McKenna duró sólo tres días. Esa tarde los padres habían salido a hacer unas compras y las niñas se encontraban en el living cuando de repente Muirín se agarró el pecho y cayó al piso. Con horror Morrighan corrió hasta ella pero al verle la cara se dio cuenta: ambas sabían que todo había terminado.   -No te asustes, todo está bien – Susurró Muirín -No, no, por favor no me dejes – Le contestó su hermana -Nunca te voy a dejar. En la cara de cada animal y en la hoja de cada árbol voy a estar, en cada roca y cada gota de agua. – Era una niña muy inteligente para su edad y tenía la habilidad de decir lo correcto en el momento justo. Al parecer había estado ensayando para cuando llegara ese momento. – Te amo. – Concluyó, y con esas palabras se fue su último aliento. Morrighan la abrazó fuerte y luego se sentó a su lado, incrédula, hasta que sus padres llegaron. -¡¿QUÉ HICISTE?! – Le gritó su madre Su padre se quedó en la puerta de entrada, mirando la escena sin poder emitir palabra, con la mirada perdida. -¡No fue mi culpa! ¡Yo no le hice nada! ¡Lo juro! – Respondió Morrighan desesperada. De pronto su madre la miró con toda la ira contenida a lo largo de los años y le dio una cachetada. -¡Ya se estaba curando! Cuando nos fuimos estaba perfecta y cuando regresamos está muerta. ¡¿Cómo puedo creer que no tuviste nada que ver?! ¿Eh? – La ira de Morrighan crecía junto con la de su madre, ¿acaso pensaba que todo era un juego? – Siempre le tuviste envidia. Era mucho más poderosa que vos y cuando viste que se empezaba a recuperar no te dejó opción. Claro. -¿Es broma? La amaba más que a nada en el mundo. -Andate. No quiero volver a verte. – Dijo su madre luego de unos segundos de silencio, y se tiró sobre el cuerpo inerte. Morrighan miró a su padre en busca de ayuda pero él se limitó a mirarla con expresión de desaprobación y fue junto a Eveleen.   No había nada más para decir ni hacer. Sus padres no eran ese tipo de gente que desdijera las cosas, eran demasiado orgullosos. Morrighan subió corriendo a su cuarto, agarró la mochila y se fue de su casa para no volver. Esa noche y las siguientes encontró refugio en una cueva que habían encontrado con su hermana en el bosque y habían nombrado “El Cuartel MuMo” por las dos primeras letras de sus nombres. Estaba acondicionado y decorado por ellas, de manera que tenía lo que necesitaba, pero aún necesitaba comer. Los primeros días les robó a sus padres mientras no estaban, pero luego pusieron un hechizo protector y debió encontrar nuevas víctimas en la ciudad más cercana.   Después de aproximadamente una semana, cuando intentó robarle a un turista, este la descubrió. Para sorpresa de Morrighan, él encontró la situación un tanto divertida y la invitó a comer. Luego de ella contarle brevemente su historia, el hombre se mostró conmovido y le habló sobre un grupo que la ayudaría a expandir sus conocimientos y le serviría de apoyo. Sin dudar, Morrighan accedió a acompañarlo.   Pasó casi tres años viajando de un lugar a otro con este grupo, llamado Angra Mainyu (A.M), que se caracterizaba por marcar a sus integrantes con un tatuaje en la nuca. En él había aprendido artes oscuras y, dejándose llevar por la tormenta de su interior, había cometido atrocidades de las que poco tiempo después se arrepentiría. Ellos le enseñaron a manejar sus sentimientos: cuándo debía estar en calma y cuándo debía desatar toda su ira. Las palabras de su hermana resonaban constantemente en su cabeza como un eco hasta que un día decidió que había perdido el rumbo. Cuando la luz de Muirín dejó de guiarla, se perdió en la oscuridad, pero era momento de reencontrar su camino.   Ese día, con el poco dinero que tenía fue a la estación de tren más cercana, entregó todo el dinero muggle que tenía y pidió un pasaje a Ottery St. Catchpole. Ahora que ya no contaba con el apoyo de A.M necesitaba encontrar a alguien que la ayudara y si algo le había quedado bien grabado de su madre, era la frase que siempre repetía: "Si alguna vez algo nos pasa a mi o a tu padre, busca a mi hermana Alessandra, ella te cuidará.".   Fue un largo proceso el de encontrar a su tía perdida, pero en el camino tuvo la suerte de toparse con la maravillosa familia Gryffindor y su patriarca, Elvis, quien se había encargado de integrarla mientras ella se ocupaba de cumplir su misión en Ottery. Luego de varios meses se reencontró con Alessandra y se hicieron muy cercanas. Es el día de hoy que Morrighan todavía vive en la mansión perteneciente a quien ahora considera su padre. Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: -- Objetos Mágicos: Objeto 1: Varita Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Mascotas y Criaturas: -- Criaturas en la Reserva: -- Elfos: -- Licencias, Tasas, Registros: Licencia de Aparición: -- Licencia de Vuelo de Escoba: -- Registro de XXX: -- Otros Datos: Otros datos: - Ahijada de Mayu en la familia Atkins. - Ahijada de Vrael y Arya Lúthien S. Cronología de cargos: -- Premios y reconocimientos: -- Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: -- Link a Bóveda Personal: Bóveda 104620 Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda Familiar 1: Boveda Nº 104490 - Gryffindor Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda N° 103883 - Targayen

Pero Juv, no entiendo ¿cómo puede intercalarme él si el que tiene las intercalaciones es quien abre el duelo y esa fui yo? Además, ¿no habías dicho que la primer acción nunca se podía intercalar? O.o Chicas yo ya no entiendo nada de nada ¿Al final gané o morí? ¿Terminó el duelo o qué tengo que hacer? ¿Si pierdo repruebo la clase?

¡Hola Binny! Bienvenida de nuevo (?) xDD Entonces... todavía sigo un poco enredada. ¿Lo que hice, salvo el tratar de defender un efecto con el avis, está bien? Ya contesté de nuevo. Como no entendí lo que me quiso explicar Juve, lo roleé como me parecía que había entendido. El avis como había dicho que desaparecía, lo dejé así pero la próxima no volverá a pasar :3 Muchas gracias por pasarte, me aclaraste bastante las dudas.

Unas fuerzas invisibles hicieron que Morrighan cayera al piso luego de golpear sus piernas con fuerza. Había recibido golpes peores, así que sin preocuparse demasiado por lo ocurrido se acomodó y apuntó a su contrincante con la varita. El duelo debía seguir y no podía perder ni un segundo, el tiempo era lo más valioso que tenía.

 

- ¡Expelliarmus! - dijo y un rayo celeste salió disparado de su varita directamente hacia el pecho de Emmet. Al momento de impactar su varita saldría disparada a cinco metros a la derecha de donde se encontraba su dueño.

 

Mientras el rayo iba en camino escuchó cómo el mago exclamaba "Sectusempra" y trataba de apuntarle a ella, pero sus largas uñas hicieron que a la hora de que el despiadado rayo surgiera de su varita, estuviera totalmente desviado e impactara en un árbol detrás de Morrighan, ahorrándole unos cuantos problemas. Era impresionante cómo un rayo que ella ni siquiera había tenido que invocar en voz alta podía hacer que las uñas crecieran tan descontroladamente, ya se tornaba asqueroso. Negó rápidamente con la cabeza tratando de quitarse la imagen desagradable de la cabeza.

 

- Accio varita - dijo finalmente apuntando a la oscura varita de Emmet que yacía en el suelo. Ésta voló a manos de Morrighan a velocidad de vértigo dejando al mago desarmado e imposibilitado de hacer más hechizos.

- Jaque mate. - remató la bruja, haciendo una reverencia.

El gran momento había llegado. Ahora demostraría de qué era capaz sobre una escoba. Nunca había manejado una antes así que estaba ansiosa por iniciar. Llegó con Ley al lugar y un "uou" se le escapó al ver el inmenso, por no decir infinito, campo que se encontraba dentro de esa habitación que aparentaba ser tan chica.

Roxanne, quien las evaluaría, les dió una primera instrucción que era bastante simple. Debían colocarse al costado de la escoba y decir "Arriba". Puso cara de duda un segundo, como si se hubiera olvidado que vivía en el mundo mágico, y luego obedeció, poniendo su mano encima de la escoba que le habían asignado:

- Arriba - dijo una primera vez, sin éxito. - Arriba - repitió, ahora un poco irritada porque la primera vez no le había funcionado, de nuevo sin éxito. Ella podía hacerlo, era poderosa e iba a lograr que la escoba le hiciera caso sin importar si le llevaba semanas - ¡Arriba! - Dijo, decidida, por tercera vez.

Evidentemente era eso lo que le faltaba. Al dudar de las instrucciones de Roxanne la escoba había desobedecido a Morrighan pero una vez que estuvo decidida y firme, la escoba se levantó hasta su mano. La instrucción que les dieron luego de eso, era montarla y elevarse unos pocos metros, y luego descender. Morrighan así lo hizo, con una fuerte patada en el piso salió disparada hacia arriba, casi unos diez metros más de lo que debía. Con el corazón todavía en la boca y los ojos abiertos como platos descendió, esta vez de manera más cuidadosa o se daría un golpe feo.

Su primera experiencia en la escoba no había sido de lo más agradable pero había sido culpa de ella, al apresurarse y no hacer caso al "Tengan cuidado.". La próxima vez sería más cuidadosa, aunque la sensación de adrenalina que le había generado era una de las mejores sensaciones que había sentido. Montaría en escoba más seguido.

- Eso fue genial. ¿Y ahora qué? - Le dijo a la profesora Roxanne, esperando instrucciones.

Sí, pero el morphos que yo mandé es mi primera acción. Se supone que ni con una intercalación podría silenciarlo en un turno posterior. Y como no estaba segura de si el avis serviría, porque olvidé lo que nos dijeron, pensé un creceuñas sólo por si el silencius me pegaba. Tu respuesta no me aclaró mucho, se supone que yo todavía estoy a tiempo de evitar la zancadilla ¿o no? ¿Un protego podría evitarlo? ¿O con qué? Y si logro evitarlo entonces el creceuñas también le impactaría ¿cierto? La verdad es que estoy totalmente confundida, ahora ya no entiendo nada de nada :'(

¡Juv, Juv, Juv! xD Necesito tu ayuda. Acabo de leer el post de Emmet en mi duelo y no entiendo qué pasó. ¿Hice algo mal o qué? Además, me genera dudas que diga que no pude curarme si las intercalaciones las tengo yo y el morphos encima era mi primera acción O.o Y si yo tengo las intercalaciones, entonces el zancadilla que me lanzó no debería haber desviado mi hechizo crece uñas, sino ir después ¿O no? Se supone que ahora mi primer acción iría luego de eso y con un protego perfectamente podría defenderme si quisiera evitando el zancadilla.

Me siento una tonta xD ¿Entendí todo mal o me mandé un moco en el post anterior o qué?

Ley y yo llegamos casi al mismo tiempo y esperamos sólo unos minutos antes de que llegara Kyttara a revisar los formularios que le entregábamos. No sabía que trabajara en el Departamento de Transportes, era una suerte tenerla como guía en este importante examen. Cuando Morrighan se unió a la familia no sabía que era tan numerosa, a cada lugar que iba encontraba por lo menos a un Gryffindor, o a un amigo de la familia.

 

- Hola Kytta, que bueno verte por acá. - se rió ante el comentario de la bruja - Espero que no. Aunque pensándolo mejor quizás debería haberle dicho a nuestro padre Elvis así venía a cuidar de ambas. - Miró a Ley y le guiñó un ojo - Es broma, seguramente cuando los veamos sea para festejar que pasamos el examen.

 

Luego de la pequeña charla apareció Roxanne, quien se había presentado como la Jefa del departamento, y verificó que los formularios que Kytta le entregaba estuvieran completos. Luego de tener la aprobación de ambas seguimos a la aprendiz del Departamento hacia el Consejo Regulador de Escobas, no sin antes agradecer y despedirme de Roxanne. Probablemente la volviera a ver pronto, pero por las dudas prefería saludarla.

 

- Sí, no te preocupes, yo también estoy nerviosa. - Sus ojos brillaron al ocurrírsele una idea que la incentivaba a rendir bien aquel examen - Cuando obtengamos el registro podremos hacer carreras en el patio de la Mansión.

Su plan "malvado" había sido llevado a cabo con éxito y Emilia ahora era una especie de mujer lobo. Durante los segundos que duró su transformación, con Mayu se miraron, temerosas de que el efecto del caramelo pudiera apoderarse no sólo de la forma física sino también de la personalidad. Por suerte, esa teoría quedó refutada cuando la licántropa temporal se avalanzaba salvajemente sobre Morrighan, haciendo que unos polvos cayeran sobre su cara. Si el caramelo hubiera también convertido el espíritu de Emilia al de mujer lobo, en esos momentos directamente no tendría cara, supuso.

 

Cuando se los dió, no sabía que eran los caramelos que estaban a prueba, pero si miraban el lado positivo, ahora podrían saber qué efecto tenían en las personas. Su cara se sentía rara, la tanteó con sus manos y descubrió que ya no era como había sido hacía unos minutos. Corrió hacia un espejo que se encontraba casi en frente del mostrador, uno con marco rojo sangre y bellos grabados.

 

Al mirarse, el espejo directamente no reflejó su cara. En vez de eso había una mancha negra, y a donde se moviera para verse mejor, la mancha se movía tapándola por completo. Sabía que su cabeza seguía ahí porque podía sentirla, pero había cambiado. "Ay, por favor, quiero ver mi cara" le dijo, y vió cómo la mancha negra empezaba a desaparecer. Esperanzada y sorprendida se quedó mirando fijamente cuando vió una frase aparecer. Como no podía ser de otra forma, la frase decía "Mi cara.". "est****o espejo" le respondió. El espejo a su vez le respondió sacándole una lengua que vaya a saber uno de dónde había salido. Era inútil seguir intentando, aunque quizás, el espejo le estuviera haciendo un favor.

 

Primero le dió bastante furia contra Emilia, ella no la había obligado a comerse el caramelo, sólo se lo había ofrecido "con buenas intenciones". Estaba a punto de arremeter de nuevo cuando vió una cosa rosa que iba rebotando y aterrizó justo en Mayu, provocando que cayera sobre una caja de dentaduras. Esto ya parecía un circo, si alguien entraba podía o enamorarse de la tienda o sentir tanto miedo que no quisiera volver a entrar. Bueno, después de todo era una tienda de bromas, esta clase de cosas estaban perdonadas. Empezó a reírse tanto al ver a su madrina con el trasero mordido por decenas de dentaduras enfadadas, que ya se le habían pasado las ansias de venganza, aunque seguramente pronto volvieran.

 

Anantha vino a anunciarle a su madre que James y Sirius ya habían llegado y parecía que estaban dispuestos a hacer de las suyas. Eso era bueno siempre y cuando trajeran más gente, en vez de hacer espectáculos que los espantaran. Cualquiera fuera su plan, Morrighan esperaba no ser la víctima. Pensándolo mejor, quizás ser cómplice le aseguraría no ser víctima, y un sinfin de risas. Se dirigió hacia la planta baja, donde se encontraban, esperando que las demás pensaran que iba a retarlos.

Se había sorprendido mucho al ver que quien llegaba no era su compañera de clases y hermanastra Lunática, sino un hombre que se presentó como Emmet. Decía que no quería derramar sangre y Morrighan esperaba que realmente fuera así, pero la sonrisa que se dibujaba en su rostro no le permitía confiar en aquel recién conocido. Probablemente sería un duelista experimentado y amigo de las profesoras. Aunque le daba un poco de inseguridad tener su primer duelo, no dejó ni que un ápice de ese sentimiento que se trasluciera. En los duelos, la actitud y el ingenio, lo son todo.

 

- Un gusto, Emmet, mi nombre es Morrighan. No tengo dudas de que será un gran duelo.

 

La primer jugada de su contrincante fue inteligente, convirtiendo su remera en una avispa marina que no dudó en inyectarle veneno, produciéndole un gran dolor. Le hubiera gustado usar otro morphos para volver la remera a su estado original y no verse en esa incómoda situación pero sabía que tenía cosas más importantes de las cuales ocuparse primero.

 

- Morphos - apuntó con su varita a su zapatilla derecha, convirtiéndola en un bezoar. Rápidamente y antes de que algo se lo impidiera, se lo metió en la boca para eliminar por completo cualquier signo de envenenamiento que la avispa hubiera producido.

 

Para su suerte, el silencius que su contrincante le había lanzado, al parecer olvidando la precaución de la jóven, impactó en uno de los gorriones. Los 12 desaparecieron luego de cumplir su misión con éxito: Protegerla de cualquier rayo o efecto que le lanzaran.

 

- Crece-uñas - pensó, apuntándole a Emmet. El rayo haría que las uñas de la víctima crecieran de manera descomunal, provocando primero que el mago tuviera una falta total de puntería y luego, si no lo contrarrestaba, que le fuera imposible sostener su varita. Con esto, se aseguraría de que el mago tuviera aunque sea unas pequeñas dificultades.

Hacia un tiempo que estaba allí parada, esperando a que alguien viniera a recibirla o darle alguna indicación. Supuso que los jefes de casa o prefectos tendrían maneras de saber si un nuevo estudiante había llegado así que se armó de paciencia, alguien ya vendría. Mientras tanto, miraba una y otra vez los mismo cuadros, sin cansarse de su belleza, recorriendo cada detalle y memorizándolos. "Las cosas bellas hay que guardarlas en la memoria para que sirvan como escudo de las cosas feas que buscan alojarse en nuestras mentes" siempre se repetía.

 

Ya estaba considerando meterse por alguna de las tantas puertas que la rodeaban, aunque no supiera qué camino tomar o si había zonas a las que no podía acceder. Total, lo peor que podría pasar es que alguien la descubriera y la retara, a lo cual tenía la excusa perfecta de estar buscando la salida. La sonrisa típica que esbozaba segundos antes de hacer una travesura ya se estaba dibujando en su rostro cuando escuchó ruido de pasos. Se giró mirando expectante hacia la puerta, de donde provenía el sonido .

 

Un jóven apareció sonriente y enseguida se acercó a saludarla. El mago, quien se presentó como León Crowley, parecía muy amable dándole la tan esperada bienvenida. Su nombre le sonaba conocido pero no su cara, quizás había oído hablar de él en algún lado. ¿Sería el jefe de casa? No, esa teoría quedó invalidada por su misma presentación, segundos después de formulada la pregunta. Quizás fuera algún profesor, o prefecto, o alguien de la Academia, ya se enteraría.

 

- Hola León, mi nombre es Morrighan McKenna - se presentó aceptando la invitación de sentarse en el sillón de la sala - Uhm, yo la verdad no sé mucho sobre las casas aún, me gustaría poder hablar con alguien que me explique si hay algo que deba saber, y me muestre el lugar y.. no sé, lo básico - le dedicó una sonrisa, esperando que entendiera la situación en la que se encontraba. No sabía con quién hablar, no conocía a nadie ahí adentro, al menos no que supiera, y no tenía idea de qué debía hacer o a dónde ir. Él probablemente podría aclarar bastante su camino con al menos indicarle dónde podría encontrar un jefe de casa o un prefecto.

¡Hola a todos! Hm, la verdad es que no entendí del todo lo que dijiste, me costó darme cuenta cuál era la respuesta a cada pregunta, así que algunas cosas de las que escribiste me quedaron dando vueltas xD Sobre los episkey ya no tengo más dudas, pero la primer duda que te había planteado sigue intacta. En realidad, creo que no me expresé bien, porque lo que yo planteaba no era adelantarme a la primera acción de mi contrincante, por ejemplo. En el caso del duelo con Ley, había un sectusempra que al ser rayo estaba recorriendo la distancia que las separaba ¿verdad?, mientras esto ocurría ella podría haber hecho un protego ¿o no? Y evitar los efectos del rayo antes de que la impactaran. Entonces, (pregunto de nuevo porque no entendí la respuesta, perdón) ¿no cuenta como abuso de rol dar por hecho que la golpeó si ella aún tenía tiempo de evitar el rayo? Digo, de protegerse una vez que ya salió, no de evitar que salga.

 

Y bueno, después quería preguntar si me iban a asignar a un nuevo contrincante o si alguien se pasaría a responder en mi duelo, ya que publiqué el 29 y no he tenido respuesta aún :3

Se encontraba caminando por las calles del callejón Diagón. Le gustaba mucho ese lugar. Cuando llegó a la puerta de Moco de Troll, el negocio de bromas, se quedó unos minutos contemplándolo como enamorada. Ese lugar era increíble por donde se lo mirara, y por dentro sabía que era aún mejor. Todavía no se acostumbraba a la idea de que podría definir a ese negocio como suyo; de Memi y Mayu también, por supuesto, pero ellas ya tenían otros negocios, para Morrighan esto era una experiencia totalmente nueva e inesperada.

 

- Travesura realizada - Dijo para entrar, alegre por las burbujas que despedía la puerta cuando uno la cruzaba. Ese lugar la hacía muy feliz, les había llevado mucho trabajo poder construirlo, conseguir las cosas y acomodarlas de manera que quedaran perfectas y como ellas las querían, pero lo habían logrado. Saludó a los habitantes de los cuadros, que reían a carcajadas por bromas que se hacían entre ellos y habían interrumpido para corresponder el saludo.

 

Recorrió todas las plantas, observando cada uno de los detalles como la primera vez, haciendo una última inspección antes de que comenzara a llegar la gente. Les habían avisado a todos sus amigos y familiares que ese era el día de la apertura, y esperaba que fueran muchos a visitarlas. En el camino al primer piso, antes de situarse detrás del mostrador, recogió unos caramelos que la habían seducido con su olor y aspecto aunque sabía que no sería agradable comerlos. Estaba distraída cuando los tomó así que no sabía exactamente el efecto que producían, pero los había agarrado de la zona donde estaban los que tenían efectos leves, como mucho harían que quien los comiera tuviera fuertes gases durante un rato.

 

- ¡Bienvenida a Moco de Troll! - Le dijo alegremente a Emilia cuando la vió ingresar al negocio - Me alegro de que te guste el local, estoy muy contenta con cómo quedó. - Hizo una pausa y se le vino a la mente una idea malvada que no dejó que se trasluciera en su cara - ¿Caramelos? - le tendió la mano, donde se encontraban los caramelos que había tomado. Siendo que se encontraban en una tienda de bromas lo más sensato habría sido darse cuenta de que Morrighan estaba tratando de engañarla cuando ponía su mejor cara de ternura, pero realmente esperaba que su amiga se la creyera y decidiera comer uno. - Ah, por cierto, bonito acento.

¡Hola! He vuelto y con preguntas xD Estuve leyendo el duelo entre Juv y Ley y varias cosas me llamaron la atención. No sé si está bien que pregunte por acá ya que el duelo todavía no terminó, pero bueno, cualquier cosa me contestan cuando termine :3

 

La primer duda era del primer mensaje, de Juv. Se supone que de ese sectusempra Ley podría haberse defendido ¿no? Entonces ¿no tendrías que haber roleado que si el rayo impactara crearía heridas y eso? Digo, como si pasara sólo en caso de que ella no se defendiera. Les había entendido que rolear como si el rayo hubiera impactado cuando el otro todavía podía defenderse era abuso de rol ¿entendí mal? No recuerdo si habían dicho eso o algo del estilo o no sé xD

 

La segunda era sobre el mensaje de Ley. Juv lleva las intercalaciones ¿no? Entonces, si hubiera querido que el duelo terminara rápido podría haber intercalado el episkey de Ley (Por ejemplo con ¿un incarcerus? ¿O con qué?) evitando que se curara y causándole la muerte ¿no?

 

Y luego, el sectusempra necesita de dos episkeys para curarse ¿cierto? Pero no terminé de entender si una vez que ella ya hizo uno, tiene un turno en el que puede no hacer el segundo episkey pero entonces en el tercer y cuarto turno estaría obligada a curarse dos veces ¿no? ¿O con que se cure una sola vez más es suficiente? ¿Y podría hacer un episkey una vez cada dos turnos hasta que termine el duelo? Sé que sería poco útil, pero me surgió la duda xD En cualquier caso la duda inicial era si, luego de curarse una vez podía pasar un turno en el medio en el que no se cure y tampoco muera.

 

Ya casi termino xD En caso de tener heridas provocadas por distintos hechizos, todas tratables con episkey ¿igual tendría que hacer las curaciones por separado? ¿O al hacer un episkey curaría, por ejemplo, las cortaduras del seccionatus más el sectusempra? Y ahora sí por último: Ley roleó que se había sacado las flechas, y luego vos dijsite que tenía flechas. Eso fue que aprovechaste el hueco que dejó ella al no decir que había eliminado todas ¿no? Ya que podría haberse tomado como que desapareció 2 y las otras seguían allí ¿estoy en lo correcto?

 

Perdón por ser cargosa, sé que hice un súper tocho y espero no estar molestando, es sólo que quiero estar bien segura de las cosas para no mandarme macanas :3 xD

Bruja, si no molesta yo te contesto porque también tuve que revolver hasta encontrarlo xD Fijate que los 6 hechizos de graduados están en la lista de hechizos de la Orden o de los Mortis, los de menor rango siempre. El seccionatus son 12 flechas o 12 medialunas, no recuerdo bien, está en la lista de hechizos de los mortífagos :3

 

Edito: Perdón Juve y Binny por haber respondido antes, sólo quería ayudar.

Morrighan no estaba acostumbrada a que le llevaran el apunte con sus consejos, por esa razón se sorprendió mucho al ver que Ley le hacía caso. Hacía unos minutos la detestaba y parecía a punto de partirle la cara y ahora formaba parte de su equipo. Claro que el dragón había hecho que las cosas cambiaran radicalmente, pero a ella siempre le había interesado observar hasta las más mínimas actitudes y esa le llamó la atención.

 

La pareja se encontraba corriendo hacia la salida cuando las estatuas bailarinas que no parecían presentar ningún desafío se posicionaron de manera que la puerta quedó totalmente bloqueada. Intentó tirar algunos hechizos que le venían a la mente pero ninguno había logrado que se les liberara el paso. Se dió vuelta instintivamente para corroborar que el dragón siguiera a una distancia prudente y pudo ver que Cillian había decidido seguir atacando al dragón. ¿Sería que sí había manera de vencerlos?

 

Los profesores le habían demostrado que no sólo no habían podido mantener bajo control la clase, sino que tampoco habían elaborado un plan de acción en caso de que las cosas salieran mal. ¿Cómo podía ser? Hasta los muggles hacían planes de evacuación y se preparaban por si la mala fortuna caía sobre ellos, era increíble que estos dos magos ni hubieran considerado la posibilidad. Quizás lo más correcto habría sido ir a ayudarlos sin siquiera titubear pero bah, en ese momento no se trataba de ver quién era bueno y quién no, sino de quién sobreviviría.

 

Lo más sensato seguramente habría sido irse a esconder, total ni el dragón ni su jinete notarían la ausencia de una de las alumnas. Después de todo el problema no era con ella. Pero no, claro que no, ¿cómo iba a dejar a Antoni? Él era más importante que el oxígeno mismo, y luego de saber que sentía lo mismo que ella mucho menos iba a dejarlo.

 

No le agradaba para nada tener que seguir órdenes, pero sabía que Antoni sólo actuaba como creía que sería mejor para todo el grupo. Y eso era lo que a ella no le cerraba ¿qué le importaba el grupo? Lo importante era salvarse ellos y ya. Esto parecía más bien una competencia a ver quién era más cabeza dura y en eso su pareja definitivamente le ganaba. Pero la verdad es que esa actitud de héroe hacía que se derritiera totalmente y no podía negarse cuando la miraba tan fijamente.

 

- Está bien, vamos a ayudarlos. Juntos hasta el final. -Sacó su varita, le apuntó al dragón y gritó - ¡Desmaius! - Luego de ver cómo todos los hechizos rebotaban, supuso que este no sería muy distinto pero valí la pena intentarlo. En caso de pegarle haría que el dragón quedara inconsciente o mínimamente un poco atontado.