Ley Gryffindor Rosier

Ley Gryffindor Rosier Aquella lechuza que me había llegado en aquella ocasión traía consigo una carta, la cual era una invitación a un duelo. Sonreí de lado pues nunca rechazaba dichas invitaciones y más cuando se trataba de un nuevo aspirante a quien le interesaba aprender el noble arte de los duelos. El chico tenía potencial sin embargo había que enseñarle lo básico y bueno, que mejor que aprender sobre la marcha como decían por allí. Me levanté aquel día y vistiendo un short, tenis y una blusa ombliguera color negro me acerqué a mi espejo para acomodar los rizos de mi cabeza. Mi largo cabello colgaba hasta la cadera y lo acomodé de manera que no me molestara pues necesitaba estar bien y que no me fallara la vista por un rizo travieso. Salí de mi casa y desaparecí, para unos segundos más tarde aparecer en aquel extraño páramo en el que se me había citado. Allí estaba Albert, a exactamente 8 metros de mi y parado con todo un circo detrás suyo... como si fuéramos a tener una cita. Chasqué la lengua y fruncí el ceño divertida -¿Es que acaso interrumpo algo? Creí que venía a duelos no a una cita- mientras decía esto, un rayo venía en dirección hacia mi, al parecer Albert se había asustado por mi llegada tan repentina. -Protego- no lo pensé dos veces y un escudo mágico color blancoso transparente apareció recibiendo el impacto del rayo. A pesar de ser un principiante, le ayudaría ver los efectos de los ataques y ver qué tan pronto podía reaccionar -buen intento- le comenté -pero tienes que sacar algo más que eso-. Levanté la varita apuntando al pecho del mago sentencié. -Sectusempra- un rayo color escarlata salió de la punta de mi varita con rapidez directo hacia donde había apuntado, si el hechizo pegaba, le ocasionaría a mi víctima múltiples heridas que sangrarían, y si no se curaba de inmediato moriría desangrado pues necesitaba del líquido vital. Esperaba que supiera como defenderse y si no, pues tendría que asistirle antes de que quedara muerto en ese sitio visitado por cupido.

Ley Gryffindor Rosier Unos instantes pasaron cuando llegué al lugar y unos enormes ojos que me observaban me llamaron la atención... Era Naika la elfina de mi hermana. En cuanto me vio me sonrió y comenzó a saludar y a hacer lo que los elfos domésticos hacían. -Hola Naika me da gusto verte, qué bonito traje tienes allí para mis sobrinos, quiero verlos ¿dónde se encuentran?- luego giré la cabeza y me di cuenta de que allí estaba Arya mi amiga del bando, con la que había compartido ya varias batallas contra los oscuros. Me dio gusto verla y aún más el saber que sería madrina de los pequeños y que fuera aún más allegada a la familia Gryffindor, más de lo que ya era. -Qué gusto verte Arya, acabas de adquirir una gran responsabilidad con los niños, oh estoy ansiosa por verlos- dije mientras sonreía buscándolos con la vista... pero como Naika había dicho, si mi hermana aún no llegaba entonces los gemelos tampoco. Le di la bolsa de regalo a la elfina para que la pusiera en algún lugar, supuse que por allí tendrían alguna mesa de regalos, esperaba que les gustara el presente que les traía... un bonito triciclo para que ambos jugaran cuando llegara el momento y se pasearan por los jardines de la mansión. Mientras hablaba con la Macnair me llamó la atención un chico que legaba hablando con la elfina, al decirle "mi mamá" supe entonces que se trataba de un sobrino mío, no le conocía su familia a mi hermana al parecer nos faltaba mucha convivencia. -Lo siento, no me presenté... mi nombre es Ley Gryffindor Rosier, soy tu tía al parecer porque soy hermana de Kytta, pero bueno eso no es de extrañar, la familia es enorme- le dije al jóven con una sonrisa y le estiraba la mano para estrecharla en señal de saludo.

Ley Gryffindor Rosier Una bonita invitación me había llegado de parte de mi hermana Kyttara, a la que hace tiempo no veía por cuestiones laborales y demás. La lechuza se veía cansada, como si hubiera volado por días o tal vez solo tenía pereza porque ululaba molesta y estiraba la pata desesperada queriendo que le quitara el sobre amarrado a la pata para irse a comer tal vez o a dormir un poco que buena falta le hacía. -Espera, no te muevas- le replicaba al ave. Unos instantes más tarde se fue y me quedé con mi sobre en la mano. Lo abrí y leí con detenimiento... ¿Un bautizo? No sabía que mi hermana era madre de unos gemelos, una foto venía adjunta de los pequeños, me asombré ante el gran parecido que tenían con ella y sonreí: ambos eran muy tiernos. Me arreglé con un vestido verde floreado y unos tacones beige, acomodé un poco mis rizos y salí para allá. Cerrando los ojos desaparecí pensando "al callejón diagon" y dejando una voluta de humo me fui. Aparecí en el callejón, muchas personas iban de aquí para allá algunas con prisa y otras parándose a detenerse para ver las cosas más detenidamente. Caminé buscando el local "Ranas Lunares" nunca había ido allí, solo pasaba por el local de vez en cuando. Al llegar entré lento viendo hacia todos lados -¿Hola, alguien aquí? Eh... he venido a la fiesta de los gemelos Seinmontt e Ivannaly, Kyttara es mi hermana- dije mientras me detuve viendo uno de los adornos del local.

Aww recién entro a leer esto y que bien, eres una gran persona y administradora :3 te mereces eso y más felicidades de nuevo aunque retrasado.

Ley Gryffindor Rosier Al parecer ya se habían cansado de jugar Arya y Mei, y yo también me había cansado ya, decidí que era mejor retirarse con las pruebas. Con la varita recogí el collar que me había encontrado -bueno chicas, me dio gusto estar aquí con ustedes... pero mi cama ya me llama, nos veremos luego y con permiso- me giré hacia donde estaba Romina, quien se despidió y se marchó -me voy detrás de ti- dije. Heché un último vistazo a lo que había quedado en aquella mansión, que terminó el cateo en un mini duelo de rangos (? o algo así. Negué con la cabeza sonriendo y alejándome de la mansión me desaparecí, dejando atrás una voluta de humo blanco que indicaba que segundos antes había estado allí parada. Yo esperaba que los mortífagos se aparecieran, pero como era de esperarse brillaban por su ausencia y no se hicieron presentes, prefirieron dejar sola la mansión a jugar un rato con nosotros. Al llegar a casa ni siquiera me quité la bolsa, solo me dejé caer en la cama y me quedé dormida, no sin antes guardar bien el collar. Luego de eso me metí en un profundo sueño del que no me sería tan fácil despertar...

http://i.imgur.com/Kihtyhp.png Ley Gryffindor Rosier Romina se acercó a ver el objeto que traía, con cuidado se lo mostré y lo analizamos con detenimiento -Lo encontré por allá- dije apuntando con el dedo -donde se encuentra aquel rosal- comenté. Escuché ruidos extraños y girando la varita rápidamente apunté al extraño que había llegado -¿Starling?- dije en un susurro. ¿Qué hacia él aquí? Y peor aún... porqué se atacaban entre Arya y Mei... sin duda era un día de locos. -¿Arya estás loca? Porqué se atacan entre ustedes...- estaba confundida, pero al parecer solo estaban jugando, o eso esperaba yo puesto que habíamos venido a otra cosa no a pelear entre nosotras. Pensaba que no era momento ni lugar para duelos. -Romi, ¿qué hacemos con el collar? ¡Por Merlín!- dije viendo el incendio que crecía y crecía gracias a las hojas secas que había allí -Pero como... si Mei dijo que no encendiéramos nada...- ya no sabía qué mas decir. Bajé la varita y coloqué el collar en el suelo, observando la acción que se llevaba a cabo entre la líder y Arya... esperaba al menos aprender algo de ésto que veía para futuros duelos.

Ley Gryffindor Rosier Me separé un poco de mis compañeras para investigar, aquella mansión era enorme y habría mucho donde buscar algo para cargarlos. Mei dio la orden de no incendiar nada y asentí, de todas maneras no estaba entre mis cosas por hacer quemar una mansión... eso era más de Bellatrix Lestrange (?). Luego de eso comencé a caminar, pero todo estaba oscuro -Lumos- murmuré encendiendo la punta de la varita, la cuál me ayudaría a ver mejor por dónde es que iba. Llegué hasta donde se encontraba un rosal que hacía un elegante marco, como un túnel. Me encantaban las rosas así que no pude evitar oler una y aspirar el aroma tan característico de éstas flores. Caminé un poco y me distrajo algo extraño que vi, que brilló al mover la varita, lentamente la levanté para ver bien y si, efectivamente algo brillaba. Me acerqué y allí estaba... tirado un collar, se podía percibir la magia negra, por lo que lo junté con la ayuda de mi varita y me acerqué a mis compañeras -Oigan, creo que encontré algo... ¿no es un collar maldito?- las observé -¿qué han encontrado ustedes?-. Giré la cabeza pues había escuchado un sonido, pero solo eran hojas que caían de los árboles, al parecer nadie se presentaría esa noche a defender su mansión.

Ley Gryffindor Rosier Comenzamos a caminar lentamente, acercándonos a la mansión. La puerta estaba allí enfrente y Mei con un movimiento de su varita la hizo explotar en mil pedazos, sonreí satisfecha por el acto -eso es tan genial- le comenté a mi líder. Luego lentamente caminamos cruzando donde antes había explotado la puerta. Al llegar comencé a observarla pues nunca había tenido la oportunidad de estar allí y tenerla de frente, únicamente había escuchado chismes que cambiaban de persona a persona. Me detuve en unas estatuas que habían allí, bonitas, de la mitología griega. Apunté mi varita a una de ellas. -Morphos- dije apuntando a la estatua que tenía enfrente, transformándola en un tigre de bengala adulto, que se postró a un lado de mi rugiendo. Le acaricié la cabeza y le ordené que me protegiera de cualquier rayo o ataque que viniera hacia mí, sin dudarlo dos veces se acercó en pose de defensa. -Avis- dije enseguida y de la punta de la varita salieron doce aves que volaron alrededor de mi canturreando y al igual que el tigre, tenían la orden de interceptar rayos que vinieran en dirección a mi.

Ley Gryffindor Rosier Me había quedado hasta tarde esa noche en el ministerio haciendo unos reportes pendientes que tenía que entregar, estaba seria leyendo cada línea y haciendo notitas mentales y físicas en mi escritorio. Las velas lo alumbraban mientras seguía con mis labores pues no me gustaba dejar pendientes. Al terminar acomodé los papeles en unas carpetas para mañana a primera hora entregar todo cuando un patronus iluminó la oficina. Lo observé atenta y fruncí el ceño dandole a entender que tenía mi atención... un Jobberknoll comenzó a decirme su mensaje, patronus que pertenecía a Mei. Asentí a sus indicaciones y guardé rápidamente todo. La mansión Malfoy era mi destino esa noche, esperaba tener un poco de diversión por parte de los mortífagos si es que nos descubrían y si no bueno... Salí del ministerio y me escondí por allí para conjurar mi máscara de luz, la cuál cubriría mis facciones haciéndome irreconocible de los demás. Desaparecí y unos segundos después allí estaba, imponente y hermosa la mansión de los Malfoy. Caminé lentamente y me encontré a mis compañeras. -Buenas noches, vine en cuanto vi el patronus... ¿qué hay que hacer hoy?- tomé con mis manos la varita... por si la fuéramos a necesitar, no se sabía con quién nos fuéramos a encontrar. Llevaba esa noche un pantalón de mezclilla y un abrigo ligero, unos zapatos bajos y el cabello recogido en un elegante moño, un atuendo sencillo pero bonito que me hacía verme bien.

Ley Gryffindor Rosier Bel reía a carcajadas y las momias seguían con el baile, como si les hubieran dado ataques eléctricos, las veía atónita mientras hacían sus extraños movimientos -Bel, no se tu pero las momias me dan.... ¡Ahh!- solté un gritito de sorpresa al ver que a una de ellas se le caía la venda. Me cubrí los ojos porque en verdad no quería ver "vomitaré" pensé... y lo que vi cuando me descubrí el rostro me hizo babear. Un sexy hombre apareció y nos sonrió a todas invitandonos a seguir bailando. -Bel, ¿es que las demás momias están igual?- y me acerqué a otra de ellas tirando de sus vendas y era nada más y nada menos que Matt Bomer! http://rumberanetwork.com/wp-content/uploads/2014/11/matthew-bomer.jpg Casi me caigo de espaldas de la emoción de ver todo ésto, estaba tan emocionada que casi me desmayo allí -¿Chicas están viendo lo que yo?- Aún no me la creía, y de la emoción me puse a bailar junto a mi nuevo descubrimiento (mmm).

Ley Gryffindor Rosier -Sectusempra- lancé el rayo en dirección al pecho de Alyssa, si el rayo impactaba le ocasionaría a la bruja cortes en el cuerpo que la harían sangrar y si no se curaba de inmediato moriría en segundos, esperaba verlo, por cierto, así que sería un buen show. Los hechizos comenzaban a ir de un lado a otro sin parar y tendríamos que ser rápidos si no queríamos morir allí en ese instante, los implicados eran buenos ya lo habíamos visto, sin embargo podríamos salir adelante. -Episkey- pensé para curarme del fuego maldito de Agatha, era de emergencia y el alivio fue instantaneo, todavía necesitaría otro más para no morir, pero eso ya sería después, por lo pronto quería terminar su trabajo para después ir a descansar a su casa que tanta falta me hacía dormir, luego de andar aventuran dome por el mundo. Extrañaba a mi familia y mi casa. La araña que Leah había enviado a picarme no pudo hacerlo, ya que Arya la pisó... fue muy rápida y salí ilesa por lo pronto de eso, eso era trabajo en equipo y cuidarnos entre nosotros... suponía que eso pondría de mal humor a los mortios pues su deseo era vernos morir y no les daríamos el gusto.

Ley Gryffindor Black -Aquí estoy- dije asintiendo a mi amiga Arya quien era la que había llamado a nuestra presencia en aquél sitio donde habitaban los Dumbledore, parientes de aquel gran mago fundador de la orden del fénix, no le defraudaríamos y defenderíamos ese lugar a toda costa. -Éste lugar es como si fuera nuestro, así que vayanse o aténganse a las consecuencias- Apuntando la varita a Alyssa conjuré un -Morphos- y su túnica se transformó en una araña viuda negra inyectando a la bruja y envenenándola en el acto, su letal veneno comenzaría a viajar por el torrente sanguíneo de la bruja haciéndola que se sintiera mal... necesitaría curarse pronto o moriría allí. -Floreus- dije volviendo a atacar, ahora de la varita de la bruja saldrían únicamente flores rojas con su siguiente hechizo, sería bonito ver aquellas flores salir en vez de sus malvados hechizos tratando de matarnos. ¿Qué les hacía pensar que saldrían bien de allí? Me habían vencido la vez pasada y pagarían caro lo que me habían hecho, por suerte aquí estaba de nuevo lista para ayudar a mi amado bando y a defender al mundo mágico de toda amenaza que le aquejara, los mortífagos iban a desear mejor haber estado en otro sitio, no en aquel.

Ley Gryffindor Rosier Me gustaba pasear por el bosque y sentir el viento en mi cara, era algo que me tranquilizaba bastante y me ayudaba a acomodar mis ideas. Subía los árboles y observaba todo desde arriba, unos pajarillos andaban por allí y me observaban claramente molestos por el atrevimiento de invadir sus aposentos. Salté y vi un río allí cerca, el sonido me empezó a atraer a él, pero mis pensamientos se vieron interrumpidos por un patronus de lobo huargo. Su mensaje era: ir a las afueras del pueblo, en el valle de loire, a un costado de la vía principal que conduce a Londres... ¿Cómo se atrevían a molesar a los Dumbledore? Tan fina familia ellos. Pasé mi varita por mi rostro conjurando una máscara de luz que me protegería de ser reconocida y dejando una voluta de humo desaparecí hacia ese lugar. Al llegar sentí el frío, el clima estaba fresco y solo traía puesto una falda y una blusa que dejaba ver mis atributos ligeramente, unas zapatillas y no más. -Buenas- saludé a los presentes -¿Algo se les perdió?- y preparé la varita para comenzar los ataques, querían guerra y guerra iban a tener, no se saldrían con la suya tan fácil, no dejaríamos que interrumpieran la paz de ese lugar solo porque si y defendería a mis amigos así tuviera que morir en el lugar.

Ley Gryffindor Rosier No era llegar tarde algo que me caracterizara, pero ese día me pasó como dicen por allí "se me durmió el gallo" y bueno, corriendo y con invitación en mano por fin aparecí en los terrenos de la universidad en donde se llevaba a cabo el baile con ¿momias? Esperaba que no fuera cierto porque bueno... después de todo estaban muertas y iugg me daban algo de miedo y asco... ash ya estaba comenzando a juzgar sin saber, tal vez las momias no eran tan malas como lo imaginaba. Luego de ver las películas muggles de "la momia" no me había quedado un buen sabor de boca. Entré al lugar y estaba muy animado, la música estaba a todo lo que daba y ¡Oh vaya! muchas momias bailaban allí y se mezclaban con los presentes, una se acercó a mi y me jaló con las demás. Por más que evité alejarme me hizo estar enmedio de aquel bailongo en donde las momias arrastraban a los invitados a no se donde. Había que aceptarlo la música era muy buena. Me di cuenta de que delante de mi estaba Bel -¡Bel...Bel!- le gritaba -¿qué es todo ésto?- pregunté confundida y riendo por el salseo que se armaba allí y todos estábamos muy divertidos.

Buenas, eh venido queriendo solicitar cambios en mi ficha, creo que algunos campos no coinciden con la nueva reforma, así que la actualizaré toda completa... espero hacerlo bien esta vez D: Desconozco si algo le falte o le sobre, hay cosas que no supe llenar, solo me basé en mi otra ficha y pues son muchas cosas las que le faltaban por lo de la nueva reforma, espero me puedan ayudar... decidí pegarla toda para volvera a poner. Gracias saludos.

Comenzamos a adentrarnos hacia el castillo caminando lentamente y cuidando dónde pisar. Todo estaba oscuro por la noche tan negra que nos cobijaba, de modo que si seguía caminando así no podría ver nada, así que encendí la luz de la varita -Lumos- y empecé a buscar algo que nos ayudara. Casi caigo al suelo al tropezar con un objeto y al aluzarlo me di cuenta de que se trataba de un jarrón. Lo inspeccioné, pero nada que alarmar. El castillo era bonito, había cuadros aquí y allá con fotos de la familia tal vez... por su aspecto se sabía luego que eran mortífagos. -¿Ya encontraron algo?- pregunté con una voz suave. Seguí andando y en uno de los sillones estaba algo raro. Al verlo más de cerca pude ver que se trataba de ¿sangre de dragón? estaba derramada sobre una pashmina por lo que la recogí pues podría servir. Más allá estaba un largo cabello negro y lo guardé también dentro de mi bolsa muy bien asegurado para cualquier cosa que se necesitara. Comenzó a darme un poco de calor y al girar estaba cerca de una chimenea encendida. ¿Para qué habrán necesitado sangre de dragón? Muy probablemente estaba haciendo alguna poción.

-Buenas noches a todos- Saludé a mis colegas –estoy lista y cuando quieran- comenté. Antes de entrar era necesario comenzar con algunos hechizos de protección, por si las dudas, por lo que apuntando a una gran piedra que allí se encontraba murmuré –Morphos- y conjuré un gran tigre de bengala adulto, con la orden de protegerme de cualquier rayo que viniera hacia mi, luego sin perder más tiempo volví a hacer una floritura con la varita conjurando otro hechizo. -Avis- y con esto, doce pajarillos comenzaron a volar alrededor mío con la misma orden de protegerme de cualquier cosa que quisiera atacarme. Nos adentramos poco a poco hacia los jardines y allí nos encontramos con Hank –Buenas noches, Hank, ya estamos aquí-. Comenzamos a adentrarnos a el jardín... la misión era sencilla, encontrar cualquier indicio de magia negra que hubiera sido usada para poner en evidencia aquella familia de magos oscuros.

Era de noche y dormía plácidamente, me había estado desvelando varias noches atrás y era momento de un merecido descanso, por lo que dormí pronto. Desperté repentinamente cuando un sonido y una luz cegadora inundaron la habitación. Me incorporé y visualicé tallandome los ojos que se trataba de una esfinge de largos cabellos, propiedad de Hank. Necesitaba que nos reuniéramos en aquél castillo enigmático.. el castillo Ivashkov. Me puse de pié y me coloqué mis pantalones favoritos, me colgué del cuello la bolsa y me puse una blusa negra y mis botas café. Salí disparada de la mansión y desapareciendo unos metros después de salir los hechizos de protección me dirigí para allá no sin antes invocar la luz que me taparía la cara. Al llegar me di cuenta de que había una cabaña con una verja vieja... no podía creer que allí era donde sería llevada aquella actividad, sin embargo al tocar la verja un muy conocido apretón me jaló... girando unos segundos después llegué al castillo el cual se levantaba imponente a todo aquel que lo viera. Me acerqué a los jardines y esperé a mis compañeros de bando para reunirnos todos allí. La noche estaba fría y el lugar daba algo de miedo por la oscuridad, no era un sitio para los asustadizos.

Si mal no entendí.. así debo pedir el cambio no? En caso de que no bueno perdón xD Espero esté todo bien, saludos.

Buenas tardes, solicito de favor se edite en mi ficha mi nueva familia adoptiva... que sería la familia Rosier, y seré hija adoptiva de Katherine Rosier... dejo aquí el link a la bóveda de la familia, cualquier cosa que haga falta favor de avisarme por MP saludos y gracias! http://www.harrylatino.org/index.php/topic/105595-familia-rosier-mm/page-7 http://www.harrylatino.org/index.php/topic/105732-boveda-familia-rosier/

Buenos días, podrían editar éste dato en mi ficha? Gracias! Nombre del Personaje: Ley Gryffindor Black Saludos.

Caminé unos cuantos centímetros más y tomé en un frasco un poco de poción multijugos... -ah mira, que estos malditos se transforman en otras personas para hacer sus fechorías... dan asco- dije mientras lo guardaba para llevarlo como muestra de lo que habíamos hecho. Mis compañeros ya habían encontrado más cosas peligrosas... era lógico que estaban fritos aunque no lo quisieran. Negué con la cabeza, siempre tenían todo al descubierto, creían que por tener los hechizos no podríamos acceder y desenmascararlos. El frío de la noche empezaba a caer y necesitaba abrigarme, giré sobre mis talones -No se que piensen, pero creo que ya no hay mucho por hacer aquí, con los que hemos reunido es más que suficiente para que los atrapemos y resulten culpables- dije con una sonrisa torcida. -Fue un gusto vernos, hasta la próxima- dije haciendo una reverencia a mis compañeros de bando y giré sobre mis talones hacia la salida. Guardé bien lo que allí había encontrado en mi bolsa y salí triunfante en dirección a la verja del castillo. Asentí una vez más a ellos y desaparecí dejando solo polvo. Había sido un cateo tranquilo y sin problemas. Había creído que se aparecería alguien, pero no fue así.

Y ya era hora, nos acercamos a la verja de entrada a la mansión y Lisa la abrió, dándonos paso para poder explorarla. Estaba segura de que allí nos encontraríamos con muchas sorpresas interesantes, estaría lleno de objetos mortífagos y marcas de magia negra utilizada en el lugar. Al entrar, como siempre, pude darme cuenta de que mis sospechas eran ciertas y de que sería una cateo muy interesante.Me pregunté ¿por dónde comenzar? Observé un lado y otro y comencé a caminar por el jardín buscando algo interesante para agarrar. Giré la vista hacia mis compañeros para ver qué hacían. Ya estaba manos a la obra... Vi que algo se movía por allí y me acerqué a investigar... se trataba de algunas plantas, pero eran prohibidas. Habían allí tentáculas venenosas y lazos de diablo... ¿para qué los quedrían? -Hey ¿qué han encontrado? Vengan por aquí a ver estos lazos del diablo y las tentaculas que vi- les dije a mis compañeros esperando que se acercaran. Estaba buscando más cosas por allí, sabía bien que abrían más sorpresitas escondidas en ese castillo a reventar de mortífagos y los capturaríamos sin problemas -a seguir buscando que la diversión continúe- dije mientras con mi varita tocaba algunas cosas que había allí cerca.

Ley Gryffindor Black Una nueva familia por ir a visitar, me levanté de el sillón en el que había estado sentada descansando y viendo la tarde pasar para ir hacia el lugar en el que el cateo se llevaría a cabo. Mientras leía un buen libro, un patronus con forma de Hipogrifo se apareció en el umbral de mi habitación, llamando a todo fenixiano que quisiera ayudar y que pudiera hacerlo para ir al castillo Crowley. Sin dudar, cerré el libro y me vestí sencilla para la ocasión... un vestido suelto y un par de huaraches. Mi varita en mano lista para atacar. Podía sentir fluir la magia en mi cuerpo y la sed de justicia rugir en mi interior. Salí caminando a paso rápido hacia la puerta de la mansión... uno de los elfos se apareció -Ama, ¿a dónde va? Es tarde por favor no salga- dijo nervioso meneando la cabeza de un lado a otro asustado -no pasa nada, dile a mi padre y madre que no me esperen, llegaré tarde, asuntos personales- le dije y con una reverencia desapareció enseguida. Salí de la verja, conjuré mi máscara de luz y con un estruendo desaparecí dejando solo polvo en el lugar donde segundos antes había estado parada. Unos segundos después, me aparecí a 50 metros de la verja de entrada de la mansión Crowley. Distinguí unas figuras allí paradas y me acerqué lentamente para distinguir de quiénes se trataba... estaba segura de quién era alguien, pero de los demás no. Al llegar cerca de ellos, saludé. -Buenas noches... ¿qué hay que hacer? Estoy lista para lo que sea- dije con una sonrisa torcida en mi rostro, la cuál solamente yo podía saber que tenía.

Sigo sin entender lo de los libros... no entiendo qué funcion tienen... se supone que son para adquirir nuevos hechizos? Y dónde veo esos nuevos hechizos? O que onda con eso la verdad no me queda claro... ya hay una lista de hechizos para graduados, odf y marca tenebrosa y eso pero no me queda claro el uso de los libros.