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Rosália Pereira

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Todo lo publicado por Rosália Pereira

  1. con @ Ludwig Malfoy Haughton – Te espero en dos horas, en las orillas del rio –la sonrisa de Rosália Pereira no disminuía en ningún momento. Le agradaba enseñar su especialidad como si fueran pequeñas semillas que germinaban dentro de la cabeza de cada uno de sus pupilos. Especialmente cuando eso potenciaba su poder. Le daba un descanso al joven Malfoy para que se recargara porque necesitaría todo lo que había aprendido y más. Ambos desaparecieron. con @ Ada Camille Dumbledore y @ Eobard Thawne — Muy bien, señorita Dumbledore. Tiene facilidad para dejar su mente tranquila. Ya sabe cómo empezar —le dijo Rosália ante la actitud de la muchacha de hacer aquello como si lo hubiera practicado toda su vida. Una mente tranquila era mucho más fuerte porque las influencias ajenas no podrían pasar. Luego se enfocó en su otro pupilo—. Tal vez usted pueda lograr que ésas dos fuerzas se conviertan en una sola. Asi su mente dejará de crear caos. ¿Puede imaginarlo si esas dos fuerzas se mezclan con las de la persona que esté leyendo su mente? —sonrió ante el comentario de la mente y la muerte. Eobard lo estaba logrando—. Eso es. Con ese primer paso podrá lograrlo. Rosália los dejó algunos minutos para que disfrutaran todo aquello. La vida de los magos y brujas era demasiado movida y estaba segura que pocas veces habían llegado a ése estado. — Ahora el siguiente paso es pensar en un lugar, SU lugar. Un sitio donde estén cómodos, tranquilos, donde recurrirían cada vez que necesiten paz, o pensar, o estar solos. Puede ser un lugar físico o imaginario, pero quiero verlo, quiero conocerlo. Lo que ustedes piensen yo lo veré. Una vez que estén allí, necesito que se centren en un recuerdo, cualquiera pero que los identifique, que muestre la esencia de cada uno. También lo podré ver. con @ Thoth Rosália chasqueó sus dedos para que la tranquilidad mental de sus alumnos no se viera interrumpida en el medio del proceso, desapareciendo justo delante de la puerta, donde aquel mago intentaba llegar. Algo llamó su atención y luego entendió que se trataba de su vestimenta, algo que era meramente familiar, le dirigió una leve sonrisa entablando una conversación. — Thoth. ¿No? Soy Rosália Pereira, arcana de Legeremancia. Te estaba esperando. ¿Me acompañas a los invernaderos? Empezaremos allí. Rosália Pereira le señaló uno de los caminos que doblaba hacia la derecha y se iba directamente hacia la parte trasera de la cabaña donde vivía. Ambos laterales de aquel camino estaban inundados en plantas, flores y árboles. Y había incontable de criaturas pequeñas que vivían junto a ella. Cuando empezamos a caminar, Rosália no pudo contenerse. Demasiado hacía sin leer su mente. — ¿Provienes de egipto? No se ve muchas vestimentas asi por aquí. —no necesariamente tenían que estar en un aula para comenzar con la clase, podrían hacerlo asi—. ¿Qué conoces de la legilimancia? ¿Qué cosas puede hacer un legilimante y que cosas no? —la arcana había empezado con aquel camino que había elegido el joven pupilo parra realizar. Ambos llegaban a la entrada del invernadero, haciéndolo pasar.
  2. Con @ Ada Camille Dumbledore y @ Eobard Thawne Rosália recibió a Eobard y a Ada con el mismo placer con el que recibía a cada persona que atravesaba aquella puerta de su cabaña. Todas eran mentes rotas, mentes perdidas, mentes que necesitaban ayuda. Todas y cada una de ellas eran individuales y particulares pero de lo que estaba segura la Arcana es que a cada alumno que se vinculaba al anillo de la habilidad la volvería más poderosa de lo que era. La naturaleza (y algunas magias) le habían brindado una hermosura como pocos, era como una rosa única en medio de la selva amazónica. Las tazas se llenaron adecuadamente y los tres se lanzaron por ello. — Muy bien, señorita Dumbledore —había visto que era una muchachita hermosa. En sus ojos mostraba un brillo característico, lo había visto en otros magos y brujas. No estaba segura si quería meterse con aquellos ideales, no los compartía del todo. No necesitaba leer su mente para saber que a la bruja la invadía la timidez. Rosália le sonrió pero le respondió de manera correctiva, no podía permitir que las dudas surgieran en aquel nuevo camino—. Pero permítame decirle que eso no es todo. Es mucho más, así que tendrá un camino denso por el que transitar. ¿SI? —le guiño un ojo—. No se preocupe que estoy para ayudarla. Ésta vez se enfocó en Eobard, quien parecía un poco más relajado que su compañera. Pero lo importante eran dos cosas. La primera es que sus palabras salían como una cascada de manera correcta. Si, la Legilimancia era todo aquello, era una respuesta mucho más completa y concisa que la de Ada, pero lo que le llamaba la atención a Rosália es que el chico tenía otro tipo de brillo en sus ojos, no iba para el lado de la oscuridad, sino que su cabeza era como un laberinto y sus palabras lo confirmaban. — Ordenar sus pensamientos… mente organizada… memorias perdidas… —Rosália repetía aquellas palabras como pensando algunas cosas dentro de su cabeza mientras que le daba algunos sorbos a su bebida. Ya casi había bajado la mitad de su té cuando continuó hablando—. Ha dado en el clavo, señor Black Lestrange. Especialmente uno debe enfocarse en su mente para poder ir por las demás. ¿Sino como diferenciamos lo que es nuestro de los demás? Eso lo aprenderemos también. Debemos ser cautelosos porque si no nos perderemos en la mente de alguien más y no hay salvaguarda por ello — Rosália les volvió a decir que ella los ayudaría con ello, para que no entraran en pánico. — Pero antes de seguir adelante con esto, deberemos empezar por el comienzo. Puede parecer algo trillado, pero es fundamental para la Legilimancia. ¿Está claro? Quiero que se les impregne en la mente: deben aprender a poner su mente en blanco, deben aprender a respirar y deben aprender a hacer contacto visual. Si no realizar eso en ése orden, entonces no podremos empezar —Rosália dejó su taza en la mesa y se puso de pie en un salto—. ¡Vamos! Quiero que se relajen dónde están, quiero que mantengan una respiración profunda y lenta. Y quiero que logren una mente en blanco. Tal vez la ayude lograr eso imaginándose en ése chalet, señorita Dumbledore —le exclamó Rosália con una sonrisa. _______________________________________________ Con @ Ludwig Malfoy Haughton Todo pasó tan rápida y de manea tan limpia que a Rosália Pereira le provocó un alivio saber que Ludwig Malfoy había logrado salirse con la suya. La oscuridad no era para nada un arma actual del joven, siendo que simplemente desmayó a la bruja y salvó a la muchacha, la cual ahora intentaba restaurar sus energías. La Arcana también creía que de esa manera regresaría a la actualidad. Rosália caminó hasta Ludwig y aferró sus dedos entre los suyos, con una gran sonrisa. Con su mano libre chasqueó sus dedos y la bruja desapareció, al igual que la muchacha. — Ellas estarán donde corresponde, no te preocupes… ahora ¿Estás listo para realizar la prueba? Es completamente tu decisión. El portal te espera —Rosália volvió a chasquear sus dedos, haciendo desaparecer todo, mientras esperaba la respuesta del joven pupilo y un estallido de miles de diminutos tréboles nos envolvió por completo para llevarnos a los terrenos de la pirámide.
  3. Con @ Ludwig Malfoy Haughton (Perdón por la demora, señorito. Se me pasó los dias y no pude conectarme antes) Rosália apenas sonrió levemente cuando la mano de Ludwig se entrelazó entre los dedos de la Arcana. Eran pocas las veces que tenía algún contacto con los alumnos, pero ella muy bien sabía que podía llegar a ser un empujón para tomar la valentía que necesitaba para ésa situación. La imprudencia del joven Malfoy le había costado casi la vida de la muchacha que estaban a punto de encontrar en la cima de aquella montaña. Rosália estaba tranquila, confiaba en que el joven Malfoy lograra solventar la situación. Estaban llegando al punto cuando Rosália le habló, como el viento susurrando en el amanecer, en plana primavera. — Estás a punto de llegar, Ludwig. Todo dependerá de ti y de ésta situación para ir al portal. Sé sabio, sé paciencia. Concéntrate. Llegaron a la cima y se encontraron frente a la bruja y a la muchacha. La primera apuntaba con su varita a la segunda. La segunda, se encontraba debilitada casi al punto de desmayarse. Le estaba drenando la energía de alguna manera, parecía que lograba envejecerla a cada segundo que pasaba mientras la bruja se rejuvenecía cada vez más. Era magia negra, Rosália lo sabia. Y esperaba que Ludwig también porque a cualquier falso paso que diera, podía terminar de costarle la vida a Lyla, la joven. Rosália miró a Ludwig. ¿Estaba preparado para la prueba? Todo dependía de lo que sucedía, era el momento final. _________________________________________________________________________________ Con @ Ada Camille Dumbledore y @ Eobard Thawne Una nueva mañana transcurría en Mahoutokoro. Aquellas nuevas instalaciones eran totalmente diferente de las viejas en las que había vivido un par de años, pero el entorno en el que se encontraba su cabaña era exactamente igual. Todo el follaje representaba su lugar de nacimiento en las tierras brasileras. Todo era verde, árboles y plantas, arbustos y rocas, flores y aves, y a lo lejos se podía oír un rio correr con prominentes y profundas aguas. Los caminos serpenteaban en diferentes direcciones y todas emergían en el invernadero que se encontraba detrás de la cabaña. — Los estaba esperando. Es el momento —saludó Rosália llegando por sus espaldas. El cabello de Rosália Pereira era rojo como el fuego, con destellos dorados y un olor floral. Llevaba una túnica muy ceñida a su cuerpo tan suave como la seda y tan rigurosa que al percatarse en detalle, se podía ver que estaba conformada por millones de diminutas hojas verdes, como el resto del entorno. Una larga capucha estaba decorada con hojas secas, al igual que algunos adornos más, como gruesas ramas que cubrían parte de sus brazos, rodillas y codos y parte de sus piernas, eran como lianas enroscadas entre sí, muy rústicas a la vista pero flexibles al tacto—. Pasen, por favor. Pueden tomar asiento y beber lo que deseen Rosália les indicó mientras la puerta de entrada se abría de par en par y les mostraba una mesa redonda en una gran sala con varios almohadones, sillones mullidos y más plantas dentro. Por el techo sobrevolaban algunos colibríes y snidget de diferentes colores. Un grupo de mariposas se arremolinaron en una de las esquinas mientras Rosália era la primera en tomar asiento. — Bien. ¿Qué esperan para presentarse? ¿Qué los trajo hasta aquí? ¿Qué saben sobre la legilimancia? —disparó aquellas preguntas mientras tres tazas aparecían sobre la mesa. La taza de Rosália se llenó de un agua dorada—. ¿Qué esperan de mí y de mis enseñanzas? ¿Qué esperan de ustedes como legilimantes?
  4. @ Ludwig Malfoy Haughton Rosália miraba todo atónitamente, más que nada porque muchas cosas le agarraban de sorpresa. Especialmente porque para la Arcana, casi todos creían que ella leía la mente de todos, pero lo que no entendían, es que no podría vivir tranquilamente si permitía eso. Por lo que era sabido si algunas cosas pasaban de largo en ésas situaciones. Leer la mente de una persona, a veces, te dejaba desprotegido de otros. Rosália asintió a las palabras de Ludwig Malfoy y pudo ver como el rubio tomaba las riendas de las situaciones que estaban ocurriendo en ése momento. Le habló mentalmente, porque ella podía. Lo seguiría como una sombra. — Muy bien, Ludwig, vas muy bien. Es lo que necesitaba ver: iniciativa. Ya falta poco, estás muy cerca de la meta, es el último esfuerzo —las palabras de aliento llegaron a la mente del rubio como una leve caricia al alma. La Arcana veía la bondad del joven pero hasta el momento había actuado escondiéndose detrás de ella, como si fuera su madre. Pero ahora había enfrentado la situación como correspondía, colocando el pecho ante las balas y ahora encaminándose donde debía. Les recordó algunas palabras: — Recuerda poner tu mente en blanco. Recuerda el contacto visual. Recuerda ser sigiloso como una sombra, cualquier medida que tomes puede ser muy peligrosa. La mente es como un laberinto y nuestras víctimas pueden tendernos una trampa y quedarnos encerrados para siempre entre sus pensamientos. Anda, muchacho, estoy detrás de ti. —esas palabras fueron como un pequeño último empujón. Ya casi terminaba el chico y a medida que solucionaba aquella situación estaría más cerca de la pirámide donde lo esperaba el portal. Ambos se encaminaron a las montañas. ¿Qué era esas luces casi en la cima?
  5. Quiero dejar constancia que mi alumna Darla Potter Black, ha cursado por los caminos de la legilimancia y ha salteado toda barrera mental que se interpuso ante ella, por lo que al finalizar a prueba, queda vinculada exitosamente a la habilidad.
  6. Unos destellos de luces aparecieron frente a Rosália Pereira mientras se materializaba el portal y escupía literalmente a Darla Potter Black. La bruja había salido sana y salva y eso podía significar una sola cosa. La Arcana de la Legilimancia extendió sus brazos a modo de recibimiento y observó durante algunos instantes a la nueva alumna ya egresada de la habilidad. No necesitaba leer su mente para saber lo que estaba pensando. — Es una prueba solamente para ti. Es hecha por ti, para ti. Yo solo fui la balsa que ayudó a cruzarte el rio —explicó la Arcana caminando juntas por aquella sala circular, cruzándola y llegando a la puerta—. Asi que espero que te haya ayudado especialmente a ti. Puede que salgas con algunas dudas pero verás que al vincularte, habrás ganado más que ése anillo —le señalé su mano para que notara que el anillo se había vinculado exitosamente. Y ambas caminaron para salir de la pirámide. En cuanto pusieron un pie en el exterior, Rosália se encargó de sacarlas de allí, dejando atrás un rastro de diminutas hojas verdes.
  7. — Claro que lo estás, dulce bruja. Sabía que lo harás, pero lamento decirte que ésta vez estarás sola, y no hay retorno. Eso si, estaré aquí esperándote a tu salida. ¿Si? Rosália Pereira recibió de la manera más cálida que pudo a Darla Potter Black. Las puertas de la pirámide se cerraron a sus espaldas y le hizo algunas señas para que se acercara. Fue directamente a la estrella de siete puntas y enroscó sus dedos en uno de aquellos anillos plateados absolutamente simples. Se giró en redondo al ver que en la pared más cercana se materializaba el portal. Era violeta con miles de arabescos y símbolos plateados a su alrededor. Irradiaba una luz intensa y esperaba que la alumna pelirroja se metiera en él. Rosália Pereira enfrentó a Darla y le entregó el anillo. — Debes ponértelo. Es la única manera que podremos estar comunicada, al menos yo. Tú no escucharás nada. En cuanto termines tu prueba final, y salgas por el portal, el anillo se transformará igual que el mío y se vinculará a ti. Así sabrás que has tenido éxito. Anda, no hay tiempo que perder Le dijo Rosália Pereira apoyando una mano en su espalda y dándole algunos empujoncitos. Era la hora. @ Darla Potter Black
  8. Con @ Ludwig Malfoy Haughton La mente del joven Ludwig fue buscando los detalles en los que tenía alrededor. Era un buen investigador y Rosália Pereira podía visualizar la bondad en el corazón del joven Malfoy, poco característico en el núcleo de aquella famosa familia. Aún así, intentaba descubrir cómo salvar a la acusada que estaba a punto de perder la vida. Pero Ludwig aún no controlaba demasiado bien la habilidad, se enfocaba en algunos puntos y dejaba el resto sin contener. A veces la legilimancia no era ver cosas y que el resto haga o diga, sino tenía que utilizarlas y hacerlas él mismo. Claramente el Tabernero no hablaría si la Bruja estaba por allí. Rosália Pereira podía ver todo como si fuera filmado en cámara lenta. La mesa del fondo parecía haberse robado todas las luces que iluminaban la zona. La Bruja vibraba a punto de estallar y eso fue lo que logró: saltó por encima de la mesa dejando caer su capa al suelo. Antes que ésta llegara desparramada al suelo, la Bruja saltó por los aires ¡Volando! No llegaban a ver si era en escoba o sin ella, pero los guardias que apresaban a la muchacha salieron despedidos por los aires, golpeando contra la pared más cercana. El Tabernero se escondía debajo de la barra, sabiendo que pronto podría llegar su muerto. La gente alrededor salía corriendo mientras la bruja se aferraba a la muchacha, la envolvía como si fuera una serpiente pitón y salió volando por el agujero enorme, donde había estado antes una puerta y dos ventanas antes de explotar todo a causa de su varita. Rosália Pereira miró a Ludwig Malfoy Haughton. ¿Y ahora qué haria? El joven la había provocado. Tenía que solucionar esto con lo que había conseguido.
  9. Una nueva alumna estaba destinada a poder enfrentarse ante la prueba de Legilimancia para poder vincularse a la habilidad. Pero para eso, primero debía realizar algunas cuantas misiones más para llegar a la pirámide. Eran obstá-cu-l0s que debería sortear para llegar hasta el portal. Había convocado a Darla Potter Black a orillas del lago, como todos los alumnos que había tenido hasta el momento. Aunque cada prueba era diferente para cada pupilo, porque cada persona era diferente. En el momento que llegara, ya debería sortear una barrera, siendo cuatro en total. — ¿Estas lista? —preguntó de nuevo Rosalia Pereira, indicándole que era el momento, completamente suyo—. Podré acompañarte hasta dentro de la pirámide. Si necesitas ayuda o no recuerdas algo, podré estar a tu lado. Pero cuando llegues, te enfrentarás a la prueba sola. ¿Entiendes eso? Ya no hay vuelta atrás —advirtió la Arcana, disipándose entre medio de una neblina escarlata. Rosália Pereira estaría en todos y cada uno de las barreras, observándola que representara lo que ella sabía que podía hacer. UNO Pasado. No era de extrañarse que los legilimantes pudieran leer la mente a los fantasmas, siendo que éstos eran simples huellas de los recuerdos de las personas. Había depositado un fantasma en cada zona, en ésta en especial era al borde del lago, una pequeña bruja que había muerto en aquellas aguas profundas. Lo que Darla debería fijarse era en descubrir de dónde provenía aquella niña. Siempre nuestras historias y las bases de nuestras familias representaban balsas que nos ayudaban a navegar algunas superficies. En ése caso le serviría a la alumna para pasar del borde a la isla en aquella barca. DOS Presente. una vez dentro encontraría a un adolescente. Era el fantasma de un alumno del último año de Hogwarts que se había atrevido a querer entrar en la pirámide, subestimando el poder de aquel territorio de los Arcanos. Éstos se lo habían advertido y aún así, no los había escuchado. Su fastasma ahora se había quedado estancando en la puerta que se encontraba en aquellos altos setos que bordeaban a la isla, impenetrables. Pero el muchacho sabía donde estaba la llave, porque lo había descubierto una vez muerto. Pero no podía hacer nada como fantasma ya. Eso le daría paso a la alumna. TRES Futuro. Un laberinto indescriptible, solamente para las personas que estaban aptas para atravesarlo. La vida representaba aquel obstácu.lo el cual ése señor mayor jamás había llegado a descubrir. Las personas siempre tenían objetivos y metas, luego de descubrir quiénes eran y por qué estaban allí. Pero ése fantasma perdido en su cabeza no había logrado llegar a la pirámide. Y ahora vagaba allí como tantas criaturas que podría llegar a encontrarse con Darla si no las evitaba. Pero el fantasma conocía el camino, lo había incursionado miles de veces en aquella vida como difunto. Eso la llevaría ante las puertas. CUATRO Darla. Se vería como su mismo reflejo. Las puertas actuarían como espejos que mostraban a su misma imágen. ¿Que necesitaba para abrirlas? Darla Potter Black lo descubriría ella misma. Ella era la llave para entrar a la Sala Circular. Rosália Pereira la esperaría del otro lado. _____________________________ Off.- Alumna @ Darla Potter Black . Puede hacer todas éstas barreras en un solo post, o de a dos barrera. O un post por barrera. Solo necesito que me avise, asi estoy al pendiente del rol y puedo hacerle puente. Una vez dentro de la pirámide, tambien le voy a pedir que me diga cuántos post necesita hacer para continuar haciéndole puente. Gracias.
  10. con @ Ludwig Malfoy Haughton — en el bar. Rosália Pereira se había quedado dura como una estatua. Le agradaba que el chico Malfoy estaba tomando las riendas de aquella situación, porque de eso se trataba. Pero había algo que aún le faltaba, tal vez la Arcana sabía pero quien tenía que darse cuenta era Lud. Rosália Pereira les enseñaba a todos sus alumnos por igual, de forma que pudieran manejarse solos. El joven requería algún que otro empujoncito y se lo daría. — Respira. Acomoda tu cabeza, chico —todo el bar parecía haberse detenido en el tiempo. Todas las miradas estaban enfocadas en el mago que había detenido el momento de que estaban castigando a la acusada. ¿O Rosália había detenido el tiempo? De una u otra forma, allí estaban, Rosália mandándole algunos consejos a su pupilo mentalmente—. No esperes siempre resolver todo. Tal vez haya oportunidades donde debas recurrir a una distracción y escapar con la salvada. A veces no podemos ayudar en nada a la otra persona, más que sacarlos de las malas situaciones. ¿Entiendes? —esperaba que Ludwig lo entendiera, Rosália conocía sus intenciones—. Pero no olvides nunca de mirar más allá. No podrás meterte en su cabeza, pero si podrás de las personas que están y estuvieron a su alrededor. Las historias pueden contarse de diferentes puntos de vista. Rosália de haber estado enfrente del chico, le habría guiñado un ojo y apretado un poco el hombro. Pero aquellos consejos todos eran mentales. Esperaba que sus palabras le sirvieran como consejo. Rosália aún tenía curiosidad por como terminaría solucionado aquella cuestión. ______________________________________________________________ con @ Darla Potter Black en la cabaña. Camino a la prueba. Rosália terminó de corroborar que su pupila Darla aceptaba la prueba y organizó en encontrarse al otro dia, ante los primeros rayos del sol. El punto pactado siempre era el borde del lago de la universidad, ya que asi empezaba el camino para llegar al portal. Pero mientras tanto y como parte de la prueba, tendría que pasar una serie de obstácu.los para llegar ante la Sala Circular. La pirámide no se abría ante cualquiera. Ambas pelirrojas desaparecieron de la cabaña de la Arcana.
  11. Con @ Darla Potter Black — Peligro en el edificio. Y Cabaña de Rosália. — Es suficiente. Exclamó Rosália Pereira cuando vio que Darla Potter Black había logrado desenvolverse exitosamente en aquella situación. La pelirroja aún tenía muchas dudas pero la Arcana las había escuchado a todas y cada una. Aunque la vampiro era una bruja poderosa y conocía más de una manera de bloque su mente contra los lectores de ésta. Su condición vampírica le permitía jugar con su mente y con la de los demás. Rosália chasqueó los dedos, mientras miles de diminutos tréboles de tres hojas las envolvía a ambas brujas de cabello color fuego para hacerlas aparecer en la entrada de su cabaña. — Aún tienes algunas dudas en tu mente, Potter Black. Y debo solucionarlas antes de dar el siguiente paso —los ojos de Rosália se posaron en los de Darla y le sonrieron. Esperaba que estas respuestas la ayudaran a sentirse un poco más segura—. Hemos ido allí porque necesitaba corroborar que eres apta para la Legeremancia. Has aprendido a abrir tu mente y la de los demás. Has aprendido a usar tu mente en situaciones de aguas calmas como de tormentas peligrosas. E incluso, has sabido disponer tu mente para comunicarte conmigo. No fuiste tú entrando a mi mente, sino fui yo con tu permiso entrando a la tuya. Y el último consejo que te daré será éste: No es necesario el hechizo, pero si es fundamental y prioritario el contacto visual, sin eso no podrás usar la legeremancia. Asegúrate del contacto, de respirar y de ser sutil a la hora de usar la habilidad. ¿Entiendes? Rosália Pereira esperó algunos segundos para que la joven pupila procesara toda aquella información junta. Y sabía que esas preguntas habían invadido su mente, esperando que ahora se disiparan. Rosália aún así, confiaba en la chica y disparó la pregunta: — ¿Estas lista para la prueba? Enfréntate a ella y podrás vincularte al anillo de la habilidad. Creo que estás lista, Darla. ___________________________________________________ Con @ Helike R V PB — en una mega ciudad. Rosália le guiñó un ojo y se relamió sus labios a modo de juego al escuchar su mente. Rosália amaba los halagos y mucho más si eran dedicados hacia ella. Notó algo diferente en su alumna y era la personalidad que contenía en partes iguales o al menos ella las distinguía así: su mente era muy curiosa, muy hiperactiva, y muy versátil ante los cambios. Pasó de aquella explosión de pensamientos y deseos a la tranquilidad absoluta. Eso le dio algunas pistas hacia donde tenían que dirigirse. — Justicia, venganza y karma. Es cierto, es una alumna inteligente. Me gusta cómo ve el mundo. Y deberemos utilizarlo a nuestro favor. Dijo aquello como un pensamiento en voz alta sin intenciones de interrumpir su proceso de poner su mente en blanco. Y era una persona muy atenta y capaz, como el otro chico, porque automáticamente hizo caso a las palabras de la Arcana para lograr el objetivo. Y lo hizo. Rosália de manera silenciosa, se sentó frente a ella, casi pegadas sus rodillas con las de Helike, observando su mente serenarse. Sonrió. — ¡Muy bien! Recuerda eso y serás una gran legeremante. Es el primer paso de la habilidad. ¿Seguimos? Casi sin esperar nada más, la Arcana de la legeremancia las trasladó a ambas de lugar. Nunca nadie, de la cantidad de personas que habían pasado por la mente de Rosália podría asegurarle si su enseñanza era realmente presencial o jugaba con la mente de todos. Tampoco nadie sabía si ella misma era real o una proyección de su mente. Pero de lo que estaban seguros todos es que se veía, sentía, olía todo real. Su aparición resultó ser en medio de una vía peatonal. Era en una época actual pero una mega ciudad, no dejaban de verse edificios altos uno pegado contra el otro. Los ruidos resonaban hasta la cima de éstos, las personas caminaban como hormigas. Los autos iban y venían en aquella ancha avenida. Había vendedores ambulantes con sus mantas con productos en el borde de la vereda, mientras que los locales enfrente trabajaban la última hora de su jornada. El atardecer había llegado a la ciudad y lo llamativo de todo aquello era un tumulto que se estaban juntando a dos cuadras de allí. Se veía gente, los autos tenían que desviarse. Algunos carteles se asomaban por encima de todas las cabezas. ¿Qué sucedía? ¿Con qué se encontrarían? Gracias a la mente de Heliké los había llevado allí. Tocó su hombro para incentivar a que fueran al foco del problema. ____________________________________________________ Con @ Ludwig Malfoy Haughton — en el bar. Rosália murmuró un imperceptible “oh” cuando el joven Ludwig los había intercambiado con sus vestimentas para acomodarse mejor a la situación. Rosália jamás se hacía ése tipo de cuestionamientos porque era mucho más fácil modificar la mente de los muggles y que la ignoraran por completo. Era algo que jamás le iba a enseñar a sus alumnos porque la ética y moral cambiaba dependiendo de cada persona. Pero ella se sentía mejor pasar ignorada. Caminó al lado del chico. — Tienes que ayudarla. Y sé que lo harás perfecto —le susurró la Arcana corrigiendo las palabras del chico. Era quien debía manejar la situación, porque si creía que Rosália lo haría, estaba equivocado. Ella ya era legeremante, solo se trataba de su maestra acompañando a su joven pupilo. Estaba allí para mirar y acompañar, más que para hacer—. ¡Eso es! Buen chico. Los detalles. Son muy importantes a la hora de la legilimancia. Sigue a tu corazón —aquella última oración luego de felicitar al joven por encontrar ésos detalles, fueron mentales. El resto de los presentes no lograrían notarla, pero Ludwig si. ¿Cómo resolvería ésa situación y como usaría la legeremancia para ello? Ya sabia como concentrarse, como poner su mente en blanco y como hacer el primer contacto para usar la habilidad. El resto debía aprenderlo.
  12. Con Ludwig — En el bar Notaba que Ludwig era un mago muy guapo. Notaba que de la misma manera era una persona insegura. Para la mente de Rosália Pereira aquello era normal. Especialmente. Estaba segura que el noventa por ciento de sus pupilos llegaban de la misma manera, o quizás peor, llenos de dudas y de inquietudes, creyendo que iban a poder resolverlas en un santiamén. Mientras el chico escupía unas cuantas preguntas más, seguía las órdenes que les había dado. Miré unos segundos al rubio, tratando de contenerse. Ya se había dado cuenta Rosália que en la mayoría de los casos no tenía que desbordarlos con palabras. — Joven Malfoy. Admiro su gesto de curiosidad e investigación. Pero debo decirle que si supiera ésas preguntas, no necesitaría hacer mi habilidad. Usted está aquí para descubrirlo por su cuenta. Con mi ayuda, claro está —exclamó Rosália luego de que el chico preguntara sobre cómo evitar caer en la locura y poder diferenciar pensamientos. Sabía que todo lo que le había dicho no iba a ayudarlo en su proceso de poner la mente en blanco. Pero de eso se trataba su habilidad. Ludwig se colocó en el suelo e inmediatamente intentó concentrarse. Rosália lo observaba con una sonrisa disimulada porque no necesitaba usar la legeremancia para darse cuenta que la cabeza del chico gritaba a los cuatro vientos. No estaba poniéndose en blanco. Pero de a poco lo fue logrando. Rosália se colocó justo delante de Ludwig con sus rodillas casi pegadas a las de su pupilo. Le susurró, como la brisa nocturna recorre los bosques. — Bien hecho, Ludwig. Eso es —Rosália acomodó casi todo su cabello sobre un mismo lado del cuello. El rojo a la luz el sol, se veía como las llamas más intensas que alguien hubiera visto. Sus ojos se posaron en los del chico. E intentó retarlo—. Empezaremos con algo fácil. Pero algo que logra en ti como un bloqueo. Si nuestras mentes poseen bloqueos y barreras, no podremos manipular la legeremancia. ¿Entiendes? Rosália le mostró la palma de la mano, donde había depositada una pequeña flor violeta. Ésta empezó a florecer sobre su mano, sin la necesidad de estar enterrada. Se elevó durante unos segundos y Rosália la sopló, fuerte. Y explotó en veinte mil volutas de humo que se extendieron a su alrededor, dejándolos solos. Se separarían ahora un poco de Heliké. Habían compartido todo lo que necesitaban, por ahora. Aquella niebla densa como un algodón, envolvió todo y cuando se disipó, los mostró en otro lado. Rosália le hizo un gesto para que la siguiera. Tenían que levantarse si no querían que los arrollara un auto. Estaban en medio de un pueblo medieval, tal vez en la época donde las brujas eran juzgadas y cazadas y asesinadas. Una carreta pasó cerca de dónde habían empezado a caminar, maldiciendo a arcana y alumno. Si empezaba con la oración como “Conocí en ésta época” tal vez podría asustar a su alumno por la cantidad de años que tenía. Volvió a señalarle a un costado de la calle, entre dos locales. Uno más viejo que el otro. — Si tenemos que empezar por algo, será a trabajar la confianza. Y creo que encontré el momento para hacerlo. ¿Ves ése bar? Podemos decir que dentro alguien podría necesitar de nuestra ayuda. Pero ten cuidado. No pueden descubrirnos como magos y brujas. ¿Entiendes? Deberás aprender a moverte con sutileza, el rasgo principal de la legeremancia. ¿No sabes usarla? Aprende. Regla uno: contacto visual. El resto lo sabrás por intuición, créeme. Lo empujó para entrar. @ Ludwig Malfoy Haughton
  13. ¡Buenas! Dejo la constancia de que Cillian Haughton se ha vinculado exitosamente al Anillo de Habilidad de Legeremancia, tras haber cruzado el portal y haber realizado la prueba exitosamente
  14. Rosália Pereira caminaba de un lado a otro por la Sala Circular. Ya había perdido la cuenta de las vueltas que le había dado al ouroboros y no dejaba de mirar cada una de las partes de aquella pared circular, porque la Arcana muy bien sabía que el portal era independiente y hacía lo que quería, y una vez que cerró y se enfocó en la prueba de Cillian, si salía con vida, lo largaría por donde quisiera. Le habían comentado a Rosália que había una puerta similar en Hogwarts, le gustaba pensar en aquella idea. Un sonoro crack, un zumbido de viento y apareció de repente, la figura de Cillian. Rosália emitió la sonrisa más grande que pudo con sus brazos extendidos. El joven había logrado vincularse al anillo, era muy notorio como el sol brillaba sobre aquel hermoso anillo y lo hacía irradiar luz. Con un paso seguro, se acercó al joven pupilo mientras el portal volvía a desaparecer hasta el próximo alumno. — Bien hecho, Cillian. Confiaba en que lo haría —Rosália había perdido plenamente la conexión de lo que sucedía con el chico. Pero ni bien había pisado la Sala Circular, su mente se dirigió a la del chico para observar todo. Se enfocó en la última corrección que podía hacerle: — Usa tus ojos. El contacto visual es primordial en la legeremancia, tanto como poner la mente en blanco y respirar. Mejora tu habilidad y evita la varita, sino los demás sabrán lo que estás haciendo. Tienes permitido no usar tu varita y verás que la habilidad la puedes usar igual. Pero has contacto visual. Rosália le guiñó un ojo, apoyó su mano en el hombro y se lo llevó a la puerta de la cabaña, tras un estallido de humo que resultó en una voltereta de pequeñas hojas que se dispersaron rápidamente. @ Cillian Haughton
  15. — Esa es la actitud que busco en mis estudiantes, señor Haughton —expresó Rosália dándole la bienvenida al chico que había pasado las cuatro instancias que lo habían conducido desde las orillas del lago, los setos que bordeaban la isla, el laberinto peligroso y las puertas de la pirámide. Para ésa altura, el chico era un legilimante prometedor, sabía que lo iba a lograr y ahora le quedaba lo último, pero lo más importante. Le repitió eso mismo en voz alta—. Ahora viene lo último pero lo más importante. La prueba. Comentó Rosália mientras le señalaba el centro de la enorme sala circular donde se encontraba una estrella de siete puntas. En cada una de esas puntas, había anillos simplemente plateados, sin nada que los decorara o identificara. Rosália tomó uno y se lo entregó a Cillian, indicándole que debía colocárselo antes de entrar al portal. Y señaló el portal. Una silueta extraña apareció sobre la pared, llevaba un borde violeta con algunos jeroglíficos y dibujos inentendibles. — A partir de ahora, estas solo. No podré acompañarte dentro. Pero confio que regresarás, estaré esperándote aquí —apoyó una mano sobre su mano, a modo de saludo—. Cuando termines la prueba, sabrás que salió exitosa ya que el anillo ése adoptará la misma forma que el mío. Éxitos, depende de ti para entrar. Rosália retrocedió algunos pasos y se quedó expectante. @ Cillian Haughton
  16. Con @ Helike R V PB y @ Ludwig Malfoy Haughton en la cabaña Los tres fueron tomando aquella bebida que Rosalia Pereira les había entregado para hacer aquel encuentro mucho más ameno. ¿Existía una razón por la que hacía ello? Muchas personas creían y tenían la noción que iban a encontrarse con una bruja que iba a filtrarse en sus mentes, modificarlas y estallarlas. Probaban todo tipo de encantamientos y maneras de evitar que la Arcana de Legilimancia invadiera sus mentes. Tomaban pociones, creaban hechizos para evitarlo. Pero no había ni una persona viva que pudiera evadirlo. La magia de Rosália Pereira atravesaba todas las barreras. Todas menos una. La de Aailyah Sauda, la maldita sabía demasiadas magias sobre la oclumancia y siempre evitaba que encontraran su secreto. Miró a Heliké, la bruja estaba recelosa de su propia mente. No acostumbraba a invadir la mente de sus alumnos, los acompaña en su camino y ellos iban mostrándole lo que querían. Era un viaje que solo guiaba, ellos decidían que hacer con su mente. Miró a Ludwig. Su mente era algo secundario, lo que si le importaba lo de los demás. Algo muy peligroso también. Sonrió a la bruja por sus disculpas, no era necesario pedirlas. — Ambos tienen objetivos diferentes. No cuestionaré ninguno de ellos. Los acompañaré a ambos en sus caminos —miró a Ludwig y le guiño, para seguir con Heliké donde le sonrió—. Pero si quieren realmente aprender y controlar la legeremancia, deberán seguir mis consejos. Así lograran entrar a la pirámide y vincularse con el anillo. ¿Están listos? Rosália dejó la taza sobre la mesa y se dirigió hacia la puerta. Tenían que ir directamente al invernadero, que se encontraba a un costado de la cabaña. Ése sitio era mucho más mítico y relajado. Necesitaban un momento para empezar con ése camino. Aprovechó ése momento para acomodar sus palabras. Tenían que ser cautelosas, tenían que ir bien dirigidas, porque sus alumnos la elegían a ellas para aprender la habilidad. Estaba segura Rosália que era una de las Arcanas más dispuestas. Estricta, claramente, pero bondadosa. Su andar era ligero como la brisa en la mañana. Su cabello rojo era mucho más fuerte bajo la luz del sol. Y aquellas ropas parecían plantas impregnadas, como su propia piel. Luego de unos pasos en silencio, llegaron al invernadero. Era una cúpula con el centro abierto con un agujero enorme, como el claro en un bosque. Había una fuente en el medio, con dibujos y jeroglíficos en el suelo. Había algunas marcas que indicaban que podían sentarse en ellas. Como todo procedimiento, se empezaba por el paso número uno. Tal vez el que abría la puerta a la legilimancia. Mucha gente lo creía inútil pero eran personas que no habían aprendido nada. Cuando se acomodaron, porque los había invitado a sentarse, habló (y ordenó) — Heliké, tengo dos ideas para que reflexiones. La legilimancia principalmente es para beneficio propio. Todo lo que podemos saber de nuestro alrededor, forma parte de nosotros. Lo que aprenderemos aquí es a diferenciarlo. ¿Cómo garantizas que lo que quieras utilizar como justicia no se vuelva en tu contra? Más que ser cautelosos al entrar a una mente es no perder la nuestra Sonreí nuevamente ante aquellas palabras, esperando que Ludwig también las procesara. Era su objetivo, tenía que ser cuidadoso. — Hay muchos tipos de magia que pueden confundirnos en la legeremancia. Lamento decirle que los bandos no se pueden descubrir con la legeremancia. Cada uno de ellos tiene protecciones impenetrables. ¡Pero debo advertirle! No debe enfocarse en los demás o perderá la cordura. Debe dejar a los demás a un lado y ver ¿No se estará mintiendo usted? Podemos averiguar eso en el camino… Rosália señaló la fuente. — Concéntrence en la fuente y en su agua que corre. Déjense llevar por la tranquilidad del lugar. Eso ayudará a poner la mente en blanco, que es el primer paso para la legeremancia. Mente en blanco, respiración y concentración. Podemos llamarlos como los pasos para lograr usar la habilidad. ¿Lo hacemos? Lo repetiré con ustedes —Rosália se sentó entre ellos dos, esperando que lograran hacerlo. _________________________________________________ Con @ Darla Potter Black — Situación 2. Peligro en el edificio. Rosália Pereira se encontraba en medio de todo aquello sin afectar nada ni que nadie se diera cuenta. Era como un fantasma en medio de una situación, como si fuera ocurrido eso dentro de un pensadero. Aquella pareja pasó corriendo por su lado, bajando rápidamente las escaleras, mientras Darla y Corvus hacían lo suyo. Aquella bruja era mucho más fuerte de lo que creía y sabía que se convertiría en una gran legilimante. ¿Qué persona en medio del peligro utilizaba la habilidad? Muchos magos y brujas solo la usaban para asegurarse ciertas cosas. La pelirroja lo usaba para salvar la situación. El primer objetivo lo había cumplido, porque era poner en resguardo a Susan. Pero estaba ocurriendo eso mismo porque ahora el vampiro estaba con toda su atención para con la bruja, detalle que no podía dejar sobrepasar. Rosalia animó a la bruja a que hiciera algo para cortar con todo eso. Le había demostrado a la Arcana que sabía realmente utilizar la legilimancia. Solo debía ajustar unos detalles. — No te descuides, Darla. Ya casi lo tienes. No pierdas tu cabeza —quedaba en Darla ver cómo hacer para terminar su trabajo. Corvus perdería casi toda la noción de lo que representaba Susan. Pero Rosália estaba segura que no era aquello un 100%. Era solo cuestión de mirar un paso atrás. ________________________________________________________________________ Off.- perdonen por éstos dias de ausencia. Ya regresé y estaré al pendiente.
  17. @ Cillian Haughton Rosália Pereira esperaba en el borde del lago. Ésta vez la prueba se ubicaba en el medio de la noche, cuando recién las agujas del reloj pasaban la medianoche. Las aguas oscuras rozaban la orilla con un sonido relajante, pero peligroso, esperando que cualquier persona tocara sus aguas y se hundiera en ella. Nadie sabía qué había en las profundidades pero varios rumoreaban que habían visto sobresalirse algunos tentáculos, otras veces habían visto cabellos, y otras más, había visto ojos luminosos. Rosália ignoraba todo aquello, porque no le preocupaba en lo más mínimo, estaba esperando a Cillian, ya que había armado todo el camino hacia la pirámide. Cuando lo vió acercarse donde lo había citado, lo saludó: — ¿Estás listo? Mira que no hay vuelta atrás. Aunque debo decirte que hasta llegar a la pirámide, estaré vigilándote. Lo harás tu solo pero te miraré de cerca, aunque no parezca. Cuando desees, comienza —la Arcana señalo el camino que llevaba a las balsas y “desapareció” UNO En el borde del lago, se encontraba una vasija depositaba en un pedestal que le llegaría a la altura de cualquier persona de tamaño promedio. El líquido que tenía dentro era tan espeso como una masa, tan liviano como un algodón y tan húmedo como la lluvia que estaba a punto de caer de aquel cielo tan oscuro (además de ser de noche). Ésa especie de pensadero se activaría una vez que Cillian depositara un recuerdo. Y no cualquiera, sino uno que hubiera extraído de la persona que más odiaría. Ya le había dicho que debía traerlo si quería avanzar en ésa prueba. “Ése recuerdo debe ser personal. Aunque odies a ésa persona debe indicarte porqué es asi”. Un bote llegaría ante él tras depositar ese recuerdo (y mostrar cuál es) para atravesar las aguas a la isla DOS Una vez que llegara al borde de la isla, se encontraría con una pared que rodeaba toda la isla, hecha con unos densos setos, inmunes a cualquier magias y tan altos como un gigante. Debería buscar dónde estaba la entrada y en el punto que estuviera, se encontraría con una puerta de doble, que le daba la bienvenida. ¿Cómo abría la puerta? Debía ordenarle mentalmente a alguna criatura que estuviera de otro lado, para que accionara la manija. Si, del otro lado había criaturas de todo tipo, tal vez podría convencer a alguna que tuviera conciencia. TRES Dentro de los setos, antes de llegar a la pirámide había un laberinto, más alto que los setos. Eran paredes también inmunes a la magia y que poseía todo tipo de criaturas. Además de la que le permitiera entrar a aquel sitio, había muchas otras que lo ayudarían a atravesar el laberinto tras el camino correcto. Debería ver en la mente de criaturas, seres y bestias cuál de todos era ése, para salir vivo. ¿Lo atacarían? Posiblemente, si éstos se sentían amenazados. CUATRO Al salir del laberinto, se encontraría con la pirámide, que era más alta que el laberinto y los setos, de una pared blanca de mármol. Sin ventanas, sin agujeros, solamente la entrada se encontraba en su fachada y para adentrarse a ella, debían hacer un pago. En ése caso uno mental. Deberían entregar cualquier recuerdo, pero sería un recuerdo que no podrían volver a recuperar, como si eso no hubiera existido nunca en sus vidas. Una vez hecho el pago, podría pasar a la Sala Circular, donde lo esperaba Rosália. ___________________________________ OFF: Pupilo Cillian. Puedes hacer un post por cada "etapa" o hacer de a dos o los cuatro juntos. Es es decisión tuya. Solo me gustaría saber en cuantos post los vas a hacer para estar al pendiente y poder hacerte puentes. Una vez que llegues a la pirámide, repetiremos el aviso de cuántos post piensas hacer para hacerte puentes para tu prueba dentro del portal. ¡Éxitos!
  18. En cuanto el joven Cillian aceptó enfrentarse a la prueba, Rosália le explicó todo lo que tenía que saber. Cuando se refería a todo, le había contado que la prueba empezaría al otro día, justo en el borde del lago donde se encontraba el embarcadero donde estaban atadas las balsas, justo en el lugar donde se hallaba la pirámide, donde claramente para llegar a ella, debía enfrentarse a unas últimas pruebas. Ambos se fugaron hacia sus respectivos puestos. Porque tenían que concentrarse en lo que iba a suceder. _____________________ con @ Darla Potter Black — Situación 2. Peligro en el edificio. Rosália Pereira no podía meterse bajo ninguna circunstancia. Solamente lo haría si la vida de Darla corría demasiado peligro. Aunque ya todos conocían que las habilidades eran peligrosas ya de por si. Más cuando se trataba de jugar con las mentes de las personas. Con los muggles era mucho más fácil porque no poseían magia, porque eran personas con menor influencia sobre nosotros. Pero dentro de la comunidad mágica era diferente. — ¿Qué haces aquí, bruja? —Rosália también lo había escuchado, una voz profunda, grave, siniestra. Tal vez la pelirroja Darla se había encontrado en el peor lugar, en el peor momento. Pero para eso se había metido en aquella situación, para solucionarla de cualquier manera que estuviera en sus posibilidades. Aquella figura la había reconocido, mientras Susan bajaba tramos de escaleras, perdiendo líquido y fuerzas, claro estaba. Hank había estado intentado recuperar la luz, que se había ido tras la tormenta. Rosália se concentró en su pupila. ¿Se cruzaría de brazos sin hacer nada? ______________________ con @ Helike R V PB y @ Ludwig Malfoy Haughton — Cabaña de Rosália. Rosália Pereira tenía dos nuevos alumnos con los que empezar aquel camino de la Legeremancia. Primero llego aquella bruja, que le agradó de manera enorme su forma de saludarla. Le señaló que podía tomar asiento donde quisiera y que ahora le serviría algo para tomar. Siempre les gustaba primero tener una pequeña entrevista con sus alumnos, saber quiénes eran. El segundo llamado fue justo a tiempo, como la Arcana creía. Un mago muy guapo se acercó a su cabaña, presentándose. — Ya me habían avisado que llegarían. Justo a tiempo. ¿Quieren un poco de té? Creo que en ésta época de frío viene muy bien. ¿No creen? —las tazas aparecieron mágicamente frente a ellos, por si querían beber del té (o café), como lo hacía la mismísima Rosália. La arcana observó la mente de ambos. Él, Ludwig, tenía una vida transcurrida dentro de aquella comunidad, sabía que era un animago reciente. Eso le gustaba a Rosália porque sabía cuándo sus alumnos eran sedientos de conocimiento. En cambio ella, Heliké, se encontró con una pared. Una oclumante. Rosália sonrió levemente, sin importar que los observaba detenidamente con ojos fijos y luego con una sonrisa perspicaz. Eso la volvía más interesante. — Creo que ya saben que soy Rosália Pereira, la Arcana de la Legilimancia. Conmigo podrán transitar en éste profundo camino. ¡Y complicado! No lo subestimen jamás. Ahora que sabemos quiénes somos. Cuentenme ¿Por qué eligieron la Legilimancia? ¿Y qué sabe sobre ella?
  19. Dejo la constancia de que Jeremy Triviani se ha vinculado exitosamente al Anillo de Habilidad de Legeremancia, tras haber cruzado el portal y haber realizado la prueba exitosamente
  20. Rosália Pereira estaba nerviosa. Nerviosa y ansiosa, porque hacía miles de años que estaba como Arcana de la Legeremancia, enseñando a todo tipo de alumnos, que iban y venían. Algunos entraban y no salían de la pirámide. Otros ni siquiera llegaban a acercarse a la isla. Algunos cuántos no llegaban ni siquiera a sus aposentos o no aguantaban el largo camino que corresponde a la habilidad. Pero éstos dos alumnos eran prometedores lectores de mentes. Ya sabíamos todos que no era solo leer la mente, para considerarse un legilimante. Eran muchas cosas y entre ello habían demostrado al menos, ser merecedores para entrar y hacer la prueba. Si todo salía bien, saldrían exitosos de allí. Y así fue como @ Juv Macnair salía del portal. Rosalía abrió una gran sonrisa en su rostro y se acercó a ella, dándole unas palmaditas en la espalda haciéndole observar que su anillo se había vinculado exitosamente a ella. Ahora era una legeremante. Estaban terminando de "festejar" su logro, cuando el portal escupió a un segundo mago, ésta vez @ Jeremy Triviani . La Arcana abrió sus brazos para recibirlo. ¡dos alumnos seguidos! Le hizo lo mismo al joven, que se fijara en su anillo, que al salir del portal se había vinculado a él. Tenía enfrente a dos nuevos legeremantes. Rosália chasqueó sus dedos y desaparecieron los tres directamente a su cabaña, para despedirlos. Ahora Rosália era mucho más fuerte, porque de eso se trataba, fortalecía a los magos y brujas con su habilidad, pero ellos al obtenerlos la convertían en alguien más fuerte. ♦ — F I N— ♦
  21. Dejo la constancia de que Juv Macnair se ha vinculado exitosamente al Anillo de Habilidad de Legeremancia, tras haber cruzado el portal y haber realizado la prueba exitosamente
  22. Rosália Pereira levantó la cabeza cuando escuchó resonar las maderas de las enormes puertas dobles de la pirámide. Sabía que el joven lograría llegar hasta ella, aunque siempre había una probabilidad, grande o pequeña, de que alguien fracasara en el intento. El joven Triviani había pasado efectivamente cada uno de los obstácul.0s impuestos por ella, y había demostrado que valía la pena darle la oportunidad de entrar al portal. Pero con un gran enigma por delante. ¿Sería capaz de ello? ¿Entraría y saldría con vida? Jeremy podría perderse en el interior del portal de la legilimancia como le había ocurrido a cientos de personas que lo habían intentado. Algo le decía a Rosália que sí, pero el pupilo estaba solo. — Buen trabajo. Has llegado hasta aquí —Rosália empezó a caminar lentamente por aquella sala circular. Justo en el centro se encontraba aquella estrella de siete punta, donde sostenía muchos anillos. Y no podíamos olvidarnos del Ouroboros. Rosália rozó con sus dedos uno de aquellos anillos y se aferró a este, mientras caminaba lentamente y le hablaba a Jeremy, como una sombra, como la brisa nocturna. Se volvió a dirigir al chico—. Pero éste camino recién empieza y ya no hay vuelta atrás. Te abriré el portal, te daré éste anillo y entrarás. Y estarás solo. Yo estaré esperándote de éste lado. ¿Está bien? Haz todo lo que sabes, usa todo lo que has aprendido. Y te veré a la vuelta. Rosália chasqueó sus dedos y el portal apareció justo frente a ellos, en la pared más cercana. A su vez, tendió su mano, con la palma hacia el techo depositando el anillo de la habilidad en el medio, para que Jeremy lo tomara, se lo colocara y entrara. El anillo era un aro completamente plateado y simple. Y Jeremy sabría que se habría vinculado porque al salir de allí, el anillo se convertiría en una réplica del de Rosália. @ Jeremy Triviani
  23. Rosália Pereira apareció detrás de Lionel y con un chasquido de sus dedos junto a un movimiento de su vara de cristal, tanto Lionel como toda la situación estalló en miles de pedazos, esfumándose como si se tratara de niebla escurridiza ante una fuerte ráfaga de aire. Miró detenidamente a Cillian, notando que el joven pupilo había dado justo en el clavo. Todo a su alrededor se iba acomodando, estaban nuevamente cerca de la cabaña de la Arcana. — Deberás ser sutil y cuidadoso. A veces los recuerdos de las personas se convierten en personales. Y sus batallas se vuelven nuestras —advirtió Rosália al ver cómo Cillian se había predispuesto a enfrentar a Lionel. Y estaba segura que hubiera llegado hasta el último momento para solucionar aquello—. Pero sé que podrás controlarlo. De ahora en más, cada paso que das, será más seguro que el anterior. ¿Me entiendes? —la Arcana se acomodó el cabello por encima de su hombro derecho—. ¿Estas listo para enfrentarte a la prueba? Es tu momento. Le preguntó Rosália a Cillian, porque en caso de dar el si, ella misma lo llevaría ante la pirámide. Aunque por ahora había dos instancias: a que el joven dijera que si y a que el joven pasara las pruebas antes de la pirámide. El camino hacia el portal era uno de los más complicados. Rosália lo esperó. @ Cillian Haughton
  24. Era muy difícil ubicar de alguna manera en un solo punto de vista a Rosália Pereira. Los especialistas todavía no había averiguado cómo era su manera de trabajar. Porque podía estar al mismo tiempo en varios lugares ¿En todos era real? Podía leer algunas mentes al mismo tiempo ¿Y pensaba en todas a la vez? Nadie sabía si Rosália era la verdadera cuando la tenían en frente. ¿Alguna vez alguien la había visto realmente entonces? Eran misterios sin resolver, pero ella estaba totalmente decidida a ayudar a sus pupilos. Se acercó lo más que pudo a la pirámide. Juve estando dentro del portal estaba totalmente alejada de la Arcana. Aunque Rosália podía llegar a intuir aunque sea si estaba en peligro o si continuaba con el camino. Todo le indicaba a la Arcana que iba viento en popa. De la misma manera, se dejó llevar por aquel viento directamente por las puertas de roble que se abrían para recibir a Jeremy, había descubierto el mecanismo para entrar y que el laberinto le diera la bienvenida. »Bien hecho, concéntrate. Respira. Pon tu mente en blanco« de alguna manera le mando aquellas palabras de ánimo para reforzar el paso del pupilo que avanzaba y estaba cada vez más cerca de la pirámide. Estaba a mitad de camino asi que solamente le quedaba vigilarlo como venía haciendo. Rosália Pereira apretó su anillo, como si eso le sirviera a Juve para recibir alguna señal de apoyo, de que siguiera.
  25. LEGEREMANCIA Azrael Lycan (prueba cerrada link) Suspendido por decisión de Moderación.

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