Aailyah Sauda

Justo como Sauda lo había predicho en su interior, el camino hacia el laberinto, el lago y buscar las formas perfectas para su propio destino, resultaron sencillas para el Yaxley. Tan pronto como fueron caminando se fue abriendo el destino para el corpulento mago, ¿Veía Sauda un futuro reemplazante en él? Realmente no, pero era demasiado interesante verlo moverse como pez en el agua; sobre todo con una habilidad tan esquiva como lo era la Oclumancia, a lo mejor, Orión no era tan físico como el mundo lo percibía de entrada. El laberinto iba a dar igual si lo era como si era un camino recto, él lo había resuelto. Sauda continuaba a la par del Yaxley, asombrada, aunque no lo admitiera de que fuera capaz de materializar incluso sus metáforas. La Gran Pirámide era el lugar dónde él solo iba a determinar si aquel anillo terminaba ayudándole o no podría sobrevivir a la prueba final. Aquí es dónde ella se adelantó un par de pasos para tener la primera imagen de la sala circular. — Orión, hasta aquí llega mi guía si lo ha sido así para ti —comenzó, luego se giró sobre sus talones para quedar frente a frente y darle la ilusión a cualquiera que pudiese verlos, de ser una madre aconsejando a su pequeño antes del primer día de clases—. Como sabes, debes escoger una de la puertas. Tienes la llave y en cuanto tu mente aclare cual será la puerta elegida, podrás tomar el anillo del aprendiz, si escoges sin pensártelo bien, probablemente destruyas la joya en cuestión de segundos. No hay más oportunidades. Retrocedió y señaló con la mano alzada. — Quedo a la espera de mi nuevo hermano, Yaxley, depende de ti. @ Orión Yaxley

El joven había realizado satisfactoriamente el ejercicio de poner la mente en blanco, pero eso era solo la primera parte de la tarea, una vez comenzado a perfeccionar ese arte debía saber usarlo para poder proteger su mente de fuerzas que pudieran atacarla. Después de todo ese era el objetivo de desarrollar la habilidad de Oclumancia. El Malfoy tendría que estar preparado para cualquier clase de magia que intentara manipular su mente, tomar sus recuerdos o pensamientos, incluso sus miedos. Y fue por ello que la siguiente tarea debería ser muy fácil para alguien que era capaz de cerrar su mente. Aunque había dejado solo a su estudiante, la arcana había desaparecido físicamente pero se encontraba en la mente del chico susurrándole ideas y tratando de dar consejos y en su lugar había dejado un viejo baúl el contenía una criatura mágica bastante poderosa que tenía una habilidad similar a la legeremancia pues podía leer mentes. Se trataba claramente de un boggart. AAilyah chasqueó los dedos aún desde su incorporeidad y el baúl se abrió de inmediato logrando dejar libre a la criatura que de inmediato se transformó en el peor miedo de Tazz. Para cualquier mago usar el hechizo de riddikulus sería más que suficiente pero en esta ocasión la arcana le dejaría una instrucción bastante particular. -Los boggarts son criaturas capaces de leer tus pensamientos y obtener de ellos tus miedos, sin embargo si logras cerrar tu mente y ponerla en blanco el boggart no podrá tomar ninguna forma y quedará derrotado, tu puedes hacerlo, recuerda el ejercicio que hicimos en el rio – comentó desde su cabeza – no uses tu varita por cierto. Seguramente en un primer momento la criatura ganaría hasta que Tazz lograra fortalecer su mente y colocar las barreras necesarias, solo era cuestión de perseverancia y paciencia. Sauda sabía que el chico era muy perseverante así que se limitaría únicamente a observar sus movimientos y a interceder únicamente si el Malfoy se encontraba en aprietos. @ Tazz Malfoy

La arcana se alegró por la iniciativa y la buena voluntad de su alumno por cumplir con sus asignaciones, sabía que no era sencillo para muchos poder colocar en el primer intento su mente en blanco y más cuando uno pudiera llegar a sentirse vigilado o en peligro – los pensamientos y las emociones son cosas muy valiosas que debemos salvaguardar, pero si dejamos que los enemigos los vean, puede que tomen ventaja sobre nosotros, por eso debemos mantener la mente en blanco incluso en los momentos de crisis – sentenció mientras el chico se ponía cómodo. El té definitivamente había funcionado para ayudarlo a relajarse pero no lo suficiente pues la mujer veía el como el chico se resistía a dejarse llevar. -Puedo ver a través de ti hijo – finalizó – verás, colocar la mente en blanco es como comerse una naranja, nadie nos enseña a hacerlo simplemente aprendemos y llegado el momento lo hacemos de una forma tan espontánea que no nos cuesta nada de trabajo poner nuestras barreras, para ello solo necesitas relajarte y dejarte ir – fue entonces que la mujer tocó al muchacho y con un movimiento de su varita lo trasladó a un bosque lleno de naturaleza viva, justo al lado de un rio con un viento tan frasco y relajante que invitaba a la gente a sentarse a descansar – concéntrate en tu respiración, en el viento, en el sonido de las aves, llegará el momento en el que te percates de que finalmente dejaste de pensar y te relajaste, eso es a lo que llamamos dejar tu mente en blanco o cerrar tu mente, mientras más veces hagas éste ejercicio más fácil te será. La arcana entonces hizo un movimiento y desapareció en el aire, claramente vigilaría al muchacho desde lejos pero parecía que mientras más solo estuviera sería mucho mejor. Además de ello necesitaba traer a una criatura la cual le ayudaría para su siguiente misión. Solo esperaba a que el chico estuviera preparado para lo que le esperaba. @ Tazz Malfoy

Debido a la decisión tomada por moderación se deja constancia de que el alumno Thoth, no ha aprobado la habilidad de Oclumancia. Por tal motivo deberá volver a inscribirse y volver a empezar para poder obtener dicha habilidad. Saludos cordiales, Aailyah Sauda, Arcana de Oclumancia

Tengo el placer de informar que Mica Gryffindor, ha completado su prueba de manera satisfactoria, teniendo derecho al uso de la habilidad de Oclumancia. Saludos cordiales, Aailyah Sauda, Arcana de Oclumancia.

Observó como su alumna finalmente ingresaba por el portal y también como éste se mantenía abierto durante un largo tiempo. La próxima vez que alguien cruzara por aquel portal, aquel pasadizo se cerraría permanentemente por lo que esperaba que Mica lograra salir satisfactoriamente. No era la primera vez que un alumno se metía en problemas y peor aún, se perdía en el portal para siempre lo cual causaba una gran decepción en la arcana pero tenia fe en que la chica lograría su cometido pudiendo escapar satisfactoriamente de la posición en la que ella se metiera. Suspiró y se detuvo a esperar. No pudo anticiparse al hecho de que la chica fuera capturada, sabía que en algunos lugares las personas con información eran muy valiosas pero en cuanto lograban decir sus secretos se convertían en obstáculos para eliminar. Sabía que Mica era una mujer fuerte y se podría defender adecuadamente de aquella situación pero aun asÍ deseó que la chica pudiera usar un poco de su magia para asegurar su bienestar. Le causaba bastante intriga el saber el motivo por el que había ido a parar a aquel lugar, si bien, no era una verdad absoluta, la mayoría de las ocasiones los portales se abrían a las personas de acuerdo con su pasado, a sus vivencias o a su estado de ánimo. De alguna manera los portales intuían aquellas cosas para brindar a los estudiantes una experiencia que ellos pudieran aprovechar y a la vez con la que se pudieran sentir identificados. Fue entonces que el momento llegó, aquellos magos estaban listos para sacar la información que ella pudiera tener – vamos pequeña tu puedes lograrlo – dijo mientras veía como usaban aquel hechizo para escudriñar en la mente y también como su alumna lograba cerrar satisfactoriamente su mente. Se había vuelto muy fuerte en éste tiempo y la arcana se sentía satisfecha. Los intrusos se fueron y poco después la habitación en la que estaba desapareció mientras la Gryffindor era trasladada de vuelta hacia el ateneo. Por un momento le costó trabajo reconocerla pues se veía algo diferente y finalmente la recibió y dijo. -Felicidades, lo hiciste muy bien a partir de ahora quedarás vinculada al anillo de oclumancia – dijo realizando un movimiento con su varita de cristal para que cambiara el anillo que ya portaba por uno idéntico al de la arcana – usa tu habilidad con cuidado y responsabilidad pero no dejes nunca que tus corazón se cierre de la misma manera que tu mente, eso sería tu perdición – fue así que caminaron juntas hacia la salida viéndose no como mentora y alumna si no como conocidas. @ Mica Gryffindor

La arcana observó con detenimiento a su nuevo alumno quien se mostraba bastante educado y elocuente, no estaba acostumbrada a recibir halagos por lo que se sintió un poco extraña al escuchar aquel cumplido. Sin embargo los años de experiencia le decían que muchos de sus alumnos solo se portaban de aquella manera para recibir un mejor trato por parte de la arcana, observaría a fondo el desempeño del Malfoy para saber cuales eran realmente sus intenciones. Observo como bebía la infusión de casi un sorbo y no solo eso, le pedía un poco más, le volvió a servir. Gracias a aquel líquido el chico podría abrir un poco más su mente y escudriñar con más claridad en sus recuerdos para la actividad que estaba por realizar. El joven era claramente un libro abierto, no solo dio una introducción bastante extensa sobre sus intenciones y sus deseos, se mostraba bastante seguro y confiado. Era clara la intención para estar en aquella catedra. Había mucho conocimiento que cuidar. Aailyah mas adelante indagaría un poco más en aquellos recuerdos que tanto anhelaba proteger pero por ahora era claro que necesitaba darle una introducción a lo que vivirían en los próximos días de entrenamiento – eres un libro abierto – comentó con una sonrisa – has dicho bastante de ti y eso lo agradezco ya que puedo conocerte un poco más, pero a final de cuentas sigo siendo una extraña para ti y me has contado cosas algo delicadas lo que puede significa que te será un poco difícil guardar esos secretos que tanto deseas proteger. Se levantó y estiró la espalda – sígueme – le dijo y fueron caminando hacia su pequeña sala donde el chico podría recostarse, posiblemente el té haría efecto dentro de poco – existen dos principios fundamentales para proteger nuestros pensamientos, el primero es tener la mente en blanco, si no tenemos nada que pensar, los legeremantes no podrán indagar en nuestros pensamientos, aunque hay algunos más expertos que pueden observar nuestro pasado e indagar en todos nuestros recuerdos, para ello debemos crear fortalezas que permitan guardar esos recuerdos. Lo invitó a recostarse, juntos empezarían la primera parte y la arcana estaría con el en todo momento – ahora intenta poner tu mente en blanco, no pensar en nada, puede que te cueste trabajo en un principio pero inténtalo – no le sería nada fácil, una vez que el chico estuviera concentrándose, la arcana se encargaría de mandar ondas mentales que lo intentarían distraer de su objetivo, quería ver que tan difícil sería concentrarse en condiciones no muy favorables. @ NoTazz

La arcana se perdió entre la neblina y cruzó aquel laberinto casi con los ojos cerrados, con el tiempo y sus años de prácticas aquellas voces y espíritus que se encontraban vagando por el lugar, simplemente habían dejado de afectarle, por el contrario sabía que existían y los espíritus ya ni siquiera se molestaban en hacerle caso a Sauda. Lo mismo que aquellos entes que habitaban en el lago. No obstante sabía que sus alumnos no poseían todavía el control perfecto sobre la oclumancia y pese al tiempo que habían entrenado juntos, era claro que aún les faltaba mucho a ambos para poder ser diestros en aquel arte. Fue por ello que observó con detenimiento cada paso que ellos daban al poseer un anillo muy similar al que ella tenía. Por un lado vio con un poco de desilusión como el joven Haughton simplemente se deslindaba de la prueba. Podía volverlo a intentar claro pero el dejar sola a su compañera solo podía ponerla más en peligro por lo que prefirió estar todavía mas atenta para no tener otra alumna caída. Gracias al anillo que le había entregado no solo podía ver sus movimientos si no también sentir todo lo que ella experimentaba. El miedo y la inseguridad dominaban en su corazón pero no se rindió. Pese a la niebla logró avanzar con claridad por aquel laberinto. Era claro que escuchaba las voces y en más de una ocasión se había sentido tentada para seguirlas pero no lo hizo, decidió continuar con su camino. Cruzó el lago y los espíritus la invitaron a nadar. Incluso la sacudieron cuando rechazó la oferta, pero se mantuvo segura y finalmente logró cruzar el lago hasta llegar a donde la oclumante ya la esperaba. La miró con seriedad pero en el fondo se encontraba satisfecha por el maravilloso trabajo que había logrado. Estaba lista para lo que pudiera encontrar detrás de la otra puerta así que la recibió – bienvenida, sabía que lo lograrías – se dio la vuelta y comenzó a caminar sabiendo que la chica la seguiría – pero lo que viviste no es ni la mínima parte de lo que te espera detrás de la puerta así que espero te sientas segura de cruzar, ya que una vez que cruces no habrá manera de que yo te pueda ayudar – habían llegado finalmente a la puerta, era momento de despedirse así que volvió a preguntar - ¿estas lista? – abrió aquel portal el cual emitía una luz purpura, de ella dependía cruzar o quedarse. @ Mica Gryffindor

Sauda únicamente se limitó a levantar la ceja mientras escuchaba lo que su alumno volvía a decir, hizo una sonrisa falsa sin enseñar los dientes, después de todo Thoth si era diferente a todos los demás alumnos que había tenido en el pasado, no porque el sujeto quisiera hacerse el interesante al no querer compartir recuerdos, si no por el hecho que al no seguir las indicaciones de la arcana, le hacía el trabajo más difícil a ella y por consiguiente tardarían mucho más tiempo en vincularse a la habilidad que en una persona normal. Pese a todo la mujer lo vio con severidad y por primera vez usó un tono más hostil y autoritario. -Verás, por muy diferente que seas, si no sigues las instrucciones que te voy dando, no podré hacer nada por ti, solo usa tu sentido común y acata las indicaciones o tendré que pedirte que te marches – la mujer seguía en su lugar, hincada en el suelo y ofreciendo el té que le permitiría concentrarse, si no lo tomaba era cosa de el – ya puedes unirte a la meditación - y observó como cerraba los ojos y comenzaba a repasar en su pasado para compartir un recuerdo de su vida. Entonces mientras eso ocurría, la bruja tocó la frente de Thoth y logró transportar a ambos dentro de su cabeza para observar el recuerdo que tanto trabajo le había costado compartir. Ahora todo lo verían en tercera persona. Claro, eran las instalaciones de Uagadou, Sauda pese que era una arcana, sabía de los uzzas y aunque no compartía sus rudimentarias técnicas, los respetaba. Frente a ella se encontraba una versión más joven de aquel estudiante quien estaba en una especie de ceremonia de selección en una de las casas de dicho colegio “Akili”. A la arcana le interesaba saber lo que había sentido su alumno al estar llegar ahí y al ser seleccionado por lo que no se detuvo y le preguntó a la versión adulta que estaba justo a su lado. -Dime, Thoth – finalmente había escuchado su nombre gracias al recuerdo - ¿Qué sentiste al ser seleccionado en la casa de la mente? ¿Por qué crees que fuiste asignado ahí a diferencia de tus padres? – la mujer esperó la respuesta mientras observaba con detalle todo lo que había en aquel recuerdo, después de todo las cosas que resaltaban más eran sin duda a las que el joven de alguna manera le habían causado mayor impacto durante el recuerdo. Acto seguido elevó su mano en el aire y en ella se materializó una pequeña caja del tamaño de la palma de su mano, tan pequeña que únicamente cabía dentro de ella una pequeña joya. Le entregó la caja a Thoth y le explicó el motivo de esta. - Existen dos formas de cerrar nuestra mente, la primera y más difícil es la de poner nuestra mente en blanco, más adelante haremos ese ejercicio, y la segunda es la de proteger nuestros recuerdos en cajas como la que te acabo de dar – carraspeó mientras materializaba cientos de cajas más que se apilaban justo frente a ella – por cada recuerdo o pensamiento que desees proteger, deberás crear tu propia caja, tu siguiente tarea es que diseñes la forma y tamaño de tu caja, como verás las mías son un poco minimalistas, algunas personas hacen cofres y otros hasta ataúdes, ¿Cuál será tu caja? Una vez que lo tengas, deberás meter este recuerdo dentro de tu caja así que adelante - era consiente de que la tarea de meter recuerdos en contenedores no era fácil, sin embargo no era imposible, todo dependía del detalle y esfuerzo que el alumno le pusiera para proteger sus más preciados recuerdos y la arcana estaría ahí en todo momento para ayudarle en caso de que se perdiera dentro de su propio pasado. @ Thoth

El pleonasmo que escuchó la arcana proveniente de su alumno fue tan irónico que por primera vez en mucho tiempo esbozó una sonrisa – me dices que el principio de la oclumancia es el opuesto al de la legeremancia, pero sigues sin decirme nada de la oclumancia – sin embargo acto seguido el egipcio completó su frase dando un concepto un poco acercado a lo que la oclumancia se refería, al menos no estaba tan perdido como lo aparentaba, pero claramente las otras preguntas que había hecho simplemente habían sido ignoradas por el aprendiz. Acto seguido la arcana pudo identificar con claridad que la explicación que le había dado había sido ignorada por completo, como si lo estuviera aburriendo. La arcana cruzó los brazos, era muy difícil que ella pudiera expresar incomodidad o enojo, las cosas cotidianas o comportamientos inmaduros ya no le afectaban así que simplemente dejó pasar su actitud y decidió, si el “regente” no le daba un recuerdo para poder comenzar, pasarían horas enteras. -Bueno que deprimente debe ser que no puedas tener un recuerdo feliz o triste, no todos tienen la suerte de poder desarrollar una personalidad – carraspeó – en ese caso necesito que me des un recuerdo de tu infancia, el que sea, no importa si es algo cotidiano, no necesito que sea feliz o triste, solo algo que recuerdes de tu pasado, quiero que me hables de tu infancia, de como era tu vida, de la manera que te educaron – lo miró con severidad – quiero que describas todo con lujo de detalle, y si no recuerdas algo de tu infancia, pues cuéntame de tu adolescencia, a menos de que tengas Alzheimer estoy segura de que algo recordarás. Le extendió un vaso con un líquido caliente y espeso – ten, bébelo todo, te ayudará a evocar tus recuerdos de mejor manera y a que podamos realmente comenzar – la arcana continuó sentada esperando a que el estudiante se le uniera, una vez que le diera el recuerdo, entonces podrían comenzar a cerrar la mente. @ Thoth

La arcana escuchó las respuestas de su pupilo las cuales únicamente se basaban en la redundancia y en la falta de coherencia. ¿Acaso el chico no tendría la educación de presentarse? ¿Qué más daba si la arcana sabía o no su nombre? El chico en ningún momento había tenido la educación de presentarse como era debido, únicamente le daba vueltas al asunto. Sin embargo Sauda era una mujer reservada y tampoco tenía muchas intenciones en discutir por aquellas cuestiones. Si el joven era reservado, ella no objetaría. -Ésta plática solo era eso, una plática – comentó al tiempo que terminaba su té - de acuerdo, me gustaría que me contestaras lo siguiente, si no sabes algo no te preocupes – comenzó - ¿sabes cual es el principio de la oclumancia? ¿Qué se creó primero, la legeremancia o la habilidad que estas cursando conmigo? ¿Es posible ser un legeremante y un oclumante al mismo tiempo? – carraspeó – piensa tus respuestas y mientras lo haces te explicaré lo que deberás hacer. Se levantó de su asiento y abrió una pequeña cortina que los dirigía a una sala de estar, no había sillones así que invitó al pequeño a sentarse en el suelo mientras encendía unos inciensos mágicos los cuales ayudarían a realizar un ejercicio más a detalle - si bien ambas disciplinas (la oclumancia y la legeremancia) son opuestas una de la otra, están unidas por lazo muy estrecho el cual es el pensamiento, una pretende ocultarlos mientras que la otra descubrirlos, así que la mejor manera de evitar que nuestros pensamientos sean leídos es tener la mente en blanco, no pensar en nada – estaban a punto de empezar el ejercicio y necesitaba que Thoth siguiera los pasos de la mejor manera o de lo contrario se perdería para siempre en su propia mente – primero quiero que pienses y me digas un momento en tu vida que haya sido doloroso, no importa si es reciente o pasó hace muchos años, algo que recuerdes que te haya lastimado ya sea tus sentimientos o tus emociones, todos los humanos tenemos un recuerdo, no por pertenecer a una familia de regentes quedas a salvo de tener amor u odio así que deberás pensar en ese recuerdo, aferrarte a el y detallarlo con lujo de detalle, si por alguna razón no consigues concentrarte y recordar algo triste, busca algo feliz, pero necesito ese recuerdo para que podamos comenzar. La arcana esperó paciente, la mayoría de sus alumnos lograban recordar rompimientos amorosos o abandonos por parte de sus padres, la vida era un mar de emociones, seguramente éste chico lograría recordar algo a lo cual pudiera aferrarse. @ Thoth

@ Thoth Sauda miró a su nuevo aprendiz, era bastante peculiar encontrar a alguien como ella, callada y reservada. Tanto que incluso pensó que se estaba viendo en un espejo. La mayoría de sus anteriores aprendices también eran callados pero siempre al entrar en confianza terminaban hablando de más. ¿Qué clase de estudiante sería éste nuevo chico?, lo descubriría con el paso del tiempo. Pese a que el joven había dejado muy en claro que no tenia ninguna clase de deseos, había algo extraño en su mirar, sin embargo a la arcana de oclumancia nunca le había interesado hurgar en mentes ajenas por lo que lo demás pasó sin importancia. -Supongo que tienes nombre – dijo después de dar un sorbo a su taza de té - ¿Cuál es? – luego carraspeó y comentó – la mayoría de las personas que vienen aquí tienen el mismo objetivo, aprender la oclumancia pero, déjame reformular mi pregunta ¿Para que quieres aprender ésta habilidad? – La arcana se levantó de su asiento para observar las aves que volaban fuera de su casa, en ningún momento había visto directamente a los ojos a su estudiante, esperó la respuesta y continuó. -Verás, se podría decir que los oclumantes somos los magos más egoístas que puede haber, no es que no nos interesen los pensamientos o sentimientos de las demás personas, es que nos encargamos de proteger los nuestros con barreras casi impenetrables para que no sepan lo pensamos o sentimos – volvió a tomar asiento – sin embargo la clase de magia requerida es muy diferente, se necesita un entrenamiento mental muy estricto y aprender también de un buen lenguaje corporal, muchas personas se dedican a proteger su mente de barreras sin darse cuenta que el cuerpo también habla sin necesidad de lenguaje – fue entonces que volteó a ver a su alumno – así que te pregunto ¿estás listo para tu entrenamiento?

@ Thoth @ Tazz Sauda esperaba con calma la respuesta de su aprendiz, mientras bebía la infusión que le había preparado la mujer se levantó de su lugar y comenzó a ver con detalle las características de su vivienda. Nunca le habían interesado los lujos o mayores posesiones, por el contrario, era una persona simple y bastante hecha a la antigua. Le costaba mucho trabajo tener una conversación fluida con las personas por lo que siempre prefería evitarlas, era el mismo caso con sus alumnos quienes en muchas ocasiones le hacían preguntas que incomodaban a la mujer de tez morena. Se consideraba una mujer reservada, no como Rosália Pereira, ella era todo lo contrario a la arcana, bastante chismosa, sin embargo ambas compartían un vínculo prácticamente irrompible, eran como dos personas tan diferentes y a la vez tan complementarias. A Aailyah siempre le había gustado la paz y tranquilidad y por eso vivía donde vivía y se comportaba de la manera que se comportaba. Mientras Tazz terminaba de beber, la arcana se había dedicado a barrer su pequeña choza, le gustaba también la limpieza y el orden. Fue así que al abrir su puerta se percató que había alguien justo afuera de su casa. La sorpresa no se dejó esperar, no sabía que alguien más llegaría sin embargo supuso que sería un nuevo aprendiz por lo que se quitó de la puerta y le permitió entrar brindándole otro asiento y una taza más de té. -Bienvenido, yo soy Aailyah Sauda, la arcana de oclumancia, pero eso seguramente ya lo debes de saber – dio un sorbo a su té mientras tomaba asiento – llegas justo a tiempo pues tu compañero acaba de llegar también así que me gustaría que te presentes, me cuentes algo importante de ti, tus mayores deseos y el interés que te trae a mi puerta el día de hoy – terminó su taza y esperó la respuesta del recién llegado.

Finalmente Mica y Cillian habían aceptado estar listos para la prueba, la arcana estaba más que satisfecha con su trabajo y era momento de dejarlos ir. Les ordenó que se retiraran para que se preparan pues al día siguiente se encargarían de enfrentar a sus mayores temores en una niebla que podría ser mortal incluso para los magos mas experimentados. Abrió la puerta y colocó un poco de té mientras se sentaba a meditar, pronto llegaría alguien más y estaba lista para recibirlo. Minutos después aquella tetera que se encontraba bajo el fuego lento en la casa de Sauda hizo un sonido estruendoso el cual sacó a la arcana de su meditación justo a tiempo para recibir a un nuevo alumno que llegaba a su recinto quien llegaba para vincularse con la habilidad que durante tantos años había dominado. Sonrió y al abrir la puerta se percató que se trataba de un chico bastante apuesto, en su piel no había ni una sola arruga y en sus ojos incluso observaba un poco de inocencia pero a la vez un deseo importante de superación. Pese a todo, se veía algo nervioso. -Adelante – dijo para posteriormente darle la espalda y comenzar a servir el té de hiervas – así que serás mi nuevo aprendiz, toma asiento y bebe conmigo entonces mientras me cuentas algo de ti, quiero saber tu nombre, tus aspiraciones, tus mayores deseos y lo más importante ¿Por qué quieres ser un oclumante? – los ojos negros de la mujer estaban puestos en su cara, sabía identificar las mentiras incluso desde antes de que salieran de la boca de las personas, era una experta ocultando sus sentimientos y emociones y estaba lista para transmitir dichos conocimientos a las nuevas generaciones. @ Tazz @ Mica Gryffindor @ Cillian Haughton

Era el momento, sus dos aprendices finalmente habían demostrado de lo que eran capaces y la Arcana no tenía más remedio más que dejarlos ir. Durante el poco tiempo que los tuvo bajo sus tutela les había tomado una especie de cariño el cual claramente había sido ocultado para que ellos ni siquiera se percataran de el. Ahora era momento de ofrecerles la prueba y ambos habían aceptado por lo que los citó a la madrugada siguiente a la entrada del ya famoso laberinto. Era muy temprano, en el cielo oscuro se veían las estrellas, un día anterior había llovido y el calor del verano habían provocado que se levantara una espesa niebla por la que apenas se podía ver. La arcana meditaba tranquilamente hasta que sintió la presencia de Cillian y Mica quienes llegaban para enfrentarse al último desafío. Abrió sus ojos negros y sin inmutarse siquiera les ofreció el anillo de oclumancia prácticamente idéntico al que ella poseía. Se levantó con dificultad del suelo y señaló la entrada al laberinto el cual había sido llenado con aquella neblina. -Aquí comienza la prueba para que se vinculen finalmente con la habilidad de oclumancia – dijo con tranquilidad – deberán cruzar el laberinto, sin embargo su niebla tiene una sustancia neurotóxica la cual afectará terriblemente sus emociones, pensamientos y sentidos deberán ser capaces de bloquear sus efectos y cruzar satisfactoriamente. En aquella niebla no solo estaba aquella sustancia extraña, había alumnos que habían sucumbido a la locura y ahora se encontraban perdidos, desesperados e incluso violentos. Era una advertencia de que debían realizar el ejercicio adecuadamente o terminarían igual. No solo tenían que sobrevivir a los ataques mentales si no a distinguir entre la realidad y las alucinaciones. -Si logran salir cuerdos del laberinto, podrán tomar un bote que los llevará hasta el ateneo donde yo los esperaré, deberán cuidarse de los espíritus que están en el lago pues ellos intentarán poseerlos y manipularlos – en algunos casos los estudiantes se habían matado unos a los otros y terminado en el fondo del lago – en medida de lo posible intenten no usar otra clase de magia más que la habilidad que están por dominar, los espero a ambos en la pirámide que se encuentra al final del lago, mucha suerte y no lo arruinen – acto seguido la mujer dio la vuelta e ingresó también al laberinto perdiéndose en la niebla. @ Mica Gryffindor @ Cillian Haughton

Sauda estaba teniendo una charla de lo más amena con sus estudiantes, pocas veces se les veía tan animados con la idea de enfrentarse a la pirámide. Esa edificación que les ponía a prueba de una forma bastante cruenta y desafiante, aunque no existía otro método más eficaz que ese para comprobar que era merecedores de la habilidad que deseaban adquirir y controlar con inteligencia una vez que sobrepasaran con éxito cada uno de los desafíos impuestos. — Interesante el tema de sus fobias, ¿Cuáles de ellas son capaces de erizarle la piel con solo mencionarlas?—preguntaba fijando su vista en Cillian. Le había dado una contestación afirmativa con respecto a la prueba. Al parecer estaba lista para plantarle cara a la pirámide y hacerse con la habilidad de Oclumancia, observó el cansancio en las facciones del hombre— Le aconsejo que tome una ducha, beba el contenido de ese frasquito y descanse lo necesario—señalo el que tenía una coloración ambarina y estaba sobre una repisa— Sentirá como su mente vuelve a fortalecerse y estará lista para lo que venga dentro de unas horas—le despedía con un movimiento ligero de la mano. — Señorita Gryffindor, no existen limitaciones para la mente. Salvo las que desee poner al crear las barreras mentales, piénselo de este modo. La mente es como el universo donde habita nuestro sistema solar, no se puede dar por sentado que nosotros seamos la única forma de vida dentro de este y lo mismo sucede con los pensamientos, memorias y recuerdos—comentaba al sentir la presencia de otra joven en su hogar— Tema a lo que pueda ver a lo que no, le aconsejo que le guarde respeto. Espere a enfrentarlo y decida, si es una fobia como tal o una fortaleza. Lo que me lleva hacerle la siguiente pregunta, ¿Está lista para enfrentarse a todos esos temores y afrontar la prueba dentro de la pirámide?—encaminándose a la puerta le daba la bienvenida a Noe, esperando la respuesta de Mica. — La mente es una buena amiga, si se sabe como tratar con ella—murmuró la Arcana, dejandole la vía libre para que se acomodará en una silla— Tome una taza de té, no es nada nocivo para su organismo. Sino todo lo contrario, le ayudará a no pensar demasiado en que debe esconder en todo momento sus pensamientos—avanzando hacia donde estaban las dos jovenes. Les había dejando con algo que meditar a ambas, aguardaría por Cillian para dar comienzo a su prueba final.

Sauda negó. Esperaba que su aprendiz le diera una respuesta mucho más elaborada, pero entendía que fuera difícil. Nadie sabía realmente lo que lo esperaba detrás de aquellas puertas así que no lo presionaría más sobre el tema. Cillian conocería su prueba una vez que lograra llegar a la pirámide y cruzar la puerta relacionada a la Oclumancia. - Entiendo -respondió ante su aprendiz-. Lo que les esperaba detrás alguna de las siete puertas es siempre un reto único y personal en el cual no puedo acompañarlos directamente pero aún así estaré siempre al pendiente de cada uno de sus pasos. Con aquello Sauda se refería al poder que le confería el anillo que les entregaría a sus aprendices justo antes de cruzar la puerta de poder observar las vivencias de estos durante su prueba. Se acercó un poco hasta llegar justo frente a Cillian, ambos habían llegado juntos hasta su hogar, pero el mago había procesado toda aquella primera parte de su aprendizaje un poco más rápido que su compañera así que no restaba más que realizar aquella pregunta. - ¿Estás listo para avanzar hacia la prueba final? -Inquirió con una sonrisa en el rostro.

- Interesante. Sauda había vuelto a adentrarse en los pensamientos de Mica Burke quien parecía estarse esforzando en ocultar todo aquello que pudiera serle de utilidad a quien quisiera dañarle o tuviera cualquier otro tipo de interés ante todo aquello que se encontraba en la mente de la bruja. Pero ¿su aprendiz estaba realizando todo aquello de forma correcta? Comenzó a rebuscar entre los pensamientos de Mica sin lograr encontrar nada más que lo que ella quería mostrar. - Bien hecho, Burke. Lo has hecho bastante bien. Sauda salió de la mente de Mica justo al mismo tiempo que Cillian comenzaba ha hablar. El mago parecía estar bastante seguro de que podría controlar la habilidad y Sauda no tenía ninguna duda de que seguramente así sería. Se acercó hasta la mesa y tomó su taza de té para dar un pequeño sorbo, los pensamientos de Mica la habían dejado con un poco de antojo. - ¿Qué es lo siguiente? -Murmuró-. Creo que la importancia de la Oclumancia las ha quedado bastante en claro. Sauda les había pedido a ambos que le hablaran sobre sus pensamientos más importantes, los cuales resultaron ser bastante personales en ambos casos. Así que lo siguiente tenía que ver con el siguiente paso de su aprendizaje. - Han logrado bloquearme el acceso a sus pensamientos y continuaremos con eso, pero de momento me gustaría que me contaran un poco sobre lo que creen que los espera detrás de la puerta en la pirámide. Esperaba que aquella no fuera la primera habilidad que sus aprendices estaban cursando ya que de ser así seguramente no entenderían lo que les estaba pidiendo. @ Mica Burke @ Cillian Haughton

Buenos días, tengo el agrado de anunciar que Hessenordwood Crouch y Matthew Black Triviani se han vinculado con éxito a la habilidad. Saludos.

- Lo han conseguido -comentó la Arcana con una sonrisa. Si bien Sauda no había podido acompañarlos durante sus pruebas, si había seguido sus pasos a través del anillo que les había proporcionado segundos antes de que la prueba comenzara. Observó a sus aprendices durante un par de segundos, parecían bastante satisfechos con lo que habían logrado. - Han conseguido vincularse con la habilidad así que desde este momento ese anillo que portan les pertenece y será el mismo el que los mantenga vinculados con la Oclumancia así que deben cuidarlo bien. Se alejó un par de pasos y les señaló la salida de la pirámide. No tenían nada más que hacer ahí así que podían retirarse y ella también. Deseaba tomarse un par de días de descanso, pero sabía que no sería posible ya que le habían informado que nuevos aprendices llegarían pronto hasta su hogar. - No olviden que lo que hay dentro de sus mentes es el bien más preciado que tienen así que deben protegerlo. Comenzó a caminar hacia la salida de la pirámide, una vez fuera de la misma chasqueó los dedos y desapareció de la isla, apareciendo un par de segundos después en la habitación principal de su hogar.

- Frente a frente… Muy bien. Sauda no había logrado entrar a la mente del Haughton y aunque lo hubiese hecho se hubiera encontrado simplemente con un lugar en blanco ya que en esta ocasión su aprendiz había actuado con firmeza y seguridad. Cillian había vaciado su mente y a la vez había bloqueado cualquier acceso a ella. - Lo has hecho bien, Haughton. Has logrado comprender el funcionamiento de la Oclumancia -comentó mientras se acercaba a la mesilla y tomaba su taza de té-. Has logrado bloquearme el acceso a tu mente. ¿Y ahora qué? A Sauda no le quedaba mucho más que enseñarle a su aprendiz, este estaba casi por llegar al final de su aprendizaje. Ahora dependía de él el seguir avanzando, ¿lograría hacerlo? Estaba segura de que así sería. - Entonces, Haughton. ¿Crees tener lo necesario para replicar lo que acabas de realizar en cualquier tipo de situación? Sabes que el peligro siempre está al acecho y no siempre será tan sencillo.

Sauda esperaba justo a un lado de la entrada de la pirámide, esperaba que sus aprendices tardaran un poco menos en llegar hasta ahí, pero al parecer les había costado un poco el trabajar de forma conjunta aún así cuando aparecieron frente a ella los recibió con una ligera sonrisa y les señaló el camino hacia la entrada. El último paso para vincularse a la Oclumancia estaba frente a ellos y tenía la confianza de que lograrían hacerlo de forma correcta. La anciana tomó la delantera y se dirigió justo hacia el centro de la pirámide donde se encontraban las Siete Puertas, se posiciono justo a lado de la puerta que llevaría a sus aprendices a su última prueba y estando ahí fijó su mirada en ellos. ¿Realmente estarían listos para dar ese último paso? Una vez que cruzaran esa puerta ella no podría ayudarlos más, estarían completamente por su cuenta. - Sé que el camino hasta aquí no sido sencillo y que han logrado superar todas las pruebas para llegar hasta este momento, pero aun así es mi deber preguntarles… ¿Están listos para seguir con su prueba? Aquella sería la última oportunidad que tendrían de dar media vuelta e intentar vincularse con la habilidad después cuando se sintieran realmente listos. Una vez que obtuvo la confirmación de ambos aprendices realizó la entrega de los anillos que una vez superada la prueba serían el símbolo de que habían logrado vincularse con la habilidad, pero que de momento servirían para que Sauda lograra estar conectado con su aprendiz aún cuando no pudiera ayudarlo. - Una vez que crucen esta puerta estarán por su cuenta, chicos. No sé que les espera, solo sé que cada uno tendrá una prueba en particular y la misma esta relacionada con su historia personal. @ Matthew Black Triviani @ Hessenordwood Crouch

Si bien el trayecto de Cillian en su vinculación con la Oclumancia apenas comenzaba, podía entreverse que intentaba dar lo mejor de sí. La Arcana continuaba dentro de los pensamientos de su aprendiz, en un principio podía observar por completo todo lo que había dentro del mismo pero poco a poco pudo notar como aquel espacio se iba poniendo en blanco. — Comienzas a entender, Haughton… —chasqueó sus dedos, era su forma de avisar que reforzaría su poder para detener el avance de su aprendiz—. Es interesante ver cómo es que intentas vaciar tu mente, ocultar todos tus pensamientos pero debes recordar que allá afuera hay siempre algún mago más listo y más rápido que uno mismo y es por esa razón que nunca debes dudar. El intento de Cillian por bloquear sus pensamientos había sido impreciso y lento, por lo cual Sauda había tenido el tiempo para detenerlo y continuar teniendo acceso a los pensamientos de su aprendiz. Una vez que todos los pensamientos del mismo se vieron de nuevo restaurados, negó… Cillian debía esforzarse más o su vinculación con la Oclumancia no sería efectiva. — Debes actuar de forma más rápida y segura, Haughton —suspiró—. Si realmente quieres vincularte con la Oclumancia deberás esforzarte más. Impide que tenga acceso a tu mente, Haughton, sácame de tus pensamientos —ordenó. Sauda dejó a un lado a Cillian para concentrarse de nuevo en Mica, el camino que aquella bruja estaba siguiendo era bastante diferente al que el mago había elegido, pero no se podía decir que no existía ningún tipo de similitud ya que ambos estaban mezclando sus sentimientos con aquel aprendizaje. - Es hora de seguir avanzando… -murmuró la Arcana una vez más dentro de la mente de Mica. Podía darse cuenta de que su aprendiz estaba avanzando, estaba cambiando-. Es hora de que vacíes por completo tu mente, hora de que impidas que algún extraño puedo entrar sin ningún tipo de dificultad a tu mente. La Arcana se quedó un par de minutos prestando total atención a la bruja, quería saber que tan grande era su poder y si esta lograba sacarla sin más de su mente. Al fin y al cabo ella estaba en aquel lugar para obtener el poder de la Oclumancia y no para que alguien estuviera ahí hurgando entre sus más íntimos recuerdos.

Sauda bebía con parsimonia su té mientras escuchaba a @ Mica Burke que al fin se había sentido preparada para enfrentarse a su recuerdo. La arcana asentía en silencio y cerró los ojos visualizándose junto al mar, observando a la joven bruja y notando como sentía el agua en sus pulmones y de pronto levantó su mano. Todo en la mente se detuvo y fue en cámara lenta hacia atrás, el mago al que ella había visto estaba ahora frente a la otra mujer pero ambos congelados en un gesto que no llegaba jamás a concretarse. Dentro de la mente la voz de la arcana sonó suave y delicada. —Pon tu mente ahora en blanco, imagina que ya no estás en lo de Elodia, imagina que estás en medio de una pradera en la que solo están tú, Lucas y Mónica, ve borrando lentamente cada detalle exterior —Sauda hizo un movimiento con la mano, como ejemplo y el cielo sobre ellas desapareció —imagina un día lluvioso —los dedos de la mano se movieron como si tocara un piano imaginario en el aire y comenzó a llover con suavidad, mojándoles —ahora, imagina que Lucas le dice adiós y que ha decidido seguir contigo y qué corre tras de ti y qué te diría para seguir juntos —se detuvo, giró sus ojos hacia Mica y extendió un pañuelo —somos lo que construímos, somos lo que guardamos, somos lo que sanamos y reconstruímos —y esperó pacientemente que la bruja hiciera lo que le indicaba. Sauda, convertida en la mente de @ Cillian Haughton ahora en una adolescente con un largo vestido de color naranja y un turbante naranja y verde río. —No, lo importante es aprender a que nadie domine tus recuerdos, ni que éstos te dominen a ti —tomó del brazo al joven mago y comenzó a caminar por lo que ahora era un campo verde donde en la lejanía los árboles aparecían y desaparecían como si fuera una película —una vez estuve en la mente de un mago, tuvimos un duelo formidable, no fue como con mi mentora, pero él tuvo la astucia de bombardear mi mente con miles de recuerdos algunos banales, otros trascendentes, pero tan grande fue ese flujo de memorias que terminaron por perderme y expulsarme de su mente —Sauda sonrió y se puso frente a Cillian —muéstrame que eres capaz de echarme de tu mente o de no dejarme ver nada de lo que realmente hay en ella o ver todo hasta el punto de que en verdad no pueda ver nada.