Jump to content

Fydha Guilty

Magos
  • Mensajes

    96
  • Ingresó

  • Última visita

Todo lo publicado por Fydha Guilty

  1. Al escuchar a Lillian me apené por haberle preguntado si tenía algún hermano, no debí haber preguntado eso ya que la hice recordar un pasado bastante oscuro, pero por otro lado me alegraba que confiara lo suficiente en mí como para decirme todo aquello, sin duda su vida parecía estar llena de aventuras y misterios lo que provocó que en mi mente surgiera la idea de que si hiciera un libro sobre su vida seguramente ganaría mucho dinero, y yo por supuesto sería la primera en leerlo. Me quedé un momento sin saber muy bien que decir hasta que noto que sus ojos se humedecía y luchaba por no llorar, sin duda parecía que quería mucho a su hermana y casi me arriesgaría a decir que es una de las personas que más quiere, por lo que me siento bastante familiarizada con ella ya que, a pesar de todo lo que hace mi hermana, para mí es todo lo que tengo. Ojalá hubiera podido conocerla. - Lo siento -fue lo único que se me ocurría decir. En estas situaciones siempre me quedaba sin saber que decir pero tomé con firmeza la mano que Lilian tenía sobre la mía para que notara que le daba mi apoyo al igual que ella me lo daba a mí. @Lillian Potter Evans
  2. Escuché el sonido de las puertas y entonces apareció aquel hombre de raza odiosa. Un trueno justo resplandeció delante de mí y mis pupilas por un momento se volvieron azules destacando con mi oscura silueta, el ambiente por un momento se volvió muy tenso en esa franja de segundo. Cuando aquel destello tras mía se extinguió mis ojos volvieron a ser grises como la gente acostumbraba a ver. - Muchas gracias. -le hago una leve reberencia como saludo y agradecimiento por dejarme entrar a su morada y doy pasos hacia delante. Junto con mi presencia, el viento helado entró en aquel lugar de piedra dispersándose por todo el espacio como si un ejército de espíritus que venía a invadir el lugar se tratase. Me bajé la capucha de mi capa mostrando mis cabellos negros con mechas plateadas, sin duda el lugar parecía bastante a mi gusto, solo le faltaban unas cortinas negras y algunos detalles góticos y sería perfecta. Era sin duda todo lo contrario a mi primera casa pero era la típica mansión que los libros siempre describían. - Lamento si interrumpo algo -pronuncio al notar una presencia más en aquel lugar, aunque no alcanzaba a ver de quien se trataba podía sentir su alma. -Al menos no parece otro vampiro, era lo que faltaba- Me giro para verle ahora a él de frente procurando ignorar los comentarios de mi hermana que solo podía escucharlos yo en mi mente, pero tampoco podía hacer como si ella no existiera ya que aquello siempre la ofendía, por eso era un tema muy delicado pero que ya hacía tiempo tenía controlado. -Agradezco su hospitalidad. @Hades Ragnarok
  3. Aquella noche las nubes grises cubrían por completo el firmamento impidiendo que se pudiera ver la presencia de los astros que nos vigilan constantemente con sus ojos parpadeantes. Había escuchado que hoy habría luna llena pero para mi desgracia el destino decidió que yo y otros fuéramos privados de ver a esa diosa de plata. Ya me acostumbré, sin embargo, al gris de este lugar y a las nubes que parecen abitar siempre el pueblo y que muy pocas veces se van de viaje dejándonos el mundo que está sobre nuestras cabezas libre. Con cada paso que daba por aquel suelo de piedra delataba mi presencia por culpa de los tacones que calzaban mis pies. Era lo único que se escuchaba en la oscuridad eterna de aquel lugar. Ese día había cogido todas mis cosas y las había metido en mi golso, para mi fortuna tenía pocas pertenencias heredadas por lo que el equipaje era ligero, no estoy segura de poder describir lo que sentía en aquel momento pero la idea de irme a vivir a la casa de un vampiro me daba escalofríos y provocaba que un sudor frío bajara por mi nuca. Llego entonces frente a aquella mansión, que era aun mejor y más tenebrosa de lo que me había imaginado. En aquellos momentos lo que más me cubría del frío viento era una capa negra y gris por dentro que ocultaba mis ropajes. Fue justo ahora, justo cuando llegué frente a aquella mansión, que se me cruzó por la mente la posibilidad de que fuera una trampa. Pero tampoco tenía yo mucho que perder ni el vampiro mucho que ganar con mi muerte, por lo que decidí hacer algo que me estuve prohibiendo durante muchos largos años: confiar. Me adelanto por aquel lugar mirando con dellate y detenimiento cada mínima cosa que me encontraba, no sé si de esta forma quería prolongar mi destino de llegar a la puerta principal o simplemente era mi manía de aprovechar el tiempo, pero no podía prolongar esto sine die y terminé llegando a aquella gran puerta, sin duda la mansión desde fuera parecía impresionante y no podía imaginar como debía de verse por dentro. En comparación con la pasita de campo donde siempre estuve viviendo, donde a penas la biblioteca era un pequeño cuarto lleno de libros que no se podía poner ya en ningún lado, era un castillo, y en efecto no estaba muy lejos de serlo. Golpeo la puerta con los nudillos dos veces, haciendo sonar la madera llamando la atención de alguno de aquellos elfos que normalmente tenía la gente en aquel lugar para que me atendiera. Al principio se tardó en escuchar respuesta alguna así que volví a llamar, esta vez golpeando la puerta tres veces y con más firmeza. Prefería que quien me recibiera fuera una persona pero si está ocupada o simplemente no está tendré que lidiar con ello. El viento helado soplaba a mi lado sintiéndome uno con él, el lazo era tan fuerte que no quería que me quitaran aquel frío ni entrar en calor, si no fuera por mi condición de demonio lo más seguro es que me hubiera enfermado de gravedad varias veces por esa manía mía. @Hades Ragnarok
  4. Tres criaturas en el sótano y cada una tiene una maldición imperdonable, sin duda en aquel momento me sentí la más lista de... aquel sótano, o al menos eso esperaba pues alguien inteligente no se pasaría a vivir a aquel sótano. Me levanté sin poder ver nada todabía, temía volverme ciega por el resto de mi vida pero era mejor pensar en eso después. Concentrándome muevo el aire a mi alrededor para sentir los objetos que se encontraban en aquel lugar como hacen los murciélagos, siento aquel mueble de antes y lo palpo sintiendo como las cadenas ahora si se soltaban con el más ligero toque. Con algo de intriga e intentando ocultar el temor que el lugar me hacía sentir. Abro aquel baúl y el olor que desprende es espantoso, me hecho hacia atrás y agradezco de no poder ver lo que se encontrara en su interior pues sin duda debía de ser una de las criaturas que recibió la maldición de la muerte, el avada kedavra. Al menos una ya estaba encontrada. Cierro el baúl rápidamente antes de que aquel apestoso olor hiciera que perdiera el conocimiento, no quería entrar a detalles. Entonces escucho un ruido en el fondo, sabiendo que no debería ir a ver me adentro para saber de que se trataba. Cada vez qwue me aproximaba podía distinguirlo mejor, parecía un grito muy agudo. Entonces algo salió volando directamente contra mi cabeza. Intento recuperarme e intento identificar de que se trata pero aquello volaba sin ningún control chocándose contra las paredes y luego contra el suelo, era un duendecillo de cornualles, una criatura muy traviesa tenía entendido pero pensaba que solían ir en grupo. Hago mover el viento de nuevo para detectar si había algo más y así era... más adelante sentía que más de esas criaturas pequeñas se encontraban en el suelo retorciéndose de dolor. Me daban tanta pena que quería sacrificarlas para que dejaran de sufrir al igual que se hace con un caballo cuando se le rompe una pata. Aquella era una segunda maldición, la cual provoca que sientas en tu cuerpo clavarse mil cuchillas. Nunca experimenté aquello y no creo que sea algo que quisiera experimentar. Me alejo de aquel lugar pero sin salir del sótano, solo no soportaba escuchar chillar a aquellas criaturas. Pero mientras pienso... ¿Quién fué la que les hechizó de aquella manera? ¿Por qué? Y lo más importante... si hay otra criatura con una de las maldiciones imperdonables, solo quedaba una, y era la del control mental, ¿eso significaba que el causante de todas esas maldiciones se encontraba en aquel lugar...? Tenía que estar alerta, pues había posibilidades de que no solo tuviera que enfrentarme a aquella criatura.
  5. Aquel sótano estaba bastante tenebroso, se notaba que lo habían abandonado por mucho tiempo ¿qué case de maldición podría tener? Sabía que podría encontrarla pero cuando lo hiciera tendría que ir de vuelta hacia la profesora para que me explicara ya que no sabía ningún hechizo que pudiera desacerla y menos si tuviera alguna especie de defensa o si me afectaría de alguna forma si intentara quitarla. A pesar de mi condición de demonio podía sentir el frío helado que me recorría hasta lo huesos. Pero con cada paso que daba me acercaba más al punto de donde surgía aquella aura que sentía. Entonces descubro un baúl empotrado junto a una pared. Se notaba que era viejo y la madera estaba mal cuidada pero lo que llamaba la atención era que varias cadenas le rodeaban. Allí dentro tenía que ocultarse el origen de la maldición, algún objeto o el baúl mismo. Apunto con mi varita aquellas cadenas, posiblemente no funcionara un hechizo tan simple pero si no lo intentaba no lo sabría, igual solo estaban puestas como un abiso. -alohomora -pronuncio y el rayo sale disparado hacia las cadenas, pero algo sucede, más allá de que no hace efecto, el rayo parece concentrarse en un punto cambiando de color y este se me es devuelto golpeándome entre los ojos. -¡Ah! -caí al suelo por el empujón, pero realmente no me dolía nada a excepción de que estaba un poco confundida. Pero cuando abro los ojos de nuevo no veo nada y recuerdo que la luz de la varita se debió apagar, por suerte esta no se había soltado de mi mano- Lumus -pronuncio, pero nada.- Que extraño... Lumus -pronuncio de nuevo pero sigo sin poder ver nada. -¿Qué...? -pregunto confundida a la nada algo nerviosa intentando mantener la calma. ¿Me había sellado la magia o... aquel rayo me había dejado ciega?
  6. Me levanté temprano sintiéndome llena de energías aquel día. Me sentía emocionada por el comiendo de la clase de Conocimiento dee Maldiciones, aunque por fuera no se notaba ya que seguía con mi expresividad de siempre. Aquel día me puse una de mis ropas góticas, una falda y una camisa de mangas largas. La clase no parecía que requiriera una ropa especial para escapar en caso de peligro, o al menos eso esperaba. Me encontraba ya esperando en aquel lugar luego de tocar el traslador que se me fue enviado, era de esperarse un lugar así, pero lo más inesperado irónicamente fue la llegada de la profesora y su forzoso aterrizaje que la tiró al suelo. No mostré ninguna expresión pensando que no quisiera que alguien, y menos sus alumnos, pero sí me sorprendí cuando me di cuenta de que se trataba de una de las profesoras que ya me había dado clases antes, al menos sabré con seguiridad que esta clase será intersante. No hacía falta presentaciones así que simplemente la seguí dentro de aquella casa la cual parecía increíble que no se viniera abajo. Podía sentir que al lugar le rodeaba un aura oscura, de hecho... no venía de un solo punto. Camino por aquel lugar y la madera cruje con cada paso que daba, los pocos muebles que había se encontraban deteriorados por el tiempo, sin duda no era un lugar muy agradable y menos para quien temiera a las arañas ya que el lugar estaba repleto, por suerte no era mi caso. Siguiendo un poco mi instinto llego ante una puerta donde noto que se concentra una gran cantidad de energía oscura, entonces cuando la abro descubro unas escaleras que conducían al sótano, aquello era perfecto para una película de terror. Cogo mi varita y pronuncio -Lumus- para que una luz aparezca en la punta iluminando el camino. Al bajar, me encuentro con una sala casi vacía, entonces escucho un ruido que provoca que me ponga alerta, si aquel lugar estaba maldito podia haber fantasmas o algo por el estilo...
  7. No me gustaban mucho las travesuras realmente, aunque prefería no hacer ningún comentario sobre ello. Tengo una mala impresión sobre ellas pues mi hermana tuvo en su tiempo aquella fase en la que no paraba de hacer trastadas. El problema era que aquello se le iba de las manos y acababa bastante mal la cosa... Imaginaba que de lo que hablaba Hades no sería de la misma magnitud pero de todas formas prefería la calma. Sinc eramente prefería tener la mansión para mí sola pero... me había prometido hablar con más personas para superarme a mí misma. - No creo que sea necesario-digo luego de que dijera lo del regalo de bienvenida- ya hizo mucho por mí -ya bastante hacía arriesgándose a qu yo estuviera cerca de él aunque el no sabía del peligro que aquello podía traer. Mi hermana seguía bastante desconfiada aunque parecía que se había quedado por el momento sin saber que decir. - Además, tampoco necesito nada -las únicas cosas materiales con que me gustaba ser controlaad era con libros, pero imaginaba que ya teniendo la biblioteca no necesitaría comprar más. Por otro lado, los animales eran algo que me gustaba, sobre todo tengo un gran amor por las aves. Estas representaban la libertad, el poder volar e ir por cualquier lugar del mundo siempre y cuando no se le encerraba en una jaula, claro. Pero con el grifo de la familia ya era más de lo que podría pedir. -Pero se lo agradezco mucho, de verdad. -digo sinceramente y mis labios se tuercen en una sonrisa.
  8. Me gustaría poder hacer más por ella, pero parecía que aquello de momento era lo único que podía. Me hacía sentir bien que por lo menos el consolarla le hacía bien pues todas las personas en algún momento necesitaban desahogarse, al menos en algo sentí así que pude ayudarla. Parecía que quería cambiar de tema, posiblemente para olvidar por un momento todo aquello que le ataba y le pesaba. Yo solía hacer lo mismo, centrarme en otra cosa para olvidar de aquello que me atormenta. Me gustaría ayudarla más y alibiar un poco esa carga. De momento solo podía aspirar a apoyarla y estar a su lado, espero que más adelante al menos pueda hacer algo más. La pregunta que hizo me pilló algo desprevenida, la verdad es que ahora mismo me costaba pensar en una vida sin mi hermana. Ella ahora mismo no querría volver a estar fuera, aunque aparenta ser la más vil realmente tiene mucho miedo a volver a salir herida. Pero si vuelvo la vista al pasado... - Alguna vez, hace tiempo, quería que se fuera. -recuerdo- Tuvimos una pelea mítica de hermanas y nos estuvimos odiando por un tiempo -bajé la mirada aparentando que estaba recordando pero realmente eso era lo último que quería pues aquella pelea había sido de las peores y todo por aquel chico... - Pero ahora mismo creo que si eso pasara me sentiría bastante vacía, como si algo faltara. -supongo que en el fondo sería como estar solo, y a nadie le gusta la soledad, por más que uno lo niegue esta siempre acaba afectando a las personas. - ¿Tú tienes hermanos? -pregunto luego de pensar en lo que dije pues "mítica pelea de hermanas" era algo ambiguo. Dicen que los hermanos siempre acaban peleándose por algo pero que como están unidos acaban haciendo las paces, pero no sé si el ser hijo único lo entiendes de distinta forma.
  9. Buenos días ^-^ Ya que parece que no puedo cursar ahora mismo lo que quería, quisiera cambiar el conocimiento a: Conocimiento de maldiciones si es posible, gracias @Elodia Riddle
  10. "Una mansión" Fue la primera palabra que se me quedó en la mente, en el interior de esta se formó más una especie de castillo de piedra mítico de las princesas de los cuentos que solían estar atrapadas pero mucho más gótico y oscuro. Sería demasiada casualidad que la mansión que el Ragnarok mencionaba se pareciera al castillo que pensaba, pero lo más seguro era que tuviera ese aire terrorífico y místerioso. Lo siguiente me relajó un poco, no me gustaban las visitas turísticas, eso incluía siempre ir al ritmo de una persona y escucharla hablar todo el rato de algo que no tiene nada que ver total de ocultar el silencio tenso que siempre se formaba, eso si no lo hacía de mala gana, no se que es peor. Sin embargo en lo personal siempre elegiré adentrarme yo sola, así podría ir a mi ritmo y fijarme mejor en los detalles, además de descubrir más cosas. A continuación Hades, aun estando en la misma oración, siguió diciendo cosas que solo me ilusionaban. Una mansión para mí sola pero aun así tener esa sensación de no estar del todo sola en el mundo y poder contar con alguien. Eso sin duda parecía un sueño -Demasiado bonito para ser cierto -escucho a mi hermana en mi cabeza, debía de pensar que era una trampa ya que literalmente no hice nada y eso nos cayó del cielo- Lo que lo fastidia es que es un vampiro. -la vuelvo a escuchar, pero de seguro se acostumbrará. Me aliviaba saber que Hades no parecía el tipo de hombre que caería en las trampas de mi hermana, o al menos eso esperaba. De nuevo, Hades siguió hablando y lo único que salía de su boca eran palabras bañadas en oro. Una biblioteca en una mansión debía de ser enorme. Apenas había visto la biblioteca de mi madre que era realmente un montón de libros apilados por todas partes porque en la habitación no cogían más estanterías. Por último, cinco ilusiones en menos de medio minuto, ¿un hipogrifo? Reconocía que no era mi animal faborito, hubiera sido ya demasiado que también tuviera un thestral, pero los hipogrifos al igual que cualquier criatura fantástica alada también me encantaban y era uno de los cuatro primeros animales de la lista que más me gustaba. Tardo un momento en reaccionar, toda aquella información en tan poco tiempo me había dejado alucinada, lo que me hacía sentir mal era que nunca podría expresar lo tan agradecida que estaba con mi ex-profesor. Todo aquello no lo podía dar cualquiera y no sabía que ofrecer a cambio de eso. Me obligo a reaccionar cuando siento que ahora espera que él diga algo y por un momento no me salen las palabras. - Wa... por Anubis -era una expresión mía en vez de decir por Dios como decía todo el mundo, yo prefería jurar por el Dios de la Muerte, pero aquello era muy largo así que lo abreviaba por el nombre que le habían puesto los agipcios ya que esa era mi época y cultura faborita- No se que decir... gracias. -pienso por un momento que ahora mismo parezco patética- No se como agradecerte todo esto.
  11. Buenos días Vengo a anotarme a un conocimiento Nick: Fydha Guilty ID: 119365 Conocimiento: Runas Antiguas Nivel de Magia: I, terminé la universidad realmente pero aun no actualizaron mi ficha me parece. Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/106300-boveda-de-fydha-guilty/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/106282-ficha-de-fydha-guilty/?do=findComment&comment=4853530
  12. Buenos días Quisiera hacer un pequeño cambio a mi ficha debajo de datos personales, gracias: Familia adoptiva: Ragnaventus Tutor: Hades Ragnarok
  13. Aquello de recipiente me dio un mal sabor de boca, ya que sonaba a algo bastante duro como si tan solo la utilizaran de objeto para un fin determinado, y al escuchrla hablar mis duda fueron confirmadas ya que por lo que decíá no parecía ser algo muy agradable. Sin duda Lillian tenía un gran peso sobre ella y posiblemente se viera con valor de decírmelo porque yo también teng a alguien dentro de mí, aunque no es parecido a lo qu sucede con ella realmente al menos me alegra saber que puede desahogarse conmigo. El destino... Sin duda es mejor no saber que es lo que te va a pasar y muy preferible vivir la vida en el presente. Pero una vez que sabes tu destino solo quedan dos alternativas: afrontarlo o ir contra él. Muy pocas personas consiguen aquello último, se neccesita un gran esfuerzo además de que puedes salir perjudicado de otra forma. Miro un momento a Lillian y siento que debo protegerla de aquel peso que cae sobre ella. Aunque ahora mismo no se me ocurren palabras que pudieran servir para este asunto utilizando mi instinto maternal me levanto y poniéndome a su lado sintiéndome así más cerca de ella la abrazo, transmitiéndole comprensión acaricio sus cabellos. - Cada uno tiene su destino, pero este no nos puede prohibir de lo que queramos hacer ni mucho menos de vivir -aquello no es ni la mitad de lo que tenía en mente, pero esperaba que Lillian lo comprendiera. ¿No tenemos acaso todos el mismo destino, que es la muerte? Si no dejamos de pensar en ella, no podemos ser felices y vivir no tendría sentido. Es mejor que no empiece a pensar en ello porque podría estar horas explicando aquella teoría. Lo importante ahora era que mis palabras consiguieran animarla. -Si hay algo que quieres hacer solo hazlo. -se que algunas personas tenían dificiles algunas cosas, como por ejemplo si quieres ir a la luna es algo complicado, pero no creo que haya nada imposible en esta vida pues si de verdad lo deseas lucharás para lograrlo. Espero que mis palabras estén lo suficientemente cerca de Lillian para motivarla.
  14. Grecia, aquella palabra se repite en mi mente mientras escuchaba a mi profesor, aquel místico e histórico lugar que siempre me había llamado por todas aquellas historias que esconde. Las palabras del Ragnarok en aquel momento eran muy valiosas ya que decía lo inteligente que era mi padre y sentía como mi hermana se emocionaba cada vez más por ello. Lo próximo no me lo esperaba, tuve qu tomarme un tiempo para volver a pensar las palabras que dijo Hades y volverlas a repetir en mi mente. ¿Mí padre entonces sabía de mi existencia? No sabía como sentirme ante eso, por un momento sentí un nudo en mi estómago, nervios y al mismo tiempo emoción. Aunque eso había pasado hace mucho tiempo y no sabía si él seguiría con vida, o si el vampiro me estba ocultando algo por el miedo de hacerme daño. -¡¿Qué nos cuide un Vampiro?! -escucho la voz de mi hermana- ¡No! ¿En que está pensando nuestro padre? Igual es una trampa o... ¡o algo! -se quedó sin fundamente- No pienso estar en el mismo techo que el -decía enojada.- Nos valemos muy bien por nosotras mismas, hasta ahora hemos estado solas y nos fue bien, no nos pasó nada. Somos lo suficientemente fuertes para ser independientes. -intenta convencerme, menos mal que solo yo puedo escuchar a mi hermana. Aquello no lo podía negar, sin embargo sigo sin estar cómoda en los hoteles que encuentro en el callejón pues siempre hay demasiado ruido o sucede algún impreviso como aquella noche en la qu mi hermana mató a un hombre. Todabía me apiado de aquella desdichada alma. Sin embargo, si mi pdre confía en él como para dejar que nos cuide debe significar algo. - Claro -a pesar de todo aquello que había venido tan de golpe por fuera se me veía relajada- Me encantaría -sonrío levemente, no se como comportarme en este momento ya que soy consciente de que no soy la clase de personas que extresan su alegria a más no poder, además de que a penas lo conocía pero sentía que podía confiar en él y... como si hubiera alguna extraña conexión que me indicaba que debía aceptar esto. Las cosas siempre pasan por una razón así que no debe de ser coincidencia que justo me lo encontrara ahora y que él justo pasara por aquí y acabaramos hablando de tal forma que me lo dijera. -¡¿Que?! -escucho la voz de mi hermana quien seguía molesta y nada convencia- Te lo advierto, lo mataré a la primera oportunidad que vea -sin duda le iba a costar más que a nadie, parecía incluso una prueba. Yo también me sentía algo indefensa el estar en un hogar de un vampiro pero... el no hizo nada malo y solo quiere ayudar, así que se merece que le de una oportunidad para conocerle mejor.
  15. Levanté la mirada al escuchar esas palabras del vampiro, quien llamó por primera vez la atención de mi hermana también, tal vez aquello le pueda salvar la vida si mi hermana tiene alguna oportunidad de atacarle. Dependiendo, claro está, de si fue amigo de mi padre o si solo lo conoció. Si por otro lado descubriera que no se llevaban bien o eran enemigos habría bastantes posibilidades de que mi hermana lo intentara matar en aquel mismo lugar. - ¿De verdad? -aunque no se notaba en el fondo aquello me alegró, era la primera vez que alguien había conocido a mi padre y podría hablarme de él- ¿Dónde le conociste? ¿Cuándo?-sería posible que mi padre fuera en algún momento a esta ciudad, y aquello hizo que por un momento mi hermana se ilusionara el pensar que esta en el mismo lugar donde él estuvo. A pesar de no conocerlo, gracias a lo que me había contado mi madre, ambas lo mirábamos como un héroe, pero sobre todo mi hermana quien tenía un gran aprecio por él y lo alababa. Sin duda ella era su fan número uno, aunque a veces tengo la impresión de que lo idealizamos demasiado y solo construímos en nuestra mente a un padre perfecto. Supongo que es eso lo que hacen los hijos.
  16. Sin duda se había impresionado, y yo al mismo tiempo me aliviaba de aquel peso de poder haberselo dicho al final a una persona, nunca había tenido a nadie para contarle mis secretos, si es que pudiera considerarse uno pues no es que lo mantenga como tal. Entonces llegó el turno de hablar para mi compañera y al escucharla mi mente viajó de nuevo a otro tiempo. -¿Qué libro es este mama? -aquel recuerdo volvió a mi mente de inmediato tras escuchar las palabras de mi amiga- Es la teogonía, en el llace la historia de los dioses. -Sin duda los dioses era un tema que yo tenía muy claro, seres divinos con poderes superiores a los nuestros. Sin embargo nunca les tuve miedo a pesar de que solo somos un juego para ellos, su entretenimiento, por eso procuro hacer las cosas por mí sola. Pero tampoco me molestaría tanto si en algún momento necesito rogarle a alguno un milagro. -Eso quiere decir que... -susurro- ¿eres una diosa? -por alguna razón aquello me resultaba conocido, aunque era la primera vez que lo oía, más, siendo una maldición, aquello esa bastante posible, aunque en el fondo daba bastante pena. Debe de ser duro el estar en un ambiente donde es tu hogar y de pronto sin más te hechen de ahí. Sin duda no me había esperado aquello, fue una sorpresa para mí. Entonces recuerdo cuando vi a Amunet casi resurgir en aquella prueba en la academia, por un momento me había parecido un espíritu oscuro asi que me pregunto... ¿los dioses también pueden caer en la locura como los demonios? Puede ser si la vida a ido en contra tuya de esa manera... aunque eso lo hace bastante peligroso. @Lillian Potter Evans
  17. Siempre me pregunté cual sería la reacción de las personas en cuanto confesara este secreto, sin duda debe de ser sorprendente lo que para mí es algo común. Tomo un sorbo de mi bebida mientras Lillian intenta reaccionar y saboreo aquel dulce líquido en mi paladar mientras escucho como mi compañera intentaba comenzar a hablar, no me importaba que reacción tuviera siempre y cuando no fuer ala de asco claro estaba, pero a pesar de que a penas habíamos hablado aún intuyo que la conozco lo suficiente como para saber que nunca haría eso. Dicen que cuando conoces a tu alma gemela, sientes esa conexión de haberla visto en algún lado, aquella conexión que se vuelve a unir después de tanto tiempo y que a pesar de no conocerla la conoces… es algo muy extraño. De todas formas el alma gemela no es aquella persona de la que te enamores, eso es un error causado por la ideología de la sociedad, que muchos se hayan enamorado de sus almas gemelas no significa que sea eso, sino más bien que se trata de la persona que te comprende y que es como tú. Escucho su pregunta y me tomo un tiempo para pensar bien cómo responderlas, o mejor dicho en qué orden- Para mí es algo normal, bien es cierto que mi aspecto debería ser algo más oscuro como el que viste en la academia, pero al mezclarme con ella nuestras apariencias se entrelaza. Donde más se nota es en el cabello pues las mechas plateadas que tengo no son mías –había otra diferencia, que era el tono de piel, pues la de mi hermana era más blanca que yo pero es algo que la gente no suele notar o poner como dato secundario por lo que no me pareció prescindible comentarlo, ya de por sí no estoy segura de que mi amiga pudiera comprenderlo. -Creo que tu eres la única que me vio a mí y a mi hermana por separado –recordando la vez que mi hermana la atacó sin quererlo y cuando yo la salvé- Cuando tomamos nuestra forma demoniaca es cuando la esencia de la otra se disminuye y se puede apreciar más la verdadera forma de quien toma el control –realmente no se como llamarlo, pongo nombres que me parecen lógicos y que se entienden a pesar de no tener ningún conocimiento ni cultura de demonio, en eso es cuando más se nota que a pesar de mi raza fui criada como una humana. -Cuando ya llevas toda tu vida así es algo normal de lo que ya estás acostumbrado, el problema estaría cuando ambas quisiéramos tener el control del cuerpo –recordé aquella ocasión en la que pasó, fue entonces que me di cuenta que era más débil que mi hermana- En cuanto a mi esencia es porque ambas somos demonios –no había mucha intriga en ello, lo que sí éramos demonios distintos por lo que pude observar ya que se que mi hermana no tenía alas, creo que las alas las debí sacar de mi padre ya que recuerdo una vez que mi madre mencionó que las tenía, parece que era el único parentesco que yo tenía con él mientras que mi hermana se le parecía en el resto. Entonces es que recuerdo en aquella ocasión, en medio de de la clase donde me había parecido ver a Lillian en peligro, pero no era alguien... al menos su voz, sus palabras... y sobre todo su esencia por un momento me había parecido que cambiaba drasticalmente. No suelo hablar antes de tiempo pero no había duda de que ella también tenía a alguien viviendo con ella, pero lo más seguro era que no fuera por las mismas razones. - Aunque por lo que vi en la clase... tu también tienes otro ser dentro de tí -continuo hablando, creo que nunca había hablado antes tanto con nadie pero era un tema importante- Aunque se nota más descontrolado... -miro un momento mi taza y tomo otro sorbo- ¿De que se trata? -le pregunto sin saber del todo muy bien si ella estaría al tanto de aquello o era un ser maligno que se hayaba dentro de ella sin que esta lo supiera.
  18. Cuando el profesor dijo que parecía innato que pudiera coger la varita aun sin saber luchar mi mentre bagó por un momento al pasado nuevamente. Debería de dejar encerrarme en el pasado, lo sé, pero es algo que no puedo evitar. En aquel tiempo mi madre me estaba enseñando los hechizos básicos para que tuviera una idea del tema, casi no necesitaba su ayuda y lograba hacerlo por mí misma incluso, como si fuera un instinto o una habilidad. Más bien, como ella decía... "Tienes el don de tu padre" -Sus palabras resonaron en mi mente, pocas veces mi madre hablaba de él, pero cuando lo hacía sus palabras salían con un gran cariño y comprensión. Para que yo no estuviera preguntando o odiara a mi padre por no estar, ella me explicó cuando tuve la edad adecuada lo que había pasado y porqué tuvo que marcharse. Realmente yo no sentía nada hacia él, ni ira ni tristeza, pues no le conocía y él no me conocía a mí. Siempre me pregunté si alguna vez supo de mi existencia pero tampoco era algo que me pusiera triste, será que mi madre se aseguró de darme todo el amor que necesitaba para reemplazar lo que podría hacer un padre. Entonces el Ragnarok llamó de nuevo mi atención al mundo presente, tengo que admitir que aquella pregunta no me la esperaba, nadie preguntaba por aquella pieza faltante que nunca llegué a mencionar y que procuraba no tener en mi mente, tampoco sabía como pensar en él pues mi madre a penas me dio unos pocos rasgos que lo caracterizaba. Se notaba que lo alababa mucho pero posiblemente no quisiera hablar de él para no caer en tristeza al no sentir su presencia cerca de ella. Me pregunto... si ahora mismo habrán conseguido encontrarse... Una canción sonó en mi mente, triste y melancólica, por un momento me pregunto si está realmente en mi mente o si estan tocando el piano en aquel lugar pues la escuchaba con tanto detalle y me envolvía en aquel ambiente de tal manera que parecía ilógico que solo la estuviera escuchando yo. Tomo aire y llevando el borde de mi taza a los labios tomo un leve sorbo de mi té para luego volver a apollar la taza sobre la mesa y mirar las hondas que se habían formado y desaparecían del líquido que esta contenía. - No lo sé -le confieso- Nunca le llegué a conocer. -levanto la mirada para verle, aquello siempre parecía una historia triste pero para mi no lo hera, simplemente era algo que desconocía- No se preocupe, no se quien es así que a penas me afecta, no tengo ni rencor ni tristeza. -aquello debió de confundir a mi profesor, y por su expresión debo de estar en lo correcto con ello. Pienso un momento lo que voy a decir -Mi madre a penas de habló de él. Decía que era un gran guerrero, ábil sobre todo en el arte de la espada -aquello me recordó que siempre tuve una gran atracción y deseo por querer obtener una katana y poder manejarla, mi madre nunca me lo contó pero lo más provable es que aquello lo sacara de mi padre, debía tenerlo en la sangre- Destacaba bastante, sobre todo porque tenía una larga melena plateada y sus ojos tenían un brillo verde que llegaba a intimidar. Por una milésima de segundo, mi hermana quiso tomar el control para mostrarle a Hades el legado de aquel ser. Frente a él, mi apariencia había cambiado radicalmente, mis ojos tenían un brillo de aquel color de la hierba y mi cabello, más corto y algo más desordenado, ahora era plateado. Mis facciones también habían cambiado ligeramente, siendo aun más pálida mostrando una belleza que mi madre mencionaba la "belleza de la luna" Por ser tan blanca como la misma. Sin embargo aquella imagen a penas duró una fracción de segundo y mi aspecto volvió al de siempre, con solo un par de mechas plateadas dispersas por mi largo cabello. Seguramente mi profesor pensaría que aquello había sido una ilusión, pero sin duda había sido la misma imágen que yo había descrito, solo que en el género opuesto. -Su nombre era... -mis labios se volvieron a abrir para terminar aquella frase- Zephyrus. @Hades Ragnarok
  19. No se que pensaría Lillian sobre eso, a penas me daba cuenta de que las personas comenzaban a irse ya que era algo que prefería. El aire que corría tras que abrieran la puerta varias veces acarición suavemente mis megillas sintiendo de esa forma el fresco que venái de afuera. Cuando escucho la pregunta de Lillian me quedo un rato pensando como podría explicarle ya que no se lo que se estaba imaginando pero lo más probable es que no fuera como lo pensara ya que fue algo que si no fuera por mi madre podía haber quedado sin saberlo, esperaba poder explicarlo tan bien como ella para no confundir a mi amiga. - Verás, realmente sucedió en el vientre de mi madre. Mi hermana se estaba alimentando alimentando de mí y sin poder evitarlo me iba devilitando poco a poco -le explico- mi madre al notar eso, hizo un conjuro para que aquella energía que había alimentado volviera a mí, el problema que al hacer eso algo sucedió, o igual el hechizo fue demasiado fuerte, que no solo la energía se me fue devuelta en mi interior, también mi hermana se metió dentro de mí. No se como reaccionaría ella ante eso, yo en su momento me costó entender que aquella voz que escuchaba en mi cabeza se trataba de mi propia hermana que vivía dentro de mí. Pero poco a poco comencé a acostumbrarme, lo difícil fue cuando ella se enamoró de aquel vampiro pero ahora mismo prefiriría que las cosas siguieran así. Me siento más tranquila al tenerla vigilada de esta forma además de que siempre estuvimos viviendo de esta forma, no me imagino poder vivir sin ella ahora.
  20. Cuando la mujer se fue mis ojos grises vuelven a atender al vampiro que tengo en frente y siento con la rabia de mi hermana que esta estaba comenzando a preparar su plan. Sin duda sería el de siempre pero al saber que es un profesor y que no parece un chico fácil lo irá a planear bien ya que tampoco le gusta arriesgarse sabiendo que es más fuerte que ella. Al menos aquello me daría tiempo y espero poder evitar que vuelva a asesinar gente como pasó con aquel chico en la taberla La Rosa Negra. Todabía me acuerdo de aquel hecho. Tomo un sorbo de mi café pensando que era mejor no seguir con aquel silencio que se había formado gracias a la interrupción. Sin duda dos personas antisociales juntas no eran buena opción para tener una charla, pero aquel obstáculo de no saber con qué hablar con las personas era algo que quería superar por lo que tengo que hacer un esfuerzo y volver a la pregunta que mi profesor me había dado. - Fue mi madre quien me enseñó todo lo que sé de duelos -le digo, ya que era un profesor de duelos hablar sobre duelos que sería un tema agradable para él- Aunque personalmente... no me gusta mucho -le confieso sin saber que pensaría él- No quisiera abusar de mi poder ni herir a nadie -digo recordando todas las catástrofes que en mi tiempo había creado, no había luchado con nadie directamente como hasta ahora pero mi hermana si había llegado a matar y a destrozar edificios importantes, aquello era algo que no quería volver a desatar. -Mi madre se llamaba Carrigan Guilty- aunque dudo que haya podido conocerla Hades puede comprobar que cogí el apellido de mi madre. Entonces recuerdo algo que siempre tenía conmigo, de mi bolso saco un libro y de este una foto para mostrársela. En esta estaba mi madre. Sin duda se podía ver que el gusto gótico lo saqué de ella. Me gustaba mucho esta imagen y por eso es la que guardé con mayor cuidado porque es donde se muestra no solo su belleza sino también su poder. Me gustaba mucho verla de vez en cuando.
  21. Escucho a mi compañera y aunque mi rostro no cambia por dentro estoy bastante sorprendida por el hecho de que supiera quien había sido en un tiempo pasado. Aquello no era normal que una persona lo supiera a no ser que estuviera investigando sobre sus orígenes o tuviera a alguien o algo que la ayudara a saber aquello. Me gustaba bastante la época de los feudos, realmente me interesaba toda las edades antes de esta, sobre todo la egipcia que fue donde surgió la magia, el problema de aquellas edades era su cultura y como trataba a las mujeres como objetos. Lillian sonrió ante aquel recuerdo, fuera bueno o malo el pasado siempre provocaba aquella mueca de nostalgia. Yo nunca supe que papel tuve en un tiempo pasado, aunque no estoy segura de que mi madre hubiera podido averiguar aquello. Para mí era como una diosa, pero sé que sigue siendo una humana y tiene sus limitaciones, pero eso no frenará el sentimiento y pensamiento que tengo hacia ella. Luego de contarle lo de mi hermana no se que es lo que pensaría ella de mí, sin duda no era algo muy normal y por un momento me pregunto si en aquel pasado mi hermana también estaría de la misma forma que ahora o no hubiera pasado aquello provocando que tuviéramos que compartir cuerpo. Sin duda ella sería una buena asesina aunque no se como sería sin que le hubiera pasado aquel trágico pasado. La historia siempre cambia a las personas. - No te preocupes por ella- logro decirle- aquella vez perdió los nervios por la prueba pero no te odia ni te desea ningún mal. -digo con seguridad, de hecho podía sentir que dentro de ella sentía lo que le hizo aunque nunca lo fuera a admitir, es demasiado orgullosa.
  22. Cuando el Ragnarok siguió con aquello de que posiblemente hubiera manejado antes mi varita recordé primero a mi madre dándome clases, pero luego mi mente vagó por recuerdos que preferiría que se olvidaran, cuando usaba la magia para causar el caos y el temor, aquellos tiempos en los que yo llamo los años negros. “Es un vampiro” –Escucho la voz en mi cabeza más llena de rabia por haber recordado aquellos momentos en los que estaba siendo engañada- “No merece saber nada de nosotras” –A mi sinceramente no me importaba, solo no lo veía interesante y tampoco quería aburrirle. Entonces vino la camarera salvando el momento, aunque me encontré con otro obstáculo pues… también era de aquella raza –“¿Es que aquí solo hay vampiros?” –Sinceramente, creo que es una prueba del destino, pues las casualidades no existen porque sí, siempre tienen una finalidad de ser, pero era mejor no decírselo a mi hermana o me mordería con su lengua a mí también, solo espero que no pase nada más o perderá el control pues en esos momentos me sentí un poco atrapada entre dos vampiros. -Muchas gracias señora –le digo educadamente al ver que solo había venido para ver si necesitábamos algo- Todo está bien, agradezco su atención. –aunque no sé que diría mi profesor, en mi opinión no había ningún fallo a destacar pero no se cuan crítico es. Decía que los alumnos le temían porque era muy estricto con las cosas pero a mí no me lo parecía.
  23. Miro como mi profesor se sienta y pide un té que en seguida no tardaron en traerle. Al menos el lugar era bastante realjante para hablar no como la otra vez con mi ex-profesora que incluso se había puesto a llover y el local se llenó de gente. Escucho hablarle y comentar que normalmente las personas se asustaban de él, no comprendo porque seriá así, a mi no me parece tan mal profesor y junto con su otro compañero ambos explican muy bien las dudas de la clase. -Por ser vampiro -escucho de nuevo la voz en mi cabeza pero cierro los ojos y tomo otro sorbo de mi té. - Si le soy sincera a mi también me sorprende que vaya también en esa clase -más considerando que era la primera vez que luchaba de esa forma- Pensaba que me iba a ir bastante mal. -confieso, pero no me atrevo a decirle que no me gusta luchar. Tengo miedo de perder el control y enloquecer como mi hermana, no quisiera volver a cometer actos de los que luego me arrepienta. Escucho las preguntas de Hades y me pregunto porque tanta curiosidad por mi persona, aunque bien se que transmito mucho misterio sobre todo con mis ojos grises. Miro el te un momento mientras pienso en la respuesta que le puedo dar, no m molestaba pero me costaba hablar sobre mí, por no decir directamente hablar. - Yo... vengo de lejos. -pienso un momento y miro por la ventana- no es que me incomode hablar sobre mí, solo que creo que no hay mucho que contar. -le digo, y a mi me parece verdad aunque siempre cada uno tiene su propia historia que contar. -De un pueblo donde vivía con mi madre. -le contesto al tiempo que le vuelvo a mirar.
  24. Ladeo levemente la cabeza, aquella sonrisa me llamó la atención y sobre todo que pensara en decir aquello de llevarse bien. Me doy cuenta entonces que es de esos chicos que sonríen pocas veces, oscuro y... vampiro. Esa era la palabra con la que mi hermana lo resumía todo, pero prefería no pensar en ello, al menos me relajaba que aquí no podría matarlo. - Descuide señor, no esperaba a nadie -confieso- solo que había tiempo que quería venir a este lugar porque me llamaba la atención. -era uno de los pocos sitios elegantes que había encontrado, me sentía a gusto en un ambiente como este aunque también tenía mis días en los que me gustaba estar en una taberna normal. Tal vez estos sitios me llaman más la atención por la tranquilidad y la poca gente que suelen tener. - No es necesario que me invite, tampoco quisiera molestarle -le digo, además de que ya estaba tomndo mi té.- Pero si gusta, puede sentarse -no era la primera vez que un profesor me había pedido hablar con él, mi ex profesora Bel había querido tener una conversación conmigo y gracias a eso me ayudó a tratar a los profesores como si fuera gente normal que conozco, seguía sintiéndose igualmente con un gusto rao en la boca, pero aun así no se sentía tan mal si uno se olvidaba de las clases por un momento.
  25. Doy un sorbo a mi taza y vuelvo a levantar la cabeza para mirar fuera perdiendo de nuevo la vista en el presente. Hace demasiado tiempo que no tengo ninguna noticia de mi madre y ya temo que hubiera pasado lo peor. Desde que llegué a esta ciudad que no pude volver a hablar con ella y no se si es porque se metió en algún lío y está escondida o si realmente... algo le pasó. Me gustaría poder mandarle una lechuza pero para mi desgracia mi madre era una de esas brujas no encontrables, por lo que no podía mientras ella no me dierea su hubicación. La extraño... Entonces alguien me distrae de mis pensamientos volviendo a la realidad. Al ver quien me hablaba abro levemente los ojos al ver a uno de mis profesores de duelo. -El vampiro... -escucho a mi hermana en mi cabeza, eso era peligroso pero por suerte había un número notable de gente por el lugar que ayudaría a que esta no hiciera de las suyas. Además que sabe lo fuerte que és por lo que sabe que tiene que tener cuidado. - Buenas tardes señor Ragnarok -me levanto para poder responder adecuadamente a su reverencia. -Que sorpresa verle- admito y luego niego con la cabeza ante su pregunta.- No es ninguna molestia- me vuelvo a sentar poniendo mis manos apoyadas sobre mis piernas- No esperaba encontrarle aquí.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.