Bakari

Los muchachos no duraron ni un minuto en hacer lo que el Uzza les indicó, no parecían ser unos idi***s como los alumnos anteriores los cuales solían dudar y preguntar del porqué debía ser de esa manera. Solamente la chica realizó un comentario menor pero aún así colocó su "firma" en el pergamino para tener acceso total a las invocaciones del señor del caos y poder controlarlas por un periodo de tiempo un poco más prolongado. Más importante, no tendría que lidiar con el riesgo de recibir una nueva bofetada por parte de alguno de ellos. Una Ninfa y una Hechicera fueron las apariciones de esta ocasión, ambas criaturas hermosas que podían deleitar a un ser humano cualquiera atrapándolos con su belleza. Una poseía enorme capacidad curativa ante cualquier hechizo o problema que tuviese su invocador, en ese momento no era ninguno, así que simplemente se quedó allí expectante ante lo que pudiese ocurrir. La otra... Bueno, la otra sin duda era más peligrosa. Esas malditas criaturas siempre seducían a sus invocadores con artes de seducción increíbles y por los cuales muchos magos murieron al no poder resistir la tentación de darle un beso a tal belleza. Incluso él, Bakari mucho tiempo atrás, evitó con mucha fortuna los tentadores labios de una Hechicera, pero incluso en ese momento al verla nuevamente mientras trataba de robarle un beso al chico no evitaba sentirse atraído apesar de su longevidad. Las mujeres eran un problema para todos los hombres y los años no cambiarían eso en ninguno. - Puedes encontrar las descripciones entre las páginas del libro - Mencionó, volviendo a la realidad para contestarle las preguntas al chico que parecía un poco alterado. - Pueden tratar de pelear entre ustedes para practicar los otros encatamientos o pelear con sus invocaciones y tratar de desaparecerlas - Dijo esperando no tener que explicarle como funcionaba los hechizos nuevamente. En ese momento tenían el conocimiento necesario para probar todo lo demás dentro del libro.

- Bien, creo que eso es suficiente - Comentó dirigiendose a la chica más antigua de su clase en ese momento. Esta vez no fue necesario un translador o algo parecido, simplemente caminó unos cuantos metros lejos de su casa para resguardarla de cuaquier daño est****o que pudiese realizar su alumna que seguía intentando controlar los poderes del caos, pero Bakari tenía la idea de que ya estaba suficientemente preparada para por lo menos usarlos en una batalla real y observar sus capacidades. Con la luz del sol iluminando todo a su alrededor, el torso descubierto y poco de lentitud en sus extremidades debido a la edad que sin duda no pasaba en vano. Fue capaz de aparecer su varita en su mano hábil y tuvo que hacer algunos movimientos con ella para recordar lo que se sentía, incluso rememoró las terribles cosas del pasado. No se sorprendió, siempre era atormentado por lo mismo. - Es sencillo, solo debes enfrentarme - Volvió a hablar esbozando una sonrisa, algo emocionado. No podía atacar primero, no era correcto para él, podía tal vez derrotarla sin siquiera darle la oportunidad de probarse a sí misma. Inhaló y exhaló, preparándose para todo lo que podía venir en cuestión de segundos. ---- @@Mia Black Lestrange El duelo tendrá una duración de una semana Pasadas 24 horas sin respuesta del contrincante, los ataques se considerarán impactados. Pasadas 48 horas sin respuesta del contrincante, se considerará abandono (reprobará). Los hechizos permitidos son los de la lista de neutrales, bando hasta el rango Tempestad, Legionario y los libros de hechizos hasta el libro del Caos. Nos guiaremos por las reglas de Duelos y Asaltos. Las dudas sobre la prueba podrán ser realizadas en el topic de dudas y consultas del libro del Caos.

@@Mia Black Lestrange Hola. No te he ignorado en mi último rol, solamente esperaba que siguieras roleando algo más respecto a Peeves y que intentarás algún otro encantamiento del libro porque a pesar de todo solo has realizado dos hechizos del libro. No es el primer libro así que deberías saber que hay que tratar de usar los hechizos del libro para proseguir a la prueba. Haciendo esto, esta semana podríamos proseguir con tu prueba.

Ambos alumnos comenzaron inmediatamente después de que Bakari terminara sus palabras, se concentraron nuevamente en la energía de sus cuerpos tratando de que esta fluyera de la forma correcta, justo igual como hacía unos segundos. Algo se le estaba olvidando a Bakari en ese momento, pero estaba sumergido en sus pensamientos por lo que no pudo averiguar realmente lo que era y tampoco le dio importancia. El primer joven logró invocar al mismísimo señor del caos en su primer intento lo cual demostraba un futuro prometedor. En cambio su compañera, bueno, al parecer ni siquiera había logrado conjurar nada, había sido un intento fallido y colocaba a Bakari con las ganas de querer echarla de la clase a la primera, pero no pudo hacerlo porque en ese momento el muchacho recibió un bofetón de parte del señor del caos justo en el momento en que se acercó y desapareció. Era eso lo olvidado. Miró hacía abajo, al suelo donde estaba sentado, allí a escasos metros se encontraba el pergamino de color marrón casi camuflajeandose con la tierra esperando a que los nuevo chicos pusieran su marca de sangre y en él. Suspiró hastiado de tener que explicarlo en cada clase, pero era uno de los sacrificios realizados para que los jóvenes aprendieran a usar correctamente los poderes del caos. - Si quiere evitar ese tipo de cosas - Empezó, apuntando ahora al pergamino - Deben realizarse un corte con la daga de sacrificio y colocar una marca de sangre con los cinco dedos acá - señalando la parte baja del mismo, justo donde estaban los nombres de sus alumnos más recientes. La joven alumna que seguía algo avanzada e intentó varias veces las invocaciones, pero su suerte en realidad no cambiaba en lo absoluto seguía nuevamente agobiada por Peeves que parecía feliz de alborotar el cabello rubio con sus manos, como si estuviese jugando con paja. - Háganlo e inténtelo de nuevo - Dijo dirigiéndose a los dos jóvenes que recién habían fallado por su error de anciano.

Bajo el inclemente sol los chicos volvieron a intentarlo esperando esta vez poder lograrlo y así lo hicieron, en el proceso uno de los chicos tuvo la capacidad de resolver a las preguntas que le realizó no sin antes fallar varias veces cada vez que daba una respuesta, por un momento pareció tener lástima por el chico, sin duda era una completa desgracia todo lo que explicó sobre su vida, pero logró entender el porqué estaba satisfecho con su vida y no tenía un temor establecido ya que todo lo perdió. - Bien - Mencionó luego de que los chicos cumplieran con lo necesario - Ahora, traten de invocar a un señor del caos. Los jóvenes ya tenían los conocimientos necesarios para poder realizar aquella tarea, solo debían enfocarse en lo que estaba escrito en el libro sobre como realizar la invocación, al menos lo teórico y lo mismo que acaban de realizar solamente unos segundos atrás. Mientras tanto Bakari seguía respirando lentamente tratando de controlar su energía mágica, calmar el flujo de su magia, como si quisiese controlar a la velocidad con que viajaba un río. No necesitaban que le explicará alguna cosas más, el resto debían averiguarlo ellos mismo.

Observó como los dos alumnos se esforzaban en realizar de manera efectiva el primer paso hacía la dominación del libro, controlar los malos pensamientos y usarlos como arma en las situaciones que fuesen necesarias y por las cuales estaban allí dedicados a aprender. Como esos sueños que tenían la primera vez que llegaron a una academia de magia seguramente para convertirse en el mago o bruja más poderoso, más popular, más amado de todo los tiempos; los típicos sueños que se encontraban en los niños. La chica logró, de forma increíble y casi a la perfección, mostrar el resultado de su esfuerzo en cuestión de segundos ya que pudo formar una nube oscura entre sus manos, pero la rapidez con lo que la había realizado le estaba pasando factura porque esa fuente de energía no era del todo estable y justo en el momento declaró orgullosa de sí misma "lo logré", la nube se escurrió entre sus dedos como el agua, desapareciendo. - Al parecer no - respondió Bakari acostumbrado a ese tipo de fallos. El muchacho se notaba un poco más concentrado de entender como funciona para realizarlo mucho mejor, también había fallado a la primera pero él se veía más seguro de conseguirlo en los próximos minutos. Al contrario de la chica que ahora en su cara se reflejaba una expresión de sorpresa e incredulidad, al no entender su fracaso. Suspiró esperando que ambos jóvenes pudiesen lograr la tarea en los próximos minutos para continuar con el recorrido de la clase lo más pronto posible, en ese momento se estaba aburriendo de estar ahí. - Mientras tanto, puedes responderme - Comentó dirigiéndose al chico - ¿Cuál es tu mayor temor y cuál es tu mayor deseo? - El chico tal vez se desconcentró un poco, pero esperaba que respondiese de inmediato.

La chica definitivamente no tenia el destino de su parte porque no lograba obtener un señor del caos agradable para su situación y lograse salir de ella, por lo que después de ver al Troll intentando a atacarla junto con Peeves que intentaba con todo su deseo de lograr que perdiera la cabeza y al parecer lo estaba consiguiendo porque, en su ojos parecía perder el espíritu, rendirse ante la adversidad que enfrentaba. Logró defenderse de los ataques de sus señores del caos, pero simplemente no tenía la capacidad mental para pensar en ataques que lograran afectarlos y se excuso con una frase absurda sobre de que era imposible. Negó con la cabeza decepcionado, si pensará tal vez en solamente detenerlos en vez de destruirlos tuviese suerte. Como dedujo la primera vez, la chica solo era una cara bonita. Pero la rubia tuvo la fortuna de que Peeves había logrado fastidiar de tal manera al troll que lo hizo desaparecer junto con él. Así que la chica quedó allí de pie esperando que hacer y ver si la cosas cambiaban y debía realizar algún tipo de misión, pero no, esta vez Bakari simplemente decidió que probara de nuevo con otra invocación del caos. - Prueba una última vez invocando el señor del caos y trata de deshacerte de él - Volvió a decir esperando que la chica no se rindiera tan fácil. La otra joven respondió a sus preguntas con una ridiculez mucho mayor a lo que imaginaba sobre como poseía un demonio dentro de ella y como debía controlarlo para no dejar que cosas malas pasaran, como la última vez que causó una tragedia muggle que nadie recordaba. Evitó reír por todo lo absurdo que estaba escuchando, lo más probable era que la chica fuese una adolescente en una de esas etapas donde creían que algunas veces era alguien distinta y las cosas pasaban sin alguna explicación, estaba seguro de que no era nada parecido a algún demonio viviendo dentro de ella para apoderarse del mundo y devorar a todos los magos, volvió evitar reír. Un joven con el cuello tatuado apareció frente a él diciendo ser uno de sus nuevos estudiantes. Por ahora se ahorraría el cuestionario básico para el chico y aprovecharía para explicarle lo básico a ambos para empezar. Así que juntó sus manos, cerró los ojos y empezó a concentrar su energía en sus manos mientras los malos pensamientos viajaban por su mente como si estuviesen acostumbrados a hacerlo diariamente y Bakari lo disfrutara, cuando era todo lo contrario, sobre todo en ese momento donde enseñaba con sus estudiantes y sus cicatrices empezaban a dolerle solamente con recordar cada una de sus heridas en medio de sus pensamientos, poco a poco la energía de un color negruzco se empezó a formar en medio de sus manos, como si hubiese agarrado una diminuta nube oscura cargada de lluvia en sus manos. - Hagan lo mismo, traten de concentrar sus malos pensamientos - Comentó tratando de explicar lo mejor posible - Ya deberían saber manejar el flujo de su magia.

Lo joven a la cual acababa de realizarle las preguntas le dio una respuesta patética y sin sentido que no pudo entender, hablaba sobre el control... Pero, ¿el control sobre qué?, ¿Qué era aquello que realmente no quería perder y para qué lo necesitaba tanto? Incluso después de preguntarle que extendiera su respuesta no pensó que realmente fuera a convencerlo de que fuese una respuesta aceptable o tuviera un tipo de significado profundo, sin embargo no se arrepintió de preguntar. - ¿Qué quieres decir con control? - Dudo un momento - ¿El control de tu vida? Explicate un poco más. Esa vez, si estaba esperando con ansias un respuesta para tratar de entender a la alumna que parecía tener alguna visión diferente del mundo con respecto a sus otros estudiantes que solo querían poder, sabidurías o riquezas, y aunque sus expectativas no eran tan altas para realmente interesarles logró llamar su atención al menos un cinco porciento, pero ese porcentaje se perdió justo en el momento en que su otra estudiante realizaba una rueda del caos exitosamente. La chica, dubitativa, logró conjurar un hechizo del libro correctamente sin la ayuda de Bakari lo que le daba la razón al Uzza que en ese momento inflaba su orgullo y su ego en su interior al saber que el método de entrenar a los alumnos por lo más complicado realmente funcionaba, tal vez necesitaba pulir un poco más la técnica de sus estudiantes pero no era algo que le afectara. Desgraciadamente, las semillas de hielo no funcionaba con mucha fuerza frente al poltergeist que se deshizo por alguna razón del encantamiento y ahora estaba mucho más molesto y con intención de acabar con su invocadora. - Quizás el destino te favorezca y obtengas otro señor del caos que pueda ayudarte - Comentó, viendo como Peeves empezaba a reírse de sus pensamientos malvados sobre su próximo movimiento.

La chica siguió las indicaciones de Bakari como le había dicho, firmando el pergamino y logrando inmediatamente que todos los señores del caos pudiesen obedecer sus ordenes en el momento que fuesen invocados por ella para tratar de sacarla de algún tipo de aprieto. Tuvo la mala fortuna de que en ese momento fue Peeves el que volvió a salir para obligar a realizar un chiste sin sentido y sin gracia tanto para él como para Bakari. - Trata de deshacerte de él - Dijo señalando a Peeves que en ese momento jugueteaba con el cabello de la chica lanzándoselo al rostro repetidas veces - Prueba con algún hechizo, incluso los del libro. La joven ya tenía lo necesario para usar el resto de hechizos, invocar uno de los siete señores del caos era el más complicado de todos, tal vez era la razón por la cual lo enseñaba primero, para que tuviese la oportunidad de entender como funcionaban los demás y se ahorraba el tener que explicar sencillo pasos para cada encantamiento. Además, a esa altura sus alumnos deberían conocer las bases de la magia y solo necesitaba un pequeño empujón para el libro, el resto dependía de ellos y de la práctica. Seguía esperando que el chico realizara algún tipo de acción, pero parecía ensimismado en sus pensamientos o estaba dormido con los ojos abiertos, tal vez tenía algún tipo de retraso en la respuesta de sus neuronas dentro de su cerebro que actuaban con lentitud y provocaban ese tipo de actitud. A pesar de todo, esperaba que se encontrara bien. Una chica llegó a los aposentos de Bakari con la ansiosa sed de conocimiento y poder que percibía en todos los nuevos alumnos, la detalló un poco más y notó que era otra rubia en la clase. Londres parecía estar abarrotado de gente perfecta y atractiva incapaz de ganar una guerra mágica, tal vez una de belleza. En el punto en el que tuviesen un conflicto con otro país, los daba por vencido sin mucho esfuerzo por el enemigo. La guerra no parecía el escenario adecuado para ellos y no lo era para nadie. El Uzza en ese momento recordó estar rodeados de grupos enemigos atacando a sus compañeros, eliminando sus extremidades y, más importante, su vida. Perdían la vida rodeados de charcos de sangre y animales controlados para devorar personas, no era un lugar para morir en paz y la guerra era así en todo momento. Sacudió la cabeza para volver a la realidad. - ¿Cuál es tu mayor deseo? - Preguntó a la recién llegada - y ¿Cuál es tu mayor temor? - Finalizó, realizando las preguntas de rutina para todo los nuevos estudiantes, pero en ese momento, al tener otro rubio frente a él, no esperaba mayor cosa. Bakari seguía allí, sentado en el suelo visualizando a la chica que intentaba realizar encantamientos del libro pero fallaba en las primeras oportunidades y la recién llegada ya se disponía a responder las preguntas. Trataba de relajarse respirando pausadamente.

Una vez más una de sus alumnas se negaba firmar el pergamino porque no entendía los términos que este contenía. Bakari suspiró cansado de ese tipo de personas inseguras en si mismas colocándose obstáculos para conseguir lo que de verdad anhelaban y justo ese era el caso, porque recordaba que la chica deseaba aprobar la clase y obtener los conocimientos del libro. Miró al cielo por un instante, admirando el azul y el sonido de los pájaros cantar. La muchacha se esforzó en conjurar uno de los señores del caos y lo logró pero solo se trajo a Peeves, el cual pudo ser útil en otras situación, pero en ese momento no solamente se burló de la chica y trato de explicarle a Bakari quién era Peeves. En ese segundo, Peeves también golpeó a la chica, dándole una cachetada y la empujó, como si estuviera jugando con un hermano o estuviese peleando con un enemigo. Peeves despareció después sin siquiera despedirse o decir un palabra extra. - Si quieres evitar eso, debes firmar - Fue todo lo que dijo, el pergamino seguía en el mismo sitio, esperando por alguna mano de ambos. Si, porque todavía el chico estaba allí y no fue tan est****o para conjurar un señor del caos de una vez sin firmar el pergamino o contrato para controlarlos. Lo único que pudo hacer fue controlar sus malos pensamientos, sus mayores temores y concentrar la magia en las manos juntadas frente a su pecho y lo logró con solo observar lo realizado por su compañera y las instrucciones del Uzza, al menos no era tan tonto como él se lo imaginaba y eso podía resultar en algo bueno. Sin embargo, era muy temprano para decirlo con claridad. - Firmen, invoquen un señor del caos y ya pruebe el resto de los hechizos. Conocen las bases - Dijo ordenándole a ambos. Si no firmaban simplemente deberían irse a sus casas nuevamente y venir cuando estuviesen un poco más preparado. Se sentó en el suelo, sintiendo la textura del césped combinado con la tierra, estaba un poco alejado de la cabaña donde dormía, pero quería tratar un poco de meditar mientras los jóvenes realizaban lo que debían hacer para aprobar, seguía esperando que se moviesen con rapidez para no tener que duelear con ninguno de ellos, no iba a contenerse, nunca lo hacía. Inhalo y exhalo, controlando poco a poco los latidos de su corazón, la velocidad de su respiración e incluso, tal vez, el flujo de sangre.

Mientras la chica empezaba a esforzarse para imitar los movimientos realizados por el Uzza, el chico comenzó a hablar para dar una respuesta a las interrogantes anteriores, hablando sobre sus recuerdo y el temor a perderlos, sobre el conocimiento y su deseo de obtenerlo todo. Era extraño que todos ansiaban una cantidad inconmensurable de sabiduría como si fuera un requisito para la felicidad, pero en su larga experiencia ocurría lo opuesto y parecía que mientras más se tenía un mayor grado de tristeza o depresión se conseguía, él también pensó que se estaba volviendo loco cuando intentó leer todos los libros sobre el mundo mágico en un mes comiendo lo necesario y durmiendo un par de horas cada dos días, después de un tiempo llegó a la conclusión sobre la ignorancia y la espiritualidad eran mejor estilo de vida. Solo se dedicó a escuchar las palabras del joven que al parecer interrumpieron la concentración de su compañera causando que fallara, lo peor era que él solamente observaba como un niño en un zoológico y no mostraba intención de realizar las acciones dadas por el Uzza, esperando alguna orden especial para él cosa que no iba a pasar, no había llegado tarde para perderse la instrucciones, así que no lo volvería a repetir y debía encontrar la manera de ponerse al corriente con lo que sucedía a su alrededor o simplemente su deseo de obtener más conocimiento se vería retrasado por la reprobación del libro. La rubia por el contrario tuvo la capacidad de recomponerse, logrando exitosamente el objetivo principal de realizar un cúmulo de magia en sus manos. Bakari esta vez no quiso retrasarse mucho con crueldades por lo que con un chasquido de los dedos, un enorme pergamino apareció frente a él con la finalidad de ser el pacto entre los señores del caos y los alumnos para que pudieran utilizarlo con libertad. Lo más importante era que podrían controlarlos sin el riesgo de que fuesen agredidos por ellos como hizo que sucediera en sus anteriores clases, le divertía siempre dicha situación, solo que esta vez era diferente, quería deshacerse de inmediato de esos alumnos que no parecían mostrar lo que se necesitaba para merecer los hechizos del libro del caos. - Realizate un corte con la daga de sacrificio y coloca una marca de sangre al final del pergamino - Comento dirigiéndose a la chica. Esperaba, est****amente, que el chico tuviera la capacidad de hacer lo mismo y no terminara muerto. Seguía con la duda de que esperaba algo para hacer, le daba ese aire de que era el tipo de persona que esperaba ordenes y no realizaba las cosas por su cuenta. Tal vez Bakari estaba equivocado. - Luego de eso, invoca un señor del caos.

El chico aparecer no supo responder a las preguntas del Uzza, quedo allí, parado, pensando, como si le hubiese preguntando el significado de la vida o un complejo problema matemático, haciendo ver que el guerrero tenía razón y solamente era un niño bonito que quería ser más popular con sus amistades o salir con una chica atractiva. Joven ingenuo. Pero enseguida, antes de arrepentirse y volver a entrar a su casa, una mujer rubia de piel blanca apareció respondiendo las preguntas formuladas anteriormente hablando sobre la importancia de mantener su posición social y todo por lo que había trabajado, como si su fracaso fuese lo más terrible de este mundo. Una decepción más se había llevado al escuchar ambas respuestas, ya estaba acostumbrado. La mayoría casi siempre tenia el deseo "por el momento" de obtener la aprobación del libro, como si diciéndolo harían pensar que el Uzza los aprobaría por lástima o por ayudarlos a cumplir sus deseos. ¡Qué equivocados estaban! Lo único que podía pasar era todo lo contrario con sus respuestas tan escuetas. No quiso volver a preguntar para que reformulara su respuesta a la última interrogante, creyó que no iba a mejorarla. Sin más, Bakari juntó ambas manos en su pecho, trayendo a los espacios más tranquilos de su mente los peores recuerdos de su vida, las personas que había asesinado por cumplir una misión, las incontables batallas que había librado en la guerra, el dolor de cada una de sus cicatrices esparcidas por la parte superior de su cuerpo, la sangre que vio correr frente a sus ojos. Poco a poco, el flujo de energía de su cuerpo cambió y en sus manos se formó un cúmulo de fuerza mágica, energía, la cual mantuvo por unos instantes para que la chica entendiera su siguiente tarea. - Haz lo mismo, solo trae a tu mente tus malos recuerdos - Comentó y luego separó ambas manos haciendo desaparecer todo lo ocurrido.

Bakari, viejo e insufrible, se estaba aburriendo del circulo vicioso en el que estaba atrapado gracias a la aceptación de su comunidad a dar clases en la universidad. Mes tras mes, debia darle enseñar los poderes escondidos en el libro del Caos a algún estudiante que se creía más inteligente que él, más preparado incluso para dar la clase. Pero eso no lo molestaba, le fastidiaba que siempre que llegaban los alumnos estuviese durmiendo. En la puerta, como era costumbre ya se encontraba un alumno vociferando el deseo de obtener los conocimientos de su libro. Suspiró hastiado una vez de no dormir y descansar lo que quisiese. Se tomó su tiempo para salir, preparó un poco de café lo que hizo que el aire se impregnara con el poderoso olor del mismo. Salió con el torso descubierto para darse a conocer al alumno. Era un chico rubio, alto, con unos ojos azules. El típico niño bonito que se podia encontrar en los lugares de la alta sociedad, que tenian mucho dinero para mover un dedo y se lo dejaban a sus empleados, Bakari pudo suponer que solo estaba allí para conseguir algo más de fama, más mujeres, más con la que lucirse con sus amistades millonarias. - ¿Cuál es su mayor temor? - Formuló la primera pregunta con calma para que el muchacho la procesara - ¿Cuál es su mayor deseo?. La mayoría de los alumnos siempre respondian lo mismo: Fama, Poder, Muerte, Soledad, etc. Ninguno de sus alumnos lo sorprendia con respuestas creativas y profundas que explicaran con detenimiento el porque de su respuesta. Tampoco esperaba que eso cambiara en ese momento ni en el futuro, mucho menos con el niño lindo que estaba frente a él con ganas de conseguir poder.

Bakari hizo de una roja irregular un Traslador. El hechizo era simple, demasiado para lo que él acostumbraba, así que el Portus afectó a otras pequeñas rocas sin que fuera su intención, pero tuvo el disimulo de no decir nada al respecto. Sus estudiantes aún estaban demasiado entretenidos con la Rueda de la Fortuna como para prestarle verdadera atención a lo que él hacía en cuclillas en el suelo. Cuando se puso en pie, dejó la roca levitando ante los ojos de Thomas y Heliké y sin más explicaciones, desapareció dejando atrás el sitio que habían utilizado para su aprendizaje. Como el resto de los Uzza, el guerrero prefería usar un domo como centro para su prueba, sólo que a diferencia del resto el suyo parecía más un rodeo, una cerca hecha por un alambre de púas bastante alto. Dudaba que sus estudiantes huyeran, realmente, pero era parte de su personalidad hacer algo rudo acorde al Caos que estaban apunto de invocar. Por lo tanto, no había en realidad nada excesivamente llamativo; era un terraplén, un lugar baldío y plano en comparación al resto del desierto del Ateneo, pero no muy lejos de lo que ya habían frecuentado. Lo único que había en la plana arena eran restos de lo que podrían haber sido estatuas elegantes y mármol en algún momento, cuando no habían sido destruidas por una tempestad. En total, el domo tenía unos veinte metros de radio y daba libertad para el movimiento, tanto de ellos como lo que invocaran. En el mundo mágico las invocaciones podrían ir desde animales hasta fantasmas e incluso objetos inanimados con la facultad de moverse, de modo que un espacio idóneo era necesario o al final más que un rodeo tendría un corral. —El duelo comenzará y con ellos, la prueba del libro del Caos. Sus palabras llegaron a los oídos de Heliké y Thomas cuando arribaron, uno a cada extremo del círculo que había hecho para ellos. —Por lo tanto —prosiguió—, prepárense para jugar con las probabilidades. No es cuestión de maestría, es cuestión de suerte. Y poder. Así que no bajen la guardia en ningún momento, no saben cuándo la suerte podría ponerse en su contra. Heliké Vs. Thomas Reglas El duelo tendrá una duración de una semana, cerrando el día 29/05/2017. Pasadas 24 horas sin respuesta del contrincante, los ataques se considerarán impactados. Pasadas 48 horas sin respuesta del contrincante, se considerará abandono (reprobará) y el instructor, Bakari, tomará su lugar. Los hechizos permitidos son los de la lista de neutrales, bando hasta el rango Tempestad (MT) y Legionario (OdF) y los libros de hechizos hasta el libro del Caos. Nos guiaremos por las reglas de Duelos y Asaltos. Por ésta prueba, se podrán lanzar dos de los dados a elección del duelista, recordando que los Magos y Brujas con Nivel Mágico superior a 20 e inferior a 30 sólo podrán utilizarlos una vez por asalto/redada/duelo, mientras que los Niveles Mágicos a partir del 30 podrán utilizarlos 2 veces por asalto/redada/duelo. Las dudas sobre la prueba podrán ser realizadas en el topic de dudas y consultas del libro del Caos. Suerte, saludos.

Bakari estaba complacido y era algo que se notaba no sólo en su actitud, sino en la forma en que asentía constantemente a medida que los jóvenes iban realizando sus tareas. Incluso Heliké, que lanzó una maldición en su contra, lo había hecho bien a pesar de no haber cambiado nada. Sólo por eso lo dejó pasar, moviendo la mano con cierto aburrimiento y eliminando el hechizo de los ojos de su alumna. Siendo él un Uzza, aquello no era complicado, además de que estaba de buen humor y por eso no la castigó, dejándole la arena en los ojos durante un rato más. Con respecto al Sectusempra, el hombre dejó que le impactara solo para demostrar el cambio que el azar había dado al poder de Thomas, aumentando el daño a provocar; en vez de un Episkey de emergencia, Bakari necesitó dos. Uno que hizo no verbal y un curación, para terminar de cerrar las heridas. Si hubiese sido el caso contrario, bajando la intensidad del hechizo, éste sólo habría requerido un Episkey y quizás ni siquiera de emergencia. —Pocos son los que terminan el aprendizaje del Caos. Reside en nosotros una fuerza que debemos aprender a controlar, una constancia que va estrictamente ligada al compromiso. Por eso, me sorprende que hayan logrado llegar tan lejos, después de su inicio. Hablaba con sinceridad, aunque se podía ver cierta rudeza en lo que quería decir. Sin embargo, su rostro tosco parecía amable, casi empático. —Sólo queda una probabilidad y ésta, debido a que es la más difícil de lograr de todas, la intentaremos los tres antes de ir a la prueba —los miró, como si pudiera ver su interior—. ¿Están listos? Por última vez durante la clase, invocó a las fuerzas del caos, ésta vez para jugar con la rueda de la fortuna. El resultado fue favorable, a pesar de que nadie lo había atacado y eso era lo que importaba, después de una breve explicación, dejó a los jóvenes intentar lo mismo. La rueda de la fortuna funciona para ataques lanzados con anterioridad hacia el invocador del caos. En este caso, si la tirada de dados hubiese sido un número de dos cifras que igualara el posteo de Thomas, por ejemplo, ningún hechizo lanzado por él habría tenido efecto. No obstante, en el caso que el último número de la cifra de la tirada de dados coincida con el número de post del invocador del Caos, la última acción del oponente no tendría efecto. Mi resultado fue 39 y mi posteo fue 219. En este caso, se cumple la segunda probabilidad y si alguien me hubiera atacado, su última acción hacia mí no tendría efecto. En este caso, nadie me ha atacado, trabajamos de forma teórica. Pero podemos ver que el 9 impediría que la última acción de mi oponente existiera. Deberán lanzar el mismo dado y ver cómo funciona.

2d50 Rueda de la Fortuna

Pese a que Bakari había empezado con suma seriedad la clase, no pudo evitar que una risa áspera se escapara de su garganta en cuanto Thomas, altamente sorprendido, recibió una curación de parte el Señor del Caos y no un ataque inminente, como había esperado. No lo culpaba, el Señor del Caos era un espectro brutal de aspecto temible, a diferencia de lo que Heliké logró invocar. En una batalla, la mujer tenía razón, había tenido suerte. Una suerte bizarra. La invocación de Peeves había echado al Señor del Caos de Thomas de forma automática, puesto que el Poltergeist había empezado a abuchear y a hacerle bromas al espectro, que no aguantó demasiado tiempo antes de agotarse y retirarse por la paz. - Dependiendo del azar, el Señor del Caos puede ayudarte. Sino, no. Sólo debes esperar. En el caso de Peeves... A la mera mención del nombre del Poltergeist, este empezó a burlarse de Heliké y los presentes como si se le fuera la vida en ello, cosa que Bakari ignoró con la maestría de quién está acostumbrado a cosas peores. Movió la varita, haciéndole un ademán a Peeves para que se retirara y como era de esperarse, el ser le sacó la lengua e incluso se pedorreó en respuesta. El Uzza decidió seguir adelante sin darle importancia. -En adelante, los hechizos no son precisamente de invocación. Son en realidad una forma de potenciar o disminuir el poder, no sólo de los enemigos, también el nuestro si la suerte nos juega una treta. Por ello los voy a invitar a seguirme. El hombre guió a la pequeña comitiva, esperando que el paseo agotara a Peeves y lo hiciera callarse un poco, pero ésto no pasó. El Poltergeist se siguió burlando de Heliké incluso cuando se habían alejado lo suficiente del bungalú de Bakari pero por suerte, el tiempo se agotó y desapareció después de unos minutos, justo donde el guerrero se detuvo para volver a enfrentar a sus estudiantes. Curiosamente, no parecía exasperado. Con una tranquilidad capaz de ser un ejemplo, el hombre volvió a cuadrar los músculos de la espalda, colocando las piernas a la par de los hombros para volver a poner las manos delante de ellos. Ésta vez no hizo movimientos demás, en vez de ello se dedicó únicamente a canalizar la energía en sus manos. La luminiscencia empezó en sus falanges, expandiéndose por la palma hasta formar dos esferas de luz que pronto se extinguió, dejándole un resultado que mostraría a sus estudiantes que su poder había aumentado. - La rueda de poder es capaz de incrementar el poder de un mago pero también es capaz de disminuirlo. En mi caso lo ha rueda de poder ha sido favorable a mi favor, de modo que podría lanzar un hechizo de un rango superior, si tuviese uno señaló con los dedos los libros. Pero en su lugar, probaremos algo nuevo. Heliké lanzará la rueda del Tiempo y Thomas la rueda del Caos. Hizo una pausa, les avisó que atacaría a Heliké y lo hizo, con un movimiento de varita que provocó que la mujer quedara temporalmente cegada. Arena del hechicero. Miró a Thomas. - Atácame cuando culmines. ~o~ De acuerdo a los dados, Heliké deberá tirar: [roll]1d3-2[/roll] Rueda del TiempoSi sale -1 los efectos de la acción anterior (Arena del Hechicero) se anulan totalmente, si sale +1 los efectos se multiplicarían (tiempo de duración del Arena del Hechicero). Si sale 0 queda igual. En el caso de Thomas, deberá tirar: [roll]1d10[/roll] Rueda del CaosSi sale una puntuación mayor o igual a 7, sus hechizos tendrán un efecto crítico, es decir, el doble de potente de lo normal. Si sale una puntuación menor o igual a 4, sus hechizos se verán afectados por las consecuencias negativas del caos y se tornarán débiles, lo que derivará en que su efecto sea la mitad de potente que lo normal. Si saliese una tirada de un 5 o un 6, la rueda no producirá ningún efecto y los hechizos tendrán su potencia normal. Suerte.

1d10 Rueda de Poder

—Bastante necesario —exclamó Bakari, respondiendo a la duda de Heliké con el ceño fruncido y un tono de voz duro, como el que había utilizado desde que entró. Siempre iniciaba las clases con el mismo par de preguntas, esperando conocer así a sus nuevos pupilos desde la raíz. Podrían parecer dos incógnitas sin sentido, completamente fuera de contexto. Pero para él, para cualquier Uzza, saber qué temían y qué aspiraban era la forma más directa de saber quiénes eran. Heliké temía a la muerte, lo que era sensato. El miedo de Thomas era diferente, aunque igual de pesado que cualquier otro temor ajeno. Pero sus aspiraciones, más allá de ser similares en cierto aspecto, era lo que realmente quería saber. Asintió. —Para nosotros, los guerreros Uzza, el libro del Caos corresponde al universo mismo. El caos es parte de nosotros y no siempre es malo. Pero cuando es malo, es fatídico. Deben tener muy en claro que esta... enseñanza, hará que aprendan a lidiar con sus temores y sus aspiraciones en partes iguales. Son probabilidades que realmente no podemos controlar pero que, aún así, tenemos que afrontar. Bakari alzó las manos ante sus estudiantes, extendiendo las palmas una delante de cada uno de ellos. Su intención no era que detallaran sus dedos nudosos o las marcas del combate, su intención era que vieran cómo la energía empezaba a centrarse alrededor de sus falanges, envolviéndolas hasta formar una esfera. Dicha esfera no hizo más que crecer, hasta que por la misma fuerza de la energía, sus manos se unieron y una fuerte luz cegadora invadió el espacio donde se encontraban. Cuando la luz se disipó, no había más esferas, ni nada en las manos de Bakari. Pero sí había algo. Delante de él, a una distancia prudente de donde estaban Thomas y Heliké, un Cíclope gruñía por lo bajo con su ojo enrojecido por una furia proveniente de su raza misma. Esperaba órdenes, órdenes del guerrero, pero éste no se las dio. Dejó que los dos estudiantes vieran lo que acababa de hacer en un segundo y los invitó a que salieran de su ensueño con un movimiento de manos, para llamar su atención. El Cíclope también lo miró, esperando sólo una señal para hacer algo. —El Señor del Caos, la probabilidad más grande de caer en desgracia o en ventaja. En este caso, he obtenido la ventaja. Hay siete opciones, de todas ellas, ésta es la mejor. El Cíclope tiene grandes habilidades mágicas y alcanza un nivel de magia correspondiente al tercer escalón de los bandos actuales, lo que quiere decir que nos acompañaría en una batalla con dos hechizos más. »Su misión, esta vez, es decubrir qué les depara su propia suerte. Canalicen la energía de su magia en sus manos, dejen que fluya por su cuerpo y se centre ahí, no la controlen, sólo dejen que se manifieste. Cuando ya no puedan mantenerla, junten las manos y vean qué obtienen. — Para lanzar los dados deben apagar el editor y postear un mensaje como el siguiente: [roll]1d7[/roll] Señor del Caos Cuando tengan un resultado, pueden volver a postear el rol de acuerdo a lo que obtuvieron.

1d7 Señor del Caos

Los poderes mas oscuros que le había enseñado a la chicas la habían favorecido en un momento importante, la rueda del tiempo fue capaz de anular el efecto de su kansho haciendo que nunca lo hubiese invocado. Un salto en el tiempo, una anormalidad. Las flechas de fuego que quiso devolver ahora lo quemaban por completo produciendo que de su piel comenzaran a caer gotas de color rojo oscuro, sangre. No recordaba la ultima vez que un rival le hubiese ocasionado algo similar, de hecho no recordaba su propia sangre, pero también la vejez estaba jugando con su mente. Junto ambas manos, concentrando su poder en ellas e invocando la rueda del caos pudo sentir como esta lo favorecía aumentando su fuerza, su poder, su energía. Se sentía como aquella vez, podía destruir cualquier cosa, sobrevivir a todo y era justo lo que tenia en mente para su alumna que en ese momento no la reconocía como tal si no como una rival mas a la que debía vencer, el caos lo estaba apoderando lentamente. - Vara de Cristal Desmaius - Dijo, controlándose en el ultimo momento. Gracias al primer hechizo su varita mágica se transformo, agrandándose, siendo mas grande que el y tornándose de un color rojo brillante. El segundo encantamiento no recorrió ninguna distancia gracias al primero, impacto de lleno en la chica e hizo efecto de inmediato, desmayandola, sacándola de combate y el beneficio de la rueda del caos duplicaba el mismo, así que no estaría en ese estado por un par de segundos, seria mas tiempo. Tiempo que podía usar para recuperarse y completar su victoria. Aprovechando el momento, conjuro un Aguamenti para curar las heridas producidas por las flechas del fuego. Un chorro de agua relajo cada partícula de su quemado cuerpo, ahora solo necesitaba una mas para eliminar las gotas de sangre que continuaban cayendo poco a poco desde las heridas. Pero dio un toquecito con su bastón al suelo y pensó en un Curación que elimino de una vez por todas las heridas en su cuerpo dejando solamente la cicatrices de antaño que no podría borrar tan fácilmente. No se preocupo por la avispa marina que en ese momento yacía muerta en el suelo, el veneno en su torrente sanguineo comenzaba a molestarle pero no era algo que el guerro temiese. Tenia chance para ocuparse de ello en los próximos momentos.

1d10 Rueda del Caos, para destruir a mi bella e inutil alumna. ->

- Vara de Cristal Sectusempra - Comentó al abrir la puerta de su recinto, molesto. Su varita mágica paso a ser mas grande que el, como un bastón, de un color rojo brillante con el que dio un toquecito al suelo para conjurar su encantamiento. No fue un rayo normal, no hubo necesidad de que recorriese una enorme distancia entre el guerrero y su objetivo. La herida solamente apareció en el pecho de uno de sus estudiantes, el varón, el cual no supo lo ocurrido hasta segundos despues. Gran cantidad de sangre emanaba salvajemente, ocasionándole un profundo dolor. Fue blando, sabia que podía curarse o la chica a su lado lo haría. Otro movimiento de su ahora vara de cristal fue suficiente para hacer desaparecer las llamas ocasionadas en su techo debido a las acciones est****as de su nuevo alumno que por alguna razón pensó junto con la otra chica que era bueno atacarse entre ellos solo por tener el amuleto de resurrección entre sus pertenencias. Suspiro decepcionado, por vigésima ocasion, ante el poco poder de raciocinio de los jóvenes magos que eran sus alumnos. No entendió como la comunidad mágica de Londres había caído en un bajo nivel despues de tantos días de glorias en el pasado. - Nuestro hogar no se toca - Mencionó respondiendo a las preguntas realizadas por sus estudiantes en sus pensamientos, no fue necesario que las dijeran. Generalizó porque era lo que el resto de Uzzas debería hacer, pero tal vez a algunos se les hubiese olvidado o a otras tribus. Al ser esta su segunda clase con un guerrero era de esperarse que no conociesen por completo las normas que debían respetar estando frente a uno de ellos, aun así nunca un alumno había atacado su hogar como lo hizo el joven que fue víctima de una herida profunda y sangrante en su pecho debido a eso. - ¿Cual es su mayor miedo? - Realizó las mismas preguntas, dirigiéndose a ambos magos - ¿Cual es su mayor deseo?.

La chica fracasaba una vez delante de el, esta vez al intentar aumentar los poderes de la rueda del caos, pero ni siquiera pudo disminuirlos, solamente quedaron iguales a los que ya tenia. El duelo comenzaba con Bakari siendo envenenado por el famoso Cinaede el cual siempre lo ponia a prueba en los entrenamientos del pasado, paso tantas veces por lo mismo que sabia como deshacerse con facilidad con la falta de respiriacion y el veneno por completo con el simple movimiento de su varita. Realizando un complicado movimiento y el veneno desaparecio, pero no solo eso. - Expavescerent - Conjuro, invocando uno de los hechizos del libro de Merlin. El encantamiento, como habia mencionado, desaparecio el efecto del cinaede en su cuerpo. Ademas ninguno de los dos lo podria volver a utilizarlo por el resto del duelo, por lo que el arma magica de ambos emitiio una vibracion y una diminuta chispa que confirmaba dicho efecto. Penso que tal vez fuese un poco injust al utilizar hechizos superiores a los que estaba enseñando, pero no le importo y queria divertirse con la muchacha. Ella no se daba por vencida y volvio a atacar, un grupo de filamentos de fuegos viaja en direccion al guerrero que ni siquiera mostraba signos de preocupacion en su arrugado rostro. Kansho hizo aparecer una daga en la mano izquierda, tenia la capacidad de absorber y devolver un ataque magico y fue justo lo que hizo. La coloco frente a el, levantando el brazo y los filamentos de fuegos, incluso los que pasaban cerca al Uzza fueron absorvidos por la daga en cuestion de segundos. Un momento mas tarde, desde el mismo objeto salieron, como rafagas en direccion a la chica que ahora debia defenderse del hechizo realizado por ella. Si jugaba un poco con su suerte, podia conjurar la rueda del tiempo para anular los recientes acontecimientos, pero si se descuidaba podia sufrir las quemaduras del fuego en su cuerpo.

La chica, como era de esperar, terminó haciendo lo que Bakari quería y ella necesitaba. Se cortó los dedos y colocó la marca de sangre en el pergamino que momento después se enroscó y despareció, su servicio ya no era necesario. El viejo uzza se colocó de pie respirando el aire puro de la naturaleza, no tenía tiempo de seguir enseñándole a la joven, debía aprender ahora por su cuenta. - Puedes usar el resto de hechizos contra mí - Comentó Bakari desafiándola. Guardo cierta distancia con la joven y esperó que está realizará el primer movimiento. Olvidadizo, no recordaba la última oportunidad que había tenido para enfrentar a sus estudiantes. No mostraría piedad, ella estaba en el deber de mostrar sus habilidades de caos y supervivencia. Tenia que ser digna de mostrar su valor para obtener por completo sus hechizos. El duelo se regirá por las reglas de duelos 1vs1 Los hechizos a utilizar son hasta legionario y libros de hechizos hasta el Libro del Caos. Pasadas 48 hrs sin respuesta del alumno al contrincante, se considerará abandono. La prueba durará una semana a partir de la apertura del topic. Pasados los tres días sin que el usuario rolee llegada, se considerará abandono.