Bakari

Lo oyó llegar. Incluso antes de que entrara en su radar auditivo pudo oírlo. Pensó que el "efecto sorpresa" no era algo muy común en los ingleses, o quizás solo en su alumno que con estruendos mecánicos espantó a las pocas aves cálidas que por allí residían y le hizo fruncir el ceño. Tenía una mano posada en la rodilla, sobre el lomo de un libro magistral que con letras doradas rezaba esa maravillosa palabra que saborearía a lo largo de la clase, Caos, y la otra tironeando de la fina barba que le caía como una soga por debajo del mentón, uniéndose más arriba con un bigote escueto. Se puso de pie cuando Antony estuvo a metros más de la roca donde había estado esperándolo y volteó con sigilo lanzando el libro en línea recta. No pretendía golpear a su alumno y noquearlo de buenas a primeras, pero quizás, con un poco de fanfarria, impresionarlo. Todos estaban de acuerdo en que Bakari había perdido la cabeza y la razón hacía décadas. Rápidamente hizo ademán de lanzar algo más, pero en lugar de ello, hizo aparecer su vara simple de cristal con núcleo de pelo de acromántula, y apuntó al tomo que, delante de las narices de Ryvak, se encendió por completo quemando la puntilla de su cabello verdoso y se volvió cenizas. Las cenizas ascendieron y el Uzza habló. —Bienvenido sea joven Dracony Más antes de desaparecer por la brisa entre las nubes, las cenizas se separaron y comenzaron a formar cinco esferas oscuras, opacas, con un núcleo centelleante, una con cada color. Cada esfera pertenecía a una fuerza del caos diferente: Poder, tiempo, fortuna, el propio caos, y la más eléctrica de todas, el propio señor del caos. Ésta última parecía querer estallar en cualquier momento. —Te habrán dicho que con solo leer un simple libro serías capaz de dominar el caos, pero te mintieron, te timaron. Para controlar al señor del caos, primero, debes equilibrar tus propios demonios interiores, tu oscuridad. Solamente cuando ella no consuma siquiera una ínfima parte de su alma, estarás preparado ¿Usted qué cree señor Ryvak? Preguntó, viéndolo sereno. —¿Se siente preparado? La clase acababa de comenzar. —Adelante— agregó, —Escoja la que más le llame la atención.

Extendiendo los brazos se desperezó. Sus dedos gruesos rozaron la suave pero desteñida tela de la carpa color crema ¿Alguna vez fue más oscura? Masticó el aire y estirando las piernas tiró al suelo las finas sábanas de su modesta litera. No era una persona materialista por lo que simplemente fue capaz de aceptar el reducido espacio que los Directivos le brindaron, además del encantamiento para agregar dimensiones a la tienda que por fuera parecía endeble y frágil, sostenida por unas simples ramas. Cualquier viento podría mandarla a volar, más lo que nadie sabía era que dentro residía el mayor guerrero de todo el pueblo Uzza, o al menos uno de los pocos que quedaban en pie. —Mi Diosa— Musitó cuando por fin salió al aire libre y el sol iluminó su arrugado rostro. Creía que su permanencia en el mundo se debía a ella, a su poder y a Anubis. Nadie creería la edad que tenía si le veían como estaba, como Antony le vería al llegar a la zona norte del Ateneo. Un hombre alto, fornido, de piel trigueña y musculación atlética, con un par de penetrantes ojos verdes, tan fuertes como el veneno; podía atravesar el alma de cualquiera buscando el modelo de pupilo ideal. Hasta el día de la fecha no lo había encontrado. Según tenía entendido, su alumno recibiría la noche anterior un cuervo con las coordenadas para la clase, la cual se impartiría al alba, alrededor de las seis de la mañana. Alzó la vista, miró hacia el gigantesco astro y gruñó, por suerte allí no había una pizca de nieve, ni un solo copo que enfriase su apasionado corazón de combatiente. Faltaban diez para las cinco, tenía tiempo de sobra para contemplar la nada misma y pensar cómo incursionaría ante éste nuevo brujo, considerando que se trataba de un nuevo año, una completa vuelta al sol para replantearse muchos aspectos de su sobria vida. Entonces, y sin mucho más que hacer, tomó una vara gruesa de madera, un cuchillo bien afilado y comenzó a tallarle punta hasta convertirlo en una pica. A sus pies una pequeña montaña de aserrín. Con el pecho al descubierto y sus hombros sudados, el cabello revuelto y la mirada perdida como la de todo loco. Para esperar a Ryvak @@antoni Ryvak Dracony

Libro del Caos Aprobado Hayame Snape Potter Black Desaprobado Demian Luxure

La actitud de Hayame, lejos de molestar al Uzza lo hacía pensar bien de ella. Para este tipo de poderes eran necesarias personas con un carácter fuerte, seguras de sí, del tipo que no se dejaban llevar por lo que otros le decía si tenían la absoluta confianza sobre lo que estaban haciendo, aunque esto tenía un pequeño problema y es que a veces el exceso de confianza llevaba al fracaso. Un verdadero guerrero era consciente de eso y no temía reconocer cuando debía detenerse a pensar y reflexionar, e inclusive a cambiar de estrategia en mitad de la batalla. Y sí, los dados puede que no siempre estuvieran de nuestra suerte, pero ¿era ese un motivo para no intentarlo? Por supuesto que no, habían días en que los poderes del caos simplemente no querían actuar a tu favor, era incluso parte del equilibro que lo hicieran de esa forma, para así no mal acostumbrar al portador del poder. Las derrotas te hacían más fuerte, más sabio y era parte del aprendizaje aceptarlo siempre y cuando no se volvieran a cometer los mismos errores. Peeves por otro lado era una molestia, los Uzzas no tenían precisamente sentido del humor y que el Poltergeist se paseara a sus anchas diciendo chistes de mal gusto, lo ponían de mal humor, pero aun así tenía sus ventajas y es que era capaz de ahuyentar a los demás señores del caos únicamente con su presencia. Escuchó a Peeves decir chistes sobre su apariencia y poco le importó. −Está bien que no luches contra el caos, es inevitable, al final lo aceptas te guste o no, pero es mejor cuando lo comprendes −. La rueda del poder arrojó un 9, lo que significaba que su siguiente hechizo tenía que ser de un rango inferior. Hayame se defendió perfectamente de las flechas de fuego y como segundo hechizo usaría un Protego, justo antes de que la bruja lo pronunciara Bakari vio una oportunidad para enseñarle una lección y volverla a poner en aprietos. −Intercalación −empezó a decir −Siempre que puedas ataca, búscate tu misma esa ventaja, así tu adversario también tiene con qué entretenerse también y te garantizo que sobrevivirás el segundo turno −. Bakari estaba comprometido a que la bruja diera todo de sí, no quería acabar el encuentro tan pronto, él quería que siguiera practicando −. Arena de hechicero −pensó, lanzando la arena al aire con el propósito único de cegar a Hayame durante dos turnos. − Rueda del tiempo para volver atrás y quizás prevenir el ataque o Rueda de la Fortuna que tiene también un mundo de posibilidades. ¿Cual de las dos usarás?

Habían por lo menos 6 señores del caos, todos ellos con una función específica y una tarea que podría jugar a favor o no de la persona que los invocaba. Lo importante con los señores del caos era entender sus efectos, los dados podían variar con el tiempo, pero siempre y cuando el mago tuviera en claro su primer resultado el señor del caos permanecería el tiempo que estaban destinados a durar en el campo de batalla o cuando esta terminara, dependiendo del desarrollo del duelo. Hayame decidió usar los dados en su primer turno, pero el Uzza no tenía claro si la bruja entendía en realidad lo que tenía qué hacer. −Hayame, recuerda que debes concentrarte y visualizar bien al señor del caos, no vaya a ser que tu oponente se aproveche de la situación y termine usándolo en tu contra −Puede que el Uzza no interviniera directamente en cuanto a hechizos, no de momento, pero si que podía hacer correcciones cuando lo creyera conveniente, en especial teniendo en cuenta de que no había tenido la oportunidad de practicar a gusto todo lo que había planeado. −Flechas de Fuego −decidió atacarla, en vista de que Demian no se movía ni hacía nada. Bakari negó con la cabeza, viendo en él otro fracaso. Aun así le daría otra oportunidad, pero no podía tener a Hayame sin hacer nada. No tuvo ni que pronunciar el hechizo, este simplemente se formuló en su mente y los filamentos de fuego salieron disparados en dirección a la bruja que debería apagar las llamas si estos impactaban y luego curarse en caso de una lesión. Por supuesto que ella podría seguir utilizando los hechizos de otros libros, de esta manera pondría en práctica lo aprendido, pero también estaba interesado en ver qué podía hacer con los poderes del Libro del Caos, aunque él tuviese que ser su adversario. Como lo veía Hayame podría bien utilizar otro señor del caos, o las diferentes ruedas. La Rueda del Poder le daría la capacidad para utilizar hechizos de un rango superior o inferior al que ya poseía. La Rueda del Tiempo podría hacer que un hechizo fuera anulado o que por el contrario los efectos de este se multiplicaran, o simplemente podía quedar igual el efecto del hechizo. La Rueda de la Fortuna era la más impredecible, ya que se necesitaba sacar un resultado en específico que podría invalidar todo un turno anterior del oponente o simplemente una acción, de ahí la dificultad. Por último estaba la Rueda del Caos, un dado de diez caras que dependiendo del resultado los hechizos tendrían un efecto crítico, es decir el doble de lo normal, o podrían tornarse débiles, reduciendo el efecto a la mitad. −No tengas miedo en aventurarte con los poderes de las ruedas, podrían ser de mucha utilidad −la retó el Uzza.

Otro de los motivos por los cuales había llevado a los aprendices al desierto es porque al mismo tiempo servía como el perfecto escenario para llevar a cabo lo que el guerrero tenía en mente. Bakari era más de acción que de palabras, especialmente cuando se trataba de los poderes del Libro del Caos. Estaba bien comprender su significado, las consecuencias al ejecutar un poder en comparación a otro, las maneras de defenderse, pero al final esas eran solo palabras que no valían nada, porque hacía falta más que aprenderse todo un libro de memoria, sino sabías como empuñar la varita entonces no merecías continuar. Esta será la última oportunidad que tengas para que te redimas, de lo contrario mi veredicto final será que no estás listo y nos volveremos a encontrar dijo hablándole específicamente a Demian, que al principio se había mostrado atento, pero poco después se dejó opacar por su compañera Y tú, aunque hayas llegado hasta aquí no significa que tienes la mitad del camino ganado, su presentación aquí es lo que definirá su destino. Quiero ser claro conque no me gusta la gente mediocre y jamás permitiría que alguien así siga adelante. ¿Entendido? El desierto apenas y proporcionaba elementos que pudieran ser utilizados en el campo de batalla, más que las palmeras alrededor del oásis y arena, solo eso. Era el escenario perfecto para provocar el caos, para desatar los poderes sin temor a lo que pudiera pasar alrededor, no hacía falta, nadie más que ellos saldrían heridos y Bakari también sería partícipe del duelo de verlo necesario, añadiendo un poco más de dificultad a la batalla que ellos tendrían. Como tal no habría límites en cuanto al uso restringido de dos poderes del libro, lo que no podrían invocar serían más de dos señores del caos al tiempo. La primera parte quiero que la manejen entre ustedes, es la oportunidad perfecta para que mejoren su técnica, para que se equivoquen incluso, lo peor que podría pasar es que terminaran en la enfermería, pero un verdadero guerrero porta con orgullo sus cicatrices porque sin sacrificio no hay éxito. La verdadera ganancia la encuentras cuando sabes lo que has hecho para llegar hasta aquí. Bakari se apartó, dándoles el espacio suficiente para que cualquiera de los dos iniciara. Él no intervendría sino para unirse al duelo, las correcciones y comentarios que tuviera vendrían al final, pero por ahora los protagonistas serían Damian y Hayame. ¿Qué están esperando? ¡Es momento de comenzar! No podía evitar sentir la adrenalina previa a una batalla, la mente y el cuerpo se unían y ambas estaban presentes en el mismo lugar para garantizar la victoria. La preparación venía día con día, a través de las prácticas, del dominio total de los poderes. Un guerrero debía estar siempre alerta y preparado. ************** No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 19 de octubre al 29 de noviembre (inclusive). Nos guiaremos por las reglas de duelos existentes. Hechizos: Neutrales, Graduados, y los Libros de Hechizos hasta el Libro del Caos. (Con especial énfasis en este último). Están prohibidos los Off. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro del Caos @@Hayame Snape Potter Black @

Bakari había estado pensando en alguien más, alguna antigua alumna suya que pensaba iba a volver a encontrar y terminó descuidando a Hayame. La bruja usó un portal para acercarse al oasis, nada qué reprocharle, pero era momento de que enfrentara los verdaderos poderes del caos, que empezara a darle uso a su varita y a poner en práctica lo que ella por su cuenta hubiese estudiado con el libro, por lo que usó el mismo Cíclope anteriormente invocado para atraerlo hacia el oasis, él sería uno de los obstáculos antes de que la bruja pudiera beber un poco de ese agua y quisiera seguir adelante. La atacó con la misma magia. —Fuego Púrpura —bastó con un solo pensamiento para que el fuego viajara en dirección a la bruja, quién ahora estaba a escasos 4 metros de él. Bakari estaba expectante, quería saber lo que haría la bruja a continuación, pero a diferencia de lo que había pensado anteriormente, era necesario que Hayame supiera lo que era tener que enfrentarse a ese tipo de magia, por lo que no quiso darle ningún respiro. Ella tendría que usar alguno de los señores del caos para defenderse, mirar si la suerte iba a estar de su lado o no, porque eso era lo atractivo del libro, que a veces te favorecía y en cambio otras... las consecuencias podrían colocarte en fácil desventaja frente al resto. Seguidamente envió un segundo hechizo hacia su dirección, esta vez se trató de un —Seccionatus —, doce medias lunas que también buscaban impactar en la bruja para hacerle un daño considerable, dejarla por fuera de batalla en uno o dos movimientos. Sabía que Hayame probablemente conocería de hechizos aprendidos incluso en los libros anteriores, probablemente allí encontraría algo que le fuese de utilidad, pero de nuevo, esperaba verla otro tipo de magia superior, ver si de verdad la entendía, era la única manera que tanto Uzza como aprendiz lo averiguaran.

Desde donde estaba Bakari podía seguir los movimientos de cada uno de ellos, el desierto era suyo, por lo tanto podía ver y controlar todo cuanto pasara en el. Heliké parecía estar teniendo una lucha de pensamientos y pronto todas las ideas preconcebidas que tuviera sobre lo que era el caso se verían afectadas. Para aquellos amantes del control y de seguir un patrón, el caos les parecía algo inverosímil, pero era porque no lo comprendían y por lo tanto no lo sabían explicar. Para Bakari la clave estaba en aceptar el caos como parte de la vida, no como algo malo, porque del caos también surgían los grandes descubrimientos. La bruja caminaba por el desierto creyendo que su única tarea era esa, caminar, pero cuan equivocada estaba. El Uzza tenía un plan, uno que la pondría a prueba. De la arena, a unos pocos metros de ella, surgió una de las criaturas del señor del caos. Cuando la fortuna estaba de tu parte podrías encontrar un fuerte aliado en el Cíclope, quién era un combatiente más capaz de defenderse y de atacar con independencia de lo que el invocador pudiera hacer. El Cíclope, por supuesto, atacaría a la bruja y la única manera que tendría para defenderse sería usando los mismos poderes del libro,en este caso del señor del caos, cualquier utilización de otros simplemente no tendría efecto (a menos que fuera para curarse o por requerimiento del libro), Bakari se había encargado de bloquear esa magia mientras estuvieran en sus dominios. — Fuego púrpura — pensó el Cíclope, quién ahora tenía los hechizos de Mago Oscuro. El fuego viajó en línea recta en dirección a la bruja, de la cual se encontraba a cinco metros. El Cíclope quiso seguir atacándola, pero Bakari le ordenó que se detuviera, primero quería ver qué haría Heliké para defenderse. La bruja tenía varias posibilidades, o bien se decidía a jugar con la rueda con luchar contra otro señor del Caos, cualquiera de las dos opciones la podían favorecer. O no. Por otro lado el otro aun no avanzaba, así que decidió darle el empujo que necesitaba. Otro nuevo señor del caos, esta vez una Hechicera surgió en el campo, la cual lo seduciría e intentaría darle un mortal beso. Solo si el Mago comprendía el verdadero poder de la hechicera encontraría, tal vez, una forma para defenderse de ella, aunque Bakari esperaba más que eso.

1d7 Señor del Caos

— Sobrevir —eso había dicho la primera en llegar. Sí, en la guerra había que sobrevivir y para eso quisieras o no había que pelear. Sin embargo llegaba un momento en el que sobrevivir no sería suficiente. — ¿Entonces se define como una simple sobreviviente? ¿Crees que eso sea suficiente para ganar? —El Uzza planeaba sacarlos de su zona de confort. No estaba ahí para hacerles las cosas fáciles, sino que todo lo contrario. Es — Un juego de poder —dijo el otro. Él también tenía razón. Algunas guerras habían sido provocadas para obtener más poder, para el dominio de un territorio. Como guerrero, Bakari había participado de ellas, porque cuando alguien mandaba un golpe siempre encontrarían alguien dispuesto a responder, así pensaba él y fue precisamente lo que hizo en su momento: responder. Luego él también fue responsable por otras que iniciaron, donde se buscaba recuperar lo que le había sido arrebatado. — Los Uzzas no perdemos el tiempo en ese tipo de asuntos ni participamos en ellos —respondió tajante. La sola idea de imaginarse tomando partido por alguno era algo que iba en contra de todos sus principios. Las guerras para elegir un bando eran las peores, esas de las cuales no participas activamente sino que observas como otros luchan muy tranquilamente desde algún cómodo lugar — En cuanto a su pregunta, ¿Cree que el caos se desata como producto del azar? ¿O que el hecho de que exista el azar, de que no sepamos lo que va a pasar, es lo que hace que haya caos? —ese pensamiento crítico se lo dejó a él, como Uzza no planeaba darles las respuestas del mundo, tenían que descubrilas. — Existen, por lo menos, tres factores determinantes que pueden desatar el caos casi que de manera instantánea. No digo que sean los únicos, pero tienen un gran peso en esto ideal que les gusta llamar equilibro. Estos son el tiempo, el poder y la fortuna. ¿A qué crean que se deba esto? ¿Qué piensan? Quiero escucharlos. O no, prefiero que lo vivan. Los estaré esperando en el oasis, si es que llegan. El sol era abrazador y con cada minuto que pasaba se hacía más intenso. Sin que ninguno de los dos aprendices lo notara, Bakari había usado su varita para hechizarlos, eso, junto con el insoportable calor haría que sufrieran no de alucionaciones, pero sus cuerpos y sus mentes estarían más dispuestos a vivir y ver lo que Bakari quería que vieran para poder experimentar el caos desde los 3 factores mencionados anteriormente. Solo quién conocía el caos y lo comprendía, podría ser capaz de controlarlo.

Bakari era un guerrero en toda regla, él había sido partícipe de tantas guerras que había perdido la cuenta; tampoco las llevaba. Para él todo consistía en ganar y el ganar era posible si te comprometías al máximo, si eras exigente contigo mismo. Bakari no podía sentir respeto por quién se autocompadecía o se rendía a mitad de camino, para él las personas débiles lo eran solo de mente, porque la condición física no era un factor tan determinante como el mental, aunque claro, un cuerpo bien preparado y entrenado también era un buen elemento en los combates de cuerpo a cuerpo. No conocía a ninguno de los que se presentarían ese día ante él, tampoco le interesaba saber sus nombres, no de momento, ya que sus nombres tendrían un verdadero significado al final de su camino de aprendizaje, cuando fueran capaces de ejecutar la magia que él estaba a punto de enseñarles a la perfección, pero para eso debían esforzarse o no tendrían ningún reparo en echarlos y así él no perdía el tiempo. «¿Qué significado tiene la guerra para ustedes?» Los recibiría con esa pregunta. Ya lo tenía decidido. Quería conocer sus convicciones, quería saber para qué estaban preparados y para qué no. A Bakari le gustaban las respuestas honestas, los mentirosos solo podían tener un final y él se había encargado de hacerles pagar su error con sangre. El lugar pactado para el encuentro era un desierto en donde lo único que podían ver su alrededor era arena y más arena. El único momento en el que el paisaje cambiaría sería cuando hubiesen avanzado varios kilómetros y encontraran el único oásis rodeado de varias palmeras ubicadas alrededor de el, dando sombra a todo aquel que descansara debajo de ellas. Pero ese detalle de momento no se los compartiría. Todos llegarían a través de un portal, las instrucciones específicas para llegar allí ya se las había mandado a traves de otros medios. Espera únicamente a dos personas, no aceptaría a más. — Un verdadero guerrero debe ser sometido a situaciones extremas, para que pueda conocer sus límites. ¿Han venido a ser guerreros o mediocres? —. No pensaba que estuviese siendo duro o cruel, pero sí era exigente tal como lo habían sido con él, no por algo era uno de los guerreros más importantes de su tierra. Los protectores en su pecho relucieron con la luz del sol, el calor los empezaba a abrasar aceleradamente, pero él no lo sentía así. Finalmente hizo la pregunta que había preparado para ellos. — ¿Qué significado tiene la guerra para ustedes?

Libro del Caos Aprobados Mackenzie Malfoy

Mackenzie estaba llevando bien el duelo y se defendía bien. Las flechas de fuego de Mackenzie, le quemaban la piel, pero él se había curtido en mil batallas y era fuerte, sabía cómo hacer frente al dolor. A pesar de que los filamentos de fuego habían ya incendiado su piel, decidió atacar antes de solucionar el problema del fuego. No le gustaba que sus alumnos se durmieran en los laureles, debían estar siempre sometidos a constantes retos. - ¡Incarcerus! -Exclamó apuntando hacia Mackenzie y, al instante, tres gruesas cuerdas salieron dirigidas a ella, cada una con objetivo de atarla de modo que no pudiera hacer su siguiente ataque. Una de las cuerdas sujetaría sus manos en su espalda, otra sus tobillos para impedirle el equilibrio y hacerla caer al suelo y la última de las cuerdas iría a parar a su boca, para imposibilitar cualquier hechizo verbal que se le ocurriese. Y, efectivamente, así ocurrió. Lanzado su ataque, decidió que era hora de apagar el fuego que le incendiaba la piel. - Aguamenti - Pensó. Un chorro de agua lo rocío con la suavidad suficiente para no alterar su equilibrio ni posición, pero con la cantidad suficiente de agua para apagar por completo las llamas. Ahora ya sólo restaba terminar de curarse las lesiones, que tampoco habían sido tantas. Esta vez no había invocado a las fuerzas del Caos. Algo en el aire le decía que no habría sido un buen momento.

Por un instante le había parecido ver cómo la ninfa se materializaba ante él y, al instante siguiente, ya no estaba. Su hechizo se había desvirtuado y Bakari supo que la bruja le había lanzado una Maldición. ¡Qué bueno hubiera sido poder contar con la presencia de aquella hermosa ninfa! ¡Lástima! Mackenzie se había defendido muy bien de su ataque anterior. Pero intentaría ponerles las cosas difíciles. - Rueda del Tiempo- Invocó a las fuerzas del Caos, tratando de ganar tiempo y volver a la acción anterior de su oponente. Si el Caos estaba de su parte, la Curación de Mackenzie quedaría anulada y la bruja se vería en serios aprietos. Claro que también podía ocurrir lo contrario y así lo quiso el Caos. Las fuerzas del Caos se aliaron esta vez de parte de Mackenzie y los efectos de su Curación se potenciaron. Tanto como decir que se había librado de tener que curarse en la siguiente acción, pues ya estaba completamente reestablecida del ataque del Cinaede del Uzza. - Flechas de Fuego - Pensó, haciendo que de su varita saliera disparada una andanada de flechas de fuego en dirección a Mackenzie. Comenzó a farfullar en susurros, tratando de invocar a su maltrecha suerte. Conocía algunas palabras que harían que la suerte volviera a él. La gente a veces pensaba que estaba loco o senil, pero nadie conocía al Caos como él.

1d3-2

El Guerrero observó a la Malfoy cuando ésta invocó al Señor del Caos. Se esperaba que el Caos se aliara con aquella poderosa bruja, teniendo en cuenta la suerte con la que lo había invocado con anterioridad. No fue así y a Bakari le sorprendió comprobarlo, por más que supiera de sobras que las fuerzas del Caos son impredecibles y que tienen tanto poder para encumbra a los débiles como para aplacar y vencer a los poderosos. Nadie controlaba el Caos, ni siquiera la Divinidad. Viendo el troll que había surgido ante la bruja, pensó que había llegado el momento de ponerle a la Malfoy las cosas difíciles. El aprendizaje siempre era un camino duro. - Cinaede. - Apuntó a la Malfoy. El rostro de la Malfoy adquirió un tono azulado, cuando el gas invisible que penetró en el acto en sus vías respiratorias, cortándolas. Muy pronto pasaría a la sangre, provocando la paralización del sistema nervioso y circulatorio y, en consecuencia, la muerte, a no ser que Mackenzie actuara antes. - Señor del Caos - Era hora de invocar también él a esta poderosa entidad. Se sorprendió al descubrir que el Caos se había aliado de su parte en este ocasión. Una hermosa Ninfa apareció ante él. Sabía que su belleza era sanadora y que aquella entidad producto de las fuerzas del Caos le dotaría de poderes curativos extraordinarios. Esta vez la Malfoy tenía al Caos en su contra. Era hora de ver si sabía defenderse.

1d7

Bakari devolvió la inclinación de cabeza a Mackenzie Malfoy y le indicó con un gesto que comenzara el duelo. La mujer siguió escrupulosamente el protocolo de un duelo, lo que le hizo dibujar una leve sonrisa en el rostro. Aquella joven había sido educada en las antiguas costumbres, no como las nuevas generaciones de niñatos que creían que los formalismos no servían para nada. Le agradaba su porte elegante y su buena disposición para aprender, que se notaba a la legua. - No te preocupes, joven. Estamos aquí para ayudar. - Respondió el Guerrero Uzza a la petición de Mackenzie, captando el leve atisbo de concentración en el rostro. No le había dado ninguna indicación y suponía que la bruja estaba concentrada tratando de descubrir los poderes del libro. Aquello era bueno. El conocimiento obtenido por uno mismo se grababa a fuego y mucho antes que aquel que se obtenía a través de explicaciones ajenas. Ya habría tiempo de explicar cada uno de los hechizos. De pronto notó que la concentración desaparecía del rostro de la bruja y se tornaba en determinación y Bakari supo que Mackenzie iba a iniciar el duelo. Le sorprendió su acción. Hasta entonces, todos sus alumnos habían invocado al caos, antes de lanzar los hechizos, cualquiera de los hechizos del libro. Pero Mackenzie lo había hecho al revés y Bakari sonrió con satisfacción. Esa joven entendía el poder del caos. Pero aquello sólo era el principio, le quedaba mucho por aprender. Aquellos pensamientos se filtraron en apenas un segundo, pues el Cinaede le impactó prácticamente al instante y su efecto había salido crítico. Bakari se ahogaba. Sabía que un sólo apnaneo no bastaría para abrir sus vías respiratorias. Necesitaría 2 apnaneos y 4 episkey, repartidos en dos turnos. Demasiado. Probablemente estaría muerto en nada. Pocas veces utilizaba la Rueda de la Fortuna. A juzgar por su experiencia, el poder del caos nunca daba resultados positivos con ese hechizo. Le parecía un hechizo inservible, pero.... bueno, cuando uno está ya prácticamente muerto, ¿qué opciones quedan? Invocó la Rueda de la Fortuna, para volver el tiempo atrás y que la acción de Mackenzie desapareciera, como si nunca hubiera sucedido. Cuando el Caos se materializó, comprobó que, una vez más, para variar, aquello no había surtido efecto. ¿Podía considerarse una acción un poder del caos de tan baja probabilidad? Muchos dirían que no lo era, pero Bakari sabía que sí lo era. Era sólo que aquel hechizo estaba defectuoso, las fuerzas del caos deberían poder jugar en ambos sentidos y no siempre en el sentido negativo que solían acaecer. - Apnaneo - Dijo como segunda acción, pues sabía que no sería justo no computar la Rueda de la Fortuna como acción, a pesar de su baja probabilidad. - Muy bien, Mackenzie. Ese hechizo crítico tuyo me destrozó de una. Comencemos de nuevo. Esta ronda la ganas tu. - Farfulló el Uzza, con la respiración entre cortada, pues no había podido utilizar el segundo apnaneo que le habría hecho falta. Después, tocó el amuleto de su muñeca y al momento quedó curado. Una vez reestablecido, el Guerrero respiró hondo y se concentró en el Poder del Caos. - Tu turno, joven.

2d50

Bakari se encontraba con la vista perdida en el paisaje ante sus ojos, perdido en sus pensamientos a la espera de que apareciera su pupila, una nueva bruja era la que ahora buscaba la manera de usar el caos a su favor tratando de acceder a los poderes del libro que los Uzza resguardaban desde hace siglos con el único propósito de que su información llegara a las manos capaces y mentes hábiles de unos pocos, porque para ser honestos no todos tienen el temple necesario para conocer el caos y seguir cuerdos en este mundo. Había regresado a su territorio y aunque las clases de aquel libro ahora las dictaba en Uagadou para este primer encuentro con la Malfoy había escogido otro escenario, el continente africano era basto en paisajes así que ahora se hallaba en un paraje poco conocido, a sus espaldas se alzaba una gran montaña de roca rodeada de varios arboles de diferente tamaño que se elevaban imponentes contra la roca. Un espacio de unos 20 metros de diámetro era lo que separaba a la montaña del borde del risco donde el se hallaba justo ahora, desde allí se podía apreciar una cascada que vertía en un gran rió, claro que desde ese rico era una caída de unos diez metros así que era mejor no tentar la suerte. A su alrededor se oía el rumor de los animales de la zona así como el susurro del viento que golpeaba el rostro del Uzza cubierto de las marcas de sus antiguas guerras, tanto internas como externas. Aquel lugar era perfecto para aquel libro, podías tener la vista de todo el horizonte más no ver nada en realidad más allá de lo simple, era como estar frente al caos, tan amplio en conocimientos pero tu sigues sin ser capaz de ver más allá de el, porque el caos te nubla la visión y desespera la mente si no puedes lidiar con el. Ahora solo era momento de esperar la llegada de aquella bruja. Reglas No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece. Duración del duelo: Del 06 de septiembre (inclusive) al 23 de septiembre, constando de, al menos, seis rondas. Nos guiaremos por las reglas de duelos existentes. Hechizos: Neutrales, Graduados, y los Libros de Hechizos hasta el Libro del Caos. (Con especial énfasis en este último). Están prohibidos los Off. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro del Caos

Libro de La Fortaleza Agosto Aprobados Ashura Lestrange Reprobados Oriánthi

Libro del Caos Agosto Aprobados Pik Macnair Crazy Malfoy

— Los anillos serán valiosos en su momento, en cuanto a los hechizos del libro si los has puesto en uso. No debes olvidar que en un duelo el de curación solo podrás usarlo una vez así que debes ser sabia para saber en que momento gastarlo. Aparte de eso creo que dominas la información necesaria para ponerlo en practica — El uzza hablaba conforme se iban adentrando en aquella cueva dentro de la montaña. Le agradaba que la bruja se sintiera con más confianza después de que había estado en aquel enfrentamiento. — Ahora deberás encontrar la forma de llegar al colegio Uagadou, estas cuevas tienen pasajes que se conectan hasta llegar a ella pero también tienen sus respectivas protecciones. Yo solo seré una sombra a tu lado, tu tomaras las decisiones ahora — dijo haciéndose a un lado para que la joven avanzara frente a el. Bakari se quedo unos pasos atrás para ver que actitud tomaría aquella joven, justo en ese momento varias rocas del techo de la cueva se desprendieron sobre la cabeza de la bruja, esperaba que ahora su resolución y confianza le ayudara a enfrentar aquellos obstáculos. Si lograba esquivar ese primer impase más adelante se encontraría con un par de criaturas parecidas a leones pero que escupían fuego ademas de que sus garras podrían despedazar a cualquiera. El estaba solo para observar, esperaba no tener que interceder en ningún momento ya que eso significaría que su alumna estaría próxima a morir ya que en otra circunstancia no lo haría.

Bakari no tuvo que esperar mucho antes de que su joven pupila apareciera en aquel apartado lugar desde donde se apreciaba el colegio Uagadou. La bruja se veía decidida a enfrentar lo que fuera necesario, el Uzza podría hasta asegurar que su mirada tenía un brillo desafiante, algo que hizo que el guerrero torciera sus labios ligeramente en señal de un atisbo de sonrisa. Muchos podían llamarlo loco o peores cosas pero si había algo que el sabia muy bien es que cada bruja o mago solo encontraba la fuerza suficiente dentro de ellos cuando eran llevados al limite por eso a veces sus procedimientos eran algo toscos, pero los resultados sin lugar a dudas valían la pena. — Se espera lo que merece ser esperado, y si estas aquí es porque has logrado llegar a este punto. El esfuerzo que has realizado hasta ahora ha sido para encaminarte a tu objetivo del cual cada vez estas más cerca — hablaba mientras caminaba alrededor de la bruja. — Debes conocer todo lo que el libro te aporta para que puedas usarlo cuando la ocasión lo amerite, solo así podrás hacerlo tuyo — hablaba con tono serio manteniendo la mirada fija en la joven. — Como sabes el libro trae consigo tres anillos y un amuleto que siendo usados con habilidad te pueden salvar de peligros, pero debo saber si esta todo claro con respecto a ellos o si alguna duda surca tu mente. Estamos en un punto en que lo que haya que aclarar debe hacerse antes de proseguir — dijo comenzando a caminar rumbo a la montaña más cercana donde se veía una entrada en la roca, haciéndole un gesto con la mano a la bruja le indico que lo siguiera. Si tenía alguna pregunta este era el momento ya que luego no habría tiempo para nada más que no fuera poner en practica lo aprendido.

Bakari había escuchado a aquellos magos hablar y debatir sobre lo que consideraba que era el caos, como usarlo a beneficio o como algunos tontos intentaban controlarlo para lograr obtener grandes poderes, pero lo que era bien sabido es que el caos no podía ser controlado simplemente se podía tratar de fluir en el para no caer en la locura. Los había visto usar un par de invocaciones sin obtener mayor resultado pero al fin y al cabo en eso consistían los poderes de aquel libro. En qué nunca sabias si usarlo te ayudaría a lograr la victoria o te llevaría más rápido a la derrota. En cierta forma el caos era un lanzamiento a la suerte que cada quien debía mirar como aprovechar. Ahora consideraba que era mejor que se enfocarán en aquellos poderes ya que la teoría parecían entenderla. Pero si querían llegar al final de todo debían enfrentarse entre ellos logrando encontrar la manera de usar el caos a su favor. Por eso ahora ante ellos el escenario había cambiado, se hallaban en una zona boscosa, en medio de aquella densa mezcla de vegetación y árboles había un claro de alrededor de 20 metros donde el pasto del lugar sólo cubría el suelo sin siquiera cubrir el calzado que llevaban. A lo lejos se oía una corriente de agua y el canto de algunas aves. Era un sitio cuya cantidad de árboles, rocas y criaturas brindaba el lugar ideal para un enfrentamiento. Ahora Bakari sólo se dispondría a observar cada paso de los magos con el fin de dar un veredicto al final de aquel día. *************** @@Pik Macnair vs @@Crazy Malfoy El duelo tendrá una duración de una semana (25/08/2019 - 31/08/2019) Pasadas 24 horas sin respuesta del contrincante, los ataques se considerarán impactados. Pasadas 48 horas sin respuesta del contrincante, se considerará abandono (reprobará). Los hechizos permitidos son los de la lista de neutrales, y los libros de hechizos hasta el libro del Caos haciendo énfasis en este último. Nos guiaremos por las reglas de Duelos. Se agradece la constancia y participación. Las dudas sobre la prueba podrán ser realizadas en el topic de dudas y consultas del libro del Caos.