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Susan V. Goldstein

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Todo lo publicado por Susan V. Goldstein

  1. Su hermano mayor había llegado, con un rostro que de seguro catalogarían como alto peligro. Tomó la atención de sus ojos en cuanto llegó y las palabras que le dedico tenían mucha verdad. No se conocían de nada y las circunstancias en las que se encontraban los obligaban a quererse como hermanos, estaba pensado en ser flexible, flexible por su madre y su hermana. Además, Matt tenía la mentalidad que le agradaba, esa que al parecer teníamos todos de herencia. —Hoy no pienso ser tan terca, después de todo, eres mi hermano mayor y no puedo luchar contra la sangre. —Y en un impulsó tomó toda su bebida y se cruzo de piernas. Solró una risa floja en cuento su hermana se les acercó y dio un respingo por el pellizco, bueno, era lo menos que merecía— ¿Estás de buen humor? ¿Alguien te puso feliz? Indagó con sorna y miró a su hermano pedir un trago fuerte. Dio dos golpes en la barra con su debo para pedir lo mismo, tenía que conocer sus gustos, así sabría que nivel está el licantropo. Miró la conexión entre su hermana y el chico de la guitarra, casi sintió orgullo cuando Matt le habló de esa manera, tenía el mal carácter familiar. —Como verás. —Se dirigió al mago de la guitarra— La paz en estos tiempos no es gratis ¿Por qué no tocas algo bueno para mis hermanos y para mí? Ya que veo que eres muy cercano a Lady no le veo el problema. Y con un guiño tomó su trago escoses llevándolo directamente a su garganta. Esa noche debía tener un final feliz para los Black Lestrange. @ @@Matthew B. Triviani @taison_greyback
  2. Se había confiando demasiado, tirada en el suelo recuperando el aire cuando ese mastodonte fue golpeado por Zoella. Le importaba un bledo si era hijo de Voldemort, a ese lo mataría. Estaba apunto de levantarse cuando el peso de dos cuerpos cayó sobre ella, sus pulmones quedaron sin aire y una fuerte mano le presionó el cuello, el cuerpo de Jeremy pesaba sobre ella y su mano cada vez presionaba aún más. Una parte de ella lo tomó de forma sórdida, pero la parte más racional quería matarlo. Buscó golpear su rostro mientras escuchaba los golpes que le proporcionaba a la bruja. Hasta que el dulce rostro de Zoella le dio una esperanza, con su acto logró que el mago bajara la guardia, el peor pecado del miserable. Susan con todo el impulso de su pierna alzó su rodilla dándole un fuerte golpe en las parte nobles de Jeremy, el mago se llevó las manos a su ingle y esta aprovechó para levantarse. —¿Pides etiqueta cuando golpeas mujeres? —Le susurró al mago de cerca mientras tomaba el bate— Que mal chiste, Askar. Le regaló un beso en la frente para luego tomar impulso y golpearle la mejilla con el bate, logrando que la navaja de Zoella le corte y su mandíbula cruja. Levantó a Rhaella y le dio el bate—Vengate querida, él necesita un par de nalgaditas. Y riendo con sorna se dirigió a Matthew, miró que Brendon estaba siendo apaleado por Candela de reojo así que se ocuparía de él luego. —Accio hacha. —Y el hacha afilada paró en sus finas manos mientras le daba una sonrisa a Matt— ¿Sabes lo bueno de que nuestra madre sea sanadora? De que puedo cortarte una mano y ella podrá volver a pegarla, hermano. Giró el hacha en sus manos y se acercó a su hermano con las peores intenciones. @ @@Rhaella Triviani @@Candela Triviani @ @ @@Brendon Ravenclaw @@That is not my name @@Matthew B. Triviani ¡Que se prenda! xD
  3. Claro, y Alegna aparece. No puede estar una sin la otra, con apariencias similares pero temperamento distinto. Alegna actuó rápido pero Zoella se interpuso haciendo un protego. Miró determinación en la mirada de su acompañante pero tal vez solo era por la adrenalina del momento, sabía perfectamente que Ghetava apenas estaba aprendiendo a dominar bien la magia. Era algo de responsabilidad para Susan, pero con suerte Zoella aprendería si salían ilesas de esa, aprendería a tratar con dementes. Además, ya había tenido las agallas de provocarlas con su comentario. —Aleg, Zoella y yo pensamos que tenías malos gustos para algunas cosas. —Rió con cinismo siguiendo el comentario de su acompañante, Susan dio un paso adelante cambiando su semblante por completo— Su pelea es conmigo, saben perfectamente que puedo matarlas y hacer que las revivan luego, después de todo, son mi familia. Todo esto es solo una tetra. Apuntó hacia el tigre que hacía pedazos el brazo de un mago y lo dirigió a Alegna, haciendo que este la atacara cogiéndole con los colmillos la pierna. —Reducto. Exclamó el hechizo impactando directamente la cabeza de Alegna tirándola hacia atrás. Con rapidez tomo un vidrió de un gran tamaño del suelo y con impulso lazó la parte afilada al cuello de Rose, cortado de forma perfecta la yugular.. —Morphos. —Señaló una silla y esta se convirtió en una pantera, mientras esta corría a atacar a Rose Susan hizo un ademán con su muñeca— Protego. Debía asegurarse que nada las atacara desprevenidas, miró a Ghetava. —No importa como lo hagas o lo que hagas, no dejes que te dañen. Volví perras xD @@Alegna Black @ @@Rose Black Lestrange
  4. A sus oídos llegó un golpe seco y el sonido de la tela desagarrándose, no le hubiera prestado atención si no hubiera captado el aroma de Rose en primer lugar ¿Ya había despertado a la bestia? Apretó su varita con una sonrisa cargada de discordia, esperaba a que las dos aparecieran pero con Rose se conformaba. Estaba claro que Zoella no tenía nada que ver con eso, así que con suerte la apartaría para que viera el espectáculo entre ella y su prima. —Zoella, ven. —Susan sacó su varita y comenzó a caminar por el local evitando a las personas que corrían en dirección opuesta. Creía sinceramente que Zoella la seguía así que fue un error no cerciorarse. Cuando Susan ya estaba lo suficientemente lejos se percató que la bruja no la seguía, algo bastante grave. Sí Rose la encontraba y la mataba Susan no encontraría otra igual para Candela. Se regresó con pasos rápidos temiendo lo peor hasta que la imagen se reflejó en sus ojos. Rose con una apariencia psicopata tenía tomada a Zoella por el cuello y comenzaba a hacerle un corte. Susan apunto a la daga con cuidado de no lastimar más a la bruja. —¡Expelliarmus!— La daga voló lejos de Rose dejandole a Zoella solo un simple corte, Susan volvió a apuntarla— ¡Expelliarmus! ¡Accio varita! Y con eso ya la había desarmado por completo, con la varita de Rose en mano Susan tiró de Zoella hasta colocar atrás de ella para luego sonreírle a su prima. —Querida Rose ¿Ya tengo tu atención? He de decirte que me siento estafada, ya ni siquiera respondes mis lechuzas ¿Te he hecho algo malo? —Notó como la mirada de Rose paró en Zoella haciendo que Susan borrara su sonrisa— Ella no tiene nada que ver en esto, yo la invité y la incité a esto, si quieres pelea aquí me tienes prima. Tal vez así se olvidaría de Ghetava. @Zoella @Rose Black Lestrange
  5. Las cosas pasaban muy rápido, una por una las palabras de su madre se grababan en su mente como si jamás fueran a desaparecer. Jessie era cruel, pero nunca hasta ese punto. Sabía que había matado a personas y que poco remordimiento tiene de ello, pero matar a sus hijos solo era una amenaza realmente vacía. Miró a su tía Ashura, que obviamente la reprendió y se colocó al lado de su madre, no quería que su familia tuviera una idea equivocada de ella. Menos alguien tan correcto como su tía pero de cierta forma era lo que merecía por inmiscuirse en la tetra de Romalo, no la culpaba. Todos ellos formulaban planes, murmuraban entre sí y creían que el suyo era el mejor. Su madre se había apartado de la mirada de Susan, significa que solo podían salir de allí con una condición, la condición que ella pidiera. Las amenazas de Susan no eran vacías, realmente podía matarlos a todos si quería justo en ese instante. Pero entre tanto bullicio la bruja se dio cuenta de lo inevitable. Era un berrinche enorme el que sus hijos tenían formado. Susan cometió el error de sentirse responsable de lo que Romalo le hizo a su madre, pero mirando las lagrimas de Lady por su hijo entendió que ese era un dolor paternal que ella no sentía y que Jessie sí. Matthew apenas había vuelto y la única bienvenida que había recibido era esta. Romalo se arrepentía de sus errores aunque todos querían matarlos y Lady estaba compartiendo el castigo gracias a que Susan la había traicionado. Y ella... ella solo estaba celosa, celosa porque alguna vez fue la única y le prometieron que siempre sería así. Lady tomó su mano y Romalo dio una vez más un plan, que estaba casi segura que no funcionaría. Pero algo sí era cierto, la debilidad de Jessie estaba encerrada en ese circulo. Susan apretó la mano de Lady y después de mucho silencio se decidió por hablar. —Ese plan es horrible Roma. —Señaló con una mano a su madre— Lo máximo que hará nuestra madre será soltar lagrima y tal vez apartar la mirada. Se quedará con lo brazos cruzados y no hará nada. Tendremos heridas horribles sin sentido y moriremos cual estupidos mientras Jessie llena su vacío con Alex. >>Doy gracias al Lord de que ella no es Mía y que nuestra tía Ashura no nos haya reprendido como se debía. Estamos haciendo un show infantil solo porque no nos aceptamos entre todos. Jessie sí hizo algo mal como madre, malcriarnos o hacernos pensar que tenemos el derecho de comportarnos como tal —Miró a Matthew— Demosle lo que quieren, hagamos una tregua temporal. No quiero envejecer en este maldito anillo por simple inmadurez. Miró a Lady le dio una sonrisa—Te ofrezco una disculpa, no estarías aquí si no fuera por mi culpa. Debemos aceptar que por nuestra cuenta ninguno de nosotros saldremos si no le damos la razón a nuestra madre. @@Jessie Black Lestrange @InsaniK @Romalo_LPZ @ @@Ashura Lestrange
  6. Castillo Triviani, con Dante Lo Bue. Una, dos, tres ¡Cuatro estocadas en un instante! Susan sonrío al momento en que se quitaba la máscara y y la tiraba lejos. Dante había vuelto de la encomienda que la demonio le encargó. Extrañaba que alguien tuviera su nivel en deportes muggles, un gusto peculiar que la bruja había acogido para sí en secreto. Dante era un demonio a cargo de Susan, un hombre malditamente enorme e imposible de olvidar. Sin embargo, a pesar de su amor eterno por la bruja Susan solo lo veía como un esclavo, a quien torturar cuando le daba la gana y a quien mandar para los trabajos sucios. —¿Me dejaste ganar? —Pregunta mientras se acerca a una mesa a coger un vaso con agua. Dante ríe. —Algo así, ha mejorado mucho. —Dante se acerca sigilosamente a la bruja— Mi ama. Susan está apunto de apartarlo cuando entra un elfo con una nota. Dante gruñe por la interrupción mientras Susan solo ríe y le quita la carta al elfo. —Así que Lady sí aceptó, genial. —La bruja termina de beber del vaso y se va de la habitación ignorando cualquier cosa viviente. Shadowhunters. De cierta manera estaba de animo, tal ve podía ser compasiva con su hermano si este le ofrecía un buen trato. Más, eso no era seguro. Hace día que le había planteado a Lady invitar a Matthew a cualquier lugar con la intensión de torturarlo ¿Y porqué no? Lanzar sus pedazos al río, Susan era la menor de los 4 pero no era un secreto para nadie que ese titulo solo le gustaba con sus padres. No tenía cuerpo de niña ni mucho menos una mentalidad de muñecas, sus era una bruja deseada y descarada, sus hermanos, en lo profundo de su interior, debían verla como una amenaza. Entró a local de su primo y buscó con la mirada a Lady. Esta estaba rodeada de personas, se acercó a la barra para no interrumpir su trabajo y se sentó justo al lado del chico con guitarra— Lo mismo que él, por favor. La gente debió extrañarse, hasta ella lo hizo, siempre bebía vino muy fino pero esa ocasión meritaba algo realmente fuerte. Miró a Lady relajada en su asiento y sacó su varita, ya venía siendo hora que la bruja la notara, con un ademán de su muñeca y un par de palabras un rayo salió de su varita e impacto justo en uno de los glúteos de Lady dándole una pequeña carga eléctrica. Con eso bastaría. @ @InsaniK
  7. No, no, no. Las cosas no tenía que terminar así, con un vestido de novia y en el jardín, atrapada en un circulo como castigo de su madre. Susan alzó su varita y se cambió de ropa al instante. Sabía que merecía un castigo por seguirle la tetra a Romalo pero nunca pensó que sería tan grave, en su mente siempre creyó que Romalo se llevaría la peor parte y que ella estaría ilesa después de todo. Pero las cosas con Jessie no funcionaron de esa manera, su madre realmente estaba molesta y no solo eso ¡Matthew también había entrado en escena! Y se topó con la furia de Jessie. En cuento escuchó las palabras de su madre no puedo evitar sentir algo de enojo, mi chiste había sido para enseñarle a Romalo que no se podía ir sin consecuencias, si Susan no le hubiera seguido el juego le habrían perdonado y todo seguiría como antes. Sabía perfectamente que sí ella se prestaba para eso los demás tendrían una razón seria para matarlo, como el ''enamorar'' a su propia hermana. Ignoró el ataque entre sus hermanos y se acercó a su madre tanto como el anillo le dejaba. —Jamás quise ofenderte, mi idea era que por fin le dieras a Romalo su merecido por irse una vez más y romperte el corazón por milésima vez. —Susan alzó el mentón— Puedes tirarme las mascotas que quieras e inclusive matarme, no me interesa, se que no tengo oportunidad contra ti, pero si me voy tus otros dos malditos hijos se irán conmigo. No me iré al infierno sola y no te permitiré ni un segundo más con ellos. Tenía en cuenta que eran palabras hirientes pero ya no podía con eso. —¿Por qué no encerraste a Lady con nosotros? Ella tuvo un hijo a tus espaldas, con un hombre que no esta y al que nunca conociste, Alex es el reflejo de que estás haciendo algo mal como madre. —Suspiró— Soy tu hija, tengo tus genes y heredé tu mal carácter... si a ti no te importa perderme de forma definitiva a mí no me importara dejarte sola. Mi padre no siempre esta y como sea me llevaré a Lady y Alex conmigo hasta la tumba. Y por un momento las miradas de Jessie y Susan se sostuvieron. @@Jessie Black Lestrange @@Romalo_LPZ @InsaniK
  8. Entre las palabras sufridas de su madre y las respuestas del hermano Susan había quedado en silencio, al igual que su padre. No debía romper esa reconciliación si quería volver a ver a su madre sin lagrimas. Apenas aceptaba él fuera el mayor de sus hermanos y cada minuto que pasaba el recuerdo latente de las palabras de su madre le torturaba en su mente. Era est****o no pisar tierra, ya los tenía y aunque no los aceptaba eran todo lo que tenía. Susan los siguió en silencio, tenía curiosidad por las fotos pero apenas mostró interés, la situación iba bien y no quería dañarla con torpezas. Se sentó en la silla y se cruzó de piernas al instante, por fin escucharía la historia de la que tanto la había privado. Cada imagen pasó, sin duda su madre jamás dejó de ser tan hermosa aunque su cuerpo se deformara por un bebé en el vientre. Triste a final de todo Susan cogió la mano libre que tenía su madre para hacerle entender que ahora estaban juntos y que no necesitaban más que matar a ese tipo. Por fin notó la voz de su hermano entre tanto... cooperar en esto. Susan solo se prestaría para cooperar si sus padres están de por medio. Matthew era su hermano, pero desconocido, no sabía de su existencia hasta hace un par de minutos y eso le generaba más que desconfianza. Aunque, podía sacar provecho. —Romalo aparece cuando quiere, esta loco y apenas lo miramos. —La oji lila lo miró aún sosteniendo una de las manos de su madre— Lady es increíble, tiene un hijo llamado Alex. Ambas estaríamos encantadas de que algún día salieras con nosotras, sé que le encantará la idea de tener otro hermano. Tanto como a mí. Por primera vez le sonrió, no de ironía, más bien de cinismo. @@OttoBlack @@Jessie Black Lestrange @InsaniK
  9. ¿Cuando el hall se había llenado de tantas personas? Susan lo había ignorado todo, inclusive el hecho de quedar empapada por un hechizo que vino de la nada. Su atención apenas se había movido cuando Matthew y su tío Joseph habían entrado a escena. Ottery era un lugar pequeño y un mundo lleno de casualidades, no le sorprendería que alguno de ellos tuvieran aún más lazos con ella. Susan se había aburrido de la situación, tanto que consideraba ir a cambiarse e irse de allí en cuanto estuviera lista. Pero la voz de Ishaya estremeció sus pensamientos ¿Tomar el control? ¿Acaso su ego masculino se sentía amenazado? Fue suficiente para los hombres de la sala, les dio impulso para inclusive atacar a una de nosotras. Esto sí era interesante, una lucha con los hombres del castillo me daría de que hablar por días. Sin embargo, ni siquiera su vestimenta era para la ocasión y sus ganas de un duelo no eran las más altas. Quería seguir la iniciativa de Jeremy, atacar de forma física y directa sin la necesidad de su varita. Captó la imagen de Rhaella, algo injusta ya que eran dos hombres contra ella. Susan no pretendía hacer justicia, sólo divertirse, le importaba un bledo el anillo de Candela. —¿Es que acaso no saben tratar a una dama? —Se mofó— Accio bate. En unos instantes un bate traspasó el vidrio de la ventana para luego parar en la mano de la bruja, esta se acercó a Jeremy por la espalda y con un fuerte impulso golpeo la parte trasera de su rodilla. Nada resiste un golpe de esos allí. Miró Jeremy caer apartando a Rhaella de su agarre. Miró a su hermano, quien había hecho uso de la magia y o apuntó con el bate. —Mamá no esta aquí para protegerte Matthew, pero estoy yo para enseñarte. Miró a sus compañeras con una sonrisa impregnada de emoción. No tenía idea de quien le había robado el anillo a la matriarca pero ese era un genio. —No sé ustedes, pero yo no quiero ser niñera y menos de a quienes le sobra vello. —Miró a su tío lejos de todo— Querido tío, nada personal, no sé que haces aquí, pero no quiero a furia de mi abuela por golpear a su hijo. Hay que charlar después de esto. @@That is not my name @@Candela Triviani @ @ @ @InsaniK @Jeremy Barton @
  10. Se hundió en sus pensamientos en cuanto oyó que ese hombre era su hermano. Primero fueron sus falsas mentiras de que ella sería la hija única, luego descubrió que tenía un hermano al que de seguro mataría en cualquiera de estas noches. Los perdonó en aquel entonces sólo porque Jessie lo había extrañado. Luego estaba Lady, a ella la tomó con más amabilidad que la llegada de Romalo, tal vez porque realmente no era una amenaza para ella. Y ahora el chico que tenía en frente también lo era. Miró a su padre en busca de respuestas pero este apenas se dedicó a mirarla, si tenían otro endiablado hijo ¿Por qué no se lo dijeron? Jamás los vio como padres que abandonan a sus hijos por el mundo, Susan se negaba rotundamente a creer que no tenían una buena explicación para ello. Iba a descargar toda su ira contra Matthew hasta que escuchó el sollozo de su madre. Sí algo le dolía de verdad era ver sufrir a su familia, a su amada Jessie y a su irreemplazable Otto. Estuvo a punto de consolarla cuando el pelinegro se acercó a ella con las mismas intenciones. La bruja contuvo la respiración, matar a su hijo en estas circunstancias seria una gran trauma para Jessie... pero ¡Por Voldemort! El tipo se lo estaba ganando. Sus orbes lilas se posaron en el joven sin expresión alguna mientras escuchaba la confesión de su madre. Susan no soportaba oírla de esa manera, pero tampoco le perdonaría este engaño, la situación de Romalo se repetía ¿Cuantos hijos más le ocultaba? Matthew parecía incomodo por la situación, desde una perspectiva era casi un desperdicio que que ese mago fuera su hermano. Era un hombre bastante guapo. Pero Susan solo podía sentir celos impulsivos hacia él en cuanto supo de sus lazos. No le gustaban los hermanos. —Es cierto que tal vez no las merezcas pero ella no te las esta ofreciendo por amabilidad. —Susan fingió calma— Deberías entender desde ahora que tu pequeña familia ha pasado por mucho, hermano. @OttoBlack @Jessie Black Lestrange @InsaniK
  11. En la mansión Black Lestrange. La carta de su madre reposaba en su cama, solo contenía una citación al castillo de su padre. Susan estaba nerviosa por el hecho ¿Se habrán enterado de sus múltiples pecados en esta semana? Ante sus padres, ella era la hija menor que apenas rompía una vajilla, o eso es lo que traban de decirse a sí mismos por todo el cariño que le guardaban a Susan. Lo cierto es que la bruja tenía un corazón muy frío y poca compasión, sin esos limites comunes ella podía hacer lo que quisiera. Pero Otto y Jessie eran sus padres, los amaba por encima de todo. Rogó una y mil veces que no se tratara del tema de su hermano Romalo. A ese bastardo lo mataría, con sus propias manos y no volvería a molestarla. No quería la furia de su padre por un mal chiste del i******. Susan terminó de subir su pantalón y dio los últimos recortes a su cabello, ya se le había hecho tarde y no podía hacer esperar la ira de sus padres en tal caso. Caminó hacia el balcón para luego dar una vuelta en sí y desaparecer de allí. Castillo Black Caminó por los pasillos del gran castillo buscando mil y un excusas para cada regaño que le tuvieran preparado. Hace mucho que la bruja ya había obtenido su mayoría de edad, pero delante de los ojos de sus padres seguía siendo la menor, ya con eso podían hacer lo que se les diera la gana. Suspiró. Ya venía siendo hora de que los encontrara. Contoneó sus caderas hasta la escaleras percibiendo que seguramente estaban arriba. Ya que ni siquiera había visto a sus dos abuelas en la parte baja del castillo. Caminó por el pasillo mirando las infinitas puertas de las habitaciones, dudó en pasar por la de su padre pues ni siquiera el jadeo de mi madre se escuchaba allí. Siguió de largo hasta la habitación de su madre, allí sí escuchó un par de voces. Se quedó en frente de la puerta por un segundo pensando que si entraba y veía una escena subida de tono entre sus padres jamás se lo perdonaría. Pero, el olor de una tercera persona llegó hasta ella confundiendola, ahora no sabía si pensar peor o entrar y ya. Se echó a reír, su padre nunca permitiría algo como eso. Empujó la puerta si siquiera avisar, miró a su madre sentada en la cama y a su padre al lado de un muchacho desconocido. Su madre le sonrío y justo ahí supo que no la habían citado para torturarla. Miró al joven que estaba cerca de Otto, de cabello negro y alto, guapo al parecer de Susan pero no le transmitía mucha confianza. Dejó el descaro con el joven y se acercó a su padre. —¡Padre! —Lo abrazó con una sonrisa por unos instantes, hacía mucho que no lo veía.—Me alegra tanto volver a verte. Le depositó un beso en la mejilla para luego acercarse a su madre y besarla de la misma manera en su frente—Querida madre, lamento la tardanza. —Se sentó a su lado y miró a las personas en la habitación— ¿Pasa algo? ¿Quién es él? No, Susan no era discreta y no siempre amable. @@Jessie Black Lestrange @@OttoBlack @InsaniK
  12. Maldijo a la elfina en todos los idioma que conocía en cuanto miró al mago caminar en su dirección. La cara le ardía y su cabeza apenas pensó una respuesta coherente, ni siquiera recordaba la ultima vez que habló con alguien desde que se encerró en su habitación. Era un comportamiento ridículo de su parte y debía erradicarlo cuanto antes, era un hombre, no una bestia. Suspiró un par de veces y se decidió por retomar su compostura, Susan estaba convencida de que haber salido de su habitación debía de terminar en algo productivo, o si no, nada habrá valido la pena. Tomó su varita y la guardó en el bolsillo de la chaqueta para luego mirar al mago detenidamente, había visto a muchas personas a lo largo de su estadía en Londres pero él definitivamente debía ser extranjero. Era apuesto y caminaba con confianza, además de que sus rasgos faciales eran intrínsecos de algún país en especifico. Algo realmente quimérico. El semblante apenas era entendible y su voz venía cargada de acento. —Hola. —Alzó su mentón para saludarle y mirarlo a los ojos— No sé que te haya dicho la criatura pero ha sido un mal entendido. Su mejor idea era despacharlo ¿En serio? ¿Y desperdiciar una casualidad? Debía estar loca, jamás había sido buena dando las mejores apariencias. A juzgar de muchos Susan tenía una de la personalidades más complicadas de tratar y ella no se molestaba en remediarlo, así era feliz. Lo pensó mejor puesto que de otra manera podría salir beneficiada, tal vez sí podía ser su entretenimiento. —Lamento que lo haya fastidiado, le pedí algo con lo que entretenerme y la elfina se lo ha tomado muy a pecho. —Suspiró— Déjeme compensarselo invitándolo a charlar y a beber algo más fuerte. Así me dará una razón para no matar al elfo. Extendió su mano en forma de invitación al asiento para luego lanzarle una significativa mirada de odio a la elfina. @Jon.
  13. Así que no tenia idea de donde venía, quizás del mismo lugar en donde Candela la encontró. Debió haber visto mucho potencial en la bruja como para arriesgarse de esa manera, una segunda oportunidad para Zoella en una buena familia. No me compadeció del hecho, más bien creyó que era una jo**da suertuda. Miró lo que hacía mientras respondía a la pregunta. Era obvio que ella tampoco guardaba el remordimiento. ¿Qué historia debería contarle? No todos los pedazos de su vida eran los más apropiados para hablar, sin embargo estaba claro que un momento incomodo no llegaría aunque contara algo atroz, ellas ya habían pasado esa etapa. Alzo una ceja dubitativa de lo que podría contarle, en el proceso se sentó en unos de los taburetes que permanecían entre tanto caos. Se tomó un instante para pensar, supuso que no importaba lo que le dijera, Zoella ya era parte de la familia. —Nací en Grecia, toda mi familia se mudó a Londres tiempo después. Fui secuestrada y torturada, cosas muy malas pasaron así que tuve que huir. Me escondí en Rumanía, donde conocí a Alyssa Black Triviani. —Giro el taburete bajo de ella para mirarla— Alyssa quiso ser mi mentora y me adoptó como su hija, luego de eso volví aquí y los masacre a todos. —Sonrío— Los Triviani realmente estamos locos Zoella. Se levantó pisando los diferentes vidrios en el piso— Algún día, sólo una vez, deberíamos formar un bullicio tan grande que ponga todo al revés. En honor a quienes nos encontraron —Ríe— Hay que hacerlas estar orgullosas. @ @@Alegna Black
  14. Caminó con paso ameno por el callejón Diagón, cuidando siempre de que su hombros no rosaran los de la multitud. Había olvidado la última vez que sus pies llegaban tan lejos en el callejón, nada le llamaba la atención a la bruja. Susan pasó su día entre montañas de libros en el castillo Triviani, inmersa en las diferentes escrituras y pliegues que la mantenían en su cautiverio. Un fuerte dolor de cabeza le exigió que debía salir de ahí antes de que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad y como resultado se encontraba allí, buscando una distracción. Pero nada en aquel lugar le hacía pensar que fue una buena idea. Un niño lloraba por los dulces que un mago adulto no le daba y una bruja anciana no muy lejos de ellos discutía al vendedor el hecho de que su lechuza no servía ¿Acaso son maquinas? ¡Que ridículo! Por esa razón evadía Diagón. Susan tenía que alejarse de esas escenas antes de que su cordura decidiera tomarse unas vacaciones. Tenía muchas opciones para escoger si a un local se refería, pero todos tan poblados que apenas tenían lugar, detestable. La bruja iba vestida de manera casual, sus pantalones de cuero fino y negro se adherían a sus piernas lo suficiente como para atrapar miradas inesperadas. Sus botas altas de piel de dragón combinaban con la chaqueta, esta ocultaba el hecho de que Susan solo cargaba una polera blanca de debajo. El cabello, negro y lleno de bucles, caía suelto hasta un poco más allá de sus caderas. Admitía que estaba sencilla y un poco desaliñada de atuendo, y aún así la Black Lestrange no pasaba desapercibida. Dio unos cuantos pasos más y se encontró con un lugar familiar, el negocio de Candela. Escuchó de el varias veces pero jamás quiso entrar hasta ahora. Susan bajó un poco los lentes negros y así sus ojos lilas detallaran el lugar, Candela sí que tenía buen gusto. Se decidió entrar a la Mazmorra y pasar el resto de su día en ella. En cuanto entró una pequeña elfina la recibió agitando sus grande oreas al correr. ―Pequeña, sólo dame whisky de fuego y algo con lo que pueda entretenerme mientras bebo.―La elfina agitó varias veces su cabeza y salió disparada a buscar la orden. Divisó que en el lugar había una parte más callada y alejada del resto, ese definitivamente sería el lugar de la bruja. Se adentró al ala y se sentó en sillón enorme en forma de C que en el centro tenía una mesa con un adorno magnifico. Colocó su varita sobre la mesa y se cruzó de piernas. Poco bastó para que la elfina trajera una bandeja con una botella y un pequeño vaso. Esta se apartó un poco para que la elfina hiciera el trabajo de servirle hasta que se percató de que algo faltaba. ―Querida ¿Con qué me entretendré?― Susan era amigable con los elfos hasta que las cosas no terminan como quiere ― Espero que tengas una buena excusa. Esta tembló al ver la expresión de la bruja, giró los ojos a varias direcciones del lugar hasta que su cara tomó una gesto de alegría. ―Ya lo traeré. Y con eso la elfina corrió hasta una de las mesas donde un mago tomaba calmadamente un café y leía El Profeta. Susan abrió los ojos como platos cuando la elfina le tocó el brazo y lo invitó a sentarse con ella. Con el rostro ruborizado de vergüenza esta aparto la mirada en cuanto recibió la del mago. Esa elfina moriría por sus manos, esa misma tarde. @Jon.
  15. Tenía el recuerdo latente de las palabras de mi hermano ¡Que osadía! ¿Acaso no le habían enseñado lo que era el respeto? De cierta sabía que su hermano era retorcido pero nunca hasta ese calibre. Escuchó las palabras de su tía Ashura y sintió algo de remordimiento, en el momento más adecuado le diría la verdad y hablaría con ella al respecto, no quería perder su respeto. En cuanto mencionó lo de su padre había esperado que su madre la regañara y le dijera que sí se lo diría, eso determinaría si Romalo seguiría siendo su hijo. Algo bastante cruel pero solo Susan sabía cuanto había sufrido su madre por la partida de Romalo. Días sin salir de su habitación, sin querer comer ni saber de nadie. Ya la había abandonado una vez y había vuelto, Jessie ya se estaba acostumbrando a ver a su hijo cuando este decidió volver a dejarla. No, no permitiría que el no sufriera lo suficiente por ello. Miró a su hermana Lady que le seguía el juego—Lady ¿De quien habrá sacado Roma tanto encanto? Bromeo hasta que la mano de Romalo la atraía a su lado ¿Qué tramaba? ¿Es que acaso no tenía suficiente? Escuchó lo que dijo y miró a su madre con sorpresa, el chico realmente quería morirse. Pisé fuerte y disimuladamente su pie con mi tacón en cuanto le pidió la bendición a mi madre, una cosa era que él ardiera en el infierno y otra muy distinta era que me arrastrara consigo ¡Mi padre me mataría si se entera que mi nombre esta en esa petición de bendición! —Romalo...— Lo miró con fingida calma —Creo que lo mejor sería olvidarnos el uno del otro. Saqué mi varita con sutileza de mi chaqueta y lleve mi mano hasta mi espalda para que nadie viera que realmente lo estaba apuntando con ella, se acerco tanto a él que pegó la punta de mi varita de su costado amenzandolo. —Para ya.— Le susurré — Yo no soy Cissy, no tendré remordimiento. @Romalo_LPZ @Lady Luxure Rambaldi @@Jessie Black Lestrange @@Ashura Lestrange @ @@Alegna Black
  16. Aceptó la barra de chocolate con risa, que Zoella se haya desquitado con el barman le había resultado algo gracioso. Le dio un mordisco mientras miraba como el infierno se encendía. Ella en serio se había tomado muy en serio de destruir el lugar. Poco le importaba lo que tuviera que decir Alegna de ello, se había olvidado de ella y no lo perdonaría. Caminó entre la muchedumbre mientras desarmaba a unos cuantos magos despavoridos, no era su problema si las varitas se perdían entre el mar de discos rotos o si los mago salían lastimados por el tigre. Con un par de hechizos más se deshizo de de toda la barra y voló las mesas rompiendo las paredes. Entre tanta discordia recordó que de Zoella solo sabía el nombre, además de el dato de Candela. Había olvidado que quería conocer más de ella desde la ultima vez que nos vimos. Pero la destrucción tomo toda mi atención hasta entonces. Zoella parecía ser una buena aliada, a alguien que quieres tener en un buen plan. Los Black Lestrange debían conocerla, nuestras familias eran muy unidas y eso era algo que debía tener presente por si alguna vez se metía en problemas con los Fénix, nunca esta demás tener influencias. Alcanzó a tomar uno de los discos antes de que se rompiera para luego capturar su atención—Ghetava, ¿A qué parte de Italia perteneces? Ya viene siendo hora de que me entere quien realmente eres. Y con eso volvió a lanzarle el disco, si intención de lastimarla, pues sabía a ciencia cierta que no dejaría que el disco la tocara. @Zoella
  17. En cuanto vio el fuego del hechizo llevarse ese jarrón supo que Alegna la mataría. Estaba más que claro que si algo así pasaba se pondría en defensa de Zoella, sería un legendario duelo entre primas y Zoella podría divertirse aún más. Bebió de su copa y aplaudió a la bruja. —Buena manera de empezar.— Se levantó de su asiento y cogió su varita para luego apuntarla a una de las mesas. —Hagamos un nuevo amigo Ghetava... Morphos. La mesa comenzó a perder su forma para darle paso a una nueva criatura, algo viviente y con garras. Las rayas y el pelaje eran naturales en un animal como ese, sus enormes patas y colmillos espantaban. Cuando la obra estuvo terminada el tigre de bengala dio un fuerte rugido. —Come y destruye lo que quieras, lindo gatito. El tigre se abalanzo a la barra para luego perseguir al barman y derrumbar todo a su paso. Susan se posicionó al lado de su acompañante y esta le dio un guiño de complicidad, luego de eso miró hacía unas botellas de ron barato en la estantería. Susan las señaló con incredulidad. —¿Puedes creerlo? ¿Que clase de personas seríamos si no libramos al local de esto?— Apunto a la variedad de botellas — Debemos de ser profesionales o si no, no nos contrataran luego. — Ladeo la cabeza — Reducto. El ron cayó al suelo junto con todos los pedazos de las botellas, muy pronto ese ron se uniría al fuego del jarrón y el local ardería. Nada mal. @Zoella
  18. Frunció el ceño e hizo una mueca de gracia ante su comentario. Si ese barman le parecía lindo tendríamos problemas, Zoella tal vez no estaba enterada que su madrina la mataría si se enterara que se acostó con un simple barman. A Susan no le gustaban ese tipo de aventuras, ni siquiera con un mago que tuviera pedigrí. Por más desenfrenada que fuera aveces el divertirse de esa manera no era una opción. Prefería el poder y la ambición que el morbo y la lujuria. Sin embargo, Zoella podía hacer con su vida lo que le diera la gana. No le molestaría en absoluto, pero no dejaría que una de sus parientes (o algo así) escogiera algo tan cutre cuando podría tener algo mil veces mejor. —Tu diversión, tus reglas Ghetava.— Susan apoyó la mejilla de su mano para mirarla —Pero, créeme que hay mejores cosas que probar en estas tierras inglesas. El barman apareció de la nada entregando personalmente las copas y tragos. Susan enarcó una ceja con gracia y negó la cabeza con una sonrisa ¿Ya lo enloqueció? Ignoró las miradas que ambos se daban y bebió todo su trago en primer lugar, antes de que le barman se fuera la bruja lo cogió del brazo. —No sé como lo harás, pero tráeme chocolate. Y de pasó, dile a Alegna que su prima la saluda. Dejó que el barman se fuera y volvió su vista a Zoella para luego tomar la copa. —La última vez se podría decir que di una cuantas idea para la remodelación del lugar. — Sacó su varita y la colocó sobre la mesa —Y ahora pienso que mi prima necesita un poco de tu gusto por el decoro. @Zoella
  19. De momento no se había dado cuenta de que la habitación se había llenado de gente. Alegna y su tía Ashura habían presenciado su intento de hundir a Romalo. Cada una con opiniones distintas, más lo impresionante era la actitud de su madre, que hasta ahora le había parecido muy serena. Cissy fue la primera en dar el golpe, rompiendo todos sus dedos, contuve mi risa y le lancé un guiño de complicidad a su prima. Ella y Alegna se habían juntado y se sumergieron en su mundo mientras todo pasaba. —¿De qué me defenderé? —Habló con sarcasmo evidente— ¿De hombre que deseo? Quería que su sarcasmo se hiciera presente mientras su hermano tenía la mano destrozada, no pensaba en ayudarlo, tal vez eso le enseñaría a no desaparecer nunca más. Se dirigió a su tía, quien miraba la escena con repulsión. —Tía, Roma se me ha declarado y yo no pude negarme ¿Qué puedo hacer? Tiene el encanto familiar. —Y luego soltó una risa floja, no esperaba que su tía entendiera que era solo un chiste de Susan todo aquello. Que a su hermano solo lo quería como hermano y que todo lo hacía para darle una verdadera lección. Esperaba que Lady y Jessie entendieran lo mismo. Susan no era de amenazas, era totalmente de hechos. Después del Episkey de Cissy, Susan se acercó a su hermano para ayudarlo a levantarse. —Juro que él me sedujo madre, veías como lo trataba y la repulsión que le tenía.— Miró a Romalo con discordia para luego devolver la mirada a su madre — Jamás le di un motivo para que me amara, y a diferencia de él, yo si estoy apenada de mis sentimientos. >>Madre, por favor, no le digas a papá de nuestro romance. Sería realmente desafortunado que se enteré que su pequeña fue seducida por su propio hermano, lo mataría. @Romalo_LPZ @Alegna Black @@Ashura Lestrange @ @@Jessie Black Lestrange @
  20. Jamás se había visto tan muggle. Ese día se decidió a por fin tomar algo de sol y practicar un deporte muggle que se le daba bien. En los jardines del castillo Susan lanzaba una pequeña pelota a uno de los Chuck y este intentaba tomarla con un guante. Se protegía el rostro con una gorra mientras que el cabello caía lacio hasta sus caderas. Las mallas ajustadas le daban facilidad al correr y la camisa de rayas con su apellido hacía el toque final del atuendo. Alzó una pierna y se dispuso a lanzar una vez más la pelota, esta salió con tanta fuerza de sus manos que en cuanto el Chuck quiso tomarla golpeó su pecho y cayó contra una piedra inconsciente. Susan bufó, cada vez era más inservibles. Esperó a que los demás elfos se llevaran al Chuck inconsciente y otro tomara su lugar. Entre ello cogió uno de los bates que había encargado y lo dirigió hacia el nuevo lanzador. —Escúchame Chuck, tomarás esa pelota y la lanzarás hacia mí con todas tus fuerzas.— Susan tocó con el bate la punta de sus puntiagudos zapatos —Si lo haces bien, te devolveré la oreja que te falta. Con suerte eso avivaría al elfo, Susan le había cortado la oreja hace meses y la colocó en uno de sus libros. La bruja dobló sus rodillas y alzó el bate lo suficiente pero, el elfo temeroso, apenas logró lanzar la pelota hasta la mitad del camino. Susan suspiró, eso le pasaba por jugar con elfos. Se irguió y con lentitud fue dando pasos hacia Chuck, cuando estuvo lo suficientemente cerca alzó el bate para golpearlo pero un grito detuvo el intento ¿Esa era Candela? Sí mal no había escuchado, había sido victima de un robo ¿Cuanta sangre correrá por ello? Se alejó del Chuck dispuesta a presenciar la dramática escena, se acercó a un hacha enorme de doble filo que yacía en un tronco de un árbol cortado, estampó en uno de sus filos el bate dejándolo inerte para luego dar media vuelta y desaparecer de los jardines. Apareció dentro del castillo, a unos cuantos pasos de Zoella y Candela. Intentó que su atuendo de beisbolista pasara desapercibido por las brujas así que apenas se acercó. —Quien te haya quitado lo que haya sido ha ignorado tu amenaza de tres segundos, Candela. —Miró a Zoella— ¿Por qué no nos dices que te robaron? Así Zoella y yo podemos encontrarlo para ti... además de traerte al ladrón. Esperaba que Zoella entendiera la indirecta, aquel día se divertirían mucho más que destruyendo un par de locales.
  21. —Y sin veneno, lo sé.— Le respondió a su hermano con referencia al trago. Le guiñó un ojo a Cissy en cuanto a su beso, la vampiresa realmente se veía hermosa. Luego de eso Lady hizo su aparición con Alex en brazo. La saludó con un ademán y una sonrisa, Alex estaba cada vez más grande. Susan se cruzó de piernas esperando el espectáculo ¿Cual sería la excusa de Romalo esta vez? Lo miró montarse en la mesa y gritar como si loco estuviese, se limitó a reír y mirar a su madre sabiendo que eso la enojaría mucho más. Escuchó detenidamente su historia como si de verdad le importase hasta que carcajeo en cuanto hablo de enamorarse ¿Se había enamorado? Es cierto que Susan no conocía ese tipo de amor pero comprendía que su hermano sí, muy en lo profundo de su interior le dolería que su hermano sufriera por alguien que no lo merece, es inconcebible. Lo miró bajarse y colocarse de rodillas al frente de ellas ¿Cissy? Vaya que Romalo se había equivocado, Cissy prefería las relaciones de mi porte. En cuanto tomó su mano y la halagó sabía que algo andaba mal, conocía a su familia más de lo que creían y Romalo efectivamente estaba haciendo una trampa contra ella. Un bullicio para que Jessie olvidara que la dejó sola, su risa al final lo delataba. De todas las mujeres que había en la habitación, Romalo había escogido la peor para hacerle ese chiste. Si su hermano quería un espectáculo, le demostraría que delante de ella él seguía siendo un novato. Correspondió el agarre de sus manos y lo miró directamente a los ojos, Susan se acercó lenta y pasivamente hasta su rostro hasta que con suavidad y sutiliza lo besó, justo en los labios, humedeciéndolos lo suficiente y acariciándolos de forma profunda con los suyos. Se apartó con lentitud dejando a su pobre hermano atónito, se quedó cerca de su rostro y habló lo suficientemente alto como para que cualquiera la escuchara. —Siempre esperé este momento.— Sonreí — Con tantas ansias y deseos que jamás pensé que llegaría. Con el tiempo te cogí cariño y te miré como hombre, sin recordar que compartes mi sangre. Te deseé tantas veces que me irritaba, y de ahí viene mi maltrato hacia ti. Espero no haberte lastimado, mi amor. Con eso bastaría para que su madre lo quisiera matar, se acercó una vez más hasta su oreja y le susurró solo para que él escuchara— Te equivocaste de mujer para tu trampa, querido hermano, ahora sufrirás el odio y desprecio que te mereces por haber partido. @Jessie Blac Lestrange @ @Romalo_LPZ @@Alegna Black
  22. Acomodó su cabello y toqueteó sus mejillas, estaba lista. Hacía varios días que me había encontrado a una bruja peculiar en un lugar poco indicado. El encuentro resultó mejor de lo que esperaba, pocas veces se decidía por volver a hacer lo mismo, pero aquel acontecimiento merecía repetirse. Esta vez sería en un lugar familiar, específicamente de su amada prima Alegna, quien hace mucho que no veía y de la cual no recibía ni una lechuza. Había escogido aquel lugar porque Alegna la había olvidado tanto como Rose y eso no lo permitiría. Pagaría todo lo que Zoella rompería y trataría de alejarla de la ira de Alegna en cuanto su hermoso local quede reducido a cenizas. Por supuesto que Zoella no sabía nada de esto, tal vez aceptaría el reto como una buena Triviani pero... Alegna pertenece a la sangre, y la sangre no se ignora. Giré en el mismo sitio y miré las llamas negras envolverme, aparecí adentro del local y luego de que las llamas se dispersaron divisó a Zoella en la barra mientras el encargado le coqueteaba con sus habilidosas manos. Enarcó una ceja encuento vió que la bruja le correspondía con una par de miradas. Soltó un risa sutil y sacó su varita y se acercó a ella. -No te perdonaré que hayas empezado sin mí. -Bromeo con gracia y con una floritura apunto al mago, rompió el trago que tenía en la mano y le sonrío.- Empieza de nuevo, y esta vez que sean dos. Su perfil de psicópata no era conocido, tal vez solo Zoella había tenido el placer de verlo de cerca. Se sentó al lado de la bruja y la miró de reojo. - Acostarte con el barman no estaba en la lista. -Carcajeo con suavidad- Al menos yo no lo noté. @Zoella
  23. No tenía idea de quien diablos era Neos, de hecho, conocía solo a pocos de esta numerosa familia. Algo bastante grave ya que puede resultar traicionero no saber de tus raíces si eres un Triviani. Le tomó la palabra y comenzó a soltar su cabello y alborotarlo, no le costaba nada mantener una imagen por mucho tiempo pero sabía a ciencia cierta que la formalidad tarde o temprano traería momentos incómodos. Soltó sus zapatillas en el suelo y se colocó en posición de loto donde estaba sentada, tomó la copa y bebió un trago largo de ella. - Sinceramente, no sé quien es Neos ni como se relaciona conmigo. -Alzó la copa en un gesto de gracia- También soy hija adoptiva, de Alyssa. Una mujer encantadora. Sonrío a causa de su halago, realmente era una mujer de temer. - No quiero pensar en el hecho que pueda ser tu tía, me quita encanto. -Bromeo volviendo a beber de la copa- Te llamaré primo hasta entonces. Recordó que también había citado a una Triviani, era ahijada de Candela, bastaba solo eso para que quisiera esa chica como aliada. Lo que no recordaba era si le había comentado su llegada a Jeremy. - Refrescame la memoria, querido primo -Ladeo su cabeza- ¿Te comenté que alguien más vendría? @ @Zoella
  24. Abandonó la fortaleza Triviani ese día para volver a sus raíces, no había visto a su madre en mucho, ni siquiera en el nacimiento de Alex. Luego se daría el tiempo de visitar a su padre y le pediría concejos sobre lo que acontecía. Las llamas negras se evaporaron demostrándome que ahora estaba en la cocina de la mansión. Vi a los elfos en su trabajo, la laboriosa cena de esta noche. Cogí una manzana y me dispuse a buscar a mi madre ¿Como tomará que ahora tengo el cabello blanco? ¿O que ahora tengo el mismo tatuaje que ella en el brazo? De seguro estará orgullosa, será mejor regalo que el que le dio Lady. Sigo su voz en cuanto la percibo pero casi paro en seco cuando escucho también la voz de Romalo ¿Que rayos hace aquí? ¿No había desaparecido? ¡Por Lord Voldemort! Que mago tan indeciso. La voz de Cissy los acompaña, al menos no será un momento tan incomodo con ella allí. Suspiro y tomo valentía para entrar, efectivamente estaban todas las personas que a mis oídos llegaron. Dejé la manzana en una mesa y me dirigí a mi madre dispuesta a darle un abrazo. Ignorando por completo lo demás. —Madre— La abrace con una sonrisa —He traído buenas noticias. Me aparté un poco de ella y alzando mi chaqueta de piel de dragón le mostré la Marca Tenebrosa. —Por fin me he decidido por el único lado que me traerá gloria. Giré a ver a mi hermano, joven aunque mayor que yo, y con el inevitable parecido a mi madre. —Creí que ya no volverías— Intenté ocultar mi diversión —Eres bienvenido, al menos que la abuela diga lo contrario, querido hermano. Miré hacia el otro lado y encontré la blanca cabellera de Cissy—¿Qué te parece? Ahora compartimos más que la sangre y el buen gusto prima.— Le guiñe para luego ir a sentarme a su lado —Entonces... ¿De qué hablaban? ¿De tu regreso, querido Romalo? @@Jessie Black Lestrange @Romalo_LPZ @Cissy Black Lestrange
  25. Miró hacia varios lados, el lugar estaba hecho un desastre y muchas de las cosas que allí estaban jamás volverían a ser las mismas. Zoella se esforba por impresionar a Susan pero ¿Era realmente necesario? Ella ya era parte de la familia, eso bastaba, era más que impresionante que Louise se decidiera a tener una ahijada. Nunca le había conocido alguna. Eso ya daba de hablar muy bien de Zoella. Se sentó en unas sillas que fueron casi inmunes a sus desastres y Susan la siguió ¿Ya se había cansado? Lo cierto es que despues de los hechizos ya no quedaba mucho que destruir. Se sentó a su lado y compartió su risa, una risa que no salía en años. La bruja realemnte pensaba que tenían afinidad, podría llegar a ser amistosa sin la necesidad de fingirlo. -Deberíamos tener una lista negra, hace mucho que no me divertía de esta manera.-La mira en el suelo riendo- ¿Qué tal si vamos a una tienda de vejestorios? No sabía si a Louise le gustaría que estuviera oscureciendo a su ahijada de esta manera pero la verdad es que poco le importaba, a Zoella no parecía importarle. -Tal vez podríamos hacer un desastre en una mansión -Se levantó y le deico un guiño- En este mundo no hay muchos limites. Nos vemos en el proximo local. Y riendo aún de la escena desapareció en llamas negras.

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