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Maida Black Yaxley

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Todo lo publicado por Maida Black Yaxley

  1. Título de la Canción: Por ti Grupo: el Canto del Loco Dedicatoria: Pa' mi basilisca hermosa *-* futura madre de mis hijos (?) xD y —inserte aquí cursilerías yy demás—, todo lo que usted quiera mi única odefa consentida *-* Sólo a ti te perdono la lucecita esa blanca de la cara *-* porque hasta eso se te ve hermoso (?) xD Por ti Siempre estado pensando como agradecerte Por hacerme el regalo más grande, más fuerte Haberme regalado todo lo que tienes Si es así, es así Has perdido tu tiempo por mis ilusiones Y cambiaste llorar por luchar en mi nombre Por buscarme un lugar donde fuera valiente Para ser feliz, conmigo mismo Por ti lucharé, por todo el cariño que has puesto conmigo Por todo tu tiempo, por haber querido tenerme contigo Y por tu calor, y por tanta magia, me quedo contigo Y por tu calor, y por tu carisma, te llevo conmigo Siempre me has demostrado que eres como un milagro Algo tan especial que siempre me ha arropado Y le has ganado mil pulsos, al que te haya retado Si es así, es así Por ti lucharé, por todo el cariño que has puesto conmigo Por todo tu tiempo, por haber querido tenerme contigo Y por tu calor, y por tanta magia, me quedo contigo Y por tu calor, y por tu carisma, te llevo conmigo Te llevo conmigo, te llevo conmigo Aish es que nuestras conversaciones por estado siempre me ponen romanticona y todo xD :blush:
  2. La noticia de su aparición en el Castillo Ivashkov, la verdad, la había puesto muy nerviosa. Sin tener un piso en el que caer si quiera, los cuestionamientos correteaban libres por su cabeza, sin tener un orden al menos. ¿Y si volvía? Quizá fue por eso que tomó un bolso a la ligera y desapareció del lugar sin rumbo fijo. Para cuándo abrió los ojos, frente a ella estaba el barco más destartalado de la historia. Al final del Callejón Diagon. ¿La respuesta a su nerviosismo era huir? ¿Y quién se lo iba a reprochar si todos hacían lo mismo? Subió a bordo en un dos por tres y comenzó a observarlo con detenimiento, como si alguno de los cráneos que decoraban el borde tuviera las respuestas a sus problemas. De hecho, se sintió tan fascinada, que sus dedos acariciaban los ornamentos extraños, y delineó una de las representaciones de Belial, un demonio bastante antiguo para la humanidad. Y entonces, unos pasos. Instintivamente, Maida retrocedió y casi se agachó lo suficiente para intentar pasar desapercibida, sujetó con ambas manos la falda de su vestido negro y esperó que el andariego visitante desapareciera. Es más, de haber podido, habría detenido su respiración, sus mejillas estaban encendidas por la ansiedad y lo que era peor, no lograba distinguir de quién se trataba ¿y si el barco estaba cerrado a visitantes? Una voz sólo logró alterar más sus sentidos y trastabillando, salió de su "escondite". - Pe-perdón -susurró en medio de una extraña reverencia y finalmente alzó el rostro para toparse con un desconocido mago-, no sabía que alguien más estuviera por aquí.
  3. Hola, vengo por estos lares para por fin *-* solicitar mis conocimientos luego de haber pasado los EXTASIS y TIMOs, los quise juntar para tener una mejor idea de lo que realmente quería, así que nada.. Gracias al moderador que los vaya a poner n_n - Leyes Mágicas. - Artes Oscuras.
  4. Título: Hoy necesito Cantante o Grupo: Cómplices Dedicatoria: Supongo que no es exactamente una dedicatoria. Pero pues, a quien le guste que se la lleve (?) xD A mí esta canción me recuerda al amor más puro *-* , o sea, la amistad, la que jamás falla, la que siempre confía, la que siempre aguanta, la que soporta todo, la que es incapaz de dejarte sola. La amistad. Creo que siempre hay que ser amigos primero. Enigüey xD Hoy necesito que me abraces fuerte Sin palabras, sin excusas, solo brazos Que no tengas prisa, que no me recuerdes Que solo somos la apariencia de este barro Hoy necesito Que me abraces fuerte Por encima de los miedos y prejuicios Que alcances ya los huesos Y me despiertes lejos De esta torpe selva a fin de siglo Y no me preguntes Que es lo que pasa No traigo heridas Es solo que preciso Notarte bien dentro Sentirme en casa Saber que es muy cierto que estoy contigo Hoy necesito Que me abraces fuerte Y que tu silencio traiga mucha calma Que la noche venga lenta Como nieve Y nos halle enlazadas las espaldas Y no me preguntes... Hoy necesito Que me abraces fuerte Por encima de los miedos y prejuicios Que alcances ya los huesos Y me despiertes lejos De esta torpe selva a fin de siglo
  5. Aunque estaba segura que aquella primera pregunta no fue dirigida a ella, una seguidilla de hormigas bajaron desde su cuello por toda el camino que marcaba su columna vertebral. La voz gruesa del mago la puso en alerta y deseó que el barman no se hubiera marchado tan pronto y mucho menos sin decirle nada. Miró de reojo a un lado pero ya no estaba, y casi se cae de su asiento cuando le vio saltando por encima de la mueblería de su madre hacia el interior del bar. Se veía mayor que ella, por lo que no entendía para nada el comportamiento tan infantil, como de chaval de secundaria muggle que cree que se come el mundo en porciones grandes, mucho menos entendía porque no podía dejar de estar asustada, sus nudillos estaban blancos, pues sin darse cuenta se había aferrado con demasiada fuerza a la barra. La Ivashkov tenía los ojos abiertos como platos, miraba lo poco que sobresalía del mago mientras él rebuscaba y rebuscaba, sólo él sabía que cosa, a lo mejor creía que Lyra estaba escondida por alguno de esos huecos. Estaba juntando el coraje para preguntarle qué demonios hacía allá abajo, de hecho se había inclinado un poco hacia adentro cuando un "¡Ajá!", casi la tumba nuevamente. Maida necesitaba con urgencia alguien que la ayudara con esos extraños temblores que le venían cada que algún ser humano estaba cerca, eso no era normal. — ¿Qué? —respondió muy a su pesar cuándo el señor le preguntó, y se contestó solo, sobre si quería un vaso de cerveza de mantequilla— Yo no...—pero no, claro, frente a ella ya habían dos vasos y una jarra que casi se rebalsa por el tosco contacto con la barra, y justo cuando estaba por decirle que no, y que estaba un poco desquiciado, estiró la mano y se presentó. Salir corriendo siempre era una opción, aunque siendo el negocio de su madre, le daba miedo dejarlo solo y que los desmanes fuera aún mayores, sin embargo. Pasaron unos segundos en el que más po no parecer tonta que por querer aceptar, le contestó el saludo mirándole a los ojos e intentando —fracasando en eso—, sonreírle de manera convincente y jovial, todo lo contrario, sacó su varita y conjuro una mano idéntica a la de ella, sólo que hecha de vapor, que estrechó la de León Crowley. Como si aquello no fuera extraño. — Maida Ivashkov —respondió aún con duda mientras la mano de vapor dejaba de existir entre ambos y su mano real, tomaba uno de los vasos—, tomaré un poco mientras esperamos al empleado de mamá. ¿No cree que debería estar de este lado? Se bajó por fin de la butaca, porque si seguía con tanto sobresalto terminaría estampada contra el suelo, y caminó por el borde de la barra unos segundos, perdiendo sus ojos en el material del que estaban hechos. Y entonces, reparó en las cosas que había mencionado el mago unos minutos atrás. Se detuvo. — ¿Lleva aquí mucho rato? —preguntó al fin—, es decir, ¿más que yo? ¿Conoces a mi mamá de algún lado? —y entonces se calló, para ser una chica que no gustaba mucho de socializar estaba atacándolo a preguntas y eso, para colmo de males, comenzaba a ruborizarla—, perdón, aún no descubro como comportarme en sociedad —añadió burlándose de sí misma.
  6. Título de la Canción: Si te vas Artista: Shakira — allá cuando hacia buena música (?) xD Género: Pop Dedicatoria: Para nadie, pero me dan risa algunas frases con respecto a la "Bruja Pedazo de Cuero" Si te vas Cuéntame que harás después que estrenes su cuerpo cuando muera tu traviesa curiosidad cuando memorices todos sus recovecos y decidas otra vez regresar ya no estaré aquí en el mismo lugar si no tiene mas que un par de dedos de frente y descubres que no se lava bien los dientes si te quita los pocos centavos que tienes y luego te deja solo tal como quiere se que volverás el día en que ella te haga trizas sin almohadas para llorar pero si estas decidido y no quieres mas conmigo nada ahora puede importar por que sin ti el mundo ya me da igual si te vas si te vas si te marchas mi cielo se hará gris si te vas si te vas ya no tienes que venir por mi si te vas si te vas y me cambias por esa bruja pedazo de cuero no vuelvas nunca mas, ya no estaré aquí Toda escoba nueva siempre barre bien luego vas a ver desgastadas las cerdas cuando las arrugas le corten la piel y la celulitis invada sus piernas volverás desde tu infierno con el rabo entre los cuernos implorando una vez mas pero para ese entonces yo estaré un millón de noches lejos de esta enorme ciudad lejos de ti, el mundo ya me da igual si te vas si te vas si te marchas mi cielo se hará gris si te vas si te vas ya no tienes que venir por mi si te vas si te vas y me cambias por esa bruja pedazo de cuero no vuelvas nunca mas, ya no estaré aquí
  7. Le había prometido a su madre que iría a conocer el negocio pronto, y ese "pronto" la verdad ya se había dilatado por casi seis semanas. Así que. habiendo terminado los E.X.T.A.S.I.S. con cierto de nivel de satisfacción, ya no tenía excusa alguna para no presentarse en "Ranas Lunares". Examinó su reflejo en la vidriera de un negocio cercano, verificando que todo estuviera en su lugar, ella normalmente no le prestaba atención a esas cosas, pero un par de cenas con su madrina y su hermana, le habían hecho sentir un poco fuera de tono con lo acostumbrado en esos lados. Se ajustó un poco la capa de viaje negra, pues al girarse, la brisa había erizado los pelillos de la parte baja de su cabeza, descubiertos por la cola en la que sujetaba sus cabellos. Aquel era un lugar bastante cotidiano, y Maida se lo agradeció en silencio a su madre, hace unos días, su prima Susan le había hecho ir a un casino repleto de bulla dónde tuvo que cambiar su vino por refresco mediante magia, más de una vez. En el primer piso no había un alma pululando por el negocio, vio de reojo los juegos infantiles pensando en si aquellos columpios eran capaces de soportar su peso adulto. Caminó hasta las escaleras y dio un último vistazo para asegurarse que ninguno de los elfos del negocio andaba por ahí. El segundo piso era menos su ambiente y apenas puso un pie ahí, se tentó de retomar sus pasos y quedarse en los juegos infantiles, pero claro, al intentar hacer eso, pisó el borde de la túnica y para poder evitar una aparatosa caída no le quedó más remedio que avanzar y quedar completamente en el segundo nivel de "Ranas Lunares". Ante semejante escena, una mesera y un mago que estaba en la barra giraron a verla, logrando que extrañamente, la ojiazul sintiera como sus mejillas comenzaban a encenderse. De haber sabido que de todas maneras haría un show, se habría dejado caer. Si había algo peor para la Ivashkov que llamar la atención, era hacerlo de esa manera tan vergonzosa. Enderezó la columna y se dispuso a alisar unas arrugas inexistentes para poder tener el rostro hacia abajo y permitirle a su rostro retomar la temperatura y color habituales en ella. Dos minutos más tarde, y sin mucha más gente alrededor, se acercó a la barra dónde ahora, sólo quedaba el mago. No se sentó en las butacas, sino que sitúo en medio de ellas. El barman estaba apoyando sus codos en la barra a pocos centímetros de ella, y, nerviosa como ella sola, decidió darles a conocer su voz o, caso contrario, sus mejillas volverían a colorarse sin razón aparente haciéndola sentir aún más torpe. — Eh... ¿la señora Lyra Selwyn está por algún lado? —preguntó moviendo las manos frente a su rostro como si eso le ayudara a ordenar las palabras— Soy su hija, vine por casualidad y me gustaría verla. El barman no le respondió, directamente desapareció y la muchacha se quedó con la mano derecha en el aire, sin un jugo de naranja o de lima que pasar por su garganta. Resopló agotada y decidió tomar asiento en una de las butacas, de reojo, pudo distinguir al mago. No estaba seguro de conocerlo, aunque su rostro se le hiciera familiar, y bastante esfuerzo ya había supuesto hablarle al barman luego de semejante entrada, así que decidió fruncir los labios e impedir que se abrieran a decir cualquier cosa.
  8. Título: Querido Tommy Género: Balada / Pop Dedicatoria: Pues a nadie xD pero es que hoy la escuché por vez primera en Telehit, ni sé porque andaba viendo ese canal xD, el punto es que la historia de la canción me pareció fascinante xD y luego en google que todo lo sabe me enteré que la canción lleva desde el 2014, y era chileno (o Tommy Torres piensa que es chileno) el chico que escribió pidiédnole ayuda. No sé, la historia me pareció brutal, estar tan enamorado como para pedir ayuda vía twitter a un cantante que no sabes si te hará caso *-* O sea, esta vez si hizo caso, pero quién sabe la siguiente (?) xD .....Me pareció linda igual la historia *-* me demoré dos años en descubrirla po Dios que lenta xD Querido Tommy, te escribo esta carta, no se si tu realmente lees estas cartas. Te escribo para pedirte algo que para mi es de vida o muerte. no pienses que exagero es la verdad. Mi nombre es Paco y te escribo de Santiago. Hay una chica que no se sale de mi mente, para eso eres tan elocuente, y a ella le encanta tus canciones te imaginas ya por donde voy. Es que con ella no me salen las palabras, y quizás tu pudieras ayudarme, a decirle que yo muero aquí por ella y de una forma un poco mas poética. Que eso del romanticismo a mi no se me da. Dame algo tan bonito que le saque mil suspiros, decirle que la amo y nada mas. No se si bastara.. (Noo ohh..) Senor Tommy: aquí le escribo nuevamente no me ha contestado, pensaba que era buena gente. Puede que este muy ocupado, pero yo estoy desesperado. Ayúdeme a encontrar la forma de decirle que yo muero aquí por ella, pero de una forma un poco mas poética que eso del romanticismo a mi no se me da.. Deme algo tan bonito, algo que nunca le hayan dicho. Decirle que la amo y nada mas.. No se si bastara.. Amigo Paco: disculpe la demora, espero no te moleste que haya copiado aquí tu historia. En el amor no soy experto, no se de donde sacaste eso. Y nada puede estar mas lejos de la verdad. No confundas palabrerías con sentimientos. Las metáforas son solo pajas del intelecto. Si me preguntas que decirle a tu chica.. Solo dile que te mueres por ella. No se me ocurre una mejor manera, que eso del romanticismo, es solo un juego de ajedrez. Cuando se trata de sentimientos, no hay nada como ser directos. Dile que la amas y nada mas, seguro bastara...
  9. Maida estaba por contestarle algo referente a su hermano, y luego algo con respecto al local de su madre que aún no conocía. Tenía por decirle que estaba encantada con la idea de tener a Lionel más cerca y verlo más seguido, se imaginaba en una cena con sus tres hermanos y con Lyra a la cabeza de una hermosa mesa elegante, tenía en la punta de la lengua tantas cosas, y todas se esfumaron en cuánto ella lo mencionó. Su madre la mirada, buscaba con sus ojos algún tipo de reacción y si había que ser sincera, ella también buscaba esa reacción. No sabía que contestarle, sus labios sentían pánico de dejar escapar ese nombre, de afrontar esas preguntas. ¿Y si preguntaba acerca de sus clases? Ella se había escondido de todo el asunto de Venecia en Inglaterra, en Hogwarts, en sus estudios, los EXTASIS habían finalizado y ahora se venía un mes entero de descanso, de libertad. Esta vez, había que sumarle el tiempo que le dedicaría a contestar con mayor énfasis a las preguntas que la Selwyn le había formulado. Su rostro era inescrutable. Y su respuesta le sorprendió aún más a ella. — ¿Sabes si Lionel finalmente se decidirá a tomar clases en la universidad? —preguntó ignorando y retrasando a propósito responder las cosas referentes a su demonio— Sería divertido que la reunión que planeabas la realizáramos ahí, después de todo hay mucho espacio. Sigo sin estar segura que Conocimiento cursar, no quiero tomar la decisión equivocada. Una de sus manos subió a cubrir su boca porque sin tener la intención de hacerlo, su voz se quebró. Encontró los ojos de su madre e intentó sonreírle mostrando una triste pantomima de mueca divertida. — No quiero verle —logró escupir—, y sé que han pasado meses, que debería no estar así, he avanzado tanto, mamá —dijo como rindiéndose ante la inevitable avalancha de pensamientos que se acumulaban—, tanto, he comenzado una vida aquí y no quiero retroceder, pero... fueron años a su lado, ¿cómo olvido eso? Todo lo que sé de magia lo aprendí de él, y lo que sé de mi esencia demoníaca, también. Soy el producto de lo que mi abuelo quiso hacer cuando le mandó a cuidarme, ¿cómo olvido eso? Respiró hondo y enderezó el rostro, tratando de imitar el gesto altivo que tenían mas mortífagas que había conocido, tratando de ser aunque sea un sólo segundo como ellas. — Traicionó al abuelo y al hacerlo, te traicionó a ti —respondió y acto seguido, sacudió sus manos como negando todo lo anterior, su postura, su máscara—, si él me lo hubiera preguntado en Italia no sabría que hubiera elegido, esa es la verdad. Pero ahora, con la cabeza fría, escojo a mi familia, escojo Inglaterra. — No lo quiero cerca. Había intentado ser lo más honesta con ella, sin mencionar el tema de seguir o no enamorada del demonio. Esa era una pregunta que no estaba lista para responder, que no quería responder, le aterraba lo que podía ser la respuesta. En unos días más se uniría a las filas mortífagas y con eso, ponía más distancia entre ella y Agares, si, el demonio al que ni siquiera podía mencionar en voz alta. — Aléjalo, mamá —pidió calmándose al fin y tratando, con un poco más de fortuna esta vez, de sonreír—, tampoco quiero saber qué te dijo. Sus manos se apoyaron en su propio regazo y súbitamente, decidió que era el momento de confirmarle a su mamá, el destino que había decidido para su futuro mágico. — He decidido seguir los pasos de tía Tauro y de mi madrina —dijo calmada, sabiendo que alguien como ella entendería a la perfección de qué estaba hablando—, ya no faltan más que unas semanas para eso, Orión Black y Galery Grindewald me están ayudando para lograrlo. Quiero saber tu opinión. @@Lyra Katara Selwyn
  10. Maida estuvo por suplicar que algún elfo más cayera del ventanal, porque justo después de indicarle a ella que podía escoger cualquier habitación, se volvió a tocar el tema del origen italino de la familia de su madrina. ¿Lyra sabía de aquello? ¿Era acaso algún tipo de prueba de fortaleza que debía sortear la búlgara y nadie le había avisado? Sus pulsaciones volvieron a acelerarse, y esta vez, no había nada sucediendo a su alrededor como para disimularla. Respiraba profundamente intentando relajarse, concentrarse en las palabras de Alyssa, de su casi nula relación paterna, de lo díficil que era crecer bajo las exigencias de una de las familias más antiguas del Londres Mágico, los Black. Y claro, el resultado de todo aquello en casi una relación maternal con Lyra, sobretodo en el complicado mundo que se había extendido a una ingenua y joven Alyssa, según entendió. Y la Ivashkov seguía escuchando en su mente: "Italia, Italia, Italia". Cerró los ojos un segundo y decidió sincerarse...de a pocos. — Pasé muchos días en Venecia, algunos otros en Roma —comenzó a contar, como si no tuviera nada que refutarle sobre su historia con Lyra—, tuve un compañero de clases en Durmstang que gustaba de esos paseos con mucha frecuencia y siempre encontrábamos la forma de escaparnos a la Plaza de San Marcos, caminar por el oscuro Puente de los Suspiros e imaginarnos los últimos deseos de esos condenados a muerte —encogió los hombros sin darse cuenta que su mirada de había perdido en medio de la mesa—, teníamos una idea rara de diversión. A lo mejor son esos recuerdos los que me agradan de la decoración de este lugar, a pesar de ya no ver más a esa persona, Italia siempre será un lugar importante para mí. Tomó la taza de te entre sus dedos y dio un par de sorbos de su bebida para mojar un poco la garganta más que nada. Alzó los ojos hacia su madrina y le dedicó una sonrisa. — No me sorprende que Maminina, así le digo —explicó con rapidez—, haya podido brindarte ese tipo de protección ella es así con cada uno de mis hermanos y con... ¡Aaaah! En esa instante sucedieron dos cosas, algo más cayo del cielo, una bruja o algo así y la taza de Maida salió volando por los aires hasta estrellarse en el césped tan bien cortado, y menos mal, sin quebrarse. Definitivamente en la mansión Triviani los infartos estaban servidos como plato central del día. La Ivashkov se puso ambas manos en el pecho sin saber si era por miedo o por asegurarse de que su corazón aún bombeaba sangre con tranquilidad, o relativa calma en todo caso. La cosa, no bueno, la bruja que había caído del cielo jaló una silla y se sentó casi en medio de ellas, toda desparpajada ella. Alyssa no la mirada con aprobación exactamente y es que claro, sus modales distaban mucho de lo que había observado hasta ahora de su madrina. Aunque había que admitir que la recién llegada poseía exactamente el nivel de belleza de la matriarca Triviani, ¿sería su hija? ¿La del mes? Ah si, es que estaba hablando, había que tomar más atención pero con tantas cosas a la vez, era díficil mantener el ritmo. — No, yo no so... —pero se calló al escuchar que ahora, se dirigía a Alyssa, quien tenía el rostro tan petrificado en una manera que llegaba incluso a asustar a cualquiera. @@Candela Triviani
  11. — Hola buenos días, vengo a buscar a Galery —dijo con voz bastante alta una empapada Maida, mientras intentaba sacarse la capa que había olvidado impermeabilizar antes de salir de casa, claro, jamás esperó que un diluvio decidiera aparecer en el Callejón Diagon justo a cuatro tiendas del Ramen Kingdom. Cuando por fin logró sacarse la capa beige de encima, dejo ver una túnica esmeralda igualmente mojada, se sintió entre incómoda y frustrada, jamás pensó que llegaría luciendo como un desastre a visitar a su nueva amiga. El cabello se le pegaba al rostro de lo mojado que estaba, y debajo de sus pies, un pequeño charco ya se había formado, la temperatura de su cuerpo había bajado logrando que tuviera un aspecto de fiebre muy gracioso, las mejillas sonrojadas y el resto de piel que se veía de ella, muy pálida. — ¿Cuál es el hechizo para secarse? —se preguntó a si misma en un susurro mientras se negaba a alzar el rostro y confrontar a Gal, mira que llegar a su local haciendo semejante papelón. Un día seguramente incluso ella se molestaría con sus torpezas, nadie tenía la paciencia eterna— ¿Cuál es? En tu siguiente vida ten mayor atención en Encantamientos y menos en Pociones, Maida Ivashkov, mira que no recordar lo que seguramente es un hechizo básico. Y comenzó a sacudir las manos, incluso retrocediendo, fue así como se tropezó de espaldas a un joven que acaba de cruzar la puerta del negocio, lo piso e hizo infinidad de ademanes con los brazos con el único propósito de no caerse, se aferró a los hombros del desconocido y finalmente, vuelta un tomate, logró ponerse en pie. — ¡Mil disculpas! —dijo al borde de las lágrimas por la frustación de tanta torpeza junta— te juro que ahora mismo daría mi vida entera por un sorbo de Felix Felicis, este día ha resultado ser un desastre —continuó disculpándose sin darse cuenta que seguía aferrada de sus hombros, y claro, ella ya no estaba en peligro de caer de bruces, aquello era innecesario. @@Vladimir Karkarov
  12. Maida río sinceramente ante la respuesta de su madre, con la afición que tenía por los gatos, era normal la incomodidad de la comparación, pero no menos cierta por eso. — Tú misma lo has sido, no somos gente de presiones, y está bien, limitaré mis analogías con gatos y esas cosas —casi terminando casi en un susurro mientras veía a Lionel posicionarse para escuchar con interés lo que la bruja tenía que decir con respecto a las clases en Hogwarts, mientras, la ojiazul simplemente atinaba a asentir dándole toda la razón, ya alguna vez por mensaje vía lechucería le había explicado sus problemas en las clases y como se habían solucionado, así que simplemente tocaba refrendar todo lo que ella le estaba contando al pequeñuelo—, lo bueno es que dentro de un mes terminaré todo y disfrutaré de mis vacaciones antes de volver a la universidad. Y entonces, la noticia del milenio, Lionel no había entrado en Hogwarts, no creía que no tuviera conocimientos mágicos o cosas por el estilo, pero si le pilló la curiosidad de porqué no había tenido ninguno de sus hermanos el mismo proceso educativo. Por lo que sabía, Eliah se había criado con el abuelo, ella, en casa, hasta que tuvo la suficiente edad para marcharse de interna a Durmstang, y ahora Lionel, tampoco había ido a Hogwarts. ¿Cuáles eran las diferencias? Ya tenía preguntas para otros días. Pero oír la palabra "cerebrito" le hizo dar un respingo gracioso en su sitio, miren que su madre tenía poca sangre en las venas, si ella misma se pasaba los días con la nariz enterrada entre libros y pergaminos, prueba irrefutable de ello era el sinfin de dijes que colgaban de su cuello. — ¿No has pensado en cursar la Universidad, Lionel? Podría ser divertido tener a mi hermano conmigo en clases —sugirió para no tener en mente el tema del nuevo apodo que su mamá le había puesto—, creo que tomaré Leyes Mágicas, pero no estoy muy segura, es que la verdad, me encantaría trabajar como Inquisidora, es un puesto que me atrae mucho y la verdad me da otra perspectiva. Evitó los ojos de su madre, había un tema que aún no había tocado con ella, aunque algo en su interior le decía que ella ya lo intuía y que por eso me había enviado con Alyssa para que ella sea mi madrina. No sabía mucho del pasado de la bruja que tenía al frente, pero se encontraba estrechamente relacionada con altos rangos de la Marca Tenebrosa, y eso sólo podía significar una cosa, ella había formado esas filas en algún momento. ¿Cómo se tomaría el hecho de saber que ella estaba por enlistarse como mortífaga? Estaba segura que la Ivashkov Selwyn tenía que saberlo, no era tonta. — ¿Celebraciones? —preguntó confundida, tratando de olvidar sus pensamientos de vocación y mezclarlos con sus casi siempre nulas ganas de socializar— ¿Y si hacemos solo una reunión que conjugue todo lo que debemos celebrar, eso de tener una reunión solo para celebrar mis TIMO's me parece demasiado...presuntuoso. No estaría del todo cómoda. ¿A ti te gustan las fiestas, Lionel? @@Lyra Katara Selwyn
  13. Al oír la mención de su familia, Maida no pudo evitar que su cuerpo diera un respingo, una sensación de vigilancia le recorrió le cuerpo sin poder ella evitarlo, tenía ya demasiados conocidos en esa familia como para oírla sin tener algún tipo de reacción, nada negativo. Todo lo contrario, a pesar de lo accidentado de un par de reuniones, recordaba a los Black como magos bastante arraigados en tradiciones que ella misma seguía. Entonces, la reacción era contraria en significado a lo que aparentaba en primer lugar, conocer a un Black significaba que nada malo le ocurriría. Esperaba no equivocarse. — Así que de Gales —apuntó sonriéndole un poco antes de encoger los hombros—, lo lamento, contrario a muchas brujas de por aquí, los únicos países de Europa que conozco con claridad son Italia y Bulgaria, de Gran Bretaña, apenas unos sitios de Londres, como ves. Pero estoy segura que debe ser una tierra hermosa o algo así —añadió haciendo un mohín gracioso en el rostro. Adelantó unos pasos, completamente segura de que el Black la seguiría o al menos no estaría demasiado lejos para aún oírla. El semblante del mago le sugería que por lo menos un par de quinquenios en años, le llevaba, aún así, había algo en esos ojos grises que le impedían distanciarse, además, siendo quién era y con el lugar de nacimiento, seguramente le serviría de guía para ubicar el traficante adecuado para las cosas que necesitaba. — Y no, aún no he encontrado ningún lugar dónde pueda conseguir bazo de rata —comentó como si se tratara de hojas de margarita para una poción sencilla—, necesito tener a mano una poción para encoger lo antes posible, pero sin un par de esas cosas, será imposible. Las clases, para no variar, habían tomado un rumbo que indicaba peligro, por lo que si volvían a meterla a un laberinto sin salida y encima de todo, la dejaban desprotegida, sería mejor usar la técnica muy antigua de esconderse hasta que todo asunto pase claramente. Era algo que había decidido nada más abandonar las Catacumbas de París. No iba a volver a sentir el mínimo nivel de miedo en manos de magos y brujas que parecían encontrar extraño placer en tenerlos al borde de la muerte. — Aún no sé si voy a usarla para evitar mis profesores de Magia Avanzada o a mi contrincante en Duelo Avanzado —bromeó girando sobre sus propios talones y sintiendo la brisa golpear suavemente la piel de su rostro. Se topó nuevamente con esa mirada que parecía esconder algo más que simplemente años de experiencia—, ¿crees que sepas de algún lugar así? @@martin N´ Roses
  14. Maida habría querido contestarle con mayor enfásis con respecto a la decoración del castillo, pues ella misma aunque era lejana de nacimiento al destino mencionado, tenía bastante conocimiento y cercanía con el arte italiano. Había pasado tantas veladas extraordinarias en Venecia, que tener que reprimir los recuerdos por una última noche devastadora parecía hasta cruel. Los eterno paseos por Palacio Dulca y la Plaza de San Marco convergían una y otra, y otra vez en su mente. Estuvo a punto de hacerle una confesión cuando de pronto un elfo cayó de cara cerca a ellas. La hizo agarrarse de los lados de la silla y casi brincar del susto. — ¿Estás bien? —preguntó viendo a la pequeña criatura intentando esquivcar el contenido de un caldero que había salpicado no tan lejos del lugar. Alzó los ojos para ver si podía determinarse de que lugar del castillo lo habían aventado, pero no logró distinguir nada,bajó la mirada hacia su madrina, quién, extrañamente no se veía con ningún cambio de gesto, es más, simplemente extendió una mano, hacia la mesa, porque, de alguna manera y otra, lo que había pedido al primer elfo doméstico ya estaba en la mesa. La ojiazul sacudió su cabello, a ver si así se le ordenaban las ideas. — Si esto es normal, creo que si solicito una habitación preferiría tener rejas en las ventanas —dijo sin estar segura ella misma de si estaba bromeando o no. Sus dedos se dejaron llevar por las masitas y cogió un par, escuchando detrás suyo al elfo moverse, pero sin prestarle más atención, aún no se acostumbraba del todo a la presencia de tanto servicio, suponía. Miró a su madrina unos segundos, no era una mujer mayor, o al menos no lo parecía, en aquel pueblo la verdad es que algunos brujos y magos parecían haber quedado atrapados en una especie de burbuja de tiempo, incluso ella comenzaba a sentirse más joven. La larga cabellera de la Triviani era sin duda su aspecto más resaltante, la pelambrera parecía estar encendida de una manera que no se podía explicar. Muy bonita, como su madre. Y letal, como su madre. — La verdad es que si me alegro de estar por terminar las clases, eso de no haber podido convalidar mis clases de Durmstang en Inglaterra me ha resultado un fastidio —dijo casi en un chillido de réplica—. Estoy por llegar a los veinte años y sigo estudiando en un colegio para adolescentes, no me gusta la sensación —añadió. Iba a decir algo más sobre los Conocimientos que quería comenzar a tomar ahora en la Universidad, una vez salida de las clases de EXTASIS, pero se contuvo. Algo en su interior le hizo recordar las bromas de su madre diciéndole "nerd", no era algo que le fastidiara, sin embargo, no quería parecer un ratoncito de biblioteca en la primera visita al Castillo Triviani. El elfo a su espalda seguía haciendo ruidos raros, lo que le hizo suponer que seguía peleandose con el contenido del caldero. Y en el ambiente el olor de lo que sea que ahí había estado, comenzaba a impregnar el ambiente. ¿Debía seguir ignorando la situación? Volvió a alzar la vista a ver si ahora tenía más suerte encontrando al responsable de aquel extraño suceso, pero nada. Cero noticias. — ¿Mamá y tú se conocen desde hace mucho? —decidió preguntar al fin. @@Candela Triviani @@Alyssa Black Triviani
  15. Los momentos que Maida Ivashkov pasaba en su habitación eran sumamente solitarios, apenas y se veía de cuando en cuando a su elfo domésticos pasarse por la estancia para acomodar las cosas. Cosa muy rara, a pesar de su edad, ella era bastante ordenada, la cama siempre estaba hecha pasadas las nueve de la mañana y las cortinas estaban abiertas a la luz del día apenas despuntaba el alba. No necesitaba de la ayuda del elfo doméstico, pero lo apreciaba, sobretodo por el tema de los trámites ministeriales, esos los detestaba. Por la tranquilidad que normalmente ahí reinaba fue que se sobresaltó cuando escuchó su puerta sonar bajo el toque de una mano. Dio un respingo en la silla que tenía frente a un escritorio antiguo y arrugó sin querer unos pergaminos con las tareas de las clases de Hogwarts. Se incorporó lo suficientemente despacio para recuperar el aliento y solo entonces, se dirigióa la puerta. Grata fue su sorpresa cuando descubrió que del otro lado se encontraba su madre. — ¡Maminina! —exclamó emocionada mientras se hacía a un lado para hacerla ingresar. Como siempre llevaba los anillos como dijes de cadena, y la verdad es que todo aquello la hacía ver más cercana. Sabía ahora, por sus compañeros de estudios y aspirantes al bando tenebroso, que su madre tenía una reputación de huraña y quisquillosa, pero ella la conocía de otra manera, jamás podría verla distante. Cerró la puerta y sacudió un polvo inexistinte en el único diván que existía en la habitación. — ¿A qué se debe el honor de tu visita? Estaba ya a punto de salir de nuevo rumbo a Diagon a ver si conocía el famoso Ranas Lunares del que me habló Lionel, ¿Cómo está? Llevo un par de días sin verlo. @@Lyra Katara Selwyn
  16. No, lo del escribirle ella misma una carta a Eliah estaba descartado, era pésima para relacionarse en vivo y en directo, ya se imaginaba tirando a la basura miles de pergaminos hasta quedar completamente a gusto con su escritura, eso sin considerar el contenido de la misiva o hacia dónde enviarla, no, definitivamente se sentaría al lado de su madre a esperar noticias, como la gente normal. Sin mover un dedo. Paseó su mirada en Lionel, sobretodo para analizar el parecido que compartía con su madre, aunque no era tanto en el físico, sino en sus gestos, en pequeños ademanes que quizá pasaban desapercibidos para el resto, ella abrazó un cojín mientras analizaba estos ligeros rasgos que los unían innegablemente como familia. — Si, creo que será mejor esperar a que Bridget decida volver por el pueblo, las presiones no van con nosotros en general, siempre salimos huyendo como minino asustado ante el inminente baño de agua fría —sonrió un poco y de dispuso entonces a escuchar las indagaciones de Lionel acerca de sus estudios. Aquello era sencillo de explicar, tenía que ver mucho con la burocracia en la que parecía haberse sumergido el Ministerio de Magia Londinense. — Verás Lionel, resulta que si quiero cursar cursos de la Universidad Mágica aquí debo convalidar los T.I.M.O.S. y E.X.T:A.S.I.S. en Hogwarts, —comentó, la verdad un tanto exasperada— al parecer, las autoridades no confían en la rigurosidad con la que se llevaron a cabo mis exámenes en la antigua escuela, aunque para serte completamente sincera, algunos profesores de Hogwarts no merecerían siquiera compartir el título con los académicos de mi anterior instituto. Eso era verdad, la mayoría de sus profesores eran buenos, no podía quejarse, pero había un par del que no estaba segura como habían obtenido su licencia para enseñar en un colegio de semejante prestigio. Aún así, eso le recordó que debía mostrarle algo a su madre, y ahora también a Lionel. Rebuscó en el bolsillo de su indumentaria y finalmente sacó un pergamino con su certificado de los T.I.M.O.S. — El único "Extraordinario" de la clase —señaló antes de entregarselo primero a la bruja de la Orden del Grial—, eso sí que me gustó, en años anteriores apenas saqué un "Supera las Expectativas" @@Lyra Katara Selwyn
  17. Si alguien le hubiera dicho a Maida Ivashkov que disculparse con algo más que una ligera reverencia de rostro, la llevaría a una conversación, seguramente habría fingido un desmayo, salido corriendo o desaparecido en ese mismo instante. ¿Ya era tarde para el desmayo? Obvio. Una hilera de hormigas imaginarias comenzaron a subirle por los brazos justo al mismo tiempo que su cerebro intentaba retener la mayor cantidad de información de lo que ese mago decía y/o hacía. Sus ojos azules siguieron cuando él revisó su reloj, cuando le confesó que no estaba perdido e incluso cuando le preguntó cosas acerca de ella misma. ¿Qué hacía la ojiazul en un lugar como aquel? Una pregunta interesante sin duda, sin respuesta fácil aparente, aunque si la tuviera. Necesitaba encontrar algunos artículos para unas pociones, unos ítems que no vendían en Diagon y que seguramente ahí serían más sencillos de encontrar, por la cantidad adecuada de galeones, claro está. Maida se sostuvo con una pierna bien derecha mientras que la otra la cruzó por detrás, quitándose a si misma unos cinco centímetros de estatura, y claro, restándole confianza. Pero ya habían pasado algunos minutos y si no le contestaba, parecería una tontuela más perdida en el mítico y peligroso Callejón Knocturn. — Pues, lo que todos, o lo que la mayoría —intentó explicar—, busco algo que no logro conseguir en Diagon. Las clases en Hogwarts están muy complicadas. Se apartó un paso, retrocediendo, dándose cuenta que no tenía espacio suficiente entre ellos para sentirse segura. — Maida Ivashkov —dijo finalmente inclinando la cabeza hacia él. La noche finalmente había caído sobre ellos, y aunque cerca a ellos hubieran brujas y magos de todas las formas y olores, si, olores, sintió que ella comenzaba a resaltar con esas tonalidades de pastel que llevaba en su ropaje. Tenía que comenzar a usar otro tipo de ropa si no pretendía llamar la atención. — ¿Nuevo en Inglaterra? —aventuró a preguntar mientras echaba un vistazo por el rabillo del ojo, siempre vigilando. @@martin N´ Roses
  18. June alzó la copa frente a ella, Maida la imitó, brindó por la nueva amistad que se estaba forjando en aquella pastelería de estilo parisino. Brindó por olvidar todas las cosas que se encontraban fuera de aquel escape de Hogwarts, y de olvidar todos los malos ratos que había tenido conociendo a chicas londinenses, la muchacha que tenía sentada frente a ella era muy distinta a ellas, a las chicas pesadas. Incluso todo lo contrario, una pequeña hermana menor a la que podía visitar cuantas veces quisiera sin sentir la presión de quedar bien. — ¡Por nosotras! —selló con una sonrisa y bebió todo el contenido de la copa. Dejó el menaje sobre el fino mantel y, mientras respiraba profundamente, sus cabellos decidieron desordenarse un poco.El reflejo de uno de los espejos laterales, se lo estaba informando. Tomó unos segundos para acomodarlo mientras el mesero reitraba su copa y la miraba preguntando si deseaba algo más, y la verdad era que no, pero como aún no tenía pensado retirarse del local, solicitó un pastelillo de red velvet y relleno de chantilly. — Los T.I.M.O.S. son más fáciles de lo que uno púede llegar a creer June, es gracioso, te juro que la clase preparatoria para esos exámenes me pareció más complicada que la prueba final —explicó jugueteando con lo dedos sobre la mesa—. Y de hecho las clases ahora mismo para los E.X.T.A.S.I.S. me parece muy díficiles, pero tengo confianza que pronto se harán más sencilla, conforme lleguemos a la recta final. Volvió a mirar su reflejo y esta vez se sintió más satisfecha, sus cabellos casi negros colgaban de una cola alta, y se veía bastante más prolija de lo que lucía cinco minutos atrás. Eso sí, la mirada de chica extraviada no terminaba de desaparecer de su rostro, Maida Ivashkov siempre lucía un poco fuera de lugar. @imkup
  19. De todas las cosas que había planeado para aquel día, perderse en el Callejón Knocturn no era una de ellas, la menuda bruja apenas y se había dado cuenta de cuando sus pequeños pies comenzaron a perderse entre las capas grises y negras que abundaban en el lugar y que, francamente la hacían resaltar. De una manera que comenzaba a parecerse incómoda, tenía que dejar de usar esos tonos pasteles si quería pasar desapercibida. Pero no, ahí estaba ella, enfundada en una capa de viaje en tonos beige y escondiendo una túnica holgada en un tono verde menta, si, esa suave combinación entre el mar de grises que el callejón ofrecía. Se detuvo unos segundos para ver si estaba yendo correctamente hacia Borgin & Bur... — ¡Hey! —saltó derrepente y apartándose de un salto de un bulto negro que la había asustar. Con cuidado se giró y se retiró la capucha que cubría parte de su rostro y sus cabellos, en parte para ver bien al personaje que casi le había atropellado, y en parte para relajarse un poco. A pesar de lo mínimo del contacto, ya podía sentir la sangre corriendo por sus venas mucho más rápido de lo habitual. Al parecer, sus problemas con los contacto no habían desaparecido como lo había pensado hace unos días. Al liberarse de la parte superior de la prenda, se topó con un mago de cabello negro que jamás había visto, ni en Hogwarts, ni en la Mansión Riddle. Y aunque tenía razón en cuanto a la pobre iluminación del Callejón, no logró sacarle un gesto a Maida. Ella seguía evaluando como podía contestar sin sonar demasiado torpe. — No se preocupes señor, de hecho —añadió encogiéndose de hombros un segundo—, creo que he sido yo la que se detuvo antes de tiempo y convirtiéndome en una obstáculo para cualquiera que haya caminado con el mínimo de distracción. Le dedicó una sonrisa a modo de disculpa. — ¿Extraviado como yo? @@martin N´ Roses
  20. http://i.imgur.com/rHtjdxA.png El mensaje de la lechuza le había llegado, aunque lastimosamente no había podido salir disparada a hacerles caso porque bueno, se suponía estaba retenida o cosas así, la verdad es que cada vez entendía menos y si se esforzaba un poco más en pensar, sólo se conseguiría a si misma una jaqueca del tamaño de Hogwarts entero. Como sea, y vestida de una manera bastante estrafalaria, logró aparecerse en la Agecnia de Viajes El Fénix Aventurero, de sólo leer el nombre aquello le caisaba mala espina, todo lo que tuviera que ver con plumas le causaba mala espina, de pronto sintió que se encontraría rodeada de semimuggles, sangre sucias y cosas por el estilo, no era que le dieran célera ni nada, pero la urticaria que seguramente le provocarían le aterraba. Afortunadamente sus temores eran infundados. — ¡Mary, Galery! ¡Por fin! —chilló emocionada al verlas y dirigió sus zapatillas rojas hacia ellas sin perder más tiempo— Resumen rápido por favor, ¿que tenemos que hacer aquí?
  21. Uh, las torpezas de las preguntas incómodas, en el fondo Maida sí se sentía mal por haberla formulado, sobretodo cuando la mirada de June se tornó más acuosa de lo que debería. Sabía de antemano que muchas brujas y magos corrían con esa suerte, no conocer sus orígenes, eso claro, no había pasado con ella. Su madre siempre le dijo de dónde y cómo habían sucedido las cosas, esperaba no tener que decidir nunca entre criar a un hijo suyo y el bando, porque sí, si tenía que proteger a alguien de su sangre, lo daría a alguna pareja de muggles alejada de todo este bullicio y guerra por el poder en el que estaba metida y de cabeza. — Así que a buscar cuadros —dijo, sin afán de retornar al tema que había puesto al borde del precipio a su compañera de colegio—, ¿por qué no tuve tus profesores para mis TIMOS? A nosotros nos mandaron a un sacrificio celta, no sabes lo hermoso que resultó todo —añadió con ironía—, Alexander y yo casi acabamos en una fogata extraña, quemados. Acercó su mano a través de la mesa y palmeó la mano de June bajo la suya. — Mira, si tienes problemas en clase y esta en mis manos ayudarte, lo haré, si deseas un lugar a donde escapar de tu vivienda para cuando salgas de Hogwarts, puedes ir al Castillo Ivashkov, estaré más que encantada de recibirte, si tienes ganas de hacer algo loco y divertido, prometo acompañarte, aunque no prometo ser loca y divertida —dijo casi en una carcajada—, de hecho a lo mejor soy la cautelosa de las dos, pero al menos lo intentaré. Se alejó del contacto y bebió un poco más de su manzanilla. — Creo que lo que intento decir, sin mucha elocuencia por mí parte —inhaló profundamente antes de continuar—, es que si necesitas una amiga, puedes contar conmigo. Salvo si se trata de chicos, no sé nada de ellos, y menos lidiar con ellos, así que sería de cero ayuda, pero para el resto de cosas, sí, encantada estoy aquí. @imkup
  22. Iba a contestarle algo con muchas más preguntas que respuestas a su hermano, pero la entrada de la madre de ambos la interrumpió, a lo mejor era una señal del destino para dejar de hablar de esas cosas. Que ya bastaba, había que ser madura, que ser fuerte y comenzar a eliminar ella sola de su cabeza, las cosas que no valían la pena. Decidido. — ¡Mamá! No, nada, olvidar nada, creo que mejor evito los recuerdos yo misma —le sonrió porque estaba segura de que si bien Lionel podría no entender nada, ella sabría perfectamente de lo que hablaba la ojiazul—. Vengo por reposo de las clases de Hogwarts y me encontré con la grata sorpresa de por fin conocer a mi hermano pequeño. Giró el rostro para sonreírle a Lionel, no estaba tan segura de que le gustara que lo llamara "hermano pequeño", pero finalmente eso era lo que él era. Volvió a ver a su mamá y bueno, como ya habían comenzado a hablar, no se tomó los segundos para acercarse a saludar. Sobretodo porque finalmente estaban en confianza, en familia. Se acercó a uno de los muebles, acomodándose durante unos segundos, y tomando impulso. — ¿Has sabido ya algo de Eliah? —mientras preguntó, notó con detalle los anillos que colgaban del cuello de la bruja, definitivamente su madre era un pequeño ratoncito de bilioteca, nadie podía tener tantos conocimientos de la Universidad Mágica, ¿ella lograría lo mismo algún día? Tenía toda la intención, aunque no sabía si la fuerza de voluntad para hacerlo— He pensado en escribirle una nota o algo, al menos para saber si sigue en Inglaterra o está nuevamente de andariega. ¿Por qué no somos sedentarias? Se rió unos segundos. — ¿Cómo has estado? @@Lyra Katara Selwyn
  23. La ojiazul se perdió un poco en la humareda graciosa que salía de su taza de manzanilla, pensaba en la pregunta de su acompañante, la verdad es que no tenía la menor idea de nada sobre cuadros, lo que menos había hecho ella durante sus horas de descanso en Hogwarts era curiosear sobre los otros cursos, bastante estrés cargaba encima con el tema de su duelo con Talia. — La verdad, no, pero por experiencia sé que los profesores usan técnicas medio extrañas para enseñar las habilidades más básicas —dijo, casi en broma, casi en serio—, ¿qué les han puesto hacer a ustedes? Luego, una curiosidad le pegó justo en la boca del estómago, y no sobre el sabor de los brownies que ella había ordenado, se había dicho a sí misma que evitaría toda cercanía con ciertas personas y ciertas familias, pero no había tenido la precaución de averiguar eso sobre June antes de invitarla a aquella cafetería, ka había visto correr tan alegremente por los pasillos empedrados del Colegio que le había parecido una buena idea de antemano. — June, ¿de qué familia eres? No recuerdo tus apellidos, soy muy despistada —preguntó segundos antes de beber un par de sorbos de su humeante bebida—, en Hogwarts todos parecen mezclados sin ton ni son, pero bueno, algunas estirpes se mantienen a través de las generaciones, es lo bueno de algunos magos que deciden con la cabeza y no con el corazón. Su mirada se oscureció un poco al decir lo último, ella casi había caído en en infortunio de dejarse llevar por sus emociones alguna vez. — No es buena idea ser tan sensible —le comentó—, nunca lo ha sido. @imkup
  24. — Hola buenos días, vengo a buscar a Galery —dijo con voz bastante alta una empapada Maida, mientras intentaba sacarse la capa que había olvidado impermeabilizar antes de salir de casa, claro, jamás esperó que un diluvio decidiera aparecer en el Callejón Diagon justo a cuatro tiendas del Ramen Kingdom. Cuando por fin logró sacarse la capa beige de encima, dejo ver una túnica esmeralda igualmente mojada, se sintió entre incómoda y frustrada, jamás pensó que llegaría luciendo como un desastre a visitar a su nueva amiga. El cabello se le pegaba al rostro de lo mojado que estaba, y debajo de sus pies, un pequeño charco ya se había formado, la temperatura de su cuerpo había bajado logrando que tuviera un aspecto de fiebre muy gracioso, las mejillas sonrojadas y el resto de piel que se veía de ella, muy pálida. — ¿Cuál es el hechizo para secarse? —se preguntó a si misma en un susurro mientras se negaba a alzar el rostro y confrontar a Gal, mira que llegar a su local haciendo semejante papelón. Un día seguramente incluso ella se molestaría con sus torpezas, nadie tenía la paciencia eterna— ¿Cuál es? En tu siguiente vida ten mayor atención en Encantamientos y menos en Pociones, Maida Ivashkov, mira que no recordar lo que seguramente es un hechizo básico. @@Vladimir Karkarov @@Galery Grindelwald Malfoy
  25. Los minutos que le tocó esperar se sucedieron muy rápido y justo cuando estaba por husmear un poco más en los detalles del vestíbulo, una mujer pelirroja se adelantó a recibirla. Alyssa, su madre la había descrito muy bien, y sería díficil confundirla con alguna otra bruja, al igual que Eliah y Lyra, poseía en su andar, un porte que seguramente ella lograría con el paso de muchos años, mientras tanto, había que conformarse con lucir graciosa en cada tropiezo que daba, — ¡Muchas gracias! Es un castillo verdaderamente hermoso —dijo, no parecía muy educado decirle que andaba medio peleada con Italia en su primera visita, ya en algún momento le contaría sus pleitos con el país de la bota, y aunque estuviera con esos ánimos, nada de eso podía quitar el buen gusto con el que fue decorado—, debió tomarle años lograr tenerlo así. Asintió antes su propuesta y caminó detrás de ella hacia los jardines, con un paso lleno de cautela, paso paso, como si fueran a despertarse los grillos o algo similar. Realmente comenzaba a sentirse segura dentro de las amistades y los lazos que estaba forjando. Sus ojos azules volvieron a cuestionar el borde de su vestido, a lo mejor si había sido una mala idea venir caminando, realmente parecía una camarera del Callejón Diagon, o peor aún, una tabernera de Hogsmeade. Nada que ver con la personificació de la elegancia que solían ser Lyra y Alyssa. Al llegar a los jardines, tomó una larga y confortante bocanada de aire fresco. — Perdona aparecerme sin avisar con antelación —se disculpó mirando hacia los arbustos más cercanos—, la verdad es que estaba un tanto aburrida de estar de pupila en Hogwarts, creí que esa parte de mi vida ya había culminado. No sabía si echarse a reír luego de semejante queja, pero era cierto. Una parte de ella no se había imaginado jamás vistiendo las túnicas grises de Hogwarts luego de pasarse los siete años completos de educación mágica en Durmstang. Pero bueno, aquellas eran las reglas en Inglaterra y debía acatarlas si verdaderamente deseaba ese trabajo en el Ministerio de magia. — Mi hermana parece haber vuelto a salir de viaje y bueno, mamá no siempre está en casa, conocer el Castillo Triviani parecía una buena alternativa y algún demonio aventurero se apoderó de mí. @Lyra Katara Selwyn @@Alyssa Black Triviani

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