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Eobard Thawne

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Mensajes publicados por Eobard Thawne

  1. Aún con toda la cautela que tomaba al adentrarse en el bosque del Ateneo, la repentina aparición del hipogrifo lo desorientó. Se lanzó hacia él, tal como el halcón le había atacado en Madagascar, sólo que en su forma humana, lo único que pudo hacer fue rodar hacía un costado.

    Se incorporó tras realizar el giro de barril, mirando por encima de su hombro para no perder de vista a la criatura, que al parecer siguió en línea recta. Un ardor le recorrió el brazo derecho, como si le escociera la piel: su reacción tardía le había costado un zarpazo importante, aunque no lo suficientemente profundo para que se desangrara.

    Tomó precauciones, guardando primero la runa en uno de los compartimentos de su pantalón.

    Qué extraño, un hipogrifo no suele comportarse así. Ni siquiera cuando tiene hambre se dijo a sí mismo, sosteniéndose la extremidad. Con los jirones de la playera, se hizo un vendaje improvisado.

    No le dio tiempo de más, pues el ente volvió a la carga, aunque se aseguró de mantenerse oculto entre los árboles. Consideraba poco práctico intentar pacificarlo, aún con los poderes Uzza, que estaba seguro no tendrían efecto ahí, dada la rivalidad con los Arcanos. Tomó una roca y la lanzó hacia el oeste, contrario a su ubicación, para despistar.

    Ingenuo, creyó que sería suficiente como para volver al sendero que le conduciría al lago. Subestimó al hipogrifo apenas unos segundos, los suficientes para que al animal escuchara sus pasos y se volviera al camino principal. Escuchó el aleteo; no le daba tiempo para hacer otra maniobra arriesgada, así que improvisó. Adoptó su forma animal, escondiendo el cuerpo de camaleón entre la tierra suelta. Le quedó un ojo al descubierto, pero ya había camuflado sus escamas para coincidir con la tonalidad marrón. La criatura gruñó, evidentemente confundida por la desaparición de su presa.

    Esta vez, sí que aguardó a que se hubiera retirado, para poder emerger de la tierra. A pasos pequeños, pero seguros, retomaba su trayecto, pero parecía destinado a encontrarse con el ave, que logró distinguirlo por las rendijas de sus ojos. No le quedó más alternativa, que usar su lengua como una especie de arpón, adhiriéndose a un árbol, y posteriormente elevándose a terreno estratégico.

    Mientras hacía ello, los colores en su piel cambiaban fugazmente, yendo del verde de la vegetación, al grisáceo de la neblina que ahora se arremolinaba en las copas, para quedar finalmente en un tinte propio del tronco de un pino.

    «Esto es nuevo. Definitivamente la capacidad de camuflarse a voluntad está infravalorada, ahora entiendo por qué los otros reptiles detestan al camaleón»

    Se quedó quieto, como una estatua de madera perfectamente tallada. No se atrevía siquiera a parpadear, por miedo a ser descubierto. Aquel tono le estaba resultando más útil que los anteriores, así que escaló valiéndose de la fuerza en sus extremidades, hasta alcanzar la copa del árbol. Desde ahí, el lago no le quedaba tan lejos, así que decidió evadir al ave por ese camino alterno.

    Llegando a la costa, entendió a lo que se refería Suluk sobre abordar el bote correcto. Al menos una docena de navíos estaban amarrados a la orilla, cada uno con un barquero distinto, invitando al Black Lestrange a visitar la isla. Sacó la runa de su bolsillo, la que tenía forma de gaviota, y se dispuso a buscar el transporte que la arcana le había puesto.

    Resultó ser el bote menos ostentoso, pues no tenía joyas o nombres rimbombantes. Era una simple tabla de alguna madera antigua, pues parecía petrificada y la maleza le había crecido. Alcanzaba a verse la figura del ave ártica, por lo que el joven asumió que ése sería su transporte. Puso un pie para corroborar que no se hundiría con su peso, pero no tuvo alternativa, más que arriesgarse, pues la plataforma se puso en movimiento.

    Dejaba atrás el bosque y se adentraba de a poco en el lago. La vista de la pirámide parecía cada vez más cercana, pero aún le quedaba bastante tramo por recorrer. Echó una ojeada a los troncos y juncos que sobresalían del agua, como una evidencia de que la vegetación florecía aún en el más inhóspito sitio.

    Sí no tocas el agua, todo estará bien susurró, castañeteando ligeramente sus dientes. Una ráfaga de viento helado le pegó de lleno . Llegaré, aunque sea como una paleta de hielo.

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  2. -No te preocupes. Hoy día, es bastante común ver infantes con colores que, pensaríamos, van más acorde en la comunidad mágica- explicó Black Lestrange ante la disculpa de Kaori; los turistas prejuiciosos siguieron su camino-. Puede asociarse a algo social, aunque a veces le dan un tinte psicológico. Dependerá de la interpretación que se le dé, y del país; a veces, no tiene un significado en particular.

    Parecía conocer bastante bien la cultura muggle, sobre todo la parte económica, ya que su trabajo así lo requería. Aquello le daba gusto al castaño, pues era sabido que brujas y magos solían tener problemas con los tipos de cambio, entregando más o menos de lo solicitado. O, en casos extremos, usaban la misma moneda mágica de siempre.

    -Digamos que una de las grandes similitudes entre ambos, es eso, precisamente. La capacidad de sobrevivir con o sin magia. Nosotros le llamamos así, ellos le dicen ciencia. Buscan la explicación de todo, aunque no siempre la hay, igual que en algunas ramas de la magia.

    Conforme lo mencionaba, sacaba una serie de libros de bolsillo, literalmente, de uno de los compartimentos de su rompevientos, que tenía el hechizo de expansión indetectable. Portadas de libros de química o deportes, que sin duda la oriental reconocería de otra forma en el mundo mágico.

    -En lo que se refiere a las profesiones, también se siguen pautas similares. Mientras que se suele pedir TIMOs o EXTASIS, o ninguno, los no mágicos solicitan algo llamado cédula profesional -dicha tarjeta la sacó de su billetera, la cual contenía su foto y la profesión, que rezaba «ingeniero geólogo»-. El diseño puede variar, según el país. Lo que sí podría diferir, es en la educación, pues a ellos les lleva más años que a los magos.

    Abordado el tema de la interacción con algún dispositivo muggle, quedaba la parte más práctica, que era la de la inserción en la comunidad misma. Kaori tenía experiencia con ello, así qué tal vez sería relativamente sencilla la actividad que le plantearía.

    -Bueno, ya que estamos, me gustaría que compraras un permiso para tomar fotografías, o los vigilantes nos harán borrar las que tomaste. Deberían darlo en algo módulo por aquí. A veces hablan uno o dos Idiomas extra, y quizá te pregunten sobre algún evento reciente.

    Pensaba en ofrecerse a cuidar a Sammael, aunque era un desastre con ese tipo de tareas. Además del claro vínculo madre-hijo, tal vez el pequeño daría pie a algún tema de conversación con la persona que le diera el permiso, pues resultaba algo común el preguntar por una hija o hijo en los últimos años.

    Sus dos estudiantes tenían ya situaciones que desarrollar, así que sólo quedaba ver cómo se desenvolvían.
  3. Apenas tuvo tiempo de reaccionar para atrapar la gema que le lanzaba Suluk. En cuanto la tomó entre sus dedos, el resplandor escarlata cubrió su persona, enviándolo a través del espacio hacia el destino que la arcana había elegido, resultando al familiar al castaño desde la última vez que se presentara a una prueba de esas.

    Era como una Aparición conjunta, quizá menos turbulenta. Pero ello no evitó que tuviera que inclinarse sobre una de las jardineras y ceder ante las náuseas que le causaba ejecutar semejante tipo de magia.

    Disculpe por eso, Suluk. Viajar en compañía siempre me genera estos efectos secundarios se cubrió los labios con el dorso de la mano a la par que la ancianita invocaba a los insectos.

    Tuvo cuidado de no pisarlos, a pesar de que más de uno se acercó y escaló el cuero de las botas. Mientras le daba vuelta al enigma del escarabajo, escuchó las restantes advertencias. Todo parecía estar conectado, pues si no encontraba la llave, no podría tomar el barco, y mucho menos, llegar a la isla. Un laberinto parecía la menor de sus preocupaciones en aquel momento. Y sin más, la arcana de Animagia se convirtió en un ave, emprendiendo el vuelo hacia aquel lugar que, de momento, estaba fuera del alcance del Black Lestrange.

    A ver, escarabajo. Cuerpo circular, antenas y pinzas para destrozar a su presa. Empecemos por ahí.

    Realizó un estiramiento de brazos antes de efectuar la transfiguración. Lo que se le había dificultado en un inicio era la cara, pues se cruzaba con sus cambios como metamorfomago. Ahora lo dominaba mejor, así que el alargue de su barbilla no le costó tanto. Sus ojos se volvieron dos rendijas, y su cuerpo se encogió varios centímetros, quedando como un lagarto a punto de saltar por su presa. La piel reseca, propia del camaleón, adoptó la tonalidad base en un color caoba, similar al del adoquín.

    Comenzó buscando los especímenes que mencionó Suluk, por lo que se fue calle abajo, al contrario del camino que conducía al bosque. La ventaja que tenía, era la total tranquilidad del Ateneo, al punto de que sus propias pisadas producían un eco. Los escarabajos parecían haberse ido en conjunto, porque encontró unos de tipo rinoceronte más adelante, invadiendo los bancos de roca.

    «Piensa, Eobard. Egipto. Tú sabes de historia... ¿cómo sería exactamente algo que adoren los dioses?»

    Se topó con algunos que catalogó como mayates. No era un bichólogo, pero tenía cierta certeza gracias a lo aprendido con los no mágicos. Intentó relacionar ambos aspectos para hallar la respuesta, mientras barría un grupo de escarabajos toro que lo retaban con su cornamenta. Entonces recordó cuando se metió al Templo de Abu Simbel con Nash Wells, a inicios de año. Los paredes estaban repletas de ellos, pues eran animales sagrados para ellos, además de los gatos.

    «¡Eso es! Un escarabajo pelotero, justo como en las jeroglíficos de las pirámides», pensó, torciendo su boca en su forma camaleónica, a manera de sonrisa.

    Los halló al borde de una jardinera, en lo que parecía ser el inicio de un elegante jardín. Cada uno hacia lo propio, arrastrando una esfera de composta en distintas direcciones. Quedaba el enigma de cuál podría ser. Se cruzó con tonalidades amarillentas, como el oro de los sarcófagos; azules, emulando las telas de seda de la realiza; y hasta variedades moradas, como las moras.

    Todos parecían dignos de adoración, pero algo no cuadraba. Los regentes epigicios se caracterizaron por la sencillez y puntualidad al momento de idolatrar algo. Los dibujos mostraban un escarabajo pelotero oscuro. Pasaba desaparecibido, a simple vista sería como cualquier otro. Y quizá era justo lo que buscaba, pues encontró uno que se dirigía hacia un árbol, sin empujar una pelota.

    «Debe ser la llave. Ojalá lo sea, no toleraría engullir más de dos o tres.»

    Le alcanzó dando pequeños saltos, justo cuando comenzaba a ascender por el tronco. El camaleón de Parson disparó su lengua a toda velocidad, atrapando el bicho al salto, e inmovilizándolo con la viscosa saliva. Casi se lo traga, pues era un movimiento involuntario, así que retornó casi de inmediato a su forma humana.

    Un sabor metálico lo obligó a escupirla. Afortunadamente, el escarabajo se había disuelto, pero había dejado atrás lo que necesitaba para continuar. Sostuvo la figura con cuidado para examinarla a la luz de la puesta de sol. No era exactamente una runa, pero tenía forma de un ave, como la gaviota ártica en la que se transformaba Suluk.

    Con dicho objeto en la mano, deshizo su trayecto, volviendo al pie del bosque. Apenas inicio el recorrido por el camino hacia la costa, la gélida brisa invadió el espacio, causando que se abrazara el pecho. Una ligera neblina, producto de la humedad, le hacía imposible distinguir del todo lo que estaba delante de él, a un par de metros. Los alaridos resonaban en la madera, como un preludio de la criatura, de silueta confusa, a la que se enfrentaría.
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  4. @ Ah, coincidimos en nada ;o; Es raro el núcleo, además de lo obvio xD Casi nadie que conozca tiene pluma de fénix, sino es que eres la primera. La mayoría son de pelo de unicornio, como la mía xD Combinada con nogal negro, de treinta y ocho (casi treinta y nueve) cm. Aparte es inflexible, pudo ser la de Bellatrix (?)

     

    Y tengo otra, que fue de mi segunda cuenta de PM xD Esa sí es flexible, y mide cinco centímetros menos. Álamo temblón con núcleo de corazón de dragón. Me gusta usar ambas, según el humor del personaje, es divertido (?)

     

    Yo nunca tuve firma conjunta xD Sólo las que hicieron de bando y algunas con la familia ;o;

     

     

    @ ¡Ha de ser interesante! A Zoella le impartí CCM hace como dos meses, creo, ojalá les esté dando una mejor clase que la que pude haber dado (?) Cuando las juntan no está tan mal, aunque de repente se pueden enredar con las tramas. Iba a cursar el libro que tengo pendiente, pero me dio flojera. Esos sí tómalos con calma xDD

     

    Estaría bien ir, se sabe de sobra que soy un colgado, pero sí tengo contemplado aparecerme para las galas. Queda ver si la dinámica será en pareja, grupos, individual o algo. Lo que no cambia son los topics de spam, esos se agradecen :rolleyes:

  5. @ ¿Cuál es la descripción de tu varita de Pottermore? Igual y coincidimos en la madera (?) Es lo que vi xD No puedo cursar conocimiento, hasta el 25 :cry: Así que tendré que esperar hasta pasar Animagia. Quizá tome Transformaciones, que ya la he estado evitando mucho xD Sobre el rol, pues nada ;o; Colgué en todo, más en CMI. A ver qué tal está el siguiente mes, esperando que abran nueva trama.

     

    ¿Quién fue el afortunado/afortunada que te acompañó?

     

    @ Los topics de spam en las galas son lo mejor xD Esos sí nos los pierdo, así que seguro nos estaremos leyendo allá. ¿Qué tal Conocimiento de Maldiciones? Es otra de las que he ido dejando para el último, pero ya va siendo hora. Pársel me llama, aunque lo más seguro es que haga Legeremancia xD

  6. @ ¡Las escrituras sagradas! Estuvo ahí cuando fueron escritas (?)

     

    La varita de mi personaje le susurraba eso, que matara a todos y tomara el oro, pero como ya tiene oro, pues no le susurraría eso xD Quizá algo como «Convierte a esa persona en un pato con cola de lechuga», yo qué sé. No tengo el conocimiento de Transformaciones, e históricamente se le da pésimo a Eobard xD

     

    Por eso hay mazmorras que sólo puedes hacer tú, avanzas a tu ritmo. Y para los fans del spam, es lo mejor, porque hay posts que sólo son la tirada de dados. Lo único que no recuerdo es si sí subían contador o daban puntos, una de las dos opciones la habían desactivado.

     

    @ Paciencia y práctica, supongo xD Ahorita ando terminando mi rol de entrada a la prueba, tremendo tocho que veo. Luego en la compu no se ve tan extenso, así que es un alivio.

     

    La última gala a la que fui, pues fue la de SV, así que era casi todo en pareja o sólo xD No logramos más que un reto o dos, porque ambos colgamos, pero estuvo diver.

  7. @ Yo no pienso en los G ahora, tengo suficientes para el retiro (?) Bueno, no, pero no estoy contemplando gastos inmediatos xDD Quizá la tercera habilidad, cuando termine Animagia. Rasgo característico de la casa, sí, Salazar estaría orgulloso. Lo gracioso es que puedes montar el grupo de hasta cinco, y podrían sólo rolear dos. Todos ganan el premio, a menos que se especifique lo contrario xD Podría ser injusto, sí de plano uno nunca apareció, pero para mí estuvo bien, porque hicimos una en la que tuve exámenes toda la semana, así que creo que sólo volví a poner un rol en el que Eobard concentraba electricidad en la varita y la lanzaba gritando «¡Por Asgard!». Y se morían los gigantes de hielo. Fin.

  8. @ JAJAJA. Ya deja los G (?) Pero sí, realmente me agradaron. Las implementaron justamente en Halloween 2019. Yo andaba salvando semestre, así que me las perdí xD Pero las de Navidad sí las hice. E igual, puedes hacerlas sola o con algún grupo. Te ponen esos detalles en el primer post, pero generalmente todas puedes hacerlas tú xD Y están divertidas, porque subes contador y aparte te pagan. El ofertón (?)

     

    @ Es que tú agarraste la práctica y se te facilitó xD Por lo que me decías que usas la computadora para trabajo y eso. Ya pensaré en qué responder, sólo no me mates por la demora xD

  9. No me perdí, también fui a cenar xDD

     

    @ Yo colgué en lo del del comercio de muggles porque no tenía nada que hacer e.e Las mazmorras son una modalidad nueva que trajo la reforma xD Digamos que es como la onda de «Calabozos y Dragones», en el que todo el juego se basa en tiradas de dados. O así lo concibo, nunca jugué eso xD Pero el punto es que vas avanzando en la trama, y según lo que te toqué de dados, tendrás que rolear alguna cosa. Está todo como condicionado, y cada que terminabas te daban G fijos, más alguno extra que pudo salir en las tiradas. Así que tienes oportunidad de hacer una historia diferente cada qué haces la mazmorra xD

     

    @ Anduve (Ando) un poco atado con los tiempos, es algo tedioso rolear desde el celular xD Pero ya en estos días espero ponerme a ello ;o; Lo que fue finales de julio e inicios de este mes fue la muerte, se juntó todo, pero de a poco lo he ido sacando.

  10. @ ¿Eres emo? No me lo creo, fuertes revelaciones. (?) Ciertoooo, ¿qué pasará con tu personaje, la harás vampira o algo por el estilo? No drama, no party. Se presta la oportunidad para que participes en todo (?) Aunque nunca me pase en esos concursos de blinkies, firmas, etc.

    Pagan buenos premios, eso sí, pero no tengo la vena artística. A lo mucho, me llegaron a nominar a la Pareja más Breve (creo que sí era esa categoría xD), con Sherlyn, porque sólo fuimos a esa gala :lol: Luego nos perdimos.

     

    Yo espero estar disponible, sobre todo si hacen mazmorras xD Creo que ya no te tocaron, pero están divertidas, y puedes hacerlas sola o con un grupo, dependiendo de las reglas que pongan. Amé las de Navidad, porque gané como 14k de eso (?)

  11. @ También la de Halloween es mi favorita, aunque la del año pasado me la pase como fantasma. Acorde a las festividades, parece xD Ojalá sí puedas participar y ganar muchas cosillas. Yo siempre pido cambios de Nick, quizá esta vez no sea la ocasión xD En cuanto a mi favorita, diría que la de San Valentín del año pasado, se juntó la familia, y como era esa temática de rol por grupos, fue aún mejor. Los extraño :cry:

     

    Un saludo a Ariadna, a quien no vi postear antes, porque estoy del celu y no sé actualiza igual xD Creía que te aburrió el rol y habías abandonado. No te culpo, nadie tolera mis roles xDD

  12. @ Arriba la esperanza, sí llegas a T2 antes de Año Nuevo (?) Yo siempre ahorro un poco antes de las galas, precisamente porque es como un maratón xD Halloween - Navidad - San Valentín. No sé tú, no me compro todo, sólo lo que me llama (?) Y eso, en objetos ya casi cumpliré con el máximo :cry: En fin, deberías abrir el topic, tú que eres la creativa, o me das puente en Sunshine Valley y te unes a la trama junto con @@Sherlyn Stark ;o;

     

    Por la actividad, me imagino. No olvides tomar agua (?) La mía tampoco ha tenido algo notable, quizá que ya salió la info de mi siguiente semestre. Cosas que ya se sabían, como que es seguro que sea todo en línea, bla, bla, bla.

  13. @ Pero sí ya me fui, sólo quedó el remanente, un señuelo (?) Andaba viendo que me faltarían alrededor de 240 puntos para subir a nivel 24, así que quizá se puedan cubrir con uno que otro post por aquí xDD Igual, los G no me preocupan de momento, creo que he cubierto las deudas inmediatas. Hay que ahorrar para los productos que pudieran sacar en las galas. Y vaya que al inicio de año, veía las galas tan distantes, ya no falta tanto.

     

    ¿Qué tal tu semana? Además de ocupada, por lo que leo.

  14. @ Tuve la oportunidad de estrenar el topic, y quería hacerlo xDD Pero decidí esperar a que dieras señales de vida, porque sin ti no hay compulseo (?) Igual, fue, la página 2 no es tan mala. Todavía recuerdo una versión que se hizo como a mediados del 2018, creo, y cerramos al mes, pero estaba Dennis, que es súper compulsiva. Otros tiempos.

     

    Bueno, ya cumplí con el cometido, que era dejar, por lo menos, un mensaje en esta versión. Nos vemos en la próxima Crisis, salu2.

  15. Mientras Kaori descubría las funciones de lo que, para los no mágicos, era una maravilla tecnológica, el Black Lestrange aprovechó para enterarse del progreso que estaba teniendo Zoella con el guía de turistas. Si bien, al inicio el tipo parecía creer que le tomaban el pelo, finalmente decidió acceder, indicando en su idioma que lo acompañaran al pie del Templo. Les pidió a ambas que lo siguieran hasta tal recinto.

    -Creo que es más difícil con humanos, dependiendo la persona, son distintas las interpretaciones -razonó el castaño, dirigiéndose a la Triviani-. Pero lo corporal es importante, sobre todo si se trata con criaturas mágicas. El sirenio, por ejemplo. Son gruñidos y alaridos, pero si te concentras en el movimiento de sus manos u ojos, podrías saber si quieren invitarte a su palacio o serás la cena para sus tritones.

    Hablaba por experiencia propia. Por otro lado, el guía, notando que no le ponían mucha atención, comenzaba a desanimarse, adoptando un tono de voz lento y desganado. Les exhibía un folleto que mostraba un croquis de la zona arqueológica, así como sugerencias turísticas en la periferia. Todo estaba escrito en griego, naturalmente.

    -Supongo que comenzaremos por lo escrito, que es notablemente más fácil de modificar. Un encantamiento de traducción, por así decirlo.

    Rompió la sugerencia de no usar magia, más que nada porque ahí no tenían opción alguna. No sostuvo la varita mágica como si fuera una, para evitar sospechas, sino como una especie de señalador que pretendía indicar algún detalle del folleto. Sin mover los labios, hizo que el título sobre un mapa de la costa griega fuera modificado, pasando a indicar que se trataba de un mapa de expansión de la cultura griega.

    -¿Ves? Pero no es sencillo, debe existir un contexto de lo que se está traduciendo, o estaría mal -indicó la serie de ilustraciones que complementaban el papel-. Pero cuando no lo hay, se facilita si la escritura se asemeja al alfabeto latino, que es el de uso en gran parte del mundo. Quizá podrías intentar traducir el resto del folleto, antes de pasar a interpretar a este peculiar sujeto.

    El parecido de las letras con el alfabeto que mencionaba el castaño, generalmente permitían asociarlo con ciertas palabras comunes, permitiendo así la traducción. Su guía no parecía darse por vencido, pues continuaba recitando el contenido del pedazo de papel, señalando los dibujos cada cierto tiempo.
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  16. La propuesta, sí que lo tomó por sorpresa. Los músculos en su cuello se tensaron ligeramente, como hacían cada que se encontraba en situaciones de estrés, suponiendo que ello fuera la razón para la que la arcana se retirara rápidamente. Resopló, como intentando recuperar el aliento.

    La prueba, ¿eh? Entonces me está diciendo que he tenido un progreso aceptable, muy a pesar de mis continuos tropiezos.

    Desvió la mirada de Suluk por unos instantes, para dirigirla a los camaleones que le habían acompañado en el trayecto. Todos prestaban atención a la conversación, y seguramente la entendían. Pero lo que más le había impactado, era el hecho de que estaban ahí con él. Se quedaron después de que revelara su verdadera forma. Lo reconocían como su igual.

    Sí, deseo realizar la prueba de Animagia. respondió al fin, volviendo su atención a la inuit . Los Black Lestrange aceptamos los retos. No seré la excepción.

    Aquello sellaba su avance en la clase. No quedaba más que esperar a que la arcana realizara su siguiente movimiento. Mientras aguardaba, volvió a pensar en el hecho de que, aunque compartía muchos de los rasgos de la familia, era único a su manera. Jock, Aries, Mia, todos ellos habían pasado por allí, pero nadie podría prepararlo para lo que estaba por venir.

    La diferencia respecto a cuando se había embarcado en aquella habilidad, era que ahora tenía la suficiente confianza como para plantar cara a retos que tuvieran que ver con su forma animal.
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  17. Casi se resbala cuando Suluk se dirigió directamente a él. En el fondo sabía que podría detectarlo sin problema, pero igual le tomó por sorpresa la facilidad con la que lo hizo. Semejante poder era digno de admiración por parte del castaño.

    ¡Maldición! A usted no se le puede engañar, ¿o sí, arcana? , pensó, esbozando una sonrisa en su forma animal, que seguramente se vería como una mueca. Se sostuvo con ambas patas delanteras a la rama, inclinando su cabeza hacia abajo para poder observar a la instructora.

    Le repetía la razón por la que lo había enviado allí en primer lugar, por si la confrontación con el halcón le había distraído. El Black Lestrange dio una cabeza a manera de entender lo que le pedía. Quizá un lugar de gran altura le ayudaría a localizar a sus similares. Valiéndose de sus extremidades superiores, comenzó el ascenso a través del mismo árbol.

    Cuando ya estaba a unos cinco metros del suelo, llegó la sorpresa. Por fin, había encontrado la comunidad de los camaleones de Parson. Se acercaron a él en son de curiosidad, en un inicio. En apariencia, era uno de ellos, pero podría ser que detectaran que se trataba de algo distinto a uno de los suyos. Eobard realizó el cambio de tonalidad al habitual verde esmeralda que lucían los que le rodeaban.

    «No teman. Soy un poco diferente a lo que seguramente están acostumbrados, pero puedo asegurarles que deseo ser uno de ustedes.»

    Para probar su punto, apuntó a una pequeña mosca que volaba por ahí y lanzó su lengua al ataque. La atrapó al instante y la engulló sin problema, demostrando que su paladar se había adaptado a los gustos de su forma animal.

    Tal acto fue bien recibido, pues la comunidad comenzó a cambiar los colores en su piel de forma secuencia, como si celebraran algo. El castaño se unió al festejo, modificando su tonalidad para coincidir con la de los otros camaleones. Al inicio se le complicó modificar entre tantos colores en un intervalo reducido de tiempo, pero eventualmente logró realizarlo de forma inconsciente, algo que sin duda le serviría más adelante.

    «Mi única duda es, ¿cómo lo hacen? Sobrevivir a bajas temperaturas. De donde vengo, hace mucho frío, así que una sugerencia no estaría de más. »

    «Si puedes evitarla, hazlo. Pero si no, procura mantenerte hidratado. Nuestra piel lo es todo para nosotros, nos da cobijo y nos oculta de aquellos que nos hacen daño, pero si se reseca demasiado, puede resultar mortal en bajas temperaturas. », le respondió el que parecía tener más experiencia.

    Le ofrecieron descender junto con él a nivel de suelo, a lo que Eobard aceptó sin dudar. Su técnica para subir no era la mejor, así que aprovechó para pulir los detalles que consideraba eran más importantes en su comportamiento como camaleón de Parson. Imitó a sus similares, mientras éstos bajan a través del tronco, siempre una pata a la vez, como si marcharan. Lo hizo pausado, moviendo cada extremidad al segundo, hasta que finalmente encontró la mecánica.

    Volvió con Suluk Akku a la brevedad, acompañado por la comitiva de camaleones a manera de demostrar que, en efecto, los había encontrado. Por primera vez en varias horas, y como muestra de buena fe a los animales con los que había convivido, decidió volver a su forma humana, para demostrar que, aunque era humano, sí que se preocupaba por la vida animal y le interesaba cómo era ser uno de ellos.

    Como podrá ver, vengo con amigos. Así que, aquí estoy. sonrió de lado, aguardando los comentarios de la inuit.
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  18. Justamente, el lenguaje también suele ser corporal o musical. Los muggles tienen en alta estima las aptitudes de baile, incluso hay quien la considera una táctica de seducción. sonrió de lado, recordando lo pésimo que se le daba expresarse en ese ámbito.

    Los papeles que había presentado a sus dos alumnas de Idiomas finalmente detuvieron su cambio constante. Pero no fue en un idioma en particular, ni siquiera en letras; una serie de dibujos lineales, muy fuera de los estándares actuales, a pesar de la variedad de comunidades que aún los empleaba. No era ruso, ni mucho menos chino, pero quizá se podía considerar como uno de sus antecedentes directos.

    La escritura pictográfica es, tal vez, el vestigio más antiguo de los idiomas. Un claro ejemplo de que el ser humano, en sus inicios, deseaba documentar para la posteridad. Empezaron con dibujos en cuevas, y se perfeccionaron con los egipcios, pasando a ser jeroglíficos. A veces eran informativos, y otras veces, contaban una historia.

    Sacó una pluma de pavor real de uno de los bolsillos de su rompevientos. Con tinta integrada, invento de muggles, menos elegante que las usadas por los magos, pero más útil dado el lugar. A la par, el fragmento de pergamino descendió hasta quedar a la altura de las manos de Zoella.

    Eso nos lleva a la primera tarea que tendrás, que será intentar comunicarte con uno de los guías de turistas que hay aquí. explicó, ofreciéndole el artefacto para escribir . Ya sea a través de dibujos o lenguaje corporal, debes pedirle que nos explique un poco de la historia de este lugar. Procura no usar tanta magia, ya que, con todo el asunto del Estatuto, más de uno se pondría nervioso.

    Quedaba Kaori, quien se había mantenido a distancia del grupo. No se había percatado hasta entonces, pero cuando logró enfocar mejor la vista a través de sus gafas, notó que iba acompañada de un pequeño que hasta el momento no reconocía. Sabía que tanto Aries como ella tenían planes de convertirse en padres en un futuro cercano, por lo que el visualizar que ese futuro les había alcanzado tan pronto, le causó una punzada de nostalgia al pensar en su sobrino caído.

    Empleando sus zapatos deportivos, dio un par de pequeños trotes para alcanzar a la oriental.

    Hey, no te disculpes. Da gusto verte, aún con medio mundo de cabeza. saludó con una inclinación de cabeza a ambos. El pequeño guardaba un inexorable parecido con su padre, era como si viera su versión joven . ¿Es su tono de cabello natural, o también puede modificarlo? Se le ve lindo.

    Mientras ella entretenía al niño con un juguete que el Black Lestrange conocía bien, pues en su infancia había tenido algunos de ellos, tomó el teléfono celular de los pantalones en los que lo traía. Lo sostuvo con una mano, a pesar de que la extensión indicaba que era ideal usarlo con las dos. La pantalla se activó, solicitando la contraseña, pero a los segundos, permitió el acceso a la interfaz principal, como si el castaño hubiera burlado la seguridad.

    Imagino que los has visto antes, ¿verdad? Casi todos tienen uno, se les llaman móviles o celulares. Lo equivalente a nuestros libros, periódicos, incluso cámaras fotográficas. Diría que es uno de sus inventos más ambiciosos, pues realiza muchas de las funciones para las que requeriríamos más de un artefacto. Lo malo, y quizá ahí la ventaja de los objetos mágicos, es que los ha vuelto dependientes.

    Señaló con la cabeza hacia la imponente estructura que se asociaba con Zeus para que comenzaran el camino, allá donde Zoella se adelantaba a hacer el primer contacto. Hurgó en los bolsillos hasta encontrar un par de monedas metálicas y uno que otro billete, cuyos coloridos diseños seguramente intrigarían a madre e hijo. Le entregó algunos de estos, para que los examinara.

    Grecia justamente es un lugar de gran historia, sobre todo en deportes. Tienen los famosos Juegos Olímpicos, que se originan de tiempos antiguos. Ahora son menos agresivos, pero lo interesante de todos estos eventos, además del público que reúnen, es el hecho de que también están regidos por ciertos flujos económicos.

    Intentaba expresarle que, aún con las diferencias entre comunidades, lo mágico y no mágico eran similares en algunos aspectos.

    La moneda, por ejemplo, varía dependiendo del país. No son como los galeones en Europa y los dragots en Norteamérica. Aquí, en la Unión Europea, se utiliza el euro, aunque el Reino Unido tiene la libra esterlina. El dinero mueve gran parte del mundo, y es requerido para entrar a muchos recintos, como éste.

    Si bien, la taquilla estaba más allá de la ubicación en la que se desarrollaba la clase, debían considerar que quizá les pedirían pagar algún tipo de permiso, como el de tomar fotografías. Eobard intentaba concertar cuál era uno de los aspectos fundamentales para pasar como muggle, y justamente lo encontró en el uso de la tecnología.

    ¿Por qué no te familiarizas con el uso del celular? Toma el mío. Quizá podrías intentar rastrear la ubicación del dispositivo, es bastante útil para llegar a sitios cuando no se tiene un mapa con la mano. Y tiene su fundamento en sistemas de posicionamiento global, o GPS, que utilizan grandes vehículos. Como ése de allá.

    Justo cuando hacía mención de dicha tecnología, se escuchó el sonido de una serie de turbinas, anunciando la llegada de un avión de tipo Boeing. Volaba a miles de kilómetros de altura respecto a donde ellos estaban, pero la figura del imponente transporte aéreo alcanzaba a distinguirse sin problema alguno. A él le resultaba impresionante el progreso tecnológico, pues los muggles ya no sólo querían conquistar el cielo, sino tenían las miras puestas al espacio. La última frontera.
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  19. Descansar, ¿eh? Eso es nuevo. se mostró ligeramente escéptico, considerando que hasta ese momento, se habían mantenido en movimiento.

    Adoptó la posición del loto para tomar asiento frente a la arcana, quien parecía bastante cómoda con el vívido fuego azulado que ardía entre ambos. Extendió la mano para mantener la temperatura, lamentando no tener a la mano una bolsa de malvaviscos; aquel dulce muggle que solía gustarle, y que le recordaba a la sensación gelatinosa en su lengua cuando se transformaba en camaleón.

    Una reserva, eso quiere decir más animales en su estado natural. Juzgando por el clima aquí, debe estar más hacia el norte; espero no le moleste que use la varita para acortar el camino.

    Naturalmente, eso lo dejaría para la mañana siguiente. Acatando la indicación de Suluk de que partiera al amanecer, se acomodó como pudo sobre la arena, formando una especie de almohada improvisada. No sintió frío, y apenas vio los primeros rayos solares en el horizonte, se levantó para comenzar con la travesía que la Inuit le había encomendado.

    ¡Fulgura Nox! susurró, agitando su varita en alto, justo frente a donde las olas desembocaban en el suelo arenoso. Un portal que no respondía ante las leyes de la física, o cualquier ley humana, se abrió ante él . Reserva Tsaratanana, allá voy.

    Cruzó el agujero sin muchos miramientos; confiaba en que Suluk le alcanzaría cuando fuera pertinente. Del otro lado, fue recibió por un paisaje que parecía cosa de fotografías antiguas. La vegetación repleta de vida se extendía frente a él, desde el nivel de suelo hasta los imponentes montes que se veían más allá. Era una combinación entre bosque templado y un hábitat desértico. Los reptiles se deslizaban a sus anchas, así como lo hacían otra clase de animales ahí, a salvo de la intervención humana.

    Supongo que por eso la arcana deseaba que me fuera temprano. No hay visitantes aún, y quizá sea mejor que se mantenga así.

    Debía apresurarse, aunque tampoco sentía demasiada presión por el objetivo a cumplir. Se salió del sendero pedregoso, hasta ocultarse entre los árboles cuyas copas se extendían hasta cinco metros por encima de su cabeza. Procedió a transformarse en el camaleón de Parson, esta ocasión, conservando su ropa. La piel volvió a secársele, y cuando menos lo esperó, medía mucho menos que su forma humana, unos ochenta centímetros a lo largo.

    Con ayuda de sus ojos, encontró su rasgo característico, que eran los trazos en sus párpados, de una tonalidad amarillenta, que desentonaba un poco con el resto de su cuerpo, que oscilaba más hacia el turquesa.

    «Ahora, si fuera un camaleón, ¿dónde viviría?», se cuestionó mentalmente. Suluk no le había dado detalles al respecto, así que debía averiguarlo por cuenta propia. Decidió volver al sendero, quizá con la esperanza de comunar con alguno de los otros reptiles, quienes quizá le darían alguna información.

    Fue su más grande error, pues se convirtió en presa fácil.

    Alcanzó a escuchar el chirrido, pero fueron sus ojos, mucho más agudos, los que divisaron el par de garras que amenazaba con llevárselo. Y así habría sido, de no haber hecho el giro hacia la cuneta del camino. El halcón levantó un poco de polvo al retomar el vuelo, pero estaba decidida a hacerlo su desayuno. O el de sus polluelos. Eobard, en su forma camaleónica, adoptó la tonalidad acre de la grava como una defensa temporal.

    «Claro, a veces olvido que los reptiles no siempre están en la punta de la cadena alimenticia».

    El ave no desistió; emprendió varios vuelos en picada con la intención de llevarse a la exótica especie de camaleón, a quien detectaba por el polvo que levantaba al caminar, a pesar de confundirse con el trayecto. Jugándose no sólo la posibilidad de continuar con la clase, sino su integridad física, Black Lestrange había intentado cruzar hacia el otro lado, de vuelta a los frondosos árboles, que servirían de refugio.

    Utilizó su lengua como un arpón, adhiriéndola a uno de los troncos, impulsándose para poder salir del campo de visión del depredador. Allí, a una baja altura, era poco probable que su adversario animal le buscara, a menos que tuviera mucha hambre. Tenía oportunidad para planear su siguiente movimiento, mientras se mimetizaba con las hojas que crecían en las ramitas a su alrededor.
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  20. Un ambiente quieto; el susurro de las hojas de los árboles ante el paso del viento, le traía cierta calma. Rodeado de una vegetación más propia del norte, y con una serie de vestigios históricos dispersos a lo largo y ancho, el Black Lestrange seleccionó un sitio con poco parecido a la costa griega.

    La reunión para aquella clase sería en los alrededores del Templo de Zeus, dentro de la zona arqueológica de Olimpia.

    Lenguaje e historia, dos vertientes que se entrelazan con el correr del tiempo.

    Aguardó a que sus estudiantes acudieran al punto de encuentro, al pie de un viejo encino, relativamente cerca del mencionado templo. Ubicación, que había facilitado a la directiva de Castelobruxo para que notificara a quienes cursarían dicha clase. Conforme fueron apareciendo, saludó con una ligera inclinación de cabeza; algunas caras le eran conocidas, y otras no tanto.

    Bonjour, boungiorno, guten tag, o como solemos decir... Buen día. comenzó, separándose del tronco para aproximarse a la clase . Hoy tendremos la oportunidad de explorar dos aspectos que muy a menudo quedan de lado: los idiomas y, desde luego, la naturaleza de cultura muggle.

    Era su primera ocasión dando aquella cátedra sobre las costumbres de los no mágicos, pero creía que su integración con la otra, facilitaría las cosas. Sostenía la varita mágica en la diestra, agitándola para convocar una serie de fragmentos de papel en los que aparecían una serie de garabatos, tan rápido, que se desvanecían al poco tiempo. Un ciclo infinito.

    Bien es cierto que el habla es una de las formas más comunes de comunicación, pero no es la única. ¿Se les ocurren otras? Más que aprender a hablar mil y un idiomas, es el saber expresarse de distintas formas.

    Tomó su tiempo para que Zoella y Darla hablaran. Los garabatos que flotaban a espalda suya, comenzaron a tomar sentido, mostrando distintas palabras cada tiempo, pero con distinta estructura. Iban del clásico inglés, pasando por el portugués al italiano y alemán; un solo significado, que era «Hola», un saludo.

    Acto seguido, planteó el punto de partida a Kaori.

    En cuanto a los muggles, se puede aprender mucho de ellos. Bueno y malo. explicó, siguiendo una mímica de manos que emulaba una balanza . Es común enfocarse a los rasgos más notables, como la gastronomía, historia, ciencias. Pero leer tantos libros sería poco práctico. Así que, cuéntanos, Kaori, previo a la clase, ¿has tenido algún acercamiento con elementos no mágicos?


    Tan cerca de un punto de interés para turistas de todo el globo, tendrían amplia oportunidad de práctica.


    Alumnos inscritos
    Idiomas:

    • Zoella Triviani
    • Darla Potter Black

    Estudios Muggles:

    • Roxanne W.

     

     

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  21. @@Syrius McGonagall ¡Lo dejaste tirado, hombre!

     

    Bueno, no, no sé. (?) Pero veo que andas pendiente, así que vamos con ello. Ahí el pequeño dilema, no se me ocurrió pasarme aquí, porque bueno, tristemente los topics organizativos luego caen en el olvido y todo queda al rol. Encuentro datos que resuelven los plot holes de la trama, así que a tener en cuenta en lo siguiente.

     

    Igual, sólo como sugerencia, etiquetar a los que participen acá, para que se organice mejor. Kraven lo hizo allá en Quidditch, podría funcionar xD Pero creo que dejamos la continuación para el siguiente mes, así contaría para los T's de Agosto.

     

    Salu2.

  22. Contrario a la creencia de Nash, los agentes que lo detuvieron sí contactaron a Eobard. El Black Lestrange, quien seguía teniendo residencia en Inglaterra, interrumpió sus aburridas actividades para ver de qué se trataba. Así, apareció en el pueblito de Sunshine Valley apenas unas horas después de recibir el aviso.

    Mientras subía por la escalinata, esperaba que el atuendo de padre de familia de anuncio publicitario fuera lo suficientemente convincente para mezclarse entre los locales.

    -Ah, ¡Nash Wells! -exclamó dando una palmada de triunfo. Apenas entró, lo divisó a él y otro individuo sentados en una zona acordonada, como si estuvieran detenidos-. No hay recintos antiguos aquí, es raro verte en un tranquilo complejo habitacional. ¿Quién es tu amigo?

    Obviamente conocía a Nick, uno de los mejores investigadores en Boston. Si él estaba ahí, entonces algo gordo pasaba ahí. Gestionó su liberación con el agente que los retenía, argumentando que, como muchos otros, sólo eran personas curiosas de saber lo que ocurría en el pueblo. Cuando fueron liberados y finalmente abandonaron el recinto, Eobard se dirigió al par.

    -Me debes una, no soy tu tarjeta de acceso total. Y espero que esto valga la pena, así que, venga, me cuentan de camino al sitio del desastre.

    Antes de partir, Nash envió un memorándum a Claire, la joven que había visto a los dementores y se encontraba dando su declaración, por si quería acompañarlos. Regresaron a la misma avenida en la que habían sido detenidos, sólo que en esta ocasión, sí que se colaron a la casa en ruinas que Nash y Valentine encontraron en primer lugar.

    -¿Por qué tengo el presentimiento de que se reunieron a cenar y la mitad murió de forma horrorosa? -inquirió Black Lestrange, tirando ligeramente del cuello de la camisa. El calor, derivado del uso del chaleco verde, comenzaba a abrumarlo.

    Había oficiales que prevenían el paso a civiles, se las arreglaron para colarse sin tanto jaleo. Y cobrando uno que otro favor. La puerta, como en cualquier otro caso, salida de los goznes, los obligó a sacar sus varitas. Las ventanas que alcanzaban a divisarse, tampoco invitaban mucho a entrar, pues estaban quebradas, como si hubiesen lanzado a alguien al exterior.

    Se adentraron a la zona cero sin más. Lo que fuera que le hubiese hecho a la familia, quizá seguía por ahí. El incidente no era tan pintoresco como el acontecido con la familia Carson en Honolulu, pero ofrecía panoramas similares.

    Definitivamente no encontrarían dementores ahí; ocho ojos les observaron desde el techo a su llegada, ocultos entre la penumbra de la casa, como un depredador acechando a su cena. La verdadera pregunta no era cuántas había, sino, ¿quién había metido acromántulas de contrabando a tan pacífico pueblo?
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  23. Sonrió de lado ante el comentario de la joven respecto al atropello. No la podía culpar, ya que él habría reaccionado de forma similar, o peor aún, habría perdido los estribos y comenzado a lanzar maldiciones a diestra y siniestra. Pero, eran tiempos civilizados, para él, al menos; las naciones podían aniquilarse entre sí.

    -Creo que esa es la idea, ¿sabes? La desolación ahuyenta a la mayoría de la gente. -opinó, analizando los ventanales, pues las grietas en algunos indicaba descuido de años, quizá previo a la guerra-. Y en estos tiempos, genera intriga. Uno no sabe lo que puede encontrar aquí, supongo que es la expectativa lo que mantiene estos negocios a flote.

    Dado que había sido el causante de aquel incidente, se sentía medianamente responsable por arruinar el atuendo de la peliazul. Se miró las botas de siete leguas, embarradas de fango, debido a que se había desplazado a altas velocidades, justamente causando todo ello. Conjuró un hechizo de limpieza forma sin articular palabra, para compensar parte de sus acciones.

    -Lamento el incidente. El trato con otra de personas y la sutileza nunca fueron mi fuerte. Menos aún, con todo este asunto que me ha motivado a encerrarme en un viejo casino. Podría compensarte en metálico por ello. O en especie, si es que estabas buscando alguna planta.

    Mientras esperaba su respuesta, metió las manos en los bolsillos del disfraz cambiante, que en ese momento le generó un atuendo de expedicionista, con chamarra de cuero y sombrero. Resopló, ligeramente abrumado por el olor a tierra mojada.

    -Soy Eobard, por cierto. De la familia Black Lestrange...aunque eso ya no importa mucho, le dan caza a la comunidad mágica por igual.

    Realmente no tenía algo que perder revelando su identidad, y daba pie a la muchacha a revelar la suya, si es que así lo deseaba. Era algo así como una muestra de buena fe.


    @
  24. De no haber sido por la intervención de Suluk, probablemente habría acabado muerto. O peor, como comida para las crias. ¿Los reptiles recurrirán al canibalismo en tiempos desesperados?, se preguntó, mientras la serpiente de cascabel daba a conocer su punto. Fue bastante breve y, se atrevía a pensar, ambigua, respecto a zanjar la situación que había surgido a partir de su descuido en la transformación.

    En realidad, iba a depender de él mismo aclarar la situación, pues la arcana sólo le había brindado la oportunidad para hacerlo.

    «Ya la escucharon, ¿no? Soy uno de ustedes. O casi. »; abría la boca, esperando emitir el sonido de un camaleón, pero en su lugar, salían palabras con la misma naturalidad que la de su forma humana. «Más importante, ustedes son una comunidad. Un porcentaje importante de los reptiles son amenazados, en estos tiempos, la unidad es vital»

    Irguió el cuerpo, como si hubiese sido un camaleón de Parson desde el nacimiento, orgulloso de su propia especie. Caminó a paso quieto hacia dónde la coralillo presidía aquel evento que casi termina en ejecución. Como humano, entendía nada del lenguaje de las serpientes, pero como animal, parecía que hablaban como iguales. Aunque le dedicó una mirada lúgubre, que el castaño temió que desembocará en una mordida, finalmente le permitió expresarse.

    «Es cierto, que los humanos han contribuido en gran medida a la pérdida de nuestros hábitat, y de muchos de nuestras hermanas y hermanos. Pero, no todos son malos; les queda mucho por aprender, y quizá podamos ayudarles en ese sentido»

    Su propuesta fue tomada como una burla, por lo que hubo siseos y uno que otro gruñido, quizá lo equivalente a abucheos y lanzamiento de tomates. Él realmente no esperaba que comunaran con la idea de apoyar el humano, pues hasta él sabía que la raza estaba condenada. Aguardó a que el murmullo pasara, para retomar la palabra.

    «Lo he intentado. Y como sólo vine a corroborar que soy un camaleón, será exactamente lo que haré. Después me iré», sentenció mientras giraba los ojos, buscando por el recinto a toda velocidad un elemento que le ayudará a salir de allí.

    Una pequeña polilla volaba por encima de las cabezas de los animales de sangre fría, atraída por la iluminación del único foco amarillo. Se las arregló para apuntar con su lengua y atrapar al insecto, tragándoselo de un solo bocado poco después. Para su sorpresa, no sintió náuseas, y aprovechó el silencio que tuvo lugar tras su hazaña para regresar al túnel del metro.

    Su amplio sentido de la vista no le ayudó a localizar a Suluk, pero sí una puerta de mantenimiento que se encontraba abierta, algo raro para un estado tan ordenado como lo era Massachussetts. Ahí se encontró con la anciana, quien seguramente lo esperaba desde hace rato, y que le lanzó su ropa de turista apenas le vio. Eobard volvió a su forma humana, una vez que medio se situó en su vestimenta, quedándose sentado como si estuvieran en la playa.

    Ella le hablaba del animal en que se convertía, y por fin lo entendía. El camaleón de Parson. Nunca antes había escuchado de él, así que le causaba curiosidad. Más aún, la idea de desplazarse miles de kilómetros a una isla tropical.

    -Nunca he estado allí pero, siempre hay una primera vez para todo, ¿no?

    Cruzó el portal que le indicaba la arcana, encontrándose con arena a los pocos instantes. No notó mucho el cambio entre la tenue iluminación, pues fue recibido por el firmamento nocturno. El oleaje se escuchaba a lo lejos, impactando contra la roca. Estaban en una de las varias playas privadas, propiedad de ostentosos hoteles.

    -¿Acamparemos esta noche? -inquirió el más joven de los Black Lestrange, dirigiéndose a la Inuit con cierta sonrisa de lado-. Debió decirme que vendríamos a nadar, me habría traído mi equipo de buceo.

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