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Hannity Ollivander Evans

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Todo lo publicado por Hannity Ollivander Evans

  1. Había llegado una lechuza muy temprano, la razón era que sus clases de conocimiento de maldiciones en la universidad iba a comenzar aquel día, lo interesante era el horario y el lugar, no era en la universidad y la hora, bueno, era cuando iba a anochecer. No había mayor problema en eso, al contrario, parecía especial el horario, la rubia sonrió al ver quién sería su profesora, sería un miembro de la familia Ollivander y aunque la única ocasión que la había tratado era en la fiesta por si graduación estaba agradecida de que fuera ella. Sin más, antes de salir al lugar donde la esperaban tomó su capa de viaje, aquella que tenía capucha y rozaba el suelo generando un murmullo al caminar, la cual cubría su atuendo casual de jeans oscuros, blusa sin mangas y sus queridas botas. Ahora que podía aparecerse donde ella quisiera, por desagradable que fuera la sensación, era más rápido que ir a pie, así que miró su reloj y llegaba justamente díez minutos antes de la hora en la que le había dicho su nueva maestra. -Buenas noches profesora Moody- dijo en voz un poco alta para hacerse notar sobre el viento que comenzaba a soplar. La profesora saluda en el tono escosés que parece ser habitual en ella puesto que ya la había escuchado en la ocasión anterior y le habla acerca de que ella da clases de pociones -Es bueno saber que también dá clases de pociones, probablemente ese sea el siguiente conocimiento que curse. Caminaron un poco y la Moody le preguntaba la razón por la que quería estudiar aquel curso -En realidad me interesa bastante el tema de las maldiciones y aprovecho la oportunidad ya que estoy en el departamento de Misterios y quiero ser de más ayuda a mis jefes, especializarme más en ésta área Siempre le había llamado la atención el tema, suponía que su creciente interés había llegado después de la muerte de su madre adoptiva, además de ser útil al departamento y al ministerio mismo. -Usted me inspira mucha confianza y espero aprender mucho acerca de lo que sabe usted relacionado a éste tema La ojiverde sonrió y dejó que la Moody la guiará en aquella nueva aventura. @
  2. -¿Quée puedo decirte? La mayoría de los que me han hablado de ti son personas que conocemos en común- comenzó a contar con los dedos -Bel, Samantha, Dennis, entre unos cuantos más y todos hablan maravillas de ti Tomó un poco de vino, sabía que probablemente eso no saciaba la curiosidad del joven, pero por el momento no diría más y tomó su mano. Momentos después escuchó lo que decía acerca de su familia. -¿Hay algo malo de que provenga de la familia Rambaldi?- preguntó la rubia en tono serio y arqueado una ceja, aunque no podía ocultar su diversión ante el comentario. Sabía que la reputación de su familia no era muy buena, en algunas ocasiones había escuchado a sus hermanas las matriarcas hablar del peso que cargaban con el apellido y su historia, aunque la rubia no estaba enterada al 100 de ello siempre estaba para defender a su familia y a sus hermanos. Estaba tan entretenida mirando al Black que no se dió cuenta de que había repetido una pregunta, se sonrojó un poco y para componer el error tomó las mejillas del joven y besó sus labios de manera delicada, por alguna extraña razón le gustaba hacerlo y aunque ya había repetido la pregunta infinidad de veces dijo -Perdón, pero me gusta saber todo de usted señor Black @@Albus Severus Black
  3. Habíamos salido de la zapatería, a fin de cuentas madrina y ahijada habían salido con zapatos altos, para la baja estatura de las dos seguramente era indispensable para que se vieran un poco más altas. Sin perder mucho más tiempo entraron a una joyería, al menos su madrina ya sabía que era lo que quería, la rubia no tenía idea alguna de que que compraría para esa ocasión, sin duda quería algo sencillo, pero elegante, así que vió en todos aquellos aparadores en los que lucian vistosos juegos con diamantes, esmeraldas, rubíes y más piedras preciosas, sin más escogió un lindo juego de gargantilla,pulsera, anillo y aretes con una piedra llamada kuncita de un delicado color rosa, sin duda era precioso. -Qué te parece si sólo compramos este juego para mí madri?- no quería parecer excesiva tomando otro juego de joyería, con ese era suficiente, así que trato de distraer a la Evans mostrándole algunos que le parecían bellos -Este juego se te vería estupendo! Ya habían pasado por casi media hora a la que debían haber vuelto a la heredad para la celebración, la rubia estaba segura que Garry no se sentía nada cómodo el sólo, por decirlo de alguna manera, con los invitados, si bien los elfos eran de ayuda al momento de recibir a los invitados, su padrino era muy similar a Hannity, no era del todo social. Caminó hasta donde Bel Evans se encontraba y preguntó -Hay alguna cosa que nos falte por hacer madri? Esperaba que no, de ser así pronto llegarían a la heredad y ver si ya había llegado algunos de los invitados. @
  4. Sin duda alguna el Black era un hombre de muchas preguntas, la rubia sonrió ante ello, él era un tanto impulsivo y como era lógico quería saber todo lo que ella pensaba de él. -El beso... Fué muy tierno, algo muy lindo en realidad- contestó la rubia ruborizándose una vez más -Ahora... ¿Qué pienso de ti?- sonrió aún más -eres un hombre interesante, sin temor a equivocarme creo que tienes buenos sentimientos y he escuchado más cosas buenas de ti que malas- la última frase la dijo sin mucho interés, bien era cierto que había tenido algunas pláticas con algunos familiares y había salido aquel tema. -No, yo no tengo inconveniente de seguir en este lugar, me parece agradable y acogedor- y era cierto, era un buen lugar para pasarlo bien los dos, el hecho de que su gemela estuviera en el lugar no tenía ningún inconveniente. No lo parecía, pero el Black a los ojos de la rubia se veia tenso, así que una de sus blancas manos acarició la mejilla del joven y mantuvo su mano en el rostro del joven -¿Qué me puede contar señor Black acerca de usted, sus costumbres o tradiciones? Esperó a que el joven tomara la iniciativa de acercarse, probablemente si eso ocurría la rubia se atrevería a robarle un beso. @@Albus Severus Black
  5. Ya habían salido de la tienda donde había comprado el vestido para la fiesta de Hann, había sido el último que escogió el que le parecía perfecto para la ocasión, aunque como bien le había comentado su madrina, probablemente su padrino estaría un tanto inconforme con el por el tema del escote, pero de ahí no pasaría, además Bel Evans sabía cómo manejar la situación. Momentos después se encontraban en una tienda de zapatos, su madrina le había dicho que aún contaban con escasa una hora para la elección de zapatos y de algunas piezas de joyería. Mientras la rubia busca unos zapatos adecuados al vestido, la ocasión y el lugar escuchó a su madrina decirle que necesitaría un consejo para los zapatos que llevaría, que necesitaría algo muy cómodo, lo cual le daba ideas. Salió volando a cada uno de los estantes mirando por aquí y por allá las cajas, las descripciones y los zapatos, necesitaba ver varios modelos diferentes. Había recordado que en alguna ocasión alguien decía que los de tacón bajo y cuadrados no candaba mucho, tomó una caja con zapatos de tacón bajo y cuadrados, encontró también una caja con unas zapatillas doradas, la cual se vería. Perfectos con el tema, para la Evans tomó tres cajas distintas, una eran zapatos con tacón, otros eran más bajos y parecían cómodos y otros llamados balerinas, que eran a raz de suelo, esperaba que alguno le gustara a su madrina, en todos esos modelos habían diferentes colores para poder combinar con cualquier ropa. -Traje estos para mi- dijo mostrándoselos a su madrina, estaba decidida y no los cambiaría por nada. Mientras tanto paso las cajas a su madrina, a las cuales añadió un par de cómodos zapatos diferentes -espero te gusten, hay gran variedad de colores para que los puedas combinar Espero a que Evans se decidiera un poco -si ninguno te parece bien puedo traerte otros, hay mucho de donde estomar. @
  6. Mientras madrina y ahijada buscaban el vestido ideal para aquella ocasión y en el vestidor había tres vestidos de diferente corte y color, cada uno resaltaba algo de la ojiverde, aún estaba indecisa, los tres eran muy lindos y todos le agradaban. Bel había salido un momento mientras ella seguía indecisa, cuando salía del vestidor con el vestido aguamarina vio en el aparador, había visto un vestido del cual no se habían percatado antes, la rubia observó como su madrina hablaba con el espejo, del cual salía la voz de Garry, seguramente era ese espejo por el cual se comunicaban. Le pidió a la señorita dependiente le mostrara aquel vestido de color rosa pálido, con algunas incrustaciones y encaje, además de un lindo escote en V en la espalda, aquel vestido era justamente su talla y mientras su madrina seguía hablando con Garry por el espejo ella corrió a probarlo. La Evans terminaba de hablar con su esposo lanzando un beso, lo cual hizo reír a la rubia por la forma en la que lo había hecho y posteriormente se paró frente a ella para "modelar" el vestido. -¿Qué te parece? ¿No es divino?- la rubia giró varias veces, antes de mostrarselo a su madrina se había fijado en el precio y era muy similar al de los otros. Espero a la reacción de Bel para saber que le parecía aquel nuevo vestido. @
  7. Estaba tan nerviosa con las manos entrelazadas al Black, era una sensación nueva y a la vez tan extrañamente linda, no sabía ¿por qué no dejaba de sonrojarme? El nerviosismo fue en aumento hasta que el Black se acercó a su boca lentamente y quedaron en un tierno beso, lo cual no esperaba la rubia. Fue una sensación extraña, tan nueva, pareciera que antes no la había experimentado, lo cual lo hizo ser más especial. Se separaron de aquel beso que sólo habían sido unos instantes, pero que a la rubia le habían parecido minutos, el Black sonrió y ella lo hizo de igual manera. Escuchó lo que decía el Black acerca de iniciar una relación más formal, de novios, sonrió -Claro que quisiera, a mi también me gustaría- mientras tanto el Black le pedía que no fuera tímida con él, que lo viera como a un amigo -Amigos ya lo somos señor Black y claro que intentaré dejar la timidez, aunque será un poco lento- sonrió, probablemente tardaría menos de lo que el joven esperara tras las palabras de la ojiverde. El lugar en el que se encontraba la rubia daba la espalda a la entrada del lugar, lo cual no le permitía observar a quienes entraban por ahí, pero reconocía perfectamente el aromay el aura que había ingresado al lugar, acompañada de un aura oscura, sin hacer ningún movimiento y sin observar siquiera a su acompañante dedujo lo que pasaba. -Acaba de llegar Kytta ¿Verdad?- a pesar del tiempo que las gemelas habían estado separadas la rubia reconocía ese aroma y aquella aura -Y por tu expresión y las señas qué haces al joven Asturias su acompañante no es de tu agrado. Sonreí mientras seguía con la mirada en la barra que estaba cercana sin mirar a ningún punto en específico. -Ya tendré tiempo de hablar con mi hermana- dijo mientras volvía la mirada a los ojos del joven y con sus delicadas manos tocaba su barbilla -Y bien... ¿En qué estábamos? @@Albus Severus Black
  8. Sin duda aquella noche sería un gran momento, rodeada de las personas que más quería y de algunos conocidos, sus padrinos habían planeado con tiempo de anticipación el gran evento, era la fiesta de graduación de la rubia y aunque algunos no lo sabian (y no debían de saberlo) en cierta forma Hannity y los Ollivander celebrarían también el recién ingreso de la rubia a la orden de fénix. Se había levantado bastante temprano y sin escuchar los quejidos de la pequeña elfina por no desayunar en casa la ojiverde y su madrina habían desaparecido de la casona y aparecido en el callejón Diagon. -¿A dónde iremos primero madri?- preguntó la rubia con una mezcla de ansiedad y emoción, su padrino y su hermanastra se habían quedado para el arreglo del lago, el lugar donde sería la fiesta, mientras ellas iban de compras? Su pregunta fue respondida casi de inmediato, pues su madrina la llevaba a Gringotts, hacia ya un tiempo le había dicho que le haría una donación, pero la rubia no creía que fuera necesario, aún así la Evans le ponía un cheque en la mano -Pero... Madrina...- la Evans sólo guiñó un ojo y le decía que lo tomara como un insentivo y dado por concluido aquel tema tomó el de la fiesta de más tarde, lo cual distrajo a la rubia de sus quejas. -Pues...- se sonrojó un poco -Sé que será una noche estupenda, estaré rodeada a la que quiero y admiro- la abrazó -No sé cómo agradecer todo lo que hacen por mi tú y mi padrino... los quiero mucho! Sus ojos se enrojecieron un poco pero escuchó lo que decía su madrina y recordó el atrevido vestido que le había regalado su jefa y recién descubierta tía, ya que Samantha era una prima de Garry y dado que ella era la casi hija (adoptiva) del matrimonio Ollivander, convertía a la Sokal en una especie de tía. -La verdad creo que el vestido que me regaló Sam lo usaré más entrada la fiesta, supongo que cuando empiece el baile, así que estaba pensando en algo más formal para la cena ¿que te parece si me ayudas a escoger el vestido perfecto?- la tomó por el brazo -¿Tú ya sabes que usarás?. Sin duda la emoción de la Ollivander estaba muy por encima de su estado normal, y no era para menos, el evento y la convivencia de esa noche lo merecía todo. @
  9. ¿Acaso estos dos ya se conocían? Pensó la rubia. Eso parecía... ¿Sería que su hermanita la había llevado a una especie de trampa con el Ragnarok? ¿De dónde conocía Dennis a aquel hombre? Una y mil preguntas fueron surgiendo en la mente de la rubia mientras seguía riendo sin poder contenerse a causa del hechizo que su hermana había lanzado contra ella, lo que se suponía que era una visita por trabajo estaba terminando en un encuentro social lleno de... ¿Cosquillas? Era de lo más extraño, el hombre seguía divertido con la escena de las dos rubias. ¿Qué había pasado? Sin duda alguna era un hechizo del Ragnarok, pero cuando su hermana respondió a su pregunta se dió cuenta de que no era un Imperius, aunque no sabía si eso era aún más preocupante... -El... buen rato... lo paso contigo... sin tener... sin tener que... hechizarme con... con cosquillas...- dijo la ojiverde haciendo pausas continuas a causa de la risa. Mientras Dennis traía más instrumentos de tortura(?) para que Hannity siguiera riendo escuchó al hombre hablar, no supo que fue lo que dijo, pero sin duda estaba divirtiéndose, intentó mirarlo de aquella forma en la que ella intimidaba hasta a el más seguro, pero fue imposible... Cuando escuchó la respuesta que su hermana le daba a él fue que comprendió... -No le des ideas... Ni loca saldría con él La rubia intentaba sin éxito tomar su varita, alcanzaba a rozarla con los dedos, pero el impulso de aquel hechizo o lo que el Ragnarok hubiera hecho sobre ella lo impedía, aunque pareciera que era cuestión de tiempo, sin más vió a Dennis apuntando al hombre y el hechizo pareció tener éxito, por fin el mago estaría probando un chocolate de su propia medicina. @@Dennis Delacour @@Hades Ragnarok
  10. La rubia sonrió -Sí, hace tiempo tuve un par de pretendientes señor Black, pero de eso ya hace bastante tiempo- Guardó silencio por un momento y recordó que alguna vez había tenido una pareja, si a eso se le podía llamar así... -En realidad a esa relación, si es que eso era, nunca fue eso, más bien, yo lo llamaría compañía- sonrió sinceramente pues aquel chico la acompañaba en sus viajes. Posteriormente la rubia hablo de lo que sentía hacia él. El Black quedó impresionado por lo que ella acababa de decirle acerca de que a ella también le interesaba, el joven empezó a hacer distintas preguntas, a lo que la rubia sonrió más aún, había cosas que omitiría sin duda -no soy mucho de expresar mis sentimientos señor Black, además no imaginaba que usted tuviera la misma sensación, es mejor esperar la reacción del otro antes de poder equivocarse. Me quedé callada un momento y él tomó mi mano, el escucharle hablar me hacía sonrojar, era una extraña sensación y el rubor invadía mis mejillas -No tengo problema alguno por iniciar una relación seria con usted señor Black- con su otra mano tomó la del chico y lo miró a los ojos esperando su reacción. @@Albus Severus Black
  11. En verdad estaba aburrida de estar en ese lugar y escuchar como el Ragnarok trataba de parecer una persona buena y bondadosa, sonreí con algo de sarcasmo, ya iba a tener tiempo de demostrar que aquél hombre era todo lo contrario y si teníamos suerte podríamos verlo sin su máscara de virtud. Negó con la cabeza cuando escuchó que irían a los calabozos o mazmorras que tenía el lugar, definitivamente no le agradaba la idea de tener que adentrarse más en esa mansión, no le gustaba la idea ya que su desconfianza hacia el Ragnarok iba en aumento. En cuanto Dennis terminó de beber su té los tres se levantaron de sus asientos y el Ragnarok las guío hacia aquellos lugares, la rubia iba con los brazos cruzados pero con la varita sujeta con la mano que quedaba abajo, algo comenzaba a no gustarle, aunque si bien no había nada misterioso en aquel lugar, la tensión de la rubia iba en aumento, como si supiera que el Ragnarok tramara algo. En todo el camino la rubia no dijo nada, su mirada estaba expectante ante los movimientos del Ragnarok, la tranquilidad del hombre la hacia dudar, llegaron a uno de las mazmorras, no parecía un lugar aterrador, tenía la misma calidad luz de fuera, en cuanto Dennis entro en el lugar de alguna manera cambio, lo cual su reacción me hizo no darme cuenta de las acciones del Ragnarok y sin más sentí un toque, saque la varita, pero fue inútil, una voz decía en mi cabeza que no debía defenderme, era inútil que lo hiciera, mientras peleaba internamente no me fijé que Dennis sacaba su varita y me apuntaba, sin más empezé a sentir cosquillas. -Demonios- pensé mientras me atacaba de risa, miré al Ragnarok, parecía divertido, mientras Den corría en busca de plumas para hacer un nuevo ataque -Dennis, controlate- dijo la rubia entre risas y con ojos llorosos, luchaba contra lo que fuera que había hecho el hombre, ya lo pagaría después. @@Dennis Delacour @@Hades Ragnarok
  12. Buenas, no sé si pueda inscribirme para el conocimiento, pero de todas formas dejo mi ficha esperando que sea posible. Nick: Hannity Jane ID: 121352 Conocimiento: Maldiciones Nivel de Magia: 1 (I) Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/111473-boveda-de-hannity-jane/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/111452-ficha-de-hannity-jane/ Saludos *dejo chocolates*
  13. La rubia se queda solo un momento asombrada por lo que el Black le dice acerca de que Alegna Black, una de sus compañeras inefables, era hermana del joven. ¿Cómo era que no había relacionado los apellidos? En ocasiones algunos detalles los tomaba por poca importancia. -Me parece que su hermana es una chica maravillosa, en realidad no tengo el gusto de trabajar con ella, sólo la he visto un par de ocasiones. Y era verdad, por lo regular la rubia siempre estaba trabajando con el director del departamento, su esposa o con la jefa Samantha quien ahora era parte de su familia también. Escuchó atenta lo que el joven compartía acerca de sus gustos, en realidad se identificaba con él respecto al gusto por las pociones, a la rubia le gustaba experimentar con ellas, de repente el Black se levantó de su silla, quedando muy cercano al rostro de la ojiverde y le decía que la razón de la cita era por que él se sentía atraído por ella. La rubia no pudo evitar sonrojarse al tener al Black tan cerca, después él regresó a su asiento y ahora le hablaba de los pretendientes que ella debía tener. -En realidad no señor Black, no tengo pretendientes- al parecer seguía sonrojada y tomó un poco de vino - o por lo menos no los conozco, pero creo que no entendió mis insinuaciones y mucho menos mis pausas- ya hablo más tranquilamente ante el desconcierto del joven -Usted también me interesa señor Black, no solo como amigo, sólo que... No suelo decirlo abiertamente. Esperaba que está vez hubiera sido lo suficientemente clara al insinuar que ella estaba abierta a una relación con él. @@Albus Severus Black
  14. Mira como el Ollivander se levanta con dificultad de su asiento, le recuerda un poco a un anciano que conoció hace bastante tiempo, sonríe por aquél recuerdo y la similitud entre ambos, aunque claro, el Ollivander es joven y sus movimientos lentos hace que muchas veces aparente más edad de la que realmente tiene. -Buscaremos adornos para decorar la carpa y probablemente algunos decorativos para las mesas- se imagina que puede encontrar algunas lámparas de aceite o algo similar en aquel lugar, lo que la hace pensar en cuanto tiempo había pasado para que la heredad pudiera tener una nueva reunión. Tomó el brazo que su padrino le ofrecía mientras caminaban por el largo pasillo, en ese momento estaba completamente segura de que aquella casa tenía vida propia, el crujir de la madera no era el normal, de vez en cuando sentía un ligero temblor bajo sus pies. Escuchó lo que decía Ollivander respecto a la ubicación de la pista y la carpa, le encantaba la idea de que en medio del lago estuviera la pista, alguna vez Garry había mencionado que no sería nada bueno que alguien cayera, pero estaba segura de que no pasaría, aunque... ¿Qué pasaría si así fuera? Sonrió de solo pensarlo. Al llegar al final del pasillo y entrar por la hermosa puerta color blanco Garry le dice que escoja lo necesario y le comenta que no siga mucho sus ideas. -Deberias ser organizador fiestas- sonríe al decirlo - me gustan tus ideas, son muy similares a las mías, pero con un toque más divertido. De repente recuerda que el Ollivander es experto en el tema de la organización de los elementos. Se dirige hacia una caja polvorienta, al parecer los padres del Ollivander eran personas muy ordenadas y cada caja tiene una inscripción, ya no se distinguen las letras, pero le da una idea de lo que puede encontrar. -Aquí están las antorchas que necesitamos para delimitar la pista- sonríe traviesamente, aún no se quita la idea de lo que puede pasar si alguien cae... Más cajas y cajas para buscar y en cada una encuentra cosas diferentes, algunas lámparas de cristal cortado, de aquellas que hacen que le dé un brillo especial a la luz, algunos arreglos de mesa con una combinación de flores y avecillas y... De repente una caja, la más polvorienta llama su atención.... -Padrino, esta caja tiene tu nombre- la rubia intrigada se la entrega, el Ollivander ha encontrado más elementos de decoración, pero pareciera que algo quería que aquella caja fuera encontrada después de tanto tiempo allí. -¿Qué crees que contenga?- la rubia no puede evitar su sorpresa y esperaba que su padrino compartiera aquella sorpresa con ella. @
  15. Mientras casi terminaban de desayunar escucha lo que podían hacer aquel día, terminar de realizar la lista podría ser buena idea, aunque Bernadette dice que Yanna y la otra mujer, a la que aún no conoce, que vive en la heredad han ido a comprar algunas cosas de la lista, Bernadette no se unirá a las actividades ya que ella tenía cosas que hacer, es muy graciosa la forma en que lo dice, la rubia no puede evitar sonreír, así que solo quedaban ellos dos. De pronto Bernadette menciona la fiesta que se ofrecería por la graduación de la rubia, su padrino preguntó por los detalles de invitación y comida, lo cual parecía que la Evans ya lo tenía resuelto -Mi madrina se ha encargado de las investigaciones y la comida está resuelta- lo pensó un momento, aún faltaba el tema de las carpas para el terreno cercano al lago, que era donde sería el evento. -Solo falta resolver el tema de lo que instalaremos en el terreno, alguna carpa, o algo así. Después de que el Ollivander lo escuchó le dijo a la rubia que en cuanto terminarán de desayunar irían a buscar algunas cosas necesarias en la casona. Terminó de desayunar con rapidez, dió las gracias a Bernadette por el desayuno y subió a ducharse y cambiarse, uso un juego de pans y chamarra en color gris oscuro con tennis blancos, lo hizo todo muy rápido y bajo para encontrar a Garry aún en el comedor. -Estoy lista, vayamos a inspeccionar la casa en búsqueda de lo que nos haga falta para la fiesta. De verdad le emocionaba, aunque no sabía si era por la fiesta, eso era lógico, tenía mucho que no tenía una celebración, pero también era por investigar aquella casa que tantos secretos parecía esconder. @
  16. Ese día era un tanto habitual, el estar en la casona de la heredad le complacía bastante a la rubia, se sentía más acompañada que en la mansión Rambaldi en donde la mayor parte del tiempo lo pasaba sola, encerrada en su cuarto con la única compañía de Bigo, el cachorro de tigre albino y Darrell, el elfo doméstico, así que había sido bueno el cambio de estar en la heredad, aunque su madrina había ido al castillo Evans Mcgonagall la compañía de Bernadette y su padrino era reconfortante. Había despertado en la habitación que la casa había escojido para ella, era un tanto raro, por lo regular las personas eran quienes escogían, pero, su habitación le había gustado demasiado, sería que la casa se guiaba con los gustos de las personas? Probablemente la falta de comida hacia que tuviera esos pensamientos. Sonrió y bajo aún en pijama a la cocina, donde Bernadette ya preparaba el desayuno. -Buen día Bernadette, qué es eso que huele tan bien? Se acercó a tratar de ayudarle a preparar, pero la pequeña elfina lo impidió. -Buen día es un desayuno muy simple señorita Hann, pero deje- dijo la criatura haciendo una mueca de disgusto -Usted solo siéntese y espere a que la sirva. -Me tienes muy consentida Bernie, me dejaras mal acostumbrada cuando me vaya de aquí. -Hannity sonrió, pero la elfina parecía triste de escuchar que se iría -No será pronto, tendrás que soportarme un poco más. Habiendo dicho aquello la pequeña elfina parecía más animada, le sirvió el desayuno a la rubia y anuncio que iría a buscar a Garry para que él también desayunara. En cuanto bajo su padrino y el y Bernadette se sentaron a la mesa a desayunar la rubia respondió al saludo del Ollivander -Buen día padri, pase una noche muy tranquila- dijo y era verdad, se había imaginado que la fantasma de Odette probablemente la molestaría en la noche, pero eso no había ocurrido - Qué haremos hoy? Es nuestro día de descanso, tienes algún plan? Suponía que al estar sólo ellos en la casa podrían hacer algo juntos. @
  17. En algunas situaciones la rubia echaba de menos estar en aquel lugar, la comida era fabulosa y ahora que regresaba disfrutaba demasiado de ello, siempre era reconfortante aquel lugar, había sido, como para muchos, inclusive antes que ella, su segundo hogar. Escuchó lo que Garry decía acerca de su trabajo como inefable, si había algo que la hacia sentir orgullosa era eso, trabajar en el departamento de misterios, había veces que trabajaban a ciegas, el hecho de realizar cosas que muchas veces no sabían que eran o provocarían era fascinante. Mientras seguían comiendo hablábamos de lo que hacía en el colegio y de la rutina de estar en la heredad, definitivamente a pesar de que el tigre se hubiera mudado a aquellos terrenos Hannity extrañaba la vieja casona y a sus habitantes, incluso a los fantasmas. Su mirada seguía clavada en el aspecto de su padrino, había comido suficiente, si bien la rubia no comía mucho, así que dejó los cubiertos y seguía mirando a su padrino cuando mencionó que ahora los alumnos eran raros y soltó a reír. -Creo que todos los estudiantes que hemos pasado por Hogwarts hemos sido raros en algún momento, no he visto nada normal los últimos años. El poco tiempo libre que ella poseía en el colegio durante el último curso era aprovechado para estudiar acerca de los E.X.T.A.S.I.S. así que no entiende mucho, aunque le intriga el hecho de que el Ollivander menciona que le ha dado tiempo de buscar... Cosas? Lo mira con diversión, el hecho de hacer una remodelación a la casa le atrae bastante, aunque no tanto como el hecho de escuchar que hay algo escondido en el lugar, y cuando el Ollivander dice que le gustaría mostrarselo aparece un brillo en los ojos. -Qué será eso que guarda la heredad padrino? El tono de voz de Garry hace parecer que el asunto no es de interés, pero algo le hace pensar a la rubia que es todo lo contrario. -Entonces iniciaremos la búsqueda cuando llegues a casa? @
  18. Aquel día siquiera le había dado tiempo de comer algo en la oficina, había andado de un lado para otro con su jefe, que no habían tenido tiempo de pensar en comer algo, por tal motivo era aún más delicioso el aroma proveniente del gran comedor, la rubia recordaba los buenos banquetes que servían allí y sobretodo los postres, esos ricos panecillos de chocolate... Tomó el brazo de su padrino y llegaron al final de una mesa, en realidad no puso atención en cuál estaban, lo que notó fueron las miradas curiosas de los alumnos que estaban cerca, era extraño que un profesor de sentará a comer con los alumnos, haciendo caso omiso a las miradas Hannity miró a su padrino y antes de que esta hablara él le preguntaba varias cosas a la vez. La rubia sonrió, era agradable estar de vuelta en el castillo y con buena compañía. -He estado bien padrino, bastante ocupada, las cosas en la oficina han estado muy atareadas- dijo mientras se servía en el plato un trozo de pastel de carne y verduras al vapor -parece que los inefables andamos metidos en todas partes- sonrió, su trabajo le fascinaba -aunque a veces no nos da tiempo de comer, como hoy, pero tuvo su recompensa, volví al colegio para comer contigo. Tomó un poco de los vegetales deliciosos que había en su plato y comió un poco antes de responder las siguientes preguntas -Bigo está feliz de salir del encierro en la mansión Rambaldi, comenzó a correr por el bosque, gracias por permitirme dejarlo en los terrenos de la heredad- sabía que al Ollivander no le gustaba que le agradeciera por esos detalles, pero era necesario para ella hacerlo, lo miró y se dió cuenta de que en realidad Garry se veía más cansado de lo que le había parecido en primer momento. -¿Y tú? ¿Cómo has estado? ¿Cómo va tu vida sin nosotras?- bromeo la rubia refiriéndose a su madrina, a Sam, a Yanna y a ella -¿Ha sido relajante tu estancia en el castillo? Sabía que estando trabajando el castillo podía ser todo menos relajante, aún así quería que el tiempo que pasara consu padrino fuera bueno y se relajara de verdad, a veces eso era lo que hacía que el día fuera distinto a los demás. @
  19. Había sido un día agotador, el trabajo en el ministerio era un poco pesado y ese día en particular había resultado un poco estresante. Había mandado una nota a Darrell el elfo doméstico para que llevará a Bigo, el cachorro de tigre albino a la heredad, en aquel lugar no tendría problema de andar suelto en el bosque circundante a los terrenos, a menos que Yanna hiciera de las suyas como su madrina le había comentado alguna vez. Sin pensarlo abrió la puerta de la casona y antes de poner un pie dentro escuchó el ulular del hermoso carabó de su padrino quien le enviaba una nota diciendo que podía visitarlo en Hogwarts, lo cual le pareció perfecto, ella también quería platicar con él. Sin pensarlo apareció a pocos kilómetros del colegio en el que hasta hace muy poco tiempo ella estudió, caminó rápido para llegar pronto hasta allí, ya era un poco tarde y supuso que los maestros y alumnos estaban en el gran comedor para la hora de la merienda, así que para pasar desapercibida había llevado su túnica con el escudo de la casa de Slytherin. En cuanto vislumbró a su padrino que iba a entrar al gran comedor ella lo agarro con suavidad por el brazo y le dijo -Profesor Ollivander, podría hablar con usted?- sonrió al ver a su padrino con el semblante cansado, probablemente más de lo que estaba acostumbrada a verlo, lo abrazó ya que tenía bastante tiempo de no verlo, la rubia siempre tenía la mala costumbre de no respetar el espacio personal de sus padrinos. @
  20. Esperaba que Albus hubiera entendido la indirecta en sus palabras, pues Hannity estaba interesada en él. La comida estaba increíble, definitivamente dj tenía un muy buen sazón, era una auténtica lasagna italiana y el vino también estaba delicioso y se llevaba perfecto con la comida, era un momento muy agradable como todos los que había pasado con el joven Black, él le preguntaba qué era lo que más le gustaba de su trabajo en el ministerio, la rubia lo pensó bien, en realidad le gustaba todo de su trabajo. -Creo que lo que más me gusta de mí trabajo es la intriga que este conlleva- lo miré a los ojos y sonreí -el trabajar por algo que muchas veces ni siquiera conocemos es emocionante en verdad... A la rubia le gustaba la aventura, probablemente ese era el principal motivo por el que había querido ingresar a trabajar en el departamento de Misterios -además de los buenos compañeros que he encontrado allí. Hizo una pausa para comer y beber un poco más de aquél vino delicioso, se limpió delicadamente los labios y fijo su mirada en los ojos del Black -Tengo una duda señor Black- dijo de manera divertida -acaso me citó en este agradable lugar para hablar de trabajo?- reí un poco -Qué puedo saber más de usted, sus gustos,sus hobbies, que más- hizo énfasis en la última palabra -puede esconder el serio señor Black? Espero a que su pregunta fuera respondida, mientras tanto le sonreía al joven. @@Albus Severus Black
  21. La rubia río ante el comentario que hizo el Black ante los finales felices, a ella le resultaba un poco difícil creer en eso, a fin de cuentas la vida le había enseñado que no era un cuento de hadas. Meneó la cabeza aún sonriendo, no iba a empañar ese momento con ideas absurdas y algunos recuerdos de su pasado, al ver el rostro "serio" del Black río un poco más por las preguntas que este le hacía por el interés de la ojiverde al preguntar por su estado civil. -Es simple curiosidad señor Black- dije divertida al ver su reacción, en aquel momento llegó Paolo, mi plato se veía delicioso, la lasagna olía riquísimo y las verduras tenían una buena vista y aroma, por su parte él tenía unos canelones que de igual manera se veían deliciosos, descorchó la botella de vino tinto, sirvió las copas para pasarme una y preguntar por que motivo me gustaría brindar. Me quedé callada por unos segundos, simplemente para darle un poco de tensión a la escena -Que le parece si brindamos por el inicio de una bella relación de...- guardo silencio unos segundos -amistad y por la intriga de intentar cosas nuevas dándole un poco de intensidad a la vida. La vida era corta, eso lo sabía la rubia de ante mano, quizá por ese motivo le gustaba tomar riesgos y vivir nuevas aventuras no importando el riesgo que tomaran, levantó su copa y espero al joven por si tenía algún otro motivo para brindar. @@Albus Severus Black
  22. ¿Acaso había repetido la pregunta? De ser así la rubia estaba consiente de que estar en aquel lugar tan agradable con el Black la ponía nerviosa, por alguna extraña razón se sonrojó un poco y fue como un alivio cuando el chico que había ido a llamar al joven Asturias regresó para tomar la orden. En lo que la rubia pensaba que quería comer esa ocasión el Black pedía vino y el mejor platillo que preparase el joven Asturias -Yo deseo lasagna, por favor con guarnición de verduras- aquel platillo era el favorito de la rubia, así era como su madre le preparaba aquella comida en forma balanceada, esos habían sido buenos tiempos. Sin más Paolo se fue con la orden y escuché al joven Black llenarme de preguntas, año que sonreí nuevamente -¿Saber todo lo que pueda de mi?- reí un poco nerviosa por sus preguntas, él joven iba directo al grano -Usted ya sabe casi todo, conoce mis aspiraciones, sabe de qué familia provengo, trabajamos en el mismo lugar...- sonreí al ver su rostro, no era que evadiera las primeras preguntas, pero bien pude hacerlas a él -¿Qué me dice usted? ¿Casado, soltero o tiene alguna chica que lo pretenda...?- sonreí nerviosamente -De ser así seguiré esperando una oportunidad... @@Albus Severus Black
  23. Buenas tardes, vengo a pedir unos cambios correspondientes a mi bóveda personal, espero que puedan atenderlos *dejo chocolates y galletitas a quien corresponda* Gracias!
  24. La rubia escuchaba aquel relato del Ragnarok con un poco de aburrimiento, no dudaba que hubiera sido atacado por aurores, alguna buena razón habrán tenido, era casi imposible que los miembros de la orden del fénix atacarán sin más a una persona inocente, o eso era lo que pensaba la rubia y con ese relato nada interesante arqueó una ceja, a cada momento estaba más y más segura de que ese hombre no le inspiraba ninguna confianza ... -Disculpe que lo mencione señor Ragnarok, pero usted no parece siquiera conmovido por el hecho de que fue atacado por quién usted dice que eran miembros de la orden del fénix- miró al hombre y sabía que lo que probablemente pensaba de él iba más allá de lo que podían esperar en esa visita. -Usted lo que aparenta es diversión en su relato disfrazado de hipocresía- O era que de alguna forma quería hacer sentir incómoda a Dennis? El Ragnarok las dejo pasar sin antes mencionar a la ojiverde que él tenía tiempo de ni ir al área de pociones experimentales -En realidad, mi departamento es muy especial, pareciera que todo pasa por alli- la rubia hizo énfasis en la palabra todo -supongo que es una gran ventaja que tenemos los inefables. Sonrió para después hacer un movimiento sutil e imperceptible a Dennis para entrar lo más rápido posible y pudieran salir de la misma forma, el hombre no le daba suficiente confianza y era mejor hacer rápido el trabajo antes de que pudiera pasar algo más. Pasamos del Hall a una sala en donde nos ofreció asiento, de verdad esperaba que terminaramos aquello, nos invitó a tomar algo, pero no me fiaba aún -muchísimas gracias señor Ragnarok, pero yo estoy muy bien así. Miró a Dennis y espero a que ella iniciara a hacer el interrogatorio para que se marcharan de allí. @@Dennis Delacour @@Hades Ragnarok
  25. Estaba un poco nerviosa, el lugar era magnífico, todo perfectamente bien cuidado en cada detalle, la compañía era perfecta, no había otra cosa que pasara por mi mente, cuando el joven Black tocó el dije de fénix que le había regalado a la rubia y la observó el nerviosismo de la ojiverde aumento y al escuchar el comentario acerca de quién era más bello, si el dije o la portadora se sonrojo. Sonreí al escuchar al joven Asturias diciendo que Albus no entendía mucho el italiano, y ví con agrado como se saludaban después de que Albus mencionaba que el joven le había a salvado la vida. -Un gusto saludarlo señor Asturias- claro que recordaba al joven, era amigo de Grelliam Ollivander, el padrino de la rubia y habían coincidido alguna ocasión en la madriguera -debo felicitarlo por el lugar, es maravilloso- lo decía con sinceridad, no había otro lugar como aquel, le traía tan buenos recuerdos de la vez que había vivido en la bella Italia, el joven Asturias se despidió sin antes decir que Paolo el chico al que anteriormente Albus había pedido llamar a Dj nos atendería -muchas gracias, que tenga una excelente tarde. En cuanto el joven se fue la mirada ojiverde de la chi se posó en su compañero de departamento y sonrió de manera pícara -Y bien señor Black, cómo le ha ido? Era una pregunta común, pero por alguna razón su nerviosismo había vuelto y no quería que saliera a relucir, así que sin pensarlo cruzó la pierna y la abertura de su vestido dejó ver un poco más su blanca piel. @@Albus Severus Black @@djvash Asturias

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